Actos y Sociedades Mercantiles: Dafne Sánchez Sandoval
Actos y Sociedades Mercantiles: Dafne Sánchez Sandoval
Actos y Sociedades Mercantiles: Dafne Sánchez Sandoval
20/02/2021
S4. Actividad 1.
Décima Época
Materias(s): Civil
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 79, Octubre de 2020, Tomo III,
página 1823
Tipo: Aislada
INMUTABILIDAD DE LAS SENTENCIAS FIRMES. LOS ÚNICOS CASOS DE EXCEPCIÓN A TAL EFECTO DE
LA COSA JUZGADA, SUSTENTADOS EN EL CAMBIO DE LAS CIRCUNSTANCIAS IMPERANTES AL
EJERCERSE LA ACCIÓN ATINENTE, SON LOS RELATIVOS A LAS RESOLUCIONES DICTADAS EN
NEGOCIOS DE ALIMENTOS, EJERCICIO Y SUSPENSIÓN DE LA PATRIA POTESTAD, INTERDICCIÓN Y
JURISDICCIÓN VOLUNTARIA (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 94, SEGUNDO PÁRRAFO, DEL
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL, APLICABLE PARA LA CIUDAD
DE MÉXICO).
Amparo en revisión 1/2020. Georgina Pozos Jiménez. 30 de enero de 2020. Unanimidad de votos.
Ponente: Rómulo Amadeo Figueroa Salmorán. Secretario: Mario Yescas Benítez.
Esta tesis se publicó el viernes 30 de octubre de 2020 a las 10:40 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
S4. Actividad 2.
Jurisprudencia.
Décima Época
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 81, Diciembre de 2020, Tomo I,
página 351
Tipo: Aislada
Hechos: Una mujer reclamó una pensión de alimentos, la que le fue negada bajo el argumento de
que no acreditó la relación de concubinato que diera origen al reclamo de alimentos, ya que el
demandado no se encontraba libre de matrimonio.
Criterio jurídico: La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia resolvió que la porción normativa
"ambos libres de matrimonio y sin impedimento para contraerlo" del artículo 65 del Código
Familiar de Morelos, es inconstitucional porque condiciona la existencia de concubinato con base
en una distinción del estado civil de las personas que voluntariamente desean establecer la unión
de hecho, lo que no encuentra una finalidad constitucionalmente imperiosa, sino por el contrario
afecta el principio de igualdad al establecer privilegios de protección familiar sólo a las familias
conformadas por la unión matrimonial, aunado a que el requisito reitera un estereotipo de género
relacionado con el prejuicio del hogar extramarital.
Justificación: El requisito que establece el artículo 65 del Código Familiar del Estado de Morelos,
consistente en que será considerado como concubinato a la unión de hecho de un hombre y una
mujer, ambos libres de matrimonio y sin impedimento para contraerlo, es inconstitucional porque
transgrede el principio de igualdad y no discriminación, además impide el reclamo de alimentos en
la vía judicial y sólo privilegia la protección a la familia que fue constituida del matrimonio y no del
concubinato. Entonces, ante la realidad de que el matrimonio y concubinato pueden coexistir y
derivado del mandato del artículo 4o. constitucional que exige el deber del Estado de proteger a
todas las familias, no obstante su conformación, el requisito que exige la legislación civil de
Morelos discrimina con base en categoría sospechosa (estado civil) lo que no supera un examen de
escrutinio constitucional.
Amparo directo en revisión 3727/2018. 2 de septiembre de 2020. Mayoría de tres votos de los
Ministros Norma Lucía Piña Hernández, quien está con el sentido, pero con salvedad en las
consideraciones, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Juan Luis González Alcántara Carrancá, quien está
con el sentido, pero por consideraciones adicionales. Disidentes: Ana Margarita Ríos Farjat, quien
reservó su derecho para formular voto particular y Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien reservó su
derecho para formular voto particular. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretaria: Cecilia
Armengol Alonso.
