Tesis Final, Sergio Ruiz, Escucha y Resonancia
Tesis Final, Sergio Ruiz, Escucha y Resonancia
Tesis Final, Sergio Ruiz, Escucha y Resonancia
FACULTAD DE ARTES
MAESTRÍA EN ESTUDIOS VISUALES
PRESENTA
SERGIO RUIZ TREJO
DIRECTORA
DRA. EN E. L. CYNTHIA ORTEGA SALGADO
ASESORES
DR. EN A. JANITZIO ALATRISTE TOBILLA
M. EN E. V. MARIO BRACAMONTE OCAÑA
DR. EN U. JOSÉ MARÍA ARANDA SÁNCHEZ
DR. EN M. JORGE DAVID GARCÍA CASTILLA
M. EN E. V. ALEJANDRO GARCÍA CARRANCO
CAPÍTULO 1................................................................................................................. 13
1. Escuchar, Vulnerabilidad....................................................................................... 13
1.1 Apertura......................................................................................................... 14
CAPÍTULO 2................................................................................................................. 39
2. Sujeto En Resonancia........................................................................................... 39
CAPÍTULO 3................................................................................................................. 80
3. La Escucha de la Escucha.................................................................................... 80
3.1 Voz................................................................................................................. 81
Conclusiones.............................................................................................................. 131
Referencias................................................................................................................. 136
Ilustraciones............................................................................................................ 142
2
Escribo porque yo, un día, adolescente,
me incliné ante un espejo y no había nadie.
¿Se da cuenta? El vacío. Y junto a mí los otros
chorreaban importancia.
Rosario Castellanos
Silencio, noche.
Voz que clava en el centro
el color de su existencia
Un ruido viscoso,
oscuro, se abre lentamente
en los pulmones.
¿Qué escucho?
3
Introducción
El presente trabajo reúne una serie de cuestionamientos al respecto de la escucha.
particular, el tema que elegimos para nuestras investigaciones. De esta forma, se buscaban
los detonantes que generaron una relación directa entre los temas a investigar y algo que
manera de ejercer mi vocación creativa a través de algunos proyectos en los cuales estoy
actualmente involucrado; esto, dio como resultado la afección epistemológica que estaba
como un colectivo que llamara a los creadores y experimentadores estéticos para poder
formalidades de las academias. Esto resulta paradójico porque este trabajo escrito intenta
como un espacio para fallar, para sentirse en libertad creativa. Así hemos reunido artistas
con creadores para que se expongan a la colaboración con otros actores con los que
muchas actividades.
4
Ilustración 1 Sesión Aeropuerto Vol. 1
5
Al final, hemos lanzado convocatorias, con el fin de agrupar a cualquier interesado en tener
En este contexto, también gestamos una intervención en el espacio público donde la intención
era abrir a la escucha como una forma de enunciación. Es decir, en el marco del Estado
de México, los feminicidios han estado más presentes que nunca, las desapariciones de
con la cumbia sonidera y cómo interviene la voz en un proceso social de quien lo escucha
y quien lo baila. A partir de esto, quisimos retomar la significación que tiene una imagen
sonora como el Himno del Estado de México, el cual está atravesado semióticamente por
trabajo, al finalizar el tercer capítulo. Esta acción refuerza a lo que apunta esta tesis: la
se sufre. La configuración de la voz es una forma intangible que todavía no puedo rastrear
del todo, pero que a partir de esta acción y de esta investigación intento poder poner en
juego.
6
Al estar realizando una investigación al respecto de la escucha, paralela con el programa
“Sonotopías” y “LaboratoriodeExperimentaciónAeropuerto”
, irremediablemente pude percatarme de la relación que existe entre ellas. Es decir, todo
en tanto me permite mi propia experiencia y percepción. Incluso, podría decir que estos
tres puntos desde donde concibo la escucha marcan, de alguna forma, la estructura del
abordo la escucha desde el ámbito muy personal, casi ontológico y solitario; para el
segundo abordo la relación del escucha con otros escuchas y creadores de sonoridades;
para el tercer capítulo, hago un repaso por una implicación social de la escucha.
formación profesional y por tanto no es extraño que haya decidido establecer la temática
vengo de una formación musical de varios años, con estudios en la ingeniería de sonido
cuestionamiento de mi historia epistémica. Y sí, lo es, pero no solo a este respecto apunta
encuentro una indefinición de lo que soy o de lo que quiero ser y realizar. Así, a partir de la
1 Esta referencia al sintagma ‘a la escucha’ será problematizada a través de los comentarios al libro “A la Escucha” de
Jean-Luc Nancy (2007)
7
donde provengo. Y, sobre todo, abren la posibilidad de la crítica como forma de creación.
Por otro lado, en algún momento, saciado de ella, llegué a pensar a la música como una forma
en su creación y que esta rigidez, al estar naturalizada en mí, al momento de ejercer una
forma de liberación a partir de la crítica, abre escenarios para otros discursos estéticos
sonoros que no sean precisamente musicales. Actualmente, sin embargo, mantengo una
posición mucho más matizada al abrir mi experiencia como oyente y creador a no solo una
y necesidades. No obstante, para mí, la música significó durante muchos años el espacio
creativo que había elegido, pero poco a poco esa entrega con la cual me decidí a estudiarla
se fue desvaneciendo bajo el rigor de las academias cada vez más acartonadas. Antes
de emprender el estudio de esta maestría había estudiado con cierto cuidado a John
Cage y me había parecido fundamental sus desafíos a las academias. Desde entonces
quise realizar algo que pusiera en tela de juicio los preceptos estéticos de la música, pero
siempre partía desde la misma música, lo cual limitó mis aspiraciones críticas.
Poco a poco, a partir de mis incursiones en el mundo del cine, me fui dando cuenta de
gente muchas veces lo confundía con el acto de musicalizar una película. Es cuando me di
cuenta que la cuestión sonora, los pequeños sonidos, son muchas veces minimizados en
cuanto a su potencia como un discurso. La música, en ese entonces, cada vez me pareció
los sonidos me parecía cada vez más fascinante. Este repentino rechazo a mis estudios, a
pesar de parecer necio o sordo, me permitió buscar conocimiento más allá de las áreas a
8
Así, también antes de estudiar la maestría, ya había repasado algunos textos icónicos en
el tema como el Tratado de los Objetos Musicales de Pierre Schaeffer (1966), tenía una
noción de Murray Schafer (1977) y el paisaje sonoro y estudiaba con atención a Michel
Chion (1993). Sin embargo, todavía estos textos que me parecían excelentes ejemplos de
problematización sobre el sonido, sentía que dejaban algunos temas pendientes que, a
escucha. Desde mi punto de vista me pareció importante hacer operativo lo que llamo
imágenes sonoras. Obviamente no es novedosa esta idea, dentro del mismo texto hago una
breve recopilación histórica del término, pero desde mi perspectiva la adapto para que se
convierta en una apuesta personal. Esto quiere decir que, a partir de la escucha, podemos
asistir a una especie de cortocircuito donde lo que se escucha no solo se percibe, sino que
abre posibilidades mentales y de imaginación que derivan en las imágenes sonoras. Al final
comprendo y asumo lo abstracto que el término pueda llegar a ser, pero el componente
de esa misma abstracción es el ejercicio que pongo en práctica y que, de alguna manera,
describo en el desarrollo de este objeto de estudio.
La cuestión sobre esta búsqueda de un discurso sobre la escucha se volvió cada vez
más personal, hasta el punto de plantearme la posibilidad de que el trabajo no solo fuera
para mi vida. En el momento en el que estuve más implicado con la investigación llegué a
más posible con la intención de desarrollar una escucha atenta, así llegué a la importancia
9
de escuchar y a debatirme en qué momento uno sale, en qué momento uno regresa, en qué
políticas y sociales que eso conlleva. Así, la búsqueda de la importancia de esos pequeños
o qué es lo que escuchamos? Son las preguntas con las cuales desarrollo variaciones
sobre mis detonantes musicales, sonoros, culturales, ideológicos, políticos, entre otros.
veces desde algún postulado filosófico y, por tanto se ofrece como un condensado de
Para la primera parte establezco a la escucha desde su concepción como ser. Un sujeto que
está en el origen de su vida, dentro del cuerpo de su madre y qué es lo que ocurre cuando
sale a este mundo. Planteo a la escucha como una apertura del ser, como una forma de
(1994) y Jean Luc Nancy (2011). Todos con una apuesta diferente de la fenomenología.
10
Pienso, a partir de este punto a la escucha como una especie de juego entre el equilibrio
que resonarán en lo subsecuente. En este punto también abordo y hago conscientes estas
sonora, es decir, ¿De qué está hecha esta materia sonora? Finalmente, en este primer
cuerpo o para el cuerpo. ¿Cómo se construye un adentro y un afuera? Si existe una forma
de visualidad bajo la cual nos reconocemos, también existe una identidad sonora, una
manera indefectible, la comunión con el otro, o con muchos otros. En este punto exploro la
significación a partir de la lingüística y retomo una propuesta ejercida por J.L. Nancy, quien
habla de la resonancia como esta capacidad de entender más allá del sentido. En todo el
capítulo dos reflexiono sobre el cómo se extiende en los sujetos la vibración, el cómo se ha
entendido y, sobre todo, qué es lo que está en el sonido que se encuentra implícito como
parte de nuestra naturaleza auditiva. En este punto las imágenes sonoras se configuran
En el tercer capítulo exploro la cuestión social del sonido a partir de su forma más
enigmática y, a la vez, directa: la voz. Me pregunto sobre la voz, quién la ejerce, en dónde se
sobre la voz. Hablo sobre la importancia de la poesía y, a su vez, la dimensión política que
alcanza a ejercer y habitar el espacio acústico. Planteo a este capítulo como la escucha
de la escucha a partir de las nociones introducidas por Marcel Duchamp, quien afirma que
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la escucha no es algo que se pueda escuchar, como nosotros sí podemos ver la mirada.
Esta afirmación me lleva a pensar que, a partir de las imágenes sonoras es como nosotros
resuena en otro, pero, sobre todo, ejerce una serie de reacciones en un entorno social. Es
así que la escucha puede traducirse en articular la voz, la escucha de una voz, en un texto
poético, y la escucha del otro, en la repetición de un texto político y una dimensión social
Es así, que parto de lo muy particular para incorporarme con el otro y termino con lo
social. Aunque mi apuesta sería que se pudiera leer de manera inversa: que lo social nos
llevara a pensar en que existe otro entre los muchos otros, y que esta conciencia por el
otro nos pudiera referir a nuestra propia existencia. Esta existencia queda manifiesta en el
12
CAPÍTULO 1
1. Escuchar, Vulnerabilidad
13
1.1 Apertura
El ser, sumergido en el mundo, está siendo. La naturaleza del sujeto es un devenir temporal
y espacial. El ser se abre ante el mundo, deja que el mundo le pase y que él pase en
el mundo. “Ser cuerpo es estar anudado a un cierto mundo, vimos nosotros, y nuestro
cuerpo no está, ante todo, en el espacio: es del espacio”. (Merleau-Ponty, 1994; p. 164)
Es del espacio y es del tiempo. El cuerpo, que es ser, es sensible a través de orificios.
Estos orificios son puertas de entrada y salida al mismo tiempo. El cráneo tiene orificios,
aberturas por las cuales transita de un lado para el otro, energía eléctrica, aire o sonido.
Dos orejas situadas en los laterales de la cabeza, con dos oídos que se encuentran al
fondo de una caverna oscura son capaces de vibrar con las moléculas de aire desplazadas
por otro cuerpo, en otro sitio, en movimiento también. Si la escucha es la vibración de los
tímpanos ¿Qué es lo que es capaz de entrar a través de esas cavernas? Pareciera que
es sólo la interpretación del espacio del cual el cuerpo es parte. Si el sujeto es un Ser En
el Mundo, el hecho de que puedan los tímpanos vibrar, es tan sólo una forma de hacer
patente esa tesis. Es decir, si en el acto de alimentarse, algo entra por la boca y se modifica
internamente, ¿cuál es la materia que es recogida por los oídos, por la oreja en un cuerpo
La gente dice que las paredes escuchan cuando no se quiere hablar en cierto contexto. Un
oído indiscreto puede estar oculto y recoger algo que no debe ser recogido. En la película
Blue Velvet (1986) de David Lynch, uno de los actos de desequilibrio narrativo se da en el
contexto de encontrarse ante una oreja, literalmente una oreja en el pasto. Podría parecer,
sin embargo, que se eligió una oreja como se pudo haber elegido un dedo o una nariz.
Pero David Lynch tiene una implicación muy directa con el sonido y la música. Además, la
película parece preocuparse por mostrar una perspectiva del mundo que es cercana a lo
14
ideal, para posteriormente introducir al espectador en lo que se esconde de ese mundo
ideal. Un hombre riega las plantas de su jardín, en un vecindario tranquilo. De pronto, este
hombre tiene un ataque y la cámara se sumerge bajo la superficie y revela la tierra negra,
los gusanos, mientras se escucha un sonido grave y profundo. Más adelante, un joven
cuando antes se les había visto como se mira a cualquier otro tipo de personas. Entonces,
esta oreja tendida en el pasto ¿Qué escucha? Parecería que el acto de escuchar fuera
Podría ser éste un problema de superficie. En La Lógica del Sentido Gilles Deleuze (1994)
toma el ejemplo de cómo se pueden jugar metáforas en el lenguaje para construir una
que en Alicia en el País de las Maravillas se juega una suerte de ironías en el lenguaje
que permiten distinguir entre las cosas y lo que se dice de ellas, su acontecimiento. Si un
árbol se quema no afecta a la idea-concepto que se tiene sobre árbol. Los acontecimientos
están pegados de cierta forma en el sentido de lo que se dice de las cosas; de esta forma,
trastocar la superficie de las cosas y llegar al punto al que buscaba llegar D. Lynch, que es
sobre el cómo tener una relación de pareja, sobre el cómo se puede escuchar.
similar:
15
¡Esto es una oreja! ¡Una oreja tan grande como un hombre! ¡Miré más de
cerca, y tras de la oreja se movía algo tan pequeño, pobre y débil, que daba
aun se podía reconocer una figurita envidiosa, así como un alma hinchada
grande no era sólo un hombre, sino un gran hombre. Pero jamás he creído
un inválido al revés que tenía demasiado poco de todo y una cosa en exceso.
El pasaje es un tanto extraño pues pone a la oreja como una exacerbación de una cualidad.
refería directamente a los inválidos, a quienes les sobra una cosa y a quienes les falta algo.
La pregunta sería ¿Por qué consideró que una persona con una gran oreja, es decir, con
una gran cualidad de escucha, es una persona envidiosa? La escucha está asociada con
el silencio, la capacidad para recibir. El pueblo, al estar ante un escucha puede pensar que
se está ante alguien que antepone al otro, antes que a sí mismo. “el silencio es siempre
impresionante, incluso los idiotas lucen respetables en silencio” (Delacroix citado en Toop,
2013; p. 19). En el Crepúsculo de los Ídolos, Nietzsche, ya hablaría del oído diciendo “Qué
encanto para quien tiene oídos detrás de sus oídos”. Una gran oreja es una gran aspiradora
de algo. Pero valdría mencionar la pregunta a la cual se llegará más tarde, la cual se
pregunta Derrida, y que se preguntó Heidegger en su momento. ¿En dónde está un oído?
¿Cuáles podrían ser esos oídos que se encuentran detrás de los oídos? En el caso de
Zaratustra, no había un oído detrás de la oreja, había un pequeño hombre envidioso. Jean
Luc Nancy, en el libro A La Escucha hablará, entre otras muchas cosas, del valor social
16
que tiene la escucha. Uno puede estar a la escucha de la sociedad, de los desprotegidos,
entre otros y eso no significa nada. Las palabras se las lleva el viento, se dice con el mismo
viento que hace imposible citar este dicho. Pareciera que la capacidad de recibir del oído
fuera tan sólo un acto de estar en contacto con algo ajeno, para después perder este
de todo eso que se agita alrededor mueve los tímpanos del nuevo ser. En la mirada, el
sujeto recoge la luz, la cual se haya disponible para los ojos; en la escucha, los oídos son
existen párpados para los oídos” se ha dicho continuamente. Los oídos están expuestos a
todos los estímulos sonoros que rodean al sujeto, aún mientras éste se encuentra dormido.
la vida, a través del tiempo, en las personas que eran y no pueden volver a ser; uno nunca
podrá bañarse dos veces en el mismo rio y uno nunca es el mismo que está siendo cuando
piensa qué es uno3. En el momento de tratar de entender qué pasó, volvió a pasar un tiempo
terminó agotando el sujeto que ya no se es. Cuando Deleuze dice: “La naturaleza muerta
es el tiempo, pues todo lo que cambia está en el tiempo, pero el tiempo mismo no cambia,
no podría cambiar él mismo más que en otro tiempo, hasta el infinito” (Deleuze, 2015; p.
2
Según teorías encontradas en Gascón, María. Embriología del Oído. (S/A)
3
Heráclito ha sido parafraseado por distintos autores, entre ellos algunos de los que se recopIlan para este trabajo, el
más importante para esta idea, Deleuze, en La Lógica del Sentido (1994)
17
31), entendemos que las evidencias de este transcurrir sólo se encuentran en el cambio.
Algo no cambia si es no es a través del tiempo. Para que exista algo nuevo, es porque en
algún momento ese algo no existió, en un tiempo existe; en otro, por el contraste, no. El
tiempo entonces, es una unidad de contraste: un segundo transcurrió entre las 11:59:59
y las 12:00:00: entendemos que pasó un segundo por un simple acto comparativo, si no
es decir, que a pesar de estar bañándonos en un rio, este rio está en continuo cambio, se
“El presente tiene que pasar para que llegue el nuevo presente, tiene que
pasar al mismo tiempo que está presente, en el momento en que lo está. (…)
El ser es apertura, pues está en devenir. El ser está ante el acontecimiento, un acontecer
sonoro, un continuo que no cesa. Los oídos están siempre abiertos, dispuestos y vulnerables.
Las personas se gritan cuando no hay entendimiento, se manifiestan a través de los oídos,
quieren penetrar en esas membranas del otro. Dejar algo en la vibración del otro, pues no
Los ojos, la piel, hay diferentes órganos de comunicación en el cuerpo, pero mientras el ojo
se mueve buscando, el oído espera, en su oscuridad, algo que lo haga vibrar. Las puertas
del oído siempre están dispuestas para la mínima sensación de vibración y aun cuando
18
en un afuera no exista suficiente energía para mover ese tejido suave del tímpano, está la
presión sanguínea, el pasar de la saliva, el latido del corazón para construir la escucha, a
del ser humano. Mientras se duerme, los oídos están abiertos esperando el trueno y la
evidencia de alguna amenaza. La escucha siempre está presente, aun cuando toda la
atención esté en otra cosa. Como más delante desarrollo, y como dijera en su momento
Marcel Duchamp, uno puede mirar la mirada, pero no se puede escuchar la escucha.
