La Evolucion de Melibea y La Magia en La

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LA EVOLUCIÓN DE MELIBEA Y

LA MAGIA EN LA CELESTINA
MONOGRAFÍA
Número de palabras: 3.934
RESUMEN

En el siguiente trabajo se estudiará el tema de la evolución de Melibea en la

obra La Celestina. Esta evolución supone una transformación del personaje a

nivel psicológico y social: Melibea cambia su pensamiento y esto se ve

reflejado en su actitud.

Esta transformación que sufre el personaje podría verse influida por la magia,

por lo que también trataré ese tema. Esto incluirá el estudio de la figura de

Celestina desde el punto de vista de la hechicería, y de cómo se juzgaba la

magia en la época. Para poder realizar un buen estudio es necesario

interrelacionar la magia con la personalidad de Melibea y su influencia en esta.

Por ello, comenzaré describiendo la personalidad de Melibea al principio de la

obra y cómo reacciona ante la propuesta de Calisto. Después, después de

explicar la influencia de la magia, describiré cómo es la personalidad final de

Melibea, cómo cambia su forma de actuar y cómo su nueva mentalidad le lleva,

incluso, a quitarse la vida.

El efecto de la magia sobre Melibea es un tema muy importante a tratar, ya

que, en caso de que fuese ese el factor que motiva el cambio, supondría una

influencia muy grande sobre el personaje.


AGRADECIMIENTOS

Quiero agradecer a mi tutora de monografía, Pilar Olano, porque sin su

orientación y su apoyo no habría sido posible realizar este trabajo.


ÍNDICE

Introducción…………………………………………………………………….…..…1

Desarrollo……..………………………………………………………………….……3

 Melibea al comienzo de la obra…………………………………………..…3

 La Celestina como bruja y el papel de la magia………………….….……6

 El personaje de Melibea tras el hechizo……...……………………………9

Conclusión…………………………………………………………………………...16

Bibliografía…………………………………………………………………………....18
LA EVOLUCIÓN DE MELIBEA Y LA MAGIA EN LA

CELESTINA

INTRODUCCIÓN

Cuando leemos La Celestina de Fernando de Rojas encontramos

muchos aspectos que podrían ser analizados. Nos encontramos frente a una

obra compleja, que gira en torno a una trama principal, el amor de Calisto y

Melibea, y más tramas secundarias que involucran a los criados como

personajes protagonistas. Existen numerosos elementos que el autor utiliza

para simbolizar aspectos específicos, como la búsqueda de poder como motor

de los personajes o el sexo como objetivo de las relaciones amorosas.

En este caso, voy a tratar la evolución de Melibea, tanto en su mente

como en su comportamiento, como tema principal. Voy a interrelacionar este

tema con el uso de la magia en la obra, ya que la magia podría resultar un

elemento clave para esta evolución. He seleccionado esta obra porque me

gustó mucho cuando la leí, siendo una de las obras que estableció la transición

entre la Edad Media y el Renacimiento, perteneciente a la literatura española.

Opino que en La Celestina hay muchos temas que podrían ser objeto de

análisis, pero a mí personalmente me interesa cómo Melibea cambia su actitud

y su pensamiento, ya que al principio de la obra su personaje es muy distinto a

cómo es al final, va transformándose, y este cambio podría estar influido por la

magia. Para ello es necesario analizar el uso de la magia en la obra y cómo

influye esta en la transformación. Encontramos muchos elementos mágicos,

partiendo de la base de que La Celestina es una bruja y que recurre a la magia

1
para solucionar cualquier problema, ya que en aquella época a pesar de que

ser bruja no era socialmente aceptable, la creencia en la magia era algo

habitual en el día a día.

La Celestina, siendo una mezcla entre novela y teatro, pertenece al

género literario de comedia humanística, el cual está formado por novelas

dramáticas que no suelen tener final alegre, pero tienen un fin didáctico. Las

obras pertenecientes a este género solían ser comedias, pero La Celestina no

es una comedia como tal, sino que es una tragicomedia, en la que se mezclan

aspectos trágicos con unos toques de comedia y donde se observa la vida

humana de forma pesimista.

