Caso Hugo Spadafora

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UNIVERSIDAD DE PANAMÁ

CENTRO REGIONAL UNIVERSITARIO DE BOCAS DEL TORO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

LICENCIATURA EN DERECHO.

CURSO:

DERECHOS HUMANOS.

TEMA:

CASO HUGO SPADAFORA.

ELABORADO POR:

HAIDI GRACIA 1-700-689

VICTOR ZAPATA 1-702-678

CECILIO SIMONS 8-714-1283

YERELENY GUERRA 1-746-909

CRISTAL BLANDFORD 4-813-1829

PROFESORA:

MILAGROS NAVARRO

FECHA

1 DE FEBRERO DE 2022

1
Índice

Introducción 3
Biografía de Hugo Spadafora 4
Muerte de Hugo Spadafora 5
Juicio en Panamá 6
Caso Hugo Spadafora 6
Antecedentes 6
Corte interamericana de derechos humanos 8
Resolución de fondo N°25/87 8
Violaciones a la Convención Americana sobre Derechos 8
Solicitud Presentada 9
Argumentación 9
Nota enviada el 24 de febrero de 1987, por el Gobierno de Panamá 10
Admisibilidad Ante La Comisión Interamericana De Derechos Humanos 10
Artículos 4, 5 y 7 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos 12
Artículo 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos 12
Artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos 13
Decisión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos 13
Declaraciones y condena del Asesinato del Doctor Hugo Spadafora 15
Responsables del asesinato 15
Razones para que Noriega diera la orden a asesinar a Spadafora 15
Declaran extinguida condena a Noriega por homicidio del Dr. Hugo 16
Spadafora
35 años de la muerte del médico guerrillero Hugo Spadafora 16
Conclusión 19
Citas y Referencias Bibliográfica 20

2
Introducción
El Instituto Interamericano de Derechos Humanos tiene un vínculo indisoluble con el
sistema regional de protección de los derechos humanos no sólo porque la Corte
Interamericana de Derechos Humanos promovió su creación, con el apoyo de
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a través de la firma de un convenio
con el Gobierno de Costa Rica.

El Artículo 61 de la Convención Americana de Derechos Humanos establece que,


Sólo los Estados Partes y la Comisión tienen derecho a someter un caso a la
decisión de la Corte y para que la Corte pueda conocer de cualquier caso, es
necesario que sean agotados los procedimientos previstos en los artículos 48 a 50.

Las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos representan la


etapa última del esfuerzo, que inició una persona por el reconocimiento de sus
derechos humanos, luego de haber tenido que hacer reclamaciones legales en su
país, es decir, se da el agotamiento de recursos humanos, pasando por una primera
fase de reclamo ante el Sistema Interamericano de Protección de Derechos
Humanos en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Finalmente,
culmina con aquella sentencia declaratoria de derechos que, además, establece
reparaciones integrales por el daño causado que emite la Corte IDH.

Si bien estas sentencias internacionales son un triunfo particular, porque están


definidas para proteger a las personas por las violaciones cometidas en su perjuicio
por actos de los Estados, también representan un referente general, porque cada
caso o situación resuelta puede tener efectos generales en algunos casos, más allá
de la solución del conflicto particular. Cuando el Estado no realiza actos que debería
haber hecho; por aprobación y aplicación de leyes violatorias a los derechos
humanos; por actos o políticas públicas inadecuadas, o por cualquier otra
circunstancia que afecte a la población en general o a parte de ella.

De acuerdo con lo anterior, el presente trabajo se refiere a los antecedentes del


fallecimiento del médico Hugo Spadafora, defensor internacionalista de la libertad
de los pueblos. De igual manera al fallo dictado por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos.

3
Biografía de Hugo Spadafora.

Hugo Spadafora Franco, nació en la ciudad de Chitré, provincia de Herrera,


República de Panamá, el 6 de septiembre de 1940. Fue el tercer hijo de cuatro
nacidos del matrimonio de Rebeca Franco y Carmelo “Melo” Spadafora, un político
y comerciante, hijo de inmigrantes italianos. A pesar de que sus padres se
divorciaron cuando Hugo tenía 12 años, siempre guardó lazos muy cercanos con su
padre, aunque no viviera con él.

Desde sus primeros años de vida demostró ser valiente, carismático y determinado
a cumplir sus metas. Becado por sus excelentes notas obtenidas en la escuela
primaria, se trasladó al prestigioso Instituto Nacional en la ciudad de Panamá con
11 años de edad, donde se graduó con el tercer puesto de honor. Esta distinción le
permitió estudiar medicina en la Universidad de Bologna, Italia. De allá regresaría
como doctor en medicina.

