Características de Las Ramas Del Derecho

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 13

CARACTERÍSTICAS DE LAS RAMAS DEL DERECHO

Todas las ramas del derecho público tienen en común que se ocupan de la organización del
Estado y de sus diferentes manifestaciones. Se ocupan de la acción del Estado en sus
diferentes manifestaciones, habitualmente se distinguen entre Derecho externo y Derecho
interno. El Derecho externo se refiere a la situación y actividad del Estado como miembro
de la comunidad internacional, a su relación con otros Estados. El derecho internacional
privado responde a la necesidad de que la comunidad internacional exista pluralidad de
ordenamientos, ya que cada Estado tiene su propio ordenamiento. Las relaciones
particulares de diferentes Estados dependerán de los diferentes derechos internacionales
de cada Estado. El derecho internacional privado es una mezcla por consiguiente de
derecho público y de derecho privado. Es derecho público porque está destinado a regular
la actividad de los tribunales de los diferentes Estados, y privado porque las relaciones que
regula en conclusión son relaciones de carácter privado.

El Derecho interno, es el derecho propio de cada Estado, es el sistema jurídico que rige
cada uno de los Estados. Este derecho tiene una parte de derecho privado y una parte de
derecho privado. En relación con el derecho público son las normas que regulan la
organización y el funcionamiento del poder, es el derecho político que en términos jurídicos
es el derecho constitucional, por tanto una primera aproximación de lo que es el Derecho
constitucional es que es por consiguiente el conjunto de normas e instituciones jurídicas
fundamentales relativas a la organización y el ejercicio del poder político, y los derechos y
libertades de los ciudadanos.

El Derecho político comprende materias amplias relativas al análisis de la realidad política,


en definitiva a la ciencia política. Un estudio puramente formal o simplemente las leyes o
derecho público no se puede estudiar sin ser inscrito en un marco político, no se puede
estudiar al margen del marco político. No hay que confundir la perspectiva jurídica y el
análisis de la realidad política. Una cosa que contribuye a robustecer el carácter jurídico
del derecho constitucional es la existencia de la mayor parte de países de tradición europea
es la existencia de tribunales constitucionales. Dentro del derecho público encontramos el
derecho administrativo, derecho laboral (mixto), el derecho financiero y tributario
(recaudación de impuestos), derecho penal, derecho procesal (derecho que recorre el
resto de derechos donde hay proceso civil, administrativo o laboral, estos procedimientos
los establece el Estado). El resto de ramas del derecho pertenecen al Derecho privado
como: el derecho civil( derecho privado por antonomasia), y el internacional privado.

FINES DEL DERECHO

Habitualmente cuando se habla de los fines del derecho se suele hablar de dos cosas, los
grandes fines del derecho son la seguridad jurídica , es decir, en el tráfico jurídico y la
justicia. Pueden tener diversidad de sentidos y requieren de un análisis para evitar
imprecisiones. Seguridad, en términos generales la seguridad equivalen a paz o están muy
vinculados, equivalen en el sentido más simple. Se refiere a las relaciones entre sus
miembros que discurren sin violencia, una sociedad en la que cada individuo está y se
siente protegido frente o contra la agresión de terceros, por consiguiente el derecho a de
cumplir principalmente esa misión pacificadora, porque en definitiva un sistema jurídico no
es otra cosa que un mecanismo de paz social. En épocas de especial agitación social la paz
es entendida como orden, mientras que en épocas de tranquilidad social la seguridad se
traslada a otras direcciones, esto significa que la seguridad se refiere a seguridad en las
relaciones entre los ciudadanos, seguridad en las relaciones del ciudadano frente o con el
poder del Estado. En relación con lo primero el derecho se ocupa de la seguridad y las
relaciones jurídicas de los ciudadanos entre sí. Por motivos de seguridad quien puede poner
una reclamación pierde la capacidad para ejercerla cuando pasa un plazo determinado. Son
cuestiones que se plantean en el ámbito de la seguridad. La seguridad de los ciudadanos
frente al Estado, es decir, frente a un eventual abuso del poder por parte del Estado, el
cual es quien posee la soberanía, ya que tiene el monopolio de la fuerza. La soberanía, una
cosa es soberana cuando responde a la voluntad de la mayoría. La soberanía y legitimidad
tiene que ver con la voluntad

Título preliminar. artículo 1, punto 2 de la constitución española:


