Lectura #01 Encuadre
Lectura #01 Encuadre
Lectura #01 Encuadre
CONSTANTES TEÓRICAS
Son el "conjunto de supuestos teóricos y técnicos, esquemas o marcos de referencia que orientan
el accionar del terapeuta" (Maldonado, s.f.). Dentro de estos supuestos técnicos entra la empatía,
término comúnmente utilizado para referirse a la relación entre el paciente y el terapeuta, que
implica establecer una atmósfera confortable y compartir una comprensión del propósito del
encuentro terapéutico (Trull y Phares, 2003).
La empatía constituye entonces, la habilidad de sumergirse en el mundo emocional del paciente,
sin ahogarse en el mismo. Para el establecimiento de la empatía, es de vital importancia
considerar cuatro aspectos: el respeto por el paciente y por el trabajo que se realiza como
profesional, la aceptación, la comprensión y la sinceridad (Trull y Phares, 2003).
No se puede esperar que la empatía surja rápidamente o con fluidez desde un inicio y en todos los
casos, es un trabajo que requiere de tacto, conocimiento y autenticidad por parte del terapeuta.
Se deben evitar frases como: “No se preocupe” o “Sé exactamente cómo se siente”.
Por otro lado, dentro de las constantes teóricas se incluye también lo referente al enfoque
psicoterapéutico en el que se especializa la persona, ya que cada enfoque tiene sus propias
características y estilo; por ejemplo, bajo un enfoque cognitivo conductual el rol del terapeuta es
más activo, en contraposición a un enfoque psicodinámico.
CONSTANTES FUNCIONALES
Abarcan los objetivos, los honorarios, el rol del profesional y del consultante (entrevistado,
participante, paciente).
En cuanto a los objetivos, deben establecerse de forma clara y precisa, de acuerdo al proceso que
se va realizar; si se trata de una evaluación psicodiagnóstica, esta debe tener un objetivo que debe
ser conocido por el profesional que la realiza y por el sujeto objeto de la evaluación.
Si hablamos del proceso terapéutico, este siempre se realiza con un objetivo inicial que se
pretende lograr, el cual ha sido establecido con base en el motivo de consulta, la demanda
psicológica y la evaluación. El esclarecimiento de los objetivos no sólo le otorga propósito a la
relación terapéutica, sino que promueve la responsabilidad en el paciente de su proceso personal
y de los cambios que desea alcanzar.
En lo referente a los honorarios, se deberá plantear el valor económico de la sesión, el sistema de
pago y las pautas por posibles retrasos en el pago de consultas. Para la propuesta del honorario
por sesión, cabe considerar la existencia de un honorario (monto) fijo que no excluya la flexibilidad
de poder negociarlo (Ceberio, 2002).
CONSTANTES TEMPORALES
Incluye aspectos como la cantidad de sesiones, la cual se estipula con base en los resultados de la
evaluación, los objetivos propuestos y las características del paciente. También se encierra dentro
de las constantes temporales, el establecimiento de los horarios, considerando el día, la frecuencia
y la duración de cada sesión.
En cuanto al día, se selecciona de acuerdo a las posibilidades del profesional y del paciente,
considerando si será un horario fijo (misma hora y día en cada encuentro) o si se diversificaran. Si
bien los horarios fijos son los más comúnmente utilizados, en algunos casos puede ser útil la
diversificación de estos para promover flexibilidad o adaptabilidad como parte de los objetivos
terapéuticos (Ceberio, 2002).
La frecuencia por su parte, dependerá de la planificación de objetivos, los grados de urgencia, el
desarrollo del proceso terapéutico y la flexibilidad del terapeuta. Por otro lado, la duración
estándar de una sesión suele ser de una hora, variando de acuerdo al tipo de atención (individual,
de pareja y familia), pudiendo extenderse.
CONSTANTE ESPACIAL
Dentro de estas constantes se incluye obviamente el lugar y la ambientación del mismo. Por
tradición se asocia el proceso psicoterapéutico con un lugar: el consultorio; sin embargo, esto se
ha extendido, encontrando que el lugar se verá establecido por las características del objetivo que
se busque alcanzar.
