El Problema Agrario en Venezuela

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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria.


Universidad Nacional Experimental
“Rómulo Gallegos”
Cátedra: Derecho Agrario.
Sección: 9.
Programa Municipalizado de formación en Derecho

El problema agrario en
Venezuela
Docente:
Estudiantes: Carlos Palma Flores Ponce Marianna Esperanza C.I.:
20.878.745
Morales Medina Vanessa Carolina C.I.: 28.176.946
Martinez Suarez Jose Elias C.I.: 15.392.440
Amaya Salazar Mariangel Michell C.I.: 30.353.673
Alvarez Rojas Alvaro Abraham C.I.: 30.645.334
Seijas Sojo Endris Nazareth C.I.: 30.160.381
Peña Uribe Beatriz Emilia C.I.: 25.677.823
Carrillo Jimenez Abraham Isaias C.I.: 29.671.789
Oscar Miguel Hernández Carpavire C.I: 25.887.756
San Juan de los Morros, Marzo 2022
Indice

Introducción...................................................................................................3-4

El problema agrario en Venezuela y caracterización.....................................5-6

El latifundio en la economía global.................................................................6-


8

El latifundio tradicional y sus distintas clases.................................................8-


9

El latifundio modernizado y concepciones actuales...................................10-


11

Soluciones históricas al problema agrario..................................................11-


12

Las reformas Agrarias, topologías históricas.............................................12-13

Las reformas Agrarias en América Latina..................................................13-14

Conclusión......................................................................................................15

Referencias bibliográficas...............................................................................16
Introducción

Históricamente la agricultura como actividad primaria ha ido un hecho del


hombre, y tiende a lograr la producción y aprovechamiento de los recursos
naturales provenientes de la agricultura, asimismo ha sido la base de la
economía.

En la actualidad, existe el conocimiento de que Venezuela tiene planteado el


reto de impulsar adecuadamente su desarrollo agrícola, que abarque a todos
los sectores productivos de la nación, ya que el crecimiento que experimentó
la industria petrolera y la marginación en que se encontraba la agricultura
familiar propició que durante los 80 y los 90 Venezuela impulsara procesos
de reforma estructural que abarcaron la economía en su conjunto y al sector
agrícola en particular, para el año 2001 se presenta una Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario que tenía como base el desarrollo rural integral y
sustentable, y a pesar de esto, los mecanismos no han sido suficientes para
atacar por completo las problemáticas presentadas en este sector.

La explotación agraria global concebía de estrategias de desarrollo agrícola,


conocida también como la primera que subrayó la importancia del aumento
de la productividad, se describieron procesos de crecimiento a largo plazo en
el que los tipos de innovación tecnológica variaban según las fases del
proceso.

Sin embargo, su punto de vista era que la agricultura debía ayudar al


desarrollo de los demás sectores de la economía, principalmente
proporcionándoles bienes y factores de producción.

Además de esto el latifundio tradicional en Venezuela cuenta históricamente


con una combinación relacionada, durante la colonización se empleaban
cultivos indígenas tradicionales que a pesar de adaptarse a las técnicas
agrícolas europeas, se mantenían.

Asimismo, cabe mencionar que al contextualizar el latifundio modernizado, a


diferencia de la tradicional tiene sus bases en los conocimientos derivados de
la ciencia occidental y gravita en los mecanismos modernos de difusión,
conservación y mejoramiento de sistemas de información; ocupa las regiones
con mayor potencial agrícola y está íntimamente ligada al sistema económico
capitalista; en ella se intenta resolver los problemas por medio de la
innovación tecnológica.

Siguiendo el orden de ideas, las reformas agrarias forman parte del proceso
evolutivo de la agricultura y, más generalmente, de la evolución de las zonas
rurales de los países. No es fácil desvincularlas de los cambios políticos,
económicos, sociales e institucionales a que han estado relacionadas desde
sus comienzos. Se reconoce que las reformas han contribuido a la paz social,
a la reducción o a la eliminación de las relaciones feudales en las zonas
rurales, a una mayor atención a las tierras ocupadas por comunidades
indígenas, al respeto de la dignidad del hombre y de la mujer campesinos, y a
la participación política y gremial del campesinado.
El problema Agrario en Venezuela

La situación del problema agrario en Venezuela ha sido un tema obligado de


debate para economistas, sociólogos y responsables políticos. La importancia
de este tema pareció aminorar en los años 1990 viéndose como tema pasado
de moda a nivel mundial, mientras la literatura al respecto tendía a
circunscribirse a las recomendaciones de las instituciones multilaterales
preocupadas por la lucha contra la pobreza.