“La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del
Estado”
Entendemos por tanto seguridad de los ciudadanos frente a eventuales abusos del poder y
ello porque el poder del Estado es el más fuerte de los poderes, y es necesario garantizar
que solo se va a utilizar con el interés de la comunidad y se va a utilizar de forma moderada
y con justicia, por tanto nace la necesidad de poner límites al poder del Estado, y
justamente esa necesidad de poner límites a los poderes del Estado es de donde salen los
derechos fundamentales, es decir, Estado de derecho. Justamente con el estado liberal a
finales del siglo XVIII-XIX, una de las principales funciones del Derecho va a ser servir de
límite al poder del Estado y controlar su ejercicio. Para que el derecho pueda cumplir esa
función es necesaria varias cosas: en primer lugar que el derecho sea conocido por todos, y
con este conocimiento sepa valorar las consecuencias jurídicas de sus actos, por tanto es
necesario la publicidad de las normas, es decir, la publicidad es condición de eficacia y
cumplimiento del derecho. La publicación de la ley es un requisito necesario para la validez
de la norma, se fija un plazo de tiempo conocido como vacatio legis, actualmente no se
discute el principio de publicidad sin embargo, es cierto que a veces se utilizan medios
indirectos para generar incertidumbre orientada a usar y abusar del poder por parte del
Estado, sino está bien definida la forma de redactar las leyes, ya que es necesario que
estén formuladas de forma simple, precisa y concisa. La única garantía para el ciudadano
es que los juristas o politólogos entre otros conozcan las leyes, y ello suponga un freno a la
arbitrariedad del Estado. Otras veces las dificultad del Derecho no se debe a la complejidad
sino que también se basa en el propósito de ahí el uso de la ambigüedad, como por ejemplo
la Constitución.En resumen la seguridad jurídica obliga que el derecho sea cierto, es decir,
que las normas sean conocidas y comprendidas, obliga a que se fijen con precisión que
ordenan, prohíben o autorizan y las consecuencias de la conducta, es necesario marco de
discrecionalidad en el que se pueda aplicar la ley a casos concretos (principio de
subsunción).

En otro nivel o en otro orden que el derecho ponga frenos a los eventuales excesos del
poder por parte del Estado está más allá de la certeza. El derecho tiene que proteger una
serie de intereses de la persona que se consideran básicos para su existencia como los
derechos y libertades fundamentales, son los derechos fundamentales en el sentido liberal
de la palabra que están recogidos en el título primero,capítulo segundo sección primera de
la Constitución. Estos derechos y libertades que son básicos para sus existencia vienen de
la tradición jurídica del siglo XVIII- XIX como reacción al absolutismo como la libertad de
expresión o la libertad de movimientos, habeas corpus, y otros muchos que son derechos
fundamentales de la persona, y cuya expresión más significativa es la declaración de
derechos del hombre y ciudadano de 1789. El Estado que se fragua es el Estado de
derecho es aquel que está sometido a reglas jurídicas para preservar los abusos de poder
frente a las personas. El ejercicio del poder tiene que estar sometido a reglas jurídicas para
luchar contra el abuso del poder por parte del Estado.

La justicia como fin del derecho, la justicia es entendida como un sistema de valores
elaborado por la sociedad a partir de unos principios básicos que esos miembros de la
comunidad consideran que deben regir sus sistemas básicos (sistema social y sistema
jurídico). Este sistema de valores debe atender a tres diferentes sentidos del término
justicia, en primer lugar justicia como legalidad hablamos de justicia cuando se ha
aplicado la ley. Una sentencia es justa cuando el juez ha aplicado correctamente la ley. Otra
acepción es equiparando justicia a igualdad, no debe aplicarse trato discriminatorio a dos
casos semejantes o iguales. No obstante habrá que analizar caso por caso para ver cuales
son análogos, cuales son semejantes y cuáles no, es decir, la consagración del principio de
igualdad correspondiente al artículo 14 de la Constitución, por tanto el todo somos iguales
ante la ley está relacionado con ese fin del Derecho que es la justicia. La tercera acepción
es la Justicia como proporción entre la consecuencia jurídica y el hecho que la
motiva, es decir, no sería proporcionado la pena de muerte como sentencia a un hurto. Por
tanto la consecuencia jurídica y el hecho que la motiva tienen que ser proporcionadas.
Estos principios que orientan nuestro sistema social y jurídico no han sido siempre así a lo
largo de la historia. El análisis de la idea de justicia en un momento y sociedad determinada
tiene que tener en cuenta ese carácter complejo y dinámico de la justicia en cada
momento.

DERECHO Y ESTADO, DERECHO Y PODER

Cuando hablamos de Estado y Derecho, las autoridad y tribunales existen y actúan porque
vivimos en una sociedad políticamente organizada y revestida de un poder, es decir,
justamente una manifestación del poder del Estado son esas autoridades y esos tribunales,
y eso es importante para entender la importancia de las normas jurídicas. Estas normas son
normas por el hecho de que son respaldadas por el poder coercitivo del Estado, y este debe
determinar qué normas deben tener la consideración de jurídicas y no otras. Por tanto, las
normas vienen respaldadas por el poder del Estado. En definitiva decimos que un Estado es
una comunidad asentada en un territorio, dotada de una organización política
independiente, y dotada de un poder originario ( que no deriva de otro poder). Es
justamente el poder soberano. Por tanto diremos que el elemento fundamental del Estado
es el poder.

