Perspectiva de Género Gabriela Yuba
Perspectiva de Género Gabriela Yuba
Perspectiva de Género Gabriela Yuba
La violencia de género
La violencia contra las mujeres, la violencia de género, constituye uno de los flagelos
más grandes a nivel global. Según las Naciones Unidas, la violencia contra las mujeres
es una violación de derechos humanos de proporciones pandémicas.
Frente a este escenario se impone pensar globalmente y actuar localmente como una
forma de intervenir más eficaz y con una perspectiva de género.
Así, nos referimos a sexo, género e identidad de género. Estos son conceptos
diferentes, pero que se relacionan entre sí.[1]
Así, la Corte IDH ha establecido que no toda violación a un derecho humano cometida
contra una mujer trae aparejada violación de la Convención de Belém do Pará. Para
que se aplique la Convención conforme el art. 1, se requiere que la violación esté
basada en razones de género y dentro del contexto de violencia contra las mujeres. Se
alude aquí a estereotipos de género.[6]Y la creación y uso de estereotipos se convierte
en una de las causas de la violencia de género contra la mujer.
El artículo 2 expresa puntualmente que ese Convenio se aplicará a todas las formas de
violencia contra las mujeres, incluida la violencia doméstica, que afecta a las mujeres
de manera desproporcionada.
El art. 3 inc. C y D define género y violencia contra las mujeres por razones de género:
“…Inc. c) por “género” se entenderán los papeles, comportamientos, actividades y
atribuciones socialmente construidos que una sociedad concreta considera propios de
mujeres o de hombres;…”
“…d) por “violencia contra las mujeres por razones de género” se entenderá toda
violencia contra una mujer porque es una mujer o que afecte a las mujeres de manera
desproporcionada…”.
Advertimos que todas las definiciones apuntan a la construcción social y cultural del
género.
Resulta también importante tener en cuenta además del género, la noción de sexo e
identidad de género. Como expresáramos al inicio, éstos son aspectos que se
encuentran ligados a la persona humana. Son diferentes, pero relacionados entre sí.
Por sexo (biológico) aludimos a las características biológicas que distinguen a mujeres
y hombres.
Por identidad de género se entiende según la Ley 26.743 como “… la vivencia interna
e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o
no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal
del cuerpo. Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal
a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea
libremente escogido. También incluye otras expresiones de género, como la
vestimenta, el modo de hablar y los modales…” (art. 2).
Ahora bien, las personas tienen también una orientación sexual. Esta es “la capacidad
de sentir una profunda atracción emocional, afectiva y sexual y las relaciones íntimas y
sexuales con individuos de un sexo/género diferente o del mismo sexo/género o más
de un sexo /género…”.[8]
Para entender desde una dimensión global la noción de género, resulta importante
señalar, que, en la construcción social y cultural del mismo, confluyen tres elementos:
las normas de género; los roles de género y las relaciones de género.
Las normas de género son las reglas impuestas por el patriarcado acerca de cómo
deben ser y relacionarse socialmente cada hombre y cada mujer.
Por último, las relaciones de género se refieren a las relaciones sociales que unen a los
hombres y mujeres como grupos sociales en una comunidad (cómo se distribuyen el
poder, el acceso y control de los recursos entre los sexos). También el transcurso del
tiempo los transforma y modifica.
Las desigualdades de género que surgen por las sub valoraciones desde lo social y las
relaciones de subordinación de las mujeres en relación con los varones, impactan en lo
socio-político-institucional, cultural y relacional, teniendo influencia también distintos
factores de vulnerabilidad: etnia, raza, ancianidad, existencia de conflictos armados,
migraciones, desplazamientos, situación económica desfavorables, edad, etc.[10]
Basada en una relación desigual de poder, la violencia contra las mujeres es toda
conducta, acción u omisión que, de manera directa o indirecta, en el ámbito público o
privado, afecta su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual,
económica, patrimonial, como también su seguridad personal.[12]
En la lucha contra la violencia hacia las mujeres, la igualdad de género aparece como
un principio esencial para eliminar las discriminaciones que inciden en el ejercicio de
los derechos humanos de las mujeres y además como un elemento vital como eje de
desarrollo, poniendo el acento en las personas en cuanto sujetos de derechos y en su
dignidad.
