Relato Digital y Cibercultura

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Ri ~ -

PRIMERAS.. ?L NOnCIAS ­

Revisto de Literatura
AHORA LA REVISTA TAMBrEN ON-LlN,E ¡INFÓRMATE!

Literatura

: y Nuevas Tecnologías

Es~ec;a'
Software
Educativo
2006 1

coordinado por Julio Manuel Barroso Osuna,

Profesor Titular de Didáctica

y Organización Educativa

de la Universidad de Sevilla.

e CENTRO
DE COMUNICACIÓN

W'CUIt>IlIU
IDU"CAnVAI
UPlCl&iU

y PEDAGOGÍA
\
I
U(ijISOl
I>lD.""COI

WWW.!.•• II.• •••••••• " . . . . . . . . . . I.III

1
Colaboraciones:
- Software libre: Pedro Román Graván (Universidad de Sevilla).

- Software en Educación Infantil: RosalÍa Romero Tena (Universidad de Sevilla).

- Software para el trabajo colaborativo: M Paz Prendes (Universidad de Murcia).

- Weblog: Carlos Castaños (Universidad del País Vasco).

- Evaluación de Software Educativo: Ma Carme Llorent (Universidad de Sevilla).

- Comunicación: Cristóbal Ballesteros (Universidad de Sevilla).

- La Pizarra Compartida: Beatriz Cebreiro (Universidad de Santiago).

B
- Software para la edición de vídeo digital: José M Fernández Batanero.

- Moodle: Adolfina Pérez (Universidad de las Islas Baleares).

- Webquest: Rosabel Roig (Universidad de Alicante).

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LITERAT U RA I N FA N TIL Y JUVENIL 37

LITERATURA

Y NUEVAS TECNOLOGÍAS

El relato digital

como expresión de la cibercultura

Jaime Alejandr o Rodríguez Ruiz *

El relato digital, entendido corno la posibilidad de narrar que se abre

con el surgimiento de los nuevos medios electrónicos,

es quizás una de las manifestaciones más interesantes de la cibercultura.

Podernos comprender en esta modalidad todos los objetos

cuya base es el formato digital y que tienen como propósito enunciativo la narración.

Se incluyen por lo tanto, los llamados hipertextos de ficción, los vídeos digitales,

los videojuegos, el drama interactivo y los hipermedias

entre otras modalidades de narración digital.

En este artículo se describen las características de los hipertextos

e hipermedias de ficción y se tiende una invitación

a explorar uno específicamente: Golpe de gracia.

LA CIBERCULTURA (Crirical Are Ensemble) plantean quienes creen


que la sinergia en tre un ambiente me ntal
ivunos un mundo en transición ha­
posmoderno y las tecnologías de la in teracti­

V cia nuevos paradigmas )' valores.

Algunos empiezan a proponer tér­


minos pa ra nombrar es ta circunstancia. La
vidad están dando paso a una manera radi­
calmen

guran por
te distinta de acceder y producir
conocimiento.
fin
CibmJJJm do (paul Virilio) ase­
O(ros: aquellos persuadidos de
otra pÚJ!l/úderllidild sugiere el chileno Fer­
nando .Mires, para advertir que la carrera de que las nuevas tecnologías y muy particula.r­
un neologismo que designaba algo muy difu­ mente las redes de conexión (el ciberespacio)
so, es hoy una rcalidad conrundenre: la revo­ configur~n el factor defmitivo que hará pasar
lución que nadie soñó. S ociedild del co noci­ la humanidad a un e La do cualitativamente
miento aseguran OtrOS ( rapsco(t) , in tentando .' distin to, en el. que se desarrollará una inteli­
centrar la atención en el valor medular de lo gencia coneerada global, tan poderosa como
que sena una nueva organización socio-cultu­ peligrosa.
ral: el conocimiemo, es decir, el procesamien­
to, difusióo e in tercambio de infor macióo Cualquiera que sea el nombre que se im­
pertinente. C lobaliza ción o lJiu JJ dializa ción ponga, lo cieno es que los síntomas de lo que
(Rena to Ortiz), proponen aquellos que creen sed muy pronto la consolidación de un modo
que ha llegado por fin el momento en que el distimo de ver y hacer las cosas están en mar­
mundo de ja atrás su - parcelas territoriales, cha. Y de entre esos sÚ1 tomas se destaca una
culturales y económicas para convenirse en apuesta por la usanza ex.tendida de lo que aquí
un mismo te rrito rio, económica y cul tural­ llamaremos las nuevas tecnologías de la in for­
meme homogéneo. E ra de /a recombinación mación )' la comunicación (NTICs) , cuyo pa­
38 LITEnAT RA INFANTIL Y JUVENIl.

