Test de Igualdad
Test de Igualdad
Test de Igualdad
El mejor enjuiciamiento de la igualdad señala que una medida sea evaluada con
diferentes intensidades al interior de los subprincipios de proporcionalidad. La
aplicación del juicio integrado de igualdad significa que el control es uno solo y debe
recorrer todos los pasos. Lo que ocurre es que dicho iter analítico tendrá
intensidades diferentes en cada etapa, pero ello no implica desechar la idoneidad,
necesidad o proporcionalidad en estricto sentido. CONTROL CONSTITUCIONAL
Juicio de Igualdad El mejor enjuiciamiento de la igualdad señala que una medida
sea evaluada con diferentes intensidades al interior de los subprincipios de
proporcionalidad. La aplicación del juicio integrado de igualdad significa que el
control es uno solo y debe recorrer todos los pasos. Lo que ocurre es que dicho iter
analítico tendrá intensidades diferentes en cada etapa, pero ello no implica desechar
la idoneidad, necesidad o proporcionalidad en estricto sentido. La Corte ha descrito
la metodología del juicio, estableciendo que el juicio integrado de igualdad tiene tres
etapas de análisis: (i) establecer el criterio de comparación (ii) definir si en el plano
fáctico y en el plano jurídico existe un trato desigual entre iguales o igual entre
desiguales; y (iii) averiguar si la diferencia de trato está constitucionalmente
justificada.
Una de las técnicas para examinar la presunta afectación del principio de igualdad,
es el de la aplicación del juicio integrado de igualdad. La Corte ha ido desarrollando
tres etapas de análisis: (i) establecer el criterio de comparación: patrón de igualdad
o tertium comparationis, (ii) definir si en el plano fáctico y en el plano jurídico existe
un trato desigual entre iguales o igual entre desiguales; y (iii) averiguar si la
diferencia de trato está constitucionalmente justificada. El test de igualdad, que se
aplica en el juicio integrado de igualdad, en su metodología busca analizar tres
objetos: (i) el fin buscado por la medida, (ii) el medio empleado y (iii) la relación entre
el medio y el fin. La Corte estima que el juicio a aplicar en el presente caso es de
intensidad estricta. Si bien se ha destacado el amplio margen de configuración que
el constituyente ha otorgado al legislador para regular los asuntos atinentes a la
familia y al matrimonio, no es menos cierto que lo que se encuentra en juego al
inhabilitar a los condenados a más de cuatro años de reclusión para ser testigos de
matrimonio, son sus derechos fundamentales a la honra, a la dignidad, a la buena
fe y en general a la función resocializadora de la pena. Sumado a lo anterior, que el
condenado queda inhabilitado de manera permanente para ejercer de testigo, su
condición se convierte en un rasgo permanente que le impide el ejercicio de su
capacidad plena para los efectos de la norma en cuestión. Es este sentido, es
posible identificar que, en materia de igualdad, la Corte es muy estricta en rechazar
tratamientos diferenciados con base en criterios sospechosos, sobre todo los
relativos al género.