Tema 14

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TEMARIO ADMINISTRATIVO.

PARTE GENERAL

Recursos administrativos: principios generales.


TEMA Actos susceptibles de recurso administrativo.
14 Clases de recursos administrativos.

RECURSOS ADMINISTRATIVOS: PRINCIPIOS GENERALES.


 Concepto y regulación.
 Principios.
→ Garantía del administrado.
→ Necesidad de agotar la vía administrativa.
→ Principio de congruencia.
→ Prohibición de la reformatio in peius.
→ Principio de antiformalismo.
ACTOS SUSCEPTIBLES DE RECURSO ADMINISTRATIVO.
Actos recurribles (art. 112.1)
CLASES DE RECURSOS ADMINISTRATIVOS.
 El recurso de alzada.
 El recurso potestativo de reposición.
 Los procedimientos sustitutivos de los recursos de alzada y reposición.
 El recurso extraordinario de revisión.

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TEMARIO ADMINISTRATIVO. PARTE GENERAL

RECURSOS ADMINISTRATIVOS: PRINCIPIOS GENERALES.


 Concepto y regulación.
Un recurso administrativo es un medio para revisar la validez de un acto administrativo, que ha de
ser iniciado a instancia de parte por quien esté legitimado para ello y dentro de un plazo de
interposición establecido por la norma.
No cabe, pues, la iniciación de oficio, sino que siempre ha de presentarse el recurso por quien esté
legitimado para ello, es decir, por quien ostente un derecho o interés legítimo en la anulación del acto
recurrido. Para la jurisprudencia, el concepto de interés legítimo se refiere a que de la anulación del
acto recurrido se derive de modo inmediato para el sujeto un efecto positivo (beneficio) o evitación
de un efecto negativo (perjuicio) actual o futuro, pero cierto. No obstante, los vicios y defectos que
hagan anulable un acto no podrán ser alegados por quienes los hubieren causado.
Los recursos administrativos se regulan en el capítulo II del Título V de la LPACAP (art. 112 a 126).
 Principios.
Los principios generales aparecen desarrollados en la Sección 1ª del Capítulo II (art. 112 a 120),
destacamos:
1. El recurso administrativo es una garantía para los administrados, pues permite reaccionar contra la
decisión de la Administración y eventualmente eliminar el perjuicio que comporta, si bien es una
garantía limitada ya que se interponen y resuelven ante la administración (que es Juez y parte).
2. Principio de necesidad de agotar la vía administrativa previa para acudir a la tutela judicial.
3. Principio de congruencia, que aparece reflejado en el artículo 119.3 al disponer: “El órgano que
resuelva el recurso decidirá cuantas cuestiones, tanto de forma como de fondo, plantee el
procedimiento, hayan sido o no alegadas por los interesados”.
4. Prohibición de la «reformatio in peius», recogido también en el artículo 113.3: “la resolución será
congruente con las peticiones formuladas por el recurrente, sin que en ningún caso pueda
agravarse su situación inicial”.
5. Principio de antiformalismo, regulado en el artículo 115.2 afirmando que: “el error o la ausencia
de la calificación del recurso por parte del recurrente no será obstáculo para su tramitación,
siempre que se deduzca su verdadero carácter”.
ACTOS SUSCEPTIBLES DE RECURSO ADMINISTRATIVO.
El art. 112. 1 dispone: “Contra las resoluciones y los actos de trámite, si estos últimos deciden
directa o indirectamente el fondo del asunto, determinan la imposibilidad de continuar el
procedimiento, producen indefensión o perjuicio irreparable a derechos e intereses legítimos,
podrán interponerse por los interesados los recursos de alzada y potestativo de reposición, que
cabrá fundar en cualquiera de los motivos de nulidad o anulabilidad previstos en los artículos 47 y
48 de esta Ley”.
Por tanto, caben los recursos administrativos contra los actos administrativos definitivos, esto es, las
resoluciones que ponen fin al procedimiento resolviendo una instancia, pero también contra los actos
de trámite cualificados, es decir:
 Los que deciden directa o indirectamente el fondo del asunto. Son actos que, bajo la apariencia
formal de un acto de trámite iniciador del procedimiento o de impulso del mismo, contienen en
realidad una decisión administrativa sobre el fondo del asunto planteado.
 Los que determinan la imposibilidad de continuar el procedimiento. Ha de tratarse de una
imposibilidad definitiva y no una mera suspensión temporal o transitoria.

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TEMARIO ADMINISTRATIVO. PARTE GENERAL

 Los que producen indefensión o perjuicio irreparable a derechos e intereses legítimos.