Nota: El artículo 65, párrafo primero, del Código Familiar para el Estado Libre y Soberano de
Morelos, a que se refiere esta tesis, fue reformado por decreto publicado en el Periódico Oficial de
la entidad el 4 de julio de 2016.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de diciembre de 2020 a las 10:23 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
Actividad integradora.
El padre de mi hijo Bernardo (19 años) de nombre Pablo, ha abandonado el domicilio conyugal
(por una muchacha que es 20 años menor que yo), nos encontramos casados por bienes
mancomunados, me dedico ponderadamente al hogar, el trabaja como gerente en una empresa
con un buen sueldo, no obstante se ha abstenido de darnos algún dinero desde inicios de 2020, uy
derivado de ello y las constantes peleas , mi hijo tuvo que abandonar sus estudios universitarios
para ayudarme a trabajar en un pequeño negocio de alimentos que tenemos fuera de casa, pero
pretende retomarlos este año .
Si es procedente, en el artículo 303 del Código Civil Federal, será hasta que el hijo sea
completamente independiente y con una cedula profesional para ser capaz de mantenerse
económicamente.
Mamá: La señora Rosa, quien no tiene trabajo y solo se dedica al hogar, dispone el Código Civil
para el Distrito Federal, Artículo 311: Los menores, las personas con discapacidad, los sujetos a
estado de interdicción y los cónyuges que se dediquen al hogar, gozan de la presunción de
necesitar alimentos.
En el caso del hijos Bernardo, al ya ser mayor de edad podrá demandar el pago retroactivo de los
alimentos que merecía, y en su caso, si decide continuar sus estudios hasta el termino de estos.
Dispone artículo 315 CCDF. Tienen acción para pedir el aseguramiento de los alimentos:
I. El acreedor alimentario;
II. El que ejerza la patria potestad o el que tenga la guarda y custodia del menor,
III. El tutor;
IV. Los hermanos, y además parientes colaterales dentro del cuarto grado;
V. La persona que tenga bajo su cuidado al acreedor alimentario; y
VI. El Ministerio Público.
Hasta que deje de tener ingresos su esposo Pablo y/o por la muerte de alguno de los esposos.
Dispone CCDF. Artículo 320. Se suspende o cesa, según el caso, la obligación de dar alimentos, por
cualquiera de las siguientes causas:
5.- ¿Tengo que divorciarme para pedir la pensión alimenticia? Pues no me quiero divorciar de él.
CCDF. Artículo 323. En caso de separación o de abandono de los cónyuges, el que no haya dado
lugar a ese hecho podrá solicitar al juez de lo familiar que obligue al otro a seguir contribuyendo
con los gastos del hogar durante la separación, en la proporción en que lo venia haciendo hasta
antes de esta; así como también, satisfaga los adeudos contraídos en los términos del artículo 322.
Artículo 288 CCDF. En casos de divorcio es necesario, el juez tomando en cuenta las circunstancias
del caso y entre ellas la capacidad para trabajar de los cónyuges y su situación económica,
sentenciará al culpable al pago de alimentos en favor del inocente.
Por ende, tendría que estar divorciada para que pueda solicitar la pensión alimenticia la esposa,
por el tiempo que estuvieron casados. Pero usted no debe de casarse o estar en concubinato
porque perdería la pensión.
Jurisprudencia.
Décima Época
Tipo: Aislada
CONCUBINATO. EL ARTÍCULO 291 QUINTUS, PÁRRAFO SEGUNDO, DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL
DISTRITO FEDERAL, APLICABLE PARA LA CIUDAD DE MÉXICO, AL ESTABLECER UN TRATO
DIFERENCIADO (TEMPORALIDAD MENOR) ENTRE LOS EX CONCUBINOS Y LOS EX CÓNYUGES
RESPECTO DEL PERIODO PARA QUE PUEDAN EXIGIR UNA PENSIÓN ALIMENTICIA UNA VEZ
TERMINADA LA RELACIÓN, VIOLA EL DERECHO FUNDAMENTAL A LA IGUALDAD Y NO
DISCRIMINACIÓN MOTIVADA POR EL ESTADO CIVIL.
