Guia Mamiferos Digital Baja

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Los

RASTROS
OCULTOS
de chingaza
Guía de mamíferos del
Parque Nacional Natural Chingaza

Angela Parra-Romero
José F. González-Maya
Editores
Los

RASTROS
OCULTOS
de chingaza
Guía de mamíferos del
Parque Nacional Natural Chingaza

Angela Parra-Romero
José F. González-Maya
Editores

PARQUES NACIONALES
NATURALES DE COLOMBIA
Los rastros ocultos de Chingaza - Guía de Mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza /
Angela Parra-Romero & José F. González-Maya, editores – Bogotá: Parques Nacionales Natura-
les de Colombia (Parque Nacional Natural Chingaza, Dirección Territorial Orinoquía), Proyecto
de Conservación de Aguas y Tierras – ProCAT Colombia, 2020.
200 p.: il. Col.; 28 cm
Incluye bibliografía y tablas
ISBN 978-958-8426-62-4
1. ecosistemas de montaña - páramos - colombia. 2. mamíferos - colombia. 3. áreas protegidas- colombia.
4. conservación de los recursos naturales.

© Parques Nacionales Naturales de Colombia


© Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras – ProCAT Colombia

Editores Héctor Ramírez-Chaves Inga Geipel


Angela Parra-Romero I. Mauricio Vela-Vargas Jackson Sepúlveda
José F. González-Maya Jairo Pérez-Torres Jhon Harold Castaño Salazar
Karin Osbahr Joao Marcos Rosa
Autores Pablo R. Stevenson Jorge Brito
Angela Parra-Romero Robert Márquez Juan Camilo Martín R.
José F. González-Maya Sergio Solari Julián Mejía
David E. Hernández-Rodríguez Karin Osbahr
Diego A. Zárrate-Charry Autores fotografías: Marco Tschapka
Héctor E. Ramírez-Chaves Álvaro Javier Velásquez Miguel Rodríguez
Camilo Paredes-Casas Angela Parra-Romero Nathaly Calvo Roa
Angela P. Hurtado Camilo Botero Santiago Carvalho
Luis G. Linares-Romero Carolina Hortúa-Romero Sebastian Di Doménico
Cristian Castro Morales
Foto de portada Daira Ximena Villagran Ilustraciones:
Gabriel Eisenband Daniela Martínez-M. Santiago Forero Avellaneda
Foto de contraportada Daniel A. Porras
Daniel Restrepo Marín Revisión de estilo
Gerardo Ceballos
David E. Hernández-Rodríguez Proceditor LTDA
Revisión Fernando Trujillo
Álvaro Botero-Botero Fredy Gómez Suescún Diseño y diagramación
Andrés Arias-Álzate Gabriel Eisenband Aura M. Zúñiga
Cesar Rojano Gerardo Ceballos Diseño de cartografía
Diego A. Zárrate-Charry Arley Muñoz Alexis Ortiz
Diego J. Lizcano Juan Carlos Vindas Angela P. Hurtado

ISBN 978-958-8426-62-4
Primera edición, 2020
Impreso en Bogotá, D.C., Colombia

Documento preparado por Parques Nacionales Naturales de Colombia (Parque Nacional Natural Chingaza,
Dirección Territorial Orinoquía) y Fundación Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras – ProCAT Colombia,
en el marco del Convenio de Asociación No. 003 de 2016.

Citación recomendada de la obra:


Parra-Romero, A. y González-Maya, J. F. (Eds.). (2020). Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque
Nacional Natural Chingaza. Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

Las denominaciones empleadas y la presentación del material en esta publicación no implican la expresión de
opinión o juicio alguno por parte de Parques Nacionales Naturales de Colombia (Parque Nacional Natural Chin-
gaza, Dirección Territorial Orinoquía) o Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras: ProCAT Colombia ni de las
instituciones participantes. Asimismo, las opiniones expresadas en esta publicación no representan necesaria-
mente las decisiones o políticas de las instituciones participantes, ni la citación de nombres, estadísticas o proce-
sos comerciales. Todos los aportes y opiniones expresadas son de entera responsabilidad de los autores corres-
pondientes. Los documentos que componen este libro han sido editados con previa aprobación de sus autores.
PARQUES NACIONALES NATURALES DE COLOMBIA
Julia Miranda Londoño
Directora General
Nubia Lucía Wilches Quintana
Subdirectora Administrativa y Financiera
Edna Carolina Jarro Fajardo
Subdirectora de Gestión y Manejo de Áreas Protegidas
Luis Alfonso Cano Ramírez
Jefe del Grupo de Comunicación y Educación Ambiental
Edgar Olaya Ospina
Director Territorial Orinoquía
Juan Carlos Clavijo Flóres
Jefe Parque Nacional Natural Chingaza

PROYECTO DE CONSERVACIÓN DE AGUAS Y TIERRAS


PROCAT COLOMBIA

José F. González-Maya
Director científico
Edgar Mauricio González
Director Administrativo
Diego A. Zárrate-Charry
Coordinador de Investigación

EMPRESA DE ACUEDUCTO, ALCANTARILLADO Y ASEO DE BOGOTÁ D.C. EAB-ESP


Cristina Arango Olaya
Gerente General
Dedicado a Paula González y Luisa Fernanda Parra
Por ser respiro en la prosa de la vida
Autores Revisores
angela parra-romero álvaro botero-botero
Parque Nacional Natural Chingaza Universidad del Quindío

josé f. gonzález-maya andrés arias-alzate


Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras Universidad CES
ProCAT Colombia
cesar rojano
david e. hernández rodríguez Fundación Cunaguaro
Parque Nacional Natural Chingaza
diego a. zárrate-charry
diego a. zárrate-charry Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras
Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras ProCAT Colombia
ProCAT Colombia
diego j. lizcano
Forest Biodiversity Research Network The Nature Conservancy
Oregon State University (EE.UU.) TNC Colombia
héctor e. ramírez-chaves héctor e. ramírez-chaves
Universidad de Caldas Universidad de Caldas
camilo paredes-casas i. mauricio vela-vargas
Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras
ProCAT Colombia ProCAT Colombia
angela p. hurtado-moreno Wildlife Conservation Society
Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras WCS Colombia
ProCAT Colombia
jairo pérez-torres
luis g. linares-romero Pontificia Universidad Javeriana
Parque Nacional Natural Chingaza
Fundación La Laja Chingaza karin osbahr
Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales

pablo r. stevenson
Universidad de los Andes

robert marquez
Andean Bear Conservation Alliance (ABCA)
Cleveland Metroparks Zoo

sergio solari
Universidad de Antioquia
AGRADECIMIENTOS

Queremos agradecer a todas las personas e instituciones que hicieron posible el de-
sarrollo de esta guía. En especial, a cada uno de los guardaparques que han dedicado
su tiempo a la conservación de Chingaza, quienes, con su trabajo, han logrado que las
comunidades, los investigadores y la sociedad en general valoren la importancia de
esta área protegida y, en particular, de las especies y ecosistemas que se resguardan
en sus montañas.
Al equipo de investigadores del Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras (Pro-
CAT), por su apoyo constante en el proceso, sus directrices y su convicción con la con-
servación de las especies amenazadas y los ecosistemas estratégicos. A los autores,
que, desde su quehacer, aportaron su conocimiento y quisieron resaltar la magia de
los mamíferos de Chingaza.
A la academia, a instituciones como la Pontificia Universidad Javeriana, la Uni-
versidad Nacional de Colombia, la Universidad Distrital José Francisco José de Caldas,
la Universidad de los Andes, la Universidad Militar, la Universidad de la Salle y la Uni-
versidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (UDCA). Todas ellas están conformadas
por profesores y estudiantes soñadores que han desarrollado investigaciones que no
sólo aportan al conocimiento de la historia natural de las especies, sino que, además,
contribuyen a la toma de decisiones sobre el manejo del área protegida.
A cada una de las organizaciones no gubernamentales, como la Fundación Natura,
ProCAT Colombia, Andean Bear Conservation Alliance, Wildlife Conservation Society,
The Nature Conservancy y la fundación La Laja-Chingaza, así como al Instituto de In-
vestigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, que han aportado sus
conocimientos a la elaboración e implementación de programas y planes de conserva-
ción transcendentales para Chingaza.
Agradecemos también a cada uno de los habitantes del territorio de Chingaza,
que nos compartieron sin reservas sus conocimientos y experiencias con los mamí-
feros. Entre ellos, a Luis Barreto y familia, José Beltrán, Juan de Dios Hortúa, Julia Cu-
billos, el “Cholo” Hortúa, Augusto Roldán, Fredy Parra, Oscar Raigozo, Elias Raigozo,
Germán Parra, Fredy Avellaneda, Julián Zamora y la familia Romero, guardianes todos
ellos del tesoro de la RNSC La Laja. Asimismo, agradecemos a la línea de educación y
comunicación ambiental del área protegida, especialmente a Marcela Cáceres, Liliana
Almanza Romero, Daniela Gómez y Martha Sarmiento, quienes, desde su labor, con-
solidaron los relatos de las comunidades de San Juanito, El Calvario, Medina, Guas-
ca, Choachí, Calera, Junín, Gachalá, Restrepo y Cumaral. A cada uno de los jefes que
han apoyado la investigación y el monitoreo de la mastofauna como insumo para la
toma de decisiones sobre la conservación de los ecosistemas del Parque, en especial a
Robinson Galindo quien promovió las publicaciones y divulgación de la información
para acercar el conocimiento del territorio Chingaza a sus pobladores y visitantes.
A cada uno de los científicos e investigadores que nos colaboraron, con su expe-
riencia, a revisar las fichas de caracterización de los mamíferos: Diego J. Lizcano, Diego
A. Zárrate-Charry, Andrés Arias-Alzate, Héctor E. Ramírez-Chaves, Álvaro Botero-Bo-
tero, I. Mauricio Vela-Vargas, Jairo Pérez-Torres, Karin Osbahr, Cesar Rojano, Pablo R.
Stevenson, Robert Márquez y Sergio Solari.
Igualmente, a cada uno de los fotógrafos que nos facilitaron las imágenes que se
encargarán de cautivar al lector en este recorrido tras las huellas de los mamíferos de
Chingaza: Álvaro Javier Velásquez Suárez, Angela Parra-Romero, Arley Muñoz, Cami-
lo Botero, Carolina Hortua-Romero, Cristian Castro Morales, Daira Ximena Villagran,
Daniela Martinez-Medina, Daniel A. Porras, Daniel Restrepo Marín, David Hernández,
Fernando Trujillo, Gabriel Eisenband, Gerardo Ceballos, Inga Geipel, Jackson Sepúl-
veda, Jhon Harold Castaño Salazar, Joao Marcos Rosa, Jorge Brito, Juan Camilo Mar-
tín-Reyes, Julián Mejía, Marco Tschapka, Miguel Rodríguez, Nathaly Calvo Roa, San-
tiago Carvalho, Sebastian Di Doménico y Juan Carlos Vindas.
Asimismo, los autores extendemos nuestro agradecimiento a Santiago Forero
Avellaneda quien ilustró 12 especies de mamíferos de acuerdo con las fotografías
de Joao Marcos Rosa (Odocoileus goudotii, Myrmecophaga tridactyla), Julián Zamora
(Tremarctos ornatus), Jackson Sepúlveda (Sylvilagus apollinari) Claudiomac (Leopardus
pardalis), Jhon Castaño Salazar (Histiotus montanus), Fernando Trujillo (Dasypus no-
vemcinctus), Gabriel Eisenband (Didelphis pernigra), David E. Hernández-Rodríguez
(Cryptotis thomasi), Angela Parra-Romero (Lagothrix lagothricha lugens), Daniel Porras
(Thomasomys laniger) y Rodrigo Conte (Eira barbara). Así como a Aura Zúñiga quien con
todo cariño se encargó de plasmar artísticamente las ideas de los autores y lo volvió
un regalo para Chingaza y sus comunidades.
Finalmente, a la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Bogotá, D. C.
(EAAB ESP), por aportar los recursos para la impresión de la presente guía.

10
CONTENIDO

Presentación Parques Nacionales Naturales de Colombia...................................... 13

Presentación ProCAT Colombia.................................................................................. 15

Presentación Académica ............................................................................................ 17

Introducción................................................................................................................. 20

Ecosistemas del Parque Nacional Natural Chingaza................................................ 24

Cómo usar esta guía..................................................................................................... 27

Guía para Identificar mamíferos................................................................................ 36

Fichas especies............................................................................................................. 39

Orden Artiodactyla................................................................................................ 39

Orden Carnivora.................................................................................................... 47

Orden Chiroptera................................................................................................... 79

Orden Cingulata.................................................................................................... 97

Orden Didelphimorphia....................................................................................... 101

Orden Eulipotyphla............................................................................................... 109

Orden Lagomorpha............................................................................................... 113

11
Orden Pilosa.................................................................................................................. 117

Orden Primates............................................................................................................ 123

Orden Rodentia............................................................................................................ 133

¿Cómo y dónde avistar mamíferos en el Parque Nacional Natural Chingaza?...... 158

Lista de especies........................................................................................................... 164

Memorias de la mastozoología en Chingaza............................................................. 166

Mamíferos de Chingaza:
listado de especies confirmadas en el Área Protegida............................................. 172

Glosario......................................................................................................................... 178

Bibliografía................................................................................................................... 180

Autores.......................................................................................................................... 197

12
PRESENTACIÓN
Parques Nacionales Naturales de Colombia

Los rastros ocultos de Chingaza


Como colombianos tenemos el privilegio de vivir en un país con exuberantes recur-
sos biológicos. Estos nos permiten disfrutar de escenarios naturales únicos, en los que
habitan más de 56.000 especies silvestres que son imprescindibles para el bienestar
humano y para mantener en el tiempo la diversidad de tradiciones culturales que nos
caracterizan como una nación megadiversa.
En Parques Nacionales Naturales de Colombia, tenemos la responsabilidad de
proteger y conservar esta megadiversidad, que debe ser entendida como componente
fundamental de un sistema complejo y sincronizado del que hacemos parte. Pues es
nuestro deseo que las generaciones venideras tengan la oportunidad de asombrarse
con la riqueza natural que posee nuestro país.
Nuestra diversidad se forja en las montañas de la cordillera de los Andes. En
aquellas con glaciares y páramos que acogen lagunas mágicas que dan vida a ríos
caudalosos. Estos caminan hacia el mar entre tres cordilleras que proveen los recursos
necesarios para albergar a más de 500 especies de mamíferos, 60 de las cuales sólo
habitan en el territorio nacional.
Cada una de las 62 áreas administradas por el Sistema Nacional de Áreas Prote-
gidas se convierte así en un refugio para ellas. En estas áreas, residen criaturas majes-
tuosas como la ballena jorobada, que recorre los océanos, el manatí, que se sumerge
en los ríos, los murciélagos, que vigilan el cielo en la noche, y los felinos, zarigüeyas,
dantas, entre otras maravillosas especies, que caminan la esplendorosa variedad de
ecosistemas terrestres colombianos.
En los Andes encontramos, sobre la cordillera Oriental, un área protegida en for-
ma de mariposa: el Parque Nacional Natural Chingaza. Este resguarda en sus alas
76.600 hectáreas de bosques andinos y de páramos y alrededor de 101 especies de

13
mamíferos típicos de los ecosistemas de montaña. Entre ellos, el emblemático oso
andino, el sigiloso puma y el veloz venado de cola blanca, así como especies proce-
dentes del piedemonte llanero, como el llamativo mono churuco y el asombroso oso
hormiguero. Estos han llamado la atención, no sólo de investigadores comprometi-
dos con la conservación de este grupo, sino, además, de los pobladores locales, que
han incorporado a sus tradiciones, historias y creencias las particularidades que nos
brindan los mamíferos.
Con orgullo les presento esta guía. Ella recopila información de la historia natu-
ral, distribución, amenazas y relaciones culturales de 50 especies de mamíferos que
habitan los ecosistemas de Chingaza, algunas de ellas fáciles de observar y otras más
cautelosas al caminar. El perfil o caracterización de cada especie viene acompañado
de fotografías que resaltan su belleza y su singular modo de vida, así como de un lista-
do de especies registradas en el área protegida y un singular mapa que le permitirá al
lector identificar las áreas donde transitan estas particulares criaturas.
Al dejar sus rastros por los caminos del páramo y el bosque, nos invitan a seguirlos
y a aprender de ellos, de su hábitat y de las relaciones que las comunidades locales de
Chingaza han forjado con ellos cada vez que han tenido la oportunidad de encontrár-
selos.
Esta guía, además, rinde homenaje a aquellos investigadores y guardaparques
que han dedicado su vida a estudiar las especies de mamíferos que habitan en las
montañas de Chingaza y su piedemonte y a dar a conocer las acciones que debemos
tomar para conservarlas con el apoyo permanente de las comunidades.
Dejo en sus manos un mapa que los acercará al hogar de uno de los grupos bioló-
gicos más carismáticos y fascinantes que habitan en el Parque Nacional Natural Chin-
gaza, imprescindible área protegida para el bienestar de los colombianos.

Julia Miranda Londoño


Directora General
Parques Nacionales Naturales de Colombia

14
PRESENTACIÓN
ProCAT Colombia

Chingaza, tierra de mamíferos, agua, gente y paz


Como bogotanos y como colombianos, muchas veces se nos olvida de dónde proviene
la calidad de vida que nos ha acompañado a lo largo de siglos de historia. Agua, aire,
alimentos, diversión, entre muchos otros, son todos servicios y bienes que nuestros
increíbles ecosistemas naturales nos prestan. Sin embargo, en la mayoría de casos, los
damos por sentados y no nos preocupamos por su conservación, con lo cual atenta-
mos directamente contra nosotros mismos y las futuras generaciones.
Chingaza es un ecosistema especial por su incalculable importancia para Bogotá,
que es la principal ciudad del país y, además, la mayor congregación de ciudadanos
colombianos. Dada su cercanía y el fundamental servicio que le presta a la capital,
Chingaza es probablemente el mejor ejemplo de la indiferencia y negligencia de no-
sotros los colombianos hacia la magnífica riqueza natural de nuestra tierra. No sólo
el agua que nos proporciona, sino en general toda la naturaleza que contiene, es, sin
duda, una de las principales razones para sentirnos orgullosos de haber nacido o vivi-
do en esta tierra andina.
Y, dentro de la magnífica naturaleza y biodiversidad que alberga Chingaza, los
mamíferos son probablemente uno de los mejores ejemplos de uno de esos grupos
marginados de habitantes silenciosos que día a día nos proveen incalculables benefi-
cios a los seres humanos. Esos misteriosos ocupantes de nuestro maravilloso Chinga-
za son seres que cumplen día a día su función, engalanan nuestros ecosistemas y ayu-
dan a mantener su frágil equilibrio. Y, sin embargo, no reciben la atención y cuidado
que se merecen y pocas veces son reconocidos por su fundamental importancia para
nuestro bienestar y existencia.
Los rastros ocultos de Chingaza: Guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chin-
gaza es principalmente un homenaje a estos maravillosos seres que cuidan nuestro

15
Chingaza. Pero, además, es un trabajo que busca contribuir a su conocimiento, estu-
dio y, sobre todo, protección, para que sigan habitando esas tierras maravillosas por
muchísimos años más.
Para la fundación Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras: ProCAT Colombia,
es un orgullo haber sido parte de este esfuerzo. Además, reconocemos la inmensa la-
bor que realiza Parques Nacionales Naturales para asegurar nuestro patrimonio na-
tural. Consideramos que es nuestro deber y responsabilidad, pero sobre todo un gran
honor, colaborar con esta institución y contribuir así al conocimiento y conservación
de la magnífica biodiversidad que está presente en nuestras áreas protegidas.
Esperamos que este libro sea de su entero gusto y lo invitamos a atender el lla-
mado silencioso de nuestros mamíferos y, en general, de toda nuestra biodiversidad.
Esperamos que siga, descubra y aprecie los rastros ocultos de Chingaza, esa riqueza
invaluable de la que realmente podemos sentirnos orgullosos como colombianos.

Edgar Mauricio González Maya


Director Administrativo
ProCAT Colombia

16
PRESENTACIÓN ACADÉMICA

Chingaza: bella e intrigante


El viaje desde La Calera hasta la sede del Parque Nacional Natural Chingaza, en el de-
partamento de Cundinamarca, Colombia, fue para mí una experiencia inolvidable.
Este Parque Nacional es una joya natural de Colombia, perdida en un paisaje cada
día más modificado por actividades humanas. Las partes bajas de sus montañas y
valles son de mucha heterogeneidad en los usos del suelo, y el paisaje aparece salpi-
cado con fragmentos de bosques, pastizales, cultivos y asentamientos humanos. Este
paisaje me recuerda que “vivimos en un mundo de heridas”, según la frase del famoso
conservacionista Aldo Leopold, un mundo donde las heridas son todos los sitios en los
que la vegetación natural ha sido destruida para dar paso a cultivos, pastizales y asen-
tamientos humanos.
Poco a poco, el largo y sinuoso camino va ascendiendo y, conforme aumenta la ele-
vación, el paisaje pasa a ser dominado por vegetación natural, con vistas de gran belle-
za escénica. Las montañas, cubiertas por diferentes tipos de bosques, son coronadas
en la cima por un páramo de montaña verdaderamente espectacular. Al observar el
horizonte, me queda claro que la presión sobre los bosques y páramos aún bien conser-
vados en esta región, y en todo el planeta, aumentará con el crecimiento de la pobla-
ción humana, el gran flagelo de este siglo. En la cima de las montañas, sin embargo, el
bosque y el páramo se extienden en el horizonte, como si fueran interminables, lo que
deja asomar una sonrisa en mi rostro.
Mi primera visita al Parque estuvo llena de expectativas satisfechas y, mejor aún,
de sorpresas. Conocer el páramo y su fauna había sido uno de mis planes incumplidos
por bastante tiempo, atraído por los comentarios de mis colegas colombianos, que me
habían hablado tanto del páramo y de su fauna peculiar, como el oso de antejos.
Después de una hora de transitar por el camino sinuoso, llegamos a la entrada del
Parque Nacional Natural Chingaza. Era una tarde tibia de noviembre de 2016, en la que

17
llegué en compañía de varios de mis entrañables colegas y amigos, encabezados por
José F. González Maya, “J”, a impartir el octavo Curso Latinoamericano de Biología de
la Conservación. Durante los 12 días que pasamos impartiendo el curso en Chingaza,
logramos avistar muchos mamíferos y otras especies de animales y plantas. En algunos
casos, fue relativamente fácil identificarlos, lo que no debería resultar sorprendente, ya
que somos expertos en el tema. Sin embargo, identificar otras especies resultó difícil
incluso para nosotros. Esto hizo evidente que la información de los mamíferos del Par-
que Nacional y de zonas aledañas era poca y de difícil acceso, pues estaba publicada en
revistas científicas y, principalmente, en reportes técnicos.
Por esa razón, cuando recibí un ejemplar del libro Los rastros ocultos de Chingaza, me
quedé gratamente asombrado. Los editores, Angela y José, han logrado una obra de
enorme calidad científica, pero escrita en un lenguaje accesible para el público general.
El libro consta de fichas de caracterización de 50 especies que fueron escritas y revisa-
das por más de 20 especialistas de 16 instituciones científicas y académicas. Además,
está bellamente ilustrado por más de 50 fotografías de las maravillosas especies icó-
nicas del Parque.
Entre la información más útil del libro se encuentran los consejos sobre sitios y
buenas prácticas para poder observar las especies, la lista más actualizada y completa
de los mamíferos del Parque y, sobre todo, los detalles de ecología, distribución, histo-
ria natural y hasta datos curiosos de cada una de las especies. Esto hace que la obra no
solo sea informativa, sino completa y funcional.
El libro les permitirá a los visitantes del Parque aprender más sobre la notable ri-
queza de mamíferos silvestres del Parque Nacional Natural Chingaza, famoso por su
población de osos de anteojos, pero también de otras especies, como el venado cola
blanca, el puma, el cusumbo de montaña, el murciélago orejudo marrón y el mono
churuco. Por eso mismo, les permitirá apreciar aún más la importancia de mantener
espacios naturales en donde se privilegie la conservación de la fauna y flora silvestres.
Lograr una obra así no es tarea fácil. Sin embargo, los coordinadores, coautores y
revisores científicos del libro deben estar muy satisfechos por el resultado. Para mí, es
un honor presentarlo y aprovecho la oportunidad para felicitar a todos los que contri-
buyeron a su realización. El tiempo mostrará la bondad de su obra.
En una época en la que enfrentamos una crisis ambiental sin precedentes en la
historia de la humanidad, ojear este libro me proporciona bienestar y esperanza. Es
un esfuerzo para parar y revertir la pérdida de la diversidad biológica de nuestro plane-
ta, tan bella e intrigante y tan amenazada por nuestras actividades. Ojalá que muchos
otros lugares del planeta pudieran contar con obras como esta, que alegran al alma y
el espíritu.

Dr. Gerardo Ceballos


Instituto de Ecología
Universidad Nacional Autónoma de México

18
Oso andino - oso de anteojos
Tremarctos ornatus
INTRODUCCIÓN
El conocimiento de la naturaleza como herramienta
de conservación apoyada en la ciudadanía:
el rol de la Guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
Diego Andrés Zárrate Charry

Importancia de conocer para valorar las riquezas naturales


La desconexión que actualmente existe entre los ciudadanos, especialmente los ur-
banos, y los ecosistemas naturales es enorme e invisibiliza los múltiples esfuerzos
de conservación que se adelantan en áreas protegidas o en zonas rurales. Estas diná-
micas varían extraordinariamente entre países, pero tienen un impacto directo en la
percepción que tienen las personas de los entornos naturales, al hacer que minimicen
el efecto que tiene la pérdida de biodiversidad en el funcionamiento global (Kimbell
et al., 2009).
Esta desconexión se ve agravada, entre otras razones, por la dificultad de acceso
de las personas a las zonas conservadas, por el desconocimiento de su existencia y
por la cantidad de actividades que ofrecen las ciudades, todo lo cual las aleja de estos
espacios únicos, que ofrecen servicios culturales y recreativos poco aprovechados. La
generación de conocimiento y de apropiación de la naturaleza y de los espacios na-
turales por parte de los habitantes urbanos es clave para asegurar los esfuerzos de
conservación y lograr incluir estas necesidades en los procesos de toma de decisiones
(Kays et al., 2017).
Inmersas en esta realidad se encuentran las áreas protegidas, que han sido la
piedra angular de los esfuerzos de conservación a nivel global (Geldmann et al., 2018;
Terborgh et al., 2003), pero que cada día se ven más amenazadas por la realidad de sus
entornos y por el aumento de los motores de cambio global, como el cambio climático
o los procesos de pérdida de conectividad (Andrade-C., 2011; Butchart et al., 2010; Mai-
nali et al., 2015). Las áreas protegidas proveen múltiples servicios y mantienen gran

20
parte de las riquezas naturales de los países, pero en muchas ocasiones se ven como
espacios aislados o como zonas problemáticas que impiden el desarrollo.
Pero todo esto es una tendencia cambiante y, poco a poco, el reconocimiento del
aporte de los ecosistemas y los esfuerzos de conservación que se desarrollan en zonas
públicas y privadas han venido en aumento (Bonney et al., 2014). Cada día más y más
ciudadanos se unen a los esfuerzos para mantener las riquezas naturales y proteger
los relictos de ecosistemas que existen en los países y que se mantienen en las zonas
cercanas a las ciudades o dentro de ellas. Esto, en gran medida, se da como resultado
del mayor contacto de los ciudadanos con estos espacios, ya sea realizando activida-
des recreativas, ya sea sumándose a los procesos investigativos de lo que se llama ac-
tualmente ciencia ciudadana (Bonney et al., 2009).
El movimiento de ciencia ciudadana permite una mayor conexión entre los ciu-
dadanos y los entornos naturales, al tiempo que incrementa su entendimiento de los
ecosistemas y de los procesos científicos. Esto, a su vez, cambia su percepción y les
permite conocer las dinámicas y problemáticas que los procesos de conservación pue-
den tener, especialmente en países como Colombia (Bonney et al., 2009; Villaseñor et
al., 2016).

¿Qué implica esto para Chingaza y Bogotá?


El Parque Nacional Natural Chingaza (PNN Chingaza) se ubica en la cordillera Orien-
tal de los Andes, a menos de 20 kilómetros de Bogotá. Se distribuye en once munici-
pios, entre los departamentos de Cundinamarca y el Meta. Su variado rango de ele-
vación (800 a 4020 m s. n. m.) hace que se puedan encontrar dentro de sus límites
ecosistemas de bosque subandino, altoandino y páramos (Figura 1).
Incluye múltiples formaciones de páramo (Lomas de Siecha y Páramo de Guas-
ca, Páramos de Palacios y Barajas, Páramo de Chingaza), al igual que ecosistemas re-
presentativos de las formaciones y ecotonos del piedemonte llanero (serranía de los
Órganos y Farallones de Medina). Desde el punto de vista de la biodiversidad, posee
más de 245 familias de vertebrados, lo que lo hace un reservorio de biodiversidad, re-
sultado de su localización, rango de altura y heterogeneidad de ecosistemas (Gonzá-
lez-Maya et al., 2017, Rangel, 2000, Styles, 1996).
El PNN Chingaza fue declarado como tal en el año de 1977, lo que lo convierte en
uno de los más antiguos del país. Actualmente, cuenta con más de 76.000 hectáreas
y asegura la protección de una gran variedad de especies únicas para Colombia (Var-
gas y Pedraza, 2003). Además, es el PNN que tiene mayor conexión con la capital de
Colombia, siendo esta la ciudad con más habitantes del país. Su cercanía a Bogotá
y el papel que cumple de abastecimiento de agua hace que su reconocimiento sea
mayor que el de muchos otros PNN u otras zonas de páramo del país, lo que ofrece
un potencial enorme para conectar la realidad de estos espacios con los ciudadanos
urbanos.
Históricamente, esta área ha sido identificada como clave para la provisión de
agua para la ciudad, siendo inicialmente parte de las estrategias de conservación im-
pulsadas por la Empresa de Acueducto de Bogotá, entidad que aún mantiene y genera
esfuerzos de conservación dentro del Parque y zonas aledañas.

21
Figura 1. Ubicación de el PNN Chingaza y sus principales ecosistemas.

A pesar de su gran importancia, el PNN Chingaza, sus ecosistemas y especies se ven


amenazados por los procesos que ocurren en las zonas aledañas. La transformación de
los departamentos de Cundinamarca y Meta ha sido pronunciada desde hace décadas.
Sus procesos de transformación se han incrementado no solo en extensión, sino tam-
bién en magnitud, con el aumento y tecnificación de los procesos de producción agríco-
la (Rodríguez et al., 2013; Figura 2). Esto tiene efectos aún no medidos en la fauna, flora
y funcionalidad de los ecosistemas del Parque, efectos que no serán reducidos a menos
que se tomen decisiones dentro de la región que hagan compatibles las actividades que
suceden fuera del área protegida con los procesos y riquezas que esta protege.

Figura 2. Ubicación de las zonas transformadas y de los procesos


de deforestación reciente en el PNN Chingaza.