La cualidad receptora impide que el oído salga, como un micrófono, y el otro extremo
del micrófono sería la bocina que amplifica la escucha del micrófono provocando una
forma contínua de hablar para escucharse y de escucharse para seguir hablando. Esta
Si la escucha es una especie de desequilibrio, la no escucha, por otro lado, puede ser
está tendida en el acto de un grito silencioso, del acto de la caverna bucal abierta, de los
ojos extraviados, de las manos expuestas y un silencio continuo. Es la voz del que no
reproducir lo que escucha, y no escucha lo que pretende reproducir. ¿Qué es lo que cierra
El oído no solo es una oreja tendida en el pasto. Necesita otra membrana que lo
vibrar con los vaivenes de una confesión, pero si este micrófono o esta oreja no tiene una
19
boca-bocina que lo acompañe, es pura vibración extinguida. El acto de la escucha es un
del sonido4. “La angustia es la ausencia de palabras” (Colín, 2015; p. 37) Y también la
ausencia de poder llamar, de poder responder a través del sonido, que a la vez es la misma
escucha del sonido producido por un sí-mismo. La escucha, abre. La escucha es compartir
el mismo mundo con todo lo que es capaz de vibrar a la distancia, y vibrar consigo a la
mundo- o más bien –hay el mundo- jamás puedo dar enteramente razón de
Si el sonido es vibración que viaja a través de ondas que perturban el medio, y a su vez,
si sólo hay un tambor moviéndose a cierta velocidad?5 ¿Qué significa que una persona
pueda recoger lo invisible con las aberturas del cráneo y que a su vez puedan implicarse
tantas cosas en esta vibración? El oído interno genera impulsos que viajan al cerebro, pero
eso no alcanza a ser satisfactorio para comprender la sensación sonora y el cómo esta
4
Esto lo desarrollo en el tercer y último capítulo de este trabajo
5
“Con respecto a las frecuencias sonoras, solo escuchamos frecuencias entre 20 Hz y 20 KHz. Un individuo, sin
embargo, podría ser capaz de escuchar frecuencias por abajo o por encima de estos extremos, y la edad es un factor
muy importante determinando los límites de audición. De hecho, muchos adultos no escuchan por encima de los 16
KHz; además, nuestra sensibilidad, especialmente a las altas frecuencias, se reduce de manera dramática con la edad.”
(Thompson, 2005)
20
Puro devenir sin medida, un puro devenir-loco que no se detiene jamás, en los
vez, es un
continuo.
cualquier sonido durante un tiempo, sin importar las reacciones que éste nos
21
1.2 La Materia De La Escucha
¿Qué es escuchar? Estamos tan cercanos a esta palabra asociada con una sensación
que nos es difícil sacarla de contexto para contestar la pregunta. La primera respuesta,
la más obvia, se remonta a un fenómeno fisiológico del órgano auditivo. Escuchar, desde
una postura tradicional, sería que el tímpano vibre y que toda esta vibración de algún
tanto resulta difícil rastrear la audición: ¿Cómo sabemos que lo que percibimos es sonido?
¿Cómo distinguir el afuera del adentro?; es decir, ¿Cómo saber que lo que entendemos
cerebro? ¿Hay alguna diferencia en esto? Un hombre lee en silencio la carta que le ha
hay una voz, la voz de ella que no cesa de escucharse cada vez que la carta es leída
por el hombre. ¿Es una escucha? ¿Deja de ser sonido en tanto que los instrumentos,
adecuados según la física de Newton, no pueden detectar esta voz? ¿Dé qué se compone
esta voz? ¿Cuál es su materia? ¿Cómo funciona la percepción sonora? Es decir, una vez
que el sonido es percibido, ¿De qué forma el sujeto procesa este suceso? Es interesante
saber en qué forma, bajo qué orden categórico, el sujeto dice: escuché tal cosa. ¿Por qué
el sujeto no duda? Sin embargo, esta prueba se funda en un terreno inestable: el sujeto
siente que escucha. La inestabilidad de los sentidos se oculta bajo la forma de los órganos,
bajo una lógica de estructura: esto es, dicho órgano es sensible a energía o a frotamientos,
este órgano manda todo al cerebro, donde vive el pensamiento. Pero, ¿No ya hace mucho
se abandonó la noción de que el cerebro contiene el pensamiento? ¿Qué tanto lo que está
adentro funciona como un conducto de cables que tienen determinada función, y que si su
22
La separación entre el habla y el escucha, entre la escucha y la mirada, entre la mirada
tocan y que son incompatibles entre ellos. La imagen visual y la escucha podrían parecer
funcionando hacia sus adentros, interpelado por un exterior. Sin el exterior que escucha,
que oye, que huele, que siente, no existiría un cuerpo dotado de órganos sensitivos. “El
no-yo. Más bien es como el Afuera absoluto que ya no conoce los Yo, puesto que lo interior
Guatari, 1988; p.162). En la lógica de Pierce el signo del sujeto no se completa hasta que
no existe para el otro bajo el que se afirma. El Afuera es realmente un adentro, en tanto
que los procesos de afuera no existen sin el adentro por el que transitan. Los puentes de
Un sonido llega a los oídos. Las vibraciones producidas por una fuente sonora viajan
energía químico-eléctrica. Ésta llega al cerebro, pero ¿Qué pasa con esta energía de un
la cultura6. La experiencia auditiva, entonces, se podría ubicar como este acto involuntario
6
Este planteamiento puede oponerse a la idea de Resonancia de Jean-Luc Nancy, donde se puede hablar de una
escucha que no tiene que ver con la cultura, sin embargo, se toma en consideración por considerar este tipo de escucha
como una especie de acto fenoménico del que se hablará más adelante.
23
de escucha. Es involuntario, porque a diferencia del ojo, los oídos no es posible cerrarlos.
Es involuntario desde el vientre materno. Entonces, este continuo sonoro al que estamos
Existen comportamientos acústicos que pueden ser detectados y cuantificados por diversos
instrumentos, sin embargo, el hecho de que existan, no implica que éstos puedan ser
percibidos y, sobre todo, significativos para el ser humano. Todo movimiento implica una
(agua, aire) generará vibraciones las cuales son causantes de sonido. Desde el crecer del
pasto, hasta el movimiento gravitacional, genera energía sonora que puede ser medible.
Sin embargo, la mayor parte de estas interacciones no son percibidas de forma sonora por
el ser humano. Es por ello, que para este trabajo nos limitaremos a trabajar con lo que es
posible percibir.
sujeto como susceptible de estímulos sonoros, independientes del oído. La materia sonora
de tener una experiencia auditiva, escucha. La materia sonora puede ser un Cuerpo Sin
Órganos, un Rizoma especificado por Deleuze y Guattari (1988) en tanto que el tiempo en
ella es relativo, a pesar de que el sonido se desarrolla en el tiempo; es decir, que la materia
7
Concepto acuñado por Deleuze (1987) en el libro Imagen – Tiempo. La imagen recuerdo evoca y es detonada en la
ansiedad de un acontecimiento. Revive el pasado.
8
Concepto también de Deleuze (1995) en lo Actual y Virtual, en Diálogos 1996, Pre-Textos, pp. 174-176. Donde lo virtual
existe como idea sometida ante un actual que se ve desplazado por la nueva idea de la cosa. “Objeto e imagen son aquí
ambos virtuales, y constituyen el plano de inmanencia en el que el objeto actual se disuelve. Pero lo actual ha pasado
entonces por un proceso de actualización que afecta tanto a la imagen como al objeto.” (Deleuze, 1995; p 174)
24
a materia sonora tiene una temporalidad relativa porque la escucha interna no ocurre en
¿Cómo se determina entonces que algo se escucha, se ve, se toca? Es el primer estímulo
Un sonido es percibido. El sonido tiene materia, lo que se asume que es esa cualidad. No
materia sonora es este continuo del que se compone el mundo. Es un sonido determinado.
sonido puede negar su fuente, esconderla bajo una interrogante. Un sonido puede tener
agota en el continuo y le sustituye otro. Es una atmósfera gaseosa. El sujeto puede olvidar
que vive en esta atmósfera sonora, continua, ineludible, inexorablemente; siempre habrá un
distintivo que le recuerde su ontológica naturaleza auditiva. Llega como un chorro continuo
con los oídos siempre abiertos, ante la escucha. Un hombre mira al horizonte para tratar
de cerciorarse de haber escuchado algo distintivo. ¿Qué sonido fue? ¿Cómo era la materia
de este sonido? Solo se tiene conciencia de la Materia una vez que ya sucedió; o en su
defecto, sigue sucediendo, aunque nunca será el mismo sonido, la misma materia. “Lo
sonoro arrastra la forma. No la disuelve, sino que más bien la alarga, le da una amplitud,
25
una densidad y una vibración o una ondulación, a cuyo dibujo sólo se aproxima. Lo visual
permanencia.” (Nancy, 2011; p. 5.). A pesar de estas diferencias de forma entre lo sonoro y
lo visual, hay algo en común que se ciñe a la experiencia, a este cruzar de cables internos
entre lo que se ve y lo que se escucha, que es, creo, la imagen: una especie de sombra
También lo sonoro vive en el futuro. Un hombre que escribe tiene la sensación de escuchar,
antes de poner sobre el papel la letra, el sonido de las palabras; esto es más directo en
la poesía. Se escucha la voz antes de que suene, entendiendo el que suene como “el
que genera ese sonido, su voz, su forma; el sonido de un piano no es un piano. En el acto
previo al sonido, la voz se establece como inmanente directo del sujeto, como la forma de
cerrar los ojos. Es la elevación del mínimo sonido cuando se haya el sujeto cercano al
silencio; es un rumor lejano que llega en la madrugada, es un silbido en los oídos después
papel representativo nos sirve como testigo de algún suceso o de certidumbre ante el
9
Regresaré a este tema más adelante en el desarrollo del capítulo dos.
26
objeto, el objeto sonoro se desvanece y permanece de manera ambigua en el recuerdo.
raducción de la experiencia sonora a una frase que podamos ubicar a través del recuerdo,
una forma de enunciar las cualidades de la materia sonora. El sujeto se pregunta ¿cómo
27
1.3 Afuera y Adentro
Para Jean-Luc Nancy (2007), preocupado por la corporalidad del sujeto, un bebé no nace
voz, que resulta ser su prueba de valor en el mundo, el signo manifiesto de existencia. Para
Nancy, el bebé se escucha a sí mismo, se hace escuchar y reafirma su lugar. Sin embargo,
Lacan, pues para él, la dimensión de lo imaginario se constituye a partir del estadio del
y darse cuenta que existe él y existe un mundo del que está distanciado. Y al respecto,
Mladen Dolar lanza un cuestionamiento, pues para él “Oírse hablar, o simplemente oírse,
puede verse como una fórmula elemental del narcisismo que se necesita para producir la
fórmula mínima del yo” (Dolar, 2007; p. 53). Para Dolar, a pesar de que rescata a la mirada
y a la voz como encarnaciones del ego, le extraña esta predominancia de Lacan sobre
la mirada al formular todo el pensamiento alrededor del estadio del espejo, puesto que,
pregunta:
viene a reemplazar el cordón umbilical dando forma a buena parte del destino
la propia voz los mismos efectos jubilosos en el infante que los acompañan
28
significado, sino que es pura materia sonora y ésta emana desde el sujeto y termina en
una situación espacial, sino identificarlo como una fuente externa; es decir, identificar
la sensación, saber que la sensación es sonido, hacer de ese sonido un objeto, marcar
distancia de él y saber que ese sonido es exterior. Porque ¿cómo es que configuramos un
interior y un exterior?
2010; p. 54)
David Toop, en el libro “La Resonancia Siniestra” (2010), aborda la problemática de,
vienen estas voces que él escucha, que yo también escucho y que, me atrevo a suponer,
la mayor parte de las personas escuchan. Él establece que esta escucha de la no-escucha
(del sonido sin fenómeno físico) es un acto de resistencia a lo siniestro del sonido. “Todo
2010; p. 228). Pone al acto de escuchar como un acto oscuro y misterioso. “Uno puede
mirar la mirada, / uno no puede escuchar la escucha” Escribió Duchamp en 1914 en “The
1914 Box”. Si la mirada entonces es un sentido que se exterioriza, que sale a buscar,
la escucha es un acto de recibir. “Si los ojos son las ventanas del alma, entonces los
10
Punto que, aparentemente, generará una controversia con la idea del silencio desde John Cage, quien habla de un
silencio inexistente. Sin embargo, también hablará del silencio como posibilidad para escuchar lo que normalmente
permanece enmascarado, y en este punto se une a esta oración de Toop.
29
oídos deben ser los túneles hacia otro lugar, hacia el oscuro territorio de la sinrazón; los
cauces por donde discurren sentimientos internos demasiado sutiles y elusivos para el
racionalismo de la visión” (Toop, 2010; p. 233). Entonces, la escucha, más que ser un
instrumento que puede identificar los sonidos que provienen del exterior, se convierte en
conocemos como realidad. Es decir, que ante la incertidumbre del origen de lo que se
escucha, distintas formas de pensamiento formulan que, tanto nos comunica con nuestro
nos abre canales con aquello que es Real, en términos de Rosset; incluso según posturas
teológicas, las voces internas, por ejemplo, son el puente entre lo terrenal y lo divino. Y es
Escuchar la voz propia es un proceso siniestro. En el ensayo “Lo siniestro” de 1917, Freud
aterradoras que provienen de aquello que nos es familiar, pero que a la vez tiene algo de
que se activan a través de un estímulo actual. Entonces, la voz propia que escuchamos en lo
actual, es decir, en el momento que lo decimos, queda prendada en el recuerdo de una forma
de nuestra voz, nos parece familiar, pero con algo de desconocido. Es un tema inquietante
para una gran cantidad de personas, puesto que en foros de internet como Hispasonic11,
a la resonancia del cráneo y de algunas atenuaciones de frecuencias que generan una voz
11
https://www.hispasonic.com/foros/porque-no-me-gusta-escuchar-mi-voz-grabada/369781
12
https://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia/20161003/41734871917/por-que-odiamos-nuestra-voz-cuando-la-escuchamos.html
30
más “grave”. La respuesta tiene sentido, pero no deja de ser un acto siniestro la escucha
y el choque de darse cuenta que esta voz que se creía de una forma, es percibida ante el
otro de manera distinta. Porque ¿No es acaso nuestra voz una huella que genera nuestra
la propia voz: Xavier Villaurrutia inicia así un nocturno: “Tengo miedo de mi voz, / y busco
mi sombra en vano/ ¿Será mía aquella sombra/ sin cuerpo que va pasando? / ¿Y mía la
voz perdida / que va la calle incendiando?” (Villaurrutia, 1997; 10) Villaurrutia es capaz de
reconocer el sonido de su voz, pero ésta se articula como si fuera tan sólo un acto de un
voz es autónoma, que se articula a pesar de él. La voz, aquella de la que habla el poema,
conformación de la imagen sonora del Yo, abre la posibilidad de desprenderse del cuerpo
que es lo mismo que desprenderse de la voz. Esa voz, entonces, al vincularla con el
cuerpo propio, pero no reconocerla como tal, genera una desconexión y una angustia en
la voz, se pierde también a sí mismo. Por su parte, Peter Szendy, en el Oído de Derrida
hablará al respecto de este fenómeno, atribuyéndolo a algo que él llama egofonía; a partir
de este cuestionamiento hace un análisis muy puntual sobre lo que significa la escucha de
un sí-mismo, en este caso, a partir del acto médico de la auscultación. Pone en discusión
el hecho de que existe una ambigüedad entre el sonido que uno es capaz de escuchar que
proviene del otro y lo que uno cree escuchar. Habla de la necesidad de una mediación, en
este caso, del aparato estetoscópico, que, al marcar una distancia entre el cuerpo del otro
y el pabellón auditivo, se construye la diferencia del afuera y el adentro. Pero, ¿cómo sería
31
nuestro Intervalo Sonoro del Yo, es decir, un aparato ideológico que impacte de manera
directa en nuestra escucha y, que a través de esta, genere las distinciones entre lo propio
caso del cuento de Poe, el sujeto está seguro de haber escuchado los latidos del corazón
de un cuerpo muerto. Dentro del pensamiento de Freud, se podría hablar que el sonido,
este sonido ambiguo pertenece al goce, pues el cuento se parece mucho a un caso clínico
que documenta Freud. En “Un caso de paranoia que contradice la teoría psicoanalítica”
(1915), se comenta el caso donde una mujer joven, que tiene un matrimonio, está a punto
de tener un encuentro sexual con un compañero del trabajo. Ella se ve seducida y avanza
“Medio desvestida, yacente en el diván junto al amado, ella oye un ruido como
un tic tac, un toc, un latido, cuya causa ignora, pero que interpreta más tarde,
Freud diría que estos sonidos vienen de la pulsión, un espacio de fantasía en el cual se
espacio en el cual la mujer desafía la norma, o la ley del matrimonio, pertenece al goce.
El deseo de ser descubierta comienza a relacionar una serie de eventos que no tienen
relación alguna y se conectan con el sonido que cree escuchar. Al respecto, Freud no cree
que haya existido sonido alguno, al menos no desde un punto de vista social; es decir, que
32
no es probable que estos sonidos de tic-tac hayan sido percibidos por su acompañante.
Sin embargo, ella no duda. Estos sonidos responden a una necesidad, como en el caso
del asesino en el Corazón Delator, a través de los sonidos se llega a la dimensión del
del Otro, el deseo de ella responde inevitablemente a la ley. La voz es escuchada por
dentro y por fuera, es el vínculo directo con el Otro, una forma de establecer un lugar en
espejo y darse cuenta de que existe un mundo separado, que tenemos un cuerpo y que
lugar, ya sea interno o externo? ¿Cómo es que establecemos una separación objetiva de
los sonidos del afuera y aquellos sonidos internos? Retomando la pregunta de Derrida
sonoro del Yo (self-sound interval)”, el cual, retoma Jean-Françoise Augoyard para explicar
que este intervalo determina la forma en que el sujeto determina un afuera y un adentro, a
Lo que se propone es lo que algunos antropólogos proponían desde tiempo atrás: que la
33
percepción se constituye a partir de las relaciones contextuales del sujeto. Que uno escucha
como escucha su sociedad, encaminada siempre hacia su entorno. Edward T. Hall, en el libro
“La dimensión oculta” (2013) hace un minucioso repaso de los comportamientos animales
Reafirma que los animales en conjunto aprenden formas precisas de comunicación, y que
Expone el caso, hablando de los humanos, del lenguaje como el elemento principal en
la formación del pensamiento. Habla de la percepción como una invención acorde a las
necesidades de cada grupo social, de cómo los esquimales pueden percibir distintos tipos
de blancura y textura en la nieve, mientras que, para el resto del mundo occidental, la nieve
es sólo un estado del agua. En este punto convergen las posturas de Lecourt retomada
entre un afuera y un adentro es el intervalo sonoro lo que genera esta estabilización, que
continuamente se rompe:
“El intervalo sonoro del yo” se constituye en efecto a partir de una serie
de los términos necesidad del otro para definir su propia existencia al estar
Se comenta a menudo que los sentidos son el vínculo con el exterior. “el tacto, el olfato,
el oído, el gusto y la vista también son objetos, y objetos fabricados en la historia por la
sociedad. Si unos binoculares son unas cosas que sirven para ver, unos ojos también”
34
que son capaces de percibir. Pero el problema se abre cuando se cuestiona el origen de
esos estímulos y sobre todo, cuando se piensa que es posible percibir estímulos más allá
de los órganos sensibles, hablándose del oído, el ojo, la piel o las papilas gustativas. Si
los binoculares son simples instrumentos para la vista, y el ojo es también un instrumento,
mucho más complejo, entonces quiere decir que hay un sistema que es el creador de
esos estímulos. Y si un ojo sólo es capaz de reconocer ciertas cosas, aunque se pongan
enfrente de él cristales para ver mejor, el ojo seguirá viendo más o menos lo mismo. En ese
sentido, con el caso clínico de Freud, no es el oído el que está inventando sensaciones,
sino que se ve rebasado por el pensamiento de la mujer, por el goce y por el deseo al que
Steven Feld (2001), antropólogo y etnógrafo sonoro, se dedicó a estudiar la cultura Bosavi,
en Papúa Nueva Guinea. Pasó veinte años tratando de entender esta cultura a partir de
occidental en contraposición con los bosavi. Se dio cuenta que, desde la misma percepción,
es decir, desde el momento de ser sensibles a la materia sonora, había una diferencia
sustancial. En 1977 Murray Schafer publicó The Tunning Of The World, donde presenta la
tesis de que los paisajes sonoros de un lugar configuran el lenguaje y la música de sus
y los bosavi que estudiaba, se dio cuenta que los sonidos de las aves y la misma selva
se habían encarnado totalmente en los contornos melódicos del lenguaje de los bosavi, y
les habían atribuido una significación especial; y más aún, sugiere que la escucha de los
bosavi no distingue entre el sonido de los pájaros como parte del paisaje, separado de los
individuos, sino que los asimilan como parte intrínseca de los sujetos. Sin embargo, estas
35
relaciones apenas están en la superficie de la escucha de un bosavi, en contraposición
con la escucha de otra persona de tipo occidental. Es por eso que Feld cuestiona la idea
de Paisaje Sonoro, puesto que hablar de un paisaje marca una distancia entre el sujeto y
su entorno. Para Feld el ser está con el mundo y a través del mundo, en una postura muy
objeto del cual se pueda tomar distancia, sino que el sujeto está en el paisaje, así como el
de la selva con el fin de absorber y aprender sobre el entorno sonoro bosavi, y dejó que
ellos seleccionaran las grabaciones que les eran significativas y las resumió en un disco
conocer el intervalo sonoro del yo del otro. No es posible saber con certeza cómo configuró
nuestro vecino ese intervalo. No es posible saber con certeza cómo construimos nosotros
mismos nuestro intervalo, las relaciones entre el adentro y el afuera. De esta forma la certeza
A la pregunta ¿de dónde viene el sonido? Le siguen otras preguntas que tienen que ver
con procesos más allá de la propia escucha. Es decir, que estas escuchas se vuelven
a lo largo de sus veinte años estudiando a los bosavi, generó un concepto que remite a
esto que se comenta: Acustemología, que es la unión entre acústica y la epistemología. “al
36
hacerlo (obtener conocimiento por medio del sonido) implica lo que es conocible y el cómo
in Sound, editado por Novak y Sakakeeny, 2015; p. 12) y la propia pregunta del cómo eso
primera persona cómo es que pasó de ser un perro feliz a un perro preocupado por
cuestionamientos, pues narra cómo al perderse caminando, llegó a un lugar donde había
un grupo de perros que al moverse hacían un sonoro estruendo. Estos sonidos son lo que
posteriormente ubicaría como música, pero en ese momento era muy agobiante el sonido,
además de no saber del origen o del cómo es que se producía este fenómeno.
