Amparo Uif

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 138

 

C. JUEZ DE DISTRITO EN TURNO EN EL ESTADO DE CHIHUAHUA

P R E S E N T E:

C. VICTOR MANUEL VELDERRAON QUEVEDO mexicana, mayor de edad, por


mis propios derechos, y señalando como domicilio para oír notificaciones
y recibir toda clase de documentos ubicado en la calle kinshasa número
9331 de esta ciudad de Chihuahua, y autorizando en los amplios
términos del artículo 12 de la Ley de Amparo a los C. LICS. LUIS
ALBERTO MARTÍNEZ MUÑOZ Y/O JULIO ALBERTO MEDINA
CHÁVEZ, con número de teléfono el último de ellos 6141575589 ante
Usted, respetuosamente comparezco para exponer:

Con fundamento en el artículo 103, fracción I y 107 de la Carta Magna, en


correlación con lo previsto por el artículo 107, fracción II y demás aplicables de la
Ley de Amparo, en tiempo y forma legal promuevo JUICIO DE AMPARO
INDIRECTO, en contra de la autoridad y acto que señalaré más adelante, por lo que
a efecto de cumplir lo dispuesto en el artículo 108 de la Ley de la materia,
menciono lo siguiente:

I.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL QUEJOSO O DE QUIEN PROMUEVE A SU


NOMBRE: Estos datos se omiten, en virtud de que fueron precisados en el proemio
del presente escrito.

II.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL TERCERO PERJUDICADO: Bajo protesta de decir


verdad manifiesto que por la naturaleza del acto impugnado considero que no
existe.

III.- AUTORIDAD O AUTORIDADES RESPONSABLES: Señalo como tales en


términos del artículo 5 fracción II y 108 fracción III de la Ley de Amparo a:

1. El Titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con domicilio


conocido en la ciudad de México.

2. El Titular de la Unidad de Inteligencia Financiera dependiente de la


Secretaria de Hacienda y Crédito Público, con domicilio conocido en la
ciudad de México.

3. El Director de Procesos Legales B de la Dirección General de Procesos


Legales de la Unidad de Inteligencia Financiera dependiente de la
Secretaria de Hacienda y Crédito Público con domicilio conocido en la
Ciudad de México.

4. El C. Director General de Atención a Autoridades de la Comisión


Nacional Bancaria y de Valores con domicilio oficial en la Avenida
Insurgentes Sur número mil novecientos setenta y uno en la Colonia
Guadalupe Inn de la Delegación Álvaro Obregón en la Ciudad de México.

5. El Titular de la Dirección General Adjunta de Atención a Autoridades


“D” de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, con domicilio en la
Avenida Insurgentes Sur número mil novecientos setenta y uno en la
Colonia Guadalupe Inn de la Delegación Álvaro Obregón en la Ciudad de
México.

6. El Representante legal de BBVA BANCOMER, S.A. INSTITUCION DE


BANCA MULTIPLE, GRUPO FINANCIERO BBVA BANCOMER, con
domicilio en Av. Paseo de la Reforma 510, Col. Juárez, Del. Cuauhtémoc, C.P.
06600, Ciudad de México. México.

7. Gerente de la Sucursal____________ correspondiente a la institución


bancaria BBVA BANCOMER, S.A. INSTITUCION DE BANCA MULTIPLE,
GRUPO FINANCIERO BBVA BANCOMER, con domicilio en
____________________

IV.- LEY O ACTO QUE SE RECLAMA: Los actos reclamados son los siguientes:

1. Del C. Secretario de Hacienda y Crédito Público se reclama:

La orden verbal o escrita para bloquear, cancelar, suspender o revocar la


totalidad de las cuentas bancarias de mi representada, así como el
impedimento de disponer de los recursos que existen en dicha cuenta, en
especial la cuenta ________________ aperturada en la citada institución
bancaria, lo que provoca que la quejosa no pueda dar cumplimiento de las
obligaciones fiscales previstas, entre otros, en el artículo 20 séptimo párrafo
del Código Fiscal de la Federación que obliga a realizar el pago de
contribuciones mediante los cheques del mismo banco en que se efectúe el
pago, la transferencia electrónica de fondos a favor de la Tesorería de la
Federación, así como las tarjetas de crédito y débito, y 27 de la Ley del
Impuesto Sobre la Renta que establece que las erogaciones deberán
realizarse a través del sistema financiero.

2. Del Titular de la Unidad de Inteligencia Financiera y Director de


Procesos Legales B de la Dirección General de Procesos Legales de la
Unidad de Inteligencia Financiera dependiente de la Secretaria de
Hacienda y Crédito Público, se reclama:

a. La orden verbal o escrita dirigida para bloquear, cancelar, suspender o


revocar la totalidad de las cuentas bancarias de mi representada, en especial
la cuenta __________________aperturada en la institución bancaria BBVA
BANCOMER, S.A. INSTITUCION DE BANCA MULTIPLE, GRUPO FINANCIERO
BBVA BANCOMER. Así como la orden verbal o escrita para impedir que mi
representada aperture o realice cualquier gestión de sus cuentas bancarias.

b. La falta de notificación del inicio y tramitación del procedimiento


administrativo en contra de mí representada, del cual derivó la orden de
bloquear, cancelar, suspender o revocar sus cuentas bancarias así como para
poder aperturar o realizar cualquier movimiento dentro de las mismas.

3. Del C. Director General de Atención a Autoridades de la Comisión


Nacional Bancaria y de Valores y Titular de la Dirección General Adjunta
de Atención a Autoridades “D” de la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores se reclama:

a. La orden verbal o escrita dirigida  para bloquear, cancelar, suspender o


revocar la totalidad de las cuentas bancarias de mi representada, en especial
la cuenta __________________aperturada en la institución bancaria BBVA
BANCOMER, S.A. INSTITUCION DE BANCA MULTIPLE, GRUPO FINANCIERO
BBVA BANCOMER. Así como la orden verbal o escrita para impedir que mi
representada aperture, o realice cualquier gestión de sus cuentas bancarias.

b. La falta de notificación del inicio y tramitación del procedimiento


administrativo en contra de mí representada, del cual derivo la orden de
bloquear, cancelar, suspender o revocar sus cuentas bancarias, así como
para poder aperturar o realizar cualquier movimiento dentro de las mismas.

c. Toda orden verbal o escrita dirigida a la Institución bancaria BBVA


BANCOMER, S.A. INSTITUCION DE BANCA MULTIPLE, GRUPO FINANCIERO
BBVA BANCOMER, para que bloque, cancele, suspenda o revoque la
totalidad de las cuentas bancarias de mi representada, e impida disponer de
los recursos que existen en dichas cuentas en especial la
cuenta ____________aperturada en la citada institución bancaria.

4. Al representante legal de BBVA BANCOMER, S.A. INSTITUCION DE


BANCA MULTIPLE, GRUPO FINANCIERO BBVA BANCOMER y Gerente de
la Sucursal________________, se reclama:

El bloqueo, cancelación, suspensión o revocación de la totalidad de las


cuentas bancarias de mi representada así como el impedimento de disponer
de los recursos que existe en dicha cuenta, en especial la
cuenta ________________ aperturada en la citada institución bancaria, lo que
provoca que la quejosa no pueda dar cumplimiento de las obligaciones
fiscales previstas entre otros en el artículo 20 séptimo párrafo del Código
Fiscal de la Federación que obliga realizar el pago de contribuciones
mediante los cheques del mismo banco en que se efectúe el pago, la
transferencia electrónica de fondos a favor de la Tesorería de la Federación,
así como las tarjetas de crédito y débito y 27 de la Ley del Impuesto Sobre la
Renta que establece que las erogaciones deberán realizarse a través del
sistema financiero.

V.- DERECHOS HUMANOS Y SUS GARANTÍAS VIOLADOS: Se viola en perjuicio


de mi representada los derechos fundamentales de legalidad, seguridad jurídica y
debido proceso contenido, libertado de trabajo, contenidos en los artículos 1, 5, 14,
16, 25, 31, y 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

VI.- HECHOS.

BAJO PROTESTA DE DECIR VERDAD, los hechos o abstenciones que constituyen


los antecedentes del acto reclamado son los siguientes:

1. Ahora bien, tomando en cuenta que el sistema financiero constituye una


infraestructura básica de la economía de un país y que actualmente, ninguna
persona moral puede realizar actos de comercio y cumplir con sus
obligaciones fiscales sin por lo menos uno de estos servicios, con
fecha ______________ en la ciudad de ______________, mi representada celebró
un contrato de Productos y Servicios Múltiples con la institución bancaria
“BBVA BANCOMER” S.A. INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, GRUPO
FINANCIERO, en donde se le asignó el número de cuenta
bancaria ________________.

2. Sin embargo, resulta ser que el día de hoy uno de mis clientes al
pretenderme realizar un deposito a la cuenta bancaria _________me informó
que dicha cuenta se encuentra bloqueada tal como se aprecia en la
siguiente imagen:

INSERTAR IMAGEN

Por lo anterior, de manera inmediata me traslade a la institución financiera


referida, a pretender realizar algún movimiento respecto de la cuenta
bancaría de mi representada, informándoseme de manera verbal que no era
posible acceder a mí solicitud en virtud de que las cuentas bancarias de mi
representada fueron bloqueadas por presunción de lavado de dinero (sic)
y que por lo tanto, la institución se encuentra imposibilitada a continuar
ejecutando cualquier acto, operación, o servicio con la quejosa o cualquier
tercero que actué en nombre y representación lo que impide realizar
movimiento bancario alguno, incluyendo el de realizar retiros bancarios.

Ahora bien, se manifiesta bajo protesta de decir verdad que no se me hada dado
conocer ni notificado, mandamiento escrito de autoridad competente emitido por
cualquiera de las autoridades señaladas como responsables en el que se informe, el
motivo, causa, o razón particular por la cual fueron bloqueadas, canceladas,
suspendidas, o revocadas las cuentas bancarias de la quejosa, dejándola pues en
completo estado de indefensión, violando con ello los derechos fundamentales de
debido proceso, audiencia, legalidad y seguridad jurídica consagrado en los
artículos 1, 14, 16, 17 y 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.

VII.- CAPÍTULO DE PROCEDENCIA

El juicio de amparo que se promueve en contra de las autoridades señaladas como


responsable sí es procedente al actualizarse el supuesto previsto en el artículo 1 y 5
fracción II de la Ley de Amparo.

El artículo 1 y 5 fracción II de la Ley de Amparo dispone lo siguiente:


Artículo 1°. El juicio de amparo tiene por objeto resolver toda controversia
que se suscite: …

El amparo protege a las personas frente a normas generales, actos u


omisiones por parte de los poderes públicos o de particulares en los casos
señalados en la presente Ley.

"Artículo 5o. Son partes en el juicio de amparo:

"II. La autoridad responsable, teniendo tal carácter, con independencia de


su naturaleza formal, la que dicta, ordena, ejecuta o trata de ejecutar el
acto que crea, modifica o extingue situaciones jurídicas en forma
unilateral y obligatoria; u omita el acto que de realizarse crearía,
modificaría o extinguiría dichas situaciones jurídicas.

"Para los efectos de esta ley, los particulares tendrán la calidad de


autoridad responsable cuando realicen actos equivalentes a los de
autoridad, que afecten derechos en los términos de esta fracción, y cuyas
funciones estén determinadas por una norma general."

El citado precepto establece que tendrá el carácter de autoridad responsable con


independencia de su naturaleza formal, la que dicta, ordena, ejecuta o trata de
ejecutar el acto que crea, modifica o extingue situaciones jurídicas en forma
unilateral y obligatoria; u omita el acto que de realizarse crearía, modificaría o
extinguiría dichas situaciones jurídicas, inclusive los particulares cuando realicen
actos equivalentes a los de autoridad, que afecten derechos, y cuyas funciones
estén determinadas por una norma general.

Ahora bien, las porciones normativas enunciadas retomó los criterios de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación para definir a las autoridades responsables,
pero agregó un aspecto diverso que lo es el particular como autoridad
responsable.

En ese orden de ideas, se tiene que el artículo 1º de la Ley de Amparo dispone en


su párrafo último que el amparo protege a las personas frente a normas generales,
actos u omisiones por parte de los poderes públicos o de particulares; en tanto el
diverso artículo 5°, fracción II, de la propia Ley de Amparo, señala que autoridad
responsable es la que –con independencia de su naturaleza formal– dicta, ordena,
ejecuta o trata de ejecutar el acto que crea, modifica o extingue situaciones
jurídicas en forma unilateral y obligatoria; u omita el acto que de realizarse crearía,
modificaría o extinguiría dichas situaciones jurídicas; asimismo prevé una
modalidad consistente en que los particulares tendrán la calidad de autoridad
responsable cuando realicen actos –u omisiones– equivalentes a los de autoridad,
que afecten derechos en los términos de la propia fracción, y cuyas funciones estén
determinadas por una norma general.

De donde se advierte que el concepto de autoridad responsable, queda


desvinculado de la naturaleza formal de autoridad y atiende, ahora, a la
unilateralidad del acto susceptible de crear, modificar o extinguir, en forma
obligatoria, situaciones jurídicas; y la interpretación psicológica de la norma
reglamentaria así lo confirma, al señalarse en el proceso legislativo –que le dio
origen– el alcance de esta nueva disposición, al tenor de las consideraciones
siguientes:
DICTAMEN CÁMARA DE SENADORES

"[...]

Se define a la autoridad responsable como parte en el juicio de amparo en el artículo 5, fracción II del presente proyecto. Tendrá tal carácter, con independencia de su

naturaleza formal, la que dicta, ordena, ejecuta o trata de ejecutar el acto que crea, modifica o extingue situaciones jurídicas en forma unilateral y obligatoria; u omita el

acto que de realizarse crearía, modificaría o extinguiría dichas situaciones jurídicas. Para los efectos de esta ley, los particulares tendrán la calidad de autoridad

responsable cuando realicen actos equivalentes a los de autoridad, que afecten derechos en los términos de esta fracción, y cuyas funciones estén determinadas por una

norma general. En la teoría tradicional de los derechos fundamentales que ha sido predominante en México, su eficacia vertical implicaba que sólo fueran oponibles ante

los actos del Estado. Esto estaba en gran medida justificado en que los derechos de las personas eran concebidos como limitantes de la actuación del Estado y provenía de

las primeras declaraciones de derechos que surgieron como reacción a los Estados absolutistas y que representaban el "enemigo a vencer" por el gran   poder que

detentaban sus gobernantes. Este concepto de verticalidad tuvo gran apoyo doctrinal y jurisprudencial en la relación jurídica de la "garantía individual" de supra-

subordinación entre el gobernado y los órganos de autoridad, y por lo mismo la procedencia del amparo se restringió al concepto de autoridad responsable que fuere

constituida con ese carácter conforme a la ley o que bien dispusiera directa o indirectamente de la fuerza pública para hacer cumplir sus resoluciones.

El énfasis que se hizo en esta concepción de los derechos como una afectación del Estado en la esfera de los particulares, si bien es comprensible, también ha quedado

rebasado por la realidad actual por tres razones principales.

La primera es que el surgimiento de los derechos económicos, sociales y culturales ha transformado el papel del Estado frente a los gobernados de tal suerte en que ya no

debe ser visto únicamente como enemigo, sino todo lo contrario, debe ser percibido como un aliado para hacer estos derechos efectivos.

La tutela, respeto y protección de este tipo de derechos debe verse a través de una actividad positiva del Estado a favor de los particulares, como sucede en la educación, la

vivienda, la salud, la cultura, el deporte, el medio ambiente, y en otros derechos concretamente establecidos en las normas fundamentales.

La segunda, es precisamente que hoy en día, en materia de derechos humanos, la vulneración más importante de tales derechos no sólo provienen del Estado, sino que

también provienen de la actuación de los particulares en ciertas circunstancias. El medio ambiente ha sido principalmente vulnerado por los actos de particulares, más que

del Estado mismo; la discriminación social no solamente proviene de los agentes del Estado, sino que lamentablemente es alimentada por prácticas dentro de la sociedad y

de los mismos particulares; el derecho a la intimidad, a las comunicaciones privadas y a la protección de datos personales es una responsabilidad que hoy corresponde

también a los particulares garantizar.

Y finalmente la tercera razón es porque la vía de protección procesal que permita prevenir o reparar violaciones de derechos humanos realizadas por particulares era

prácticamente nula o de una eficacia muy limitada.

En muchos casos de la jurisprudencia y doctrina jurídica en México se ha interpretado y reflejado que los destinatarios de los derechos básicos de las personas no sólo son

las autoridades, sino también a los demás gobernados, y que la continuación de esta teoría tradicional nos puede conducir a la violación de los compromisos

internacionales que ha asumido el Estado mexicano.


En un análisis de derecho comparado se ha visto que el constitucionalismo latinoamericano cada vez abandona más la teoría tradicional o liberal de los derechos

fundamentales para reconocer la plena eficacia horizontal de los derechos humanos. Países como Argentina, Venezuela, Uruguay, Chile, Perú y Bolivia admiten en lo

general el amparo contra particulares, ya sea por su disposición normativa lo contempla expresamente, o que por no excluirlo en la norma constitucional se ha abierto en

legislación secundaria y en interpretación jurisprudencial.

En el caso de países como Costa Rica, Colombia y Guatemala, su admisión es de forma restrictiva, ya que procede el amparo contra particulares cuando actúen en ejercicio

de funciones o potestades públicas, cuando actúen por ley o concesión del Estado, cuando estén en posición de poder de superioridad frente a los otros gobernados, o

cuando los remedios jurisdiccionales resulten insuficientes. Estas dictaminadoras coinciden en que éste no es un cambio menor y que debe considerarse el impacto en la

administración de justicia de la eficacia horizontal de los derechos humanos. Tales derechos se protegen con los mismos medios que tiene un particular para defenderse de

los actos de autoridad, y por consecuencia pudiera interpretarse equivocadamente que los derechos remediables por las vías civil, penal o laboral, necesariamente deban

iniciarse por la vía constitucional. Sin embargo, sí existen casos en los que deban tener este cauce procesal para obtener una protección más eficaz, más justa y por tratarse

de una violación directa a este tipo de derechos.

Por ello se considera que la mejor forma de plasmar este concepto en esta Ley y de explicarlo en el presente dictamen es definir el acto de autoridad y que los particulares

tendrán dicha calidad cuando sus actos u omisiones sean equivalentes a los de autoridad, que afecten derechos en los términos del acto de autoridad que objetivamente se

define en la fracción II, y cuya potestad o función derive de una norma general y abstracta. En casos paradigmáticos sobre el tema en países como Argentina, Colombia,

Perú y Bolivia, que datan desde los años 50, donde se ha verificado que ha sido posible obtener la protección constitucional contra actos de particulares. En un caso se

interpretó que si bien el nacimiento del amparo y de los derechos fundamentales había sido diseñado para proteger a los particulares contra la autoridad pública, también

tuvieron los constituyentes la sagacidad y prudencia de no fijar exclusivamente en los textos constitucionales que la protección de los derechos humanos sólo fuera contra

ataques que provengan de la autoridad, ni que pudieran emanar de otros particulares o sus agrupaciones, ya que éstos acumulan gran poder material o económico y cuya

fuerza se opone incluso a las del Estado.

En otros casos donde la vía ordinaria se había considerado más adecuada para remediar una violación a estos derechos, los tribunales constitucionales estimaron que, por

lo contrario, al tratarse de violaciones directas a derechos fundamentales y por los alcances sociales que se concretan en este tipo de derechos, la vía constitucional

resultaba idónea y más efectiva.

A pesar de que los particulares pueden tener el carácter de autoridad en el juicio de amparo cuando realicen los actos identificados en el segundo párrafo del artículo en

cuestión, esto no implica el desconocimiento de las vías ordinarias de resolución, así como el agotamiento de los elementos procesales respectivos. El reconocimiento de

estos actos de autoridad dependerá del planteamiento realizado por el quejoso y la posibilidad de evaluar por parte de tribunal el acto como lesivo de su esfera de derechos

fundamentales. En ningún momento se pretende que el Poder Judicial de la Federación sustituya a las autoridades ordinarias competentes para la resolución de este tipo

de conflictos. Hay que tomar en cuenta que en la gran mayoría de los casos este tipo de violaciones requieren la mediación de las autoridades ordinarias, las cuales tienen

que valorar inicialmente este tipo de actos. Sin embargo, siempre existirán actos que puedan llegar de manera directa al amparo cuando los particulares estén en una

situación de supra-subordinación y sin medios de defensa que le permitan solventar su pretensión.

DICTAMEN CÁMARA DE DIPUTADOS (...) Entre otras innovaciones, se define el acto de autoridad independientemente de la naturaleza formal de la persona que lo emitió,

cuya potestad derive de una norma general y abstracta, que sea unilateral e imperativa sobre el quejoso, que sea asimilable por ley a una función pública y que no tenga

un medio adecuado o vía ordinaria para remediarlo que lo deje en estado de indefensión, ampliando el concepto de autoridad responsable.

Como se advierte, en el proceso legislativo de la nueva Ley de Amparo se puso de


manifiesto la necesidad de ampliar la procedencia del juicio en contra de actos
provenientes de particulares a través de los cuales se afectara la esfera jurídica de
derechos de los gobernados sin que ello significara el abandono de los medios de
defensa ordinarios y aunque se propuso que en la propia ley se especificaran los
casos en que tales actos serían susceptibles de impugnación, se optó por dejar al
Poder Judicial la interpretación de esas hipótesis atendiendo a las particularidades
de cada caso y a las notas del acto cuestionado.

Por tanto, es de resaltar que autoridad responsable para los efectos del juicio de
amparo es:
a. La autoridad, con independencia de su naturaleza formal que:

 Dicta, ordena, ejecuta o trata de ejecutar el acto que crea, modifica o


extingue situaciones jurídicas en forma unilateral y obligatoria.
 Omita el acto que de realizarse crearía, modificaría o extinguiría dichas
situaciones jurídicas.

b. El particular que realice u omita actos equivalentes a los de autoridad, que


cumplan con lo siguiente:

 Afecten derechos.
 Las funciones deben estar determinadas por una norma general.

Por tanto, para determinar si el actuar u omisión de un particular encuadra dentro


de la categoría de autoridad responsable, debe no sólo analizarse el acto en sí, sino
además que afecten derechos y que deriven de las facultades u obligaciones
establecidas en una norma.

Para ello es de desarrollar esas dos figuras.

Afectación de derechos. Ésta se debe entender aquel daño o perjuicio que se


ocasiona en la esfera jurídica del gobernado ya en su interés jurídico, legítimo o
colectivo, 26 de aquellos derechos reconocidos en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos o en los tratados internacionales del que el Estado
mexicano sea parte, en términos del artículo 107, fracción I, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Las funciones deben estar determinadas por una norma general. Una norma
general es aquella que goza de las características de generalidad y abstracción;
esto es, no basta que la norma no provenga del Poder Legislativo para que pierda
la característica de general, pues existen actos formalmente administrativos –del
Poder Ejecutivo– que tiene la naturaleza de acto administrativo y no de una ley,
precisamente por el órgano del que emana, pero lo cierto es que materialmente
puede gozar de las características de una norma general, tales como generalidad,
abstracción y obligatoriedad.

Ahora bien, conforme a dicho precepto legal, previamente transcrito entre las
clasificaciones de qué tipo de particulares son los que se puedan considerar con
éstas características, se encuentran las siguientes:
1. El carácter de autoridad responsable para efectos de la procedencia del juicio de
amparo, queda desvinculado de su naturaleza formal, por tanto, el ente particular
tendrá el carácter de autoridad responsable para efectos del juicio de amparo,
cuando emite actos en forma unilateral, coercitiva y obligatoria.

2. El acto que emite, ejecuta o trata de ejecutar dicho particular, crea, modifica o
extingue la situación jurídica preexistente de otro particular.

3. El particular emite actos – sea que lo haga en forma apegada o contraria a


derecho- en base a funciones o atribuciones determinadas por una norma general,
sin que para ejecutarlos requiera acudir a los órganos judiciales, ni precisa del
consenso de la voluntad del afectado, lo que guarda relación con el hecho de que
la potestad para ejecutarlos emana de facultades previstas en la norma.

4. El particular realiza “actos equivalentes de autoridad”, alejado de su ámbito


privado o particular convencional, entendiéndose que los particulares no se ubican
en el ámbito privado, cuando su ejecución implica un actuar que se asemeja a un
actuar autoritario proveniente del Estado.

Como ejemplo decirse que esto se puede presentar, cuando un particular ejecuta
actos en detrimento de los derechos fundamentales de otro particular, al amparo
de una concesión que le fuera otorgada para administrar un bien del dominio
público de la Federación, con la finalidad de que este preste un servicio público
que originalmente corresponde al Estado prestarlo, caso en el cual se verifica o se
ubica dicho proceder en una situación de supra a subordinación.

Lo anterior encuentra fundamento, en las consideraciones contenidas en las


ejecutorias por medio de los cuales diversos Tribunales Federales resolvieron los
medios de impugnación de las que posteriormente emanaran los siguientes
criterios:

AUTORIDAD RESPONSABLE EN EL AMPARO. PARA


DETERMINAR SI UN PARTICULAR ENCUADRA EN ESA
CATEGORÍA, NO SÓLO DEBE ANALIZARSE SU ACTO U
OMISIÓN EN SÍ, SINO ADEMÁS SI AFECTA DERECHOS Y
DERIVA DE LAS FACULTADES U OBLIGACIONES
ESTABLECIDAS EN UNA NORMA. De los artículos 1o., fracción I
y 5o., fracción II, de la Ley de Amparo se advierte que el concepto
de autoridad responsable queda desvinculado de la naturaleza
formal del órgano público y atiende, ahora, a la unilateralidad del
acto susceptible de crear, modificar o extinguir, en forma
obligatoria, situaciones jurídicas, o de la omisión para desplegar
un acto que -de realizarse- crearía, modificaría o extinguiría
dichas situaciones jurídicas, máxime que la interpretación
teleológica de la norma reglamentaria así lo confirma, al señalarse
en el proceso legislativo -que le dio origen- la necesidad de
ampliar la procedencia del juicio contra actos provenientes no
sólo de autoridades, sino también de particulares, a través de los
cuales se afectara la esfera jurídica de derechos de los
gobernados, sin que ello significara el abandono de los medios
de defensa ordinarios; y aunque se propuso que en la propia ley
se especificaran los casos en que esos actos serían susceptibles
de impugnación, se optó por dejar al Poder Judicial de la
Federación la determinación de esas hipótesis, atento a las
particularidades de cada caso y a las notas del acto cuestionado.
En estas condiciones, autoridad responsable, para los efectos del
juicio de amparo es: a) la que -con independencia de su
naturaleza formal- dicta, ordena, ejecuta o trata de ejecutar el
acto que crea, modifica o extingue situaciones jurídicas en forma
unilateral y obligatoria, u omita el acto que, de realizarse, crearía,
modificaría o extinguiría dichas situaciones jurídicas; y b) el
particular que realice u omita actos equivalentes a los de
autoridad, que afecten derechos y que las funciones deben estar
determinadas por una norma general. Por tanto, para determinar
si un particular encuadra en la categoría de autoridad
responsable, no sólo debe analizarse su acto u omisión en sí, sino
además, si afecta derechos y deriva de las facultades u
obligaciones establecidas en una norma.[1]

ACTOS DE PARTICULARES EQUIPARABLES A LOS DE


AUTORIDAD. SUS CARACTERÍSTICAS PARA EFECTOS DE LA
PROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO EN SU CONTRA. De
conformidad con el artículo 5o., fracción II, segundo párrafo, de la
Ley de Amparo, vigente a partir del 3 de abril de 2013 y el
proceso legislativo que le dio origen, en específico, los
dictámenes de las Cámaras de Senadores y Diputados, para
determinar si un particular realiza actos equiparables a los de
autoridad para efectos de la procedencia del juicio de amparo en
su contra, debe verificarse si: 1. El acto que se le atribuye lo
realizó unilateral y obligatoriamente, esto es, si su dictado, orden
o ejecución se llevó a cabo sin la intervención del quejoso y lo
constriñó a su observancia o, en su caso, omitió realizar un acto
que estaba obligado a efectuar, y si con dicho acto u omisión se
crearon, modificaron o extinguieron situaciones jurídicas, en un
plano de supra a subordinación; 2. Ese acto se realizó (u omitió
realizarse) con base en funciones determinadas por una norma
general; y 3. En su contra no existe un medio de defensa ordinario
que permita al gobernado defender el derecho afectado.[2]

ACTOS DE PARTICULARES. PARA CONSIDERARLOS


EQUIVALENTES A LOS DE AUTORIDAD CONFORME AL
ARTÍCULO 5o., FRACCIÓN II, SEGUNDO PÁRRAFO, DE LA LEY
DE AMPARO, DEBEN REUNIR LAS CARACTERÍSTICAS DE
UNILATERALIDAD, IMPERIO Y COERCITIVIDAD, ADEMÁS DE
DERIVAR DE UNA RELACIÓN DE SUPRA A
SUBORDINACIÓN. El artículo 5o., fracción II, segundo párrafo, de
la Ley de Amparo prevé que los particulares tendrán la calidad de
autoridad responsable cuando realicen actos equivalentes a los
de autoridad, los que se conceptualizan por la propia porción
normativa, como aquellos mediante los cuales se crean, modifican
o extinguen situaciones jurídicas de forma unilateral y obligatoria,
siempre que las funciones del particular equiparado a autoridad
responsable estén determinadas por una norma general. De ahí
que para considerar que el acto realizado por un particular
equivale al de una autoridad y, por ende, es reclamable mediante
el juicio constitucional, es necesario que sea unilateral y esté
revestido de imperio y coercitividad, lo que implica que sea ajeno
al ámbito privado o particular contractual. Además, conforme a la
jurisprudencia 2a./J. 164/2011, de la Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXIV,
septiembre de 2011, página 1089, de rubro: “AUTORIDAD PARA
LOS EFECTOS DEL JUICIO DE AMPARO. NOTAS DISTINTIVAS.”, el
concepto jurídico de “autoridad responsable” lleva implícita la
existencia de una relación de supra a subordinación que da
origen a la emisión de actos unilaterales a través de los cuales se
crean, modifican o extinguen situaciones jurídicas que afecten la
esfera legal del particular. En consecuencia, para que los actos de
particulares puedan ser considerados equivalentes a los de
autoridad, deben reunir las características de unilateralidad,
imperio y coercitividad, además de derivar de una relación de
supra a subordinación; por exclusión, la realización de actos entre
particulares en un plano de igualdad, que no impliquen una
relación en los términos apuntados, impide que pueda
atribuírsele a cualquiera de ellos el carácter de autoridad
responsable.[3]

AUTORIDAD RESPONSABLE. NO TIENE ESE CARÁCTER, PARA


LOS EFECTOS DEL JUICIO DE AMPARO, EL PARTICULAR
SEÑALADO COMO TAL, SI LOS ACTOS QUE SE LE RECLAMAN
NO REÚNEN LAS CARACTERÍSTICAS DE UNILATERALIDAD,
IMPERIO Y SUS FUNCIONES NO ESTÁN DETERMINADAS POR
UNA NORMA GENERAL. De la intelección del artículo 5o.,
fracción II, de la Ley de Amparo vigente, se desprende que, para
los efectos del juicio de amparo, es autoridad responsable aquella
que ordena, ejecuta o trata de ejecutar el acto que crea, modifica
o extingue situaciones jurídicas en forma unilateral y obligatoria.
Asimismo, en su párrafo segundo establece que a los particulares
les revestirá dicho carácter cuando realicen actos equivalentes a
los de esa naturaleza que afecten derechos en los mismos
términos y cuyas funciones estén determinadas por una norma
general. Luego entonces, si los actos equivalentes que se le
imputan a un particular, señalado como autoridad responsable,
no reúnen las referidas características de unilateralidad e imperio
y, además, sus funciones no están determinadas por una norma
de carácter general, es dable concluir que no le reviste la
mencionada calidad.[4]

ACTOS DE PARTICULARES. CARACTERÍSTICAS QUE DEBEN


REVESTIR PARA CONSIDERARLOS COMO PROVENIENTES DE
AUTORIDAD, PARA EFECTOS DE LA PROCEDENCIA DEL
JUICIO DE AMPARO. El artículo 5o., fracción II, de la Ley de
Amparo establece quiénes son parte en el juicio de amparo y
refiere: “II. La autoridad responsable, teniendo tal carácter, con
independencia de su naturaleza formal, la que dicta, ordena,
ejecuta o trata de ejecutar el acto que crea, modifica o extingue
situaciones jurídicas en forma unilateral y obligatoria; u omita el
acto que de realizarse crearía, modificaría o extinguiría dichas
situaciones jurídicas.-Para los efectos de esta ley, los particulares
tendrán la calidad de autoridad responsable cuando realicen
actos equivalentes a los de autoridad, que afecten derechos en
los términos de esta fracción, y cuyas funciones estén
determinadas por una norma general.”. Así, la interpretación
lógica y sistemática de tal precepto debe ser en el sentido de que,
con independencia de su naturaleza formal, para considerar a los
actos de particulares como provenientes de autoridad, para
efectos de la procedencia del juicio de amparo, su “equivalencia”
debe estar proyectada en que sean unilaterales e imperativos y
que, desde luego, creen, modifiquen o extingan una situación
jurídica que afecte a un particular; además, deben realizarse por
un particular en un plano de supra o subordinación en relación
con otro, en auxilio o cumplimiento de un acto de autoridad. Así,
cuando el actuar del particular derive de un plano de igualdad
(sea por una relación laboral o de carácter contractual) con otros
particulares, no existe sustento constitucional ni legal para su
impugnación mediante el juicio de amparo.[5]

Bajo esa orden de ideas, BBVA BANCOMER SOCIEDAD ANÓNIMA INSTITUCIÓN DE


BANCA MÚLTIPLE, GRUPO FINANCIERO si tiene la calidad de autoridad
responsable por las siguientes razones:

a. El servicio de banca múltiple solo lo pueden prestar las entidades que


forman parte del sistema financiero siendo que dicho servicio es
público, por lo que, su cancelación, revocación, suspensión o bloqueo
constituye un acto de autoridad para efectos de la procedencia del
amparo ante el grado de afectación que produce.

A fin de sustentar dicha afirmación es conveniente señalar la Ley de Instituciones


de Crédito, en los preceptos que nos interesan establecen lo siguiente:

“ARTICULO 1o.- La presente Ley  es de orden público y observancia


general  en los Estados Unidos Mexicanos y tiene por  objeto  regular el
servicio de banca y crédito, la organización y funcionamiento de las
instituciones de crédito, las actividades y operaciones que las mismas
podrán realizar, su sano y equilibrado desarrollo, la protección de los
intereses del público y los términos en que el Estado ejercerá la rectoría
financiera del Sistema Bancario Mexicano.”

“ARTICULO 2o.- El servicio de banca y crédito  sólo podrá prestarse  por


instituciones de crédito, que podrán ser:

I. Instituciones de banca múltiple, y

II. Instituciones de banca de desarrollo.

Para efectos de lo dispuesto en la presente Ley, se considera  servicio de


banca y crédito  la captación de recursos del público en el mercado
nacional para su colocación en el público, mediante actos causantes de
pasivo directo o contingente, quedando el intermediario obligado a cubrir
el principal y, en su caso, los accesorios financieros de los recursos
captados.

                              […]”

TITULO SEGUNDO

De las Instituciones de Crédito

CAPITULO I

De las Instituciones de Banca Múltiple

SECCIÓN PRIMERA

Disposiciones Generales

“ARTICULO 8o.- Para organizarse y operar como institución de banca


múltiple se requiere autorización del Gobierno Federal, que compete
otorgar discrecionalmente a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores,
previo acuerdo de su Junta de Gobierno y opinión favorable del Banco de
México. Por su naturaleza, estas autorizaciones serán intransmisibles.
 

                              […]”

TITULO TERCERO

De las Operaciones

CAPITULO I

De las Reglas Generales

“ARTICULO 46.- Las instituciones de crédito  sólo podrán realizar las


operaciones siguientes:

I. Recibir depósitos bancarios de dinero:

                              […]

XXVIII. Las análogas o conexas que autorice la Secretaría de Hacienda y


Crédito Público, oyendo la opinión del Banco de México y de la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores.

Las instituciones de banca múltiple únicamente podrán realizar aquellas


operaciones previstas en las fracciones anteriores que estén expresamente
contempladas en sus estatutos sociales, previa aprobación de la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores en términos de lo dispuesto por los
artículos 9o. y 46 Bis de la presente Ley.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la Comisión Nacional


Bancaria y de Valores y el Banco de México, dentro de la regulación que
deban emitir en el ámbito de su competencia, deberán considerar las
operaciones que las instituciones de banca múltiple estén autorizadas a
realizar conforme a lo previsto en los artículos 8o., 10 y 46 Bis de esta Ley,
y diferenciar, cuando lo estimen procedente, dicha regulación en aspectos
tales como la infraestructura con que deberán contar y la información
que deberán proporcionar, entre otros. Asimismo, se podrán considerar los
modelos de negocios o características de sus operaciones.”

CAPITULO IV

De los Servicios

“ARTICULO 77.- Las instituciones de crédito prestarán los servicios


previstos en el artículo 46 de esta Ley, de conformidad con las
disposiciones legales y administrativas aplicables, y con apego a las sanas
prácticas que propicien la seguridad de esas operaciones y procuren la
adecuada atención a los usuarios de tales servicios.”

Conforme dichos dispositivos legales el servicio de banca y crédito sólo podrá


prestarse por instituciones de crédito, que podrán ser:

 
En ese sentido es claro que el servicio de banca y crédito son prestados
exclusivamente por instituciones de banca múltiple o bien instituciones de banca
de desarrollo.

Por lo anterior, tenemos que se cumple con la característica consistente en que la


actuación de un articular esté supeditada por una norma general, como lo es en el
presente caso la Ley de Instituciones de Crédito, pues esta, prevé que los servicios
de banca múltiple y de desarrollo, serán prestados exclusivamente por Instituciones
de Crédito, además, los servicios que estas podrán prestar, están contempladas y
reguladas por la misma Ley, específicamente en su artículo 46, pudiendo
autorizarse análogas o conexas previa aprobación de la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público.

Al respecto, ese H. Juzgador, no puede soslayar que la norma general en comento


resulta ser de orden público y observancia general en términos de su artículo 1°,
cuyo objeto consiste en:

 Regular el servicio de banca y crédito.


 La organización y funcionamiento de las instituciones de crédito.
 Las actividades y operaciones que las mismas podrán realizar, su sano y
equilibrado desarrollo.
 La protección de los intereses del público.
 Los términos en que el Estado ejercerá la rectoría financiera del Sistema
Bancario Mexicano.