radigma es la red de Internet. Alrededor del MÁS ALLÁ DEL LIBRO


uso de las r TICs se está produciendo una ga­
lopanre carrera de productos, utilidades, racio­ De hecho, hasta hace unos aúos. el deseo de
nahdades, reglas de juego, costumbres y valo­ trascender el modo de comunicación mejor es­
res, que algunos autores disponen bajo el tablecido: la escritura 6' su objetivización: el li­
nombre de "ciberculcu[a". En efectO, la digita­ bro) era una idea extravagante, que circuhba en
Lización de contenidos de todo cipo: tex tos, medios académicos resr.ringidos (era, por ejem­
imágenes, sonidos, sumada a nuevas formas ,.' plo; el caballiro de batalla de los posestrucn.lra­
de enu:ega basadas en estrucrura' de hipertex­ listas), pero que no encontraba us condiciones
to (Internet), al fortalecimiento y extensión de de posibilidad. Sin embargo, ese deseo y las an­
las tecnologías que permiten la i.nteractividad ticipaciones que. como siempre, ofrecían el arte
~a interacci6n humana mediada por computa­ y la literatura, habían ido creando, sin proponér­
dores) y a las posibilidades de conexión (no selo, el ambiente 111el1(al )' cultural adecuado
sólo de la información sino de las personas (llamado por algunos pos111odernidad, por
mismas) configuran las condiciones para el Otros neobarroco) para que la aparición ele la.
desarrollo de roda una forma de pensar-vivir N'nes tuviera de ÍJ1mediaw una aplicación y
que empieza a djstinguir~e dr;¡máticamcnte de Wl posicionamiento cultural favorable. El caso

las m;¡neras tradicionales y asentadas por la de la novela posmoderna es ejemplar en la me­


llamada sociedad moderna. AlgLU10s autores dida en c¡ue representa lU1a de esas anticipacio­
han agrupado este conjunto de caractérís ticas nes que encontraría después el medio de expre­
bajo el término "lo virtual", con el cual expre­ sión adecllilclo: el hipertexro de ficción.
san j' promueven la visibilidad de una de las
peculiaridades del ser que hasta ahora parecía Ñü búsc¡ueda personal se cruza con eso
supeditada, si no relegada, por el poder de lo caminos en formación. E~ así como mi deseo
real. Visibilidad que se ha hecho posible preci­ de escribir una novela (es decir de escribir ba­
sameore por el auge de las NTICs. jo el formar.o de uno de los muchos géneros
que había consolidado el orden del Libro) y
que. pronto se convertiría en el pro ccco de
plasmar una novela posmoderna, culmina con
la creación y desarrollo de un h.ipermedia na­
rrativo, es decir, con el desarrollo de ulla e.x­
presión mediada por las 1 TICs. Pero el pro­
ceso de creación esnlVo siempre acompai1ado
por la reflexión y por un honzome de práccica
que me propuse desde el comienzo. La refle­
xión pronto se lransformó en contextual.iL.a­
ción y la práctica en difusión. De este modo
me vinculé al campo de la ciberculrura, el cual
entiendo como la observación, reflelÚón yex­
presión de esas peculiaridades que se dan en
las práccicas culturales conremporáncas por
efecto de la usanza extendid;¡ de las NTTCs.