Después de ofrecerse como voluntario en varios países, finalmente logra unirse al


Movimiento por la Liberación de Guinea y Cabo Verde (PAIGC) como el primer
médico en ayudar en la guerra liderada por el mítico Amílcar Cabral, uno de los más
importantes teóricos revolucionarios de África. Con él cultivó una gran amistad que
marcó sus ideales hasta el final de sus días.

Fue así como se interna en el movimiento en febrero de 1965, donde quedó a cargo
del hospital en Boké, la capital de la zona liberada. Luego es transferido a Quitafine,
en el frente sur, donde la lucha era más intensa. En su aventura lo había seguido
su novia, Sandra Cassanelli, una italiana que había dejado su puesto como
aeromoza de Alitalia para unirse a Hugo. Allí se convirtió en su mano derecha,
trabajando codo a codo con él. Sandra se ganó el respeto de los guineanos quienes
la veían como una doctora también. Bajo los bombardeos de la Fuerza Aérea
Portuguesa, y dentro del grueso de la batalla, rodeados por la muerte, la
desnutrición y el hambre, forjaron una relación de adoración mutua. Su matrimonio
lo realizaría el mismo Amílcar Cabral declarando como el primero certificado
matrimonial que sería emitido bajo la Guinea-Bissau liberada. Sandra regresa poco
después a Italia debido a que los bombardeos eran cada vez más intensos y Hugo
temía por su vida.

4
En mayo de 1967, Spadafora regresa a su país y trabaja como médico en el Hospital
Santo Tomás. Contrajo matrimonio con María Elena Acevedo con quien tiene a sus
dos hijos Hugo y Afrique Marie. Pero Hugo no podía dejar de defender la libertad.
Apoyó como médico a los rebeldes que se levantaron en armas contra el golpe
militar del 11 de octubre de 1968, comandado por el mayor Boris Martínez y el
coronel Omar Torrijos. En medio de una ofensiva militar a los disidentes en 1969,
después de curar de emergencias a un rebelde, fue arrestado y encarcelado en la
ciudad de Panamá.

Al enterarse de que su hijo había sido tomado como prisionero, su padre “Melo”,
una persona destacada en la vida política de su provincia, Herrera, busca ayuda con
conocidos. Melo tampoco era allegado a las dictaduras militares, pero por su hijo le
hizo llegar una misiva a Torrijos, quien ya ostentaba el más alto mando del país,
para pedir vehemente su libertad, aunque lo enviara al exilio. Torrijos pide hablar
con Hugo, en quien observa un joven talentoso que podría ser útil en su proyecto
revolucionario.

En 1976, Torrijos lo nombró viceministro de Salud, donde trabajó arduamente para


abaratar el costo de los medicamentos en el sistema público. Pero dos años más
tarde, ante el levantamiento armado contra la dictadura en Nicaragua, Hugo
renuncia a su puesto para organizar y liderar la brigada Victoriano Lorenzo que
combatiría, junto con el Movimiento Sandinista, la larga y cruel dictadura de la familia
Somoza en Nicaragua.

En la mañana del 12 de septiembre de 1985, Hugo inició un viaje a Panamá desde


San José, Costa Rica, donde residía con su esposa Arianne. El plan era tomar un
avión hasta la frontera, y de allí un bus hacia la ciudad de Panamá, mientras que
Arianne iría por avión de San José directo a ciudad de Panamá para reunirse con
él.

Muerte de Hugo Spadafora.

El viernes trece de septiembre de 1985, Hugo partió a las 8 am de su casa en San


José, Costa Rica, hacia el punto fronterizo de Paso Canoas, en donde procedió a
abordar al mediodía un bus con rumbo a la ciudad de Panamá. Durante el trayecto,
fue forzado a bajar del bus dos veces, a pesar de tener su documento de identidad.

5
Una vez que el bus llegó al poblado de Concepción, Hugo fue obligado a bajar por
Francisco Eliecer Gonzales Bonilla (alias Bruce lee), miembro de la fuerza de
defensa vestido de civil. Bruce lee caminó con Spadafora hacia el cuartel de
Concepción, mientras este último mostraba su cédula de transeúntes y les repetía

“soy el doctor Hugo Spadafora y he sido detenido por las Fuerzas de Defensa”. Esa
fue la última vez que se vio a Hugo con vida en público.

