XXV Transaccion.
XXV Transaccion.
XXV Transaccion.
Transacción
1.- Contrato de transacción. Concepto. Naturaleza jurídica: relación con el modo anormal de extinción
de las obligaciones y con el art. 957
Concepto. Art. 1641.— Concepto. La transacción es un contrato por el cual las partes, para evitar un litigio, o
ponerle fin, haciéndose concesiones recíprocas, extinguen obligaciones dudosas o litigiosas.
Es un contrato mediante el cual las partes, haciéndose concesiones recíprocas, extinguen obligaciones dudosas
o litigiosas. Constituye un acto jurídico, cuya finalidad última es la extinguir obligaciones litigiosas o dudosas.
En el derecho positivo se refiere a los derechos litigiosos o dudosos anteriores a la sentencia, ya que con
posterioridad a ella no se puede "transar" propiamente
El contrato tiene finalidad extintiva donde las partes manifiestan su consentimiento para extinguir estas
relaciones jurídicas patrimoniales dudosas o litigiosas.
Las concesiones recíprocas que las partes deben hacerse es esencial para que se configure el contrato de
transacción y esta circunstancia determina, asimismo, el carácter bilateral del contrato.
La materia de la transacción son las obligaciones litigiosas o dudosas, tal como surge del art. 1641. Mediante
la transacción se convierte en cierta una situación incierta. Esta incertidumbre puede ser objetiva o subjetiva: la
primera corresponde a las obligaciones litigiosas que son las que están sometidas, en principio, a un
pronunciamiento judicial; la segunda origina las obligaciones dudosas, valoradas así por las partes.
Naturaleza jurídica a) La transacción como contrato. Parte importante de la doctrina y la jurisprudencia
consideraba a la transacción como un contrato. Conforme esta teoría, no se trata de una renuncia simple a
pretensiones, ni de un desistimiento o condonación unilateral, sino de abdicaciones mutuas de las partes
respecto a sus derechos —concesiones recíprocas—. En realidad, el mismo Vélez Sársfield ya lo enuncia en
su nota al art. 857 del derogado Código Civil derogado, al expresar "La transacción es un contrato como está
establecido en el art. 832 y en todos los Códigos publicados. Por consiguiente, son nulas o anulables por las
causas que lo fuesen los contratos". La transacción presenta características contractuales, ya que es
consensual, bilateral (sinalagmático), oneroso y formal, y se diferencia de la renuncia de derechos, del
reconocimiento de derechos y del desistimiento, en que, en estos últimos casos, no hay concesiones recíprocas,
sino unilaterales.
Encontramos relación con el art 957, el cual define al contrato y entre ellas la posibilidad de extinguir relaciones
jurídicas patrimoniales, tal es el caso de la transacción. Sin embargo, a pesar de su definición establecerla como
contrato, se la sigue considerando como un modo anormal de extinción de las obligaciones. ARTICULO 957.-
Definición. Contrato es el acto jurídico mediante el cual dos o más partes manifiestan su consentimiento para
crear, regular, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas patrimoniales.
b) La transacción como acto jurídico La transacción difiere de la del contrato, debido a que, al igual que la
novación y el pago, constituye un acto jurídico bilateral cuyo fin es la liberación. Se trataría, entonces, de una
convención liberatoria y no de un contrato, ya que tiene por estricta finalidad extinguir obligaciones y no
constituirlas.
2.- Inhabilidades para celebrar transacción (art 1646), supuestos absolutos y relativos.
ARTICULO 1646.- Sujetos. No pueden hacer transacciones:
a) las personas que no puedan enajenar el derecho respectivo;
b) los padres, tutores, o curadores respecto de las cuentas de su gestión, ni siquiera con autorización
judicial;
c) los albaceas, en cuanto a los derechos y obligaciones que confiere el testamento, sin la autorización del
juez de la sucesión.
Serán legitimados para celebrar una transacción, aquellos con capacidad para contratar, ya que se le aplican
las disposiciones generales en materia de contratos.
De la norma en comentario, se desprende que son incapaces de derecho, a los efectos del contrato de
transacción, y no podrán actuar por sí ni por interpósita persona:
- Inciso a). Personas que no puedan enajenar el derecho respectivo. Este inciso vincula estrechamente la
capacidad para transigir con la posibilidad de enajenar. Solo aquel que puede disponer de los objetos materia
de transacción puede transigir, y esa capacidad se traduce en la facultad de desprenderse, gravar, modificar o
alterar derechos comprendidos en la transacción. Puede que tenga el derecho, pero no puede enajenarlo.
- Inciso b). Los padres, tutores, o curadores respecto de las cuentas de su gestión, ni siquiera con autorización
judicial La prohibición establecida en relación con los padres, curadores o tutores, cuando se trata de menores
de edad o incapaces posee una finalidad tuitiva, considerando que la transacción importa renuncia y abdicación
de derechos en pos de la extinción de aquellas obligaciones dudosas o litigiosas.
- c). Los albaceas, en cuanto a los derechos y obligaciones que confiere el testamento, sin la autorización del
juez de la sucesión. Esta prohibición tiene fundamento central en la función propia del albacea, cual es velar
por la correcta ejecución del testamento y, en consecuencia, por el cumplimiento de la voluntad del testador.
3.- Objeto de la transacción: derechos dudosos o litigiosos (art.1641). Objetos prohibidos (art.1644).
Eficacia de la transacción sobre un título nulo. Distintos supuestos (art. 1645).
En cuanto a su objeto, la transacción debe reunir las mismas condiciones que la ley prescribe para los contratos.