En relación con los restantes actos de trámite, si bien no pueden ser por sí solos el objeto de un
recurso administrativo, el interesado podrá combatirlos alegando los defectos en los que incurran
para su consideración en la resolución que ponga fin al procedimiento.
Si el acto administrativo que se pretende recurrir ha alcanzado firmeza en vía administrativa porque
no se ha combatido en plazo mediante el oportuno recurso, podrá ser objeto de un recurso
extraordinario de revisión, pero sólo cuando concurra alguna de las circunstancias previstas en el
artículo 125.1 LPACAP.
No cabe recurso administrativo frente a las disposiciones administrativas de carácter general, si bien,
sí podrán recurrirse los actos administrativos de aplicación de dicha disposición con fundamento en
la nulidad de ésta. En tal caso, y si el único fundamento del recurso es la existencia de una causa de
nulidad en la disposición aplicada, podrá interponerse, directamente, ante el órgano que dictó la
indicada disposición. Es lo que se denomina el recurso “per saltum” o recurso contra los actos de
aplicación de reglamentos ilegales (recurso indirecto).
CLASES DE RECURSOS ADMINISTRATIVOS.
 El recurso de alzada.
Es el recurso jerárquico por excelencia y que permite al interesado solicitar al órgano superior de
aquel que dictó el acto impugnado que lo revise y lo deje sin efecto, por concurrir en él alguna causa
nulidad o anulabilidad.
Pueden recurrirse en alzada las resoluciones o actos definitivos o de trámite cualificados que no
pongan fin a la vía administrativa.
En realidad, es necesario que previamente se haya interpuesto el recurso de alzada, que se constituye
así en un requisito para poder acceder a la vía jurisdiccional. De hecho, si no se interpone el recurso
de alzada en el plazo máximo que al efecto establece la LPACAP -un mes si el acto o resolución
impugnados es expreso-, el acto deviene firme a todos los efectos, sin que pueda ya ser atacado o
impugnado por medios ordinarios (recurso administrativo de alzada ni contencioso-administrativo),
aunque sí caben vías excepcionales como la acción de nulidad (revisión de oficio a instancia de
parte) o el recurso extraordinario de revisión. Por el contrario, si el objeto del recurso es un acto
presunto o una desestimación por silencio administrativo, el recurso de alzada podrá interponerse en
cualquier momento a partir del día siguiente a aquél en que se produzcan los efectos del silencio.
La presentación del recurso puede hacerse directamente ante el órgano competente para resolverlo o
bien ante aquel que dictó el acto impugnado. En este último caso, el órgano deberá remitir, en el
plazo máximo de diez días, el recurso junto con una copia completa y ordenada del expediente y un
informe al competente para resolverlo (su superior jerárquico). A efectos de este recurso, los
Tribunales y órganos de selección el personal de las Administraciones Públicas y, en general,
cualesquiera órganos que, en su seno, actúen con autonomía funcional, se consideran dependientes
del órgano al que estén adscritos o, en su defecto, de aquel que haya nombrado al presidente de los
mismos.
El plazo máximo para resolver el recurso y notificar la resolución es de tres meses, transcurrido el
cual sin resolución expresa, se producen los efectos del silencio negativo, de forma que el interesado
puede considerar desestimado su recurso. No obstante, si el recurso se hubiera interpuesto frente a la
desestimación por silencio de una solicitud, el transcurso del plazo de tres meses sin que haya
recaído resolución expresa que decida el recurso interpuesto (doble silencio) determinará la
estimación del recurso, aunque sólo si en la solicitud inicial no concurre ninguna de las siguientes
circunstancias: que se refiera a un procedimiento relativo al derecho de petición, que su estimación
tuviera como consecuencia que se transfirieran al solicitante o a terceros facultades relativas al