22
Los mamíferos como grupo faunístico clave en este proceso
Los mamíferos han sido considerados a lo largo de los años como un grupo clave para
el mantenimiento de los ecosistemas naturales (Ripple et al., 2015; Solari et al., 2013).
Sus diversas funciones como reguladores de otras especies, polinizadores, dispersores
de semillas y modificadores de los entornos naturales los hacen parte indispensable
del buen funcionamiento de los ecosistemas y del mantenimiento de servicios eco-
sistémicos críticos, como lo es la provisión de agua (Beschta y Ripple, 2006; Ripple et
al., 2016).
Además, por su belleza y carisma son usados en diversos ejercicios como herra-
mientas de conservación, siendo las especies más utilizadas como imagen de campa-
ñas educativas y de concientización ambiental. Asimismo, han sido motores de mer-
cado turístico, al ser especies de gran tamaño que la mayoría de personas quiere ver o
conocer en su medio natural.
Se estima que cerca de 101 especies de las 528 de Colombia hacen del PNN Chin-
gaza su hogar. Su diversidad de ecosistemas y rango altitudinal ofrece condiciones
únicas, lo que hace que varias especies endémicas estén protegidas dentro de sus lí-
mites. De hecho, dentro de este, aún se conservan áreas de hábitat de al menos diez
especies que presentan algún grado de amenaza, según la Unión Internacional para
la Conservación de la Naturaleza. El Parque es, además, hogar de una de las especies
más emblemáticas del país: el Oso de Andino, insignia del Sistema de Parques Nacio-
nales Naturales de Colombia.

El por qué de la guía de mamíferos del PNN Chingaza


El esfuerzo de elaborar una guía sobre las especies de mamíferos del PNN Chingaza
no busca ser un mero ejercicio académico o de ofrecimiento de herramientas que les
faciliten a las personas que trabajan en el Parque identificar las especies que hacen de
este sitio su hogar. La guía busca, por supuesto, ser una invitación a expertos masto-
zoólogos, estudiantes y académicos que ya conocen y valoran la importancia de este
espacio para que profundicen en su estudio. Pero, sobre todo, se dirige a los ciudada-
nos, tanto a los ya interesados en la naturaleza como a aquellos que aún no entienden
o no saben si les interesa lo que sucede en estos espacios. Busca, pues, interesar a los
ciudadanos y servirles de puente para que se acerquen al conocimiento de los ma-
míferos que habitan este increíble lugar. En ese sentido, busca que aquellos que no
conocen el Parque, o que hasta ahora están empezando a conocerlo, se pierdan en su
inmensidad y se enamoren de este lugar, de la misma forma como lo hemos hecho
todos aquellos que colaboramos en la creación de esta guía.
Esta guía busca generar conocimiento y un profundo sentido de apropiación de
la naturaleza y de los espacios naturales por parte de todos los que visitan el PNN
Chingaza. En especial, busca que el conocimiento de los mamíferos y el entendimien-
to sobre cómo habitan distintos ecosistemas y cómo viven en el Parque permitan un
mejor y más profundo relacionamiento de todos los visitantes con este maravilloso
entorno natural.

Citación sugerida: Zárrate-Charry, D. A. (2020). Introducción. En A. Parra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.),


Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 20-23). Bogotá: Par-
ques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

23
ECOSISTEMAS DEL
Parque Nacional Natural Chingaza
David E. Hernández-Rodríguez

Recorrer los ecosistemas de Chingaza implica una vasta travesía desde las inmensas
cumbres andinas, y sus bosques de niebla, hasta los caudalosos y pendientes ríos
del piedemonte. Debido a su ubicación privilegiada sobre la vertiente oriental de la
cordillera Oriental, recibe una abundante cantidad de lluvias que mantienen sus exu-
berantes y frondosos bosques, siempre cubiertos por mantos de nubes que les dan
su nombre: bosques de niebla. Esta particularidad convierte a este territorio en una
verdadera fuente de agua, en donde llueve casi permanentemente y es imposible ca-
minar sin encontrar una quebrada, un riachuelo o un río.
En las cumbres más altas de las montañas andinas, donde el gélido frío y el im-
placable viento no permite que crezcan los bosques, mora uno de los ecosistemas más
particulares y maravillosos: el páramo. Por entre las crestas rocosas, y las innumerables
lagunas originadas por los glaciares que antiguamente las cubrían, se abre paso una
vegetación completamente adaptada a las condiciones agrestes e inhóspitas que allí
ocurren. Pajonales, chuscales y frailejonales, entremezclados y ocasionalmente salpica-
dos por uno que otro arbusto retorcido, constituyen el páramo, un ecosistema único que
está distribuido prácticamente desde el límite superior de los bosques hasta el Cerro de
San Luis, pico más alto del área protegida (a 4050 m s. n. m.), ubicado en el municipio de
Fómeque (Cundinamarca). Los frailejones, unas de las especies más representativas y
abundantes, se alzan en casi todos los rincones del páramo, por lo que su silueta, a veces
alta y otras veces baja, siempre está dibujada entre la neblina constante.
A esta altura no es fácil ver animales, pero, si se tiene paciencia, se podrán apreciar
una gran variedad de especies. En el transcurso del día, se pueden ver los venados cola
blanca, pastando en los valles, así como curíes y roedores que allí tienen sus madri-
gueras. También es posible, con algo de suerte, apreciar al oso andino, muy temprano
en la mañana o al atardecer, alimentándose de puyas y deambulando por entre los
frailejones y chuscales. Aprovechando la protección que brinda la noche, se pueden
observar conejos y borugos mientras buscan alimento, refugiándose en la chaparra
vegetación de pumas y ocelotes que acechan tras sus rastros.

24
David E. Hernández-Rodríguez

Por debajo de los 3200 m de elevación, donde la temperatura es un poco mayor,


comienza el reino de los bosques. Primero, donde se junta con el páramo, es achapa-
rrado y cada tronco, rama y tallo está completamente recubierto de musgos y líque-
nes, que siempre están empapados de agua y brindan así la tan necesaria y refrescan-
te humedad. A medida que se desciende, los encenillos, gaques, sietecueros, palmas
de cera, cucharos y canelos comienzan a dominar (llegando a medir hasta 25 metros)
mientras que bromelias y orquídeas sobresalen entre sus frondosas y coloridas copas.
Caminando por entre el magno bosque andino, se van encontrando una interminable
cantidad de troncos y ramas caídas que dificultan el avance y que forman una verda-
dera maraña sobre el suelo. Por esta razón, este ecosistema es ideal para que los es-
curridizos tigrillos, soches, ardillas y cusumbos puedan desplazarse sigilosamente en
búsqueda de alimento, pareja o un nuevo hogar. Estos constituyen la mayoría de los
bosques protegidos por el PNN Chingaza y se distribuyen a lo largo de sus escarpados
cañones y montañas.

David E. Hernández-Rodríguez

25
Sin embargo, un poco más abajo, aproximadamente a los 1800 m de elevación,
donde los ríos son mucho más torrentosos y encañonados, la confluencia de múltiples
condiciones (como la humedad, la pendiente, la temperatura y los suelos) hace que
los bosques sean cada vez más altos y diversos. Este es ahora el bosque subandino.
Aquí, dominan árboles enormes, como los pategallos, floramarillos, cominos y cedros,
que, debido a la explotación maderera, se vieron diezmados en otros tiempos. Estos
bosques pueden tener una altura de más de 35 metros y los árboles, un diámetro ma-
yor a 1 metro. Brindan así un hogar perfecto para que monos churucos y maiceros vi-
van entre sus ramas. Es tal la riqueza de estos bosques que puede observarse una gran
cantidad de picures, borugos y zaínos alimentándose de todos los frutos que ofrece.
Por esto, no es de extrañar que el majestuoso puma recorra estos bosques al asecho de
todas las presas que allí habitan.

David E. Hernández-Rodríguez

Gracias a los ecosistemas que conserva, el PNN Chingaza es hogar de una enorme di-
versidad de mamíferos, que ven en este lugar una de sus últimas oportunidades de
permanecer y sobrevivir en el tiempo. Y, gracias a ellos, los colombianos nos vemos
beneficiados mediante las diversas interacciones que ocurren en este afortunado te-
rritorio.

Citación sugerida: Hernández-Rodríguez, D. (2019). Ecosistemas del Parque Nacional Natural Chingaza. En A.
Parra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional
Natural Chingaza (pp. 24-26). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

26 26
CÓMO USAR ESTA GUÍA

Esta guía, sencilla en formato y sintética en contenido, busca proveer información


concreta pero valiosa sobre un subgrupo de mamíferos cuidadosamente selecciona-
dos del total de especies presentes en el Parque. Dicha selección se centró en criterios
de representatividad, carisma y potencial de observación, de forma que, a pesar de no
ser exhaustiva, provee una base de información para su uso en procesos de educación,
turismo e investigación básica. Cada ficha de caracterización de especie fue elaborada
sobre literatura científica pertinente que se lista ordenadamente al final de la obra.
Cabe resaltar que, además, se incluye el listado total de especies confirmadas en el
Parque, como referencia para procesos de investigación y conservación del área pro-
tegida.

Estructura de cada ficha de caracterización


Cada ficha de caracterización está conformada por un registro fotográfico, el modo
de estudio, la dieta principal y el hábito de cada mamífero. Para algunas especies, se
cuenta con un diagrama con las horas de actividad registradas en las trampas cámara
dentro del área protegida. Asimismo, muestra la taxonomía de la especie, las catego-
rías de amenaza y las principales presiones. Ofrece, además, el conocimiento que se
tiene sobre la especie en el área protegida e información sobre sus características: sus
medidas, aspectos de historia natural y un dato propio de la especie (dato curiOSO).
Además, se presenta un mapa con los registros confirmados de la especie, la dis-
tribución de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Natura-
leza (UICN) y los rastros principales de cada mamífero, útiles para su identificación.
Por último, se describen las diversas relaciones culturales que las comunidades de

27
Chingaza han desarrollado con la especie. En algunos casos, se realiza una aclaración
taxonómica de la especie.
A continuación, se describen cada uno de los aspectos que el lector debe conside-
rar al leer e interpretar cada ficha de caracterización.

©Daniel A. Porras

VU I VU
3 4 5

OSO ANDINO U OSO DE ANTEOJOS 21


0
3

2 Tremarctos ornatus 18 6

15
Spectacled bear
9
12

Reino: Animalia Familia: Ursidae


Filo: Chordata Género: Tremarctos 7 8
6 Clase: Mammalia Especie: Tremarctos ornatus
Orden: Carnivora Autor: F. G. Cuvier, 1825 9
10
Medidas: L.T. 112-220 cm, L.C. 7- 11 cm, L.P. 19,5-24,5 cm, L.O. 9,3-11,5 cm. 11
Peso: 140-175 kg

Identificación: Es un oso de tamaño mediano, de pelaje denso que puede variar de


color negro a rojizo. Su cráneo es el más corto de todas las especies de oso. El rostro
carece de vibrisas y puede o no presentar manchas blancas que se alargan hasta el pe-
12 cho, las cuales son únicas entre cada individuo y, por ello, el nombre oso de “anteojos”.
Son plantígrados y sus garras no son retráctiles. Los miembros posteriores son más
largos que los anteriores. Su cola es corta y de pelaje denso.

28
Historia natural. Es una de las ocho especies de osos que habitan en el mundo. Se
distribuye sobre la cordillera de los Andes de Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y
Bolivia, desde los 200 hasta los 5000 m de elevación. Se considera un animal genera-
13 lista y oportunista, dado que puede alimentarse de una alta diversidad de alimentos
cuando están disponibles, entre ellos frutos, el cogollo de las plantas y animales sil-
vestres o domésticos.

Dato CuriOSO. Es solitario, excepto cuando están en temporada de reproducción o


cuidado parental. La osa tiene la capacidad de suspender temporalmente el desarrollo
14 del embrión (diapausa embrionaria) dependiendo de la disponibilidad de alimento o
de los niveles de estrés que experimente. Puede llegar a tener de uno a cuatro oseznos.

En Chingaza. En el año 2007, con la colaboración de la Wildlife Conservation Society,


comenzó el monitoreo de la especie, a fin de determinar su estado de conservación
a partir del seguimiento de las áreas con su presencia y los factores que la afectan.
Actualmente, se sabe que el oso ocupa casi el 100 % de las más de 41.000 ha que com-
15 prenden los bosques altoandinos y el páramo de Chingaza. Se sabe también que, al
menos, 60 individuos diferentes transitan por los ecosistemas del Parque. Este ejer-
cicio está siendo complementado con investigaciones que involucran el campo de la
genética y de la ecología espacial usando collares de telemetría.

Relaciones culturales. No solo es símbolo de Parques Nacionales Naturales y uno de


los valores objeto de conservación del sistema de áreas protegidas, sino que también
16 es la imagen con la que se identifican los pobladores del territorio Chingaza, a pesar
de que algunas personas han tenido interacciones negativas con la especie, debido al
consumo ocasional de ganado o cultivos por parte del oso.

Extensión local y global Rastros

Mano Pata
~ 6 cm

~ 20 cm

17 ~ 12 cm
~ 7.5 cm
18

Heces Comedero

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Márquez, R. (2020). Tremarctos ornatus. En A. Parra-Romero y J. F. Gonzá-


lez-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 76-77).
Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

29
1 Fotografías
Estas ayudan al lector a identificar la especie. Se encuentran acompañadas del nom-
bre de la persona que registró la imagen.

2 Nombre común, nombre científico, nombre en inglés


La denominación de los nombres comunes en español e inglés se basa en la infor-
mación registrada en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN y, en general,
sobre las formas más frecuentes que usan los habitantes de Chingaza. Los nombres
científicos se soportan en el artículo que consolida la lista más reciente de mamíferos
de Colombia (Ramírez-Chaves et al., 2016).

3 Categorías de amenaza
Ilustra el grado de amenaza internacional según la Lista Roja de Especies Amenaza-
das de la UICN. Las categorías descritas son las siguientes:

CR en peligro crítico (critically endangered)

EN en peligro (endangered)

VU vulnerable (vulnerable)

NT casi amenazada (near threatened)

LC preocupación menor (least concern)

DD datos insuficientes (data deficient)

NE no evaluado (not evaluated)

En caso de que la especie se encuentre listada en alguno de los tres apéndices de la


Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flo-
ra Silvestres (CITES), se indica en números romanos el apéndice donde se categorizó
a la especie:

I II III

30
Además, el hecho de que las especies están registradas en la Resolución 1912 de 2017
del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y en el Libro rojo de los mamíferos de
Colombia (Rodríguez-Mahecha et al., 2006) se señala así:

CR en peligro crítico NT casi amenazada

EN en peligro LC preocupación menor

VU vulnerable DD datos insuficientes

NE no evaluado

4 Código QR

Para las especies registradas en trampa cámaras, se ofrece el có-


digo QR, que abre el enlace de un video de fototrampeo. Para el
caso del mono churuco (Lagothrix lagothricha lugens), se encuen-
tra un video de avistamiento directo, mientras que, para el mono
maicero (Sapajus apella), es el registro de un sonido de contacto.

5 Horas de actividad
0 A partir de los registros obtenidos por fototrampeo, se presenta
21 3
p.m. a.m.
un diagrama en forma de reloj que evidencia las horas de mayor
18 6

15
actividad de algunos mamíferos medianos y grandes del área
9
12 protegida.

6 Taxonomía
Se presenta la clasificación científica de la especie, resumida en reino, filo, clase, or-
den, familia, género, especie y el nombre del autor que la describió. Se basa en la infor-
mación consolidada por Wilson y Reeder (2005), Solari et al., (2013) y Ramírez-Chaves
et al. (2016).

7 Hábito
Sintetiza una parte de la historia natural de la especie que hace referencia a los ele-
mentos donde la especie desarrolla sus necesidades y actividades principales. La es-
pecie puede ser:

Volador: Desarrolla actividades principalmente en el aire.

31
Arborícola: Desarrolla actividades principalmente en los árboles.

Semiarborícola: Desarrolla actividades principalmente en árboles y suelo.

Terrestre: Desarrolla actividades principalmente en el suelo.

Semiacuático: Desarrolla actividades principalmente en hábitats terres-


tres y acuáticos.

8 Comportamiento
Se describen los períodos de actividad y reposo de la especie, las cuales pueden cate-
gorizarse así:

Diurno: Actividad en el día y reposo en la noche.

Nocturno: Actividad en la noche y reposo en el día.

Crepuscular: Actividad en periodos intermedios de luz y oscuridad.

9 Dieta
Referencia la fuente principal de alimentos que la especie consume habitualmente,
que puede ser complementada con otros elementos alimenticios. La dieta consumida
esencialmente puede ser:

Carnívora Insectívora

Herbívora Omnívora

10 Presiones
Se ilustra si la especie se encuentra amenazada por pérdida y transformación de hábi-
tat, cacería o por ambos factores.

32
Pérdida y transformación
Cacería
de hábitat

Atropellamiento

11 Técnica de estudio
Describe las técnicas que son usadas para el estudio e identificación de las especies.
Puede hacer referencia a rastros, redes de niebla, trampas de captura, cámaras tram-
pa o avistamientos directos. Para algunas especies, pueden usarse varias técnicas de
estudio al tiempo.

Trampas
Observación Rastros
de captura

Fototrampeo Redes de niebla

12 Descripción de la especie
Comprende aspectos útiles para identificar la especie, al igual que las medidas des-
critas del mamífero, a partir de la información registrada en diferentes fuentes biblio-
gráficas de origen nacional, internacional y la consolidada durante la evaluación de
los expertos de la UICN.

13 Historia natural
Resume brevemente información sobre aspectos de distribución, comportamiento,
dieta y características reproductivas de la especie, basada en información registrada
en diversas fuentes bibliográficas.

14 Dato curiOso
Describe aspectos únicos o característicos de la especie en ámbitos de comportamien-
to, reproducción o distribución.

15 En Chingaza
Consolida la información registrada en el área protegida y su área con función amor-
tiguadora de acuerdo con actividades lideradas por el equipo de Parques Nacionales
Naturales o investigadores asociados.

33
16 Relaciones culturales
Se detallan a partir de las entrevistas realizadas a diferentes pobladores del área con
función amortiguadora del PNN Chingaza, con el apoyo de la línea de educación y
comunicación del área protegida.

17 Extensión local y global


Ilustra la distribución registrada por la especie en el área protegida y su área con fun-
ción amortiguadora, y se traslapa con los polígonos de distribución de la Lista Roja de
Especies Amenazadas de la UICN.

Distribución UICN

Registros de presencia
de la especie

18 Rastros
Para las especies de mamíferos medianos y grandes, se ilustran los principales rastros
que contribuyen a determinar su presencia (como huellas, heces o comederos).

Mano Pata
~ 6 cm

~ 20 cm

~ 12 cm

~ 7.5 cm

Bibliografía
Por cada especie caracterizada en la ficha, en la sección de bibliografía se ofrecen las
referencias empleadas.

Citación sugerida: Parra-Romero, A. (2019). Cómo usar esta guía. En A. Parra-Romero y J. F. González-Maya
(Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 27-34). Bogotá:
Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

34
©Julián Mejia
GUÍA PARA
Identificar mamíferos

L.O.

L.A.

C.C.

L.P.

Convenciones:
C.C. Longitud cabeza-cuerpo L.C.
L.O. Longitud de la oreja
L.P. Longitud de la pata
L.A. Longitud del antebrazo
L.C. Longitud de la cola

36
2º dedo Pulgar Trago Oreja

3º dedo Propatagio

Membrana

4º dedo
5º dedo
Pata

Calcáneo

Cola

Orejas

Nariz Cola

Vibrisas

Patas con garras retráctiles

37
Venado de cola blanca
Odocoileus goudotii
Orden
ARTIODACTYLA

En este grupo se encuentran una gran variedad de mamíferos placentarios de dieta


herbívora como los venados, cerdos, cabras y vacas. Esos se caracterizan por apoyar el
peso del cuerpo en dos dedos (tres y cuatro) que están cubiertos por cascos o pezuñas,
que son estructuras compuestas de queratina. Los otros dedos (uno, dos y cinco) se
encuentran reducidos o han desaparecido en el transcurso de la evolución. Además,
algunos artiodáctilos poseen un sistema digestivo particular, pues tienen el estóma-
go divido en cámaras con presencia de microorganismos que ayudan al proceso de
digestión. Otros, en cambio, tienen modificaciones en sus dientes incisivos y caninos,
los cuales se han aplanado para favorecer el proceso de masticar y triturar la comida.
Los artiodáctilos viven en una gran variedad de hábitats, como sabanas, bosques
y páramos, donde contribuyen a la modificación de la estructura y composición de la
vegetación, a la dispersión de semillas y al ciclado de nutrientes, además de ser fuente
de alimento para varios depredadores. Varias de las especies de artiodáctilos han sido
domesticadas por el hombre como fuente de alimento o como apoyo en el trabajo.
En Colombia se encuentran 12 especies de artiodáctilos, agrupadas en 2 familias:
Tayassuidae, donde se encuentran los cerdos silvestres, y Cervidae, que agrupa a los
venados. El PNN Chingaza cuenta con registros de tres especies confirmadas: el saíno
de collar (Pecari tajacu), el venado de cola blanca (Odocoileus goudotii) y el venado soche
(Mazama rufina), que se encuentra en categoría de amenaza vulnerable a la extinción.

Revisor: Diego J. Lizcano.

39
©Arley Muñoz

VU
LC

VENADO SOCHE 21
0
3

Mazama rufina 18 6

15 9
Dwarf Red Brocket 12

Reino: Animalia Familia: Cervidae


Filo: Chordata Género: Mazama
Clase: Mammalia Especie: Mazama rufina
Orden: Artiodactyla Autor: Pucheran, 1852

Medidas: C.C. 85-90 cm, L.A. 45 cm.


Peso: 10-15 kg.

Identificación: Es un venado de tamaño pequeño, de cuerpo robusto con pelaje color


rojizo a café brillante. El rostro presenta una mancha oscura entre los ojos y la nariz,
los ojos son negros y grandes, la nariz es negra y debajo de ella hay pelaje de color
blanco en labio inferior. La cola es pequeña, de coloración rojiza, con una mancha
blanca en la punta y en la parte ventral. Las patas son cortas y terminan en forma de
pezuña de color negro. Las orejas, pequeñas y peludas. Los machos presentan cuernos
que no se ramifican y pueden alcanzar 8 cm de largo.

40
Historia natural. Es una de las siete especies de venado que habitan en Colombia,
siendo una de las de menor tamaño: llega a pesar entre 10-15 kg. Habita los ecosiste-
mas de bosque andino y páramo desde los 1000 hasta los 4000 m de elevación, donde
consume más de 40 especies de plantas, que incluyen pastos, hojas tiernas, frutos e
incluso hongos. La variedad de plantas que consume le permiten explorar distintos
tipos de hábitat.

Dato CuriOSO. Es una especie solitaria que ha sido solo registrada en pareja, proba-
blemente, durante el periodo de reproducción. La gestación dura 7-9 meses y da cría
a un solo individuo, que nace con el pelaje largo y manchas blancas, que le son útiles
para camuflarse en la vegetación. Se puede diferenciar hembras de machos debido a
que los machos posen astas simples (que no se ramifican).

En Chingaza. Es uno de los mamíferos más huidizos de Chingaza. Sus encuentros


casuales se registran sobre la vía, cerca de ecosistemas del bosque donde se refugia
cuando se siente en peligro.

Relaciones culturales. Es uno de los animales más rápidos del páramo. Algunas per-
sonas lo llaman “cansaperros”, debido a que, en las jornadas de cacería que se solían
practicar, no se dejaba alcanzar por los depredadores caninos. Algunos pobladores
manifiestan que existen dos especies de venados colorados.

Extensión local y global Rastros

Heces: 7 cm

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Lizcano, D. J. (2020). Mazama rufina. En A. Parra-Romero y J. F. Gonzá-


lez-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 40-41).
Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

41
David E. Hernández-Rodríguez

VU
LC VU

VENADO DE COLA BLANCA


Odocoileus goudotii
White-tailed Deer

Reino: Animalia Familia: Cervidae


Filo: Chordata Género: Odocoileus
Clase: Mammalia Especie: Odocoileus goudotii
Orden: Artiodactyla Autor: Gay & Gervais, 1846

Medidas: : C.C. 113-226 cm, L.C. 13-14 cm, L.P. 35-38, L.O. 11-13 cm.
Peso: 30-50 kg.

Identificación: Es un venado de tamaño grande, de color pardo claro a gris, pelaje cor-
to, denso y grueso. La cabeza presenta un color similar al resto del cuerpo, excepto en
el hocico, en donde presenta unas manchas blancas, al igual que en la zona alrededor
de los ojos, los cuales son grandes, negros y de largas pestañas. Las orejas presentan
pelaje denso de color blanco, en el interior, y de color gris, en el exterior. Son grandes,
alargadas y se pueden mover. El pelaje del vientre es blanco. La cola presenta una to-
nalidad gris, en el exterior, y blanca, en la parte ventral. Los machos presentan una cor-
namenta con varias puntas, a diferencia de la hembra, que no tiene esta característica.

Historia natural. Durante varias décadas se la ha catalogado como una subespecie de


Odocoileus virginianus. Sin embargo, algunos estudios de taxonomía la definen como

42
una especie diferente que se distribuye en los ecosistemas altoandinos de Colombia y
Venezuela. Prefiere los bosques abiertos y de galería, matorrales, páramos y pajona-
les altoandinos.

Dato CuriOSO. El venado de cola blanca, cuando se siente amenazado, levanta su cola
en señal de alerta, para informar al resto del grupo que hay un peligro cerca. El ran-
go de acción de un venado de cola blanca varía entre 59 y 520 ha, dependiendo de la
edad del venado, el sexo, la densidad, las interacciones sociales y las características del
hábitat. El venado macho, a diferencia de la hembra, posee una cornamenta que se
ramifica y que le es útil como herramienta de defensa.

En Chingaza. Es uno de los mamíferos más representativos y conspicuos del PNN


Chingaza. Las investigaciones sobre esta especie se han enfocado en evaluar aspectos
de su comportamiento, estado poblacional y dieta. En los primeros meses del año, se
ha registrado la presencia de hembras con una cría y, en menor frecuencia, con dos
crías, las cuales presentan manchas blancas en el dorso que les ayudan a camuflarse
en la vegetación.

Relaciones culturales. Al ser una de las especies más visibles en el área protegida,
tanto locales como foráneos recorren los caminos de Chingaza con el propósito de
tomarle una foto a esta carismática especie. Entre las comunidades, permanece el
recuerdo de las jornadas de cacería que personas de la vida política de Bogotá reali-
zaban en el páramo en busca de ejemplares de la especie, a pesar de que su carne no
era muy apetecida. Ciertos pobladores mantienen partes de los venados como trofeo,
decoración o incluso algunos usan las patas de los venados para sostener artículos de
uso diario, como canastos, sombreros y lazos.

Extensión local y global Rastros

Heces: 14 cm

Mano Pata
~ 5.5 cm

~ 5 cm

~ 4 cm ~ 4 cm

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Lizcano, D. J. (2020). Odocoileus goudotii. En A. Parra-Romero y J. F. Gonzá-


lez-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 42-43).
Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

43
©Álvaro Javier Velásquez Suárez

VU
LC II

PECARÍ DE COLLAR 21
0
3

Pecari tajacu 18 6

15 9
Collared peccary 12

Reino: Animalia Familia: Tayassuidae


Filo: Chordata Género: Pecari
Clase: Mammalia Especie: Pecari tajacu
Orden: Artiodactyla Autor: Linnaeus, 1758

Medidas: C.C. 80-98 cm, L.C. 2,5-4,5 cm, L.P. 17-20 cm, L.O. 7-9 cm
Peso: 17-35 kg.

Identificación: Presenta un cuerpo musculoso y robusto, con pelaje rígido de color


gris o negro en la parte dorsal, con una banda de color claro (crema o blanco) desde la
parte superior del hombro hasta el cuello, como si se tratara de un collar. La cabeza es
de gran tamaño y se comprime en el hocico hasta formar una nariz angosta, desnuda.
Los caninos están modificados en colmillos. Los ojos, orejas y cola son pequeños. El
pelaje del dorso presenta crestas conformadas por pelos negros, blancos y amarillos,
mientras que el vientre es rosado y con poco pelo. Las extremidades son largas, con
pequeñas pezuñas.

44
Historia natural. Habita en una gran variedad de hábitats, que incluyen desiertos,
bosques secos y bosques andinos que se distribuyen desde el sur de Estados Unidos
hasta Argentina. En Colombia, habita desde los 0 hasta 2800 m de elevación, en don-
de se alimenta de una gran variedad de elementos, que incluyen semillas, tubérculos,
raíces, frutos, insectos y otros pequeños animales que varían de acuerdo con el hábitat
donde se encuentre.

Dato CuriOSO. El pecarí de collar es considerado como indicador de buen estado de


conservación de los ecosistemas, dado que no se adapta a zonas intervenidas. Puede
vivir en grupos de 6 a 30 individuos, los cuales se segregan en el día en grupos de 1 o
3 individuos y vuelven a reunirse al emitir una vocalización o al secretar un almizcle
sobre troncos, rocas u otros individuos. Generalmente, la hembra tiene una cría en el
año, luego de cuatro meses y medio de gestación.

En Chingaza. Ha sido registrada durante las actividades de fototrampeo en el muni-


cipio de Medina. Se han registrado grupos de más de 10 individuos con crías mientras
caminan en búsqueda de alimento.

Relaciones culturales. Los saínos han sido animales muy apetecidos por su carne y
su piel, la cual era quemada para ahuyentar al ganado que entraba a los cultivos a
comerse las cosechas. Algunas personas daban uso al cráneo y los dientes para colgar
elementos de uso diario, como ropa o elementos de ganadería.

Extensión local y global Rastros

Heces: 2.5-4 cm de diámetro

Mano
~ 4 cm

y pata

~ 3.5 cm

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Lizcano, D. J. (2020). Pecari tajacu. En A. Parra-Romero y J. F. González-Ma-


ya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 44-45). Bogo-
tá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

45
Ocelote
Leopardus pardalis
Orden
CARNIVORA

Dentro de este grupo de mamíferos, se encuentran más de 305 especies a nivel mun-
dial. Los carnívoros se distribuyen en todos los continentes, excepto la Antártida, y en
casi todos los ecosistemas (desde los desiertos hasta las nieves perpetuas). A pesar de
que el término carnívoro hace referencia al consumo de carne, los miembros del orden
Carnivora tienen gran diversidad de dietas: desde el consumo estricto de carne, como
los felinos, hasta la omnivoría y el carroñeo, como los cánidos y úrsidos.
Además, presentan una gran diversidad de tamaños, pues varían desde los 150 g
(Mustela frenata) hasta más de 400 kg (Ursus maritimus). La principal característica de
los carnívoros es la presencia de cúspides cortantes en la maxila y mandíbula (que les
permiten desgarrar carne) y la presencia del segundo premolar (denominado diente
carnasial), el cual se modifica en especies que han ampliado sus hábitos alimenticios.
Todos tienen su cuerpo cubierto de pelo y poseen manos y pies provistos de garras
(que les son útiles para correr, trepar y cazar).
En general, son especies solitarias y territoriales, por lo cual emiten sonidos y
olores particulares. Sin embargo, algunos son gregarios y han desarrollado prácticas
de comunicación complejas en el momento de cazar. Otro rasgo interesante de este
grupo es que los padres tienen comportamientos de cuidados con sus crías, o cuidado
parental, lo que les permite transferirles conocimientos útiles para la obtención de
comida y el cuidado propio. El papel ecológico de los carnívoros es esencial, dado que
mantienen el control poblacional de otras especies, por lo que su presencia es indica-
dor del buen estado de salud de los ecosistemas.
En Colombia, se tienen registros de 34 especies de carnívoros, distribuidas en 7 fa-
milias. Y, aunque ninguna es endémica del país, varias de ellas se encuentran en alguna
categoría de amenaza, debido a la pérdida y fragmentación de hábitat y a eventos de
cacería, generalmente por retaliación frente al consumo de animales domésticos. En el
PNN Chingaza, se tienen registros de 16 especies de carnívoros, agrupadas en 6 familias:
Canidae, Felidae, Mephitidae, Mustelidae, Procyonidae y Ursidae; siendo, luego de los
roedores y murciélagos, el grupo con mayor número de especies en el área protegida.