En el cuartel de Concepción, Hugo, fue brutalmente golpeado y torturado. Alrededor


de las 7 pm, lo trasladaron al cuartel de corozo en Chiriquí, lugar donde fue
decapitado por Bruce Lee con ayuda de otro miembro de la Fuerza de Defensa,
Julio César Miranda (alias “Muñecón”). El cuerpo de Spadafora fue arrojado debajo
del puente sobre el río La Vaquita, localizado en el Roblito, pueblo costarricense
muy cerca de la frontera panameña. Esto se hizo para crear la impresión de que el
crimen fue cometido en Costa Rica. En cuanto a la cabeza, esta nunca llegó a
aparecer.

Al día siguiente, 14 de septiembre, el campesino Franklin Vargas vio a la orilla del


puente un cuerpo sin cabeza, lo que lo llevó a reportar el hallazgo a las autoridades
locales. Sin embargo, fue hasta el 16 de septiembre que se supo con seguridad que
aquel cuerpo era de Hugo Spadafora.

El país entero quedó en shock cuando los medios informaron que el cuerpo hallado
en El Roblito era el de Hugo. A lo largo de Panamá se dieron todo tipo de
manifestaciones repudiando el crimen. La familia Spadafora no se quedó de brazos
cruzados e iniciaron una gran campaña para que el entonces presidente de
Panamá. Nicolas Ardito Barletta, creará una comisión que investigará a fondo el
caso.

Juicio en Panamá.

Caso Hugo Spadafora.

Antecedentes

El 23 de abril de 1990, mediante la Ley 1 de 23 de abril de 1990 – la primera Ley


aprobada tras la caída de la dictadura – se creó la Fiscalía Superior Especial con el

6
propósito de “llevar a cabo la investigación de Homicidio del Doctor Hugo Spadafora
Franco y otros homicidios”.

El juicio de Hugo Spadafora se llevaría a cabo ya en democracia en 1993 en plena


reconstrucción del país. Los testigos pudieron declarar con mayor libertad, pero
algunos vestigios y pruebas ya no existían. Lamentablemente, tuvo lugar en
Chiriquí, bastión del ex mayor Córdoba y de la mayoría de los involucrados en el
crimen, donde aún se respiraba el temor a los largos años de cruel represión.

Las investigaciones llevadas a cabo sobre la muerte de Hugo, si bien contienen una
gran cantidad de información, dejaron algunas versiones discrepantes, y nombres
de cómplices o partes culpables que no fueron identificados, juzgados o
condenados.

Conscientes de la gran incredulidad y falta de imparcialidad de los Órganos


Judiciales e investigadores panameños, la familia Spadafora, apoyada por la gran
mayoría del pueblo panameño, exige la creación de una comisión especial
investigadora, basándose en el artículo 216 de la Constitución Nacional.

Esto a que a escasos (5) meses de su asesinato, el caso Hugo Spadafora Franco
fue cerrado con un acto de sobreseimiento a favor de los tres (3) sindicados arriba
mencionados. Es importante destacar que uno de los tres magistrados que
conforman el tribunal que dictó el fallo, se opuso al mismo, salvando su voto, el cual
fue catalogado por la ciudadanía como una actitud honesta y valiente. Por su
importancia, es necesario citar la última parte del Salvamento de Voto del
Magistrado Andrés A. Almendral.

La única "investigación" realizada en Panamá concluyó con el sobreseimiento


definitivo por falta de suficientes pruebas, de los tres miembros de las FDP
indagados. El asesinato continuó sin develarse. El cabal y fundamentado voto en
disidencia del Magistrado Andrés Almendral puntualiza las deficiencias de la
decisión judicial. El Lay Group presentará las observaciones a la presentación del
Gobierno de Panamá en respuesta a la denuncia, antes del día 25 de septiembre
de 1986.

De acuerdo con lo anterior, el hermano de quien fuera Hugo Spadafora Franco


presentó el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

7
Corte Interamericana de Derechos Humanos.

El 7 de mayo de 1986, el señor Winston Spadafora presentó ante esta Comisión


una denuncia en contra del Estado de Panamá, por la violación de los Artículos 4
(derecho a la vida), 5 (derecho a la integridad personal), 7 (derecho a la libertad
personal) y 25 (derecho a la protección judicial) de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos.

