El Hombre Que Dijo No Al Graf Spee: Diego Fisher

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Publicado en El País Digital.

El hombre que dijo no al Graf Spee


Una testigo cuenta un aspecto desconocido de la Batalla del Río de la Plata.

Diego Fisher

U
n aspecto nunca divulgado en la historia de la
Batalla del Río de la Plata. La verdadera razón
por la que el capitán alemán nunca pudo
reparar el acorazado en Montevideo y fue
cercado por la Armada británica.

“Ponga usted el precio”, dijo el capitán Hans Langsdorff


en un perfecto francés y colocó sobre el escritorio de
su interlocutor un cartapacio de cuero abierto, en cuyo
interior se veía un cheque en blanco.

“De ninguna manera, en mi empresa no repararemos


su barco”, respondió enfático Alberto Voulminot, tam-
bién en francés, el idioma de sus ancestros.

“Véndame entonces, los materiales que necesito”,


pidió Langsdorff, vestido con su impecable uniforme
blanco y haciendo gala de sus refinados modales.

“Capitán, es inútil, esta empresa no sólo no reparará al El capitán Hans Langsdorff. (Fotografía: colección Ernesto Schüler)
Graf Spee, sino que tampoco le venderá ni un solo ele-
mento de los que está usted precisando”, respondió. Palabras más, palabras menos este diálogo se produjo
“Ponga usted el precio, pida lo que quiera, no hay lími- el 15 de diciembre de 1939, en horas de la tarde, en
te”, insistió el marino alemán y con su mano derecha la oficina del dique Regusci y Voulminot
le señaló el cheque que minutos antes había colocado
sobre la mesa del empresario uruguayo. Desde hacía unos días, Montevideo se había convertido
en epicentro de la Segunda Guerra Mundial, luego que el
“No es cuestión de precio, ni de dinero, sino de digni- buque de guerra de la Armada alemana del Tercer Reich
dad”, expresó cortante Voulminot. “Señor, ¿usted sabe Admiral Graf Spee se enfrentó a los navíos de la Marina
que yo tengo, en mi barco, armamento y fuerza sufi- Británica Ayax, Achilles y Exeter, en lo que se denominó
ciente para volar la ciudad de Montevideo?”. la Batalla del Río de la Plata. En el enfrentamiento, el
Graf Spee sufrió importantes daños que le impedían
“Claro que lo sé capitán. Pero también sé que usted es navegar en alta mar, además de perder 37 tripulantes.
un caballero y que no lo hará”.
Luego de la reunión con el capitán Langsdorff, Alberto
Voulminot se levantó de su silla y dio por terminada la Voulminot ordenó redoblar la guardia del depósito del
reunión. Tomó el cartapacio, se lo entregó a Langsdor- dique, temiendo que por la noche los alemanes inten-
ff y lo acompañó hasta la puerta de su empresa, por taran robar los materiales que el Graf Spee necesitaba.
entonces ubicada en Rondeau y Nicaragua. Desde entonces y hasta la partida del acorazado ale-
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(Fotografía: fotos del río. colección Hans Jahn)

mán, Carlos Alberto Voulminot, armado con un revólver Fréderic Bartholdi (el mismo que construyó la Estatua
y acompañado por el personal de la compañía, también de la Libertad de Nueva York) es recordado hoy como
armado, se mantuvieron custodiando la empresa. un héroe Voulminot en Colmar. Su hijo, por entonces
un niño, emigró con algunos de los familiares que so-
Hay historias que la Historia no recoge. Los franceses brevivieron a la masacre de Alsacia al Río de la Plata.
la llaman le petite histoire. Ese es el caso del Graf Primero se afincó en Buenos Aires donde se dedicó al
Spee, de cuyo hundimiento en la costa de Montevideo negocio cervecero y años más tarde en Montevideo,
se cumplen hoy 70 años. Las verdaderas razones por donde fundó el dique.
las que no fue reparado en Montevideo no figuran en
los libros. Contrariamente a lo que hasta ahora hemos En 1939, si bien Voulminot Sutter aún vivía, quienes esta-
sabido, no fueron las presiones ejercidas por el gobier- ban al frente de la empresa eran su hijo Alberto Voulmi-
no británico a través de su embajador Eugen Millington not, su nieto Carlos Alberto Voulminot Bonomi, entonces
Drake ante las autoridades uruguayas, las que impidie- un joven estudiante de Ingeniería, y el ingeniero Armando
ron que el barco alemán pudiera ser reparado. Sin du- Regusci; nieto del otro fundador de la compañía.
das que esas presiones existieron. Y que se tradujeron
en que Uruguay, entonces neutral, conminara al Graf Cuentan que al escuchar la explosión que retumbó en
Spee a abandonar el puerto en pocas horas. todo Montevideo en el anochecer del 20 de diciembre
de 1939, cuando Hans Langsdorff dinamitó su barco a
Pero para saber las verdaderas causas de porqué el poca distancia de la costa uruguaya, Albert Adolf Voul-
dique uruguayo que tenía las posibilidades de realizar minot Sutter comentó: “la historia tiene sus vueltas”.
las reparaciones que necesitaba el Graf Spee se negó a La vida le había dado la posibilidad de presenciar cómo
hacerlas, hay que remontarse a 1870, cuando en medio su hijo, un nieto de la primera víctima alemana de la
de su proceso de unificación, Alemania invadió a Alsacia invasión a Alsacia, 70 años después, le había asesta-
y en la pequeña localidad de Colmar, hoy territorio do la primera gran derrota a los nazis.
francés, el ejército germánico asesinó al padre de Albert
Adolf Voulminot Sutter. Este relato fue posible armarlo gracias al testimonio
brindado por una testigo directa de aquellos episodios:
Fue la primera víctima de aquella guerra que costaría la señora Elvira Iglesias de Voulminot. n
muchas vidas más. Con una gran tumba esculpida por

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