De tal manera, que toda Institución de Banca Múltiple como en el presente caso lo
es ____________, actúa y funciona en observancia a una norma general -Ley de
Instituciones de Crédito-, la cual, en primera instancia, tiene como finalidad regular
todos los servicios bancarios que son prestados dentro del Sistema Bancario
Mexicano, y de forma particular, faculta al Gobierno Federal (art. 8) para otorgar las
autorizaciones a la iniciativa privada para poder operar dentro de dicho sistema
como una institución de banca múltiple o de desarrollo, estableciendo los
requisitos y procedimientos para tal efecto.

Así como también, la misma Ley prevé las actividades y operaciones que pueden
ser realizadas por estas instituciones, con la finalidad de salvaguardar el interés
público. Siendo entonces evidente, que el acto reclamado no puede ser
considerado dentro de un plano de coordinación o de igualdad entre particulares,
debido a que sus efectos y alcances, en todo momento son regulados por la Ley de
Instituciones de Crédito y en teoría, por el Estado, quien tiene a cargo la rectoría
del Sistema Bancario Mexicano.
Considerar lo contrario, sería tanto como hacer nugatoria la eficacia de la Ley de
Instituciones de Crédito, pues si bien, gran parte de la banca en nuestro sistema
mexicano se encuentra privatizada, por alguna razón, el legislador ordinario
consideró necesario reconocer que los servicios prestados por estos “particulares”
tienen una trascendencia para el orden público, tan esa así, que solo pueden ser
prestados a través de figuras jurídica exclusivas (instituciones de banca múltiple y
de desarrollo), que cumplan con ciertos requisitos, y que además, sus actuaciones
se ven circunscritas a la actividades y operaciones que la misma ley establece.

Ahora bien, por lo que respecta a la característica de unilateralidad que debe


cumplir el acto reclamado a la “autoridad responsable”, tenemos que la primera de
ellas se encuentra perfectamente demostrada, ya que como se verá más adelante,
la decisión de restringir, bloquear y/o cancelar las cuentas bancarias de mi
representada, no fue puesta a consideración de mi representada, sino únicamente
constituye una manifestación unilateral de la voluntad de la responsable.

Sustento de lo anterior, resulta aplicable la tesis siguiente:

AUTORIDAD PARA LOS EFECTOS DEL JUICIO DE AMPARO.


NOTAS DISTINTIVAS. Las notas que distinguen a una autoridad
para efectos del juicio de amparo son las siguientes: a) La
existencia de un ente de hecho o de derecho que establece una
relación de supra a subordinación con un particular; b) Que esa
relación tenga su nacimiento en la ley, lo que dota al ente de una
facultad administrativa, cuyo ejercicio es irrenunciable, al ser
pública la fuente de esa potestad; c) Que con motivo de esa
relación emita actos unilaterales a través de los cuales cree,
modifique o extinga por sí o ante sí, situaciones jurídicas que
afecten la esfera legal del particular; y, d) Que para emitir esos
actos no requiera acudir a los órganos judiciales ni precise del
consenso de la voluntad del afectado.[6]

Por otra parte, las características de imperio y coercitividad del acto reclamado, se


actualizan desde el momento en que la Institución Bancaria, es quien tiene a su
alcance las herramientas para ordenar la restricción, bloqueo y/o cancelación de las
cuentas bancarias de mi representada, así como para hacer efectiva tal decisión, sin
oportunidad de que mi representada pueda hacer valer en su contra algún recurso
o medio de defensa para modificar esa decisión.

Para demostrar lo anterior, basta traer a colación la definición de “imperio” que nos
proporciona el Diccionario del Español Jurídico de la Real Academia Española:
IMPERIO.

1. Hist.   Potestad de decidir sin contestación.

2. Hist.  Potestad que residía en el soberano y, por delegación, en


ciertos señores o magistrados, para decidir las causas civiles y
penales e imponer las penas correspondientes.

De la definición anterior, podemos advertir que el acto reclamado cumple


cabalmente con la característica de ser una resolución emitida con imperio, toda
vez, que en el presente caso la quejosa no tiene reconocido derecho alguno para
controvertir la decisión de la autoridad.

Además, como es propiamente la responsable quien tiene el uso y control de los


medios para proporcionar los servicios bancarios, tiene toda la facultad para hacer
coercitiva su decisión, ya que tanto material como formalmente, la quejosa no se
encuentra en aptitud de oponerse, rechazar, modificar o suspender los efectos y
alcances del acto reclamado, mismo que resultan ser de imposible reparación.

Es así, pues la utilización de servicios de banca y crédito resulta obligatoria para el


contribuyente o gobernado dado que diversas disposiciones establecen la
obligación de utilizar dichos servicios para realizar sus operaciones como las
establecidas en el Código Fiscal de la Federación, Ley del Impuesto Sobre la Renta,
Ley del Impuesto al Valor Agregado, Ley Federal para la Prevención e Identificación
de Recursos con Procedencia Ilícita mismas que se desarrollaran más adelante.

Por lo tanto, la actividad financiera es un servicio público prestado exclusivamente


por ciertas entidades pues sin este, cualquier gobernado o contribuyente no
podrán cumplir con sus obligaciones o ejercer sus derechos. Lo anterior es así dado
que:

1) Es una actividad fundamentalmente privada que no está reservada al Estado.

2) No obstante ser de índole privada, reviste un interés general muy arraigado.

3) Es una actividad dirigida al público.

4) Se desarrolla en régimen de autorización y no de concesión, configurándose un


régimen jurídico especial reglamentario, es decir, sus actos se rigen por una Ley
formal y material así como las disposiciones reglamentarias.
En este orden de ideas, tratándose de un servicio de interés general, de gran
impacto en la vida económica del país y relevancia para sus usuarios, no es
permisible que una institución financiera prive en forma arbitraria a un usuario de
dicho servicio público y básico, pues de lo contrario no le permitiría cumplir con
sus obligaciones constitucionales, legales o solamente ejercer sus derechos, dado
que la utilización de una cuenta bancaria por ejemplo no es una concesión graciosa
del particular sino la imposición de una obligación mediante leyes previamente
establecidas de tal forma que no es opción del contribuyente decidir si cuenta con
una cuenta bancaria.

Así entonces, la institución financiera adquiere la naturaleza de autoridad para


efectos del juicio de amparo cuando, bloquee, revoque, cancele o suspenda una
cuenta bancaria o cualquier servicio financiero dada la afectación de imposible
reparación que produce dicha actuación.

Lo anterior, aunado a que, el bloqueo de la cuenta bancaria o la restricción de


acceso al sistema financiero, debe de estar suficientemente motivada, y además
basada en razones que válidamente puedan justificar su cierre o bloqueo, de
conformidad con el ordenamiento jurídico vigente. De lo contrario, se podría
permitir a las instituciones bancarias públicas o privadas, negarse a ofrecer los
servicios de cuenta corriente a un usuario sin que medien motivos objetivos y
legítimos para ello, siendo que, no existe procedimiento o mecanismo alguno que
permita al contribuyente inconformarse ante una actuación caprichosa o arbitraria,
lo que redunda aún más en el estado de indefensión en a que puede estar ubicado
frente a la actuación de una institución financiera.

Por lo tanto, el bloqueo, revocación, cancelación o restricción de una cuenta


bancaria o de un servicio financiero bajo actuaciones que carecen de lo más
esencial de motivación o justificación legitima para ello, hacen procedente el juicio
de amparo, dado que dicho acto afecta en grado predominante los derechos
fundamentales de libertad de comercio, legalidad, debido proceso, seguridad
económica, previsto en el artículo 5, 14, y 16 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, aunado que también, impide el cumplimiento de las
obligaciones de los gobernados, como lo es, contribuir al gasto publico previsto en
el artículo 31 fracción IV de nuestra carta Magna, por lo que se constituyen de
aquellos actos que el artículo 5 fracción II de la Ley de Amparo, prevé como actos
de autoridad.

Lo anterior, dado que al exponer el bloqueo, cancelación, suspensión o restricción


de las cuentas bancarias de la quejosa a las consideraciones vertidas por el Poder
Judicial de la Federación, es posible determinar que dicho acto si se constituye
como de autoridad.

1. El acto que se le atribuye, lo realizó unilateral y obligatoriamente, esto es, si


su dictado, orden o ejecución se llevó a cabo sin la intervención del quejoso
y lo constriñó a su observancia o, en su caso, omitió realizar un acto que
estaba obligado a efectuar, y si con dicho acto u omisión se crearon,
modificaron o extinguieron situaciones jurídicas, en un plano de supra a
subordinación.

En efecto, la cancelación o cierre de la cuenta bancaria es un acto unilateral,


ejecutado sin la intervención del particular o quejoso. Modificando, o en su caso,
extinguiendo situaciones jurídicas, en el caso el particular, está impedido de realizar
operaciones afines a su actividad así como de cumplimiento de diversas
obligaciones.

Lo anterior es así, dado que la quejosa no tiene el deseo de dejar de recibir el


servicio financiero en comento, por ser una necesidad para su subsistencia como
persona moral; y con ello, la decisión de la institución financiera se torna
obligatoria, pues se está bloqueando la cuenta bancaria, sin dar la oportunidad de
que dicha decisión sea reconsiderada, modificada, combatida, etc., así como
tampoco se otorgó la oportunidad a mi mandante para conocer los motivos de
dicho bloqueo.

2. Ese acto se realizó (u omitió realizarse) con base en funciones determinadas


por una norma general; y

Los actos emanados de una institución bancaria como lo es BBVA BANCOMER, S.A.
INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE, se encuentran determinados por la Ley de
Instituciones de Crédito, la cual resulta ser una norma de orden público y
observancia general, que tiene por objeto regular el servicio de banca y crédito.

La cual, además, precisa que dichos servicios solo pueden ser prestados por
personas con características especiales, como lo es el caso de una institución de
banca múltiple, cuya constitución solo puede ser realizada con aprobación de la
Comisión Nacional Bancaria y de Valores, junto con la opinión favorable del Banco
de México; las cuales pueden prestar solo aquellos servicios permitidos por la ley,
como podría ser el de “contratos de productos y servicios múltiples”

Por lo tanto, el acto reclamado en el presente caso, se encuentra determinado y


regulado por la Ley de Instituciones de Crédito, acto que se hizo insistir en la
cancelación, bloqueo, suspensión, cierre o revocación de la cuenta bancaria y
servicios múltiples a nombre de mi mandante.

3. En su contra no existe un medio de defensa ordinario que permita al


gobernado defender el derecho afectado.

En el caso no lo hay, dando que no existe precepto legal alguno que permita al
contribuyente poder defenderse en contra del bloqueo de su cuenta bancaria y al
haber violaciones a derechos protegidos por la constitución, es viable la promoción
del Amparo.

Resulta aplicable la siguiente tesis:

INSTITUCIONES DE CRÉDITO. LA CANCELACIÓN DE UNA


CUENTA BANCARIA EMBARGADA POR LA AUTORIDAD
JUDICIAL ES UN ACTO DE AUTORIDAD PARA LA
PROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. Si bien es cierto que
las instituciones de crédito son personas morales de derecho
privado y, por regla general, contra sus actos es improcedente el
juicio de amparo, también lo es que cuando actúan en auxilio de
una autoridad judicial, en virtud del trámite de un juicio en el que
se embargaron cuentas bancarias, su intervención se equipara a
la de una autoridad ejecutora, ya que son las que materialmente
bloquean las cuentas e impiden que el usuario o beneficiario
realice cualquier operación financiera respecto de éstas. Por
tanto, si una institución de las indicadas inobservó la orden
judicial dada en los términos descritos y canceló las cuentas, con
la consecuente devolución del numerario correspondiente a
la persona que se designó como beneficiario, también dicho
acto debe considerarse como de autoridad para la
procedencia del juicio de amparo, ya que no se realizó en un
plano de coordinación, sino de supra a subordinación,
máxime que las instituciones de crédito actúan conforme lo
estatuye una norma general y, ante la duda de si el acto
reclamado proviene de una autoridad que tiene la calidad de
responsable para los efectos del amparo, debe otorgarse la
posibilidad al particular de acudir a un recurso judicial
efectivo que, en el caso, es el juicio para la protección de los
derechos fundamentales, previsto en los artículos 103 y 107
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Aunado a que si el artículo 5o., fracción II, segundo párrafo,
de la Ley de Amparo otorga la calidad de autoridad a los
particulares -con ciertos requisitos-, con mayor razón cuando una
institución de crédito es autoridad ejecutora, en el desempeño de
funciones bancarias, debe ser garante de los derechos humanos,
por ser parte de un ente público, con obligaciones generales,
principalmente las previstas en el artículo 1o. constitucional;
entonces, la autoridad señalada como responsable, al cancelar
las cuentas incurrió no sólo en un desacato a una orden
judicial, como fue el embargo a aquéllas, sino que además,
violó posibles derechos humanos relativos al patrimonio de
otras personas, es decir, con el acto de autoridad no sólo se
actualizó una violación a la seguridad jurídica como derecho
humano y al principio de legalidad, sino que hubo un
quebranto al orden jurídico nacional por un particular, lo que
evidentemente no puede permitirse por el juzgador, en
cumplimiento a lo que dispone el artículo indicado en último
término.[7]

INSTITUCIONES BANCARIAS. TIENEN EL CARÁCTER DE


AUTORIDAD RESPONSABLE EJECUTORA PARA EFECTOS DEL
JUICIO DE AMPARO, CUANDO ACTÚAN COMO AUXILIARES DEL
MINISTERIO PÚBLICO, A TRAVÉS DE LA COMISIÓN NACIONAL
BANCARIA Y DE VALORES, EN EL ASEGURAMIENTO DE CUENTAS
BANCARIAS DECRETADO EN UNA AVERIGUACIÓN PREVIA. El
artículo 5o., fracción II, de la Ley de Amparo establece que tiene
el carácter de autoridad responsable, con independencia de su
naturaleza formal, la que dicta, ordena, ejecuta o trata de ejecutar
el acto que crea, modifica o extingue situaciones jurídicas en
forma unilateral y obligatoria, u omita el acto que de realizarse
crearía, modificaría o extinguiría dichas situaciones jurídicas;
asimismo, dispone que los particulares tendrán esa calidad
cuando realicen actos equivalentes a los de autoridad, que
afecten derechos en los términos de esa fracción, y cuyas
funciones estén determinadas por una norma general. En este
contexto, si bien las instituciones bancarias son personas morales
de derecho privado y, por regla general, contra sus actos es
improcedente el juicio de amparo, cuando actúan en auxilio del
Ministerio Público, a través de la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores, en el aseguramiento de cuentas bancarias decretado en
averiguación previa, su intervención se equipara al de una
autoridad ejecutora, ya que son las que materialmente
"bloquean" las cuentas objeto del aseguramiento ministerial e
impiden, en algunos casos, que el usuario realice cualquier otra
operación financiera ante ellas; actuar que es susceptible de
afectar derechos fundamentales del cuentahabiente, entre otros
aspectos, porque le impiden la libre disposición de su numerario,
aunado a que dicho proceder se encuentra regulado por la Ley de
Instituciones de Crédito, que es una norma de carácter general; lo
anterior permite afirmar que en la hipótesis apuntada, los bancos,
como auxiliares de la representación social en la fase de ejecución
del aseguramiento de cuentas bancarias decretado en la
averiguación previa, intervienen como autoridad en cumplimiento
de una disposición legal y no como particulares con motivo de la
relación contractual que tienen con el titular de aquéllas.[8]

Entonces, adminiculando las consideraciones anteriores, podemos concluir que en


el presente caso la cancelación injustificada del contrato de apertura de cuenta
bancaria de mi representada, constituye un acto de autoridad en términos del
artículo 5, fracción II de la Ley de Amparo, pues independientemente de la
naturaleza formal del ente que emitió el acto reclamado, este fue emitido de forma
unilateral, obligatoria, modificando una situación jurídica en perjuicio de mi
representada, y creando un plano de supra subordinación.

Resulta ilustrativo el criterio siguiente:

UNIVERSIDADES PRIVADAS. LA OBLIGACIÓN IMPUESTA A SUS


ALUMNOS DE USAR UNA PULSERA, BRAZALETE U OTRO
DISTINTIVO ANÁLOGO, PARA DIFERENCIAR A QUIENES HAN
PAGADO LOS SERVICIOS EDUCATIVOS QUE PRESTAN, ES UN
ACTO DE PARTICULAR EQUIVALENTE A LOS DE AUTORIDAD,
IMPUGNABLE EN EL AMPARO INDIRECTO. La Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia 2a./J.
12/2002 estableció, conforme a la interpretación de la Ley de
Amparo abrogada, que las universidades públicas autónomas son
organismos descentralizados que forman parte de la
administración pública e integran la entidad política a la que
pertenecen (Federación o Estado); están dotadas legalmente de
autonomía en términos del artículo 3o., fracción VIII (actualmente
fracción VII), de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y, al regirse por normas de carácter general expedidas
por el respectivo Congreso, o por tener la facultad de expedirlas a
través de una cláusula legal habilitante, pueden ser autoridad
para efectos del juicio de amparo, respecto de actos realizados
con sus alumnos. Ahora bien, en términos de los artículos 1o.,
último párrafo y 5o., fracción II, de la Ley de Amparo vigente, las
universidades privadas, prestadoras del servicio de educación
superior que corresponde originariamente al Estado, son
particulares que pueden realizan actos equivalentes a los de
autoridad, al desarrollar funciones similares a las universidades
públicas autónomas, siempre que: a) dicten, ordenen, ejecuten o
traten de ejecutar algún acto en forma unilateral y obligatoria, o
bien, que omitan actuar en determinado sentido, b) afecten
derechos creando, modificando o extinguiendo situaciones
jurídicas; y, c) sus funciones estén determinadas en una norma
general que le confiera atribuciones para actuar como una
autoridad del Estado, cuyo ejercicio, por lo general, tenga un
margen de discrecionalidad. Es así, pues al igual que las
universidades públicas, cuentan con la autorización que les
confiere el citado precepto constitucional, sus funciones están
reguladas en los artículos 54 a 58 de la Ley General de Educación
y tienen facultad de establecer la forma en que prestan sus
servicios educativos, siempre y cuando se encuentren apegados a
los planes educativos aprobados por la Secretaría de Educación
Pública. Por tanto, la obligación que impone una universidad
privada a sus alumnos, de usar una pulsera, brazalete u otro
distintivo análogo, para diferenciar a quienes han pagado los
servicios educativos que presta, es un acto de particular
equivalente a los de autoridad, impugnable en el amparo
indirecto, porque dicha medida se emitió acorde con una norma
general que le confiere autonomía para crear situaciones jurídicas
que habrán de regir para sus alumnos y, con ello, es susceptible
de afectar el derecho humano a la educación.[9]
Aunado a lo anterior, el juicio de amparo es procedente porque el acto reclamado
carece de fundamentación y motivación lo que es una violación directa a la
Constitución, no procede medio de defensa legal alguno. En todo caso, la
determinación de la calidad de la autoridad responsable no es un tema de auto
inicial sino una cuestión de fondo que debe resolverse solo en audiencia
constitucional. Resulta aplicable la siguiente tesis:

AUTO INICIAL DE TRÁMITE DE LA DEMANDA DE AMPARO. NO ES


LA ACTUACIÓN PROCESAL OPORTUNA PARA ANALIZAR SI EL
ACTO RECLAMADO PROVIENE DE UNA AUTORIDAD PARA
EFECTOS DEL JUICIO DE AMPARO, CUANDO SE IMPUGNA
CUALQUIER ACTO RELACIONADO CON LA PRESTACIÓN DEL
SERVICIO PÚBLICO DE SUMINISTRO DE ENERGÍA ELÉCTRICA
PRESTADO POR LA COMISIÓN FEDERAL DE ELECTRICIDAD, EN
EJERCICIO DE SU FACULTAD CONSTITUCIONAL. En el auto
señalado el Juez de Distrito no está en posibilidad jurídica ni
material de precisar si cualquier acto reclamado, relacionado con
la prestación del servicio público de suministro de energía
eléctrica prestado por la Comisión Federal de Electricidad, en
ejercicio de su facultad constitucional, proviene o no de una
autoridad para efectos del juicio de amparo, ya que en esa etapa
del procedimiento únicamente constan en el expediente los
argumentos plasmados en el escrito inicial de demanda y las
pruebas que se acompañen a ésta. Por tanto, al no existir
actualmente jurisprudencia de carácter obligatorio que defina en
ese supuesto, si la Comisión Federal de Electricidad tiene o no
dicho carácter, el Juez federal no está en aptitud para desechar la
demanda de amparo bajo el argumento de que se actualiza un
motivo manifiesto e indudable de improcedencia, ya que en esa
etapa no es evidente, claro y fehaciente, pues se requerirá hacer
un análisis profundo, tomando en cuenta la reforma
constitucional y legal en materia energética, para determinar su
improcedencia, estudio propio de la sentencia definitiva, razón
por la cual, debe admitirla, sin perjuicio de que al dictar sentencia
lleve a efecto el análisis referido.[10]

b. Procedencia del juicio de amparo dado que la utilización del sistema


financiero es una obligación prevista en una Ley formal y material.
Además, para estudiar la PROCEDENCIA del Juicio de Amparo no podemos perder
de vista que existen diversos servicios financieros que brindan las Instituciones
Bancarias, y que depende en la prestación de cuál de ellos se está cometiendo el
ACTO RECLAMADO, que a manera de ejemplo se citan los servicios siguientes:

1. Cuentas de ahorro.
2. Cuentas de inversión.
3. CUENTAS EMPRESARIALES.

Dicha distinción es necesaria para analizar la PROCEDENCIA del juicio de Amparo


pues, no en la prestación de todos los servicios el Banco cuenta con el carácter de
AUTORIDAD, ello puesto que en tratándose de las cuentas de ahorro y de inversión
pudiera generalizarse que se trata de un acto entre particulares regido por la
legislación mercantil. Empero, dicha premisa no puede prevalecer en tratándose
de CUENTAS EMPRESARIALES, ello ya que no debemos soslayar el motivo o
causa por el cual una “EMPRESA” –como la ahora quejosa- abrió una cuenta
bancaria, para en primer término derivó de una decisión voluntaria o un verdadero
imperio de ley.

El origen o motivo del porqué una empresa o persona con fines lucrativos abre una
cuenta bancaria más que a un acto de voluntad obedece a un cumplimiento ya
sea de obligaciones legales o para el cumplimiento de condicionantes para hacer
efectivos derechos en materia fiscal. ´Por ejemplo en el caso en concreto mi
representada tiene como actividad preponderante la de la PRESTACIÓN DE
SERVICIOS XXXXXX, la cual conforme a los artículos 1 de la Ley del Impuesto Sobre
la Renta y 27 del Código Fiscal de la Federación tiene la obligación de inscribirse
al Registro Federal de Contribuyentes, para efectos de cumplir al Gasto Público
por la causación de ese impuesto.

Sin embargo, también por disposición Constitucional es imperativo que dicha


contribución se realice de manera PROPORCIONAL y equitativa, y para efectos del
Impuesto Sobre la Renta, esa proporcionalidad solamente se refleja
DISMINUYENDO DE LA BASE DEL IMPUESTO LAS DEDUCCIONES
AUTORIZADAS, y para que una persona moral como ésta quejosa los requisitos
que deben de cumplir sus deducciones, entre otros, son:

LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA

 
Artículo 27. Las deducciones autorizadas en este Título deberán reunir
los siguientes requisitos:

III. Estar amparadas con un comprobante fiscal y que  los pagos cuyo
monto exceda  de $2,000.00 se efectúen  mediante transferencia
electrónica de fondos  desde cuentas abiertas a nombre del
contribuyente  en instituciones que componen el sistema financiero y
las entidades que para tal efecto autorice el Banco de México;
cheque nominativo de la cuenta del contribuyente, tarjeta de crédito, de
débito, de servicios, o los denominados monederos electrónicos
autorizados por el Servicio de Administración Tributaria.

Como vemos, para que una contribuyente como ésta quejosa pueda dar efectos
fiscales válidamente a una erogación (con la finalidad de contribuir sobre una base
que efectivamente refleje su verdadera capacidad) si ésta excede del monto de
$2,000.00, NECESARIAMENTE TIENE QUE REALIZARSE A TRAVÉS DEL SISTEMA
FINANCIERO, y es por ello que existe el producto denominado CUENTA
EMPRESARIAL.

Entonces, de un análisis sistémico de las disposiciones legales que rigen a una


persona moral con fines lucrativos, vemos que, NO ES POR VOLUNTAD SINO
POR CUMPLIMIENTO A SUS OBLIGACIONES LEGALES, que tiene que abrir una
cuenta bancaria empresarial en el sistema financiero, pues se insiste, el marco
legal en el que se desenvuelve así lo exige para determinado cumplimiento de
formalidades esenciales a que está sujeta.

Por ello, en el caso particular de cancelación o negativa de apertura de CUENTAS


EMPRESARIALES, se debe estudiar la participación de la Institución Bancaria bajo
una óptica totalmente distinta a los demás productos financieros, pues se insiste,
mientras en el caso de las cuentas de ahorro y de inversión se tratan de servicios
opcionales, en el caso de las CUENTAS EMPRESARIALES el marco normativo que
justifican su existencia IMPONEN A SUS TITULARES SU USO OBLIGATORIO, so
pena de incumplir con formalidades legales que afectan directamente su
patrimonio; entonces LA PARTICIPACIÓN DEL BANCO RESPONSABLE entorno a ese
servicio corresponde al de una verdadera AUTORIDAD.

En otras palabras, el marco legal actual, impone la obligación a los contribuyentes


de que PREVIO A LA REALIZACIÓN de sus operaciones de comercio, DEBEN
OBTENER UNA CUENTA BANCARIA EMPRESARIAL, para que dichas operaciones
sean válidas en determinados ámbitos, como lo son el fiscal, incluso, en
determinadas actividades como lo son la de Constitución o transmisión de derechos
reales sobre bienes inmuebles,  existe expresamente la prohibición de realizar sus
operaciones a través del USO DE EFECTIVO, exigiendo que éstas se realicen a
través del SISTEMA FINANCIERO tal y como se lee del artículo 32, de la Ley Federal
para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia
Ilícita (en adelante LFPIORPI), que para un mejor proveer se transcribe:

LFPIORPI

Artículo 32.  Queda prohibido dar cumplimiento a obligaciones y, en


general, liquidar o pagar, así como aceptar la liquidación o el pago, de
actos u operaciones mediante el uso de monedas y billetes, en moneda
nacional o divisas y Metales Preciosos, en los supuestos siguientes:

I. Constitución o transmisión de derechos reales sobre bienes inmuebles


por un valor igual o superior al equivalente a ocho mil veinticinco veces el
salario mínimo vigente en el Distrito Federal, al día en que se realice el
pago o se cumpla la obligación;

En el caso de ejemplo, la realización de las operaciones comerciales no son


únicamente para hacer efectivos derechos (deducciones), sino que constituyen
una OBLIGACIÓN LEGAL EXPRESA; por lo que para poder concluir que
efectivamente el uso de CUENTAS BANCARIAS EMPRESARIALES no se trata de un
servicio adquirido voluntariamente, sino del cumplimiento de una obligación,
debemos reconocer que la existencia de dicho producto puede
conceptualizarse de la manera siguiente:

En ese orden de ideas, resulta evidente que para estudiar la procedencia del
presente Juicio de Amparo, ese Juez de Distrito no debe perder de vista que la
cancelación o no apertura de las cuentas bancarias EMPRESARIALES, no se trata de
uno los servicios bancarios a los que un particular puede voluntariamente acceder,
sino que se trata de un servicio que POR IMPERATIVO DE LEY los contribuyentes
deben adquirir para a través de éste cumplir tanto obligaciones (LFPIORPI) como
condicionantes de efectividad de derechos (deducciones), y que por esa razón en
particular la posición de la Institución Bancaria en el caso reclamado sí es
realmente el de una AUTORIDAD al ser su producto el que por disposición legal
debe utilizar mi representada para los fines antes expuestos.

c. Procedencia del juicio de amparo dado que el bloqueo, cancelación,


inmovilización, o suspensión de la cuenta bancaria o del sistema
financiero es un acto de imposible reparación material que afecta
derechos fundamentales.

Al respecto, el tema relativo al bloqueo, cancelación de una cuenta bancaria o


impedimento legal para realizar operaciones a través del sistema financiero,
constituye un acto de imposible reparación, porque imposibilita al particular
afectado para disponer materialmente de sus recursos económicos, con lo que se
le impide utilizarlos para realizar sus fines, pues esa indisponibilidad afecta su
desarrollo económico, al provocar el incumplimiento de sus obligaciones, de ahí
que sea un acto fuera de juicio que afecta de manera inmediata sus derechos
sustantivos. Por tanto, en su contra procede el juicio de amparo indirecto, en
términos de la fracción II del artículo 114 de la Ley de Amparo.

Más aún, el tema relativo al aseguramiento e inmovilización de cuentas bancarias


ha sido considerado tradicionalmente como un acto inconstitucional, que hace que
el amparo sea procedente.

Resulta aplicable la siguiente jurisprudencia:

ASEGURAMIENTO PRECAUTORIO. EL ARTÍCULO 145-A,


FRACCIÓN III, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN QUE LO
PREVÉ, ES VIOLATORIO DEL ARTÍCULO 16 DE LA CONSTITUCIÓN
FEDERAL. El artículo 145-A, fracción III, del Código Fiscal de la
Federación, al establecer el mecanismo de aseguramiento
precautorio de bienes en el supuesto de que los contribuyentes
se nieguen a proporcionar la contabilidad que acredite el
cumplimiento de las disposiciones fiscales a que están obligados,
es violatorio de la garantía de legalidad prevista en el artículo 16
de la Constitucional Política de los Estados Unidos Mexicanos, en
virtud de que no existe una relación congruente con el fin
planteado por la norma y la medida precautoria, pues la
oposición del gobernado a proporcionar su contabilidad no tiene
un significado patrimonial que justifique el aseguramiento de
bienes, cuando se controvierte una norma legal restrictiva de la
libertad o que tiene un contenido de afectación patrimonial, pues
en tal caso es pertinente establecer si la medida adoptada por el
legislador puede considerarse racional o adecuada en tanto exista
una relación entre la medida y el fin constitucionalmente
autorizado, por lo que el legislador no puede tratar de alcanzar
objetivos constitucionalmente legítimos de un modo
abiertamente desproporcional, toda vez que la persecución del
contribuyente no debe hacerse a través de una afectación
innecesaria o desmedida de otros bienes y derechos
constitucionalmente protegidos.[11]

ASEGURAMIENTO PRECAUTORIO DE LOS BIENES O DE LA


NEGOCIACIÓN DEL CONTRIBUYENTE. EL ARTÍCULO 40,
FRACCIÓN III, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN, AL
ESTABLECER DICHA MEDIDA CUANDO LOS CONTRIBUYENTES,
RESPONSABLES SOLIDARIOS O TERCEROS CON ELLOS
RELACIONADOS SE OPONGAN, IMPIDAN U OBSTACULICEN
FÍSICAMENTE EL INICIO O DESARROLLO DEL EJERCICIO DE LAS
FACULTADES DE LAS AUTORIDADES FISCALES, TRANSGREDE EL
ARTÍCULO 16 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL, AL NO GUARDAR
RACIONALIDAD NI PROPORCIONALIDAD CON SU FINALIDAD. Si
bien es cierto que el aseguramiento de bienes es una medida
apta para conseguir que las resoluciones y determinaciones
fiscales se cumplan cuando los particulares quieran faltar a sus
obligaciones tributarias, en tanto puede impedirles continuar con
el desarrollo normal de sus actividades, como sucede cuando se
aseguran sus cuentas bancarias o su negociación, pues ello
naturalmente propiciará una respuesta inmediata ante tal
situación, también lo es que al controvertirse una disposición
restrictiva de la libertad o que tiene un contenido de afectación
patrimonial, es pertinente establecer si la decisión del legislador
puede considerarse racional o adecuada, en tanto exista una
relación de instrumentalidad entre ésta y el fin pretendido,
porque no puede tratar de alcanzarse objetivos
constitucionalmente legítimos de un modo abiertamente
desproporcional, a costa de una afectación innecesaria o
desmedida de otros bienes y derechos protegidos por la Norma
Suprema. Por tanto, el artículo 40, fracción III, del Código Fiscal
de la Federación, al establecer el aseguramiento precautorio de
los bienes o de la negociación del contribuyente cuando éste, los
responsables solidarios o terceros con ellos relacionados se
opongan, impidan u obstaculicen físicamente el inicio o
desarrollo del ejercicio de las facultades de las autoridades
fiscales, transgrede el artículo 16 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, al no guardar dicha medida
racionalidad ni proporcionalidad con su finalidad, pues la
oposición del gobernado a que las autoridades desarrollen sus
atribuciones de fiscalización no implica la preexistencia de una
obligación patrimonial que justifique una acción cuyo alcance es
de esa naturaleza. Además, si bien es cierto que la Constitución
Federal autoriza al legislador a dotar al fisco de mecanismos que
le permitan actuar eficazmente cuando los contribuyentes
intenten incumplir con sus obligaciones (objetivo
constitucionalmente legítimo), también lo es que ello no puede
lograrse a través de una restricción patrimonial desmedida, como
ocurre con el mencionado aseguramiento.[12]

d. Procedencia del juicio de amparo porque la cancelación revocación de


cuentas bancarias o restricción al sistema financiero es un acto que
debe ser fundado y no de ser abusivo, capricho o arbitrario de acuerdo
derecho comparado.

En el caso de la Corte Constitucional de la Republica de Colombia,


determinó la procedencia del medio de defensa interpuesto vía constitucional
en contra de la cancelación de cuentas bancarias realizada (de forma
unilateral) por una institución bancaria; en dicha resolución el Pleno basó su
análisis en dos puntos:

1. La autonomía privada.

2. Libertad contractual de las entidades financieras.

Partiendo de dichos aspectos, la Corte Constitucional de la Republica de Colombia


determinó que, las entidades financieras como personas jurídicas que desarrollan la
actividad bancaria, independientemente de su naturaleza pública, privada o
mixta, actúan en ejercicio de una autorización del Estado para cumplir uno de
sus fines, que es el de la prestación de los servicios públicos, por lo cual gozan
de algunas prerrogativas, pero igualmente se obligan a cumplir condiciones
mínimas de derechos de los usuarios.

Ahora bien, en el caso que nos ocupa, en la sentencia en comento se analizó la


procedencia de la acción de tutela contra actos de entidades financieras
particulares (página 22 de la sentencia que se adjuntó en el correo de
antecedentes), en donde se destacó lo siguiente:

1. No existe norma expresa que prevea la procedencia de esa acción contra


entidades financieras particulares.
2. Diferencia entre una actividad dirigida a prestar un servicio público y una
prestación de servicio público.
3. Un particular al asumir la prestación de la actividad bancaria adquiere una
posición de supremacía material frente al usuario.
4. Las personas jurídicas que desarrollan la actividad bancaria, independiente
de su naturaleza pública, privada o mixta, actúan en ejercicio de una
autorización del estado para cumplir uno de sus fines que es el de la
prestación de un servicio público.

Por otra parte, dentro de la sentencia en comentario (hoja 2, 3 y 4) se puede


destacar los derechos siguientes:

DERECHO DE ACCESO A LA ACTIVIDAD FINANCIERA/DERECHO


A LA PERSONALIDAD JURIDICA-Garantía a la aptitud negocial

Se encuentra prohibida la sanción que elimine indefinidamente


la posibilidad de acceder a las actividades económicas lícitas,
dentro de ellas, el ingreso a la actividad bancaria. Por lo tanto, la
constitucionalización de la personalidad jurídica implica una especial
garantía a la aptitud negocial, pues la transgresión del núcleo
esencial de este derecho fundamental apareja la protección
inmediata de la acción de tutela.

DERECHO DE ACCESO AL SISTEMA FINANCIERO EN IGUALDAD


DE CONDICIONES

(…)

Si bien las libertades económicas no son derechos fundamentales


per se y que, además, pueden ser limitados ampliamente por el
Legislador, no es posible restringirlos arbitrariamente ni es
factible impedir el ejercicio, en igualdad de condiciones, de todas
las personas que se encuentren en condiciones fácticamente
similares. Es viable predicar la ius fundamentalidad de estos
derechos cuando se encuentren en conexidad con un derecho
fundamental [i]

Lo anterior deja de manifiesto la procedencia del amparo en contra de la


cancelación de cuentas bancarias de forma unilateral por las instituciones
financieras, toda vez que con independencia a su naturaleza como particulares,
llevan a cabo actos que califican como realizados por autoridades, situación que
violenta la esfera jurídica de la quejosa.

Por ultimo y a efecto de demostrar que resulta procedente la admisión del


presente juicio de amparo, no omito señalar que ha sido criterio reiterado por los
Tribunales de ese H. Poder Judicial de la Federación, el admitir a trámite dicho
juicio de amparo en virtud de las consideraciones vertidas por el DÉCIMO TERCER
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO, al resolver la
Queja 57/2017, que dio origen a la Tesis de rubro:  I.13o.C.14 K (10a.), al tenor
siguiente:

Ahora bien, este tribunal considera que, en el caso, el auto inicial


del juicio de amparo, no es la etapa procesal adecuada para que la
Juez de Distrito esté en posibilidad jurídica ni material de precisar si
el acto reclamado referido, proviene o no de una autoridad para
efectos del juicio de amparo, en términos del artículo 5o., fracción
II, párrafo segundo, de la Ley de Amparo, dado que en esa etapa del
procedimiento únicamente constan en el expediente los
argumentos plasmados en el escrito inicial de demanda y las
pruebas que se acompañen a ésta.

Ciertamente, la quejosa le atribuye a la institución bancaria que señala


como autoridad responsable, un acto unilateral de terminación arbitraria
de la relación jurídica consistente en la prestación de servicios bancarios
que tenía contratados con aquélla, alegando que con ello extingue una
situación jurídica existente entre las partes, por lo que le atribuye la
calidad equiparable al acto de autoridad. 

Por lo cual, es necesario tener a la vista las manifestaciones de la


persona moral señalada como responsable y LAS PRUEBAS QUE
APORTEN LAS PARTES PARA DETERMINAR SI AQUÉLLA ACTUÓ O
NO CON LAS CARACTERÍSTICAS PROPIAS DE UNA AUTORIDAD, DE
CONFORMIDAD CON LO DISPUESTO POR EL ARTÍCULO 5O.,
FRACCIÓN II, DE LA LEY DE AMPARO.

Por tanto, la Juez Federal no está en aptitud para desechar la demanda


de amparo bajo el argumento de que se actualiza un motivo manifiesto
e indudable de improcedencia, puesto que en esa etapa no es evidente,
claro y fehaciente, pues se requerirá hacer un análisis profundo para
determinar su improcedencia, estudio propio de la sentencia definitiva.