De esta manera, se debe aclarar si el proceso se llevará a cabo de manera exclusiva en el
consultorio, o si se requerirá reunirse en otros lugares. El terapeuta, por ejemplo, puede llegar a
requerir trasladarse hasta el colegio de un niño como parte de la evaluación; de igual manera
puede ser necesaria la atención a domicilio en casos de enfermedad u otras urgencias.
También cabe señalar el manejo de imprevistos que se puedan generar asociados al lugar
establecido, tales como cortes de luz. En ocasiones puede ser beneficioso utilizar estas
circunstancias imprevistas en función del proceso terapéutico y trabajar temas como intimidad o
duelos en la semioscuridad, con velas o lámparas de emergencia (Ceberio, 2002).
En cuanto a la ambientación, no hay normas establecidas al respecto. Sólo considere tener los
inmuebles y herramientas necesarias a la mano, para el trabajo que se pretenda realizar, el
público que se atiende (niños, adultos, parejas, familias) y el enfoque terapéutico de su elección.
Trull, T. y Phares, J. (2003) Psicología Clínica: Conceptos, métodos y aspectos prácticos de la profesión. 6ta Edición. México:
Desde el Psicoanálisis
El encuadre es un elemento fundamental en la psicoterapia, es el momento en el que
establecemos unos límites y normas necesarios para el paciente y el buen funcionamiento de la
terapia. Os contamos con más detalle en qué consiste hacer un buen encuadre en psicoterapia.
Cada profesional tiene su propio estilo, pero vamos a señalaros algunos de los elementos que
consideramos importantísimo señalar durante el encuadre para que podamos discernir las
rupturas de encuadre futuras como una respuesta al momento
de la terapia y no a una falla propia de la primera sesión.
TIEMPO DE SESIÓN
Dependiendo de la orientación de cada uno, el tiempo puede ser variable o fijo, sea como sea esto
también hay que señalarlo.
Para aquellos que trabajen con un tiempo fijo en las sesiones, se debe señalar al paciente la
duración ya sean 45 minutos, 50 minutos, una hora. De igual forma, si el tiempo de la sesión es
variable también debería de ser explicado, puesto que forma parte de una metodología del trabajo
y tiene un sentido que se corte antes la sesión.
FORMA DE PAGO
El coste de la sesión es una preocupación habitual que suele estar en los pacientes y que se trata
durante el encuadre. No sólo hay que informar al paciente de los propios honorarios, también hay
que establecer con él un método de pago que puede ser realizar el pago de la sesión al final de
ésta, realizar el pago de todas las sesiones a final de mes, etcétera.
También, en la actualidad, muchos profesionales están escuchando las dificultades económicas de
sus pacientes por lo que muchos intentan adaptar sus honorarios a las posibilidades (habrá que
escuchar el caso por caso, para saber qué hay detrás de cada imposibilidad) o buscan alternativas,
como es derivar a otro profesional con unos honorarios más bajos o asociaciones.
Esto también se cierra en la primera sesión, es el momento en el que se establecen las bases para
iniciar un trabajo terapéutico.
VACACIONES
Si se tienen claras cómo van a ser las vacaciones del profesional es bueno que se comenten desde
un primer momento para que el paciente pueda saber en qué momento se van a interrumpir las
sesiones.
A su vez, es importante escuchar en estos momentos cómo interpreta la ausencia del profesional
el paciente, ya que es frecuente que días antes de vacaciones ocurran cosas a los pacientes que se
deberán de trabajar e interpretar si es necesario, tanto para que no se convierta en una resistencia
al tratamiento, como para poder elaborar la dificultad.
MÉTODO DE TRABAJO
En este momento también se puede explicar cómo es el método de trabajo del terapeuta,
aspectos tan importantes y básicos como la confidencialidad, qué es lo que se espera del
paciente… Cada profesional con su propio estilo y en función de su orientación.