La actividad agraria desde la existencia del hombre en la tierra ha


representado la forma de sustento y desarrollo de civilizaciones.

En la actualidad Venezuela tiene planteado el gran reto de impulsar


adecuadamente su desarrollo agrícola, bajo esquemas que sean incluyentes
y que abarque a todos los sectores productivos de la nación.

Pero se debe establecer el cambio social como un protagonista influyente en


el problema agrario ya que para con la llegada de la Venezuela petrolera
hubo un fenómeno colectivo que afecto las condiciones o desarrollo de la
vida rural, pues la personas abandonaron los campos y entraron en un
periodo de industrialización llegando a convertirse en un estado rentista
concibiendo al petróleo como el gran combustible económico del mundo.

Personas como Arturo Uslar Pietri en 1936, hablaban de Sembrar el Petróleo.

Sembrar el Petróleo: significaba utilizar los ingresos provenientes del petróleo


en inversiones tendientes a desarrollar las industrias y proyectos productivos
del país.

Por su parte la reforma agraria estudiada otros factores del problema agrario
como el la injusticia social y económica, la falta de legitimación de la tierras y
la estructura latifundista.
En este proceso nace como un mecanismo para ayudar a la reactivación de
este sector y para el año 2001 nuevamente se presenta una Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario que tenía como base el desarrollo rural integral y
sustentable.

Sin embargo estos mecanismos no han sido suficientes para atacar por
completo las problemáticas presentadas en este sector.

Las características demográficas, sociales y económicas del país nos indican


que la función social más importante de la agricultura venezolana hoy en día
debe ser la de proveer a la población alimento suficiente, accesible y en
condiciones adecuadas de precios y calidad, y reducirle al país la
vulnerabilidad alimentaría externa. Ello sólo será posible lograrlo con una
agricultura eficiente, basada en soluciones propias, surgidas a partir de
nuestra realidad, aprovechando la historia, las experiencias y los recursos
humanos del país, pero con un amplio enfoque universal de conocimientos.
El desarrollo agrícola debe ser socialmente justo y en armonía con el medio
ambiente; y tener un firme basamento en la aplicación de la ciencia y la
tecnología, las cuales deben estar a su servicio.

Entre las características que conllevan el problema agrario en Venezuela, se


menciona que existen conjunto de obstáculos y circunstancias en ciertos
sectores de la vida nacional que inciden en el proceso de producción del agro
y que impiden que el sector campesino obtenga el producto para satisfacer
sus necesidades propias, las del país y al mismo tiempo lograr un status
social, cultural y económico aceptable.

Entre esas se mencionan:

1. Títulos de propiedad, sigue siendo principal problema que afecta a los


medianos y pequeños productores, sin que se observen medidas claras
tendientes a resolver esta situación.

2. La tenencia y aprovechamiento de las tierras

3. La conservación de los recursos naturales

4. La incorporación de la población rural en el desarrollo rural, integral y


sustentable
Eso hace que el problema agrario tenga nueva dimensión ya que las
productivas tierras privadas, en manos del Estado, no produzcan nada, al
haberse convertido en el único latifundista de la Nación.

El latifundio en la economía global

Como el aumento de la productividad de la agricultura libera fuerza laboral


para otros sectores, durante varias décadas del siglo pasado esta relación
entre agricultura y crecimiento económico global fue distorsionada en la
forma de una doctrina que perseguía la industrialización aún a expensas del
desarrollo agrícola, socavando por lo tanto las posibilidades de que la
agricultura contribuyera al desarrollo global.

