El Fardo Probatorio-Los Medios de Prueba en Materia Penal

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Los medios de prueba en materia penal

Al encontrarse con un proceso penal, se detecta una exposición de hechos aportada por
las partes, con ciertos argumentos y contradicciones. Con referencia a dichos hechos es
respecto de los cuales el órgano jurisdiccional tendrá que resolver si coinciden con el
objeto narrado, sujeto a los límites que al ser humano le es posible conocer. De las
diversas versiones el juez escogerá la o las más verosímiles y la transformará en única
con el fin de obtener la verdad de los hechos nunca absoluta para los hombres, sino tan
sólo una verdad formal.

Cuando pretendemos abordar la problemática relativa a los medios de prueba en materia


penal, surgen cuestiones que requieren ser resueltas para poder entender con mayor
precisión este tema, en virtud de la existencia de una serie de términos en torno a la
denominación apropiada de los medios de prueba. En consecuencia, para poder iniciar
el análisis del tema consideramos conveniente resolver lo siguiente: ¿Qué es la prueba?
¿Qué es un medio de prueba? ¿Cuál es la diferencia entre medio de prueba y prueba?

Por lo que se refiere a la primera pregunta, como es el caso de Ovalle Favela, ha sido
considerada como "la obtención del cercioramiento del juzgador sobre los hechos cuyo
esclarecimiento es necesario para la resolución del conflicto sometido a
proceso", definición poco clara pues el hecho de atribuirle a la prueba la característica
de "aclaratoria de hechos" le resta en ese sentido importancia a aspectos como los
documentos y a todo aquello que se encuentre alejado de éstos.

El manejo que hace el autor del término "hechos" es amplísimo al comprender no sólo a
los acontecimientos humanos y sucesos naturales, sino también a los actos jurídicos; por
otra parte, el autor menciona a los medios de prueba y los entiende como "(con que se
prueba) los instrumentos y conductas humanas con las cuales se pretende lograr la
verificación de las afirmaciones de hecho" idea discutible en torno a los medios de
prueba, pues con dicha definición desvincula a éstos de la prueba, al no hacer alusión al
cercioramiento del juzgador y limitarse a señalar que tenderán a verificar las
afirmaciones, de donde resulta cuestionable si las negaciones detectadas en los
argumentos propuestos por las partes no serán objeto de los medios de prueba.

De las anteriores definiciones se desprende un gran dilema, pues surge la pregunta


relativa a ¿cómo definir a la prueba?, si es una obtención del cercioramiento de hechos
supuestamente verdaderos, actividades, principio procesal, elemento o bien como
instrumento. Bien podrían desprenderse una amplia gama adicional de apreciaciones
sobre la prueba, pues tal parece que, en la doctrina procesal, existe una obstinación por
aportar nuevas definiciones sobre la prueba, desestimando en algunos casos las
existentes, creando con esto un caos jurídico.

Desde principios del siglo XIX, Bentham estableció dos niveles de distinción al hablar
de la prueba, el primero considerado como "el hecho principal", consistente en la
existencia o inexistencia de lo que va a ser probado y la otra parte "el hecho probador"
el cual es utilizado para demostrar la veracidad o falsedad del "hecho principal", de ahí
que toda decisión fundada en una prueba se derive de un proceso de inferencia.

En el mismo orden de ideas, Jesheck considera al respecto que existen en el derecho


procesal penal alemán, los conceptos de prueba y justificación, términos que tienen un
alcance y significado muy distinto, por un lado, el primero se refiere a "aquel medio u
objeto que proporciona al juez el convencimiento acerca de la existencia de un hecho" y
el segundo se aplica no "para convencer al juez sobre la existencia de un hecho, sino,
para proporcionarle datos que le hagan constar la probabilidad de que ese hecho ocurrió.

El autor distingue la finalidad de los medios de prueba en el proceso penal y en el


proceso civil, por el hecho de que en el civil deben probarse todos los hechos discutidos
mientras en el proceso penal, sólo aquellos hechos de importancia para la resolución.