El personaje de Melibea es el personaje femenino protagonista de la

obra, aparte de la Celestina, ya que es la mujer de quien está enamorado el

protagonista.
DESARROLLO

La Celestina, obra escrita por Fernando de Rojas, trata la historia de

Calisto, un joven de clase social alta, quien está enamorado de Melibea, una

joven de clase alta que lo rechaza. Calisto, aconsejado por su criado

Sempronio, recurre a Celestina, una mujer vieja y alcahueta. Con la ayuda de

Celestina y el uso de la magia, Calisto consigue que Melibea se enamore y se

entregue completamente a él. Como recompensa, Calisto ofrece una cadena

de oro a Celestina. Los criados de Calisto intentan obtener una parte de los

beneficios, pero ante la negativa de Celestina, la asesinan y posteriormente

son ajusticiados. Calisto intenta salvar a uno de sus criados de una pelea y

muere. Melibea, apenada y desesperada, se quita la vida tirándose de una

torre. La obra finaliza con el llanto de Pleberio, padre de Melibea que ignoraba

todo lo sucedido.

Melibea al comienzo de la obra

Teniendo en cuenta este breve resumen de la obra, pasamos al

análisis del personaje de Melibea. Nos encontramos frente a un personaje

que sufrirá una fuerte evolución a lo largo de la obra, siendo la Melibea del

principio de la obra una persona totalmente distinta a la del final de la misma.

Al comienzo de la obra, Melibea es descrita como una mujer joven y

una persona de elevada belleza a la que Calisto alaba. Esta belleza es

resaltada constantemente durante casi toda la obra excepto en una ocasión.

Areúsa, una de las prostitutas con las que Celestina trabaja, se opone a la idea

de que Melibea posea una belleza tan exagerada:


“Todo el año está encerrada con mudas de mil suciedades. Por una

vez que haya de salir donde pueda ser vista, enviste su cara con hiel y miel

[…]. Las riquezas las hacen a éstas hermosas y ser alabadas; que no las

gracias de su cuerpo […]. No sé qué se ha visto Calisto, porque deja de amar

otras que más ligeramente podría haber y con quien más él holgase, sino que

el gusto dañado muchas veces juzga por dulce lo amargo”.1

Mediante este fragmento podemos comprobar que Areúsa no

compartía la opinión del resto de personajes, y que incluso defiende que quizá

Calisto se haya equivocado al elegir, insinuando que el amor le ha cegado.

Podría considerarse un acto de mezquindad por parte de Areúsa o

simplemente una realidad desde otro punto de vista.

Como ya sabemos, a excepción de Areúsa, Melibea es alabada por

los demás personajes de la tragicomedia. La mayor parte del tiempo Calisto

nos muestra una imagen idealizada, correspondiente al concepto medieval de

amor cortés. Además de ser ensalzada por Calisto, la belleza de Melibea

también es alabada en ciertas ocasiones por Celestina y por su padre Pleberio,

quien en una parte de la obra se pregunta retóricamente “¿Quién no se hallará

gozoso de tomar tal joya en su compañía?”, utilizando el símbolo de joya para

presentar al personaje de Melibea metafóricamente. Debido a los pocos

atributos femeninos de Celestina, podemos considerar que Melibea es el

personaje femenino principal.

A la hora de describir a Melibea de forma interior se la presenta como

perspicaz y madura, una mujer decidida que sabe lo que quiere en todo

momento. Desde un principio, este personaje se nos muestra como una mujer

1
DE ROJAS, F. La Celestina, Madrid, Cátedra, 1983, (Edición nº11, p.186)
que se opone a las costumbres impuestas. Se trata de una mujer fuerte, que

lucha por su libertad y que no se deja llevar por las pasiones ilícitas que desde

el primer momento ha percibido en las propuestas de Calisto 2: “Calisto, ha sido

como de ingenio de tal hombre como tú haber de salir para se perder en la

virtud de tal mujer como yo”3.

