Bestard y Contreras

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@ Joan Bestard
b1c.\E:rrn:,l\i:;
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1(0.>//,
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Jesús Contreras
1!v7!ZC;() . pao'~. fiN¡¡2ot

( fh o;)

I
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Bárbaros,
pag31los, salvajes
-
y .pritnitivos
Una introducción
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ala Antr.opología

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BARCANOVA
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TEfVlAS UNIVERSITARIOS

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Colección dirigida por Jose Manuel Bermudo


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ÍNDICE

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A. rl.Llestros padres. Introducción ", •••••••••••• < •••• I ~ ••••••••••• ~ • r , •••• ' ••••
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•••••

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1. El descubrimiento de América y ía reflexión antropoló-


gica _ " _ ,_
1.1. El descubrimiento de }\mérica: ¿ruptura o conti-
nUIdad entre el mundo medieval y el mundo mo-
. 15
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derno? _ ,' _
1.2. Del «Alterum Orbem" al «Mundus Novus),
_ 16
. 22
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1.3. El GéneSISy la diversidad humana' , 30 ·,:.~e!


1.4. Los «Indios" americanos: ¿otra humanidad?
1.5. El Derecho internacional de la Europa medievai y el
. 35 ·'e
. ··:ti

descubrimiento de América: «el requerimiento» 38


1.5.1. Las critICas al «requerimiento" y la concien-
cia de la diversidad cultural . __ . 44 ;:i~·.'~
.. ~.-\I

2. La dificultad en reconocer la diferencia


2.1. «Los otros» son «bárbaros»' la herencia grecol.atina
. 49
53
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....,.. ~,.
. ;.:....;:

2.1.1. Los griegos y los «bárbaros» _ . 54 ·'r~~


2.1.2. Los romanos y los cristIanos frente a "bárba-
@) 1987, Joan Bestard y Jesus Contreras
Esta edición es propiedad de Editonal Barcanova, S,A.
ros}) e «infieles» , __. ,
2.1.3. La «amenaza mongola", el íntento de diálo-
. 62
2
Pl. Lesseps. 33, entresuelo. 08023 Barcelona go entre Oriente y Occidente y los derechos
Teléfono (93) 2172054. Télex 98634 VSBN E de los infieles _ ,., 65
Diseno de la cubierta: Countertort "~
Pnmera edición: 1987
2.2. Monstruos y seres fantasticos: la herencia medieval 70 ... ;;;;J
•.••

2.3. El caso de los cananos _ , . 79


.~¡I
Deposito legal: B-32866-1987
ISBN: 84·7533-384-2
Impreso en España . P.nnted In Spain
Imprime: HUROPE. S.A. Recaredo, 2. 08005 Barcelona
...•
2.4. Los problemas de describir y de clasificar lo desco-
nocido ,
2.4.1. Sin rey, sin ley, sin fe
, ,
,
.
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84
92
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~. Los {dn¿i~~')~-:'~mer;it;:~~~~'
y' las cuestíones relativas a la
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" diverSida(Lc~liw~·~.:,
3. L Lañ~tHr~.é(~?-__aé iOs'!ndios americanos ' __
165 - , 101
. 355
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290
165
264
107
229
254
279
248
126
328
322
208
192
219
178 i
219
300
313
279
.'. 3.2. Last¡eorias de la esclaVItud natural y de la guerra 116319
335
~ jus'ta '.'~' , , .. 145

1!J 3.3. Los ;rigf?nes de 'los indios del Nuevo Mundo INTRODUCCIÓN
",.....,
.4'>. 3.4. Los «otros»
cultural' en como
José de«primítivos»: la i~ea de de
Acosta y Bartolome desarrollo
Las Ca·
,.;:...~ sas - .

~I ..,. Del gabinete del hIstoriador al museo de ia hlstoria


:::> 4.1. El gabinete del histonador .
'4.2. Naturaleza humana e historia ._ ,, .
;;a"
"...;¡;¡
4.3. El museo de la hIstOria _.. , .
~ 4.4. Los cuatro estadios - .
~.~ La visión del salvaje .
~ 5.1. Los salvajes y los inicios de la historia _ ,. Hay que aprender a conocer las partlcHlarida.
.5.2. De la sensación al sentimiento "_ . des.de cada pais, con el fin d.e que se manten'
;;...,¡
.:/~-
.. gcll'l; ello es, preCISamente, lo Que permite que
'

5.3. De la física del amor a la fislOlogia del amor entremos en mtercambro con él; pues las parll-
~ 5.4. En el pais de los filósofos desnudos .. , . culandades de cada pais son cama s¡¡lengIUl )'
5.5. El noble salvaje , , .. su moneda.
~
,;;"..¡;
,-:2>,:, El lugar del hombre en la naturaleza . J. W. Goethe

~ 6.1. La gran cadena. del ser: los monos y los hombres


6.2. El lenguaje y los limites de la especie humana
~~ 6.3. Los órganos de la voz de los monoii y la estructura Es posible que al lector le haya parecido observar CIerta diSOCia-
~ física del hombre ',' , ción o, mcluso, falta de relación entre el titulo y el subtitulo de este
libro. ¿Cómo o por qué una obra que trata de ••barbaros». '(paga-
~2pilogo ,., . nos», ((salvajes» y <cprimitivos» puede constituir «una introducción a
la antropologia)? Y ¿qué relaCIón guardan entre si esos cuatro
e. nexo. Los cristlanos europeos vistos por los americanos términos y cuál es la relaCión de cada uno de ellos con antropo-
1<1.

..... 1. La irrupción de los europeos: ¿dioses o hijos del diablo?


,.C;)j!' :; ..

logia? Esta, de cualquier manera, ha sIdo objeto de muchas defim-


;:; 2. Las razones de una derrota , . ClOnes, algunas muy sencillas, basadas en la propia etlmologla del
térmmo: la antropología es eí estudio del hombre, por ejemplo.
~ibliograña , . Otra definición muy recurrente ha sido la de antropologia como
,;::¡ estudio de la cultura. Pero estas definiciones resultan poco específi·
cas y, hasta cierto punto, coinciden con las de otras disciplinas,
~otas .
como la histona. Asi pues, tales definiciones no permitenjustincar,
.;:) : 1:'- todavía, el título de este libro y su contemdo, si bien puede afirmar-
~
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~
2 Introducción Introducción 3
~
se que barbaros, paganos o primitivos, se trata de «hombres», Este del presente libro), constItuyendose su campo a partir de su propia ~
presupuesto, que no siempre ha estado claro a lo largo de la práctica. Nació con el descubrimíento del mundo «no occidental»
~
historia, constituye la materia de una de las cuestiones que aqui se por Europa y con el desarrollo de las distintas formas de domina-
tratan. ción colonial del mundo. Poco a poco, se fue delimitando un ~
Por otra parte, y con el deseo de intentar precisar un poco mas campo de estudios, poblado de todas las sociedades no occidentales ~

e
"""
definiciones tan genéricas como las anteriores, teniendo en cuenta que Occidente descubria en su expansión mundial. Los hístoriado-
res las dejaban a los antropólogos. pues su estudio no podía apoyar-
cierto componente histórico en la aparición de la a~tr~EQ!Qgíª,
diversos autores coinciden en señalar su nacímientc{'Euandose se en documentos escritos que permItieran fechar l'os monumentos e
escribe en plural ia palabra «civilización", cosa que habría ocurrido
en la segunda mItad del siglo XVIII (Poirier, 1968, p. 5); o bien
y, las huellas materiales del pasado. Además, el estudio de esas
sociedades hacia necesarias la observación directa y la encuesta e
cuando se empieza a emplear el término «culturas", asimismo en oral. ·e
plural (Keesmg, 1974). para designar no sólo iao; cuituras OCCIden- Si el desarrollo de la antropotogia como disciplina puec!e rela-
e
tales SinO cualesquiera otras, como la bantú, la esquimal, la tro-
briandesa, la gItana, la tuareg, etc. Pero, en este momento, ,no nos
cionarse con la: expansión del capitalismo, puede decirse, también,
que la simple reflexión antropológica se desarrolla, de modo gene- e
111teresa tanto una historia de la antropología como una introduc- 4IIi ral, en dos tipos princípales de situaciones (Palerm, 1982, pp,
e
ción histórica a la constItucIón de su objeto.
También es cierto que el objeto de la antropología, sobre todo
16-17): en las de contacto entre culturas distintas, y en las SItuacio-
nes de cambio, y más particularmente en las de cambio rápido e
desde que deV1ene disciplina universitaria, en la segunda mitad dentro de una misma cultura. La histona nos ofrece casos muy
e
siglo XIX, y en las décadas siguientes, se ha acostumbrado presentar
en terminas del todo restnctivos, negativos y, ademas, bastante
relevantes de uno y otro tipo de momentos. La expansión de las
civilizacÍones griega y romana, los descubrimientos geográficos de e
confusos. En efecto, la antropologia ha sido caracterizada como los pueblos ibéricos, la formación de los grandes impenos colonia- e
una disciplina especializada en la descripción y explicación de los
mecanismos de funcionamiento de sociedades concretas, llamadas
les, etc., han constituido ocasiones en que han entrado en contacto
e
"primItivas», «ágrafas" o «tradicionales», por ejemplo. Todos
o se han enfrentado culturas mas o menos distintas hasta el punto
de considerarse unos civilizados y no tener por tales a los demás. e
temúnos, además de negativos, resultan considerablemente
sos pues no preCIsan los límites de su objetivo: ni «primitiva",
confu- Situaciones de cambio rapido dentro de una misma sociedad son
frecuentes por no decir contInuas. Importa, sin embargo, que eXlS" e
menos todaV1a «tradicionah, tlenen una definición precisa. «Ágra- ta conciencia de ese cambio, que exista conciencia de un ,(antes" y ~
fa», por su parte, puede incluír sociedades tan diferentes entre si, un "ahora» que constituyan o proporcionen los términos para la
e
desde cualquier punto de vista, como la azteca, la bosquimana o la
tsembaga. Como dice Maurice Godelier (1974, p. 241),
comparación que ha de propLciar la reflexión sobre las diferencias
culturales. La RevolUCIón francesa, la Revolución industrial y la
llamada revolución tecnológica son ejemplos de diversos momen-
e
c:'
una sociedad parece pertenecer al campo de la antropología cuando no
está e.studiada por el historiador, el sociólogo y el economísta, o no tiene
tos en que en «Occidente» se ha desarrollado la conciencia de
cierta crisis: de instituciones, de valores, económica o de todo ello e
las caracteristicas de las socIedades occidentales. preíndustriales. A veces,
Incluso, se abandonan al antropólogo fragmentos de una sociedad indus- a la vez. ELpueblo inglés de finales del siglo'xVI y principíos del e
trial, generalmente sectores. agricolas, considerados como 'Vestigios de
etapas anteriores de su desarrollo. (~lJe/
,
;..
XVII,por ejemplo (Kupperman, 1980), creía que su sociedad estaba
cambiando rápidamente para peor, pues todos los viejos controles
sociales se estaban viniendo abajo. Muchos de los informes relati-
ee
mo En
iogia realidad,
y como
su según colonial
dominación
disciplina el mismo
se Godelier
sobre
desarrolló las la
con (1976, 1980),
sociedades
expansión nodella
capitalistas
capitalis- 1:(J,
antroPo-\1\\fJí.·.~l
liJ«~.;\&'
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vos aA.merica reflejan este hecho. Existía cierto temor a cómo iba a
verseafecta.da su sociedad por la emigración y la disponibilidad de
e
(en este punto, ya nos acercamos al contenido de algunos capítulos)~' ..' tierra en América., Muchos ingleses estaban preocupados porque ~

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4 Introducción
:::)¡ !ntroducción (/5
'--- . )

mientas entre unos y otros, diferen-Glasideológicas más o menos


~~onsideraban que desaparedan las distinclOnes entre las gentes.
profundas; existe también una d(stanclav1d.na incomprensión, una
~fuando se describe a los indios de Norteamenca, a menud? se les no comprensión entre unos y otro~---vec:es insuperable. Una distan-
. presenta como ejemplo de una sociedad que no ha perdIdo sus
;:¿~ostumbres al contrario de lo que ha ocurrido en Inglaterra, y se cia que se manifiesta y se refuerza con el desprecio que supone no
colocarse, no querer y no saber colocarse, siquiera mentalmente,
.~¡:lice que los ingleses deberian aprender de la sociedad india para
~ recuperar sus buenas y antiguas costumbres. en el lugar del otro ..
::¿i Consecuentemente con las consideraciones anteriores, no resul-
~jará extraño que uno de los temas m~ Importantes y recu~entes ~\ de Recorrer
conoc.erío,
los esay una
distancia,
comprenderlo,
objetiVOS que ha en
de lascolocarse de su
enseñanzas permitir
de lugar y percibir
respetado al
la antropologia. esotro,
En uno
este
-de la teona antropológica haya sIdo las interpretaciones sobre la
~~Volución y la diversidad cultural (Palerm, 1967, p. 65). La percep- punto, volvemos a encontrar otra justificacíón del contenido de
"=¿;ión de la transitoriedad y relath'idad de las formas socioculturales este libro como una «introdUCCIóna la antropología) •. lean Monod,
en un sugestivo estudio, precIsamente sobre las bandas juveniles de
j;e.referenCIa.
agudíza en el tipo ~e:pedodos histócicos a íos que hemos hecho
Y, qUlza, hoy también estemos viviendo uno de esos París de la década de los sesenta. señalaba que era necesario
~:)eriodo$, tan criticas como otros que se VIvieron en el pasado. Hay abandonar el mgenuo mito que opone de modo global el hombre
clvilizaoo (yo) al hombre salvaje (el otro). Es necesano, decía
-""¡¡TUomentos
••.. enquelosparecian
,,··lbstituc1ones que se mas
ve derrumbarse
sólidas; otros. las estructuras
en los y las
que el hombre Monad (l971, pp. 11-12), comenzar por traspasar la pantalla de las
;:¿ie una determinada c;:ultura se ve colocado súbitamente frente a imagenes que, más que reflejar la realidad, imponen de anteman~ ..~""..
al observador el significado que quieren. Para lograr un conoci-
~ma inmensa v~riedad :deformas yestilos soc!oculturales. Ante esta miento del «otro", «hay que hacer un "víaje" (pnmeramente a
.. rnmensa vanedad se puede reaCClOnar de d1Versasformas: con la
~onclencia de superioridótd y manifiesto desprecIO hacia los otros ...traves de unos hábitos mentales) y realizar la expenenCIa de un
descubnmiento, de una conversIón hacia el otro)), porque la antro·
~etnocentrisma), intentando conservar las estructuras en decaden- .pologia ola etnología no es mas que una reflexión apasIOnada. pero
>:afia (trad!CÍonalismo) o, simplemente, ha~iéndonos ~onscientes de .respetuosa, sobre ·,(elotro), De «viaje» hablaron también algunos
~¡a caducidad de las culturas y de la relatIVldad de cada una de ellas,
~:n el espacio y/o en el tiempo~ . filósofos del siglo. XVIII. Ya..Rousseau se quejaba de 10 poco que
.·h.abiayiajado la filosofía hasta aquel momento, a pesar de la eXIS-
...:) Forzando un poco las térmmos de la comparación, podriamos tenela de una abundante literatura de víajes.
Jncontrar cierto paralelismo entre la diversidad cultural que se
;;~hfrecfa a los oJos de los viajeros del sigío XVI en algunas regiones Así pues, de acuerdo ahora con Tzvetan Todorov (1986), la antro-
pología no e? ni una «sociología de los pnmitivos» ni una socíologia
::i,-:ielcontinente americano o africano, con la diversidad de aparien- de lo cotidiano: si, acaso, una «sociología)) desde fuera. El hecho de
~cias que se ofrece a los ojos de, por ejemplo, un «ejecutivo» o de un
~ni!itar de nuestra sociedad al observar las llamadas "tribus urba- no pertenecer a una cultura puede permitir, incluso, descubnr lo
que escapa a sus miembros acostumbrados a conSIderar «natural»
~as)1 de punks, heavles, rockers, mods, etc. No sólo su- apanencia
fíSica, de indumentaria y adorno personal, contrasta con la suya, todo su comportamiento. Es necesario, en una primera etapa, iden-
~ino también sus pautas comportamentales e, incluso, según pare- tificarse con el ,(otro» para poder comprenderlo. Pero no hay que
~:e, en ocasiones, sus sistemas de valores. "Salvajes)" «barbarosl> y quedarse ahi.La exterioridad del observador, a su vez, es pertinente
"degenerados» son adjetivos que utilizan con cierta frecuencia para para el conocimIento. El conOCImiento de los otros es un moVi-
~leferirse a estos grupos de jóvenes los sectores sociales «más insti- mIento de ida y vuelta. Pero, despues de haber estado con ei otro, el
:5,ucionalizadosl>_Se trata de íos mismos adjetivos que emplearon los
...-, .
regreso no es al mismo punto de partida. El antropó1ogo ha de
esforzarse en encontrar un terreno de entendimiento común, en
~¿aJeros de los siglos 'XV Y XVI para referirse a los distintos pueblos elaborar un discurso que, aprovechando su exterioridad, hable al
.. africanos y americanos que encontraban. Posiblemente, los parale-
~~ismos no acaben aquí. No sólo existen diferencias de comporta- mismo tiempo a los otros y de los otros. Como decía Rousseau, hay
~
4
~
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,e;
~
6 Introducción Introducción 7 '.~
.,~ .. ~
que conocer las diferencias entre los hombres, pero no para ence- Asi pues, la antropología como disciplina se ha caracterizado
rrarse en una afirmación de la incomunicabilidad, sino para cono- fundamentalmente, frente a otras ciencias humanas o sociales, por .,~
_.,~