La acción gubernamental, fuente de amplios subsidios para la inversión


industrial a través de las políticas cambiarias y crediticias, ha permitido la
expansión, aceleración y ampliación del proceso de industrialización. Sin la
creación de industrias básicas (acero, petróleo) por el estado y sin los
subsidios del sistema cambiario y las tasas de interés negativas de los
préstamos oficiales, la industrialización no habría alcanzado la rapidez y
amplitud que desarrolló durante ese cuarto de siglo.

En este enfoque del desarrollo, el papel de la agricultura fue considerado


como el de proveedora de “excedentes” (de mano de obra, divisas y ahorro
interno) para impulsar el desarrollo industrial. No fue vista como una fuente
de crecimiento del ingreso por sí misma. Sin embargo, la concesión de
subsidios a la industria significaba imponer un gravamen, implícito o explícito,
sobre la agricultura, que con toda probabilidad deprimiría sus perspectivas de
crecimiento.

Bruce Johnston y John Mellor desarrollaron una visión más completa del
proceso de desarrollo agrícola y abogaron por políticas en favor de los
pequeños productores. Su estrategia de desarrollo agrícola fue la primera
que subrayó la importancia del aumento de la productividad, incluso en las
pequeñas explotaciones. Describieron un proceso de crecimiento a largo
plazo en el que los tipos de innovación tecnológica variaban según las fases
del proceso. Sin embargo, su punto de vista era que la agricultura debía
ayudar al desarrollo de los demás sectores de la economía, principalmente
proporcionándoles bienes y factores de producción. Tal papel incluye el
suministro de mano de obra, divisas, ahorro y alimentos, además de proveer
un mercado para los bienes industriales producidos internamente.
Por lo tanto, lejos de proponer ayudas a la agricultura, buena parte del
pensamiento de los últimos cincuenta años acerca de su papel en el
desarrollo abogaba por gravar al sector, directamente o a través de políticas
de precios, para proveer recursos al desarrollo del resto de la economía y, en
algunos casos, utilizar los recursos restantes para subvencionar a la
industria.

Entre otras preocupaciones actuales sobre ese enfoque, una interrogante


básica es hasta qué punto los ingresos agrícolas pueden ser reducidos
mediante los mecanismos de precios e impuestos, antes de que la pobreza
rural alcance niveles inaceptables y la producción se estanque por falta de
rentabilidad.

Existe en la actualidad un creciente acuerdo en que el crecimiento agrícola es


la clave para la expansión de la economía global. En apoyo a esta idea,
Mellor ha escrito:

Cuando la agricultura crece rápidamente, se alcanzan normalmente altas


tasas de crecimiento económico. Esto se debe a que los recursos utilizados
para el crecimiento agrícola son sólo marginalmente competitivos con otros
sectores y, por eso, el crecimiento agrícola tiende a ser adicional al de los
demás sectores lo mismo que un estímulo al desarrollo de los bienes no
transables, normalmente con mano de obra desocupada... El modelo de
Block y Timmer de la economía de Kenya muestra que los multiplicadores del
crecimiento agrícola son tres veces más grandes que los del crecimiento no
agrícola.

La explosión del comercio internacional y los ingresos globales significa que


la agricultura puede crecer al 4-6 por ciento (50 por ciento más de lo que era
concebible hace tres décadas), aún en los casos en que el ingreso interno es
demasiado bajo como para ampliar el mercado de los productos de alto valor.

Otras razones para el fuerte efecto del crecimiento agrícola sobre el de toda
la economía surgen de las estructuras del ingreso y del consumo en las
zonas rurales:

1) dado que la población rural es en promedio más pobre que la urbana, su


propensión a gastar los ingresos adicionales, en lugar de ahorrarlos, es más
elevada, y 2) la composición de sus gastos da proporcionalmente mayor peso
a los bienes nacionales que a los importados, a diferencia del
comportamiento de los consumidores urbanos. Estos hechos son la base del
alto efecto multiplicador sobre el ingreso global como consecuencia de
aumentos de los ingresos agrícolas y rurales, detectado en muchos países.

El latifundio tradicional y sus distintas clases

La agricultura en la Venezuela Colonial se desarrolló a partir de los productos


indígenas que encontraron en esta tierra los primeros pobladores europeos.
Estos cultivos indígenas tradicionales se mantuvieron, adaptándolos a las
técnicas agrícolas europeas.