Entendemos por tanto el Estado de tres maneras básicamente: Forma política, como
forma de Estado y como forma de Gobierno. Nos referimos al estado como forma política
como a una organización política, hay una forma política allí donde hay una organización,
hay una organización política allí donde hay una comunidad política, es decir, donde hay
personas. Una forma política sería por tanto imprescindible para la convivencia.
La forma del estado hace referencia a una forma concreta política, es decir, existen
diferentes formas políticas y formas de organizarse políticamente y una de esas formas es
el Estado, es un modo de organizar la forma política, que se contrapone y se diferencia de
otras formas de organización política , es decir, la forma Estado tiene identidad propia y la
hace específica, se trata de consistir o ser un intento de integrar la naturaleza colectiva del
hombre con su naturaleza individual. La expresión forma del Estado alude a la forma
histórica del Estado como forma de organizarse políticamente que adopta diferentes
modalidades en el tiempo y en el espacio. Este concepto sigue siendo amplio y ambiguo

La tercera forma de estado es de forma de gobierno, refiriéndose a un régimen de gobierno


como de hecho operan las relaciones de poder, es decir, la práctica real de la forma de
gobierno. Hace referencia en primer lugar a la forma de organización no ya la comunidad
política, sino a la toma de decisiones políticas, es decir, la dirección política, quien decide. Y
se refiere en segundo lugar al modo en que se organizan las relaciones entre las instancias
que detentan el poder político, por tanto, el primer criterio es el quien decide y cómo se
toman las decisiones, es decir, que poder detente la primacía en la toma de decisiones, es
decir, desde la perspectiva de la jefatura del estado existen dos formas de gobierno:
monarquía y república. Si atendemos al segundo criterio, es decir, a cómo se relacionan
entre sí las instancias de poder, tendremos tres formas de gobierno: presidencialista (donde
es el ejecutivo quien detenta la primacía y se impone a los demás), parlamentarista ( el
poder legislativo detenta la primacía y sobre él recae el poder), y la forma asamblearia (el
poder legislativo no es que prime, sino que suprime a los demás).
Por tanto, el Estado se configura en la modernidad (siglo XVI), como una unidad de poder,
ya que en el siglo XVI como teoriza Hegel, lo que hace es configurarse como una unidad de
poder, es que el Estado absorbe la estructura policéntrica feudal concentrando el poder en
una unidad cualitativamente distinta, diferente por su carácter, se trata de un poder único
porque desaparece la estructura policéntrica del estado feudal, es decir, el vasallaje. Se dice
que es un poder único porque solo tiene un centro que es monarca absoluto y además es
un poder racional, en el sentido de sistémico, actúa según criterios objetivos, son aquellos
criterios que responden a una despersonalización del Estado (súbditos y Estado). estas
relaciones pasan a ser reguladas por normas de carácter general y reguladas a través de
instituciones, nos referimos a las leyes, que son constructos racionales

Esa nueva concepción del poder como unitario y racional origina una nueva forma de
organizar el poder basada en una nueva estructura burocrática, las relaciones impersonales
solo pueden regularse a través de instituciones que no son otra cosa que una ficción o
representación o abstracción que opera de la vida política y jurídica por encima de las
relaciones personales, por tanto, en este sentido a esto responde la organización
burocrática del poder, y el burócrata sería el servido de las administraciones del Estado que
ejecutan su voluntad. Hay una nueva concepción del Derecho, se crea un nuevo derecho
legal compuesto por ley, no ya un derecho consuetudinario, se deja de entender el Derecho
como costumbre creada por la sociedad y se entiende como Derecho legal. Ahora la ley la
crea el Estado, y el derecho a través de la costumbre la sociedad lo crea a través de la
reiteración de usos y bajo la creencia de que esos comportamientos son obligatorios. Esta
reiteración de usos bajo la creencia de que estos comportamientos son obligatorios, se
denominan inveterada costumbre (uso que se repite desde tiempo inmemorial, repetición
inmemorial de comportamientos que acaban adquiriendo carácter obligatorio), denominados
así en el derecho civil. Ese sentimiento y creencia de que un comportamiento es exigible se
denomina, y que determina obligación en el tiempo opinio iuris, si falta esta no se convierte
en fuente del derecho. El reconocimiento de esas costumbres lo hacen los jueces de
manera indirecta cuando aplican esas fuentes de derecho que son las costumbres a los
casos. En definitiva la diferencia fundamental entre la ley y costumbre, la ley la crea el
Estado y la costumbre nace de la sociedad, aun cuando para que exista como fuente del
derecho debe ser reconocida por los jueces y que estos lo apliquen. En la forma de
organización política que es el Estado, la costumbre pierde poder y beneficio en favor de la
ley.
El Estado recaba para sí todo lo que implica dominación y sustituye a los señores feudales,
avoca a que todos los que sirven dentro del Estado ahora son súbditos, todos son súbditos
del Estado independientemente de cual sea su posición en la pirámide social. Solo los
jueces son capaces de hacer que se cumpla la voluntad del Estado a través de las leyes.
Por tanto el Estado hoy en día es en definitiva una necesidad para asegurar la continuidad
de la permanencia política por encima de cualquier otra contingencia, es decir, los cambios
de forma política no alterar la identidad del Estado, este implica estabilidad y continuidad. Y
como el Estado crea el derecho resulta que ese conjunto de normas tienen el mismo
carácter permanente que tiene el Estado, no desaparecen las normas jurídicas de ahí que
puedan convivir en diferentes fechas leyes de diferentes tiempos.

