Neurectomia Del Femorocutaneo

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r e v h i s p a n o a m h e r n i a .

2 0 1 5;3(2):59–64

Revista Hispanoamericana de Hernia

www.elsevier.es/rehah

Original

Tratamiento laparoscópico de la meralgia


parestésica. Revisión de la bibliografía

Alfredo Moreno-Egea ∗
Unidad de Pared Abdominal, FEA de Cirugía General y Digestivo, Clínica Hernia, Murcia, España

información del artículo r e s u m e n

Historia del artículo: Introducción: La meralgia parestésica es un síndrome de dolor y disestesia en la región antero-
Recibido el 22 de diciembre de 2014 lateral del muslo originada por el atrapamiento o la lesión del nervio femorocutáneo lateral.
Aceptado el 27 de diciembre de 2014 No disponemos todavía de evidencia sobre cuál debe ser su manejo clínico o su mejor forma
On-line el 18 de febrero de 2015 de tratamiento. El propósito de este trabajo es presentar un caso y revisar la bibliografía.
Método: Se presenta un caso personal de diagnóstico complejo y demorado. Se realiza una
Palabras clave: búsqueda sobre la meralgia parestésica desde 1970 a 2014, usando las bases de PubMed,
Meralgia parestésica CINAHL y Proquest.
Nervio femorocutáneo lateral Resultado: El conocimiento anatómico es básico para prevenir la lesión nerviosa durante la
Laparoscopia cirugía. El diagnóstico puede ser muy complejo, y precisa un alto índice de sospecha y un
Hernioplastia adecuado estudio diferencial de otros procesos osteomusculares. El tratamiento quirúrgico
parece ser la opción más eficaz, pero es todavía controvertido.
Conclusión: La neurectomía laparoscópica es una opción segura, eficaz y permanente para
tratar la meralgia parestésica refractaria a otros tratamientos conservadores.
© 2014 Sociedad Hispanoamericana de Hernia. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Este
es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND
(http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

Laparoscopic treatment for meralgia paresthetica. Review of the literature

a b s t r a c t

Keywords: Introduction: Meralgia paresthetica is a syndrome of pain and dysesthesia in the anterolateral
Meralgia paresthetica thigh caused by entrapment or lateral femoral cutaneous nerve injury. We have no evidence
Lateral femoral cutaneous nerve yet of which must be the clinical management or the best form of treatment. The aim of
Laparoscopy this paper is to present a case and review of the literature.
Hernioplasty Methods: A personal case of complex and delayed diagnosis is presented. Search on meralgia
paresthetica is done between 1970-2014 using PubMed, CINAHL, and Proquest databases.
Results: Anatomical knowledge is essential to prevent nerve injury during surgery. The
diagnosis can be very complex and requires a high index of suspicion and an adequate


Autor para correspondencia. Avda. Primo de Rivera 7, 5.o D, 30008. Murcia. España. Tel.: +968 905061; fax: +968 232484.
Correo electrónico: [email protected]
http://dx.doi.org/10.1016/j.rehah.2014.12.004
2255-2677/© 2014 Sociedad Hispanoamericana de Hernia. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Este es un artículo Open Access bajo la
licencia CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).
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differential study of other musculoskeletal processes. Surgical treatment appears to be the


most effective option but it is still controversial.
Conclusion: Laparoscopic neurectomy is a safe, effective and permanent option to treat
meralgia paresthetica refractory to other conservative treatments.
© 2014 Sociedad Hispanoamericana de Hernia. Published by Elsevier España, S.L.U. This is
an open access article under the CC BY-NC-ND license
(http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