De acuerdo con ello, debe consistir en un objeto lícito, posible, determinado o determinable, de acuerdo a la
moral y las buenas costumbres, no contrario al orden público o a la dignidad de la persona humana, ni lesivos
de los derechos ajenos ni los bienes que por un motivo especial se prohíbe que lo sean, y susceptible de
apreciación pecuniaria.
Tal como lo establece el Art 1641 tiene como fin extinguir obligaciones dudosas o litigiosas.
En particular, el art. 1644 define expresamente las materias excluidas de la posibilidad de ser objeto del contrato
de transacción. Por esta razón se entiende que puede ser objeto de la transacción pueden ser todas las
obligaciones salvo los casos expresamente prohibidos.
ARTICULO 1644.- Prohibiciones. No puede transigirse sobre derechos en los que está comprometido el orden
público, ni sobre derechos irrenunciables.
Tampoco pueden ser objeto de transacción los derechos sobre las relaciones de familia o el estado de las
personas, excepto que se trate de derechos patrimoniales derivados de aquéllos, o de otros derechos sobre los
que, expresamente, este Código admite pactar.
Derechos irrenunciables: no pueden ser objeto porque el contrato en si implica una abdicación o renuncia de
derechos. Estos son los inherentes a la persona, reconocidos constitucionalmente.
Derechos sobre las relaciones de familia o el estado de las personas: porque puede afirmarse que se encuentran
presente, en principio, cuestiones de orden público, indisponibles para las partes. tampoco puede ser objeto la
obligación de prestar alimentos.
otros derechos sobre los que, expresamente, este Código admite pactar: por ejemplo los juicios de
reconocimiento.
Eficacia de la transacción sobre un título nulo. Distintos supuestos (art. 1645).
ARTICULO 1645.- Nulidad de la obligación transada. Si la obligación transada adolece de un vicio que causa
su nulidad absoluta, la transacción es inválida. Si es de nulidad relativa, las partes conocen el vicio, y tratan
sobre la nulidad, la transacción es válida.
El art. 1645 se refiere a la nulidad absoluta y relativa de las obligaciones. Por su parte, el art. 386 del Código
Civil y Comercial aclara que son de nulidad absoluta los actos que contravienen el orden público, la moral o las
buenas costumbres; y son de nulidad relativa los actos a los cuales la ley impone esta sanción solo en protección
de ciertas personas.
Las absolutas son incorfimables y pueden ser declaradas por el juez de oficio.
Ponderando que la transacción se refiere a las concesiones recíprocas que se hacen las partes con el objeto
de extinguir obligaciones dudosas o litigiosas, si éstas no existen por ser nulas de nulidad absoluta, no es posible
la transacción. Es decir, que la nulidad absoluta de la obligación conduce a la invalidez del contrato. Es inválida
la transacción que versa sobre obligaciones que adolezcan de nulidad absoluta y las anulables que hayan sido
declaradas nulas judicialmente.
La norma establece que, si las partes conocían la anulabilidad del acto y a sabiendas celebran una transacción
sobre dicha obligación, el contrato es válido, pues cabría entender que medió una confirmación tácita sobre una
nulidad relativa. La nulidad relativa si se trata” en la celebración del contrato, por su confirmación, la transacción
será válida.
Efectos. ARTICULO 1642.- Caracteres y efectos. La transacción produce los efectos de la cosa juzgada sin
necesidad de homologación judicial. Es de interpretación restrictiva.
La doctrina ha señalado que los efectos de la transacción son: a) efecto obligatorio; b) efecto extintivo con
accesorios como la fianza c) efecto declarativo.
6.- Nulidad de la transacción. Supuestos del art. 1647. Efecto del mero error aritmético (art. 1648)
Art. 1647.— Nulidad. Sin perjuicio de lo dispuesto en el Capítulo 9 del Título IV del Libro Primero respecto de
los actos jurídicos, la transacción es nula:
a) si alguna de las partes invoca títulos total o parcialmente inexistentes, o ineficaces;
b) si, al celebrarla, una de las partes ignora que el derecho que transa tiene otro título mejor;
c) si versa sobre un pleito ya resuelto por sentencia firme, siempre que la parte que la impugna lo haya ignorado
Como es lógico, resultan de aplicación las normas sobre ineficacia de los actos jurídicos (Capítulo 9, del Título
IV del Libro Primero), y así es expresamente reconocido por la norma. Incorpora, además, tres supuestos
especiales aplicables al contrato de transacción, que conducen a su nulidad, a saber:
Inc a: El fundamento de esta disposición reside en que, si la parte hubiera sabido dicha circunstancia, no hubiera
transigido. (lo hace como titular de un inmueble del que no es titular)
Inc b: encuentra sustento en el error de hecho sobre la existencia de documentos u otros elementos suficientes
respecto de la plenitud del derecho controvertido. (va como locatario, pero ahora es dueño).
Art. 1648.— Errores aritméticos. Los errores aritméticos no obstan a la validez de la transacción, pero las partes
tienen derecho a obtener la rectificación correspondiente.
Los errores aritméticos o de cálculo no poseen aptitud para afectar la validez del acto, lo cual constituye una
solución razonable ya que dichas deficiencias fácticas poseen carácter accidental. No constituyen un vicio de
la voluntad con aptitud para anular el contrato. Llambias ha dicho que cualquier error simplemente aritmético en
que se hubiera incurrido es insuficiente para anular la transacción consentida, por lo que se trata de un precepto
superfluo, pues indudablemente el error aritmético o de cálculo, es un error accidental que no da lugar a nulidad
alguna