Material Autismo
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Material Autismo
Es importante crear una relación de respeto hacia el estudiante y de ser posible utilizar apoyos
visuales ya que resultan más concretos y duraderos. Siguen algunas estrategias útiles:
b. Ejemplo: “Sácale el polvo a todos los muebles,” explica lo que la persona con autismo tiene
que hacer, pero no indica ningún criterio respecto a la calidad esperada. Sería preferible
mostrarle un dibujo de cada mueble y aclarar esta instrucción.
b. Ejemplo: “Es hora de ir a la clase de música. (Pausa) Coloca los pinceles en la caja por
favor.” Cuando el estudiante cumpla con esta instrucción, decirle: “Lávate las manos.” Y por
último: “Siéntate en la alfombra para la clase de música.”
Con frecuencia la independencia del alumno aumenta cuando nos abstenemos de los apoyos
verbales. Alguna parte de la información podría darse mediante dibujos en serie.
6. Dígale a los estudiantes LO QUE DEBEN HACER y evite decirles lo que no deben
hacer.
b. Ejemplo: Una persona con autismo encuentra algo de comer en el suelo y lo recoge para
comérselo. Es mejor decirle: “Ponlo en la basura,” o estirar la mano y decirle: “Dámelo” ya que
al decirle “NO TE LO COMAS” le daríamos una invitación a comérselo.
c. Ejemplo: Un estudiante con autismo se apropia de un objeto que pertenece a otra persona.
Es mejor decirle: “Pregúntale a Fulanita si puedes ver su revista.” o “Devuélvele la campana a
Roberto,” en lugar de decirle “NO ARREBATES LA REVISTA.”
Las frases anteriores ayudarán a los estudiantes con autismo a entender cual es la conducta
aceptable. Recuerde que las frases negativas solo les explican lo que no es admisible y no
ofrecen las sugerencias necesarias para aprender como comportarse de un modo diferente y
más apropiado.
b. Ejemplo: El hacer preguntas en un tono neutral (por ej. “¿Dónde debes estar? o “¿Qué
debes estar haciendo ahora?”), puede ayudar al estudiante con autismo a corregir su
comportamiento. Sin embargo, si se comunica con otro tono de voz, el mensaje puede resultar
completamente diferente. A veces los estudiantes con autismo dependen de estos apoyos
verbales para iniciar las acciones apropiadas.
8. Evite hacer preguntas con opciones a no ser que los estudiantes realmente tengan
las opciones.
Las instrucciones se imparten para ser cumplidas o para ofrecer información. No le pregunte a
un estudiante con autismo si quiere hacer algo a menos que un “NO” sea una respuesta
aceptable. Las frases claras ofrecen a los estudiantes la información necesaria para cumplir lo
solicitado. Se pueden emplear dibujos en lugar de palabras, especialmente para ayudar al
estudiante a entender el orden de los acontecimientos.
b. Ejemplo: Es mejor decir: “Ven a la mesa a comer” o mostrarle un dibujo de la mesa. Hay
que evitar “Vamos a la mesa, ¿de acuerdo?”
c. Ejemplo: Es mejor decir: “Escribe tu nombre en este papel” en lugar de: “¿Puedes escribir tu
nombre en este papel?”
Ejemplos: “Espera,” “Zona prohibida,” “Alto,” “Búsca algo que hacer,” “¿Qué haces ahora?”.
De ser posible muéstrele fotos de alarmas de incendios, un letrero para las zonas prohibidas,
etc.
b. Ejemplo: “Estás molesto por tener que entrar ahora” “Estás feliz porque te gusta ir a nadar.”
“Juan te pegó, estás triste.”
Ejemplo: “Ve y cámbiate los pantalones” es mejor que “Estás hecho un desastre.” “Manos
quietas” es mucho mejor que “¡Qué malo eres. Le has pegado a Susana!” Aproveche el
momento para enseñar.
a Ejemplo: Es mejor decir: “Busca tu dinero primero, luego iremos a McDonalds.” en lugar de
“Si no buscas el dinero NO iremos a McDonalds.”
b. Ejemplo: Es mejor decir: “Primero te quedas quieto, luego saldremos al recreo.” en lugar de
“Si no te estás quieto, perderás el recreo.”
c. Ejemplo: Evite decir: “Si vuelves a tirarle un bloque a Jaime, jamás jugarás con los
juguetes”. Esta frase puede resultar desafiante y probablemente no pueda imponerse. ¿Qué
significa: “tirar un bloque”? y ¿qué debe aprender el estudiante con autismo respecto a cómo
jugar o cómo recoger los juguetes?
Esperamos que la información anterior les resulte de utilidad y les facilite el manejo del
comportamiento de sus hijos, alumnos y familiares con autismo
Adaptación curricular
En base a estos objetivos, el equipo docente del centro debe realizar
una adaptación personalizada del currículo en función de los siguientes
aspectos:
Criterios metodológicos
La metodología de aprendizaje utilizada debe, por un lado, adaptarse al ritmo y
las dificultades en el plano cognitivo, comunicacional y social del niño y, por
otro, incidir en la experimentación y el contacto con los demás y el entorno, ya
que es la mejor forma de romper el hermetismo que caracteriza a estos chicos y
facilitar el aprendizaje funcional. Algunas acciones metodológicas en esta línea
que la experiencia ha demostrado muy eficaces son:
Actividades
Las actividades enfocadas a niños autistas deben ser muy funcionales,
estar muy bien organizadas y estructuradas y destacar por la claridad y la
sencillez. En cuanto a los materiales, se debe procurar que por sí solos muestren
al niño las tareas que debe realizar. Los apoyos visuales (dibujos, fotos, carteles)
son muy útiles en niños autistas como guía y elemento no solo recordatorio, sino
también de refuerzo motivacional de las acciones y tareas diarias.
Es de vital importancia que las tareas que realicen en sus pupitres siempre
estén estructuradas de la misma forma. Es decir, si durante el horario de clase el
alumno se ha acostumbrado a realizar primero tareas de Matemáticas, después de
Lengua Castellana y por último de Inglés, es muy importante que siga siempre este
orden, ya que alterarlo le va a conducir a sentirse descolocado. Además,
deben primar los elementos visuales por encima de los textuales, por lo que está
indicado utilizar materiales como pictogramas, puzzles e incluso plastilinas, con
las que pueda experimentar sensorialmente.
El docente debe adaptarse al alumno y no al revés
Con los niños con TEA, el clásico método de enseñanza basado en el ensayo-
error no funciona. El docente debe tomar los intereses y las curiosidades del
propio alumno como punto de partida para su educación. Es recomendable que el
docente se limite a proporcionarle todos los materiales y recursos que necesite
para la realización de las tareas, y luego ir retirándoselos poco a poco, nunca
bruscamente. Siempre hay que tener en cuenta, como indica el primer consejo, que
su adaptabilidad a los cambios es baja.