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servicio o dominio públicos, que impliquen el ejercicio de actividades que puedan dañar el medio
ambiente o que se trate de procedimientos de responsabilidad patrimonial. En todos estos casos, la no
resolución y notificación en plazo del recurso formulado conllevará que el interesado pueda
considerarlo desestimado.
Contra la resolución de un recurso de alzada podrá interponerse el recurso contencioso-
administrativo o, excepcionalmente, el extraordinario de revisión en los supuestos previstos en el
artículo 125.1 LPACAP. Sin embargo, no cabrá ningún otro recurso en vía administrativa, es decir
no puede recurrirse en alzada ante el superior jerárquico del órgano que resolvió el recurso ni en
reposición ante el mismo órgano que lo resolvió.
 El recurso potestativo de reposición.
Mediante este recurso los interesados se dirigen al mismo órgano que dictó el acto impugnado para
que lo revise y lo deje sin efecto, por concurrir en él alguna causa de nulidad o anulabilidad.
Los actos susceptibles de ser recurridos en reposición son aquellos que ponen fin a la vía
administrativa. El art. 114.1 dispone que, ponen fin a la vía administrativa:
a) Las resoluciones de los recursos de alzada.
b) Las resoluciones de los procedimientos a que se refiere el artículo 112.2.
c) Las resoluciones de los órganos administrativos que carezcan de superior jerárquico, salvo que
una Ley establezca lo contrario.
d) Los acuerdos, pactos, convenios o contratos que tengan la consideración de finalizadores del
procedimiento.
e) La resolución administrativa de los procedimientos de responsabilidad patrimonial, cualquiera que
fuese el tipo de relación, pública o privada, de que derive.
f) La resolución de los procedimientos complementarios en materia sancionadora a los que se refiere
el artículo 90.4.
g) Las demás resoluciones de órganos administrativos cuando una disposición legal o reglamentaria
así lo establezca.
A diferencia de lo que ocurre con los actos que no ponen fin a la vía administrativa, los actos y
resoluciones que ponen fin a la vía administrativa pueden ser recurridos directamente ante la
jurisdicción contencioso-administrativa.
El plazo para la interposición del recurso de reposición será de un mes si el acto fuera expreso. Si no
lo fuera, el recurso podrá interponerse en cualquier momento a partir del día siguiente a aquél en que
se produzca el acto presunto por efecto del silencio administrativo.
El plazo máximo para la resolución del recurso es de un mes, transcurrido el cual sin haber sido
notificada resolución expresa, el interesado podrá entender desestimado el recurso.
El plazo de resolución del recurso potestativo de reposición es de un mes y los efectos del silencio
administrativo son siempre negativos, sin que exista aquí un efecto positivo por doble silencio.
Contra la resolución de un recurso de reposición no cabe interponer de nuevo el mismo recurso.
 Los procedimientos sustitutivos de los recursos de alzada y reposición.
De conformidad con el artículo 112.2 LPACAP, las leyes podrán sustituir el recurso de alzada, en
supuestos o ámbitos sectoriales determinados y cuando la especificidad de la materia así lo
justifique, por otros procedimientos de impugnación, reclamación, conciliación, mediación y
arbitraje, ante órganos colegiados o comisiones específicas no sometidas a instrucciones jerárquicas,

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con respeto a los principios, garantías y plazos que la LPACAP reconoce a los ciudadanos y a los
interesados en todo procedimiento administrativo.
En las mismas condiciones podrá sustituirse el recurso de reposición por esos otros procedimientos,
respetando su carácter potestativo para el interesado.
 El recurso extraordinario de revisión.
Este es un medio excepcional para impugnar actos firmes en vía administrativa, es decir, aquellos
que ya resultan inatacables por los recursos administrativos ordinarios, bien porque no han sido
recurridos en plazo, bien porque se ha resuelto un recurso administrativo formulado contra ellos.
El recurso extraordinario de revisión habrá de interponerse ante el mismo órgano que dictó el acto
impugnado, que también será el competente para su resolución.
Su carácter excepcional determina que sólo cabe acudir a este tipo de recurso cuando se dé alguna de
las siguientes circunstancias:
a) Que al dictarlos se hubiera incurrido en error de hecho, que resulte de los propios documentos
incorporados al expediente.
b) Que aparezcan documentos de valor esencial para la resolución del asunto que, aunque sean
posteriores, evidencien el error de la resolución recurrida. Es decir, que de haberse conocido y
tomado en consideración dicho documento, aquella resolución habría sido otra.
c) Que en la resolución hayan influido esencialmente documentos o testimonios declarados falsos
por sentencia judicial firme, anterior o posterior a aquella resolución.
d) Que la resolución se hubiese dictado como consecuencia de prevaricación, cohecho, violencia,
maquinación fraudulenta u otra conducta punible y se haya declarado así en virtud de sentencia
judicial firme. Esta circunstancia es coincidente con la causa de nulidad consistente en que el acto
sea constitutivo de infracción penal o se dicte como consecuencia de ésta (47.1, letra d).
El plazo de interposición del recurso varía según sea la causa que se invoca como fundamento del
mismo. Si es la primera, es decir, haber incurrido en error de hecho al dictar el acto impugnado,
habrá de presentarse en el plazo de cuatro años desde que dicha resolución fue notificada. En los
demás casos, es decir, cuando se invoque cualquiera de las otras causas que permiten acudir al
recurso extraordinario de revisión, ese plazo se reduce a tres meses, a contar desde el conocimiento
de los documentos aparecidos o desde que la sentencia judicial quedó firme.
El recurso extraordinario de revisión es compatible tanto con la presentación de una acción de
nulidad (art. 106) frente al acto impugnado como con la solicitud de rectificación de dicho acto (art.
109.2) y no impide que, una vez formuladas aquellas se sustancien y resuelvan.
El cuanto al procedimiento la Ley señala dos peculiaridades propias de este recurso extraordinario: la
primera, la posibilidad de inadmitirlo a trámite cuando el recurso no se funde en alguna de las causas
tasadas previstas en el artículo 125.1 o en el supuesto de que se hubiesen desestimado en cuanto al
fondo otros recursos sustancialmente iguales. La segunda, que cuando se resuelva el recurso no sólo
ha de pronunciarse el órgano sobre la procedencia o no del recurso, sino que también habrá de
hacerlo sobre la cuestión de fondo resuelta en el acto recurrido.
El plazo para resolver y notificar la resolución del recurso es de tres meses, transcurridos los cuales
sin resolución expresa, se entenderá desestimado.

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