Introducción Material y métodos

La meralgia parestésica o mononeuropatía del femorocutá- Caso clínico


neo lateral (MP) es una afección rara y poco conocida por los
cirujanos. Se caracterizada por dolor y parestesias sobre la Varón de 55 años de edad, sin antecedentes de interés hasta
zona anterolateral del muslo, y su incidencia en EE. UU. ha que en el año 2006 se le realizó una coronariografía por
sido cifrada por van Slobbe en un 4.3 por cada 10 000 habi- punción en muslo derecho. A partir de entonces el paciente
tantes/año1 . Sin embargo, esta condición puede ser mucho inició dolor incapacitante sobre ingle y muslo. El dolor se
más frecuente si consideramos que es infravalorada y confun- agudizaba con la bipedestación prolongada. Durante 5 años
dida con otras afecciones lumbares. El nervio femorocutáneo fue tratado de forma conservadora por múltiples especia-
lateral (NFCL) es puramente sensorial, discurre lateral al listas, como anestesistas/unidades del dolor (fármacos para
músculo psoas y alcanza el ligamento inguinal cerca de la el dolor neuropático como antiinflamatorios, analgésicos,
espina ilíaca anterosuperior (EIAS) para después pasar a la corticoides, benzodiacepinas, mórficos, etc.), fisioterapeutas
pierna, donde transcurre superficial hasta alcanzar la rodi- (masajes, calor local, descargas, etc.), traumatólogos (infiltra-
lla. Aunque se han descrito múltiples etiologías, podemos ciones de aductor, pubis, piramidal, columna, cordón escrotal,
considerar dos grandes formas, una idiopática (metabólica trocánter, isquion, etc.), urólogos y neurólogos, sin conseguir
o mecánica) y otra iatrogénica (trauma o cirugía). La forma mejoría clínica.
idiopática no tiene predominancia por sexo, aparece en la En el año 2010 se le diagnosticó una posible hernia ingui-
edad media de la vida, aunque se ha reportado en cual- nal oculta como causa del dolor (ecografía no concluyente),
quier grupo de edad, y afecta típicamente de forma unilateral y fue intervenido mediante hernioplastia anterior con malla
(20 % bilateral). También se ha publicado una posible forma tipo tapón (polipropileno de alta densidad). El dolor no des-
familiar1–4 . apareció. Como técnicas de estudio se realizaron ecografías,
El diagnóstico debe hacerse de forma clínica. El dolor tomografías, resonancias, gammagrafía y electromiografía,
típico es urente (como quemazón u hormigueo en la cara sin llegar a un diagnóstico claro. Además, se le realiza-
anterior del muslo) y se acompaña de cambios sensoriales ron diversos bloqueos anestésicos de los nervios periféricos,
en dicha zona. Este dolor aumenta cuando el paciente está aparte de radiofrecuencias del genitofemoral, ganglio dorsal
parado de pie y al caminar. Deben excluirse otros procesos, espinal, simpático cervical, toracolumbar, sacro, del nervio
como lesiones de la articulación sacroilíaca, alteraciones de femoral y del abdominogenital. En el año 2012 se le aconsejó
cadera o columna, radiculopatías y espondilolistesis, metás- realizar una triple neurectomía, que se llevó a cabo sin que
tasis en la cresta ilíaca, apendicitis y hernia discal lumbar. resultara eficaz para controlar el dolor sobre el muslo. Ante la
La historia clínica, por tanto, es fundamental para orientar persistencia de los síntomas, que llegaron a limitar de manera
el diagnóstico, y debe completarse con una detallada explo- completa su calidad de vida (perdió su trabajo), fue enviado a
ración física por dermatomas. En la MP los reflejos y la fuerza nuestra Unidad para su valoración. El dolor se registró como 9
muscular deben estar conservados. Una electromiografía y los en una escala de 0 a 10. Tras una nueva historia, se realizó una
potenciales provocados nos ayudaran después a confirmar la nueva electromiografía, que mostraba una ausencia de poten-
lesión4–6 . ciales sensitivos del NFCL derecho y un bloqueo selectivo del
El tratamiento inicial de la MP debe ser conservador. NFCL, que resultó positivo con una eliminación inmediata del
Muchos casos pueden beneficiarse de la eliminación de dolor, que duró 40 min. Los resultados apoyaban una posible
los factores que conllevan la compresión del nervio (obe- lesión de este nervio, y se planteó realizar una laparoscopia
sidad, ropa, cinturones, posturas defectuosas, etc.) y de para neurectomía extraperitoneal de dicho nervio. El paciente
una fisioterapia/rehabilitación. Cuando con estas medidas no presentó complicaciones y fue dado de alta a las 24 h. A
no es suficiente se puede recurrir a las infiltraciones y los 6 meses, aunque con alguna molestia (escala visual analó-
bloqueos, pero suelen ser una solución temporal, y al gica de 1) y entumecimiento, no necesitó tratamiento médico
final los pacientes intratables deben ser evaluados para analgésico, y ahora realiza ejercicio con normalidad (fig. 1).
cirugía7–11 .
El objetivo de este trabajo es presentar un nuevo caso de
MP: la descripción de la técnica de neurectomía laparoscó- Técnica quirúrgica
pica totalmente extraperitoneal y realizar una actualización
del tema, remarcando sus puntos de interés para los La técnica anestésica es una general con infusión de propo-
cirujanos. fol, remifentanil y sufentanil. La técnica de abordaje es la
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A
Ligamento inguinal
EIAS

