Ensayo de Macroeconomia

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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE HONDURAS

Asignatura:

Macroeconomía

Catedrático:

Master Marta Padilla

Alumna:

Lourdes Yessenia Alvarado

Número de cuenta:

202020010118

Fecha:

7 de febrero del 2022


Introducción

Desde hace siglos las pandemias han acosado a la humanidad y los sucesos
de hoy no parecen contradecir esta realidad, aunque según los datos que se
manejan el COVID-19 da muestras de ser una enfermedad mucho más
agresiva que las aparecidas en tiempos anteriores, tanto que todas las
naciones del mundo han alzado una voz de alerta por esta situación. Si bien el
virus tuvo su origen en la provincia de China su propagación fue tan rápida que
en tan solo dos meses los cinco continentes ya presentaban sus primeros
ciudadanos infectados; la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la
enfermedad como una pandemia. Ha llovido sobre mojado en Honduras, un
país que ya había sufrido múltiples crisis durante los últimos años represión
estatal, violencia pandillera, problemas económicos, devastación ambiental,
emigración etc.
Economía de Honduras en tiempos de covid-19 y de
catástrofes naturales

La pandemia del COVID-19 es uno de los desafíos más serios que ha


enfrentado la humanidad en tiempos recientes. Todavía se desconoce lo que
podrá ser su costo total en vidas humanas. De manera simultánea a la pérdida
de vidas y a la profunda crisis de salud, el mundo está siendo testigo de un
colapso económico que impactará de manera severa el bienestar de grandes
segmentos de la población durante los próximos años. Algunas de las medidas
que se están tomando para contrarrestar la pandemia afectarán nuestras vidas
en el futuro de manera no trivial. Entender la relación entre los diferentes
elementos del problema para ampliar el espacio de la política con una
comprensión completa de los efectos sociales y económicos que las medidas
que se adopten pueden traer consigo, es el propósito de esta serie.

La crisis interactúa con la heterogeneidad preexistente en tenencia de activos,


capacidad de generación de ingresos, condiciones de trabajo, acceso a
servicios públicos y muchos otros aspectos que hacen que algunos individuos y
hogares sean particularmente vulnerables a una parálisis de la economía como
ésta. Las personas que dependen de los mercados informales, los micro y
pequeños empresarios, las mujeres en situación de empleo precario, los
grupos históricamente excluidos, como los pueblos indígenas y los
afrodescendientes, deben estar al centro de la respuesta de política.

El Gobierno ha ideado un plan para reducir el impacto negativo de la pandemia


sobre la población hondureña. Sus primeras medidas se centraron en contener
la propagación del virus mediante toques de queda y el refuerzo de la
capacidad del sistema de salud para hacer frente a los casos de COVID-19.
Un consejo formado por asesores económicos ha propusieron varias medidas
destinadas a amortiguar el impacto negativo sobre el desempeño
macroeconómico agregado, garantizar las necesidades básicas mediante el
suministro de alimentos a las familias más vulnerables y reducir las cargas
fiscales sobre las empresas para prevenir los despidos masivos mientras dure
la pandemia.

Pese a que no se trata de las únicas medidas que se adoptarán, actualmente


se realizan debates entre este consejo y el Ejecutivo, con el fin de garantizar la
subsistencia de los hondureños más vulnerables.

Se prevé que la pandemia afectará no solo a la demanda agregada y las


cadenas de suministro de productos primarios exportados por Honduras, sino
también al sector de la maquila. La maquila se ha convertido en la actividad
exportadora más importante del país actividad que, según el cálculo más
reciente, representa el 4,4% del PIB (Banco Central de Honduras, 2019).
Honduras fabrica sobre todo textiles y ropa, pero también produce insumos
para la industria de los arneses y componentes de automóviles, procesa
plásticos y ofrece servicios empresariales, entre otros.

El sector de la maquila provee empleos 150.000 personas. Las estimaciones


preliminares para 2019 preveían un crecimiento de las exportaciones y la
creación de empleo en este sector, tendencia que se traslada a las
proyecciones para 2020. No obstante, a consecuencia de las interrupciones de
la cadena de suministro y los impactos negativos en la demanda provocados
por la pandemia del COVID-19, es posible que este sector tenga dificultades
para cumplir dichas expectativas. Tomando en cuenta su tamaño e importancia
para la economía del país, este sector se ve especialmente expuesto y puede
resultar en dificultades para la generación de ingresos y pérdida de empleos a
causa de la pandemia.
Los viajes y las actividades turísticas también son importantes en Honduras y
se vieron y seguirán viendo afectados debido a la rápida reducción de
desplazamientos en todo el mundo. Honduras recibe un importante número de
cruceros en las Islas de la Bahía, cuya frecuencia es muy probable que se vea
afectada durante la próxima temporada de verano.