contradanza originados cuando, por ejemplo, cada cual afirmaba las patas
se arrastraban, cerca del suelo, sin equivocarse jamás.” (Kafka, 2013; p. 127)
Lo impresionante del relato, es que la preocupación por saber de dónde o cómo provenía
este sonido, si era un sonido interno o externo, si era una obra de arte o una depravación de
perruna: de dónde viene la comida. Es decir, para los perros de Kafka, la comida existe y no
se pregunta al respecto, pero este perro tiene la fiel intención de investigar al respecto. Este
13
Traducción propia
37
acto de cuestionamiento lo llevan a convertirse en un perro investigador, un perro científico,
a pesar de la modestia de su relato. La escucha y la duda ante esta dan origen a una
verdadera epistemología. ¿Cómo es que los perros conformaron su Intervalo Sonoro del
Yo? Sin duda existe algo sobreentendido en el relato de Kafka, donde a través de su pluma
sabemos que los perros hacen música de cierta forma y que no todos son dados a escuchar
esta música. Este relato empieza contextualizando al lector sobre la vida que el perro tuvo
antes de este encuentro con la música, de modo que esta vida que imaginamos, incluso al
ser perruna, tiene un completo sentido cuando nos damos cuenta que no está preparado
para escuchar la música. “No hablaban ni cantaban, más bien callaban obstinadamente;
pero como por arte de magia, extraían su música del espacio vacío” (Kafka, 2013; p.127). El
perro, al no estar preparado para la escucha de estos sonidos no sabe siquiera de dónde
proviene la música.
El sonido estaba en todas partes, adentro y afuera, aniquilándolo y sin embargo, marcando
seguía siendo fuente de misterio el origen del mismo sonido, y el origen de la sociedad
perruna misma.
38
CAPÍTULO 2
2. Sujeto En Resonancia
39
2.1 Resonancia y tiempos de resonar
Cuida de los sonidos y el sentido cuidará de sí mismo
S. Zizek
Pitágoras creía que todo lo existente en el cosmos era susceptible de moverse, de sonar
y de volver a sonar al entrar en sintonía con otros cuerpos en movimiento. Bajo esa
premisa desarrolló la “Armonía de las Esferas” (S/A), un tratado en el cual establecía que
los astros, al moverse, tenían que emitir cierto sonido continuo. El cosmos, al estar fuera
llevó a pensar en que esta Armonía bajo la que se movían los astros no era sino una forma
de acomodo musical, por lo que, los planetas, juntos, constituyen el primer tipo de escala
musical registrada de manera teórica. Tuvieron que pasar miles de años para que la NASA
encontrara los sonidos que emiten los planetas a través de su vibración constante. Es cierto
que estas vibraciones no se encuentran en el espectro audible por el ser humano, solo que
el sonido se estudió antes que las ondas electromagnéticas, es porque se escucha, porque
recibir las ondas sonoras y moverse a la misma velocidad a la que se mueven las fuentes
sonoras. Una persona comprime el aire de los pulmones y lo expulsa pasándolo a través
40
de las cuerdas bucales, las cuales se mueven rápidamente, a velocidades entre 20 y 20
mil oscilaciones por segundo, estas oscilaciones perturban las partículas que están en la
atmósfera y esta energía se comienza a propagar en ondas, como una piedra arrojada a
un lago. El escucha, a través de los orificios del oído, recibe en el tímpano las vibraciones
y, entonces, vibra también, a la misma velocidad que vibra la cuerda bucal. Existe entonces
Si uno toca un piano cerca de una guitarra, se notará que, ante ciertas notas, la guitarra
tiembla, aún sin tocarse, o al menos no tocarse de manera visible. Hemos aprendido a
mirar la distancia ante los objetos y nosotros, la distancia entre los objetos y otros objetos,
pero al cerrar los ojos y escuchar, sabemos que todo está conectado, sumergido en la
misma unidad que nos separa. Merlau Ponty creía en una no-distancia entre el sujeto y el
mundo, de hecho, el ser no puede dejar de ser un ser-en-el-mundo. “El mundo es aquello
mismo que nos representamos, no en cuanto hombres o en cuanto sujetos empíricos, sino
en cuanto somos, todos, una sola luz y participamos del Uno sin dividirlo.” (Merleau-Ponty,
1994; pos. 132) Esta gran unidad no es más que aceptar que la percepción del mundo
parte de la experiencia del sujeto y que esta experiencia no es posible siquiera dudar de
ella, puesto que se está viviendo, así como esta vivencia es parte de una forma de estar
surge la pregunta ¿Qué es lo que entra por los orificios de los oídos? No entra realmente
nada; un tímpano vibra y hace al sujeto reconocer y reconocerse como parte del mismo
mundo donde habita también el otro. Pero hay una discontinuidad o un desfase en los
Estos modos y tiempos de vibración cuestionan la idea del presente: si para Heidegger, el
ser está, ineludiblemente siendo y esta condición detona su capacidad de ser; es decir, el
41
sujeto continuidad, determinado o asignado por el lenguaje por su cualidad momentánea,
y el tiempo constante en el cual sólo se existe mientras se atraviesa la misma idea del
del presente. Porque ¿Cómo explicar la presencia del sonido, si el sonido interno de esta
voz leyendo, en el momento de ser percibida ya se ha extinguido para siempre? ¿Qué fue
entonces lo que quedó de esa voz y cómo es posible saber de su paso si ya no existe? ¿Si
un sonido llegó a un tímpano y lo sometió a la vibración, pero al final nada entró y sólo se
Aconteció la resonancia
persistencia de un sonido que se ha ido y lo que ha traído consigo mientras alteró al sujeto.
de un sonido “de lo que (o quien) se identifica resonando de sí a sí, en sí y para sí, y por
consiguiente fuera de sí, a la vez en el mismo y otro que sí, uno en el eco del otro, y este
eco como el sonido mismo de su sentido” (Nancy, 2008; p. 26). Es la escucha a través de
la resonancia, pero también esta resonancia desde fuera: se compone como un eco del
exterior como una forma de ser capaces de incorporar el exterior en la vibración interna. Por
su puesto que a Nancy le interesa la metáfora de la resonancia como la acción que ejerce
el interior para ser acorde con lo que ocurre fuera. Esto es más claro a nivel ideológico,
una persona se le habla de un tema del que es experto, algo parece moverse dentro de
esta persona al punto que lo lleva a emitir un comentario, o en su caso, dejarlo callado y
meditabundo, pero nunca indiferente. Este vibrar actúa a destiempo, es una respuesta y
42
como respuesta necesita un espacio temporal para la interpelación. El tiempo se pone en
juego al activar un recuerdo, también en la espera de una respuesta. Si un cuerpo vibra otro
en este eco interno, el sonido se modifica. Un sujeto cree recordar lo que escuchó, pero
sólo recuerda lo que puede, el sobrante de este sonido. Con sobrante me refiero aquello
que queda después del significado: si una persona escucha un discurso político en teoría
sonora que cree escuchar, que siente que escucha porque está en algún lado y es verdad
esta sonoridad, es también un objeto sonoro que se actualiza. En esta memoria escucha su
propio recuerdo. Avanza sobre el vacío de la angustia, recorre la no-forma del inconsciente
y le asocia una. El sujeto dice: Creo que era una bocina de un carro. No está seguro. Ahora,
escucha una bocina de un carro. El sonido se diluyó. El sonido se fue como el humo de un
incienso. Es una imagen sonora que vive en el recuerdo, y como recuerdo se transforma en
función de lo que el sujeto quiere o desea. La escucha de los recuerdos está en el deseo
de lo que se quiere escuchar. Afuera, adentro. El sujeto cree escuchar afuera, y repite en
“El cortocircuito entre el palpitar interno y el externo nos da la pista acerca de qué hace
palpitar al deseo” (Dolar, 2006; p. 163). Uno escucha a través del tiempo lo que desearía
haber escuchado.
43
En el cuento Corazón Delator, de Edgar Allan Poe se narra a través de un sujeto el asesinato
de un anciano. El sujeto es presa de sus sentidos. Siente intensamente el ojo del anciano
del corazón latiendo bajo las tarimas de la casa. La imagen sonora del recuerdo se hace
presente cuando el sonido lleva al sujeto al cuestionamiento sobre qué escucha y por qué.
No son sonidos aleatorios, sino el contacto directo con el sonido del corazón del anciano
asesinado. El protagonista genera una imagen sonora que se nutre de todo lo que lo llevó
ser descubierto por la policía que lo visita. El nivel simbólico del corazón latiendo del relato
abre un espectro de posibilidades. Es una imagen resonante, es decir, que vuelve a sonar.
El sujeto sabe cómo suena un corazón, sabe que ha asesinado y que un corazón muerto
buscar un recuerdo puro, allí donde este estaba, pura virtualidad contenida
en las zonas ocultas del pasado tal que en sí mismo, los puros recuerdos,
Para Deleuze, existen imágenes recuerdos que son campos de posibilidades lo cuales
son capaces de detonar y abrir diversas capas del recuerdo; es decir, las imágenes o
nueva información que llega de ese algo, en relación con lo que se espera de ese algo en
44
cuestión. La resonancia, en el relato de Poe, se crea en respuesta a los estímulos sonoros
más una confusión de si ese sonido lo alcanzan a escuchar también los demás, en este
caso la policía que investiga el caso. La imagen sonora que se genera es una respuesta
el protagonista del cuento, un corazón palpita y le resuena todo, ocurre una falla, una
los oídos llenos de tinieblas del sujeto. “Jamás podría la memoria evocar y contar el pasado
tanto con una finalidad futura” (Deleuze, 2014; p. 77) Si el presente existe es para que actúe
sobre la memoria, sobre el pasado. El sonido, al ser, por definición presente, se establece
como remanente del pasado con opción y viabilidad para ser futuro. Es decir, un sonido
aprendido, como la voz de una persona existe y se organiza en el recuerdo de tal modo que
estaremos preparados para escuchar de nueva cuenta ese timbre característico y vincular
El sonido nunca es lo que fue, y nunca fue del todo puesto que sólo existe el reconocimiento
del sonido una vez que se ha esfumado y nunca es posible aprehenderlo por completo, sino
sólo lo que resonó para el sujeto. Para Freud, este espacio es donde se genera la fantasía.
45
“Las fantasías provienen de lo oído, entendido con posterioridad, son edificios protectores,
confirmación. Se transforman en medida del deseo, aunque sea en forma negativa como
En el mundo físico, todos los objetos tienen capacidad de vibrar, objetos resonantes. La
entrar en vibración. Para Descartes la “resonancia nombra la unidad entre cuerpo y mente
que el ego del cogito debe dejar de pensar antes de descubrir la verdad14” (Erlmann, 2015;
p. 177). El vocablo de la resonancia pasa por las ciencias naturales, la física, la química,
relacionada con la audición. Se creía que existía un dispositivo en el oído capaz de resonar
desconociendo) muchos aspectos del oído interno. Esto estaba ligado directamente con
el pensamiento que dejaba Descartes como una separación entre cuerpo y mente que
la oportunidad ante un desfase temporal. Si, como vimos en el capítulo anterior, la misma
invariables y casi todo, en cuanto a sensación parte de quien siente y quien percibe, ¿cómo
14
Traducción propia
46
escucha? Cuando se siente escuchar, cuando se piensa en ello, el sonido ya terminó de
atravesar al cuerpo, ya hizo vibrar y volver a vibrar otros circuitos, es probable que la fuente
En el caso de la energía sonora, estas ondas siguen resonando en cada una de los cuerpos
que se cruzan en su camino, así hasta que se agotan de repartir la energía en movimiento de
resonadores, los cuales tienen la única función de vibrar ante ciertas frecuencias, con el fin
un déjà vu sonoro que tiende a desgastar el sonido, quitarle su particularidad hasta dejarlo
agotado de significado, como repetir una palabra innumerables veces hasta que quede
siendo escucha el tiempo permanece en el sujeto, aun cuando el sonido se haya ido.
47
2.2 Sujeto: afinación significante
a la noción de fantasma.
menos cierto que las dos series de base (con el objeto = x que la recorre y
que desborda y barre las series de base. (Deleuze, 2005; pos, 4317)
Para Freud el fantasma tendrá que ver, a grandes rasgos con la repetición de algo ya
vivido y soñado. Lacan vendrá a complejizar la noción a partir de ponerlo en juego con el
lenguaje. Sin intentar generar un esquema psicoanalítico para este trabajo, el fantasma
tiene en parte mucho que ver con el principio de resonancia, puesto que articula el goce
Lacan incorporará el llamado objeto a, o el objeto, no del deseo, sino el objeto a través del
cual el sujeto es capaz de desear. Una vez que la falta está es asumida por el sujeto, es
fantasma con el objeto a es directa, se da, según el enfoque, cuando el fantasma cae al
48
En la fórmula del fantasma está, al principio, el símbolo o matema15 del significante. Sin
embargo, este significante, es lo que puede de alguna manera dar significado a la lengua,
la precede. Este significante es una dimensión abierta que posibilita la semiosis. Mucha de
la noción de significante que tomará Lacan para darle estructura al inconsciente se refiere
llamó imagen acústica, es decir, que era, por así decirlo, el nombre o la remisión lingüística
el signo lingüístico. La primera relación que daba forma al signo lingüsitico era, entre
el nombre de algo y ese algo, imagen acústica y concepto. Posteriormente sólo será la
Sin embargo, Lacan pensará en que el significante puede tener autonomía; es decir, si
significados. Esta autonomía “solo será posible cuando significante y significado no tienen
una relación fija” (Dor, 1995; p. 37). La forma en la cual Lacan establecerá al significante es
a través de dos figuras retóricas del lenguaje mismo. En estas dos figuras se encuentra la
de significantes. Estas figuras son la metáfora y la metonimia. Estas figuras, cada una
Cuando la relación del sonido o forma del sonido que forma, a su vez, una palabra
sonido, o imagen acústica, son desligados para hacer juegos con el lenguaje a través de la
15
Forma abstracta en la cual Jacques Lacan especificaba sus teorías a través de fórmulas.
49
metáfora o la metonimia, es cuando es posible establecer una relación que pueda extraer
sentido son lo que posibilita, por ejemplo, la interpretación de los sueños, ya que, el sujeto al
y esto es importante porque invierte la relación entre el proceso de la semiología. Son los
significantes los que crean el significado, y no a la inversa. Es decir, son las imágenes ,
o lo que el sujeto cree al respecto de ellas las crean los conceptos. Usualmente son las
denominó primero como imágenes acústicas a los significantes porque a partir de que el
sujeto reconoce una forma en el sonido es cuando a esta forma del sonido le atribuye un
concepto. “el signo lingüístico corresponde a una articulación de ambas masas amorfas
entre sí: una idea se fija en un sonido al mismo tiempo que una secuencia fónica se
constituye como significante de una idea” (Dor,1995; p. 48). La supremacía, del significante
se da en función de “un dominio del sujeto a través del significante” (Dor, 1995; p. 57). El
ya que el analista está a la escucha de lo que el sujeto pueda decir, pero no en función de
los significados inmediatos, no busca significados, sino significantes. Uno puede alguna
cosa respecto al clima de ese día, pero en esa frase cualquiera se esconderán diferentes
50
No obstante, estos significantes al poder adquirir la forma de imágenes, relaciones o
síntomas, deja abierta la opción hacia la sonoridad más allá de la palabra. Es decir, que si
la palabra o la imagen acústica es la forma de los sonidos, el cómo se articula algo, esas
Si hemos visto que la resonancia es una doble sonoridad, un sonido del sonido, una
escucha de otra escucha, un vuelto a sonar, una re-sonancia, y si vemos que de alguna
manera esta resonancia existe porque pone en vibración al sujeto, entonces podemos
que se abren o se abrieron en cierto momento. Si uno está con la disposición a la vibración
puso en movimiento a la misma velocidad, al mismo ritmo que el otro cuerpo que estaba
Habíamos revisado que la resonancia puede estar establecida a través del recuerdo. Un
sonido suena y el sujeto recuerda ese sonido y vibra. Un sujeto tiene una relación directa
con respecto a un tema, alguien toca ese tema en una conversación y ese sujeto se agita
internamente de esa manera; esa vibración, esa resonancia sería una forma primigenia
de establecer vínculos con el sonido, una puesta en discontinuidad temporal que recrea
el tiempo pasado sonoro para incorporarlo en el sujeto. Sin embargo, pensarlo desde el
interés para alguien, mientras no se toque ese tema, el sujeto parece estar con una energía
de vibración potencial inmensa, que basta un pequeño estímulo cercano a esa vibración
para detonar una resonancia casi destructiva. Sin embargo, una vez que el tema es tocado
una y otra vez, este sujeto parece simplemente agotar esta disposición a la resonancia y
51
ahora está dispuesto a vibrar ante otras frecuencias.
además de pensar que la resonancia para nada tiene que ver con un movimiento
consciente, sino todo lo contrario, parece venir del inconsciente, tanto, que el sujeto mismo
muchas veces no es capaz de darse cuenta él mismo que está en resonancia ante algo.