Esta personalidad de Melibea se verá cambiada a lo largo de la obra,

pudiendo comprobar con claridad cómo su personalidad inicial se transformará

y terminará siendo el polo opuesto de su personalidad final. 4

En un encuentro en el huerto, Calisto le declara su amor,

comparándola incluso con el mismo Dios. A pesar de todos los ruegos de

Calisto, Melibea rechaza esta declaración de forma tajante:

“¡Vete, vete de ahí, torpe, que no puede mi paciencia tolerar que

haya subido en corazón humano conmigo el ilícito amor comunicar su deleite!” 5

Observamos así la brusquedad con la que Melibea aparta a Calisto

del lugar, negándose en ese momento no solo a corresponder su amor, sino

también a aceptar la manifestación de éste. Podemos comprobar que al

principio de la obra Melibea se muestra reacia a mantener una relación con

Calisto, a pesar de las intenciones que alberga en su interior. Este rechazo se

debe al mecanismo utilizado por Calisto, ya que éste le propone una relación

de amor únicamente carnal, la cual no coincide con los objetivos de Melibea. A

pesar de esto, podríamos pensar que, si Calisto hubiese propuesto su amor a

2
FERNÁNDEZ, S.E. A quinientos años de la Celestina (1499-1999), México, Facultad de Filosofía y Letras
(UNAM), 2004.
3
DE ROJAS, F. La Celestina, Madrid, Cátedra, 1983, (Edición nº11, p. 54)
4
BRANDO, N. Melibea: percibida y reflejada, 2010.
https://laliteraliteraria.wordpress.com/2010/12/15/melibea-percibida-y-reflejada/
5
DE ROJAS, F. La Celestina, Madrid, Cátedra, 1983, (Edición nº11, pp. 54, 55).
Melibea de una forma distinta, quizá ella lo habría aceptado, ya que la causa de

su negación fue la actitud con la que le formuló su propuesta.

La Celestina como bruja y el papel de la magia

Debido al rechazo de Melibea, Calisto acude a Celestina gracias al

consejo de su criado Sempronio. Celestina es un personaje complicado. Se

trata de una mujer que ejerce varias profesiones, alcahueta, costurera, bruja,

prostituta, lavandera.

De entrada, la Celestina es descrita como una hechicera por

Pármeno, el criado de Calisto. En aquella época, el término “hechizar” era

utilizado para designar a aquellas personas que renunciaban a Dios y a la

conducta cristina y realizaban pactos con el demonio para conseguir aquello

que querían. Por lo general, eran culpadas de herejía y la superioridad

eclesiástica denominaba la hechicería como un vehículo hacia el deleite propio,

y por tanto, la maldad. A pesar de estar mal vista, la magia jugaba un papel

muy importante en aquella época, ya que la gente creía en los hechizos y en su

efecto sobre las personas.

Esta brujería estaba ligada a la farmacia y a los tratamientos médicos,

siendo considerada una de las ciencias más importantes de la época. Para

llevarla a cabo muchas veces se utilizaban bálsamos o medicamentos propios

de la medicina, lo que nos lleva a preguntaros si realmente la magia funcionaba

o simplemente la gente la confundía con la farmacia.

Celestina pecaba, además de por el uso de la hechicería, porque el

fin de la misma era erótico. Celestina buscaba inculcar en Melibea el deseo

sexual hacia Calisto, lo cual provoca que la mujer sea corrompida y que se
utilice como una mala tentación, una seducción malvada que lleva al hombre a

pecar. El deseo sexual era pecado, por lo que al incitar a ello, Celestina se

alejaba mucho más de la religiosidad.

Físicamente, el personaje de la Celestina es descrito como una mujer

vieja y poco agraciada, desprovista de belleza alguna. Estos rasgos quedan

plasmados en la descripción de forma que consigue provocar repugnancia al

lector: “Días ha grandes que conozco en fin de esta vecindad una vieja barbuda

que se dice Celestina”, ya que al pensar en la imagen de una mujer anciana

nos vienen a la mente arrugas y surcos, lo cual no es símbolo de belleza. A

esto se le suma el hecho de que es una mujer con barba, lo cual resulta

desagradable a la vista.

Podría llegarse a la conclusión de que, debido a la hechicería

mediante la cual renuncia a la fe cristiana, Celestina se distancia de Dios,

siendo su físico el resultado de esta desvinculación. Entendemos que el hecho

de estar cerca de la gracia de Dios supone una concesión de rasgos

agradables que se ven reflejados en el exterior del personaje. Este hecho se

confirma en el comienzo de la novela donde Calisto sentencia: “En esto veo,

Melibea, la grandeza de Dios”. Esta afirmación nos propone la idea de que

Dios, con su poder, dota de belleza a Melibea debido a su procedencia de una

familia religiosa.