cer mejor al hombre en general: «Cuando queremos estudiar a los dos aspectos: por el «tipo" de sociedades estudiadas -las llamadas """;'e
hombres, es necesario mirar cerca de si; pero para estudiar al prlrrútivas- y por el «metodo» que se hízo necesario para estudiar
hombre, hay que· aprender a mirar a lo lejos; es necesario, en esas sociedades extrañas: la observación participante y la encuesta • t.~~
• .. ji;)1. , •

primer lugar, observar las diferencias para descubrir las propieda- oral. Y de estas dos características, más o menos frutos de ,la 'e
des» (Rousseau, 1817, p. 516).
Habiendo introducido términos como «distancia», «el otro» y
casualidad o, por decido de un modo más elegante, de las circuns-
tancÍas históricas, se desprende una de las principales virtudes de la
e
·e;
«VIaje»,podemos- considerar ahora otJ:aScircunstancias~n .E?I.. !leEí- antropolOgía: su capacídad heuristica.
mient~ d~ laantr,oP91ºgh.l. Com,o ha~s~ñara~o Iean Copans (1974)'<0 La antropología se ha convertido en una materia especíalizada .~
el nacimIento de la antropologla es el resultado de un fenómenoc.O·,Y~ en la búsqueda de explicaciones a cualquier comportamiento «ex-
unico y original. En erecto. ~lc;~E9~J:I!:E1.[!~9:.dela antropoíogia(':6{~Q~ "
-le::sSOCIedadesllamadas «PDrnl?:vas»o.«tEClcl,~C::l~nttle.~-
ya hemos indicado, el producto de una nistoria pohhca y económi-
eS"como ~4',.
traño» o a primera vista Incomprensible, y ello por dos raZones. En
primer lugar, porque su ambito de estudio son las sociedades
extrañas, es decir, históricamente distintas de la nuestra, y cuyas
.e
.~
',~

ca que ha supuesto la mtegración, mas o menos conflictiva, incluso estructuras y pautas de comportamiento resultan incomprensibles 1:;.;;...-

mediante el exterminio, de sociedades «distintas» dentro de la a primera vista. En segundo lugar, porque la antropología ha inten- ~
órbita material y cultural de «Occidente», Asi pues, el campo e!!lPí- tado descubrir la lógica oculta de dichas sociedades (vease Gode-
~
~fQj~.le..antropologia hasidoi1!Zpuesto a la re;ª~1S.iÓD~.t~Q.riºª, Y su lier, 1974, pp. 244-245), capaz de explicar el sentido de aquellas
objeto no ha·-sfdo-trUto··de·~nfl.ª~lirrÚta~{Ó~c:onceptt1ai m~ .'o pautas y el funcionauúento de tales estructuras. Como ya decían los '~

men(ls progresiva de ia realidad, sino que la aParienciél tan disrlriia historiadores de la Ilustración, no se trata de recoger curiosidades,
sino de buscar la razón de esas curiosidades . .. ~
de las sociedades estudi.adas tradicíonalmenteporel"f1t~?E2!2g9,
e~ttlgiºLy esa «diferen-
se presel1ta cOll1o.laesenciall1ismª.d\':".s.u .... y ocurre que son extraños o curiosos todos aquellos comporta- ·,·e
cial> acaba adquÍrieiídó' una ria't~raleza específica e irreductible,
constituyendose en el campo por excelencia de la antropología. Sin
mientos que no coinciden con los nuestros, esto es, con los de la
propia sociedad, etnia o grupo social o de edad. Los individuos
·e
acostumbran manifestar una incomprensión' considerable con res- ':~
embargo, y al mIsmo tiempo, estapartict11anda~ del proceso de
constitución clelcampo empíric~~9.~··'1~anfrop?lo~1·a·lmp3~fi~·.:~t· pecto a los comportamientos distintos de los suyos. Es muy comÚn, -""':"~
m~!g.go: t?- observaCión. exterior:º~fille~l:pi:inªlgJ.Q:ª~CI~rclistt2n~la- por ejemplo, la incomprensión e incluso el asco hacia unas pautas
é3óh~ ..~.º.Q1.Q •..l}~11•.ixj~E~P!~_.~::}~.~,~~fis~.
La originalidad' deCffiét:odo ..•.';,.~ .~.~-
.. ,¡¡
alimentarias que difieren de las propias. Lo mismo ocurre con las
antropológico (una aproximaCión cualitativa y directa a la realidad .. ~~
pautas indumentarias y las preferencias estéticas, por no hablar de - .".""'~" .,
' "

social) viene determínada, en primera instancia, por la propia 'la intranSigencia que suelen mostrar los individuos convencidos de
naturaleza de las sociedades estudiadas. En la medida en que nada .;"1':
,::;.~., .
,", '00'
"~

se sabia de esas sociedades, no había otro remedio que empezar por un determinado credo poUtico o religioso,
Veamos un ejemplo. En el Estado español. no hace muchos , ,~~
elaborar una descripción de las mismas a partir de la observación y
años, resultaba común escuchar una descalificación de las pautas
de la recogida de los discursos, individuales y colectivos, elabora-
de herencia propias de Castilla por parte de los catalanes, y vicever-
:,~','~
dos por dichas sociedades. En la mayoría de los casos,' como al
antropólogo le resultaba necesario vivir una larga temporada en la sa. Las reglas tradicionales de la herencia en Cataluña establecian
comunidad «primitiva», el mejor método para conocerla era vivir
como la comunidad. De esta forma no habia intermediario entre el
la transrllsión integra del patrimonio a uuheredero único, general-
mente elpnmogenito varón -hereu.- y una compensación o legíti.
";',~
,~~
antropólogo y la cultura estudiada, entre la realidad empirica y la ma para el resto de los hermanos -cabalers- y hermanas o caba- ."~

explicacióh científica. El antropólogo, podriamos decir, aprendía a leres. En Castilla, el sistema de herencia se basabit' en una "~ ~
«traducir» «hablando», transmisión del patrimonio a todos y cada uno de los hijfS e hijas, II¡··.·
.,.,:.~ :'.•
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9
~ 8 . Introducción Introducción

~ independientemente cJ.ela posibilidad de que uno d~, ellos, elq,ue dietino Juan de Mabillon (en O'Gorman, 1979), consideraron que
~ cuidara de los padres .en su vejez, res!:lItara mejorado. No compren- «estudiar hIstoria es aprender a conocerse a sí mismo en los otros»,
;:jdian los catalanes el sistema de herencia de Castilla.pu,í;s, decian, Mucho mas recientemente. Malinowski. al que podría conSIderarse
dicha practica comportaba la ruina de las explotaciones familiares como el primer sístematJ.zador del método antropológtco basado en
,.::) como consecuencia de la progresiva fragmentación delospatriIno- la observación participante, decía;
:!:;; nios. Y acusaban los castellanos a los' catalanes de falta de sentí-
~mientos, pues sólo favorecian a uno de sus hijos, el mayor, y Aunque pueda concedérsenos por W1momento penetrar en el alma del
. excluían de la herencia a todos los demas. En la realidad, compa- salvaje y mirar al mundo extenor a traves de sus ojos y sentir lo que él
~ randa ambos sistemas, y temendo en cuenta las correcciones que pueda sentir, sm e~bargo, nuestra meta final es enriquecer y profundizar
nuestra propia Vlslón del mW1do, entender nuestra propia naturaleza y
~ imponía e impone la practica, así comola edad media a la que se hacerla mtelectual y artísticamente mejor. Aprehendiendo la Vlsi6n esen-
contrae matrimomo, la institución de la dote, el grado de solteria, CIalde los otros. con el respeto y la verdadera comprensión que se les debe
;:) el numero de hijos de cada matrimomo,ia posibilidad de casamien- mcluso a los salvajes, no hacemos smo ampliar nuestra propIa VIsión. No
~ to entre pnmos, la diversidad de 1as estrategias económicas altema- podemos alcanzar la última sabiduria socratica de conocemos a nosotros
mIsmos SI nunca abandonamos los estrechos límItes de nuestras costum-
~ tales
h"as sistemas
asequiblesde aherencia
.,....,.¡¡
cada unidad familiar,
no resultan tan etc_, podna entre
diferentes decIrse que
si como bres. creencIas y prejUIcios en que todos los hombres nacemos [...]. La
Ciencia del Hombre, en su versión mas noble y profunda. debe condUCIr-
~ parece. En cualquier caso, responden a unas estructuras específi- nos a un conocimiento, una toleranCIa Y una generOSIdad basados en la
comprensión del punto de vista de los otros hombres (Malinowski, 1973,
~ cas vinculadas al respectivo proceso histórico del desarrollo econó- p.505) .
.' . mico y social. Por 10 demás, la migración masiva, producida a
~partír de la década de los años sesenta, ha aproximado todavia mas
~ los resultados de una y otra practica de herencia, formalmente tan
diversas. Todo ello pone de manifiesto la necesidad de tener en
~ cuenta los procesos histbricos para conocer y comprender las Ahora si creemos haber entrado de lleno en el cammo de la Justifi-
cación de 'nuestro titulo y subtitulo. Una introdUCCIón a la antropo-
~ instítuclOnes socioculturales de cada país y de no reducirse al
: mventario o descripció!,!pe. ~u ,sistema normativo. logia, de acuerdq con las consideraciones anteriores, ha de preten-
;~- .. Despues de todas esti;lSconSideraciones y del ejemplo antenOl;:, der cumplir con la mtLxima socratica de conocemos a nosotros
~ ~os atrevemos a proponer una definición de la antropología, la de mismos, pero, a través del prevlO conocimiento del otro. El recono·
.. los esposos Keesíng (1971, p. 3), que permitíra percibir una mayor cimiento del otro, sin embargo, no es una tarea fácil. EXIge, como
~prQximidad entre el titulo y el subtitulo de este libro. La definición decíamos, recorrer una distanCIa, realizar un viaje. Viaje a lo largo
~ es la siguiente; «Antropología es el estudio de las universalidades y del cual hemos de ir abandonando nuestros juicios, nuestros com-
plejos de superioridad o de mferioÚdad como eqwpaje mútil, y
~ de las especificidades; un estudio de los sorprendentes contrastes y hemos de regresar con el recuerdo -ahora que estan de moda los
. 'de las extrañas similitudes; un estudio del significado y la lógica de
~lo que nos parece extraño. Es el estudio de nosotros mismos, como viajes y los souvenírs de SOCIedades exótícas- de haber comprendi-
do la coherencia interna de una cultura. De este modo, estaremos
~/ef1ejados en, el espejo de los modos de vida muy diferentes del
nuestro propIO», - mejor equipados para comprender la coherencia y la incoherencia
..:) Esta pretensión es antigua. Ya Ciceron hablaba de la historia ,de la nuestra y de nosotros mismos.
Como en estas primeras paginas hemos recurrido ya varias
~)como «maestra de la Vida», {La antropología aún no eXlstia, S1 bien
'veces a la metáfora del «V1aje», no habra de resultar extraño que
.~ c~alquí~r
~/dlO de la antrop~logo podria suscribir la definición que H~rodoto
hIstOrie: encuesta llevada a cabo por un testJ.go que parte fundamental y primera de los materiales de este libro hayan
~informa de lo que él mismo ha vist9 y recogido a lo largo de sus sido, preCIsamente, relatos de viales. Esos relatos se deben a viaje-
ros reales o imaginarios. como el gnego Herodoto o el romano
~ínvestigaciones.)'Varios autores después de Cicerón, como el bene-
~j

.;f:J,
~
10 In traducción Introducción 11

Estrabón, a misioneros medievales como Piano de Carpine o a


comerciantes corno Marco Polo. Y, sobre todo, habremos de refe-
IDOSprimitivos antes de «pr,ogresaD>. Entre ~os primitivos-y--~os~!'~:i;Ó!~,~H~;:~~,~~
rimos a relatos de la epoca de los grandes viajes y descubrimientos
,-.:. !lSl;:\~
-los del África negra y el Nuevo Mundo americano-escritos o civilizados hay un largo camInO (cuatro estadios, como veremosY,
pero se puede recorrer. Los. primitivos, pu~s, son «otros», p~r~·no·' ;·~·',~.~~
",
compilados por J03.0 de Barros, Colón, Vespuccí, Sahagtm, Fernan-
dez de·Oviedo, Núñez Cabeza de Vaca, Ramusio, Hariot, Thevet,
Bouganville y tantos otros. Esos relatos y crónicas han sido, a 10
tanto como lo fueron los «barbaros» y los «mfieles». Son, en últmia
instancia, nuestros propios antepasados. Las actitudes hada ellos;
por otra parte, no han llevado a la ej~cución en la hogueraI1i a la
:.. 1"".:.;:,
"""u,.c·
"'Ti~:~':~
e'.-.H

largo de nuestra histona, los primeros pasos, mejor o peor dados,


esclavitud, s~no a ,la seden~ación o~ligatoria, l~ r:servas indíge- ','::::¡í'~~Iil
en el reconocimiento del otro. Vale decir que, a lo largo de esa nas, el hambre, la «redenclOn» mediante el trabaja, el desalojo '.'; ;:c.::
nuestra hIstoria, el otro ha sido visto, fundamentalmente, como violento de sus tex;1torios y una, diversidad de ~strategias que ha'
«bárbaro)" como «pagano), o «infiel», como «salvaje» o como «pri-
mitivo». Ésta es la razón de nuestro título y la justificación de que
variado según las epocas, los paIses y el grado de resIstencia que
nuestros primítivos ofrecian u ofrecen a1.Progreso.
",r.~
' . :.i e
' ; .~;,'~~
esta hIstoria de la visión del otro pueda constituir una introducción Como se ve, todos los terminas anteriores, utilizados para refe, ." ~
a la antropologia. rirse a _"los otros», .a pesar ~e .las .(~iferencias entre e,Uos, tie,nen un . ,',; ~
Pero cada uno de esos conceptos tiene una significación y unas denommador comun: la asrmIlaclOn del otro a una jerarqUla en la "
,e
implicaciones diferentes. Como veremos, el calificativo de «bárba-
ro)) y la contraposición
suponer el no reconocimiento
«barbarie/civilización" se caracteriza por
del otro. Al otro, al bárbaro, se le
cual, por unas u otras razones segUn cada caso, le corresponde
sie~pre una posición de inf~ri?ridad. En esa misma medida, puede,'
deCIrse que no hay reconOCIrmento del otro y, por lo tanto, que no
.

'
e ..
conoce por lo que no es y por lo .que no tiene. El otro es, en este
caso, la negación del yo. El barbaro es la negación O la inversión
I•• hay antropologia. En efecto, como esclavo, como infiel por con ver-
tir o :matar, o como (catrasado» por reciclar, no se reconoce el
.,' ~
~

I
del CIvilizado. La ignorancia o esclavitud son las actitudes en rela-
ción a ese otro. der~cho a mantener la (lif~rencia, a mantener la alte~dad. En ~
realIdad, un pleno reconocnmento y la plena aceptacIOn de la .

II
«Pagano», «infieh) o «ídólatra» son términos referidos a una diferencia, de la alteridad, es un hecho muy reciente y, en buena ~
religión reputada de falsa o herética. La oposición, en este caso, es
entre religión verdadera -el" cnstiamsmo- y religiones falsas -to- -~
medida, considerablemente formal: «Todos los seres humanos na-
cen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de
e
!.
das las demas-; entre «fieles» a Dios y a la Iglesia, e «infieles»; entre -¡¡¡ razón y conciencia, deben 'comportarse fraternalmente los unos ,~
CIvilizados y bárbaros, una vez mas. Tampoco en este caso hay con ,los otros~ (Declaración Universal de Derechos Humanos de ras.~~
reconocimIento del otro. Aquí, es cierto, se reconoce la «diferen-
cia)), pero, precisamente, esta diferencÍa constituye un muy grave
"pecado)" Y no cabe ignorar al pecador o al infiel. Las diversas
NaCIOnes Umdas) ...
Podría aducirse que este articulo de la Declaración de los Dere-
chos Humanos ~vo un an:ecedente hace mas de cuatrocientos
e
e:--:
cruzadas a los Santos Lugares o las actividades de la Inquisición años: en 1537, el papa Pablo III declaraba, en su bula SublirntS .
son testimonios de ello. Frente a los otros, las actitudes adoptadas
son la «conversión», pacífica o violenta, la esclavitud o la muerte en
~ Deus, que a los indios americanos y a todos los pueblos que pudie-
tan ser descubiertos en el futuro no podía privárseles de su libertad ee
guerra o en la hoguera. O el otro se convierte en yo y deja de ser
otro, o no tiene derecho a la existencia, pues su alteridad lo con-
y sus bIenes, pues eran «verdaderos hombres»; y, sin embargo,'no
son secretos hist6ricos el expolio continuado y el etnocidio cometi-
e
vierte en «enemigo», dos antes y después de 1537 por «Occidente» con los indios ameri- e
El término "primitivo» se opone también al de civilizado. En canos y los pueblos que se descubrieron más tarde. Tampoco es un
secreto la constante vulneración de la Declaración Universal de los
e.
este caso, sin embargo. la oposición no es tan taxativa. El primitivo
es diferente de «nosotros», pero puede no serio, sí se «convierte» en
CIvilizado mediante la adopción del «progreso» (¿la verdadera fe?).
Derechos Humanos por parte de personas, instituciones· y gobier-
nos que no sólo no respetan, sino que persiguen y' ~ltrajan a
ee
e
e -.:¡
~
~'