HI PERTE XT O/H I PERMEOlA

Mis primeras reflex.iones hacen parle del


contexto reflexivo desarrollado alrededor de
la creación del hipermedia narrativo que me
había propuesto producir y que organicé en
un bbro electrónico c¡ue lleva el titulo de El
relato digital 0mp:l /w\\i"w.javeriana.edu.co/ re
lato_digital). En dicho e:tudio propongo que
ACfualmente- ha~f un uro extendido dr las nUf\'as f('('nola~ílS de la inrnrnurión ~. b
el hipertexto puede entenderse como una
eomunioari6. (NTlC~). forma de textualidad digital en la que VlnCU­
LIT~: RATURA INFANTIL y JUVENIL 39

MUNDOS DIGITALES

Ahora, las utilidade$ de la informática ya 00


se limiran a facilitm el trabajo de escribir o a pro­
porcionar recursos alternativos a la palabra escri­
ta, sino que permiren crear nuevas estructuras
discursivas y posibilitan la imegración de ele­
mentos de expresión no verbales, h;lciendo que
la obra se comrierta en lUla plataforma capaz de
una imcrrelación ;lrlÍstica mu; diciente. j\ esr.as
plataformas se las suele llamar "entornos digitíl­
Ie-", Los emomos digitales son disposicivos gue
han veni.do poco a poco superando una uciliza­
ción puramente nll\cional de su potencial, para
col1verri,rse en 1m medios mis fascinan tes de
Li} u periencil digital no es pasÍ\'a. dem!.lnda la par1ícipaciÓD drl u!u3rio.
producción de illlll1dos imaginarios alternos. En
ese sentido e posible hablar de una estética digi­
[al que Holrzman caracteriza así:
los electrónicos unen lexlas, o fragmellt OS de
texws (que pueden adoptar la [ofma de pala­ Discontinuidad: 10$ mundos digital es
bras, im ágenes, sonido, vídeo, etC-, y entonces son discontinuos, no predeterminan nin­
:e le llamará más correctamen te "hiperme . gún .recor nd o )' promueven po r eso la
dia"), promoviendo una lec(ura no lineal y el elección y la decisión libre por intereses.
acce$O a una mulriplicidad de recur. os que ,re·
la til'izRIl la presencia de la palabra escrita co­ lnteractividad: la experiencia digital 00
110 únic:\ fuen te de representación, es pasiva. Demanda la pmücipación, La
obra no se defme por el trabajo "pri\rile­
El lupenexro es, cmonces, un texto elec­ giado ' de un artista encumbrado en u
trónico predispuesto a mulritud de cont xiones pedestal, sino po r la interacció n entre
con otros texto y recursos, donde el trayecto obra y público.
o recorrido de lec Ira e tá liberado a los pro­
pios imereses del leeror de UltnO, Este lector Dinamismo y vitalidad: la obra digital ge­
de hipertexto, además de contar con una liber­ nera una amplia gama de posibilidades de
tad de itinerario, puede convenirse también en rew.ación, de modo que, a la manera de la
un coautor de la obra, en la medida en que improvisación en el jazl., se requiere de un
renga la posibilidad de realizar sus propios en· alto d.inamismo p ~ra la "interpret:lCión" de
laces e intervenciones, ampliando Ha su guSto" la obra. Además, 110 hay mmc~ una expe­
el clmpo contextual de la obra o la disponibili­ riencia estética ú¡uca, lo gue hace que la obra
dad de recursos. Y la "obm", así cnrendida, re­ d.igit.'ll sea un objeto de mucha vitalidad,
ql iere diseñarse más como un mapa, como
una in trucción de u o, gue como un libro en Mundos etéreos: Los mundos digitales
la forma tradicional de concebirlo. son eréreo .. 'o existe un ahí de la obra.
NiJlguna materialidaclla sustenta, En con­
Algunos amores prefieren lJarnar "hiper­ traSí.e con las palabras físicas, no existen
medias" a Jos opones que incluyen [ecur~os ._ linutes de resolución y el foco de atención
cli: unros a la palabra. Los modelos hiperme­ del texto se po tencia desde la tradicional
dia se definen con base e.n tres componentes: pági.na escrj¡a en dos dimensiones al e -pa­
funcionan sob re hipertexto Qecrura no lineal cio tridimen -ional, donde adg\liere Otra­
del di 'curso) , inregran illulómedia (utilizan di­ cualidade_.
ftremes morfologias de la commucación, co ­
mo ani maciones audio, video, ete.), y requie­ Mundos efímeros: la experiencia de una
ren Ul1a in teractividad (capacid;¡d del usuario secuencia de bits existe sólo i.nstantánea­
para ejecur;¡r el sistema a través de sus accio­ mente. Aún las imágenes gue parecen es ­
nes), La pre encía de e tos tres componentes táticas o los efectos de persistencia digiral
en la literatura da lugar al término literatura dependen de una continua computación.
electrónica o ¡¡teranlIa hipennerua. Los lenguajes de programación están dise­
40 LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL

ñados para su perpetua actualización. Es promiso, en una nueva vocación, que le per­
en la "ejecución" del programa cuando se mitirá establecer un diálogo con las potencias
realiza la obra. del texto, con la apertura del signo, con la
interactr.;dad }' con la oportunidad de susci­
Fomento de las comunidades virtua­ tar, con medios inéditos, convicciones, efec­
les: la disolución de la barrera de aempo tos, significados.
y espacio promovida por la cone:(ión de
la gelHe en la red. íorma comunidades vir­ . En cuanto allccror de hipermedias, es ne­
t\lale, generando una nueva forma de cesario aclarar que, con la irrupción de las
conciencia global. nuevas tecnologías, se empieza a configurar
un cambio radical en (Orno a las visiones so­
bre el proceso de la lectura. Ésta ha dejado de
NUEVOS ROLES concebirse como un acto pasivo para conver­
tirse en un proceso crea ovo; situación que es
evidente en el caso de la narrativa digital. Los
Todo eSto hace que el "escrir.or" que hoy
entornos digitales promueven la tlex.ibilidad y
se proponga componer una obra en formato
el juego como parámerros de la interacción
electrónico deba desempeñar funciones nue­
comunicativa, en lugar de la monumentalidad
vas, mucho más técnicas. como la manipula­
~ la permanencia, propios del sistema de es­
ción de datos, el manejo de aplicaciones mul­
critura ligado al libro. Sin embargo, y aunque
timedia, el diseño gráfico, viéndose obligado
pareciera que esta situación facilita el camino
a realizar un trabajo colabora ovo con orros
hacia una nueva pragmática, en realidad, la
profesionales como el programador. el dibu­
mayoría de los lectores acmales no están pre­
jante, el diseñador, el técnico audiovisual, etc.
parados aún para sustituir sus libros por com­
putadores. Más allá de las dificultades técni­
Este "abandono" del rol tradicional, pue­
cas que retardan ese relevo, lo realmente
de ser infranqueable para aquellos escritores
determinante es la resistencia a valorar los
que han transitado largamente por la tradi­
nuevos parámetros de la interacción comuni­
ción literaria, a no ser que hayan sido explora­
cativa. El lector no está dispuesto a apreciar
dores abiertos a la integración artística )'
todavía la flexibilidad , la interactlvidad y la
técnica. Pero una vez consciente de esta si­
velocidad de distribución que proporcionan
tuación, el escritor que está dispuestO a "con­
los nuevos sopones y se refugia en las ofer cas
vertirse" asume nuevas responsabilidades es­
psicológicas de la estabilidad y de la autoridad
téticas y nuevas funcionalidades )' empieza a que brindan los libros l.
reconocer las posibilidades expresivas del
nuevo medio y se sumerge en un nuevo com-
Con la aparición del lúpermedia, la lectura
tiene la oportunidad de liberarse del "corsé"
del libro y aplicarse a roda una variedad textual
que incluye, en forma simultánea, información
verbal, visual, oral, sonora, numérica. Todo lo
cual tiene que ver con un nuevo orden del co­
nocimiento (diferente al establecido por el or­
den del libro), que, si bien por ahora tiene una
apariencia híbrida, revela ya señales de un
a6anzamiento de la expansión del texto y sus
modos de lectura. El mito de la biblioteca uni­
versal se hace carne y la lectura se potencia: ya
no estamos limitados por la extensión espacio­
temporal del textO, ni por el línúte funcional
entre escritor) lector, pero tampoco por el co­
tO que impone la distinción entre palabra e
imagen. Se impone una nueva figura: estamos
inmersos coleen, amente en tm libro intermi­
nable y poliédrico; imagen que supera a la an­
El "escritor" que ho)' 5t proponga componer un3 obra en ror-m!l(o clc-clróoico debe
terior, en la que estábamos solos, enfrentados
desempeñar runtione! nuevu, mucho mil ttcnicat. a la doble dimensión de la página impresa.
LfTERATURA INFANTIL Y JUVENIL 41

