UNIDAD 5 Monarquía
UNIDAD 5 Monarquía
UNIDAD 5 Monarquía
TEMAS
- La Roma monárquica y el nacimiento de la Urbs.
- La república: patricios y plebeyos.
- Las transformaciones hasta el siglo II: surgimiento del esclavismo y
conquistas.
- Reformas agrarias: la crisis de la república y la pequeña propiedad
campesina.
- La villa esclavista.
- Los colonos republicanos y el sistema de la locatio-conductio.
TEMAS
- Período protourbano y nacimiento de la urbs
- Monarquía romana
- Las reformas de Servio Tulio
LA URBS
Capítulo 4. El nacimiento de la Ciudad - Estado
-Sistema gentilicio: la estirpe (gens) era un grupo familiar con un antepasado común.
No es exclusivo de Roma. Abarca todas las clases. Se difundió con la urbanización (siglo
VII), fue una organización pre política, eclipsada por la aparición del Estado.
-El primer asentamiento griego en Italia en Pitecusa (770 a. C.). Repercusiones sobre la
vida social, económica y cultural de los pueblos nativos, especialmente en la aristocracia. El
cambio más profundo sería la formación de la ciudad – estado (segunda mitad del siglo
VII)
-Tres tribus (Ticies, Rammes y Lúceres) divididas en treinta curias (diez por cada tribu).La
pertenencia a una curia dependía de la filiación gentilicia.
MONARQUÍA
Capítulo 5. La historia tradicional: reyes, reinas, acontecimientos y fechas.
-Problemas de cronología
Discordia entre la tradición (construida por los propios romanos acerca de sus
reyes), los datos arqueológicos y la lógica de las fechas.
¿Monarquía del 754-3 al 509 a.C.?
Propuesta de CORNELL: 625 al 509 a.C.
-Características de la Monarquía
Electiva (no hereditaria), Consejo de patres, interregno (auspicios, elección y
comicios curiados lo aprueban).
Durante el siglo VIII a. C., las comunidades del Latium Vetus (sur del Lacio), experimentaron
una transformación gradual, un incremento constante del volumen de la población y
una consolidación de los asentamientos nucleares que habían venido desarrollándose.
A su vez, las últimas décadas del siglo VIII fueron testigos de una serie de cambios
radicales en la estructura social, que se hicieron aún más pronunciados durante
el período orientalizante.
La urbanización.
Uno de los signos más importantes del desarrollo de las ciudades–estado de la Italia central
es el cambio que podemos observar en el aspecto físico de los asentamientos. Fue este
un proceso largo y paulatino que se inició a comienzos de la Edad de Hierro
(siglos IX–VIII), cuando el sistema de pequeños poblados empezó a unificarse y dar
paso a grandes asentamientos nucleares.El fenómeno denominado protourbano, pues,
aludía a grandes concentraciones de cabañas, sin que existan signos evidentes de
planificación u organización formal del espacio.
Hasta mediados del siglo VII a. C. no empiezan a hacerse patentes los cambios. En ese
momento, la naciente élite aristocrática empezó a hacer ostentación de su riqueza.
Una novedades aún más notable, es la que supone la aparición en Etruria de palacios
monumentales o casas solariegas. Pero es en Roma donde tenemos los testimonios más
claros de desarrollo urbano dentro de la propia zona habitada.
Roma, a finales del siglo VII y comienzos del VI a. C., pasó de ser un primitivo poblado de
cabañas a convertirse en una comunidad verdaderamente urbana. Ello no significa que
desapareciera cualquier rastro del primitivo poblado de chozas. Pero desde mediados
del siglo VII, las cabañas fueron dando progresivamente paso a otros tipos de
construcción más sofisticados y a una utilización mejor organizada y planificada del espacio
urbano. A medida que fue progresando, se vio adornada de edificios públicos cada vez más
grandes y elegantes. Hacia el año 500 a. C. Roma debía de ser uno de los lugares más
suntuosos del Mediterráneo occidental, una ciudad, cuya apariencia física,estaba
en consonancia con su carácter de estado más poderoso de la Italia Central.Los edificios en
cuestión eran las casas solariegas de las principales familias de la época arcaica. En los
siglos IV y III el prestigio de dichas familias se acrecentó por el hecho de habilitar en
mansiones que tenían varios siglos de antigüedad. El rasgo principal de ese cambio, es la
sustitución de las cabañas por edificios no perecederos de piedra a lo largo del siglo VI, y la
aparición en varios lugares de santuarios monumentales.