Asimismo, como consecuencia de su relación con el demonio debida

al uso de la magia, la cual trataremos más adelante, Celestina presenta

físicamente atributos que lo reflejan, como la cara con arrugas o la barba. 6

6
GARCÍA SOORMALLY, M. Magia, hechicería y brujería entre La Celestina y Cervantes, Sevilla,
Renacimiento, 2011.
Así, por orden de Calisto, en el acto III de la obra, Celestina realiza un

conjuro sobre un hilo que más tarde venderá a Melibea. Numerosas veces,

este conjuro ha sido visualizado como un pacto con el diablo realizado por

Celestina, propio de la hechicería de la época. Analistas de la obra han llegado

a la conclusión de que realmente no hacía falta “magia demoniaca” de parte de

Celestina para poder influir en Melibea, ya que ella estaba enamorada desde

un principio. Sin embargo, es innegable que la magia es un elemento que no

puede pasar por desapercibido a la hora de analizar La Celestina. 7

Podemos confirmar que la hechicería de Celestina es satánica ya que

ella misma invoca al diablo por medio de Platón en su hechizo:

“Conjúrote, triste Plutón, señor de la profundidad infernal, emperador

de la corte dañada, capitán soberbio de los condenados ángeles, señor de los

sulfúreos fuegos, que los hervientes étneos montes manan, gobernador y

veedor de los tormentos, y atormentador de las pecadoras ánimas […]”8

Esta invocación hace que Celestina se fíe plenamente del diablo y le

entregue a él su confianza con el objetivo de conseguir lo que quiere. Esta

enumeración que se produce durante el hechizo se trata de un símbolo con el

que se describe al diablo, a pesar de la mención de Plutón al inicio. 9

A pesar de que comprobamos que Celestina acude al diablo para

conseguir sus deseos, es conocido que Calisto recurre a Dios a la hora de

pedir ayuda. Esto hace que los personajes se contrarresten, pero que se

asemejen en el hecho de que ambos recurren a fuerzas divinas para alcanzar

sus objetivos. Aun así, a pesar de estar recurriendo a una fuerza extraterrenal,
7
RUSSELL, PETER E. La magia, tema integral de «La Celestina». Barcelona, 1978.
8
DE ROJAS, F. La Celestina, Madrid, Cátedra, 1983, (Edición nº11, pp. 107, 108)
9
ARMIJO, CARMEN E. La magia demoniaca en la Celestina.
http://132.248.101.21/filoblog/cearmijo/files/2009/08/la-magia-demoniaca.pdf
Celestina no guarda una postura de devoción hacia Plutón, sino que incluso

demanda que éste le haga caso mediante una amenaza:

“Si no lo haces con presto movimiento, ternásme por capital enemiga;

heriré con luz tus cárceles tristes y oscuras; acusaré cruelmente tus continuas

mentiras; apremiaré con mis ásperas palabras tu horrible nombre; y otra y otra

vez te conjuro.”10

En estas líneas del final del conjuro observamos que Celestina

solicita, incluso con exigencias, que el diablo le haga caso.

Como bien sabemos, a pesar de que en la época la magia se utilizaba

muchas veces para evitar el amor entre dos amantes, en la Celestina, el

objetivo es el contrario. En el conjuro realizado por Celestina se utiliza la

técnica del philocaptio, proceso mediante el cual se provocaba una pasión

desenfrenada de una persona hacia otra, sin que la persona hechizada se

diese cuenta. Esta técnica de philocaptio hace que el lector se replantee si

Melibea accedió a amar a Calisto por su propia voluntad o si realmente el

hechizo del diablo tuvo efecto sobre ella.11

El personaje de Melibea tras del hechizo

Una vez realizado el hechizo, a pesar de la seguridad que muestra

durante el conjuro, Celestina no está segura de que vaya a tener efecto.

Podemos comprobar esta postura en el monólogo realizado en el camino a

casa de Melibea:

10
DE ROJAS, F. La Celestina, Madrid, Cátedra, 1983, (Edición nº11, p.108)
11
CANET VALLÉS, JL. Philocaptio versus libre albedrío en Celestina, Alicante, 2015.
“¡Ay, cuitada de mí! ¡En qué lazo me he metido! Que por me mostrar

solícita y esforzada pongo mi persona al tablero. […] ¡Oh, dudosa y dura

perplejidad; no sé cuál escoja por más sano!”12

Pese a que Celestina se muestra impasible durante la pronunciación

del hechizo, e incluso amenazadora, a la hora de visitar a Melibea se nos

muestra débil e insegura, afirmando que Calisto la odiaría en caso de fracasar.