Esta resonancia es lo que estarán buscando los analistas en la clínica cuando buscan las
cómo se estructuran, por ejemplo, los sueños de una persona, se trata de buscar a qué el
sujeto es capaz de resonar, y para encontrar eso, trazan relaciones entre las entrevistas
Sin embargo, esto que comento, para el psicoanálisis dista mucho de ser nuevo. Lo que
que pondría en tensión, o bien bajo tensión, a su sujeto que no habría precedido de una
intención” (Nancy, 2008; pos. 340) Es decir, la resonancia del sonido más allá del sentido,
incluso fuera del sentido, la pura sensación sonora que hace que el sujeto pueda vibrar.
¿De qué otra forma entender un concierto donde hay gente parada y de un momento a
otro comienza a sonar un sonido grave y con ritmo y los cuerpos comienzan a moverse
como si fueran obedientes de ese sonido repetitivo que no conocían, que no esperaban,
sonido. ¿Cómo podría desgastarse esa resonancia si, por el contrario, pareciera que nunca
52
se agota y más bien crece la capacidad a resonar?
En los estudios sobre música se ha hablado bastante sobre esta capacidad de resonancia
ante diferentes discursos musicales, por un lado están quienes sostienen desde una
perspectiva corporal una capacidad innata del sujeto para vibrar ante ciertas músicas.
López Cano. Lo que tienen en común estos enfoques es que ponen el acento
Por otro lado, la etnomusicología apunta a esta capacidad como consecuencia de las
53
poder, algo vital si queremos acercarnos ligeramente a la enorme capacidad
Si pensamos que la música es sonido, pero que el sonido es mucho más que música,
tenemos que delinear también ciertas apuestas por la sonoridad y su resonancia, puesto
que la pregunta bajo la cual se escriben estas líneas, es: ¿Qué es lo que hace que uno
pueda resonar? Podemos imaginar a la resonancia como una capacidad por el hecho de
la existencia, además, los sujetos no siempre estamos dispuestos a vibrar ante una sola
sujeto como una cuerda tendida que oscilará cuando sea excitada ante las características
que forman esta cuerda. Pero mejor, podemos pensar al sujeto como un conjunto de
cuerdas, como un arpa, que tiene la capacidad de vibrar ante muchas frecuencias, pero
habrá algunas que sea más fuerte su movimiento cuando sea puesta en oscilación. Si
la caja de resonancia usualmente favorece a una frecuencia más que a otras, podemos
pensar que de manera natural, un sujeto está afinado de cierta forma y será difícil que
deje de vibrar ante esta frecuencia. Podríamos llamar a esta resonancia o resonancias
las cuales a su vez posibilitan y abren nuevas sonoridades bajo las cuales los sujetos
movimientos armónicos que desestabilicen las frecuencias, por decirlo así, fundamentales.
La resonancia puede actuar como a partir de sus movimientos armónicos, sin embargo,
puede ser desestabilizada esta ‘afinación’ a través de fuerzas externas que lo perturben.
El conjunto de frecuencias será la afinación del sujeto en el mundo. Lo que hoy puede hacer
54
resonar algo en otro momento será distinto. La discontinuidad o la multitemporalidad de la
un momento y que incluso una sola vibración o ciclo de la frecuencia que está poniendo en
se estudia a la envolvente, que es el cómo reacciona un sonido a través del tiempo y que
este sonido, a pesar de ser uno, tiene una entrada, una etapa de sostenimiento y una
salida, entre otras cosas. Por lo mismo, la resonancia, al ser un volver a sonar, es tan solo
Si pensamos que la resonancia puede estar más allá de la significación inmediata, como
a partir de situaciones como el timbre ¿Qué tipo de significantes se abren en cuestión del
timbre?
el recurso sonoro en cuanto a los diálogos, o en cuanto a lo que Michel Chion llamará
papel preponderante en el discurso sonoro dentro del cine, pero no es tanto la voz como
lenguaje, sino la voz como timbre, como recurso sonoro. Las voces de los desaparecidos
susurran en los oídos de los protagonistas y ellos no saben exactamente dónde se encuentra
esta voz. (véase el apartado sobre la voz). Voces que ellos recuerdan de una forma, con las
que ellos simpatizaron porque pertenecían a gente con la que se relacionaron las vuelven
escuchar en una atmósfera de reverberación y con el timbre cada vez más descompuesto
en las palabras, en su significado, sino que puede hallarse en los timbres. Los significantes
55
se afinaron en el momento establecer las relaciones con esas personas como significantes.
Y cabe reforzar que los significantes no significan, sino que son posibilidades para producir
La resonancia puede ser considerada como una forma de adaptación en una sociedad.
Es común que las personas compartan significantes y los signifiquen de diferente forma
cada uno. En un contexto social, los paisajes sonoros tienen una postura de conservación
porque se extinguen los hablantes. M. Schafer, pensaba en los signos sonoros distintivos
de diferentes lugares. Estos signos, vistos desde él, son en realidad significantes que
se articulan unos con otros y con las personas capaces de resonar en ellos. Hildergard
una conferencia en Vancouver sobre el cómo los sujetos experimentamos los paisajes
ciertos entornos. Presenta una de las tantas grabaciones que realizó a lo largo de su
que el pequeño rumor de la ciudad, con unas risas de niños y niñas, se ve opacado por una
bocina de un tren que ella reconoce, y que sabe que todos los habitantes de ese entorno
lo reconocen. Ella agradece por ese evento y dice: “eso da definición a este lugar, le da un
al respecto de una serie de entrevistas que realizaba a los habitantes de Vancouver sobre
las implicaciones del O Canada, una sirena que proporciona una gran cantidad de energía
sonora puesta como un muro sonoro en contra de que encallen las embarcaciones en el
puerto, una especie de faro sonoro. El problema con esta sirena es que es extremadamente
ruidosa, a pesar de tener tres tonos. Cito textualmente el cómo relata Westerkamp esta
16
Traducción propia
56
historia. Además de insertar un vínculo a la grabación de la entrevista por la importancia
que esta tiene, y sin la cual no se podría entender el punto de estas líneas. Ejemplo Sonoro,
Justo antes de las 12, Ann y Joan charlaban con una mujer joven, quien
del mundo. Ella dijo: “¿Sabes? Estás hablando con alguien que tiene mucha
(Westerkamp, 2015)
La resonancia que trajo consigo este acontecimiento sonoro, no solo hizo manifiesto el signo
sonoro bajo el cual la mujer convive, sino que abrió y detonó significantes que ni ella misma
había entendido. Al momento siguiente habló de cómo se siente de haber perdido algunos
sonidos cotidianos de Vancouver, todo en un estado emocional muy intenso. No era tanto
el momento, que, bajo el estrés incidieron en la mujer. Refuerzo nuevamente que estos
significantes están más allá del sentido que podría ofrecer su unión básica de ‘significante-
17
https://soundcloud.com/user-331234342/sound-example-7-o-canada-horn
57
significado’. Creo, como (o a través de ) Nancy, que el sonido puede ofrecernos, en la
Uno está expuesto, con lo oídos siempre abiertos, ante el sonido. Los significantes que
nos resuenan no los elegimos, por supuesto, están mediados por la cultura y por todas las
relaciones tejidas a lo largo de la vida del sujeto y, como en el caso de la mujer entrevistada,
no somos capaces de discernir hasta qué punto nos afecta el entorno acústico y a qué
Pero las cuerdas vibrantes tienen otra propiedad aún, que es la de hacer
estremecerse a otras y de este mismo modo una primera idea llama a una
segunda, estas dos a una tercera, las tres juntas a una cuarta, y así en
adelante, sin que se pueda fijar el límite de las ideas despiertas, encadenadas,
¿cómo no había de ocurrir entre los puntos vivos y unidos, entre las fibras
Al pensar en los timbres, podemos pensar que son el componente que atribuye una esfera
58
es inevitable pensar en los ecos y en las resonancias de Juan Rulfo en Pedro Páramo.
El sonido, estos sonidos desgastados de un ayer donde habitaba la vida, ahora queda
hecha manifiesta tan solo en pequeños rumores y ecos que han perdido sus cualidades
través de leer, escucha estos ecos. Se generan imágenes sonoras que nada tienen que
ver con los signos lingüísticos, y si tienen que ver con ellos es por su calidad de lenguaje
como formador del mundo: pero lo importante es que son verdaderas sonoridades las que
están en medio de esas palabras. Ante esto nos encontramos con las imágenes sonoras.
59
2.3 De la resonancia a la imagen sonora
Y era como el silencio que tú sabes;
como de casa grande, como ramas
de anochecido pueblo solo.
Ruben Bonifaz Nuño
que parece una duda. Imagen: aunque tiene una acepción histórica amplia, es común
de lo complejo que puede resultar, como se planteará en el resto del texto, pareciera,
idea de lo sonoro contra la imagen, la imagen contra lo sonoro, o que la imagen puede
pertenecer a la dimensión sonora, o que lo sonoro puede crear imagen, resulta en una
primera resistencia que responde a la separación de órganos: ojo y oreja son distintos.
otros autores que se revisarán a lo largo de este capítulo han abordado desde distintas
de lo que ya existe tan solo por las inquietudes bajo las que se desarrolló y construyó este
objeto de estudio. Pero para poder realmente entrar a debate de la construcción de esta
noción que propongo, tengo que exponer de algún modo lo que ya significa la imagen, así,
sola; aunque indefectiblemente remita a una situación visual, poco a poco, la imagen, que
Ver, mirar, observar, ser mirado, visto y observado; una constante preocupación humana.
60
Desde la época clásica se ha tratado de diferentes formas el concepto de imagen y la
Lo que se pueden entender por imagen, es siempre móvil. Sobre todo, porque existen,
como apunta Mitchell, miles de palabras escritas en torno a dilucidar esta problemática. Sin
embargo, en esta falta de palabras que puedan rastrear fielmente a la imagen se encuentra
desde sus propiedades materiales más concretas hasta sus más etéreas
La imagen arde, como dice Georges Didi-Huberman (2012); se escapa como las mariposas
de las que nos habla. Constantemente hace este comparativo de la imagen con cenizas.
cada vez que se observa. En cada observación intervienen una serie de factores de difícil
rastreo. Es por esto que nos apoyamos de diferentes disciplinas para acercarnos a ellas,
mientras que ellas parecen alejarse hacia un punto inaccesible para los observadores;
puesto que el espacio entre el observador y la imagen se abre hacia un abismo donde
quedan solo remanentes de lo que fue; cada uno de los conceptos que existen referentes
a cada tipo de imagen se cimientan sobre otros conceptos y la imagen continúa mutando,
61
¿Cabría entonces preguntarnos de dónde viene la imagen? Sin duda hay muchas respuestas
encontremos un punto del cual asirnos. Quizá desde el mismo ensayo de Didi-Huberman,
Arde La Imagen (2012), cuando habla de la imagen y su relación con las enfermedades
nos ayude a comprender esta parte. Didi-Huberman explica que las imágenes pueden de
alguna forma ser el intersticio de las tensiones entre el síntoma y la sublimación18. Sobre
todo, una forma de resultado entre los recuerdos: las fantasías: “Las fantasías provienen de
aquello que ha sido oído y comprendido a destiempo y desde luego son reales entre todo el
material que las constituye” (Didi-Huberman, 2012: 54) Este destiempo es un malentendido.
Ricoeur, por ejemplo, parte de la idea de prejuicio para construir la comprensión, en la cual
es en función de los acontecimientos que inciden e incidieron sobre él. “La historia está
(Lizarazo, 2009: 46). Al final esta historia puede ser concebida como lo no entendido que
(Didi-Huberman, 2012;54)
18
Para Didi-Huberman, partiendo de la teoría de Freud, el síntoma estaría en vía directa hacia la patología, tan solo
intercedido por la sublimación, que correspondería a una eventual forma de liberar la energía. En este caso, a través de
los recursos de la creación de imágenes, se podría pensar en una sublimación del síntoma.
62
Las fantasías entonces generan protección, otorgan una oportunidad para reivindicar el
recuerdo, lo que a su vez sirve de auto alivio. Esas fantasías, las cuales están nutridas por
Desde teorías previas incluso a Freud, la sublimación ocupa ese espacio de liberación
ante el síntoma, ante la pulsión; ocupa y dignifica el sentido del pathos en el sujeto. La
sublimación actúa como agente visible de la pulsión19. Es, puesto de este modo, como una
seres humanos para llegar a cierta neutralidad del síntoma. El síntoma se reconfigura en
enfermedad.
(...) “entre los procesos que protegen de caer en la enfermedad, existe uno
sexual, sino social. A este proceso lo llamamos “sublimación”, con lo que nos
más alto que los objetivos sexuales, que son en el fondo egoístas.” (Freud,
2013; p. 64)
fantasía en sí ya evoca imágenes. ¿La imagen es imagen sólo hasta que se llega al punto
19
Véase apartado 3.1 de este trabajo “La Voz”
63
“la visión humana no se reduce a un proceso neurológico causal iniciado con
construcción social de la visión” (p. 26), no se restringe al acto de percibir con los ojos.
La imagen también puede estar, de alguna manera construida en ese acto de fantasía
como una aproximación a otros sentidos, aunque tampoco constituya estímulos para otros
sentidos. Las imágenes se convierten en entes punitivos, nacidos alrededor del síntoma,
visual. Lo visual entonces puede transitar entre lo háptico de las sensaciones que podría
experimentar.
Fernando Zamora (2007), al momento de generar una filosofía de las imágenes, hace un
recorrido por las diferentes interpretaciones que tenía lo imaginal, entendido como esta
producción de sensaciones disociadas del acto del pensamiento. Bajo esta premisa se
caminos hacia lo inefable. Para los poetas, los filósofos y los creadores
20
La pulsión escópica, introducida al psicoanálisis por Jacques Lacan, habla del acto humano de mirar y ser mirado;
a través del estadio del espejo es cuando el sujeto puede reconocerse como un ser individual, separado del mundo,
conformado en un Yo. Esta pulsión ha servido para numerosos trabajos dentro de lo estudios visuales para referirse a lo
que está en juego en la mirada y todo lo que se configura a partir de esta.
64
de la razón, más allá de las representaciones y del lenguaje discursivo:
lenguaje y lo visible. Sin embargo, esto no quiere decir que el proceso de lo imaginal quede,
percibirlas con otros sentidos y, más importante aún, es posible generar sensaciones
La imagen, entonces, al menos la que se construye de palabras, puede transitar entre los
diferentes sentidos. ¿Pero una imagen que alcanza una materialidad también es posible
que pueda transitar entre diferentes sensaciones no puramente visuales? “La problemática
de la interpretación en torno a las imágenes viene al caso sólo cuando dichas imágenes
rebasan el nivel literal y plantean problemas de sentido que exigen una interpretación?”.
(Lizarazo, 2009: 23) Esta interpretación de la que se habla puede ser tomada desde distintos
puntos de vista. Por un lado, está el nivel literal, es decir, las imágenes a las que tenemos
acceso como espectadores y que tienen un sentido plenamente identificable con base en
la cultura. “En un sentido la imagen se lee, pero en otro se ve, o quizá su ver es una forma
peculiar de lectura o su lectura es modo de ver”. Y “Aprendemos a leer las imágenes con
base en criterios y claves de interpretación que bien podemos llamar códigos visuales.”
(Lizarazo, 2009: 56). En un sentido similar “la visión y las imágenes visuales, (...) constituyen
ser aprendido, un sistema de códigos que interpone un velo ideológico entre el mundo
65
real y nosotros”. (Mitchell, 2003: 26). Por otro lado, existen las imágenes que exigen una
interpretación o que tienen capacidad para ser interpretadas de distintas formas. Cuando
en otro ensayo, Mitchell (1996) eleva a las imágenes al nivel de sujetos para elucidar
¿Qué realmente quieren las imágenes?, nos habla de que “Lo que quieren las imágenes
mismo que dicen querer” (Mitchell, 1996: 21). Por otro lado, José Luis Brea (2010) ofrece
de ser-. Ellas están ahí queriendo hablarnos –o dejando que nosotros nos
creemos ser y de qué –como tales- nos es dado esperar, al fin y al cabo.
(Brea, 2010: 9)
para la eternidad –o, cuando menos, para la duración-; vive encadenada e indisolublemente
unida a su objeto-soporte, haciendo suya esa vida inerte e incambiante que acaso es más
propia de lo mineral.” (Brea, 2010; 11) En este apunte, Brea lleva a las imágenes materia a
un nivel donde la imagen se mantiene, perdura por la naturaleza de sus elementos, de sus
materiales. Lizarazo (2009) habla también sobre este aspecto “La relación que tenemos
con las imágenes no es sólo el vínculo con lo por ellas representado, sino también con
66
los materiales, las propiedades y las dimensiones de dichas obras” (Lizarazo, 2009: 207).
Si ambos autores refieren a la plasticidad de las imágenes como valor constitutivo de las
visuales llenar esta condición matérica? o, reformulando la pregunta ¿La materia con la
Al separarse los dos universos epistemológicos que rastrea Zamora (2007) entre el
universo del logos, y el de la imagen. Que a su vez plantea ampliamente Foucault en Las
Palabras y Las Cosas (1966) la imagen parece huir hasta ese espacio de percepción
ocular para configurar todo lo que el plantea como Visibilidades, que son entendidas como
que desconoce. Y, por otro lado, se plantea lo que pudiera ser entendido como parte de
las cuales conforman la materia racional de una sociedad, lo que de alguna forma se
sabe. Para estos autores, la materialidad, a pesar de ser componente básico de estos
dos grandes bloques epistémicos, puede anular su naturaleza perceptiva: Por un lado,
pueden existir imágenes visuales que sean más bien enunciaciones y oraciones que se
Sin embargo, ¿Cómo podríamos hablar de una imagen sonora?, Podríamos hablar que
de forma similar, primero tiene que existir la sensación, luego la objetivación de esa
existir una primeridad sin terceridad, pero no puede existir una terceridad sin primeridad, ni
segundidad. De la misma forma, los sujetos podemos estar expuestos a diferentes sonidos
67
sin construir objetos sonoros, un ejemplo de esto es la diferenciación que existe entre
escuchar y oír, donde oír, es un estado sin forma, la continua recepción de estímulos
sonoros, “Oír es ser golpeado por los sonidos, escuchar es poner la oreja para oírlos. A
veces no se oye lo se está escuchando, y muchas veces se oye sin escuchar” (Schaeffer,
1966; p. 61). De alguna forma hemos hablado de este golpeteo del sonido, es lo que se
conforma como materia sonora, que a su vez involucra todo tipo de complejidades, pues
idea de escuchar, se abren una serie de interrogantes que involucran aspectos como la
física, la neurología, la sociología, la psicología, la literatura, entre otros. Por especificar tan
necesidades a través de emitir sonidos, invocando al otro; Jacques Lacan nombró a esto
Sin embargo, la conformación del objeto sonoro es la construcción de los sonidos como
objetos, como materia que se condensa y toma una forma. No es una forma visual, sino
una forma en la cual comenzamos a ser conscientes de las cualidades del objeto sonoro,
en la imposibilidad que eso representa, pues, como hemos explicado, hay un lapso
escucha, estaría llegando como una especie de terceridad de este proceso, como una
del acto de escuchar, que significaría literalmente ‘saber escuchar’21. Esta relación entre lo
21
El término obediencia (del latín oboedientia) indica el proceso que conduce de la escucha atenta a la acción, que
puede ser duramente pasiva o exterior o, por el contrario, puede provocar una profunda actitud interna de respuesta.