Revisor: I. Mauricio Vela-Vargas, Andrés Arias-Álzate,


Robert Márquez, Diego Zárate, Álvaro Botero-Botero

47
©Fernando Trujillo

VU
LC II NT
VU

PUMA
Puma concolor
Puma

Reino: Animalia Familia: Felidae


Filo: Chordata Género: Puma
Clase: Mammalia Especie: Puma concolor
Orden: Carnivora Autor: Linnaeus, 1771

Medidas: L.T. 86-154 cm; L.C. 63- 96 cm, L.P. 23-29 cm, L.O. 8,3-10,2 cm
Peso: 29-120 kg.

Identificación: Es un felino de tamaño grande. Sin embargo, su tamaño varía de


acuerdo con el lugar donde habite. Su figura es esbelta y la coloración del pelaje pue-
de variar desde gris hasta naranja-amarillento, aunque pueden presentar tonalidades
rojizas o pardas. La cola, en forma de ‘J’, es larga y los pelos de la punta son negros. El
rostro es más claro que el dorso y presenta manchas blancas en el hocico y quijada,
mientras que la base de las vibrisas es oscura. Las orejas son cortas, redondas y os-
curas. Al igual que todos los felinos, los pumas son digitígrados, lo que significa que
caminan sobre la punta de los dedos. Poseen cinco dedos, el pollex, o primer dedo, es
pequeño y no hace contacto con el suelo, mientras que los otros cuatro sí lo hacen.
Cada uno de los dedos posee uñas retractiles muy afiladas. El tamaño de las manos es
igual de ancho que de largo, mientras que las patas son más largas que anchas.

48
Historia natural. Es el segundo felino más grande de Colombia, luego del jaguar. Se
estima que necesita entre 33 y 60 km2 para reproducirse, alimentarse y refugiarse. Esta
especie solitaria basa su dieta principalmente en el consumo de carne, prefiriendo la
ingesta de animales como borugos, curíes o venados.
Dato CuriOSO. En el territorio de un macho pueden habitar mínimo dos hembras,
siendo el único que puede copular con ellas. El periodo de gestación de las hembras
es de 82 a 96 días y el tamaño de la camada puede variar entre 1 y 6 cachorros, con
un promedio de 2 cachorros. Los cachorros nacen con ojos de color azul y pelaje con
manchas negras que les ayudan a camuflarse en la vegetación, las cuales desaparecen
luego de las 12 a las 14 semanas de nacidos. Las crías permanecen al lado de la madre
hasta aproximadamente los dos años de vida.
En Chingaza. Durante los años noventa, la presencia del puma en los ecosistemas de
alta montaña de Chingaza era escasa. Sin embargo, desde el 2016, la presencia de la
especie ha sido más frecuente en el área protegida. Las cámaras trampa han registra-
do diferentes individuos, que incluyen hembras y machos. Además hay presencia de
rastros, como heces y huellas, en senderos como el de Las Plantas del Camino, que
recorre el valle del río de la Playa, Golillas, Monterredondo y Palacio. Hacia el sector
oriental, es frecuente en los municipios de San Juanito, Gachalá y Medina, donde se
ha registrado una hembra con cría por medio del fototrampeo.
Relaciones culturales. Se le conoce como el león de montaña. Algunos incluso lo
describen con melena. Su presencia, para gran parte de los pobladores del páramo,
es desconocida, aunque algunos (los más antiguos) recuerdan los ataques al ganado.
Mientras que otros se sorprenden con la posibilidad de encontrar sus rastros. Para el
sector del piedemonte, sus encuentros son más frecuentes, en especial en áreas próxi-
mas al ganado, donde, en ocasiones, hay consumo de reses por parte del puma.

Extensión local y global Rastros

Heces: entre 10.0 y 30.0 cm

Entre 2.0 y 3.5 cm

Mano Pata
~ 8 cm
~ 7 cm

~ 7 cm ~ 7 cm

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Vela-Vargas, I. M. (2020). Puma concolor. En A. Parra-Romero y J. F. Gonzá-


lez-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 48-49).
Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

49
©Fernando Trujillo

VU
LC II

YAGUAROUNDÍ
Herpailurus yagouaroundi
Jaguarundi

Reino: Animalia Familia: Felidae


Filo: Chordata Género: Herpailurus
Clase: Mammalia Especie: Herpailurus yagouaroundi
Orden: Carnivora Autor: É. Geoffroy Saint-Hilaire, 1803

Medidas: C.C. 50,6-64,5 cm, L.C. 32- 60,9 cm, L.P. 12-15,6 cm, L.O. 2,5-4 cm.
Peso: 4,5-9 kg.

Identificación: Es un felino de tamaño mediano, con cuerpo esbelto que no presenta


manchas en su pelaje, el cual puede variar de pardo a negro, gris, o de rojo a amarillo.
Su cabeza robusta presenta orejas pequeñas y redondas, además de un largo cuello.
Las extremidades son cortas y la cola es aproximadamente de 2/3 la longitud de la
cabeza y el cuerpo.

Historia natural. El yaguarundí habita generalmente bosques, páramos, áreas abier-


tas con vegetación herbácea y arbustiva, sábanas, áreas abiertas y ecotonos. Se dis-
tribuye desde el nivel del mar hasta los 3200 m s. n. m., desde México hasta Argenti-
na. Es más común encontrarlo por debajo de los 2000 m s. n. m. Puede encontrarse

50
también en áreas transformadas, sean estas pasturas abiertas o zonas con vegetación
secundaria. Su dieta incluye una variedad de mamíferos pequeños (como roedores),
aves, reptiles, anfibios y peces. Tiene un valor medio de rango de hogar de 11,98 km2 y
se estima que puede tener una distancia media de dispersión, con base en este valor
medio de rango de hogar, de 20,16 km.

Dato CuriOSO. Es una especie solitaria que alcanza la adultez a los dos o tres años.
La hembra, luego de un periodo de gestación de dos meses y medio, puede dar entre
una y cuatro crías, las cuales abandonan el nido luego de 28 días de nacidos. Pueden
comunicarse por medio de vocalizaciones de corto alcance para situaciones de cortejo
o cuidado parental.

En Chingaza. Durante la década de los noventa, era una especie de avistamientos fre-
cuentes, especialmente en los sectores de Piedras Gordas, Monterredondo, río de La
Playa y cañón del Guatiquía, donde una hembra fue observada jugando con sus crías.
Actualmente, es una especie de difícil avistamiento dentro del área protegida.

Relaciones culturales. Es una especie sigilosa que, en ocasiones, era confundida con
la taira. Sin embargo, algunos de los pobladores del páramo de Chingaza relatan en-
cuentros ocasionales de esta especie mientras perseguía el ganado que se encontraba
en la zona.

Extensión local y global Rastros


~ 3.5 cm

Mano

~ 3.5 cm
~ 4 cm

Pata

~ 4 cm

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Zárrate-Charry, D. A. (2020). Herpailurus yagouaroundi. En A. Parra-Ro-


mero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural
Chingaza (pp. 50-51). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

51
©Jhon Harold Castaño Salazar

VU
LC I VU

TIGRILLO LANUDO U ONCILLA


Leopardus tigrinus
Northern Tiger Cat

Reino: Animalia Familia: Felidae


Filo: Chordata Género: Leopardus
Clase: Mammalia Especie: Leopardus tigrinus
Orden: Carnivora Autor: Schreber, 1775

Medidas: C.C.36,5-55,6cm, L.C. 22,8-35 cm, L.O. 2,4-5,2 cm,


L.P. 9,5-14,5 cm. Peso: 1,5-3 kg.

Identificación: Es la especie de felino manchada más pequeña. Su cuerpo es de apa-


riencia delgada y esbelta. La cabeza es pequeña, con bordes blancos en orejas y hoci-
co. El pelaje es de color amarillo, gris o pardo, con manchas longitudinales en forma
de roseta. El vientre es claro y marcado por franjas negras. La cola representa al menos
el 60 % de la longitud de la cabeza y el cuerpo y termina con colores oscuros en la
punta. Existen individuos melánicos.

Historia natural. Se distribuye desde México hasta Brasil y Uruguay. En Colombia, ha-
bita principalmente en los ecosistemas altoandinos de los tres ramales de la cordillera

52
de los Andes, aunque existen reportes para la Amazonía y las Guayanas. Se encuentra
principalmente entre los 1000 y los 3000 m s. n. m., aunque se ha observado a más
de 4500 m s. n. m. Habita principalmente bosques densos montanos, pero puede en-
contrase también en páramos y bosques abiertos, aunque tiene baja tolerancia a la
perturbación humana. Se alimenta principalmente de animales que pesen menos de
100 g. Se ha reportado un periodo de gestación de 75 días, luego de los cuales la hem-
bra puede tener una o dos crías. Tiene un valor medio de rango de hogar de 4,5 km2 y
se estima que puede tener una distancia media de dispersión, con base en este valor
medio de rango de hogar, de 14,8 km.

Dato CuriOSO. Es la especie de felino más pequeña que habita en Colombia. Se ha


registrado que puede cambiar sus horas de movimiento para evitar encuentros con
otros felinos, como el ocelote.

En Chingaza. Es una especie de hábitos elusivos y poco frecuente de avistar. En las cá-
maras trampa siente curiosidad por el flash que destellan los equipos de fototrampeo.

Relaciones culturales. Aunque no son frecuentes los encuentros entre el tigrillo y las
comunidades, en ocasiones se han presentado eventos de consumo de aves de corral,
lo que ha provocado su caza.

Extensión local y global Rastros


~ 2-2.5 cm

Pata

~ 2-2.5 cm

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Zárrate-Charry. D. A. (2020). Leopardus tigrinus. En A. Parra-Romero y J. F.


González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp.
52-53). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

53
©Cristian Castro Morales

VU
LC I

OCELOTE
Leopardus pardalis
Ocelot

Reino: Animalia Familia: Felidae


Filo: Chordata Género: Leopardus
Clase: Mammalia Especie: Leopardus pardalis
Orden: Carnivora Autor: Linnaeus, 1758

Medidas: C.C. 70-90 cm, L.C. 32-41 cm, L.P. 14-17 cm, L.O. 5-6,5 cm.
Peso: 11-14,5 kg.

Identificación: Es un felino de tamaño mediano, de cabeza grande, cuerpo robusto


y pelaje amarillento o pardo con rosetas alargadas y rayas negras definidas. Los ojos
son grandes y tiene orejas cortas, redondas que, en la parte exterior, poseen un color
oscuro con una banda central blanca. El cuello y vientre, de color más claro, presenta
bandas negras. La cola es corta, de menos del 50 % de la longitud cabeza-cuerpo, con
presencia de manchas negras en su exterior.

Historia natural. Se distribuye continuamente desde el sur de Estados Unidos hasta


el norte de Argentina, donde habita gran diversidad de ecosistemas, como mangla-
res, bosques secos, tropicales y andinos e incluso el páramo. Es la especie de felino

54
que es más comúnmente avistada y puede encontrarse en zonas con algún grado de
intervención. La mayor cantidad de registros de la especie se encuentran debajo de los
2000 m s. n. m., pero se ha registrado por encima de los 4000 m s. n. m. Si bien pue-
de estar activo en el día, es una especie generalmente nocturna que persigue y caza
mamíferos pequeños y medianos (como ratones y guartinajas, entre otros). Tiene un
valor medio de rango de hogar de 8 km2 y se estima que puede tener una distancia
media de dispersión, con base en este valor medio de rango de hogar, de 21 km. En el
territorio de un macho pueden vivir, en promedio, dos hembras, que únicamente se
reproducen con él. Y, luego de un periodo de gestación de 80 días, la hembra puede
tener uno o dos cachorros, generalmente cada dos años.

Dato CuriOSO. De los tres tigrillos manchados que habitan Colombia, el ocelote es el
de mayor tamaño, al llegar a pesar de 7 a 16 kg, siendo los machos más grandes que las
hembras. Puede llegar a ser una especie abundante en ausencia de depredadores más
grandes, como el jaguar o el puma.

En Chingaza. El mayor número de registros de ocelotes se ha obtenido durante las


jornadas de fototrampeo que se realizan en los senderos usados por el oso andino.
Allí, se ha observado el desplazamiento sigiloso del ocelote y su atracción por la luz
de la cámara.

Relaciones culturales. Aunque su belleza impacta a las personas que tienen la posibi-
lidad de registrarlo, en el área de influencia de Chingaza se ha tenido reportes del con-
sumo de aves de corral por parte de esta especie, siendo la especie que más se registra
en situaciones de conflicto con especies domésticas pequeñas. Esta situación resulta
generalmente en la captura o caza por parte de las comunidades locales.

Extensión local y global Rastros

Heces: entre 10.0 y 15.0 cm

Entre 1.5 y 2.5 cm

Mano Pata
~4.5 cm

~ 4 cm

~ 5 cm
~ 4 cm

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Zárrate-Charry, D. A. (2020). Leopardus pardalis. En A. Parra-Romero y J. F.


González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp.
54-55). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

55
© Juan Carlos Vindas

NT
VU
LC I

MARGAY
Leopardus wiedii
Margay

Reino: Animalia Familia: Felidae


Filo: Chordata Género: Leopardus
Clase: Mammalia Especie: Leopardus wiedii
Orden: Carnivora Autor: Schinz, 1821

Medidas: C.C. 50-72 cm, L.C. 30-52 cm, L.P. 10,7-13,7 cm, L.O. 4,5-6 cm
Peso: 2,3-5 kg.

Identificación: Es un felino pequeño, con cuerpo esbelto. La cabeza es redonda y con


ojos de gran tamaño. El pelaje del dorso es de fondo amarillo y posee rosetas irregu-
lares, puntos o líneas negras, mientras que el pelaje del pecho y el vientre es claro. La
base de las orejas en su parte exterior es negra, con una mancha blanca en el centro. La
cola es larga (70 % longitud cabeza-cuerpo), con pelaje denso, compuesto de alrede-
dor de 12 bandas negras, y finaliza con un color oscuro en la punta. Los pelos de la nuca
se dirigen hacia la cabeza, al contrario del tigrillo (Leopardus tigrinus), que tiene estos
pelos dirigidos hacia la cola. Las patas y manos son similares en tamaño.

56
Historia natural. Habita en los diversos ecosistemas de bosque que se distribuyen
desde México hasta el norte de Argentina. Generalmente, se encuentra hasta los 1500
m s. n. m., pero lo han reportado sobre los 2800 m s. n. m. Se encuentra principal-
mente en bosques, aunque puede ser visto en coberturas transformadas, siempre y
cuando haya algo de árboles. Tiene un valor medio de rango de hogar de 5,8 km2 y
se estima que puede tener una distancia media de dispersión, con base en este valor
medio de rango de hogar, de 16,9 km. Su dieta se basa principalmente en mamíferos o
aves arbóreas. Es una especie solitaria que se diferencia de los demás tigrillos porque
su cola es más larga, de modo que alcanza el suelo y se encorva hacia arriba. En cuanto
a su reproducción, las hembras de margay alcanzan la madurez sexual a los dos años.
El periodo de gestación oscila entre 81 y 84 días, después del cual la hembra engendra
una cría que comienza a dejar la madriguera después de cinco meses.

Dato CuriOSO. Tiene una adaptación única que le permite cazar en los árboles. Cuan-
do está sobre el tronco de un árbol, puede rotar sus patas hasta 180 grados sobre el
eje longitudinal. Esto le da mucha flexibilidad en el momento de cazar en los árboles.

En Chingaza. Es una especie difícil de observar, debido a sus hábitos arbóreos. Sin em-
bargo, ha sido registrada en cámaras trampa hacia el sector oriental del Parque, en el
municipio de Medina.

Relaciones culturales. Debido a su apariencia similar a la del tigrillo lanudo y el oce-


lote, no hay referencias particulares de esta especie. Sin embargo, en otras regiones
del país, hay registros de cacería para el uso de su piel o para criarlo como mascota. Es
posible que algunos pobladores de la zona aún conserven sus pieles.

Extensión local y global Rastros


~ 3 cm

Mano

~ 4cm
~ 3 cm

Pata

~ 3 cm

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Zárrate-Charry, D. A. (2020). Leopardus wiedii. En A. Parra-Romero y J. F.


González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp.
56-57). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

57
©Camilo Botero

VU
LC II

ZORRO PERRUNO O CANGREJERO


Cerdocyon thous
Crab-eating fox

Reino: Animalia Familia: Canidae


Filo: Chordata Género: Cerdocyon
Clase: Mammalia Especie: Cerdocyon thous
Orden: Carnivora Autor: Linnaeus, 1766

Medidas: C.C. 57-77,5cm, L.C. 22-41 cm, L.O. 6,6-8 cm, L.P. 13,-16,5 cm
Peso: 4-8 kg.

Identificación: Es un cánido mediano de cuerpo grueso y alargado, con un pelaje en-


tremezclado de colores gris, negro o café que se acentúan en el dorso, cola y la parte
exterior de las extremidades inferiores. En cambio, el cuello y el vientre son de color
crema. Las orejas, la parte posterior de las piernas y la mandíbula son negras. La cola
es de apariencia esponjada y posee pelos más largos que el resto del cuerpo.

Historia natural. Habita los ecosistemas que se encuentran desde la zona costera
hasta las zonas que sobrepasan los 3000 m de elevación, incluidos desiertos, bosques
tropicales y montanos, páramos e incluso zonas intervenidas, como praderas de Pa-
namá, Colombia, Ecuador, Bolivia, Brasil y Argentina. Se le considera una especie ge-

58
neralista y omnívora: consume desde pequeños vertebrados, invertebrados, huevos y
carroña hasta vegetales, frutos y semillas, gracias a los cambios en la morfología de
su mandíbula. Las extremidades son cortas y robustas, lo que le permite a la especie
forrajear desde áreas con cobertura vegetal densa hasta en áreas con poca o nula ve-
getación.

Dato CuriOSO. Aunque se describa al zorro perruno como una especie solitaria, man-
tiene una sola pareja a lo largo de su vida (monógamo). El periodo de gestación es de
52 a 60 días y el tamaño de las camadas varía entre 3 y 5 crías. El nombre genérico, Cer-
docyon, proviene de las palabras griegas kerdo, que significa ‘zorro’, y cyon, que significa
‘perro’, debido a los caracteres de perro y zorro del animal. En cuanto al nombre de la
especie (thous), este viene del griego thoos, que significa ‘chacal’.

En Chingaza. En los años noventa, era una especie de fácil avistamiento, especialmen-
te en los sectores de Siecha y Piedras Gordas. Sin embargo, dentro del área protegida,
su presencia ha disminuido y solo se encuentran registros ocasionales de la especie en
la Laguna de Chingaza y la cabaña de Siecha.

Relaciones culturales. Los zorros siempre han encantado por su belleza y comporta-
miento sigiloso en las áreas del páramo, por lo que su ausencia ha sido advertida por
los pobladores de Chingaza y se relaciona con el aumento de perros errantes o ferales
dentro del área protegida. Aunque no es muy común escuchar relatos, ciertas perso-
nas atribuyen propiedades de fortaleza a la grasa del zorro, con la cual untaban a los
pollos “finos” para mejorar su destreza durante las peleas, mientras que otros zorros
fueron cazados por su gusto hacia las aves de corral.

Extensión local y global Rastros


~ 3.5 cm

Pata

~ 4.5 cm
~ 3.5 cm

Pata

~ 4.5 cm

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Vela-Vargas, I. M. (2020). Cerdocyon thous. En A. Parra-Romero y J. F. Gon-


zález-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 58-
59). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

59
©Joao Marcos Rosa

VU
LC

MAPURO O ZORRO HEDIONDO


Conepatus semistriatus
Striped Hog-nosed Skunk

Reino: Animalia Familia: Mephitidae


Filo: Chordata Género: Conepatus
Clase: Mammalia Especie: Conepatus semistriatus
Orden: Carnivora Autor: Boddaert, 1785

Medidas: C.C. 33,2-50 cm, L.C. 16,6-31 cm, L.P. 7-12 cm, L.O. 2,6-3,5 cm.
Peso: 1,4-3,4 kg.

Identificación: El mapuro es de tamaño pequeño y cuerpo alargado. Su cabeza es có-


nica, el hocico es desnudo y la nariz se asemeja a la de un cerdo. Las orejas son cortas,
de color oscuro y presentan puntos blancos en la base. El pelaje del dorso posee dos
bandas blancas paralelas que se extienden desde la cabeza hasta el lomo. Las extre-
midades son cortas y las manos y patas son oscuras y están provistas de garras alarga-
das y curvas. La cola es larga y está compuesta de pelaje denso y áspero que termina
en color blanco en la punta. La cola usualmente se mantiene erguida.

60
Historia natural. El mapuro se distribuye desde México hasta Perú. Allí, habita en
bosques, pastizales y herbazales, en áreas abiertas e incluso en zonas de cultivo. En
Colombia, ha sido registrado desde el nivel del mar hasta zonas mayores a los 4000
m s. n. m., a lo largo de la cordillera de los Andes, el Caribe y la Orinoquía. Consume
principalmente insectos, lagartijas y aves. Tiene un valor medio de rango de hogar de
menos de 1 km2 y se estima que puede tener una distancia media de dispersión, con
base en este valor medio de rango de hogar, de 6,2 km.

Dato CuriOSO. Es una especie solitaria que puede cavar sus madrigueras o usar ca-
vidades en el suelo para tener, luego de un periodo de gestación de 60 días, de una a
cuatro crías.

En Chingaza. Es común encontrarlo en las áreas intermedias entre los bosques y zo-
nas intervenidas por actividades agrícolas en el área de amortiguación del Parque.
Aunque los registros de distribución de la especie no coinciden para el área protegida,
para los pobladores de Chingaza es una especie común. Sin embargo, solo se cuenta
con un registro de cámaras trampa en el municipio de Medina, por lo que se plantea
aumentar los esfuerzos de muestreo para confirmar la información registrada por la
comunidad.

Relaciones culturales. Las habitantes de Chingaza relatan que el mapuro rocía su ori-
na sobre los ojos de los perros como mecanismo de defensa, con la cual los deja ciegos
por varias semanas y con un hedor que dura hasta dos meses.

Extensión local y global Rastros


~ 4.5 cm

Pata

~ 3 cm

Citación sugerida: Parra-Romero, A., Zárrate-Charry, D. A. y Vela-Vargas, I. M. (2020). Conepatus semistriatus. En


A. Parra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional
Natural Chingaza (pp. 60-61). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

61
©Sebastian Di Doménico

VU
LC III

TAIRA O ULAMA
Eira barbara
Tayra

Reino: Animalia Familia: Mustelidae


Filo: Chordata Género: Eira
Clase: Mammalia Especie: Eira barbara
Orden: Carnivora Autor: Linnaeus, 1758

Medidas: L.T. 55,9-71,2 cm, L.C. 33,4-46,0 cm; L.P. 9-12,3 cm, L.O. 3-4,2 cm
Peso: 3-7 kg.

Identificación: Es un mustélido de gran tamaño, de cuerpo largo y esbelto. La cabe-


za y el cuello son alargados, con pelaje corto, denso, brillante, de color amarillento.
Los ojos son grandes y oscuros. Las orejas, redondas y pequeñas. El hocico, desnudo y
negro. El dorso, las extremidades y la cola son oscuras. Las patas son largas y poseen
membranas entre los dedos, los cuales culminan en fuertes garras. Puede tener par-
ches de coloración blanca entre el cuello y la espalda.

Historia natural. Es uno de los mamíferos carnívoros con más amplia distribución
(desde México hasta el norte de Argentina). Habita bosques secos, tropicales y altoan-
dinos, bosques de galería y áreas intervenidas. Se puede encontrar desde el nivel del

62
mar hasta más de los 4000 m s. n. m. Tiene un valor medio de rango de hogar de 8 km2
y se estima que puede tener una distancia media de dispersión, con base en este valor
medio de rango de hogar, de 19,8 km. Pueden tener de 1 a 3 crías, luego de un periodo
de gestación de dos meses. Hasta cuando alcanzan la edad de 6 o 7 meses, los juve-
niles acompañan a su madre en las jornadas de cacería. La taira, también conocida
como ulamá, transita por los árboles y el suelo en busca de mamíferos, aves y reptiles
que pueden hasta doblar su tamaño.

Dato CuriOSO. La taira utiliza su cola como balancín para trepar a los árboles y, gene-
ralmente, desciende de ellos con la cabeza mirando al suelo.

En Chingaza. Es una de las especies más elusivas en Chingaza. Su presencia en las


cámaras trampa es poco frecuente, pero ha sido registrada en bosques subandinos,
desde los 800 m de elevación hasta los bosques altoandinos que crecen sobre los 3100
m s. n. m., siempre solitaria y en ocasiones curiosa con el flash de las cámaras. Aunque
los encuentros directos con ella son escasos, ha sido registrada con mayor frecuencia
en los bosques de Palacio, donde fue avistada cazando un venado soche.

Relaciones culturales. Es poco conocida entre los habitantes del territorio Chinga-
za. Algunos la confunden con un felino. Durante los recorridos por el páramo, varios
pobladores manifestaron no haberla observado directamente. Sin embargo, hacia el
sector del piedemonte, algunos individuos fueron cazados por su gusto por las aves
de corral y los plátanos.

Extensión local y global Rastros


~ 7.5 cm

Mano

~ 5.5 cm
~ 7 cm

Pata

~ 5.5 cm

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Zárrate-Charry, D. A. (2020). Eira barbara. En A. Parra-Romero y J. F. Gon-


zález-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 62-
63). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

63
©Fernando Trujillo

VU
LC III

GRISÓN O HURÓN
Galictis vittata
Greater grison

Reino: Animalia Familia: Mustelidae


Filo: Chordata Género: Galictis
Clase: Mammalia Especie: Galictis vittata
Orden: Carnivora Autor: Schreber, 1776

Medidas: C.C. 46,5-55,2 cm, L.C. 13,5-19,5 cm, L.P. 7,5-9,7 cm, L.O. 2-3 cm
Peso: 1,5-3,5 kg.

Identificación: El hurón es una especie de tamaño mediano que tiene un cuerpo es-
belto, cuello largo, extremidades y cola corta. La cabeza es pequeña y aplanada, con
orejas cortas, redondas y de color crema o blanco. Los ojos son café oscuro o negro,
con reflejos azules en la noche. El pelaje de la cabeza, cuerpo y cola es gris, como el
de las canas, debido a que los pelos de guarda son negros con puntas blancas. En la
frente, posee una línea en forma de diadema de color blanco que continúa hasta los
hombros. Presenta una marcada diferencia entre el pelaje del dorso y el del vientre, el
cual es más oscuro. Las patas de color oscuro poseen cinco dedos que están unidos por
membranas interdigitales y provistas de garras cortas y fuertes de color azul perlado.

64
Historia natural. El hurón habita principalmente en elevaciones desde el nivel del
mar hasta los 1500 m de elevación, aunque su rango óptimo oscila alrededor de los
500 m s. n. m., desde el oriente de México hasta Brasil. Esto es consistente con lo re-
portado para Colombia, en donde habita desde los 0 hasta los 1220 m s. n. m., en las
regiones Andina, Caribe y Orinoquía, en bosques primarios, secundarios y áreas inter-
venidas, que incluyen plantaciones. Se alimenta de aves, roedores, herpetos y peces
que caza aprovechando su habilidad para nadar.

Dato CuriOSO. Es una especie que caza generalmente sola, pero puede llegar a hacer-
lo también en grupo, realizando movimientos en forma de zigzag que le dan mayor
habilidad para capturar su presa. Utilizan los orificios de rocas o en el suelo como ma-
drigueras, donde crían, luego de un periodo de gestación de 40 días, de una a cuatro
crías.

En Chingaza. No es una especie común dentro de los ecosistemas estudiados dentro


del área protegida. Sin embargo, ha sido reportada en el área de amortiguación del
Parque, en el municipio de Medina.

Relaciones culturales. Es una especie conocida por los habitantes del sector oriental
del Parque, que se sorprenden por la peculiaridad de su pelaje, lo que lo convierte en
un animal llamativo cuando se tiene la oportunidad de observarlo.

Extensión local y global Rastros

Heces: entre 5 y 10 cm

Entre 1 y 2 cm

Mano Pata
~ 4.5 cm
~5.5 cm

~ 4.5 cm ~ 3 cm

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Vela-Vargas, I. M. (2020). Galictis vittata. En A. Parra-Romero y J. F. Gonzá-


lez-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 64-65).
Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

65
©Fernando Trujillo

NT
VU
LC I VU

NUTRIA DE RÍO O PERRO DE AGUA


Lontra longicaudis
Neotropical otter

Reino: Animalia Familia: Mustelidae


Filo: Chordata Género: Lontra
Clase: Mammalia Especie: Lontra longicaudis
Orden: Carnivora Autor: Olfers, 1818

Medidas: C.C. 890-1200 cm, L.C. 370-840 cm, L.P. 94-144 cm, L.O. 18-22 cm
Peso: 5-15 kg.

Identificación: Es un animal de pelaje denso y corto, dorsalmente grisáceo lustroso y


más claro ventralmente, especialmente en la garganta. El hocico y la mandíbula son
de color blanquecino o amarillento. La cabeza es pequeña, comparada con el resto del
cuerpo, y posee una mandíbula ancha. Sus ojos son pequeños, mientras que sus orejas
son cortas y redondeadas. La cola es larga y ancha, gruesa en la base y más delgada
hacia el extremo. Las patas, completamente palmeadas, son cortas y robustas.

Historia natural. Son animales que habitan en los ecosistemas acuáticos (ríos, lagos,
lagunas, canales de agua, embalses, entre otros) desde México hasta Argentina, des-
de el nivel del mar hasta los 3100 m s. n. m. Los ecosistemas acuáticos deben cumplir

66
con presencia abundante de peces y riberas con alta cobertura vegetal. En Colombia,
además de habitar todas las regiones biogeográficas, se cuenta con el registro altitu-
dinal más alto (3110 metros) para la especie, en el páramo de Mamapacha (Boyacá).
En las zonas andinas, son depredadores tope de los ecosistemas acuáticos, al estar
completamente adaptados a la actividad acuática. Se alimentan principalmente de
peces, aunque los crustáceos y otros artrópodos pueden hacer parte de su dieta.

Dato CuriOSO. Las nutrias son solitarias, excepto cuando la hembra está con sus crías,
que pueden ser una o dos, con las cuales forma grupos familiares. Generalmente, los
machos son entre un 20 y un 25 % más grandes que las hembras. Aunque son anima-
les generalmente diurnos, en lugares con actividades humanas constantes, cambian
sus hábitos a nocturnos.

En Chingaza. Durante mucho tiempo se desconoció su presencia en el área protegida.


Sin embargo, gracias a exploraciones recientes hechas por los amplios ríos que des-
cienden del Parque hacia el piedemonte, se encontraron rastros dentro y muy cerca
del límite del área protegida, por lo que su presencia fue confirmada.

Relaciones culturales. Se conoce como perro de agua en el piedemonte andino y,


aunque son poco abundantes, la comunidad los percibe como buenos pescadores que
pueden llegar a disminuir la cantidad de peces en los ríos.

