La Cultura Profesional Academica de Los Buenos Profesores
La Cultura Profesional Academica de Los Buenos Profesores
La Cultura Profesional Academica de Los Buenos Profesores
PARA LA DISCUSIÓN
Luego de realizar esta investigación que tenía como objetivo caracterizar la cultura
académica de los buenos profesores de la Universidad Javeriana de Cali, podemos
llegar a un conjunto de temas para una discusión, entre las cuales, por su fuerza y
significado, merecen citarse los siguientes:
Casi todas las discusiones sobre los profesores universitarios, a nivel de la enseñanza,
están inscritas en la necesidad de realizar con ellos una preparación para la docencia
universitaria, pues el punto de inicio es que ellos o no están preparados para ser
docentes, o realizan siempre una práctica docente de baja calidad o porque no decirlo,
decididamente mala.
Sobresale así una perspectiva que señala enfáticamente la enseñanza de baja calidad
que realizan los profesores universitarios y ella ocupa la mayoría de los espacios
relativos a la capacitación y la actualización docente.
1
Pontificia Universidad Javeriana de Cali, Colombia. Universidad regentada por la Compañía
de Jesús. En el momento de la investigación (años 2001-2002) la Universidad tenía tres
Facultades y ocho Programas académicos con 4.924 estudiantes y 571 profesores.
3. Estas prácticas de enseñanza están estructuradas alrededor del conocimiento
objeto de la enseñanza, pero incluyen otros elementos que de manera
interdependiente estructuran una manera particular de realizar la docencia.
El punto inicial para realizar una buena docencia es el dominio riguroso de los
contenidos objeto de enseñanza en la cátedra universitaria. Pero ello no es todo. De
manera complementaria e interdependiente, el buen profesor, necesita y expone antes
sus alumnos una serie de saberes, producto de su práctica calificada, tales como la
comunicación clara y lógica de las ideas y la utilización del saber en un contexto
formativo (pedagógico), conocimientos que van más allá del saber particular de su
disciplina y por ultimo el aprendizaje y la formación en contexto éticos que tiene el
oficio como referencia práctica de la enseñanza.
Estas prácticas se caracterizan por el alto nivel de los conocimientos que circulan en
las clases, y que están inscritos en contextos de lo que se denomina la enseñanza
para la comprensión, referenciados desde los marcos éticos del ejercicio de una
profesión.
Con la única excepción de la profesora de Economía que salió seleccionada por los
estudiantes de Administración de Empresas, y quien recibió un curso para la docencia
en la Universidad de Monterrey en México, los demás profesores han construido sus
conocimientos pedagógicos y didácticos desde la práctica de la enseñanza.
Respecto de los estudiantes, estos buenos profesores, tiene siempre una visión de
ellos que los hace ver como personas necesarias y muy importantes en el proceso de
construcción de conocimientos. Son para estos profesores personas llenas de vitalidad
y deseosas de aprender, con un gran motivación y con aspiraciones de salir adelante
como profesionales íntegros, lo que desborda así una consideración muy extendida
entre algunos profesores universitarios que los ven como personas pasivas, que
repiten mecánicamente un saber y que están ahí únicamente para obtener un diploma.
Es decir, que la relación que tienen estos profesores con sus estudiantes, podría
decirse es una relación “trascendente” en el sentido que los consideran más allá de
una relación típicamente universitaria desde un profesor con sus alumnos (desde la
asignatura X, en un semestre Y, dentro de una carrera Z). Incluso en una entrevista
uno de los profesores señalaba que les exigía a sus estudiantes que lograran niveles
de excelencia académica, pues ello redundaría más tarde en desempeñar buenos
cargos, con buenos ingresos, lo que les permitiría tener recursos para educar a sus
hijos.
En otras palabras, se enseña para que el saber sea comprendido por los estudiantes,
dándoles pistas y señales seguras, actualizadas y confiables, sobre textos a consultar,
fuentes bibliográficas, trabajos requeridos como requerimientos para la compresión
activa del saber.
9. Las exigencias sobre el saber aprendido por los estudiantes, está inscrito en
niveles superiores de pensamiento.
En relación con el saber exigido, no es cualquier tipo de saber (materializado en
trabajos, exposiciones), proyectos o argumentaciones lo que es admitido por estos
buenos profesores.
En síntesis, se puede decir que los buenos profesores realizan una labor formativa
desde sus propias interpretaciones, organizaciones y construcción de sentido del
saber objeto de la enseñanza.
En ese terreno, lejano quizá para algunos, pero real y dominante, pues será para
muchos su vida futura como administradores de empresas, psicólogos, contadores o
ingenieros, es donde es posible tejer el sentido de la enseñanza y en donde se
enmarca el ejercicio profesional en contextos éticos como profesionales que serán
mañana, los estudiantes de hoy.