Marin Marta Ensen Anza de La Gramatica
Marin Marta Ensen Anza de La Gramatica
Marin Marta Ensen Anza de La Gramatica
Gramática en la escuela 1
Marta Marín | Licenciada en Letras (UBA). Especialización: Lingüística aplicada a la enseñanza de la Lengua. Profesora Asociada
e Investigadora en la Universidad de Buenos Aires. Docente de FLACSO en: la Maestría Psicología Cognitiva y Aprendizaje, y en el
Postgrado Constructivismo y Educación.
Foto: Concurso Fotográfico QE / Olga Videverrigain
Gramática en la escuela
to, conectores, tiempos verbales, clases de en la escuela, situaciones de escritura en las
adjetivos) es una situación engañosa en la cuales se respeten los momentos recursivos que
cual docentes y alumnos creen estar ante establecen tanto los teóricos como los didac-
un conocimiento verdadero, pero se com- tas de la escritura, y utilizar la revisión y re-
prueba que este no existe en realidad, por- escritura de borradores como instancias pri-
que los alumnos no lo utilizan en situacio- vilegiadas para el aprendizaje gramatical8 a
nes de escritura o de oralidad. través de ejercicios de vinculación entre léxi-
co y sintaxis, de construcción sintáctica y de
Procedimientos didácticos paráfrasis de los propios enunciados. El pro-
Un aprendizaje, entonces, que conduzca a pósito no es la enseñanza directa de la gra-
un uso más eficaz del lenguaje debería propo- mática en tanto “las reglas del sistema de
ner este recorrido: la lengua”, sino el empleo de los diversos
recursos de ese sistema y la experimenta-
ción con el lenguaje como instrumento para
configurar sentidos. Un proyecto de esta ín-
dole implica, además, formar a los docentes
en la conducción de talleres de escritura y
formarlos también en el conocimiento grama-
tical al servicio de la construcción de enun-
ciados. Esto es, un conjunto de saberes rela-
cionados con la gramática oracional, pero ya
no centrados en el análisis sintáctico y en la
normativa, sino centrados en «cómo funcio-
na el sistema de la lengua, qué factores inter-
vienen en la construcción del significado de
una oración y cómo intervenir para que el
aprendizaje sea más efectivo»9 .
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El carácter de pseudoconocimiento explicaría, por ejemplo, por qué los docentes se ven obligados a enseñar todos los años las bases
del análisis sintáctico y la conjugación verbal.
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Cf. MARÍN, Marta (2000): “Gramática y escritura” en Pentágora, Año 1, Nº 1. Buenos Aires: GCBA-DES.
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Una de las premisas pedagógico-didácticas para que este aprendizaje pueda producirse es que borradores no se corrigen, sino que se
modifican para mejorar el texto. De este modo buscamos quitar a la revisión la calidad de “sanción del error”; no se trata de buscar errores,
sino de encontrar muchos modos de decir.
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Cf. DI TULLIO, Ángela L. (2001): “Una receta para la enseñanza de la lengua: la delicada combinación entre el léxico y la gramática” en
Lingüística en el aula. Monográfico: Epa... ¿y la gramática? Córdoba (Argentina): Centro de Investigaciones Lingüísticas, Facultad de
Lenguas, Universidad Nacional de Córdoba.
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Artículo publicado en la Revista QUEHACER EDUCATIVO Nº 54, recientemente actualizado por la propia autora.
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Las formas de instrucción directa se oponen a las inductivas que buscan que los alumnos incorporen el objeto de conocimiento a sus
esquemas mentales. Las formas llamadas “directas”, en general consisten en presentar un objeto de conocimiento en forma sistemati-
zada y ofrecer oportunidades de repetición, aplicación y fijación hasta que los alumnos puedan reproducir ese objeto.
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Puede consultarse: FLOWER, Linda; HAYES, John (1994): “La teoría de la redacción como proceso cognitivo” en Textos en contexto 1.
Buenos Aires: Asociación Internacional de Lectura. También: CASSANY, Daniel (1993): Reparar la escritura. Barcelona: Ed. Graó y
CASSANY, Daniel (1991): Describir el escribir. Barcelona: Ed. Paidós; MARÍN, Marta (1999): “Teoría de la escritura como proceso” en M.
Marín: Lingüística y enseñanza de la lengua. Buenos Aires: Ed. Aique.
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En el contexto de la teoría de la escritura, la palabra escritor significa “el que escribe” y no “escritor profesional”.