~2 Introducción Introducción 13
~
día. Se trata de una historia de ideas y no de hechos y de fechas, y se
~dividuos,
•.•. grupos o sociedades enteras por razones de cultura,
't1eligión o «raza».. persigue establecer, mediante la observación del otro, cómo se ha
~ Si bien es cierto, pues, que en la práctica el reconocÍmIento del Ido percibiendo al hombre en determinadas épocas. Por esta miS-
ma razón, el libro finaliza, de nuevo convencIOnalmente, en el
~tro sigue estando ausente, también es verdad que, en el terreno
""[eónco, en el de las declaraciones. en el siglo XVI se produjo un momento en que queda constitwdo el objeto de la antropología y se
~vance muy importante. Decía· Jules Michelet, en su Histolre de la empieza a instltucionalizar la comunidad de los antropólogos.
fSrance. que en dicha centuria se realizaron dos grandes descubn-
.c.J?ie.ntos:
;:...se el mundo
da la pnmera y el h?mbre~
vuelta al mundo,Eny efecto,
con ellaa se
principios
confirmadel
la siglo
esfencI-
XVI

~ad de la Tierra y se completa su reconocimiento. Pero ese descu-


r..brimientonodel
~ombre mundo que,
europeo, supone,
a su asimismo,'
vez, lleva el
al descubnmIento
descubrimIento del
del
~ombre europeo. Se empieza a reflexíonar y discutir sobre el hom-
i
.~

~
.~.
gre enengeneral.
~sico, lo moralPartiendo de las filósofos,
y en lo cultural, diversidades observadas
teólogos en lo
y naturalistas
~iscutÍran sobre la influencia ·del clima; ·la raza. la -fisiologia, la
:;¡ducación y la religión. asi como del origen y diversIdad del lengua-
~, etc.
~ta Empezará
natural <: gestar~e
y moral". Con eseun~ «CIenCIadel
doble hombre»,deluna
descubnmIento ."histo-
SIglo XVI,
~Js europeos o los cnstÍ<j.flOsya no podian conformarse con una
4xplicació~
.-ea de la
en el clIma diversid.ad
o en humana
el Genesis. totalmente con
El enfrentarse determimst~. basa~
los pueblos,del
~ruevo Mundo: obligó a plantearse el problema de la naturaleza
~umana, así como el de la um~ad y la diversIdad de las -«(raz~)?,
tanto desde el punto de VIsta físico cbmo del moral o el de las
..::2ostumbres. Porque, en realidad, al descubrir a los pueblos del
:1i~evoMundo, e~ eu!,opeo se descu~ríó a si mismo; y, por esta
InIsma razón no ha de extrañar que los relatos y crónicas de los
~uropeos que describen el ser y las costumbres de los indios, al
~r¡ísmo tiempo, nos esten hablando de esos mismos europeos: espa-
4?1:s, portugueses,
""""Elhot, ~ar:.ceses,
1972, pp. 124-12.::». in~leses,del
La metáfora italianos, holandeses,
espejo vuelve etc.
a ser pern-
~\ente .
~~
.Gil Si se tiene en cuent~,la Importancia de este dOble descubrimien-
~'o, se explica que la presente lntroduccIon a la antropologia tome
;5~omo punto de partida·convencional el descubrimiento del Nuevo
~lundo. Pero no por motivos estrictamente cronológicos, pues al
..óretender seguir y comprender las visiones del otro,. y sobre todo el
J3ihodo en que los europeos ven al «(otro» americano, se hacen
;:3Jecesarias algunas incursiones en la antiguedad y en la Edad Me-
.;3;
~)
.,
·::3l
,J~,-
· ~ .

..
.
'C"'" ~
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1. EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA
r;
Y LA REFLEXIÓN ANTROPOLÓGICA c:.
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"c;:.'E:

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Hace ya algunos años, Levi-Strauss (1975) afirmó que la más impor- "'~:~" .•.....
•••• ;\ •.:••1..

.~ .,:;.;;.,,1.,
....:.~~I
tante4~il~;,iI1~uencias recientes que ha recibIdo la antropologia ... ~'
est;átlité~~~ente relacionada con el descubrimiento del Nuevo
Mundo;:[)e':,unamanera imprevista y dramatica, decia Lévi-Strauss, .~ ,ZJ· .. ·.···

el ,'de~~u1:frirniento_.deAmérica forzó el enfrentamiento de dos hu- ~ ...•..•

ri1anidl;1d,?~'ysindudah:rmanas, per? no por ello menos extrañas .,...u


,~
d~sde\~1:R\.1I1t{)devi~tadesl1s,nonnas.de vida material y espiritual.
En· eféc"to,"sí el hombre ,americano podía ser considerado como .~I
.,,~

desprovisto de las gracias y de la revelación de Cristo, a su vez ' ..... ;::;


· ... -:ii.::í
pódiaofrecer ~a imagen que evocaba reminiscencias antIguas y ~"

bíblicas.Cou·eLdescubrimiento de América, prosigue Lévi-Strauss, :.:""',,


............~, .
el hombrecnstiano, europeo, por primera vez no se encontraba
solo O aLrpeI10sen la exclusiva presencia de paganos cuya condena-
ciónser~rpontabaalas<Sagradas Escrituras, y a propósito de los
cualesno'c~biaexperimentar ninguna suerte de turbación interior. ,,:'1!
Con el hombre' americano, lo que sucedió fue algo totalmente
qistinto, pues su existencia no había sido prevista por nadie . · ..'f}
Otros autores postulan planteamientos semejantes. Dice Wach- .:.u~
';,:.r,:'":'er
tel (1976) que cuando los españoles descubrieron en América otra • 1 _ • ,~.;-;-: .: .

humanidad, su estupefacción fue, sin duda, mayor de la que experi- .~. .":fJ" ,.

mentariamos nosotros si encontraramos seres pensantes en plane- . . .. ; "::/:,~


tas lejanos. Y añade que este choque de dos mundos radicalmente
.....i·::~;:.~1
_'~:~.;~

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ji:"
.~.
~ •.i1Í
....,

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:3> 16 El descubrimiento de América
--'
.12>,
El descubrimiento de América 17

extraños coincide, en el siglo XVI, con los comienzos de la expan-


.:::;?
. sión europea sobre el globo.' Desde una óptica algo diferente, miento y conqwsta de Amenca. Este énfasis en la época pascolom-
2:) Todorov (1982) también destaca la importancia de la fecha de 1492, bina, y seguimos a Muldoon, esta asociado COn esa tendencia, tan
:3. observando que el "descubrimiento» de los "amencanOSll, másbien
que de América, anuncía y fundamenta nuestra Identidad actual.
generalizada, a distinguir entre el mundo medieval y el mundo
moderno, que explica, a su vez, la poca atenclón que los estudiosos
~ Despues de 1492, añade, el mundo ya está cerrado aunque el han prestado a la expansión europea ocurrida a lo largo de la Edad
:3 universo sea infinito, mientras que hasta ese momento se limitaban
a una parte.
Media. Pero si tenemos en cuenta dicha expansión, las conSIdera- ••
ciones que hemos presentado al principio exigirian algunas matIza-
:!:> Desde distintas perspectivas se insiste en otro tipo de resultados cIOnes. Todas ellas msístian, desde una u otra perspectiva, en la
:.::? rupturistas provocados por el descubrimiento de América, así «rupturall con relación a la Edad Media que suponen en todos los
órdenes el Renacimiento y el descubnrniento de América. Incluso
l
:::;, como por otros .acontecimientos de caractenstlcas diversas. Asi,
por ejemplo, se dIce véase Pomer, 1968) que el RenaCimiento abre el año de 1492, fecha del primer viaje ·de Cristóbal Colón al contl-
nente amencano, ha sido tomado como el hito para señalar el
.2j la era de un nuevo humanismo, de tal modo que los vlejos esque-
2:> mas se resquebrajan por todas partes. Además del descubnmiento iníclO de la Edad Moderna y el final de la Edad Media.
de nuevos mundos geográficos y de nuevas humamdades, la Refor- Sin embargo, hoy dia es difícil negar, frente a las conslderacio-
~ ma luterana, a la que ayudó la vulganzación favorecida por la nes relativas a la ruptura entre la Edad Media y la Edad Moderna, la
.::¡ imprenta, transfonnaba a cada fiel en interprete de los textos sagra- . 'e'xistencla de cierta contlnUldad entre la cultura y las mstituciones
.•.. dos de la Biblia. Asimismo, y en un terreno diferente, la revolución medievales por una parte y sus contrapartidas modernas pO'rofra ..
~'")cosmogónica posibilitél.da por los nuevos aparatos óptICOS se con- En efecto, para los medievalistas, la contmuidad entre aquellas dos
edades es evidente, sobre todo desde que se han demostrado los
;;::; ~reta en ,dos. import~ntes novedades. En primer lugar, CopérnIco
~ desplaza la Tlerra del centro del universo y establece su traslaclón
alrededor del Sol. Por otra parte, Kepler plantea las pnmeras leyes
z -~-
orígenes medievales de numerosas Ideas e 1OstitUClOnes general-
mente conSIderadas como propIas de la Edad Moderna. Estos histo-
;.:,-;de lª mecánifa'celeste, Finalmente, y ya en terreno más específico riadores, por ejemplo, han Situado el RenaCImiento italiano en una
perspectiva medieval. y han mostrado las raices medievales. de la
'~ de l~ l?eas, se reivlnd~can los d~rechos a ejercer la libre critica,
*" mlclandose asi el huridImIento del consagrado pnnclplO de auton- E
~
.~.
teología luterana. Asimismo, han situado los ·Inieios del método
científico en la Inglaterra del Siglo XIII. También. por otra parte,
~ dad, todo ello en beneficio del razonamiento guiado por la lógica y ~.-:'
..•.•..

-~ contrastado mediante el recurso a la experiencia y a la experimen- algunos hlstonadores han contemplado la expanSIón de Europa no
;...J tación, actitudes éstas que la Edad Medía repudiaba. desde 1492, S100 desde 1415, conSIderando la captura de la fortale-
::1 za de Ceuta por los portugueses como el 'iniCIO de la expansión
~ ultramarina europea. Para otros, esta fecha podría ser adelantada
hasta mediados del siglo XIV, cuando marinos europeos descubne-
~ 1.1. El descubrimiento de América: ¿ruptura o continuidad ron las Islas Canarias, que habrian de representar un deciSIVOpapel
~ entre el mundo medieval y el mundo moderno?Z en la posterior expansión atlántIca. También los hay que retrotraen
el inicio de la expansión europea al anuncio de la Pnmera Cruzada,
~ en el año 1095.
;::; Las anteriores consideraciones y otras muchas parecidas o comple- Desde esta perspectiva, puede considerarse que los viajes de
Cristóbal Colón no abren una nueva era, como tampoco marcan el
;:;; mentarias nos permiten comprender al medievalísta James Mul-
.... doon (1977 y 1980) cuando afirma, y critica, que las relaciones y el final de otra anterior. Acaso esos viajes indiquen el final del periodo
;::; trato de los europeos con los habitantes de pueblos no europeos se de la «(colonizaCIón europea interna), y el principio de la difusión
;) :hayan estudiado, sobre todo, a partir del siglo XVI y del descubn- del sistema de valores europeo por el mundo. Al mismo tiempo. sm
embargo, los víajes de Colón constituirían una continuación de un
~
.....•

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--'
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18 El descubrimiento de América El descubnmiento de America 19 ()
r;;
proceso en curso desde el siglo XI, a saber, la expansión de las menos sobre el papel. Pero, al mismo tiempo. el comercio era un
fronteras culturales de Europa: una presión constante sobre las motivo muy importante. La Liga Hanseatica, una asociación de .. ~
regiones vecinas, con la finalidad de' extender la cultura europea, ciudades comerciales, estaba muy.interesada en desarrollar .el co- ~
sus valores, sus instituciones y, sobre todo, la religión cristiana. mercio, en el que tenían expectativas tanto los propios comercian-
.~
Todo ello sin olvidar, por otra parte, la conveniencia de desarrollar tes como los campesinos. El conflicto de intereses entre los cléri-
un comercio en el que cada vez estaban interesados sectores más gos misioneros se reflejaba en diferentes opiniones sobre las t::
amplios de la población.:! poblaciones orientales hacía donde se dirigía la expansión germa- ~
Así pues, cabe afirmar que, desde el siglo XI, la cultura europea
estuvo empujando y transformando gradualmente las culturas que
nao Así, por ejemplo, Enrique de Livorua (en Muldoon, 1977), que
consideraba el bautismo como una fuerza capaz de transformar e
se encontraban al otro lado de sus fronteras. Hasta 1095, año en el radicalmente a los bárbaros nativos, temía que la influenCÍa de los ~
que el papa Urbano II proclamó la Primera Cruzada para recuperar
los Santos Lugares. la cultura europea sólo predominaba en Italia.
comerciantes y de los campesinos pudiera escandalizar a los con-
vertidos. En este sentido, Livonia, al igual que otros misioneros e
en una parte de Alemania, en Francia, con la excepción de la posteriores, los más favorables a los «bárbaros», insiste en la impar :
~.. ..

.céltica región de Bretaña, en el norte de la península ibérica y en


Inglaterra. Desde 1095, se emprendieron numerosas cruzadas, y no
tancia y necesidad de que la predicación del Evangelio vaya acom-
pañada del ejemplo. Asimismo, favoreció que se dictaran leyes para
e
sólo contra los musulmanes y los turcos, sino también contra los los natívos, basadas en preceptos religiosos en lugar de laicos. ~~.
,¡:>.oI'J

prusianos, los lituanos y 105 pueblos célticos, entre ellos los irlande- Helmold de Bosau (en MuIcioon, 1977) también veiaa íos nativos
• ~
;;:.-4
ses. Las razones que impulsaron estas cruzadas siempre fueron de con ojos más favorables, como hombres que poseian importantes
caracter religlOso. Se trataba, en efecto, de someter a pueblos no virtudes natUrales. Su descripción de íos prus'ianos como seres ~
.~,,,
... ..

...... ,,)~
cnstlanos, «infieles». El caso de los irlandeses, sm embargo, presen- desinteresados por las riquezas constituía, probablemente, una cri- ~.,.,,;.
~". ~
tíca indirecta de la avidez con que sus paisanos explotaban las
ta características relativamente particulares pues eran cristianos
aunque heterodoxos. tierras- de los infieles conquistados. Al igual que Tomas Moro y e:
¿.~

La justificación inícial y «oficíal» para la conquista de Irlanda


por los mgleses fue que la Iglesia irlandesa no habia llevado a cabo
otros criticas posteriores -en general todos' los que p'odrian clasifi· ·c
~
carse como «ut6picos»-, Bosau utiliza una visión idealizada dei.ma-
,~
los cambios promulgados por la reforma gregoriana. Una bula del poblaci6n primitiva para critícar a sus contemporaneos. Por el
papa Adnano IV (1154-1159) autorizó al rey Enrique II a invadir contrario, los colonos que vivían en la frontera y en constantes ~
Irlanda para imponer dicha reforma. Al mismo tiempo, y desde otra enfrentamíentos, los cuales podían provocar la desaparición de un .~
perspectiva de carácter más antropológico, podriamos añadir, algu- asentamiento entero, contemplaban las poblaciones nativas en tér-
nos viajeros ingleses que visHaron Irlanda con anterioridad a la minos mucho más duros y descalificativos (Muldoon, 1977, p. 107) . .~

CItada mvasión, como Gerald de Wales (en MuIdoon, 1977), descri- Porlo'que' refiere a la ex:pansión de los reinos cnstianos de la ~
~~
bieron a los Irlandeses como gentes extrañas y poco civilizadas. peninsll...l~ibérica, ésta estuvo marcada por dos aspectos diferentes.
Resultaban extrañ9s y poco cívilizados porque eran pastores y no EnPD~~~Jugar, y el mas obvio, la «cruzada» contra los musulma- ,;~

agricultores; vestían de manera extraña, es decír, distinta a la de los nes.J:.ri'ségundo lugar, el deseo de los cristianos de alcanzar un .~
ingleses; tenian una organización tribal y no territorial; y sus mane- acu~rcloiu.navez la conquista militar estuviera completada. Ello ,~,¡j
...,.....
ras eran las de unos verdaderos «bárbaros». Por todo ello, los expUc.aqll.~'a 10 largo del proceso denominado de la Reconquista,
viajeros ingleses apuntaban la necesidad de conquistados y trans- se alteIi1~periodosde cruz~da11l1.lY
entusiasta y otros de coexís- .,
."
.• ::t:-'
,"
,~

formarlos, es decir, «civilizarlos», tenciap~S~~c~. Estos cambios tenian que ver, pues, tanto con la "~;'e"-:
. o' :. ."y.,""'-

La expansión de los germanos hacia Oriente, que se desarrolló may()rp~e~()r sensación dea~enaza que vivían los reinos cristia-
hasta 1446, también tuvo una justificación basada en motivos reli. nos ~()n;E~S~~S;0~10~11l11.~ul~3f:s,cama a los intereses económi- ":'''~f~

giosos: la conversión de los infieles tenía la mayor prioridad, al cos.quéise;ihandesarrollando,. ligados.fundamentalmente. al comer- ..;;.:~J~
\6;~
(~iJi).