ESTADO SOCIAL Y DEMOCRÁTICO DE DERECHO

El Artículo 1.1 de la CE recoge por tanto un enunciado importante que es el social,


democrático y de derecho, es social porque se refiere y recoge derechos
sociales,democrático porque contempla libertades políticas y participación política a través
de los partidos políticos, y es de derecho básicamente porque recoge dos principios
fundamentales que son la igualdad y el respeto ante la ley, y por otro lado la división de
poderes. Ambos poderes fueron heredados de la Revolución Francesa en el siglo XVIII. De
este modo el derecho alude al siglo XVIII, democrático nos transporta al siglo XX y social al
siglo XX más avanzado. Mediante esta fórmula nuestra constitución y el orden
constitucional español viene así a unirse a la tendencia generalizada que existe en el
derecho comparado utilizar esta nomenclatura y se une a la realidad del mundo occidental,
una realidad que se inicia después de la Segunda Guerra Mundial. El Artículo 28 de la
Constitución Alemana de la ley fundamental de Bonn así lo recoge. Con esta definición:
“estado social, democrático y de derecho” se une a la realidad propia del momento histórico
del mundo occidental después de la Segunda Guerra Mundial, a una realidad de sistemas
políticos democráticos que evitan experiencias ocurridas en el pasado, y se diseñan
estructuras del poder que puedan garantizar el ejercicio de las libertades públicas, y que no
sean atropelladas como en el pasado.El Artículo 1.1 de nuestra constitución contiene un
pronunciamiento ideológico, o en el sentido invocado por Karl Schmitt sería una decisión
política fundamental.

1. ESTADO DE DERECHO: El contexto cultural en el que se inscribe la expresión


Estado de derecho invocado por ese Artículo 1.1 es la Revolución Francesa, y este
Estado de Derecho que se crea en este momento es de algún modo en respuesta al
Estado absolutista del que procede. El Estado de Derecho implica el establecimiento
de límites al poder del Estado, se trata de controlar el poder del Estado mediante
diferentes mecanismo como: se intenta controlar el poder del Estado mediante
principios de carácter jurídicos de carácter racional, es decir, mediante la ley, en
sí mediante el principio de legalidad. Este Estado de Derecho es un Estado legal,
entendemos por ley en este sentido aquella regla de aplicación general que se
produce con el consentimiento de la sociedad a través de sus representantes en el
parlamento, que la discuten, la aprueban, la dan publicidad etc.Otro mecanismo es
la administración pública y el control judicial o el modelo del control judicial
(es el proceso contencioso administrativo), a través de la administración pública y el
control de esa administración a través del procedimiento contencioso administrativo,
lo que se pretenden es no dejar ningún resquicio para ninguna actuación impune del
poder.
Todo esto se fraguó a finales del S. XIX y principios del S.XX, podemos decir que una vez
con estos mecanismos podemos tener controlado el poder lo que hay que buscar es
legitimar ese poder democráticamente y sobre todo después de la Primera Guerra Mundial,
se busca tener en cuenta la voluntad de la mayoría mediante de la elección por parte de la
base social de los representantes en el parlamento, este mecanismo es poner en un primer
plano a la ley como expresión de la voluntad general. Este control es para preservar el
núcleo básico del Estado de derecho que no es otro que la razón de ser, es decir, la
dignidad y los derechos que les son propios, esto significa que el ordenamiento jurídico
mediante sus normas de carácter positivo debe evolucionar para garantizar a la persona el
respeto a su dignidad y al libre desarrollo de la personalidad, por esta razón el título
preliminar recoge los principios e ideas esenciales del modelo político español.El título
primero trata de los derechos y deberes fundamentales, dividido en dos capítulos, estando
el segundo dividido en dos secciones, el Artículo 10. 1 CE, 1978: “la dignidad de la persona,
los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el
respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz
social” (este artículo responde al ordenamiento jurídico mediante normas positivas el que
tendrá garantizar a la persona el respeto a su dignidad y al libre desarrollo de su
personalidad)

El Estado de Derecho se realiza mediante dos mecanismos: la división de poderes


(Títulos IV, V Y VI de CE), y el reconocimiento y protección de los derechos de los
ciudadanos (Título 1 de CE), además se realiza este control a través de principios jurídicos
que son los recogidos en nuestra constitución en el Artículo 9.3: “La Constitución garantiza
el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas, la
irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos
individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de
los poderes públicos”.
➔ El principio de legalidad se sitúa por encima de los demás principios, significa
la vinculación de todos los poderes del Estado a la ley (el sistema político
español se apoya en un tipo de legitimidad parlamentaria así aparece
recogido en el Artículo 1.2, se apoya en el Artículo 66.1 el primero del Título
III que se ocupa de las Cortes Generales: “Las Cortes Generales representan
al pueblo español y están formadas por el Congreso de los Diputados y el
Senado”. El Artículo 9.2: “El candidato propuesto conforme a lo previsto en el
apartado anterior expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa
político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la
Cámara”, además de otros artículos como en el preámbulo de la
Constitución). Respecto al poder judicial lo podemos ilustrar con el Artículo
117 (primer artículo, Título VI sobre el poder judicial), y respecto al gobierno
el Artículo 99 (Artículo primero, Título IV), y respecto a la administración el
Artículo 103.1. El poder se legitima, mediante la vinculación de los poderes a
la ley en un momento determinado esa vinculación viene a legitimar al
Estado, es decir, el principio de legalidad en un momento determinado se
convierte en principio de legitimidad.

