Antigona
Antigona
Antigona
Leemos la parte subrayada en el texto y escribimos nuestra ¿Cómo interpretamos la expresión: «Tienes un corazón de fuego para
valoración. lo que hiela de espanto»?
¿Qué tipo de texto acabas de leer? Explica. ¿En qué lugar se desarrolla la acción?
¿Qué parentesco tiene Antígona e Ismena? ¿Quién era Creonte? Explica como lo supiste.
¿Cuál es el sentimiento de Antígona para realizar su objetivo? ¿Cuál es el sentimiento que posee Ismena? Explica
Explica
(El Coro, compuesto de ancianos de Tebas, entra y saluda lo primero al Sol naciente.)
Coro. —¡Rayos del Sol naciente! ¡Oh tú, la más bella de las luces que jamás ha brillado sobre Tebas la de las siete puertas! Por fin has
lucido, ojos del dorado día, llegando por sobre las fuentes circeas. Obligaste a emprender precipitada fuga, en su veloz corcel, a toda
brida, al guerrero de blanco escudo que de Argos vino armado de todas sus armas. «Este ejército que, en contra nuestra, sobre nuestra
tierra, había levantado Polinice, excitado por equívocas discordias, y que, cual águila que lanza estridentes gritos, se abatió sobre
nuestro país, protegido con sus blancos escudos y cubierto con cascos empenachados con crines de caballos, poniendo en movimiento
innumerables armas, planeando sobre nuestros hogares abiertas sus garras, cercaba con sus mortíferas lanzas las siete puertas de
nuestra ciudad. Pero hubo de marcharse sin poder saciar su voracidad en nuestra sangre, y antes que Efesto y sus teas resinosas
prendiesen sus llamas en las torres que coronan la ciudad; tan estruendoso ha sido el estrépito de Ares, que resonó a espaldas de los
arivos, y que ha hecho invencible al Dragón competidor».
Corifeo. —Los siete jefes apostados ante las siete puertas, enfrentándose con los otros siete, dejaron como ofrenda a Zeus, victorioso,
el tributo de sus armas de bronce. «Todos huyeron, salvo los dos desgraciados que, nacidos de un mismo padre y de una misma madre,
enfrentando una contra otra sus lanzas soberanas, alcanzaron los dos la misma suerte en un común perecer».
Coro. —Pero Niké, la gloriosa, llegó y pagó en retorno el amor de Tebas, la ciudad de los numerosos carros, haciendo que pasase del
dolor a la alegría. La guerra ha terminado. Olvidémosla. Vayamos con nocturnos coros, que se prolongan en la noche, a todos los
templos de los dioses; y que Baco, el dios que con sus pasos hace vibrar nuestra tierra, sea nuestro guía.
Corifeo. —Pero he aquí que llega Creonte, hijo de Meneceo, nuevo rey del país en virtud de los acontecimientos que los dioses acaban
de promover. «¿Qué proyecto se agita en su espíritu para que haya convocado, por heraldo público, esta asamblea de ancianos aquí
congregados?» (Entra Creonte con numeroso séquito.)
Creonte. —Ancianos, los dioses, después de haber agitado rudamente con la tempestad la ciudad, le han devuelto al fin la calma. A
vosotros solos, de entre todos los ciudadanos, os han convocado aquí mis mensajeros porque me es conocida vuestra constante y
respetuosa sumisión al trono de Layo, y vuestra devoción a Edipo mientras rigió la ciudad, así como cuando, ya muerto, os
conservasteis fieles con constancia a sus hijos. Ahora, cuando estos, por doble fatalidad, han muerto el mismo día, al herir y ser
heridos con sus propias fratricidas manos, quedo yo, de ahora en adelante, por ser el pariente más cercano de los muertos, dueño del
poder y del trono de Tebas… pienso poder lograr que esta ciudad sea floreciente; y guiado por ellos, acabo hoy de hacer proclamar por
toda la ciudad un edicto referente a los hijos de Edipo. A Etéocles, que halló la muerte combatiendo por la ciudad con un valor que
nadie igualó, ordeno que se le entierre en un sepulcro y se le hagan y ofrezcan todos los sacrificios expiatorios que acompañan a
quienes mueren de una manera gloriosa. Por el contrario, a su hermano, me refiero a Polinice, el desterrado que volvió del exilio con
ánimo de trastornar de arriba abajo el país paternal y los dioses familiares, y con la voluntad de saciarse con vuestra sangre y reduciros
a la condición de esclavos, queda públicamente prohibido a toda la ciudad honrarlo con una tumba y llorarlo. […]
Corifeo. —Tales son las disposiciones, Creonte, hijo de Meneceo, que te place tomar tanto respecto del amigo como del enemigo del
país. Eres dueño de hacer prevalecer tu voluntad, tanto sobre los que han muerto como sobre los que vivimos.
Creonte. —Velad, pues, para que mis órdenes se cumplan.
Corifeo. —Encarga de esta comisión a otros más jóvenes que nosotros.
Creonte. —Guardias hay ya colocados cerca del cadáver.
Corifeo. —¿Qué otra cosa tienes aún que recomendarnos?
Creonte. —Que seáis inflexibles con los que infrinjan mis órdenes.
Corifeo. —Nadie será lo bastante loco como para desear la muerte.
Creonte. —Y tal sería su recompensa. Pero por las esperanzas que despierta el lucro se pierden a menudo los hombres.
¿Cómo relacionamos lo sucedido en la obra con la realidad ¿Qué harías, si estuvieras en la situación en la que se encontraron
actual? Antígona e Ismena? Explica.
Escribimos nuestra valoración sobre cómo influye la fuerza del ¿Qué elementos de la estructura externa están presentes en el
destino en la familia de Antígona. fragmento? Justificamos.
¿A quien no le fue concedido el sepulcro? Explica. ¿Quién crees que es el héroe en este fragmento? Explica
¿Quién es el antihéroe en este fragmento? Explica. ¿Cuál crees que era el destino de Antígona?
¿Qué protagonismo tenían los dioses en la historia? ¿esta historia es una tragedia griega? Explica.