.~
..'!~~
~e

~.
21
~ 20 El descubrimiento de Aménca
El descubrimiento de América

:> cia. Además, se reflej.m, como ha señalado Randles (I959,p.)~~), legitimadas mediante las correspondientes bulas papales, como lo
:> en los mismos decretos religiosos. Asi, por ejemplo,i~n 1179,~1 fue también la expanSIón ultramanna de portugueses Ycastellanos.
~ tercer concilio de Letrán prohibió todo cOrIlerc;:ioc()n)()~ ..(~l;t§~l~~,~, Intervíníeron, sin embargo, otros factores; por ejemplo, el bien
amenazando de excomunión a quien proporcWI1arél~~()sW.9;h()~~c, conocido apreclO de los europeos por las especias. Cuando el
~ tanos annas, hierro y.madera deshnados a laconstruSci¿,n.#a.Xa.l:El navegante portugués Vasco ~e Gama respondió a un oficIal-mdio
::J 13 de julio de 1418, cuando el peligro musul~an ya e~~~9¡.t;C()rljg- que le preguntó por qué había llegado navegando hasta allí, aquél
:':) tin
rada,V el rey de Portugal ,fue de
autorizado poru~a ?uléldeJpa.BalM~{- le contestó: «He venido para conseguir cristianos Y espeCIas)•. En
a comerciar, si bIen una maneralrmItada, con lpS«lil- esta respuesta, de Vasco de Gama encontramOS sintetIzada la moti-
::5 fieles» .
vaCIón que caracteriza varios siglos de expansión europea. En este
. Ademas, y éste es un extremo Importante para entenderconsi- mismo sentido, las razones por las que Hariot (1927), integrante de
.:) deraciones posteriores relativas a la categorízación yevalua.dónde lo. expediCión de SIr Walter Raleigh a Virginia a mediados del SIglo
;510s diferentes pueblos y razas, los cristIanos no percibIan. a'los XVI, cree conveniente informar de sus observaciones en las tierras
.:)musulmanes como radicalmente dlstintos. En efecto, tanto unos americanas. se refieren a la esperanza de establecer provechosas
. como otros eran descendientes de Abraham: los musulmanes, de
relaciones comerciales con los pueblos americanos, así como de
;:).'Abraham y Agar, madre de Ismael; y los cristianos, de Abraham y dar a conocer a íos indios la palabra diVina. Por otra parte, con sus
..:4Sara, madre de Isaac. No se les aplicó, por tanto, el calificativo de informes. Hariot quiere hacer ver la conveniencia de cpntmuar la
~.«bárbaros» empresa colomzadora propuesta por sir Walter RaleIgh.:En efecto.
a la que
,..,¡jflaJenos los europeospuesempleaban
cnstlandad,4 para refenrse
los musulmanes a los p~eblo~al
no respondlan
la expedición de RaleIgh Significaba CIerta novedad SI la. compara-
..:?i~stereotipo medieval sobre los barbaros: el islam no era considera- mOS con la.s..p.rirneras expediciones portuguesas a Orien'te: el envio
e -'do una religión pagana sino más bien una aborrecible y.peligrosa de colonos a las tIerras ameriGanas. Así pues, si desde mediados del
~'corrupcIón de la verdadera fe, una perniciosa herejía. ASImismo, la
siglo XV la razón más importante para Justificar la expansión euro-
~riqueza y el poder de los Estados musulmanes y las proezas milita-
pea era el comercio y la evangelización. poco a poco fue aparecien-
;.:);es de los arabe,s, pe~as y seljucíes hacia~ la imagen convencional do otro motivo: la colonizadon de nuevas tIerras que se considera-
europea sobre los barbaros bastante irrelevante y poco apta para ban desocupadas o desaprovechadas por sus pobladores nativos.
~tlescribirlos (Jones, 1971, p. 392).
;;4\ Por otra parte, una ~ón mas, pragmatk<;l para compr~nder la
coexistenCIa se refiere: a' la necesIdad que tenían los cnstlanos de '~

~Iuerza de trabajO p~ra laborar las tierras que conqUIstaban. Por esta
~
~
= Todas estas conSideraciones VIenen al caso porque noS permIten
~~
..:=.?yazon, se explica que' abundaran los acuerdos autonzando a los .I;.':.,!-
comprender un elementO de continUIdad -muy Importante desde
Mi~
~usulmanes su religión
derrotados a mantener sus propIasASImismo,
reglas locales y a el punto de vIsta de la refleXIón antropológIca- entre la Edad
~ractlcar sin sumr lnterferencias.5 la seguri- Media y la Edad Moderna; o, dicho de otra manera, entre la expan-
~Jact de los comercian~'es ,aragoneses que navegaban por el Medite- sión europea interna Y la expansión europea a ultramar. Ese ele·
mento es el SIguiente: los colOnIzadores europeos llevaron a Amén-
.' ~aneo ~xlg~a el estableCImIento
rliorteamcanos. ", de acuerdos con los musulm~nes
ca actitudes e msutuclOnes naCIdas de la relaCIón con las
~) En todas estas «crpzadas» protagonizadas por los cristianos, poblaCIOnes a las que se habían enfrentado a lo largo de las propias .! .

_,~J.eran germanos, ingleses o ibéricos, destaca el hecho de que la fronteras europeas. Los españoles trataron a los aztecas y a los
r éxpansión fuera justificada siempre de la misma manera: por razo- lOCas de acuerdo con las expenencías de sus acuerdos con los .:;,
musulmanes en la península ibérica. El trato que dieron los ingle- ... ,:,:;¡,.
'r:~;51esreligiosas. El cnstianísmo es, en efecto, una religIón misionera,
ses a los -Indios de la colonia de la bahía de Massachussets parece~,
r'¿
l,::.;~\uel:?retende reun~r en Todas
toda la humanidad; su congregación, aunque
estas cruzadas sea por
fueron la fuerza,y
precedidas haberse basado en el que, con anterioridad, habían dado a :l9.~,~,J¡~:I;;'i: '
f~l'
1
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1,
d1í\.
22
El descubrimiento de América Del «Alterum Orbero" al "Mundus NOVUSl>
23

irlandeses. Cuando los catalana-aragoneses llegaron a las islas Ba- refiere a la historia del conocimiento del hombre. exótico, América , 'r;¡,¡..-.
leares en el siglo XIII, y cuando los castellanos desembarcaron en nació mas cerca del siglo XVI que del siglo xv. ..1,."",*11
las isías afortunadas (Canarias) en el siglo XIV, instituyeron un
gobierno colonial y adoptaron las técnicas de una .economía de
La expresión Mundus Novus referida a América se debe al nave-
gante Amerigo VespucCi, utilizada en una carta enviada a su protec- ":re~ll
e=
corte imperial que ya habían desarrollado a lo largo .de la Recon-
quista. Así pues, de la misma manera que las islas Canarias constitu-
tor y amigo Lorenzo di Pier Fra'ncesco de Médicis. La rapida propa-
gación de esa carta, gracias a su traducción y publicación en varios
e~1
yeron una etapa en la navegación hacia el Oeste, sirvieron como
correa de transmisión para llevar a las Américas un gobierno y una
economía coloniales.
idiomas europeos Y a las nurnerosísimas edicíones que se sucedie-
ron en muy pocos años, denota el enorme interés que desperto su
contenido, así como la curiosidad que provocó acerca del nuevo
,
I
.>\.~
..
"5·
,'i
....••

.;

continente, al que a partir de entonces, y en honor de Vespuccí,


empez6 a denominarse América. Sabido es que Colón pensaba
1.2. Del uAlterum Orbem» al "Mundus Novus» encontrar la enorme isla de Cipango (Japón) y la tierra firme de !~,-.. \

Por 10 que hace a la ruptura o contimudad entre la Edad Media y la


Edad Moderna, desde el punto de vista de los descubrimientos geo-
gráficos hay que tener en cuenta dos cuestiones diferentes ..Por una ~
~~
Catay (China). Pero no sólo Colón creía estar en Asia, sino también
el propio Vespucci, quíen en una carta, del año de 1500, al mismo
Lorenzo de Médicis escribe: «Después de haber navegado unas 400
leguas de continuo por la costa, concIuírnos que ésta era tierra
:~í .

parte, la sucesión de expediciones protagonizadas, sobre todo las


primeras, por los mannos portugueses. Por otra parte, la mas
importante en relación con la antropologia, interesa conocer en
.¡J
~ firme, que la creo en el confin de Asia por la parte de Oriente y el
principio por la parte de Occidente,> .
Así pues, cabe pensar que'la expresión Mundus Novus, de Amen·
1~;':~1.4
:~~
.~IIL
qué medida esos descubrimIentos o determinadas expedicíones en .~ go Vespucci, no expresa tanto la conciencia de haber «descubierto')
partIcular provocaron un avance en el conocimiento geográfico y "!lt un nuevo continente, hasta entonces desconocido, cuanto las ca-
en los modos de categonzar y clasificar los diferentes pueblos. ~' racteristlcas naturales de aquellas tierras, sobre todo su vegetaclón, '::511.
~
Entre el viaje de Bartolonié Díaz, que franqueó. el cabo de 2i sus rios enormes y sus anig¡ales, realmente desconocidos y ni
Buena Esperanza en 1484, y el regreso de.Juan Sebastián Elcano,
'.SI
siquiera imaginados.
~1.
~ Pero, con anterioridad a i492 ya existía conciencia de haber :~,
único supervIviente de la expedición iniciada por Magallanes y que "*
dio la vuelta al mundo, transcurrieron menos de cuarenta años.
Después de ese lapso, puede deCIrse que se había logrado un
~
!i:!i:
llegado a «otro mundo», No suele darse a este episodio la importan-
cia que merece, pero al menos para la antropología es evidente que
¿!.
..
.. !
i
.~ la tiene. En el año 1483, Juan n, rey de Portugal. S=.,¡Jll
reconocimIento, aunque todavía superficial, de todo el planeta. Los 1i , .. ,f1t.:1,d \.

horizontes geográficos se habían extendido, consecuentemente, de .~~JI~


un modo extraordinario. América, India y Oceania habían sido :1 envió. galeones bien armados a hacer un viaje de descubnmiento ai Sur,
más allá de las Columnas de Hércules, hacia Etiopía. Les dio dos capltanes: "'5::7:
identificadas y situadas en los mapas y cartas de navegación. Asi
Diogo Cao, un portugues, y Martinus Boemus, un alemán [...]. Los dos, ,';¿L
pues, a partir de esos momentos, la Tierra, el mundo, pasaba de gracías ai favor de tos dioses, navegaron bastante cerca de la costa hacia el ,"~jlL
tener tres partes a tener cuatro; América se convertía en «la cuarta Sur, y habiendo franqueado la línea equinoccial, penetraron en otro mun-
parte del mundo».ó Aun' suponiendo, como parece probable, que el do [alte71lm orbem) en el que, desde que habian girado hada ei Este, su
«nuevo mundo» americano ya hubiera sido «tocado» en diversas sombra caía hacía el Sur y a la derecha. Asi pues, gracias a sus esfuerzos,
habían descubierto otro mundo [alium orbem], desconocido hasta ese
~l
1
ocasiones anteriores, entre los SIglos X; y XIV, Yreconocido bastante
.momento por nosotros, y buscado en .vano durante largos años por los '5·,;.¡¡!1.
antes de Colón (por los escandinavos primero y luego por los genoveses (Brasio, 1952, p. 6). t~I¡.
holandeses, los bretones y los vascos), lo cierto es. que ningún
navegante llegó a conocer bien las tierras nuevas y que ninguno de Como se ve, el solo hecho de atravesar la línea ecuatorial, r~L
esos contactos llegó a tener influencia alguna. Al menos por lo que ~omprobado por la observación de diferentes constelaciones, cons-
.~L
.~L
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ijf

~4 25
El descubrimiento de América Del .Alterum Orbern» al «Mundus Novusl>
~

~ituía un factor suficiente para m.fundiren estosnaV"~~~~es l.a Macrobio, Anstóteles, Ptolomeo, etc., hasta Lactancio, san Agustin,
~onvicción de haber ll~gado a otro mundo. Puede decirse,afirma san Gregorio Nacianceno y otros, así como también los geógrafos
·Randles (1959), que la "idea» del "descubnmiento del nuevo mun- arabes.Algunos, como Platán, la consIderaban esfénca, pero repre-
::lo), y todo lo que ello había de significar más tarde al tratarse de sentaban una opinión mmontana.
~.\merica, se remonta al viaje que dio lugar al descubrimiento del La Ymago ,I¡ltmdi de Pietro de Alliaco o Píerre de AíUy, escrita
-Congo por Diogo Cáo, en 1484.7 Más tarde, en los primeros años hacia 1410, es un buen ejemplo de esta concepción, y constituye un
~iguientes al descubrimiento de América, aún se tenia por gran .excelente resumen de diferentes cosmogonías conocidas en su
epoca. Puede decirse que, hasta el SIglo XV, el mundo era bc:stante
;::troeza cruzar la línea· equinoccial. Por esta razón, Antonio de mal conocido. A pesar de que la India y las Islas del océano Indico
-Herrera (O'Gorman, 1979, p. CXLVII) no deja de señalar, refirién-
;).¡ose a Vicente Yáñez Pinzón, que fue el primer súbdito de la fueron frecuentadas por algunos viajeros y comerCIantes, se repre-
:;¡-::oronade CastilIa y Leán que la atravesó. _ sentaban mal en íos mapas. Se ignoraban las costas donde acababa
. Por tanto, SI blen es clerto que fue sobre todo la famosa carta de Catay (China) y no se sabia dónde «terminaba» el mundo. por
~espuccí, Mundus Navas, la que lanzó y extendió esa idea en -..Oriente_ De África sólo se conocía. hasta los límnes del Atlas: se
~uropa, también lo es, como recuerda Randles, que a Diogo Cao le ignoraba el nacimiento del Nilo y abundaban las conjeturas fantas-
¿orresponde la primacia en [a verificación de la existencia de un ticas a este respecto. África era vista como un pequeño continente,
~nundo austral. En la época que nos ocupa, no era tanto el deseu- todo él situado por encima deLecuadoF, en el hemisferio Norte, y
;;)lnmiento de una nueva tierra en el Atlántico Sur lo que correspon- sus costas occidentales fueron desconocidas hasta las nhvegaciones
::J}a a la idea de "nuev? mundo!>, cuanto la penetración en el portuguesas, alrededor de 1434. Ni Siquiera se sospechaba que
~nemisferio Sur y su revelación de la eXIstencia de nuevas estrellas. pudiera existir otro continente «entre las costas occidentales de
~on ello entramos en una de las reflexlOnes antropológlcas impor- España y las costas orientales de la India» Esta «laguna!>explica
~ntes de la época: la seguridad de que se podía llegar a la región que Colón no reconOClera haber descubierto un -muevo mundo»
~1enominada de las «AntipodasJ>,que ésta estaba habItada y que sus Mis allá de Cádiz, la «puerta del mundo", se. sltuaban las islas
~Iabitantes no camÍnaban, como algunos sostenían, cabeza abajo ni Afortunadas u.otras islas mitlcas qu~ habían sido, al parecer' ..abor-
:.i~nian formas monstruosas. Esta circunstancia nos 'permite consi- dadas alguna vez sin 'haberlas podido volver a' encontrar (véase'
~lerar, simultaneamente, un ímport~nte elemento de continuidad y 'Kappler, 1980, pp. 19-31). - .
'l:utro de ruptura entre la Edad Medm y la Edad Moderna. El progreso de los conocÍmlentos en materia geográfica estaba
~) El elemento de continuidad, que tendremos ocasIón de analizar condiclOnado por dos obstaculos insuperables: salvo la reglón del
mar Mediterraneo y sus anexos, una parte del océano índico y las
:;Wásadelante,8 es que lqs presup~estos mitol?~icos, fant~tlcos y,
"-1sobretodo, los que se derivaban de la COSmO\r¡Slóncontemda en la aguas que bañan las costas de los paises conocidos al Norte, no se
~iblia, acompañaron y cOndicionaron en gran manera a los expedi- sospechaba la orgamzación conjunta de los mares:1 Por otra parte,
~~onanos y a los cronistas autores de las descripciones, informes y las tierras del hemIsferio Sur eran casi completamente desconocí-
das, aunque algunos navegantes hubIeran comprobado alguna vez
~~fl~xiones
~1taban.. diversas sobre las nuevas tierras y las gentes que las ha- que a partir de talo cual punto del océano Indico. el CIelo no era
~ El elemento de rup~ra, dave, además, para p~rmitir la apari- exactamente el mismo, que algunas constelaciones habían desapa-
"ión de una reflexión antropológlca, se refiere al hecho de que recido, que otras habían cambiado de lugar y que el movimiento
~~bia desecharse la unanimidad que habia eXIstido,a lo largo de las del Sol resuÍlaba ser el mverso.
~'dades Antigua y Media, con respecto a la mhabitabilidad de las Con respecto a las zOnas climáncas, ya desde el Tratado de
geografía de Ptolomeo se consideraban siete, denominadas los «(sie-
I~pnas que no ful?raI1l~ conocídas como templadas.
'., En efecto, muchos eran los autores que concebían la Tierra te climas», a cada uno de [os cuales se asignaban linderos imagina-
~mo un disco plano-dividido en zonas c1imáticas: desde Plinio, rios dilatados de Este a Oeste, cada uno de los cuales suponía
~
~
Ll:i\
:X~
26 El descubrimiento de América Del .Aiterum Orbem» ai .•Mundus Novus» 27

diferentes posibilidades para el desarrollo de la vida animal y


vegetal y, por tanto, para la vida humana. Decía Ibn Jaldún (1977,
Asi pues, en la epoca que consideramos, el problema consi$tia
en saber si la zona tórrida er~ habitable o inhabitable, franqueable .'~:.:
'I'.·,·~I
pp. 160-163):10 o infranqueable y, consecuentemente, si la zona templada del he·
',",~
misferio Sur estatia habitada o no. Algunos, como Maman Capene,
Se sabe por testimonio ocular y por una serie de noticias minterrumpi- sostenian que el continente austral -el alter orblS para algunos- _~'II
das que el primero y el segundo clima del mundo habitado por los huma- estaba habitado por una raza llamada «antikoi»; el del Sudeste, por .-e;
nos son de menos población que los siguientes; que sus partes habitadas
los ccantichtones»; y el Oeste, por los «antipodesll, Este ultimo
, ,,1
son muy separadas las unas de las otras, por la soledad, los desiertos y los
arenales, con el mar índico a su lado oriental. Los pueblos y los grupos que termino, «antipodes», acabó englobando los otros dos. Estos seres '¡"el
ocupan esos dos élimas no constituyen, pues, un numero conSiderable; en (Kappíer, 1980, pp. 39-41) suponían una concepción fascinante,
Igual proporción son sus ciudades y poblados. El tercer clima, el cuarto y sobre todo teniendo en cuenta que se negaba la posibilidad de
los subsiguientes, presentan caracteres completamente distintos: los de·
slertos son allí bien pocos; los arenales, raros o casi nulos; las naciones y comunicación alguna entre los antípodas y los habitantes del he- '~
g:.
los pueblos que los ocupan exceden de todo cálculo: sus ciudades y centros misferio Norte: «Ninguno de nosotros puede ir allí y ninguno de
..
urbanos constituyen un numero casi infinito. La población es aglomerada ellos puede venir entre nosotros», decía Beda. De los antipodas se
entre el tercer clima y el sexto. El Sur, en cambio, es completamente afinnaba que eran gentes que caminaban cabeza abajo, y que entre
deSIerto. Según algunos sabIOS,ese hecho debe ser atribuido al excesivo ellos todo ocurría de modo inverso puesto que habitaban «debajo»
calor y a la posición perpendicular del sol en esa región, que muy poco se 's-'¡¡;
..

