Homicidio Supuesto de Culpa ...
Homicidio Supuesto de Culpa ...
Homicidio Supuesto de Culpa ...
De acuerdo a Guillermo Cabanellas, el homicidio, es la muerte dada por una persona a otra.
Antiguamente el homicidio era (con las grafías arcaicas de homecillo u homicicillo) el tributo que
se imponía a los pueblos que se negaban a entregar el reo que en la jurisdicción de ellos había
cometido una muerte injusta.
El voluntario, es aquel que se comete con pleno conocimiento y con intención, el cual puede ser
simple o calificado.
Esto tendrá su premisa cuando medien o no aquellas circunstancias que agravan el hecho.
Es de gran importancia señalar las tipificaciones especiales y se distinguen las siguientes especies:
Infanticidio, es la muerte dada por motivos de honra al recién nacido, el aborto, la dada al
concebido.
El neologismo magnicidio, es la muerte criminal a los jefes de Estado que no sean reyes.
Deicidio, se refiere a la muerte de Jesucristo en tanto que hombre, aunque Dios también y se
concreta particularmente en la entrega de Jesús.
El homicidio en duelo, suele gozar en algunas legislaciones, tolerantes con esta práctica criminal
disimulada tras un absurdo concepto del honor de penalidad atenuada.
El homicidio
La palabra homicidio, proviene de las voces latinas, homo hominis y una inflexión del verbo
caedere (matar).
Por lo que para algunos autores, homicidio, es tanto como hombre que cae.
La palabra homicidio es usada en todas las legislaciones, es genérica, por cuanto con ella se señala
el hecho de la muerte de un ser humano.
Junto con la palabra homicidio se encuentra la de asesinato, que se emplea para indicar un
homicidio atroz, brutal y extraordinario.
Esta se usa en otras legislaciones, para referirse al homicidio que se comete mediante recompensa
o precio de matar a una persona
Igualmente, en algunas legislaciones tienen toda la división tripartita de los hechos punibles, como
la francesa que los divide en crímenes, delitos y contravenciones.
Por lo que en Francia el homicidio es un crimen frente a otros hechos que son delitos.
Pero si señalan diversas especies de homicidios que equivalen a los grados de otras legislaciones.
Para los que cometan el homicidio en la persona del Vicepresidente Ejecutivo de la República.
Gobernadores de Estados.
Alcalde Metropolitano.
De la Policía.
De algún funcionario público.
Siempre que respecto de estos últimos el delito se hubiera cometido a causa de sus funciones.
Todos aquellos que resulten implicados en lo anteriormente expresado NO tendrán derecho de los
beneficios procesales de ley ni a la aplicación de medidas alternativas del cumplimiento de la
pena.
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Homicidio concausal
Es cuando la muerte querida por el agente, no es el resultado exclusivo de su acción sino que a la
misma se agregan circunstancias que pueden ser preexistentes no conocidas del culpado o
imprevistas que no han dependido de su hecho.
La concausa en el homicidio, es el hecho o circunstancia independiente del obrar del sujeto activo,
y que concurre con su acción a la producción de la muerte de la víctima o como señala Fontan, es
la condición o circunstancia, concurrente o supervinientes, que sin pertenecer a la acción
coadyuva en la producción del resultado.
El Código Penal, señala que en el homicidio intencional del artículo 405, la pena de presidio será
de siete (7) a diez (10) años.
De diez (10) a quince (15) años en el homicidio calificado del artículo 406.
En el caso del homicidio agravado del artículo 407 todos del Código Penal será de ocho (😎 a doce
(12) de presidio.
Para Grisante Aveledo, existe homicidio concausal cuando el agente, es decir el victimario, tiene la
intención de matar al sujeto pasivo, que es la víctima, pero la acción u omisión del victimario,
considerada aisladamente, es insuficiente para causar la muerte de la víctima.
Es necesario que la conducta positiva o negativa del sujeto activo, se asocie una causa
preexistente o superveniente o imprevista para que de la asociación de aquella conducta y la
concausa se derive, el resultado fatal, es decir la muerte de la víctima.
Se subdivide en:
Preexistentes normales, son aquellas que se corresponden con el estado típico de un organismo
humano cuando en él se cumplen ciertos procesos fisiológicos.
Preexistentes atípicos, se deben a anomalías del cuerpo humano, que en nada influyen en la
integridad funcional o fisiológica.
Sea el caso como lo expresa Grisanti Aveledo de la dextrocardia que es la desviación del corazón al
lado derecho del tórax.
Por lo que una lesión de ese lado puede ser mortal y ocasionar la muerte de la víctima y que su
victimario desconocía.
Ya que en otras condiciones normales esa lesión no sería fatal y menos ocasionar la muerte de la
víctima.
Preexistentes patológicas, son aquellas que obedecen a enfermedades o predisposiciones
morbosas sufridas por la victima.
Sea el caso de las cardiopatías, la hemofilia y la diabetes que sufran algunas personas y que sus
victimarios desconocen y cualquier lesión puede ocasionar la muerte de una persona.
Por no obedecer a las instrucciones médicas no se cuida y comete excesos, no sigue el tratamiento
prescrito o no se somete a los cuidados hospitalarios y en consecuencia se produce la muerte.
Se produce cuando es ajeno a la acción delictiva, interviene cuando no debe hacerlo o deja de
hacerlo cuando está obligado a ello, y se produce a esa causa la muerte.
Sea el caso del médico que atiende al lesionado, pero se equivoca en el diagnostico o no aplica el
tratamiento indicado, lo cual conduce a la muerte de la persona.
Se produce cuando el deceso se debe a un nuevo suceso que no ha podido preverse o que, no ha
podido evitarse.
Como seria el incendio en un hospital donde se atiende al sujeto pasivo, quien muere a causa de
las graves quemaduras.
Por tanto las concausas supervenientes, imprevistas o sobrevenidas como también se les
denomina han de ser independientes del hecho del culpable.
Cuando un victimario lesiona a una persona con la intención de matar al sujeto pasivo y con tal
propósito incendia el centro hospitalario donde es atendido el sujeto pasivo (victima) causándole
la muerte, en este caso no hay muerte concausal, sino homicidio intencional calificado por el
medio empleado, que es el incendio.
Es toda causa o circunstancia interna o externa, preexistente o superveniente que hace letal la
consecuencia de la acción u omisión del agente.
Ya que por sí sola no es suficiente para determinar la muerte del sujeto pasivo.
Es importante advertir, que las concausas preexistentes deben ser desconocidas por el victimario y
que las concausas supervenientes o sobrevenidas deben ser independientes de la voluntad del
victimario en el homicidio concausal.
Es necesario y pertinente indicar que ni la acción u omisión del victimario, por si sola, ni la
concausa aisladamente, resultarían suficientes para determinar la muerte de la víctima.
Por lo tanto, las concausas preexistentes como las supervenientes o sobrevenidas deben ser
elementos concausales activos, con la finalidad que haya homicidio concausal.
Sea el caso clásico que Pedro quiere matar a José, pero José es hemofílico, lo cual ignora Pedro.
Pedro le infiere una lesión a José que por sí sola es insuficiente para matar a José.
Sin embargo, la hemofilia que padece José determina que la lesión le produjo una hemorragia a
José que le causa la muerte.
Pedro le dispara a José y le perfora el corazón y esto le ocasiona la muerte de manera inmediata a
José.
En este caso hay un homicidio intencional, ya que el disparo que realizo Pedro a José fue mortal y
murió a causa de haberle perforado el corazón y no intervino en nada la hemofilia.
Además, en este mismo Blog trato sobre los testamentos y sobre la revocación de testamentos