Extensión local y global Rastros


~ 7 cm

Mano

~ 6 cm
~ 8 cm

Pata

~ 8 cm

Citación sugerida: Hernández, D. y Botero-Botero, A. (2020). Lontra longicaudis. En A. Parra-Romero y J. F. Gon-


zález-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 66-
67). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

67
©Miguel Rodríguez

VU
LC

COMADREJA
Mustela frenata
Long-tailed

Reino: Animalia Familia: Mustelidae


Filo: Chordata Género: Mustela
Clase: Mammalia Especie: Mustela frenata
Orden: Carnivora Autor: Lichtenstein, 1831

Medidas: C.C. 18-32 cm, L.C. 11,5-20,7 cm, L.P. 3,5-5,5 cm, L.O. 1-2 cm.
Peso: 80-340 kg.

Identificación: Es una especie de pequeño tamaño, con cuerpo esbelto y alargado.


Presenta patas cortas y cuellos alargados y cabeza triangular. Orejas pequeñas y re-
dondeadas. En el dorso, el pelaje es marrón oscuro lustroso. El mentón y cuello es de
color blanco, al igual que el pelaje ventral. La cola tiene la punta negra y es proporcio-
nalmente larga, ya que puede comprender entre el 44 % y el 70 % de la longitud del
cuerpo.

Historia natural. Habita en una gran variedad de ecosistemas, cerca de cuerpos de


agua, que se distribuyen desde el norte de Estados Unidos hasta Bolivia. En el trópico,

68
los individuos se caracterizan por tener un pelaje mucho más café, el cual no cambia a
lo largo del año. Se alimenta de mamíferos, como roedores, conejos y musarañas, así
como de algunas aves y sus nidos, a los cuales caza activamente, dado que requiere
consumir hasta el 40 % de su peso diario. Zorros, halcones, águilas y búhos son sus
principales predadores.

Dato CuriOSO. El periodo de gestación de las comadrejas es de aproximadamente 30


días, luego de implantación retardada. Luego de este periodo, puede dar a luz de 4 a 5
crías, con un número máximo de 9 crías. Ambos padres cuidan de sus crías en cavida-
des que encuentran y que, muchas veces, pertenecen a sus presas.

En Chingaza. Se ha reportado, por medio de cámaras trampas, en los bosques andi-


nos a 1600 m s. n. m., en el municipio de Medina, y en áreas de bosque altoandino y
páramo sobre los 3000 m s. n. m., en los sectores de Palacio y Siecha.

Relaciones culturales. Es un animal que, a pesar de ser de hábiles movimientos, era


cazado para aprovechar su piel o por el consumo ocasional de aves de corral.

Extensión local y global Rastros


~ 2.5 cm

Mano

~ 2 cm
~ 2 cm

Pata

~ 2 cm

Citación sugerida: Hernández, D. y Vela-Vargas, I. M. (2020). Mustela frenata. En A. Parra-Romero y J. F. Gonzá-


lez-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 68-69).
Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

69
©Camilo Botero

NT
VU
LC

CUSUMBO DE MONTAÑA 21
0
3

Nasuella olivacea 18 6

15 9
Western Mountain Coati 12

Reino: Animalia Familia: Procyonidae


Filo: Chordata Género: Nasuella
Clase: Mammalia Especie: Nasuella olivacea
Orden: Carnivora Autor: Gray, 1865

Medidas: C.C. 36-39cm, L.C. 20-24 cm. L.P. 4,7-6,7 cm, L.O. 2,4-3,3 cm.
Peso: 1000-1500 g.

Identificación: Es una especie similar al guache (Nasua nasua). Sin embargo, es de


menor tamaño y la coloración del pelaje es más oscura, con tonos marrones-rojizos
a grises u oliváceos. El rostro presenta una coloración más oscura, con una mancha
alargada y negra entre los ojos y otras dos de forma paralela que salen de los ojos y se
dirigen al hocico, el cual es alargado. La nariz no posee pelo. Las orejas son cortas, re-
dondas y peludas. La coloración del lomo es más clara que la de la cola, la cual presen-
ta entre seis y ocho anillos de color oscuro, aunque en algunas ocasiones son tenues y
poco visibles. El pelaje de las patas también es oscuro y similar al del resto del cuerpo.

70
Historia natural. Habita los ecosistemas andinos de Colombia, Ecuador y Perú, desde
los 1800 hasta los 4600 m s. n. m. Se considera, al igual que el guache (Nasua nasua),
una especie oportunista. Cuando está joven, se alimenta generalmente de artrópodos
y frutos, como bayas. En una fase adulta, amplía su dieta con el consumo de vertebra-
dos e, incluso, de carroña.

Dato CuriOSO. Los machos adultos usualmente son solitarios, excepto en las tem-
poradas de reproducción. No obstante, las hembras los exilian para evitar comporta-
mientos de canibalismo hacia los recién nacidos o los juveniles.

En Chingaza. A pesar de los hábitos solitarios de los machos, también es posible ob-
servarla en grupos de dos o tres individuos, que generalmente están compuestos por
madre y sus crías. Sin embargo, en la Reserva Biológica Carpanta, que colinda con el
área protegida, se han registrado grupos de más de 50 individuos.

Relaciones culturales. Diversas historias y creencias de las comunidades rodean a


este mamífero de cola anillada. Algunas de ellas se centran en los poderes atribuidos
a ciertas partes de los cusumbos para mejorar la salud de las personas o del ganado,
por ejemplo, que su grasa contribuye a prevenir parásitos en el ganado, curar la artritis
o mejorar los dolores de estómago. Otros añaden valores asociados a la fertilidad del
hombre o, incluso, de semovientes, como caballos y burros.

Extensión local y global Rastros

Osadero: agujero en la tierra

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Arias-Álzate, A. (2020). Nasuella olivacea. En A. Parra-Romero y J. F. Gon-


zález-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 70-
71). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

71
©Daniel Restrepo Marín

VU
LC III

CUSUMBO O GUACHE
Nasua nasua
South American Coati

Reino: Animalia Familia: Procyonidae


Filo: Chordata Género: Nasua
Clase: Mammalia Especie: Nasua nasua
Orden: Carnivora Autor: Linnaeus, 1766

Medidas: C.C. 50,0-56,0 cm, L.C. 42,4-46,4 cm, L.P. 9,2-9,4 cm,
L.O. 3,8-4,2 cm Peso: 3.2-4.4 kg.

Identificación: Es un animal de tamaño mediano, con una larga y esbelta cola no


prensil cuya longitud es aproximada a la del cuerpo y la cabeza juntas y presenta ani-
llos oscuros muy visibles. El pelaje del dorso es de color café a rojizo, mientras que el
vientre es amarrillo pálido u ocre. El hocico puede ser café o gris y la cabeza, oscura,
con manchas cerca a los ojos. Tiene un rostro elongado, que termina en un rinario
flexible que se proyecta más allá del final de la mandíbula. Es plantígrado, con las
plantas de las patas desnudas y las garras largas. Las orejas son cortas.

Historia natural. Su distribución abarca las áreas entre los 0 y los 3600 m de ele-
vación de los ecosistemas boscosos, desde Venezuela y Colombia hasta Argentina.

72
Come principalmente insectos, frutos y otros invertebrados que encuentra en el suelo
cavando agujeros con sus garras, llamados osaderos. En ocasiones, pueden consumir
carroña. Pasan la noche en lugares elevados sobre árboles, donde establecen sus dor-
mideros.

Dato CuriOSO. Pueden tener de dos a siete crías y, aunque los machos son solitarios,
las hembras y juveniles pueden andar en grupos de hasta 30 individuos, conocidos co-
múnmente como tropas. El nombre Nasua proviene del latín, que significa ‘nariz’, y se
le dio por la particular forma que tiene en esta especie. Sus principales depredadores
son el puma y el jaguar.

En Chingaza. Se pueden encontrar en bosques andinos y subandinos, por debajo de


los 2700 m s. n. m., en los bosques de Gachalá, San Juanito y Medina, aunque es po-
sible que se encuentre a mayor altitud, por lo que es importante ampliar las áreas de
muestreo dentro del área protegida.

Relaciones culturales. Los pobladores lo reconocen como cusumbo o guache, y era


objeto de cacería ocasional para el consumo de su carne o para utilizar la piel ya seca
para cargar el “peltrecho”. Al igual que con el cusumbo de montaña (Nasuella olivacea),
se cree que el aparato reproductivo del guache tenía propiedades afrodisíacas en las
mujeres. Mientras que a la grasa le otorgaban propiedades medicinales para curar al
ganado que se enfermaba por exceso de sol.

Extensión local y global Rastros

Mano
~ 9.3 cm

Pata

Citación sugerida: Hernández, D. y Arias-Álzate, A. (2020). Nasua nasua. En A. Parra-Romero y J. F. Gonzá-


lez-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 72-73).
Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

73
©Sebastian Di Doménico - Reserva El Dorado

VU
LC III

PERRO DE MONTE
Potos flavus
Kinkajou

Reino: Animalia Familia: Procyonidae


Filo: Chordata Género: Potos
Clase: Mammalia Especie: Potos flavus
Orden: Carnivora Autor: Schreber, 1774

Medidas: C.C. 46.5-76.0 cm, L.C. 42.0-57.0 cm, L.P. 8.0-12.7 cm, L.O. 3.0-5.5 cm
Peso: 2-3.2kg.

Identificación: Es un animal mediano, de pelaje denso, lanoso y apariencia suave. En


el dorso, es de color café dorado o parduzco, con una línea oscura en la parte baja,
mientras que el vientre es amarillo. En los machos, la garganta tiene un parche desnu-
do. La cabeza y el rostro son de un color marrón rojizo u oscuro. Los ojos son grandes
y las orejas son pequeñas y redondeadas en comparación con otros miembros de la
familia Procyonidae. Posee lengua larga, gruesa y extensible. La cola es larga, prensil
y puede presentar una mancha blanca en la punta. Las patas son del mismo color del
dorso y tienen unas garras curvas y largas para aferrarse a los árboles.

74
Historia natural. Se encuentra en un rango altitudinal desde los 0 hasta los 2500 m
de elevación en los ecosistemas neotropicales que se distribuyen desde México has-
ta Bolivia. Su dieta se basa principalmente en el consumo de invertebrados, frutas,
retoños, flores y néctar que alcanza con su extensa lengua. Son depredados por aves
grandes de rapiña, como el águila crestada (Spizaetus isidori).

Dato CuriOSO. Son solitarios, pero algunas veces se les puede encontrar agrupados
en un mismo árbol en épocas de fructificación. Durante el día, se retiran a dormir a
madrigueras y agujeros oscuros en los árboles, donde se desplazan hábilmente gra-
cias a su cola prensil, que usan como una quinta pata. Tiene ojos muy grandes que les
permiten moverse en la noche sin ninguna dificultad. Luego de un periodo de gesta-
ción de 98 a 120 días, pueden tener de una a dos crías.

En Chingaza. Por ser una especie nocturna, es difícil de registrar. Sin embargo, en re-
corridos nocturnos, ha sido posible observarla alimentándose de árboles en el bosque
subandino, en el municipio de Medina, entre los 800 y los 1300 m s. n. m.

Relaciones culturales. Conocido como “sorvejumo” o mico nocturno, siempre ha sido


avistada trepada en los árboles del piedemonte de Chingaza, principalmente de no-
che, aunque se tienen algunos registros diurnos.

Extensión local y global Rastros


~ 5.5 cm

Mano

~ 4.5 cm
~ 6.5 cm

Pata

~ 4 cm

Citación sugerida: Hernández, D. y Vela-Vargas, I. M. (2020). Potos flavus. En A. Parra-Romero y J. F. Gonzá-


lez-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 75-76).
Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

75
©Daniel A. Porras

VU
LC I VU

OSO ANDINO 21
0
3

Tremarctos ornatus 18 6

15 9
Spectacled bear 12

Reino: Animalia Familia: Ursidae


Filo: Chordata Género: Tremarctos
Clase: Mammalia Especie: Tremarctos ornatus
Orden: Carnivora Autor: F. G. Cuvier, 1825

Medidas: L.T. 112-220 cm, L.C. 7- 11 cm, L.P. 19,5-24,5 cm, L.O. 9,3-11,5 cm
Peso: 140-175 kg

Identificación: Es un oso de tamaño mediano, de pelaje denso que puede variar de


color negro a rojizo. Su cráneo es el más corto de todas las especies de oso. El rostro
carece de vibrisas y puede o no presentar manchas blancas que se alargan hasta el
pecho, las cuales son únicas entre cada individuo y, por ello, el nombre oso de “ante-
ojos”. Son plantígrados y sus garras no son retráctiles. Los miembros posteriores son
más largos que los anteriores. Su cola es corta y de pelaje denso.

Historia natural. Es una de las ocho especies de osos que habitan en el mundo. Se
distribuye sobre la cordillera de los Andes de Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y
Bolivia, desde los 200 hasta los 5000 m de elevación. Se considera un animal genera-

76
lista y oportunista, dado que puede alimentarse de una alta diversidad de alimentos
cuando están disponibles, entre ellos frutos, el cogollo de las plantas y animales sil-
vestres o domésticos.

Dato CuriOSO. Es solitario, excepto cuando están en temporada de reproducción


o cuidado parental. La osa tiene la capacidad de suspender temporalmente el de-
sarrollo del embrión (diapausa embrionaria) dependiendo de la disponibilidad de
alimento o de los niveles de estrés que experimente. Puede llegar a tener de uno a
cuatro oseznos.

En Chingaza. En el año 2007, con la colaboración de la Wildlife Conservation Society,


comenzó el monitoreo de la especie, a fin de determinar su estado de conservación a
partir del seguimiento de las áreas con su presencia y los factores que la afectan. Ac-
tualmente, se sabe que el oso ocupa casi el 100 % de las más de 41.000 ha que com-
prenden los bosques altoandinos y el páramo de Chingaza. Se sabe también que, al
menos, 60 individuos diferentes transitan por los ecosistemas del Parque. Este ejer-
cicio está siendo complementado con investigaciones que involucran el campo de la
genética y de la ecología espacial usando collares de telemetría.

Relaciones culturales. No solo es símbolo de Parques Nacionales Naturales y uno de


los valores objeto de conservación del sistema de áreas protegidas, sino que también
es la imagen con la que se identifican los pobladores del territorio Chingaza, a pesar
de que algunas personas han tenido interacciones negativas con la especie, debido al
consumo ocasional de ganado o cultivos por parte del oso.

Extensión local y global Rastros

Mano Pata
~ 6 cm

~ 20 cm

~ 12 cm
~ 7.5 cm

Heces Comedero

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Márquez, R. (2020). Tremarctos ornatus. En A. Parra-Romero y J. F. Gonzá-


lez-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 76-77).
Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

77
Murciélago orejudo marrón
Histiotus montanus
Orden
CHIROPTERA

Los quirópteros, comúnmente denominados murciélagos, son mamíferos placen-


tarios que tienen la capacidad única de volar, dado que sus miembros anteriores se
modificaron en alas membranosas, o patagios. Esta característica les ha permitido
colonizar casi todos los continentes, excepto la Antártida. En cada mano poseen cinco
dedos, y en la gran mayoría de especies el pulgar es el único que se encuentra libre y
presenta garra, mientras que los otros cuatro dedos sostienen la membrana alar (lla-
mada también dactilopatagio).
En muchas especies, entre las piernas, existe, además, otra membrana denomina-
da membrana caudal, o uropatagio, que varía en tamaño y forma de acuerdo con sus
hábitos, estrategias de forrajeo y modos de desplazamiento. Las especies que poseen
uropatagio desarrollado presentan, cerca al talón, el hueso calcáneo modificado y
alargado, lo que les sirve para hacer control activo de este durante el vuelo. Asimismo,
la cola, que interviene en el control del uropatagio (para dar maniobrabilidad durante
el desplazamiento), puede o no superar el uropatagio, o incluso puede estar ausente
en algunas especies.
Otra característica fascinante de este grupo de mamíferos es la presencia de un
sistema biológico conocido como ecolocalización. Este les permite determinar, a par-
tir de ondas sonoras, la distancia, dirección, forma y tamaño de las diversas estructu-
ras del entorno, lo que les facilita desplazarse en la noche en búsqueda de alimento y
evitar obstáculos.
Además, poseen una amplia variedad de hábitos alimentarios (polen, insectos,
frutos, sangre, otros vertebrados pequeños), razón por la cual participan en procesos
de dispersión de semillas, polinización y control de insectos (potencialmente transmi-
sores de enfermedades o plagas). Esto les confiere un papel ecológico fundamental,
al participar en la provisión y soporte de servicios ecosistémicos que benefician a las
personas.
En Colombia, se registran 9 familias, 72 géneros y 208 especies, de las cuales 8
son endémicas, lo que las convierte en el grupo con mayor riqueza de mamíferos en
el país. En cuanto al PNN Chingaza, allí se registran 43 especies, clasificadas en 4 fa-
milias: Phyllostomidae, con 34 especies, Vespertilionidae, con 5 especies, Molossidae,
con 2 especies, y Emballonuridae, con 2 especies.
Revisor: Jairo Pérez Torres y Sergio Solari

79
©Juan Camilo Martin Reyes

VU
LC

MURCIÉLAGO PELUDO OSCURO


Myotis nigricans
Black Myotis

Reino: Animalia Familia: Vespertilionidae


Filo: Chordata Género: Myotis
Clase: Mammalia Especie: Myotis nigricans
Orden: Chiroptera Autor: Schinz, 1821

Medidas: C.C. 4-5.5 cm, L.C. 2.8-3.9 cm, L.P. 0.6-1.1 cm, L.O. 1-1.4 cm
Peso: 3-8 g

Identificación: Es un animal pequeño, pero de tamaño medio dentro de su género.


En el dorso, es marrón oscuro, con la base de los pelos negruzca y las puntas pardas.
En el vientre, es de color marrón pálido, con la base de los pelos negros. Su cabeza es
pequeña, de forma triangular, con orejas triangulares y puntiagudas. La membrana
caudal es más larga que las patas y termina en el extremo de la cola en una punta.

Historia natural. Es una especie gregaria que puede conformar grupos grandes, cons-
tituidos principalmente por hembras y juveniles, con algunos machos. Estos grupos
perchan, desde los 50 m de elevación, en árboles, cuevas y rocas, aunque también en

80
viviendas cercanas a áreas de bosque, sabanas y matorrales que se distribuyen desde
México hasta el norte de Argentina. En Colombia, se ha registrado en todas las regio-
nes biogeográficas, desde el nivel del mar hasta los 2800 m s. n. m. Se alimenta princi-
palmente de insectos que captura al vuelo (como polillas).

Dato CuriOSO. Su nombre científico proviene de los términos griegos myo, que sig-
nifica ‘ratón’, y otus, que significa ‘oreja’, por la semejanza de sus orejas con las de un
ratón. El epíteto nigricans está relacionado con su color negruzco. Sus depredadores
son zarigüeyas, felinos y otros murciélagos.

En Chingaza. La especie fue registrada en el marco de la Expedición Bio, realizada en


la vereda Periquito, del municipio de Medina (Cundinamarca), sobre los 700 m s. n. m.

Relaciones culturales. Es una especie poco conocida por los habitantes de la zona.
Pero, al ser insectívoro, contribuye a la regulación de poblaciones de insectos que pue-
den afectar los cultivos. Por otra parte, puede ser portador del virus de la rabia, aunque
su transmisión a humanos es poco probable.

Extensión local y global Rastros

©Juan Camilo Martin Reyes

Citación sugerida: Hernández, D. y Solari, S. (2020). Myotis nigricans. En A. Parra-Romero y J. F. González-Maya


(Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 80-81). Bogotá:
Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

81
©Santiago Carvalho

VU
LC

MURCIÉLAGO OREJUDO MARRÓN


Histiotus montanus
Small Big-eared Brown Bat

Reino: Animalia Familia: Vespertilionidae


Filo: Chordata Género: Histiotus
Clase: Mammalia Especie: Histiotus montanus
Orden: Chiroptera Autor: Philippi & Landbeck, 1861

Medidas: L.T. 10,5-11.6 cm, L.A. 4,4-4,8 cm, L.O. 25-30cm.


Peso: 12,5 g.

Identificación: Es un murciélago de tamaño mediano, con orejas de tamaño medio


y sin la presencia de la banda cruzada desarrollada en la línea media que tienen las
otras especies del género. El pelaje es suave, denso y de color marrón o gris. El rostro
es de forma cónica y carece de apéndices cutáneos. La cola es delgada y sobrepasa los
miembros posteriores. La familia Vespertilionidae comprende más de 500 especies,
agrupadas en 54 géneros, de las cuales, 36 especies habitan en Suramérica. Se caracte-
rizan por poseer una cola delgada y alargada inmersa dentro de la membrana caudal,
que sobrepasa a las patas traseras.

82
Historia natural. Es un murciélago insectívoro que habita los bosques andinos y pá-
ramos de los Andes, desde los 2500 m s. n. m. a los 3600 m s. n. m. Allí, forma colonias
de 20 a 70 individuos. También se ha registrado en las cavidades de construcciones,
casas y paredes rocosas. Sus alas anchas le permiten hacer vuelos lentos a baja altura,
donde maniobra para comer insectos (como polillas, zancudos y moscas).

Dato CuriOSO. Se ha registrado que, a temperaturas menores a los 13 ºC, la especie


entra en torpor y dobla sus orejas hacia el interior para disminuir la pérdida de calor.

En Chingaza. Ha sido registrada en el municipio de Fómeque, en áreas próximas a la


cabaña de control de La Paila, y por el sector de Río Negro. Asimismo, ha sido repor-
tado en la Reserva Biológica Carpanta, a 2700 m s. n. m. Se proyecta hacer más mues-
treos en otras zonas del Parque para determinar su distribución real.

Relaciones culturales. Las comunidades no reconocen a las especies de murciélagos.


Expresan un temor generalizado a que todos los murciélagos puedan morder al gana-
do y los cerdos, por lo que amarran un lazo rojo alrededor del cuello de los semovien-
tes para evitar que sean mordidos por los chimbilás.

Extensión local y global Rastros

©Jhon Jairo Castaño Salazar

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Solari, S. (2020). Histiotus montanus. En A. Parra-Romero y J. F. Gonzá-


lez-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 82-83).
Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

83
©Carolina Hortua

VU
LC

MURCIELAGUITO LENGÜILARGO MONTANO


Anoura geoffroyi
Geoffroy's Tailless Bat

Reino: Animalia Familia: Phyllostomidae


Filo: Chordata Género: Anoura
Clase: Mammalia Especie: Anoura geoffroyi
Orden: Chiroptera Autor: Gray, 1838

Medidas: C.C. 6,54-7 cm, L.C. 0 mm, L.P. 0,81 sin uña, L.O. 1,48 cm. A.B. 4,6 cm
Peso: 15 g

Identificación: Es un murciélago de tamaño mediano, de pelaje marrón oscuro en el


dorso, plateado en los hombros y gris en el vientre. La parte basal de los pelos es clara.
Las alas son largas, delgadas y de membranas oscuras. El hocico es largo y posee hoja
nasal pequeña. La mandíbula inferior es más larga que la superior y no posee incisivos
inferiores. Las piernas, la base de los antebrazos y los dedos de las patas son peludos.
No posee cola, el uropatagio es pequeño, velloso y presenta un calcáneo muy corto.

Historia natural. Se distribuye desde México hasta Brasil (incluidos Guayanas y Su-
rinam), en un rango altitudinal desde los 400 hasta los 2500 m de elevación. Sin em-
bargo, en Colombia, se ha reportado desde los 400 hasta los 3200 m de elevación. Es

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un murciélago de tamaño mediano, que se alimenta de insectos y se considera necta-
rívoro facultativo a lo largo de su distribución. También se ha reportado que consume
frutas y polen.

Dato CuriOSO. Generalmente, perchan en cuevas, en zonas de bosque andino o, inclu-


so, en túneles cercanos a áreas de cultivos, donde pueden vivir solos o formar colonias
de más de 75 individuos. Pueden compartir los refugios con otras especies de murcié-
lagos o con aves, como los guácharos (Steatornis caripensis). Se ha reportado que, en
algunas zonas de su distribución, y en algunas épocas, pueden presentarse colonias
segregadas de sexos, es decir, grupos de solo machos y grupos de solo hembras. En las
zonas donde se cultiva café, visitan los cultivos en busca de las plantas asociadas que
producen flores. Cuando no hay señales visuales que les permitan su orientación, son
capaces de usar la ecolocación.

En Chingaza. Existen reportes de la especie en los sectores del río de La Playa y la La-
guna de Chingaza. En los alrededores del Parque, se ha registrado en la vereda Río
Negro (vía a Fómeque), en Carpanta y en la RNSC La Laja.

Relaciones culturales. Se ha descrito que es una especie que es tolerante a los distur-
bios antrópicos. Aunque no es una especie que las comunidades identifiquen, se cree
que puede ser vulnerable a eventos de quemas en las cuevas, dado que comparten
sitios de perchas con el murciélago hematófago Desmodus rotundus, o que pueden ser
cazados al perchar en áreas próximas a viviendas o zonas de cultivos.

Extensión local y global Rastros

©Carolina Hortua

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Pérez-Torres, J. (2020). Anoura geoffroyi. En A. Parra-Romero y J. F. Gonzá-


lez-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 84-85).
Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

85
©Marco Tschapka

VU
LC

MURCIÉLAGO FRUTERO OSCURO


Artibeus obscurus
Dark Fruit-eating Bat

Reino: Animalia Familia: Phyllostomidae


Filo: Chordata Género: Artibeus
Clase: Mammalia Especie: Artibeus obscurus
Orden: Chiroptera Autor: Schinz, 1821

Medidas: C.C. 4,75-13,5 cm, L.C. 0 cm, L.P. 0,11-1,8 cm, L.O. 1,86-2,3 cm,
L.A. 6,2-6,6 cm. Peso: 43-58,5 g.

Identificación: Es una especie grande de murciélago con cabeza y cuerpo robustos. El


hocico es corto y presenta hoja nasal ancha y lanceolada bien desarrollada. Las vibri-
sas que la rodean son largas y numerosas. Las orejas son cortas, redondas y terminan
en punta triangular. Los ojos son grandes y oscuros. Alrededor del mentón, poseen
verrugas ornamentales dispuestas en forma de ‘V’. El rostro carece o tiene muy tenues
las líneas faciales que caracterizan al género Artibeus. El trago es oscuro. El pelaje del
dorso es suave y largo, de color negro a marrón, mientras que el vientre es de color
gris, con la punta de los pelos clara. La membrana de las alas es algo rosada, ancha y
corta, mientras que la membrana caudal no tiene pelos y tiene forma de ‘U’ invertida.
Carecen de cola y el calcáneo es corto.

86
Historia natural. Es una especie que habita en los ecosistemas de tierras bajas de Ve-
nezuela, Colombia, Bolivia y Brasil, en un rango desde los 200 hasta los 1660 m de
elevación. En Colombia, la especie ha sido reportada para las regiones de la Orino-
quía y la Amazonía, generalmente hasta los 1000 m de elevación. Su dieta se basa en
el consumo de frutas en forma de baya (Ficus spp.) o de piperáceas, aunque también
puede consumir insectos, flores y el néctar de algunas flores del dosel (aunque man-
tiene generalmente en los estratos medios y bajos del bosque).

Dato CuriOSO. Estos murciélagos pueden perchar en cavidades de árboles o en cue-


vas, donde pueden estar solitarios o conformar colonias en las que hay un macho do-
minante y entre cuatro y once hembras aproximadamente.

En Chingaza. Ha sido registrada principalmente en el municipio de Medina, por sobre


los 600 m de elevación, en el bosque subandino. Se proyecta hacer más muestreos en
otras zonas del Parque para determinar su distribución real.

Relaciones culturales. A pesar de su gran tamaño, no es una especie que sea recono-
cida por las comunidades. Sin embargo, puede ser registrada en viviendas abandona-
das o, incluso, debajo de puentes.

Extensión local y global Rastros

©Marco Tschapka

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Pérez-Torres, J. (2020). Artibeus obscurus. En A. Parra-Romero y J. F. Gonzá-


lez-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 86-87).
Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

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©Nathaly Calvo Roa

VU
LC

MURCIÉLAGO SEDOSO DE COLA CORTA


Carollia brevicauda
Silky Short-tailed Bat

Reino: Animalia Familia: Phyllostomidae


Filo: Chordata Género: Carollia
Clase: Mammalia Especie: Carollia brevicauda
Orden: Chiroptera Autor: Schinz, 1821

Medidas: C.C. 8-9,5 cm, L.C. 1,2 cm, L.P. 1,06-1,28 cm,
L.O. 1,12-1,44 cm, L.A. 3,68-4,02 cm Peso: 11-19 g.

Identificación: Dentro del género Carollia, es un murciélago de tamaño mediano. Po-


see hoja nasal con los bordes laterales libres. En el mentón, se evidencian verrugas pe-
queñas que rodean, en forma de ‘U’, a una verruga más grande. El pelaje, de apariencia
larga y suave, posee tres fases: la base es negra; la parte media, blanca; y los extremos,
marrón oscuro con pintas blancas. El vientre es más claro y escarchado. Las orejas son
de mediano tamaño y de forma triangular. La base del antebrazo se encuentra cubier-
to con pelo corto y suave. El uropatagio no alcanza a sobrepasar la parte media de los
tobillos. La cola es corta y se extiende hasta mitad de la membrana interfemoral. El
color de las membranas es oscuro (gris o marrón).

88
Historia natural. Es una especie que habita una gran variedad de ecosistemas, desde
el oriente de Panamá hasta el suroriente de Brasil, y muestra mayor preferencia por
zonas intervenidas. En Colombia, se reporta un gradiente altitudinal para la especie
entre los 265 y los 2760 m de elevación. Se encuentra en todas las regiones biogeo-
gráficas del país, donde consume diversos frutos, aunque los del género Piper son sus
favoritos.

Dato CuriOSO. Es una especie gregaria que puede perchar en los estratos bajos de los
bosques, en cavidades de árboles o, incluso, en casas abandonadas. En estos espacios,
se ha observado que las hembras usan con más constancia sus áreas de refugio que
los machos y que, incluso, ellas son más activas. Luego de descansar por más del 50 %
del día, invierten su tiempo en acicalarse y socializar.

En Chingaza. A partir de la expedición Colombia Bio, realizada en el municipio de Me-


dina, fue registrada en elevaciones que sobrepasan los 700 m de elevación en bosque
subandino.

Relaciones culturales. Aunque habita en zonas cercanas a asentamientos humanos,


no se constata algún tipo de conocimiento sobre la especie entre los pobladores. Sin
embargo, es muy posible que este chimbilá haya sido registrado perchando en los te-
chos de las casas o en zonas de cultivos con plátanos y contribuyendo a la regenera-
ción de los bosques, al ser un polinizador bastante importante.

Extensión local y global Rastros

©Marco Tschapka

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Pérez-Torres, J. (2020). Carollia brevicauda. En A. Parra-Romero y J. F. Gon-


zález-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 88-
89). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

89
©Inga Geipel

LC

MURCIÉLAGO OREJÓN BRASILEÑO


Micronycteris microtis
Common Big-eared Bat

Reino: Animalia Familia: Phyllostomidae


Filo: Chordata Género: Micronycteris
Clase: Mammalia Especie: Micronycteris microtis
Orden: Chiroptera Autor: Miller, 1898

Medidas: C.C. 5,54-8,3 cm, L.C. 1-1,4 cm, L.P. 0,8-0,85 cm,
L.O. 1,7-2 cm, L.A. 3,37-4 cm Peso: 10-13,47 g.

Identificación: Es un murciélago de tamaño mediano, de coloración marrón grisácea


oscura y pelos largos. El rostro es corto y no tan peludo. La mandíbula inferior sobre-
sale y la hoja nasal es algo grande y no se encuentra fusionada con el labio superior.
Los ojos son pequeños. Las orejas son redondas, largas y anchas, están cubiertas en el
borde interno con pelos cortos y están unidas por una banda de piel que presenta una
hendidura. La cola es corta y la punta sobresale ligeramente de la membrana caudal.

