El Fardo Probatorio-Los Medios de Prueba en Materia Penal
El Fardo Probatorio-Los Medios de Prueba en Materia Penal
El Fardo Probatorio-Los Medios de Prueba en Materia Penal
Al encontrarse con un proceso penal, se detecta una exposición de hechos aportada por
las partes, con ciertos argumentos y contradicciones. Con referencia a dichos hechos es
respecto de los cuales el órgano jurisdiccional tendrá que resolver si coinciden con el
objeto narrado, sujeto a los límites que al ser humano le es posible conocer. De las
diversas versiones el juez escogerá la o las más verosímiles y la transformará en única
con el fin de obtener la verdad de los hechos nunca absoluta para los hombres, sino tan
sólo una verdad formal.
Por lo que se refiere a la primera pregunta, como es el caso de Ovalle Favela, ha sido
considerada como "la obtención del cercioramiento del juzgador sobre los hechos cuyo
esclarecimiento es necesario para la resolución del conflicto sometido a
proceso", definición poco clara pues el hecho de atribuirle a la prueba la característica
de "aclaratoria de hechos" le resta en ese sentido importancia a aspectos como los
documentos y a todo aquello que se encuentre alejado de éstos.
El manejo que hace el autor del término "hechos" es amplísimo al comprender no sólo a
los acontecimientos humanos y sucesos naturales, sino también a los actos jurídicos; por
otra parte, el autor menciona a los medios de prueba y los entiende como "(con que se
prueba) los instrumentos y conductas humanas con las cuales se pretende lograr la
verificación de las afirmaciones de hecho" idea discutible en torno a los medios de
prueba, pues con dicha definición desvincula a éstos de la prueba, al no hacer alusión al
cercioramiento del juzgador y limitarse a señalar que tenderán a verificar las
afirmaciones, de donde resulta cuestionable si las negaciones detectadas en los
argumentos propuestos por las partes no serán objeto de los medios de prueba.
Desde principios del siglo XIX, Bentham estableció dos niveles de distinción al hablar
de la prueba, el primero considerado como "el hecho principal", consistente en la
existencia o inexistencia de lo que va a ser probado y la otra parte "el hecho probador"
el cual es utilizado para demostrar la veracidad o falsedad del "hecho principal", de ahí
que toda decisión fundada en una prueba se derive de un proceso de inferencia.
Por otra parte, Víctor Fairén Guillén, establece la necesidad de distinguir entre lo que es
fuente de prueba, medio de prueba y la prueba en sí, siendo la fuente de prueba "un
concepto metajurídico que corresponde forzosamente a una realidad anterior y extraña
al proceso", en tanto que el medio de prueba "es un concepto procesal", y la fuente de
prueba "existe aun cuando el proceso no", y para que tenga el carácter de prueba "es
necesario que la aportemos en el proceso como medio".
Por último, la prueba existirá en el momento en que se aporta una fuente de prueba
como medio en el proceso, es aceptada, preparada, desahogada y valorada conforme al
criterio que adopte el titular de un tribunal, de otra manera simplemente será un medio
de prueba, pero sin valor probatorio y por consecuencia no tendrá el carácter de prueba.
Nos referimos en plural, en virtud de que no es una sino varias las clasificaciones de los
medios de prueba aportadas por la doctrina. En su tratado sobre los medios de prueba,
Bentham señalaba la práctica imposibilidad de aludir a una sola clasificación de los
medios de prueba, afirmando desde aquel entonces que cualquier propuesta debería
contemplar no sólo los medios de prueba conocidos hasta el momento sino los que aún
están por venir y en atención a que la significación de cada medio de prueba es lo
suficientemente distinta de cada una, las diversas especies deben ser marcadas con
significaciones apropiadas.
Por otra parte, surge el dilema en torno a si debe clasificarse a las fuentes de prueba, los
medios de prueba y bien si la clasificación debe recaer sobre la prueba en sí, de ahí que
algunos autores como Sentís Melendo, consideren inútil en términos prácticos una
clasificación, en virtud de su nula repercusión en el proceso.
De ahí, que cuando los autores entienden por medio de prueba todo aquello que sea
ofrecido como tal mientras no sea contrario a la moral, ni al derecho, debe quedar claro
que en estos casos se está pensando en las fuentes de prueba no obstante que se utilice el
término medios.
Principio de averiguación
Se encuentra íntimamente ligado con la actividad del juzgador, se refiere a que éste en
su búsqueda de la verdad a través de las pruebas, no queda ligado a las declaraciones de
los participantes en el proceso (por ejemplo, la confesión del acusado); a determinadas
actitudes del imputado (por ejemplo su incomparecencia es irrelevante respecto a la
cuestión central de si es culpable o inocente) y, a las solicitudes interpuestas, siendo
factible que introduzca de oficio las pruebas que considere pertinentes.