En esta reflexión interior, Celestina concluye que sería un mal peor

quedar como una cobarde que el hecho de fracasar con su hechizo. De esta

forma decide continuar su camino hacia casa de Melibea.

Si bien Celestina dudaba de sus capacidades en su camino a casa de

Melibea, el resto de personajes confía en sus habilidades como hechicera. Esto

se comprueba cuando Calisto deposita su confianza en ella para enamorar a

Melibea, siendo este hecho en torno al cual gira la obra, pero no el único en el

que se demuestra credulidad. También encontramos muestras de credulidad

en Lucrecia, criada de Melibea, quien hace un comentario sobre el hechizo

realizado, el cual analizaremos más adelante.

Para poder proseguir con su propósito, Celestina habla con Melibea y

lleva la segunda parte de su plan a cabo. Al inicio de la conversación entre

Celestina y Melibea podemos observar que ésta muestra una actitud negativa

ante la mención de Calisto.

“Buena vieja, no me digas más, no pases adelante. ¿Ese es el

doliente por quien has hecho tantas premisas en tu demanda, por quién has

venido a buscar la muerte para ti, por quién has dado tan dañosos pasos,

desvergonzada barbuda? (…) No oiga yo más mentar a ese loco, saltaparedes,


12
DE ROJAS, F. La Celestina, Madrid, Cátedra, 1983, (Edición nº11, p. 110)
fantasma de noche, luengo como cigüeña, figura de paramento malpintado;

sino, aquí me caeré muerta.”13

A pesar su enfado con Celestina y de todos los insultos que profiere

hacia Calisto, en su interior, Melibea está dispuesta a amar a Calisto en un

futuro, por lo que llega a un acuerdo con Celestina en el que ella le otorga el

hilo hechizado bajo la excusa de que cura el dolor de muelas.

Gracias a esto, Melibea se siente aliviada y libre de empezar a amar a

Calisto bajo la excusa de que está hechizada. Pero, de no ser por esta excusa,

¿Melibea habría confesado su amor hacia Calisto?

Este hecho nos lleva a preguntarnos si realmente el hechizo es la

causa del enamoramiento de Melibea o no. Al principio de la obra, sabemos

que Melibea alberga un deseo sexual por Calisto, pero es tan pudorosa y

moralmente correcta que tiene la fuerza de voluntad de rechazarlo cuando éste

se le presenta. Después de ser “hechizada”, Melibea se siente autorizada para

amar a Calisto independientemente de las consecuencias. Realmente, no es el

hechizo quien provoca esto, sino la propia decisión de Melibea. De no ser por

el conjuro, quizá Melibea no se habría atrevido nunca a dar rienda suelta a su

amor por Calisto debido a la moralidad bajo la que se cobija. También podría

ocurrir que Melibea terminase expresando su devoción a Calisto sin necesidad

de conjuros para camuflar su decisión, sino por su propia voluntad, pero esto

es algo que no está asegurado que ocurriese. 14

Como bien sabemos, Melibea muestra una actitud de reproche hacia

Celestina en el acto IV, en el que Celestina va a visitarla después del conjuro. A

13
DE ROJAS, F. La Celestina, Madrid, Cátedra, 1983, (Edición nº11, p. 122)
14
GALAN FONT, E. Claves de La Celestina de Fernando De Rojas, Madrid, Ed. Ciclo, 1989.
pesar de que realmente Melibea se siente aliviada, muestra con firmeza su

disgusto hasta el final de la escena. Celestina abandona su casa y Melibea la

despide con la frase “ve con Dios, que ni tu mensaje me ha traído provecho ni

de tu ida me puede venir daño” 15. Debido al desdén con el que Melibea

pronuncia la frase, lo primero que pensaría el lector es que Melibea no está

enamorada de Calisto.