La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis aislada 1a. CXXXVIII/2014
(10a.), con registro digital: 2006167, de título y subtítulo: "CÓNYUGES Y CONCUBINOS. AL SER
PARTE DE UN GRUPO FAMILIAR ESENCIALMENTE IGUAL, CUALQUIER DISTINCIÓN JURÍDICA ENTRE
ELLOS DEBE SER OBJETIVA, RAZONABLE Y ESTAR DEBIDAMENTE JUSTIFICADA.", estableció que
tanto los cónyuges como los concubinos son parte de un grupo familiar esencialmente igual, en el
que sus integrantes se proporcionan cariño, ayuda, lealtad y solidaridad, por lo que cualquier
distinción jurídica entre ellos, debe ser objetiva, razonable y estar debidamente justificada pues,
de lo contrario, se violaría el derecho fundamental de igualdad, previsto en el artículo 1o.
constitucional. En ese contexto, es indiscutible que el matrimonio y el concubinato constituyen
instituciones que tienen como finalidad proteger a la familia. Si bien es cierto que cada institución
tiene su normativa específica, también lo es que comparten fines: vida en común y, procuración
de respeto y ayuda mutua entre los miembros del grupo familiar. Por tanto, como grupo familiar
esencialmente igual, la ley reconoce que el concubinato también implica dinámicas y repartición
de tareas que pueden resultar en que un concubino genere dependencia económica respecto del
otro. De ahí que el concubinato y el matrimonio sí constituyan instituciones notablemente
similares –no idénticas–, de las que pueden trazarse comparativas y juicios de relevancia sobre
determinadas cuestiones. Así, sus integrantes se proporcionan cariño, ayuda, lealtad y solidaridad.
Esta construcción argumentativa no equivale a sostener que exista un derecho humano a que el
matrimonio y el concubinato estén regulados de manera idéntica, pues son instituciones jurídicas
que tienen sus particularidades y no pueden equipararse en condiciones ni efectos; sin embargo,
el derecho a la igualdad implica que no pueden permitirse diferencias de trato entre personas que
se hallen en situaciones análogas o notablemente similares sin que haya un ejercicio de
motivación y justificación. Así, una situación análoga en ambas instituciones se genera para el
miembro de la unión familiar que ha desarrollado una dependencia económica durante la
convivencia y que una vez que termina el vínculo tiene dificultades para allegarse de alimentos. En
este sentido, independientemente de si una persona estuvo casada o mantuvo una relación de
concubinato, el legislador ha previsto que debe subsistir la obligación alimentaria en razón de su
derecho a la vida y la sustentabilidad. En efecto, conforme a lo previsto en el artículo 288 del
Código Civil para el Distrito Federal, aplicable para la Ciudad de México, la subsistencia de la
obligación alimentaria encuentra su racionalidad en el deber de protección del cónyuge que
durante el matrimonio se haya dedicado preponderantemente a las labores del hogar, al cuidado
de los hijos, esté imposibilitado para trabajar o carezca de bienes, es decir, el legislador establece
esta medida a fin de aliviar la dificultad de allegarse alimentos de uno de los cónyuges que durante
el matrimonio generó una dependencia económica hacia el otro, producto de la dinámica interna
del grupo familiar. Similar tratamiento recibe la concubina o el concubinario una vez terminada la
convivencia, de conformidad con el artículo 291 Quintus del citado código, del que se advierte que
el legislador buscó establecer también una medida de protección para la concubina o el
concubinario que hubiera generado una dependencia económica durante el concubinato,
obligando al otro a continuar proporcionándole alimentos. Es así como estableció que al cesar la
convivencia, tanto la concubina como el concubinario que careciera de ingresos o bienes
suficientes para su sostenimiento, tiene derecho a una pensión alimenticia por un tiempo igual al
que haya durado el concubinato. Asimismo, impone al ejercicio de dicho derecho condiciones