comunicativa. Por un lado, el escritOr propo­


ne el hipermedia como imagen y lo diseúa
como mapa, y por el Otro, elleerot 10 explora
como territorio y lo concibe y lo forma como
1nlagcn. Escribir (codificar) l' leer (decodifi­
car) en inlágenes se conviene ea una condi­
ción ¡mi orrante para la comunicación del
sentido en el ambiente hipermedial. Y en esta
dinámica adquiere suma importancia la mane­
ra como se proponga esa iconicidad (que no
consiste sólo en acompaiiar el texto con imá­
genes) , para que dlecror enfrente y dé forma
al texto desde una perspectiva icón ica. La
competencia concreta consiste, en este caso,
en la capacidad que unos y otros tienen o re­
quieren para potenciar "icónicamenre", no
sólo las propuesras audiovisuales directas, si­
no las palabras y los demá elemento· del ru­
permedia.

Ahora, si bien en el ambiente hipermedial


se ofrecen cada vez más facilidades para mo­
Con la irrupción de l.as DUC\'~ho tecnologías.!t tmpien !l configurar un cambio radic~I1 en dificar y sustituir textos (facilidades de edi­
tOrnO.3 la,~ \/bionrs sobre ti proct!tD de la lectura.
ción) e incluso Otros recu~sos mulrimediales,
ele -ue el punto de vista pragmático se requie­
Desde un punto de vist.a operativo y prác­ re desarrollar competencias para potenciar
tico, "leer" un hipermedia es cstar dispue [O a dichas facilidades. De un lado, e! escrÍror de­
navegar por el texto, a intcractuar v deleirarse be 2ptencler a obtener mayor control sobre
con él. La navegación, téun1no g~e describe aspectOs de los que antes estaba marginado,
la exploración de un medio hipertexrual, con ­ como el diseóo gráfico y la presenración (mal
siste en el movimien{O sobre el tex[Q que del texto. Del otro, el lector debe apreí1der a
puede ser repetido indefinidamente, sin pasear por lo fragmentos de texto que se le
orientación precisa, avanzando o retrocedien­ presentan en la pantalla y recomponerlos a
do sin la expectativa de un "puerr.o" de llega­ HI gustO, guiado por su propio interés. La

ela. El objetivo es el establecimiento de rela­ posibilidad de separar y luego volver a unir


cio nes; por es{O, el comienzo y el final se textos y otros reCUISOS en el ambiente hiper­
rela tivizan: puede haber múltiples inicios y fi­ medial debe convertirse en una actividad
nales multiplicándose así sus vaúamcs. Los normal y potente. Por eso, crear múltiples
hábitos de lectura tan fuenemenre arraigados secuencias y asociaciones resulta ser una de
se quiebran y con ellos la expenativas por L1 las prácticas más útiles y a la vez crea ti ras,
estructura coherente y el fmal preciso. Y aun­ en la medida en que la legilibilidad del hiper­
que no {Oda es aleatorio, en tanro hay un dj­ media promueve una redefinicíón dinámica
, seña que _oporta la navegación, la experien­ del sentido. El escritor prepara las redes de
cia de la lectura puede conducir al extravío. conexión y el lector las explora, las amplia y
Por eso, la aavegación en el hipermedia puc- _.­ las potencia.
de ofrecer las dos posibilidades: el movuTüen­
ro vagabundo y sin salida que se realiza a sí Aunque personalmente creo que la narra­
mismo por su propio placer, y la recreación tiva digital, es decir la narrativa que hace uso
de un sentido fmal. [ruto de una configura­ de entornos digitales y del soporte hiper me­
ción a.utónoma y personalizada, que restituya dia, se constituirá en un género autónomo,
un orden entre muchos. podríamos establecer como \'isión provisio­
nal que, gracias a los nuevos soportes y en­
Pero como el hipermedia es sobre todo romos, el "contenido literario" está llegando
imagen vinual, se impone en su lecrura una al receptor mediante otras vías de transmi­
dinámica leónica que consiste en poner en sión distintas a la palabra escrita: una imagen,
Juego una lÓgica de la imagen como e ·trategia un vídeo una edición electrónica.
42 LITER A TURA Ir-.'FANTIL Y J fJ V EN II_