Este cambio ha sido interpretado como una revolución urbana, punto crucial que marca el
comienzo de la historia de Roma con la primera pavimentación del Foro (625 a. C.). Pero la
teoría de la revolución urbana, ha sido sustituida por la idea de un proceso gradual de
evolución espontánea (fundación de la ciudad → desarrollo de la ciudad). Roma evolucionó
gradualmente y pasó del núcleo primigenio en lo alto del palatino a extenderse al resto de
las colinas a lo largo de la Edad de Hierro. La pavimentación del Foro y el desarrollo de la
arquitectura monumental en Roma, son considerados por los partidarios de la idea del
desarrollo de la ciudad, un desarrollo importante, pero que respondería solo a
una de las numerosas etapas por las que habría pasado el largo proceso de
urbanización,cuyos comienzos deberían situarse a comienzos del siglo VIII.
Por otra parte, existe aquella corriente más creacionista. Para Gjerstad la historia de
Roma empieza con la pavimentación del Foro. Según Drew, las ciudades surgieron en
la Italia central cuando las cabañas fueron sustituidas por las casas de materiales no
perecederos (siglo VII a. C.). Pero según lo que conocemos, se nos sugiere más bien, que
el cambio entre las cabañas y la existencia de casas, constituyó un proceso gradual de
evolución paulatina.
Gordon Childe, llega a la conclusión de que en Roma existía, ya, un
asentamiento protourbano a finales del siglo IX a. C., y de que se desarrolló hasta
convertirse en una comunidad urbana a lo largo del siglo VIII. Childe tiene en cuenta una
serie de rasgos que caracterizan un determinado tipo de comunidad urbana, pero pensó el
modelo de la ciudad romana en el tipo de ciudad que se desarrolló en Oriente Próximo,
(economía centralizada basada en un templo o palacio, y regulada por una burocracia
letrada), un tipo de comunidad urbana que no existió nunca ni en Grecia ni en Italia durante
la época clásica.
La pavimentación del Foro (625) y el Comicio son etapas decisivas no solo porque
cambiaron el aspecto físico del poblado, sino porque simbolizaba la formación de una
comunidad política, → el Foro sería un punto de reunión central que serviría a la vez de
mercado y de centro cívico. Por su parte, los edificios religiosos tienen gran importancia
para la actividad religiosa común y el establecimiento de cultos públicos.
Los datos arqueológicos nos dan indicios de una drástica reorganización de Roma en las
últimas décadas del siglo VII (Gjerstad habla de sinecismo como unificación política de la
comunidad y subordinación de la autonomía local a una sola autoridad central). En Roma,
la formación de la ciudad-estado coincidió con las grandes innovaciones introducidas en
la organización del espacio urbano y en las técnicas arquitectónicas. Para Cornell
este es el momento de fundación de Roma.
Distinción entre prácticas funerarias prospectivas y retrospectivas; esto es, entre las
prácticas que suponen un beneficio para los vivos, y las que tienen que ver con el
difunto. Se pasó de prácticas retrospectivas a prospectivas. La explicación a ello es casi con
toda seguridad, de orden cultural e ideológico, y no estrictamente económico.
Antes predominaban las tumbas de cámara y prácticas retrospectivas y privadas. Pero
desde finales del siglo VII los romanos y latinos del siglo VI y V a. C. enterraron a sus
muertos en tumbas sencillas sin acompañamientos de objetos artísticos o de valor y se
hacía una celebración pública del rango y prestigio de la familia. Se celebraban
banquetes,entretenimientos y se congregaban grandes multitudes, por lo que, el gasto
estaba guiado en ellos, más que en objetos enterrados.
Esto se vincula con la urbanización ya que las nuevas familias y gentes aristocráticas,
se convirtieron en elementos rivales de una comunidad cada vez más numerosa. Fruto de
todo ello fue que las actividades de la minoría se convirtieron en un centro de atención de
la colectividad, de ahí la orientación pública de los ritos fúnebres. La aparición de
edificios públicos sagrados y profanos, la organización del espacio urbano y la
imposición de unas normas de comportamiento por parte de una autoridad central,
constituyen una serie de innovaciones que podemos considerar otros tantos síntomas del
origen del Estado.
Santuarios
Uno de los indicios de la formación de la ciudad-estado en este período es el desarrollo de
santuarios públicos colectivos. Fue en el siglo VI cuando se condujo la construcción de
templos.
Función de los santuarios → todos los centros religiosos de la Italia arcaica eran
internacionales, en el sentido de que recibían y estaban dispuestos a aceptar ofrendas de
cualquiera que acudiese a ellos. Los santuarios extraurbanos fueron establecidos con la
finalidad específica de atraer a los extranjeros y de invitar a otras comunidades a
participar de celebraciones conjuntas. Otras de las funciones desempeñadas eran el
fomento y la supervisión del comercio internacional.