Los ingresos procedentes de viajes y actividades turísticas representan el


14,6% del PIB del país y el sector emplea 542.000 personas (Consejo Mundial
de Viajes y Turismo, 2019). Pese que se había previsto que el sector turístico
continuase creciendo durante el próximo decenio, el descenso de los viajes
internacionales afectará estos pronósticos y perjudicará a un sector que aporta
una gran parte de los ingresos de muchos hogares hondureños. Los viajes
nacionales también se vieron afectados por las medidas de cuarentena, en
especial durante la Semana Santa, uno de los momentos en que los
hondureños realizan un mayor número de viajes domésticos.

Además, Honduras depende en gran medida de las remesas internacionales.


Se calcula que aproximadamente un millón de hondureños viven fuera del país
y muchos de ellos envían transferencias a sus familias. Con el tiempo, estas
transferencias se han convertido en una importante fuente de divisas para el
país, que aumentaron un 13,1% hasta alcanzar los 5.500 millones de dólares
de los Estados Unidos en 2019 (Banco Central de Honduras, 2020). En la
actualidad, el 80% de los migrantes se encuentra en los Estados Unidos; casi
el 8%, en España, y el resto se reparte por América Latina y otros países
europeos.

En el primer semestre de 2020 el PIB presentó una contracción del 9,9%.


Desde el lado de la oferta, las actividades más afectadas fueron la industria
manufacturera (-20,3%), el comercio, hoteles y restaurantes (-17,1% en
conjunto) y los servicios de transporte (-23,2%).
En contraste, los servicios de electricidad y distribución de agua registraron un
crecimiento del 10,9%, mientras que la actividad del sector de las
comunicaciones aumentó un 3,9% y los servicios de enseñanza, sociales y de
salud un 1,5%. La inflación interanual en octubre se ubicó en un 3,7%, dentro
del rango meta establecido por el banco central (entre el 3% y el 5%).

Los bienes y servicios cuyos precios presentaron el mayor incremento fueron


los de salud (10,6%) y educación (9,4%), los muebles y artículos para la
conservación del hogar (6,9%), las bebidas alcohólicas y tabaco (6,6%) y el
transporte (5,8%); el resto mostró un incremento promedio del 2,2%. El salario
mínimo mensual vigente en 2020 oscila entre 6.762,70 y 12.248,49 lempiras.
Dentro de ese rango, el salario mínimo está en función de la cantidad de
empleados de la empresa y el sector productivo en el que se trabaje.

En términos nominales, en las empresas que tienen entre 1 y 50 empleados el


salario mínimo mensual aumentó un 5,0%; en las que tienen entre 51 y 150
empleados el incremento fue del 6,75%, y en las de 151 empleados o más el
aumento fue del 7,0%. La CEPAL estima que el crecimiento del PIB será del
4,5% en 2021. La reactivación de la actividad económica del país y la
recuperación de su principal socio comercial, los Estados Unidos, serán
parcialmente contrarrestadas por los fuertes efectos que las tormentas Eta y
Iota tuvieron en el aparato productivo nacional. En este escenario, el déficit de
la administración central se vería presionado y se ubicaría por encima del 4%.
La inflación sería de alrededor del 4% y el déficit en la cuenta corriente de
alrededor del 3,5% del PIB

Las proyecciones del Banco Mundial apuntaban hacia una recuperación


económica esperanzadora, pues el organismo prevé que Honduras tenga un
crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 3,8 por ciento en 2021, en
medio de la reactivación de la actividad económica interna y la recuperación de
la inversión y la demanda externa.

Triple impacto a economía nacional

En 2020, la economía de Honduras fue la más golpeada de la región. El BM


indica que el PIB nacional cayó en -9,7 %.

Las economías de Panamá y El Salvador reportan por su parte una caída de -


8,1 % y -7,2%, respectivamente. Pero estas mismas economías lideran el
crecimiento de Centroamérica en 2021, con 5,1 % de Panamá; 4,6 % de El
Salvador y 3,8 % de Honduras, según las nuevas proyecciones del Banco
Mundial.

A diferencia de los demás países del istmo, Honduras no solo enfrentó el


impacto de la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus, sino que
los hondureños también sufrieron los embates de la naturaleza. El impacto
económico que representarán para Honduras en los próximos años los daños
sufridos por la infraestructura productiva a causa de las tormentas tropicales
Eta y Iota es el más grande en la historia del país.