Además de ello, fueron traídos nuevos productos provenientes de Europa,


Asia y de África, para ser sembrados con fines comerciales, destacándose
entre ellos el Café, la caña de Azúcar y el Añil. Desde sus inicios la actividad
agrícola estuvo acompañada por la práctica de la ganadería, practica en la
cual los misioneros españoles jugaron un papel clave, pues fueron ellos
quienes crearon los primeros hatos ganaderos en los llanos venezolanos,
penetrando con sus rebaños inclusive mas allá del río Orinoco.

Es interesante destacar que los recursos generados por la producción


agrícola en el período colonial, constituyeron la principal fuente de riqueza
para la sociedad venezolana de aquel entonces, además de aportar
cuantiosos ingresos a la administración colonial española.

Esto último hizo que dicha administración estuviera siempre preocupada por
aumentar la producción agrícola, mediante el establecimiento de
legislaciones que intentaron fomentar la actividad agrícola. Durante el período
colonial los principales rubros agrícolas producidos en Venezuela fueron: el
café, la caña de azúcar, el cacao, el tabaco, el añil y el algodón; hay que
añadir también la cría de ganado vacuno, caballar y de mulas; en cuanto a la
explotación forestal, ésta nunca revistió mayor importancia económica.

Las Guerras de Independencia, aunque desarticularon notablemente la


estructura económica de base agropecuaria que desde la colonia se había
desarrollado en Venezuela, no alteraron, sin embargo, la naturaleza agrícola
de la economía nacional, que siguió teniendo en la producción agropecuaria
su base central. Es en el propio siglo XIX cuando se reafirman en el sector
agrícola venezolano los rasgos que venían configurándose como
característicos desde el siglo XVI, destacando de manera especial

Antes de iniciarse la actividad petrolera en Venezuela, la economía nacional


giro básicamente en torno a la actividad agrícola, cuyos inicios en el territorio
nacional se remontan al propio período prehispánico, aproximadamente unos
mil años antes de la era cristiana, cuando –según se ha inferido a partir de la
evidencia arqueológica y etnohistórica- la agricultura pasó a ser la principal
actividad de subsistencia para los indígenas venezolanos. Esa agricultura
rudimentaria se basó en especial, en la siembra del maíz, yuca, papa, entre
otros.

Hubo una época en la que la economía venezolana no dependía del petróleo


y el principal sector que se explotaba era el agrario. La Venezuela
agropecuaria se caracterizó por una serie de fenómenos sociales como el
latifundismo y las marcadas diferencias de las clases sociales que
ocasionaron un estancamiento en la economía del país.

Conocida también como Venezuela agraria, fue una época que comenzó a
partir de 1830 y se extendió hasta la explotación del petróleo en el país de
forma comercial. En esta época, el país dependía exclusivamente del
comercio de los productos de la tierra y del ganado.

El latifundio modernizado y concepciones actuales

El latifundismo ha sido tradicionalmente una fuente de inestabilidad social,


excepto en las áreas de nuevo desarrollo (agricultura pionera) donde escasea
la mano de obra. Para solucionar los problemas originados por los latifundios,
se han probado diversas fórmulas, dependientes del tipo de gobierno en el
que se encontraban: desde el cambio de estructura de la propiedad (reforma
agraria), con expropiaciones incluidas, hasta la modernización de la
explotación (agricultura de mercado).

La agricultura tradicional tiene la peculiaridad de estar basada en un método


empírico espontaneo de obtención de conocimientos y en formas
tradicionales de transmisión, conservación y cambio de dichos
conocimientos, además de tener un vínculo con los agricultores de bajos
recursos económicos, lo que establece un modo de producción
predominantemente de consumo. Este sistema históricamente había
prevalecido en todos los rincones de la tierra e involucrado al mayor número
de agricultores y a la mayor extensión agrícola.