Los santuarios extraurbanos, especialmente los de la costa, explican la ruta y los
mecanismos a través de los cuales los productos griegos o fenicios, así como
individuos e ideas de esa misma procedencia, lograron penetrar en las sociedades de
la Italia central.
Los santuarios no sólo dominan los testimonios arqueológicos correspondientes al
período de los siglos VI y V; sino que constituyen además un tema de importancia
destacadísima para la tradición literaria.
Instituciones
Las fuentes nos dicen que la población de Roma arcaica estaba dividida en tres tribus
llamadas Ticies, Rammes y Lúceres, que, a su vez, estaban divididas en treinta unidades
menores llamadas curias, a razón de diez por cada tribu. Las Tribus constituían la base de
la primitiva organización militar del estado, aportando cada tribu, cien y mil hombres, a
caballería e infantería respectivamente.
Las curias conservaron ciertas funciones residuales en la vida pública de la república
romana. Formaban las unidades integrantes de una asamblea, los comicios curiados, que
se reunían para aprobar la ley que confería el imperium (mando militar) a los magistrados
superiores (lex curiata de imperio), con otras finalidades de carácter formal.Las curias
desempeñan, además, un papel en la vida religiosa del Estado.
La pertenencia a una curia dependía de la filiación gentilicia; es decir, una persona
pertenecía a una determinada curia, en virtud de haber nacido en el seno de una
determinada gens. La curia se constituirá, pues, como una hermandad, que era una
agrupación social.
Cada curia, tenía un jefe llamado curión, que debía tener más de cincuenta años para
poder acceder al cargo, que era vitalicio. Uno de esos jefes era elegido presidente de todas
las curias, con el título de curio maximus.
Cabría imaginar que con el paso del tiempo, el incremento y la movilidad de la población
tendieran a disolver los lazos existentes entre residencia y pertenencia a una
curia. Los principios que cabe establecer a partir de este análisis son los siguientes:1) las
tres tribus y las treinta curias constituyeron en un determinado momento,un elemento
fundamental de la vida política y la organización militar de Roma. 2) las tres tribus y
las treinta curias eran unidades artificiales instituidas deliberadamente con fines
administrativos y políticos.
Aventureros y Tiranos.
Uno de los rasgos más importantes de la sociedad de la Italia central del período arcaico
es la presencia de condotieros, señores de la guerra de rango aristocrático, cuyo poder se
basaba en grupos de servidores armados, a los que se denominan algunas veces
clientes y otros amigos (sodales). Estas bandas de gentes armadas constituían
esencialmente una especie de ejércitos privados. Es decir, no se trataba de un ejército
estatal, sino de una facción de todo el ejército, definida particularmente por su respectivo
jefe. Según parece, estos grupos constituyeron un elemento significativo de la sociedad
aristocrática de la Italia central, por lo menos desde mediados del siglo VI a.
C., hasta los primeros años del V. (o sea, hombres armados propios).
Un segundo aspecto de la monarquía romana de finales del siglo VI,
estrechamente vinculado con este, es su carácter tiránico. Hay buenos motivos para
suponer que los soberanos romanos del siglo VI se parecían en realidad bastante a los
tiranos que gobernaban el mundo griego por aquella época. Los últimos reyes de Roma
tenían perfecto conocimiento de lo que estaban haciendo los tiranos griegos de su
tiempo y se dedicaron conscientemente a imitarlos. Al igual que los tiranos griegos, los
últimos reyes de Roma llevaron a cabo una política exterior muy ambiciosa, fomentaron las
artes y emprendieron grandes proyectos arquitectónicos. Aumentaron su prestigio y
contribuyeron a contrarrestar el hecho innegable de que eran monarcas inconstitucionales.
Al carecer de esa legitimidad respaldada por la tradición, apelaron la mayor parte de las
veces a la autoridad carismática, y en particular, intentan hacer creer que debían su poder a
la protección y el favor de los dioses → Servio Tulio en esto constituye una figura decisiva.
El carácter popular y anti aristocrático de los últimos reyes se ve confirmado por la actitud
de los romanos de época posterior ante la institución de la monarquía. Durante el
período republicano, el propio concepto de rey era visto como una repugnancia rayana en lo
patológico. Los romanos fueron siempre conscientes de la incompatibilidad básica
existente entre los términos monarquía y libertad.
Tribus territoriales
En épocas posteriores las tribus eran divisiones territoriales del pueblo romano, y la
pertenencia de un ciudadano a una determinada tribu dependía de su lugar de residencia.