El reporte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal)


presentado al Gobierno registra en 46 mil millones de lempiras el impacto de
las tormentas; mientras que los daños económicos generados por la pandemia
de covid-19, según las estimaciones del Banco Central de Honduras (BCH) son
más 55 mil millones. Así, el año 2020 dejó al país un impacto de más de 100
mil millones de lempiras en pérdidas.
Todos los países centroamericanos reportan una caída económica significativa
debido a las medidas de confinamiento que detuvieron toda actividad
económica por varios meses para prevenir la covid-19. En el reporte de octubre
de 2020, el BM destacó que “en años recientes, Honduras había registrado las
segundas tasas de crecimiento económico más altas de Centroamérica,
superadas solo por las de Panamá. El crecimiento del PIB del país alcanzó el
4,8 por ciento en 2017, el 3,7 por ciento en 2018 y el 2,7 por ciento en 2019,
por encima del promedio en Centroamérica y muy por encima del promedio en
América Latina y el Caribe (ALC)”. En las proyecciones anteriores, antes del
embate de las tormentas Eta y Iota, las proyecciones para Honduras apuntaban
a una recuperación económica en 2021, con un crecimiento del 4,9 %.

El Banco Mundial destaca que “Honduras posee múltiples fortalezas con el


potencial para un crecimiento más rápido y una mayor prosperidad compartida,
con su ubicación estratégica, una creciente base industrial, esfuerzos continuos
para diversificar sus exportaciones y una población joven y en crecimiento”. A
nivel regional, se espera una recuperación del crecimiento, al 3,6 %, este año,
con el respaldo de un mayor ingreso de remesas y una demanda de
exportación más sólida. Las economías mundiales se enfrentan durante este
año a un escenario donde se visualiza una recesión mundial más profunda en
medio de una pandemia prolongada que podría debilitar la recuperación
económica y seguir amenazando la salud y el bienestar de la población.

Se estima que la pandemia afecto significativamente a los mercados laborales.


Un estudio en curso de Gentilicia, Almenéis y Orton (2020) ha identificado que
aproximadamente 106 países de todo el mundo han adoptado alguna forma de
protección laboral en respuesta a la pandemia del COVID-19. Honduras había
adoptado medidas iniciales con respecto a la protección del mercado laboral
dirigidas a empresas y trabajadores.
Entre éstas se incluyen desgravaciones fiscales y una reestructuración de los
pagos tributarios para las empresas hondureñas, además de un subsidio de
6.000 lempiras (aproximadamente 242 dólares de los Estados Unidos) durante
un mes a los trabajadores formales suspendidos que contribuyan al sistema de
seguridad social.

Dada la evolución de la naturaleza de la pandemia, puede que sea necesario


adoptar medidas adicionales en el corto plazo para proteger a los trabajadores
vulnerables. Con este objetivo, se describen algunos aspectos del mercado
laboral en Honduras para cuantificar el tamaño de la población vulnerable y
determinar si las medidas iniciales adoptadas para proteger el empleo llegarán
a las personas que más las necesitan.

Según la última encuesta de hogares del 2019, aproximadamente el 57% de la


población hondureña está activa en el mercado laboral (Instituto Nacional de
Estadística [INE], 2019). La tasa de empleo correspondiente a 2019 era del
54% y la tasa de desempleo para ese mismo año era del 5,7%. En los últimos
cinco años, dicha tasa se ha mantenido relativamente estable. Teniendo en
cuenta la cuarentena obligatoria actualmente vigente en Honduras, la mayoría
de los trabajadores permanecen en casa. No está claro si se producirán
despidos masivos, y hace poco el Gobierno permitió a las empresas privadas
contar como días de vacaciones y festivos nacionales los días en cuarentena
durante el estado de emergencia.

En el caso de Honduras, tras registrar un golpe a la economía que supera los


daños del huracán Mitch en 1998 y de la crisis política de 2009, las
proyecciones del último informe del Banco Mundial son un indicio de una
recuperación. La revisión realizada por el Banco Mundial a las economías,
publicada a inicios de año, indica que Honduras también tendrá uno de los
mayores crecimientos a nivel regional en 2022, con una estimación de 3,9 %.
En general, se prevé que la pandemia de COVID-19 tendrá un gran impacto
sobre el desempeño económico agregado y los mercados laborales en
Honduras. Las proyecciones actuales asumen que la pandemia, sus
correspondientes efectos a nivel mundial sobre los precios de los productos
básicos y el petróleo.

Y su repercusión en la demanda agregada externa e interna reducirá el PIB


potencial en lugar de provocar una recesión. No obstante, estas expectativas
pueden ajustarse en un futuro según cómo evolucione la crisis debido a la
pandemia de COVID-19.

Los catástrofes que han ocurrido en Honduras es llover sobre mojado ya que
no se sale de una para meterse a otra mala racha de huracanes, Ha llovido
sobre mojado en Honduras, un país que ya había sufrido múltiples crisis
durante los últimos años: represión estatal, violencia pandillera, problemas
económicos, devastación ambiental, emigración masiva y más recientemente la
pandemia de COVID-19. Los dos huracanes dejaron al menos 94 muertos y
casi 4 millones de damnificados en el país y según analistas podrían provocar
un incremento del nivel de la pobreza de un 10%, superando el 70% de la
población. Si bien la llegada de dos tormentas tan fuertes, separadas por solo
dos semanas, fue un desastre natural casi sin precedentes en Honduras,
muchas de las personas afectadas consideran que las autoridades les han
abandonado a su suerte.