UN EJEMPLO, UNA INVITACiÓN: •


o.. · o · ii [J GIP - oQ' - e g. la ¡;¡ ·U I1 a
GOLPE DE GRACIA ........=-~-.........-- ---

Golpe de Gracia es un hipermedia narrati­ .[


vo (multimedia inreractivo diseñado para co­
rrer sobre Internet) que permite y exige al
I I
usuario recorridos personalizados por todo.
sus recursos, así como interacciones ele diver­
SO grado. Sin perjuicio de esta caracterhio.
presen tamos aquí una breve indicación de lo
que sería el camino ideal por es te interactivo.
Una d. l., puranu d. brrp://" ...... javeri.n... du.co/golpcdeg... ci./
Dirección elect.rónica:

http://,,,\vw. javeriana.edu.co/golpedegracia

c. Sobre la fIJa inferior, en forma de peque­


1. "Intro" general (primera imerfaz) : ñas puertas y con tre- nombres diferencia­
Al entrar a la dirección del hiper media, dos, se da entrada a cada uno de los u'es
corre una animación inicial que ambienra mundos interactivos del hipermedia, así:
en forma audimrisual y medianre texto el
objetivo del hipermedia. 3. Mundo uno: El cadáver exquisito:
En este mundo, el us.uario debe interac­
2. Interfaz inicial de recorrido: tuar de modo que reconozca las voces de
Después de hacer clic sobre el icono de los visitantes de un moribundo que tiene
continuación de la primera imerfaz, se abre cuatro posibilidades de encarnación: el
una ventana con b interfaz inicial de reco­ Padre el SacerdQ[e, el Jefe o el !vfaestro.
rrido, la cual permite interacTUar con cuatro En la esquina inferior derecha de la \T nra­
funciones así: na de interacción de este mundo) har 1 n
icono de 'salida" del mun do, el cual, al
a. En la esquina inferior izquierda se en­ ser accionado, desp liega los sectOres de
cuentran tres iconos. El primero permite las salas que complementan r profun dizan
regresar al "ll1tro", el segundo despliega la temática narrativa del munclo uno.
una ventana arriba con tres indicaciones
generales: los crédiros de la obra, el mapa 4. Mundo dos: Línea mortal:
del sitio, y el trailler o resumen audiovi­ En es te mundo, el usuario debe imcrac­
sual; el tercer icono despliega una guía nlar, con la lógica del videojuego, avan­
toreracti ;a de navegación, la guía de usua ­ zando por t.res niveles: Costa da ¡vlo ne,
rio y el enlace a un mapa conceptual del Pirámide de TcoriJlllacan y Más allá.
proyecto. En la esquina inferior derecha de la vema­
na de interacción de este ¡nundo, hay un
b. Sobre la columna de la derecha, en for­ icono de "salida" del mun do, el cual, al
ma de cartelera y con el nombre "salas".• ser accionado, de pliega lo s sectores de
se da entrada, en forma direct~a y completa las salas que complementan}' pro[uncli2an
a cuatro espacios interacti\·os del hiperme­ la temática narrativa del mundo dos.
dia: sala de juegos (entrada direcra a los
tres juegos del hipermedia), sala de leCtura S. Mundo tres: Muerte digital:
(en trada a las versiones para 1n ternet y pa­ En este mundo, el usuario debe lmerac­
ra imprimir la novela E l jnfi er l/o de ruar también con b lógica del videojuego
Ama"ry), sala de eSTUdio (que conduce al (sólo que en la modalidad de juego de
blog de temas del hipermedia, con asuntos tal), avanzando por cinco momentos: el
sobre vejez, muerte, ·anarquismo, cibercul­ objetivo la indaga toria, sospechosos, cul­
tuJa, etc., y los cuales podrán ser comenta­ pable y plan criminal.
do , a modo de foro por el usuario) y sala En la esquina inferior derecha de la venta­
de construcción (con entradas a dos libros na de interacción de este mundo, hay un
sobre plataforma "\Xiiki" y a un mapa con­ icono de "salida" del mundo, el cual al
ccproal sobre cibercultura, los tres con en­ ser accionad o, despliega los seno re ' de
tradas libres para que el usuario que quiera las salas que complementan y profundizan
escribir, lo haga directamente). la temática narradva del mundo tres.
.LITERATURA INf AN TIL Y JUVE IL 43