Sirve de apoyo a lo anterior, por analogía, la jurisprudencia número


2a./J. 54/2012 (10a.), de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Décima Época, Libro 31, junio de 2016, Tomo II, materia
común, página 829 «y en el Semanario Judicial de la Federación del
viernes 17 de junio de 2016 a las 10:17 horas», de título, subtítulo y texto
siguientes:

"AUTO INICIAL DE TRÁMITE DE LA DEMANDA DE AMPARO. NO ES LA


ACTUACIÓN PROCESAL OPORTUNA PARA ANALIZAR SI EL ACTO
RECLAMADO PROVIENE DE UNA AUTORIDAD PARA EFECTOS DEL
JUICIO DE AMPARO, CUANDO SE IMPUGNA EL ACUERDO DE FIJACIÓN
DE TARIFAS PARA SUMINISTRO Y VENTA DE ENERGÍA ELÉCTRICA. En el
auto señalado el Juez de Distrito no está en posibilidad jurídica ni
material de precisar si el acto reclamado, consistente en el Acuerdo por
el que se autoriza la modificación y reestructuración a las tarifas para
suministro y venta de energía eléctrica y modifica disposiciones
complementarias de dichas tarifas, proviene o no de una autoridad para
efectos del juicio de amparo, ya que en esa etapa del procedimiento
únicamente constan en el expediente los argumentos plasmados en el
escrito inicial de demanda y las pruebas que se acompañen a ésta. Por
tanto, el Juez Federal no está en aptitud para desechar la demanda de
amparo bajo el argumento de que se actualiza un motivo manifiesto e
indudable de improcedencia, ya que en esa etapa no es evidente, claro y
fehaciente, pues se requerirá hacer un análisis profundo para determinar
su improcedencia, estudio propio de la sentencia definitiva, razón por la
cual debe admitir la demanda de amparo, sin perjuicio de que en el
transcurso del procedimiento lleve a efecto el análisis exhaustivo de esos
supuestos."

Igualmente, sirve de apoyo a lo anterior, por identidad de razón, la


jurisprudencia número III.5o.A. J/6 (10a.), publicada en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 35, octubre de
2016, Tomo IV, materia común, página 2505 «y en el Semanario Judicial
de la Federación del viernes 28 de octubre de 2016 a las 10:28 horas»,
en la que el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Tercer Circuito consideró:

"AUTO INICIAL DE TRÁMITE DE LA DEMANDA DE AMPARO INDIRECTO.


POR REGLA GENERAL, NO ES LA ACTUACIÓN PROCESAL OPORTUNA
PARA DETERMINAR SI EL ACTO RECLAMADO PROVIENE DE UNA
AUTORIDAD PARA EFECTOS DEL JUICIO CONSTITUCIONAL, POR LO
QUE EL JUEZ DE DISTRITO NO DEBE DESECHARLA, ARGUMENTANDO
QUE SE ACTUALIZA UN MOTIVO MANIFIESTO E INDUDABLE DE
IMPROCEDENCIA, SALVO QUE ÉSTA SE ADVIERTA EN FORMA PATENTE
Y ABSOLUTAMENTE CLARA, Y SE TENGA LA CERTEZA Y PLENA
CONVICCIÓN DE QUE ES OPERANTE. El auto indicado no es la actuación
procesal oportuna para determinar si el acto reclamado proviene de una
autoridad para efectos del juicio de amparo, cuando para demostrar la
actualización de esa causal de improcedencia se requiere de un análisis
exhaustivo, pues, por regla general, en esa etapa del procedimiento el
Juez de Distrito no está en posibilidad jurídica ni material de efectuar
esa precisión, ya que, únicamente en el expediente constan los
argumentos planteados en el escrito inicial de demanda y las pruebas
que se acompañen a ésta. Por tanto, no debe desechar la demanda de
amparo indirecto bajo el argumento de que se actualiza un motivo
manifiesto e indudable de improcedencia, porque no es evidente, claro
ni fehaciente, de manera que se requerirá hacer un estudio profundo
para establecer su improcedencia, propio de la sentencia definitiva,
razón por la cual debe admitirse la demanda, sin perjuicio de que en el
transcurso del procedimiento realice el análisis exhaustivo de esos
supuestos, salvo que se advierta en forma patente y absolutamente
clara, y se tenga la certeza y plena convicción de que la causal de
improcedencia es operante, de modo que aun en el supuesto de
admitirse la demanda y sustanciarse el procedimiento, no sería posible
arribar a una convicción diversa, independientemente de los elementos
que pudieran allegar las partes."

Consecuentemente, es evidente que con los elementos que contaba la


Juez de Distrito al momento de emitir el auto inicial de la demanda de
amparo, no puede considerarse que se actualice de manera manifiesta e
indudable la causa de improcedencia que invocó.
Incluso, de conformidad a los principios de generalidad, abstracción e
impersonalidad, resulta aplicable por analogía el siguiente criterio:

AUTO INICIAL DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO EN MATERIA PENAL.


NO ES LA ACTUACIÓN PROCESAL ADECUADA PARA CALIFICAR SI LAS
INSTITUCIONES BANCARIAS QUE ACTÚAN EN AUXILIO DE
AUTORIDADES PENALES, MEDIANTE LA COMISIÓN NACIONAL
BANCARIA Y DE VALORES, EN EL ASEGURAMIENTO DE CUENTAS
BANCARIAS, TIENEN LA CALIDAD DE AUTORIDAD RESPONSABLE
EJECUTORA, EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 5o., FRACCIÓN II, PÁRRAFO
SEGUNDO, DE LA LEY DE LA MATERIA.

Cuando las instituciones bancarias actúan en auxilio de las autoridades


penales, mediante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en el
aseguramiento de cuentas bancarias, su intervención se equipara a la de
una autoridad ejecutora, ya que son las que materialmente "bloquean"
las cuentas objeto del aseguramiento e impiden, en algunos casos, que
el usuario realice cualquier otra operación financiera ante ellas, lo cual
constituye una afectación a derechos fundamentales, al impedir al
particular disponer de su patrimonio. Lo relevante es que el proceder de
las instituciones bancarias, se encuentra regulado en sentido amplio, en
los artículos 115 y 117 de la Ley de Instituciones de Crédito y 4,
fracciones XVIII, XIX y XIX bis, de la Ley de la Comisión Nacional Bancaria
y de Valores; sin embargo, dichos preceptos no regulan en específico el
caso de que se ordene un bloqueo de cuentas bancarias por la posible
comisión de un delito, o derivado de asuntos penales, lo que podría
generar discrecionalidad en el proceder de la institución bancaria y
elimina su carácter de mero auxiliar obligado de esas autoridades y
otorga imperio, en un plano de supra a subordinación, sobre el
gobernado, de ejecutar o decidir respecto a la cancelación o
congelamiento de cuentas. Por ese motivo, la sola circunstancia de ser
particulares no basta para sostener que no son equiparables a una
autoridad, pues debe valorarse y resolverse si los particulares a los
cuales el quejoso atribuyó el carácter de responsable, actúan conforme a
la ley cuando inmovilizan y/o congelan una cuenta bancaria; por lo que
es menester contar con más elementos a efecto de dilucidar
válidamente esa cuestión. De ahí que, el auto inicial del juicio de
amparo, no es la actuación procesal adecuada para que el Juez de
Distrito esté en posibilidad jurídica y material de precisar si el acto
reclamado referido, proviene o no de una autoridad para efectos del
juicio de amparo, en términos del artículo 5o., fracción II, párrafo
segundo, de la Ley de Amparo, dado que, en esa etapa del
procedimiento, únicamente constan en el expediente los argumentos
plasmados en el escrito inicial de demanda y las pruebas que se
acompañen a ésta. Por tanto, el Juez Federal no puede desechar la
demanda, bajo el argumento de que se actualiza un motivo manifiesto e
indudable de improcedencia, ya que en esa etapa no es evidente, claro y
fehaciente, pues se requerirá hacer un análisis sobre si la institución
bancaria en cuestión realiza algún acto de ejecución.[13]

Máxime aún que el acto cuya constitucionalidad se cuestiona, no se reclama


únicamente a los funcionarios de la Institución Financiera señalados, sino
también, a diversas autoridades administrativas que se encuentran obligadas
a rendir informes justificados y que forman parte ya de la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores, ya de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público toda
vez que la quejosa desconoce si fueron las responsables quienes ordenaron la
cancelación de las cuentas bancarias por conducto de la institución financiera.

Lo anterior dio origen la Criterio siguiente:

Época: Décima Época

Registro: 2014781

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 44, Julio de 2017, Tomo II

Materia(s): Común

Tesis: I.13o.C.14 K (10a.)

Página: 1033

 
INSTITUCIÓN BANCARIA. EL AUTO INICIAL DE TRÁMITE DE
LA DEMANDA DE AMPARO NO ES LA ETAPA PROCESAL
ADECUADA PARA DETERMINAR SI LE ASISTE O NO LA
CALIDAD DE AUTORIDAD RESPONSABLE, CUANDO SE
RECLAMA LA DETERMINACIÓN UNILATERAL DE AQUÉLLA DE
DAR POR CONCLUIDA LA RELACIÓN DE PRESTACIÓN DE
SERVICIOS BANCARIOS CON UNO DE SUS CLIENTES. De
acuerdo con el artículo 5o., fracción II, párrafo segundo, de la Ley
de Amparo, el juicio de amparo es procedente contra actos de
particulares a quienes les asista la calidad de autoridades
responsables; sin embargo, cuando se promueve el juicio
constitucional contra actos de alguna institución bancaria, a la
que se le reclama la determinación unilateral por virtud de la cual
da por concluida la relación de prestación de servicios bancarios
con uno de sus clientes, el auto inicial de trámite no es la etapa
adecuada para determinar si a dicha institución le asiste o no la
calidad de autoridad responsable, en tanto que, el juzgador de
amparo únicamente cuenta con lo expresado por la quejosa en su
demanda y, en su caso, con los anexos de ésta.
Consecuentemente, en dicha etapa no puede advertirse de
manera manifiesta e indudable si a la institución bancaria le asiste
o no la calidad de autoridad responsable, pues para determinar si
actuó o no con las características de autoridad es necesario
realizar un estudio profundo con base en sus manifestaciones y
las pruebas aportadas por las partes, lo que es propio de la
sentencia que se dicte en la audiencia constitucional, por lo que
no procede desechar de plano la demanda de amparo.

DÉCIMO TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL


PRIMER CIRCUITO.

Queja 57/2017. 26 de abril de 2017. Mayoría de votos. Disidente:


Arturo Ramírez Sánchez. Ponente: María Concepción Alonso
Flores. Secretario: Jorge Bautista Soria.

 
Esta tesis se publicó el viernes 14 de julio de 2017 a las 10:21
horas en el Semanario Judicial de la Federación.

En consecuencia, resulta materia de estudio del fondo del asunto el determinar o


bien, se den a conocer a la quejosa los motivos y fundamentos que llevaron a las
autoridades responsables a ordenar la cancelación de sus cuentas bancarias.

Entonces, una vez demostrada la procedencia del presente juicio de amparo


indirecto, me permito hacer valer en contra del acto reclamado, los siguientes:

VIII.- CONCEPTOS DE VIOLACIÓN:

PRIMERO. EL ACTO RECLAMADO ES INCONSTITUCIONAL Y VIOLA EN


PERJUICIO DE MI REPRESENTADA LOS ARTÍCULOS 14 Y 16
CONSTITUCIONALES, EN RELACIÓN CON EL DIVERSO NUMERAL 115 DE LA
LEY DE INSTITUCIONES DE CRÉDITO, CONCRETAMENTE EN SU PÁRRAFO
NOVENO, EN RELACIÓN CON LAS REGLAS 37, 38, 39, 40 Y 41 DE LAS
DISPOSICIONES DE CARÁCTER GENERAL A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 115
DE LA LEY DE INSTITUCIONES DE CRÉDITO, LO ANTERIOR PORQUE LA
AUTORIDAD RESPONSABLE BLOQUEA, CANCELA, SUSPENDE O REVOCA LAS
CUENTAS BANCARIAS DE LA QUEJOSA, IMPIDIENDO O RESTRINGIENDO CON
ELLO, SU ACCESO AL SISTEMA FINANCIERO, LO ANTERIOR BASANDOSE EN
UNA ARBITRARIA PRESUNCIÓN DEL LAVADO DE DINERO, SIN QUE ELLO
HAYA SIDO DETERMINADO POR AUTORIDAD COMPETENTE O DENTRO DE
UN PROCEDIMIENTO JUDICIAL.

En efecto, para comprender el planteamiento acabado de realizar, es menester


puntualizar el hecho de que los artículos 14 y 16 constitucionales, custodian en su
contenido las garantías de legalidad, de certeza jurídica y consecuentemente el
derecho a un debido proceso, en ese sentido, lo que esta parte quejosa expondrá
en el presente concepto de violación es la manera en la que la autoridad
responsable, consistente en el representante legal de la institución de crédito
denominada __________________________ violó en perjuicio de mi representada el
principio de legalidad y de seguridad jurídica al bloquear, cancelar, suspender o
revocar sus cuentas bancarias, sin sujetarse al procedimiento que se encuentra
previsto en la Ley de Instituciones de Crédito, concretamente en su artículo 115, en
relación con las reglas 37, 38, 39, 40 y 41 de las Disposiciones de Carácter General a
que se refiere el artículo 115 de la Ley de Instituciones de Crédito.

En ese orden de ideas, es pertinente señalar que los preceptos constitucionales


acabados de mencionar, señalan lo siguiente:

Artículo 14.  A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de


persona alguna.

Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o


derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente
establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al
hecho.

Artículo 16.  Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio,


papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la
autoridad competente, que funde y motive la causa legal del
procedimiento. En los juicios y procedimientos seguidos en forma de juicio
en los que se establezca como regla la oralidad, bastará con que quede
constancia de ellos en cualquier medio que dé certeza de su contenido y
del cumplimiento de lo previsto en este párrafo.

De los numerales acabados de insertar se desprende, en lo que importa al caso en


particular, lo siguiente:

o Que nadie puede ser privado de sus propiedades, posesiones o derechos,


sino mediante un juicio, mismo que deberá seguirse ante los tribunales
previamente establecidos, en el cual deberá cumplirse con las formalidades
esenciales del procedimiento, mismas que se desprenderán de las leyes
expedidas con anterioridad al hecho de que se trate.
o Así mismo se desprende que nadie puede ser molestado en sus posesiones,
sino en virtud de un mandamiento escrito de una autoridad competente en
la que se funde y motive la causa legal del procedimiento en cuestión.

Ahora bien, como ya se dijo, de los preceptos constitucionales citados, se puede


apreciar la existencia de los principios de legalidad, de certeza jurídica y de debido
proceso, todos ellos como antecedente o requisito necesario para afectar
válidamente la esfera jurídica de los particulares. Esto es, ni el Estado a través de su
administración centralizada, desconcentrada o descentralizada, ni mucho menos
una institución de crédito integrante del sistema financiero mexicano, actuando en
funciones de autoridad, tienen la potestad de ordenar o ejecutar actos que
violenten la esfera de derechos de algún particular, como en el caso lo es mi
representada.

En ese sentido, desde este momento me permito reiterar que la violación


constitucional que se denuncia a través del presente concepto de violación consiste
en que la institución de crédito denominada __________________________ ha impedido
que mi representada acceda al sistema financiero mexicano a través del bloqueo o
inmovilización de sus cuentas bancarias, haciendo descansar su determinación en
la presunción de que la aquí quejosa participa en operaciones relacionadas con la
actividad denominada “Lavado de dinero” o “Blanqueo de capitales”, lo cual, no
necesariamente implica una violación constitucional, lo que si la constituye, es el
hecho de que la referida institución de crédito arribe a dicha determinación sin
que la misma haya sido definida o declarada por una autoridad constitucional
o administrativa facultada para ello.

En el caso, como se precisó anteriormente el acto reclamado tiene las siguientes


características concretas:

Sin embargo, no debe pasarse por alto el hecho de que, en el caso concreto la
autoridad está limitando el derecho de la quejosa a disponer de sus bienes o
bien, de su patrimonio, sin hacer circular dicha decisión por un filtro mínimo de
legalidad y de constitucionalidad, lo que genera que se den las violaciones de las
que se viene hablando y que se ilustran en el esquema que se inserta en líneas
anteriores. Mismas que, como ya se ha dicho, constituyen una violación a la que le
reviste el carácter de arbitrariedad, dado que a través de la decisión unilateral,
imperativa y coercitiva del representante legal de la institución de crédito
denominada ________________________ se está limitando a mi representada para que
disponga de sus recursos propios, o bien, para que disponga de ellos en
relación con terceros, y lo que es más, se le está colocando en una clasificación de
personas que presuntamente realizan, o han realizado operaciones con recursos de
procedencia ilícita, y/o relacionadas con actos de “Lavado de dinero” o
“Blanqueamiento de capitales”, sin que ello haya derivado de la sustanciación de
un procedimiento judicial, administrativo o ministerial.

Lo cierto es que, se insiste, la autoridad responsable en el presente juico de


amparo, se condujo de manera arbitraria en relación con la aquí quejosa, pues si
bien es cierto que el párrafo noveno del artículo 115 de la Ley de Instituciones de
Crédito, en relación con las reglas 37, 38, 39, 40 y 41 de las Disposiciones de
Carácter General a que se refiere el artículo 115 de la Ley de Instituciones de
Crédito establecen un procedimiento para incluir a algún usuario de los servicios
de las instituciones de crédito que integran el sistema financiero mexicano en una
lista de usuarios bloqueados, lo cierto es que en el caso, dicho procedimiento no
fue colmado por la responsable.

De lo anterior se desprende que, de no conducirse con la arbitrariedad con la que


lo hace, el representante legal de la institución de crédito señalada como autoridad
responsable, debió haber agotado el procedimiento administrativo a que se refiere
el párrafo noveno del artículo 115 de la Ley de Instituciones de Crédito, de
conformidad, desde luego, con las disposiciones de carácter general que en
relación con el mismo ha establecido la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Para entender cuál es el procedimiento del que se viene hablando, es pertinente


transcribir las porciones normativas que lo detallan, misas que al efecto establecen
lo que sigue:

LEY DE INSTITUCIONES DE CRÉDITO

Artículo 115.-  En los casos previstos en los artículos 111 a 114 de esta
Ley, se procederá indistintamente a petición de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público, quien requerirá la opinión previa de la
Comisión Nacional Bancaria y de Valores o bien, a petición de la
institución de crédito de que se trate, del titular de las cuentas
bancarias o de quien tenga interés jurídico.

En los casos previstos en los artículos 114 Bis 1, 114 Bis 2, 114 Bis 3 y
114 Bis 4 de esta Ley, se procederá a petición de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público, a solicitud de quien tenga interés jurídico.
Dicha Secretaría requerirá la opinión previa de la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores.
Lo dispuesto en los artículos citados en este Capítulo, no excluye la
imposición de las sanciones que conforme a otras leyes fueren
aplicables, por la comisión de otro u otros delitos.

Las instituciones de crédito, en términos de las disposiciones de


carácter general que emita la Secretaría de Hacienda y Crédito Público,
escuchando la previa opinión de la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores, estarán obligadas, en adición a cumplir con las demás
obligaciones que les resulten aplicables, a:

I. Establecer medidas y procedimientos para prevenir y detectar actos,


omisiones u operaciones que pudieran favorecer, prestar ayuda, auxilio
o cooperación de cualquier especie para la comisión de los delitos
previstos en los artículos 139 ó 148 Bis del Código Penal Federal o que
pudieran ubicarse en los supuestos del artículo 400 Bis del mismo
Código, y

II. Presentar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por


conducto de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, reportes
sobre:

a. Los actos, operaciones y servicios que realicen con sus clientes y


usuarios, relativos a la fracción anterior, y

b. Todo acto, operación o servicio, que realicen los miembros del


consejo de administración, directivos, funcionarios, empleados y
apoderados, que pudiesen ubicarse en el supuesto previsto en la
fracción I de este artículo o que, en su caso, pudiesen contravenir o
vulnerar la adecuada aplicación de las disposiciones señaladas.

Los reportes a que se refiere la fracción II de este artículo, de


conformidad con las disposiciones de carácter general previstas en el
mismo, se elaborarán y presentarán tomando en consideración, cuando
menos, las modalidades que al efecto estén referidas en dichas
disposiciones; las características que deban reunir los actos,
operaciones y servicios a que se refiere este artículo para ser
reportados, teniendo en cuenta sus montos, frecuencia y naturaleza, los
instrumentos monetarios y financieros con que se realicen, y las
prácticas comerciales y bancarias que se observen en las plazas donde
se efectúen; así como la periodicidad y los sistemas a través de los
cuales habrá de transmitirse la información. Los reportes deberán
referirse cuando menos a operaciones que se definan por las
disposiciones de carácter general como relevantes, internas
preocupantes e inusuales, las relacionadas con transferencias
internacionales y operaciones en efectivo realizadas en moneda
extranjera.

Asimismo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en las citadas


disposiciones de carácter general emitirá los lineamientos sobre el
procedimiento y criterios que las instituciones de crédito deberán
observar respecto de:

a. El adecuado conocimiento de sus clientes y usuarios, para lo cual


aquéllas deberán considerar los antecedentes, condiciones específicas,
actividad económica o profesional y las plazas en que operen;

b. La información y documentación que dichas instituciones deban


recabar para la apertura de cuentas o celebración de contratos
relativos a las operaciones y servicios que ellas presten y que acredite
plenamente la identidad de sus clientes;

c. La forma en que las mismas instituciones deberán resguardar y


garantizar la seguridad de la información y documentación relativas a
la identificación de sus clientes y usuarios o quienes lo hayan sido, así
como la de aquellos actos, operaciones y servicios reportados conforme
al presente artículo;

d. Los términos para proporcionar capacitación al interior de las


instituciones sobre la materia objeto de este artículo. Las disposiciones
de carácter general a que se refiere el presente artículo, señalarán los
términos para su debido cumplimiento;

e. El uso de sistemas automatizados que coadyuven al cumplimiento de


las medidas y procedimientos que se establezcan en las propias
disposiciones de carácter general a que se refiere este artículo, y

f. El establecimiento de aquellas estructuras internas que deban


funcionar como áreas de cumplimiento en la materia, al interior de
cada institución de crédito.

Las instituciones de crédito deberán conservar, por al menos diez años,


la información y documentación a que se refiere el inciso c) del párrafo
anterior, sin perjuicio de lo establecido en éste u otros ordenamientos
aplicables.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público estará facultada para


requerir y recabar, por conducto de la Comisión Nacional Bancaria y
de Valores, a las instituciones de crédito, quienes estarán obligadas a
entregar información y documentación relacionada con los actos,
operaciones y servicios a que se refiere este artículo. La Secretaría de
Hacienda y Crédito Público estará facultada para obtener información
adicional de otras personas con el mismo fin y a proporcionar
información a las autoridades competentes.

Las instituciones de crédito deberán suspender de forma


inmediata la realización de actos, operaciones o servicios con los
clientes o usuarios que la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público les informe mediante una lista de personas bloqueadas
que tendrá el carácter de confidencial. La lista de personas
bloqueadas tendrá la finalidad de prevenir y detectar actos,
omisiones u operaciones que pudieran ubicarse en los supuestos
previstos en los artículos referidos en la fracción I de este
artículo.

La obligación de suspensión a que se refiere el párrafo anterior


dejará de surtir sus efectos cuando la Secretaria de Hacienda y
Crédito Público elimine de la lista de personas bloqueadas al
cliente o usuario en cuestión.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público establecerá, en las


disposiciones de carácter general a que se refiere este artículo, los
parámetros para la determinación de la introducción o
eliminación de personas en la lista de personas bloqueadas.

El cumplimiento de las obligaciones señaladas en este artículo no


implicará trasgresión alguna a lo establecido en el artículo 142 de esta
Ley.

Las disposiciones de carácter general a que se refiere este artículo


deberán ser observadas por las instituciones de crédito, así como por
los miembros del consejo de administración, directivos, funcionarios,
empleados y apoderados respectivos, por lo cual, tanto las entidades
como las personas mencionadas serán responsables del estricto
cumplimiento de las obligaciones que mediante dichas disposiciones se
establezcan.

La violación a las disposiciones a que se refiere este artículo será


sancionada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores conforme
al procedimiento previsto en el artículo 107 Bis, 109 Bis 5, segundo y
tercer párrafos de la presente Ley, con multa equivalente del 10% al
100% del monto del acto, operación o servicio que se realice con un
cliente o usuario que se haya informado que se encuentra en la lista de
personas bloqueadas a que se refiere este artículo; con multa
equivalente del 10% al 100% del monto de la operación inusual no
reportada o, en su caso, de la serie de operaciones relacionadas entre sí
del mismo cliente o usuario, que debieron haber sido reportadas como
operaciones inusuales; tratándose de operaciones relevantes, internas
preocupantes, las relacionadas con transferencias internacionales y
operaciones en efectivo realizadas en moneda extranjera, no
reportadas, así como los incumplimientos a cualquiera de los incisos a.,
b., c., e. del quinto párrafo de este artículo, se sancionará con multa de
30,000 a 100,000 días de salario y en los demás casos de
incumplimiento a este precepto y a las disposiciones que de él emanen
multa de 5,000 a 50,000 días de salario.

Los servidores públicos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y


de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, las instituciones de
crédito, sus miembros del consejo de administración, directivos,
funcionarios, empleados y apoderados, deberán abstenerse de dar noticia
de los reportes y demás documentación e información a que se refiere
este artículo, a personas o autoridades distintas a las facultadas
expresamente en los ordenamientos relativos para requerir, recibir o
conservar tal documentación e información. La violación a estas
obligaciones será sancionada en los términos de las leyes
correspondientes.

De lo cual se desprende que las instituciones de crédito tienen la obligación de


suspender de manera inmediata la realización de actos, operaciones o servicios con
clientes o usuarios que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público les informe
mediante una lista de personas bloqueadas que tendrá el carácter de confidencial.
Así mismo, señala que la lista de personas bloqueadas tendrá la finalidad de
prevenir y detectar actos, omisiones u operaciones que pudieran ubicarse en los
supuestos previstos en los artículos referidos en la fracción I de este artículo.
En estricta relación con la obligación que el párrafo noveno de la porción
normativa supra citada establece a cargo de las instituciones de crédito, el párrafo
décimo del mismo numeral establece que dicha obligación dejará de surtir sus
efectos cuando la Secretaría de Hacienda y Crédito Público elimine de dicha lista al
cliente o usuario en cuestión.

Y lo que es más importante, el párrafo décimo primero del multi aludido numeral
señala que la manera en la que se llevará a cabo la ejecución de las referidas
facultades se encuentra contenida en las disposiciones de carácter general que al
efecto establecerá la Secretaría de Hacienda, en las que se señalarán los
parámetros para la determinación de la introducción o eliminación de personas en
la lista de personas bloqueadas. Por ello, es pertinente traer al cuerpo del de
cuenta, el contenido de las referidas reglas que resultan aplicables, mismas que al
efecto establecen lo que sigue:

CAPITULO VI

REPORTES DE OPERACIONES INUSUALES

37ª.-  Por cada Operación Inusual que detecte una Entidad, esta deberá
remitir a la Secretaría, por conducto de la Comisión, el reporte
correspondiente, dentro de un periodo que no exceda los sesenta días
naturales contados a partir de que se genere la alerta por medio de su
sistema, modelo, proceso o por el empleado de la Entidad, lo que ocurra
primero. Al efecto, las Entidades deberán remitir los reportes a que se
refiere esta Disposición, a través de medios electrónicos y en el formato
oficial que para tal fin expida la Secretaría, conforme a los términos y
especificaciones señalados por esta última. En el evento de que la Entidad
de que se trate detecte una serie de Operaciones realizadas por el mismo
Cliente o Usuario que guarden relación entre ellas como Operaciones
Inusuales, o que estén relacionadas con alguna o algunas Operaciones
Inusuales, o que complementen a cualquiera de ellas, la Entidad
describirá lo relativo a todas ellas en un solo reporte.

38ª.-  Para efectos de determinar aquellas Operaciones que sean


Inusuales, las Entidades deberán considerar, entre otras, las siguientes
circunstancias, con independencia de que se presenten en forma aislada o
conjunta:

I. Las condiciones específicas de cada uno de sus Clientes, como son, entre
otras, sus antecedentes, el grado de Riesgo en que lo haya clasificado la
Entidad de que se trate, así como su ocupación, profesión, actividad, giro
del negocio u objeto social correspondiente;

II. Los tipos, montos, frecuencia y naturaleza de las Operaciones que


comúnmente realicen sus Clientes o, en su caso, sus Usuarios que tengan
registrados y, tratándose de Clientes, la relación que guarden con los
antecedentes y la actividad económica conocida de ellos;

III. Los montos inusualmente elevados, la complejidad y las modalidades


no habituales de las Operaciones que realicen los Clientes o, en su caso,
los Usuarios que tengan registrados;

IV. Las Operaciones realizadas en una misma cuenta, así como aquellas
llevadas a cabo por un mismo Usuario con moneda extranjera, cheques
de viajero y monedas acuñadas en platino, oro y plata, por montos
múltiples o fraccionados que, por cada Operación individual, sean iguales
o superen el equivalente a quinientos dólares de los Estados Unidos de
América, realizadas en un mismo mes calendario que sumen, al menos, la
cantidad de diez mil dólares de los Estados Unidos de América o su
equivalente en la moneda de que se trate, siempre que las mismas no
correspondan al perfil transaccional del Cliente o que, respecto de
aquellas realizadas por Usuarios, se pueda inferir de su estructuración una
posible intención de fraccionar las Operaciones para evitar ser detectadas
por las Entidades para efectos de estas Disposiciones;

V. Los usos y prácticas crediticias, fiduciarias, mercantiles y bancarias que


priven en la plaza en que operen;

VI. Cuando los Clientes o Usuarios se nieguen a proporcionar los datos o


documentos de identificación correspondientes, señalados en los
supuestos previstos al efecto en las presentes Disposiciones, o cuando se
detecte que presentan información que pudiera ser apócrifa o datos que
pudieran ser falsos;

VII. Cuando los Clientes o Usuarios intenten sobornar, persuadir o


intimidar al personal de las Entidades, con el propósito de lograr su
cooperación para realizar actividades u Operaciones Inusuales o se
contravengan las presentes Disposiciones, otras normas legales o las
políticas, criterios, medidas y procedimientos de la Entidad en la materia;
VIII. Cuando los Clientes o Usuarios pretendan evadir los parámetros con
que cuentan las Entidades para reportar las Operaciones a que se refieren
las presentes Disposiciones;

IX. Cuando se presenten indicios o hechos extraordinarios respecto de los


cuales la Entidad de que se trate no cuente con una explicación, que den
lugar a cualquier tipo de suspicacia sobre el origen, manejo o destino de
los recursos utilizados en las Operaciones respectivas, o cuando existan
sospechas de que dichos indicios o hechos pudieran estar relacionados
con actos, omisiones u Operaciones que pudieran favorecer, prestar
ayuda, auxilio o cooperación de cualquier especie para la comisión de los
delitos previstos en los artículos 139 ó 148 Bis del Código Penal Federal, o
que pudiesen ubicarse en los supuestos del artículo 400Bis del mismo
ordenamiento legal;

X. Cuando las Operaciones que los Clientes o Usuarios pretendan realizar


involucren países o jurisdicciones: a) Que la legislación mexicana
considera que aplican regímenes fiscales preferentes, o b) Que, a juicio de
las autoridades mexicanas, organismos internacionales o agrupaciones
intergubernamentales en materia de prevención de operaciones con
recursos de procedencia ilícita o financiamiento al terrorismo de los que
México sea miembro, no cuenten con medidas para prevenir, detectar y
combatir dichas operaciones, o bien, cuando la aplicación de dichas
medidas sea deficiente. Para efectos de lo previsto en el párrafo anterior,
la Secretaría pondrá a disposición de las Entidades a través de medios de
consulta en la red mundial denominada Internet, la lista de los países y
jurisdicciones que se ubiquen en los supuestos señalados en dicho párrafo;

XI. Cuando una transferencia electrónica de fondos sea recibida sin la


totalidad de la información que la debe acompañar, de acuerdo con lo
previsto en la 16ª de las presentes Disposiciones;

XII. Cuando se presuma o existan dudas de que un Cliente o Usuario


opera en beneficio, por encargo o a cuenta de un tercero, sin que lo haya
declarado a la Entidad de que se trate, de acuerdo con lo señalado en las
presentes Disposiciones o bien, la Entidad no se convenza de lo contrario,
a pesar de la información que le proporcione el Cliente o Usuario a que se
refiere el segundo párrafo de la 31ª de estas Disposiciones, y

XIII. Las condiciones bajo las cuales operan otros Clientes que hayan
señalado dedicarse a la misma actividad, profesión o giro mercantil, o
tener el mismo objeto social. Cada Entidad deberá prever en el
documento de políticas, criterios, medidas y procedimientos internos a
que se refiere la 64ª de las presentes Disposiciones, o bien, en algún otro
documento o Manual elaborado por la propia Entidad, los mecanismos
con base en los cuales deban examinarse los antecedentes y propósitos de
aquellas Operaciones que, conforme a las presentes Disposiciones, deban
ser presentadas al Comité para efectos de su dictaminación como
Operaciones Inusuales. En todo caso, los resultados de dicho examen
deberán constar por escrito y quedarán a disposición de la Secretaría y la
Comisión, por lo menos durante diez años contados a partir de la
celebración de la reunión del Comité en que se hayan presentado tales
resultados. Para facilitar el proceso de identificación de Operaciones
Inusuales, la Secretaría deberá asesorar regularmente a las Entidades y
proporcionar guías, información y tipologías que permitan detectar
Operaciones que deban reportarse conforme a las presentes
Disposiciones. Asimismo, en el proceso de determinación de las
Operaciones Inusuales a que se refiere la presente Disposición, las
Entidades deberán apoyarse en sus documentos de políticas, criterios,
medidas y procedimientos internos a que se refiere la 64ª de las presentes
Disposiciones y, además de esto, considerarán las guías elaboradas al
efecto por la Secretaría y por organismos internacionales y agrupaciones
intergubernamentales en materia de prevención y combate de
operaciones con recursos de procedencia ilícita y de financiamiento al
terrorismo, de los que México sea miembro, que dicha Secretaría les
proporcione.

39ª.- En el supuesto de que una Operación Relevante sea considerada por


la Entidad de que se trate como Operación Inusual, esta deberá formular,
por separado, un reporte por cada uno de esos tipos de Operación.

40ª.- Para la elaboración de reportes de Operaciones Inusuales y


Operaciones Internas Preocupantes, las Entidades tomarán en cuenta las
propuestas de buenas prácticas que, en su caso, dé a conocer la
Secretaría. Asimismo, para efectos de lo señalado anteriormente, las
Entidades podrán observar lo previsto en la55ª de las presentes
Disposiciones. Con la finalidad de mejorar la calidad de los reportes antes
mencionados, la Secretaría remitirá a las Entidades, con una periodicidad
de al menos cada tres meses, de acuerdo con los lineamientos contenidos
en las propuestas de buenas prácticas referidas en el párrafo anterior,
informes sobre la calidad de los reportes de Operaciones Inusuales y
Operaciones Internas Preocupantes que estas le presenten.
41ª.- En caso de que una Entidad cuente con información basada en
indicios o hechos concretos de que, al pretenderse realizar una Operación,
los recursos pudieren provenir de actividades ilícitas o pudieren estar
destinados a favorecer, prestar ayuda, auxilio o cooperación de cualquier
especie para la comisión de los delitos previstos en los artículos 139 ó 148
Bis del Código Penal Federal, o que pudiesen ubicarse en los supuestos del
artículo 400 Bis del mismo ordenamiento legal, esa misma Entidad, en el
evento en que decida aceptar dicha Operación, deberá remitir a la
Secretaría, por conducto de la Comisión, dentro de las 24 horas contadas
a partir de que conozca dicha información, un reporte de Operación
Inusual, en el que, en la columna de descripción de la Operación, se
deberá insertar la leyenda "Reporte de 24 horas". De igual forma, en
aquellos casos en que el Cliente o Usuario respectivo no lleve a cabo la
Operación a que se refiere este párrafo, la Entidad deberá presentar a la
Secretaría, por conducto de la Comisión, el reporte de Operación Inusual
en los términos antes señalados y, respecto de dichos Usuarios,
proporcionará, en su caso, toda la información que sobre ellos haya
conocido.

Asimismo, cada Entidad deberá reportar como Operación Inusual, dentro


del plazo señalado en el párrafo anterior, cualquier Operación que haya
llevado a cabo con las personas a que hace referencia el último párrafo de
la 68ª de las presentes Disposiciones.

Para efectos de lo previsto en esta Disposición, las Entidades deberán


establecer en sus documentos de políticas, criterios, medidas y
procedimientos internos a que se refiere la 64ª de las presentes
Disposiciones, aquellos conforme a los cuales su personal, una vez que
conozca la información de que se trata, deba hacerla del conocimiento
inmediato del Oficial de Cumplimiento de la Entidad, para que este
cumpla con la obligación de enviar el reporte que corresponda.

Lo dispuesto en la presente Disposición será procedente sin perjuicio de


las acciones tomadas por las Entidades de acuerdo con lo convenido con
sus Clientes conforme de lo estipulado entre ambas partes.

Ahora bien, de las citadas reglas, se desprende la existencia de un procedimiento


especial que las instituciones de crédito se encuentran obligadas a seguir en el
caso de que detecten de cualquiera de sus usuarios una operación de las que las
mismas instituciones de crédito han calificado como inusuales. En efecto, dicho
procedimiento tiene lugar de la siguiente manera:
 Si la institución de crédito a través de su comité de comunicación y control,
detecta una operación inusual de las mencionadas en la regla 2ª de las
disposiciones de carácter general relativas al artículo 115 de la Ley General
de Instituciones de Crédito, debe remitir a la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público, a través de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores un
reporte, mismo que le hará llegar en un plazo no mayor a 60 días naturales
a partir de que genere la alerta por medio de su sistema. Lo anterior revela
que para que dicho informe pueda ser remitido a la Secretaría de Hacienda,
deberá primero emitir una alerta en su propio sistema. Además, dicho
reporte deberá ser remitido a través de medios electrónicos y también a
través del formato que al efecto haya expedido la propia secretaría.