Ilíaco
d

ce

B Ligamento inguinal
EIAS

Ilíaco

ce

Figura 2 – Abordaje laparoscópico. Visión del nervio


femorocutáneo lateral. A (superior): localización del nervio
sobre el músculo ilíaco. B (inferior): neurectomía. ce: cordón
espermático; d: deferente; EIAS: espina ilíaca
Figura 1 – Esquema de la distribución del nervio anterosuperior.
femorocutáneo lateral (Primal Interactive Hip; edición de
2013, en www.primalpictures.com). El nervio
femorocutáneo aparece más brillante y en la zona externa
de la figura. estudios aleatorizados y de evidencias sobre su diagnóstico y
tratamiento.

Anatomía clínica
habitual para tratar la hernia inguinal por laparoscopia total-
mente extraperitoneal, mediante trocar balón de distensión y Los cirujanos deberían conocer el trayecto del nervio femoro-
trocares auxiliares de trabajo sobre la línea media (2 de 5 mm). cutáneo para poder evitar su lesión inadvertida durante una
Se explora el espacio inguinal y se accede al anillo inguinal intervención quirúrgica, sea por abordaje abierto o laparoscó-
interno, donde se visualiza la malla implantada. Primero se pico. El NFC es un nervio sensitivo que se origina en las raíces
localiza el nervio genitofemoral, que se visualiza paralelo y L2-L3 y aparece en el borde lateral del psoas mayor. Desde el
lateral a los vasos ilíacos, sobre el músculo psoas, hasta alcan- borde externo de este músculo emerge para cruzar la parte
zar el anillo inguinal interno, donde es atrapado en una zona anteroinferior del músculo cuadrado lumbar, cruza el ilíaco
de fibrosis. Antes de proceder a su sección, se diseca todo su en dirección mediolateral hasta la escotadura interespinosa (o
trayecto y después se extrae un segmento de 3-4 cm para estu- innominada), entre este músculo y la aponeurosis lumboilíaca
dio histológico. Después se localiza el NFCL sobre el músculo (o fascia ilíaca), en general por debajo de la arteria circunfleja
ilíaco, se diseca su trayecto desde el ligamento inguinal hasta ilíaca profunda, cerca del tracto iliopúbico. La fascia ilíaca está
el borde lateral del psoas y se reseca (fig. 2) (en ambos casos, cubierta por la lámina abdominopelviana en el hombre (Chif-
la histología confirma fibras nerviosas). Se retiran los trocares flet) y la iliogenital en la mujer (Koch). Ambas delimitan con
bajo visión directa y se concluye la intervención. la fascia ilíaca el espacio retroparietal posterior, que es la vía
de abordaje preperitoneal. Sale de la pelvis habitualmente por
Revisión bibliográfica debajo del ligamento inguinal. Los estudios de Majkrzak indi-
can que el nervio se sitúa hasta 3 cm medial a la EIAS y a 1.5 cm
Como método de investigación se realizó una búsqueda en profundo al ligamento inguinal («zona de peligro anatómico»),
PubMed, CINAHL y Proquest. Como palabras clave se utiliza- y su punto más frecuente es a 1.25 cm de la EIAS, según Ray
ron los términos meralgia paresthetica, lateral femorocutaneous et al. Esta distancia parece que podría ser menor en los casos