➔ Principio de jerarquía normativa, tiene su razón de ser en que el


ordenamiento jurídico es un conjunto de normas de diferentes rangos, en
este conjunto de normas la CE es la norma superior, y después de esta hay
sucesivos escalones de normas en los cuales las normas inferiores van
desarrollando a las normas superiores sin contradecirlas, de ahí el principio
de jerarquía, y en función del rango de la norma se atribuirá la competencia
para aplicar esta norma a un órgano o a otro. Esto se realiza mediante reglas
materiales de distribución de la competencia, según contenidos

➔ El siguiente principio es el principio de publicidad de las normas. No pueden


existir normas de carácter secreto. Para que una norma sea de obligado
cumplimiento, debe ser publicada. Esto está recogido en el artículo 2.1 del
código civil, que dice que las leyes ( en sentido amplio ) entrarán en vigor a
los 20 días (Vacatio legis) de su publicación en el boletín oficial del Estado si
en ellas no se dispone otra cosa.

➔ La irretroactividad es la no aplicación de una norma a hechos ocurridos con


anterioridad a esa norma. El principio de irretroactividad de las disposiciones
sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales trae
causa del artículo 2.3 del C Civil que dice que las leyes no tendrán efecto
retroactivo si no dispusiera lo contrario. Si se dijera lo contrario, se permite la
aplicación retroactiva de las leyes de las disposiciones sancionadoras
favorables. La retroactividad significa la incidencia de la nueva ley en los
efectos jurídicos ya producidos/derivados de las situaciones anteriores, eso
sucede en el ámbito de la Ley Penal respecto de las disposiciones favorables
no restrictivas derechos.

➔ El siguiente principio es el de seguridad jurídica y alude, en términos


generales, a las garantías por parte del ordenamiento jurídico de la justicia, la
libertad y la igualdad. Esto se consigue aplicando el resto de principios
jurídicos de manera proporcionada y equilibrada.

➔ Otro principio es el de responsabilidad de los poderes públicos. Significa que


los poderes públicos son responsables si violan el principio de legalidad si
contravienen o se saltan su vinculación a la ley o en el caso de que violen la
prohibición de actuar de manera arbitraria. Pero los poderes públicos tienen
una cosa que se llama responsabilidad objetiva en cuanto al funcionamiento
de los servicios públicos (salvo causa de fuerza mayor). Esto está recogido
en el artículo 106.2. Diferente de esta responsabilidad objetiva es la
individual de tipo penal ( de los integrantes de los poderes públicos), que la
trata la Constitución respecto al gobierno (Artículo 102) y el poder judicial.
Nuestra Constitución consagra la inmunidad parlamentaria en el 71.2, la
razón de ser de la inmunidad quiere garantizar que se va a poder defender
(el parlamentario) contra acciones malintencionadas penales dirigidas hacia
él con la finalidad de apartarle del cargo, tomando como fundamento una
intencionalidad política y no con la intención de subsanar un legítimo daño.
Hay una excepción a esta regla, el rey. La inviolabilidad del rey es una figura
contemplada en la Constitución española inédita en cualquier otra
constitución, ordenamiento jurídico. La inviolabilidad del rey tal y como se
dispone en el ordenamiento jurídico español, sólo existe en España. Esto es
así porque el rey no es responsable de sus actos, es decir, sus actos están
refrendados. La responsabilidad recae sobre quien refrenda esos actos
(Artículo 64), El presidente del gobierno, y los ministros competentes. De los
actos del rey serán responsables aquellos que los refrenden.

➔ Por último, el Principio de interdicción de la arbitrariedad de los poderes


públicos. La palabra clave es la arbitrariedad. Existe arbitrariedad cuando el
acto legislativo, aún respetando el resto de principios del artículo genere
desigualdad injustificada y no razonable, es decir, discriminación.

2. ESTADO DEMOCRÁTICO: La idea de Estado democrático se fraguó a finales del


siglo XIX como resultado de la evolución del Estado liberal y como resultado también
de dos fenómenos clave. En primer lugar, la participación activa de los ciudadanos
en la acción política que implica el reconocimiento de partidos políticos y sindicatos,
entendiendo tanto por partidos políticos como sindicatos grupos organizados que
canalizan aspiraciones o reivindicaciones de carácter político o social. En España, el
movimiento obrero se consolida por primera vez en la Ley de asociaciones de junio
de 1887. La UGT se creó en 1888 durante el trienio liberal de Sagasta. En segundo
lugar, la ampliación del derecho de sufragio universal. Durante ese trienio liberal la
Ley electoral de Sagasta reconoce el sufragio universal masculino. En España el
sufragio femenino no llegó hasta la Constitución de la Segunda República en octubre
de 1931 fruto de un debate parlamentario muy politizado entre Clara Campoamor y
Victoria Kent.