 Ahora bien, la calificación de inusual en una operación, no puede recaer de


manera arbitraria en algún movimiento bancario realizado por algún cliente,
sino que deberán ceñirse a los parámetros establecidos en las disposiciones
de carácter general de las que se viene hablando, mismos que, de manera
resumida, son los siguientes:

 Se deben considerar los antecedentes del cliente, así como su actividad


económica o giro comercial, ocupación y grado de riesgo adquirido.
 Los tipos, montos, frecuencia y naturaleza de las Operaciones que
comúnmente realice el cliente.
 Los montos que se consideran inusuales, así como la complejidad y
modalidad de las operaciones realizadas por los clientes.
 Las operaciones realizadas con moneda extranjera.
 Los usos y practicas crediticias que priven en la plaza en la que se opera.
 Cuando un cliente se niegue a proporcionar información que le sea
requerida, o bien, proporcione información falsa o apócrifa.
 Cuando un cliente intente sobornar, persuadir o intimidar a algún funcionario
bancario con la finalidad de que colabore en la realización de alguna
operación inusual.
 Cuando se presenten hechos extraordinarios en virtud de los cuales se genere
alguna suspicacia en la institución de crédito, respecto al origen, manejo o
destino de los recursos del cliente en cuestión.
 Cuando los recursos de las cuentas de los clientes, se muevan a entidades o
jurisdicciones en las que se tenga conocimiento de que se aplican regímenes
fiscales preferentes.

Considerando que en el caso concreto, se niega lisa y llanamente que mi


representada haya incurrido en alguno de los supuestos de la regla 38ª de las
Disposiciones Generales relativas al artículo 115 de la Ley de Instituciones de
Crédito, se estima que el actuar del representante legal de la institución de crédito
denominada ______________________ es inconstitucional, pues presume que mi
representada se encuentra realizando o colaborando con la realización de actos
vinculados al lavado de dinero o blanqueo de capitales, sin que para ello haya
mediado el desarrollo de un procedimiento administrativo, judicial o ministerial, en
el que con audiencia de partes, respetando el derecho de audiencia de cada una de
ellas, y a través de parámetros objetivos, se haya determinado la situación jurídica
o financiera de mi representada.

Igualmente se niega lisa y llanamente que, en el supuesto jamás concedido de que


mi representada haya incurrido en alguna de las conductas señaladas en la regla
38ª de las Disposiciones Generales relativas al artículo 115 de la Ley de
Instituciones de Crédito, las autoridades señaladas como responsables hayan
realizado, previo a la inmovilización de mis cuentas, el procedimiento señalada en
el presenta concepto de violación.

Por las consideraciones anteriores, se estima que la responsable ha violado en


perjuicio de mi representada, los derechos humanos a la legalidad, seguridad
jurídica y al debido proceso  de mi representada, por lo que se considera
pertinente conceder en su favor el amparo y protección de la justicia federal, para
el efecto de que se desbloqueen, des inmovilicen o se levante la suspensión que
sobre ellas se ha depositado.

SEGUNDO. EL ACTO RECLAMADO VIOLA LO ESTABLECIDO EN EL ARTICULO 1,


5 Y 25 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS PUES EL BLOQUEO, CANCELACIÓN, REVOCACIÓN O
SUSPENSIÓN DE LA CUENTA BANCARIA Y ACCESO A LOS SERVICIOS
FINANCIEROS IMPIDE A LA QUEJOSA EJERCER LIBREMENTE SU ACTIVIDAD
COMERCIAL, ES DECIR, VIOLENTA DE MANERA DIRECTA SU DERECHO AL
TRABAJO.

Conforme a lo anterior, resulta necesario citar el contenido de los preceptos


constitucionales antes mencionados, que rezan:

Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas


gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución
y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea
parte,  así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no
podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones
que esta Constitución establece.
Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de
conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de
la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más
amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la


obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los
derechos humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En
consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar
las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la
ley.

Artículo 5o.  A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la


profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo
lícitos.  El ejercicio de esta libertad sólo podrá vedarse por determinación
judicial, cuando se ataquen los derechos de tercero, o por resolución
gubernativa, dictada en los términos que marque la ley, cuando se
ofendan los derechos de la sociedad. Nadie puede ser privado del
producto de su trabajo, sino por resolución judicial.

La ley determinará en cada entidad federativa, cuáles son las profesiones


que necesitan título para su ejercicio, las condiciones que deban llenarse
para obtenerlo y las autoridades que han de expedirlo

Nadie podrá ser obligado a prestar trabajos personales sin la justa


retribución y sin su pleno consentimiento, salvo el trabajo impuesto como
pena por la autoridad judicial, el cual se ajustará a lo dispuesto en las
fracciones I y II del artículo 123.

En cuanto a los servicios públicos, sólo podrán ser obligatorios, en los


términos que establezcan las leyes respectivas, el de las armas y los
jurados, así como el desempeño de los cargos concejiles y los de elección
popular, directa o indirecta. Las funciones electorales y censales tendrán
carácter obligatorio y gratuito, pero serán retribuidas aquéllas que se
realicen profesionalmente en los términos de esta Constitución y las leyes
correspondientes. Los servicios profesionales de índole social serán
obligatorios y retribuidos en los términos de la ley y con las excepciones
que ésta señale

[…]
Artículo 25. Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional
para garantizar que éste sea integral y sustentable, que fortalezca la
Soberanía de la Nación y su régimen democrático y que, mediante la
competitividad, el fomento del crecimiento económico y el empleo y una
más justa distribución del ingreso y la riqueza, permita el pleno ejercicio
de la libertad y la dignidad de los individuos, grupos y clases sociales,
cuya seguridad protege esta Constitución. La competitividad se entenderá
como el conjunto de condiciones necesarias para generar un mayor
crecimiento económico, promoviendo la inversión y la generación de
empleo.

El Estado velará por la estabilidad de las finanzas públicas y del


sistema financiero para coadyuvar a generar condiciones favorables
para el crecimiento económico y el empleo. El Plan Nacional de
Desarrollo y los planes estatales y municipales deberán observar dicho
principio.

El Estado planeará, conducirá, coordinará y orientará la actividad


económica nacional, y llevará al cabo la regulación y fomento de las
actividades que demande el interés general en el marco de libertades que
otorga esta Constitución.

Al desarrollo económico nacional concurrirán, con responsabilidad


social, el sector público, el sector social y el sector privado, sin
menoscabo de otras formas de actividad económica que
contribuyan al desarrollo de la Nación.

El sector público tendrá a su cargo, de manera exclusiva, las áreas


estratégicas que se señalan en el artículo 28, párrafo cuarto de la
Constitución, manteniendo siempre el Gobierno Federal la propiedad y el
control sobre los organismos y empresas productivas del Estado que en su
caso se establezcan. Tratándose de la planeación y el control del sistema
eléctrico nacional, y del servicio público de transmisión y distribución de
energía eléctrica, así como de la exploración y extracción de petróleo y
demás hidrocarburos, la Nación llevará a cabo dichas actividades en
términos de lo dispuesto por los párrafos sexto y séptimo del artículo 27
de esta Constitución. En las actividades citadas la ley establecerá las
normas relativas a la administración, organización, funcionamiento,
procedimientos de contratación y demás actos jurídicos que celebren las
empresas productivas del Estado, así como el régimen de remuneraciones
de su personal, para garantizar su eficacia, eficiencia, honestidad,
productividad, transparencia y rendición de cuentas, con base en las
mejores prácticas, y determinará las demás actividades que podrán
realizar.

Asimismo podrá participar por sí o con los sectores social y privado, de


acuerdo con la ley, para impulsar y organizar las áreas prioritarias del
desarrollo.

Bajo criterios de equidad social, productividad y sustentabilidad se


apoyará e impulsará a las empresas de los sectores social y privado de la
economía, sujetándolos a las modalidades que dicte el interés público y al
uso, en beneficio general, de los recursos productivos, cuidando su
conservación y el medio ambiente.

La ley establecerá los mecanismos que faciliten la organización y la


expansión de la actividad económica del sector social: de los ejidos,
organizaciones de trabajadores, cooperativas, comunidades, empresas que
pertenezcan mayoritaria o exclusivamente a los trabajadores y, en
general, de todas las formas de organización social para la producción,
distribución y consumo de bienes y servicios socialmente necesarios.

La ley alentará y protegerá la actividad económica que realicen los


particulares y proveerá las condiciones para que el
desenvolvimiento del sector privado contribuya al desarrollo
económico nacional, promoviendo la competitividad e implementando
una política nacional para el desarrollo industrial sustentable que incluya
vertientes sectoriales y regionales, en los términos que establece esta
Constitución.

A fin de contribuir al cumplimiento de los objetivos señalados en los


párrafos primero, sexto y noveno de este artículo, las autoridades
de todos los órdenes de gobierno, en el ámbito de su competencia,
deberán implementar políticas públicas de mejora regulatoria para
la simplificación de regulaciones, trámites, servicios y demás
objetivos que establezca la ley general en la materia.

Asimismo podrá participar por sí o con los sectores social y privado, de


acuerdo con la ley, para impulsar y organizar las áreas prioritarias del
desarrollo.
Bajo criterios de equidad social, productividad y sustentabilidad se
apoyará e impulsará a las empresas de los sectores social y privado de la
economía, sujetándolos a las modalidades que dicte el interés público y al
uso, en beneficio general, de los recursos productivos, cuidando su
conservación y el medio ambiente.

La ley establecerá los mecanismos que faciliten la organización y la


expansión de la actividad económica del sector social: de los ejidos,
organizaciones de trabajadores, cooperativas, comunidades, empresas que
pertenezcan mayoritaria o exclusivamente a los trabajadores y, en
general, de todas las formas de organización social para la producción,
distribución y consumo de bienes y servicios socialmente necesarios.

La ley alentará y protegerá la actividad económica que realicen los


particulares y proveerá las condiciones para que el desenvolvimiento del
sector privado contribuya al desarrollo económico nacional, promoviendo
la competitividad e implementando una política nacional para el
desarrollo industrial sustentable que incluya vertientes sectoriales y
regionales, en los términos que establece esta Constitución.

A fin de contribuir al cumplimiento de los objetivos señalados en los


párrafos primero, sexto y noveno de este artículo, las autoridades de todos
los órdenes de gobierno, en el ámbito de su competencia, deberán
implementar políticas públicas de mejora regulatoria para la
simplificación de regulaciones, trámites, servicios y demás objetivos que
establezca la ley general en la materia.

[…]

Acorde con lo anterior, nuestra Ley Suprema consagra a favor de cualquier persona
el derecho a ejercer la profesión, industria, comercio o trabajo que a sus intereses
convenga, estableciendo como única ocasión para esto que dicha profesión,
industria o comercio se encuentre regulada dentro del marco legal.

Precisado lo anterior, resulta de suma importancia el derecho humano tutelado en


tales artículos, pues el trabajo como derecho humano resulta necesario para
alcanzar una vida digna, por lo que todas las personas, sin discriminación alguna,
tienen derecho a su plena y efectiva realización.
Ahora bien, tratándose de las personas morales, el derecho humano al trabajo se
traduce en el derecho que le asiste a estas para desarrollar la actividad comercial
para la que fueron creadas, siendo que al mismo tiempo, el trabajo es una actividad
útil de las personas que les permite producir bienes y servicios para satisfacer sus
necesidades y en especial las de sus clientes. De esta manera, el trabajo es
comprendido no sólo como un medio de supervivencia sino también como un
medio de bienestar social y desarrollo económico de la Nación, dado que permite
el desarrollo personal y la aceptación e integración social de quien realiza una
labor o trabajo, en el caso de las personas morales representa una oportunidad de
trabajo para personas físicas, dependiendo del caso, y además beneficia a la
Nación, en virtud de que mientras más personas realicen una actividad comercial
licita, mayor será el crecimiento económico de la Nación.

Por consiguiente, es de precisar que el derecho al trabajo no se circunscribe


solamente al trabajo a sueldo o a lo que se conoce como empleo, pues abarca
todas las actividades humanas que le permiten a las personas “ganarse” la vida, ya
sea mediante el ejercicio de una profesión para las personas físicas o mediante el
libre ejercicio de la actividad comercial para la persona moral.

En ese mismo orden de idas, los multi mencionados artículos en supra, tutelan otra
garantía para el gobernado, pues no sólo le otorgan el derecho a dedicarse a lo
que a sus intereses convenga y a desarrollar libremente su actividad comercial, sino
que además, prevé la obligación del Estado de garantizar el libre ejercicio de dicho
derecho para las personas, realizando las gestiones necesarias para tal efecto y
adecuando la legislación de un modo que facilite su ejercicio, tal como lo ha
establecido nuestro máximo tribunal en el siguiente criterio Jurisprudencial:

DERECHOS HUMANOS. OBLIGACIÓN DE GARANTIZARLOS EN


TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 1o., PÁRRAFO TERCERO, DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS.

El párrafo tercero del artículo 1o. de la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos dispone como obligaciones generales
de las autoridades del Estado Mexicano las consistentes en: i)
Respetar; ii) Proteger; iii) Garantizar; y, iv) Promover los derechos
humanos, de conformidad con los principios rectores de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.
De ahí que para determinar si una conducta específica de la
autoridad importa violación a derechos fundamentales, debe
evaluarse si se apega o no a la obligación de garantizarlos; y
como la finalidad de esta obligación es la realización del derecho
fundamental, requiere la eliminación de restricciones al ejercicio
de los derechos, así como la provisión de recursos o la facilitación
de actividades que tiendan a lograr que todos se encuentren en
aptitud de ejercer sus derechos fundamentales. La índole de las
acciones dependerá del contexto de cada caso en particular; así,
la contextualización del caso particular requiere que el órgano del
Estado encargado de garantizar la realización del derecho tenga
conocimiento de las necesidades de las personas o grupos
involucrados, lo que significa que debe atender a la situación
previa de tales grupos o personas y a las demandas de
reivindicación de sus derechos. Para ello, el órgano estatal, dentro
de su ámbito de facultades, se encuentra obligado a investigar,
sancionar y reparar las violaciones a derechos humanos que
advierta, de forma que su conducta consistirá en todo lo
necesario para lograr la restitución del derecho humano
violentado. Por tanto, su cumplimiento puede exigirse de
inmediato (mediante la reparación del daño) o ser progresivo. En
este último sentido, la solución que se adopte debe atender no
sólo al interés en resolver la violación a derechos humanos que
enfrente en ese momento, sino también a la finalidad de
estructurar un entorno político y social sustentado en derechos
humanos. Esto implica pensar en formas de reparación que, si
bien tienen que ver con el caso concreto, deben ser aptas para
guiar más allá de éste.[14]

Del anterior criterio adoptado por la Suprema Corte de la Nación se desprende la


obligación del Estado y las Instituciones, en sus funciones de supra a subordinación
con el gobernado, de respetar, promover y garantizar el respeto de los derechos
humanos de las personas, entre los cuales se encuentra el derecho humano al
trabajo, de tal manera que deberá tomar medidas necesarias para incentivar la
actividad comercial y que esta no se vea impedida de ninguna manera por causas
injustificadas o arbitrarias.

Atendiendo a lo anterior, es de precisar que para que una persona moral pueda
realizar diariamente su actividad económica, es necesario que realice gastos con los
cuales pueda cumplir con sus obligaciones y solventar sus necesidades y las de sus
clientes, es decir, a diario debe realizar diversos movimientos en sus cuentas
bancarias, que se traducen en gastos e ingresos erogados y percibidos,
respectivamente, tal como se ilustra a continuación:

FLUJO EN LA ACTIVIDAD COMERCIAL:

Del diagrama anterior, se puede apreciar la importancia para una persona moral de
disponer de sus cuentas bancarias para el desarrollo de su actividad comercial,
pues este flujo se ve materializado en los servicios que presta la quejosa a sus
clientes y en su propia relación profesional con los mismos de la siguiente manera:

 En el punto de vista particular, la quejosa se encuentra imposibilitada de


cumplir con sus obligaciones fiscales en los términos que la Ley le establece,
pues no puede disponer de su cuenta bancaria, lo cual constituye un
requisito necesario para pagar sus contribuciones y por lo tanto no puede
cumplir con su derecho humano al trabajo, puesto que esta supeditado a
cumplir con sus obligaciones fiscales.
 En cuanto al ejercicio de su actividad con sus clientes, si la quejosa no puede
cumplir sus obligaciones fiscales para prestar sus servicios conforme a la Ley
recibir ingresos por medios de transferencias bancarias y/o depósitos, en
consecuencia sus clientes no pueden hacer deducible ese concepto,
ocasionando que estos últimos se abstengan de seguir contratando sus
servicios profesionales.

Lo anterior es así conforme a lo dispuesto por los artículos 20 del Código Fiscal de
la Federación y 27 la Ley del Impuesto Sobre la Renta, que establecen que estas
actividades sólo podrán ser ejecutadas y remuneradas a través de transferencias
electrónicas:

Código Fiscal de la Federación

Artículo 20.-  Las contribuciones y sus accesorios se causarán y pagarán


en moneda nacional. Los pagos que deban efectuarse en el extranjero se
podrán realizar en la moneda del país de que se trate.

[…]

Se aceptará como medio de pago de las contribuciones y


aprovechamientos, los cheques del mismo banco en que se efectúe
el pago, la transferencia electrónica de fondos a favor de la
Tesorería de la Federación, así como las tarjetas de crédito y
débito,  de conformidad con las reglas de carácter general que expida el
Servicio de Administración Tributaria. Los contribuyentes personas físicas
que realicen actividades empresariales y que en el ejercicio inmediato
anterior hubiesen obtenido ingresos inferiores a $1,924,820.00, así como
las personas físicas que no realicen actividades empresariales y que
hubiesen obtenido en dicho ejercicio ingresos inferiores a $329,970.00,
efectuarán el pago de sus contribuciones en efectivo, transferencia
electrónica de fondos a favor de la Tesorería de la Federación, tarjetas de
crédito y débito o cheques personales del mismo banco, siempre que en
este último caso, se cumplan las condiciones que al efecto establezca el
Reglamento de este Código. Se entiende por transferencia electrónica de
fondos, el pago de las contribuciones que por instrucción de los
contribuyentes, a través de la afectación de fondos de su cuenta bancaria
a favor de la Tesorería de la Federación, se realiza por las instituciones de
crédito, en forma electrónica.

[…]

Artículo 27. Las deducciones autorizadas en este Título deberán reunir los
siguientes requisitos:

[…]

III. Estar amparadas con un comprobante fiscal y que los pagos cuyo
monto exceda de $2,000.00  se efectúen mediante transferencia
electrónica de fondos desde cuentas abiertas a nombre del
contribuyente en instituciones que componen el sistema financiero y
las entidades que para tal efecto autorice el Banco de México;
cheque nominativo de la cuenta del contribuyente, tarjeta de
crédito, de débito, de servicios, o los denominados monederos
electrónicos autorizados por el Servicio de Administración
Tributaria.  Tratándose de la adquisición de combustibles para vehículos
marítimos, aéreos y terrestres, el pago deberá efectuarse en la forma
señalada en el párrafo anterior, aun cuando la contraprestación de dichas
adquisiciones no excedan de $2,000.00. Las autoridades fiscales podrán
liberar de la obligación de pagar las erogaciones a través de los medios
establecidos en el primer párrafo de esta fracción, cuando las mismas se
efectúen en poblaciones o en zonas rurales, sin servicios financieros. Los
pagos que se efectúen mediante cheque nominativo, deberán contener la
clave en el registro federal de contribuyentes de quien lo expide, así como
en el anverso del mismo la expresión "para abono en cuenta del
beneficiario".

En el precepto legal antes citado se encuentra prevista la forma en la que la


quejosa deberá ejercer su actividad económica, tocante a la ejecución,
materialización y cobro de sus servicios, debiendo cumplir con su obligación de
contribuir mediante transferencia electrónica o cheque nominativo, siendo que
ambas formas deberán provenir de una cuenta bancaria a nombre de la
contribuyente, ahora quejosa.

En ese entendido, el hecho de que esa autoridad responsable cancele o inmovilice


las cuentas bancarias de la actora se traduce en una afectación de imposible
reparación material, pues durante ese lapso la quejosa no podrá realizar sus
actividades económicas conforme a la ley pues no puede cumplir con los
requisitos y obligaciones que la Ley impone para tal efecto, causando un
perjuicio en su patrimonio y poniendo en riesgo su misma existencia. Lo anterior
toda vez que de conformidad con lo dispuesto por los artículos 20 del Código
Fiscal de la Federación y 27 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, a contrario
sensu, si la quejosa no puede disponer de una cuenta bancaria a su nombre,
no podrá ejercer su actividad comercial al no poder cumplir con los requisitos
y contribuciones que la Ley le ordena para tal efecto, siendo que contrario a
garantizar el ejercicio de su actividad comercial, de subsistir el acto reclamado, se
estaría imposibilitando el ejercicio de dicho derecho y desincentivando el mismo al
resto de los gobernados.

Lo anterior sin que pase desapercibido que dentro del sistema financiero existen
diversas entidades financieras con las cuales la quejosa puede contratar, sin
embargo, aunado al hecho de que derivado de esta circunstancia, ninguna otra
institución financiera ha aceptado contratar con la quejosa y, aun suponiendo que
dichas instituciones aceptaran contratar con la quejosa, la misma es libre de decidir
el servicio financiero que más convenga a sus intereses, siendo que el actuar de
una autoridad no debe obligar al particular a realizar actos como contratar servicios
financieros sin que estos convengan con sus intereses pues de ser así se le estaría
coaccionando en el ejercicio de sus derechos.

Además, el acto reclamado resulta discriminatorio y contrario a lo dispuesto por el


artículo 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en virtud
de que las autoridades responsables están cuartando el ejercicio del derecho al
trabajo de la quejosa en un plano de desigualdad con los demás contribuyentes
que se dedican a las mismas actividades.
En ese plano, es de precisar que las actividades preponderantes de la quejosa son
las mismas que se aprecian en su Constancia de Situación Fiscal y que se insertan a
continuación:

[----Insertar Captura de la CSF----]

Una vez dicho lo anterior, en el caso que nos ocupa, las autoridades responsables
están cancelando las cuentas bancarias de la quejosa atendiendo al flujo de capital
que existe derivado del ejercicio de sus actividades comerciales, clasificándolo
como lavado de dinero sin siquiera haber seguido algún procedimiento previo,
siendo que el objeto social que persigue y desarrolla la quejosa es el consistente
en:

---

Sin embargo, existen diversos contribuyentes que realizan la misma actividad


comercial sin que las entidades financieras les hayan cancelado sus cuentas
bancarias, por lo que no cabe certeza de los motivos o fundamentos por los cuales
las autoridades responsables hayan determinado este trato desigual para la
quejosa con el resto de los contribuyentes que ejercen la misma actividad
económica, es decir, sin haber expuesto los motivos y fundamentos legales por los
cuales a pesar de ser la misma actividad comercial la ejercida por la quejosa, a su
juicio, resulta lavado de dinero, mientras que la desarrollada por diversos
contribuyentes no contraviene con ninguna disposición legal.

Al respecto, resulta aplicable la siguiente JURISPRUDENCIA DEL PLENO DE LA


SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN, de texto y rubro siguiente:

PRINCIPIO DE IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN. ALGUNOS


ELEMENTOS QUE INTEGRAN EL PARÁMETRO GENERAL.

El principio de igualdad y no discriminación permea todo el


ordenamiento jurídico. Cualquier tratamiento que resulte
discriminatorio respecto del ejercicio de cualquiera de los
derechos reconocidos en la Constitución es, per se, incompatible
con ésta. Es contraria toda situación que, por considerar superior
a un determinado grupo, conduzca a tratarlo con algún privilegio,
o que, inversamente, por considerarlo inferior, sea tratado con
hostilidad o de cualquier forma se le discrimine del goce de
derechos que sí se reconocen a quienes no se consideran
incursos en tal situación. Sin embargo, es importante recordar
que no toda diferencia en el trato hacia una persona o grupo de
personas es discriminatoria, siendo jurídicamente diferentes la
distinción y la discriminación, ya que la primera constituye una
diferencia razonable y objetiva, mientras que la segunda
constituye una diferencia arbitraria que redunda en detrimento
de los derechos humanos. En igual sentido, la Constitución no
prohíbe el uso de categorías sospechosas, sino su utilización de
forma injustificada. No se debe perder de vista, además, que la
discriminación tiene como nota característica que el trato
diferente afecte el ejercicio de un derecho humano. El escrutinio
estricto de las distinciones basadas en las categorías sospechosas
garantiza que sólo serán constitucionales aquellas que tengan
una justificación muy robusta.[15]

Conforme a lo anterior, el acto reclamado resulta un acto discriminatorio que


violenta de manera directa en perjuicio de la quejosa su derecho al trabajo y al
libre desarrollo de su actividad comercial, previsto en los artículos 1, 5 y 25 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues al cancelar las cuentas
bancarias de la misma, la autoridad responsable se encuentra imposibilitando a la
quejosa para ejercer su actividad económica conforme a las disposiciones legales
previamente establecidas para tal efecto, en específico con lo dispuesto por los
artículos 20 del Código Fiscal de la Federación 27 de la Ley del Impuesto Sobre la
Renta, que obliga a la quejosa a realizar, ejecutar o cobrar por sus servicios y a
cumplir con sus obligaciones fiscales para el ejercicio de su actividad comercial a
través de transferencias electrónicas, que se realicen a través de cuentas
bancarias a nombre del contribuyente, por lo que solicito que se conceda a la
quejosa el Amparo y Protección de la Justicia Federal, para que no se le impida el
libre ejercicio de su actividad comercial, reactivando cualquier cuenta bancaria a su
nombre y prohibiendo la cancelación arbitraria, sin causa justificada de las mismas.

TERCERO. EL ACTO RECLAMADO VIOLA LO ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO 31


FRACCIÓN IV DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS PUES EL BLOQUEO O RESTRICCIÓN A LOS SERVICIOS
FINANCIEROS IMPIDE A LA QUEJOSA CUMPLIR CON SU OBLIGACIÓN
SUPREMA DE CONTRIBUIR AL GASTO PÚBLICO.

En primer término, es menester resaltar que las obligaciones de todos los


mexicanos las encontramos enlistadas en el artículo 31 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, y que son las siguientes:
Artículo 31. Son obligaciones de los mexicanos:

I. Hacer que sus hijos o pupilos concurran a las escuelas públicas


o privadas, para obtener la educación preescolar, primaria,
secundaria, media superior y reciban la militar, en los términos
que establezca la ley.

II. Asistir en los días y horas designados por el Ayuntamiento del


lugar en que residan, para recibir instrucción cívica y militar que
los mantenga aptos en el ejercicio de los derechos de ciudadano,
diestros en el manejo de las armas, y conocedores de la disciplina
militar.

III. Alistarse y servir en la Guardia Nacional, conforme a la ley


orgánica respectiva, para asegurar y defender la independencia,
el territorio, el honor, los derechos e intereses de la Patria, así
como la tranquilidad y el orden interior; y

IV. Contribuir para los gastos públicos, así de la Federación,


como de los Estados, de la Ciudad de México y del Municipio en
que residan, de la manera proporcional y equitativa que
dispongan las leyes.

Dentro de las obligaciones Constitucionales antes enlistadas se debe destacar la


prevista por la fracción IV, que en esencia prevé la obligación de CONTRIBUIR AL
GASTO PÚBLICO.

En esa tesitura, el sistema tributario tiene como objetivo recaudar los ingresos


que el Estado requiere para satisfacer las necesidades básicas de la
comunidad, haciéndolo de manera que aquél resulte justo -equitativo y
proporcional, conforme al artículo 31, fracción IV, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos-, con el propósito de procurar el crecimiento
económico y la más justa distribución de la riqueza, para el desarrollo óptimo
de los derechos tutelados por la carta magna. Lo anterior, en virtud de que la
obligación de contribuir -elevada a rango constitucional- tiene una trascendencia
mayúscula, pues no se trata de una simple imposición soberana derivada de la
potestad del Estado, sino que posee una vinculación social, una aspiración más
alta, relacionada con los fines perseguidos por la propia Constitución, como
los que se desprenden de la interpretación conjunta de los artículos 3o. y 25 del
texto fundamental, consistentes en la promoción del desarrollo social -dando
incluso una dimensión sustantiva al concepto de democracia, acorde a estos
fines, encauzándola hacia el mejoramiento económico y social de la
población- y en la consecución de un orden en el que el ingreso y la riqueza se
distribuyan de una manera más justa, para lo cual participarán con responsabilidad
social los sectores público, social y privado.

En este contexto, debe destacarse que, entre otros aspectos inherentes a la


responsabilidad social a que se refiere el artículo 25 constitucional, se encuentra la
obligación de contribuir prevista en el artículo 31, fracción IV, constitucional,
tomando en cuenta que la exacción fiscal, por su propia naturaleza, significa una
reducción del patrimonio de las personas y de su libertad general de acción. De
manera que la propiedad tiene una función social que conlleva responsabilidades,
entre las cuales destaca el deber social de contribuir al gasto público, a fin de
que se satisfagan las necesidades colectivas o los objetivos inherentes a la
utilidad pública o a un interés social, por lo que la obligación de contribuir es un
deber de solidaridad con los menos favorecidos.

Ahora bien, expuesta la trascendencia de la obligación de los mexicanos para


contribuir con el GASTO PÚBLICO, resulta pertinente cuestionarnos:

¿Cómo DEBEN cumplir los gobernados con tal obligación?

El objetivo de tal interrogante, es traer a colación los métodos y mecanismos que el


gobernado tiene a su alcance o ESTÁ OBLIGADO A OBSERVAR para
poder cumplir con esa obligación social elevada a rango constitucional y sin la
cual, no solo correría peligra la existencia del Estado como ente jurídico, sino de
sus propios gobernados.

Lo anterior es así, porque resulta de vital importancia para el presente caso,


demostrar, que la restricción y eliminación fáctica o legal de esos métodos y
mecanismos incrustados en nuestro sistema jurídico tributario para lograr el
exacto cumplimiento de una obligación sustantiva como lo es el pago de las
contribuciones, DIFICULTA o VUELVE IMPOSIBLE su cumplimiento.

Entonces, si bien hablamos de la importancia de una obligación sustantiva como lo


es el pago de contribuciones, no debemos pasar por alto, que SÓLO las
disposiciones secundarias (derechos y obligaciones formales), permiten su
exacto cumplimiento.

Podemos demostrar la relevancia de lo anterior, a través de los ejemplos


siguientes:
 El artículo 28, fracción V del Código Fiscal de la Federación, establece una
obligación formal (método) consistente en que los contribuyentes deberán
llevar “controles volumétricos” en caso de que su actividad económica sea la
venta de combustibles fósiles.

De la cual, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, determinó


que se trata de una obligación formal que permite al Estado vigilar y comprobar el
cumplimiento de sus obligaciones tributarias, como se desprende de la
jurisprudencia siguiente:

CONTROLES VOLUMÉTRICOS. A LA OBLIGACIÓN DE


LLEVARLOS COMO PARTE DE LA CONTABILIDAD, CONFORME
AL ARTÍCULO 28, FRACCIÓN V, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA
FEDERACIÓN, NO LE ES APLICABLE EL PRINCIPIO DE
PROPORCIONALIDAD TRIBUTARIA (LEGISLACIÓN VIGENTE A
PARTIR DE 2004).

El citado artículo establece que quienes enajenen gasolina, diesel,


gas natural para combustión automotriz o gas licuado de
petróleo para combustión automotriz, en establecimientos
abiertos al público en general, deberán contar con controles
volumétricos y mantenerlos en todo momento en operación
como parte de su contabilidad. Al respecto, debe precisarse que
la obligación en cuestión es de carácter formal, pues su objetivo
es que la autoridad hacendaria lleve una adecuada vigilancia
y compruebe el cumplimiento de requisitos conforme a
los cuales los gobernados deben contribuir al gasto
público. En consecuencia, a la obligación prevista en el artículo
28, fracción V, del Código Fiscal de la Federación, vigente a partir
del 1o. de enero de 2004, no le es aplicable el principio de
proporcionalidad tributaria contenido en el artículo 31, fracción
IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
en virtud de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
determinado que dicho principio está dirigido a las
contribuciones en sí mismas consideradas, a sus elementos
esenciales, tales como sujeto, objeto, base y tasa o tarifa, y a los
elementos que trascienden a la obligación esencial de pago, sin
que sea factible hacerlo extensivo a las obligaciones formales a
cargo de los contribuyentes que constituyan simples medios de
control en la recaudación a cargo de la autoridad administrativa,
como acontece en la especie.[16]
De tal criterio judicial, debemos resaltar la importancia para aquellos
contribuyentes que enajenen combustibles fósiles, respecto a la posibilidad para
adquirir esos dispositivos de “CONTROL VOLUMÉTRICO”, sin los cuales, su
obligación para contribuir al gasto público se dificultaría, así como también, se
impediría a las autoridades fiscales vigilar y comprobar su cumplimiento.

 Otro ejemplo, lo podemos encontrar en la obligación prevista por el artículo


28, fracción IV del Código Fiscal de la Federación, consistente en el envió de
la contabilidad de los contribuyente a través de medios electrónicos.

De la cual, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, emitió el


criterio jurisprudencial siguiente:

CONTABILIDAD ELECTRÓNICA. LA OBLIGACIÓN DE


INGRESAR LA INFORMACIÓN CONTABLE A TRAVÉS DE LA
PÁGINA DE INTERNET DEL SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN
TRIBUTARIA, EN LA FORMA Y TÉRMINOS ESTABLECIDOS EN
EL ARTÍCULO 28, FRACCIÓN IV, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA
FEDERACIÓN Y EN LAS REGLAS 2.8.1.4., 2.8.1.5. Y 2.8.1.9. DE
LA RESOLUCIÓN MISCELÁNEA FISCAL PARA 2015,
PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 30
DE DICIEMBRE DE 2014, ES PROPORCIONAL CON EL FIN
PERSEGUIDO POR EL LEGISLADOR.

De los trabajos legislativos que antecedieron a las reformas,


adiciones y derogaciones al Código Fiscal de la Federación,
publicadas en el Diario Oficial de la Federación de 9 de diciembre
de 2013, se advierte que la obligación aludida, bajo el contexto
del aprovechamiento de los avances de la tecnología, tuvo como
finalidad integrar un sistema electrónico de contabilidad
estándar que permita, por una parte, facilitar el cumplimiento
de obligaciones fiscales y, por otra, agilizar los procedimientos
de fiscalización, aspectos que se encuentran dentro del
ámbito del artículo 31, fracción IV, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, lo que significa que la
obligación legal (en la forma y términos previstos en las
disposiciones administrativas), tiene una finalidad
constitucionalmente válida, como lo es comprobar el correcto
cumplimiento del deber de contribuir al gasto público. Por su
parte, la obligación de ingresar la información en los términos
que establecen las disposiciones generales, constituye el medio
adecuado dirigido a cumplir con la finalidad perseguida por el
legislador ya que, en primer lugar, tiende a evitar las cargas que
anteriormente generaban los "formulismos" para el
cumplimiento de las obligaciones fiscales; además de que en la
medida en que el contribuyente va incorporando su información
contable, a través de la página de Internet del Servicio de
Administración Tributaria, permite a la autoridad no solamente
tener acceso inmediato a las cuestiones relacionadas con el
cumplimiento de sus obligaciones fiscales, sino allegarse de los
elementos necesarios para que en un momento dado pueda
desplegar con mayor facilidad algún acto de fiscalización.
Finalmente, no se ocasiona un daño innecesario o
desproporcional al contribuyente por el simple hecho de que
tenga que llevar su contabilidad a través de medios electrónicos y
de ingresarla a través de la página de Internet del Servicio de
Administración Tributaria en los términos previstos en la
disposiciones referidas, ya que si aquél cumple con las nuevas
obligaciones fiscales impuestas por el legislador,
aprovechando los beneficios de los avances tecnológicos, se
simplifican y se mejoran los procedimientos administrativos a
través de los cuales anteriormente cumplía con sus
obligaciones y ejercía sus derechos, lo que se traduce en un
ahorro de tiempo y trámites bajo el contexto del sistema
tradicional.[17]

De la jurisprudencia trascrita, podemos advertir que se determinó la


constitucionalidad de la obligación para enviar la contabilidad a través de medios
electrónicos, pues si bien el artículo 31, fracción IV de la Carta Magna establece una
obligación suprema –contribuir al GASTO PÚBLICO-, las disposiciones secundarias
no pueden ser soslayadas al momento de pretender hacer efectiva esa obligación,
pues sea con motivo de los avances tecnológicos o no, estas siempre tendrán
como objetivo primordial FACILITAR EL CUMPLIMIENTO DICHA OBLIGACIÓN
SUSTANTIVA, además, de permitir al Estado un mayor control respecto a la
vigilancia y comprobación de la misma.

Ahora, en el presente caso, el acto reclamado se hace consistir en una restricción,


bloqueo y/o cancelación de una cuenta bancaria de mi representada, a través de la
cual goza de un servicio financiero. Y a través de la cual, la quejosa y terceros con
los cuales haya realizado operaciones comerciales, cumplen con sus obligaciones
sustantivas y formales en materia tributaria.

Pero entonces, ¿cómo es que tal acción imposibilita a mi representada para cumplir
con su obligación de contribuir con el gasto público en términos del artículo 31,
fracción IV de la Carta Magna?

Para responder lo anterior, siempre debemos tener presente lo que hasta el


momento se ha venido desarrollando: la importancia de los métodos y
mecanismos que prevén las disposiciones secundarias como una opción u
obligación para los contribuyentes, radica en que solo bajo su observancia, es
posible cumplir materialmente con tal obligación constitucional.

Subsecuentemente, resulta oportuno remitirnos al artículo 20 del Código Fiscal de


la Federación, que en su parte de interés dispone lo siguiente:

Artículo 20.- Las contribuciones  y sus accesorios se causarán


y  pagarán en moneda nacional.  Los pagos que deban efectuarse en el
extranjero se podrán realizar en la moneda del país de que se trate.

(…)

Se aceptará como medio de pago  de las contribuciones y


aprovechamientos,  los cheques  del mismo banco en que se efectúe el
pago,  la transferencia electrónica  de fondos a favor de la Tesorería de
la Federación, así como las  tarjetas de crédito y débito, de conformidad
con las reglas de carácter general que expida el Servicio de
Administración Tributaria. Los contribuyentes personas físicas que realicen
actividades empresariales y que en el ejercicio inmediato anterior
hubiesen obtenido ingresos inferiores a $1,924,820.00, así como las
personas físicas que no realicen actividades empresariales y que hubiesen
obtenido en dicho ejercicio ingresos inferiores a $329,970.00,  efectuarán
el pago de sus contribuciones en efectivo, transferencia electrónica de
fondos a favor de la Tesorería de la Federación, tarjetas de crédito y
débito o cheques personales del mismo banco, siempre que en este último
caso, se cumplan las condiciones que al efecto establezca el Reglamento
de este Código. Se entiende por transferencia electrónica de fondos, el
pago de las contribuciones que por instrucción de los contribuyentes, a
través de la afectación de fondos de su cuenta bancaria a favor de la
Tesorería de la Federación, se realiza por las instituciones de crédito, en
forma electrónica.
De la parte antes transcrita del artículo 20 del Código Fiscal de la Federación
podemos obtener lo siguiente:

1. Que las contribuciones se causan Y PAGAN en moneda nacional.

2. Que los ÚNICOS medios de pago permitidos SON:

a. Cheque
b. Transferencia Bancaria.
c. Tarjeta de crédito o débito.