Toda vez que el derecho a la igualdad y acceso a la justicia adquieren relevancia como
pilares para garantizar el ejercicio y goce de los derechos humanos para todos sin
distinciones, se requiere de una mirada específica desde el Estado para hacer realidad
dichos derechos, especialmente respecto de los sujetos vulnerables.[14]
Ella, es una “categoría de análisis que sostiene que las diferencias entre hombres y
mujeres se explican a partir de las condiciones sociales, culturales, políticas,
económicas y jurídicas, históricamente creadas para determinar la vida de hombres,
mujeres a partir de su sexo biológico… permite comprender y profundizar sobre el
comportamiento aprendido diferencialmente entre hombres y mujeres. La
perspectiva de género explica así cómo los hombres y las mujeres históricamente han
estado regulados por comportamientos “permitidos”, “esperados”, “negados” o
condenados” por el ambiente social en que viven, el cual está basado en las ideas de la
dominación masculina que plantean – como fundamento principal- la inferioridad de
las mujeres y la superioridad de los hombres…”.[15]
III.1.-Fundamento
La perspectiva de género, por otra parte, no puede verse de manera aislada del interés
superior del niño, lo que implica una transversalidad de género. Un ejemplo de ello es
la sanción de la ley nacional 27.363 que incorpora al Código Civil y Comercial de la
Nación el art. 700 bis y modifica el art. 702, sobre privación automática de la
responsabilidad parental. No considerar ese contexto de violencia, es justamente no
contar con una perspectiva de género que permita poner la mirada y las acciones
afirmativas en la erradicación, eliminación, prevención de la violencia y generar
espacios y ámbitos que sean favorecedores de la cultura de paz y de derechos
humanos, en sintonía con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los ODS
(especialmente los ODS nro. 5 y 16).
1) Corte IDH. Caso del Penal Miguel Castro Castro vs. Perú. Sent. Del 25/11/2006[22]
Puntos principales
1. La Corte IDH condenó al Estado de Perú por violación del derecho a la vida,
integridad personal, garantías judiciales y protección judicial.
2. Se introdujo el análisis desde una perspectiva de género. Este análisis permitió
comprobar que las mujeres sufrieron más violencia en sus ataques por el sólo hecho
de ser mujeres; es decir, por su género, con respecto a los hombres. Se las consideró
como “portadoras simbólicas” de una identidad y las productoras de las futuras
generaciones de la sociedad.[23] Las mismas constituían una amenaza a su comunidad,
por no conformar con su rol y por destrozar o subvertir su rol.
3. El análisis de género ha contribuido para revelar el carácter sistémico de la
discriminación contra la mujer.
4. Se analizó la violencia de género como forma de discriminación.
5. Se puso en evidencia la mayor vulnerabilidad de las mujeres durante los conflictos
armados.
6. Se definió la violencia sexual: acciones de naturaleza sexual cometidas sin el
consentimiento, comprendiendo la invasión física del cuerpo, como también se
incluyen actos que no involucren penetración o contacto físico (desnudos forzados y
otras actitudes vejatorias de la sexualidad femenina).
7. Constituye una forma de tortura la penetración dactilar en la vagina de una mujer
(es también una violación) al ser realizada por un funcionario del Estado.
8. El desnudo forzado es una forma de violencia sexual.
9. La perspectiva de género se consideró determinante para la fijación del daño: tiene
un impacto diferente la tortura hacia las mujeres lo que influye en la determinación
del daño a reparar.
10. Se calificó este crimen (este tipo de violencia ejercida contra las mujeres) como de
“lesa humanidad”.
11. Se dispusieron programas de educación en derechos humanos dirigidos a agentes
de fuerzas de seguridad.
2) CORTE IDH, caso “González y otras (“Campo Algodonero”) vs. México, sentencia del
16/11/2009. Serie C.-205.[24]
3) Corte IDH. Caso Inés Fernández Ortega vs. México, sentencia del 30/8/2010. Serie C.
215. [25]
El caso
Inés Fernández Ortega era una mujer indígena de 25 años que fue violada por
integrantes del ejército mejicano en marzo de 2002. Perteneciente a la comunidad
indígena Me’phaa, estaba casada y tenía cuatro hijos. Mientras se encontraba en su
casa junto a sus hijos, un grupo de 11 militares armados ingresaron a su domicilio. La
interrogaron y fue violada por algunos militares frente al resto de miembros de fuerza
de seguridad presentes, encontrándose algunos apostados fuera de la casa; todos ellos
armados. El hecho fue denunciado e interpusieron varios recursos para investigar y
sancionar a los responsables sin éxito.
Principales puntos
1. La Corte decidió que el Estado era responsable por la violación de los derechos a la
integridad personal; dignidad; vida privada; a no ser objeto de injerencias arbitrarias o
abusivas en el domicilio; garantías judiciales y protección judicial y acceso a la justicia.
[26]
2. La violencia sexual es una forma paradigmática de la violencia contra la mujer.
3. La declaración de la víctima constituye una prueba fundamental, habida cuenta de la
naturaleza de la violencia sexual (generalmente con ausencia de otras pruebas).