Hablar de un Estado democrático implica hablar de un Estado un modelo político que


conjugue la intervención de la sociedad con el ejercicio del poder político por parte de
órganos públicos jurídicamente ordenados. Hablamos de dos principios: el origen popular
del poder y la participación de la sociedad en la vida pública. Nuestra Constitución,
siguiendo la tradición francesa, conjuga las dos fórmulas tradicionales de soberanía
nacional y soberanía popular en el artículo 1.2. El problema es que se habla de dos sujetos
diferentes como depositarios de la soberanía. Por un lado, se habla de la nación, concepto
abstracto e impersonal que acuña Siegès con el fin de hacer políticas que favorezcan a la
burguesía y al incipiente capitalismo; y por otro lado, se habla de pueblo, concepto concreto,
identificable con un colectivo en cada momento histórico. Con esto lo que se busca es no
concretar el ejercicio pleno del poder en el pueblo. Muestra de ello es que las ILP no lleguen
más allá del Congreso, las listas electorales cerradas, etc. Por otro lado, y en cuanto a la
participación de la sociedad en la vida pública (pluralismo social), se puede decir que se
constitucionaliza cuerpos intermedios que ponen en relación al Estado y a los ciudadanos.
Son cuerpos autónomos que incluso sirven de protección de los ciudadanos frente al
Estado. Por tanto, el valor superior de un Estado democrático es el pluralismo político
(Artículos 6, 7, 15-29, 36, 52). Todos ellos hacen referencia a que tanto la estructura interna
como el funcionamiento debe ser democrático. En cuanto a la participación política
propiamente dicha encontramos los Artículos 9.2, 23.1

3. ESTADO SOCIAL: El concepto de Estado social se generalizó en la izquierda


europea con la creación de partidos socialistas. El PSOE se fundó en 1879. La
expresión de Estado social de derecho la acuñó Hermann Heller, aludiendo al
irrenunciable compromiso social del Estado moderno (actual) frente al Estado liberal
burgués (Estado de derecho). Por otro lado, una izquierda más radical, de los
partidos comunistas se referirán a este concepto, pero se refieren a este concepto
para abanderar una lucha no desde el Estado, sino contra el Estado.
La evolución histórica del concepto “Estado social” se va conservadurizando y pierde el
sentido inicial. En este proceso, otro autor, Lorenz Von Stein, habla de “monarquía social”,
que quiere decir participación social, pero respetando las estructuras e instituciones
tradicionales. En este sentido se viene utilizando en España este término, desde mediados
del siglo XIX. En definitiva, durante el siglo XIX se viene observando interés por erradicar
las diferencias sociales. Según Von Stein estas diferencias se pueden erradicar mediante la
iniciativa del propio Estado, ya que esta sería una tarea que no se puede dejar en manos de
la sociedad. Por su parte, otro teórico del Estado social, J. M. Keynes, apuesta por un
Estado intervencionista.
Tenemos un Estado social que es un Estado activo frente a un Estado pasivo, vigilante que
era el Estado liberal. En la Constitución española encontramos referencias a este tipo de
Estado. Encontramos mecanismos para la compensación de desigualdades en los Artículos
9.2, 49. Otro mecanismo es el de distribución de la riqueza (artículos 40, 131, 138). Dentro
de las manifestaciones del Estado social encontramos el último bloque, los derechos
sociales que encontramos entre otros en los artículos 28, 35, 41, 43, 47).

En conclusión, el Estado, en su dimensión social cumple básicamente dos funciones: una


función asistencial y una función de tutela económica. La función asistencial se refiere a
que el Estado tiene que actuar cubriendo necesidades (obras públicas, infraestructuras,
prestar servicios sanitarios…). En este sentido, el Estado liberal lo único que ofrecía era
beneficencia. Por la parte de la tutela económica implica que el Estado intervenga en la
economía de manera directa (planificando la economía en general) e indirecta (medidas de
política económica como, por ejemplo, la subida o bajada de impuestos).

MONARQUÍA PARLAMENTARIA
La monarquía parlamentaria es el sistema de organización política que rige en España
(Artículo 1.3) y es un Estado social y democrático de Derecho (Artículo 1.1). La monarquía
en este caso se refiere a la forma de gobierno, no a la forma de Estado. La forma de Estado
estaría definida por la soberanía popular en el Artículo 1.2 por la “soberanía nacional”. El
poder constituyente reside por tanto en el pueblo, que sería, según ese artículo, el
fundamento único de nuestro orden estatal. La pregunta que podemos plantearnos es por
qué se planteó la expresión “forma política” en lugar de “forma de gobierno”. En este lugar
se optó por la ambigüedad, deliberadamente buscada, para conseguir el consenso en
nombre del cual se consiguió la aprobación de la Constitución.La monarquía como forma de
Estado era defendido en el momento en que se redactó la Constitución por Manuel Fraga,
para reconocer el papel del Rey en la transición, pero que daba cobertura a la soberanía
popular. Por otro lado, la monarquía parlamentaria no incluye una definición total de la
forma de gobierno, es decir, solo representa una caracterización básica de la forma de
gobierno. Esa caracterización básica es la separación del Rey de la función de gobernar por
un lado, y por otro lado es la responsabilidad del gobierno ante el Parlamento. El Rey no
conserva ningún poder de decisión porque eso es competencia del gobierno. Las demás
notas que caracterizan a las formas de gobierno del Estado español no quedan reflejadas
en la expresión “monarquía parlamentaria” por ejemplo que es un Parlamento bicameral, la
forma de disolución de las cámaras, etc.