Principio de inmediación
Hace referencia a la conducta que debe adoptar el juzgador ante los medios de prueba
en su doble aspecto subjetivo o formal y objetivo o material.
Principio de apreciación
Para Niceto Alcalá Zamora y Castillo existen cuatro sistemas de apreciación de las
pruebas: el ordálico, el legal, el libre, y el de sana crítica o apreciación razonada:
c) Prueba libre, en este sistema el juez aprecia, sin mayor vínculo, el valor que cada
prueba le merece, sin cuidar de convencer en torno al porqué de tal determinación.
d) Sana crítica, en este sistema el juez resuelve sobre el valor de la prueba al margen de
cualquier paradigma legal, pero fundado y motivando el porqué de su proceder.
Se basa en el sentido de que en caso de duda hay que fallar en favor del acusado.
Objeto de la prueba
Hechos
Al hablar del objeto central de la prueba, hacemos referencia a los hechos, los cuales
vendrán a constituir el campo medular de aplicación, en torno a éstos, analizaremos
aspectos tales como la admisión en el proceso de hechos del conocimiento privado del
juzgador, los hechos notorios y los hechos confesados.
Al respecto, es dable mencionar por principio de cuentas que el juez no es una máquina
de administrar justicia, sino ante todo un homo sapiens in genere, siendo prácticamente
imposible prohibirle pensar y aportar sus pensamientos al proceso judicial.
Sólo en ciertos casos, es posible admitir la entrada directa en el proceso de hechos del
conocimiento privado del juez, pero entonces hablamos de que el juez se comportará
como un testigo y no como un juez, en este supuesto estamos ante hechos distintos de
aquellos que el juzgador tiene conocimiento por su actividad jurisdiccional y en tal
virtud debe quedar claro que para poder tener relevancia procesal el juzgador deberá
comparecer en calidad de testigo en un proceso.
Al estar en presencia de hechos confesados ante agentes de la policía judicial, puede ser
que dicha confesión se encuentre viciada por el hecho de haber sido arrancada por la
tortura o la violencia moral o física.
Ahora bien, no obstante que exista la confesión del detenido, el valor que se le otorgará
será el de mero indicio.
a) El defensor debe tener libertad para brindar a su cliente el mejor consejo el cual
puede incluir la recomendación de una declaración de culpabilidad, enfatizando que no
debe hacer eso si no ha cometido los hechos del delito imputado.
Hechos notorios
Por lo que respecta a los hechos notorios o del conocimiento general de una comunidad
de personas, Calamandrei consideraba que no bastaba el ser conocido por la generalidad
de ciudadanos en un lugar y momento en que se produce la sentencia, no siendo el
conocimiento efectivo del hecho lo importante, sino la normalidad del conocimiento por
los miembros de un cierto círculo de personas.
La notoriedad de ciertos hechos, se distingue en general, local y del tribunal, pues puede
ser que ciertos hechos sean del conocimiento general de una comunidad, de cierta
localidad o del tribunal que está conociendo del asunto.
Los hechos notorios no son lo mismo que los hechos evidentes, de los primeros tan sólo
se tiene noticia y en cuanto a los segundos constituyen una verdad axiomática, de tal
manera que a nivel histórico encontramos hechos evidentes.
Ahora bien, debe tenerse cuidado con los medios de comunicación masiva, que en
ocasiones comunican noticias falsas, atribuyendo la calidad de notoriedad a ciertos
hechos que son falsos y posteriormente no admiten lo relativo a su falsedad.
El juez como ser humano no puede prescindir de la verdad para dictar sus resoluciones,
pero por más esfuerzo que realice sólo podrá obtener una versión subjetiva de la verdad.
A este respecto, resulta aplicable el principio de que las partes probarán los hechos en
que funden su pretensión o bien conforme a los cuales basen su resistencia a tal
pretensión. Es decir, la parte acusadora debe acreditar los elementos constitutivos del
particular tipo penal imputado al procesado y éste a su vez tratará de demostrar las
excluyentes de responsabilidad o bien atenuantes correspondientes.
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE
SANTIAGO
UTESA - Recinto Mao
PRESENTADO POR:
PROFESOR:
Magistrado Wilson Moreta Tremols. M.A.
MATERIA:
Derecho Procesal Penal II
TEMA:
El Fardo Probatorio
Mao, Valverde,
República
Dominicana
Octubre, 2021