El presente caso concierne la tortura y muerte del Dr. Hugo Spadafora Franco,
nacional de Panamá. Spadafora era un enérgico opositor del General Manuel
Antonio Noriega, jefe de las Fuerzas de Defensa de Panamá (FDP). Los hechos
establecen indiscutiblemente la responsabilidad del Gobierno de Panamá en el cruel
asesinato del Dr. Spadafora. Sin embargo, las autoridades competentes rehusaron
llevar a cabo una cabal investigación del crimen y el consecuente castigo de los
criminales.

Resolución de fondo N°25/87 del 23 de septiembre de 1987.

En esta resolución N°25/87 la comisión interamericana de derechos humanos


resolvió declarar que el gobierno de Panamá había violado los artículos 4 (derecho
a la vida); 5 (derecho a la integridad personal); 7 (derecho a la libertad personal); 8
(garantías judiciales) y 25 (derecho a la protección judicial) todos de la Convención
Americana de Derechos Humanos (ya en este caso si era aplicable ratione temporis
este instrumento)

Violaciones a la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Panamá es parte signataria de la Convención.

El Gobierno de Panamá violó el derecho a la vida, el derecho al trato humanitario


y el derecho a la protección contra la detención arbitraria del Dr. Hugo Spadafora
Franco. (Arts. 4, 5 y 7). Fueron declaradas por encontrarse al Estado panameño
responsable de la detención ilegal, tortura y ejecución del Dr. Hugo Spadafora.

El Gobierno de Panamá no ha conducido una completa e imparcial investigación,


libre de injerencias partidarias. Por ello, el Gobierno ha violado el derecho a la
protección judicial del Dr. Spadafora. (Art. 25).

8
Solicitud presentada.

1. Resuelve condenar al Gobierno de Panamá por las violaciones de los derechos


a la vida, al trato humanitario, a la protección contra la detención arbitraria y a la
protección judicial, consagrada en los Artículos 4, 5 y 7 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos.
2. Recomiende al Gobierno de Panamá ordenar una completa e imparcial
investigación de los individuos responsables del asesinato, de manera tal que
éstos puedan ser debidamente castigados.
3. Recomiendo al Gobierno de Panamá que informe a esta Comisión sobre las
medidas adoptadas en el plazo máximo de 60 días a partir de la resolución.
4. Resuelva tomar cualquier otra medida que estime conducente.

Argumentación

Spadafora anunció públicamente su retorno a Panamá con el objeto de denunciar,


junto con su abogado Alvin Weeden, la corrupción, el tráfico de drogas y otras
actividades ilícitas del General Noriega.
Spadafora fue detenido por agentes del Gobierno en Concepción, Panamá.

La última vez que Spadafora fue visto con vida, se encontraba bajo custodia de
un agente de las F.F.D.D.
La conducta del Gobierno con anterioridad al asesinato es otro indicio de su
responsabilidad por el crimen.
En los casos en que un individuo fue visto por última vez con vida bajo la custodia
de agentes del Gobierno, existe la fuerte presunción de que el Gobierno es el
responsable por la desaparición y muerte del individuo.
El proceso de instrucción penal conducido por el Gobierno fue manifiestamente
inadecuado y de ninguna manera reduce la responsabilidad del Gobierno por el
asesinato.

9
El Gobierno de Panamá denegó justicia al conducir un sumario totalmente deficiente
y parcial. Del análisis del mismo, surge que el Cuarto Tribunal Superior acepta
prueba inconsistente e insubstancial favorable a los tres indagados, a la vez que,
por razones inadmisibles, desestima evidencia esencial e ignora importantes
indicios que conducen al descubrimiento de la verdad.

La detención arbitraria, la tortura y el asesinato de Hugo Spadafora, por el


Gobierno de Panamá es violatoria de la Convención (Arts. 4, 5 y 7).
El Gobierno no condujo una investigación completa e imparcial, violando lo
prescrito por el Artículo 25 de la Convención.

Nota enviada el 24 de febrero de 1987, por el Gobierno de Panamá

La República de Panamá, considera que los trámites planteados ante la Comisión


Interamericana de Derechos Humanos, de la Organización de los Estados
Americanos y, cualesquiera trámites supleméntales presentados ante esa
organización, deben contener una estricta relación conducente y pertinente al logro
de la supuesta comprobación de lo planteado.

Tal conducencia y pertinencia nos obligan a considerar que el documento titulado


Demanda Suplemental, resulta inepto al trámite presentado ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos en el caso Nº 9726, toda vez que dicho
documento contiene una relación especulativa de afirmaciones completamente
ajenas a la tramitación del caso antes mencionado.