de la Tierra. Jean de Mandeville, en su Libro de las maravillas del


desvia del cenit (...]. En la zona donde los dos polos de la Tierra, el ártico y
el antartico, se hallan simuimneamente sobre el horiZonte, hay un gran mundo (1366), lo expresaba así:
.~.,'"
':J
clrculo que corta el globo en dos mitades. Dicho círculo, el mayor de los ~."
que se extienden de Este a Oeste, se Barna el ecuador (...]. Cuando los dos
polos se encuentran sobre el honzonte [...] se halla en la superficíe del Pues ustedes saben que los que habitan en la parte superior de la ~~
globo una única línea, paralela y dentro del plano del ecuador celeste, que antartlca están de pie contra píe con aquellos que viven debajo ia tramon-
.?~
se dilata de Occidente a Oriente. Se le denomma línea ecuatorial. Segun
los entendidos, se ha comprobado por medio de las observacíones astronó-
micas, que esta línea marca el comienzo del primero de los siete climas
geográficos, teniendo al Norte las partes habitadas del mundo. En estas
tana; de la misma manera que nosotros y los que viven debajo de nosotros
estamos pie contra pie; pues todas las partes del mar y de la tierra tienen
sus partes opuestas habitables.
En el pais de los antípodas, ademáS, todo ocurre al reves: el sol sale
entre ellos cuando se pone en el hemisferio Norte, el ntmo de, los dias es
'.
5~
c:::;
.~~I
'~.:

partes el polo septentrional se eleva gradualmente sobre el horizonte, y diferente, asi como el de las estaciones del año.
alcanzando en su elevación los sesenta y cuatro grados, queda señalado el
límite de la población humana, o sea el final del septimo clima. Al ascender
este polo hasta los noventa grados -distanCIa que le separa del ecuador-, ... ~~I
se hallara en el cenit; el ecuador se confunde entonces con el horizonte La existencia de los an tipo das, sin embargo, no estaba tan ea- tt-.
(...}. De los sesenta y cuatro grados a los noventa, el orbe no es habitable, munmente aceptada como la existencía de un continente austraL
en vista de que el calor y el mo jamas COInciden allí, para poderse combi- ..~~
nar, dada la distancia en el tiempo entre ambos; 10 cual impide la produc- San Agustin, por ejemplo, en La Ciudad de Dios, denunció la teoria
ción (...]. Por la zona situada debajO del ecuador (m] sus rayos (del sol] sobre los antípodas como herética. Su razonamiento era el siguien- ,;':.'~
permanecen msistentes, cayendose cual plomo sobre esa zona tórrida, casi te: si el continente austral estaba habitado, sus habitantes tenían •••: ,:"'J:
,,~=¡:.J~I
constantemente. El aire es abrasado por un calor excesivamente riguroso
[...]. Ese calor extremoso reseca y rarifica la atmosfera, hasta el punto de
hacer prohibitiva la generica de cuanto ser, porque la carencia de agua y de
que ser, necesariamente, descendientes de los hijos de Adán, y en
tal caso, ¿cómo hibrian llegado a vivir en el continente austral a
través de la zona tórrida, ínhabi tabl e e infranqueable? Otros autores
e:
J;~¡I
los vapores humedos perjudica e impide la formación de minerales, vegeta-
les y animales, dado que la producción no puede darse sin la humedad [...]. sostenían que las antipodas no estaban habitadas porque si en ellas
Conforme a ese razonamiento, los sabios han supuesto que la zona ubicada habitaran hombres, el Evangelio les habria sido predicado, de
debajO del ecuador y las comarcas que se extienden más allá del mismo, acuerdo con 10 añrrnadoenel Nuevo Testamento: «Su voz [la de los
son completamente desiertas: mas se les ha replicado que, segun el testi-
monio de viajeros y de una serie contínuada dé ínformaciones, tales zonas apóstoles] fue por toda la tierra; y sus palabras se hicieron eritender
son habitadas. ' hasta las extremidades del mundo» (Romanos, 10, 18). '
.4;\,
...:..
"'iiI

~
~
28 El descubnmiento de América De! "Alterum Orbem» al «Mundus Novusu 29
~
.- "
~ ""

Pero como los apóstoles no habrian poclido llegar hasta los rechace ya su autoridad; antes al contrarto, tanto eí uno como íos
antipodas a traves de la zona tórrida, y como era inadmisible que a otros continuaron SIrviendo de base argumental, tanto para las
~
aquellas gentes se -les hubiera pnvado del derecho de entender el explícaciones relativas a los nuevos fenómenos naturales y cultura-
~ Evangelio, se concluía por negar su exístencía. les que se observaban como para uno y otro de los bandos que
Estos razonamientos eran considerados pruebas irrefutables provocaron las diversas disputa: juridico-políticas y antropológicas
~~
para dejar zanjada la cuestión, aunque este tipo de debates prOSl- que habrian de tener luga~ a 10 largo de casi todo el siglo xVIY Sin
gweron hasta que alcanzaron su solución definitiva en la epoca de embargo, debía admitirse que en lo tocante a la habitabilídad o
~ los descubrimlentos.u Colón (Kappler, 1980, p. 39), comentando el
~;;:) ínhabitabilidad de las antípodas. dichas autondades estaban equivo-
Ymago Mundi de Pierre de AiUy, escribía en un margen del capitulo cadas. Un testimonio de ello nos lo ofrece el padre José de Ácosta
L~· sexto que la zona considerada inh::lbitábie e innavegable no lo era (1979, pp. 33-34), que razonaba asi:
~-:~. en realídad, pues los portugueses la habían recorrido y él mismo
lI"~ habia visto el fuerte de la Mina, construido por aquéllos.
IL~ En efecto, los descubrimientos, sobre todo la travesia de la línea (...} concluye Anstoteles diCiendo: «Forzoso hemos de conceder que el
ecuatorial, tanto en el continente africano como en el americano, ábreuo es aquel viento que sopla de la región que se abrasa de calor. y la tal
~~.
rt!giln, por tener tan cercano al sol, carece de ~O'Uasy de pastosu. Este es el
ID::}
obligo a concluir que toda la Tierra estaba habitada. Uno esperaría parecer de Aristóteles, y cierto que apenas pudo alcanzar más la conjetura

el¡--- que un descubrimiento y una comprobación de este tipo hiciera humana. De modo vengo, cuando lo pienso crisuanamente, a advertir

.....
,.
.

.~~ ...
~ tambalear los cimientos del saber geográfico de la época, asi como
-y sobre todo- la' VIsión que prevalecia sobre la existencia y carac-
muchas veces cuán flaca y corta sea la filosoña de tos sabIOSde este SIglo
en las cosas dívmas, pues aun en las humanas donde tanto les parece que-
saben, a veces tampoco aCIertan. Siente Aristoteles y a6nna que la tierra
~:;i terísticas de los diferentes pueblos y razas. Sin embargo, las obser-
vaciones y conclusiones que permitían tales descubnmientos
ron rápidamente integradas en la ortodoXla bíblica. Andre Thevet
fue-
quc csta a este polo del Sur, habitable es segun su longltud grandislma. que
es de Oriente a Poniente y que según su latitud. que es desde ei polo del
Sur hasta la equlnoclal, es cortislma. Esto es tan al reves de la verdad que
Jl~) Casilada la habitación que haya esta banda del poio antilrtico, es segun la
(1558) nos proporciona un ejemplo de esa asimilación cuando
IL"i afirmaba que «el hombre ha sido creado por Dios de tal 'modo que
(¡:¡ltlUd;quiero decir del Polo a la línea; y por la longttud, que es de Oriente
a Poniente, es tan pequeña que excede y sobrepUJa la latItud a la longitud
11~, puede vivir en cuatquier parte de la Tierra, sea cálida, fria o templa- en este Nuevo Orbe, tanto como diez ex.ceden a tres, y aúñ más. Lo otro,
da. Puesto que él mismo dijo a nuestros primeros padres: creced y que afirma ser del todo mhabitable la región media, que llaman Tómda
IL~,
......."
multiplicaos}} . .zona. por el excesivo calor causado de la vecindad del sol, y por esta causa
IL~l También es cierto que, ante la comprobaCión de la habítabilidad carecer de agua y pastos, esto todo pasa al reyes, porque la mayor parte de
cste Nuevo Mundo, y muy poblada de hombres y ammales, esta entre los
del hemisferio Sur, fueron recuperados los autores que habian
I~~) post1,llado dic~a hibitabilidad, como Parmenides, Averroes, Avice-
dos trópicos en la misma Tómda zona. y de pastos yaguas es la región más
abundante de cuantas llene el mundo universo, y por la mayor parte es
II~) na y Alberto Magno. Se afirma, entonces, que toda la Tierra esta región muy templada, para que se vea que en esto natural. hizo Dios necia

.~
la sablduria de este SIglo. En conclusión la Tórnda zona es habitable y se
J~~) habitada y que nunca ha estado sin habitantes. No son el calor o el
fria los impedimentos para el asentamiento humano, sino la infer-
habita coplOsislmamente cuanto qwera que los antiguos lo tengan por im-
posible.
tilidad, como se observaba en el desierto de Arabia y otros lu-
lile t1'AjJ
gares.
LllLr Nos podemos dar cuenta de que si la travesía de la línea ecuato- La comprobaCión definitiva de que la reglOn austral estaba
IIt~
IlIIí~1
UfI..··--=-ib
nal tiene tanta importancia desde el punto de Vlsta antropológico,
ello se debe a que obliga a reinterpretar cuestiones que se habían
habitada provocó el mteres antropológico por la diversldad SOClO-
cultural del mundo que se empezaba a descubnr. Hasta ese mo-
considerado ya zanjadas, basándose, a la vez, tanto en la autoridad mento, sin embargo, la diversIdad dentro de la unidad del genero
. del-grardilóso~o.A.:ristóteles como en la de los Padres de la Iglesia humano había sido considerada, fundamentalmente, fruto de la
(Sal).; Agtistin)i:El!o;no quiere decir,Aue a partir de ese momento se voluntad y de la actuación divinas. También el salvajismo o la

....
-...._....
_._._-~======¡¡;;;¡¡¡¡¡¡
~
.':.)
30 El descubrimiento de America
El Génesis y la diversidad humana 31 ~1
civilización de un pueblo eran atribuidos a la voluntad de Dios, y de
'Zi
, África:-, Asia oriental. Arabia, Europa, Italia, España, etc.). Y prosi- '. '.!
este modo había quedado recogido en el Génesis.
gue Boemus: "

( i
{~, .. ,
Fue muy presto y antes de tJ.empo aquel apartamiento de los hijos y los ' . (n' J

~
padres como a~ no hubies,en gasta~.o de las costumbres y. matleras de
1.3. El Génesis y la diversidad humana Vivir de sus padres. De aqUl procedio la causa de tantas dIversIdades y

En efecto, el Génesis contempla la unidad del genero humano al·


,diferencia de costumbres que se siguieron: porque Cam, por la burla que
~había hecho a su padre siendo forzado a huír con su mujer e hijos, asento
¡Ú1 aquella parte de Arabia, que por él se llamó despues Cananea. El cual,
.. :~
·como de su padre ·ninguna cosa buena hubiese aprendido, tampoco la
afirmar que todos los hombres de la Tierra son descendientes de , ~nseñó o.sus descendientes. De donde sucedió [...] algunos dellos cayeron \. "

Adán y de Noe, pues este permitió la regeneración después del .en errores pestíferos y dañosos [...] y de tal manera tan bárbara y tan ...
Diluvio Universal. Asimismo, afirma que la inferioridad y conse- ,';nisticamente vívieron algunos dellos [...] que ninguna diferencia casi hubo
'Jntre enos y los animales silvestres. Por el. contrarIo, los hijos y descen-
~~J'

cuente esclavitud de unos pueblos, los camitas, es consecuencia de


:tlíentes de ,Sem y Jafet; siendo de sus padres legitima y honestamente ~.~
la maldición caida sobre su ascendiente, Cam: "InstrUIdosy enseñados, contentándose con sus términos y tierras mediana-
,·mente no se dertamar:ori tanto por todas las 1:lerras.De donde procedió, :.~ :~
~
.•.

Eran, pues, los hijos de Not':,que salieron dd arca, Sem, Cam y Jafet: :>queel con.Qc.imi~nto._dela verdad,.y el respeto de la religión y honra de!
este mismo Cam es el padre de Canaán. Dichos tres son tos hijos de Noé: y 'vé'j-dadero·Dios, entre una solá gente (es a saber. en los descendientes de ~~~J
de éstos se propagó el genero humano sobre toda la Tierra y Not':,que era -.:Sem)permanéCíese encubierto y escondido hasta los 1:lemposdel Mesias
labrador, comenzó a labrar la tierra y plantó una viña. Y bebiendo de su
víno. quedó embriagado y desnudo en medio de su tienda. Lo cual, como
rrometido (Boemus¡ 1556, pp. 7- 8).l3 I "t... ,
••

.~~'--'i
hubiese vísto Cam, padre de Canaan, esto es, la desnudez vergonzosa de su La segura y doble descendencía de Adán y de Noé, así dicen que
padre, salió fuera a contárselo a sus hermanos. Pero Sem y Jafet, echando le
una capa o manta sobre sus hombros. y caminando hacía atras, cubrieron
'.Jo afirmaba el Libro Sagrado, compartida por todos los pueblos de ;~.
l .•"
la desnudez de su padre; tuvieron vueltos sus rostros, y así no vieron las la Tierra, resolvia posibles dudas, o impedía que se planteasen, ~~~)I
verguenzas de su padre. Luego que despertó Noe de la embnaguez, sabido :,acerca del origen y de los rasgos ontológícos de los nuevos pueblos
.~
lo que habia hecho con él su hijo menor, dijo: Maldito sea Canaan, esclavo :;cÓn los que se tomaba contacto. En cualquier caso, la revelación
sera de los escíavos de sus hermanos. Y añadió: Bendito ei Señor Dios de :'cristiana aportaba respuestas precisas y categóricas sobre las cues- ·1
Sem, sea Canaan esclavo suyo. Dilate Dios a Jafet, y habite en las tJ.endasde , tíones relativas al origen del hombre, y estas cuestiones eran trata-
Sem, y sea Canaan su esclavo (GéneSIS.9, 18-27).
:das en terminas teológicos. La diversidad humana era fruto de la
.~
.. ¡

Así pues, de acuerdo con el Génesis, los hijos de Noé y los hijos '·voluntad dívína. La n~gritud, por ejemplo, era considerada también '~

de los hijos de Noe se repartieron por las diversas regiones de la como parte de la maldición de Dios a Caro sobre su hijo Ca-
.naán: -~,~
Tierra y la poblaron. El "diluvio uníversal" era la base de la explica-
CIón de la unidad humana y de la dispersión de los pueblos, y el :l~
Los hijos de Noe se repartJ.eron por diversas partes del mundo [...J. ( ,.'
pecado de Caro y la maldición caída sobre sus descendientes servía ·'::~.i~'jl
para explicar la barbarie de algunos pueblos y las diferencÍas de
Cam, hijo tercero, se fue con los suyos a la parte de África, pobló a Bactria,
Judea. Arabia, Egipto, la EtIopía y toda Gwnea, y parece que 'la maldición
,..:::,>. ,
;""'1~1
..

costumbres, asl como para Justificar su reducción a esclavitud, que le echó su padre Noé alcanzó en particuÍar a todos sus descendientes
considerada a partir de ese hecho como «natural". Así lo explicaba, .de aquellas partes de [a EtIopía y Guinea, no sólo en ser esclavos los más,
en el siglo XVI, Joannes Boemus en El libro de las costumbres de sino en el color moreno, efecto de la maldición ejecutada; sí ya no es que la
constelación y clima de la tierra haya ayudado (Vázquez de Espinosa, 1969,
todas las gentes del mundo y de las Indias (1556), obra que podria- pp. 10-11),14
mas considerar una de las primeras compilaciones etnológicas de
nuestra hIstoria. Los hijos y nietos de Noé fueron enviados a diver- Otros estimaron que la negritud fue el signo que Dios colocó en
sas partes o regiones (Egipto. Libia, África, «a todo lo demás de Caín (véase Poirier, 1968, p. 15). No faltaron los que, como el
f#

::J'

