Unidad 5. Intervención Educativa en El Desarrollo Motor
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DESARROLLO MOTOR
UNIDAD 5
Vamos a conocer…
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Desarrollo Cognitivo y Motor
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Tomando como referencia estos objetivos, podemos establecer los siguientes objetivos didácticos
para el desarrollo motor:
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Siguiendo la normativa de referencia del epígrafe anterior vamos a conocer los contenidos referidos
al ámbito motor que nos ayudarán en la planificación de las actividades del aula.
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2. ASPECTOS METODOLÓGICOS
Para realizar una intervención adecuada en el ámbito motor será necesario organizar el espacio y el
tiempo de las distintas actividades que propongamos.
La estimulación del área motora en el niño/a puede realizarse de dos formas distintas:
Muchas de las actividades de la vida cotidiana trabajan aspectos motores. El juego será el elemento
esencial en la práctica de estas habilidades, aunque también podemos diseñar actividades específicas
con este fin.
Los espacios que utilicemos
deben ser accesibles,
funcionales, ordenados y
agradables para estimular al
niño/a.
En lo que se refiere al tiempo, la planificación debe tomar como base la edad del niño/a, sus
posibilidades y su ritmo personal. Como muchas de las actividades de esta área se trabajan en la
vida diaria, no será necesario definir un tiempo para ellas. En caso de que queramos realizar
actividades dirigidas, que no sean juegos, tendremos que tener en cuenta el tiempo adecuado para
realizar cada una de ellas según su dificultad.
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EI desarrollo motor del niño y la niña se practica a diario en actividades de la vida cotidiana. Sin
embargo, existen juguetes didácticos que pueden ayudar a estimular al pequeño/a en este ámbito.
Podemos clasificar los juguetes según el ámbito del área motora que desarrollan, el de la motricidad
gruesa o el de la motricidad fina.
Para la etapa de Educación Infantil, los más utilizados son los siguientes:
3. ACTIVIDADES
Para diseñar actividades de forma correcta debemos tener en cuenta lo objetivos y contenidos de la
normativa de referencia y las destrezas motores de cada uno de los niños/as. Con algunas de las
actividades se desarrolla más de una habilidad y otras trabajan también el ámbito sensorial. En cada
edad se debe seguir trabajando las actividades de la edad anterior.
A continuación se presenta una clasificación de actividades para trabajar las funciones motoras
atendiendo a los tipos y a las edades.
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Si el educador detecta alguno de estos signos de alarma sería conveniente iniciar el siguiente
protocolo de actuación:
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Para intervenir desde el centro educativo con niños y niñas que presenta
alteraciones motoras será necesario seguir las indicaciones de los
profesionales. Las adaptaciones que realicemos en actividades,
materiales, espacio, tiempos o mobiliario se consideran adaptaciones
curriculares. En las alteraciones motoras las adaptaciones más comunes
son las de acceso. Por ejemplo, en los espacios: rampas o ascensores
para acceder a las distintas estancias, aseos adaptados, distribución del
aula con zonas libres...
Para evaluar el desarrollo motor del niño/a desde el centro de Educación Infantil, lo más habitual es
utilizar la observación. Estos aspectos observados se reflejarán en los registros o escalas que
incluirán ítems adaptados a las capacidades que se adquieren en las diferentes edades. Encontrar
momentos para evaluar el ámbito motor es muy sencillo, ya que el niño/a usa sus capacidades
motrices en la mayoría de las actividades que se realizan en el aula, además de en las rutinas y
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momentos de la vida cotidiana. Podemos evaluar la motricidad gruesa, por ejemplo, en los juegos
del patio, en el momento del control de esfínteres al agacharse para sentarse en el orinal o
simplemente al trasladarse de una zona a otra del aula. En cuanto a la motricidad fina, podemos
planificar ítems para el momento de la comida al sujetar los cubiertos, al agarrar objetos o al pintar
fichas. Casi todas las actividades de la escuela requieren de alguna capacidad motora.
Si nuestras observaciones nos hacen sospechar de la existencia de algún tipo de problema o retraso
madurativo se requerirá el diagnóstico de un profesional. El instrumento que se utilizaría en este
caso es una escala de desarrollo infantil; es decir, una prueba estandarizada que deberá realizar y
evaluar un psicólogo, orientador o el Equipo de Atención Temprana. Algunas de las escalas más
utilizadas para la etapa de Educación Infantil son las siguientes:
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