Por lo tanto en ese artículo, lo que significa la monarquía parlamentaria como forma política
en primer lugar la eliminación de rastro parlamentario, con lo que se elimina toda la
legitimidad del monarca (se elimina cualquier rastro de soberanía monárquica autónoma).
Toda la legitimidad está en el Parlamento. En segundo lugar, alude en el mismo sentido a la
parlamentarización de la monarquía, lo que implica que el Rey ya no puede decidir nada,
entre ellas la disolución de las Cortes. Por ejemplo, en la investidura del Presidente del
gobierno, el monarca se limita a proponer al miembro, pero es el Parlamento quien lo
decide. La función primordial del monarca es la de hacer de árbitro y moderador del
funcionamiento de las instituciones. Las decisiones políticas las toma el Parlamento (sobre
todo la cámara baja, Congreso de los Diputados) y el Rey tiene una función más de
representación. También supone que las cortes intervienen en la monarquía. Las decisiones
políticas las toma el parlamento. Y que el rey tiene un significado básicamente institucional
de representación.

ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL ESTADO AUTONÓMICO

El Artículo 2 de la constitución dice con respecto a esto que la constitución española se


fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común indivisible de
todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las
nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas. Además recoge
3 principios que inspiran el Estado Autonómico, Estos principios son los principios de
unidad, autonomía y solidaridad. Este artículo 2 se desarrolla después en el título octavo
que comienza señalando en el artículo 137 que el Estado se organiza territorialmente en
municipios, provincias y en las Comunidades Autónomas que se constituyen.
La casi totalidad del título octavo de la Constitución está dedicada al fenómeno novedoso
de las comunidades autónomas que constituye un punto de inflexión en nuestra historia
constitucional. Nunca había existido en España una solución pacífica y generalizada
políticamente y pacíficamente aceptada al problema de su articulación territorial. Por qué
nunca se había encontrado una fórmula pacífica de integración de los territorios con
peculiaridades históricas, culturales y lingüísticas. En ese contexto la característica
principal del régimen franquista fue la concentración del poder en todas sus dimensiones
incluida la territorial. Por esa razón, por esa concentración del poder, las reivindicaciones
de autogobierno por parte de esas zonas con peculiaridades fueron constantes tanto
durante la transición como en el periodo constituyente. De ahí que se tratase de acabar con
ese modelo centralizado, y optar por una mayor descentralización.

Por tanto, volviendo el artículo dos de la Constitución en relación con el artículo 137,
tenemos dos principios de organización territorial: el principio de autonomía y el principio de
unidad.
● Principio de autonomía: implica dos cosas, por un lado autogobierno y por otro
organización. El artículo dos habla de hecho respecto a las nacionalidades y
regiones y el artículo 137 habla de eso respecto a municipios y provincias, esto
último es lo que se denomina autonomía local, del régimen local. Por tanto
hablamos de autonomía a dos niveles de organización, a dos niveles de
organización político-administrativa. La naturaleza y alcance de esos dos niveles no
son iguales.
● Principio de unidad: Éste principio lo que quiere transmitir es que la autonomía tiene
límites. Porque, en primer lugar, esa autonomía respecto a algo que la limita, en
concreto un poder más amplio. Y porque hay un poder más amplio (la unidad),
cobra sentido. Por lo tanto, autonomía y unidad son principios en nuestra
constitución indisolublemente unidos.

En este sentido el Tribunal constitucional en sentencia del año 81 hablando sobre la ley de
base del régimen local decía lo siguiente: “ la autonomía hace referencia a un poder
limitado, en efecto, autonomía no es soberanía. Y dado que cada organización territorial
dotada de autonomía es una parte del todo, en ningún caso el principio de autonomía
puede oponerse al principio de unidad. Sino que es, precisamente, dentro de este dónde
alcanza su verdadero sentido. Como expresa el artículo 2 de la constitución.”
No obstante, la clave del sistema que completa la forma de Estado adoptada en nuestra
constitución es desde luego la forma de la autonomía en nacionalidades y regiones. Esto
es así, obviamente por su contenido político.

