Arbitraje Sucesorio

NUEVA LEY DE ARBITRAJE SUCESORIO
.Principales modificaciones a la Ley:
1. “Mediante estipulación testamentaria puede disponerse el

sometimiento a arbitraje de las controversias que puedan surgir entre
sucesores, o de ellos con los albaceas, incluyendo las relativas al
inventario de la masa hereditaria, su valoración, administración y
partición.
Si no hubiere testamento o el testamento no contempla una
estipulación arbitral, los sucesores y los albaceas pueden celebrar un
convenio arbitral para resolver las controversias previstas en el párrafo
anterior”
Esta nueva ley expresa que, en caso que habiendo o no testamento, éste no
tiene una estipulación arbitral, los sucesores y los albaceas puedan celebrar
un convenio arbitral para resolver las controversias que pudieran haber
surgido entre los sucesores, o de ellos con los albaceas, incluyendo las
relativas al inventario de la masa hereditaria, su valoración, administración y
partición. Se caracteriza porque en él no son las partes que sostienen una
disputa o controversia las que deciden ir a un arbitraje sino que éste procede
por voluntad de un tercero, el testador, quien en un documento totalmente
formal y personalísimo dispone el sometimiento a arbitraje de las
controversias que puedan surgir entre sus sucesores o de ellos con los
albaceas.
Es decir, este es un arbitraje unilateral e impuesto, que es una obra de una

sola persona se encuentra condicionado a la existencia de un testamento
válido, que no es otra cosa que la declaración de última voluntad que hace
una persona disponiendo de sus bienes y de asuntos que le atañen, para
después de su muerte.
CRITICA
Consideramos que esta inclusión ha sido innecesaria, pues, en caso no

hubiere testamento o habiéndolo, éste no contempla una estipulación
arbitral. Nada hubiese impedido que los sucesores, o éstos con el albacea,
celebren un convenio arbitral por el que se acuerde someter a arbitraje las
controversias surgidas entre ellos, relativas a los aspectos sucesorios en las
que se encuentran involucrados.
2. El Artículo 13° de la Ley N° 26572, la Ley General de Arbitraje, regulaba

el Arbitraje Testamentario. Dicho artículo indica que el causante puede
establecer una cláusula de convenio arbitral en el testamento, la
misma que surtirá efectos cuando: (i) se presenten conflictos entre los
herederos no forzosos o legatarios; (ii) surjan conflictos para la porción
de la herencia no sujeta a legítima; (iii) conflictos referidos a la
valoración, administración o partición de la herencia y (iv) conflictos
con los albaceas respecto de los puntos anteriores.
El mencionado artículo no contempla la posibilidad de iniciar un proceso

arbitral si es que no se ha establecido, previamente, en el testamento.
El Decreto Legislativo N° 1071 regula la Nueva Ley General de Arbitraje. En el

referido Decreto Legislativo, se reglamenta el Arbitraje Sucesorio en la sétima
disposición complementaria. Como podemos notar, la nueva ley cambia el
término testamentario por sucesorio.
Dicha disposición señala que se someterá a arbitraje, mediante estipulación

testamentaria, las controversias que puedan surgir entre los sucesores. A
diferencia de la antigua Ley, se utiliza el término sucesores, siendo éste un
término que abarca las dos categorías de sucesores (herederos y legatarios),
no limita el alcance de la cláusula de convenio arbitral. Asimismo, cabe la
posibilidad que se someta a arbitraje las controversias que puedan surgir
entre sucesores, así no se haya estipulado el convenio arbitral en el
testamento. Adicionalmente, la Nueva Ley General de Arbitraje admite la
posibilidad que una sucesión intestada se someta a un arbitraje para resolver
los conflictos que puedan presentarse entre los herederos.
3. “… debe recordarse que no se trata de un arbitraje obligatorio que

limite o condicione la libertad del heredero forzoso o del legatario, ya
que éstos pueden precisamente en uso de su libertad constitucional
aceptar o rechazar la herencia, y en este segundo caso se liberaría del
arbitraje instituido por el testador”
La figura del arbitraje testamentario es compatible con el derecho a la tutela

judicial efectiva que contempla nuestra Constitución Política en su artículo
139°, por lo que los sucesores o albaceas que puedan sentirse afectados por
la estipulación testamentaria arbitral, tienen el derecho a renunciar a la
herencia o legado, como también puede excusarse de aceptar el cargo la
persona encomendada por el testador para actuar como albacea, según los
artículo 677°, 773° y 785° del Código Civil.

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1. “Mediante estipulación testamentaria puede disponerse el

Es decir, este es un arbitraje unilateral e impuesto, que es una obra de una

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El mencionado artículo no contempla la posibilidad de iniciar un proceso

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