3. Como excepción, se permitirá el pago de contribuciones en


efectivo cuando: “personas físicas que realicen actividades empresariales y
que en el ejercicio inmediato anterior hubiesen obtenido ingresos inferiores a
$1,924,820.00, así como las personas físicas que no realicen actividades
empresariales y que hubiesen obtenido en dicho ejercicio ingresos inferiores a
$329,970.00”.

Entonces, la disposición trascrita, en esencia prevé los métodos de pago que


tienen permitido emplear los contribuyentes para efecto de cubrir las
contribuciones que tengan a su cargo, de los cuales, ese H. Juzgador podrá advertir
que la mayoría de ellos, solo pueden efectuarse a través del SISTEMA
FINANCIERO, a través de los servicios de Banca y Crédito que ofrecen las
Instituciones de Crédito (cheque, transferencia bancaria o tarjeta de crédito o
débito), ya que los pagos en efectivo solo podrán efectuarse excepcionalmente
(cuando sean equivalentes al monto legalmente establecido),  lo que quiere decir
que no constituye una opción general para los gobernados.

Por lo anterior, resulta necesario traer a colación el contenido del artículo 2 de la


Ley de Instituciones de Crédito:

“Artículo 2o.- El servicio de banca y crédito sólo podrá prestarse


por instituciones de crédito, que podrán ser:
I. Instituciones de banca múltiple, y

II. Instituciones de banca de desarrollo.

Para efectos de lo dispuesto en la presente Ley, se considera servicio de


banca y crédito la captación de recursos del público en el mercado
nacional para su colocación en el público, mediante actos causantes de
pasivo directo o contingente, quedando el intermediario obligado a
cubrir el principal y, en su caso, los accesorios financieros de los recursos
captados.”

Del precepto transcrito podemos concluir que los servicios de banca múltiple, son
prestados exclusivamente por instituciones de banca múltiple; y en este caso, los
servicios de crédito que la misma legislación prevé, los encontramos en el artículo
46[18]:

Artículo 46.-  Las instituciones de crédito sólo podrán realizar las


operaciones siguientes:

        […]

VII.  Expedir tarjetas de crédito con base en contratos de apertura de


crédito en cuenta corriente;

        […]

XVI.  Recibir depósitos en administración o custodia, o en garantía por


cuenta de terceros, de títulos o valores y en general de documentos
mercantiles;

[…]

XXVIII.  Las análogas o conexas que autorice la Secretaría de Hacienda y


Crédito Público, oyendo la opinión del Banco de México y de la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores.

Por lo anterior, se puede concluir que los servicios de cheques, cuentas bancarias, y
créditos, solo pueden ser prestados por las instituciones de banca múltiple dentro
de las cuales se encuentran las instituciones de crédito, siendo así, el único medio
con el que cuentan los contribuyentes para efecto de poder cumplir íntegramente
con su obligación de contribuir al gasto público.

De tal manera, que en el presente caso, el acto reclamado resulta inconstitucional


pues impide a la quejosa cumplir a cabalidad con su obligación prevista por el
artículo 31, fracción IV de la Carta Magna, es decir, le impide cumplir con esa
obligación suprema para contribuir con el gasto público, ya que tal y como se
expuso, la cuenta bancaria que fue restringida, congelada y/o cancelada a mi
representada, constituía el único medio con el que contaba para efecto de poder
realizar el pago de las contribuciones que tiene a su cargo.

Pues si bien es cierto que la quejosa cumple con sus obligaciones formales
consistentes en la presentación de las declaraciones mensuales, anuales,
provisionales y definitivas que exigen las disposiciones fiscales, en las cuales
manifiesta el cálculo del tributo que debe enterar a favor del Estado, dicha
obligación solo se puede tener por efectivamente cumplida hasta el momento en
que la amparista realice el pago del tributo en cuestión, pero los pagos
únicamente pueden realizarse a través de cheques, transferencias bancarias,
tarjetas de crédito o débito, mecanismos que únicamente pueden ser prestados a
mi representada por las instituciones de banca múltiple como en el presente caso
lo es la responsable.

Con la finalidad de mostrar la trascendencia del argumento anterior, a continuación


inserto algunas de las declaraciones de impuesto de mi representada, junto con sus
respectivos comprobantes de pago, los cuales fueron realizados a través
de transferencias bancarias:

[………………………..]

Es así, como se evidencia la inconstitucionalidad del acto reclamado, ya que con el


mismo se impide a mi representada a cumplir con el pago de sus obligaciones
fiscales y, disfrutar de los beneficios establecidos en las disposiciones de la materia,
entre otras, deducciones autorizadas.

No obsta a lo anterior, el hecho de que existan diversas instituciones de banca


múltiple, porque el pago de sus contribuciones a cargo, no puede estar supeditado
a la voluntad de una institución bancaria en su calidad de autoridad para efectos
de la Ley de Amparo, máxime si el acto reclamado que se le atribuye carece de
toda fundamentación y motivación.
Sin que pase desapercibido que, aún cuando dentro del sistema financiero
mexicano, existan diversas instituciones autorizadas para prestar este servicio, no
menos cierto es que, de permitirse a una prestadora del servicio de banca múltiple
abstenerse de seguir brindando sus servicios a los particulares, lo coloca en un
estado de desigualdad frente a otros particulares que se encuentran en la misma
situación de hecho.

Pues no se le permitiría libremente decidir con base en los indicadores comerciales


de cada institución de banca múltiple (tasas de interés, comisiones por apertura,
anualidad etc.) ¿con cuál de ellas debo cumplir mis obligaciones de gasto público?.
Lo cual, no es una potestad de la autoridad responsable en el caso en estudio.

Además, en términos del artículo 6, cuarto párrafo del Código Fiscal de la


Federación, las contribuciones se pagan en los plazos previstos por las
disposiciones fiscales:

Artículo 6o.-…

Las contribuciones  se pagan en la fecha o dentro del plazo señalado


en las disposiciones respectivas.  A falta de disposición expresa el pago
deberá hacerse mediante declaración que se presentará ante las oficinas
autorizadas, dentro del plazo que a continuación se indica:

Entonces, si en el presente caso se bloqueó, congeló y/o canceló la cuenta bancaria


de mi representada, se le impide pagar oportunamente sus contribuciones,
muestra de ello lo es su Constancia de Situación Fiscal, de donde se desprenden
sus obligaciones fiscales (tanto sustantivas y formales):

            [………………..]

De donde se puede desprender que se encuentra obligada a realizar los pagos


mensuales definitivos del Impuesto al Valor Agregado, así como los pagos
mensuales provisionales del Impuesto Sobre la Renta, tal y como lo señalan los
siguientes preceptos legales:

LEY DEL IMPUESTO AL VALOR AGREGADO.

Artículo 5o.-D.  El impuesto se calculará por cada mes de calendario,


salvo los casos señalados en los artículos 5o.-E, 5o.-F y 33 de esta Ley.
Los contribuyentes efectuarán el pago del impuesto mediante declaración
que presentarán ante las oficinas autorizadas a más tardar el día 17 del
mes siguiente al que corresponda el pago.

LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA.

Artículo 14.  Los contribuyentes efectuarán pagos provisionales


mensuales a cuenta del impuesto del ejercicio, a más tardar el día 17 del
mes inmediato posterior a aquél al que corresponda el pago, conforme a
las bases que a continuación se señalan:

De lo cual, se tiene que cada mes, en el día 17, mi mandante se encuentra obligada
a efectuar el pago de sus contribuciones, mismo que solo puede hacer efectivo a
través de la cuenta bancaria, cuyo servicio fue bloqueado, congelado y/o
cancelado.

En consecuencia, al encontrarse bloqueadas, congeladas y/o canceladas las cuentas


bancarias de la moral quejosa, resulta evidente que se encuentra impedida
materialmente para dar cumplimiento a las obligaciones fiscales previstas en los
artículos supracitados.

Por lo tanto, resulta procedente que se conceda a mi representada la protección y


amparo de la justicia federal, para el efecto de que la autoridad responsable,
restituya a mi representada, en su pleno goce del servicio financiero que le es
negado.

CUARTO. EL ACTO RECLAMADO RESULTA INCONSTITUCIONAL EN VIRTUD DE


QUE LA CANCELACIÓN DE CUENTAS BANCARIAS CONTRAVIENE EL
CONTENIDO DE LOS ARTÍCULOS 31, FRACCIÓN IV DE LA CONSTITUCIÓN
FEDERAL Y 27 FRACCIÓN III DE LA LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA, PUES
DE NO EXISTIR UNA OBLIGACIÓN FORMAL POR PARTE DE LA INSTITUCIÓN
BANCARIA DE MANTENER ABIERTA Y ACTIVA CUENTAS A NOMBRE DE LA
QUEJOSA, LA SUSCRITA  NO ESTARÍA OBLIGADA A CONTAR CON UNA
CUENTA BANCARIA EN EL SISTEMA FINANCIERO, BAJO ESA LÍNEA DE
PENSAMIENTO, SERÁ PROCEDENTE CONFORME A DERECHO, QUE MI
REPRESENTADA NO SE ENCUENTRE OBLIGADA A CUMPLIR CON LOS
REQUISITOS PREVISTOS EN EL ARTÍCULO 27 FRCCIÓN III DE LA LEY DEL
IMPUESTO SOBRE LA RENTA, ES DECIR, SE LE DESINCORPORE DEL SISTEMA
FINANCIERO AL EXISTIR IMPOSIBILIDAD PRÁCTICA Y MATERIAL DE ACCEDER
AL MISMO.
En efecto, de considerar ese H. Juzgador que la Institución Bancaria cuenta con la
potestad de cancelar de mutuo propio, es decir, de forma unilateral la cuenta o
cuentas bancarias abiertas a nombre de la quejosa, en atención a que se encuentra
en un plano de igualdad o coordinación con mi autorizante, en consecuencia, de
sostener dicho razonamiento, se estará reconociendo que mi representada, al
encontrarse imposibilitada materialmente para acceder al sistema financiero por
voluntad de un particular (Institución Bancaria), no está obligada a cumplir, entre
otros, con los requisitos legales previstos en el artículo 27 fracción III de la Ley del
Impuesto Sobre la Renta.

Lo anterior, en virtud de que tal y como se ha expuesto anteriormente, el no poder


disponer, acceder o mantener a disposición el saldo de las cuentas bancarias de la
quejosa dentro del servicio financiero, como lo es, pagar contribuciones federales,
pagar proveedores, recibir pagos de clientes, mismas que por disposición legal la
quejosa se encuentra obligada a realizarlas vía transferencia electrónica, por lo cual,
la quejosa, ahora se encuentra imposibilitada materialmente para ejercer todo acto
de comercio a través del sistema financiero o bancarizado, por lo cual, ese H.
Juzgado no puede considerarlo como no lesivo de derechos fundamentales.

En efecto, no debemos soslayar que existen disposiciones legales como las


FISCALES, que exigen la materialización, ejecución y pago de los actos de
comercio, mediante transferencias bancarias, lo cual solo es posible si se cuenta
con un servicio financiero como el que le acaba de ser cancelado a la quejosa, tal
como lo dispone el artículo 27 fracción III de la Ley del Impuesto Sobre la Renta
que se transcribe para un mejor proveer:

Artículo 27. Las deducciones autorizadas en este Título deberán reunir los
siguientes requisitos:

III. Estar amparadas con un comprobante fiscal y que  los pagos cuyo
monto exceda de $2,000.00 se efectúen mediante transferencia
electrónica de fondos desde cuentas abiertas a nombre del
contribuyente en instituciones que componen el sistema financiero y
las entidades que para tal efecto autorice el Banco de
México;  cheque nominativo de la cuenta del contribuyente, tarjeta
de crédito, de débito, de servicios, o los denominados monederos
electrónicos autorizados por el Servicio de Administración
Tributaria.  Tratándose de la adquisición de combustibles para vehículos
marítimos, aéreos y terrestres, el pago deberá efectuarse en la forma
señalada en el párrafo anterior, aun cuando la contraprestación de dichas
adquisiciones no excedan de $2,000.00. Las autoridades fiscales podrán
liberar de la obligación de pagar las erogaciones a través de los medios
establecidos en el primer párrafo de esta fracción, cuando las mismas se
efectúen en poblaciones o en zonas rurales, sin servicios financieros. Los
pagos que se efectúen mediante cheque nominativo, deberán contener la
clave en el registro federal de contribuyentes de quien lo expide, así como
en el anverso del mismo la expresión "para abono en cuenta del
beneficiario".

Es decir, de conformidad con el numeral supra transcrito, para que la quejosa


pueda realizar sus operaciones comerciales con sus clientes y proveedores, necesita
operar forzosamente dentro del sistema financiero, puesto que la propia Ley del
Impuesto Sobre la Renta determina que dichas operaciones que superen los
$2,000.00 deberán de efectuarse a través de:

a. Transferencia electrónica de fondos desde cuentas abiertas a nombre del


contribuyente en instituciones que componen el sistema financiero.
b. Cheque nominativo de la cuenta del contribuyente.
c. Tarjeta de crédito.
d. Tarjeta de débito.
e. Tarjeta de servicios, o los denominados monederos electrónicos autorizados
por el Servicio de Administración Tributaria.

Siendo que la única salvedad para proceder de dicha forma, es decir, para
prescindir de la utilización del sistema financiero en las operaciones con clientes y
proveedores que rebasen los $2,000.00, es que dichas operaciones se efectúen en
poblaciones o en zonas rurales, sin servicios financieros, situación en la que
definitivamente no se encuentra la quejosa.

De ahí que, si esa H. Juzgadora llegase a considerar que el actuar de la Institución


Bancaria no resulta violatoria de derechos fundamentales, al tratarse de un acto
entre particulares, en consecuencia, eso significaría que la quejosa no se encuentra
obligada a operar dentro del sistema financiero, ni tampoco a realizar sus
operaciones a través de transferencia electrónica de fondos, cheque nominativo,
tarjeta de crédito, de débito, de servicios, o los denominados monederos
electrónicos autorizados por el Servicio de Administración Tributaria, puesto que el
cumplimiento y observancia de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, se encontraría
supeditada a la voluntad de los particulares, es decir, el cumplimiento de las
obligaciones fiscales a cargo de la quejosa se encontraría sujeta a la voluntad de la
Institución Bancaria, quien decide, determina e impone su voluntad no solo sobre y
en perjuicio de la quejosa, sino incluso sobre la propia Ley del Impuesto Sobre la
Renta, toda vez que impide a mi autorizante cumplir con sus obligaciones fiscales
en los términos de Ley del Impuesto Sobre la Renta.

Es decir, de llegar a concluir que la institución financiera puede decidir de forma


libre, arbitraria, y sin regulación alguna, a que contribuyentes permite acceder y
mantener dentro del sistema financiero, en consecuencia, a dicha institución se le
estaría otorgando la potestad de decidir que contribuyentes pueden cumplir y
cuales no, con las cargas fiscales contenidas en el Código Fiscal de la Federación,
Ley del Impuesto Sobre la Renta e Impuesto al Valor Agregado.

Máxime si tomamos en consideración que el artículo 20 del Código Fiscal de la


Federación en su séptimo párrafo, para el cumplimiento de las obligaciones de los
contribuyentes señala:

Código Fiscal de la Federación

Artículo 20…

(…)

Se aceptará como medio de pago de las contribuciones y


aprovechamientos, los cheques del mismo banco en que se efectúe
el pago, la transferencia electrónica de fondos a favor de la
Tesorería de la Federación, así como las tarjetas de crédito y débito,
de conformidad con las reglas de carácter general que expida el
Servicio de Administración Tributaria. Los contribuyentes personas
físicas que realicen actividades empresariales y que en el ejercicio
inmediato anterior hubiesen obtenido ingresos inferiores a $1,924,820.00,
así como las personas físicas que no realicen actividades empresariales y
que hubiesen obtenido en dicho ejercicio ingresos inferiores a
$329,970.00, efectuarán el pago de sus contribuciones en efectivo,
transferencia electrónica de fondos a favor de la Tesorería de la
Federación, tarjetas de crédito y débito o cheques personales del mismo
banco, siempre que en este último caso, se cumplan las condiciones que
al efecto establezca el Reglamento de este Código. Se entiende por
transferencia electrónica de fondos, el pago de las contribuciones que por
instrucción de los contribuyentes, a través de la afectación de fondos de su
cuenta bancaria a favor de la Tesorería de la Federación, se realiza por las
instituciones de crédito, en forma electrónica.
Lo anterior, constituye solo un ejemplo de las múltiples repercusiones legales que
trae consigo el acto arbitrario y unilateral efectuado por la Institución Bancaria, el
cual, no puede ser estudiado de forma aislada únicamente a la luz de un acto entre
particulares, toda vez que la apertura de cuentas bancarias va más allá de la simple
voluntad de la quejosa, sino que opera en cumplimiento a un mandato legal, e
incluso constitucional contenido en el artículo 31 fracción IV de nuestra Carta
Magna de contribuir al gasto público de la manera equitativa y proporcional que
dispongan las leyes, el cual, estará imposibilitada a realizar la quejosa, al no poder
acceder al sistema financiero, mismo argumento que fue desarrollado previamente.

Por lo tanto, al negarle a la quejosa la posibilidad de acceder y utilizar sus cuentas


bancarias, tal y como se ha venido manifestando, se le está impidiendo dar
cumplimiento a sus obligaciones con:

a. Clientes
b. Proveedores.
c. Trabajadores.
d. Pago de impuestos.

Al respecto, resulta aplicable en lo conducente el criterio jurisprudencial de rubro y


texto siguiente:

RENTA. LOS REQUISITOS EXIGIDOS POR EL ARTÍCULO 24,


FRACCIÓN III, DE LA LEY DEL IMPUESTO RELATIVO, PARA
REALIZAR DEDUCCIONES DE PAGOS EFECTUADOS MEDIANTE
CHEQUE NOMINATIVO DEL CONTRIBUYENTE, CONSTITUYEN UN
VERDADERO IMPERATIVO LEGAL, CUYO INCUMPLIMIENTO
GENERA LA IMPROCEDENCIA DE AQUÉLLAS. El artículo 24,
fracción III, de la Ley del Impuesto sobre la Renta establece: "Las
deducciones autorizadas en este título deberán reunir los
siguientes requisitos: ... III. Que se comprueben con
documentación que reúna los requisitos que señalen las
disposiciones fiscales relativas a la identidad y domicilio de quien
los expida, así como de quien adquirió el bien de que se trate o
recibió el servicio, y que en el caso de contribuyentes que en el
ejercicio inmediato anterior hubieran obtenido ingresos
acumulables superiores a ... efectúen mediante cheque
nominativo del contribuyente, los pagos en efectivo cuyo
monto exceda de ..."; de donde se sigue que para la procedencia
de las deducciones se prevén dos presupuestos: a) que la
documentación que las ampare reúna los requisitos fiscales
relativos a la identidad y domicilio de quien los expida, así como
de quien adquirió el bien o recibió el servicio de que se trate; y, b)
que los sujetos que se ubiquen en el supuesto acrediten haber
efectuado el pago con cheque nominativo del propio
contribuyente, y la finalidad de ambos estriba en poder identificar
la relación jurídica que se estableció entre el comprador y
vendedor, y el objeto del acto que es el que tendrá efecto fiscal
en la deducción que se efectúe de la contraprestación a que dé
lugar. Por tanto, si se exige como presupuesto que el bien
adquirido o el servicio de que se trate se pague mediante cheque
nominativo emitido a nombre de la persona que realizó la venta o
prestó el servicio, ello constituye un verdadero imperativo
legal en tanto que contiene una obligación, expresa, clara y
precisa, no sujeta a interpretación alguna, cuya omisión no
sólo da lugar a una infracción sino al rechazo de la deducción,
en virtud de que se trata de un requisito previsto en la norma
cuyo incumplimiento genera la improcedencia de esa
prerrogativa.[19]

En el precepto legal y de la tesis aislada antes transcritas, encontramos la


obligación para las personas morales que quieran deducir determinada erogación
para efectos del Impuesto Sobre la Renta, de efectuarla a través del SISTEMA
FINANCIERO, pues de lo contrario perderán el derecho de disminuirla de su base
gravable, lo cual sería económicamente inviable y por tanto ocasionaría su
extinción.

Entonces, para el caso de que ese Juez de Amparo considere que la cancelación de
cuentas bancarias que determine unilateralmente una Institución Financiera no
vulnera Derechos Fundamentales, por no ser OBLIGATORIO para el banco brindar
los servicios financieros a ésta quejosa, pero a su vez manifieste que subsisten los
requisitos fiscales para mi autorizante de efectuar sus erogaciones a través del
Sistema Financiero (a través de cheque nominativo para abono en cuenta o
transferencia bancaria).

En consecuencia, resultaría incompatible manifestar que al mismo tiempo que no


existe la obligación para las Instituciones Bancarias de prestar a todos por igual sus
servicios financieros como los de tener una cuenta bancaria empresarial, y al
mismo tiempo, imponer a todos los contribuyentes la exigencia de realizar sus
operaciones comerciales a través del mismo sistema financiero, respecto del cual se
le negó el acceso, so pena de que las erogaciones que realice no sean tomadas en
cuenta para efectos fiscales y por consiguiente, la base de determinación de sus
impuestos no reflejen su efectiva capacidad contributiva.

De tal suerte que, si en el caso que nos ocupa, ese H. Juez de Amparo decide
determinar que una Institución Bancaria está en aptitud de rescindir un contrato de
cuenta bancaria o decide cancelar una cuenta bancaria, y que por tanto, éstas no
están obligadas a brindar los servicios financieros a todos los contribuyentes que lo
soliciten, entonces, no es proporcional que prevalezca la exigencia para dicho
contribuyente de efectuar sus erogaciones y diversas operaciones a través del
Sistema Financiero por los medios indicados en la Ley del Impuesto Sobre la Renta
(transferencias bancarias), en la inteligencia que no existe en esa misma
proporción, la obligación para la Institución Bancaria de brindar el servicio
financiero.

En otras palabras, si ese H. Juez de Distrito, determina que la Institución Financiera


está facultada para cancelar las cuentas bancarias de la quejosa de forma unilateral,
en consecuencia, dicha cancelación no puede ser vista o analizada de forma aislada
como si no reportara un perjuicio o menoscabo en la actividad económica de la
quejosa, sino que en todo caso, la cancelación unilateral de la cuenta bancaria
debe dar lugar, a otorgar el amparo para el efecto de desincorporar a la quejosa,
de la obligación de efectuar sus operaciones a través, o por medio del sistema
financiero, permitiendo realizar sus operaciones a través de otra forma de
pago distinta.

Por lo antes expuesto, y de llegar a considerar que la cancelación de cuentas


bancarias, efectuada arbitrariamente por la Institución Bancaria, constituye un mero
acto entre particulares, en consecuencia, es procedente que ese H. Juez de Amparo
releve a mi representada de la obligación legal de utilizar el sistema financiero, ya
que no resulta obligatorio para el Banco ni para la quejosa mantener abierta y
activa una cuenta bancaria, y por tanto, se debe ordenar desincorporar de la esfera
jurídica de la quejosa cualquier consecuencia que le pueda perjudicar en todos los
ámbitos y principalmente el fiscal por el hecho de no realizar sus operaciones
comerciales a través del mismo, al no ser obligatorio, sino depender de un tercero,
como lo es, una institución bancaria.

QUINTO LA DETERMINACIÓN DE LAS AUTORIDADES RESPONSABLES DE


BLOQUEAR, CANCELAR, SUSPENDER O REVOCAR LAS CUENTAS BANCARIAS
DE MI REPRESENTADA, ES INCONSTITUCIONAL EN VIRTUD DE QUE DICHO
ACTO FUE EMITIDO EN TOTAL CONTRAVENCIÓN A LAS FORMALIDADES
ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO, POR LO QUE CONCULCA EN PERJUICIO DE
MI REPRESENTADA LO DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 1, 14, 16, 17 Y 22
CONSTITUCIONAL EN RELACIÓN CON EL ARTÍCULO 1, 8, 21 Y 29 DE LA
CONVENCIÓN AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS.

En efecto, el acto reclamado resulta violatorio del derecho fundamental de


audiencia previa y debido proceso contenido en los artículos 1, 14 y 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos toda vez que canceló,
revocó, bloqueo, o restringió las cuentas bancarias de la quejosa sin que se haya
dado a mi representada la oportunidad de conocer el motivo que da lugar a dicha
actuación y manifestar lo que a su derecho conviniera previo al acto privativo razón
por la cual resulta procedente conceder el amparo y protección de la justicia
federal a la quejosa.

Las disposiciones legales invocadas ordenan lo siguiente:

CONSTITUCION POLITICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

“Artículo 1o.  En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas


gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y
en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte,
así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá
restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones
que esta Constitución establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de


conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales
de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección
más amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la


obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos
humanos  de conformidad con los principios de universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el
Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a
los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.”

Artículo 14.  A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de


persona alguna.

Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones


o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales
previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades
esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con
anterioridad al hecho.”

Artículo 16.  Nadie puede ser molestado en su persona, familia,


domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito
de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del
procedimiento.

…”

Artículo 17.  Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni


ejercer violencia para reclamar su derecho.

Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por


tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y
términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera
pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en
consecuencia, prohibidas las costas judiciales.

...”

“Artículo 22.  Quedan prohibidas  las penas de muerte, de mutilación,


de infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier
especie, la multa excesiva,  la confiscación de bienes  y cualesquiera
otras penas inusitadas y trascendentales. Toda pena deberá ser
proporcional al delito que sancione y al bien jurídico afectado.”

CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS


“PACTO DE SAN JOSÉ DE COSTA RICA”

Artículo 1

Obligación de Respetar los Derechos

1.  Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar


los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y
pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin
discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo,   idioma,
religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional
o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición
social.
…”

Artículo 8

Garantías Judiciales

1.  Toda persona tiene derecho a ser oída con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente
independiente e imparcial establecido con anterioridad por la ley, en la
sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o
para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil,
laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.

…”

Artículo 21

Derecho a la Propiedad Privada

1.  Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes. La ley
puede subordinar tal uso y goce al interés social.

2.  Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante
el pago de indemnización justa, por razones de utilidad pública o de
interés social y en los casos y según las formas establecidas por la ley.

…”

Artículo 29

Normas de Interpretación

Ninguna disposición de la presente Convención puede ser interpretada


en el sentido de:

a)  Permitir a alguno de los Estados Partes, grupo o persona, suprimir el


goce y ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en la
Convención o limitarlos en mayor medida que la prevista en ella;

b) Limitar el goce y ejercicio de cualquier derecho o libertad que pueda


estar reconocido de acuerdo con las leyes de cualquiera de los Estados
Partes o de acuerdo con otra convención en que sea parte uno de
dichos Estados;

c)  Excluir otros derechos y garantías que son inherentes al ser


humano  o que se derivan de la forma democrática representativa de
gobierno, y

d) Excluir o limitar el efecto que puedan producir la Declaración


Americana de Derechos y Deberes del Hombre y otros actos
internacionales de la misma naturaleza.”

Como se ve los anteriores preceptos legales establecen una serie principios que
deben de ser cumplidos, así como determinados derechos que tienen que ser
respetados, antes de privar o molestar a cualquier persona en sus propiedades,
posesiones o derechos.

Así pues, cualquier autoridad, para poder privar o causar molestia a los particulares
en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, -como en el caso que se
expone- deben de expedir un mandamiento que debe reunir a pulcritud y
cabalidad determinadas exigencias constitucionales y legales como son: constar
por escrito, tener competencia para expedirlo y estar fundado y motivado;
entendiéndose por esto último la cita de los preceptos legales previstos en un
cuerpo normativo constitucional y vigente que regulan tanto el hecho como las
consecuencias jurídicas que pretenda imponer el acto de autoridad, las razones o
consideraciones por la cuales estima procedente que los hechos en que basa su
actuar se encuentran probados y son precisamente los previstos en la disposición
legal que afirma aplicar y efectuar una correlación entre ambos que supone un
razonamiento de la autoridad para demostrar la aplicabilidad de los preceptos
legales invocados a los hechos de que se trate.

Sirve de apoyo el criterio sustentado en la tesis de jurisprudencia cuyos datos de


identificación, rubro y texto se transcriben:                                          

“FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. SON


LAS QUE GARANTIZAN UNA ADECUADA Y OPORTUNA
DEFENSA PREVIA AL ACTO PRIVATIVO.- La garantía de
audiencia establecida por el artículo 14 constitucional consiste en
otorgar al gobernado la oportunidad de defensa previamente al
acto privativo de la vida, libertad, propiedad, posesiones o
derechos, y su debido respeto impone a las autoridades, entre
otras obligaciones, la de que en el juicio que se siga "se cumplan
las formalidades esenciales del procedimiento". Estas son las que
resultan necesarias para garantizar la defensa adecuada antes del
acto de privación y que, de manera genérica, se traducen en los
siguientes requisitos: 1) La notificación del inicio del
procedimiento y sus consecuencias; 2) La oportunidad de ofrecer
y desahogar las pruebas en que se finque la defensa; 3) La
oportunidad de alegar; y 4) El dictado de una resolución que
dirima las cuestiones debatidas. De no respetarse estos requisitos,
se dejaría de cumplir con el fin de la garantía de audiencia, que es
evitar la indefensión del afectado.”[20]

En ese orden de ideas, los actos de molestia o privativos no resultan irrestricta, sino
que necesariamente deben de cumplir con los parámetros mínimos que la
constitución impone, con la finalidad de respetar las garantías de legalidad y
seguridad jurídica contemplados por el artículo 16 de la Constitución Federal.

Por otro lado, de entre los diversos derechos fundamentales contiene el segundo
párrafo del artículo 14 constitucional destaca, por su primordial importancia, la de
audiencia previa. Este mandamiento superior, cuya esencia se traduce en una
garantía de seguridad jurídica para los gobernados, impone la ineludible
obligación a cargo de las autoridades para que, de manera previa al dictado de un
acto de privación, cumplan con una serie de formalidades esenciales, necesarias
para oír en defensa de los afectados. Dichas formalidades y su observancia, a las
que se unen, además, las relativas a la garantía de legalidad contenida en el texto
del primer párrafo del artículo 16 constitucional, se constituyen como elementos
fundamentales útiles para demostrar a los afectados por un acto de autoridad, que
la resolución que los agravia no se dicta de un modo arbitrario y anárquico sino,
por el contrario, en estricta observancia del marco jurídico que la rige.

Así, con arreglo en tales imperativos, todo procedimiento o juicio ha de estar


supeditado a que en su desarrollo se observen, ineludiblemente, distintas etapas
que configuran la garantía formal de audiencia en favor de los gobernados, a
saber, que el afectado tenga conocimiento de la iniciación del procedimiento, así
como de la cuestión que habrá de ser objeto de debate y de las consecuencias que
se producirán con el resultado de dicho trámite, que se le otorgue la posibilidad de
presentar sus defensas a través de la organización de un sistema de comprobación
tal, que quien sostenga una cosa la demuestre, y quien estime lo contrario cuente a
su vez con el derecho de demostrar sus afirmaciones; que cuando se agote dicha
etapa probatoria se dé oportunidad de formular las alegaciones correspondientes
y, finalmente, que el procedimiento iniciado concluya con una resolución que
decida sobre las cuestiones debatidas, fijando con claridad el tiempo y forma de
ser cumplidas, etapas que se ilustran gráficamente como sigue:

DEBIDO PROCESO

Sin embargo, en el caso concreto los preceptos constitucionales fueron vulnerados


por las autoridades responsables toda vez que en el caso en estudio resulta ser que
el día de hoy uno de mis clientes al pretenderme realizar un depósito a la cuenta
bancaria _________me informó que dicha cuenta se encuentra bloqueada tal como
se aprecia en la siguiente imagen:

Por lo anterior, de manera inmediata me traslade a la institución financiera referida


a pretender realizar algún movimiento respecto de la cuenta bancaría de mi
representada, informándoseme de manera verbal que no era posible acceder a mí
solicitud en virtud de que las cuentas bancarias de mi representada fueron
bloqueadas por presunción de lavado de dinero (sic) y que por lo tanto, la
institución se encuentra imposibilitada a continuar ejecutando cualquier acto,
operación, o servicio con la quejosa o cualquier tercero que actué en nombre y
representación lo que impide realizar movimiento bancario alguno, incluyendo el
de realizar retiros bancarios.

Sin embargo, dicho acto resulta inconstitucional por violación al derecho


fundamental de audiencia previa y debido proceso toda vez que previo al bloqueo
de la cuenta bancaria se niega categóricamente que se haya notificado oficio
alguno en el cual las autoridades señaladas como responsables, hubieran dado a
conocer las razones, causas o motivos por los cuales consideraron o determinaron
el bloqueo de la cuenta bancaria y se haya otorgado el plazo legal para que mi
representada manifestara lo que a su derecho conviniera, dejándola pues en
completo estado de indefensión y violando con ello los derechos fundamentales
de debido proceso, audiencia, legalidad y seguridad jurídica consagrado en los
artículos 1, 14, 16, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, lo
anterior es así porque el acto reclamado se emitió sin cumplir con las formalidades
esenciales del procedimiento y a la leyes expedidas con anterioridad al hecho.

En efecto, el bloqueo de la cuenta bancaria de la quejosa, se hizo sin respetar el


derecho humano de audiencia y las formalidades esenciales del procedimiento que
consagra el artículo 14 y 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, porque niego categoricamente que se haya notificado o dado a
conocer a mi representada el inicio del procedimiento que culminó con el bloqueo
de la cuenta bancaria, en donde se me haya dado la oportunidad de alegar y de
ofrecer pruebas, por lo tanto, resulta evidente que se violaron en mi perjuicio los
derechos humanos de audiencia, legalidad y seguridad jurídica en perjuicio de mi
representada.

Lo anterior es así porque, el derecho fundamental de audiencia establecida por el


artículo 14 constitucional consiste en otorgar al gobernado la oportunidad de
defensa previamente al acto privativo de la vida, libertad, propiedad, posesiones o
derechos, y su debido respeto impone a las autoridades, entre otras obligaciones,
la de que en el juicio que se siga "se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento".

Estas son las que resultan necesarias para garantizar la defensa adecuada antes del
acto de privación y que, de manera genérica, se traducen en los siguientes
requisitos:

1. La notificación del inicio del procedimiento y sus consecuencias;


2. La oportunidad de ofrecer y desahogar las pruebas en que se finque la
defensa;
3. La oportunidad de alegar; y
4. El dictado de una resolución que dirima las cuestiones debatidas. De no
respetarse estos requisitos, se dejaría de cumplir con el fin de la garantía de
audiencia, que es evitar la indefensión del afectado.

Resulta aplicable la siguiente jurisprudencia:

FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. SON LAS


QUE GARANTIZAN UNA ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA
PREVIA AL ACTO PRIVATIVO. La garantía de audiencia
establecida por el artículo 14 constitucional consiste en otorgar al
gobernado la oportunidad de defensa previamente al acto
privativo de la vida, libertad, propiedad, posesiones o derechos, y
su debido respeto impone a las autoridades, entre otras
obligaciones, la de que en el juicio que se siga "se cumplan las
formalidades esenciales del procedimiento". Estas son las que
resultan necesarias para garantizar la defensa adecuada antes del
acto de privación y que, de manera genérica, se traducen en los
siguientes requisitos: 1) La notificación del inicio del
procedimiento y sus consecuencias; 2) La oportunidad de ofrecer
y desahogar las pruebas en que se finque la defensa; 3) La
oportunidad de alegar; y 4) El dictado de una resolución que
dirima las cuestiones debatidas. De no respetarse estos requisitos,
se dejaría de cumplir con el fin de la garantía de audiencia, que es
evitar la indefensión del afectado.[21]

Por lo que es clara la violación a los preceptos Constitucionales anteriormente


citados, toda vez que en el caso concreto, sin previamente ser oído y vencido en
juicio, se priva a la quejosa de su cuenta bancaria y el impide realizar cualquier acto
u operación en el BANCO BBVA BANCOMER S.A., situación que la pone en total
estado de indefensión e incertidumbre,  pues en la especie no existe mandamiento
escrito de autoridad competente que funde y motive la causa legal de su actuación,
ni mucho menos se me ha escuchado previamente a la ilegal privación, lo cual
desde luego viola las garantías de audiencia y debido proceso, lo cual además deja
en estado de indefensión a la quejosa pues se le impide poner disponer de una
cuenta bancaria misma que resulta indispensable para el desarrollo de su actividad
económica tal como se expuso en el capítulo de procedencia.

En conclusión, resulta procedente conforme a derecho, el que se decrete a favor


del peticionario, el Amparo y Protección de la Justicia de la Unión, para el efecto de
que se reactive la cuenta bancaria cancelada, hasta en tanto, se cumplan las
formalidades esenciales del procedimiento, en donde tenga la oportunidad de
alegar o de ofrecer pruebas.

SEXTO. LOS ACTOS RECLAMADOS RESULTAN A TODAS LUCES


INCONSTITUCIONALES E INCONVENCIONALES, YA QUE A TRAVÉS DEL
BLOQUEO, CANCELACIÓN, SUSPENSIÓN O REVOCACIÓN DE LA TOTALIDAD
DE LAS CUENTAS BANCARIAS DE MI REPRESENTADA, ASÍ COMO EL
IMPEDIMENTO PARA DISPONER DE LOS RECURSOS QUE EXISTEN EN DICHAS
CUENTAS, SE VIOLAN EN PERJUICIO DE LA SUSCRITA, LOS DERECHOS
FUNDAMENTALES A LA LEGALIDAD, SEGURIDAD Y CERTEZA JURÍDICAS,
RESPETO A LA PROPIEDAD PRIVADA Y EL DEBIDO PROCESO, CONTENIDOS
EN LOS ARTÍCULOS 1, 14, 16, 17 Y 22 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y ARTÍCULOS 1, 8, 21 Y 29 DE LA
CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS “PACTO DE SAN
JOSÉ DE COSTA RICA” SIN QUE PREVIAMENTE HAYA SIDO LEGALMENTE
NOTIFICADO, MANDAMIENTO ESCRITO DE AUTORIDAD COMPETENTE, QUE
FUNDE Y MOTIVE LA CAUSA LEGAL DEL PROCEDIMIENTO.