~ <-

32 El descubrimiento de América. 33
El Génesís Y la diversidad humana
~
;; viajero y ge6grafo inglés George Best, anunciaran que la negritud forme y horrible. Haly (véase Kappler, 1980, p. 42) atribuía este
procedía de una infección natural de los primeros habítantesde hecho a la desigual dístribución del fria y del calor en esas regio-
~

,
aquel país, y había sido transmitida a todos sus descendientes nes, causa de las complexiones anormales y de horrorosas deformi-
~ (véase Jordan, 1974, p. 9). Otros sostuvieron, desde el siglo XVII, la dad~, asi como de la perversión de las costumbres y de la groseria
~ ammalidad de los negros o bien su caracter híbrido, medio hombre del lenguaJe. Se trata de unos seres que, en definitiva, seria difícil
y medía animal.ls Asimismo, en la medída en que el hombre estaba decir si se trataba de hombres o de besoas. Así pues, del clima en el
hecho a Imagen y semejanza de Dios, algunos estimaron que el cual se vive depende la confom1aci6n de las criaturas terrestres, y
~ Señor no podía tener nada que ver con el negro, pues éste no de su confonnación física depende la moral. x::.staes la cadena de
respondía a dicha imagen.lb IOteracción de los diversos elementos t.al como la exponen los
:;¡ Señalemos, por otra parte, que De Bry, en una fecha ya bastante autores medievales.
~. tardía, el año 1591, pasados los primeros efectos de los grandes Ya con anterioridad, los autores griegos y lalmas, de acuerdo
descubrimientos, considera que ,dos pobres habitantes de la Flan- . l..:un..54 noc16n de polito.ia, segÚn h'l cl.Ild \n humanidad d~pende de
~ la habilidad para comunicarse y tener un objetivo comun, conside·
da y de los países vecínos [...] descienden, sin duda alguna, de uno
~; de los hijos de Noé y más probablemente de Cam, segUn toda raban que la tlbarbanell se explicaba porque la comunJcación era
verosimilitud" (Bry, 1927, p. íOS). "Probablemente de Cam», pues loefectlVa. Los bá.rbaros o los «hombres silvestres), afirmaban,
:J.
eran consíderados rudos y salvajes y, sobre todo, ígnorantes de la fe vlvian en los bosques y en las montañas, muy alejados de las acti·
~ cristIana. De este modo, se justificaba tambIén su reducción a la es- vidades de los hombres racionales, y s610 podrían acced~r a la Ci-
;¡, clavitud. vilizaCión si se asentaban en los espacios llanos y abiertos.: Es-
trabón (1978), entre otros muchos, es un ejemplo de estos plantea-
Ademas de su ongen, que, como acabamos de ver, sirve para
~ explicar su posición én la jerarquia humana o en la 'tescala del mientos:
~) ser)},17 Justificando de este modo su condición de libres o esclavos,
por ejemplo, se tenii en cuenta otra serie de consideraciones
~l Su rudeza y salvajismo [de íos galalcos. astures, cantabros y vasconesJ
relativas, sobre todo, arlugar de la Tierra q!-1eocupaba cada pueblo no se deben sólo a sus costumbres guerreras, SInO también a su aleJamlen-
I ~) y ai cUma reinante. Los diversos lugares de la Tierra tienen una lO, pues los caminos maritimos y terrestres que conducen a estas tierras
significacIón en si mismos, y las cosas son como son porque moran son largos, y esta dificultad de comUnIcaciones les ha hecho perder toda
~~
P>'I
soCiabilidad y toda humanidad. Sin embargo. hoy el mal es menor gracias a
en determinado lugar, con unas determinadas características; y
~) asimismo, el grado de barbarie o de civilización de un pueblo la paz y a la llegada de los romanos. Allí donde estas dos ventajas no han
·penetrado. conservan un carí;Ícter más feroz y brutal, SIn tener en cuenta
~)
depende de la región que habitan. Dice Kappler (1980, pp ...31-32) que esta disposición natural entre la mayoria de ellos ha podido aumentar-
que antes de cualquier distinción relativa. al clima o al paisaje, cada se por causa de la aspereza del pais y el rigor del clima.
~) lugar esta afectado de un Juicio de valor general que se deduce de
::)'1 su situación en la jerarquia universaL Así, por ejemplo, la ley de
arriba-abajo, de superior-inferior, desempeña un papel de primer En el siglo XVI, este tlpO de planteamientos y explicaciones
I ~)
orden. mannene su vigencia y pone de manifiesto la continUIdad de la
;j) Por lo que hace; al clima, tanto para íos autores medievales herencia grecolanna a lo largo de la Edad Media y con posteriori-
dad al descubrimiento de América.19 Así, Boemus (1556, p. llvta.)
como para los del siglo XVI (y xvn y xvm), este no sólo mfluye en el
~ habla de la naturaleza inhumana de las gentes. de los lugares áspe-
físico, en el color y én la moral de íos hombres, sino que incluso 'los
.'
,:::),\ . produce y los moldea a su imagen. lB ros, fragosos y estériles y de la naturaleza polítIca de 10$ que
Por lo que refiere a los autores europeos, Pierre de Ailiy recogia habitan en las regiones llanas y fértiles. Del mismo modo, Thevet .
~l (1558, pp. 12-13) explica la variedad de temperamentos y costum-
las opiníonesde· sus antecesores relativas a que en las regiones
:5) extremas habitaban hombres salvajes, antropófagos, de aspecto de-
JM: •• bres de acuerdo a la diferer:te temperatura del aire de unas y otras .
~
"",,-'¡
'(íir
~

34 El descubrimiento de América 3S ~
Los «indios" americanos: ¿otra humanidad?
r::
regiones. argumentando con ejemplos de Francía. África, Asia y la te calor del corazón: lo que hace que los franceses. y otros pueblos
recién descubierta América: ~
cercanos al septentrión. por el contrario [que los negros] frios por
fuera por la intemperanza del aire, son calientes maravillosamente ~
En cuanto a ¡as costumbres; en la medida que es diferente la temperatu- por dentro, y son por tanto, atrevidos. con coraje y llenos de au- r;::.
ra del aire según la diversidad de los lugares: asi adquieren las personas dacia».
variedad de temperamentos, y consecuentemente de costumbres, por la ~
simpatia que hay del alma con el cuerpo [...]. Vemos. en nuestra Europa, 'Asi pues, las respuestas más comunes de la epoca, mas científi-
incluso en Francia, variar de algún modo las costumbres segim la variedad C;:LS. se podría decír, a la cuestión del color.de los negros. se referían ~
del pals. Como en la Céltica es diferente que en Aquítanía y en la Galia ;'1.1 acción del solo del clima en general. Sin embargo (Jordan,
.~
Belga; todavía en alguna de las tres encontraremos alguna diferencia. En 197'4, pp. 8-9), el hecho de que los indios americanos, en la misma
general, encontramos a los afncanos, cautelosos; los sirios, avaros;' los
latitud que lbsetiopes y guíneanos, no fueran negros, planteaba un .~
sicilianos, sutiles; los asiálJcos, voluptuosos. También hay gran variedad de
religiones: los unos pagamzan pero de distinto modo que en el pasado; problema de dificil solución, dada la general aceptación de explica- .~
otros son mahometanos; algunos siguen al cnstianismo de una manera ciones como la anterior. La lÓgica exigía que americanos.y etíopes,
muy extraña y diferente a la nuestra. En cuanto a las bestias brutas son muy de la misma latifud, fueran del mísmo color. Quizá esa sea la razón ~-
~
..
vanables. AIistóte1es dice que las bestias en Asia son muy crueles. robustas por la que, a 10 largo del siglo XVI, los indios americanos son
en Europa, en África monstruosas. A causa de la escasez de aguas [en este :~
descritos como de color oscuro, «olivaceol}, r
pasaje, Thevet parece estar traduciendo a Plinio], muchas bestias de diver-
sa especie son compelidas a parecerse al lugar en el que se encuentra un 'W--~.'

poco de agua: yaqui a menudo se comunican las unas con las otras, por el ~
calor que las vuelve prontas y fáciles. De aquí se engendran muchos
animales monstruosos, especIes diversas representadas en un mismo indi- 1.4. Los «índios» americanos: ¿otra humanidad? ~
viduo.20
~
El color negro de los etíopes también tiene su explicación para ~
Volviendo a las consideraclOnes de Levi-Strauss, Wachtel y Todo-
Thévet y otros contempon'meos suyos, en las condiciones climátícas y
rov con que se iniciaba este capitulo, habría que matizar la alusión ~
las reacciones que éstas provocan en el organísmo humano:
a.la inquietud que pudieron experimentar los europeos -los cristia-
~
nos, hay que decir- al ,(descubrin' una «nueva humanídad» en
No estara de mas, creo, decir que este pueblo [el etíope] es negro segUn
sea el calor mas o menos fuerte, y que este calor proviene de la adustión América. Los problemas, las dudas, las reflexiones. las hipótesis y c;;:.
supernclal causada por el calor del sol. que también es la causa de que las polémicas que habrían de resultar fértiles para el desarrollo de r;:.
sean muy timidos. El calor del aire muy violento saca hacia fuera el calor la reflexión antropológica fueron, sí acaso. algo postenores a los
natural del corazón y de otras partes internas: para que permanezcan mos primeros contactos; -Incluso podría dec~p;e que el tthQmbre ameri- ~
en el interior, fuera del calor naTural. y quemar sólo por fuera: ígual que
vemos en otras cosas adustas y quemadas. La acción del calor en cualquier cano» fue "descubierto» sólo después de que se tomara conciencia .~
objeto, no es otra cosa que resolución y disipación de los elementos, de que América constituia un continente distinto y separado de
cuando persevera y es VIoiento:de manera que los elementos más sutiles se Asia. Sólo entonces los «indios americanos» provocaron turbación ~.
..••...•

consumen, sólo queda la parte terrestre reteniendo el calor y la consisten-


cia de tierra, como vemos la ceniza y la madera quemada. Por tanto, a la
piel de este pueblo, tan quemada, sólo le queda la parte terrestre del
humor, las 'otras están disípadas, y esto causa este calor (Thévet. 1558,
en los espiritus europeos. Mientras tanto, sólo fueron «barbaros» o
«idólatras", y los europeos o cristianos tenian claros los principios
que convenía aplicarles ..
r:!-

~
e
pp. 76-77), En efecto. y como ejemplo mas significativo, por ser el primero.
Cristóbal Colón no parece experimentar ninguna incomodidad, ni ~
Asimismo. para Thévet, la audacia de los franceses,justamente estupefacción. ni siquiera dudas ni sorpresa alguna al tomar con-
,:,.alcontrario que la timidez de los etíopes. es una consecuencía de tacto con los aborígenes americanos. Y, desde luego. no parece ~
:suJ:rialdad interna, puesto que ttelcoraje proviene de un vehemen- reaccionar como si se encontrara con habitantes de otro planeta. ~
~~
!:¡",.
~
~Mk:~; ~
)
)
) 36 El descubnmiento de America Los «mdiosl>americanos: ¿otra humanidad? 37
J

:J Es mas; pensaba que los mdios caribes eran súbditos del Gran Kan, alguna villa para ha?er habla, y salir a ellos dello~ sin numero, y después
que los veian negar huían a no aguardar padre a hlJo [...] son así temerosos
~ como veremos' más adelante. De sus descripclOnes relativ~a los sin remedio. Verdad es que, después que se aseguran y pierden este miedo,
habitantes de las islas del Caribe, los ara\vak, si algo IlaIna la ellos son tanto sm engaño y tan liberales de lo que tienen, que no lo creeria
~ atención es la naturalidad y seguridad con que se refiere a ellos:Zt SInOel que lo viese. Ellos de cosa que tengan, pidiéndosela, jamás dicen
) que no, antes conVldan a la persona con ellos, y muestran tanto amor que

,
darian los corazones, y .quier, sea cosa de valor, quier sea cosa de poco
Luego qúe amaneció, vinieron a la playa muchos de estos.hornb~es",!(ld(ls precIO, luego por cualquier cosica de cualqUlera manera que sea que se les
~ mancebos [...] y todos de buena estatura, gente muy heI11.10sa;loscabello,s dé por ello son contentos. Yo defendi que no les diesen cosas tan viles
no crespos, salvo corredios y gruesos, como sedas de caballo, Y todos de la como pedazos de escudillas rotas y pedazos de VIdriOroto y cabos de
frente y cabeza muy ancha, más que otra generación que hasta aqui haya aaujetas;. aunque cuando ellos esto podian (a)llegar, les parecía haber la
:;¡. visto; y los ojos muy hermosos y no pequeños; y ellos.ningunopneto ~ejor Joya del mundo: que se acertó haber un mannero, por una agujeta,
[negros], salvo de la color de los canarios, m se debe esperar otra co~a, de oro de peso de dos castellanos y medio, y otros de otras cosas que muy
~ pues está [la 1sla de Guanahani. ,baunzada San Salvador por Colón. en el menos valían, mucho mas. Ya por blancas nuevas daban por ellas todo
archipiélago de las Bahamas] Lesteoueste con la isla de Hierro en Gananas. cuanto tenian, aunque fuese dos ni tres castellanos de oro,o una arroba o
~ son una línea; las piernas muy derechas, todos a una mano, y no bamga. dos de algodón hilado. Hasta los pedazos de arcos rotos de las pipas
salvo muy b1en hecha (Colón. 1985, pp. 91-92). tomaban y daban lo que tenían como besuas. Asi que me pareció mal y yo
'-; lo defendí. Y daba yo graciosas mil cosas buenas que yo llevaba porque
:). En esta descripcÍón, aparte su agudeza para percibir las diferen, tomen amor. Y allende desto se harán cristianos, que se inclinan al amor y
d
Clas ñsicas con los europeos y otros pueblos conocidos, 10Úmco servíclO de Sus Altezas y de ·toda ia nación castellana. y procuran de
;" que parece llamar la atención de Colón es que los habitantesdela ~ ayuntar y nos dar de las cosas que tienen en abundancla. que nos son
.~ necesanas. Y no conocían ninguna secta m idolatria, salvo que todos creen
~;
\'! .. isla con los que acaba de tomar contacto no sean negros, sino "de ':;
que las fuerzas y el bien estan en el C1elo.y creían muy firme, que yo con :', :" ~
la color de los cananos», cosa ·lógica por otra parte para él, pues se estos navios y gente venia del cielo. y en tal acatamiento me recibían en
:), encuentran sItuados en la misma longItud. También le sorprende todo cabo, después de haber perdido el miedo. Y esto no procede porque
;;
:).
~ .. que no tengan los cabellos crespos pues los canarios los tienen, y sean 19norantes, salvo de muy 50tH ingenio. y hombres que navegan todas
otras peculiandades de esas gentes que atañen a su comportamien- aquellas mares, que es maravilla la buena cuenta, quellos dan de todo, salvo
.0."
~i porque nunca VIeron gente vestlda DI semejantes navíos (Colón. 1985, pp.
.. - to: la desnudez, hecho relatívamente insólito entre los pueblos 224-225).
7
~\" hasta aquel mOmento conocidos, su cobardía, pues huían cuando .•J
~i veían a los cristianos, y la Wta de armas o la SImplicidad de estas En realidad, esta descnpción de Colón, en cuanto al plantea-
miento que la vertebra. responde al mismo patrón que las de los
~, (lo que se juzga
renriéndose como
a los impropio
caribes, dice: de hombres
«pues dotados de
eran armados, razón;
seria gentey ~i,
de
~,il1 marinos portugueses relatlvas a pueblos africanos y las que, unos

,
::;) razón;'), Pero lo que mas parece extrañar a Colón es la SImpliCIdad ~ años despues ofreceran también los colonizadores ingleses y fran-
¿ ceses, Este patrbn caractenstico es el de que todos estos pueblos no
~) o ingenuidad de los indios, que entregaban'J0Yas de orb y piezas de
" algodón y cualquier otra cosa a camblO de chucherias sin valor o, cristianos estan sín ley, sin fe, sin señor.22 El dominio territorial
~

;:51 incluso, pedazos de platos rotos: o señonal. la religión cristiana y la ley dada a conocer por la reve-
~
1:
lación divina son los parámetros para medir la Civilización; su au-