4. Se debe evitar la revictimización en la investigación, especialmente en casos de
violencia sexual.
5. La violencia sexual puede constituir una forma de tortura, aún cuando fuera sólo
una vez u ocurra fuera de instalaciones estatales (por ejemplo en el domicilio de la
víctima).
6. La violencia contra la mujer es una forma de discriminación que impide gravemente
el goce y ejercicio de derechos y libertades en un pie de igualdad con los hombres.
7. La discriminación contra la mujer incluye la violencia sexual contra la mujer porque:
a) es una mujer; b) porque la afecta de modo desproporcionado.
8. Se dispusieron medidas de reparación: atención adecuada a los padecimientos
físicos y psicológicos sufridos, atendiendo al género y etnicidad (se tomaron en cuenta
condiciones de vulnerabilidad).
9. La violencia sexual o violación no siempre deja lesiones evidentes después de ser la
mujer violentada. La Corte ha dicho que NO debe exigirse prueba de la resistencia
física al ataque, sino que es suficiente con que haya elementos coercitivos en la
conducta. Puesta en valor de la eliminación de estereotipos.
10. Implementación de programas y cursos obligatorios y permanentes de
capacitación sobre investigación en casos de violencia sexual contra las mujeres, que
incluyan perspectiva de género y etnicidad para funcionarios federales y de fuerzas
armadas-
11. Cursos permanentes y obligatorios de capacitación y formación en derechos
humanos.
4) CORTE IDH Caso “Rosendo Cantú y otra vs. México”. Sentencia del 31/8/2010[27]
El caso
Los hechos del presente caso se produjeron en el contexto de una fuerte presencia
militar en el Estado de Guerrero para reprimir la delincuencia. En dicho Estado se
encuentran varias comunidades indígenas. Valentina Rosendo Cantú era una joven de
17 años, casada y con una hija. En febrero de 2002, en ocasión de encontrarse en un
arroyo cerca de su domicilio para lavar ropa, fue interceptada por varios militares,
quienes la interrogaron para obtener información acerca de un posible delincuente,
exhibiéndole fotos para su reconocimiento, como también un listado de nombres. Fue
golpeada, amenazada con armas y violada. Valentina y su esposo realizaron denuncias
y presentaron recursos, para que se investigaran los hechos, siendo derivados a la
justicia militar y posteriormente archivados.
Puntos principales
1. La Corte declaró al Estado de México responsable internacionalmente por violación
de derechos a la integridad personal; garantías judiciales y protección judicial; acceso a
la justicia; derechos del niño; art. 7 Convención de Belém do Pará.
2. La violencia contra la mujer es una violación de derechos humanos, una ofensa a la
dignidad humana y una manifestación de las relaciones de poder históricamente
desiguales entre hombres y mujeres que trasciende los sectores de la sociedad,
independientemente de su clase, raza, etnia, cultura, edad, religión.
3. La violación sexual puede constituir una forma de tortura aun cuando consista en un
solo hecho u ocurra fuera de dependencias estatales.
4. Puesta en valor de las condiciones de vulnerabilidad e identificación de obstáculos
adicionales que enfrentan las mujeres indígenas para el acceso al a justicia: niña,
condición de mujer; indígena; habitar en zona montañosa aislada de centros de
atención médica y para radicar una denuncia; dificultades con el idioma para
relacionarse. Estos elementos agravan el acceso a la justicia y atención médica.
5. Importancia de la declaración de la víctima. Eliminar estereotipos. El impacto por lo
traumático de los hechos vividos puede derivar en imprecisiones en el relato. Esto en
modo alguno lo invalida, teniendo en cuenta la incidencia de los hechos traumáticos y
violentos, como también que la declaración se produjo en tiempos distintos (2002 a
2010); siendo Valentina Rosendo Cantú una niña en esa época.
6. Se pone el acento en el género y etnicidad para la puesta en marcha y desarrollo de
programas de capacitación para investigación en casos de violencia contra las mujeres
para funcionarios estatales.
7. Estandarizar protocolos de actuación para investigaciones de violaciones sexuales.
Se debe apuntar hacia la toma de conciencia que la variable género tiene un impacto
determinante en la forma de resolver el caso y de intervenir en cuanto a la prevención
y promoción de los derechos, con una comprensión integral del concepto.
Debemos orientar nuestras acciones hacia la toma de conciencia de que actuar con
perspectiva de género, constituye una obligación de los Estados en tanto garantes de
los tratados internacionales de DDHH especialmente respecto de los derechos de las
mujeres.
Publicado el 30/08/2017