Para comenzar es preciso partir de la premisa que, si la institución financiera se rige


por lo dispuesto en la Ley de Instituciones de Crédito, entonces adquiere la
naturaleza de autoridad para efectos del juicio de amparo cuando de forma
unilateral, bloque, revoque, cancele o suspenda una cuenta bancaria o cualquier
servicio financiero dada la afectación de imposible reparación que produce dicha
actuación, entonces, el bloqueo de la cuenta bancaria, imposibilidad de disponer
de su patrimonio –efectivo- o la restricción de acceso al sistema financiero, dicho
acto debe estar suficientemente fundado y motivado, situación que se demostrará
a lo largo del presente concepto de violación.

Lo anterior es así, pues, dicha decisión unilateral de ese “particular en funciones de


autoridad” debe estar basada en razones que válidamente puedan justificar el
cierre o bloqueo de dichas cuentas bancarias a nombre de esta peticionaria de
amparo, de conformidad con el ordenamiento jurídico vigente y aplicable.

Pensar lo contrario, sería tanto como permitir a las instituciones bancarias públicas
o privadas, despojar a cualquier cuentahabiente del patrimonio que confió a esa
institución –con el que se da cumplimiento a obligaciones fiscales, mercantiles,
contractuales, entre otras- sin que medien motivos objetivos y legítimos para ello,
precisando además, que no existe procedimiento o mecanismo alguno que permita
al contribuyente/gobernado inconformarse ante una actuación caprichosa o
arbitraria de un particular con atribuciones ab imperium, lo que redunda aún más
en el estado de indefensión en que puede estar ubicado frente a la actuación de
una institución financiera, al no preverse un medio de defensa jurisdiccional en
contra de dichos actos que trastocan indudablemente la esfera jurídica de los
titulares de esas cuentas.

Aclarado lo anterior, dable resulta transcribir el contenido de los preceptos legales


invocados al principio del de mérito, mismos que disponen:

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas


gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta
Constitución y en los tratados internacionales de los que el
Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su
protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse,
salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución
establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de


conformidad con esta Constitución y con los tratados
internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las
personas la protección más amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen


la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los
derechos humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.
En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar
y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos
que establezca la ley…”.

Artículo 14. A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio


de persona alguna.

Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades,


posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los
tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las
formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes
expedidas con anterioridad al hecho…”.

Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia,


domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de
mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde
y motive la causa legal del procedimiento…”.

Artículo 17. Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí


misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho.

Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por


tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y
términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de
manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito,
quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales...”.
“Artículo 22. Quedan prohibidas las penas de muerte, de
mutilación, de infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento
de cualquier especie, la multa excesiva, la confiscación de
bienes y cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales.
Toda pena deberá ser proporcional al delito que sancione y al
bien jurídico afectado.”

CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS


“PACTO DE SAN JOSÉ DE COSTA RICA”

Artículo 1

Obligación de Respetar los Derechos

1. Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a


respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a
garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté
sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de
raza, color, sexo,

idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole,


origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición social…”.

Artículo 8

Garantías Judiciales

1. Toda persona tiene derecho a ser oída con las debidas


garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal
competente independiente e imparcial establecido con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación
penal formulada contra ella, o para la determinación de sus
derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de
cualquier otro carácter.

…”

Artículo 21

Derecho a la Propiedad Privada


1. Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes. La ley
puede subordinar tal uso y goce al interés social.

2. Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto


mediante el pago de indemnización justa, por razones de utilidad
pública o de interés social y en los casos y según las formas
establecidas por la ley.

…”

Artículo 29

Normas de Interpretación

Ninguna disposición de la presente Convención puede ser


interpretada en el sentido de:

a) Permitir a alguno de los Estados Partes, grupo o persona,


suprimir el goce y ejercicio de los derechos y libertades
reconocidos en la Convención o limitarlos en mayor medida que
la prevista en ella;

b) Limitar el goce y ejercicio de cualquier derecho o libertad que


pueda estar reconocido de

acuerdo con las leyes de cualquiera de los Estados Partes o de


acuerdo con otra convención en que sea parte uno de dichos
Estados;

c) Excluir otros derechos y garantías que son inherentes al ser


humano o que se derivan de la forma democrática representativa
de gobierno, y

d) Excluir o limitar el efecto que puedan producir la Declaración


Americana de Derechos y

Deberes del Hombre y otros actos internacionales de la misma


naturaleza.”

De la interpretación sistemática que se efectúe a los preceptos legales recién


transcritos, es posible colegir una serie de principios que deben de ser respetados
por las autoridades y por los particulares con facultades de imperio frente a otros
particulares, así como la existencia de diversas prerrogativas a favor de los
gobernados que, indefectiblemente tienen que ser respetados, antes de privar o
molestar a cualquier persona en sus propiedades, posesiones o inclusive,
derechos.

Así pues, cualquier autoridad o particular en funciones de autoridad, para poder


privar o causar molestia a los particulares en su persona, familia, domicilio, papeles
o posesiones, como en el caso que se expone, deben de expedir un mandamiento
que debe reunir a pulcritud y cabalidad determinadas exigencias constitucionales y
legales como son: constar por escrito, tener competencia para expedirlo y estar
fundado y motivado; entendiéndose por esto último la cita de los preceptos
legales previstos en un cuerpo normativo que regule tanto el hecho como las
consecuencias jurídicas que pretenda imponer el acto de autoridad, las razones o
consideraciones por la cuales estima procedente que los hechos en que basa su
actuar se encuentran probados y son precisamente los previstos en la disposición
legal que afirma aplicar y efectuar una correlación entre ambos que supone un
razonamiento de la autoridad para demostrar la aplicabilidad de los preceptos
legales invocados a los hechos de que se trate.

Al respecto resulta aplicable el criterio sustentado en la tesis aislada cuyos datos de


identificación, rubro y texto se insertan a continuación:

 “ACTOS DE MOLESTIA. REQUISITOS MÍNIMOS QUE DEBEN


REVESTIR PARA QUE SEAN CONSTITUCIONALES.- De lo dispuesto en
el artículo 16 de la Constitución Federal se desprende que la emisión de
todo acto de molestia precisa de la concurrencia indispensable de tres
requisitos mínimos, a saber: 1) que se exprese por escrito y contenga la
firma original o autógrafa del respectivo funcionario; 2) que provenga de
autoridad competente; y, 3) que en los documentos escritos en los que
se exprese, se funde y motive la causa legal del procedimiento. Cabe
señalar que la primera de estas exigencias tiene como propósito
evidente que pueda haber certeza sobre la existencia del acto de
molestia y para que el afectado pueda conocer con precisión de cuál
autoridad proviene, así como su contenido y sus consecuencias.
Asimismo, que el acto de autoridad provenga de una autoridad
competente significa que la emisora esté habilitada constitucional o
legalmente y tenga dentro de sus atribuciones la facultad de emitirlo. Y
la exigencia de fundamentación es entendida como el deber que tiene la
autoridad de expresar, en el mandamiento escrito, los preceptos legales
que regulen el hecho y las consecuencias jurídicas que pretenda
imponer el acto de autoridad, presupuesto que tiene su origen en el
principio de legalidad que en su aspecto imperativo consiste en que las
autoridades sólo pueden hacer lo que la ley les permite; mientras que la
exigencia de motivación se traduce en la expresión de las razones por
las cuales la autoridad considera que los hechos en que basa su
proceder se encuentran probados y son precisamente los previstos en la
disposición legal que afirma aplicar. Presupuestos, el de la
fundamentación y el de la motivación, que deben coexistir y se suponen
mutuamente, pues no es posible citar disposiciones legales sin
relacionarlas con los hechos de que se trate, ni exponer razones sobre
hechos que carezcan de relevancia para dichas disposiciones. Esta
correlación entre los fundamentos jurídicos y los motivos de hecho
supone necesariamente un razonamiento de la autoridad para
demostrar la aplicabilidad de los preceptos legales invocados a los
hechos de que se trate, lo que en realidad implica la fundamentación y
motivación de la causa legal del procedimiento.[22]

También es aplicable al caso, por analogía, el criterio sustentado en la tesis aislada


cuyos datos de identificación se transcriben:                                   

 “AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS, FUNDAMENTACION DE SUS


ACTOS.- Si del texto del oficio que contiene el acto reclamado
claramente se advierte la falta de fundamentación y motivación en
términos de la garantía que tutela categóricamente, en forma de
obligación para las autoridades administrativas, según jurisprudencia
definida, el artículo 16 de la Constitución, ello basta para impartir al
agraviado la protección que solicita.”[23]

Es necesario señalar que el contenido formal de la garantía de legalidad prevista en


el artículo 16 constitucional relativa a la fundamentación y motivación tiene como
propósito primordial y ratio que el justiciable conozca el "por qué" de la conducta
de la autoridad, lo que se traduce en darle a conocer en detalle y de manera
completa la esencia de todas las circunstancias y condiciones que determinaron el
acto de voluntad, de manera que sea evidente y muy claro para el afectado poder
cuestionar y controvertir el mérito de la decisión, permitiéndole una real y
auténtica defensa.

Resulta aplicable la siguiente tesis:

FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. EL ASPECTO FORMAL DE LA


GARANTÍA Y SU FINALIDAD SE TRADUCEN EN EXPLICAR, JUSTIFICAR,
POSIBILITAR LA DEFENSA Y COMUNICAR LA DECISIÓN. El contenido
formal de la garantía de legalidad prevista en el artículo 16
constitucional relativa a la fundamentación y motivación tiene como
propósito primordial y ratio que el justiciable conozca el "para qué" de
la conducta de la autoridad, lo que se traduce en darle a conocer en
detalle y de manera completa la esencia de todas las circunstancias y
condiciones que determinaron el acto de voluntad, de manera que sea
evidente y muy claro para el afectado poder cuestionar y controvertir el
mérito de la decisión, permitiéndole una real y auténtica defensa. Por
tanto, no basta que el acto de autoridad apenas observe una motivación
pro forma pero de una manera incongruente, insuficiente o imprecisa,
que impida la finalidad del conocimiento, comprobación y defensa
pertinente, ni es válido exigirle una amplitud o abundancia superflua,
pues es suficiente la expresión de lo estrictamente necesario para
explicar, justificar y posibilitar la defensa, así como para comunicar la
decisión a efecto de que se considere debidamente fundado y motivado,
exponiendo los hechos relevantes para decidir, citando la norma
habilitante y un argumento mínimo pero suficiente para acreditar el
razonamiento del que se deduzca la relación de pertenencia lógica de
los hechos al derecho invocado, que es la subsunción.[24]

En el caso en concreto resulta ser que el día de hoy uno de mis clientes al
pretenderme realizar un depósito a la cuenta bancaria _________me informó que
dicha cuenta se encuentra bloqueada tal como se aprecia en la siguiente imagen:

Por lo anterior, de manera inmediata me traslade a la institución financiera referida


a pretender realizar algún movimiento respecto de la cuenta bancaría de mi
representada, informándoseme de manera verbal que no era posible acceder a mí
solicitud en virtud de que las cuentas bancarias de mi representada fueron
bloqueadas por presunción de lavado de dinero (sic) y que por lo tanto, la
institución se encuentra imposibilitada a continuar ejecutando cualquier acto,
operación, o servicio con la quejosa o cualquier tercero que actué en nombre y
representación lo que impide realizar movimiento bancario alguno, incluyendo el
de realizar retiros bancarios.

Sin embargo, dicho acto no cumple con la fundamentación y motivación exigida en


el artículo 1, 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
toda vez que no fueron dados a conocer los motivos, causas o razones particulares
por los cuales la autoridad responsable decidió bloquear, cancelar, revocar o
suspender los servicios de mi representada.
Ahora bien, en el caso concreto, los preceptos Constitucionales invocados fueron
vulnerados por las Autoridades Señaladas como Responsables, ya que se le está
privando ilegalmente a esta peticionaria de amparo dichas prerrogativas con: el
bloqueo, cancelación, suspensión o revocación de la totalidad de las cuentas
bancarias de mi representada; así como el impedimento para disponer de los
recursos que existen en dichas cuentas, abiertas a nombre de la suscrita en la
Institución Bancaria ______________SIN QUE HUBIERE EXISTIDO MANDAMIENTO
ESCRITO DE LA AUTORIDAD COMPETENTE QUE FUNDE Y MOTIVE LA CAUSA
LEGAL DEL PROCEDIMIENTO, ni tampoco un juicio previo conforme a las
formalidades esenciales del procedimiento y a la leyes expedidas con anterioridad
al hecho.

Es decir, de lo expuesto con antelación, se advierte que el legislador le confirió a


diversas Autoridades la potestad de afectar la esfera patrimonial de los particulares
cuando actualicen alguna de las hipótesis normativas en las distintas materias del
derecho como lo son la fiscal, mercantil, penal, civil, entre otras.

Empero, la potestad con que cuenta la Autoridad y excepcionalmente el particular


cuando realiza funciones de la primera, conferida en las leyes, está supeditada a
que las autoridades responsables, respeten el Derecho de Audiencia y debido
proceso en favor de los justiciables, puesto que con dicho acto puede tener de
cierta manera como garante de la tutela del derecho Humano al debido proceso y
garantía de audiencia, una vez que conoce el Mandamiento Escrito con el que
justifica su actuación.

En el caso que nos ocupa, se materializó la violación a los Derechos Humanos de la


suscrita, porque nunca me ha sido notificado algún oficio, acuerdo o resolución de
autoridad competente en virtud del cual se haga saber la causa, motivo o razones
particulares, así como tampoco se conoce, los fundamentos legales que justifiquen
y sirvan de sustento, a la actuación de la Institución Financiera que se le atribuye
las violaciones, lo que origina incertidumbre e inseguridad en mi esfera jurídica, ni
mucho menos se me dio la oportunidad de defender mis intereses y hacer valer lo
que a mi derecho conviniera. De tal suerte que se me privó de la garantía de
Audiencia pues nunca tuve la oportunidad de conocer el acto de
molestia (mandamiento escrito) y defenderme de aquel.

Es decir, de ninguna manera se me respetó el Derecho que toda persona tiene de


ser oída y vencida en juicio previo al acto de molestia, sino que, en el caso
particular, arbitrariamente se afectó mi patrimonio sin que se me diera a conocer el
motivo o, al menos, la Autoridad que lo ordenó y con ello estar en aptitud de
conocer si efectivamente es competente legalmente para ordenar los actos como
los ahora reclamados y si los motivos en que se sustenta efectivamente actualizan
una de las hipótesis jurídicas que contemplen esta medida tan arbitraria en mi
contra.

Bajo ese orden de ideas, Niego categóricamente que exista el mandamiento escrito
que funde y motive, por virtud del cual se realizó el bloqueo, cancelación,
suspensión o revocación de la totalidad de las cuentas bancarias de mi
representada, así como también, niego en los mismos términos, que exista
mandamiento escrito que funde y motive el impedimento para disponer de los
recursos que existen en dichas cuentas a nombre de la suscrita, en la
Institución Bancaria _____________.

Y en el supuesto no concedido que el mandamiento mencionado en el párrafo


anterior exista, NIEGO CATEGÓRICAMENTE que el mismo se me haya notificado
con las formalidades de Ley y en el domicilio de la suscrita.

En este orden de ideas, no se cumple con todas y cada una de las formalidades del
procedimiento legal y con las leyes expedidas con anterioridad al hecho, por lo
tanto vulneran mis derechos Constitucionales entre otros, el de audiencia y es que
los artículos 16 y 17 Constitucionales señalados anteriormente.

Y en este caso concreto, se me está molestando en mi persona y posesiones sin


existir un mandamiento escrito de la autoridad responsable, por tal motivo se
violan mis derechos fundamentales.

Ahora bien, se sostiene la violación a los preceptos Constitucionales anteriormente


citados, toda vez que en el presente asunto, sin previamente ser oído y vencido en
juicio, se me priva en forma arbitraria la disposición de mis cuentas bancarias, ya
que estas fueron bloqueadas, canceladas, suspendidas o revocadas, así como
también se me impide poder disponer de los recursos que existen en dichas
cuentas, lo cual prohíbe tajantemente el artículo 16 de la Constitución Federal,
situación que me pone en total estado de indefensión e incertidumbre, pues en la
especie no existe mandamiento escrito de autoridad competente que funde y
motive la causa legal de su actuación, ni mucho menos se me ha escuchado
previo a la ilegal  privación, lo cual, desde luego viola las garantías de legalidad,
seguridad y certeza jurídica, así como de audiencia y debido proceso.

Además de lo anterior, aún y cuando existieran diversas facultades que posea dicha
Institución Financiera, es inexcusable que la misma, debe circunscribirse a acatar,
siquiera, las disposiciones mínimas que deben poseer los actos de autoridad o los
de particulares en funciones equivalentes a las de autoridad, para tal efecto resulta
necesario que, deberán cumplir con los requisitos que dispone nuestra
Constitución Política en su artículo 16 en el primer párrafo,  el cual consagra a favor
de los gobernados la garantía de legalidad y su eficacia reside en el hecho de que
se protege todo el sistema de derecho objetivo desde la propia Carta Magna hasta
el reglamento administrativo más minucioso.

La garantía de legalidad implícita en el párrafo transcrito del artículo 16


constitucional, condiciona a todo acto de molestia a la reunión de los requisitos de
fundamentación y motivación de la causa legal del procedimiento, por la que se
entiende el acto o la serie de actos que provocan la molestia en la persona, familia,
domicilio, papeles o posesiones de un gobernado realizados por la autoridad
competente, y deben no sólo tener una causa o elemento determinante, sino que
éste sea legal, es decir, fundado y motivado en una ley en su aspecto material, esto
es, una disposición normativa general e impersonal, creadora y reguladora de
situaciones abstractas.

La fundamentación legal de la causa del procedimiento autoritario, consiste en que


los actos que originen la molestia de que habla el artículo 16 constitucional deben
basarse en una disposición normativa general, es decir, que ésta prevea la
situación concreta para la cual sea procedente realizar el acto de autoridad,
que exista una ley que lo autorice.

La fundamentación legal de todo acto autoritario que cause al gobernado una


molestia en los bienes a que se refiere el artículo 16 constitucional, no es sino
una consecuencia directa del principio de legalidad que consiste en que las
autoridades sólo pueden hacer lo que la ley les permite.

En ese tenor, la exigencia de fundar legalmente todo acto de molestia impone a las
autoridades diversas obligaciones, que se traducen en las siguientes condiciones:

Por tanto, la motivación debe de entenderse como la causa legal del


procedimiento, en la inteligencia que, existe una norma jurídica, el caso o situación
concretos respecto de los que se pretende cometer el acto autoritario de molestia,
sean aquellos a que alude la disposición legal que lo funde, lo que significa que las
circunstancias y modalidades del caso particular encuadren dentro del marco
general correspondiente establecido por la ley.

Esto es, para adecuar una norma jurídica legal o reglamentaria al caso concreto
donde vaya a operar el acto de molestia, la autoridad respectiva debe aducir los
motivos que justifiquen la aplicación correspondiente, motivos que deben
manifestarse en los hechos, circunstancias y modalidades objetivas del caso para
que éste se encuadre dentro de los supuestos abstractos previstos
normativamente. La mención de esos motivos debe formularse precisamente en el
mandamiento escrito, con el objeto de que el afectado por el acto de molestia
pueda conocerlos y estar en condiciones de producir su defensa.

Así lo sostuvo la Segunda Sala de la anterior integración de esta Suprema Corte de


Justicia de la Nación en la jurisprudencia consultable en la página 52, Tomo III, del
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, que dice:

"FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN.-De acuerdo con el


artículo 16 de la Constitución Federal, todo acto de autoridad
debe estar adecuada y suficientemente fundado y motivado,
entendiéndose por lo primero que ha de expresarse con precisión
el precepto legal aplicable al caso y, por lo segundo, que también
deben señalarse, con precisión, las circunstancias especiales,
razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en
consideración para la emisión del acto; siendo necesario, además,
que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas
aplicables, es decir, que en el caso concreto se configuren las
hipótesis normativas."

Entonces, como lo venimos comentando, el referido precepto constitucional, en la


parte que se comenta, también contiene la garantía formal del mandamiento
escrito, conforme a la cual, toda autoridad debe actuar con base en una orden
escrita, sin que sea suficiente que ésta se emita para realizar algún acto de
molestia en los bienes que menciona el artículo 16 Constitucional, sino que es
menester que se le comunique o se dé a conocer al particular afectado
respetando los requisitos o procedimientos de notificación que para cada caso
y materia se establezcan. Esta comunicación o conocimiento, pueden ser
anteriores o simultáneos a la ejecución del acto de molestia, pues la exigencia de
que éste conste en un mandamiento escrito, sólo tiene como finalidad que el
gobernado se entere de la fundamentación y motivación legales del hecho
autoritario que lo afecte, así como de la autoridad de quien provenga, para poder
defenderse.

En tal virtud, lo antes reseñado permite concluir que el artículo 16 constitucional,


impone a las Autoridades la obligación de respetar a favor de los particulares la
garantía de seguridad jurídica, es decir, que todo acto de molestia debe provenir
de autoridad competente y cumplir con las formalidades esenciales que le den
eficacia jurídica, lo que significa que los actos de esta naturaleza necesariamente
deben emitirse por quien para ello esté facultado expresamente, precisando la
fundamentación y motivación de dicho acto, lo cual implica que la autoridad
no sólo está obligada a mencionar los motivos y preceptos legales que sustenten el
acto autoritario, pues además, tiene que indicar el lugar y la fecha en que se
emite e imperantemente darle a conocer al gobernado dicho documento, ello
como parte de las formalidades esenciales que exige el artículo 16 de la Carta
Magna, todo eto, previo a ejecutar el acto de molestia.

En la especie, los preceptos Constitucionales en cita fueron vulnerados por las


Autoridades Responsables, ya que se le está privando ilegalmente a la suscrita de
disponer de su patrimonio contenido en las cuentas bancarias abiertas a nombre
de la suscrita en la Institución Bancaría __________, así como también el bloqueo,
cancelación, suspensión o revocación de la totalidad de sus cuentas, sin que
hubiere existido un juicio previo conforme a las formalidades esenciales del
procedimiento y a la leyes expedidas con anterioridad al hecho, ni tampoco
mandamiento escrito de la autoridad competente que funde y motive la causal
legal de dicha actuación unilateral de la Institución Financiera.

Es por lo anterior que, se me deja en una total incertidumbre jurídica respecto a la


legalidad del acto y la facultad de su emisor.

Lo anterior es así, porque nunca me ha sido notificado algún oficio, acuerdo o


resolución de autoridad competente y en virtud del cual se haga saber la
causa, motivo o razones particulares y los fundamentos legales que
justifiquen y sirvan de sustento, a la actuación de la autoridad, lo que se insiste,
tal situación origina incertidumbre e inseguridad en mi esfera jurídica.

Aunado a lo anterior, es del todo procedente la concesión del Amparo aquí


impetrado pues ese H. Juez Constitucional no debe perder de vista que nos
encontramos en presencia de un acto prohibido por el Artículo 22 de la
Constitución Federal, como lo es la confiscación de bienes, no cabe lugar a dudas
que de ninguna manera, dicha Institución Financiera podría válida y legalmente,
privar a esta quejosa de poder disponer de su propio patrimonio, pues dicha
acción se traduce en haber confiscado la cuenta bancaria a nombre de la suscrita
trastocando sus Derechos Fundamentales.

En este punto es conveniente considerar el Contenido de ese precepto


Constitucional el cual es del tenor siguiente:
Artículo 22.  Quedan prohibidas  las penas de muerte, de mutilación, de
infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie,
la multa excesiva,  la confiscación de bienes  y cualesquiera otras penas
inusitadas y trascendentales. Toda pena deberá ser proporcional al delito
que sancione y al bien jurídico afectado.

Luego entonces, del precepto Constitucional antes trascrito, tenemos que en el


Estado Mexicano se encuentran prohibida la confiscación de bienes, es decir,
nuestra Carta Magna es tajante al prohibir los actos de confiscación, salvo sus
excepciones perfectamente definidas que son en ciertos supuestos de la materia
penal, civil o fiscal, sin embargo, en dichos supuestos al tratarse de una excepción a
un Derecho Fundamental se rigen por procedimientos perfectamente normados en
los cuales se garantizan primordialmente el respeto por las Formalidades Esenciales
del Procedimiento”, como lo es el Derecho de Audiencia y de Legalidad.

Es por lo anterior, que de ninguna manera podemos estar en el caso, ante una de
las excepciones a que se refiere el artículo 22 de la Constitución Federal, toda vez
que en la especie se niega categóricamente que se haya seguido un procedimiento
previo a la confiscación de la cuenta bancaria en cuestión, a nombre de la suscrita,
y mucho menos que en dicho procedimiento se me haya hecho del conocimiento y
dado la oportunidad de defenderme conforme a mis intereses.

Por lo que indiscutiblemente al no existir mandamiento de ejecución fundado y


motivado y emitido por Autoridad competente y que el mismo se me haya
notificado con las formalidades de Ley, por exclusión tenemos que el acto del
que ahora me duelo se trata de una CONFISCACIÓN y que la misma está
prohibida por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo
que es del todo procedente la concesión del Amparo aquí impetrado al estar en
presencia de un acto flagrantemente Inconstitucional.

En conclusión, resulta procedente conforme a derecho, el que se decrete a


favor del peticionario, el Amparo y Protección de la Justicia de la Unión.

SÉPTIMO. EL ACTO RECLAMADO RESULTA INCONSTITUCIONAL EN VIRTUD


DE QUE EL TITULAR DE LA UNIDAD DE INTELIGENCIA FINANCIERA NI LA
INSTITUCIÓN BANCARIA TIENEN COMPETENCIA MATERIAL EMITIR LA
ORDEN DE BLOQUEO Y CANCELACIÓN DE LAS CUENTAS BANCARIAS
APERTURADAS POR EL PARTICULAR EN LA INSTITUCIÓN BANCARIA BBVA
BANCOMER S.A. DE C.V., EN CONSECUENCIA SE VULNERAN LOS ARTÍCULOS
1°, 14 Y 16 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.
En efecto, el acto reclamado emitido por la autoridad responsable, es
inconstitucional y viola en perjuicio de mi representada lo dispuesto por los
artículos 1, 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en
virtud de que carece de manera total, de la fundamentación de la competencia
material, de grado y territorial de la autoridad que lo emite, siendo por lo tanto,
procedente conceder el amparo y protección de la justicia federal a la quejosa.

Lo dispositivos constitucionales citados disponen lo siguiente:

Artículo 1o.  En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán
de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los
tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así
como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá
restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que
esta Constitución establece.

Reformado DOF 11 Junio 2011

Artículo 14.-  A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de


persona alguna.

Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o


derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente
establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al
hecho.

En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple
analogía, y aún por mayoría de razón, pena alguna que no esté decretada
por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata.

En los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser conforme a
la letra o a la interpretación jurídica de la ley, y a falta de ésta se fundará
en los principios generales del derecho.

Artículo 16.-  Nadie puede ser molestado en su persona, familia,


domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de
la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del
procedimiento.

 
Los preceptos legales invocados relacionados entre sí, establecen que: “Nadie
puede ser molestado en su persona, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud
de mandamiento escrito de la autoridad competente que funde y motive la causa
legal del procedimiento, esto es, contienen la garantida de la
fundamentación.implícita la idea de exactitud y precisión en la cita de las normas
legales que facultan a la autoridad administrativa para emitir el acto de molestia de
que se trate, al atender al valor jurídicamente protegido por la exigencia
constitucional, que es la posibilidad de otorgar certeza y seguridad jurídica al
particular frente a los actos de las autoridades que afecten o lesionen su interés
jurídico y, por tanto, asegurar la prerrogativa de su defensa ante un acto que no
cumpla con los requisitos legales necesarios.

En congruencia con lo anterior, se concluye que es un requisito esencial y una


obligación de la autoridad fundar en el acto de molestia su competencia, pues sólo
puede hacer lo que la ley le permite, de ahí que la validez del acto dependerá de
que haya sido realizado por la autoridad facultada legalmente para ello dentro de
su respectivo ámbito de competencia, regido específicamente por una o varias
normas que lo autoricen; por tanto, para considerar que se cumple con la garantía
de fundamentación establecida en el artículo 16 de la Constitución Federal, es
necesario que la autoridad precise exhaustivamente su competencia por razón de
materia, grado o territorio, con base en la ley, reglamento, decreto o acuerdo que
le otorgue la atribución ejercida, citando en su caso el apartado, fracción, inciso o
subinciso.

Es importante además señalar que en caso de que el ordenamiento legal no los


contenga, si se trata de una norma compleja, habrá de transcribirse la parte
correspondiente, con la única finalidad de especificar con claridad, certeza y
precisión las facultades que le corresponden, pues considerar lo contrario
significaría que el gobernado tiene la carga de averiguar en el cúmulo de normas
legales que señale la autoridad en el documento que contiene el acto de molestia,
si tiene competencia por grado, materia y territorio para actuar en la forma en que
lo hace, dejándolo en estado de indefensión, pues ignoraría cuál de todas las
normas legales que integran el texto normativo es la específicamente aplicable a la
actuación del órgano del que emana, por razón de materia, grado y territorio.

Resultan aplicables las siguientes jurisprudencias:

COMPETENCIA. SU FUNDAMENTACION ES REQUISITO


ESENCIAL DEL ACTO DE AUTORIDAD. Haciendo una
interpretación armónica de las garantías individuales de legalidad
y seguridad jurídica que consagran los artículos 14 y 16
constitucionales, se advierte que los actos de molestia y privación
deben, entre otros requisitos, ser emitidos por autoridad
competente y cumplir las formalidades esenciales que les den
eficacia jurídica, lo que significa que todo acto de autoridad
necesariamente debe emitirse por quien para ello esté facultado
expresándose, como parte de las formalidades esenciales, el
carácter con que se suscribe y el dispositivo, acuerdo o decreto
que otorgue tal legitimación. De lo contrario, se dejaría al
afectado en estado de indefensión, ya que al no conocer el apoyo
que faculte a la autoridad para emitir el acto, ni el carácter con
que lo emita, es evidente que no se le otorga la oportunidad de
examinar si su actuación se encuentra o no dentro del ámbito
competencial respectivo, y es conforme o no a la Constitución o a
la ley; para que, en su caso, esté en aptitud de alegar, además de
la ilegalidad del acto, la del apoyo en que se funde la autoridad
para emitirlo, pues bien puede acontecer que su actuación no se
adecúe exactamente a la norma, acuerdo o decreto que invoque,
o que éstos se hallen en contradicción con la ley fundamental o la
secundaria.[25]

COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. EL


MANDAMIENTO ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO DE
MOLESTIA A PARTICULARES DEBE FUNDARSE EN EL
PRECEPTO LEGAL QUE LES OTORGUE LA ATRIBUCIÓN
EJERCIDA, CITANDO EL APARTADO, FRACCIÓN, INCISO O
SUBINCISO, Y EN CASO DE QUE NO LOS CONTENGA, SI SE
TRATA DE UNA NORMA COMPLEJA, HABRÁ DE
TRANSCRIBIRSE LA PARTE CORRESPONDIENTE. De lo
dispuesto en la tesis de jurisprudencia P./J. 10/94 del Tribunal en
Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en
la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Número 77,
mayo de 1994, página 12, con el rubro: "COMPETENCIA. SU
FUNDAMENTACIÓN ES REQUISITO ESENCIAL DEL ACTO DE
AUTORIDAD.", así como de las consideraciones en las cuales se
sustentó dicho criterio, se advierte que la garantía de
fundamentación consagrada en el artículo 16 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, lleva implícita la idea de
exactitud y precisión en la cita de las normas legales que facultan
a la autoridad administrativa para emitir el acto de molestia de
que se trate, al atender al valor jurídicamente protegido por la
exigencia constitucional, que es la posibilidad de otorgar certeza
y seguridad jurídica al particular frente a los actos de las
autoridades que afecten o lesionen su interés jurídico y, por
tanto, asegurar la prerrogativa de su defensa ante un acto que no
cumpla con los requisitos legales necesarios. En congruencia con
lo anterior, se concluye que es un requisito esencial y una
obligación de la autoridad fundar en el acto de molestia su
competencia, pues sólo puede hacer lo que la ley le permite, de
ahí que la validez del acto dependerá de que haya sido realizado
por la autoridad facultada legalmente para ello dentro de su
respectivo ámbito de competencia, regido específicamente por
una o varias normas que lo autoricen; por tanto, para considerar
que se cumple con la garantía de fundamentación establecida en
el artículo 16 de la Constitución Federal, es necesario que la
autoridad precise exhaustivamente su competencia por razón de
materia, grado o territorio, con base en la ley, reglamento,
decreto o acuerdo que le otorgue la atribución ejercida, citando
en su caso el apartado, fracción, inciso o subinciso; sin embargo,
en caso de que el ordenamiento legal no los contenga, si se trata
de una norma compleja, habrá de transcribirse la parte
correspondiente, con la única finalidad de especificar con
claridad, certeza y precisión las facultades que le corresponden,
pues considerar lo contrario significaría que el gobernado tiene la
carga de averiguar en el cúmulo de normas legales que señale la
autoridad en el documento que contiene el acto de molestia, si
tiene competencia por grado, materia y territorio para actuar en
la forma en que lo hace, dejándolo en estado de indefensión,
pues ignoraría cuál de todas las normas legales que integran el
texto normativo es la específicamente aplicable a la actuación del
órgano del que emana, por razón de materia, grado y territorio.
[26]

FUNDAMENTACIÓN DE LOS ACTOS DE LAS AUTORIDADES


ADMINISTRATIVAS. ES INSUFICIENTE SI NO SE SEÑALA CON
EXACTITUD Y PRECISIÓN O, EN SU CASO, SE TRANSCRIBE LA
PORCIÓN NORMATIVA QUE SUSTENTE SU COMPETENCIA
TERRITORIAL. De la tesis de jurisprudencia 2a./J. 115/2005,
emitida por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XXII, septiembre de 2005, página
310, de rubro: "COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES
ADMINISTRATIVAS. EL MANDAMIENTO ESCRITO QUE CONTIENE
EL ACTO DE MOLESTIA A PARTICULARES DEBE FUNDARSE EN EL
PRECEPTO LEGAL QUE LES OTORGUE LA ATRIBUCIÓN EJERCIDA,
CITANDO EL APARTADO, FRACCIÓN, INCISO O SUBINCISO Y EN
CASO DE QUE NO LOS CONTENGA, SI SE TRATA DE UNA
NORMA COMPLEJA, HABRÁ DE TRANSCRIBIRSE LA PARTE
CORRESPONDIENTE.", se advierte que las garantías de legalidad y
seguridad jurídica contenidas en los artículos 14 y 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tienen el
alcance de exigir que en todo acto de autoridad se señalen con
exactitud y precisión el o los dispositivos que facultan a quien lo
emita y definan el carácter con que éste actúa, ya sea que lo haga
por sí mismo, por ausencia del titular correspondiente o por
delegación de facultades y, en caso de que esas normas incluyan
diversos supuestos, precisar el apartado, fracción o fracciones,
incisos o subincisos en que apoya su actuación, y de no
contenerlos, si se trata de una norma compleja, transcribir la
parte correspondiente, atento a la exigencia constitucional de
certeza y seguridad jurídica del particular frente a los actos de las
autoridades que afecten o lesionen su interés jurídico. En ese
sentido, si la autoridad administrativa, al fundar su competencia
cita los preceptos que la facultan para emitir el acto, pero omite
señalar la porción normativa exacta y precisa que delimita su
competencia territorial, es evidente que el acto impugnado está
insuficientemente fundado, ya que, para satisfacer dicho principio
constitucional, en todo acto de molestia deben constar los
apartados, fracciones, incisos, subincisos o párrafos o, en su caso,
transcribirse la parte correspondiente, tanto de los que facultan a
la autoridad para emitir el acto, como los que prevén su
competencia territorial. [27]

Ahora bien, en el caso concreto, precisamente el derecho fundamental de la


fundamentación de la competencia de la autoridad no se cumple, puesto que en el
caso en concreto resulta ser que el día de hoy uno de mis clientes al pretenderme
realizar un depósito a la cuenta bancaria _________me informó que dicha cuenta se
encuentra bloqueada tal como se aprecia en la siguiente imagen:

Por lo anterior, de manera inmediata me traslade a la institución financiera referida


a pretender realizar algún movimiento respecto de la cuenta bancaría de mi
representada, informándoseme de manera verbal que no era posible acceder a mí
solicitud en virtud de que las cuentas bancarias de mi representada fueron
bloqueadas por presunción de lavado de dinero (sic) y que por lo tanto, la
institución se encuentra imposibilitada a continuar ejecutando cualquier acto,
operación, o servicio con la quejosa o cualquier tercero que actué en nombre y
representación lo que impide realizar movimiento bancario alguno, incluyendo el
de realizar retiros bancarios.

Sin embargo, la autoridad bloqueadora omite por completo fundar su competencia


material, de grado y territorio, violando con ello mi derecho fundamental de
legalidad y certeza jurídica previsto en el artículo 14 y 16 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, al carecer el acto reclamado de una ausencia
total de la fundamentación de la competencia de la autoridad que lo emite.

En ese sentido y tomando en cuenta que la fundamentación de la competencia de


la autoridad es un requisito esencial de validez de los actos administrativos, es
imprescindible que todo acto de autoridad necesariamente debe emitirse por
quien para ello esté facultado expresándose, como parte de las formalidades
esenciales, el carácter con que se suscribe y el dispositivo, acuerdo o decreto que
otorgue tal legitimación, pues de lo contrario, se dejaría al afectado en estado de
indefensión, ya que al no conocer el apoyo que faculte a la autoridad para emitir el
acto, ni el carácter con que lo emita, es evidente que no se le otorga la
oportunidad de examinar si su actuación se encuentra o no dentro del ámbito
competencial respectivo, y es conforme o no a la Constitución o a la ley; para que,
en su caso, esté en aptitud de alegar, además de la ilegalidad del acto, la del apoyo
en que se funde la autoridad para emitirlo, pues bien puede acontecer que su
actuación no se adecúe exactamente a la norma, acuerdo o decreto que invoque, o
que éstos se hallen en contradicción con la ley fundamental o la secundaria.

Es importante precisar que el acto reclamado, si debía contener la


fundamentación de la competencia de la autoridad que lo emite, dado que no
contiene una simple opinión de la autoridad que lo emite, sino que el mismo
contiene el bloqueo de la cuenta bancaria de la quejosa con fundamento en la Ley
de Instituciones de Crédito, por tanto, la misma debe cumplir con los requisito de
validez que exige el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos entre ellos la competencia de la autoridad que lo emite, es decir, que al
ser emitida por una autoridad, debe cumplir con los requisitos de fundamentación
y motivación de la autoridad.