nerve, femorocutaneous neuropathy y femorocutaneous entrapment. de MP idiopática (media de 0.52 cm). Pero no debemos olvi-
Se contempló como años de estudio el intervalo de 1970 a dar que hasta en un 18 % puede pasar lateral a la EIAS. En el
2014. La mayoría de los artículos analizados fueron observa- muslo, perfora el tabique de la fascia lata y uno o dos trave-
cionales. La única revisión en Cochrane destacó la ausencia de ses de dedo por debajo de la EIAS rodea el borde interno del
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sartorio o lo atraviesa, único o dividido, para colocarse entre el alteración sensorial, parestesias o hipersensibilidad, sobre
músculo y la fascia lata. Termina originando 2 ramas: 1) una la región anterolateral del muslo. En ocasiones se puede
glútea o posterior que se dirige al trocánter mayor y piel de encontrar un punto gatillo al golpear el nervio cerca del liga-
la región glútea, y 2) una crural o anterior que se subdivide mento inguinal, y se reproducen los síntomas. La presencia
llegando hasta la rótula e inervando la cara anterolateral del de signos motores, como la debilidad del cuádriceps o del
muslo entre el músculo y la fascia lata, en un trayecto de lon- iliopsoas, nos debe remitir a otras etiologías como la neu-
gitud de unos 10 cm (fig. 1)12–14 . Las variaciones más comunes ropatía femoral o radiculopatía lumbar. Nouraei et al. han
de este nervio son: a) división en la pelvis (a nivel preperito- demostrado que los síntomas pueden reproducirse con la
neal); b) ausencia de la rama glútea; c) originarse del nervio compresión de la pelvis, test que puede alcanzar una sensi-
crural (femoral); d) que siga el trayecto del nervio crural, o e) bilidad del 95 % y una especificidad del 93.3 % para la MP25 .
que esté ausente y sea suplido por el nervio genitofemoral. Las pruebas complementarias son útiles para facilitar un
diagnóstico diferencial y plantear el origen topográfico y etio-
Seguimiento lógico de la lesión. Los estudios neurofisiológicos, como los
de potenciales evocados y de conducción, pueden alcanzar
Los controles del paciente se realizaron de forma física y fue- una sensibilidad del 81 % y del 65 %, respectivamente. Un blo-
ron recogidos en una base de datos informatizada, a los 7 días queo anestésico con respuesta temporal refuerza aún más
y 1, 3, 6 y 12 meses. Los parámetros intrahospitalarios evalua- la confianza en el diagnóstico clínico4–6 . Nuestro caso fue
dos fueron el tiempo quirúrgico, la morbilidad y la estancia erróneamente diagnosticado con patología osteomuscular, y
hospitalaria. El dolor se cuantificaba según una escala visual su retraso derivó en múltiples pruebas y tratamientos que
analógica, entre 0 y 10 (en la que 0 supone una total ausencia complicaron su manejo posterior. Este retraso diagnóstico, en
de dolor, y 10, el máximo posible). Durante el seguimiento se nuestro medio, podría estar relacionado con un pobre cono-
evaluaron también la necesidad de tratamiento analgésico y cimiento de esta entidad por parte de muchos médicos y
la actividad física habitual. cirujanos.