De hecho, han sido los agricultores tradicionales los que han garantizado
durante siglos una alimentación sana y ambientalmente respetuosa,
ofreciendo la autosuficiencia alimentaria a nivel regional hasta la fecha.
Considerando el bajo nivel técnico y tecnológico de este tipo de agricultura
que se emplea para obtener productos sólo para el sostenimiento de la
familia con muy escasos excedentes y al natural aumento de la población por
ende a la creciente demanda de alimentos, nuestro hemisferio a lo largo de la
década de los años 60 y 70 del siglo XX comienza a experimentar la
industrialización o modernización del sector agrícola que buscaba en esencia
garantizar el suministro de alimentos no sólo a nivel continental sino mundial.

Se iniciaría entonces un proceso de modernización de la agricultura


impulsado por Estados Unidos y Europa con el propósito de conformar un
nuevo mercado internacional, asegurar el abastecimiento de alimentos a nivel
planetario y orientar la industria hacia la obtención de maquinaria y químicos.
Se desplaza de esta forma la agricultura tradicional representada en el
sistema de policultivos.

En este mismo orden de ideas la agricultura moderna, a diferencia de la


tradicional tiene sus bases en los conocimientos derivados de la ciencia
occidental y gravita en los mecanismos modernos de difusión, conservación y
mejoramiento de sistemas de información; ocupa las regiones con mayor
potencial agrícola y está íntimamente ligada al sistema económico capitalista;
en ella se intenta resolver los problemas por medio de la innovación
tecnológica.

Surge de esta manera una agricultura conocida como moderna,


industrializada, química o convencional basada en el uso de tecnología de
vanguardia que se evidencia a través de la mecanización de la fuerza de
trabajo (maquinaria agrícola), optimización de los medios de transporte,
capacidad de almacenamiento, utilización de químicos para aportar nutrientes
(fertilizantes) y para el control de la maleza, insectos, ácaros, hongos y
nematodos (agroquímicos), sofisticados sistemas de riego y drenaje, uso de
semillas hibridas y razas de animales mejoradas genéticamente.

En consecuencia la incorporación de la tecnología condujo a la conformación


de sistemas de producción de una sola especie, cultivos aislados o
monocultivos que permitieron elevar los rendimientos de producción y avivar
una economía de mercado que se cimentaba sobre el principio de la máxima
ganancia desgastando la correlación agricultura - ecología.

La agricultura tradicional será sustituida por otra calificada como desconocida


o moderna cuya lógica económica era radicalmente diferente con la
modernización, la agricultura ha resultado en el desarrollo de tres diferentes
tipos de agricultura:
El primero corresponde a sistemas agrícolas aplicados en los países
industrializados que incluyen, altos insumos externos, mecanización,
reemplazo de mano de obra y especialización de operaciones; el segundo se
refiere a sistemas que adoptaron la Revolución Verde, es decir sistemas de
irrigación en extensas planicies, monocultivos (arroz, trigo, algodón, plátanos,
piña, caña de azúcar) y costosos insumos externos; el último corresponde a
los sistemas de bajos insumos y escasa producción. Los primeros dos tipos
han sido capaces de responder a paquetes tecnológicos, produciendo
cultivos de alto rendimiento.

Soluciones históricas al problema Agrario

Cómo una solución efectiva al problema agrario en Venezuela, la historia nos 
refiere como antecedente fundamental la aplicación del Derecho Agrario y est
e no tiene más que como finalidad garantizar los intereses de los individuos y 
de la colectividad, asegurar la función social de propiedad, lograr la justa distr
ibución de la riqueza territorial en beneficio de quienes la trabajan y alcanzar l
a justicia social el bien común y la seguridad Jurídica.

Inferimos de esto que el ámbito jurídico en Venezuela ofrece como instrument
o legal la Ley de Reforma Agraria y su evolución en la línea histórica y que of
rece la debida y necesaria garantía Jurídica para la actividad agraria en nuest
ra Nación.

Uno de los problemas que se han presentado en la actividad agraria Venezol
ana es la dotación de combustible y lubricantes para el desarrollo de la indust
ria agrícola venezolana, lo que conllevaría a una inestabilidad alimentaria a lo 
que el Estado Venezolano ha diseñado política de asistencia, con el objetivo 
de evitar el encarecimiento y escasez de alimentos de los rubros alimenticios, 
así de esta forma realizar oportuna y eficaz la distribución de los mismos, al c
onglomerado de la población para satisfacer los requerimientos alimentarios. 