CONCLUSiÓN • jallll( AIBJlIlllfro RlJllrigucz ¡",iZ t; Profm r di la Pontificia


Ulliw!id,ui falicriana d, Bogotti, MagíJler ffI tiJeralllm d, la misma
:;nivmidad), Doclar 1'11 Fil%gío de /n UNED (ESPlllio), El aular
La narrativa digital consrimye hoy por de 101 /ibrOJ: El rdato digiml,y Trece motivos para hablar de
Cibcrculnlrl, di I~s biper1lledi'aJ narrl1tilXIJ: Gabriclla lllfmita y
hoy un medio expresivo muy potente y di­
Golpe de graci~'y de ias novelaJ. Debido ProcesoJ' El io.fi"m~
verso que exige la reconfiguración de los ro­ de Amaur)'.
les tradicionales del escriwr y dellecwr, pe­ E',HII¡¿.ji,rodri@;l1v,rit1l1a. etÍJI.ro
ro que instaura posibilidades inéditas de
inten¡cción y ele creación. Asistimos a una
grao variedad de expresiones narrativas (hi­
pertextos, hipermedias, videojuegos, video­ 1. Por csli, mz611 JI hatt . em",io Jlno P!.dog4gill di lo !te/1fT'; bipmlluli" ,!lit, mar al/ti
novelas, dramas interactivos) pero quizá las al Il11rl de ItI ¡1I!",faz" o UflO "tmllllltir)" dtl zapping '; f odliu d (1IIIIph'mieJllo
'~",¡g",ál¡(a

más prorrUsotias son aquellas que se diseñan d'" las rxpe(/oii'NlS gm lIIjiaió1I ¡/llemetí.a ha sO,llIdoPllf(J eI /trlor, u /o es, que Je romierla
ffI parll di /a hilla,;,;)' ( o(l/rol" nI mt"ilOI parria/I/u n!r, ItI di"'Clen .y la e.-.:ptriena"
)' se concretan en función de la mayor inter­ (SIllita,
actividad,

La cibercultura nos enseña que ya no bas­


ta con que las realidades estén ahí. dispuesta­ Bibliografia
a conectarse, es necesario que el lugar físico • AGUIRRE ROMERO, J. M" - (1998) "La presencia del es­

de la realidad se disuelva en favor de la infor­ (1977). "La incidencia de las re­ píritu". En: Revista tÚ 0,,;­
mación )' del lenguaje, para que se pueda rea­ des de comunicación en el siste­ dt"tt N° 06. Madrid. Junio

m a literario", [en linea], Etpi­ de 1998.

lizar la conectividad, Según Quéau, lo virtual ,ulo ". 7 (UCM) disponible en :

socava los fundamentos dcllugar (incluyendo hnp:/ 1~,Ucm.C8/infO/""pecu RODRíGUEZ, J. A. (2006). BI

nuestra perce pción)' experiencia de lugar) , lo/numero7/IiBt~a1.htm , , elalo digital. Haeía U""

Lo virtual se ,itúa casi por completo del lado """"0


arte "arrativo. Bogotá:
• CRITICAr. ART ENSEMBLE librOl de arena.

del lenguaje. Los vinculas entre lugar y len­ (1998). "Plagio utópico e hiper­

guaje se enriquecen y todo ello se traduce en tel¡IU2]idad enla collUra electro­ - (200S) . ~Golpe de gracia.

