Heridos Por El Pecado
Heridos Por El Pecado
Heridos Por El Pecado
Sb 2,24: sin embargo, por la envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la sufren los que del
diablo son.
Ap 12,7-9: 7 Después hubo una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón.
El dragón y sus ángeles pelearon, pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el
cielo. Así que fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y
Satanás, y que engaña a todo el mundo. Él y sus ángeles fueron lanzados a la tierra.
395. Sin embargo, el poder de Satán no es infinito. No es más que una criatura, poderosa por el
hecho de ser espíritu puro, pero siempre criatura: no puede impedir la edificación del Reino de
Dios. Aunque Satán actúe en el mundo por odio contra Dios y su Reino en Jesucristo, y aunque su
acción cause graves daños —de naturaleza espiritual e indirectamente incluso de naturaleza física
—en cada hombre y en la sociedad, esta acción es permitida por la divina providencia que con
fuerza y dulzura dirige la historia del hombre y del mundo. El que Dios permita la actividad
diabólica es un gran misterio, pero "nosotros sabemos que en todas las cosas interviene Dios para
bien de los que le aman" (Rm 8,28).