Según cierta tradición respecto a la cual nuestras fuentes muestran total unanimidad, este
sistema de tribus territoriales fue instaurado por Servio Tulio (en sustitución de las tres tribus
«romúleas» primitivas). El sistema se basaba en la división del territorio romano de Italia en
treinta y cinco tribus, cuatro de las cuales se encontraban en la propia ciudad de Roma,
mientras que las otras treinta y una constituían el resto del ager Romanus. Sin embargo,
esta organización no se produjo de una vez, sino que fue fruto de un desarrollo gradual
La mayoría de los historiadores modernos probablemente admitirían que Servio Tulio dividió
la totalidad del territorio romano simplemente en cuatro tribus. Dichas tribus comprenden las
cuatro regiones de la ciudad, cada una de las cuales incluiría además un sector de los
campos circundantes.
La reforma tribal transformó las bases de la ciudadanía romana y redefinió los vínculos que
unían al ciudadano romano con la comunidad. Concretamente, la reforma sustituyó a las
antiguas tribus romúleas y a las curias, dominadas por las viejas familias aristocráticas y a
las que sólo se podía pertenecer por nacimiento. En adelante la pertenencia a una tribu y,
por consiguiente, el derecho a poseer la ciudadanía romana, dependería de la residencia y
de estar registrado en el censo.
Censo y clases
La población era contada tribu por tribu, y dentro de toda tribu los ciudadanos eran
asignados con arreglo a su capacidad económica a una clase o infraclase. El objeto
fundamental del censo era registrar a todos los hombres físicamente aptos y
económicamente capaces de equiparse por su cuenta para el servicio militar. Dentro de
este grupo sólo era preciso hacer una distinción básica entre los que podían servir como
soldados de infantería pesada y los que sólo podían servir como vélites.
La classis constituía el elemento verdaderamente efectivo del ejército. Comprometía a los
ciudadanos que podían costearse su armadura pesada y a lo que se exigía combatir en filas
apretadas al modo de los hoplitas griegos. Por otra parte, los otros integrantes de las clases
tienen menos armamento defensivo.
La organización centuriada.
Se dice que Servio Tulio dividió al pueblo en clases según su riqueza y que subdividió cada
clase en unidades menores llamadas centurias. Los ciudadanos estaban divididos además
en grupos de edad consistentes en un número igual de centurias de iuniores (hombres
situados entre los 17 y los 45 años) y seniores (los que tenían entre 46 y 60 años). Se dice
además que esta medida respondía a una finalidad explícitamente militar. Los iuniores
tenían que prestar servicio como soldados de primera línea, y los seniores como «guardia
nacional» encargada de defender la ciudad. Los hombres de cada clase iban equipados
(evidentemente a sus expensas) con diferentes tipos de armas ofensivas y defensivas, que
reflejaban el lugar que ocupaban en la jerarquía.
Innovaciones posteriores
Período de la guerra contra Veyes (si no me equívoco, nos deberíamos situar en la
República)
Se le ha adjudicado a Servio Tulio la división en cinco clases y la creación de diversas
tribus, pero aplican retrospectivamente la realidad de la tardía República a la monarquía.
Para Cornell lo más probable es que el primitivo censo solo se limitara a establecer quiénes
eran económicamente aptos para servir en el nuevo ejército hoplita (classis) y quiénes no
(infra classem). Posiblemente Servio Tulio solo creará cuatro tribus a las que adjudicará 40
centurias (10 por tribu). En algún momento se ampliaron las clases (que ascendieron a
cinco) y las centurias (que ascendieron a 60).
La ampliación del censo serviano no tuvo objetivos militares sino políticos. Básicamente
consistió en ampliar la cantidad de clases adjudicando más centurias a las primeras que a
las últimas (y otorgando a cada clase igual cantidad de centurias de jóvenes que de
ancianos). Con ello se buscaba otorgar privilegios políticos a los ricos (y entre ellos sobre
todo a los de mayor edad) en los comicios centuriados, que desde inicios de la República
elegían a los magistrados con imperio. En estas asambleas cada centuria contaba como un
voto.
Este cambio del sistema serviano se produjo probablemente a fines del siglo V, junto con la
introducción de la paga a los soldados como compensación por las campañas demasiado
largas, la fijación de un impuesto y la adopción de algunas reformas tácticas (sistema
manipular). Para este entonces las legiones eran reclutadas de cualquiera de entre todos
los ciudadanos romanos sin importar la clase de pertenencia. Además, ya no se armaban a
sí mismos.
Conclusión.
En síntesis, Servio Tulio habría eliminado un ejército federado aristocrático basado en las
tres tribus y 30 curias dominadas por la aristocracia reemplazándolo por uno formado por el
conjunto de la ciudadanía (además ampliada con migrantes y otros individuos excluidos de
las curias) con una base residencial.
Las reformas habrían implicado la conformación de un ejército basado en centurias que
estaban integradas por población mezclada, perteneciente a las distintas tribus. Con esto se
intentaba quebrar el anterior control aristocrático.
MAPAS
Etruria