Con la llegada de la Revolución Bolivariana a nuestro país el poder público a
ctivó dispositivos legales así como la creación de entes administrativos que h
an dado garantía de control, vigilancia y regulación de toda actividad agraria 
en nuestra patria lo que sin lugar a equívocos a ofrecido soluciones acertada
s a la problemática que en este sector de la economía nacional se hacían pre
sentes pero que en la actualidad a disminuido en su frecuencia.

Se le dio nacimiento en la 4ta década del siglo XX los cuerpos legales que in
novan reformas en las actividades agrícolas en Venezuela y fue en 1960 que 
se publicará la ley de reforma Agraria la cuál duro unos 40 años de periodo d
e vigencia y que no ofreció si no una especie de espejismos y soluciones sie
mpre en detrimento del trabajador del campo y de la población en General así 
como el descuido en la producción agroalimentaria recurriéndose a mercados 
alternos o periféricos siendo que importaban diversidad de rugros alimenticios
, siempre amparándose al flujo de los petro dólares ya consabidos en la Cuart
a República, finalmente debemos entender que la causas primeras de la refor
ma agraria se sitúan en los remotos anteriores a la revolución, durante los cu
ales se consolidó el acaparamiento territorial latifundistas que de manera impl
acable e ignominiosamente, empobrecería, a veces hasta la miseria más aby
ecta a los hombres que trabajaban una tierra ajena.

Las reformas Agrarias


Topologías históricas

Ley de reforma Agraria 1945. Gobierno del General Isaías Medina


Angarita

La ley pretendía reformar el sistema de latifundio que se encuentra en


Venezuela, su objetivo era mejorar la estructura agraria del País y la calidad
de vida de la población campesina. Uno de los aspectos mas importante de
esta ley especificada era que toda tierra que pudiese ser explotada y no
estuviese siendo cultivada pudiera ser expropiada y dársela a los agricultores
que si quisieran aprovecharlas, otorgaban créditos agrícolas, asistencia
técnica entre otros, la ley no pudo ser aplicada durante el mandato Medina
Agarita debido al derrocamiento del Presidente.

Ley de reforma Agraria 1948. Gobierno de Rómulo Gallegos

Esta reforma de ley se pone en ejecutese el 19 de octubre de 1948 se creo el


instituto Agrario Nacional la cual seria la encargada de expropiar las tierras
inculta o de una utilización extensivas, se confío la administración de las
colonias agrícolas existentes. Se freno su ejecución con el golpe de estado
de Pérez Jiménez freno la continua tentativa de realizar una reforma.

Ley de reforma Agraria 1960. Gobierno de Rómulo Betancourt

Establece normas para que el campesino se le otorga créditos, asistencia


técnica, y una organización del mercado de los productos agrícolas, no tolera
la ocupación violenta de la tierra, sino por métodos pacíficos ajustado a
normas jurídicas, el Estado esta obligado a estimular apoyar y respaldar a
quienes se hayan dedicado al trabajo del campo. Venezuela tenia el mayor
ingreso per capital de América latina, para el momento de la promulgación de
la ley, pero también el país con la tercera parte de su población viviendo en
rancho, con ingresos familiares bajísimos y produciendo lo necesario para
una precaria subsistencia.

Ley de tierra y desarrollo Agrario. 2001 Hugo Chávez

Entre 1999 y 2001 el gobierno de Hugo Chávez anuncio varias políticas en


materia de tierra que implica una restructuración del sistema agrario para
garantizar la soberanía alimentaria haciendo foco en el concepto de
propiedad privada y tenencia de los predios. Un programa de transición
económica que reactivaría la economía sobre bases solidas y permanentes
enunciaba que se debía modificar la ley de reforma agraria, para que el
instituto agrario nacional ahora INTI disponga de las tierras en forma de
ventas puras y simples, venta condicionada o adjudicación para optimizar su
utilización en los planes de desarrollo agrícola, industrial y habitacional.

