Cluny
Cluny
Cluny
Su situación geográfica le permite recibir tanto las influencias del norte de Italia (lombardas) como
las procedentes del nortede Europa.
Prmovieron las rutas de pergrinación que, junto con la fundación de monasterios para dirigir la
repoblación y roturación de nuevas tierras, contribuyen a la difusión del románico.
- portada historiada
- fachadas flanqueadas por torres
- complejas cabeceras
Los monasterios benedictinos de la mano de los cluniacense ("los monjes negros") se convirtieron
en auténticos centros de poder y riqueza. Los ideales austeridad, oración y trbajo apenas eran
reconocibles. En el siglo XII una nueva reforma, la reforma cisterciense ("los monjes blancos"),
buscará de nuevo llevar al monacato a la austeridad evangélica y al estricto seguimiento de la
regla benedictina sintetizada en el lema ora et labora.
La abadía fue destruida por la Revolución Francesa de 1789 y actualmente sólo se conserva el
brazo sur de uno de los transeptos.
El rápido crecimiento de la comunidad de Cluny necesitó de edificios cada vez mayores. Las
diversas construcciones de Cluny afectarán profundamente a las prácticas arquitectónicas en el
occidente europeo desde el siglo X al XII.
La primera ampliación se hace a mediados del siglo X cuando se construye el llamado Cluny II.
Pero pronto quedará también obsoleta la nueva iglesia abacial; por lo que se construye Cluny III.
La planta del templo, basilical, tiene forma de cruz arzobispal, es decir, una cruz latina con dos
transeptos. El transepto mayor tenía tres torres: la del agua bendita en el lado sur, la torre de los
Bisans sobre el lado norte y la torre del coro, la mayor de todo el edificio, coronando el crucero.
Más al este, hacia la cabecera, en medio del coro, había otro pequeño transepto – todavía subsiste
en parte-, llamado transepto matutino. Estaba marcado por una torre, de no clara función,
llamada de las lámparas, que consistía en un tambor octogonal sin aberturas, rematado por una
aguja. Las cuatro cúpulas se montaban sobre trompas. Todos los pilares que separan las naves
don de sección cruciforme. La nave principal estaba flanqueada por dos naves laterales a cada
lado. Así pues, contaba, en conjunto, con cinco naves, amplia cabecera con girola y cinco capillas
radiales, más otras diez en los transeptos, seis campanarios.
A los pies estaba una galilea o pórtico de tres naves flanqueada por dos grandes torres. La nave
mayor se cubría con bóveda de cañón con arcos fajones. Las naves laterales, más bajas, se
remataban con bóveda de arista.
Los monjes cluniacenses, llamados de hábito negro, promovieron las rutas de peregrinación; y
junto con la fundación de monasterios para dirigir la repoblación y roturación de nuevas tierras,
contribuyeron a la difusión del románico. Pero con el paso del tiempo, los monasterios
benedictinos se convirtieron en auténticos centros de poder y riqueza. Los ideales austeridad,
oración y trabajo apenas eran reconocibles.
En el siglo XII una nueva reforma, la reforma cisterciense ("los monjes blancos") de la mano de
Bernardo de Claraval, buscará de nuevo llevar al monacato a la austeridad evangélica y al estricto
seguimiento de la regla benedictina sintetizada en el lema ora et labora.
EL MONASTERIO DE CLUNY. MODELO DE IGLESIA ABACIAL Y DE MONASTERIO ROMÁNICO
BENEDICTINO. La reconstrucción de Cluny III
Alrededor del año 1000, en pleno apogeo de la sociedad feudal, las diversas corrientes
prerrománicas desembocan en el que se considera primer estilo medieval europeo: el románico. El
edificio paradigmático del arte románico es el monasterio, y el más importante de la época es el
de Cluny (Borgoña, Francia), la orden que impulsa la estética del románico. Desgraciadamente fue
destruido durante la Revolución Francesa, aunque los planos de esta inmensa abadía se han
recompuesto y hoy podemos reconstruirlo.
El duque de Aquitania Guillermo I donó territorios a la orden benedictina para que fundaran en el
año 910 el monasterio de Cluny. La comunidad inicial fue de doce monjes, pero rápidamente
crecieron y fueron alcanzando gran autonomía tanto de los obispos como de los reyes. Los monjes
negros, así llamados por el color de su hábito, extendieron su influencia en pocos años por toda
Europa.
La primera construcción era de dimensiones humildes. Fue consagrada en el año 927 y debió ser
un edificio de estilo otoniano.
Monasterio de Cluny I . s. X.
Cluny II (950-1100).
Con el fulgurante aumento de poder y de riqueza de la orden se decide crear un nuevo monasterio
el año 950 junto al anterior (Cluny II). El plan general se diferencia del plano utópico de San Gall
en que en lugar de múltiples edificios pequeños, se fusionan las funciones y se crean grandes alas
alrededor de varios patios. Aparece la sala capitular en la parte interna del edificio y se deja para la
exterior el edificio para los hermanos legos, el noviciado y el hospital.
Cuando a principios del siglo X el rey Guillermo de Aquitania cedió unos terrenos en Borgoña para
fundar un monasterio, no tenía ni la más remota idea de lo que eso iba a significar para la historia
del arte. Allí, en aquel monasterio, fue donde se surgió la Orden Benedictina de Cluny, cuyo
monasterio ha pasado a la historia.
En aquel momento se comenzó la construcción del primer templo de Cluny, hoy conocido como
“Cluny I”, y debió ser de estilo otoniano; años más tarde llegaría “Cluny II”: un atrio por donde se
accedía a una iglesia de tres naves, muy probablemente separadas por pilares de sección circular.
Pero si hay una fase de Cluny que ha pasado a la historia es la conocida como “Cluny III”: un
enorme templo con un pórtico de tres naves precedido por dos torres. Desde el pórtico se accedía a
la iglesia de cinco naves de gran altura.
La torre principal de la Basílica se elevó a 200 metros (656 pies de altura) y la abadía fue el edificio
más grande de Europa hasta la ampliación de la Basílica de San Pedro en el siglo XVII. En su cenit
en el siglo XI y XII, el monasterio fue el hogar de 10.000 monjes. Los abades de Cluny eran tan
poderosos como los reyes (tenían una gran casa en París) y cuatro abades se convirtieron en
papas. En la parte superior de la página, he incluido una magnífica pintura del gran artista de
reconstrucción urbana, Jean-Claude Golvin, quien reconstruye minuciosamente ciudades del
pasado desaparecidas y destruidas como modelos informáticos y luego como pinturas
suntuosas. Solo mire el alcance del monasterio (tercero y más grande) y los edificios que lo
rodean. Tal riqueza también engendró la decadencia y la corrupción. Los abades posteriores
fueron codiciosos e incompetentes. Oprimieron a los granjeros y artesanos que trabajaron para
ellos e intentaron engañar a los comerciantes y banqueros con quienes hacían negocios. El
monasterio cayó en un largo período de declive que terminó (junto con el antiguo régimen, sobre
el cual podrían decirse cosas similares) durante la Revolución Francesa. La mayor parte del
monasterio fue incendiado y solo quedan un campanario y una sala secundaria.