~
La gente desta isla y de todas las otras que he hallado y habido he
notiCIa, andan todos/desnudos, hombres e mugeres, así como sus madres
1 senda constituye la barbarie o el salvajismo. como se vera mas ade-
lante.
~
los paren, aunque algunas mugeres se cubran un solo lugar con una hoja Las descripdones de los primeros momentos, las realizadas
,;3) de hIerba o una cosa de algodón que para ello hacen. Ellos no uenen
hierro ni acero ni armas ni son para ello; no porque no sea gente bIen después de contactos superficiales y con los problemas derivados
:J) dispuesta y de hermosa estatura, salvo que son muy ,temerosos a maravilla. del desconoclmíento de las lenguas nativas, se caracterizan porque
.t.ilS) No tienen otras armas salvo las armas de las cañas cuando están con la la información relativa al cómo son se resuelve, en una gran medi-
p*'
sim1ente, a [la] cual ponen al caballo un palillo agudo, y no osan usar de da, como ya veremos en el capitulo siguiente,23 con las alusiones
~) aquéllas; que fI'\uchasveces me acaeció enVIara tierra dos o tres hombres a
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38 El descubrimiento de America 39
El "requerimiento» .... '\te~ JJiffi,., "íii. ·Illt
....
relativas a lo que que no son ni tienen en comparación con 10 que he tomado posesión por Sus Altezas con pregón y bandera real
son y tienen los propios observadores europeos, cristianos, agricul- extendida, Y no me fuecontrarucho» (Colón, 1985, pp. 221-222). O
tores, guerreros, jerárquicos, etc. Vespucci es uno entre cientos de también: «Con todo, mí voluntad era de no pasar por ninguna isla
ejemplos: ...~
.de que no tomase posesión, puesto que, tomado de una; se puede
, decir de todas» (Ibid., p. 95)-
Vengamos a los animales racionales [del BrasilJ. Encontramos que la Desde luego, la ceremonia de toma de posesión en nombre de ~
tierra está habitada de gente toda ella desnuda, asi los hombres como las
los reyes de Castilla había de provocar cierta sorpresa o cuando ~
mujeres, sin cubrirse ninguna vergiíenza. Son de cuerpo bien dispuesto y
proporcionados, de color blanco, de cabellos negros y 'de poca o ninguna menos curiosidad entre los indios al ver un comportamiento -el
...
barba. Trabajé mucho en comprender su vida y costumbres, porque duran- . despliegue de estandartes- y escuchar unos sonidos -la lectura del
te 27 días comi y dormí entre ellos, y lo que supe es mas o menos lo pregón- ininteligibles. Pero no son los aspectos ceremoniales los ~.,'::.;
sIguiente. No tienen ni ley ni fe ninguna, y viven secundum natura. No
conocen inmortalidad del alma, no tienen entre ellos bienes propios.
qtiellaman la atención desde el punto de vista de la percepción del
«otro», sino el hecho de que Colón señale que su toma de posesión
'g¡
porque todo es común; no !lenen limites de reinos ni provincia; no tienen
rey, no obedecen a nadie, cada uno es señor de sí mismo; amistad y gracia no le fuera contradicha, como si los indios que eran testigos del ,~

no les son necesarias, porque no reina en ellos la codicia (Vespucci, 1501, acontecimiento hubIeran de comprender que, a partir de aquel
en Nicolau d'Olwer, 1981, p. 541). momento, se convertían, por la magia de la ceremonia, en súbditos
de la Corona de Castilla, y hubieran de aceptado. Ésa, en cualquier ~
En realidad, exíste una caracterización precisa de en que consis- caso, era la conclusión de Colón, de los reyes de Castilla, del papa y
ten la civilización y la racionalidad. Se trata, consecuentemente, de de los otros monarcas europeos. A partir de ese momento, por la
comprobar si un pueblo presenta los rasgos que suponen la civiliza- simple aplicación de la fórmula contenida en el pregón y dado que
-~
CIón o no los presenta, en tanto que existen sólo dos categorías de ningun arawak la contradijo, las isias caribeñas y sus habitantes ya ~
pueblos: los «civilizados» y los «bárbaros». Hasta mediados del siglo eran del dominio de Isabel y de Fernando, los monarcas espa-
XVI, esta tipo logia no se elaborará un poco mas, introduciéndose, ñoles:
con Las Casas y Acosta,24 diferentes categorias dentro de los pue- .il
blos «bárbaros», debido a las profundas diferencias que van obser-
vando entre -ellos. "
.--.-,
Crean VuestraS Altezas que estas tierras son en tanta cantidad fértiles y en
especial estas de la isla Española, que no hay persona que lo sepa decir, y
nadie lo puede creer si no lo viese. Y crean que esta isla y todas las otras
~, ~
~
son asi suyas como Castilla, que aqui no falta salvo asIento y mandarles

1.5. El Derecho internacional


y el descubrimiento
de la Europa medieval
de América: el «requerimiento»
.~
hacer lo que quisieren (Colón, 1985, pp. 152-153).

La ceremonia protagonizada por Colón no pone de manifiesto el


reconocimiento de un pueblo diferente, de «(otra» cultura, sino la - f.#1
2
asimilación de los indios americanos a cualquiera de los pueblos
-infieles o no- vecinos de los europeos. En cualquier caso, para
.... ~
Por otra parte, del comportamíento de Colón y de otros conquísta- Colón, como ha destacado Todorov (1982), es más importante "Jf.1
dores posteriores no"parece deducirse que creyeran estar ante una descubnrytomar posesión de nuevas islas o tierras que mejorar la ?,~J
~r.l
humanidad diferente, ni que se hiciera necesario adecuar las pro- comunicación con los indios. Éstos parecen formar poco más que
pias pautas de comportamiento y de comunicación a las de la ""'~~I
'i:!!:.
una parte del paísaje, por el que Colón muestra una admiración
cultura con la que se entraba en relación. En la carta que Colón
extra?,r8i,n~~a.Es~.asin:1ilación,realizada en términos culturales y
escribe a Luis de Santángel, ya camino de regreso de su primer
..sobreiod?:polttlcos, tendria. ~~abode. pocos años (1513) una ~
viaje, es muy significativo lo que dice: «pasé a las Indias [...] donde
con~r~<:i6~'d~cun:1entalimportant~ -el' famoso requerimi~'nto- que
yo hallé muy muchas islas pobladas con gente sin núm.ero, y dellas ilustra,híactittid europea con respecto a las culturas an::ericanas,
r€i~'J~

~;I
~
/.'
:J>
~ 41
40 El descubrimiento de América El· ~requerimlento»
~
~~ asi como cuáles fueron los presupuestos de íos que partia dicha Juana, nuestros señores, en su lugar, como a superiores y señores destas
actitud. El texto del requerimiento decía asi; lSlas y tierra fume, por virtUd de la dicha donación. y consmtáis y deIS
~ lugar que estos padres relig¡.osos os declaren y prediquen lo susodicho. Si
ansi lo hlcierdes, haréis bien y aquello que sois obligados a Sus Altezas. y
~ De partes del rey D. Fernando, y de la reina Doña Juana, su hija, reina noS en su nombre vos recibIremos con todo amor a candad e vos dejare·
de Casti1!a y León, etc .. domadores de ¡as gentes bárbaras, nos. sus cnados,
.o os notificamos y hacemos saber como mejor podemos. que Dios. Nuestro
mas vuestras mujeres e hijos y haCIendas. libres, sm serVIdumbre, para que
dellas e de vosotros hagáis libremente lo que quisierdes y por bIen tuvier-
~ Señor, vivo y eterno. crió el CIelo y la tIerra y un hombre y una mujer, de des. e no vos compelerán a que vos toméis cristIanos. salvo SI vosotros.
quien vosotros y nosotros y todos los hombres del mundo fueron y son mformados de la verdad, os quislerdes convertlr a nuestra sancta fe católi-
~ descendientes _y procreadores, y todos los que despues de nosotros VInie- ca, coma lo han hecho cuasi todos los veCInOS de las otras Islas; y allende
ran. Mas por la muchedumbre de ia generación que déstos ha salido, desde desto, Sus Altezas vos daran muchos pnvileglOs y exenciones y vos harán
.:;J CinCOmil años a esta· parte que el mundo fue cnado. fue necesano que los muchas mercedes; y si no lo hiclerdes, y en ello dilación maliclOsamente
unos hombres fuesen por una p¡:¡.rte y otros por otra e se dividiesen por puslerdes, certificamos que con la ayuda de Dios. nosotros entraremos
~ muchos reinos y provincias. que en una sola no se podían sostener ni poderosamente contra vosotros y vos haremos guerra por todas las partes y
~ conservar. De todas estas gentes, Dios Nuestro Señor dio cargo a uno, que maneras que pudiéremos. y vos subJetaremos al yugo y obediencia de la
fue Sant Pedro, para que de todos los hombres del mundo fuese señor y Iglesia y de Sus Altezas y tomaremos vuestras personas y de vuestras
:;>.. superior a quien todos obedeciesen y fuese cabeza de todo el linaje huma- mUjeres e hijos y los haremos esclavos y como a tales venderemos y
no. doqwer que los hombres viVIesen y estUVIesen, en cualquiera ley. secta dispondremos dellos como Sus Altezas mandaren. e vos tomaremos vues-
'P;J y creencia, y diole el mundo por su reino y jurisdicción; y como qUler que tros bIenes y vos haremos todos los daños y males que pudiéremos. como a
le mandó poner su silla en Roma, como en lugar más aparejado para regir vasallos que no obedecen ni qUIeren rescibir a su señor y le resisten y
~j
el mundo, mas también le permitió que pudiese estar poner su silla en contradicen; y protestamos que las muertes y daños que dello"se recrecie·
;;1, cualqwera otra parte del mundo y juzgar y gobernar a todas las gentes, ren sea a vuestra culpa y no de Sus Altezas, ni nuestra, m destos caballeros
crisnanos. moros. Judíos, gentiles y de cualqUIer otra secta y creencia que que con nosotros vienen: y de como lo d'::clmos y requenmos. pedimos
~, fuesen. Este llamaron papa, porque qUIer decir admirable. mayor padre y al presente escribano que nos lo dé por testlmOnlO slgnado. y a los presen-
gobernador de todos· los .hombres. A este Sant Pedro obedeCIeron y toma- tes rogamos que dello nos sean testIgos. etc, (en Las Casas. TII. 1965, pp.
...
-.-.~
~'l
ron por señor, rey y superior dei Umverso los que en aquel tiempo VIvían. y 26-27).
asimismo han tenido a todos los otros que despues de él fueron al Pontifi-
•..?l cado elegidos y asi se ha contlnuado hasta agora y se continuara hasta que
.,
•......:l. el mundo se acabe. Uno de los pontífices pasados. que en lugar de este
sucedió en aquella dignidad e silla que he dicho, como señor del mundo,
En el texto de este requerimiento estan presentes íos pnnclplOs
más importantes que caracterizan la expansión europea. justificada
,.:¡. hizo donación destas. islas e tlerra firme del mar Oceano a los dichos rey y

~~"l reina15 e a sus sucesores en estos reinos, nuestras señores. con todo io que
en eHas hay, según se conDene en ciertas escripturas que sobre ello
pasaron, segun dicho es. que podéis ver si qUlsiéredes; asl que sus Altezas
por motivos religiosos, y de la diplomaCIa IntemaclOnal
ca. basada en el derecho""de la libre predicaCIón
la libre circulación para la práctica del comercIO. Impedir
de la épo-
del Evangelio 26 y a
cual-
""'~. son reyes y señores destas Islas y tIerra firme, por VIrtud de la dicha qUIera de estos derechos constItuye una «causa justa~> para una
donación, y como a .tales reyes y seflores algunas iSlas mas y casI todas. a
::;'1 guien esto ha sido notiñcado, han recibIdo a Sus Altezas y les han recibldo "guerra justa»!7 También constituye una Justa causa para la guerra
y serVIdo y sirven como súbditos lo deben hacer, y con buena voluntad y el someter a los «súbditos» que se rebelan contra su monarca
~\
sin nmguna resIstencia, luego sm dilación, como fueron mformados de lo legitimo. Otro principio contenido en el requerimiento. muy im-
~l ..:2¡' susodicho, obedecieron y rescibieron los varones religIOSOSque Sus Alte- portante desde el punto de vista antropológlCO. es la afirmación de
zas les enviaban para que les predicasen y enseñasen nuestra sancta fe, y la unidad de la especie humana (todos descienden de un hombre y
~~} todos ellos, de su libre y agradable voluntad, sin premIa nI condición
alguna. se tornaron cristianos y io son y Sus Altezas los rescibieron alegre y una mujer, Adán y Eva) y, consecuentemente, todos los hombres,
--.~,
t~J
bemgnarriente, y así· los mandaron tractar como a los súbditos y vasallos. indios O europeos, están sometidos a las mlsmas leyes, las de la
..a¡,
,,~.: y vosotros sois tenidos y obligados a hacer io mIsmo. Por ende. como mejor revelación divina y de la ley natural, y podían ser castIgados justa-
podemos, vos rogamos y requerimos que entendáis bien esto que os deCI- mente SI no adecuaban sus comportamientos a las mismas.
·~i mos, y toinéispara entenderlo y deliberar sobre ello eí tiempo que fuere
~. Los contenidos del requerimiento nos remiten más a la práctica·
justo, y rec:onozcáis a la Iglesía por señora y superiora del Universo mundo,
··~·I)
r#~ -y al Sumo Pontifice;' llamado papa, y en su nombre al rey o a la reina doña
medieval. feudal, que a los principios humanistas del RenaCimieil-

-..4\\
~}I

~,

~ ."':;l!(.-
.,,,.,,

.... , c~ .

El descubrimiento de América 43 (!_~:;g .;1.

El .requerimiento,.
(~¡g
~I
~~I
.. to. Por otra parte, el requerimiento no incluye un trato diferencial n entender. [Y añade:] En el capitulo VII del.requerimiento se les da lugar
para con los indios; hasta tal punto son asimilados que ní siquiera o se les promete [a los indios] que tomen el tiempo que fuere jw¡to para t'-r.
.. ',1 '

se recurre a un mterprete para que les traduzca un documento que entender aquellos· capitulas, y que puedan deliberar sobre ellos, qUé tanto
ha de ser este tiempo quisiere yo que allí se expresara; pero si se les
!~.
,.~.,~~ ~

de ninguna manera podían entender; y sí lo entendieran no lo


guardara o no,. no me determino e~ e~o. Adelante se dirá el tiempo que los (e::
podrian aceptar. En efecto, el requerimiento, como ha dicho Gerbi
capitanes les daban, atando a los mdios después de salteados, y en tanto
(1978, p. 406), \~
lr:yéndotes toda aquella capitulación deL requerimiento. .-:JI
impone una alternativa, fuerza una elección: o confesar [...] que Cristo en En la práctica, según Oviedo, lo que ocunia era que, en lugar de , te:;.;
~:..fifl
persona. o por mediación de su Vicario sobre la tierra, dio las Indias a darles tiempo a los indios para que estudiaran bien el texto del
Fernando y a Carlos, o perecer a causa de la pertinaz impiedad, la relapsa
herejía, la obstinada malicIa de qUIen osa negar tan palmarias verdades.
Por otra parte, el residuo "feudal» salta a los ojos en la cláusula que califica
requerimiento
hacían los capitanes
(¿cómo, por otra parte, lo iban a estudiar?),
era atacar primero,
:jfinalmente, leerles la larga capitulación
encadenar10s
del requerimiento
10 que
luego y,
en caste-
:;~ .• ~
a los reacios de «vasallosll insubordinados, conforme a"la tesis cbnstitucio- ":"&i.J1