Es lo peor que se ha vivido en Honduras, el impacto de los huracanes fue tan


grave que hizo que mucha gente se olvidara, al menos por un momento de la
pandemia que ha cambiado el mundo muchas de las personas damnificadas
han sufrido estrés postraumático por todo lo que han vivido desde que Eta el
primer huracán se acercaba. Uno vive un nerviosismo, una tensión en nosotros,
preocupación al saber lo que viene por los medios que anuncian que es algo
grande y peligrosísimo.

Dos semanas después de la llegada de Eta, aproximadamente 60 familias


seguían viviendo debajo de un puente en una carretera al sureste de San
Pedro Sula. Dos días antes de la llegada del primer huracán, el gobierno
hondureño seguía promocionado una feria de turismo para reactivar la
economía, en vez de avisar a la población que tomara medidas preventivas.
Desde entonces ha sido acusado de no hacer lo suficiente para proteger la
salud y dignidad de las personas afectadas y garantizar su acceso a asistencia
humanitaria.

Las autoridades nacionales dicen que salvaron a 34 personas varadas en sus


techos con helicópteros militares y civiles, además de llevar a cabo dos
rescates acuáticos. La Fuerza Área colombiana ha ofrecido su apoyo,
evacuando a otras 97 personas en un helicóptero Black Hawks. Marlon Matute,
represente de la alcaldía de San Pedro Sula, afirma que el gobierno local ha
abierto 100 albergues municipales en la ciudad y que está dando apoyo
monetario, alimentación y productos higiénicos a las personas afectadas.

Con nubes de mosquitos, grandes cuerpos de agua, y cadáveres de animales


en todas partes, más la falta de sanitación provocada por los daños, Nolasco
está alerta por posibles brotes de malaria y leptospirosis. Pero la preocupación
principal sigue siendo la pandemia que ha cobrado casi 3.000 muertos y más
de 100.000 casos de COVID-19 en un país de 9,5 millones de habitantes.
Mientras no pare la contaminación, mientras no pare la depredación, mientras
no se reconozcan los derechos de quienes han defendido hasta ahora el
territorio, pues las perspectivas van a ser bastantes complejas. Entonces
Nuestra propuesta es seguir concientizando a las personas que viven en estos
países para que se hagan esfuerzos importantes y más serios y reales de la
mitigación de los impactos ambientales que todo el mundo está sufriendo. La
solidaridad y el abrazo entre los pueblos siempre va a ser la manera para llegar
a alcanzar este mundo soñado.

La destrucción en Honduras, combinada con las afectaciones del cambio


climático que han dificultado la agricultura de subsistencia durante los últimos
años, más un posible cambio en la política migratoria de la nueva
administración del presidente electo Joe Biden en Estados Unidos, podría
impulsar una nueva oleada de migración.

Oponerse a la explotación de la tierra, y la violación de los derechos de sus


habitantes, significa arriesgarse la vida. Según la organización Global Witness,
14 defensores ambientales fueron asesinados en Honduras el año pasado, la
tasa per cápita más alta del mundo. No obstante, hasta ahora el gobierno se ha
negado a firmar el Acuerdo De Escazú, un tratado regional sobre derechos
ambientales y la protección de los activistas que defienden la naturaleza, que
ha sido ratificado por 11 países de América Latino y el Caribe desde su
adopción en 2018.
Conclusión

En conclusión, el COVI-19 sigue expandiéndose como una arma mortal y que


las personas ya están vacunándose para minimizar los síntomas de esta
enfermedad, aunque hay personas que prefieren no vacunarse y aceptar las
consecuencias de la falta de la vacuna; pero esto no lo sabrán hasta que lo
adquieran y sepan que la vacuna es un medio para evitar un riesgo mayor de la
enfermedad, por otra parte las desgracias solas no llegan, y esta vez aparte del
COVI-19 se suma los huracanes que han dejado muchas Hondureños
damnificados sin nada que los resguarde, y piensan que el único medio para
poder sobrevivir es emigrar a Estados Unidos que con el nuevo cambio de
gobierno les podría dan asilo.
Bibliografía

https://sde.gob.hn/2021/01/18/proyecciones-del-bm-economia-hondurena-
entre-las-que-mas-crecera-en-2021/

file:///C:/Users/Administrador/Downloads/UNDP-RBLAC-CD19-PDS-Number4-
ES-Honduras.pdf

https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46501/19/BP2020_Hondur
as_es.pdf

https://www.amnesty.org/es/latest/news/2020/12/devastating-impact-
hurricanes-eta-iota-honduras/

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