(Wikipedia, 2017)
68
imperativo y lo sonoro resulta de la objetivación y posteriormente la respuesta del sonido,
pues si escuchar significa en su etimología prestar la oreja para, el acto de entender lo que
para poder comprender algo en especial. Se tiene entonces una escucha selectiva de
cierto objeto sonoro. Claro que esta relación está fundada hacia el lenguaje, el espacio
acústico que se forma a través del habla y de la escucha de las palabras. Donde se presta
atención a lo que el otro habla para que pudiera existir una comunicación. Sin embargo,
este tipo de escucha, de tensión subjetiva de poder, no sólo ocurre a través del lenguaje
En la música llamada lineal22, es decir, aquella compuesta para ser interpretada y escuchada,
de forma que existe un principio, un desarrollo y un final. Es una forma de obedecer. Para
donde el compositor disponía de los recursos musicales de tal manera que el escucha es
público, quien se muestra agradecido por haber sido sujeto de una experiencia.
En este punto se han abierto dos respuestas a la construcción de objetos sonoros. Por un
el sonido que exclama el hablante; por otro lado, una respuesta emocional a un discurso
sonoro cualquiera. La Imagen Sonora se puede comenzar a plantear desde estos dos
puntos, uno el lenguaje articulado, y por otro la respuesta emocional ante un estímulo
22
“La escucha lineal, que es aquella que llevamos a cabo cuando escuchamos una obra musical tradicional en donde
podemos seguir y descifrar la secuencia de los sonidos y las partes. La escucha “no lineal” sería aquella en donde no
podemos concentrarnos al mismo tiempo en todos los sonidos y tenemos que ir de la escucha del uno al otro de manera
constante.” (Rocha Iturbide, 2014)
23
A este respecto véase Composición Musical en el Siglo XX: Dialéctica de una Creación, (2005) P. 50 – 61
69
sonoro. Sin embargo, Saussure ya había planteado que la imagen acústica se inscribe
del mismo significante, no tanto del sonido en sí. En este trabajo lo que interesa es el
sonido, y si se habla de la palabra no es por la calidad lingüística que ofrece, sino, “Lo que
sus reverberaciones y contaminaciones” (Dolar, 2006; p. 166) Mladen Dolar habla del resto,
eso que queda después o más allá del significado. Ve a la voz como un objeto, no como
un medio que intenta comunicar. En ese sentido se posibilitan nuevos espacios de estudio
para el sonido: por qué hablamos, qué pasa con el sonido de la propia voz, la voz interna,
la voz previa, cómo recibimos la voz del Otro, como interpretamos el sonido de la voz en
trabajo. La imagen sonora no es imagen porque comunica un mensaje a través del signo
lingüístico, sino que es imagen sonora puesto que el medio se convierte en una especie
a cómo se vive esa imagen. En el caso de las palabras, no interesaría tanto lo que se dice
sonidos, las consonancias, el tratar las palabras como objetos sonoros, todo
70
Y, sobre todo, qué hay detrás de cada forma sonora. La significación de un timbre especial.
En el caso de la voz, podemos hablar del objeto sonoro que constituye una forma particular
de enunciar una palabra desde la boca de alguien. Esta extraña correspondencia entre un
cuerpo y su voz. La Imagen Sonora está más allá del límite del oído, es cuando de hecho,
habla y otro lo escucha; en esa escucha las palabras no son percibidas, sino la forma
de enunciarlas, cómo este timbre resulta particular para el cuerpo del que proviene este
sonido. Si la materia sonora no es el objeto que genera un sonido, sino el sonido en sí, la
imagen sonora tiende a buscar por todos los medios posibles la conexión entre los distintos
sentidos.
sentidos, como por ejemplo un fuerte viento que se vuelve visible tan sólo al
La Imagen Sonora vive y busca la relación entre lo que se ve, lo que se siente, lo que
propicio para el consumo. Sin embargo, lo que me ha resultado curioso, es que a lo largo
esta música, desde el régimen visual. Nunca desarrolla el porqué es invisible, sin embargo,
me atrevo a pensar que tiene que ver con la idea de Ponty, donde para hacer verificable un
fenómeno, es necesario asociarlo con otros sentidos en este caso el referente visual. Martí
71
hace la diferencia entre la música no invisible, como aquella que es un objeto estético, el
cual está dispuesto para ser observado. De nuevo, el autor nunca resuelve esta tensión
En este sentido, después de conformado el objeto sonoro, la imagen sonora llega para
fenómeno audiovisual, Michel Chion puso de manifiesto que se suprime lo sonoro y sólo se
dice de manera coloquial que uno ve una película, cuando lo más cercano a la experiencia,
según él, es que se debería decir que se audiové una película. Aquí lo sonoro, incluso lo
háptico del cine, se subordina a lo visual. Y a pesar de que hay un debate bastante amplio
que uno ve y no audiové una película, podemos ir a otro ejemplo donde el poder se invierte.
puede ver a los músicos, además de la misma presencia del cuerpo con otros cuerpos en
un mismo lugar, se tiende a especificar que una persona fue a escuchar un concierto. Es
en un objeto sonoro.
espacio significante. En este punto podría decirse que la imagen sonora es ese espacio
un objeto a la dignidad de la Cosa” (Lacan, 1992; p. 112) es decir que sea un espacio de
72
Un objeto de pensamiento puede convertirse en Cosa al conformarlo como posibilidad de
lo multisensorial. La forma más directa de plantear este proceso es a través del arte. Un
Uno de los grandes reclamos hacia algún tipo de expresión que podría considerarse
arte contemporáneo, es cuando se dice que se abusa de los ready-mades para plantear
discursos artísticos. Es decir, que se toman entes y se les quiere sublimar a fuerza de
este trabajo, lo que parecería más importante para nuestra causa sería que cualquier
objeto es capaz de detonar una subjetivación y un aprendizaje sobre cuestiones que nada
tienen que ver con él cuando está antes de ser sublimado, es decir, dentro de su propio
a qué ámbito corresponde cada objeto, sino que plantea caminos abiertos que invitan al
no es la pieza en sí, sino las conexiones que el sujeto alcanza a plantear respecto a lo
que previamente ha conocido. Dónde está un urinal, o a qué tipo de bicicleta perteneció
una rueda, no son parte de los cuestionamientos y problemas que se generan al observar
la obra de Marcel Duchamp, al menos no los más importantes. Dentro del campo del
sonido se han conformado ready-mades que han alcanzado su sublimación. Uno de los
y se abogaba por encumbrar los nuevos sonidos de las ciudades: los trenes, la industria,
el ajetreo. Se pensaba que las normas musicales de corte europeo estaban obsoletas y
73
que no podían abarcar lo que los oídos urbanos de estos artistas percibían día con día.
“Afirmamos que el esplendor del mundo se ha enriquecido con una belleza nueva: la belleza
desafiaban cualquier tipo de tratado armónico hasta esa fecha. Buscaban la estridencia,
estéticas.
Sin embargo, no fue hasta que se diversificó la posibilidad de hacer un registro sonoro, que
“La grabadora hizo a la música algo similar que lo que la cámara fotográfica
Y no sólo la música se liberó, sino que encontró espacio para cuestionarse, para abatirse
ante la duda del por qué seguir subordinando la expresión sonora a creaciones abstractas
una forma de modular, construir y proponer la textura sonora y por ese lado se llegó, así, al
el libro The Tunning of the World (1977), se habla de elevar a la categoría de Cosa, sonidos
74
encontrados, objetos sonoros encontrados cotidianamente. Se trata de hacer registro del
paisaje sonoro pues se argumenta que en ellos existe una afinación perfecta y que en ellos
reside, ya de manera implícita una estética que es necesario sacar a la luz. Por ese lado,
el objeto sublimado encuentra una respuesta y se convierte en una imagen sonora. Estas
prácticas están dentro del pensamiento del paisaje sonoro, el cual argumenta, entre otras
cosas, por las sonoridades específicas de cada lugar, lo que hace único cada espacio y
tiempo a través del espíritu sonoro; los ideólogos del paisaje sonoro a partir de las ideas
social que determina y significa las formas de comunicación de los habitantes de diferentes
regiones. Entre otras cosas, aboga por una responsabilidad ante la ecología acústica.
Varios años antes, John Cage, había utilizado este recurso del ready-made sonoro para
del sonido.
En este trabajo se estarán estableciendo diversas formas a través de las cuales se conforma
el concepto de Imagen Sonora. Se hace una categorización que pretende abarcar algunos
aspectos en lo cuales se han detectado formas en las que puede existir este concepto
y se limitará a las que se mencionen sin que esto implique que sean las únicas formas
acústica.
Una de las primeras veces que se usó el término Imagen Sonora o Imagen Acústica, fue
intrincado de relaciones que estructuraba el lenguaje. Para él, la imagen sonora o imagen
75
acústica es no es en sí el sonido, sino un lenguaje a través del sonido; incluso aunque
el sonido no fuera parte de un fenómeno físico (la voz interior). De alguna forma, era la
cambiaría Imagen Acústica por Significado. Casi un siglo después, para teóricos como
Tarasti la imagen sonora existe de forma semiótica a través de las partituras musicales y
código puede escuchar internamente al ver representada una nota musical en el papel. Para
(visualidades). Para Marshall McLuhan (1968) es de alguna manera lo contrario, pues para
él, lo visible es la parte del entendido espacial del sujeto; en tanto que la imagen sonora,
la ubica como este recuerdo del ser primitivo que percibe, principalmente, los peligros a
través del oído; es el reconocimiento instintivo del sujeto en su entorno. Entre ambas (la
Es decir, que la comunicación está dada a través de lo que vemos y lo que escuchamos,
principalmente y que, entre estas dos percepciones, se encuentra una lógica móvil que se
aglutina en torno a la epistemología del ser mismo. Dentro de los medios audiovisuales,
para Leiv Manovich (2015), la imagen sonora se amplía a las informaciones sonoras que
76
lo que se dice, sino el cómo se dice, en dónde se dice.
Sin embargo, tomadas en su forma más directa, estas nociones no resuelven la problemática
de la sonoridad más allá de su implicación con el lenguaje, por un lado, y de la música, por
la música como expresión a partir de la materia sonora: las artes sonoras. Esta búsqueda
por abolir la hegemonía de las reglas musicales para generar un discurso sonoro trajo
de una partitura. Mientras que para Robbert Hatten es de vital importancia la forma en
la que los músicos desarrollan formas de representar las nuevas formas sonoras, tales
Theremin24, formas de arrojar un vaso de agua a una bañera para generar un sonido
específico, los conceptos de imagen sonora utilizados dentro de esa semiótica, parecen
quedar rebasados por lo obsoleto de las formas de representar lo musical, como los
No obstante, retomando la arqueología del término imagen que realiza Fernando Zamora,
y contrastado con lo que enuncia Deleuze, donde “Para formar una imagen hace falta haber
objeto y que llega después” (Deleuze, 1985; 183) Podemos tejer una imagen sonora que
tome en cuenta a la materialidad sonora, es decir, sus cualidades; que su mensaje son los
elementos que lo componen, no como materia sólida, sino como materia de tiempo: timbre,
altura, y volumen. Estos objetos sonoros remiten a una construcción cultural respecto al
sonido. Qué es lo que provoca la sensación de escuchar y cómo respondo a esta sensación
de la escucha, ahí está la imagen sonora. Si una imagen visual se despliega más allá del
ojo, detona una epistemología, abre ventanas al recuerdo; una Imagen Sonora se ubica en
24
El Theremin es un Instrumento Musical creado en 1919 con base electrónica.
77
el espacio, en el tiempo y en el pensamiento de la misma forma que podría hacerlo una
imagen visual o de cualquier tipo. Las imágenes sonoras son campos de posibilidades
La imagen sonora dentro de este trabajo trata y remite a la relación que existe entre un objeto
del ser, pues al entender a través de la escucha, se entiende sobre sí mismo, y, excluyendo
momentáneamente el lenguaje, para remitir, como dice Deleuze, al objeto mismo. Es objeto
y representa al objeto al mismo tiempo, puesto que las repeticiones exactas de un sonido,
aunque sea producido por la misma fuente y en las mismas circunstancias, es imposible.
amplía respuestas del escucha ante sus estímulos musicales. Las cuales son imágenes al
sonidos que le llegan y puede dilucidar un discurso sonoro. La imagen sonora se convierte
permanece estable. Pero se agota en cuanto al tiempo que queda resonando en la mente
sin embargo, posee características propias de lo sonoro. Con esto, establecemos que la
imagen sonora operativa para este trabajo, es el conjunto de elementos sonoros que, por
ocurre el sonido incluso si esta fuente es incierta, como en el caso de los sonidos o voces
internos. Para Steven Feld, la intersubjetividad que existe a partir de lo sonoro y, sobre todo,
78
lo que podemos aprender del mundo a través de la escucha lo llamará Acustemología.
lo Real; el objeto sonoro lo Imaginario, y la imagen sonora, puesta en relación con una
es también palabra, pero no solamente el lenguaje, sino lo que ocurre al pronunciar palabra,
la sonoridad de las voces. La imagen sonora, en su forma más abstracta, puede existir en
en el pensamiento.
79
CAPÍTULO 3
3. La Escucha de la Escucha
80
3.1 Voz
- Tú cuida el sentido, y los sonidos cuidarán de sí mismos
L. Carroll
La resonancia actúa de modo vibrante en los sujetos. A partir del sonido, se pueden generar
diversas maneras de establecer la presencia. Una de estas formas será la propia voz.
de dar a entender un conjunto de signos que son reconocibles para el otro. La forma
otros significantes que remiten a los significados. Asumimos entonces, que la forma más
inmediata de comunicación entre los seres humanos es a partir del sonido. Un bebé grita, y
un humano se siente interpelado por este grito, el niño es aliviado de su hambre. Un sujeto
personas por una cantidad de tiempo, mientras solo escuchan sonidos proferidos de su
garganta. Pero ¿Cómo se crea la voz? O mejor dicho, ¿qué es una voz?
En música se utiliza la palabra voz para nombrar a cualquier línea melódica seguida por
algún instrumento25. Si se tienen varios ejemplares del mismo instrumento, pero siguiendo
diferentes líneas melódicas, se denomina voz a cada una de estas líneas, por sus
que los instrumentistas y los instrumentos en sí, tengan “su propia voz”, es decir, una forma
25
Véase (Adler, 1989)
26
Véase (Thompson, 2005; p. 59) y (Gibson, D, 2005)
81
metaforizada para decir que se busque un timbre característico. En las expresiones estéticas
estructura de las piezas, se puede encontrar en los armónicos que proporcionan la huella
de la música es aún más clara esta relación de significado/resto. Donde el significado sería
la ejecución precisa de las notas músicas a través del tiempo, el resto podría considerarse
cual se ejecutan las notas musicales, sino quizás, de hecho, los pequeños errores, si se
pueden llamar así, entre lo escrito y lo interpretado. El hecho de que un ordenador pueda
interpretar con suma precisión la canción la convierte en una experiencia descrita como ‘no
humana’; y digo que es descrita así, porque existe en el software de producción musical
Esta sensación de perfección puede ser descrita, de nuevo, como algo siniestro, como
hemos revisado, en los términos que eligió Freud para hablar de lo Unheimlich. En el
ensayo “Lo siniestro” de 1917. Freud explica que lo siniestro son aquellas sensaciones
familiar, pero que a la vez tiene algo de desconocido; particularmente deseos o recuerdos
utilizaron algunos extractos de música compuesta por Beethoven, pero reinterpretada por
Wendy Carlos, quien tenía pocos años de estar probando las sonoridades de los nuevos
82
través de otras voces, nuevas para la época, generaban una sensación de incertidumbre.
Por un lado, el escucha conoce las famosas líneas musicales de la Novena Sinfonía de
Beethoven; por otro lado, la película narra una historia llena de violencia. El escucha se
descontextualiza, pues existe una carga semántica sobre la pieza, que ha sido símbolo
de Alegría, incluso. Pero el símbolo, ahora unido a una voz que no tiene una fuente
El sonido, que antes era puro vehículo del sentido, se reivindica como un nuevo sentido.
La voz, es entonces más que el signo lingüístico, o el signo musical. Se podría entender
como el objeto sonoro que configura al sujeto. En el ensayo “El oído de Derrida” de Peter
Szendy (2015) se cuestiona a partir de la idea de lo que llama Egofonía, que sería la
idea que existe al respecto del sonido de la propia voz. Pone en discusión, sin decirlo
propiamente, la idea de que uno no puede escuchar la escucha. Hace una recopilación
de la historia de la auscultación, donde paradójicamente, uno tiene que estar mediado por
un instrumento, en este caso el estetoscopio, para poder escuchar lo que pasa al interior
del cuerpo del paciente. Si un médico pegara la oreja al pecho de una persona, es muy
probable que escuche una suerte de acúfenos27, los cuales generen una incertidumbre
entre si lo que se escucha es la propia escucha del médico o el interior del cuerpo del
27
Sonidos normalmente producidos por el sistema nervioso que no tienen un origen en el exterior del escucha.
83
decir, si la llamada egofonía también se puede dar en la incertidumbre entre pegar el
cuerpo a un sujeto exterior y los sonidos que proceden de los cambios de presión en el
interior del sistema nervioso, como los acúfenos. Escuchar el sonido propio de uno puede
estar más allá de las cuerdas bucales resonando en las cavidades de la cabeza, de los
En el libro Una Voz y Nada Más, Mladen Dolar, realiza una comparación entre dos aparatos
diseñados y construidos por Wolfgang von Kempelen, en el siglo XVIII. Uno era un ajedrecista
autómata y otro era una especie de gaita que, a través de una serie de procesos mecánicos,
articulaba una especie de aparato de voz. Dolar realiza una separación entre estas dos
una especie de máquina diseñada para pensar y ganar en el juego del ajedrez. En la otra,
del sonido. Ambas máquinas son caras diferentes de la misma moneda. El ajedrecista
se activa a partir de una bolsa de aire y unas manivelas, algo parecido a una gaita. El
ajedrecista si fuera dotado de voz hubiera podido asemejarse a una naturaleza humana,
sonido. Es cierto que podía articular palabras, pero éstas no eran importantes para los
show sus dos creaciones, primero, mostraba y accionaba la máquina parlante, después, al
ajedrecista autómata.
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hubiese un doble dispositivo, una criatura doble compuesta por el hablar y el
pensar como las dos mitades platónicas del mismo ser. La diferencia entre
construido de modo tal que fuese lo más parecido a un ser humano – fingía
A pesar de todo esto, ¿Por qué incluir un apartado sobre la voz, que es emanación sonora,
Cuando se plantea a la escucha como una actividad pasiva, como un sentido de recepción,
principio, el infante no tiene la capacidad de distinguir entre si los sonidos son suyos o
son del mundo y poco a poco va formando una distancia entre él y los otros, hay algo
un sonido es una forma de hacerse presente ante el mundo. Es una forma de escucha
colectiva. Un sujeto abandonado en algún lugar llama al otro con un grito, con un chocar
de cuerpos que activen la escucha del otro. Gritar, hablar o hacer sonar algo, son formas
Para Martin Heidegger, existe un lenguaje original o primordial, bajo el cual estamos
nuestra percepción de todo el mundo; o, mejor dicho, a través de este lenguaje creamos
mundo. Entonces, para él, la escucha es la apertura ante este lenguaje, y la articulación de
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lenguaje se da en la medida en que el sujeto se puede manifestar en el mundo.
que en este tránsito de apertura no sólo está en juego el lenguaje, sino el sonido mismo,
El poder oír, lejos de ser una simple consecuencia del hecho de hablar los
unos con los otros, es, muy al contrario, el supuesto de aquello (…) Poder
eso quiere decir: nosotros podemos oírnos los unos a los otros. (Heidegger,
1944; p. 17 – 18)
Oír y emitir sonido están unidos irremediablemente. Si para Lacan la mirada es mirarse
está vibrando con el mundo que vibra. En ese sentido, la voz es la articulación del sonido
conformado a través del sujeto que toma una huella propia y la imprime en el mundo que
habita. Para Heidegger el sujeto se manifiesta a través del lenguaje, de hablar, pero esta
de lo puramente sonoro, el resto. Existen elementos que van más allá del signo lingüístico.