natista que hacia de los reinos y pueblos subyugados otros tantos <cvasallos» llano, sin interprete. Bartolomé de Las Casas, más crítico y menos
.-;~!r~;.·~.
de ia Corona de España. Puesto que no se tenia por «justa!> una guerra sin irónico que Oviedo, explica cómo actuaba el cltado Pedrarias:
una iniCIativa hostil, sin una agresión a la que había que contestar, sin una
~~~~~.\:~-
"jUSta causa" que consIstiera en haber sufrido un entuerto, el «requeri-
y los tiranos que enviaba por cumplir su mandado y justificar sus
mIento!> era una verdadera y genuina inCItación a cometer el entuerto, era ,.~.::;Il
entradas, que así llamaban aquéllos sus santos viajes, iban con gran silen-
un expediente para crear de toutes pieces un caSLlS belU, era un acto
provocador para suscitar artificialmente una ofensa y así obtener una cio y cuidado que no fuesen sentidos, y hacian noche a una legua y media y
a un cuarto, según la comodidad hallaban. y entre sí leían el requerimiento
causa justisIma, legítIma, satlsfactona, tranquilizadora y confortante para
a ·Ios árboles diciendo: "Caciques e indios de tal pueblo, hacémoos saber,
lanzarse a hierro y fuego contra los desnudos e ignorantes indios.
nos los cristianos de Castilla, cómo hay un Dios y un papa, etc.», y pedía .. \
Juego el capitán testimonio autorizado al escribano que consigo llevaba, de 'g.~~.J
No hay en el requerimiento alusión alguna que permita pensar
que se ha captado, slquiera en medida mínima, la diferencia cultu-
cómo se habia requerido a los caciques e indios de aquel pueblo, todo lo
.que Su Alteza mandaba, pero que no habian querido venir a dar la obedien-
-~]
.~j

raL El texto, que data de 1513, veinte años después del primer viaje .cia a Sus Altezas, ni a ser cristianos; y lue-go, al cuarto del alba, daban en el
de Colón, se inicia con la afirmación de la unidad humana, basada
pueblo que tenía sus vecinos en sus pobres camas y lo primero, como ~n
en la descendencia
consecuencia,
cualquier
de Adán, comun
es lícita la aplicación
pueblo. El hecho de que el documento
a todos los hombres.
de los mismos principlOs
fuera leido en
En
a
arriba dije, que hacian era poner fuego a las casas donde se quemaban o
chamuscaban los· indios descuidados, mataban y prendían los que salían
asombrados y quemados, y después de apagado el fuego iban a buscar y
rebuscar "el oro, que era toda su feliCIdad tras que andaban (Las Casas,
¿
~
T/.,gJ1

1965, p. 56).
castellano, permite pensar que ni siquiera exístia conciencia de la
diversidad lingUística: una cosa era su redacción por los juristas
Martin Fernández de Enciso (1519), junsta, gebgrafó y expedi-
que estaban en España y otra su aplicación en América. En efecto, ....~: .•

cionario, relata su propia experiencia sobre el requerimíento en la


Femández de Oviedo, que formaba parte de la primera expedicíón
región de Cenu, y la respuesta que le dieron los caciques de dicha ,.~~
que debla pasar por el engorro legal de· leer el requerimiento a los
región:
indígenas antes de hacer uso de las armas, ironiza acerca del ~
ridículo ceremonial de la lectura:
Yorequeri, de parte del rey de Castilla, a dos cacíques destos del Cenú, .,~~Jk.:1
que fuesen del rey de Castilla, y que les hacia saber cómo había un solo
Señor [dijo a Pedrarias Davila al regresar de una expedición en la que se
intento vanamente cumplido], paréceme que estos indios no quieren escu-
Dios, que era Trino y Uno y gobernaba el cielo y la tierra, y que éste ha
venido al mundo y habia dejado en su lugar de Dios, y que este Santo
Padre, como Señor del Universo, habia hecho merced de toda aquella
-;.~~
.....
?
:.~¡:

char la teología de este requerimiento, ni vos tenéis quien se la dé a


entender: mande vuestra merced guardarle. hasta que tengamos algún tierra de las Indias y del Cenu al rey de Castilla, y que por virtud de aquella .. ~
mdio en una jaula, para que despacio lo aprenda y el señor obispo se lo dé merced que er papa había hecho al rey, les requeria que ello¡;· dejasen ~I
~J .. -

~ Jlll
;
•..•• ..... ¡¡., .
;e>
:;}.
44 El descubnmlento de América 45
.:5 EI,«requenmlentOl>

~ aquella tierra, pues lc;spertenecia; y que si qwslesen V1V1r en ella, como se capitanes castellanos, sino que critico sus contenidos, asi como sus
estaban, que le diesen la obediencia como a su señor, y le diesen en señal fundamen tos Juridicos y religiosos:
~ de obediencia alguna cosa cada año, y que eso fuese lo que eUos quiSIesen
señalar; y que si esto hacían, que el rey les haría mercedes y les daria ayuda
~ contra sus enemigos, y que pomia entre ellos frailes o clérigos que les Agora es bien que tornemos sobre la sustancia y partes y eficacia o
:fj dijesen las cosas de la fe de Cristo, y que si algunos se quisiesen tomar
cnsoanos, que les ha.tia mercedes, y que los que no qwslesen ser cnstia-
efecto y Justicia del refendo requenmiento, cerca del cual. y lo pnmero,
conSIdere cualquiera v.ar:~nprudente, ya que los indios entendieran nues-
!!:> nos, que no les apremiarían a que lo fuesen, sino que se estuviesen como se tra lengua y los vocablos y significación della y delios, ¿que nuevas les
estaban. Respondiéronme que en lo que decía que no habia sino un Dios y traian y que sintieran .en oirlas. diciendo que un Dios habian en el mundo.
~ que éste gobernaba el cielo y la tierra y que era señor de todo, que les criador del cielo y de la tierra, y que crió el hombre o los hombres,
parecía bien y que así debía ser, pero que en lo que decia que el papa era teniendo ellos al sol por Dios o otros dioses quien creian haber hecho los
~ señor de todo el uniyerso, en lugar de Dios, y que él habia hecho merced hombres y las otras cosas? ¿Con que razones, testimomos, o con cuáles
~.~ de aquella tlerra al rey de Castilla, dijeron que el papa debia estar borracho milagros les probaban que el Dios de los españoles era mas Dios que los
cuando lo hlZO,pues daba lo que no era suyo, y que el rey. que pedía y suyos, o que hubiese mas cnado en el mundo y a los hombres que los que
~ tomaba la merced, debia ser algun loco, pues pedía lo que era de otros, y ellos tenian por dioses? Si vinieran ios moros o turcos a hacelles el mIsmo
que fuese allá a tomada, que ellos le pomian la cabeza en un palo, como requenmlento, afirmandoies que Mahoma era señor y cnador del mundo y
~ tenian otras, que me mostraron, de enemigos suyos, puestas enCIma de de los hombres, ¿fueran obligados a creerlo? ¿Pues mostraban los españo-
sendos palos, cabe el lugar, y dijeron que ellos se eran señores de su nerra les mayor testlmonio y mas verdadera probanza de lo que protestiban en
..:J: y que no habían menester otro señor. Yo ies tome a requenr que lo su requenmIento, de que el Dios suyo había criado eí mundo y los hom-
f!'<diJ'
.;:..,."
hiciesen; SIno, que les harta la guerra y les tomaría el tugar y que matana a bres, que mostraran los moros de su MallOma? !tem,. ¿como o ~on que
cuantos tomase o los pn;ndería, y los vendería por esclavos. E respondié- inconvencibles razones o milagros les probaban que el Dios de los españo-
~'.-"""\, ronme que ellos me pomian primero la cabeza en un paio e trabajaron por les tuvo mas poder que los dioses-suyos para constitUIr un ho'robre, llama-
lo hacer, pero no pudiéron, porque les tomamos el lugar por fuerza, do Sant Pedro, por señor y gobernador de todos los hombres del mundo V a
~. aunque nos tiraron infinitas flechas e todas herboladas, e nos hIrieron dos qUlen todos fuesen obligados a obedecer, temendo ellos sus reyes y natura-
hombres con hierba y. entrambos muneron de ia hlerba, aunque las herídas les señores y creyendo no haber otros SinOellos en el mundo? Y asl, ¿que
~ eran pequeñas; y después prendí yo en otro lugar al un cacique dellos [...) y animo ternian (y que amor y reverenCIa se engendraria en sus corazones, y
~}
cuasI de esta forma se hacen allá todas las guerras. en especial en los reyes y señores) al Dios de los españoles, oyendo que por
su mandado Sant Pedro o el papa su sucesor daba sus tierras al rey de los
:)1 En el relato de Enciso, se comprueba el choque cultural entre la españoles, teniéndose por verdaderos reyes y libres y de tan muchos años

~\
tradición europea, representada por Enciso, y las tradiciones loca- atras
ellos yensus
antiquisima
súbditos posesión ellos ypor
lo rescibiesen susseñor,
pasados, y que nunca
a quien se ies pedía
vieronque
m
íes americanas, en este caso representadas por los caCIques de cognoscieron nI oyeron, y sin saber SI era malo o si era bueno, y qué
~';
Cenu. El choque, sin embargo, no se manifiesta tanto en los gran- pretendía, Sl gobernallos o roballos o destruillos (mayormente SIendo los
des principios de la cosmoV1sión religiosa -los caciques pueden mensajeros tan fieros, hombres barbados y con tantas y tales armas?) ¿Que
::;, podían ni debian, según buena razon, de los tales presumlr O esperar?
estar de 'acuerdo en la existencia de un Dios que gob1eme el cielo y Item, ¿pedilles oliediencla para rey extraño, sin hacer tramdo ni contrato o
~ la tierra- como enía concepCIón de los derechos sobre la tierra y conCIerto entre sí sobre ia buena y Justa manera de los gobernar de partes
...di
""",. . la transmisión de los mismos, así como sobre las concepciones del del rey, e del semelO que se ip. habia de hacer de parte dellos, el cuaí
vasallaje. tratado, al prínciplo, en la elección y resciblmiento del nuevo rey o dei
,::J; nuevo sucesor, si es antiguo aquel estado, se sueie y debe hacer y Jurar de
raz6n y ley natural? [...]; y quiSIera yo preguntar al Consejo que determmó
::t deberse hacer tal requenmiento a estas gentes, que V1vianseguras debajo
1.5.1. LAs CRíTICAS,AL .REQUERIMIENTO" y LA CONCIENCIA DE LA
de sus señores y reyes naturales, en sus casas, sin deber n1hacer a ninguno
/j" DIVERSIDAD CULTURAL mal m daño, que fe y crédito eran obligados a dar a las escnpturas de la tal
donación; y que fueran las mismas bulas plomadas del papa que allí se las
~:,. El choque, acnt1camente reflejado en el relato de EncIso, provoca presentaran, ¿merecieran, por no obedecellas, que fueran descomuigados
o que les hicieran algtin otro mal temporal ní espiritual o cometieran en
".-.l' una reflexión en Bartólomé de Las Casas. Este fraile no se limitó a ello algún pecado? ¿Todo ello no les había de parecer ser deliramentos y
.;:5¡··denunciar el modo' en que el requerimiento era aplicado por los cosas fuera de razón y de camino y todos desvarios (y disparates),.mayor-
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47
46 El descubrimiento_ de América El «requerimiento»
.:::tI[,

mente cuando les dijeran que eran obligados de se sujetar a la 19lesia? [...J. Existe, pues, una continuidad entre la actitud de Cristóbal Colón y .- ,.. ,/~!H.
Pues si no es obligado, por algún derecho ni razón, a creer que hay Iglesia las prácticas diplomaticas y jurídicas medievales; y existe, asimis- " " \\,s;.:-:TIi
_ 'Ii";e:',;~lill
" -.
ni papa, y esto sin alguna culpa, ni pecado, ni venial, ¿cómo o por qué sera mo, una continuidad entre la actitud de Colón y los contenidos
obligado a creer que el papa tuvo poder para hacer donación de las tierras
¡. "
...,~
....

implícitos en el texto del requerimiento. La autoridad del papa es . '. 'I',,¡¡jgh


y señoríos que poseen gentes que nunca otra cognoscieron, ni tuvieron que
hacer con otras en bueno ni malo. tan distantes de todas las otras de aceptada por los monarcas cristianos hasta bien entrado el siglo XVI .' .~~~
nuestro mundo Vlejo,y siendo poseedores y propietarios señores de tantos y, de acuerdo con esta autoridad,29 los reyes de Castilla reciben las
años? [...]. Queda luego manifiesta la ignorancia del Consejo del rey. y tierras americanas ,(con todo lo que en ellas hay», es decir, las cosas ,t
plega a Dios que les haya sido remisible, y cuán injusto; impio, escandalo- y las personas; yesos derechos incluyen, a juzgar por el comporta-
i"5i~
so, irracional y absurdo fue aquel su requerimiento [...]. Y, por acabar lo
que toca a aquel requerimiento, de lo dicho puede cualquiera prudente
miento de Colón durante su primer viaje, el disponer de dichas (¡:ii
mferir, que SI [...] entendidos los vocablos y significación ciellos, pudieran cosas y personas no sólo in situ sino también en cualquier otro (e~l
responder y alegar por si contra los que les hicieran los requerimientos, y lugar. Dice Colón (1985, pp. 227-228): ,,~JJ
los convencieran en juicio y fuera de JUIcio, ¿qué podro alguno decir en
excusa de los que formaron aquel requerimIento y de los que a ejecutallo
iban, haciéndolo a quien ni palabra dél entendian, más que si fuera en latín En conclusión, a hablar desto solamente que se ha hecho este viaje, que /r~5~F,

refendo o en algarabía?; ya saben los que estudiaron derechos, que valor o


momento tiene el mando o precepto o requenmlento, que se hace a gente
fue asi de corrida, que pueden ver Sus Altezas que yo les dare oro, cuanto
hobleren menester con muy poqwta ayuda que Sus Altezas me daran
agora: especeria y algodón cuanto Sus Altezas mandaren cargar, y de la
;~
::e~;:¡-lljl
que la lengua en que se dice no entiende, aunque fuese súbdita y tuvíese
obligación de oillo y complillo,28 lo que en estas gentes y materia de que cual hasta hoy no se han hallado salvo en Grecia y en la Isla de Xio, y el \ ,

hablamos ningtin lugar tiene, como parece por lo dicho (Las Casas. 1965, Señorio ia vende como qwere, y lignaloe cuanto mandarán cargar, y - I

'5
:"':'5,21
IU, pp. 28-31). esclavos cuantos mandaran cargar, e serán de los idólatras, y creo haber
hallado ruibarbo y canela, e otras mil cosas de sustanda hallaré, que
En este texto de Las Casas ya encontramos un reconocímiento habrán hallado la gente que yo allá dejo.
(~
de la diferencia y un respeto por la misma, o cuando menos una /" ; .. ~
,'"¡

actitud comprensiva hacía la religión de los indígenas y hacia sus La naturalidad, la convicción en el trato con los indígenas, la '5=-',iijJl¡I¡¡,.

derechos sobre las tierras que habitan. así como la aprobación de afirmación de la superioridad y la absoluta ausencia de duda con ¿¡;,..""':

que obren segun sus tradiciones. En este texto puede percibírse, de respecto a la legitimidad de la actuación se pone de manifiesto en ,~J
un modo implícito e incípiente. el principio del relativismo cultural el hecho. entre otros, de proceder a la captura de algunos indivi-
duos 30 con la finalidad de llevarlos a Europa y mostrados como
que, a partir de este momento, no se desarrollara sino con muchas '~
dificultades y en medio de numerosas polémicas. En efecto, incluso representativos de los habitantes de las nuevas tierras, de sus partí-
aquellos que aceptan la posibilidad de que las naciones indias se culandades y de la veracidad de sus relatos:
gobiernen de acuerdo a sus propias "leyes o costumbres y se com- ;~
porten de acuerdo a sus tradiciones, son reacios a aceptar las Ellos deben ser buenos servidores y de buen Ingenio, que veo que muy 'e,~1
creencías religiosas de esos pueblos y las prácticas que de ellas se
derivan.
presto dicen todo los que les decía [...]. Yo placiendo a Nuestro Señor,
Ilevare al tiempo de mi partida seis a Vuestra Alteza para que aprendan a
hablar (Colón, 1985, p. 91).
,¿
A pesar de las críticas de Las Casas y de las ironias de Ovíedo y ~
de Femández de Enciso. el requerimiento fue confirmado en 1527
y desapareció, en la~practica. con la promulgación de las Nuevas
Y luego que llegué a las Indias, en la primera isla que hallé, tome por
fuerza algunos dellos ([bid., p. 225).
:~
e::,1
Leyes de 1542. influidas éstas por Bartolomé de Las Casas. De
manera explícita, el requerimiento no desapareció hasta 1573, en Ayer vino a bordo de la nao una almadia con seIs mancebos, y los cinco
~l
I\ij;,¡
que fue elimmado de las Ordenanzas de su Magestad hechas para entraron en la nao; éstos mandé detener y los traigo. Y despues envié a una
los nuevos descubrimientos y pacificacíones. casa que es la parte del rio de Poniente, y trajeron siete cabezas de mujeres e:::-,.1
entre chicas y grandes y tres níños. Esto hice porque mejor se comportan

ª
~
bit

~'

~ 48 El descubrimiento de América
~
~ los hombres en España habiendo mujeres de su tierra que sin ellas. porque
ya otras muchas veces se acaeció traer hombres de Guinea para que
~ aprendiesen la lengua en Portugal. y después que volvian y pensaban de se
aprovechar de ellos en su l:1erra por la buena compañía que le habían
:=> hecho y dádivas que se les habla dado, en llegando en tierra jamá.$ pare~
cian. Otros no lo hacian asi. Asi que teniendo sus mujeres tendrán ganas de
~,
comercIar 10 que se les encargare, y también estas mujeres mucho enseña-
~ ran a los nuestros su lengua, ia cual es toda una en todas las islas de .la 2. LA DIFICULTAD EN RECONOCER LA
India, y todos se entienden Y.todas las andan con sus almadías, lo que nO _ DIFERENCIA
;, han en Guinea, a donde es mil maneras de lenguas que la una no entiende
la otra (Ibíd., pp. 121-122). '.,'.
:;.
La práctica de llevar indios a Europa se generalizó a otros
::;¡¡.
navegantes y conquístadores.31 Gonzalo Femandez de Ovíedo tam-
=> bién dice haber llevado al rey Fernando el Católico seis indios.
:J.¡
caribes y seis indias (Oviedo, 1979, p. 167). El capitan lean Ribaut,
integrante de la expedición de Rene de Laudonníere, se adentro
"",,'
"""1,
...• entre los índios tJmucúa para apropiarse de dos de ellos y embar-
;#J
carlos hacía Francia, pues había recibido esa orden de la reina,
Catalina de Médicis (Laudonniere, 1586, p. 14). A partir de enton-
~) ces fue común la presencia de indios «naturales» de America y de .CuentaJoannes Boemus (1556, pp. 271-272) que FranCISCOFeman-
O) negros procedentes de Árnca32 en las cortes de Europa, sobre todo dez de Córdoba, enviado desde Cuba por el adelantado Diego Veláz-
en las de Castilla, FranCIa e Inglaterra. Fue esta presencia, así como
~) quez, caminando de exploración por la tierra firme del contmente
su exhibiCIón por las tabernas de ciudades y aldeas, iaque desarro- 'americano, pregunto a unos indios cómo se llamaba un pueblo
-',
PJ>.\ llaría un progresivo interés por las costumbres de aquellos <coatura-
grande que aparecia allí cerca, los cuales respondieron lecletam,
lesn y haría patente la eXIstencia de "otra humamdadn; sobre todo que significa «no te entiendan, Y pensaron los españoles que ése
=',
cuando se tuvo noticia de que Aménca no era Asia, Sino un conti- era ef nombre del pueblo. Corrompido el vocablo. le llamaron
~\ nente nuevo y separado del asiático. Sólo entonces empezaron los Yucatán, y así le quedó el nombre.
~'\
europeos a reflexionar sobre la existencia de esas culturas y sobre Este episodio, mas o menos anecdótico, mas o menos Significati-
sus Implicacíones en, sus conocimientos y verdades establecidas. vo, y de veracidad dudosa, nos da pie a plantear una sene de
;;51
,·cuestlones relativas a los problemas de comunicación, compren-
~) _sión, Identificación y reconocimlento de las especiEicldades cultu-
::J.¡
rales que se presentaron a los europeos en su contacto con la
naturaleza y los pueblos americanos. En primer lugar, surge el
~) problema de la incomunicación lingUistica, puesto de manifiesto
~) por el «no te entiendan que respondieron los indios a la pregunta
de los cristianos. En segundo lugar, y todavía mas importante, los
;5). españoles no entendían el «no te entiendo» de los indios. Por otra
parte, y al margen de la veracldad de la anécdota que recoge
f:5), ... Boemus, podriamos hablar de la ingenuidad o de la falta de con-
~,. cienCla que de la díversldad lingUistica tenían los europeos que
~} ~ .. '-.; ..
.--"'"i\:-r
trataban de "comunicarse con los indígenas. Dicho de otra manera:
fi'~·.
~,,')'
~' .> .

.:51

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