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Cuando se revisan (o se enseñan, si son nuevos) los conocimientos acerca del tipo de texto que es necesario producir, todo el grupo
en conjunto puede elaborar una lista de rasgos del texto que deben aparecer. Esa “lista de control” sirve para guiar las primeras
correcciones. RIBAS SEIX, Teresa (1997): “Evaluar en la clase de lengua: cómo el alumno gestiona su proceso de escritura” en Textos de
Didáctica de la Lengua y la Literatura, Nº 11 (enero). Barcelona: Ed. Graó.
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Dicen los teóricos de la escritura que la ortografía debe ser lo último que se atienda, pero no por ello deberíamos desatenderla totalmente
durante todo el proceso, sino hacer observaciones ortográficas o responder consultas con toda naturalidad.
Enseñanza de la sintaxis
Como a través de los años se ha ido insta-
lando una cierta confusión entre sintaxis y
análisis sintáctico, nos parece útil delimitar
ambas nociones, aunque por ello debamos repe-
tir conceptos ya enunciados en el artículo ante-
rior. Sintaxis es la combinatoria de las palabras
con el fin de producir enunciados aceptables, es
decir, el conjunto de normas que regulan cómo
ciertas palabras pueden o no unirse a otras y en
qué condiciones. Por ejemplo, son las normas de
la sintaxis del español, las que establecen que
los sustantivos son modificados por adjetivos
(mesa sólida) o por complementos (mesa de
madera), y no por otros sustantivos (no es gra-
matical decir ‘mesa-comedor’ o ‘mesa-café’). Son,
asimismo, las normas de la sintaxis del español
las que establecen que si una construcción no- La redacción de sintagmas mínimos
minal está compuesta por un sustantivo y un Nos referimos a enunciados como La casa
artículo en grado superlativo (comida riquísi- es blanca. El perro corre. Mi gato se llama Mi-
ma), solo puede admitir un artículo indefinido chi. Están originados en prácticas tradiciona-
(una comida riquísima), ya que si se le coloca les de gramática y escritura, que consisten en
un artículo definido, la construcción necesita presentar por instrucción directa un tema de
un complemento (la comida riquísima de ayer). gramática (puede ser sufijos para formar fa-
Ahora bien, el análisis sintáctico no atiende a milia de palabras, o los artículos o la concor-
estas normas ni tampoco ayuda al escritor en dancia entre sustantivo y adjetivo, o cualquier
forma directa a construir enunciados más efi- otro), y luego hacer escribir oraciones como
caces o más ricos; simplemente, el análisis se li- ejercicio de “aplicación”. Esta tarea es total-
mita a describir los enunciados ajenos: el análi- mente opuesta a la concepción de la escritura
sis dice dónde otra persona colocó el sujeto y como comunicación de sentidos, de conteni-
cómo lo ha compuesto. Pero esto no ayuda al dos de la conciencia del escritor. Es una tarea
escritor inexperto a construir mejores y más efi- mecanicista, en la cual el único objetivo del
caces enunciados propios. que escribe es poder incluir, en sus enuncia-
Una forma de hacer que la enseñanza de dos, las palabras o las normas gramaticales
la gramática influya en el uso del lenguaje es supuestamente aprendidas. Incluso, muchas
recoger enunciados defectuosos de los alum- veces, ese objetivo no se logra. Es así como
nos, es decir, de los escritores inexpertos, y podemos encontrar ejercicios muy pautados,
utilizarlos para que todo el grupo aprenda más donde los niños deben llenar espacios en blan-
de sintaxis y aprenda a autocorregirse, o bien, co correspondientes al artículo. Entonces, bajo
por lo menos, a tomar conciencia de las difi- un dibujo apropiado aparece la palabra “ma-
cultades que una sintaxis poco clara acarrea riposa”, “pajaritos”, “reloj”, etc., y ellos escri-
a los lectores. En general, las oraciones que se ben cuidadosamente “la”, “los”, “el”, etc.
pueden recoger de las producciones de escri- Más abajo suele aparecer otra ilustración más
tores inexpertos adolecen de dos males: o bien desarrollada o bien separada en varias viñe-
son extremadamente sintéticas y simples, o tas narrativas y los niños deben escribir algu-
bien son largas y enredadas, de modo que re- nas oraciones que representen lo que ven en
sultan difíciles de entender. Y para eso po- las figuras. Un caso bastante generalizado es
drían recomendarse algunas estrategias que que en esa escritura no utilicen el conocimien-
desarrollaremos en lo próximos apartados. to gramatical que supuestamente acaban de
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Numerosas estrategias para favorecer este tipo de escritura con alumnos de distintas edades pueden encontrarse en McCORMICK
CALKINS, Lucy (1992): Didáctica de la escritura en la escuela primaria y secundaria. Buenos Aires: Ed. Aique.