El primer cambio en la conducta de Melibea lo encontramos varios

actos después (acto X). Celestina y Lucrecia escuchan a Melibea lamentarse

de sus actos. En esta escena es donde descubrimos que realmente Melibea

está enamorada de Calisto. El monólogo de Melibea es el siguiente:

“¡Oh, lastimada de mí! ¡Oh, mal proveída doncella! ¿Y no me fuera

mejor conceder su petición y demanda ayer a Celestina, cuando de parte de

aquel señor, cuya vista me cativó, me fue rogado, y contentarle a él y sanar a

mí, que no venir por fuerza a descubrir mi llaga, cuando no me sea agradecido

[…]”16

La joven se arrepiente de no haber confesado su amor en un principio

y de haberse mostrado intolerante ante las palabras de Celestina, haciendo ver

al lector que estaba enamorada de Calisto desde un principio.

“[…] cuando ya, desconfiando de mi buena respuesta, haya puesto

sus ojos en amor de otra? […] ¡Oh mi fiel criada Lucrecia!, ¿qué dirás de mí;

15
DE ROJAS, F. La Celestina, Madrid, Cátedra, 1983, (Edición nº11, p. 129)
16
DE ROJAS, F. La Celestina, Madrid, Cátedra, 1983, (Edición nº11, p. 196)
qué pensarás de mi seso, cuando me veas publicar lo que a ti jamás te he

querido descubrir?”17

Además, se muestra temerosa ante dos hechos: la posibilidad de que

Calisto encuentre a otra mujer, lo cual nos muestra los celos que siente

Melibea, y por tanto, sus sentimientos hacia él; y la duda de qué pensará

Lucrecia de ella, ya que le ocultó sus sentimientos y fue deshonesta. En este

fragmento observamos que Melibea se siente avergonzada y arrepentida

después de haber mentido a su criada.

Finalmente, pide a Dios que le ayude a disimular su amor por Calisto

buscando una excusa por la que siente tanta pena. Esta pena es tan grande

que no puede ser ocultada, por lo que Melibea recurre a Dios en busca de

ayuda.

En este punto de la obra, Melibea confiesa a Celestina su amor por

Calisto. En esta confesión Melibea muestra su pena y cómo el amor por Calisto

es tan fuerte que la está consumiendo:

“Madre mía, que comen este corazón serpientes dentro de mi

cuerpo”18

Melibea siente como si su corazón estuviese siendo devorado por ese

amor, y lo compara de forma metafórica con la sensación de tener serpientes

17
DE ROJAS, F. La Celestina, Madrid, Cátedra, 1983, (Edición nº11, p. 196)

18
DE ROJAS, F. La Celestina, Madrid, Cátedra, 1983, (Edición nº11, p. 197)
devorándolo realmente. Este dolor que Melibea siente es constante a lo largo

de la escena:

“¿Cómo dices que llaman a este mi dolor, que así se ha enseñoreado

en lo mejor de mi cuerpo?”19

Existe variedad de opiniones entre los personajes de la obra en

cuanto a la magia de Celestina. Cuando Melibea cambia su conducta, su criada

Lucrecia realiza un comentario relacionado con el poder de la magia de

Celestina:

“El seso tiene perdido mi señora. Gran mal es éste. Cautivádola ha

esta hechicera.”20

Mediante este comentario se puede percibir que algunos de los

personajes de la obra creen en las habilidades de Celestina como hechicera,

ya que piensan que el enamoramiento de Melibea se debe al conjuro que ha

realizado aquella. Sin embargo, Pármeno no toma en serio los conjuros de

Celestina y no confía en su eficacia, declarando su postura al principio de la

obra: 21

“¿Quién te podrá decir lo que esa vieja hacía? Y todo era burla y

mentira”22

Ante los múltiples lamentos de Melibea, Celestina organiza un

encuentro para poder consumar su amor con Calisto. A partir de este momento,

Melibea y Calisto cumplen sus deseos y se entregan el uno al otro con una

pasión desbordante.
19
DE ROJAS, F. La Celestina, Madrid, Cátedra, 1983, (Edición nº11, p. 203)
20
DE ROJAS, F. La Celestina, Madrid, Cátedra, 1983, (Edición nº11, p. 201)
21
VIAN HERRERO, A. El pensamiento mágico en Celestina, ‘Instrumento de lid y contienda’.
http://parnaseo3.ci.uv.es/Celestinesca/Numeros/1990/VOL%2014/NUM%202/2_articulo2.pdf
22
DE ROJAS, F. La Celestina, Madrid, Cátedra, 1983, (Edición nº11, p. 77)
En este momento, el personaje de Melibea se ha transformado

totalmente. A la muerte de Calisto en uno de sus encuentros, la única

respuesta que Melibea ve es el suicidio. Siente tanto amor por Calisto que lo

único que desea es estar con él, y si la única solución es ir morir para estar con

él en el cielo, entonces lo hará.