Uno de ellos puede ser la entonación, los pequeños sobresaltos entre palabra y palabra, el
hipo, el eructo. Todos estos elementos sonoros pueden ser significantes que abren campos
de posibilidad para el escucha, y que, sobre todo, manifiestan más allá de lo que el sujeto
86
está diciendo. “La voz, en tanto que se distingue de las sonoridades, resuena” (Nancy
En otro sentido, esta ampliación de la voz como un elemento de diálogo, la coloca como el
elemento que une el sujeto y el Otro, sin pertenecer a ninguno de los dos, así como formó
el lazo entre el cuerpo y el lenguaje sin ser parte de ellos” (Dolar, 2006; p. 123). La voz,
también por su carácter sonoro efímero, actúa como un llamado al otro. Permea en ambos
ante lo que se dice, y ante lo que suena. Es una doble significación, ante el medio y ante
el mensaje.
Si la voz adquiere importancia es porque tiene un timbre único. Cada persona es capaz
de enunciar con su propia voz lo mismo que fue enunciado por diferentes personas. Esta
capacidad de individuación de un objeto sonoro que vive fuera del sujeto es lo que actúa
en relevancia para el otro. No es lo mismo un enunciado amoroso dicho por una persona
que le es desagradable a alguien, que por alguien que tiene elementos sonoros que le
pueden parecer agradables, aun cuando el escucha no haya visto quién lo enuncia. “La
voz penetra en aquel nivel profundo que queda por debajo de la conciencia” (Byung- Chul
Han, 2017; pos. 702). Eso que queda por debajo de la conciencia actúa, tanto para el que
profiere la voz, como para el que la escucha, porque al final ¿dónde está la voz?
Jacques Derrida, haciendo una lectura de Heidegger, abre El Oído de Heidegger (1989)
diciendo que la voz de alguien es algo que se porta, en este caso habla de la voz del amigo.
Este portar se refiere a una puesta en afinación del sujeto para que sea capaz de resonar.
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No se escucha sino la resonancia del significante que se abrió cuando se constituyó a este
amigo que tanto menciona Derrida. “Lo porta, por así decirlo, en la escucha de su voz, en
voz” (Derrida, 1989; pos. 11) . Derrida entonces abre una imagen sonora del amigo, que
sería, en este caso, la conformación del amigo en tanto que se es posible escuchar, más
allá del ruido del fondo, más allá de otras voces, es una resonancia que afecta al sujeto y
al amigo mismo, porque, como indica la pregunta anterior, ¿la voz vive en el otro o vive en
el escucha?
de generar espacios para que las personas interesadas puedan desarrollar creaciones en
un entorno que busca liberarse de los rigores académicos para encontrar su voz. De alguna
forma lo pienso como estar a la escucha del entorno toluqueño que trata de manifestarse
a través de recursos estéticos que tiene a su disposición. Una forma de entender estas
voces o los enunciados que escucho socialmente yo los creo o están implícitos en quien
los enuncia.
“¿Donde está, pues, esta voz? ¿De dónde viene? Parece no estar ni en
nuestro oído. Nos preguntamos lo que quiere decir bei sich tragen. ¿Dónde
pos. 16)
La pregunta por la localización del oído abre la pregunta sobre dónde se encuentra la
88
escucha, sobre dónde se encuentra la resonancia. Aunque es de destacar que para
Heidegger un oído sea algo que es localizable, algo así como una oreja y lo que ésta
significa. En el ensayo El Oído de Derrida (2011), Peter Szendy, argumenta a partir de los
textos de Heidegger, Nietzsche y Derrida lo que para ellos es un oído y a la vez, lo que
es para ellos la escucha. Al momento de traer palabras y conducirlas hacia algún punto
puntuar y sobre puntuar.” (Szendy, 2015; p. 88). Seguramente quería decir que invocó los
tiempo, traer su voz. Esa voz sin sonido, que se porta, sobre el amigo. Si la mirada para
Lacan, como hemos visto, tiene que ver con el acto consciente de mirarse mirando, la voz
es una forma de escuchar a la escucha, en tanto que, para proferir la voz, necesariamente
se escucha y se resuena junto con la voz misma. Y esta voz, aun siendo sólo escuchada
por quien la activa, sólo vive entre la escucha y entre la fuente, en un espacio entre las
sí-mismo. “A la voz se la puede ubicar en la juntura entre el sujeto y el Otro, así como antes,
2006; p. 123).
Por otro lado, para el psicoanálisis, la voz es un objeto, objeto pulsional y causa del deseo.
Lacan ubica a la voz como parte del proceso pulsional, donde el sujeto desarrolla la
aquello que se ubica como su falta y desplazarla al aparato fonador para que articule
signos lingüísticos propios de su contexto. “La falta introduce, al mismo tiempo, el registro
de la muerte y el de la lengua. (…) Una de las formas de la búsqueda es llamara con la voz
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por la generación de sonido, una forma de llamar a la teta a que vuelva, y a veces lo hace,
se forma un signo teta el cual es posible invocar mediante el sonido emitido, a pesar de no
saber, en ese momento si el sonido es producido por él o es parte del sonido, si escucha
o emite sonido o ambas al mismo tiempo, a pesar de vivir en una incertidumbre sobre el
mundo. “El niño pierde un objeto que creía suyo. Ese objeto no sólo es el pecho, es también
algo que se juega en la voz de la madre.” (Colín, 2015; p. 35). Pero en ese momento aún
no existe pulsión como tal, sino tan solo un llamado instintivo que configura signos. La
deseo del Otro, al momento en que se le induce al lenguaje. Sin embargo, no habrá que
confundirnos, crear lenguaje y crear voz no pueden ser lo mismo, la voz está antes y más
allá del lenguaje, sin embargo, se retoma a la pulsión invocante como forma de hacer
que algo le falta (…) Esa carencia que se instala por la pérdida producirá un
movimiento pulsional. Invocará al otro para ser atendido, pero también para
humanizarse con el deseo, y para ello necesita de las palabras con las que
Estas palabras con las que el Otro espera al infante, es la primera parte donde se instaura
a la voz como causa del deseo. Si primero el infante asume que tiene una falta y que
configura después un intervalo sonoro del Yo, es decir, una diferenciación entre su cualidad
cosa, el infante desea entonces desear a partir del lenguaje. Es interesante, además de la
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resonancia que produce el sonido, la forma en la cual el infante separa la acústica de las
palabras, las delimita, les da forma y les asigna un determinado concepto. Un niño hace
ruidos tratando de alcanzar un objeto, un objeto en su cualidad Real, pero los adultos le
inducen el signo sonoro relativo a ese objeto; lo que en una primera instancia F. Saussure
llamó Imágenes Acústicas. A partir de entonces, será cuchara, vaso o lo que sea que
quería tener y jamás podrá ser otra cosa que esa Imagen Acústica creada en torno a la
falta y a la necesidad del infante. El Otro introdujo su deseo y el niño ahora desea en forma
“En el Seminario 11, señala que la pulsión invocante, implica invocar, ser invocado,
irremediablemente unidos. Uno se escucha, a pesar de que se hable. Uno habla, aun
cruzar estas nociones. Así, es como Saussure cambió el término de Imagen Acústica por
ofrece un seminario completo. Por tanto, si la invocación es una llamada al Otro, ¿el canto
En la Odisea, Ulises cubre de cera los oídos para no escuchar los cantos, a la vez hermosos,
a la vez terribles de las sirenas. Ese canto ¿es una voz, en tanto que puesta en resonancia
para que Ulises pueda vibrar, hacerle significado este llamado y responder ante él? O
¿Dónde vive la imagen sonora del canto, en el escucha o en quien canta? Si la angustia es
la ausencia de palabras ¿es la voz algo que pueda exceder al entendimiento lingüístico?
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Para Lacan, la pulsión de invocar, la pulsión de escuchar y ser escuchado se forma a
partir y en el lenguaje. Pero ¿No es el grito sino un signo más poderoso, una puesta
que el lenguaje y la articulación de quien lo habla, esconde más significados de los que
semánticamente se manifiestan.
del discurso hasta las últimas consecuencias, incluso hasta hacerla aparecer
Quien escucha, está a la escucha del más mínimo rasgo que pudiera revelarle algo
importante de quien habla, buscando no el significado más inmediato, sino lo más cercano
a lo inconsciente. Pero, ¿no podría ser esta búsqueda también en la cualidad sonora? Y si
voz, existen aspectos que remiten a un inconsciente que pasa por alto el lenguaje y crea
significantes sonoros, invocantes, más allá del lenguaje. La poesía sonora [práctica del arte
sonoro donde se busca, no el discurso lingüístico, sino las sonoridades de la voz, puestas
en juego con la articulación del lenguaje] trata de quitarle el peso significante al lenguaje
para que la voz se desnude. Ese desnudamiento ¿A quién llama? Heidegger también
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piensa en un habla más allá del habla, es decir, una forma de hacer significado más allá
de los signos.
El habla, habla. Esto quiere decir también y en primer lugar: el habla habla.
arrancado por ésta, por tanto, de una lejanía en la que lo que es llamado
sigue manteniéndose por la llamada que se dirige hacia él. La llamada llama
En este punto la llamada es una forma de hacer manifiesta la existencia de algo que, de
cualquier manera, estaba ahí, aun cuando este llamado se dé desde una lógica del sonido,
otro, el cual está próximo y es llamado, invocado, es un traer. Los signos lingüísticos, más
allá de su cualidad de signo, tienen la capacidad para poner ante un espacio, el concepto.
En este caso, esa capacidad sería una imagen sonora. Si se pronuncia el nombre de una
La voz parece tener un origen profundo, parecido a la caverna que alberga al oído. Esta
voz es, también, causa del deseo. A partir de las palabras deseamos. A partir de escuchar,
deseamos. Lacan denominó a la voz como objeto a, el origen el deseo. Slavoj Zizek en
93
psíquica del sujeto y de la dimensión de realidad, y que estas, a su vez, se conectan a
través del objeto voz, que procede, no como extensión del cuerpo, sino como una especie
de posesión del cuerpo, que a su vez resulta en una suerte de desconexión entre cuerpo
y voz. “Hay siempre cierto grado de ventriloquia”. Hay una incertidumbre sobre el por qué
se habla lo que se habla. En el seminario 11 Lacan dice que la pulsión invocante es la más
cercana al inconsciente. Es decir que lo que se dice y lo que se escucha, está más ligado
En el libro Una Voz y Nada Más de Mladen Dolar se habla del objeto voz desde una
prólogo del mismo. Parte de esta perspectiva es tratar a la voz como Objeto a, es decir,
conjetura acerca del deseo del otro, trata de influir en él, persuadirlo, despertar
poder imperativo de deseo. Es decir, la voz misma es objeto de deseo, sobre todo cuando
se anula la dimensión visual y queda sólo la voz, lo que Michel Chion, siguiendo a Pierre
94
cuando evoca a C. Chaplin y El Gran Dictador. Chaplin encarna a un dictador alemán, el
cual atormenta a sus gobernados a través de bocinas dispuestas en las calles; en ellas,
suena la voz de Chaplin articulando algo parecido al idioma alemán, sin tener realmente
En otro documental, trae al análisis la película Persona, de Ingmar Bergman, donde habla
al respecto de la fantasía y del goce femenino a través del habla. No voy a argumentar a
favor o en contra de cómo goza una mujer, sin embargo, lo que es interesante es que, al
momento de que se construye una dimensión de deseo y fantasía alrededor del relato de
una mujer sobre una orgía en la playa. Zizek dice que lo realmente genial del director, está
a la oquedad de la boca, que, en relación con el oído, de nuevo es una caverna de donde
del Otro como tal, el ex nihilo propiamente dicho. La voz responde a lo que se
dice, pero no puede responder de eso que se dice. (Lacan citado en Dolar;
2006; p. 186)
La voz necesita el vacío para resonar. La caverna del oído. “El oído parecería estar vaciado
de su sustancia, ahuecado, sin estar en posesión de sí” (Szendy, 2015; p. 8). Y la boca, otra
oído se conectan, tanto por fuera (ser en el mundo), tanto por dentro (conexiones internas
95
+ inconsciente). Para Lacan esta idea de vacío se conecta con la idea de la falta. Ahí donde
esta falta, surge el objeto a, el objeto del deseo. “Quizás por eso el beso es la imagen más
críptica de dos oquedades, que se representan dos faltas, que se comunican y se enlazan
Esta oquedad también representa una vía directa y sin intermediarios: el oído no puede
cerrarse. Entonces, la forma de introducir un esfínter, es partir del silencio. “El silencio
retención excretoria o de la emisión oral” (Lombardi, X, X) del cual habría que añadir la
Las sirenas cantan desde la laringe del oyente, por eso son irresistibles,
¿Dónde está un oído? ¿Dónde está la voz? Son a la vez la misma pregunta. A pesar de
que el psicoanálisis pueda verla como un objeto, me parece la voz es un proceso, como las
imágenes que de las que se hablan en el capítulo anterior. Una imagen sonora ocurriendo
mientras existe, con todas las implicaciones temporales. La voz es la manifestación del ser
96
3.2 Las imágenes de la poesía
Hablar de poesía involucra siglos de tradición, tanto oral como escrita. Las investigaciones
sobre este tema que se realizan dentro de los estudios literarios es innumerable y abarca
distintos periodos de concebir esta práctica. Desde los estudios realizados en la Grecia
Mallo (2009), la fascinación que ejerce ha llevado a buscar maneras diferentes de entender
***
97
En este poema de Ruben Bonifáz Nuño surge la poesía para explicar la poesía. Es una
duda. De alguna forma se establece como una negociación entre el poeta y la poesía. Este
poema pertenece a un género dentro de la lírica poética llamada arte poética o ars poética,
la cual parte del texto Epístola a los Pisones del poeta Horacio, donde se nombran distintos
aspectos técnicos respecto a las formas poéticas que él ejercía. A través de un estilo
a la “reflexión poética del hacer poesía” (Carnero, 1983). Todo esto viene al caso con el
de manera directa la sensación de escribir poesía, pues genera un diálogo directo con una
entidad que parece, le pide que le dé la palabra, como una forma de tranquilizar al sujeto
que parece una presa de dolores y amargura. Esta entidad, la segunda persona a la que
le habla es, claro, la poesía. Pero ¿qué es lo que Bonifaz ubica como ‘la poesía’? Cuándo
escribe y habla ¿de dónde espera que surja una respuesta? El conjunto de versos que
Bonifaz nos presenta se leen más como un ruego que como una alabanza. Él se describe
como frágil ante los caprichos de esta entidad que tiene una voz inesperada. En cada
verso se lee como alternativa al dolor y a la angustia, la palabra. Hay una oposición entre
voz y palabra, como si la voz fuera una masa sonora que el poeta adolece y la palabra la
Diversos autores, de los que mencionaré pocos, principalmente en la poesía, han hablado
de una voz. Hay una especie de dictado. Carlos Bustriazo en una entrevista para una
entrevista argentina dijo: “Recuerdo perfectamente el dictado de Dios: miré al cielo y escuché
su voz, una voz que me emocionaba”. En formas menos metafísicas, se ha atribuido lo que
Candelas Newton (1984) llama trance poético; que es un estado en donde los realizadores
simplemente obedecen una especie de órdenes, es decir, que hacen surgir la voz y dejan
que el cuerpo responda a una serie de imperativos en cuanto a lo que están creando.
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Candelas Newton nos explica el proceso de Lorca, donde se sitúa al poeta en un escenario
santo ya que exige el atractivo falso de los sentidos con el fin de dar voz a su configuración
Incluso Nietzsche, a través de Zaratustra, hace una mención respecto a que los poetas
creen, por el hecho de estar a la escucha, que llegan a saber algo de lo que pasa en
el cielo y en la tierra, y que la Naturaleza “se desliza en su oído para murmurar cosas
secretas y palabras cariñosas” (Nietzche, 1971; p.113) De esta forma, como en el poema
de Bonifaz Nuño, estamos ante un poeta que es sujeto de una fuerza que quiere imprimirse
de algún modo en forma de palabra. Es este impulso que, al final, resulta tener un sonido
tiempo antes de poner sobre el papel alguna oración, alguna palabra. Ya abordábamos
que más que la lingüística, nos interesa aquel sonido del que se compone la palabra
hablada, la voz. Entonces, esta sensación de escuchar, normalmente ocurre antes de que
la oración esté conformada, incluso puede ocurrir antes de que el sonido de esas palabras
tenga algún sentido. En el poema de Bonifaz Nuño, se describe cómo sufre de estímulos
sonoros. Escribo que sufre, porque él mismo dice “te puedo dar como si fuera tarde, una
sola palabra” De alguna forma, está consciente de que el sonido que le ha llegado, esa
En el caso de la poesía, hay una sonoridad que quiere ser llevada hasta la palabra. Jorge
Luis Borges, en una serie de conferencias que dio en 1977, habla sobre el cómo la sonoridad
de las palabras es la que da forma al mismo lenguaje. Habla sobre la luna, y cómo en inglés,
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la palabra moon “tiene algo pausado, algo que obliga la voz a la lentitud que se parece a
la luna, porque es algo casi circular”, habla también de la palabra luna en castellano que
tiene un origen del latín y se pregunta por el primer hombre que miró al cielo y nombró
aquel disco luminoso en luna. Surgen entonces preguntas de orden epistemológico. ¿Cuál
mundo es la misma inquietud por asignarle a los objetos sonoros una palabra. Entonces la
llamarle, y la palabra asignada para darle un sentido lingüístico a esa sonoridad; como una
especie de música expandida. En esa misma conferencia habla sobre el mar y los versos
que se escriben sobre el mar y cómo estos, a través de la palabra, generan la sensación
ondulante de las olas, que, además, en su estructura lingüística, tiene un sentido que
reitera la sonoridad. El poeta busca equilibrar las fuerzas estéticas del sonido con las
fuerzas estéticas de la palabra como signo. Reiteradamente los lectores y poetas pueden
y pocas son las que logran acercarse al sentido original, conservando la musicalidad de
los versos. Podríamos hablar que la poesía es la unión más cercana entre lo que suena y
Sin embargo, Heidegger entiende que la relación entre significado y significante está por
encima de los usuarios del lenguaje, de hecho, entiende que el lenguaje se encuentra de
100
un pueblo. Es preciso, pues, que, inversamente, la esencia del lenguaje sea
Heidegger entiende que existe un lenguaje original. Sin embargo, acusa que la poesía
puede ser ese lenguaje original, que está más allá de símbolos, de lenguas y de hablantes.
Para Heidegger, el ser se manifiesta a través del lenguaje, y si hablamos es porque también
escuchamos. “Poder hablar y poder oír coexisten igualmente desde el origen. Somos un
diálogo y esto quiere decir: nosotros podemos oírnos los unos a los otros. Somos un diálogo.”
(Heidegger, 1944: 18). Entonces podríamos preguntarnos ¿de dónde viene la poesía? Es
decir, si la experiencia poética precede al lenguaje mismo, y no sólo eso, sino que es el
lenguaje original, donde se captura la esencia del ser, puesto que es el mecanismo para la
apertura del sujeto, la poesía se configura desde la sonoridad que dará pie a las palabras.
Es una escucha que precede al acto mismo del lenguaje y, por lo tanto, original.
lenguaje, este tipo de sonidos previos a la experiencia, podrían llegar desde este punto.