Por otra parte, Víctor Fairén Guillén, establece la necesidad de distinguir entre lo que es
fuente de prueba, medio de prueba y la prueba en sí, siendo la fuente de prueba "un
concepto metajurídico que corresponde forzosamente a una realidad anterior y extraña
al proceso", en tanto que el medio de prueba "es un concepto procesal", y la fuente de
prueba "existe aun cuando el proceso no", y para que tenga el carácter de prueba "es
necesario que la aportemos en el proceso como medio".

Derivado de las distintas concepciones en torno a la prueba, se derivan las innumerables


implicaciones de este concepto, de ahí que para algunos sea "un concepto y un
fenómeno metajurídico o, si se quiere ajurídico".

En torno a la noción de medio de prueba 

La segunda cuestión a abordar es la relativa a los medios de prueba, resulta


sorprendente que por lo común se homologa y trata a nivel de sinónimos a la prueba y a
los medios de prueba, no obstante que aluden a cuestiones diversas. En ocasiones,
suelen confundirse los elementos con que se prueba y la prueba. Cuando nos referimos a
los medios de prueba, estamos hablando de la prueba en sí, pero utilizada en un
determinado proceso judicial, es decir la prueba existe por sí y al ser ofrecida y admitida
dentro de un proceso judicial adquiere el nivel de medio, no siendo medio de prueba
sino sólo cuando se cumpla el requisito de ser ofrecida y admitida como tal en un
proceso.

Distinción entre medio de prueba, prueba y fuente de prueba

Al distinguir entre un medio de prueba, la prueba y la fuente de la prueba, estamos


referenciando cuestiones que se encuentran en niveles completamente distintos, la
fuente de prueba vendrá a ser algo preexistente y extraño al proceso penal.
El medio de prueba, lo podemos entender como un concepto procesal, de existencia
posterior a la fuente de prueba, siempre y cuando sea ofrecida la fuente de prueba en el
proceso penal, sea aceptada y desahogada (practicada) como tal.

Por último, la prueba existirá en el momento en que se aporta una fuente de prueba
como medio en el proceso, es aceptada, preparada, desahogada y valorada conforme al
criterio que adopte el titular de un tribunal, de otra manera simplemente será un medio
de prueba, pero sin valor probatorio y por consecuencia no tendrá el carácter de prueba.

Clasificaciones de los medios de prueba

Nos referimos en plural, en virtud de que no es una sino varias las clasificaciones de los
medios de prueba aportadas por la doctrina. En su tratado sobre los medios de prueba,
Bentham señalaba la práctica imposibilidad de aludir a una sola clasificación de los
medios de prueba, afirmando desde aquel entonces que cualquier propuesta debería
contemplar no sólo los medios de prueba conocidos hasta el momento sino los que aún
están por venir y en atención a que la significación de cada medio de prueba es lo
suficientemente distinta de cada una, las diversas especies deben ser marcadas con
significaciones apropiadas.

Por otra parte, surge el dilema en torno a si debe clasificarse a las fuentes de prueba, los
medios de prueba y bien si la clasificación debe recaer sobre la prueba en sí, de ahí que
algunos autores como Sentís Melendo, consideren inútil en términos prácticos una
clasificación, en virtud de su nula repercusión en el proceso.

En el sentido y alcance del término "fuente de prueba", "medio de prueba" y "prueba",


diríamos que la clasificación tiene su origen en las fuentes de prueba, pues queda claro
que éstas existen antes del proceso.

De ahí, que cuando los autores entienden por medio de prueba todo aquello que sea
ofrecido como tal mientras no sea contrario a la moral, ni al derecho, debe quedar claro
que en estos casos se está pensando en las fuentes de prueba no obstante que se utilice el
término medios.

Principios que rigen a los medios de prueba

Básicamente, podemos señalar a cuatro principios con la calidad de rectores del


desarrollo de los medios de prueba, sin que esto obste para afirmar que sean los únicos,
pero sí los más importantes; estos principios son: de averiguación, de inmediación, de
apreciación, in dubeo pro reo.