Historia natural. Es un murciélago de tamaño pequeño que habita en altitudes de


0 a 2600 m de elevación, en bosques primarios o en áreas intervenidas o cercanas a

90
asentamientos humanos que se distribuyen desde México hasta el norte de Argen-
tina, incluidos Brasil y las Guayanas. En Colombia, se encuentra reportado en las re-
giones Caribe y Andina. Allí, ha sido observada perchando en agujeros de los árboles,
cuevas o en áreas cercanas a asentamientos humanos, en grupos de 4 a 6 individuos.
Muestra mayor preferencia por el consumo de coleópteros (escarabajos), lepidópte-
ros (mariposas y polillas), aunque también puede consumir moscas, arañas, libélulas
y cigarras.

Dato CuriOSO. A partir de investigaciones realizadas en Panamá, se ha constatado


que este murciélago, además de capturar los insectos en vuelo, es capaz de cazar los
que se encuentran quietos sobre las hojas de los árboles, utilizando la ecolocalización
de forma similar a como funciona un escáner.

En Chingaza. A partir de la expedición Colombia Bio, realizada en el municipio de Me-


dina, la especie fue registrada en elevaciones que sobrepasan los 700 m de elevación.

Relaciones culturales. Esta especie es poco reconocida por las comunidades que ha-
bitan la zona. Sin embargo, es posible que haya sido observada perchando en áreas
cercanas a casas, cultivos o potreros y contribuyendo a controlar los insectos que pue-
den afectar cultivos.

Extensión local y global Rastros

©Inga Geipel

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Pérez-Torres, J. (2020). Micronycteris microtis. En A. Parra-Romero y J. F.


González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp.
90-91). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

91
©Jhon Harold Castaño Salazar

VU
LC

MURCIÉLAGO DE NARIZ ANCHA DE HELLER


Platyrrhinus helleri
Heller's Broad-nosed Bat

Reino: Animalia Familia: Phyllostomidae


Filo: Chordata Género: Platyrrhinus
Clase: Mammalia Especie: Platyrrhinus helleri
Orden: Chiroptera Autor: Peters, 1866

Medidas: C.C. 6-9 cm, L.C. 0 mm, L.P. 0,6-0,86 cm,


L.O. 0.9-1,27 cm, L.A. 1,6-3,6 cm. Peso: 10-18 g.

Identificación: Comparado con otras especies del género, es un murciélago de tama-


ño pequeño, de pelaje suave, denso y de color marrón claro. La cabeza es grande, su
hocico es ancho y no muy elongado y la hoja nasal está bien desarrollada, con bordes
oscuros. Las orejas y la hoja nasal tienen los bordes claros. Además, presenta cuatro
líneas faciales apenas visibles, las dos líneas superiores son más evidentes que las que
se encuentran por debajo del rostro. En el dorso, se distingue una banda blanca que
nace en la cabeza y se extiende hasta los cuartos posteriores. La membrana caudal es
corta en el centro y asemeja una forma de ‘V’. Las membranas son de color marrón
oscuro, con abundantes pelos hacia la parte de los codos

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Historia natural. Es un murciélago que habita en altitudes de 0 a 1500 m de ele-
vación, en bosques que generen ambientes húmedos, desde México hasta Ecuador.
En Colombia, se encuentra desde el nivel del mar hasta los 1900 m de elevación, en
las regiones Andina, Orinoquía y Pacífica, en donde se alimenta principalmente de
frutos de los géneros Ficus, Cecropia y Acnistus, aunque también puede consumir in-
sectos, como mariposas o polillas.

Dato CuriOSO. Esta especie puede vivir en grupos de hasta 20 individuos, depen-
diendo de la disponibilidad de alimento y del tamaño del refugio. Pueden perchar
en cuevas, orificios o copas de árboles, que incluyen plantas de plátano o de palmas.

En Chingaza. A partir de la expedición Colombia Bio, realizada en el municipio de


Medina, la especie fue registrada en elevaciones que sobrepasan los 700 m de ele-
vación.

Relaciones culturales. Al igual que las otras especies de murciélagos descritas, las
comunidades relacionan su presencia con las mordeduras ocasionales que el quiróp-
tero hematófago Desmodus rotundus le hace al ganado. Sin embargo, este murciéla-
go contribuye a la dispersión de semillas y a controlar algunos insectos que pueden
afectar los cultivos.

Aclaración taxonómica. Debido a los recientes cambios en su taxonomía, resultan


necesario desarrollar más estudios que aclaren las dudas sobre su distribución.

Extensión local y global Rastros

©Jhon Harold Castaño Salazar

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Pérez-Torres, J. (2020). Platyrrhinus helleri. En A. Parra-Romero y J. F. Gon-


zález-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 92-
93). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

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©Jhon Harold Castaño Salazar

LC

MURCIÉLAGO OREJIAMARILLO
Vampyressa thyone
Northern Little Yellow-eared Bat

Reino: Animalia Familia: Phyllostomidae


Filo: Chordata Género: Vampyressa
Clase: Mammalia Especie: Vampyressa thyone
Orden: Chiroptera Autor: Thomas, 1909

Medidas: C.C. 6,5-8,6 cm, L.C. 0 mm, L.P. 0,71-0,75 cm,


L.O. 0,96-1,16 cm, L.A. 3-3,2 cm Peso: 8-10 g.

Identificación: Es un murciélago de tamaño pequeño que tiene el dorso de color ma-


rrón. Generalmente, la cabeza, el cuello y los hombros son más claros. En el rostro,
presenta cuatro bandas faciales evidentes. El hocico es corto y ancho y la hoja nasal
presenta los bordes más claros. Existe un repliegue de la piel sobre el labio superior.
Algo que caracteriza a la especie es la presencia de dos pares de incisivos inferiores y
dos pares de molares inferiores. La base y el borde superior de la oreja son pálidos y el
trago es desnudo. En general, antebrazos y dedos son marrones. Carecen de cola y el
uropatagio es corto, con su borde distal en forma de ‘V’ invertida y con algunos pelos
en la parte externa.

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Historia natural. Habita en ambientes húmedos, como bosques de galerías o zonas
poco intervenidas, desde México hasta el norte de Brasil. En Colombia, se encuentra
desde el nivel del mar hasta los 1900 m de elevación. Allí, construye perchas en hojas
amplias de palmeras, plátanos y heliconias, donde se refugia de sus depredadores.

Dato CuriOSO. Esta especie construye “carpas”, al masticar las hojas de los árboles
hasta crear una superficie en forma de tienda de acampar en donde pueden vivir de
uno a cinco individuos. Estos son bastante activos durante las dos primeras horas del
atardecer.

En Chingaza. A partir de la expedición Colombia Bio, realizada en el municipio de


Medina, la especie fue registrada en elevaciones que sobrepasan los 700 m de eleva-
ción. Se proyecta hacer más muestreos en otras zonas del Parque para determinar su
distribución real.

Relaciones culturales. Al ser frugívora y estar adaptada a vivir en áreas en buen esta-
do de conservación, esta especie contribuye a la dispersión de semillas.

Aclaración taxonómica. Debido a los recientes cambios en su taxonomía, resulta ne-


cesario desarrollar más estudios que aclaren las dudas sobre su distribución.

Extensión local y global Rastros

©Jhon Harold Castaño Salazar

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Solari, S. (2020). Vampyressa thyone. En A. Parra-Romero y J. F. Gonzá-


lez-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 94-95).
Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

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Armadillo de nueve bandas
Dasypus novemcinctus
Orden
CINGULATA

En este grupo se encuentran los armadillos, que se caracterizan por presentar una ar-
madura, conformada por placas óseas, que cubre la cabeza, el dorso y, en ocasiones,
la cola. Esta armadura tiene unos pliegues en el centro del cuerpo que les permiten
curvarse en caso de ser necesario. De igual forma, sus manos y patas presentan fuertes
garras, que les facilitan la obtención de alimento (principalmente insectos que viven
en el suelo o en los troncos de los árboles).
En Colombia, este grupo de mamíferos placentarios está conformado por 6 es-
pecies: el armadillo cola de trapo (Cabassous centralis; Miller, 1899), el armadillo de
cola desnuda meridional (Cabassous unicinctus; Linnaeus, 1758), el armadillo espuelón
(Dasypus pastasae Thomas, 1901), el armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus;
Linnaeus, 1758), el cachicamo sabanero (Dasypus sabanicola; Mondolfi, 1968) y el ocarro
(Priodontes maximus; Kerr, 1792), distribuidas en 3 géneros y 1 sola familia, la cual es
una de las más antiguas de los mamíferos neotropicales.
En el PNN Chingaza, se ha reportado únicamente la presencia del jerre jerre, ca-
chicamo carrizalero, gurre o armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus), el cual
era cazado por algunos pobladores del territorio Chingaza para alimentación, por
atributos medicinales o para uso ornamental.

Revisor: Cesar Rojano

97
©Cristian Castro Morales

LC

ARMADILLO DE NUEVE BANDAS


Dasypus novemcinctus
Nine-banded armadillo

Reino: Animalia Familia: Dasypodidae


Filo: Chordata Género: Dasypus
Clase: Mammalia Especie: Dasypus novemcinctus
Orden: Cingulata Autor: Linnaeus, 1758

Medidas: C.C. 60-108 cm, L.C. 28,5-45 cm, L.P. 3,3-12 cm, L.O. 3,05-5,6 cm
Peso: 1600-6550 g

Identificación: Es un armadillo mediano que se caracteriza por tener en su caparazón


una serie de bandas flexibles que pueden variar de siete a diez. Su rostro y orejas son
desnudas y elongadas. La región ventral es blanda y, generalmente, está acompañada
de pelos blancos. Sus patas delanteras poseen cuatro dedos, mientras que las traseras
poseen cinco. La cola está conformada por osteodermos, entre el 50 y el 90 %, y es de
color gris a pardo oscuro.

Historia natural. Se encuentra en un amplio rango de distribución, desde el centro


y el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina. Es un mamífero de hábitos

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nocturnos y ocasionalmente diurnos. Se encuentra en distintos ecosistemas, como
bosques, matorrales, sabanas y, principalmente, donde la vegetación sea densa. Pue-
de llegar a encontrarse desde los 0 hasta más de los 3000 m s. n. m. y se alimenta de
invertebrados, hongos, raíces y frutos.

Dato CuriOSO. Se pueden encontrar en madrigueras de más de dos metros de pro-


fundidad con varias entradas que excavan en el suelo, cerca de las raíces de árboles
frondosos.

En Chingaza. En el Parque, se encuentra con relativa frecuencia en las zonas bajas. Y,


aunque no es fácil de ver, se encuentran sus rastros y madrigueras. Es común obser-
varlo en fotografías captadas por las cámaras trampa ubicadas en los municipios de
Medina, San Juanito y Gachalá.

Relaciones culturales. Se conoce como cajuche, armadillo, cachicamo o jerre-jerre.


Durante años, ha sido cazado por las comunidades locales para el consumo de su
carne o para conservar el caparazón como pieza ornamental (incluso se hacían ins-
trumentos de cuerda, como cuatros y bandolas). Además, se le atribuían propiedades
medicinales: su sangre se usaba para aumentar la fuerza muscular o curar el asma,
mientras que su bilis se usaba para eliminar las infecciones causadas por mordeduras
de serpiente. A pesar de su consumo predilecto por parte de las comunidades, esta
especie es transmisora de la bacteria Mycobacterium leprae, que causa la lepra.

Extensión local y global Rastros


~ 6.8 cm

Mano

~ 4.5 cm

Pata
~ 4 cm

~ 4.5 cm

Citación sugerida: Paredes, C., González-Maya, J. F. y Rojano, C. (2020). Dasypus novemcinctus. En A. Parra-Ro-
mero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural
Chingaza (pp. 98-99). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

99
Zarigüeya andina orejiblanca
Didelphis pernigra

100
Orden
DIDELPHIMORPHIA

En este orden de mamíferos se agrupan las comúnmente conocidas como faras, chu-
chas o zarigüeyas, las cuales se caracterizan por el nacimiento temprano de sus crías,
que se terminan de desarrollar en la región abdominal de la hembra (en un marsupio,
algún pliegue de la piel o expuestas sobre la región abdominal, debido a que los pezo-
nes se encuentran en esta zona).
Físicamente, varían en tamaño: algunas especies son similares a un ratón de cam-
po y otras son igual de grandes a un gato doméstico. Pero, en general, tienen un rostro
alargado, una cola larga y prensil y un dedo oponible en la pata trasera que les facilita
trepar y obtener alimento. Otra característica propia de la familia es que la hembra
presenta dos úteros independientes, mientras que el macho posee un pene bífido que
no posee báculo (hueso interno).
Las zarigüeyas habitan ecosistemas andinos y de tierras bajas. Allí, consumen una
gran variedad de pequeños vertebrados, invertebrados y partes de plantas, por lo que
contribuyen al control de algunos insectos y a la dispersión de semillas. Sin embargo,
también son cazadas porque, en ocasiones, consumen aves de corral o porque algu-
nos pobladores mantienen creencias supersticiosas sobre ellas.
En Colombia, se encuentra una familia compuesta de 38 especies, de las cuales
3 son endémicas: Gracilinanus sp., Marmosops handleyi (Pine, 1981) y Marmosops caucae
(Thomas, 1900). En el PNN Chingaza, existen registros de 5 especies: 2 del género Di-
delphis (D. marsupialis y D. pernigra), 2 del género Marmosa (Marmosa sp. y M. robinsoni)
y la Monodelphis adusta.

Revisor: Sergio Solari

101
©Gabriel Eisenband

LC

ZARIGÜEYA ANDINA OREJIBLANCA


Didelphis pernigra
White-eared Opossum

Reino: Animalia Familia: Didelphidae


Filo: Chordata Género: Didelphis
Clase: Mammalia Especie: Didelphis pernigra
Orden: Didelphimorphia Autor: Allen, 1900

Medidas: C.C. 30,2-44,4 cm; L.C. 29-43 cm; L.P. 4,5-7 cm; L.O. 4,1-6 cm
Peso: 500- 2000 g.

Identificación: La zarigüeya de orejas blancas es un marsupial relativamente gran-


de, similar en tamaño a un gato doméstico. Su cabeza es de color negro y su rostro es
de color blanco, con un antifaz negro que inicia en la nariz. Sus orejas son redondas,
desnudas y de color blanco, usualmente desde la mitad hasta la punta. Presenta dos
capas de pelo en el dorso: una corta, suave y blanca amarillenta, con puntas negras,
y otra de pelos negros, con punta blanca. El pelaje de las patas es gris oscuro a negro.
La cola prensil es igual o menos larga que el cuerpo y está cubierta de pelo negro en la
base y blanco hacia la punta.

102
Historia natural. Es una de las especies de zarigüeya que habita en los Andes sura-
mericanos. Es un mamífero común que se puede encontrar desde los 2000 hasta los
3900 m s. n. m. Es principalmente nocturna y consume invertebrados, frutos, semillas,
hojas y pequeños vertebrados. Es considerada una especie generalista que puede ser
encontrada en bosques secundarios, áreas intervenidas, páramos e incluso zonas de-
sérticas.

Dato CuriOSO. La zarigüeya andina de orejas blancas muestra ojos de color rojizo
cuando es alumbrada en horas de la noche. Y, cuando se siente atacada, puede liberar
olores desagradables. Suele cargar a sus crías en el dorso en busca de nuevos refugios.
El término Didelphis significa ‘dos úteros’, mientras que el término pernigra significa
“negro por completo”.

En Chingaza. Esta especie se ha registrado mediante la identificación de sus rastros,


los avistamientos directos (en la vía que conecta La Calera con Fómeque o en las caba-
ñas de control de Palacio, Monterredondo, La Paila y Piedras Gordas), y los registros de
fototrampeo (en el sector oriental, en Gachalá).

Relaciones culturales. Es una especie poco apreciada por las comunidades locales,
debido a sus hábitos carroñeros, y es cazada como medio de control o por miedo, al
desconocer su gran importancia como controladora de especies de roedores o reptiles
que pueden consumir ciertos cultivos.

Extensión local y global Rastros


~ 7 cm

Mano

~ 4 cm
~ 4 cm

Pata

~ 6.5 cm

Citación sugerida: Paredes, C., González-Maya, J. F. y Solari, S. (2020). Didelphis pernigra. En A. Parra-Romero y
J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
(pp. 102-103). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

103
©Cristian Castro Morales

LC

ZARIGUEYA COMÚN
Didelphis marsupialis
Brazilian Common Opossum

Reino: Animalia Familia: Didelphidae


Filo: Chordata Género: Didelphis
Clase: Mammalia Especie: Didelphis marsupialis
Orden: Didelphimorphia Autor: Linnaeus, 1758

Medidas: L.T. 32,4-50 cm, L.C. 33,6-58 cm, L.P. 5,1-7 cm, L.O. 4,6-6,9 cm
Peso: 500-2000 g.

Identificación: Es una zarigüeya de gran tamaño, similar a un gato doméstico. El pela-


je del dorso tiene dos capas: un pelo corto, suave y claro; y otro largo, áspero y oscuro.
Sus orejas son de color negro, desnudas y grandes. Cola más larga que el cuerpo y la
cabeza juntos, sin pelo, negra hacia la base y blanquecina hacia la punta. Patas de co-
lor oscuro.

Historia natural. La zarigüeya común se distribuye desde México hasta la gran cuen-
ca del Amazonas, en Brasil, donde habita principalmente ecosistemas de climas cáli-
dos y tierras bajas. En Colombia, se encuentra principalmente entre los 0 y los 2500

104
m de elevación, en ecosistemas andinos y de piedemonte. Allí, se alimenta de lo que
encuentra en su camino, por lo que es considerada un omnívoro oportunista. Contri-
buye considerablemente a la dispersión de semillas e, incluso, a la polinización de al-
gunas bombacáceas. Además, se puede considerar como un potencial controlador de
roedores.

Dato CuriOSO. Las hembras trasladan material vegetal en su cola o en su marsupio


para construir nidos esféricos. Luego de un periodo de 80 días de mantener a las crías
dentro de su marsupio, las dejan en dichos nidos por una o dos semanas hasta que
completan su desarrollo y abandonan el nido. El término Didelphis significa ‘dos úte-
ros’, y marsupialis significa ‘relacionado con la bolsa’, en referencia a la bolsa externa
que tienen las hembras para el desarrollo de sus crías.

En Chingaza. Es común encontrarla en el sector del piedemonte, en áreas intermedias


entre los bosques y las zonas intervenidas por actividades agropecuarias. También ha
sido registrada ocasionalmente, por las cámaras trampa, en los municipios de Medina
y Gachalá.

Relaciones culturales. Los habitantes de Chingaza relatan que, en ocasiones, la za-


rigüeya era cazada para consumo, o como retaliación por el consumo de las aves de
corral. Sin embargo, desarrollan un papel fundamental en el control de reptiles e in-
sectos que podrían afectar los cultivos.

Extensión local y global Rastros

Heces: 5 cm

1 cm

Mano Pata
~5-7 cm
~4.5 cm

~ 2.5-4 cm ~ 3.5-4 cm

Citación sugerida: Paredes, C., González-Maya, J. F. y Solari, S. (2020). Didelphis marsupialis. En A. Parra-Romero
y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
(pp. 104-105). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

105
©Daniela Martinez Medina

LC

CHUCHITA RATONA DE ANTEOJOS


Marmosa robinsoni
Robinson’s Mouse Opossum

Reino: Animalia Familia: Didelphidae


Filo: Chordata Género: Marmosa
Clase: Mammalia Especie: Marmosa robinsoni
Orden: Didelphimorphia Autor: Bangs, 1898

Medidas: C.C. 9,8-15,5 cm, L.C. 14,5-20 cm, L.P. 1,8-2,6 cm, L.O. 2-2,8 cm
Peso: 1600-6550 g

Identificación: Esta pequeña especie de zarigüeya posee orejas, nariz y mentón de


poco pelaje. Sus ojos son negros y grandes y pareciera que alcanzan la nariz. Las orejas
sobresalen de la cabeza y son de color claro. Un antifaz de pelos negros rodea cada
ojo y se proyecta hacia la nariz. El pelaje de la cabeza es más claro que el del resto del
cuerpo. En el dorso, el pelaje es corto y marrón, mientras que, en el vientre, el pelo es
más claro, siendo gris en la base.

Historia natural. Habita en bosques tropicales húmedos primarios o intervenidos y


en las estribaciones de la cordillera de los Andes. Se alimenta de insectos, hojas, frutos

106
y pequeños vertebrados. Es un mamífero pequeño que puede llegar a pesar aproxima-
damente 50 g y no superar los 20 cm de longitud. A partir de estudios desarrollados
en Venezuela, se ha establecido que las hembras adquieren masa corporal tres veces
más rápido que los machos.

Dato CuriOSO. La chuchita ratona de anteojos es un mamífero con una larga y distin-
tiva cola prensil que usa para sostenerse de los arbustos que frecuenta o para trans-
portar hojas y ramas para construir sus nidos, que tienen forma de cajón.

En Chingaza. Dado que no es una especie de fácil avistamiento, se la ha registrado por


medio del uso de cámaras trampa, en los municipios de Medina y Gachalá, entre los
1200 y los 2600 m s. n. m. Se proyecta hacer más muestreos en otras zonas del Parque
para determinar su distribución real.

Relaciones culturales. Dado su hábil desplazamiento, es comúnmente confundida


por las comunidades locales con una comadreja o un ratón común, siendo poco apre-
ciada por los pobladores.

Aclaración taxonómica. Aún no se cuenta con claridad taxonómica de esta especie en


el área protegida. Solari et al. (2013) la reconocen como un complejo de especies, por lo
que se plantea aumentar el esfuerzo de muestreo para determinar si solo esta especie
habita en los ecosistemas del área protegida.

Extensión local y global Rastros

©Daniela Martinez Medina

Citación sugerida: Paredes, C., González-Maya, J. F. y Solari, S. (2020). Marmosa robinsoni. En A. Parra-Romero y
J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
(pp. 106-107). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

107
Musaraña de thomas
Cryptotis thomasi
Orden
EULIPOTYPHLA

Este grupo está conformado por las musarañas, que habitan los ecosistemas de bos-
ques y selvas altoandinas y de páramo. Se caracterizan por ser pequeñas, tener el ros-
tro alargado, ojos minúsculos, orejas poco evidentes y cola corta, que pareciera ser útil
como órgano sensorial.
Sus dientes presentan una forma única, denominada unicúspida. Además, los
incisivos superiores tienen forma de gancho y los inferiores, de bastón, de modo que
resultan muy útiles para capturar insectos, que son su principal fuente de alimento. En
este sentido, son potenciales controladores de insectos e invertebrados que pueden
afectar las plantas de bosques nublados y del páramo.
Colombia es el país de Suramérica con mayor riqueza de musarañas. Este orden
está compuesto por una sola familia (Soricidae), la cual agrupa 7 especies, de las cua-
les 5 son endémicas: Cryptotis brachyonyx (Woodman, 2003), Cryptotis colombianus
(Woodman y Timm, 1993), Cryptotis medellinius (Thomas, 1921), Cryptotis squamipes
(Allen, 1912) y Cryptotis thomasi (Merriam, 1897). Esta última está presente únicamente
en la cordillera Oriental y habita los ecosistemas del PNN Chingaza.

Revisor: Héctor E. Ramírez-Chaves

109
David E. Hernández-Rodríguez

LC

MUSARAÑA DE THOMAS
Cryptotis thomasi
Thomas' Small-eared Shrew

Reino: Animalia Familia: Soricidae


Filo: Chordata Género: Cryptotis
Clase: Mammalia Especie: Cryptotis thomasi
Orden: Eulipotyphla Autor: Merriam, 1897

Medidas: Hembras adultas: L.T. 10,2 cm, L.C. 2,5cm.


Machos adultos: L.T. 10,5 cm, L.C. 2,7 cm Peso: 9-16 g.

Identificación: Las musarañas son animales pequeños, de color oscuro (marrón, gris
o negro) y cuerpo cilíndrico. Su cabeza y rostro es alargado, con ojos pequeños y orejas
cortas y peludas. Su cola es corta y del mismo color que el cuerpo. Las manos y patas
son cortas y anchas y poseen cinco dedos.

Historia natural. Es una de las especies de musarañas endémicas de los ecosistemas


altoandinos de la cordillera Oriental y se la puede encontrar entre los 2700 y los 3700
m s. n. m. Es solitaria, fosorial y se alimenta de pequeños invertebrados que encuentra
entre el musgo, la hojarasca o debajo de las rocas. Se encuentra en bosques montanos
y páramos, donde se refugian debajo de la vegetación. Son un componente esencial

110
en la dieta de algunos mamíferos carnívoros y aves. Además, son muy susceptibles a
las alteraciones de los ecosistemas de alta montaña debidas a transformaciones por
actividades antrópicas o por el cambio climático.

Dato CuriOSO. Es de hábitos solitarios. Su reproducción coincide con la temporada de


lluvias y puede dar dos crías por parto, dos veces al año. Fue la primera especie descrita
en Suramérica, conocida inicialmente como Blarina thomasi, a partir de diez especíme-
nes colectados, en la Sabana de Bogotá, en 1895.

En Chingaza. Es una de las musarañas que más se puede encontrar dentro del Par-
que. Por medio de trampas, se facilita su captura y su estudio. El sector de Carpanta
es uno de los sitios donde mayor número de individuos se han registrado, con una
densidad de 7 individuos por hectárea en temporada seca, según López-Arévalo y
Montenegro-Díaz (1993). Se proyecta hacer más muestreos en otras zonas del Parque
para determinar su distribución real.

Relaciones culturales. Suele confundirse con roedores y es llamada ratón ciego, debi-
do a que sus ojos están reducidos. Ha sido registrada cerca de cuerpos de agua, como
lagunas y quebradas.

Extensión local y global Rastros

©David E. Hernández-Rodríguez

Citación sugerida: Paredes, C., González-Maya, J. F. y Ramírez-Chaves, H. E. (2020). Cryptotis thomasi. En A.


Parra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional
Natural Chingaza (pp. 110-111). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

111
Conejo de páramo
Sylvilagus apollinaris
Orden
LAGOMORPHA

En este orden se encuentran los conejos. Estos constituyen el grupo hermano de los
roedores, de los que se diferencian por rasgos como la presencia de cuatro incisivos
superiores, donde un par es de menor tamaño que el otro, no tiene bordes cortantes y
se ubica detrás del par más grande.
Además, todas las especies de lagomorfos son terrestres y tienen las patas trase-
ras más grandes que las delanteras, adaptadas para saltar. Su dieta es estrictamente
herbívora y deben masticar constantemente alimentos fibrosos que ayuden a desgas-
tar los dientes, pues son de crecimiento continuo.
En Colombia, hasta hace poco, se consideraba que solo habitaban dos especies,
pertenecientes a la familia Leporidae: el conejo castellano (Sylvilagus floridanus; Allen,
1890), que habita desde Norteamérica hasta Venezuela y parte de Colombia, y el co-
nejo de páramo (Sylvilagus brasiliensis; Linnaeus, 1758), que habita Centro y Suramé-
rica. Revisiones recientes han sugerido la presencia de más especies en el territorio
colombiano. En el PNN Chingaza, la especie que habita los ecosistemas altoandinos
de la zona es Sylvilagus apollinaris (Thomas, 1920).

Revisor: Héctor E. Ramírez-Chaves

113
©Jackson Sepulveda

CONEJO DE PÁRAMO
Sylvilagus apollinaris
Forest rabbit

Reino: Animalia Familia: Leporidae


Filo: Chordata Género: Sylvilagus
Clase: Mammalia Especie: Sylvilagus apollinaris
Orden: Lagomorpha Autor: Thomas, 1920

Medidas: C.C. 26,8-40 cm, L.C. 1-3,5 cm, L.P. 6,3-9,2 cm, L.O. 3,9-6,1 cm
Peso: 680-1200 g.

Identificación: Es un mamífero de tamaño mediano, de pelaje suave, denso y de color


rojizo, en la parte posterior de la cabeza, de tonalidades negras, marrones y rojizas,
en el dorso, y blanco, en el vientre. Sus orejas son elongadas, peludas pero no tan lar-
gas, de color gris en la base y marrón hacia la zona exterior. La cola no sobresale del
cuerpo y es del mismo color que el dorso. Sus patas delanteras son más cortas que las
posteriores.

Historia natural. Se encuentra distribuido en la cordillera Oriental de Colombia, en


las regiones Andina, Pacífica y Caribe. Habita páramos y bosques subandinos y an-

114
dinos, secos y húmedos, en un rango de los 100 a los 3800 m s. n. m., en donde se
alimenta de hojas, ramas y, en ocasiones, de cortezas. Son solitarios y se refugian du-
rante el día en madrigueras bajo la vegetación (incluso puede llegar a aprovechar las
madrigueras de otros animales o grietas en el suelo).

Dato CuriOSO. Es avistado generalmente en horas de la noche y se dice que puede ser
atraído por la sal. El término Sylvilagus significa ‘una liebre del bosque’. Es una especie
que continúa siendo evaluada taxonómicamente, por lo que aún no se ha determina-
do su estado de conservación.

En Chingaza. Es difícil de ver debido a sus hábitos nocturnos y crepusculares. Dentro


del Parque, se pueden encontrar sus caminaderos y rastros de huellas y heces. Sin em-
bargo, en ocasiones, se tiene la suerte de verlos directamente sobre las vías del área
protegida, especialmente en horas de la noche.

Relaciones culturales. El conejo de páramo es una especie que ha sido cazada a lo


largo de la historia por los distintos pobladores de Chingaza, por su carne, para utilizar
sus patas como llavero para atraer la buena suerte o, incluso, por su pelaje, para hacer
sombreros.

Extensión local y global Rastros


~ 3 cm

Mano

~ 4cm
~ 3 cm

Pata

~ 2.8 cm

Citación sugerida: Paredes, C., González-Maya, J. F. y Ramírez-Chaves, H. E. (2020). Sylvilagus apollinaris. En A.


Parra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional
Natural Chingaza (pp. 115-116). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

115
Oso hormiguero
Myrmecophaga tridactyla
Orden
PILOSA

Este orden agrupa a los comúnmente denominados osos hormigueros (familias


Myrmercophagidae y Cyclopedidae) y a los perezosos de dos y tres dedos (familias
Megalonychidae y Bradypodidae). Aunque morfológicamente las especies son muy
diferentes entre sí, mantienen caracteres anatómicos que indican que comparten un
ancestro común, siendo la ausencia de dientes el rasgo más evidente o, en el caso de
estar presentes, la ausencia de esmalte que recubra la corona de los órganos denta-
rios. Asimismo, estos mamíferos placentarios se encuentran provistos de fuertes ga-
rras, generalmente en sus miembros anteriores.
En Colombia, están presentes al menos 8 especies (podrían ser nueve, a falta de
confirmación de datos) clasificadas en 4 familias. Por un lado, se encuentran la familia
Bradypodidae, con la especie Bradypus variegatus (Schinz, 1825), o perezosos de tres de-
dos, y la familia Megalonychidae, con las especies Choloepus didactylus (Linnaeus, 1758)
y Choloepus hoffmanni (Peters, 1858), o perezosos de dos dedos, que se caracterizan por
poseer garras curvas que les ayudan a mantenerse aferrados a las ramas de los árbo-
les, por las cuales se desplazan lentamente en busca de hojas.
Por otro lado, se encuentran la familia Cyclopedidae, con las especies Cyclopes
ida (Thomas, 1900), Cyclopes dorsalis (Gray, 1865) y, probablemente, Cyclopes didactylus
(Linnaeus, 1758), y la familia Myrmercophagidae, con las especies Tamandua mexica-
na (Saussure, 1860), Tamandua tetradactyla (Linnaeus, 1758) y Myrmecophaga tridactyla
(Linnaeus, 1758), que se identifican por la ausencia de dientes, rostro alargado y una
lengua delgada cubierta por saliva pegajosa que les facilita la ingesta de larvas, hor-
migas y termitas.
En el PNN Chingaza y sus alrededores, se encuentran registros de dos de las ocho
especies registradas: el oso mielero (Tamandua tetradactyla) y el oso hormiguero (Myr-
mecophaga tridactyla), el cual se encuentra en categoría vulnerable de extinción.
Revisor: Cesar Rojano

117
©César Rojano

LC

OSO MIELERO
Tamandua tetradactyla
Southern Tamandua, Collared Anteater

Reino: Animalia Familia: Myrmecophagidae


Filo: Chordata Género: Tamandua
Clase: Mammalia Especie: Tamandua tetradactyla
Orden: Pilosa Autor: Linnaeus, 1758

Medidas: C.C. 34-88 cm, L.C. 30-67,5 cm, L.P. 8-11 cm, L.O. 3,5-5,1 cm.
Peso: 7-9 kg.