La Procuraduría General de la Nación considera que en el proceso que ha motivado


la petición de información que remitiera a nuestro país la Honorable Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, han sido cumplidos los procedimientos
constitucionales y legales aplicables a la materia, y se han respetado todas y cada
una de las garantías procesales consagradas por nuestro ordenamiento jurídico.

Admisibilidad Ante La Comisión Interamericana De Derechos Humanos

La Comisión, por Resolución Nº 30/86 adoptada en el curso de su 68º período


ordinario de sesiones, el 19 de septiembre de 1986, decretó la admisibilidad de la

10
denuncia presentada por el peticionante, señor Winston Spadafora Franco, teniendo
especialmente en consideración que el Gobierno había reconocido el agotamiento
de los recursos de la jurisdicción interna en su respuesta del 6 de agosto de 1986.

Luego de múltiples presentaciones por el Gobierno en las que éste reiteradamente


afirma que "se han agotado sobre el particular, todos aquellos procedimientos
jurisdiccionales establecidos por las leyes de la República de Panamá", el mismo
intenta ahora obstaculizar el proceso en curso alegando la falta de cumplimentación
del requisito de agotamiento de los recursos internos. A esta altura, eso es
superfluo. La Comisión se ha expedido a tal respecto luego de haber escuchado a
ambas partes.

De este informe de admisibilidad hay que destacar tres puntos esenciales:

a) El estado panameño respondió en tiempo oportuno a la solicitud de


información que le hizo la CIDH, luego de darle traslado de la denuncia en su
contra.
b) Panamá no interpuso ninguna excepción ni objetó, de ninguna manera, la
admisibilidad de la petición ni la competencia de la CIDH para conocer del
caso,
c) La respuesta de Panamá, luego del traslado de la denuncia en su contra, se
enfocó en dos aspectos principales; primero, que se dio el sobreseimiento
definitivo de los tres acusados de la desaparición, tortura y ejecución del Dr.
Hugo Spadafora y segundo, que se han agotado todos los recursos de la
jurisdicción interna destinados a investigar y sancionar a los responsables de
la detención ilegal, tortura y ejecución de la víctima.

‘’Como antes se menciona en esta obra, el primer requisito de admisibilidad de


una denuncia o demanda ante la CIDH es que los peticionarios hayan agotado
los recursos de la jurisdicción interna (Articulo 46.1 a. de la CIDH) de ahí que la
excepción preliminar más común que utilizan los Estados para objetar la
admisibilidad de una denuncia en su contra sea la excepción del no agotamiento
de los recursos internos por parte de los peticionarios ( o la victima según sea el
caso) ; por eso llama la atención ver un caso como este, donde el propio Estado

11
es quien alega que los peticionarios efectivamente agotaron los recursos de la
jurisdicción interna.’’

Artículos 4, 5 y 7 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos

En su respuesta el Gobierno sostiene que la investigación judicial realizada en


Panamá no demostró "que el Gobierno tuviese participación alguna en los hechos
relativos al homicidio, razón por la cual se rechaza de plano la supuesta violación
de los Artículos 4, 5 y 7 de la Convención". Asimismo, el Gobierno sostiene que no
surge del expediente ante la Comisión prueba alguna que demuestre tal
participación. Es patente que el Gobierno deliberadamente desestima no sólo la
prueba aportada a este expediente sino también la que surge de su propia
investigación judicial (incluso la investigación costarricense transcrita en el
expediente panameño). Ella incluye los testimonios oculares de Alexis Noé Baúles
Concepción, Edwin Noel Núñez, Edwin Guerra, José Asdrúbal Ramírez Chavarría,
José Ángel Chinchilla Ríos, Mario Barrantes Escorcia, Iván Darío González
Justavino, Ricaute Esquivel Rodríguez, Santos López Lonón.

En sustento de sus alegaciones de que los argumentos del peticionante son


impertinentes e inconducentes a demostrar los hechos, el Gobierno solamente
puntualiza que las declaraciones testimoniales de Edwin Noel Núñez y de Alexis
Noé Baúles Concepción, por un lado, y de Ricaute Esquivel Rodríguez y Santos
López Labón, por otro, son inconsistentes. La conclusión de que dichos testimonios
son inconsistentes y por lo tanto inválidos es insubstancial. Los peticionantes ya han
tratado dicha "inconsistencia" en detalle en las observaciones a la investigación
judicial de Panamá

Artículo 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos

El Artículo 25 de la Convención garantiza el derecho a una protección judicial


efectiva; de modo que una investigación judicial patentemente inadecuada y parcial,
que desestima prueba esencial, acepta coartadas contradictorias y llega a una
decisión superficial del asunto, como la realizada por las autoridades panameñas;
no constituye protección judicial efectiva. Ello es así, sin perjuicio de que los

12
peticionantes se hayan o no presentado en el expediente que por su naturaleza no
requiere acusación particular.