¿Cómo manejar al paciente con meralgia parestésica?


Discusión
La forma espontánea puede ser secundaria a un trastorno
La MP es un raro padecimiento originado por la lesión del funcional de la columna lumbar o la pelvis. Suele explicarse
NFCL. Fue descrita por primera vez en 1878 por Bernhardt, y el como un pinzamiento resultado de un aumento de la presión
término fue acuñado por Roth en 1895, por lo que también se la debido al espasmo de los músculos que subyacen al liga-
conoce como «síndrome de Bernhardt-Roth o meralgia pares- mento, es decir, sobre el músculo psoas ilíaco y tensor de
tésica de Roth»15,16 . Su etiología es muy variada, ya que dicho la fascia lata. Los espasmos o aumentos de la tensión del
nervio puede verse afectado a cualquier nivel de su trayecto, psoas y el ilíaco son una afección muy frecuente, causada
desde su origen en la segunda raíz lumbar hasta su termi- por puntos gatillo musculares en disfunciones de la unión
nación sobre la cara anteroexterna del muslo. La variabilidad toracolumbar, la unión lumbosacra, la cadera e incluso el
anatómica de su trayecto es tan elevada, además, que hace cóccix. De ahí que si normalizamos la función de la región
que su identificación y preservación durante una disección lumbar y pélvica, y relajamos los músculos psoas ilíaco y
quirúrgica pueda ser realmente difícil12–14,17 . La llegada de la tensor de la fascia lata, podríamos llegar a mejorar esta
laparoscopia ha incrementado la incidencia de la MP derivada afección.
no solo de la disección quirúrgica sino también de la colo- Inicialmente siempre debemos plantear medidas conser-
cación de los trocares y de otras maniobras como el uso de vadoras que pueden llegar a ser efectivas en ciertos casos,
dispositivos de fijación (tackers). Según Stark et al., la repara- como corregir la postura de la cadera para evitar una exten-
ción de una hernia inguinal mediante abordaje laparoscópico sión excesiva, evitar prendas apretadas en las caderas, corregir
ha quintuplicado su incidencia respecto al abordaje abierto18 . una dismetría de miembros inferiores, la inactivación de los
Entre las causas documentadas de lesión del NFCL figuran puntos gatillo del sartorio, psoas ilíaco y tensor de la fas-
las lesiones discales, compresión por el ligamento inguinal cia lata, fortalecer los músculos abdominales, etc. Houle ha
(obesos y embarazadas), fracturas, hematomas, abscesos o documentado el posible beneficio del manejo quiropráctico
tumores cerca de la EIAS, obtención de injertos de cresta ilíaca, combinando movilización pélvica, terapia miofascial, masa-
cirugías tanto por vía abierta como por abordaje laparoscópico jes transversos de fricción y ejercicios de resistencia8 . En
(apendicectomía, colecistectomía, histerectomía, hernioplas- los casos en que no hay respuesta y los síntomas se hacen
tia, linfadenectomías ilioinguinales, etc.), heridas sobre la cara más severos se puede intentar la neuromodulación por radio-
externa del muslo, por compresión externa (fajas o corsés muy frecuencia pulsada o la infiltración perineural con lidocaína
ajustados), por distensión (obesidad, embarazos o pérdida de y prednisona, que puede realizarse bajo control anatómico
peso considerable) y por montar en bicicleta19–24 . o guiado por ecográfica. Tagliafico et al. refieren una efica-
cia para controlar el dolor del 80 % a las 2 semanas de la
¿Cómo hacer el diagnóstico de meralgia parestésica? punción26–28 .
Si las medidas conservadoras fracasan, se puede plantear
El diagnóstico de la MP debe ser fundamentalmente clínico, la cirugía, pero no existe acuerdo ni respecto a la técnica
basado en las características del dolor, que empeora típi- (¿neurectomía o neurolisis?) ni respecto a la vía de abordaje
camente al permanecer de pie, y en la demostración de (¿anterior o laparoscopia?).
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(1) Se han descrito dos tipos de técnicas quirúrgicas, la 4. La neurectomía laparoscópica es una opción segura y eficaz
neurolisis y la resección del nervio, cada una de ellas con para tratar la MP refractaria a otros tratamientos conserva-
sus ventajas y sus inconvenientes. La neurolisis (liberación dores.
del nervio del ligamento inguinal y transposición medial) ha
demostrado ser eficaz para controlar el dolor en la MP un
60-95 % de las veces, pero tiene como principales inconve- Conflicto de intereses
nientes la posible presencia de un neuroma, las variaciones
anatómicas en el trayecto del nervio, una inadecuada des- El autor declara no tener ningún conflicto de intereses.
compresión y una posible recurrencia de los síntomas. Para
mejorar los resultados de la neurolisis necesitamos mejorar
el diagnóstico y asegurar la liberación completa del nervio a
Agradecimientos
nivel de la fascia ilíaca, ligamento inguinal y sobre el muslo.
La neurectomía se considera la mejor opción si el nervio está
Al Dr. Erwin Koch Odstrcil, profesor titular, cátedra de Anato-
