1989 - Proceso de Neolitización en El Próximo Oriente PDF
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DEL
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XIMO
PROCESO DE NEOLITIZACION EN
EL PRXIMO ORIENTE
Jacques C A U V I N
Institut de Prhistoire Orintale
Lyon
la zona que conocemos como el Creciente Frtil. As, por ejemplo, encontramos trigo y centeno silvestres, formas
vegetales que no existen en Occidente.
Es esta realidad la que nos permite
pensar a priori, que el Neoltico, o como
mnimo la agricultura cerealstica y la
domesticacin de la oveja y de la cabra
provienen del Prximo Oriente. Para
Gordon Childe, el elemento ms importante es, justamente, el de la produccin
de la subsistencia, siendo la agricultura y
la ganadera los nuevos fenmenos que
tuvieron una mayor importancia y los
que hicieron posible el resto de modificaciones. No tenemos que olvidar que lo
que se produjo fue una transformacin
global de la Humanidad, que no se restringe tan slo al campo de la produccin, sino que comport cambios en el
mbito de la sociologa (es ahora cuando
aparecen los poblados: ya no se trata de
micro-bandas, de pequeos grupos fami-
gos empezaron a buscar los primeros poblados agrcolas, dirigieron sus investigaciones hacia ese lugar. El mismo
Braidwood investig en ella, en los aos
50-60, siendo Jarmo (Kurdistn iraqu') el
poblado ms antiguo que encontr, con
una cronologa de finales del VIIfi milenio a.C. (cronologa C-14 no calibrada).
Este hallazgo provoc una intensificacin de las investigaciones en Irn, sobre
todo en el caso de Hole y Flannery, quienes finalmente hallaron un importante
poblado neoltico, Al Kosh, datado en el
VIIa milenio a.C. Ms tarde, la misin
canadiense dirigida por Smith centr sus
investigaciones en la parte iran de las
montaas de los Zagros, donde localizaron el asentamiento de Ganj Dareh que,
si bien en un principio fue atribuido al
VIIIa milenio a.C, ms tarde se comprob que no poda remontarse ms all
del VII milenio. Como podemos apreciar, ninguno de los yacimientos localizados en las regiones del Este se poda situar en los inicios del VIIIa milenio a.C.
o lo que es lo mismo, en la "zona nuclear" no existen asentamientos que puedan situarse entre los primeros yacimientos agrcolas. Ser tan slo al oeste de
esta zona, en una regin que va desde el
medio Eufrates al Valle del Jordn donde
se podrn localizar los testimonios del
proceso de Neolitizacin del Prximo
Oriente. Por qu ocurri aqu y no en
otro lugar? Este es, justamente, nuestro
tema: los orgenes del proceso pero no en
el Prximo Oriente, en general, sino
concretamente en el Levante, en la zona
sirio-palestina.
Si consultamos un mapa de las instalaciones prehistricas en el Prximo
Oriente, podremos apreciar que no existen demasiados restos de lo que podra-
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En atal-Hyuk hay una verdadera obsesin por los toros, por las cornamentas. En sus frescos se representan personajes armados que se sitan alrededor de
un enorme toro, que representa la fuerza,
y que los hombres atacan, revestidos con
una piel de pantera. Es el inicio de la
consideracin del toro como un elemento
mgico, lo que nos permite ver cmo se
da ya una cierta asociacin de elementos
en el Neoltico anatlico.
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leccin de especies, el polen, es decir todos los elementos necesarios para el paso
a la agricultura, y sin embargo, este no
se produce. Esta paradoja puede ser superada a partir de los trabajos experimentales que P. Anderson y G. Willcox estn
desarrollando en Jales y que consisten en
sembrar cereal silvestre recolectado en el
Prximo Oriente para ver y estudiar cuales son los diferentes tipos de trazas microscpicas que quedan en los instrumentos utilizados en su recoleccin, analizndose diferentes situaciones, como cortar la espiga cuando el grano todava est
verde, cuando el grano ya est maduro,
con diferentes tipos de instrumentos, etc.
En un futuro programa se quiere estudiar
la rapidez de las transformaciones morfolgicas. Es a partir de alguno de los resultados de los experimentos en curso
que podemos afirmar que el trigo recogido en Mureybet era verde, o mejor dicho, no totalmente maduro. Si se recoge
el cereal cuando todava esta verde,
cuando el grano an no ha cado de la espiga, y se seca se podr volver a plantar.
A partir de lo que se denomina test de
germinalidad, sabemos que el cereal recogido cuando an no ha madurado completamente puede ser replantado y es capaz
de reproducirse. En este momento no
existe, por tanto, ninguna seleccin inconsciente del tipo que se realizara si el
grano se recolectase maduro: si se recoge
el cereal cuando todava no ha madurado
del todo, se consigue la mxima cantidad
posible de grano y si se vuelve a plantar
se obtendr aproximadamente la misma
poblacin que la que se haba recolectado,
no habiendo ninguna presin selectiva
por parte del hombre a favor de las especies domsticas. Por tanto es posible el
cultivo de trigo silvestre. Silvestre pero
no cultivable. Silvestre como el que nos
atestiguan los macrorrestos que encontramos pero que sin embargo son el resultado de un acto agrcola desde un
punto de vista etnolgico. Por otro lado
existe un dato que intriga a los botnicos
de Groningen y es el hecho de que no se
hayan encontrado entre los restos recuperados indicios de las malas hierbas que
generalmente acompaan al cereal cultivado. Normalmente estas malas hierbas
son el producto del trabajo de la tierra, de
remover el suelo, de tal forma que si se
planta el cereal sin trabajar previamente
el terreno no existe ninguna razn para
que aparezcan las malas hierbas. En los
experimentos de Jales hemos podido observar como en la parte donde no se recolect el grano que se haba plantado y que
por tanto cay de forma natural, al ao
siguiente rebrot sin ninguna dificultad,
de tal forma que en una fase inicial de la
agricultura el hecho de enterrar el grano
no tena que ir ligado forzosamente al
acto de plantar. Uno tiene la impresin
de que existe una fase del tipo de la que el
investigador japons Fukuoka denomina
"agricultura salvaje" al observar qu es lo
que ocurre si en vez de revolver el suelo
nos limitamos a tapar las semillas con
un poco de tierra para impedir que los pjaros puedan comerse el grano. Estas
son, pues, las nuevas hiptesis que se estn planteando en tomo a estas cuestiones. En todo caso, ahora sabemos que el
hecho de que no existan modificaciones
morfolgicas no es ninguna prueba de
que no hubiera agricultura. Si bien los
botnicos que estudian los macrorrestos
vegetales se interesan por la morfologa
de las semillas y consideran que los cambios observados son una consecuencia del
gesto agrcola, no hay nada que nos asegure que necesariamente fue una consecuencia rpida. Este sera un primer as-
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