Una peculiaridad de nuestra Constitución Frente a otras constituciones es que no da una


definición clara del modelo territorial. El constituyente podía haber optado por uno de los
modelos tradicionales que ya existían, el modelo federal alemán o el modelo regional
italiano. Sin embargo, evitó definir la forma de Estado como regional o federal. Y lo que
hace la Constitución y lo que hizo el constituyente fue dejar abierto, en definitiva un proceso
jurídico y un proceso político para completar después la organización territorial del Estado.
Y eso se ha llevado a cabo a través de la aprobación de los estatutos de autonomía.

Por otra parte el artículo dos, también habla de autonomía en el sentido de invocar un
derecho. Derecho a la autonomía por así decirlo. Por lo tanto ese derecho puede ejercitar o
no, o sea no es un deber no es una obligación. Esto es lo que se denomina el principio
dispositivo de la autonomía. Ese ejercicio dispositivo de autonomía está regulado en la
constitución Formal y procedimentalmente (en sentido material). En cuanto al cómo se
accede a esa autonomía y en cuanto al que (el contenido competencial).

En definitiva, la estructura territorial de nuestro Estado podemos decir que no encaja


completamente en ninguna de las figuras tradicionales del derecho público de distribución
territorial. Utiliza tanto técnicas del modelo federal alemán como del modelo regional
italiano. Y como en el texto constitucional no se define que es un Estado autonómico
podemos concluir con que el estado de autonomías es un estado descentralizado que en
su estructura se aproxima a los modelos federales.
VALORES SUPERIORES DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO (ARTÍCULO 1)
Con este artículo la constitución instaura un Marco básico de principios que son los que
han de inspirar, de conformar la convivencia y establecer esas líneas maestras, esas
directrices que debe respetar todo el ordenamiento. Obviamente se trata de una
declaración de carácter general, una declaración con vocación omnicomprensiva.

Estas declaraciones no son meras declaraciones de principios, no son cláusulas de estilo,


ni meras declaraciones de intenciones. Tienen carácter vinculante, desde que se incluyen
en la constitución. Se puede declarar inconstitucional una norma si hubiera alguno de estos
principios. Estos artículos, que se encuentran en el título preliminar, están protegidos por el
procedimiento agravado de la reforma constitucional. Por tanto, esos principios
inspiradores del ordenamiento jurídico, esos valores superiores que son la libertad, la
igualdad y el pluralismo político tienen consecuencias jurídicas. Estos son indispensables
para los poderes públicos Y además están garantizados por los tribunales.

De nuevo, en un ejercicio de interpretación, la constitución a veces habla de valores y otras


de principios. La diferencia es que los valores son aplicables a todo el ordenamiento
jurídico, son valores que inspiran el ordenamiento jurídico mientras que los principios
pareciera que tuvieran una aplicabilidad más reducida, o más específica. Los valores tienen
un carácter más abstracto mientras que los principios serían más concretos, y propiamente
hablando más jurídicos. Pero tanto unos como otros son criterios de carácter material que
no son inspiran el ordenamiento jurídico sino que tienen carácter vinculante por estar
recogidos en el artículo de la Constitución. En este sentido el tribunal constitucional dice
que de todas las posibles interpretaciones que se puedan hacer una norma sólo sería
constitucional la que responda a los valores consagrados en la Constitución. En ese sentido
desde luego la labor de interpretación ni depende ni debe depender del libre arbitrio, la labor
de interpretación se trata de una función técnico- jurídica que tiene que responder a las
necesidades de explicar o explicitar, justificar el alcance que en un momento determinado
se dé a esos valores y principios. La labor de interpretación tiene que fijar el contenido
concreto de esos valores y principios, por lo consiguiente como intérprete supremo de la
constitución el Tribunal Constitucional, en primer lugar, tiene la obligación de motivar sus
decisiones, es decir, explicar los motivos por los que hace una determinada interpretación
con su razonamiento y explicación correspondiente. En segundo lugar, el Tribunal
Constitucional se halla vinculado por sus propios criterios. Esto se pronuncia en el artículo
13 en la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional.

En definitiva la Constitución al recoger en los artículos 2 o 9, al recoger estos principios y


valores en su articulado, lo que se consigue es convertir en derecho positivo toda una serie
de valores metajurídicos que como tales valores tienen consecuencias no solo en el campo
estrictamente jurídico sino también en el ámbito interpretativo y por ello lo que dice el
Tribunal Constitucional es que los valores constitucionales forman un sistema cuya
observancia requiere una interpretación finalista de la constitución. Esta interpretación se
hace en cuanto a dos valores fundamentales, respecto a la libertad, el tribunal
constitucional en sentencia 83/84 del 24 de julio, dice: el Tribunal Constitucional autoriza a
los ciudadanos a llevar a cabo todas esas actividades que la ley no prohíba o cuyo ejercicio
no subordine a requisitos o condiciones determinadas. Esto se completa en el listado de
derechos y libertades del título primero de la CE. Respecto al pluralismo político, la CE
recoge de manera sustantiva este valor, lo recoge como contraposición a esa unidad
ideológica que caracterizó el franquismo. Como contrapunto a esto se recoge este valor
para oponerse a ese modelo de organización unipartidista que era el franquismo, además
no solo la CE se refiere al pluralismo en el artículo 6 sino también al pluralismo político y
social.

También podría gustarte