Analisis de Santiago de Compostela

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1era

La catedral de Santiago de Compostela, ubicada en la ciudad de La Coruña, España, fue


encargada hacer por los obispos Diego Peláez (hasta 1087) y por Diego Gelmírez (hasta 1128).
Sus autores son desconocidos.
Contextualmente nos encontramos en los S. XI-XII, en plena época feudal, cuando, en su
expansión, la reforma gregoriana, difundida por Cluny, uniformiza las tendencias artísticas de
buena parte de la cristiandad occidental.
En la Península Ibérica, la Iglesia y los reyes cristianos utilizarán la fuerza de la religión para
triunfar sobre el mundo islámico, a la vez que para consolidar su autoridad frente a la nobleza
feudal. En este sentido, el descubrimiento siglos antes de la tumba del apóstol Santiago en
tierras gallegas fue utilizado como reclamo de peregrinos y como elemento de cohesión
“nacional”. Con el apoyo de la monarquía, el obispado de Santiago construye esta catedral, la
más completa de las denominadas “iglesias de peregrinación”, en sustitución de un templo
anterior, destruido por Almanzor.

Por su forma es una catedral románica, un típico modelo de iglesia de peregrinación, con
planta de cruz latina y cabecera con girola y absidiolos. La longitud del edificio es de 97 metros.
Fue realizada en sillares de granito.

El edificio, una de las mayores construcciones del estilo románico, presenta a sus pies un
nártex, en él se sitúa el Pórtico de la Gloria, que fue la última etapa constructiva desarrollada
entre 1168 y 1188 por el Maestro Mateo.

El interior del templo se divides en tres naves. La central posee un ancho de 10 metros y


alcanza una altura de 22, cubriéndose con bóveda de cañón.
Las naves laterales, de menor altura y unos 5 metros de anchura lo hacen con bóvedas de
aristas. Sobre dichas naves laterales se alzan tribunas que asoman a la nave central mediante
arcos geminados. Sus vanos
exteriores proporcionan iluminación a la parte superior de la nave central, lo que contrasta
con la mayor penumbra de la zona inferior.

Las bóvedas se sostienen mediantes pilares compuestos que presentan columnas adosadas,
organizadas de forma tal que la columna que mira hacia la nave central se eleva a lo largo de
toda la altura de la misma, hasta alcanzar el inicio del arco fajón correspondiente.

El transepto se organiza también en tres naves en cuyos extremos se abren sendas portadas
al exterior.
Sobre el crucero se alza un cimborrio( aporta luz natural al interior). En todo este enorme
transepto se alzan también tribunas sobre las naves laterales.
La cabecera de la catedral es de amplias dimensiones y dispone de una girola con cinco
capillas radiales en los absidiolos
Todo el espacio interior del templo está organizado de manera que los fieles (tras concluir
aquí su peregrinación hasta la tumba del apóstol Santiago) pudiesen acceder a la catedral por
la portada de los pies y recorrerla hasta llegar a la girola, en cuyo espacio central se encuentra
el sepulcro del citado apóstol. Todo este camino interior del edificio permite que puedan
desarrollarse sin interferencias las ceremonias religiosas.
Esta obra resume perfectamente las ideas de este estilo que nació en Francia y se difundió
por Europa a través de los caminos de peregrinación, cruzadas y monasterios. Un estilo al
servicio de la religión, los privilegiados y el Feudalismo.
La catedral de Santiago viene a simbolizar, la importancia de la ciudad y de la sede obispal
en la que se encuentra situado el sepulcro de uno de los doce apóstoles de Cristo. En este
sentido, la propia planta de la iglesia es imagen de la cruz de Cristo que murió para la salvación
del mundo.
Pero, por otro lado, la construcción simboliza el poder que van adquiriendo los reinos
cristianos del Norte frente al mundo musulmán, Al-Andalus, que domina la mayor parte de la
Península.
El sepulcro del apóstol Santiago fue redescubierto hacia el año 829. El hecho de disponer de
la única tumba conservada de uno de los doce primeros discípulos de Jesús (junto con la de
San Pedro, en Roma), convirtió a la antigua Iria Flavia en el centro de un creciente movimiento
de peregrinaciones que alcanzó a toda la cristiandad europea, de la cual Santiago de
Compostela acabó convirtiéndose en uno de los principales centros religiosos.

2 presentación
Surgió así el Camino de Santiago, una ruta de peregrinación que acababa precisamente aquí
su recorrido. Los distintos ramales de esta vía se unían tras cruzar los Pirineos, para recorrer a
continuación todo el norte peninsular y concluir en Compostela. De esta manera, el camino
facilitó los intercambios culturales entre las distintas zonas del continente y llevó más allá de
las fronteras de la península la fama de una ciudad y de una monarquía (la astur-leonesa) que
impulsó la devoción a las reliquias del apóstol. Sucedía todo ello en una Europa ruralizada y
feudal, pero que lentamente se iría abriendo al desarrollo de las ciudades, del comercio y de
las actividades burguesas, siempre bajo la atenta mirada de la Iglesia cristiana como
controladora única de las conciencias.

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