Identificación: Es de tamaño mediano, con cuerpo cilíndrico y cabeza alargada que


termina en un hocico tubular, el cual es desnudo hasta el borde de los ojos. No posee
dientes, pero sí una lengua larga y pegajosa. El pelaje es denso y grueso, con colora-
ción amarilla y tonos variables que pasan de gris a ocre. El chaleco negro que es carac-
terístico de Tamandua mexicana no está marcado en esta especie, o se encuentra difu-
minado. La cola es larga, gruesa y prensil, con presencia de pelaje en la base y desnuda
en la punta. Las extremidades son gruesas, las manos poseen cuatro garras largas y las
patas cinco garras de menor tamaño.

118
Historia natural. Habita desde el nivel del mar hasta los 1900 m de elevación, en bos-
ques secos, esteros y sabanas e incluso en bosques intervenidos, desde Colombia y
Venezuela hasta Argentina. Aunque es generalmente nocturno, también es posible
observarlo durante el día forrajeando. En Colombia, se alimenta principalmente de
termitas y hormigas arborícolas y, en ocasiones, de abejas e incluso de su miel, para lo
cual usa sus garras y su pegajosa lengua a fin de atrapar así a los insectos.

Dato CuriOSO. El oso mielero es un animal solitario que puede descansar en las ra-
mas de los árboles o en el suelo. La temporada de reproducción ocurre anualmente.
Luego de un periodo de gestación de 130 a 150 días, tiene una sola cría que la hembra
generalmente carga hasta los seis meses. El término Tamandua significa ‘trampa de
hormigas’ o ‘recogedor de hormigas’, en lengua nativa brasileña, y tetradactyla signifi-
ca ‘cuatro dedos’, que hace referencia a sus patas anteriores.

En Chingaza. Ha sido registrada en el municipio de Medina, mediante actividades de


fototrampeo en bosques subandinos, a una altura aproximada de 1500 m de eleva-
ción. También ha sido registrada por las comunidades de la vereda Sinaí en Gachalá.
Se proyecta hacer más muestreos en otras zonas del Parque para determinar su dis-
tribución real.

Relaciones culturales. Al igual que en el caso del oso hormiguero, existen historias
sobre encuentros agresivos entre el oso mielero y los perros, ante lo cual el oso usa su
larga lengua para defenderse del ataque ocasional de los cánidos.

Extensión local y global Rastros


~ 3 cm

Mano

~ 2 cm
~ 4 cm

Pata

~ 2 cm

Citación sugerida: Parra-Romero A. y Rojano, C. (2020). Tamandua tetradactyla. En A. Parra-Romero y J. F. Gon-


zález-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 118-
119). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

119
©Joao Marcos Rosa

VU II VU

OSO HORMIGUERO
Myrmecophaga tridactyla
Giant Anteater

Reino: Animalia Familia: Myrmecophagidae


Filo: Chordata Género: Myrmecophaga
Clase: Mammalia Especie: Myrmecophaga tridactyla
Orden: Pilosa Autor: Linnaeus, 1758

Medidas: C.C. 100-220 cm, L.C. 60-90 cm.


Peso: 30-36 kg.

Identificación: Es una especie de gran tamaño, cuerpo cilíndrico, cabeza alargada, pe-
laje negro o café oscuro en la mayoría del cuerpo y unas bandas triangulares de color
negro que se extienden desde la oreja y garganta hasta los hombros y la espalda y que
terminan hacia la mitad del cuerpo. El pelaje se hace más largo hacia la cola, la cual es
similar a la longitud del cuerpo, y termina en forma de penacho. El hocico es tubular,
la nariz, negra, y la lengua, larga (hasta 60 cm) y con saliva pegajosa. Las orejas son
pequeñas y redondas.

Historia natural. Se distribuye en bosques húmedos tropicales, bosques secos, saba-


nas y pastizales e, incluso, se la ha observado en cultivos desde Guatemala y Honduras

120
hasta Argentina. En Colombia, se distribuye en el Caribe, en las cuencas de los ríos
Magdalena y Cauca y en los valles interandinos, así como en la Orinoquía y la Amazo-
nía, con densidades variables en cada sitio. Aunque es generalmente nocturna, tam-
bién es posible observarla durante el día consumiendo hormigas, preferiblemente
obreras, termitas y, en ocasiones, abejas, para lo cual usa sus garras en forma de gan-
cho, que le facilitan la entrada a su pegajosa lengua de aproximadamente 2 metros
de longitud para atrapar los aproximadamente 30.000 insectos que consume al día.

Dato CuriOSO. Es una especie de hábitos terrestres, generalmente solitaria, sin un di-
morfismo sexual evidente y que puede llegar a vivir hasta 15 años en vida silvestre. Se
cree que la hembra madura sexualmente desde los dos años, cuando alcanza aproxima-
damente 30 kg. Engendra anualmente una cría, luego de seis meses de gestación, a la
que carga en su lomo entre seis y nueve meses, hasta que puede volver a tener otra cría.

En Chingaza. Ha sido registrada solo recientemente durante las actividades de foto-


trampeo en los municipios de Medina, sobre los 1700 m de altitud, y muestra curiosi-
dad por las cámaras trampa.

Relaciones culturales. En el piedemonte de Chingaza, las historias que rodean al oso


hormiguero se enfocan en las peleas que ocasionalmente tienen con los perros, de los
cuales se defienden utilizando sus garras e, incluso, su extensa lengua. Estos encuen-
tros son menos frecuentes debido a que la apariencia robusta de los hormigueros
asusta a los cánidos.

Extensión local y global Rastros

Mano

Pata

Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Rojano, C. (2020). Myrmecophaga tridactyla. En A. Parra-Ro-
mero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural
Chingaza (pp. 120-121). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

121
Mono churuco
Lagothrix lagothricha lugens
Orden
PRIMATES

Los primates habitan todas las zonas tropicales del planeta, incluidas África continen-
tal, Madagascar, el Sudeste asiático y el neotrópico. En este grupo, se encuentran los
lémures, los simios y los monos, que se caracterizan por poseer extremidades plantí-
gradas con cinco dedos, que pueden ser prensiles, y un pulgar oponible, que facilita el
agarre de diferentes elementos.
Asimismo, presentan un gran desarrollo de la corteza cerebral en comparación
con el tamaño del cuerpo. Mientras que su sentido del olfato ha perdido potencia,
la posición frontal de los ojos ha contribuido a que tengan visión estereoscópica, es
decir, a que puedan integrar las imágenes de ambos ojos en una sola imagen tridi-
mensional.
Son de hábitos principalmente arbóreos. Sin embargo, algunos grupos se han
adaptado a condiciones terrestres, como sabanas y colinas rocosas. Su alimentación
está basada principalmente en el consumo de frutos, hojas, insectos e incluso peque-
ños vertebrados. Los primates pueden influir en dinámicas ecosistémicas de las zonas
donde habitan, al ser dispersores de semillas y controladores de invertebrados y ser
presa de depredadores de mayor tamaño (como el águila arpía, Harpia harpyja).
Aunque existen primates primordialmente solitarios (p. e., lémures nocturnos y
orangutanes), los primates son mamíferos mayormente de hábitos gregarios, con una
gran variedad de comportamientos sociales que incluyen la monogamia, el harem, la
poliandria y la poliginia, entre otros.
En Colombia, se ha reportado la presencia de 38 especies, 10 de ellas endémicas,
las cuales se encuentran agrupadas en 3 familias: Atelidae, Pithecidae y Cebidae. En
el PNN Chingaza, se ha registrado la presencia de 4 especies de primates distribuidas
en 2 familias: Atelidae (mono churuco: Lagothrix lagothricha lugens) y Cebidae (mono
ardilla: Saimiri cassiquiarensis; mono maicero: Sapajus apella; mono nocturno: Aotus
brumbacki).

Revisor: Pablo R. Stevenson

123
©David E. Hernández Rodríguez

NE

MONO ARDILLA COMÚN


Saimiri cassiquiarensis
Common Squirrel Monkey

Reino: Animalia Familia: Cebidae


Filo: Chordata Género: Saimiri
Clase: Mammalia Especie: Saimiri cassiquiarensis
Orden: Primates Autor: Lesson, 1840

Medidas: C.C. 26,5-37 cm, L.C. 36-45,2 cm.


Peso: 500-1400 g.

Identificación: Son primates de tamaño pequeño y cuerpo esbelto. Se caracterizan


por presentar una máscara blanca alrededor de los ojos en forma de arco “gótico”. El
hocico y el mentón son de color oscuro, mientras que las orejas son blancas. El pelaje
del dorso es gris con tonos mostaza. La cola es más larga que el cuerpo y no es prensil
en los adultos.

Historia natural. En Colombia, el mono ardilla se encuentra distribuido en las es-


tribaciones de la cordillera Oriental de los Andes, el sur de la región del Orinoco y la
región del Amazonas. A nivel general, se encuentra en las selvas tropicales y bosques

124
húmedos de Suramérica, hasta los 1500 m s. n. m., desde Venezuela y Brasil hasta
Ecuador y Perú. Se alimentan de insectos, pequeños vertebrados y frutos maduros,
que encuentran principalmente en estratos de 3 a 20 metros, aunque a veces pueden
descender por algún alimento caído. Se ha registrado que las hembras consumen más
insectos que los machos.

Dato CuriOSO. Son animales ruidosos y se sienten atraídos por la presencia humana.
Patrullan el bosque en grupos numerosos y emiten chillidos muy agudos y caracte-
rísticos de la especie. Forman grupos de solo machos y solo hembras y crías, según
la época de reproducción, y los machos acumulan grasa corporal para parecer más
grandes en épocas de apareamiento.

En Chingaza. Esta especie se puede observar con relativa facilidad en la franja oriental
del Parque, por debajo de los 1500 m s. n. m. Se les observa colgados en grupos de 20
a 50 o más individuos. Son muy activos en la búsqueda de insectos y frutos maduros.

Relaciones culturales. Es uno de los primates más carismáticos del Parque y su tole-
rancia a la presencia humana lo hace fácil de observar y fotografiar. Fue cazado por
su carne y su piel y algunos pobladores lo utilizaban como mascota. Sin embargo, las
comunidades son más conscientes sobre la importancia de la permanencia del mono
ardilla en su hábitat natural.

Extensión local y global Rastros

©Joao Marcos Rosa

Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Stevenson, P. R. (2020). Saimiri cassiquiarensis. En A. Pa-
rra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Na-
tural Chingaza (pp. 124-125). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

125
©Joao Marcos Rosa

LC

MONO MAICERO CAFÉ


Sapajus apella
Tufted capuchin

Reino: Animalia Familia: Cebidae


Filo: Chordata Género: Sapajus
Clase: Mammalia Especie: Sapajus apella
Orden: Primates Autor: Linnaeus, 1758

Medidas: C.C. 35-49 cm, L.C. 38-49 cm


Peso: 2000-5000 g.

Identificación: Los monos maiceros son una especie de tamaño mediano que se re-
conoce por su coloración característica en la cabeza, la cual asemeja un gorro de co-
lor negro o café oscuro con patillas. El pelo de la coronilla forma pequeños mechones
sobre las orejas. El pelaje del rostro puede variar de café a rosado, aunque tiende a
ser más oscuro en las hembras. Los hombros y brazos son más pálidos que el lomo,
mientras que sus piernas, manos y cola presentan un pelaje más oscuro que el del res-
to del cuerpo. La cola presenta un tamaño similar al del cuerpo y es prensil (aunque no
pueden soportar todo el peso del cuerpo con la cola). Se presenta dimorfismo sexual,
dado que los machos son un 34 % más grandes que las hembras en peso corporal.

126
Historia natural. Se pueden encontrar desde Colombia hasta Argentina, en bosques
húmedos hasta los 2700 m s. n. m. Se alimentan de frutos maduros, semillas de pal-
mas, pequeños vertebrados, artrópodos y, ocasionalmente, néctar. Pueden conformar
grupos de 8 a 19 individuos compuestos de un macho adulto, varias hembras y juveni-
les, aunque esto varía de acuerdo con el hábitat.

Dato CuriOSO. Se ha documentado que utilizan los estratos medios bajos del bosque,
donde invierten la mayor parte de su tiempo alimentándose, corriendo, escalando y
saltando, con muy poco tiempo de descanso. En épocas de abundancia de recursos,
es frecuente verlos mezclados con grupos de monos ardilla. Se cree que juntos evitan
depredadores, pero hay un costo de competencia cuando forman grupos mixtos.

En Chingaza.Es una especie poco tolerante a la presencia humana. Se puede obser-


var en los bosques subandinos de Medina, a una altura aproximada de 2000 m de
elevación.

Relaciones culturales. Los pobladores locales mencionan que a estos primates les
gusta romper las ramas para alcanzar el alimento y golpear las nueces contra los árbo-
les para poder abrirlas, con lo cual producen un sonido característico e inconfundible.
Era cazado por comerse los cultivos de maíz y algunas personas les atribuyen propie-
dades medicinales para combatir la anemia o las deficiencias de hierro, creencias que
no han sido confirmadas científicamente.

Extensión local y global Rastros

©Fernando Trujillo

Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Stevenson, P. R. (2020). Sapajus apella. En A. Parra-Romero
y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
(pp. 126-127). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

127
Angela Parra-Romero

CR VU

MONO CHURUCO
Lagothrix lagothricha lugens
Colombian woolly monkey

Reino: Animalia Familia: Atelidae


Filo: Chordata Género: Lagothrix
Clase: Mammalia Especie: Lagothrix lagothricha lugens
Orden: Primates Autor: Elliot, 1907

Medidas: C.C. 50-70cm, L.C. 60-72 cm


Peso: 5.5-10.8kg

Identificación: Es uno de los primates más grandes de Colombia. Tiene una aparien-
cia grande y robusta siendo los machos más grandes que las hembras. El pelaje varía
de color marrón a gris oscuro y es bastante uniforme en todo el cuerpo. La cabeza es
redonda, el rostro aplanado y las orejas son poco visibles. Todas sus extremidades son
musculosas y robustas. La cola es prensil y es más ancha en la base que en la punta,
por lo cual se comporta como una quinta extremidad. Las plantas de manos y pies son
desnudas y de color oscuro.

Historia natural. Es endémico de Colombia y habita bosques subandinos y de tierras


bajas. Es una de las especies de primates más grandes que habita el país, al alcanzar

128
más de un metro de longitud. Consume principalmente frutas (85 %) y, en menor pro-
porción, hojas tiernas, flores, néctar y frutos inmaduros (15 %). Ocasionalmente, cap-
tura pequeños vertebrados, como ranas y culebras arbóreas. Habita desde las tierras
bajas hasta los 3000 m s. n. m. Puede formar grupos de 10 a 40 individuos, dependien-
do de la temporada climática del año. La hembra alcanza la madurez sexual desde los
5 o 6 años y tiene intervalos de reproducción de hasta 3 años, donde nace una cría por
parto, siendo este un factor que incrementa su riesgo de extinción.

Dato CuriOSO. Esta especie es muy importante para el bosque, ya que se encarga de
dispersar semillas de una gran cantidad de árboles a grandes distancias, muchas de
las cuales, por su tamaño, solo pueden ser accedidas por los monos churucos.

En Chingaza. Se ha registrado en los municipios de Medina (veredas Medios del Hu-


mea, Periquito, Chorrerano, Miralindo y Toquiza) y Gachalá (vereda Toquiza). Desde el
año 2016, se han realizado investigaciones sobre su estado de conservación. En especial,
se ha encontrado que aún permanecen poblaciones abundantes de esta especie ame-
nazada.

Relaciones culturales. Su gran tamaño y el ruido que hacen al advertir a un extra-


ño no les permite pasar desapercibidos. Existen historias sobre el uso de sus partes y
también sobre las prácticas de cacería más comunes, debido al gusto por su carne, por
su piel, para hacer bolsos e, incluso, por algunas propiedades medicinales que les atri-
buían, como aliviar enfermedades relacionadas con la fatiga muscular. Sin embargo,
ninguna de estas propiedades se ha confirmado con estudios científicos.

Extensión local y global Rastros

©Fredy Gómez Suescún

Citación sugerida: Parra-Romero, A., Hernández, D. y Stevenson, P. R. (2020). Lagothrix lagothricha lugens. En A.
Parra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional
Natural Chingaza (pp. 128-129). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

129
Álvaro Javier Velásquez

VU VU

MARTEJA, MONO LLANERO NOCTURNO


Aotus brumbacki
Brumback's night monkey

Reino: Animalia Familia: Cebidae


Filo: Chordata Género: Aotus
Clase: Mammalia Especie: Aotus brumbacki
Orden: Primates Autor: Hershkovitz, 1983

Medidas: C.C. 48 cm, L.C. 42 cm


Peso: 1000-2500 g

Identificación: Son de tamaño pequeño. Poseen un rostro corto y con manchas de


pelo blanco. Los ojos son grandes, muy juntos entre sí, y su cabeza presenta líneas
oscuras sobre la frente y la coronilla, así como sobre los ojos. Son de color grisáceo y
de vientre más claro. La parte interior de los brazos y las patas es similar a la del pecho
y el vientre. Su cola es oscura, muy larga pero no prensil y termina en una punta negra.

Historia natural. Es una especie nocturna, endémica de Colombia, que es muy críp-
tica y poco estudiada. Habita bosques maduros y de galería. Es posible observarla en
el día identificando sus dormideros, los cuales suelen ser huecos en los troncos de los
árboles o lugares enmarañados. Se alimenta de frutos de árboles, como caimos y ya-

130
rumos, y ocasionalmente artrópodos en todos los estratos del bosque. Su actividad
aumenta durante las noches de luna llena. Los individuos se comunican a partir de
secreciones olfativas, como la orina, o de sustancias glandulares, para alertar sobre
situaciones de peligro, sobre el reconocimiento sexual o sobre la agresión entre ma-
chos.

Dato CuriOSO. Es una especie monógama, por lo que, una vez que dos individuos for-
man pareja, se mantienen juntos durante toda la vida. Por esto, es normal encontrar-
los siempre en parejas y con sus crías. El término Aotus significa ‘sin orejas’, debido a
que, por su denso pelaje, pareciera que carece de ellas.

En Chingaza. Su distribución corresponde a los bosques subandinos del piedemonte,


en los municipios de Medina, Restrepo y Cumaral y, posiblemente, El Calvario y San
Juanito, en las partes más bajas. Ha sido observada directamente durante recorridos
en las veredas Periquito (Medina) y Caney Alto (Restrepo) alimentándose de árboles
frutales.

Relaciones culturales. Los ruidos que producía en la vegetación alertaban a las perso-
nas de su presencia, que salían en su caza para aprovechar su carne y piel. Sin embar-
go, actualmente las comunidades son más conscientes de la importancia de proteger
a la especie y su hábitat.

Extensión local y global Rastros

©Fernando Trujillo

Citación sugerida: Hernández D. y Stevenson, P. R. (2020). Aotus brumbacki. En A. Parra-Romero y J. F. Gonzá-


lez-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 130-
131). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

131
Ratón montañero
Thomasomys laniger
Orden
RODENTIA

Los roedores son el segundo grupo de mamíferos más diverso del país, con 10 familias
que agrupan 132 especies registradas hasta el momento. De estas, 31 son endémicas y
se encuentran en constante estudio, debido a la complejidad que existe para su iden-
tificación y clasificación.
Se caracterizan principalmente por ser placentarios, por poseer un par de incisivos
que nunca dejan de crecer, por no tener los caninos y por presentar un espacio entre
los incisivos y los molares denominado diastema. Este tipo de dentadura les facilita
la ingesta de diferentes formas de vegetación, como semillas, frutos, hojas, tallos, raí-
ces e incluso invertebrados o peces. Presentan diferentes tamaños: desde los que no
superan los 10 cm de longitud total (como el ratón colombiano del bosque: Chilomys
instans) hasta los que superan el metro de longitud (como el chigüiro: Hydrochoerus
hydrochaeris).
Habitan en una gran variedad de ecosistemas y pisos térmicos, donde contribu-
yen a la dispersión de semillas y, en ocasiones, a la polinización de diversas especies
de plantas. De igual forma, son el principal alimento de diversos depredadores (ma-
míferos, aves, reptiles), siendo muchas veces los únicos responsables de la presencia
de estos en diversas localidades. En algunas ocasiones, también pueden ser vectores
de enfermedades. La relación con las comunidades humanas varía de acuerdo con la
especie y la región donde se distribuyan. En algunos casos, pueden llegar a ser pla-
gas de cultivos. En otros, servir de sustento alimentario a los pobladores. Es necesario
aumentar la investigación sobre las especies de este grupo, pues aún existe mucho
desconocimiento sobre su importancia ecológica.
En el PNN Chingaza, se tienen registros directos de 24 especies, distribuidas en 8
familias: Cricetidae (16 especies), Cuniculidae (2 especies), Echimyidae (1 especie), Ca-
viidae (1 especie), Dasyproctidae (1 especie), Dinomyidae (1 especie), Erethizontidae
(1 especie) y Sciuridae (1 especie), siendo la lapa (Cuniculus paca) y el borugo (Cuniculus
taczanowskii) los roedores más cazados en los ecosistemas del área protegida.

Revisor: Jairo Pérez-Torres, Héctor E. Ramírez-Chaves, Karin Osbahr

133
©Angela Parra-Romero

LC

CURÍ
Cavia aperea
Brazilian Guinea Pig

Reino: Animalia Familia: Caviidae


Filo: Chordata Género: Cavia
Clase: Mammalia Especie: Cavia aperea
Orden: Rodentia Autor: Erxleben, 1777

Medidas: Machos: L.C. 20-25 cm, L.P. 4,5-5 cm, L.O. 2-2,2
Hembras: L.C. 19,1-20 cm, L.P. 4,8- 5, L.O. 1,6-2,1
Peso: Machos: 191 g. Hembras: 115-172.5 g.

Identificación: Es un roedor de tamaño mediano, de pelaje denso de color parduzco


marrón entrecruzado con pelos negros, de orejas pequeñas y redondas, con menos
cantidad de pelaje, y cola ausente. El pelaje del vientre es más claro que el del dorso.
Las patas poseen cuatro dedos, con pelaje grisáceo y levemente teñido de amarillo.

Historia natural. Es una especie con un amplio rango de distribución en Suramé-


rica: se encuentra en Colombia, Venezuela, Brasil y Argentina. Habita en sabanas,
bosques de galería y páramos, en zonas entre los 400 y los 3500 m de elevación. Se
alimenta de hierbas y construye madrigueras en la vegetación. En promedio, se ha

134
reportado que, en cualquier temporada del año, la hembra tiene dos crías, cuyo pe-
riodo de gestación es de aproximadamente 61 días y el de lactancia, de hasta 15 días.

Dato CuriOSO. Es una especie que usa caminos hechos por el constante tránsito de
otros mamíferos o de ellos mismos, siendo fácil encontrar su rastro (huellas o heces).
El género Cavia se origina de la palabra “savia” en portugués, que proviene de la lengua
indígena brasileña “tupi” donde usaban la palabra sawiya o sabúia para denominar “la
familia de la rata

En Chingaza. Es uno de los mamíferos más escurridizos de Chingaza y, aunque es


difícil de observar, sus madrigueras y caminos se encuentran fácilmente entre la ve-
getación del Parque, en especial en las áreas de páramo de la Laguna de Chingaza,
el Valle del Frailejón, el río de la Playa y Laguna Seca y Carpanta. Desde 2013 se han
evidenciado muertes masivas de curies en el sector de la Laguna de Chingaza, des-
conociendo sus causas.

Relaciones culturales. Es uno de los animales más conocidos por los pobladores lo-
cales, puesto que fueron cazados y consumidos durante décadas por su carne, aunque
no era uno de los alimentos más apetecidos por las comunidades de Chingaza.

Extensión local y global Rastros

Mano
~ 4 cm

Pata

~ 4 cm

Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Pérez-Torres, J. (2020). Cavia aperea. En A. Parra-Romero y
J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
(pp. 134-135). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

135
©Jorge Brito

LC

RATÓN COLOMBIANO DE BOSQUE


Chilomys instans
Colombian Forest Mouse

Reino: Animalia Familia: Cricetidae


Filo: Chordata Género: Chilomys
Clase: Mammalia Especie: Chilomys instans
Orden: Rodentia Autor: Thomas, 1895

Medidas: L.T. 3,3-5,2 cm, L.C. 1,4-2,8 cm.


Peso: 11-20 g.

Identificación: Es un roedor de tamaño pequeño, de pelaje en el dorso de color ma-


rrón, similar al pelaje del vientre. En ocasiones, la cabeza es de un tono más oscuro y
sus ojos son apenas visibles. En comparación con su especie hermana (C. fumeus), el
rostro es más largo. Las orejas sobresalen y son desnudas, con pelaje de menor densi-
dad y claridad. La cola es larga y presenta pelaje denso, de color semejante al del cuer-
po, pero con la punta blanca. Las hembras poseen tres pares de mamas ubicados en la
ingle, el abdomen y el toráx. El ano no es prominente. Los dientes incisivos superiores
se encuentran proyectados hacia afuera.

136
Historia natural. Se distribuye desde el occidente de Venezuela, pasando por el norte
de la cordillera de los Andes, en Colombia, hasta el norte de Perú. Habita bosques sub-
tropicales, templados y altoandinos, en alturas que oscilan entre los 1100 a los 3700
m s. n. m. A su vez, se encuentra en la parte baja del páramo. Es una especie insectí-
vora de hábitos nocturnos, aunque puede alimentarse también de partes de plantas
y otros invertebrados. Es de hábitos semifosoriales, es decir, se desplaza a través de
la vegetación rasante por medio de túneles o pequeños corredores y encuentra sus
refugios en la vegetación que se acumula en la base de las plantas del páramo y los
bosques, generalmente cerca de cuerpos de agua.

Dato CuriOSO. Se denomina ratón colombiano de bosque debido a que su localidad


típica son los bosques aledaños a Bogotá. El término Chilomys significa ‘hocico de ra-
tón’, mientras que instans significa ‘presente o en espera’.

En Chingaza. Es una de las especies más elusivas en Chingaza. Fue registrada por
López-Arévalo y Montenegro-Díaz (1993) en Carpanta, entre los 2600 y los 3050 m
de elevación, y por Pérez-Torres (1997), en el sector del río Frío. Se proyecta hacer más
muestreos en otras zonas del Parque para determinar su distribución real.

Relaciones culturales. Es conocido como ratón de campo entre los habitantes del
Parque, pero es muy difícil de ver debido a su tamaño y su coloración críptica.

Extensión local y global Rastros

©Jorge Brito

Citación sugerida: ParedesC., González-Maya, J. F. y Pérez-Torres, J. (2020). Chilomys instans. En A. Parra-Romero


y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
(pp. 136-137). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

137
©Daniel A. Porras

LC

RATÓN ARROCERO DIMINUTO


Microryzomys minutus
Forest Small Rice Rat

Reino: Animalia Familia: Cricetidae


Filo: Chordata Género: Microryzomys
Clase: Mammalia Especie: Mycroryzomys minutus
Orden: Rodentia Autor: Tomes, 1860

Medidas: L.T. 15,4-15,7cm, L.C. 9,7-9,9 cm.


Peso: 6-10 g.

Identificación: Es un roedor pequeño, de pelaje denso de color marrón amarillento


en el dorso, pero más claro, aunque nunca blanco, y de aspecto suave, en el vientre.
Sus orejas de color gris oscuro son medianas, desnudas hacia la parte interior y con el
borde externo cubierto de pelos oscuros. Las patas presentan pelos de color blanco y
almohadillas angostas. Las vibrisas son negras, abundantes y sobrepasan las orejas.
La cola es delgada y sobrepasa la longitud de la cabeza y el cuerpo. Las hembras po-
seen cuatro pares de mamas ubicadas en las zonas pectoral, posaxial, abdominal e
inguinal.

138
Historia natural. Se distribuye a lo largo del norte de Venezuela y a través de Colom-
bia, Ecuador y Perú. En Colombia, se encuentra en las tres cordilleras, desde los 1500
a los 4000 m s. n. m., y habita áreas rocosas, áreas abiertas con vegetación arbustiva,
principalmente bosques de niebla, páramos, bosques subtropicales y bosques ar-
bustivos, incluso se han obtenido registros en áreas transformadas. Son roedores de
hábitos nocturnos y principalmente terrestres, así como de hábitos omnívoros, que
prefieren los ambientes húmedos.

Dato CuriOSO. Es una de las especies de roedores más pequeñas de Colombia. Es bue-
na trepadora y casi siempre se la encuentra refugiada entre la densa vegetación, entre
rocas y raíces. El término Microryzomys significa ‘pequeño ratón’, al igual que minutus,
que hace énfasis en su diminuto tamaño.

En Chingaza. Es una especie de hábitos elusivos y poco frecuente de avistar, por lo que
sus registros se han obtenido mediante el uso de trampas de captura. Ha sido registra-
da por López-Arévalo y Montenegro-Díaz (1993) en la reserva Carpanta y, en 2019, en la
vereda Tendidos de río Negro, en Gachalá. Se proyecta hacer más muestreos en otras
zonas del Parque para determinar su distribución real.

Relaciones culturales. Se le llama ratón de campo, pero es poco conocido entre los
habitantes de la zona.

Extensión local y global Rastros

©Miguel Rodríguez

Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Pérez-Torres, J. (2020). Microryzomys minutus. En A. Pa-
rra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Na-
tural Chingaza (pp. 138-139). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

139
©Daira Ximena Villagran

LC

RATÓN DE CAMPO BOGOTANO


Neomicroxus bogotensis
Bogota Grass Mouse

Reino: Animalia Familia: Cricetidae


Filo: Chordata Género: Neomicroxus
Clase: Mammalia Especie: Neomicroxus bogotensis
Orden: Rodentia Autor: Thomas, 1895

Medidas: L.T. 15-15,5 cm, L.C. 7,2-7,8 cm, L.P. 2 cm


Peso: 10-20 g.

Identificación: Es un ratón pequeño, de pelaje denso, suave y de color marrón claro a


oscuro, en el dorso, y más claro, en el vientre. Los ojos son pequeños y el hocico termi-
na en punta. La longitud de la cola es menor a la de la longitud cabeza-cuerpo y es de
color uniforme.

