Arte Del Renacimiento
Arte Del Renacimiento
Arte Del Renacimiento
Arte y Arquitectura
del Renacimiento
EL RENACIMIENTO EN ITALIA
Los dos rasgos esenciales de este movimiento son la imitación de las formas
clásicas, originariamente desarrolladas en la antigüedad griega y romana, y la
intensa preocupación por la vida profana que se expresa en un creciente interés
por el humanismo y la afirmación de los valores del individuo.
En este contexto, se desarrolló la perspectiva lineal, donde las líneas paralelas
se representan como convergentes en un punto de fuga. En consecuencia, los
pintores comenzaron a ser más exigentes con el tratamiento del paisaje, por lo
que prestaron mayor atención a la manera de representar los árboles, las flores,
las plantas, la distancia de las montañas y los cielos con sus nubes.
•Los artistas estudiaron el efecto de la luz natural, así como el modo en el que el
ojo percibe los diversos elementos de la naturaleza. Desarrollaron la perspectiva
aérea, según la cual los objetos perdían sus contornos y su color a tenor de la
distancia que los alejaba de la vista. Los pintores del norte de Europa,
especialmente los flamencos, eran más avanzados que los artistas italianos en la
representación del paisaje y contribuyeron al desarrollo del arte en toda Europa al
introducir el óleo como una nueva técnica pictórica.
Escultura del quattrocento
Las primeras manifestaciones artísticas del renacimiento, en los comienzos
del siglo XV, se dan en el campo de la escultura.
Tres orfebres florentinos realizaron algunas innovaciones que supusieron
una ruptura con las convenciones del estilo gótico.
El sacrificio de Isaac
El sacrificio de Isaac (1401-1402) es el
bajorrelieve de bronce con el que
Brunelleschi participó en el concurso para
realizar las puertas del baptisterio de la
catedral de Florencia, que ganó su rival
Ghiberti.
La Anunciación
El monje dominico Fra Angelico pintó a lo
largo del siglo XV varias versiones de La
Anunciación. Al fondo, Adán y Eva son
expulsados del paraíso. Esta tabla se
conserva en el Museo del Prado de Madrid.
Segunda generación de artistas del renacimiento
San Sebastián
San Sebastián, una tabla del artista italiano del
siglo XV Andrea Mantegna, muestra un
sorprendente dramatismo debido a la severidad
de las imágenes y a la cualidad escultórica de la
figura central, que recuerda las obras de
Donatello. El cuadro mide 68 x 30 centímetros.
Pintores y escultores
Tanto escultores como pintores, ponen especial énfasis en la musculatura, y
así lo ejemplifica la obra de Pollaiuolo el Martirio de san Sebastián (1475,
Londres, National Gallery). Pollaiuolo realizó también dos importantes
tumbas en bronce para dos papas: la tumba de Sixto V (1484-1493) y la
tumba de Inocencio VIII (1493-1497), ambas en la basílica de San Pedro en
Roma. Las preocupaciones de Pollaiuolo y de Verrocchio fueron más tarde
recogidas por el gran discípulo de éste último Leonardo da Vinci, cuyas
investigaciones científicas y artísticas se encuentran entre las más
importantes del renacimiento.
David
El pintor y escultor florentino Andrea del Verrocchio
es uno de los principales escultores del primer
renacimiento italiano. Esta figura en bronce, que
representa al rey David, realizada a principios de la
década de 1470, se encuentra en el Museo Nacional
del Barguello, Florencia, Italia..
Sandro Botticelli (1445-1510)
Uno de los pintores más destacados del renacimiento florentino. Desarrolló un
estilo personalísimo, caracterizado por la elegancia de su trazo, su carácter
melancólico y la fuerza expresiva de sus líneas.
Mona Lisa
El retrato de Mona Lisa (1503-1506), de Leonardo da
Vinci, más conocido como La Gioconda en referencia al
apellido de su esposo, el banquero Francesco del
Giocondo, se conserva en el Museo del Louvre de París.
El amplio fondo que aparece tras la figura de medio
cuerpo es típico de la pintura renacentista.
Leonardo da Vinci (1452-1519),
Artista florentino y uno de los grandes maestros del renacimiento, famoso
como pintor, escultor, arquitecto, ingeniero y científico. Su profundo amor
por el conocimiento y la investigación fue la clave tanto de su
comportamiento artístico como científico.
Sus innovaciones en el campo de la pintura determinaron la evolución del
arte italiano durante más de un siglo después de su muerte; sus
investigaciones científicas —sobre todo en las áreas de anatomía, óptica e
hidráulica— anticiparon muchos de los avances de la ciencia moderna
Cuatro caricaturas
Leonardo da Vinci sentía gran fascinación por los
rostros, de los que realizó innumerables dibujos,
desde ajados ancianos hasta niños angelicales.
Estas cuatro caricaturas en tinta sepia revelan su
maestría en el dibujo.
.
Miguel Ángel o Michelangelo
Buonarroti (1475-1564),
PRIMERA ESTANCIA EN ROMA
Viajó a Roma, ciudad en la que podía estudiar y examinar las ruinas y estatuas de
la antigüedad clásica que por entonces se estaban descubriendo. Poco después
realizó su primera escultura a gran escala, el monumental Baco (1496-1498,
Museo del Barguello, Florencia).
El bautismo de Cristo
El bautismo de Cristo (c. 1445, National
Gallery, Londres) presenta una
composición estática y una paleta sencilla y
brillante. Piero della Francesca pretendía
otorgar a la composición una pureza propia
de la geometría, tema sobre el que escribió
diversos tratados.
Tiziano (c. 1477-1576)
Figura principal de la escuela veneciana del siglo XVI y configurador de su
tradición colorística y pictórica.
Tiziano, cuyo nombre completo era Tiziano Vecellio, nació en Pieve di
Cadore, al norte de Venecia, en 1477, aunque algunos especialistas fechan su
nacimiento diez años después, en 1487. En Venecia, fue condiscípulo de
Giorgione en el taller de los Bellini. Giovanni Bellini dejó una destacada
impronta en su obra.
Venus de Urbino
Tiziano pintó esta Venus de Urbino en
1538. La postura de la modelo está
inspirada en las pinturas primitivas del
Giorgione y en los desnudos clásicos.
En el cuadro se aprecia la riqueza
cromática y tonal característica del
artista italiano.
Pintura renacentista del norte de Europa
La influencia del renacimiento italiano alcanzó el norte de Europa a principios
del siglo XV, pero esta renovación de la actividad artística y cultural no se
basaba en la antigüedad clásica, sino que estaba más bien marcada por un gran
interés hacia los seres humanos y su entorno, y a la meticulosa representación
pictórica de los detalles naturales.