nica", en:,EI PtJI,a"te. La ""IJO­ Hipermedia nartiltivo". di.­

forma ards ticas. ponible en~ http://www.jave

lució" d~git"l j' sus dil"",tu,


Madñd, Mm. 27-28, pp. 35-43. '. rlana.alu.col golpedegncia

E · por esto que, en el arte, esa vi.nuali.za­


• HOL'l"ZMAN, S. (1997). Digi/4J - , (2002) •."'Ieor/a práctica y

ción supone una actitud: promover la interac­


Mosaia. TItI Mst/Wia r( ty/Jmpa­ enlel\anza del hipertexto de

ción radical. Una de las funciones más intere­ ce, N_ York, Touchatone. ficei6n. 'El Relato Digital",

sanres del arte así "afectado" por lo "ir mal es, , (e", linea); disponible en:
precisamen te, es ümular cualquier forma de • LANDOW, G. P. (l99S). H i­ . http://WW\\·.ja\.friana.edu.co

perl,xto. c:a to"o",.",ciJr de la /relato_digital.

interacción. El arri sta iJHeractivo propone úo1'iiJ erltiea eollt,,,,pordtl4d j' la

siempre a los espectadores una colaboración temologla, Tr. Patrick Ducher, - (2002). "Gabriella Infinita:

creativa, una "ca-creación". Esta actitud su­ Barcelona, Paidó8. un hipermedia narrativo" ,
I [en linelir, disponible en:
pone ya un cuesuonamiento del "procesa­ • MIl,\ES, F. (19%),. La mJOlu- Pontificja Univenidad Ja\'e­
miento" de la obra misma que, de este modo, ci6" 'que "adi, soli6, o la ol,a' nana: hllB / /www.javeria
queda "marcado" y registrado en la obra l1"\is­ ~ídiJdila NIJoO/IIci!J" mi. <l\a.edu.co/gllbñelIaJnfinita.
&1WkaróniM, lit. rnoJua"{m 1"";' ,.
ma.
niPa. la IYIIOlud6n eeowgiea, la - (2Otl9). H¡p trlexto.Y lite­
miol1«i6" JH>Htie4, 14 rnoluáÓ" ,.aturd. 'rj"1I1atalla por ,1
En este orden de ideas, la preguO[a por el , ptiradigmdiWI, Cilrac..~Nueva ' 111";' -'6'; lilltmpos posmo -
lugar de la obra pasa por las siguientes cues­ Sociedad. : ,. .' J'I'f!N, ~JI, CEJA.

tiones: ¿dónde está la "obra"? ¿Eo el modelo •MUtúu.v,'J- (t997);~ pe- .' ~ :TAPSCoTt, ti, (1995), n ..
intemctivo que ofrece el arasta al espectad~or? _.' dagogfa'l e:la ' Bci::ihil. cibémétl- - dig{tlll:,e6"o"':J~;prollu'" a"d
¿En las imeracciooes propiamente dichas que ca", en; Edward ,Bam~ y Maáe piril, i" tlt,. ag... 01 lIot1llorlud
Redmond comp. M~d¡~, eo,,: i"t,i[{g~nc,. NY, M"Graw Hill.
podrían llegar a alterar radicalmente la obra textualu (11 I~P,"ctl&tS ¡ultu- •
"original"? ¿En la idea i.nicial del autOr, quien ",1, 1Aeor(llrucdó" sotÚJI ¡l,l • VIRILlO, P. (1997), Ci~u­
busca sobre todo promover la interactividad? &o."O&;"';",tO,," ~Jl[Celona, PaI- . .",,,,,do, la ~ollti" de lo peor,
dós. pp. 164-181. . Entrevista ,cOII Philipp, PII':,
¿Quién es fmalmente el autor? . , Madrid, Citedra,
• ORTIZ,' B,; (11)gS). Los 'drllfo l' ,

Afrontar estas preguntílS, por supuesto, ~! de ""a tUI,,,,.


;"u,,/jaJita­
da, Bogotá, Siglo del~ombte¡
implica asumir el proceso creativo de un mo­
do distinto: ya no vi.nculado al "autor" enten­
dido como sujeto individual, sino al SUjeto in ­
terconectado.

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