como no haber demostrado ingratitud, vivir en concubinato o contraer matrimonio. En este
sentido, se advierte una correlación legislativa entre las figuras del matrimonio y del concubinato
como una respuesta del legislador a una preocupación común de protección. Sin embargo, el
artículo 291 Quintus, párrafo segundo, referido, establece que el concubinario sólo tendrá tal
derecho durante el año siguiente a la cesación del concubinato. Ello contrasta directamente con lo
establecido en la legislación citada respecto a los ex cónyuges quienes, en ese aspecto, de
conformidad con el artículo 288 invocado, conservan el derecho respecto a los alimentos hasta en
tanto haya transcurrido un término igual a la duración del matrimonio sin que expresamente se
prevea un plazo de prescripción de la acción para solicitarlos. De lo anterior se advierte que el
legislador estableció un tratamiento diferenciado en lo relativo al periodo durante el cual puede
exigir una pensión alimenticia un ex concubinario y un ex cónyuge. Esta diferenciación no tiene
una finalidad objetiva y constitucionalmente válida que permita al legislador establecer un trato
desigual entre cónyuge y concubino en lo relativo a la temporalidad para pedir alimentos una vez
terminada la relación jurídica con su respectiva pareja. Lo anterior, porque se trata de grupos
familiares esencialmente iguales en los que la medida legislativa regula el mismo bien jurídico –el
derecho a la vida y la sustentabilidad– y persigue el mismo fin –proteger al miembro de la unión
familiar que haya desarrollado una dependencia económica durante la convivencia–. En
consecuencia, dado que no se advierte que la medida legislativa obedezca a una finalidad objetiva
y constitucionalmente válida, es innecesario revisar la racionalidad o adecuación de la distinción
hecha por el legislador e, incluso, su proporcionalidad. Ello, pues el primer paso para determinar si
el legislador respetó el derecho a la igualdad es analizar si la distinción trazada descansa en una
base objetiva y razonable, y si en la especie se encontró que el trato desigual es arbitrario,
lógicamente no procede revisar las exigencias ulteriores. En consecuencia, el artículo 291 Quintus,
párrafo segundo, del Código Civil para el Distrito Federal, aplicable para la Ciudad de México, viola
lo dispuesto por el artículo 1o. de la Constitución General, que consagra el derecho fundamental
de igualdad de las personas, así como la no discriminación motivada por el estado civil, pues trata
de manera desigual a los ex concubinos en relación con los ex cónyuges, al establecer una
temporalidad menor para que los primeros puedan ejercer el derecho al pago de alimentos una
vez terminada la relación, es decir, que puede ejercerse sólo en el año siguiente a que el
concubinato termine.
Nota: Esta tesis refleja un criterio firme sustentado por un Tribunal Colegiado de Circuito al
resolver un juicio de amparo directo, por lo que atendiendo a la tesis P. LX/98, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo VIII, septiembre de 1998,
página 56, con número de registro digital: 195528, de rubro: "TRIBUNALES COLEGIADOS DE
CIRCUITO. AUNQUE LAS CONSIDERACIONES SOBRE CONSTITUCIONALIDAD DE LEYES QUE
EFECTÚAN EN LOS JUICIOS DE AMPARO DIRECTO, NO SON APTAS PARA INTEGRAR
JURISPRUDENCIA, RESULTA ÚTIL LA PUBLICACIÓN DE LOS CRITERIOS.", no es obligatorio ni apto
para integrar jurisprudencia.
La tesis aislada 1a. CXXXVIII/2014 (10a.) citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la
Federación del viernes 11 de abril de 2014 a las 10:09 horas y en la Gaceta del Semanario Judicial
de la Federación, Décima Época, Libro 5, Tomo I, abril de 2014, página 795, con número de
registro digital: 2006167.
Esta tesis se publicó el viernes 19 de febrero de 2021 a las 10:21 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
Referencias.
file:///C:/Users/dafne/Downloads/6105-Texto%20del%20art%C3%ADculo-12478-1-10-
20160822%20(1).pdf
Texto de apoyo.