Neumonía

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación


Universidad de Ciencias de la Salud “Hugo Chávez Frías”
ASIC “Ruiz Pineda”

Neumonía.

Lic. Eduardo Torres. Bachiller:

Yunetsy Pérez.

28.509.321.
Neumonía:

¿Qué es la Neumonía?

La neumonía, o también conocida como pulmonía, es una infección que inflama los
sacos aéreos de uno o ambos pulmones. Los sacos aéreos se pueden llenar de
líquido o pus (material purulento), lo que provoca tos con flema o pus, fiebre,
escalofríos y dificultad para respirar. Diversos microorganismos, como bacterias,
virus y hongos, pueden provocar neumonía.

Síntomas:

Los signos y síntomas de la neumonía varían de moderados a graves y dependen


de varios factores, como el tipo de germen que causó la infección, tu edad y tu salud
en general. Los signos y síntomas moderados suelen ser similares a los de un
resfriado o una gripe, pero duran más tiempo.

Los signos y síntomas de la neumonía pueden incluir lo siguiente:

● Dolor en el pecho al respirar o toser.

● Desorientación o cambios de percepción mental (en adultos de 65 años o


más).

● Tos que puede producir flema.

● Fatiga.

● Fiebre, transpiración y escalofríos con temblor.

● Temperatura corporal más baja de lo normal (en adultos mayores de 65 años


y personas con un sistema inmunitario débil).

● Náuseas, vómitos o diarrea.

Causas:

Las neumonías ocurren cuando un germen infeccioso invade el tejido pulmonar.

El mecanismo más frecuente es la aspiración de microorganismos desde las vías


respiratorias más altas. Las defensas del organismo pueden debilitarse por
determinadas circunstancias como el consumo de tabaco, las enfermedades
pulmonares crónicas, el alcoholismo, la desnutrición, etc. y facilitar así que estos
gérmenes alcancen el pulmón y produzcan infecciones.
Diagnóstico:

El diagnóstico de la neumonía, generalmente, requiere una radiografía del tórax.


También es necesario realizar una exploración física y, una vez que se establece el
diagnóstico, generalmente hacen falta otras pruebas para ver el tipo de gérmenes y
el tipo de severidad. Tras el diagnóstico, debe empezarse el tratamiento con la
menor brevedad posible.
Complicaciones

Incluso habiendo recibido tratamiento, algunas personas que tienen neumonía,


especialmente aquellos que se encuentran en los grupos de alto riesgo, pueden
experimentar complicaciones, incluidas las siguiente:

Bacterias en el torrente sanguíneo (bacteriemia). Las bacterias que ingresan en


el torrente sanguíneo desde los pulmones pueden propagar la infección a otros
órganos y, potencialmente, provocar una insuficiencia orgánica.

Dificultad para respirar. Si la neumonía es grave o si tienes enfermedades


pulmonares crónicas ocultas, posiblemente tengas problemas para obtener
suficiente oxígeno al respirar.

Acumulación de líquido alrededor de los pulmones (derrame pleural). La neumonía


puede causar la acumulación de líquido en el fino espacio que hay entre las capas
de tejido que recubren los pulmones y la cavidad torácica (pleura).

Absceso pulmonar. Un absceso tiene lugar si se forma pus en una cavidad en el


pulmón. Normalmente, los abscesos se tratan con antibióticos. A veces, se necesita
una cirugía o un drenaje con una aguja larga o una sonda que se coloca en el
absceso para extraer el pus.
Prevención

Para contribuir a prevenir la neumonía:

Vacúnate. Existen vacunas para prevenir algunos tipos de neumonía y la gripe.


Habla con el médico sobre estas y otras vacunas.

Practica una buena higiene. Para protegerte de las infecciones respiratorias que a
menudo derivan en neumonía, lávate las manos regularmente o usa un
desinfectante para las manos a base de alcohol.

No fumes. El tabaquismo daña las defensas naturales que protegen a tus pulmones
de las infecciones respiratorias.
Mantener fuerte tu sistema inmunitario. Duerme lo suficiente, ejercítate
regularmente y lleva una dieta saludable.

Intervención fisioterapéutica:

El tratamiento de fisioterapia se realiza en caso de neumonía grave en pacientes


hospitalizados: edad avanzada, pacientes obesos, pacientes con alguna
enfermedad de base o enfermedad asociada.

Los objetivos principales van a ser dos: la eliminación de la inflamación y las


secreciones y la reexpansión del parénquima de la zona afectada.

La Fisioterapia Respiratoria junto con el reposo, los antibióticos y demás fármacos


pautados por el equipo médico contribuye a mejorar el cuadro clínico con diferentes
técnicas y ejercicios que persiguen normalizar la función respiratoria y evitar la
recidiva.

Los fioterapeutas juegan un papel fundamental a la hora de ayudar a los pacientes


con neumonía a recuperarse de manera efectiva Estos profesionales especializados
en fisioterapia respiratoria proporcionan evaluaciones específicas integrales del
paciente y trabajan para fortalecer habilidades afectadas por la neumonía.

Entre los distintos aspectos que pueden abordarse desde la fisioterapia respiratoria
encontramos los siguientes:

• Ayudar a recuperar las secuelas tras la posible insuficiencia respiratoria.

• Manejo de las secreciones de las vías respiratorias, a través de técnicas de


drenaje bronquial.

• Reeducación del control ventilatorio y técnicas para ganar capacidad pulmonar.

• Manejo de las complicaciones como ocurre en la enfermedad pulmonar obstructiva


crónica (EPOC) o en afecciones neurológicas como enfermedades
neuromusculares, e ictus.

• Recuperación de la enfermedad, incluyendo la movilidad temprana, el ejercicio y el


alta segura. Mejorar la capacidad para toser de manera efectiva, con el objetivo de
expectorar secreciones.

• Mejorar la capacidad para toser de manera efectiva, con el objetivo de expectorar


secreciones.

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