En razón de lo anterior, es de indicarse que derivado del estudio practicado a las


facultades Reglamentarias del Titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, no se desprende que el Ejecutivo Federal
haya dotado de la facultad expresa a dicha Unidad de, entre otros, ordenar el
bloqueo o cancelación de las cuentas bancarias de los particulares aperturadas en
las instituciones de crédito.

Por tanto, se deja en estado de indefensión e incertidumbre jurídica a mí


representada, ya que todo acto de autoridad debe ser emitido por Autoridad
competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento y sus facultades
con las que se erige, es decir, por quien esté en legitimación para expedirlo, a
efecto de conocer plenamente de que autoridad se trata, tal y como lo dispone el
mandato Constitucional.

Pues al respecto, el artículo 2°, apartado A), fracción II, del Reglamento Interior de
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público si bien es cierto, establece que el Titular
de la Secretaría en comento, se auxiliará para el despacho de sus asuntos de
una Unidad de Inteligencia Financiera, no menos cierto es que a efecto de poder
delimitar su ámbito competencial, debemos remitirnos al diverso numeral 15 del
Reglamento de cuentas.

El cual por su importancia se transcribe a continuación:

Reglamento Interior de la Secretaría de Hacienda y Crédito


Público

Artículo 15.  Compete a la Unidad de Inteligencia Financiera:

I. Proponer y emitir opinión a las demás unidades administrativas de la


Secretaría sobre los proyectos de disposiciones de carácter general
aplicables a las entidades señaladas en los artículos 25, fracción I, 27,
fracción I y 32, fracción I, de este Reglamento que esta dependencia deba
emitir en relación con:

a) El establecimiento de medidas y procedimientos para prevenir y


detectar actos, omisiones u operaciones que pudieran favorecer, prestar
ayuda, auxilio o cooperación de cualquier especie para la comisión de los
delitos de terrorismo y su financiamiento o de operaciones con recursos
de procedencia ilícita;

b) La presentación a la Secretaría de reportes sobre los actos, operaciones


y servicios que las entidades obligadas a ello realicen con sus clientes y
usuarios, relativos al inciso anterior, así como sobre todo acto, operación
o servicio que, en su caso, realicen los miembros del consejo de
administración, directivos, funcionarios, empleados y apoderados de
dichas personas obligadas, que pudiesen ubicarse en el supuesto previsto
en el inciso anterior o que, en su caso, pudiesen contravenir o vulnerar la
adecuada aplicación de las disposiciones señaladas, y

c) Los lineamientos sobre el procedimiento y criterios que las personas


deban observar en términos de ley respecto del adecuado conocimiento
de sus clientes y usuarios; la información y documentación que, en su
caso, dichas personas deban recabar para la apertura de cuentas o
celebración de contratos relativos a las operaciones y servicios que ellas
presten y que acredite la identidad de sus clientes; la forma en que las
mismas personas deberán resguardar y garantizar la seguridad de la
información y documentación relativas a la identificación de sus clientes y
usuarios o de quienes lo hayan sido, así como la de aquellos actos,
operaciones y servicios reportados de acuerdo con lo anterior, así como
los términos para proporcionar capacitación al interior de las personas
obligadas de conformidad con la ley sobre la materia objeto de esta
fracción;

I. Bis. Formular y proponer, para aprobación superior, las reglas de


carácter general que la Secretaría deba emitir en términos de la Ley
Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos
de Procedencia Ilícita y su Reglamento y resolver lo referente a su
aplicación;

I. Ter. Interpretar, para efectos administrativos, la Ley Federal para la


Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia
Ilícita, su Reglamento, las reglas de carácter general y demás
disposiciones jurídicas que de estos emanen, en el ámbito de competencia
de la Secretaría;

II. Participar con las unidades administrativas competentes de la


Secretaría, en el estudio y elaboración de anteproyectos de iniciativas de
leyes, reglamentos, acuerdos o decretos relativos a las materias indicadas
en este artículo;

II. Participar con las unidades competentes de la Secretaría, en el estudio


y elaboración de anteproyectos de iniciativas de leyes, reglamentos,
acuerdos o decretos relativos a las materias indicadas en la fracción
anterior;

III. Emitir opinión jurídica a las unidades administrativas competentes de


la Secretaría sobre la interpretación, para efectos administrativos, de las
disposiciones de carácter general señaladas en la fracción I de este
artículo, así como de las disposiciones legales de las que aquéllas emanen;

IV. Determinar y expedir, en coordinación con los órganos administrativos


desconcentrados competentes de la Secretaría, las formas oficiales para la
presentación de reportes a que se refiere el inciso b) de la fracción I de
este artículo y para la recepción de los avisos y la presentación de la
demás información a que se refieren la Ley Federal para la Prevención e
Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, su
Reglamento y las reglas de carácter general que de estos emanen;

V. Participar con los órganos administrativos desconcentrados


competentes de la Secretaría, en la revisión, verificación, comprobación y
evaluación del cumplimiento de las disposiciones de carácter general a
que se refiere la fracción I de este artículo, así como de la Ley Federal para
la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de
Procedencia Ilícita, su Reglamento y demás disposiciones jurídicas que de
estos emanen, por parte de las personas obligadas a ello en términos de
la legislación aplicable;

VI. Coordinar la recepción y análisis de la información contenida en los


reportes a que se refiere el inciso b) de la fracción I de este artículo, los
avisos previstos en la Ley Federal para la Prevención e Identificación de
Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y su Reglamento, y en las
declaraciones a que se refiere el artículo 9o. de la Ley Aduanera;

VII. Requerir y recabar de las personas sujetas a las disposiciones de


carácter general señaladas en la fracción I de este artículo y de quienes
realicen las actividades vulnerables, entidades colegiadas y órganos
concentradores a que se refieren las secciones Segunda y Cuarta del
Capítulo III de la Ley Federal para la Prevención e Identificación de
Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, directamente o a través
de las instancias correspondientes, según sea el caso, información,
documentación, datos e imágenes relacionadas con los reportes previstos
en el inciso b) de la fracción I de este artículo y los avisos a que se refiere
la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con
Recursos de Procedencia Ilícita y su Reglamento, así como obtener
información adicional de otras personas o fuentes para el ejercicio de sus
atribuciones;

VIII. Requerir a las unidades administrativas y órganos administrativos


desconcentrados de la Secretaría la información y documentación
necesaria para el ejercicio de sus facultades, incluido el acceso a la base
de datos que contenga la información que se genere con motivo del
ejercicio de tales facultades, en los términos y plazos establecidos por la
propia Unidad, de conformidad con las disposiciones aplicables;

IX. Aprobar, en su caso, los planes de trabajo y desarrollo de sistemas de


información y criterios tecnológicos mínimos que, en términos de la
legislación aplicable, deban observar las personas obligadas a presentar
los reportes a que se refiere el inciso b) de la fracción I de este artículo y
los avisos previstos en la Ley Federal para la Prevención e Identificación
de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y su Reglamento, así
como vigilar su observancia por parte de las mismas personas;

X. Recibir y recopilar, en relación con las materias a que se refiere este


artículo, las pruebas, constancias, reportes, avisos, documentación, datos,
imágenes e informes sobre las conductas que pudieran favorecer, prestar
ayuda, auxilio o cooperación de cualquier especie para la comisión de los
delitos de terrorismo y su financiamiento o de operaciones con recursos
de procedencia ilícita, los relacionados con estos, así como sobre las
estructuras financieras de las organizaciones delictivas, e integrar los
expedientes respectivos;

XI. Coordinarse con las autoridades fiscales para la práctica de los actos
de fiscalización que resulten necesarios con motivo del ejercicio de las
facultades conferidas conforme al presente artículo;

XII. Proporcionar, requerir e intercambiar con las autoridades competentes


nacionales y extranjeras la información y documentación necesaria para
el ejercicio de sus facultades;
XIII. Denunciar ante el Ministerio Público de la Federación las conductas
que pudieran favorecer, prestar ayuda, auxilio o cooperación de cualquier
especie para la comisión de los delitos de terrorismo y su financiamiento o
de operaciones con recursos de procedencia ilícita, así como aquellas
previstas en la Ley Federal para la Prevención e Identificación de
Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, allegándose de los
elementos probatorios del caso;

XIV. Coadyuvar, en su caso, con las autoridades competentes, en


representación de la Secretaría, en los procesos penales relativos a las
conductas a que se refiere la fracción anterior de este artículo;

XV. Coordinar el seguimiento de las denuncias formuladas por esta


Unidad, desde su presentación y, en su caso, hasta la emisión de la
resolución que no admita medio de defensa alguno, así como de los
reportes de inteligencia presentados ante la autoridad competente;

XVI. Resolver, en relación con las materias a que se refiere este artículo,
los requerimientos y resoluciones de autoridades jurisdiccionales o
administrativas, incluyendo al Ministerio Público de la Federación;

XVII. Fungir, en los asuntos a que se refiere este artículo, como enlace
entre las unidades administrativas y órganos administrativos
desconcentrados de la Secretaría y los siguientes entes: las dependencias y
entidades de la Administración Pública Federal, estatal y municipal, el
Poder Judicial de la Federación, la Procuraduría General de la República,
los poderes judiciales de las entidades federativas, las procuradurías
generales de justicia o fiscalías de las entidades federativas y los
organismos constitucionales autónomos, así como negociar, celebrar e
implementar convenios o cualquier otro instrumento jurídico con esas
instancias;

XVIII. Hacer del conocimiento de los órganos administrativos


desconcentrados competentes de la Secretaría, según corresponda, el
incumplimiento o cumplimiento extemporáneo de las obligaciones
establecidas en las disposiciones de carácter general a que se refiere la
fracción I de este artículo o en la Ley Federal para la Prevención e
Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, su
Reglamento y demás disposiciones jurídicas que de estos emanen, con el
objeto de que, en su caso, dichas instancias ejerzan sus atribuciones;
XIX. Participar en la negociación de los tratados internacionales, en las
materias a que se refiere este artículo, con la intervención que
corresponda a otras dependencias o entidades de la Administración
Pública Federal y celebrar los instrumentos jurídicos internacionales que
no requieren la firma del Secretario;

XX. Participar en foros y eventos nacionales e internacionales en asuntos


relativos a la materia de su competencia;

XXI. Fungir, en las materias a que se refiere este artículo, como enlace
entre la Secretaría y los países, jurisdicciones u organismos
internacionales o intergubernamentales y coordinar la implementación de
los acuerdos que se adopten;

XXII. Aprobar, en su caso, las tipologías, tendencias e indicadores, en las


materias a que se refiere este artículo, así como las guías y mejores
prácticas para la elaboración y el envío de los reportes y avisos a que se
refiere la fracción VI del presente artículo, así como para el desarrollo de
los programas de capacitación, actualización y especialización en las
materias antes referidas;

XXIII. Establecer los lineamientos y programas en materia de recepción y


análisis de la información, documentación, datos e imágenes que
obtenga, de conformidad con las disposiciones de carácter general a que
se refiere la fracción I de este artículo, la Ley Federal para la Prevención e
Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, su
Reglamento y demás disposiciones que de estos emanen, y en las
declaraciones a que se refiere el artículo 9o. de la Ley Aduanera;

XXIV. Informar a las autoridades competentes, así como a los sujetos


obligados a observar las disposiciones de carácter general a que se refiere
la fracción I de este artículo y a quienes realicen las actividades
vulnerables y entidades colegiadas previstas en las secciones Segunda y
Cuarta del Capítulo III de la Ley Federal para la Prevención e
Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, sobre la
calidad y utilidad de los reportes y avisos a que se refiere la fracción VI de
este artículo;

XXV. Designar, cuando así proceda, a los servidores públicos adscritos a la


misma para representarla en los comités o grupos de trabajo que se
determinen para el ejercicio de sus atribuciones;
XXVI. Corroborar la información, datos e imágenes relacionados con la
expedición de identificaciones oficiales que obren en poder de las
autoridades federales, así como celebrar convenios con los órganos
constitucionales autónomos, entidades federativas y municipios, a efecto
de corroborar la información referida, en términos del artículo 45 de la
Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con
Recursos de Procedencia Ilícita, para la identificación y análisis de
operaciones relacionadas con los delitos a que hace referencia la fracción
I de este artículo;

XXVII. Requerir a los sujetos a que hace referencia el artículo 51 de la Ley


Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos
de Procedencia Ilícita, la información y documentación a la que tengan
acceso, y celebrar para tales efectos los convenios respectivos con el
Banco de México;

XXVIII. Supervisar la participación de las unidades administrativas de la


Unidad en la suscripción de los convenios que se celebren en conjunto con
el Servicio de Administración Tributaria y las entidades colegiadas en
términos de la Ley Federal para la Prevención e Identificación de
Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y su Reglamento;

XXIX. Determinar los medios de cumplimiento alternativos, conforme a lo


dispuesto por la Ley Federal para la Prevención e Identificación de
Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y su Reglamento;

XXX. Fungir como enlace entre la Secretaría y los sujetos obligados a


observar las disposiciones de carácter general señaladas en la fracción I
de este artículo, así como con quienes realicen las actividades vulnerables
y entidades colegiadas previstas en las secciones Segunda y Cuarta del
Capítulo III de la Ley Federal para la Prevención e Identificación de
Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, respecto de los asuntos
señalados en el presente artículo, y

XXXI. Dar a conocer, cuando corresponda a la Secretaría, a quienes


realicen las actividades vulnerables a que se refiere la Ley Federal para la
Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia
Ilícita, directamente o por conducto del órgano administrativo
desconcentrado competente de la Secretaría, las listas, reportes,
mecanismos, informes o resoluciones previstas en las disposiciones
jurídicas a que se refieren las fracciones I y I Bis de este artículo.
Ahora bien, de ninguna de las treinta y un fracciones del artículo 15 antes citado, se
desprende que el Titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, cuente con
facultades para ordenar a las instituciones del sistema financiero mexicano que
bloqueen o rescindan de la prestación de sus servicios con los particulares.

Mucho menos que suspendan la prestación de sus servicios con motivo de una
“presunción de lavado de dinero”  como fue manifestado a mí representada en la
especie. Pues como podemos observar, su campo de actuación se limita a
la propuesta y análisis de la emisión de las Reglas de Carácter General derivadas
que al efecto deban emitirse con motivo de las disposiciones de la Ley Federal para
la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita
(LFPIORPI) y sus procedimientos.

Incluso, la fracción XXI del artículo 15 supracitado, únicamente refiere que, la


Unidad de Inteligencia Financiera podrá dar a conocer a la Secretaría, las listas de
quienes realicen actividades vulnerables a que se refiere la LFPIORPI. Empero, no
existe facultad alguna de la cual se pueda observar con claridad que el Titular de la
Unidad es autoridad competente para ordenar a la Institución Bancaria BBVA
BANCOMER S.A., el bloqueo o cancelación de las cuentas de un particular.

Sin embargo, como se desprende del capítulo de “hechos” del presente escrito, la


institución financiera responsable, de forma arbitraria informó que, las cuentas
bancarias de mi representada fueron bloqueadas por presunción de lavado de
dinero, pero además, que se encontraba imposibilitada para seguir ejecutando
cualquier acto, operación, o servicio con la quejosa.

No obstante, como se ha evidenciado en líneas anteriores, dicha orden adolece de


completa fundamentación y motivación de la competencia de la autoridad
ordenadora. Pues se insiste, en sus lineamientos orgánicos no se dotó a su Titular
de la Unidad de Inteligencia Financiera para ejercer tales facultades.

Inclusive, tan no existe dicha facultad que, tal y como fue desarrollado en
conceptos anteriores, previo a la cancelación o suspensión de las cuentas bancarias
de los particulares por presunciones de “operaciones inusuales”, se debe colmar un
procedimiento previo de detección por parte de la entidad financiera de
conformidad a las Reglas de Carácter General a que se refiere el artículo 125 de la
Ley de Instituciones de Crédito, específicamente la número 37°, 38 y 39°.

Mismas que se observan a continuación:


37ª.-  Por cada Operación Inusual que detecte una Entidad, esta deberá
remitir a la Secretaría, por conducto de la Comisión, el reporte
correspondiente, dentro de un periodo que no exceda los sesenta días
naturales contados a partir de que se genere la alerta por medio de su
sistema, modelo, proceso o por el empleado de la Entidad, lo que ocurra
primero.

Al efecto, las Entidades deberán remitir los reportes a que se refiere esta
Disposición, a través de medios electrónicos y en el formato oficial que
para tal fin expida la Secretaría, conforme a los términos y
especificaciones señalados por esta última. En el evento de que la Entidad
de que se trate detecte una serie de Operaciones realizadas por el mismo
Cliente o Usuario que guarden relación entre ellas como Operaciones
Inusuales, o que estén relacionadas con alguna o algunas Operaciones
Inusuales, o que complementen a cualquiera de ellas, la Entidad
describirá lo relativo a todas ellas en un solo reporte.

38ª.-  Para efectos de determinar aquellas Operaciones que sean


Inusuales, las Entidades deberán considerar, entre otras, las siguientes
circunstancias, con independencia de que se presenten en forma aislada o
conjunta:

I.  Las condiciones específicas de cada uno de sus Clientes, como son, entre
otras, sus antecedentes, el grado de Riesgo en que lo haya clasificado la
Entidad de que se trate, así como su ocupación, profesión, actividad, giro
del negocio u objeto social correspondiente;

II.  Los tipos, montos, frecuencia y naturaleza de las Operaciones que


comúnmente realicen sus Clientes o, en su caso, sus Usuarios que tengan
registrados y, tratándose de Clientes, la relación que guarden con los
antecedentes y la actividad económica conocida de ellos;

III.  Los montos inusualmente elevados, la complejidad y las modalidades


no habituales de las Operaciones que realicen los Clientes o, en su caso,
los Usuarios que tengan registrados;

IV.  Las Operaciones realizadas en una misma cuenta, así como aquellas
llevadas a cabo por un mismo Usuario con moneda extranjera, cheques
de viajero y monedas acuñadas en platino, oro y plata, por montos
múltiples o fraccionados que, por cada Operación individual, sean iguales
o superen el equivalente aquinientos dólares de los Estados Unidos de
América, realizadas en un mismo mes calendario que sumen, al menos, la
cantidad de diez mil dólares de los Estados Unidos de América o su
equivalente en la moneda de que se trate, siempre que las mismas no
correspondan al perfil transaccional del Cliente o que, respecto deaquellas
realizadas por Usuarios, se pueda inferir de su estructuración una posible
intención de fraccionar las Operaciones para evitar ser detectadas por las
Entidades para efectos de estas Disposiciones;

V.  Los usos y prácticas crediticias, fiduciarias, mercantiles y bancarias que


priven en la plaza en que operen;

VI.  Cuando los Clientes o Usuarios se nieguen a proporcionar los datos o


documentos de identificación correspondientes, señalados en los
supuestos previstos al efecto en las presentes Disposiciones, o cuando se
detecte que presentan información que pudiera ser apócrifa o datos que
pudieran ser falsos;

VII.  Cuando los Clientes o Usuarios intenten sobornar, persuadir o


intimidar al personal de las Entidades, con el propósito de lograr su
cooperación para realizar actividades u Operaciones Inusuales o se
contravengan las presentes Disposiciones, otras normas legales o las
políticas, criterios, medidas y procedimientos de la Entidad en la materia;

VIII.  Cuando los Clientes o Usuarios pretendan evadir los parámetros con
que cuentan las Entidades para reportar las Operaciones a que se refieren
las presentes Disposiciones;

IX.  Cuando se presenten indicios o hechos extraordinarios respecto de los


cuales la Entidad de que se trate no cuente con una explicación, que den
lugar a cualquier tipo de suspicacia sobre el origen, manejo o destino de
los recursos utilizados en las Operaciones respectivas, o cuando existan
sospechas de que dichos indicios o hechos pudieran estar relacionados
con actos, omisiones u Operaciones que pudieran favorecer, prestar
ayuda, auxilio o cooperación de cualquier especie para la comisión de los
delitos previstos en los artículos 139 ó 148 Bis del Código Penal Federal, o
que pudiesen ubicarse en los supuestos del artículo 400Bis del mismo
ordenamiento legal;

X.  Cuando las Operaciones que los Clientes o Usuarios pretendan realizar
involucren países o jurisdicciones:
a)  Que la legislación mexicana considera que aplican regímenes
fiscales preferentes, o

b)  Que, a juicio de las autoridades mexicanas, organismos


internacionales o agrupaciones intergubernamentales en materia de
prevención de operaciones con recursos de procedencia ilícita o
financiamiento al terrorismo de los que México sea miembro, no
cuenten con medidas para prevenir, detectar y combatir dichas
operaciones, o bien, cuando la aplicación de dichas medidas sea
deficiente.

Para efectos de lo previsto en el párrafo anterior, la Secretaría pondrá a


disposición de las Entidades a través de medios de consulta en la red
mundial denominada Internet, la lista de los países y jurisdicciones que se
ubiquen en los supuestos señalados en dicho párrafo;

XI.  Cuando una transferencia electrónica de fondos sea recibida sin la


totalidad de la información que la debe acompañar, de acuerdo con lo
previsto en la  16ª  de las presentes Disposiciones;

XII.  Cuando se presuma o existan dudas de que un Cliente o Usuario


opera en beneficio, por encargo o a cuenta de un tercero, sin que lo haya
declarado a la Entidad de que se trate, de acuerdo con lo señalado en las
presentes Disposiciones o bien, la Entidad no se convenza de lo contrario,
a pesar de la información que le proporcione el Cliente o Usuario a que se
refiere el segundo párrafo de la  31ª  de estas Disposiciones, y

XIII.  Las condiciones bajo las cuales operan otros Clientes que hayan
señalado dedicarse a la misma actividad, profesión o giro mercantil, o
tener el mismo objeto social.

Cada Entidad deberá prever en el documento de políticas, criterios,


medidas y procedimientos internos a que se refiere la  64ª  de las
presentes Disposiciones, o bien, en algún otro documento o Manual
elaborado por la propia Entidad, los mecanismos con base en los cuales
deban examinarse los antecedentes y propósitos de aquellas Operaciones
que, conforme a las presentes Disposiciones, deban ser presentadas al
Comité para efectos de su dictaminación como Operaciones Inusuales. En
todo caso, los resultados de dicho examen deberán constar por escrito y
quedarán a disposición de la Secretaría y la Comisión, por lo menos
durantediez años contados a partir de la celebración de la reunión del
Comité en que se hayan presentado tales resultados.

Para facilitar el proceso de identificación de Operaciones Inusuales, la


Secretaría deberá asesorar regularmente a las Entidades y proporcionar
guías, información y tipologías que permitan detectar Operaciones que
deban reportarse conforme a las presentes Disposiciones.

Asimismo, en el proceso de determinación de las Operaciones Inusuales a


que se refiere la presente Disposición, las Entidades deberán apoyarse en
sus documentos de políticas, criterios, medidas y procedimientos internos
a que se refiere la  64ª  de las presentes Disposiciones y, además de esto,
considerarán las guías elaboradas al efecto por la Secretaría y por
organismos internacionales y agrupaciones intergubernamentales en
materia de prevención y combate de operaciones con recursos de
procedencia ilícita y de financiamiento al terrorismo, de los que México
sea miembro, que dicha Secretaría les proporcione.

39ª.-  En el supuesto de que una Operación Relevante sea considerada


por la Entidad de que se trate como Operación Inusual, esta deberá
formular, por separado, un reporte por cada uno de esos tipos de
Operación.

De la transcripción anterior, se corrobora que en la legislación vigente no existe un


dispositivo que permita a la Unidad de Inteligencia Financiera para ordenar
indiscriminadamente a las instituciones del sistema financiero mexicano para que,
cancelen o suspendan sus servicios a un contribuyente.

En idéntico sentido, de conformidad a las Reglas Generales en comento, se advierte


que dicha facultad tampoco fue otorgada a las Instituciones Bancarias como lo es,
BBVA BANCOMER S.A., pues de la lectura de la transcripción anterior, únicamente
se observa la obligación de coadyuvar con la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público para que, a través de la elaboración de los informes que correspondan
puedan identificar a aquellos usuarios que realizan “operaciones inusuales”.

Empero, bajo ninguna circunstancia dicha labor de coadyuvancia con la


Administración Pública Federal se puede interpretar al extremo de llegar al absurdo
de que las propias instituciones de crédito pueden, de mutuo propio rescindir la
prestación de los servicios de banca múltiple con los particulares por simples
“presunciones de lavado de dinero”  (SIC).
Pues como se observa, para poder llegar a dicha certeza se requiere desahogar un
procedimiento previo de identificación, reporte para poder determinar la lista de
contribuyentes que realizan operaciones con recursos de procedencia ilícita u
operaciones inusuales en términos de las Reglas Generales en cita.

En concomitancia de lo anterior, niego categóricamente que la Unidad de


Inteligencia Financiera así como la institución bancaria responsable BBVA
BANCOMER S.A, tengan competencia material para ordenar la cancelación y
suspensión de los servicios financieros a los particulares.

De igual forma, niego categóricamente que el resto de autoridad responsables


tengan competencia material para ordenar la cancelación, bloqueo, suspensión de
las cuentas bancarias de la quejosa.

Así, es evidente que el acto reclamado en la presente instancia Constitucional viola


flagrantemente el artículo 16 Constitucional en virtud de que fue ordenado y
ejecutado por autoridades incompetentes para ello. En ese sentido, es claro que
todo acto de autoridad que no haya sido emitido por una entidad dotada de las
facultades para ello, no puede surtir efecto alguno sobre el capital jurídico del
particular.

Sustento de lo anterior resulta aplicable el siguiente criterio de la SEGUNDA SALA


DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN de rubro y texto siguiente:

AUTORIDADES INCOMPETENTES. SUS ACTOS NO PRODUCEN


EFECTO ALGUNO. La garantía que establece el artículo 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, denota
que la competencia de las autoridades es uno de los elementos
esenciales del acto administrativo. Entre sus características
destacan las siguientes: a) requiere siempre de un texto expreso
para poder existir; b) su ejercicio es obligatorio para el órgano al
cual se atribuye y c) participa de la misma naturaleza de los actos
jurídicos y abstractos, en el sentido de que al ser creada la esfera
de competencia, se refiere a un número indeterminado o
indeterminable de casos y su ejercicio es permanente porque no
se extingue en cada hipótesis. Ahora bien, estas características
encuentran su fundamento en el principio de legalidad, según el
cual, las autoridades del Estado sólo pueden actuar cuando la ley
se los permite, en la forma y términos que la misma determina,
de tal manera que esta garantía concierne a la competencia del
órgano del Estado como la suma de facultades que la ley le da
para ejercer ciertas atribuciones. Este principio se encuentra
íntimamente adminiculado a la garantía de fundamentación y
motivación, que reviste dos aspectos: el formal que exige a la
autoridad la invocación de los preceptos en que funde su
competencia al emitir el acto y el material que exige que los
hechos encuadren en las hipótesis previstas en las normas. En
este sentido, como la competencia de la autoridad es un requisito
esencial para la validez jurídica del acto, si éste es emitido por
una autoridad cuyas facultades no encuadran en las hipótesis
previstas en las normas que fundaron su decisión, es claro que no
puede producir ningún efecto jurídico respecto de aquellos
individuos contra quienes se dicte, quedando en situación como
si el acto nunca hubiera existido.[28]

Bajo esa orden de ideas, lo procedente es conceder el amparo y protección de la


justicia federal a la quejosa ya que la autoridad responsable, no fundó su
competencia material, grado y territorio, dejando en un estado de indefensión a mi
representada al desconocer si la citada autoridad es competente para dar por
terminado el contrario o cancelar la cuenta bancaria de la quejosa.

XI.-Capítulo de MEDIDAS CAUTELARES.                                              

En el presente caso solicito se conceda las medidas cautelares consistente en el


desbloqueo, libre disposición de las cuentas bancarias de la quejosa y la
paralización del procedimiento incoado en su contra, en tanto se emite la
resolución definitiva que en derecho corresponda con la finalidad de que no se me
sigan causando perjuicios de difícil reparación material pues de no ser así como se
dijo se paralizarían las actividades de la quejosa al no poder cumplir con sus
obligaciones fiscales, contractuales, comerciales y laborales más aun cuando no se
sigue perjuicio al orden público ni al interés social, ni mucho menos se
contravienen disposiciones de orden público.

Conviene precisar que la SUSPENCIÓN DEL ACTO RECLAMADO solo es una especie
del genero denominado MEDIDAS CAUTELARES de ahí que, se solicita las
MEDIDAS CAUTELARAS consistentes en la liberación para libre disposición de las
cuentas bancarias, y en su caso, la supresión provisional del listado de personas
bloqueadas, con la finalidad de que la quejosa pueda disponer libremente de sus
cuentas bancarias y de los recursos económicos necesarios para hacer frente a sus
necesidades, quedando a salvo la materia del mismo, esto es, para el caso de
resultar improcedente el juicio o infundado los argumentos expuestos, las
autoridades responsables dentro del ámbito de sus respectivas competencias se
encuentra plenamente facultados para ejercitar nuevamente las acciones
tendientes a incorporarme nuevamente a la lista de personas bloqueadas y de
inmovilizar los recursos que en ella se encuentren, esto es de continuar el
procedimiento incoado en contra de la quejosa, así como todas sus consecuencias
legales, sin que por ello se esté dando efectos restitutorios de manera anticipada  a
los actos reclamados y que son materia del fondo del asunto, sino únicamente
constituyen medidas restitutorias de carácter provisional, con la única finalidad de
no causar actos de imposible reparación material.

Ilustrando con un poco de doctrina, respecto de la suspensión del acto reclamado,


se puede precisar que al respecto existen dos corrientes en la doctrina:

a) Los autores que niegan la aplicación de los principios de las medidas


cautelares a la suspensión y que se identifica como corriente avalorado-
abstracta. Avalorada, porque al negar cualquier asomo al fondo del asunto,
no toman en cuenta si el acto es probablemente inconstitucional. Abstracta,
por el hecho de que al no echar un vistazo a la violación alegada, los actos
reclamados se analizan de una forma despersonalizada pues no se toman en
cuenta las particularidades de la quejosa ni del problema.

b) Los autores que están con la aplicación de la teoría general de las


medidas cautelares y la relacionan con la suspensión, los denominaremos
corriente valorado-concreta. Valorada, dado que, a partir de que en la
suspensión se puede hacer un estudio provisional de la constitucionalidad
del acto reclamado, ya analizan a éste con un valor o desvalor jurídico para
efectos de conceder o no la medida cautelar. Concreta, porque teniendo en
cuenta la constitucionalidad o no del acto reclamado, ya no verán a éste de
una manera abstracta sino concreta al caso que se está poniendo a estudio.

La corriente de autores que niegan que en la suspensión se puede efectuar un


análisis provisional de la constitucionalidad del acto reclamado tuvo gran influencia
en los criterios emitidos por los tribunales federales en los periodos que abarcan
de la quinta a la octava época del Semanario Judicial de la Federación (1917-1995)
y actualmente se encuentran superados.

El criterio más representativo de esta tendencia avalorado-abstracta es el que


enfática y tajantemente determina que al resolverse la suspensión no se puede
estudiar el fondo del amparo, y que es del tenor siguiente:
SUSPENSIÓN, MATERIA DE LA. DIFIERE DE LA DEL JUICIO. Al
resolver sobre ella no pueden estudiarse cuestiones que se
refieran al fondo del amparo. [29]

Derivado del anterior criterio, también encontramos que la jurisprudencia de la


Suprema Corte se encargó de hacer hincapié en que la suspensión mantiene las
cosas en el estado en que se encuentran y no restituye, ya que eso sólo es propio o
exclusivo de la sentencia de amparo que en definitiva se llegue a emitir en la
audiencia constitucional, y al efecto se pronunció en los siguientes términos:

SUSPENSIÓN, EFECTOS DE LA. Los efectos de la suspensión


consisten en mantener las cosas en el estado que guardan al
decretarla y no en invalidar lo actuado hasta ese momento, pues
esto sería darle a la suspensión señalada efectos restitutorios, lo
que es materia exclusiva de la sentencia de fondo en el juicio de
amparo, cuando se concede la protección constitucional. [30]

Con la continuación de la tendencia argumentativa delineada por la Suprema Corte


de Justicia, en el sentido de que la suspensión no tiene efectos restitutorios por ser
exclusivos de la sentencia, surgieron criterios que negaban la suspensión cuando se
trata de actos consumados y a manera de ejemplo tenemos el siguiente criterio:

ACTOS CONSUMADOS. Contra los actos ya consumados, es


improcedente conceder la suspensión, porque se le darían
efectos restitutorios, que son propios de la sentencia que se dicta
en cuanto al fondo del amparo. [31]

Sin embargo, dicha corriente doctrinal y judicial, A QUEDADO SUPERADA al ser


abandonado por la Suprema Corte al decidir la contradicción de tesis 3/95
sustentada por el Tercer Tribunal Colegiado Materia Administrativa del Primer
Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, en la que la Suprema
Corte de Justicia de la Nación determinó que para resolver sobre la suspensión sí
se puede hacer un estudio provisional valorado-concreto de la constitucionalidad
del acto reclamado, con la finalidad de conceder las medidas cautelares y emitió la
jurisprudencia que es del tenor siguiente:

SUSPENSIÓN. PARA RESOLVER SOBRE ELLA ES FACTIBLE, SIN


DEJAR DE OBSERVAR LOS REQUISITOS CONTENIDOS EN EL
ARTÍCULO 124 DE LA LEY DE AMPARO, HACER UNA
APRECIACIÓN DE CARÁCTER PROVISIONAL DE LA
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ACTO RECLAMADO.  La
suspensión de los actos reclamados participa de la naturaleza de
una medida cautelar, cuyos presupuestos son la apariencia del
buen derecho y el peligro en la demora. El primero de ellos se
basa en un conocimiento superficial dirigido a lograr una decisión
de mera probabilidad respecto de la existencia del derecho
discutido en el proceso. Dicho requisito aplicado a la suspensión
de los actos reclamados, implica que, para la concesión de la
medida, sin dejar de observar los requisitos contenidos en el
artículo 124 de la Ley de Amparo, basta la comprobación de la
apariencia del derecho invocado por el quejoso, de modo tal que,
según un cálculo de probabilidades, sea posible anticipar que en
la sentencia de amparo se declarará la inconstitucionalidad del
acto reclamado. Ese examen encuentra además fundamento en el
artículo 107, fracción X, constitucional, en cuanto establece que
para el otorgamiento de la medida suspensional deberá tomarse
en cuenta, entre otros factores, la naturaleza de la violación
alegada, lo que implica que debe atenderse al derecho que se
dice violado. Esto es, el examen de la naturaleza de la violación
alegada no sólo comprende el concepto de violación aducido por
el quejoso sino que implica también el hecho o acto que entraña
la violación, considerando sus características y su trascendencia.
En todo caso dicho análisis debe realizarse, sin prejuzgar sobre la
certeza del derecho, es decir, sobre la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de los actos reclamados, ya que esto sólo
puede determinarse en la sentencia de amparo con base en un
procedimiento más amplio y con mayor información, teniendo en
cuenta siempre que la determinación tomada en relación con la
suspensión no debe influir en la sentencia de fondo, toda vez que
aquélla sólo tiene el carácter de provisional y se funda en meras
hipótesis, y no en la certeza de la existencia de las pretensiones,
en el entendido de que deberá sopesarse con los otros elementos
requeridos para la suspensión, porque si el perjuicio al interés
social o al orden público es mayor a los daños y perjuicios de
difícil reparación que pueda sufrir el quejoso, deberá negarse la
suspensión solicitada, ya que la preservación del orden público o
del interés de la sociedad están por encima del interés particular
afectado. Con este proceder, se evita el exceso en el examen que
realice el juzgador, el cual siempre quedará sujeto a las reglas que
rigen en materia de suspensión. [32]

En ese sentido al abandonar el criterio anterior al que se ha hecho referencia, la


Suprema corte determinó que para la concesión de las medidas cautelares se debe
de realizar una valoración anticipada del acto controvertido que permita
determinar la viabilidad de las medidas cautelares y su idoneidad para salvaguardar
la materia del juicio, pues de nada serviría el que se conceda una medida cautelar o
la suspensión del acto reclamado si dicha medina no es efectiva para evitar que se
violen de manera indefinida a irreparable los derechos fundamentales del suscrito,
sin que con ello se esté dando a la sentencia efectos restitutorios o anticipados que
son propios de la sentencia definitiva que se llegue a emitir en el juicio, y que por
el contrario a nada útil conlleve seguir causando perjuicio al demandante con
sustento en un acto que a la postre resulta inconstitucional, y que por el contrario
sí se está generando perjuicios de imposible reparación material a la quejosa.

En ese sentido la suspensión de los actos reclamados participa de la naturaleza de


las medidas cautelares y NO AL REVES, lo que permite un vistazo provisional al
fondo del asunto, bajo los presupuestos de la apariencia del buen derecho y del
peligro en la demora, valorado-concreta.

Tan es así que la jurisprudencia 15/96 emitida por el Tribunal Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, se reconoce que para resolver la suspensión de los
actos reclamados es factible hacer una apreciación de carácter provisional de la
inconstitucionalidad de éstos, es decir, que el acto se debe apreciar de forma
valorado-concreta. Ver el acto reclamado de una forma valorado-concreta implica
que se deben dejar atrás los anteriores conceptos de análisis que se desarrollaran
con la corriente avalorado-abstracta, tales como el que en la suspensión no se
puede asomar al fondo y que aquélla no procedía contra actos consumados o
negativos. Ahora se debe partir de la base consistente en determinar si el acto es
provisionalmente inconstitucional o no, esto es, si existen elementos que permitan
establecer la apariencia del buen derecho y la urgencia en la medida, para luego
ponderar este presupuesto con el orden público e interés social.

CON TODO LO ANTERIOR LO QUE SE BUSCA ENFATIZAR ES QUE SI BIEN ES


CIERTO QUE LA MEDIDA CAUTELAR ES EL GENERO MAS PROXIMO A LA
SUSPENCIÓN DEL ACTO, NO ES CIERTO QUE LA MATERIA DE LA MISMA SEA LA DE
MANTENER LAS COSAS EN EL ESTADO QUE GUARDAN, SINO LA DE ASEGURAR LA
EFICACIA DE LOS MEDIOS DE DEFENSA, ADELANTANDO PROVISIONALMENTE LOS
EFECTOS DE LA SENTENCIA, SIN QUE POR ELLO SE RESTITUYA DEFINITIVA Y
ANTICIPADAMENTE AL DEMANDANTE
Lo anterior se corrobora con la emisión de la jurisprudencia derivada de la
contradicción 12/90, que acepta la corriente que da efectos a la suspensión no sólo
de carácter suspensivo, sino que, producto del estudio provisional de la
constitucionalidad del acto reclamado, se anticipan sus resultados, como en el caso
de la procedencia de la suspensión en casos de clausura por tiempo indefinido.