Historia natural. Se distribuye a lo largo del flanco oriental de la cordillera Oriental


de los Andes, en Colombia, desde el Norte de Santander hasta el Huila, y en el occi-
dente de Venezuela, entre los 2600 y los 3900 m s. n. m. Habita zonas de pastizales,
bosques y páramo, incluidas zonas de bosque de Polylepis, frailejonales e incluso áreas

140
con disturbios o cultivos. Se alimenta de insectos y otros invertebrados, así como de
materia vegetal del suelo. En el rango de su distribución, se encuentra en áreas pro-
tegidas como el PNN Chingaza y el PNN Sumapaz, por lo que los expertos presumen
que su población se encuentra estable.

Dato CuriOSO. Es una especie solitaria y difícil de ver de manera directa. Presenta
adaptaciones morfológicas semifosoriales que le permiten recorrer la vegetación
propia del ecosistema de páramo, como son los pajonales y musgos. El nombre
Neomicroxus hace referencia a “nuevo”, debido a que las especies clasificadas en este
grupo conforman un nuevo género. Anteriormente, se encontraba dentro del género
Akodon.

En Chingaza. Es una especie que se puede encontrar en distintos sectores del Parque,
puesto que tiene una alta tolerancia a los disturbios. Fue registrada en Carpanta, en el
área de páramo, sobre los 3000 m s. n. m. y, en el sector de Siete Cuerales, a 2500 m s.
n. m por López-Arévalo y Montenegro-Díaz (1993). Se proyecta hacer más muestreos
en otras zonas del Parque para determinar su distribución real.

Relaciones culturales. Los pobladores locales lo conocen como uno de los muchos
roedores que habitan el Parque y mencionan que se encuentra entre la hojarasca de
los frailejones en horas de la noche.

Extensión local y global Rastros

©Daira Ximena Villagran

Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Pérez-Torres, J. (2020). Neomicroxus bogotensis. En A. Pa-
rra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Na-
tural Chingaza (pp. 140-141). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

141
©Daniel A. Porras

LC

RATÓN MONTAÑERO
Thomasomys laniger
Butcher Oldfield Mouse

Reino: Animalia Familia: Cricetidae


Filo: Chordata Género: Thomasomys
Clase: Mammalia Especie: Thomasomys laniger
Orden: Rodentia Autor: Thomas, 1895

Medidas: C.C. 19-25,9 cm, L.C. 10-14,7 cm.


Peso: 25-40 g.

Identificación: Es un roedor pequeño, de pelaje dorsal denso, suave, de color gris a


marrón y dirigido hacia el sentido posterior, mientras que el pelaje ventral es más cla-
ro. La coloración de la cola es uniforme y su longitud es mayor que la del cuerpo. Las
patas posteriores poseen pelos de color negro.

Historia natural. Es una especie que se distribuye en la cordillera Oriental y Central


de los Andes, en Colombia, en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Huila.
Habita entre los 2600 y los 3600 m s. n. m. y sus poblaciones permanecen estables. Es
de hábitos nocturnos y de adulta tiende a ser solitaria. Se alimenta de insectos, frutas
y semillas, cuyo consumo aumenta durante los meses lluviosos. Hace pequeñas ho-

142
quedades debajo de los arbustos para ubicar sus refugios. Se asocia principalmente
a las zonas de bosque andino. Mediante una investigación realizada en el Valle del
Frailejón, se estimó una expectativa de vida de 30 meses y se observó que, entre los 15
y los 16 meses de edad, los machos se convertían en adultos, mientras que las hembras
maduraban antes (de 13 a 14 meses), para alcanzar un promedio de vida de entre 19
y 20 meses.

Dato CuriOSO. Se encuentran más activos entre las 18:30 h y las 5:30 h, cuando reco-
rren la vegetación en búsqueda de alimento. Las madrigueras que utilizan para dor-
mir están conformadas por arbustos con oquedades poco profundas que se encuen-
tran cubiertas de vegetación.

En Chingaza. Es la especie de roedor más común en el Parque, debido a que diversos


investigadores la han priorizado cómo especie base de sus proyectos. Ha sido repor-
tada en los sectores de Siete Cuerales, en Carpanta, Laguna de Chingaza, La Playa, el
Valle del Frailejón, Laguna Hernando, Piedras Gordas, Ventanas, retén de La Paila y el
páramo de Palacio, según Pérez-Torres y Correa (1997), así como en la RNSC La Laja,
Monterredondo y la vereda Tendidos de Río Negro, en Gachalá.

Relaciones culturales. Los pobladores del Parque, estudiantes y guardaparques han


podido diferenciar esta especie gracias a las investigaciones desarrolladas en el área
protegida, las cuales han permitido involucrar a la comunidad académica y local.

Extensión local y global Rastros

©Daniel A. Porras

Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Pérez-Torres, J. (2020). Thomasomys laniger. En A. Parra-Ro-
mero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural
Chingaza (pp. 142-143). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

143
©Miguel Rodríguez

LC

RATÓN MONTAÑERO PATIBLANCO


Thomasomys niveipes
Mountaineer mouse white-legged

Reino: Animalia Familia: Cricetidae


Filo: Chordata Género: Thomasomys
Clase: Mammalia Especie: Thomasomys niveipes
Orden: Rodentia Autor: Thomas, 1896

Medidas: C.C. 19-25,9 cm, L.C. 10-14,7 cm


Peso: 25-40 g.

Identificación: Es un roedor pequeño, de pelaje dorsal denso, suave, de color marrón


grisáceo con tonalidades amarillas en las puntas y dirigido hacia el sentido posterior,
mientras que el pelaje ventral es más pálido. La coloración de la cola es uniforme. Las
patas posteriores y anteriores poseen pelos de color blanco, a diferencia de Thoma-
somys laniger, que presenta pelos negros y diferencias en la forma y tamaño del crá-
neo. Por otra parte, en promedio, es más grande en tamaño que T. laniger, dado que la
longitud de la cola, las extremidades anteriores y las orejas es mayor.

144
Historia natural. Es una especie que se distribuye en la cordillera Oriental de los An-
des, en Colombia. Se puede encontrar entre arbustos y pastizales entre los 2550 y los
3000 m s. n. m. Es una especie terrestre solitaria y endémica de las zonas frías y de
páramo. Se alimenta principalmente de hojas tiernas y hierbas, pero se considera om-
nívora. Se puede encontrar en zonas de frailejonales en el páramo.

Dato CuriOSO. Es una especie endémica que solo habita en los departamentos de Bo-
yacá y Cundinamarca (en Colombia). El nombre del género (Thomasomys) hace honor
al científico británico Michael Rogers Thomas (1858-1929), que describió más de 2200
especies.

En Chingaza. Ha do registrada por las investigaciones de López-Arévalo y Montene-


gro-Díaz (1993), la cual permitió validarla como una especie nueva para la ciencia (Gó-
mez-Laverde et al., 1997), así como por los estudios de Valbuena (1995), en Carpanta,
Palacio y Buitrago, de acuerdo con la recopilación de Pérez-Torres y Correa (1997). Se
proyecta hacer más muestreos en otras zonas del Parque para actualizar su distribu-
ción.

Relaciones culturales. Debido a las investigaciones realizadas dentro del área prote-
gida, algunos pobladores locales han podido distinguir a esta especie por sus particu-
lares pelos blancos de las patas.

Extensión local y global Rastros

©Miguel Rodríguez

Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Pérez-Torres, J. (2020). Thomasomys niveipes. En A. Pa-
rra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Na-
tural Chingaza (pp. 144-145). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

145
©Julián Mejia

LC III

LAPA
Cuniculus paca
Agouti

Reino: Animalia Familia: Cuniculidae


Filo: Chordata Género: Cuniculus
Clase: Mammalia Especie: Cuniculus paca
Orden: Rodentia Autor: Linnaeus, 1766

Medidas: L.T. 70-80 cm; L.P. 10,7-13 cm; L.O. 4,3-5,6 cm.
Peso: 500-1300 g.

Identificación: Se caracteriza por tener un pelaje corto y grueso, de color castaño roji-
zo, y entre tres y cuatro líneas de manchas blancas alargadas en los flancos. El rostro,
pecho y la parte ventral son de color blanco. La cabeza es de gran tamaño, con orejas
cortas y largas, y vibrisas de colores negro y blanco. En los machos, la quijada es un
poco más ensanchada que en las hembras. La cola es pequeña, se encuentra escondi-
da en el pelaje y no tiene pelos. Los dedos de las patas tienen cinco dedos, mientras
que las de las manos tienen cuatro.

Historia natural. Se distribuye en bosques húmedos tropicales, bosques secos, saba-


nas y pastizales a lo largo de Centro- y Suramérica. En Colombia, habita en casi todo el

146
territorio. Se encuentra desde los 0 hasta más allá de los 2000 m s. n. m. Es una espe-
cie de hábitos nocturnos y principalmente frugívora, aunque con frecuencia consume
hojas, flores, semillas y tubérculos. Generalmente, se encuentra asociada a cuerpos
de agua.

Dato CuriOSO. La lapa es un animal que deja caminaderos de más de 15 cm de ancho


y frecuenta sitios de alimentación conocidos como comederos. Los restos de las frutas
y tubérculos tienen la marca característica de los incisivos. Ayuda en gran medida a la
dispersión de semillas en los bosques que habita, pues muchas veces olvida las semi-
llas que deja enterradas y estas germinan con menor riesgo de depredación.

En Chingaza. En el Parque, existen reportes de avistamientos y de cámaras trampa


en los municipios de San Juanito y Medina, en la zona oriental, por lo cual se sugiere
aumentar el área de muestreo.

Relaciones culturales. Es una especie que es cazada para el consumo humano, puesto
que su carne es muy apetecida por las comunidades locales de toda la zona. Algunos
pobladores le atribuían valores medicinales: usaban la bilis para sacar espinas y cu-
rar la ceguera de los perros, cuando eran orinados por los zorrillos o mordidos por las
hormigas. Algunos, incluso, le concedían poderes para alejar las energías negativas.

Extensión local y global Rastros


~ 3.5 cm

Mano

~ 3.5 cm
~ 4 cm

Pata

~ 4 cm

Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Pérez-Torres, J. (2020). Cuniculus paca. En A. Parra-Romero
y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
(pp. 146-147). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

147
©Carolina Hortúa

NT

BORUGO DE PÁRAMO 21
0
3

Cuniculus taczanowskii 18 6

15 9
Mountain paca 12

Reino: Animalia Familia: Cuniculidae


Filo: Chordata Género: Cuniculus
Clase: Mammalia Especie: Cuniculus taczanowskii
Orden: Rodentia Autor: Stolzmann, 1865

Medidas: L.T. 51 cm, L.P. 8,2 cm, L.C. 1 cm, L.O. 3,5 cm
Peso: 4-10 kg.

Identificación: Es un roedor grande de cola muy corta, cuerpo robusto y pelaje denso
(mayor de 10 mm) que le ayuda a protegerse de las bajas temperaturas. Es de cabeza
grande, ojos grandes y orejas desnudas y pequeñas. Posee vibrisas de color blanco y
negro. El color del pelaje varía de rojizo a gris y presenta cuatro hileras de manchas
blancas a los lados. Sus patas son cortas. Las patas posteriores tienen cinco dedos y
las anteriores, cuatro.

Historia natural. Se encuentra presente en los ecosistemas altoandinos de Colom-


bia, Ecuador, Perú, Venezuela y Bolivia. Su dieta es principalmente herbívora, con una
mayor preferencia por el consumo de hojas, frutos y tallos. Se ha constatado que tiene

148
la capacidad de diferenciar entre los estados de generación de los frutos que consu-
me, lo que le permite seleccionar sus alimentos. Tiene, asimismo, gran habilidad para
cavar y se desplaza utilizando sus dedos, lo que le confiere mayor velocidad. Puede
reproducirse en cualquier época del año y las hembras, generalmente, maduran a
los nueve meses de edad, mientras que los machos maduran a los diez meses. Puede
también construir madrigueras de hasta dos metros de profundidad. Es una especie
que sirve de alimento para otras especies de mamíferos depredadores más grandes.

Dato CuriOSO. El borugo es un animal solitario, excepto cuando está con sus crías.
Prefiere desplazarse en la noche para evitar a sus depredadores. Generalmente, busca
oquedades naturales en las paredes de las montañas para ubicar sus refugios. Tam-
bién puede alojarse en espacios huecos que se forman en el bosque cuando caen los
árboles.

En Chingaza. Ha sido registrado mayormente por el consumo de la médula del frai-


lejón y, en pocas ocasiones, se ha observado que consume la base de la puya (Puya
goudotiana). Sus avistamientos son más frecuentes en las noches, cerca de las vías.

Relaciones culturales. El borugo es una de las especies de mamíferos más reconoci-


das en Chingaza. Algunos pobladores son muy hábiles siguiendo los rastros dejados
por la especie, dado que se considera la carne más exquisita del páramo. Otras per-
sonas le atribuyen propiedades medicinales para curar las heridas provocadas a los
perros por otros animales, como los zorrillos o mapuros.

Extensión local y global Rastros


~ 4.5 cm

Mano

~ 3.5 cm
~ 4.5 cm

Pata

~ 3.5 cm

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y Pérez-Torres, J. (2020). Cuniculus taczanowskii. En A. Parra-Romero y J. F.


González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp.
148-149). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

149
©Fernando Trujillo

LC

GUATÍN
Dasyprocta fuliginosa
Black Agouti

Reino: Animalia Familia: Dasyproctidae


Filo: Chordata Género: Dasyprocta
Clase: Mammalia Especie: Dasyprocta fuliginosa
Orden: Rodentia Autor: Wagler, 1832

Medidas: C.C. 41-66 cm, L.C. 1-3 cm, L.P. 12-14 cm, L.O. 3,6-4,7 cm
Peso: 200-500 g.

Identificación: Es un roedor de tamaño grande con cuerpo delgado. En la cabeza y


dorso, presenta pelaje áspero y de color negro en la base y blanco en las puntas. Ha-
cia la parte posterior de la espalda, los pelos tienden a ser más alargados. En la parte
dorsal, el pelaje es marrón, con algunos pelos grises o blancos. Sus orejas no son muy
largas y peludas en la parte dorsal. Presenta vibrisas de colores blanco y negro. Las
patas posteriores tienen tres dedos y las anteriores, cuatro, más un vestigio de pulgar.
Las hembras son más pequeñas que los machos.

Historia natural. Es una especie que se encuentra en Venezuela, Colombia, Ecuador,


Perú y Brasil, desde el nivel del mar hasta los 1000 m s. n. m. Habita bosques húmedos
e intervenidos y plantaciones. Su dieta consiste principalmente en semillas y frutos,

150
pero consume plántulas y pequeños animales como complemento a su dieta. En al-
gunas localidades, se puede establecer bien en sitios modificados por las personas,
aprovechando los cultivos para alimentarse. Es una especie diurna, aunque si hay
demasiada actividad humana, puede volverse crepuscular. Generalmente, nacen dos
crías por camada, aunque se han registrado hasta tres o cuatro. A medida que las crías
van creciendo, la agresión entre ellas aumenta por la competencia por el alimento
hasta que finalmente dejan el grupo familiar.

Dato CuriOSO. Utiliza troncos huecos o espacios debajo de árboles caídos para ubicar
sus refugios, los cuales acondiciona con todo tipo de material vegetal que encuentra
disponible, incluso puede usar su propio pelaje para acomodar mejor el refugio. La
madriguera puede ser compartida por hembra y macho. Contribuye a la dispersión de
semillas y a la regeneración natural de los bosques donde habita.

En Chingaza. No es fácil de observar, puesto que no tolera la presencia humana. Pue-


de localizarse con mayor facilidad en el extremo oriental del Parque, especialmente
en los municipios de Medina y Gachalá, por medio de la técnica de fototrampeo.

Relaciones culturales. El guatín ha sido consumido por buena parte de los poblado-
res y habitantes del Parque durante décadas, los cuales han aprendido a reconocer sus
caminos y madrigueras. En ocasiones, los cazaban porque se podían volver plaga en
los cultivos de yuca.

Claridad taxonómica. Debido a la ubicación del PNN Chingaza, en una zona donde
convergen ecosistemas andinos y orinocenses, no se descarta la posibilidad de que en
los ecosistemas del área protegida también se encuentre el guatín centroamericano
(Dasyprocta punctata), por lo que son necesarios más estudios al respecto.

Extensión local y global Rastros


~ 3.5 cm

Mano

~ 3.5 cm
~ 4 cm

Pata

~ 4 cm

Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Pérez-Torres, J. (2020). Dasyprocta fuliginosa. En A. Pa-
rra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Na-
tural Chingaza (pp. 150-151). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

151
©Karin Osbahr

LC VU

GUAGUA LOBA O GUAGUA RABUDA


Dinomys branickii
Pacarana

Reino: Animalia Familia: Dinomyidae


Filo: Chordata Género: Dinomys
Clase: Mammalia Especie: Dinomys branickii
Orden: Rodentia Autor: Peters, 1873

Medidas: : C.C. 73-79 cm, L.C. 14,5-17,4 cm, L.P. 11,4-12,3 cm, L.O. 2-2,5 cm
Peso: 8- 11 kg.

Identificación: Es el segundo roedor más grande de Colombia, luego del chigüiro


(Hidrochaeris hidrochaeris). Posee un cuerpo robusto, patas cortas, cabeza grande de
pelaje oscuro y grisáceo. Los ojos son pequeños y las orejas, redondeadas y peludas.
Tiene vibrisas largas y blancas en su hocico aplanado. El dorso, de pelaje denso y de
largo variable, es de color similar al de la cabeza, pero presenta dos filas de puntos
blancos continuos. Asimismo, presenta puntos blancos dispersos a los costados. La
cola es gruesa y larga, de pelaje castaño a negro, con presencia ocasional de pintas
blancas. Es plantígrado, de plantas y palmas desnudas. Las patas, con cuatro dedos,
y las manos, con un dedo vestigial adicional, presentan fuertes garras. Los incisivos,
largos y anchos, tienen forma de cincel y son de color amarillento.

152
Historia natural. Se distribuye en las tres cordilleras de Colombia y llega a Venezue-
la, Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil. Habita desde los 250 hasta los 3500 m s. n. m en
bosques húmedos, especialmente en zonas escarpadas. Se alimenta de hojas, tallos
y rizomas, que manipula con las manos, y se caracteriza por alimentarse en posición
sentada. Vive en grupos familiares. Los adultos y las crías son ágiles trepando.

Dato CuriOSO. Son mamíferos que buscan madrigueras para refugiarse y, en sus co-
mederos, se pueden ver las marcas de los incisivos. Aunque se trata de un roedor, su
gestación es de 223 a 283 días, con una o dos crías por parto al año. Las crías son pre-
coces.

En Chingaza. Durante los años noventa, fue registrada en los sectores de Piedras Gor-
das y Palacio. Sin embargo, no se tienen otros registros de la especie en el área prote-
gida, por lo que su presencia es dudosa para esta región.

Relaciones culturales. Comparte su hábitat con el borugo de montaña (Cuniculus tac-


zanowskii), por lo que es posible que algunos pobladores la confundan con esta es-
pecie. Sin embargo, la guagua loba es de mayor tamaño y presenta una larga cola. Es
cazada por su carne o para exhibir la piel y el cráneo como trofeo.

Extensión local y global Rastros


~ 11-12 cm

Pata

~ 6 cm

Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Osbahr, K. (2020). Dinomys branickii. En A. Parra-Romero y
J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
(pp. 152-153). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

153
©Fernando Trujillo

LC

PUERCOESPÍN BICOLOR
Coendou prehensilis
Brazilian Porcupine

Reino: Animalia Familia: Erethizontidae


Filo: Chordata Género: Coendou
Clase: Mammalia Especie: Coendou prehensilis
Orden: Rodentia Autor: Linnaeus, 1758

Medidas: L.T. 44,4-56 cm, L.C. 33-57,8 cm, L.P. 8-9,5 cm. L.O. 4-6,1cm
Peso: 3900 g.

Identificación: Es un mamífero mediano de cabeza y cuerpo cubiertos por espinas ci-


líndricas y punzantes que presentan tres colores (base blanca o amarilla, parte media
ancha y oscura y punta blanca o amarilla), así como por pelos entremezclados con
las espinas. Estas son más cortas en la cabeza y desaparecen hacia el hocico, el cual
es achatado y presenta vibrisas oscuras. Las orejas son cortas y poseen espinas cortas
en la parte exterior. Las manos y patas son de color oscuro y poseen fuertes garras. La
cola es prensil, larga y se encuentra cubierta de espinas, que disminuyen en tamaño
hacia la punta.

154
Historia natural. Se distribuye desde Colombia hasta Argentina, incluida Bolivia,
Brasil y Venezuela. En el país, se encuentra en la región Amazónica, Andina, Caribe y
Orinoquía. Habita bosques húmedos y secos hasta los 2500 m s. n. m. Es una especie
arborícola, solitaria y rara vez se encuentra en el suelo, por lo que sus rastros son di-
fíciles de observar. Se alimenta de las hojas, los frutos y la corteza de los árboles que
frecuenta. Cuando se encuentran varios individuos de la misma especie, generalmen-
te se muerden y defienden utilizando sus espinas.

Dato CuriOSO. El nombre del género (Coendou) proviene de la lengua nativa brasileña
y hace referencia al animal mismo, mientras que prehensilis significa ‘apto para atra-
par’ en latín, por su cola prensil. Generalmente, la hembra alcanza la madurez sexual
a los nueve meses y puede llegar a reproducirse por más de doce años.

En Chingaza. Ha sido registrada en el sector oriental del Parque habitando, en ocasio-


nes, viviendas que son poco frecuentadas. Cuando se ve descubierta, se enrolla en su
cuerpo para tratar de pasar desapercibida ante sus observadores.

Relaciones culturales. Aunque algunos pobladores manifiestan su agrado ante la


presencia de los puercoespines, también reconocen que, en ocasiones, los han perse-
guido porque consumen los cultivos de maíz.

Extensión local y global Rastros


~ 4 cm

Mano

~ 2.5 cm
~ 5.5 cm

Pata

~ 3.5 cm

Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Ramírez-Chaves, H. E. (2020). Coendou prehensilis. En A.


Parra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional
Natural Chingaza (pp. 154-155). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

155
©Julián Mejía

LC

ARDILLA ROJA
Syntheosciurus granatensis
Red-tailed squirrel

Reino: Animalia Familia: Sciuridae


Filo: Chordata Género: Syntheosciurus
Clase: Mammalia Especie: Syntheosciurus granatensis
Orden: Rodentia Autor: Humboldt, 1811

Medidas: L.T. 18,8-28,5 cm, L.C. 14- 28 cm, L.P. 4-6,5 cm; L.O. 1,6-3,6 cm
Peso: 212-538 g

Identificación: Es una ardilla de tamaño mediano y pelaje de coloración variable,


aunque mantiene el patrón del dorso, naranja-marrón, y del vientre y cola, marrón
o rojizo. Sus orejas son grandes y mantienen la coloración de la cabeza. La cola se
encuentra cubierta de pelos largos y usualmente se divide en tres colores: oscuro en
la base, rojizo en la parte media y, de nuevo, oscuro en la punta. Las patas presentan
pelajes rojos o naranjas. Presenta tres pares de mamas. Puede confundirse con otras
especies de ardillas del género Microsciurus spp., que son, sin embargo, de menor ta-
maño y de pelaje más amarillento.

156
Historia natural. Se encuentra desde Costa Rica hasta Ecuador y Venezuela. En Co-
lombia, habita en las regiones Andina, Caribe y Pacífica. Habita bosques primarios,
secundarios y zonas intervenidas que se encuentran desde los 0 hasta los 3000 m s.
n. m. Se alimenta de frutos y semillas, especialmente de palmas, gaques (Clusia spp.),
treshojas (Billia colombiana) y lulo (Solanum spp.). Su reproducción está asociada a la
oferta de alimento y, generalmente, el periodo de gestación oscila entre las 15 y 16 se-
manas, al término del cual nacen de dos a tres crías.

Dato CuriOSO. La ardilla roja encuentra en los árboles no solo refugio para ella, sino
también para su alimento, pues en los orificios de algunas cortezas almacena semi-
llas que usa en caso de que escasee la comida. Recientemente fue clasificada dentro
del género Syntheosciurus, previamente asignada a Notosciurus, que significa ‘ardilla
combinada’, mientras que granatensis se refiere a la Nueva Granada, en alusión a que
el espécimen usado para su descripción fue colectado en Cartagena (Colombia).

En Chingaza. En el Parque, se la puede observar, a distintas horas del día, en los bor-
des de los bosques de los senderos Sua Sie y la Arboleda. Además, ha sido registrada
en Carpanta y en Laguna de Chingaza, así como en el área de función amortiguadora
(en Fómeque, Choachí, San Juanito, Gachalá y Medina).

Relaciones culturales. Fascina a los pobladores de Chingaza por su rapidez. Sin em-
bargo, era cazada por el agrado que manifestaba hacia los cultivos de mazorca y cacao
y, en ocasiones, se aprovechaba su carne. Incluso hay historias sobre los intentos de
domesticarlas para tenerlas de mascotas.

Extensión local y global Rastros


~ 2.5 cm

Mano

~ 4cm
~5 cm

Pata

~ 2.5 cm

Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Ramírez-Chaves, H. E. (2020). Syntheosciurus granatensis.


En A. Parra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Na-
cional Natural Chingaza (pp. 156-157). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

157
¿CÓMO Y DÓNDE
AVISTAR MAMÍFEROS
EN EL PARQUE NACIONAL NATURAL CHINGAZA?
Luis G. Linares-Romero, Angela Parra-Romero, José F. González-Maya

¿Cómo ser un turista responsable en el avistamiento de


mamíferos?
Buenas prácticas para el avistamiento de mamíferos
Un ecoturista responsable acata y pone en práctica las recomendaciones dadas por los
guardaparques y/o por los intérpretes ambientales, en cada uno de los avistamientos,
e incluso búsqueda, de los mamíferos presentes en el área protegida.

• Cuando realice recorridos por el Parque en vehículo, no sobrepase los 40 km/h,


para evitar accidentes de atropellamiento de fauna silvestre, principalmente de
mamíferos como el venado de cola blanca, el venado soche, borugos, conejos y
zarigüeyas.
• Alimentar a los venados es una actividad perjudicial para ellos. Pierden el miedo
y se convierten en presas fáciles de depredadores y cazadores. Además, pueden
sufrir cambios fisiológicos por las modificaciones de su dieta. Si observa turistas
alimentando la fauna silvestre, informe a los guías o guardaparques más cercanos
e inste, cordialmente, a detener dicha actividad.
• No arroje basura ni residuos orgánicos en los senderos o en la vía: además de con-
taminar las fuentes de agua, pueden ser perjudiciales para los animales silvestres ,
dado que pueden llegar a consumir los residuos y enfermar por ello.
• Contemple pero no toque a los mamíferos que encuentre sobre los senderos o las
carreteras. Son animales silvestres que podrían reaccionar de forma inesperada
para defenderse. Mantenga una distancia mínima de 12 metros con los animales.
• No acose ni persiga a la fauna en general. Observe desde lejos y disfrute el mo-
mento mientras el animal lo permita.

158
• Sus fotografías son valiosas, y más cuando se trata de especies poco observadas.
Puede compartir sus registros con las autoridades del área protegida. Son de gran
utilidad para campañas educativas y de investigación.
• Respete la señalización y aproveche el material disponible a lo largo del Parque y
sus senderos de visitación.
• Si observa animales heridos en los recorridos, informe a los guías. Ellos se pondrán
en contacto con los guardaparques.

Recomendaciones para la observación de mamíferos


• En lo posible, contrate guías locales. Ellos facilitan información general sobre los
mamíferos, su importancia para los ecosistemas y el estado de conservación en el
que se encuentran. Además, son buenos conocedores de los mejores lugares para
observar estas especies, siguiendo siempre las normas del área protegida.
• Trate de mantener silencio, en la medida de lo posible. El silencio permite apreciar
mejor la naturaleza y aumenta las posibilidades de observar mamíferos.
• Abra sus sentidos, escuche, observe, huela. La mayoría de los mamíferos son es-
curridizos y crípticos. Las mejores oportunidades para observarlos se dan cuando
estamos atentos.
• Camine en grupos pequeños. Las grandes multitudes en general espantan la fauna
silvestre.
• Permanezca atento. Mantenga su cámara fotográfica o sus binoculares a la mano
y revise los filos de las montañas, generalmente son buenos sitios para observar
estas especies.
• Verifique si los rastros dejados por los mamíferos son frescos o viejos. Eso le indi-
cará si, en la zona donde usted está, hay presencia de alguno de ellos. En lo posible,
evite su manipulación.
• En caso de encontrar animales enfermos o heridos, evite darles agua y manipular-
los. Reporte a un guardaparque, dando indicaciones lo más precisas que pueda,
para localizar al animal.