Principio de averiguación

Se encuentra íntimamente ligado con la actividad del juzgador, se refiere a que éste en
su búsqueda de la verdad a través de las pruebas, no queda ligado a las declaraciones de
los participantes en el proceso (por ejemplo, la confesión del acusado); a determinadas
actitudes del imputado (por ejemplo su incomparecencia es irrelevante respecto a la
cuestión central de si es culpable o inocente) y, a las solicitudes interpuestas, siendo
factible que introduzca de oficio las pruebas que considere pertinentes.

Principio de inmediación

Hace referencia a la conducta que debe adoptar el juzgador ante los medios de prueba
en su doble aspecto subjetivo o formal y objetivo o material.

El aspecto formal se refiere a la aspiración de que el juzgador se relacione lo más


directamente con los medios de prueba, precisando de ser posible la práctica de los
mismos, y el aspecto objetivo tiende a que el juzgador dé preferencia para formar su
convicción a aquellos medios de prueba en más directa relación con el hecho,
circunstancia o conducta a probar.

Principio de apreciación

Para Niceto Alcalá Zamora y Castillo existen cuatro sistemas de apreciación de las
pruebas: el ordálico, el legal, el libre, y el de sana crítica o apreciación razonada:

a) Ordálico, es aquel sistema de apreciación de las pruebas que deriva de la divinidad,


siendo ésta quien decide lo relativo al valor mismo de la prueba, ateniéndose el juez a
los resultados físicos de la ordalía.

b) Legal, este sistema de apreciación se refiere a la situación de que la ley es la


encargada de fijar el valor rigurosamente tasado de cada prueba, este régimen se
considera como absurdo.

c) Prueba libre, en este sistema el juez aprecia, sin mayor vínculo, el valor que cada
prueba le merece, sin cuidar de convencer en torno al porqué de tal determinación.

d) Sana crítica, en este sistema el juez resuelve sobre el valor de la prueba al margen de
cualquier paradigma legal, pero fundado y motivando el porqué de su proceder.

Principioin dubeo pro reo

Se basa en el sentido de que en caso de duda hay que fallar en favor del acusado.

Objeto de la prueba

Hechos

Al hablar del objeto central de la prueba, hacemos referencia a los hechos, los cuales
vendrán a constituir el campo medular de aplicación, en torno a éstos, analizaremos
aspectos tales como la admisión en el proceso de hechos del conocimiento privado del
juzgador, los hechos notorios y los hechos confesados.

La admisión en el proceso de hechos del conocimiento privado del juzgador

Al respecto, es dable mencionar por principio de cuentas que el juez no es una máquina
de administrar justicia, sino ante todo un homo sapiens in genere, siendo prácticamente
imposible prohibirle pensar y aportar sus pensamientos al proceso judicial.

Sólo en ciertos casos, es posible admitir la entrada directa en el proceso de hechos del
conocimiento privado del juez, pero entonces hablamos de que el juez se comportará
como un testigo y no como un juez, en este supuesto estamos ante hechos distintos de
aquellos que el juzgador tiene conocimiento por su actividad jurisdiccional y en tal
virtud debe quedar claro que para poder tener relevancia procesal el juzgador deberá
comparecer en calidad de testigo en un proceso.

Los hechos confesados

Probablemente, cualquiera pensaría que, ante la confesión plena de ciertos hechos, la


prueba debiese resultar ociosa, llegando a su final el proceso. Sin embargo, surge la
problemática relativa a los errores de las partes sobre el reconocimiento de ciertos
hechos que otorguen facultad al juez para resolver el proceso dictando su sentencia
condenatoria, la cual podría resultar absurda y sospechosa de contener dolo e incluso de
haberse maquinado un fraude legal, por lo cual, no resulta ser sano para el
funcionamiento de los tribunales, facultar a los jueces a dictar resoluciones fundados
exclusivamente en la confesión, pues pueden parecer cómplices de sucios manejos por
parte de individuos o de colectividades.