Las reformas Agrarias en América Latina

La revolución mexicana de 1910 encauzó las reclamaciones reivindicativas


de tierras agrícolas, y dio inicio a una reforma agraria que fue ratificada por la
Constitución de 1917. En el marco de los procesos revolucionarios surgieron
posteriormente otras reformas agrarias: en Bolivia en 1953; en Cuba en 1959;
en el Perú en 1970, y en Nicaragua en 1979. En Guatemala, en 1952, un
intento de gobierno radical abortó dos años más tarde a consecuencia de una
rebelión militar; y en Chile, en 1971, un golpe militar terminó con un gobierno
socialista.

Algunas iniciativas y acciones reformistas se sucedieron en las décadas de


1940 y 1950, pero no fue sino hasta la década de 1960 cuando diversas
leyes de reforma agraria fueron promulgadas en toda la región. En
Venezuela, tras el derrocamiento de una dictadura militar que había durado
diez años, se promulgó, en 1960, la ley agraria. A partir de 1961, se dictaron
leyes agrarias en casi todos los países de América Latina gracias al impulso
dado por la Conferencia Interamericana de Punta del Este (Uruguay) y al
apoyo político y económico prestado por el Gobierno de los Estados Unidos
en el marco del programa «Alianza para el Progreso».

Las reformas agrarias forman parte del proceso evolutivo de la agricultura y,


más generalmente, de la evolución de las zonas rurales de los países. No es
fácil desvincularlas de los cambios políticos, económicos, sociales e
institucionales a que han estado relacionadas desde sus comienzos. Se
reconoce que las reformas han contribuido a la paz social, a la reducción o a
la eliminación de las relaciones feudales en las zonas rurales, a una mayor
atención a las tierras ocupadas por comunidades indígenas, al respeto de la
dignidad del hombre y de la mujer campesinos, y a la participación política y
gremial del campesinado. Se discute, sin embargo, la efectividad de las
reformas en la reducción de la desigualdad en materia de distribución de
tierras agrícolas, en el incremento de la producción y del empleo agrícola, y
en el mejoramiento de las condiciones de vida de la población campesina.

Conclusión

Para finalizar, se concluye que la agricultura es la base de la seguridad


alimentaria, tiene una gran importancia en la economía de muchos países en
desarrollo debido a su significativa contribución a la producción interna y el
empleo, así como por su aporte a la seguridad alimentaria, esencial sobre
todo para los países menos industrializados. Vale de importancia y
protagonismo tanto de desarrollo económico de un país como para el
beneficio de la sociedad; se debe mencionar también, que aunque las
reformas son planificadas para el mejoramiento y el desarrollo, y la vez para
utilizarse como mecanismos para ayudar a la reactivación de este sector, no
han resuelto con efectividad la problemática que se lleva durante décadas en
nuestro país específicamente, y aunado a esto porque existen factores o
conjuntos de obstáculos que influyen negativamente el crecimiento de esta,
consideramos y tomamos en cuenta que el priorizar este sector sumaría
significativamente el desarrollo y la sostenibilidad que beneficiaría a la
población venezolana en gran manera, y desarrollaría de forma más
satisfactoria la economía venezolana.

Referencias Bibliográficas

Rodolfo Q. (1968) La cultura del petróleo, Caracas, Academia Nacional De La


Historia [Consultado: 22 de Marzo de 2022].

Miguel A. (2005 ) La economía venezolana durante el último cuarto de siglo:


análisis y propuestas para alcanzar el desarrollo. [Consultado: 22 de Marzo
del 2022]

Celso Furtado, Economic Development in Latin America, 2a edición,


Cambridge University Press, Cambridge, Reino Unido, 1976, pág. 259.

Bruce F. Johnston y John E. Mellor, “The Role of Agriculture in Economic


Development”, American Economic Review, vol. 51, 1961, págs 566-593.
Steven Block y Peter Timmer, “Agriculture and Economic Growth: Conceptual
Issues and the Kenyan Experience”, mimeo, Harvard Institute for Economic
Development, Cambridge, MA, EE.UU., 1994.

John Mellor, “Faster More Equitable Growth: The Relation between Growth in
Agriculture and Poverty Reduction”, CAER II Discussion Paper No. 70,
Harvard Institute for International Development, Cambridge, MA, EE.UU.,
mayo de 2000, págs 10, 13 y 29.

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