El Gobierno extensivamente describe la facultad del peticionante de presentarse


ante los tribunales panameños sosteniendo que "no se da la infracción del Artículo
25 de la Convención pues en todo momento los familiares de la víctima han gozado
de los recursos judiciales que la ley panameña les otorga". La formalidad del acceso
a los recursos judiciales no es suficiente por sí sola para satisfacer la garantía del
Artículo 25.

El estándar mínimo de la Convención es el de una protección judicial efectiva. Por


las razones expuestas aquí y en las previas presentaciones, el acceso formal de la
familia Spadafora a la justicia no es suficiente para satisfacer dicho estándar; como
tampoco lo es el haber complementado los distintos pasos procesales requeridos
por el derecho interno sin haber otorgado una protección judicial efectiva a la familia
Spadafora.

Artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos

El Gobierno sostiene que "tanto familiares de la víctima como ciudadanos


particulares han utilizado los medios de comunicación social para emitir libremente
su pensamiento". De hecho, la familia Spadafora y otros ciudadanos han sufrido y
continúan sufriendo intimidación y amenazas de parte del Gobierno (incluso de las
Fuerzas de Defensa) por sus esfuerzos en obtener justicia en relación al homicidio
del Dr. Hugo Spadafora Franco. (Véase Petición Suplementaria, págs. 39-41;
Declaración de Valerio Io dice, del 30 de septiembre de 1986, acompañada durante
la audiencia del 23 de marzo de 1987; Declaración de Winston Spadafora Franco
del 25 de junio de 1987, acompañada durante la audiencia del 26 de junio de 1987).

Decisión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

RESUELVE:

1. Declarar que el Gobierno de Panamá ha violado los Artículos 4 (derecho a la


vida); 5 (derecho a la integridad personal); y 7 (derecho a la libertad personal)

13
consagrados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos de la cual
Panamá es Estado Parte, por ser responsable de la muerte del Dr. Hugo Spadafora
Franco.

2. Declarar que el Gobierno de Panamá ha violado el Artículo 8 (garantías


judiciales) y el Artículo 25 (derecho a la protección judicial) consagrados en la
Convención Americana sobre Derechos Humanos de la cual Panamá es Estado
Parte, al no haber practicado una investigación judicial imparcial y exhaustiva
respecto del homicidio del Dr. Hugo Spadafora Franco.

3. Recomendar al Gobierno de Panamá que disponga una exhaustiva e


imparcial investigación sobre los hechos denunciados para individualizar a los
responsables del homicidio del Dr. Hugo Spadafora Franco, y someterlos a la
justicia a fin de que reciban las sanciones legales correspondientes.

4. Recomendar al Gobierno de Panamá que informe a esta Comisión, acerca


de los resultados logrados en la investigación sobre el homicidio del Dr. Hugo
Spadafora Franco, dentro del plazo de 60 días, a partir de esta resolución.

5. Solicitar al Gobierno de Panamá que garantice la seguridad y otorgue la


protección necesaria a la familia del Dr. Hugo Spadafora Franco, así como a todas
las personas que han participado como testigos, o de cualquier otra forma, en este
caso.

6. Recomendar al Gobierno de Panamá, que acepte la jurisdicción de la Corte


Interamericana de Derechos Humanos en relación con el presente caso.

7. Incluir esta resolución en su Informe Anual a los fines del Artículo 63 "g" de
su Reglamento y comunicar al reclamante.

De la denuncia formulada por el abogado Winston Spadafora Franco en


comunicación dirigida a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en la
cual se responsabiliza formalmente al Estado panameño por la vida e integridad
personal y denegación de justicia respecto a la tortura y asesinato de su humano, el
doctor en medicina Hugo Spadafora Franco, la comisión Interamericana de
Derechos Humanos que cuenta con los elementos de juicio necesarios le permiten

14
concluir que el gobierno de Panamá es responsable del homicidio de Dr. Hugo
Spadafora Franco.

Decidido, por la unanimidad de sus miembros.