Al estar en presencia de hechos confesados ante agentes de la policía judicial, puede ser
que dicha confesión se encuentre viciada por el hecho de haber sido arrancada por la
tortura o la violencia moral o física.

Ahora bien, no obstante que exista la confesión del detenido, el valor que se le otorgará
será el de mero indicio.

Para Lord Parker, en la declaración de culpabilidad (plea guilty) se deben observar


cuatro principios: 

a) El defensor debe tener libertad para brindar a su cliente el mejor consejo el cual
puede incluir la recomendación de una declaración de culpabilidad, enfatizando que no
debe hacer eso si no ha cometido los hechos del delito imputado.

b) El indiciado debe tener plena libertad de elección sobre su culpabilidad y la


declaración que vierta al respecto.
c) Debe haber libertad de acceso entre el abogado y el juez, pero cualquier discusión se
realizará ante la presencia del defensor. Por otro lado, la justicia debe tener lugar en una
corte abierta, de esta manera se justifican discusiones privadas que necesariamente
deben estar limitadas, esto resulta apropiado, por ejemplo, cuando el acusado está
manifestando su voluntad de declararse culpable del delito que se le imputa.

d) El juez no debe en ningún momento señalar la sentencia a imponer si es que existe


cualquier sugerencia en este sentido, explícita o implícita, respecto a ser diferente si el
acusado se declara culpable (pleaded guilty) o bien inocente (not guilty), según sea el
caso.

Hechos notorios

Por lo que respecta a los hechos notorios o del conocimiento general de una comunidad
de personas, Calamandrei consideraba que no bastaba el ser conocido por la generalidad
de ciudadanos en un lugar y momento en que se produce la sentencia, no siendo el
conocimiento efectivo del hecho lo importante, sino la normalidad del conocimiento por
los miembros de un cierto círculo de personas.

La notoriedad de ciertos hechos, se distingue en general, local y del tribunal, pues puede
ser que ciertos hechos sean del conocimiento general de una comunidad, de cierta
localidad o del tribunal que está conociendo del asunto.

Los hechos notorios no son lo mismo que los hechos evidentes, de los primeros tan sólo
se tiene noticia y en cuanto a los segundos constituyen una verdad axiomática, de tal
manera que a nivel histórico encontramos hechos evidentes.

Ahora bien, debe tenerse cuidado con los medios de comunicación masiva, que en
ocasiones comunican noticias falsas, atribuyendo la calidad de notoriedad a ciertos
hechos que son falsos y posteriormente no admiten lo relativo a su falsedad.

Función de los medios de prueba en materia penal

La función de los medios de prueba en materia penal podemos entenderla como


"obtener la verdad", pero cabe la aclaración que no será la verdad absoluta, sino algunos
de sus grados, formal o material, que si bien no es lo mismo se encuentra sumamente
aproximado a la verdad subjetiva y verdad objetiva.

El juez como ser humano no puede prescindir de la verdad para dictar sus resoluciones,
pero por más esfuerzo que realice sólo podrá obtener una versión subjetiva de la verdad.

La carga de la prueba en materia penal

A este respecto, resulta aplicable el principio de que las partes probarán los hechos en
que funden su pretensión o bien conforme a los cuales basen su resistencia a tal
pretensión. Es decir, la parte acusadora debe acreditar los elementos constitutivos del
particular tipo penal imputado al procesado y éste a su vez tratará de demostrar las
excluyentes de responsabilidad o bien atenuantes correspondientes.
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE
SANTIAGO
UTESA - Recinto Mao

PRESENTADO POR:

Víctor Samuel Ramos Santiago 1-18-7689

PROFESOR:
Magistrado Wilson Moreta Tremols. M.A.

MATERIA:
Derecho Procesal Penal II

TEMA:
El Fardo Probatorio

Mao, Valverde,
República
Dominicana
Octubre, 2021

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