muy dañado o están afectadas múltiples ramas. La posibili-
mía de la Facultad de Ciencias de la Salud, UNSTA. Miembro
dad de recurrencia también parece ser menor, si el nervio es
emérito de la Sociedad de Cirujanos de Tucumán (Argentina).
bien localizado. De nuevo, la variación en su trayecto debe
Gracias, amigo, por tus ilustraciones y consejos.
tenerse en mente antes de diseñar el abordaje quirúrgico. Las
complicaciones atribuidas a esta opción son una anestesia
permanente sobre la cara anterior del muslo, probable res-
bibliograf í a
tricción motora, infección local, sangrado y persistencia del
dolor. Los pacientes deben ser advertidos de estas posibili-
dades en el trascurso del consentimiento informado sobre
1. Van Slobbe AM, Bohnen AM, Bersen RM, Koes BW,
sus opciones terapéuticas29–31 . Algunos autores han suge-
Biermazeinstra SM. Incidence rates and determinants in
rido utilizar la neurolisis como un tratamiento previo a la meralgia paresthetica in general practice. J Neurol.
resección6 . Emamhadi, en un estudio comparativo prospec- 2004;251:294–7.
tivo, concluye que la resección es superior a la neurolisis. 2. Harney D, Patjin J. Meralgia paresthetica: Diagnosis and
Esta segunda opción no es permanente, y el dolor recurre management strategies. Pain Med. 2007;8:669–77.
en todos los pacientes dentro de los 9 meses después del 3. Cheatham SW, Kolber MJ, Salamh PA. Meralgia paresthetica: A
review of the literature. Int J Sports Phys Ther. 2013;8:883–93.
tratamiento10 .
4. Malin JP. Familial meralgia paresthetica with an autosomal
(2) La cirugía abierta supone un acceso anterior mediante dominant trait. J Neurol. 1979;221:133–6.
una pequeña incisión infrainguinal, centrada sobre la EIAS, 5. Patijn J, Mekhail N, Hayek S, Lataster A, van Kleef M, van
localizando el nervio y dividiendo el ligamento inguinal Zundert J. Meralgia paresthetica. Pain Pract. 2011;11:302–8.
si es preciso. Pero la gran variabilidad en el trayecto del 6. Grossman MG, Ducey SA, Nadler SS, Levy AS. Meralgia
nervio respecto a la EIAS puede hacer dificultosa esta paresthetica: Diagnosis and treatment. J Am Acad Orthop
opción. En 2011, Bhardwaj y Lloyd propusieron el abor- Surg. 2001;9:336–44.
7. Alexander RE. Clinical effectiveness of electroacupuncture in
daje laparoscópico como una solución para evitar dicho
meralgia paraesthetica: A case series. Acupunct Med.
problema32 . Este abordaje puede realizarse de forma ambu- 2013;31:435–9.
latoria, y resulta fácil de aprender para aquellos cirujanos 8. Houle S. Chiropractic management of chronic idiopathic
con experiencia en el tratamiento laparoscópico de la her- meralgia paresthetica: A case study. J Chiropr Med.
nia inguinal. Nosotros lo hemos confirmado con este segundo 2012;11:36–41.
caso que se presenta en la bibliografía y primero que 9. Berini SE, Spinner RJ, Jentoft ME, Engelstad JK, Staff NP,
Suanprasert N, et al. Chronic meralgia paresthetica and
se documenta de forma completa, ya que el publicado
neurectomy: A clinical pathologic study. Neurology.
por Bhardwaj no incluye la descripción del caso clínico.
2014;82:1551–5.
Dada la complejidad de este por varias cirugías previas, 10. Emamhadi M. Surgery for Meralgia Paresthetica: Neurolysis
planteamos el abordaje laparoscópico por permitirnos una versus nerve resection. Turk Neurosurg. 2012;22:758–62.
magnífica visualización y exposición del nervio en su recorrido 11. De Ruiter GC, Wurzer JA, Kloet A. Decision making in the
extraperitoneal y asegurar su sección antes de su bifurca- surgical treatment of meralgia paresthetica: Neurolysis
ción, cubriendo así casi todo el espectro de sus posibles versus neurectomy. Acta Neurochir (Wien). 2012;154:1765–72.
12. Majkrzak A, Johnston J, Kacey D, Zeller J. Variability of the
lesiones33 .
lateral femoral cutaneous nerve: An anatomic basis for
En conclusión: planning safe surgical approaches. Clin Anat. 2010;23:304–11.
13. Ray B, D’Souza AS, Kumar B, Marx C, Ghosh B, Gupta NK, et al.
1. Un adecuado entrenamiento quirúrgico debe contemplar Variations in the course and microanatomical study of the
unos conocimientos precisos sobre la disposición anató- lateral femoral cutaneous nerve and its clinical importance.
mica del NFCL, para evitar su lesión durante la cirugía. Clin Anat. 2010;23:978–84.
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Bernathova M, et al. Common anatomical variation in
aumenta el riesgo de lesión del NFCL. La «zona de peligro
patients with idiophatic meralgia paresthetica: A high
anatómico» debe ser recordada antes de la disección o el resolution ultrasound case-control study. Pain Physician.
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3. El diagnóstico clínico precisa un alto índice de sospecha. 15. Bernhardt M. Neuropathologische beobachtungen. I.
Su manejo debería realizarse en unidades especializadas. Periphere lahmungen. D Arch Klin Med. 1878;22:362–93.
64 r e v h i s p a n o a m h e r n i a . 2 0 1 5;3(2):59–64

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