Declaraciones y condena del Asesinato del Doctor Hugo Spadafora.

Responsables del asesinato.

En junio de 1978, el retirado coronel Roberto Díaz Herrera ofreció sus famosas
declaraciones, entre las que se encuentran que Hugo fue asesinado por órdenes
directas de Manuel Antonio Noriega.

En febrero de 1990, se reabre el caso de la muerte de Spadafora, y el 6 de julio de


1993, inicia la audiencia. El 20 de octubre, luego de tanto tiempo para que se hiciera
justicia, se logra condenar a 20 años de cárcel a Manuel Antonio Noriega (en
ausencia), junto con Cesar Miranda y Francisco Eliecer Gonzales Bonilla quienes
se hallaron culpables del crimen de Hugo Spadafora.

Razones para que Noriega diera la orden a asesinar a Spadafora.

Hugo tenía conocimiento previo de las andanzas de Manuel Antonio Noriega en el


mundo del narcotráfico, y antes de su muerte venia efectuando acusaciones en
contra del general. Su última entrevista fue la periodista de Telemetro, Marcela
García, en donde, Hugo, se mantiene acusando a Noriega de narcotraficante y
también lo amenaza de comenzar un movimiento con el objetivo de derrocarlo.
Todas estas acusaciones colmaron la paciencia del General, así que dio la orden
de asesinarlo.

15
Declaran extinguida condena a Noriega por homicidio del Dr. Hugo Spadafora

El martes 8 de agosto del año 2017, un tribunal de cumplimento en la provincia de


Chiriquí, a cargo de la jueza Katherine Pittí de Molina, declaró extinguida la condena
del 20 de octubre de 1993, impuesta por el Tribunal Superior del Tercer Distrito
Judicial, en contra de Manuel Antonio Noriega, por el crimen del médico Hugo
Spadafora Franco.

Durante la audiencia, la Fiscal Primera Superior de Chiriquí, Idalgis Olmos de


Sánchez, dijo que la solicitud se hace en virtud a lo establecido en el artículo 115
del Código Penal, numeral 1, que establece extinguir la pena en ejecución, cuando
se dé el fallecimiento del condenado.

Indicó que de esta manera la causa es archivada y concluida, por lo menos lo que
corresponde a la condena que se había impuesto a dicha persona en juicio público
celebrado para la fecha antes prevista, en dicha provincia.

Noriega Moreno había sido condenado a cumplir una pena de prisión de 20 años,
por el homicidio del doctor Hugo Spadafora, misma que cumplía en el Centro
Penitenciario El Renacer, hasta el pasado mes de enero del año 2017, cuando a
solicitud de su defensa, se le concedió un arresto domiciliario, quien debía ser
sometido a una intervención quirúrgica debido a su condición de salud.

35 años de la muerte del médico guerrillero Hugo Spadafora. Su familia,


personas vinculadas al régimen militar y de la sociedad civil hablan de este
episodio de la historia del país.

Después de la invasión se condenó a varios ciudadanos por este crimen, todos


pertenecientes a las Fuerzas de Defensa que comandaba Noriega. No sé si sobre
este hecho abominable se ha dicho toda la verdad. Rita Spadafora, hermana de
Hugo, expresa: “Lamento que los jóvenes de este país desconozcan la historia de
lo que ocurrió en esta nación. Por falta de textos históricos, las nuevas generaciones
no se han dado cuenta de que los retos que enfrenta Panamá, la corrupción, la falta
de justicia y la inequidad son consecuencias de la dictadura militar. Y es lamentable
que los mismos que ayudaron, contribuyeron y participaron en la muerte de mi