El inconsciente está estructurado como un lenguaje, pero no a través del lenguaje. Los
significantes permanecen ocultos esperando adquirir formas que al sujeto le hagan sentido.
asigne significantes que en este caso serán palabras adheridas a la experiencia sonora.
Los poetas se dejan guiar por la simple sonoridad de las palabras, antes de que estas
del significado. Al propósito, Octavio Paz, en un programa que él conducía de nombre “La
Poesía en Nuestro Tiempo”, tuvo de invitado a Jorge Luis Borges y a Salvador Elizondo; en
101
en el tiempo en la poesía. En una intervención, Paz y Borges establecen un acuerdo al
decir “La prosa se escribe y se lee; pero la poesía, incluso cuando se lee, se dice siempre”,
alegando a que la poesía es sonido puro. Si la poesía se dice siempre es porque intenta
mantener, desde mi perspectiva, esta plataforma discursiva. La prosa puede estar más
cercana al mundo lógico y semántico, con sus excepciones, claro, pero la poesía está en
la dimensión de lo sonoro, que Clement Rosset, ubica como una dimensión cercana a lo
Real.
Para Rosset, el ser humano se encuentra negado a vivir cerca de lo real: una dimensión
sin doble, algo que no hace sombra y que no puede existir en imagen. Él, a partir su
melomanía, escribe que el sonido está cerca de lo real por alejarse lo más posible de todas
las demás artes que se pegan a la imagen, o sea, al lenguaje. Pero si el sonido, como dice,
está cerca de lo real, en la poesía, que es todo sonido, lo real se aleja, se complejiza, se
distorsiona. Una oración sea cual sea, es una serie de relaciones complicadas con los
objetos, sujetos, preposiciones, y el sonido continúa, sigue siendo cercano a lo real, pero
también fungiendo como catalizadora de realidad. La poesía juega este doble papel, de
vivir a partir del sentido y de esta dimensión oculta que puede provenir del inconsciente,
puesto que, desde el punto de vista de Rosset, lo real, en este caso el sonido, es algo que
es real: lo real es precisamente lo que, por no tener doble, permanece refractario a toda
empresa de identificación” (Rosset, 2007; p. 27). Si lo que establece Rosset, sobre que el
sonido proviene de esta dimensión fugaz es cierta, entonces podríamos hablar de que la
poesía es un intento de generar imagen en el sonido, a partir del significado. Una imagen
sonora que hace un signo lingüístico para no perderse y ser identificable. Sin embargo,
ubicaría esta labor como una traducción y, por tanto, una posible pérdida de los verdaderos
objetos sonoros de los que es objeto el poeta. ¿cómo entonces podemos acceder a esta
102
imagen sonora que llega antes de que el sonido atraviese por labios del poeta? Quizás, la
intentaban no tener un filtro para escribir lo primero que viniera a la mente, se buscaba
exponer lo que Freud había establecido previamente sobre el inconsciente. Los resultados
fueron fructíferos, pero modestos y no dejan de ser humildes aproximaciones para sus
En otros casos más lejanos, el soneto, ese conjunto de versos nacido en Italia, simplemente
significa ‘el que suena’. En este país, Italia, es común poder ver ejemplos de filia por el
sonido. Es la tierra de la ópera y la cantata. Sin embargo, a pesar de este gusto por el
sonido es el sujeto que está ante este cúmulo de sonoridades, el que decide hasta qué
punto permite que estos sonidos sin aparente sentido tomen forma:
Para hablar de esto, podemos regresar a los versos de Bonifaz: “O dejarte llegar inesperada
/ hasta tu misma voz, adelantar /y hacerte nula ante la sombra dada” El poeta es quien
puede dar forma a esta formación de sonidos bajo los que es presa porque, como lo
revelarlo a través de la palabra, haciendo nulo el dolor dándole una sombra, una imagen.
tipo de sentido que el que tienen las palabras, un sentido adicional, un plus
103
de sentido y esta es la bonificación de la poesía; como si en primer lugar
los ecos de sentido fueran una bonificación por cuidar del sentido, y luego
surgiera otra bonificación por cuidar de los sentidos” (Dolar, 2006; p. 175)
En este punto hallamos esos sonidos como mezclados o con una forma ambigua entre
el sentido y el sonido que tiene la ejecución de ese sentido, es decir, la palabra hablada.
No es raro entonces el susurro en la poesía como forma seseante del inconsciente, como
ejecución misma que detona en el sujeto una serie de ruidos que se significan al momento
de ver proferidas sus letras. De alguna forma lo que hemos propuesto es que la poesía es
el rumor del inconsciente, que sopla sonidos al oído del poeta y éste pone sentido a esa
música. Me atrevo a establecer algo semejante, porque si bien no soy un poeta, sí tengo
una implicación con la poesía, pues la intento escribir. De alguna forma estoy narrando lo
que me ocurre cuando escribo: algo suena antes de escucharlo y cuando lo escucho ya es
palabra en un verso. “Si el inconsciente se puede desplegar es solo porque habla, su voz
puede escucharse, y si habla es por él mismo está estructurado como un lenguaje, como
diría Lacan” (Dólar, 2006; p. 156). El hablar lo que se escribe, hacer que suene entre los
labios, es una forma de hacer propia la voz que llega de algún punto.
104
Elías Nandino, fragmento de Nocturno Difunto, en Poesía en
Junto con Xavier Villaurrutia, su contemporáneo, Nandino, a menudo habla de una voz
algún ventrílocuo. Esa voz habla, incluso a pesar de él y puede tener conversaciones sin
él. En este continuo debate interno existe una voz que se cubre a través de las tinieblas
sobre el oído. Es entonces una especie de nuevo oído interno, la percepción del estado
de trance capaz de escuchar antes de escucharse. Los sujetos escuchan algo antes de
escuchar su voz y cuando se dice algo es porque ya se escuchó el sonido de esa oración,
que era una escucha de pensamiento. Por eso es se propone que en la poesía hay un
tiempo que antecede a la misma escucha. Sale de la dimensión de lo real para Rosset,
del inconsciente a través de lo Real para Lacan, o del trance para Lorca. Cuando Xavier
Villaurrutia dice: “Y mi voz ya no es mía dentro del agua que no moja” es porque hay un
desconocimiento del propio sonido que se emite, que en este momento está dentro de un
hacia sí mismo y en sí mismo sólo hace falta descubrir el oído entre las sombras, entre las
tinieblas. Pero esta voz, es también una falla que se cierne sobre el poeta, una forma de
hacerse objeto. Una voz toma distancia de él y lo utiliza para guardar su forma. El poeta se
sonido donde al poeta le pasa el mundo, la voz y la palabra y él solo siente. Un conducto
105
Quiere, además, oírse.
Gorostiza pasó varios años realizando Muerte sin Fin, el que le ha valido un amplio
reconocimiento. Este trabajo ha sido objeto de una gran cantidad de análisis y menciones
la metáfora en este trabajo, sobre todo la más obvia, la que tiene que ver con una nostalgia
hacia la divinidad, ocupada por el símbolo del vaso que es recurrente en el resto del poema.
Constantemente toda la primera parte del poema habla de un vaso y del agua. “por el rigor
del vaso que la aclara, / el agua toma forma”. El vaso como una oquedad, como posibilidad
(Gorostiza, 1939)
Más que intentar hacer un análisis literario, quisiera establecer que esta figura la relaciona
con un molde o con una opresión que curiosamente la vincula con el sonido de su propia
voz. El vaso es un posibilitador de ese sonido, de esos monólogos. De alguna forma percibe
sin encanto. En este sentido, se percibe una falta constante, una búsqueda que tiende a
querer cumplirse pero que falla siempre en su intento. Al respecto, Lacan, en el seminario
106
sobre la angustia hace un estudio topológico del oído, sobre sus pabellones, el caracol, el
conducto auditivo, para especificar, si suena, es porque hay un vacío. Sobre eso, Mladen
Dólar argumenta que “Si hay un espacio vacío en el cual la voz resuena, entonces es sólo
el vacío del Otro, del Otro como un vacío” (Dólar, 2006; p. 186). También en el seminario XI,
Lacan abre las posibilidades de la pulsión e integra, más allá de las pulsiones del Freud,
la pulsión escópica (la pulsión de mirar y ser mirado) y la Pulsión Invocante (la pulsión de
escuchar y ser escuchado). Sin embargo, nunca alcanza a desarrollar bien esta noción. Para
Lacan, la pulsión “Supone una trabazón corporal o soldadura de las tensiones somáticas
con algo psíquico.” (Colín, 2015: 27). Esta tensión somática encuentra su desenlace en la
Falta de la que hace uso el psicoanálisis. Lacan, de forma breve, establecerá que la voz,
y la propia integración del lenguaje, se da a partir de buscar con la voz al otro, de hacer
un llamado, como hemos revisado a lo largo del trabajo. Implica “invocar, ser invocado,
escuchar, ser escuchado y también hacerse escuchar” (Colín, 2015: 36). Podemos inquirir
Falta. Lo que escuchamos, sobre todo en la escucha interna, es resultado del deseo. Si la
y sólo se manifiesta hasta que se convierte en significado, pero perdura, sin embargo, el
Volviendo al poema de Gorostiza, es este constante sonido que se diluye como dice
en los primeros versos citados, una forma de ejemplificar su naturaleza escurridiza que
permanece como un humo cuando ha pasado, pero que se ha ido cuando se percibe. Y
esta voz, este sonido, no le basta con taladrar los oídos del poeta, sino que quiere, además
oírse, dejarse escuchar a través de sus labios, en la palabra escrita o hablada que es la
107
oído con su propio timbre por el simple hecho de poder confirmarse. La palabra escrita es,
Otro y nos vuelve como la voz” (Dólar, 2006; p. 186) Se necesita el Otro para construirse
el sonido, para que se dé la resonancia, para que se asuma una identidad de los sujetos.
108
3.3 Una política de la Escucha
“La escucha es el primer acto político”
CIG
“¿ESCUCHARON?
(cap. 1) y que este mismo sujeto tiene la capacidad de entrar en resonancia con el otro
de muy diversas formas (cap. 2), entonces podemos pensar en una relación contextual en
que entra en tensión con las sociedades como catalizador y resultado de las relaciones
asociado a la escucha y la voz como posibilitador de políticas y cómo entran en juego las
“La escucha es el primer acto político”. Así empezaba el conversatorio “Miradas, escuchas,
palabras: ¿Prohibido pensar?”, que fue organizado por el Concejo Indígena de Gobierno el
día 22 de abril de 2018. Para los pueblos originarios que viven en el territorio mexicano, la
escucha es el acto principal bajo el cual se ejerce la política y los órdenes de los gobiernos.
El EZLN ha desplegado los puntos bajo los cuales se ‘manda obedeciendo’, y, aunque no
109
lo anuncie de esa forma, el obedecer implica el escuchar. La escucha, ante todo y como lo
hemos visto a lo largo de este texto, tiene implícita la apertura al exterior. Ya sea de forma
del objeto voz, la escucha se entiende como la expansión del cuerpo del escucha, el cual,
a través de los tímpanos, es capaz de percibir un entorno más alejado de donde se ubica, y
no sólo eso, sino que abre la posibilidad de contextualizarse a través de una epistemología
de la escucha. En la voz, con la voz del otro, el sujeto que escucha es capaz de resonar
La voz pasa a ser parte de la constancia de que quien porta esta voz, posee derechos
puede, porque tiene poder. El Tlatoani, que era la figura del gobernante en los pueblos
mesoamericanos de habla en náhuatl, significa “el que habla”, o “el orador”. La palabra, el
Desde un punto de vista, como hemos visto, a la escucha se le puede vincular con la
Al contrario, David Toop, pensaría a la vista como este sentido masculino que sale, que
está en búsqueda, que posee de alguna forma una especie de radar. Sobre lo mismo, me
atrevería a vincular con lo masculino, no a la vista, sino a la voz. Desde los estudios de
género, no es extraño pensar una feminidad que fue disminuida durante siglos y que se le
relegó del ejercicio público hasta someterla tan solo a lo privado, es decir, se le despojó de
110
su voz y de su capacidad política. Las mujeres, durante mucho tiempo, fueron silenciadas
y el hombre ocupó la esfera pública con su voz. Sin embargo, no es para nada extraño,
feminista habla de un “sacar la voz”, lo que equivale a lo que hemos repasado en pasajes
Desde una perspectiva de democracia participativa, donde los miembros de una sociedad
están relacionados completamente con el ejercicio del poder público, podría pensarse que
sostener que los esclavos de cualquier época tenían acceso a foros donde se les permitiera
discutir su situación; bajo el derecho romano, toda propiedad del esclavo la tenía el dominus,
por lo cual, la voz misma estaba reservada únicamente para los ciudadanos romanos. El
poder sólo permitía que ciertas voces fueran escuchadas. En la actualidad, a pesar de
los constantes foros de discusión sobre diversos temas, a pesar de una masificación de
los medios de comunicación como las redes sociales a través del internet, y a pesar de
jactarnos como sociedad de ser más incluyentes y sensibles, existen infinidad de voces que
son silenciadas al no contar con oídos que escuchen. Los miles de millones de personas
que conformamos este planeta tenemos la necesidad de ser escuchados y, pienso, con
razón. Sin embargo, no existe la suficiente atención y disposición para que todas las
digital que permite una comunicación instantánea, la atención se diversifica y las personas
demás medios que nos mantienen entretenidos. Sin embargo, entre los gritos, parece que
las voces se pierden y vuelven las mismas dinámicas de que, quien tiene poder, tiene la
111
grupo de importancia decide hacerse escuchar por cualquier medio, ya sea en la calle con
hay miles o millones de respuestas, dando a entender que ese mensaje fue escuchado.
En cambio, una persona cualquiera decide dar su opinión y se pierde en el mar de letras
y voces del internet y de la vida diaria. ¿Cómo medir entonces el impacto de esa voz?
¿Cómo reconocer la dimensión política de las voces que a diario suenan? ¿En qué sentido
de los sectores más vulnerables de las sociedades. Los más pobres, las minorías,
los indocumentados, los indígenas, las mujeres, los miembros de las comunidades
discriminadas como la LGBTTI, entre otros, son las voces que se pierden, que no perduran,
los medios masivos de comunicación. El silencio acá se percibe como una carga, como
quien ostenta el poder. Habría que recordar al Gran Dictador, en la película de Charles
Chaplin, quien instala megáfonos para hacer escuchar este rugido alemán de palabras que
reproducen un sistema político. En “1984” de George Orwell, los habitantes son obligados a
escuchar los discursos del gran hermano, incluso se instalan cabinas para poder hablar con
él de manera engañosa. Dejando al descubierto lo que J.L. Nancy hablaría sobre la falsa
escucha desde el poder, donde quien tiene el poder simula escuchar para neutralizar el
descontento. Los continuos anuncios comerciales refuerzan las voces y los discursos que
112
música en vivo, las voces del poder resuenan una y otra vez en los oídos de un público
que ha, en apariencia, aprendido a convivir con esto, pero que le impacta de manera
música de fondo, la cual está diseñada para llenar el espacio acústico e, incluso, incitar
las ventas, tal cual como lo vende Muzak, la principal compañía que provee servicios de
músicas de fondo para negocios comerciales. La dimensión del espacio acústico, se ve,
entonces, privatizada por los sectores que ostentan el poder. Esto ha sido documentado
acústica siempre se mantiene un poco más discreta, pero no deja de ser poderosa.
Entonces, por un lado, en la cuestión de política, queda el silencio como una especie de
poder político. Por el otro lado, a la voz y a la enunciación se le otorgó la categoría del
determinación para cumplir con los retos del poder público. La época del presidencialismo
impacto en los discursos, aunque en el significado del mismo no hubiera gran cosa. Es
así que personajes como Cantinflas, hacía mofa de esta situación hablando mucho y con
entusiasmo, pero sin una coherencia entre las palabras. En otros ejemplos más recientes,
113
la película Todo el Poder, presentaba a un candidato que generaba gran emoción con un
discurso potente pero vacío. A su vez, en otras latitudes, durante el siglo XX se documentó
la misma situación. Son conocidos los discursos de Hitler, por incitar y exacerbar al pueblo
alemán por medio de la seducción de la palabra; en Cuba, los discursos de Fidel Castro
reunían multitudes que se quedaban horas escuchándolo. Sin embargo, al menos a partir
voz y el silencio.
Justo como empieza este apartado, “la escucha es el primer acto político”, es como las
político y del poder. Los lineamientos del Mandar Obedeciendo, responden a retomar la
la república, en México, durante este año 2018, hubo una precampaña de parte del mismo
Marichuy. En este contexto, la precandidata recorrió gran parte del territorio nacional,
cultura de los pueblos originarios hacia la escucha. “si no se habla, no escuchamos nada.
2008; 12) En ese sentido hace una recopilación de enseñanzas del pueblo Maya-Tojolabal,
facilitada por la misma lengua en que se habla y se piensa. En la lengua tojolabal, existe
una diferencia de nominar la palabra escuchada y la palabra hablada. Esto supone una
114
diferencia fundamental en cuanto a formas de concebir la comunicación; no es lo mismo
responde a hacer una política que entienda y acepte las diferencias y las asuma como parte
de entonces generar una dirección. Esta actitud hacia la escucha, que vendría siendo la
del EZLN donde hace una reivindicación de los grupos minoritarios de cada sociedad y
esta posibilidad de que exista algo más de lo que internamente resuena, y eso, ya es
supone el fin de los grandes discursos, de las grandes narrativas, hablar de la escucha, en
primer lugar, por ser un sentido relegado de lo visual, es un acto de tomar en consideración
al pequeño, y si los grandes discursos de la escucha, en este caso la música, los dejamos
alrededor del oído, como en su momento la pintura homogenizó los discursos estéticos de
la mirada, en este caso, hablar de la escucha sin pensar tanto en la música, no porque no
sea importante, sino porque además de ella, hay una posibilidad enorme de investigación.
Lo que el poder consideraría pequeños discursos, son entonces materia digna de ser
115
escuchada. Estas voces, las voces más acalladas, son las que ahora florecen por todos
lados y traen en su discurso epistemes olvidadas por la colonialidad cultural que son
valiosas para ser tomadas en consideración. Desde la misma forma en que se articula
reflexión, pero justo, falta saber escuchar. Escuchar los ruidos, escuchar los pequeños
“¿ESCUCHARON?
EZLN
Pero el silencio no necesariamente involucra una actitud pasiva y de recepción. Los mismos
silencio que enuncia, un silencio que habla más que la voz y las palabras. En ese sentido,
me parece de suma importancia cerrar este capítulo y este trabajo con la enunciación de lo
que no suena, con la voz del silencio y cómo hace un estruendo. Me refiero puntualmente al
21 de diciembre de 2012, donde más de cuarenta mil zapatistas, con la cara cubierta y en
absoluto silencio tomaron las principales ciudades del Estado de Chiapas. Ese día, todos
los presentes, que sobre la cara tenían un pasamontañas, desfilaron por los templetes,
donde normalmente va el jefe, el representante, el que habla. Ese día nadie habló y a la
vez, todos hablaron con su silencio, con su puño en el aire. El mensaje era irreductible,
severo y contundente. A veces los silencios exploran y dicen más que sus palabras. En
los continuos desplegados del EZLN se leen consignas como “un zapatista habla más
116
callando” “si calla y te mira es un zapatista”. Cuando en los mismos desplegados se hace
referencia a “los más pequeños” se habla de estos grupos indígenas a los cuales siempre
se les negó el derecho a expresarse, al principio con la fuerza del látigo y la espada,
hablan no es un idioma digno de ser escuchado. Ahora, ellos regresan ese silencio en
forma de mirada, de presencia que calla y que, con eso, está diciendo todo.