Ilustrando lo anterior la siguiente tesis que a la letra dice:

SUSPENSIÓN. PROCEDENCIA EN LOS CASOS DE CLAUSURA


EJECUTADA POR TIEMPO INDEFINIDO. El artículo 107, fracción X
de la Constitución General de la República, establece como uno
de los requisitos para la procedencia de la suspensión del acto
reclamado en el amparo, el de tomar en cuenta la naturaleza de
la violación alegada; esto es, el juzgador deberá realizar un juicio
de probabilidad y verosimilitud del derecho del solicitante, que
podrá cambiar al dictar la sentencia definitiva, pues el hecho de
que anticipe la probable solución de fondo del juicio principal, es
un adelanto provisional, sólo para efectos de la suspensión. Tal
anticipación es posible porque la suspensión se asemeja, en el
género próximo, a las medidas cautelares, aunque es evidente
que está caracterizada por diferencias que la perfilan de manera
singular y concreta. Sin embargo, le son aplicables las reglas de
tales medidas, en lo que no se opongan a su específica
naturaleza. En este aspecto cabe señalar que son dos los
extremos que hay que llenar para obtener la medida cautelar: 1)
Apariencia de buen derecho y 2) Peligro en la demora. La
apariencia de la existencia del derecho apunta a una credibilidad
objetiva y seria que descarte una pretensión manifiestamente
infundada, temeraria o cuestionable,  lo que se logra a través de
un conocimiento superficial, dirigido a lograr una decisión de
mera probabilidad respecto de la existencia del derecho discutido
en el proceso; el peligro en la demora consiste en la posible
frustración de los derechos del pretendiente de la medida, que
puede darse como consecuencia de la tardanza en el dictado de
la resolución de fondo. En síntesis, la medida cautelar  exige un
preventivo cálculo de probabilidad sobre el peligro en la dilación,
que no puede separarse de otro preventivo cálculo de
probabilidad, que se hace sobre la existencia del derecho cuya
tutela se solicita a los tribunales. Consecuentemente, si toda
medida cautelar descansa en los principios de verosimilitud o
apariencia del derecho y el peligro en la demora, el Juez de
Distrito puede analizar esos elementos en presencia de una
clausura ejecutada por tiempo indefinido, y si la provisión
cautelar, como mera suspensión, es ineficaz, debe dictar medidas
que implican no una restitución, sino un adelanto provisional del
derecho cuestionado, para resolver posteriormente, en forma
definitiva, si el acto reclamado es o no inconstitucional; así, el
efecto de la suspensión será interrumpir el estado de clausura
mientras se resuelve el fondo del asunto, sin perjuicio de que si se
niega el amparo, porque la “apariencia del buen derecho” sea
equivocada, la autoridad pueda reanudar la clausura hasta su
total cumplimiento. Lo expuesto anteriormente se sustenta en la
fracción X del dispositivo constitucional citado, que establece que
para conceder la suspensión deberá tomarse en cuenta la
naturaleza de la violación alegada, lo que supone la necesidad de
realizar un juicio de probabilidad y verosimilitud del derecho
esgrimido, con miras a otorgar la medida cautelar para evitar
daños y perjuicios de difícil reparación al quejoso y conservar viva
la materia del juicio, si con ello no se lesionan el interés social y el
orden público, lo cual podrá resolver la sensibilidad del Juez de
Distrito, ante la realidad del acto reclamado, pues si el perjuicio al
interés social o al orden público es mayor a los daños y perjuicios
de difícil reparación que pueda sufrir el quejoso, deberá negar la
suspensión solicitada, ya que la preservación del orden público y
el interés de la sociedad están por encima del interés particular
afectado.[33]

En virtud de lo anterior debe de estarse a la naturaleza del acto controvertido, y


partiendo de ahí, verificar sus consecuencias jurídicas que de ella se reclaman y
verificar la idoneidad de la medida concedida y la eficacia para salvaguardar la
materia del juicio y los derechos fundamentales que se encuentran en juego.

En ese sentido, con la concesión de la medida cautelar que se conceda a la quejosa


(la libre disposición de las cuentas y, en su caso, la cancelación del nombre de las
listas de personas bloqueadas), de ninguna manera constituye con una restitución
anticipada de la sentencia, en tanto que los actos que constituyen el acto
primigenio QUEDA INTOCADO quedando a salvo todos y cada uno de sus
consecuencias jurídicas como lo son:

A) LA IDENTIFICACIÓN DE LAS OPERACIONES QUE SUPUESTAMENTE


DIERON ORIGEN AL PROCEDIMIENTO SANCIONADOR.
B) LA VINCULACIÓN AL PROCEDIMIENTO SANCIONADOR.

En ese orden de ideas, no existe ninguna restitución anticipada, si llegado el


momento y en el caso de  decretarse la constitucionalidad de los actos reclamados,
esta podrá surtir todos y cada uno de sus efectos legales, puesto que no debe de
perderse de vista que el impedir que realice operaciones a través del sistema
financiero no es la forma de hacer efectivo los bienes jurídicos tutelados por la
norma, puesto que válidamente la autoridad puede, llegado el momento,
garantizar la eficacia de las medidas instrumentadas, como ilustra la jurisprudencia
transcrita, el único efecto de la suspensión será interrumpir las consecuencias
jurídicas mientras se resuelve el fondo del asunto, sin perjuicio de que si se declare
la Constitucionalidad del acto, porque la “apariencia del buen derecho” sea
equivocada, la autoridad pueda reanudar las consecuencias jurídicas hasta su total
cumplimiento.

Máxime si en atención al principio del buen derecho, se puede apreciar que:

a) No existe procedimiento alguno, por lo que se niega lisa y llanamente


su existencia.

b) Para el caso de existir el procedimiento sancionador, se niega lisa y


llanamente la existencia de citatorio previo o constancia de notificación
en el que se me haya dado a conocer.

c) Se violó flagrantemente en mí perjuicio las garantías de audiencia,


debido proceso, seguridad jurídica y de audiencia.

Circunstancias que como ya se dijo, deben de ser valoradas en atención a los


principios de apariencia del derecho y peligro en la demora.

Valoración de tales principios que debe de tomar en consideración para resolver la


medida cautelar solicitada, sin que sea óbice su señalamiento en el sentido de que
de conceder la suspensión provisional y en su caso la definitiva respecto de tales
actos, se estaría restituyendo anticipadamente, puesto que como ya se vio, que la
apreciación necesaria sobre el buen derecho del promovente (para que pueda
decirse que se ve afectado por un acto arbitrario) anticipa el fondo del juicio
principal, pero no hay que olvidar que lo adelanta provisionalmente, es decir, sin
prejuzgarlo y, además, no lo adelanta más que en la propia concesión de la
suspensión, que siempre tendrá un carácter temporal, sin más efecto que mantener
las cosas en el estado en que se encuentran, retardando en el peor de los casos la
ejecución del acto de autoridad.

Ahora bien, suponiendo sin conceder que este H. Juez de Distrito niegue las
medidas cautelares solicitadas consistentes en el desbloqueo, libre disposición de
las cuentas bancarias de la quejosa y, en su caso, la paralización del procedimiento
incoado en su contra, en tanto se emite la resolución definitiva que en derecho
corresponda; Solicito que la medida cautelar sea para el efecto de que mi
representada pueda realizar sus operaciones de formar distinta, es decir, que mi
representada pueda recibir o realizar sus operaciones con pagos en efectivo, así
como las operaciones indispensables para el objeto de su actividad que mi
representada realice, las pueda hacer en efectivo y que en caso que estas sean
consideradas deducibles, sean procedentes, al existir la imposibilidad material de
acceder al sistema financiero, lo cual si genera un acto de imposible reparación al
quejoso.

En virtud de todo lo expuesto y con fundamento en lo dispuesto por los artículos 1


y 107 primer párrafo, fracción X de la Constitución General de la Republica, así
como los diversos numerales 125 y 128 de la Ley de Amparo, solicito se me
otorgue la suspensión provisional y la definitiva de todos los actos reclamados, en
virtud de que, en el presente asunto, con el otorgamiento de dicha medida
cautelar, no se causaría perjuicio al interés social, ni se contravienen  disposiciones
del orden público, pero en cambio sería de muy difícil reparación los daños que se
me ocasionarían con la ejecución de todos los actos reclamados.

Para acreditar lo anteriormente vertido ofrezco las siguientes:

VIII.- PRUEBAS

1.- DOCUMENTAL PÚBLICA.- Consistente en el instrumento notarial con el cual


acredito la personalidad con la que me ostento.

2.- DOCUMENTAL PUBLICA.- Consistente en Constancia de situación fiscal de mi


representada.

3.- DOCUMENTAL PRIVADA.- Consistente en copia certificada del contrato de


producto y servicios _______________________.

4.-DOCUMENTAL PRIVADA.- Consistente en impresión digital del estado de cuenta


bancario del mes de _______________.
5.- DOCUMENTAL PRIVADA.- Consistente en impresión de pantalla en donde se
aprecia que la cuenta bancaria se encuentra bloqueada.

6.- LA PRESUNCIÓN LEGAL Y HUMANA.

7.- LA INSTRUMENTAL DE ACTUACIONES.

Por lo anteriormente expuesto y fundado a su Señoría, de una manera atenta:

SOLICITO

PRIMERO.- Tenerme, en los términos del presente escrito, demandando el Amparo


y la Protección de la Justicia Federal.

SEGUNDO.- Se señale día y hora para la celebración de la audiencia constitucional


en el presente juicio de amparo, así como se recaben los informes de las
autoridades involucradas en términos de ley.

TERCERO.- Requerir a las autoridades responsables para que rindan sus informes
justificados dentro del plazo a que se refiere el artículo 117 de la Ley de Amparo,
con los apercibimiento de ley y, en su oportunidad, ordenar se expida copia de
todos y cada uno de ellos al quejoso para estar en posibilidad de ampliar la
presente demanda y manifestar lo que a mi derecho convenga en la audiencia
constitucional respectiva.

CUARTO.- Previo los trámites legales conducentes se me conceda EL AMPARO Y


PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA DE LA UNIÓN, por ser lo procedente conforme a
derecho.

QUINTO.- Se conceda la suspensión provisional, y en su caso la definitiva.

Oaxaca de Juarez, Oaxaca _________________.

PROTESTO LO NECESARIO

___________________________
C. ___________________
“______________________”
 
[1] Décima Época; Registro: 2010168; Tribunales Colegiados de Circuito; Tesis: Aislada; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; Libro 23, Octubre de 2015, Tomo IV;   Materia(s): Común;

Tesis: XI.1o.A.T.25 K (10a.); Página: 3823, PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS ADMINISTRATIVA Y DE TRABAJO DEL DÉCIMO PRIMER CIRCUITO. Amparo en revisión 73/2014. Sindicato

de Trabajadores de la Educación Michoacana (S.T.E.M.). 23 de octubre de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Víctorino Rojas Rivera. Secretario: Juan Ramón Barreto López. Esta tesis se

publicó el viernes 9 de octubre de 2015 a las 11:00 horas en el Semanario Judicial de la Federación.

[2] Décima Época; Registro: 2009613; Tribunales Colegiados de Circuito; Tesis: Aislada; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; Libro 20, Julio de 2015, Tomo II; Materia(s): Común; Tesis:

VI.3o.A.6 K (10a.); Página: 1624, TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SEXTO CIRCUITO. Amparo en revisión 301/2014. Manuel Flores Macías. 9 de febrero de

2015. Unanimidad de votos, con voto concurrente del Magistrado Jaime Raúl Oropeza García. Ponente: Manuel Rojas Fonseca. Secretario: Manuel Poblete Ríos. Amparo en revisión 280/2014.

Marcos Pérez Lino. 9 de febrero de 2015. Mayoría de votos. Disidente y Ponente: Jaime Raúl Oropeza García. Secretario: Alejandro Ramos García. Esta tesis se publicó el viernes 10 de julio de

2015 a las 10:05 horas en el Semanario Judicial de la Federación.

[3] Décima Época; Registro: 2009420; Tribunales Colegiados de Circuito; Tipo de Tesis: Aislada; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; Libro 19, Junio de 2015, Tomo III; Materia(s):

Común; Tesis: XVI.1o.A.22 K (10a.); Página: 1943, PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL DÉCIMO SEXTO CIRCUITO. Queja 6/2014. Isabel Gil Hernández. 30 de enero

de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Ramiro Rodríguez Pérez. Secretario: Nelson Jacobo Mireles Hernández. Queja 9/2014. Norma Silvia Zavala Garcés. 7 de febrero de 2014. Unanimidad de

votos. Ponente: Ariel Alberto Rojas Caballero. Secretario: Arturo Amaro Cázarez. Queja 9/2015. Ricardo Camarillo Guerra. 5 de febrero de 2015. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique

Villanueva Chávez. Secretario: Juan Carlos Nava Garnica. Esta tesis se publicó el viernes 19 de junio de 2015 a las 9:30 horas en el Semanario Judicial de la Federación.

[4] Décima Época; Registro: 2008197; Tribunales Colegiados de Circuito; Tipo de Tesis: Aislada; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; Libro 14, Enero de 2015, Tomo III; Materia(s):

Común; Tesis: III.4o.C.10 K (10a.); Página: 1828, CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO. Queja 251/2014. Florencio Quezada Pérez. 7 de noviembre de 2014.

Unanimidad de votos. Ponente: Fernando Alberto Casasola Mendoza. Secretario: Abel Briseño Arias. Esta tesis se publicó el viernes 9 de enero de 2015 a las 9:30 horas en el Semanario Judicial

de la Federación.

[5] Décima Época; Registro: 2006034; Tribunales Colegiados de Circuito; Tipo de Tesis: Aislada; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; Libro 4, Marzo de 2014, Tomo II; Materia(s):

Común; Tesis: XV.5o.3 K (10a.); Página: 1500, QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO QUINTO CIRCUITO. Amparo en revisión 382/2013. María del Rosario Colli Misset y otro. 23 de enero

de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: José Guadalupe Hernández Torres. Secretarios: Everardo Martínez González y Elia Muñoz Aguilar. Esta tesis se publicó el viernes 28 de marzo de 2014 a

las 10:03 horas en el Semanario Judicial de la Federación.

[6] Novena Época; Registro: 161133; Instancia: Segunda Sala; Tipo de Tesis: Jurisprudencia; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; Tomo XXXIV, Septiembre de 2011; Materia(s):

Común; Tesis: 2a./J. 164/2011; Página: 1089, Contradicción de tesis 76/99-SS. Entre las sustentadas por el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito y el Segundo

Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, actualmente Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito. 28 de septiembre de 2001. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Sergio

Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán. Secretaria: Claudia Mendoza Polanco. Contradicción de tesis 2/2005-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados

Décimo y Segundo, ambos en Materia Administrativa del Primer Circuito. 18 de marzo de 2005. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Juan Díaz Romero.

Secretario: Israel Flores Rodríguez. Contradicción de tesis 116/2005-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero en Materias Penal y Administrativa del Vigésimo Primer

Circuito (antes Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito) y Segundo en Materias Penal y Administrativa del Vigésimo Primer Circuito (antes Cuarto Tribunal Colegiado del

Vigésimo Primer Circuito). 24 de agosto de 2005. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Alberto Miguel Ruiz Matías. Contradicción de tesis 212/2006-SS. Entre las

sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materias Penal y de Trabajo del Décimo Noveno Circuito y el entonces Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito, actualmente

Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y de Trabajo del Décimo Noveno Circuito. 28 de febrero de 2007. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Genaro David Góngora Pimentel. Ponente:

Mariano Azuela Güitrón. Secretario: José Eduardo Alvarado Ramírez. Contradicción de tesis 253/2011. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la

Tercera Región, con residencia en Guadalajara, Jalisco (antes Primer Tribunal Colegiado Auxiliar de la misma región) y el Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Tercer Circuito. 17

de agosto de 2011. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Amalia Tecona Silva. Tesis de jurisprudencia 164/2011. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto

Tribunal, en sesión privada del siete de septiembre de dos mil once.

[7] Décima Época; Registro: 2014171; Tribunales Colegiados de Circuito; Tipo de Tesis: Aislada; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; Libro 41, Abril de 2017, Tomo II; Materia(s):

Común; Tesis: XI.1o.A.T.34 K (10a.); Página: 1747, PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS ADMINISTRATIVA Y DE TRABAJO DEL DÉCIMO PRIMER CIRCUITO. Amparo en revisión 190/2015.

Alberto Zavala Romero, endosatario en procuración de Lorena Chávez García. 28 de enero de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: Hugo Sahuer Hernández. Secretaria: Ma. de la Cruz Estrada

Flores. Esta tesis se publicó el viernes 28 de abril de 2017 a las 10:32 horas en el Semanario Judicial de la Federación.

[8] Décima Época; Registro: 2010060; Tribunales Colegiados de Circuito; Tipo de Tesis: Aislada; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; Libro 22, Septiembre de 2015, Tomo III; Materia(s):

Común; Tesis: I.3o.P.37 P (10a.); Página: 2077, TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo en revisión 275/2014. 2 de julio de 2015. Unanimidad de
votos. Ponente: Miguel Ángel Medécigo Rodríguez. Secretario: Nicolás de Luna González. Nota: Esta tesis es objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 3/2018, pendiente de

resolverse por el Pleno en Materia Penal del Primer Circuito. Esta tesis se publicó el viernes 25 de septiembre de 2015 a las 10:30 horas en el Semanario Judicial de la Federación.

[9] Décima Época; Registro: 2015465; Tribunales Colegiados de Circuito; Tipo de Tesis: Aislada; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; Libro 47, Octubre de 2017, Tomo IV ; Materia(s):

Común; Tesis: XXVII.3o.32 A (10a.); Página: 2670, TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO SÉPTIMO CIRCUITO. Amparo en revisión 73/2017. 18 de mayo de 2017. Mayoría de votos.

Disidente: Selina Haidé Avante Juárez. Ponente: Juan Ramón Rodríguez Minaya. Secretario: José Luis Orduña Aguilera. Nota: La tesis de jurisprudencia 2a./J. 12/2002, de rubro: "UNIVERSIDADES

PÚBLICAS AUTÓNOMAS. LA DETERMINACIÓN MEDIANTE LA CUAL DESINCORPORAN DE LA ESFERA JURÍDICA DE UN GOBERNADO LOS DERECHOS QUE LE ASISTÍAN AL UBICARSE EN LA

SITUACIÓN JURÍDICA DE ALUMNO, CONSTITUYE UN ACTO DE AUTORIDAD IMPUGNABLE A TRAVÉS DEL JUICIO DE AMPARO." citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la

Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XV, marzo de 2002, página 320. Esta tesis se publicó el viernes 27 de octubre de 2017 a las 10:37 horas en el Semanario Judicial de la Federación.

[10]Décima Época; Registro: 2016321; Plenos de Circuito; Jurisprudencia; Semanario Judicial de la Federación; Publicación: viernes 02 de marzo de 2018 10:05 h; Materia(s): (Común); Tesis: PC.I.A.

J/122 A (10a.), PLENO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Contradicción de tesis 18/2017. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Décimo Segundo, Décimo

Tercero y Primero, todos en Materia Administrativa del Primer Circuito. 21 de noviembre de 2017. Mayoría de diecisiete votos de los Magistrados: José Ángel Mandujano Gordillo, María

Antonieta Azuela Güitrón, Osmar Armando Cruz Quiroz, María Alejandra de León González, Francisco Paniagua Amézquita, Ricardo Olvera García, Roberto Rodríguez Maldonado, Sergio Urzúa

Hernández, Alfredo Enrique Báez López, Jesús Alfredo Silva García, Arturo César Morales Ramírez, Emma Gaspar Santana, Irma Leticia Flores Díaz, Ernesto Martínez Andreu, Juan Carlos Cruz

Razo, Hugo Guzmán López y Ma. Gabriela Rolón Montaño. Disidentes: Joel Carranco Zúñiga, Marco Antonio Bello Sánchez y Amanda Roberta García González. Ponente: Ricardo Olvera García.

Secretaria: Martha Izalia Miranda Arbona. Criterios contendientes: El sustentado por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, al resolver la queja 37/2017, el

sustentado por el Décimo Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, al resolver la queja 6/2017, y el diverso sustentado por el Décimo Tercer Tribunal

Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, al resolver la queja 43/2017. Nota: En términos del artículo 44, último párrafo, del Acuerdo General 52/2015, del Pleno del Consejo de la

Judicatura Federal que reforma, adiciona y deroga disposiciones del similar 8/2015, relativo a la integración y funcionamiento de los Plenos de Circuito, esta tesis forma parte del engrose

relativo a la contradicción de tesis 18/2017, resuelta por el Pleno en Materia Administrativa del Primer Circuito.   Esta tesis se publicó el viernes 02 de marzo de 2018 a las 10:05 horas en el

Semanario Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 05 de marzo de 2018, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo

General Plenario 19/2013.

[11] Novena Época; Registro: 172610; Tribunales Colegiados de Circuito; Tipo de Tesis: Aislada; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; Tomo XXV, Mayo de 2007 ; Materia(s):

Administrativa; Tesis: I.8o.A.116 A; Página: 2027; OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo en revisión 26/2007. Racma Servicios,

Mantenimiento y Construcciones, S.A. de C.V. 9 de febrero de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Adriana Leticia Campuzano Gallegos. Secretario: Sergio Padilla Terán. Nota: Esta tesis

contendió en la contradicción 98/2008-SS que fue declarada sin materia por la Segunda Sala, toda vez que sobre el tema tratado existe la tesis 2a./J. 139/2008, que aparece publicada en el

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXVIII, octubre de 2008, página 440, con el rubro: "ASEGURAMIENTO DE LA CONTABILIDAD CUANDO EL

CONTRIBUYENTE SE NIEGA A PROPORCIONAR LA QUE ACREDITE EL CUMPLIMIENTO DE LAS DISPOSICIONES FISCALES. EL ARTÍCULO 145-A, FRACCIÓN III, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA

FEDERACIÓN, ADICIONADO MEDIANTE DECRETO PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 28 DE JUNIO DE 2006, NO VIOLA LA GARANTÍA DE SEGURIDAD JURÍDICA."

[12] Décima Época; Registro: 2000195; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Tipo de Tesis: Aislada; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; Libro V, Febrero de 2012, Tomo 3;

Materia(s): Constitucional; Tesis: I.8o.A.1 A (10a.); Página: 2255; OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo en revisión 321/2011.

Management Supplier, S.A. de C.V. 22 de noviembre de 2011. Unanimidad de votos. Ponente: Adriana Leticia Campuzano Gallegos. Secretario: Arturo Mora Ruiz.

[13] Décima Época; Registro: 2016500; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Tipo de Tesis: Aislada; Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; Libro 52, Marzo de 2018, Tomo

IV; Materia(s): Común; Tesis: I.9o.P.182 P (10a.); Página: 3328, NOVENO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO. Queja 123/2017. 25 de enero de 2018. Unanimidad

de votos. Ponente: Emma Meza Fonseca. Secretario: Miguel Ángel Sánchez Acuña. Esta tesis se publicó el viernes 23 de marzo de 2018 a las 10:26 horas en el Semanario Judicial de la

Federación.

[14] Décima Época; Registro: 2008515; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Tipo de Tesis: Jurisprudencia; Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; Libro 15, Febrero de

2015, Tomo III; Materia(s): Constitucional; Tesis: XXVII.3o. J/24 (10a.); Página: 2254; TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO SÉPTIMO CIRCUITO. Amparo en revisión 47/2014. 24 de abril

de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Edgar Bruno Castrezana Moro, secretario de tribunal autorizado por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal para

desempeñar las funciones de Magistrado, en términos del artículo 81, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. Secretario: Gustavo Valdovinos Pérez. Amparo directo

470/2014. DRP Constructora México, S.A. de C.V. y otros. 27 de noviembre de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Edgar Bruno Castrezana Moro, secretario de tribunal autorizado por la

Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrado, en términos del artículo 81, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial

de la Federación. Secretario: Gustavo Valdovinos Pérez. Amparo directo 537/2014. Eduardo Negrete Ramírez. 27 de noviembre de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Edgar Bruno Castrezana

Moro, secretario de tribunal autorizado por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrado, en términos del artículo 81,

fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. Secretario: Gustavo Valdovinos Pérez. Amparo directo 542/2014. Ángel Neftalí Salas Torres. 4 de diciembre de 2014.

Unanimidad de votos. Ponente: Edgar Bruno Castrezana Moro, secretario de tribunal autorizado por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal para desempeñar las

funciones de Magistrado, en términos del artículo 81, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. Secretario: Gustavo Valdovinos Pérez. Amparo directo 544/2014. Ángel

Neftalí Salas Torres. 4 de diciembre de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Edgar Bruno Castrezana Moro, secretario de tribunal autorizado por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de
la Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrado, en términos del artículo 81, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. Secretario: Gustavo

Valdovinos Pérez.

[15] Época: Décima Época; Registro: 2012594; Instancia: Pleno; Tipo de Tesis: Jurisprudencia; Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; Libro 34, Septiembre de 2016, Tomo I;

Materia(s): Constitucional; Tesis: P./J. 9/2016 (10a.); Página: 112; Acción de inconstitucionalidad 8/2014. Comisión de Derechos Humanos del Estado de Campeche. 11 de agosto de 2015.

Mayoría de ocho votos de los Ministros Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, José Fernando Franco González Salas, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Juan N. Silva Meza,

Olga Sánchez Cordero de García Villegas, Alberto Pérez Dayán y Luis María Aguilar Morales; votó en contra Eduardo Medina Mora I., José Ramón Cossío Díaz estimó innecesaria la votación.

Ausente y Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Encargado del engrose: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretaria: Karla I. Quintana Osuna.  El Tribunal Pleno, el veintitrés de junio en curso,

aprobó, con el número 9/2016 (10a.), la tesis jurisprudencial que antecede. Ciudad de México, a veintitrés de junio de dos mil dieciséis. Esta tesis se publicó el viernes 23 de septiembre de 2016

a las 10:32 horas en el Semanario Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 26 de septiembre de 2016, para los efectos previstos en el punto

séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.

[16] Época: Novena Época; Registro: 174281; Instancia: Primera Sala; Tipo de Tesis: Jurisprudencia; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; Tomo XXIV, Septiembre de 2006;

Materia(s): Constitucional, Administrativa; Tesis: 1a./J. 56/2006; Página: 56

[17] Época: Décima Época; Registro: 2012926; Instancia: Segunda Sala; Tipo de Tesis: Jurisprudencia; Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; Libro 35, Octubre de 2016, Tomo I;

Materia(s): Constitucional; Tesis: 2a./J. 147/2016 (10a.); Página: 707

[18] Artículo 46 Bis.- La Comisión Nacional Bancaria y de Valores autorizará a las instituciones de banca múltiple el inicio de operaciones o la realización de otras adicionales a las que le hayan

sido autorizadas, de entre las señaladas en el artículo 46 de esta Ley, cuando acrediten el cumplimiento de lo siguiente:                […]”

[19] Época: Novena Época; Registro: 187406; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Tipo de Tesis: Aislada; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; Tomo XV, Marzo de

2002; Materia(s): Administrativa; Tesis: XIV.2o.53 A; Página: 1444; SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO CUARTO CIRCUITO. Amparo directo 176/2001. Derivados de Henequén del

Mayab, S.A. de C.V. 8 de noviembre de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: José de Jesús González Ruiz. Secretario: Mario Andrés Pérez Vega. Véase: Semanario Judicial de la Federación y su

Gaceta, Novena Época, Tomo XIII, febrero de 2001, página 293, tesis 2a. XI/2001, de rubro: "RENTA. EL ARTÍCULO 24, FRACCIÓN III, DE LA LEY DEL IMPUESTO RELATIVO, NO VIOLA LOS

PRINCIPIOS DE JUSTICIA TRIBUTARIA CONTENIDOS EN LA FRACCIÓN IV DEL ARTÍCULO 31 CONSTITUCIONAL, AL ESTABLECER LOS REQUISITOS QUE DEBEN REUNIRSE PARA QUE LAS

DEDUCCIONES SEAN PROCEDENTES (LEGISLACIÓN VIGENTE EN 1993).".

[20] [J]; 9a. Época; Pleno; Ap. 2000; Tomo I, Const., Novena Época, Jurisprudencia SCJN; Pág. 260; Amparo directo en revisión 2961/90.-Ópticas Devlyn del Norte, S.A.-12 de marzo de 1992.-

Unanimidad de diecinueve votos.-Ponente: Mariano Azuela Güitrón.-Secretaria: Ma. Estela Ferrer Mac Gregor Poisot. Amparo directo en revisión 1080/91.-Guillermo Cota López.-4 de marzo de

1993.-Unanimidad de dieciséis votos.-Ponente: Juan Díaz Romero.-Secretaria: Adriana Campuzano de Ortiz. Amparo directo en revisión 5113/90.-Héctor Salgado Aguilera.-8 de septiembre de

1994.-Unanimidad de diecisiete votos.-Ponente: Juan Díaz Romero.-Secretario: Raúl Alberto Pérez Castillo. Amparo directo en revisión 933/94.-Blit, S.A.-20 de marzo de 1995.-Mayoría de nueve

votos.-Ponente: Mariano Azuela Güitrón.-Secretaria: Ma. Estela Ferrer Mac Gregor Poisot. Amparo directo en revisión 1694/94.-María Eugenia Espinosa Mora.-10 de abril de 1995.-Unanimidad

de nueve votos.-Ponente: Mariano Azuela Güitrón.-Secretaria: Ma. Estela Ferrer Mac Gregor Poisot.

[21] Época: Novena Época; Registro: 200234; Instancia: Pleno; Tipo de Tesis: Jurisprudencia; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; Tomo II, Diciembre de 1995;

Materia(s): Constitucional, Común; Tesis: P./J. 47/95; Página: 133, Amparo directo en revisión 2961/90. Opticas Devlyn del Norte, S.A. 12 de marzo de 1992. Unanimidad de diecinueve

votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Ma. Estela Ferrer Mac Gregor Poisot. Amparo directo en revisión 1080/91. Guillermo Cota López. 4 de marzo de 1993. Unanimidad de

dieciséis votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Adriana Campuzano de Ortiz. Amparo directo en revisión 5113/90. Héctor Salgado Aguilera. 8 de septiembre de 1994. Unanimidad de

diecisiete votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Raúl Alberto Pérez Castillo. Amparo directo en revisión 933/94. Blit, S.A. 20 de marzo de 1995. Mayoría de nueve votos. Ponente:

Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Ma. Estela Ferrer Mac Gregor Poisot. Amparo directo en revisión 1694/94. María Eugenia Espinosa Mora. 10 de abril de 1995. Unanimidad de nueve votos.

Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Ma. Estela Ferrer Mac Gregor Poisot. El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el veintitrés de noviembre en curso, por unanimidad de once

votos de los ministros: presidente José Vicente Aguinaco Alemán, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Juventino V. Castro y Castro, Juan Díaz Romero, Genaro David

Góngora Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Humberto Román Palacios, Olga María Sánchez Cordero y Juan N. Silva Meza; aprobó, con el número 47/1995

(9a.) la tesis de jurisprudencia que antecede; y determinó que las votaciones de los precedentes son idóneas para integrarla. México, Distrito Federal, a veintitrés de noviembre de mil

novecientos noventa y cinco.

[22] [TA]; 9a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; XVII, Abril de 2003; Pág. 1050, TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 10303/2002. Pemex

Exploración y Producción. 22 de agosto de 2002. Unanimidad de votos. Ponente: Armando Cortés Galván. Secretario: José Álvaro Vargas Ornelas.

[23] [TA]; 5a. Época; 2a. Sala; S.J.F.; CXVIII; Pág. 148, Amparo administrativo en revisión 789/53. Corona Palacios José. 16 de octubre de 1953. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Alfonso

Francisco Ramírez Relator: Octavio Mendoza González.


[24] Época: Novena Época; Registro: 175082; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Tipo de Tesis: Jurisprudencia; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; Tomo XXIII,

Mayo de 2006; Materia(s): Común; Tesis: I.4o.A. J/43; Página: 1531; CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 447/2005. Bruno

López Castro. 1o. de febrero de 2006. Unanimidad de votos. Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Claudia Patricia Peraza Espinoza. Amparo en revisión 631/2005. Jesús Guillermo

Mosqueda Martínez. 1o. de febrero de 2006. Unanimidad de votos. Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Alma Margarita Flores Rodríguez. Amparo directo 400/2005. Pemex Exploración y

Producción. 9 de febrero de 2006. Unanimidad de votos. Ponente: Jesús Antonio Nazar Sevilla. Secretaria: Ángela Alvarado Morales. Amparo directo 27/2006. Arturo Alarcón Carrillo. 15 de

febrero de 2006. Unanimidad de votos. Ponente: Hilario Bárcenas Chávez. Secretaria: Karla Mariana Márquez Velasco. Amparo en revisión 78/2006. Juan Alcántara Gutiérrez. 1o. de marzo de

2006. Unanimidad de votos. Ponente: Hilario Bárcenas Chávez. Secretaria: Mariza Arellano Pompa.

[25] [J]; 8a. Época; Pleno; Gaceta S.J.F.; Núm. 77, Mayo de 1994; Pág. 12, PLENO

Contradicción de tesis 29/90. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito y el Tribunal (en la actualidad Primero) Colegiado del Décimo

Tercer Circuito. 17 de junio de 1992. Unanimidad de dieciocho votos. Ponente: Carlos de Silva Nava. Secretario: Jorge D. Guzmán González. El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el

martes diecinueve de abril en curso, por unanimidad de dieciséis votos de los señores Ministros Presidente Ulises Schmill Ordóñez, Carlos de Silva Nava, Miguel Angel García Domínguez, Carlos

Sempé Minvielle, Felipe López Contreras, Luis Fernández Doblado, Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio Moisés Cal y Mayor Gutiérrez, Clementina Gil de Lester, José Manuel

Villagordoa Lozano, Fausta Moreno Flores, Carlos García Vázquez, Mariano Azuela Güitrón, Juan Díaz Romero y Sergio Hugo Chapital Gutiérrez: aprobó, con el número 10/1994, la tesis de

jurisprudencia que antecede. El señor Ministro Miguel Angel García Domínguez integró el Pleno en términos de lo dispuesto en el artículo tercero de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la

Federación, y en virtud del Acuerdo Plenario de cinco de abril del año en curso. Ausentes: Noé Castañón León, Atanasio González Martínez, José Antonio Llanos Duarte e Ignacio Magaña

Cárdenas. México, Distrito Federal, a veintidós de abril de mil novecientos noventa y cuatro.

[26] [J]; 9a. Época; 2a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXII, Septiembre de 2005; Pág. 310, SEGUNDA SALA  CONTRADICCIÓN DE TESIS 114/2005-SS. Entre las sustentadas por el Segundo

Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Tercer Circuito, el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer

Circuito. 2 de septiembre de 2005. Cinco votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretario: Alfredo Aragón Jiménez Castro. Tesis de jurisprudencia 115/2005. Aprobada por la

Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del nueve de septiembre de dos mil cinco.

[27]  [J]; 9a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXVI, Septiembre de 2007; Pág. 2366. QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO Revisión

fiscal 38/2007. Subadministrador de lo Contencioso "2", en suplencia por ausencia del Administrador Local Jurídico del Centro del Distrito Federal, con sede en el Distrito Federal, de los

subadministradores de resoluciones "1" y "2", de lo Contencioso "1", en representación del Secretario de Hacienda y Crédito Público, del Jefe del Servicio de Administración Tributaria y de la

autoridad demandada. 7 de marzo de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Rosalba Becerril Velázquez. Secretaria: Aideé Pineda Núñez. Revisión fiscal 95/2007. Titular de la Jefatura de Servicios

Jurídicos de la Delegación del Norte del Distrito Federal del Instituto Mexicano del Seguro Social. 17 de mayo de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: César Thomé González. Secretario:

Andrés Vega Díaz. Revisión fiscal 109/2007. Subadministrador de lo Contencioso "3" de la Administración Local Jurídica del Oriente del Distrito Federal, con sede en el Distrito Federal, por

ausencia del Administrador Local Jurídico del Oriente del Distrito Federal, de los Subadministradores de Resoluciones "1" y "2" y de lo Contencioso "1" y "2", en representación del Jefe del

Servicio de Administración Tributaria, de la autoridad demandada, Administrador de la Aduana del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y del Secretario de Hacienda y Crédito

Público. 7 de junio de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Rosalba Becerril Velázquez. Secretaria: Soledad Tinoco Lara. Revisión fiscal 122/2007. Administrador Local Jurídico del Centro del

Distrito Federal, con sede en el Distrito Federal y otras. 6 de julio de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Urbano Martínez Hernández. Secretaria: Karen Leticia de Ávila Lozano.  REVISIÓN

FISCAL 131/2007. Administrador Local Jurídico del Sur del Distrito Federal, unidad administrativa encargada de la defensa jurídica del Secretario de Hacienda y Crédito Público, del Jefe del

Servicio de Administración Tributaria y de la autoridad demandada. 21 de agosto de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: María del Pilar Bolaños Rebollo, secretaria de tribunal autorizada por

la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrada. Secretario: Raúl Eduardo Maturano Quezada.

[28] Época: Novena Época, Registro: 188678, Instancia: Segunda Sala, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XIV, Octubre de 2001,

Materia(s): Común, Tesis: 2a. CXCVI/2001, Página: 429, Inconformidad 292/2001. Víctor Hugo Bravo Pérez. 5 de octubre de 2001. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Sergio Salvador

Aguirre Anguiano. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Oliva Escudero Contreras.

[29] [Primera Sala, Quinta Época, Apéndice al Semanario Judicial de la Federación de 1995, tomo VI, parte HO, tesis 1184, pág. 806, núm. de registro 395,139].

[30] [Primera Sala, Séptima Época, Semanario Judicial de la Federación, 11, Segunda Parte, pág. 45, núm. de registro 236,958].

[31] [Primera Sala, tesis aislada, Quinta Época, Semanario Judicial de la Federación, XXV, pág. 1877, núm. de registro 365,887].

[32] [Pleno, P./J. 15/96, Novena Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo III, abril de 1996, pág. 16, núm. de registro 200,136].

[33] [Pleno, P./J. 16/96, Novena Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo III, abril de 1996, pág. 36, núm. de registro 200,137].
[i] Sentencia SU-157/99. Actor: Gilberto Gaviria Posada y Luis Enrique Villalobos Castaño. Autoridad Responsable: Entidades financieras colombianas, en  cancelación de cuentas bancarias por

documento de gobiernos extranjero.  1999.

 [31]Precisar la actividad

 [32]Para el caso de que no se pueda disponer del efectivo en las cuentas bloqueadas.

 [33]Argumento para el caso de que no se pueda disponer de los fondos existentes en las cuentas bancarias.

También podría gustarte