16
hermano, hoy abaniquen banderas políticas y estén gozando de los beneficios de
la democracia que tenemos gracias a mártires como Hugo”.
El padre de Hugo, don Carmelo Spadafora, sufría por lo ocurrido. Empezó una
cruzada para denunciar lo que pasó. Su corazón afectado desde 1965 no soportó
el dolor. Su hijo Guido Spadafora reflexiona: “Lo que más recuerdo fue el dolor de
mi papá. Él siente más dolor que yo. Debe estar muriendo de dolor. Y así fue. Dos
meses después muere de dolor. Recuerdo la humillación con que hombres e
instituciones se burlaban de nuestra lucha y la del pueblo panameño. Mi madre, que
no era la madre biológica de Hugo, le llora hasta hoy. Y es así; Hugo era un hombre
admirable, sensible, tierno. Lo consideré el hombre más seguro. Nunca se quedaba
en palabras. Era de acción... con principios”.
El expresidente Ernesto Pérez Balladares también sintió la mano fuerte de Noriega
cuando lo obligó a no postularse para las elecciones de 1984, y amenazó con
hacerle daño a su familia. Sobre la muerte de Spadafora destaca: “Un hecho que,
en mi concepto, muestra la decadencia e impunidad de esos años. El principio del
fin de la dictadura de Noriega”.
Paredes estaba jubilado cuando ocurrió la muerte de Spadafora. “En declaración
jurada al ex fiscal tercero superior Rolando Rodríguez declaré así más o menos:
'Tanto en la desaparición del padre Gallegos como en la decapitación del Dr. Hugo
Spadafora, en mi concepto, Noriega tuvo que ver intelectualmente y también ordenó
la ejecución a subalternos. Sin embargo, no puedo demostrarlo señor fiscal
Rodríguez... esa es la tarea del Ministerio Público y su fiscalía”. Rubén Darío
Paredes también recuerda los hechos del 3 de octubre de 1989, fecha del segundo
intento de golpe militar contra Noriega.
El dirigente Guillermo Cochez dijo: “La decapitación de Hugo Spadafora marcó el
final de la dictadura. Lo ocurrido demostraba el lado criminal de un régimen. Ello
motivó que muchos de sus seguidores marcarán distancia de Noriega, principal
sospechoso del crimen. Internacionalmente, pero sobre todo en Estados Unidos
empezó a cambiar la imagen de lo que verdaderamente vivíamos en Panamá”.
José Raúl Mulino, luego de las declaraciones de Roberto Díaz Herrera, forma parte
de la Cruzada Civilista. Se inician movimientos en todo el país contra los crímenes
de un grupito de las Fuerzas de Defensa y su comandante. “No era amigo de Hugo
Spadafora, pero su trágico y cruel asesinato unió a todo un país que exigía justicia.

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Hecho o planeado por Noriega o por sus otros militares, nos demostró la más cruel
manera de infundir miedo a los adversarios. Tiempos de barbarie desde todo punto
de vista. La familia Spadafora hizo titánica y pacífica lucha para pedir justicia real.
Fueron tiempos muy duros para los que nos oponíamos al régimen. Sin duda la
muerte de Hugo marcó un antes y un después, comenzando a partir de allí el tramo
final de la dictadura. ¡Nunca más podemos permitir que eso vuelva a suceder!”.

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Conclusión

Para lograr una sentencia de la Corte Interamericana, se requiere del agotamiento


de una ruta procesal compleja que inicia con una denuncia ante los órganos
administrativos y judiciales del país, la cual supone un proceso que incluye la
interposición de recursos de apelación hasta llegar al último paso procesal que
podría ser el recurso de casación, o en otros casos, la resolución de un recurso de
amparo o de tutela ante la justicia constitucional.

La solicitud ante la Corte sólo es viable cuando se dan violaciones a los artículos de
la Convención Americana de Derechos humanos y que a su vez la sentencia
emanada de esa demanda no solo podría beneficiar a la persona que demandó al
Estado, sino a otras personas y comunidades que podrían encontrarse en una
situación similar. Todo ello, genera un interés hemisférico por las sentencias de la
Corte Interamericana, ya que permiten ilustrar y promover mejoras a los derechos
humanos a partir de la resolución de casos concretos que cuestionan actuaciones
estatales que deben ser censuradas y evitadas.

El proceso para una sentencia a favor en un caso concreto de violación de derechos


humanos conlleva muchos sacrificios personales de parte de la víctima y de sus
familiares, además del transcurso del tiempo, como se puede ver en el caso Hugo
Spadafora.

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Citas y Referencias Bibliográfica

 CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. (s.f.).

DerechosHumanos.net. Obtenido de

https://www.derechoshumanos.net/tribunales/CorteInteramericanaDerechos
Humanos.htm

 DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS. (s.f.). Obtenido


de https://www.un.org/es/documents/udhr/UDHR_booklet_SP_web.pdf
 Miranda, P. C. (9 de septiembre de 2018). ¿Dónde está la cabeza de Hugo
Spadafora? El Siglo. Obtenido de http://elsiglo.com.pa/cronica-
roja/dondeesta-cabeza-hugo-spadafora/24082199
 Rene Hernández (2020) Estrella de Panamá.
https://www.laestrella.com.pa/nacional/200916/muerte-spadafora-detonante-
caida-noriega

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