Podrá parecer distante, pero desde las teorías sobre el silencio de John Cage, la “Estética
del Silencio” de Susan Sontag, la aseveración de “el silencio no existe” de Andrés Newman,
el repaso invaluable que hace Toop sobre el discurso del silencio a través de la historia del
arte occidental, encontramos que el silencio siempre marca algo, siempre parece, con su
estruendo, querer decirnos algo. Esto, los zapatistas lo utilizan al máximo para reforzar lo
Sin embargo, me atrevo a pensar, en México, tenemos una gran tradición de las estéticas
de la voz. Si Mladen Dólar, tuvo a bien en pensar que los italianos tienen una predilección
por la voz, creo que en realidad se refería a que tienen una predilección por la voz cantada.
Sin embargo, en el caso particular del centro de México, tenemos una gran predilección
por la voz, a veces ininteligible y pasada a través de algún procesamiento de audio como
un megáfono o bocina.
Antes de la intervención de las corrientes eléctricas en los flujos de audio, se tiene presente
la figura del “sereno” un sujeto que pasaba por las noches anunciando que no había
novedad en la comunidad con su voz. Después, los voceadores de periódicos, que no son
particulares de esta región llenaban el espacio acústico de las ciudades mexicanas. Poco
117
propias de nuestro contexto. Me gustaría centrarme particularmente en los sonideros, en
Es bastante lo que se puede decir y escribir sobre los sonideros. Estas fiestas llenas de luz
y sonido que ambientan desde hace más de cincuenta años los barrios de las ciudades y
con saludos, con chistes, con explicaciones y con un sin fin de efectos vocales que le dan
objetivo de este trabajo ahondar sobre los muy variados estudios a los que puede dar
lugar el sonidero, pero sólo bastará poner bajo relieve esta predilección que tiene el pueblo
mexicano por escuchar continuamente la voz humana incluso mientras se está bailando.
Esta voz, normalmente es muy distinta de la que tienen los programadores en su vida
cotidiana y eso es parte de la estética sonora que recorre el sonidero. Incluso se realizan
cortinillas sonoras que tienen una deformación sonora para generar un efecto de sorpresa
en los bailantes y los espectadores. Sus orígenes, los historiadores de este género los
ubican en las primeras fiestas organizadas con sonido en los barrios de la ciudad de
México. Pero también hay quien la rastrea desde la radio, y ubican al sonidero como una
especie de radio ambulante donde se puede escuchar el saludo que uno mismo mandó a
con las narraciones que se dan en las charreadas, donde un animador está continuamente
describiendo lo mismo que se puede observar, así también pasa en los eventos de la
lucha libre. En otro ejemplo donde la textura de la voz recorre el mismo camino, tenemos
a los vendedores de colchas en las ferias patronales de las comunidades, donde siempre
hay una persona tratando de hablar lo más rápido posible, como una especie de gancho
para la clientela. Este gancho sonoro no es sobre el contenido del mensaje, sino sobre la
textura sonora. Así, tenemos a los vendedores de tamales ambulantes, a los marchantes
118
en los mercados, entre otros fenómenos que ocupan a la voz como un catalizador de
la comunidad. El mismo cine mexicano, muchas veces es conocido por tener una carga
importante de diálogos. El por qué de estas predilecciones no lo tengo muy claro, y sobre
lo mismo, concluyo que los estudios sobre el sonido, las escuchas y la voz, son un terreno
vasto y rico para seguir explorando y conociéndonos como humanos y como nación.
119
ACCIÓN SONORA
PREPOTENTE EXISTENCIA MORAL
120
Prepotente Existencia Moral
Ilustración 4 Perifonéo
121
El Sonido de un Estado que Calla
Prepotente Existencia Moral se trató de una intervención sonora para el espacio público
sistema de perifoneo, incluimos grabaciones del Himno del Estado de México que había
grabación oficial hasta que las voces femeninas y masculinas tomaran un carácter mucho
de Monterrey, donde a las grabaciones “se les rebaja” para dar un efecto característico. Al
material sonoro se le hicieron alteraciones para que ritmo no fuera continuó o cíclico, sino
indeterminado, a todo eso se le añadió una base rítmica característica de cualquier cumbia,
cha, chá —cha-cha. Además, se incorporaron signos sonoros casi irreconocibles de ritmos
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Una vez en el primer cuadro de la ciudad
desaparecida desde el día…” Es así que la gente que estaba participando en la escucha
de este acto en movimiento, cayó en cuenta que a las personas a las que mandábamos
saludos eran personas desaparecidas en nuestra entidad mexiquense. “Si la ven díganle
que queremos que baile con nosotros”. También, sobre la marcha, mandábamos saludos
municipal y del gobierno estatal, justo por el que pasábamos enfrente. Mandamos saludos
a la policía que se encontraba resguardando estos palacios y los felicitábamos por la labor
122
que desempeñaban al proteger a sus ciudadanos. En total pasamos frente a la Catedral,
frente al Palacio de Gobierno del Estado de México y frente al Ayuntamiento Municipal tres
veces, con ritmo de cumbia, con el himno del Estado de México alterado, remarcando la
primera estrofa del mismo “El Estado de México es una/ prepotente existencia moral”, y
¿Dónde están?
Según el “Informe Alternativo Sobre la Desaparición de Mujeres en el Estado de México”
realizado por la organización I(DH)EAS28. El Estado de México es la Entidad del país que
a nivel nacional es el 25% del total de las personas desaparecidas, en el Edomex ese
123
logró que se instalara una alerta de Género en la entidad en el año 2015 en 11 municipios.
De estos municipios, Toluca ocupa el primer lugar de la lista con 124 casos reportados,
El silencio y la desesperación
El hecho de que en el Estado de México el caso de desapariciones de mujeres, niñas y
adolescentes sea casi del doble que en otros estados de la república presumiría una alerta
de parte de los gobiernos y de la población, sin embargo, estas tragedias parecen vivirse
aisladamente. Aparte de estas cifras, la situación a nivel local se vive como una lucha que
cada familia debe realizar por recuperar a sus seres queridos. Es común encontrarnos
en las redes sociales con formatos de la Alerta Amber, o Alerta Odisea, sobre personas
desaparecidas y los usuarios comparten por miles estas informaciones con la esperanza
edad con mayor porcentaje en el cual se concentran estos casos está en adolescentes
entre 15 y 17 años, con el 31%, por lo cual estamos hablando de menores de edad quienes
pueden ser víctimas de diversos delitos, como trata de personas, prostitución, esclavitud
30
Ver declaratoria oficial https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/63107/DECLARATORIA_ESTADO_DE_MEXICO.pdf
31
Llaman la atención algunos grupos de la red social Facebook dedicados específicamente a difundir información sobre
personas desaparecidas. https://www.facebook.com/PERSONASDESAPARECIDASM/
124
Más allá de las cifras, es inevitable pensar en las historias de cada una de estas mujeres
que desaparecen sin que se sepa sobre ellas. Para quienes radicamos en esta ciudad
es común tener conocidos en común con las desaparecidas, que sean primas, vecinas,
novias de alguien con quien nos relacionamos. Para muchas personas son hijas, madres o
sobrinas a las que no se les volvió a ver. La situación se torna desesperante para quien solo
llegan a ningún lado, peticiones de ‘moches’ para que avance la averiguación son el común
El Sonido Institucional
Escuchar entonces que el Estado de México es una prepotente existencia moral, como
los medios bajo los cuales se legitima y transmite ideología el sector oficialista en nuestro
contexto. Para quien creció en alguna escuela oficial o particular del Estado de México no
le será difícil entonar cada una de las estrofas de este himno, además de remitirnos a esos
lunes a las nueve de la mañana en los que se saludaba a la bandera con una exaltación
patriótica. Escuchar las fanfarrias iniciales remite a las clases de civismo donde se hablaba
del buen ciudadano y de nuestra historia llena de valientes que derramaron su sangre en
violentas luchas para que pudiéramos vivir en armonía. Difícilmente este tipo de formación
permitía ejercer una mirada crítica sobre los temas que ahí se tocaban, entonces, todo este
poco en la vida adolescente o adulta. Pensar en el Estado de México como una prepotente
credulidad e inocencia de niños, sino que, esperamos, pueda servir como un detonante
125
donde se cuestione el papel de las instituciones en contraste con los hechos que muchos
Creemos que el orden social también se haya en la dimensión acústica. Una sirena, un
silbato o una alarma pueden detonar y hacer presente la alienación sonora a la que estamos
expuestos. Desde niños se nos enseña a comportarnos de cierta forma ante ciertos signos
sonoros; un llanto espera ser atendido, así como la alarma pretende ponernos en estado
manipulación del audio de este himno lo intentamos como una exageración de este efecto,
institucional con una realidad donde el Estado está pero no satisface sus obligaciones.
126
Ilustración 8 Personas Ignorando la Acción Sonora
sonoros que pudieran brindar una extraña familiaridad a la acción. Así es que tenemos
algunos episodios de reggetón, bastante cumbia y el papel de la voz que pasa a través de
bocinas de ciertas características que modulan el sonido de cierta forma. Los conos de
los altavoces producen un efecto implícito que se reconoce como un filtro de los límites de
bandas de las frecuencias; es decir, corta las frecuencias más graves y las más agudas,
este efecto nos interesaba por estar muy en contacto con el paisaje sonoro urbano de las
perifoneos, en las luchas, en la venta de colchas, en los megáfonos, etc. Esta sonoridad la
pensamos como una estética propia de la vida cotidiana, como postales sonoras insertas
en el imaginario común.
127
El comenzar la actividad con ritmos de cumbia y dinámicas similares a las del sonidero
parecían ser curiosas para los escuchas, quienes evitaban mirarnos, pero notábamos
que estaban escuchando, pero al momento de darse cuenta de que a quien voceábamos
eran personas desaparecidas de nuestro entorno, las cosas tomaron un tono mucho más
incómodo para todos. En los altos vehiculares, los 30 o 50 segundos de invasión sónica
provocaba que los automovilistas cerraran sus cristales, los peatones volteaban a otro lado
o se alejaban de las fuentes de sonido. Los policías miraban con desconcierto sin saber
qué hacer. En un principio pensamos que podíamos ser detenidos por violentar el espacio
acústico del primer cuadro de la ciudad, pero no tuvimos ningún tipo de contacto con los
Si bien es cierto que la acción es de cierta forma violenta, también pensamos que,
atendiendo a la naturaleza mismo de los actos que se denuncian, tenía que tener en sí
misma algún tipo de irrupción sonora que llamara a la incomodidad. Nos aprovechamos
conscientemente del hecho de que el espacio acústico no está normado y mucho menos
128
es una práctica común que los establecimientos comerciales o cualquier otro interesado
de todos.
Y los discursos…
Por último, el video donde damos crédito de toda esta acción, incluye un colofón donde, el
mismo día, como parte de las acciones del Laboratorio de Experimentación Aeropuerto,
ciudad de Toluca; esta pieza tiene por nombre Noise Pollution del artista Rodrigo González.
de México, donde por cierto, el autor no fue requerido en la ceremonia. Pueden parecer
dos actos aislados y diferentes, pero nos interesa generar tensiones entre el límite de la
de la sonoridad como agente social. Nuestra intención es poder abarcar como creadores
una realidad cotidiana invisibilizada e insonorizada como las desapariciones, a la vez que
generamos una narrativa local en contraposición con una narrativa centralizada en CDMX.
una repercusión con autoridades y otros creadores, aunque los contenidos sean distantes
y las temáticas de urgencia quedan consumidas por el tiempo, el espacio y lo efímero del
sonido. Justo como el olvido al que se resisten las mujeres desaparecidas en el Estado de
México.
129
Ilustración 10 Inauguración en el Museo Leopoldo Flores
Aeropuerto
Aeropuerto es un colectivo que funciona como Laboratorio de
Video: https://youtu.be/JYatJxpi3sk
http://aeropuertolaboratorio.xyz/
https://www.facebook.com/aeropuertolaboratorio/
experimentació[email protected]
130
Conclusiones
Este trabajo es el resultado de diversos cuestionamientos, desde diferentes ángulos, al
pensar que los resultados están más que encarnados y resulta en un ejercicio interesante
tener que enumerar algunas de las conclusiones a las que se pudo acceder.
Incluso, puedo decir que, en este punto, el nivel de mi animadversión decreció bastante;
ya que, seguramente, esta euforia y a la vez odio, nace desde el inconsciente, pero eso
es otra historia. Para este trabajo la búsqueda por la escucha se convirtió también en
los que hablo a lo largo del texto, también se convirtió en la escucha de los pequeños
sonidos internos que trataban de que tomara postura sobre ciertos elementos cotidianos
de los que ensordecía. Es fácil, pienso, que el espíritu creador se abandone y uno deje
que la rutina, las deudas, trabajo o actividades diversas ocupen la totalidad de la energía
y basta una escucha atenta desde el interior, colocar el oído de cierta forma para que esta
vocación resurja y se encuentre de nueva cuenta lo que siempre se quiso decir. Muchas
veces lo más difícil resulta en articular la voz y el discurso para pronunciarse de manera
este trabajo también puedo percatarme con claridad de las constantes pugnas políticas
alrededor del sonido colectivo, del paisaje sonoro social. A los estudiantes les pregunto
¿Cómo creen que sea un paisaje sonoro en alguna capital de México en el siglo XX? ¿Se
131
escucharán mujeres, voces indígenas? La construcción de la voz y del espacio sonoro es
con poner atención y ser sensibles a través del órgano auditivo; pero no sólo a través de
este. Al menos en toda la primera parte del texto fue para mí necesario poner en duda a
la escucha hasta desdibujarla y separarla del oído, pensar a la escucha como un acto
casi ontológico que es capaz de conectarnos con una dimensión que, a través de Peter
Szendy y de David Toop, pensaría como una especie de mundo oscuro donde se recibe
información que nos podría parecer siniestra en el sentido de muchas veces no tener claro
el origen de esta y de tener una incertidumbre total sobre si se escucha dentro, afuera, si
se escuchó o no. El acto continuo de la escucha nos habla de la permanencia, el sentir del
tiempo y el espacio, que resultan ser lo mismo. Sobre esto convendría pensar a lo sonoro
como pensaría Clement Rosset a lo Real, este mundo que no hace sombra y del cual se
vendría a pensar que la música es esta expresión más allá del sentido que se asemeja lo
más posible a esta dimensión oculta y oscura de la que Toop y Szendy nos hablan. Esto,
lo Real, también lo pensaría en cuestión de lo sonoro a través de Lacan, para quien esta
que alcanzo a asociar con este estado más allá del lenguaje, que escapa a él y del cual,
por cuestión del giro lingüístico interiorizado en nuestra experiencia no podemos acceder,
Digo todo esto porque desde un principio relacioné la escucha con una serie de sensaciones
que me hacían tener experiencias más intensas que con cualquier otro sentido, quizás
132
a través de la formación musical, no sé; pero puedo confirmar el hecho de que estas
a través de, por ejemplo, los ojos. Es decir, es común vincular el espacio que se habita a
si existe una desconexión entre el acto de ver y de escuchar, ocurre un corto circuito que
genera reacciones importantes. Me atrevo a pensar que los pensadores y teóricos que
nombro parten también del mundo de las sensaciones y establecen un esquema teórico
para conducir y seleccionar estar percepciones ¿de qué otra forma Rosset podría hablar
de un mundo de lo Real, o Lacan Sino a través de estas postulaciones abstractas que rigen
el sentido de lo que dicen?. Sigo pensando en un desarrollo aural que puede favorecer la
comprensión del mundo que habitamos. Gran parte de los aportes al conocimiento humano
pinturas, pero normalmente existen ciertas reservas para los registros auditivos, tan solo
por mencionar los fonogramas y no, por ejemplo, los paisajes sonoros de ciertos momentos
y lugares que han desaparecido por completo. Pero aún en este momento, ¿cómo escapar
Por ese camino es que también encuentro a la escucha como una puerta siempre abierta
y, por tanto, como una vulnerabilidad constante ante el medio en el que se encuentra. Creo,
sin embargo, que no todo es vulnerabilidad sino estabilidad, al final, a través de la escucha
es que podemos tener más o menos consciencia espacial y temporal, sin embargo, planteo
esta palabra en el título del trabajo porque, por principio, pienso yo en la vulnerabilidad
del ser ante el cambio a través de los oídos, a pesar de ofrecer estabilidad, también trae
consigo inestabilidad y tiempo y espacio, lo que es lo mismo, hace que el ser pueda ser y,
133
también a través de este sentido, poder construir el mundo.
La no certeza sobre la escucha, entre un afuera y un adentro, entre un oído interno y uno
en cada una de las personas que integran las sociedades, así como plantea Mitchell la
duda desde los estudios visuales al respecto de la cultura visual, (“La cultura visual es la
ver las cosas o de filtros para escuchar el mundo con cada experiencia y carga cultural que
han ayudado a comprender el universo sonoro como un conjunto de relaciones entre las
que se encuentra un intervalo sonoro del yo, o la construcción acústica de una egofonía
que es propia y única; pero también abrirme paso a un entendimiento y a una forma de
relacionarme con el medio, con el mundo y con las personas a través no sólo del lenguaje,
como marca el giro lingüístico, sino a través también de la resonancia, palabra que incluyo
en el título de este trabajo y concepto que sería el aparato central del mismo.
A través de pensar en esta vulnerabilidad o esta conexión con una dimensión más allá de
la compresión semántica, este mundo de lo Real, que está más allá del lenguaje (Lacan)
o que no produce sombra (Rosset), a través de concebir el espectro sonoro como una
escuchado, es que también se abren los oídos para pensar en vibración más que en palabras,
134
que se puede alcanzar cuando se abren los oídos resulta en la consciencia de saber que
todo cuerpo es susceptible de vibrar ante ciertas frecuencias. Esta noción de resonancia
la cual es posible entender algunas particularidades, tales como los seres resonamos y
más allá de los lenguajes o de las ideas que puedan limitar nuestras experiencias. El
timbre se convierte en un mecanismo bajo el cual el sentido parece perder cierta fuerza
quien vibra con él. En este sentido es que la resonancia puede ser mutable, transferible,
Sobre la resonancia es como vuelvo a pensar en la voz como este dispositivo bajo el
cual los seres marcan sus vibraciones y buscan vibrar consigo, vibrar en colectivo. La
voz, entonces parece tener una implicación mucho más grande de lo que parece puesto
que incluso la voz interna es profundamente política, pero también está limitada a lo
forma, que sale de quien lo pronuncia, pero se queda en algún lugar entre quien habla y
Por último, me gustaría agregar el papel de la voz como esta toma de posición en un
grupo o sector determinado y, por supuesto, como un factor de desarrollo y cohesión social
135
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Ilustraciones
Ilustración 1 Sesión Aeropuerto Vol. 1.......................................................................5
Ilustración 2 Sesión Aeropuerto Vol. 2.......................................................................5
Ilustración 3 Sesión Aeropuerto Vol. 2 (segundo día)................................................5
Ilustración 4 Perifonéo........................................................................................... 121
Ilustración 5 Mapa Recorrido Sonoro.................................................................... 123
Ilustración 6 Captura de Pantalla de difusión de mujeres desaparecidas............. 124
Ilustración 7 Perifonéo en el Centro Histórico de la Ciudad de Toluca.................. 126
Ilustración 8 Personas Ignorando la Acción Sonora.............................................. 127
Ilustración 9 Perifonéo en el centro de la Ciudad de Toluca.................................. 128
Ilustración 10 Inauguración en el Museo Leopoldo Flores.................................... 130
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