Las Emociones
Las Emociones
Las Emociones
Las emociones son propias del ser humano. Se clasifican en positivas y negativas en función de su
contribución al bienestar o al malestar. Todas las emociones, tanto las de carácter positivo como las de
carácter negativo, cumplen funciones importantes para la vida.
Todas las emociones son válidas. No existen emociones buenas o malas. Las emociones son energía y la
única energía que es negativa es la energía estancada. Por esta razón, es necesario expresar las
emociones negativas retenidas que pueden desencadenar problemas mayores.
No podemos desconectar o evitar las emociones. Cualquier intento por controlarlas a través del
consumo de tabaco, alcohol u otras drogas puede generar problemas más importantes a largo plazo.
Podemos aprender a manejarnos con nuestros estados emocionales.
Tristeza: La sentimos cuando perdemos algo importante o cuando nos han decepcionado. A veces da ganas de
llorar
Sorpresa: La sentimos como un sobresalto, por algo que no nos esperamos. Es un sentimiento que dura muy
poquito y que sirve para orientarnos.
Miedo Lo sentimos cuando estamos ante un peligro. Algunas veces es por algo real, pero otras ocurren por
algo que nos imaginamos.
Aversión Lo sentimos cuando alguien no nos trata bien o cuando las cosas no salen como queremos.
Alegría Ocurre cuando conseguimos algo que deseábamos mucho o cuando las cosas nos salen bien. Nos
transmite una sensación agradable.
1. Desarrollar actividades alternativas. Hay muchas cosas que podemos hacer cuando nos encontramos ante
una emoción intensa, lo importante es determinar cuáles de ellas son las adecuadas para cada niño y para
cada situación.
Aprender formas de controlarse:
•alejarte del lugar
•no volver hasta estar tranquilo
•respirar profundamente
•pensar en otra cosa
•contar hasta 10
•pasear
•hablar con un compañero
•escuchar música
•leer
•jugar
•hablar con tus amigos
•imaginarte que estás en otro lugar
•ver la TV
•recordar la letra de una canción
2. Técnica del semáforo. Otra forma de regulación emocional es la técnica del semáforo, el objetivo es que
aprendas a asociar los colores del semáforo con las emociones y la conducta. A continuación, te mostramos un
ejemplo para facilitar el aprendizaje de esta habilidad:
pasos:
3. Habilidad para estar abierto a los estados emocionales y los pensamientos negativos. El objetivo es
desdramatizar las situaciones que suelen provocar reacciones negativas.
Manejar la tristeza
Anímale a:
• Dibujar lo que sientes. Puedes dibujar, pintar, hacer un collage, escribir, etc. Es importante que expreses tu
tristeza de alguna manera. Esto te ayudará a sentirse mejor.
• Hablar, con tus abuelos, amigos o compañeros. Es necesario que comprendas que no debes tener miedo a
contar cómo te siente y a comentar a los demás cómo te pueden ayudar.
• Hacer una lista de las cosas buenas que tienes. Te ayudará a ver todo lo bueno que tienes a su alrededor.
Manejar la alegría
Anímate a:
• Contagiar tu alegría. Los días que te sientas con ganas de reír, saltar y gritar comparte tu alegría con los
demás, te sentirás aún mejor y ayudarás a que las personas de tu alrededor también se sientan bien.
• Escribir cómo te siente en ese momento y conserva el escrito. Quizá te ayude leerlo en otros momentos
cuando te encuentres triste o sin ganas de nada.
• Tomatae una foto divertida. Guárdala, también te ayudará mirarla en los momentos malos.
Manejar el miedo
Anímate a:
• Dibujar tus miedos. Si tienes miedo de los monstruos o a un animal, dibuja uno y que se haga tu amigo. Si
tienes miedo a las tormentas escribe un cuento sobre los rayos y los truenos.
• Aceptar tu miedo. Tienes derecho a sentir miedo, todos somos valientes para algunas cosas y, al mismo
tiempo, tenemos miedo a algo.
• Divertirse con su miedo. Si lt asusta la oscuridad, puedes usar una linterna y convertirte en un intrépido
explorador de la selva. Si lo que te da miedo es la sangre, puede imaginarse cosas que sean de tu mismo color
pero que le gusten como tomates, globos, etc.
• Intentar que el miedo sea más pequeño. Da igual a lo que tengas miedo, ya sea algo real o imaginario…
puedes decirte “Hay mucha más gente que también ha tenido miedo a… y se han dado cuenta de que no pasa
nada. Seguro que tú también serás capaz de hacerlo”.
• Hablar sobre ello. Es importante que no lo mantengas en secreto. Si el miedo es muy grande y te hace
pasarlo muy mal coméntalo. Así podrás ayudarte a comprender lo que está pasando.
Manejar el enfado
Anímate a:
• Saber el motivo real de tu enfado. No siempre es fácil saber porque estamos enfadados, a veces la tomamos
con nuestro hermano pequeño cuando con quien realmente estamos enfados es con el compañero que nos
fastidió en el recreo. Es necesario conocer las causas que originan el enfado para buscar una solución.
• Pararse a pensar antes de actuar. Stop el semáforo está en rojo, esperar y contar hasta 10 te ayudará a no
descargar tu rabia y a pensar qué es lo mejor que puedes decir o hacer.
• Hablar con la persona que te ha molestado. Es importante que comentes con la persona qué le ha hecho
enfadar, cómo te sientes y qué necesitas. Eso sí, sin gritarle ni insultarle.
• Respirar tranquilamente e imaginarse que estás en un lugar que te guste mucho (playa, campo, en una
nube, etc.), cualquier lugar sirve.
• Descargar tu rabia. Si el enfado es muy grande, puede hacer ejercicio, escuchar música, ver una película
divertida
• Buscar ayuda en los adultos para solucionar la situación.
El enojo, la tristeza y el miedo no son emociones negativas en si, y no se sienten negativas cuando se les
permite su expresión natural.
Sucede que estamos habituados a reprimirlas, porque nos resultan desagradables. Una vez que hemos podido
extraer información de esa emoción, le permitimos fluir. Es el bloqueo de la energía que tiene la emoción la
que resulta negativa.
Mirándolo con el pensamiento reversible, cada emoción contiene una dualidad: La característica doble
proviene de buscar: el TALENTO que corresponde a cada emoción.
el ENOJO implica VALOR
el MIEDO implica PRECAUCIÓN
la TRISTEZA implica ACEPTACIÓN
la ALEGRÍA implica DESPREOCUPACIÓN