Melibea muestra su determinación a la hora de subirse a la torre para

terminar con su vida:

“Bien se ha aderezado la manera de mi morir. Algún alivio siento en

ver que tan presto seremos juntos yo y aquel mi querido y amado Calisto”23

En lugar de mostrarse temerosa o asustada ante la muerte,

observamos que Melibea se siente aliviada, ya que prefiere morir y estar con

Calisto a seguir viviendo en un mundo sin él. En este momento encontramos el

verdadero cambio en su personalidad, la cual varía de rechazar a Calisto

rotundamente a ser víctima del amor pasional, afrontando las consecuencias

que suponga su unión con Calisto de forma consciente y segura.

CONCLUSIÓN

El personaje de Melibea que se nos muestra al principio de la obra es

un personaje opuesto al del final. Como ya hemos analizado, al terminar la obra

nos encontramos ante una Melibea totalmente distinta. El cambio producido en


23
DE ROJAS, F. La Celestina, Madrid, Cátedra, 1983, (Edición nº11, p. 288)
Melibea es muy violento, ya que pasa de manifestar no querer ningún tipo de

relación a dar su vida por amor. Este amor que siente no es un enamoramiento

corriente: Melibea no solo ama a Calisto, sino que hace del amor el motivo de

su existencia. Una vez que se enamora, lo único que le impulsa a vivir es ese

loco amor que siente, y cuando ese loco amor se desvanece con la muerte de

Calisto, Melibea piensa que ya no existen razones para vivir.

Este cambio tan brusco es el que nos lleva a cuestionarnos la

pregunta inicial: ¿realmente la magia de la Celestina fue eficaz o fue Melibea

quien cambió su postura de forma consciente? Mediante este análisis hemos

llegado a la conclusión de que Melibea cambia de actitud intencionadamente,

pero que realmente en su interior ya albergaba sentimientos por Calisto.

El motor de este cambio está en la magia de la Celestina, la cual sirve

de pretexto a Melibea para poder manifestar su amor. Esto implica que a pesar

de que el cambio de actitud no sea una consecuencia de la magia, sí que es

influido por ésta. De no haber sido por la magia de Celestina, quizá Melibea

nunca habría admitido estar enamorada de Calisto.

Concluimos con que, de alguna forma, todo es fruto de la magia

celestinesca, ya que Celestina es quien convence a Melibea de mostrar sus

verdaderos sentimientos cubriendo todo bajo un “hechizo”. Esto no significa

que la magia funcione como elemento fantástico, sino que funciona como

elemento persuasivo.
BIBLIOGRAFÍA
 ARMIJO, CARMEN E. La magia demoniaca en la Celestina. Consultado

en:

http://132.248.101.21/filoblog/cearmijo/files/2009/08/la-magia-

demoniaca.pdf

 BRANDO, N. Melibea: percibida y reflejada, 2010. Consultado en:


https://laliteraliteraria.wordpress.com/2010/12/15/melibea-percibida-y-

reflejada/

 CANET VALLÉS, JL. Philocaptio versus libre albedrío en Celestina,

Alicante, 2015.

 DE ROJAS, F. La Celestina, Madrid, Cátedra, 1983, Edición nº11.

 FERNÁNDEZ, S.E. A quinientos años de la Celestina (1499-1999),

México, Facultad de Filosofía y Letras (UNAM), 2004.

 GALAN FONT, E. Claves de La Celestina de Fernando De Rojas,

Madrid, Ed. Ciclo, 1989.

 GARCÍA SOORMALLY, M. Magia, hechicería y brujería entre La

Celestina y Cervantes, Sevilla, Renacimiento, 2011.

 RUSSELL, PETER E. La magia, tema integral de «La Celestina».

Barcelona, 1978.

 VIAN HERRERO, A. El pensamiento mágico en Celestina, ‘Instrumento

de lid y contienda’. Consultado en:

http://parnaseo3.ci.uv.es/Celestinesca/Numeros/1990/VOL%2014/NUM

%202/2_articulo2.pdf

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