Citación sugerida: Linares-Romero, L. G., Parra-Romero, A. y González-Maya, J. F. (2020). Cómo y dónde avistar
mamíferos en el Parque Nacional Natural Chingaza. En A. Parra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros
ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 158-159). Bogotá: Parques Nacio-
nales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

159
1

Embalse 3
San Rafael

5
4

8
7

6
9
11

10
Embalse
del Guavio

23

13

22

12 14

21
20

18
16 15

17 19
1 8
Cerdocyon Anoura
thous geoffroyi

2 9
Sylvilagus Thomasomys
apollinaris laniger

3 10
Eira Mazama
barbara rufina

4 11
Odocoileus Tremarctos
goudotii ornatus

5 12
Nasuella Dasypus
olivacea novemcinctus

6 13
Cuniculus Puma
taczanowskii concolor

7 14
Didelphis Didelphis
pernigra marsupialis
15 22
Cavia Nasua
aperea nasua

16 23
Cuniculus Lagothrix
paca lagothricha
lugens

17
Artibeus
obscurus

18
Lontra
longicaudis

19
Aoutus
brumbacki

20
Pecari
tajacu

21
Myrmecophaga
tridactyla
Lista de especies

Indicar acá si se ha
Especie Nombre común Página
registrado en otro lugar
Mazama rufina Venado soche 40
Odocoileus goudotii Venado de cola blanca 42
Pecari tajacu Saino 44
Cerdocyon thous Zorro gris 58
Herpailurus
Jaguarundi 50
yagouaroundi
Leopardus pardalis Ocelote 54
Leopardus tigrinus Tigrillo 52
Leopardus wiedii Margay 56
Puma concolor Puma 48
Conepatus
Mapuro 60
semistriatus
Eira barbara Ulama o taira 62
Galictis vittata Grisón o hurón 64
Lontra longicaudis Nutria de rio 66
Mustela frenata Comadreja 68
Nasua nasua Cusumbo 72
Nasuella olivacea Cusumbo solo 70
Potos flavus Perro de monte 74
Tremarctos ornatus Oso andino 76
Murcielaguito
Anoura geoffroyi 84
lengüilargo montano
Murciélago frutero
Artibeus obscurus 86
oscuro
Murciélago sedoso de
Carollia brevicauda 88
cola corta
Murciélago orejón
Micronycteris microtis 90
brasileño

164
Indicar acá si se ha
Especie Nombre común Página
registrado en otro lugar
Murciélago de nariz
Platyrrhinus helleri 92
ancha de Heller
Murciélago
Vampyressa thyone 94
orejiamarillo
Murciélago orejudo
Histiotus montanus 82
marrón
Murciélago peludo
Myotis nigricans 80
oscuro
Dasypus Armadillo de nueve
98
novemcinctus bandas
Didelphis pernigra Zarigueya andina 102
Didelphis marsupialis Zarigueya común 104
Chuchita ratona de
Marmosa robinsoni 106
anteojos
Cryptotis thomasi Musaraña de Thomas 110
Sylvilagus apollinaris Conejo de páramo 114
Myrmecophaga
Oso hormiguero 120
tridactyla
Tamandua
Tamandua 118
tetradactyla
Lagothrix lagothricha Mono churuco 128
Saimiri
Mono ardilla común 124
cassiquiarensis
Aotus brumbacki Mono nocturno 130
Sapajus apella Mono maicero 126
Cavia aperea Curí 134
Ratón colombiano de
Chilomys instans 136
bosque
Microryzomys Ratón arrocero
138
minutus diminuto
Neomicroxus Ratón de campo
140
bogotensis bogotano
Thomasomys laniger Ratón montañero 142
Ratón montañero
Thomasomys niveipes 144
patiblanco
Cuniculus paca Lapa 146
Cuniculus
Borugo 148
taczanowskii
Dasyprocta fuliginosa Ñeque o picure 150
Dinomys branickii Pacarana o guagua 152
Coendou prehensilis Puerco espín 154
Syntheosciurus
Ardilla común 156
granatensis

165
MEMORIAS DE LA
mastozoología en Chingaza
Angela Parra-Romero, José F. González-Maya

Historia
Los registros de investigaciones en el PNN Chingaza evidencian que estas comen-
zaron poco tiempo antes de que fuera declarado Parque Nacional Natural en 1977,
cuando tenía un área aproximada de 50.000 ha distribuidas en los municipios de
Fómeque, La Calera, Guasca, Junín, Gachalá, El Calvario y Restrepo. En el caso de los
investigadores interesados en la mastofauna del área protegida, se registra a Jeffrey P.
Jorgenson y el proyecto “Fauna de los páramos y bosques del Parque Nacional Natural
Chingaza”. Esta fue la primera investigación realizada en el área protegida, en 1980,
con el aval del extinto Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del
Ambiente (Inderena).
Años después, en 1987, la Pontificia Universidad Javeriana organizó un proyecto
de ecología y sistemática con una duración de 10 años, algo inusual para la época. El
proyecto fue liderado por Henry Yesid Bernal, Jhon Donato, Jaime Correa y Julio Mario
Hoyos, quienes, interesados en describir la biodiversidad del PNN Chingaza, convo-
caron a un grupo de estudiantes interesados en desarrollar los inventarios de flora y
fauna del área protegida. De este modo, a partir de salidas exploratorias dentro del
área protegida, desarrolladas como parte de la asignatura de Mastozoología, que dic-
taba el profesor Jaime Correa, se elaboraron los primeros inventarios de mamíferos
de Chingaza.
En las salidas de campo, los investigadores eran recibidos en la cabaña de Piedras
Gordas, la cual, según recuerda Jairo Pérez-Torres, uno de los estudiantes de Masto-
zoología, era similar a un “chalet suizo”, en donde eran recibidos por José Falcónides
Guzmán y el señor Rosas, personal del Inderena.
Al ingresar al Parque, se hospedaban en diferentes lugares dentro de carpas de
montaña, debido a que no se contaba con la infraestructura adecuada para hospedar

166
gente. Durante los campamentos, que localizaban en los sectores de Piedras Gordas,
Monterredondo y La Playa, se repartían las trampas Sherman, que ubicaban de manera
aleatoria. Además, en horas de la noche, hacían recorridos en una camioneta en búsque-
da de conejos, borugos y cualquier otro curioso animal que quedara encandilado por las
luces del vehículo.
Desde ese entonces, Pérez-Torres sintió una fascinación por Chingaza y, en especial,
por el Valle de los Frailejones. Allí, en 1990, se dispuso a evaluar la “Distribución, abun-
dancia y estructura demográfica de la población de Thomasomys laniger” como trabajo
de grado, el cual tuvo una duración de 12 meses y le permitió caminar y habitar las mon-
tañas de Chingaza con el propósito de entender la dinámica de las poblaciones de los
roedores que habitan las turberas y zonas de frailejones.
Paralelamente, Alberto Cadena, profesor de la Universidad Nacional de Colombia,
por medio de un convenio con la Fundación Natura, les facilitó a los entonces estudian-
tes de biología Olga Montenegro y Hugo López-Arévalo desarrollar su trabajo de gra-
do en la Reserva Biológica Carpanta, que, para la fecha (1989), aún no hacía parte del
PNN Chingaza. Su investigación estuvo enfocada en evaluar la variación en el tamaño
poblacional de mamíferos no voladores. Era un tema novedoso que les permitió no
solo acercarse a esa “diversidad oculta”, como la denomina Montenegro (configurada,
por ejemplo, por los roedores, los marsupiales y las musarañas), sino que, además, les
permitió realizar una publicación, junto con otros investigadores, en la revista Journal of
Mammalogy, sobre la cariología, morfología y ecología de Thomasomys laniger y T. niveipes
en Colombia (Gómez-Laverde et al., 1997).
Adicionalmente, el trabajo desarrollado en Carpanta, mediante convenio entre
The Nature Conservancy y la Fundación Natura, denominado “Parques en Peligro” y
apoyado por USAID, permitió fortalecer el área protegida, crear y mejorar la infraes-
tructura existente, establecer jornadas de capacitación, comprar equipos y contratar
más personal, entre ellos los guardaparques locales Alirio García, Eriberto Raigozo,
Arnulfo Pérez y Elias Raigozo. Además de lo anterior, en 1998, hizo posible que 30.000
ha del municipio de Medina entraran a formar parte del PNN Chingaza.
Durante la época de los noventa, a pesar de que eventos de orden público comen-
zaron a presentarse en algunos municipios de Chingaza, el área protegida, que en oca-
siones fue usada como sector de tránsito para diferentes grupos armados, se mantuvo
como un refugio de conocimiento. Por lo tanto, a pesar de algunos percances, fue po-
sible, gracias al trabajo articulado de diversas instituciones, consolidar la primera in-
formación sobre los grupos de artiodáctilos, carnívoros y perisodáctilos (Correa, 1992),
sobre roedores, musarañas, marsupiales (Pérez-Torres, 1992; López-Arévalo y Monte-
negro-Díaz, 1993; Valbuena-López, 1995), sobre aspectos ecológicos del venado de cola
blanco, como la dieta (Ramos-Báez, 1995; Mosquera y Mora, 2000), el comportamiento
(Álvarez y Salazar, 1997) y el estado de salud (Cárdenas y Cristancho, 1998), así como so-
bre el uso de hábitat del borugo de montaña (Núñez-Prieto, 1996).
En esta historia, los avances en el conocimiento de la mastofauna del territorio
Chingaza también se deben a la persistencia de las familias que reconocieron la rique-
za biológica que ellos heredaron y de la cual son responsables. En este sentido, las Re-
servas Naturales de la Sociedad Civil son parte imprescindible en este proceso, pues la
conservación privada es la clave para salvaguardar el hábitat de miles de especies que
son vitales para el bienestar humano. Ejemplo de ello es la Reserva Natural de la So-
ciedad Civil La Laja, que se constituyó en 2004 como la primera área protegida de ca-
rácter privado establecida en el territorio Chingaza. Así, pasó de ser una hacienda con

167
usos campesinos tradicionales a ser un espacio en donde confluye la investigación,
la educación ambiental, el turismo de naturaleza y algunas actividades productivas.
Esta iniciativa ha sido apoyada desde el año 2010 por el Grupo de Mastozoología de
la Universidad Javeriana, cuyo trabajo ha permitido consolidar el listado de mamíferos
de la Reserva. Este grupo, además, le ha abierto el camino a instituciones educativas de
Bogotá, como el Colegio Rochester y el Gimnasio La Fontana, que han forjado y fortale-
cido la idea de monitoreo participativo, mediante el cual se involucran a actores locales,
a la comunidad educativa de Bogotá y a los guardaparques de Parques Nacionales.
Desde la década de los años 2000, no sólo se han integrado nuevas universida-
des, sino que, adicionalmente, se ha ampliado la diversidad de temas estudiados en
el PNN Chingaza. Así, se han estudiado aspectos ecológicos del cusumbo de montaña
(Arias-Mutis y Rodríguez, 2006), la distribución del curí (Arias-Mutis y Rodríguez, 2006),
generalidades del conflicto oso andino-gente (Poveda, 1999; Jiménez, 2011; Parra-Ro-
mero, 2011; Flórez, 2012; Torres-Suancha, 2017; Villaneda, 2019), translocaciones de
roedores Thomasomys spp. (Bueno, 2008), uso de recursos del zorro perruno (Martínez,
2000) y caracterización de dieta de perros ferales (Gómez-Salgado, 2008). Asimismo, se
ha profundizado en distintos elementos sobre el venado de cola blanca, como su esta-
do poblacional (López-Arevalo, 2002; Leguízamo, 2006; Arias-Mutis y Rodríguez, 2006;
Mateus-Gutiérrez y Sánchez, 2008), densidad (Cárdenas, 2003; Arias-Mutis y Rodríguez,
2006), salud (Fundación Makú, 2004), dieta (Arias-Mutis y Rodríguez, 2006) y compor-
tamiento (Aconcha-Abril, 2007).
Debido a la creciente demanda de investigaciones dentro del área protegida, el
PNN Chingaza se convierte en un espacio ideal para que diferentes académicos y cien-
tíficos resuelvan las diversas preguntas de investigación que se plantean para la conser-
vación de ecosistemas estratégicos y especies amenazadas.
En este sentido, en 2007, dos biólogos venezolanos, Isaac Goldstein y Robert Már-
quez, asociados a la Wildlife Conservation Society, plantearon la necesidad de que Par-
ques Nacionales Naturales diseñara una estrategia de monitoreo que permitiera cono-
cer el estado de conservación de las poblaciones de uno de los emblemas de la entidad:
el oso andino. Durante tres años, con apoyo de personal del área protegida, se hizo una
búsqueda sistemática de rastros de presencia de la especie, para conocer las áreas con
presencia y determinar, mediante la instalación de más de 80 cámaras trampa para
2010, que un número aproximado de 16 individuos identificados habitaban el Parque.
Con este novedoso instrumento, no sólo se conoció información relacionada con el
oso andino, como su comportamiento, sino que, además, se confirmó la presencia de
mamíferos que no son tan visibles, debido a sus hábitos elusivos, como el venado soche,
la taira y felinos como el tigrillo y el ocelote. De esta manera, gracias al trabajo realiza-
do en el PNN Chingaza, se consolida el programa de monitoreo del oso andino para el
Sistema de Parques Nacionales Naturales y se les brinda a los guardaparques una for-
mación sin precedentes. Esto ha permitido constituir al área protegida como un eje de
investigación para la especie y ha abierto la posibilidad de involucrar aspectos de ecolo-
gía espacial (Vela-Vargas, 2017; Ortiz, 2019), densidad (Márquez, 2017; Ramírez, 2017),
genética de la conservación (Pulido-Santacruz, 2017), dieta (Ardila, 2019; Álvarez-Córdo-
va et al., en prensa) y salud (Quintero, 2019) del oso andino en el Parque.
Actualmente, la investigación en Chingaza ha permitido involucrar a los guardapar-
ques del área protegida como autores principales o asociados. Y, desde el año 2017, se
han desarrollado proyectos prioritarios para su manejo. Estos involucran trabajos en
el sector del piedemonte enfocados en la evaluación de la población de primates (en

168
el municipio de Medina), la caracterización de los patrones de cacería en el sector occi-
dental del Parque e inventarios de biodiversidad en zonas poco exploradas dentro del
área protegida. Además, múltiples instituciones e investigadores, entre ellas, organiza-
ciones no gubernamentales y universidades, desarrollan diversas investigaciones sobre
los mamíferos del Parque, las cuales contribuyen al conocimiento de este importante
grupo en el país.
Así como reconocemos que son muchos los avances hechos alrededor del conoci-
miento de la mastofauna del PNN Chingaza, así mismo somos conscientes de que tam-
bién son bastantes los retos que tiene el área protegida en materia de conservación de
este grupo tan diverso y de relaciones tan variables con las comunidades locales.
Esperamos que las diferentes figuras de conservación del territorio Chingaza se con-
viertan en espacios ideales para que la sociedad en general se apropie de la biodiversi-
dad que nos enriquece, a partir de actividades que les permitan caminar las montañas
y laderas donde habitan el cusumbo, los ratones de campo y los murciélagos orejones.
Asimismo, deseamos que los vacíos de información expuestos en esta guía motiven a
diferentes estudiantes e investigadores a hacer parte de la historia de Chingaza, para
que, con sus resultados y análisis, nos permitan seguir construyendo herramientas que
se conviertan en oportunidades para mejorar la calidad de vida de las comunidades de
Chingaza y, a la vez, para que las especies y ecosistemas que se resguardan en este terri-
torio puedan prevalecer en el tiempo.

Personajes
Damos un profundo reconocimiento a quienes, con su trabajo, experiencia y dedica-
ción, permitieron consolidar la historia de la mastozoología en Chingaza y quienes,
actualmente, son voceros de la conservación de uno de sus grupos biológicos más ca-
rismáticos y emblemáticos.

Jose Falcónides Guzmán Supelano


Funcionario del Inderena y del PNN Chingaza: 33 años de tra-
bajo con Parques Nacionales.
Reconocido por su dedicación y aporte a las diferentes inves-
tigaciones de la mastofauna.

Alirio García Pulido


Funcionario del PNN Chingaza: 25 años de trabajo con Par-
ques Nacionales.
Reconocido por su dedicación y aporte a las diferentes inves-
tigaciones de la mastofauna.

169
Eriberto Raigozo
Funcionario del PNN Chingaza: 11 años de trabajo con Par-
ques Nacionales.
Sabedor local de Choachí, vereda El Rosario.
Reconocido por su dedicación y aporte a las diferentes inves-
tigaciones de la mastofauna.

Elias Raigozo
Contratista del .PNN Chingaza: 23 años de trabajo con Par-
ques Nacionales
Sabedor local de Choachí, vereda El Rosario.
Reconocido por su dedicación y aporte a las investigaciones
con oso andino.

Arnulfo Pérez
Funcionario del PNN Chingaza: 20 años de trabajo con Par-
ques Nacionales.
Sabedor local de San Juanito.
Reconocido por su dedicación y aporte a las investigaciones
con oso andino.

Adriana Cifuentes
Contratista del PNN Chingaza: 16 años de trabajo con Par-
ques Nacionales
Sabedora local de Guasca.
Reconocida por su dedicación y aporte a las investigaciones
de mamíferos del Parque, y en especial con el oso andino.

Andrés Melchor
Contratista del PNN Chingaza: 3 años de trabajo con Parques
Nacionales.
Sabedor local de San Juanito.
Reconocido por su dedicación y aporte a las investigaciones
con oso andino.

170
Oscar Raigozo
Contratista del PNN Chingaza: 10 años de trabajo con Par-
ques Nacionales
Sabedor local de Choachí, vereda La Caja.
Reconocido por su dedicación y aporte a las investigaciones
con oso andino y mamíferos asociados.

Julián Zamora
Contratista del PNN Chingaza: 4 años de trabajo con Parques
Nacionales.
Sabedor local de La Calera, vereda Mundo Nuevo.
Reconocido por su dedicación y aporte a las investigaciones
con oso andino.

Augusto Roldán
Contratista del PNN Chingaza: 5 años de trabajo con Parques
Nacionales.
Sabedor local de Medina, vereda Periquito.
Reconocido por su dedicación y aporte a las investigaciones
con los mamíferos del piedemonte.

Fredy Parra
Sabedor local de Medina, vereda Periquito.
Reconocido por su dedicación y aporte a las investigaciones
con los mamíferos del piedemonte.

José Beltrán
Sabedor local de Fómeque, vereda Salitre.
Reconocido por su dedicación y aporte a las investigaciones
con los mamíferos del bosque altandino y páramo.

Citación sugerida: Parra-Romero, A. y González-Maya, J. F. (2020). Memorias de la mastozoología en Chingaza.


En A. Parra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Na-
cional Natural Chingaza (pp. 166-171). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

171
MAMÍFEROS DE CHINGAZA
LISTADO DE ESPECIES CONFIRMADAS
EN EL ÁREA PROTEGIDA
José F. González-Maya, Angela Parra-Romero,
Angela P. Hurtado-Moreno, Héctor E. Ramírez-Chaves y Jairo Pérez-Torres

La historia de la mastozoología en el macizo de Chingaza tiene una larga trayecto-


ria que se remonta incluso a algunas expediciones anteriores a la creación del área
protegida. El trabajo continuo que se desarrolla desde hace décadas en el territorio
actual del Parque, así como en las zonas adyacentes, por parte de las autoridades am-
bientales, ha permitido adelantar una recolección de información significativa de la
mastofauna del área protegida. Esta nos permite contar hoy con una base sistemática
para evaluar preliminarmente la riqueza de especies presentes.
En más de sesenta años de investigación en el Parque y sus áreas adyacentes, la
lista actual de mamíferos supera las cien especies con presencia confirmada. Dada la
enorme variedad de pisos térmicos y ecosistemas presentes en el área protegida, su
ubicación geográfica y su presencia en diferentes biomas y unidades biogeográficas,
la mastofauna del Parque está compuesta por múltiples afinidades bio- y filogeográ-
ficas. La distribución de las especies presenta así una marcada regionalización hacia
todos los sectores definidos del Parque, cada uno con una afinidad diferente. Esto de-
muestra una alta heterogeneidad y, por ende, un reto mayor, debido a la significativa
representatividad del área protegida de los ecotonos propios del piedemonte andi-
no-orinocense (Figura 1).
Para la recopilación de la presente lista, se revisaron las bases de datos en línea
de las principales colecciones biológicas a nivel nacional e internacional (Instituto
de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, Instituto Alexander
von Humboldt, Global Biodiversity Information Facility, 2019, entre otras). Asimismo,
se hizo una revisión sistemática de literatura y de los datos propios del área protegi-
da (observaciones directas y registros de cámara trampa). Además, se revisaron lis-
tas anteriores de especies, los polígonos de distribución de la Lista Roja de Especies
Amenazadas de la UICN (2018) y otros proyectos de análisis de distribución de las
especies (Patterson et al., 2003, Schipper et al., 2008). La lista fue revisada, depura-

172
da y actualizada de acuerdo con la taxonomía más reciente y aceptada para el país
(Solari et al., 2013, Ramírez-Chaves y Suárez-Castro, 2014, Ramírez-Chaves et al., 2016,
Ramírez-Chaves et al., 2019) y se mantuvieron solo las especies confirmadas y válidas
taxonómicamente. Una vez obtenida la lista final, se actualizó la información con el
tipo de evidencia de respaldo, la categoría de amenaza según la Lista Roja de Especies
Amenazadas de la UICN (2018) y se identificaron las especies endémicas.

Figura 1. Distribución de registros confirmados de mamíferos


en el Parque Nacional Natural Chingaza.

173
En total, se registran confirmadas 101 especies de mamíferos en el PNN Chinga-
za, de las cuales 73 especies fueron registradas por colectas; 20 por fotos de cámaras
trampa; 22 obtenidas de la literatura; y 42 mediante observaciones directas. Se tienen
registros de 11 órdenes y 29 familias, los cuales abarcan casi todos los órdenes de ma-
míferos terrestres registrados en el país (Ramírez-Chaves et al., 2016, Ramírez-Chaves
et al., 2019). El orden de mayor riqueza es Chiroptera, con 44 especies, mientras que
Cingulata, Eulipotyphla, Lagomorpha y Paucituberculata solo están representados
por una especie (Figura 2). Del total de especies, 7 se consideran endémicas para el
país, entre ellas, una musaraña (Cryptotis thomasi) y 6 especies de roedores (Akodon
affinis, Rhipidomys fulviventer, Thomasomys laniger, Thomasomys niveipes, Thomasomys
princeps y Olallamys albicaudus).
Por otra parte, de acuerdo con la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN
(2018), 82 especies se encuentran en la categoría de preocupación menor (least con-
cern: LC); 5, en la de casi amenazada (near threatened: NT); 4, en la de datos insuficien-
tes (data deficient: DD); 5, en vulnerables (VU) una, en la de peligro crítico (critically
endangered: CR); y 5 no han sido evaluadas (NE). Los órdenes con mayor número de
especies (2) en algún grado de amenaza son Carnivora y Primates (Figura 2).

Artiodactyla
Carnivora
Chiroptera
Cingulata
Didelphimorphia
Eulipotyphla
Lagomorpha
Paucituberculata
Pilosa
Primates
Rodentia
5 10 15 20 25 30 35 40 45

Figura 2. Distribución del número de especies de mamíferos confirmadas en el Parque Nacional


Natural Chingaza por orden taxonómico y según categoría de la Lista Roja de Especies Amena-
zadas de UICN: CR: en Peligro Crítico; VU: Vulnerable; NT: Casi Amenazada;, DD: Datos
Insuficientes; LC: Preocupación Menor; y NE: No Evaluada.

A continuación, se presenta la lista actualizada y confirmada de los mamíferos del


PNN Chingaza. Se indica el tipo de registro de respaldo de cada especie, la jerarquía
taxonómica y, frente a cada especie, si fue colectada (C), registrada por foto en cámara
trampa (F), obtenido de literatura (L) o por observación directa (O) y la categoría de
amenaza de la UICN (2018).

174
Tabla 1. Listado de los mamíferos presentes, confirmados y potenciales,
en el Parque Nacional Natural Chingaza, según tipo de evidencia.

Orden Familia Especie Evidencia Cat. UICN


Mazama rufina CF VU
Cervidae
Artiodactyla Odocoileus goudotii F NE
Tayassuidae Pecari tajacu F LC
Cerdocyon thous CO LC
Canidae
Urocyon cinereoargenteus L LC
Herpailurus yagouaroundi CL LC
Leopardus pardalis FO LC
Felidae Leopardus tigrinus F VU
Leopardus wiedii L NT
Puma concolor F NT
Mephitidae Conepatus semistriatus O LC
Carnivora
Eira barbara CF LC
Galictis vittata L LC
Mustelidae
Lontra longicaudis O NT
Mustela frenata CFO LC
Nasua nasua FO LC
Procyonidae Nasuella olivacea CFO NT
Potos flavus O LC
Ursidae Tremarctos ornatus CFO VU
Saccopteryx canescens C LC
Emballonuridae
Saccopteryx leptura C LC
Eumops perotis C LC
Molossidae
Molossus molossus C LC
Anoura caudifer C LC
Anoura cultrata C LC
Anoura peruana CL LC
Artibeus jamaicensis C LC
Artibeus lituratus CO LC
Artibeus obscurus C LC
Chiroptera
Artibeus planirostris C LC
Carollia brevicauda CO LC
Phyllostomidae
Carollia castanea CO LC
Carollia perspicillata CLO LC
Chiroderma salvini C LC
Artibeus bogotensis CO LC
Desmodus rotundus CO LC
Enchisthenes hartii C LC
Glossophaga soricina C LC
Lonchophylla orienticollina C DD

175
Orden Familia Especie Evidencia Cat. UICN
Lonchophylla robusta C LC
Mesophylla macconnelli C LC
Micronycteris megalotis C LC
Micronycteris microtis CO LC
Phyllostomus discolor C LC
Phyllostomus hastatus C LC
Platyrrhinus albericoi C LC
Platyrrhinus dorsalis CO LC
Platyrrhinus helleri C LC
Phyllostomidae
Platyrrhinus infuscus CO LC
Platyrrhinus ismaeli C NT
Chiroptera Sturnira bidens CL LC
Sturnira bogotensis CL LC
Sturnira erythromos CL LC
Sturnira parvidens CO LC
Sturnira tildae C LC
Uroderma bilobatum C LC
Vampyressa thyone C LC
Histiotus montanus L LC
Lasiurus blossevillii C LC
Vespertilionidae Myotis nigricans CO LC
Myotis oxyotus CL LC
Myotis riparius CO LC
Dassypodidae Dasypus novemcinctus CFO LC
Didelphis marsupialis FO LC
Didelphis pernigra CFO LC
Didelphidae Marmosa murina C LC
Marmosa robinsoni O LC
Cingulata Monodelphis adusta C LC
Soricidae Cryptotis thomasi CO LC
Leporidae Sylvilagus apolinari CO NE
Caenolestidae Caenolestes fuliginosus CL LC
Myrmecophaga tridactyla FO VU
Myrmecophagidae
Tamandua tetradactyla L LC
Aotidae Aotus brumbacki L VU
Atelidae Lagothrix lagothricha lugens CO CR
Primates
Saimiri cassiquiarensis O NE
Cebidae
Sapajus apella FO LC
Caviidae Cavia aperea CO LC
Akodon affinis L LC
Chilomys instans CL LC
Rodentia
Cricetidae Microryzomys minutus C LC
Neacomys spinosus C LC
Neacomys tenuipes C LC

176
Orden Familia Especie Evidencia Cat. UICN
Nectomys magdalenae O NE
Neomicroxus bogotensis C LC
Nephelomys childi O NE
Oligoryzomys delicatus C LC
Oligoryzomys griseolus C LC
Cricetidae Rhipidomys fulviventer C LC
Rhipidomys latimanus C LC
Thomasomys aureus CL LC
Thomasomys laniger CL LC
Rodentia Thomasomys niveipes CL LC
Thomasomys princeps L DD
Cuniculus paca F LC
Cuniculidae
Cuniculus taczanowskii CFO NT
Dasyproctidae Dasyprocta fuliginosa FO LC
Dinomyidae Dinomys branickii LO LC
Echimyidae Olallamys albicaudus CL DD
Erethizontidae Coendou prehensilis P LC
Sciuridae Syntheosciurus granatensis CFO LC

Es de resaltar la riqueza de especies reportadas en el Parque, habida cuenta de las


diversas condiciones, entre ellas las de orden público, que limitaron su acceso y, por
ende, su investigación durante décadas. Comparativamente, solo el PNN Chingaza
incluye cerca del 45 % y del 55 % del número de especies reportado para todo el de-
partamento de Cauca (Ramírez-Chaves y Pérez, 2010) y de Nariño (Ramírez-Chaves y
Noguera-Urbano, 2010), respectivamente; el 65 % del número de especies de Putu-
mayo (Ramírez-Chaves et al., 2013) o el 81 % del número de especies de Caldas (Cas-
taño et al., 2003). Incluso, se reporta un 15 % más del número de especies reportadas
para la Estrella Fluvial de Inírida (Ferrer Pérez et al., 2009). Sin duda, un número de
especies considerable, dada la extensión del área protegida con respecto al territorio
de otras zonas con análisis similares. Más aún, cabe precisar que parte de la riqueza
esperada puede ser supremamente superior si se adelantan esfuerzos sistemáticos
para inventariar el área protegida, en especial el sector oriental, hacia el piedemonte,
dado el número total de especies registradas para el departamento de Cundinamarca
(Pérez-Torres et al., en prensa).
Esperamos que este esfuerzo por recopilar y hacer disponible la información so-
bre la mastofauna del PNN Chingaza estimule a más investigadores e instituciones
a documentar sistemáticamente la fauna, como herramienta e insumo fundamental
para el manejo y planificación de una de las áreas protegidas más representativas del
país.

Citación sugerida: González-Maya, J. F., Parra-Romero, A., Hurtado-Moreno, A. P., Ramírez-Chaves, H. E. y


Pérez-Torres, J. (2020). Los mamíferos de Chingaza: lista de especies confirmadas en el área protegida. En A.
Parra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional
Natural Chingaza (pp. 172-177). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.

177
GLOSARIO

Acicalar: Arreglar o aderezar a alguien, poniéndole productos cosméticos, peinándolo.


En animales, implica limpiar y desparasitar la piel o el pelaje, en una conducta que
resulta indispensable para su salud y su bienestar.
Área protegida. Son espacios esenciales para conservar la diversidad natural y
cultural, así como los bienes y servicios ambientales que esta le brinda a la sociedad.
Calcáneo. Hueso que constituye el talón del pie (tarso), corto, asimétrico, de forma
cúbica irregular.
Diapausa: Período de letargo o dormancia de algunos animales, que interrumpe
espontáneamente el desarrollo embrionarios, debido a la disminución de la actividad
metabólica
Dimorfismo sexual. Diferencia física entre machos y hembras de una misma especie.
Ecolocalización. Localización de un objeto mediante la reflexión de ondas sonoras. Es
utilizada por especies animales como los murciélagos y los cetáceos y en los sistemas
de sonar.
Endémico. Propio y exclusivo de determinadas localidades o regiones.
Fototrampeo. Técnica de muestreo no invasiva que facilita el registro de mamíferos
medianos y grandes mediante la activación de cámaras equipadas con sensores de
calor y movimiento y con un sistema de luces.
Gregario. Dicho de un animal, que vive en rebaño o manada.
Harem: Grupo de hembras que conviven con un único macho en la época de la
procreación
Hoja nasal. Hoja carnosa en forma de lanza que se encuentra unida a la cara.
Marsupio. Bolsa característica de las hembras de los marsupiales que funciona a
modo de cámara incubadora. Está formada por una duplicación de la piel y asentada
sobre la pared ventral exterior. En ella, se encuentran las glándulas mamarias y allí
completan las crías el periodo de gestación.

178
Piedemonte. Hace referencia al área donde nace una montaña, así como a la llanura
formada al pie de un macizo montañoso por los conos de aluviones.
Placenta. Durante la gestación, órgano intermediario entre la madre y el feto que se
adhiere a la superficie interior del útero y del que nace el cordón umbilical.
Poliandria: En la época reproductiva una hembra copula con varios machos. Condición
de la flor que tiene muchos estambres.
Poliginia: Régimen social de algunos animales en que el macho reúne un harén de
hembras, como ocurre, p. ej., con los gallos, faisanes y otras aves, o entre los ciervos.
Condición de la flor que tiene muchos pistilos.
Rinario: Extremidad de la nariz de la mayoría de los mamíferos cuando esta
desprovisto de pelos y cubierta de un tegumento fino y húmedo.
Trago. Estructura cartilaginosa del oído externo derivada del primer arco branquial.
Uropatagio. Membrana entre las extremidades posteriores, incluye una parte o la
totalidad de la cola.
Vibrisas. Pelos rígidos más o menos largos que actúan como receptores táctiles,
propios de gran número de mamíferos y que aparecen, aislados o formando grupos,
en distintas partes de la cabeza y de los miembros, especialmente sobre los labios.

Taira o ulama
Eira barbara

179
BIBLIOGRAFÍA

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granatensis.

196
AUTORES

Angela Parra-Romero
Nacida en Bogotá, bióloga de la Pontificia Universidad
Javeriana, con especialización en Derecho del Medio
Ambiente de la Universidad Externado de Colombia.
Ha trabajado en procesos de educación ambiental
con el Jardín Botánico de Bogotá, en la gestión de pro-
yectos de investigación con la Fundación La Laja Chin-
gaza y, desde el 2014, se encuentra vinculada al PNN
Chingaza liderando los procesos de monitoreo, inves-
tigación y manejo de los mamíferos del Parque, con
énfasis en el oso andino, que es su especie favorita por
los retos de conservación que implica. Actualmente es
la profesional de vida silvestre de Parques Nacionales.

José F. González-Maya
Es colombiano y costarricense, países en los que ha
vivido la mayor parte de su vida. Es biólogo de la Uni-
versidad Latina de Costa Rica, Magister Scientae en
Conservación del Centro Agronómico Tropical de In-
vestigación y Enseñanza (CATIE) y doctor en Ciencias
por la UNAM. Actualmente, es director científico de
ProCAT Colombia y ProCAT Internacional y Co-Chair
del Grupo de Especialistas en Pequeños Carnívoros
de la Comisión para la Supervivencia de Especies de
la Unión Mundial para la Conservación de la Natura-
leza (UICN). Sus intereses abarcan principalmente la
ecología y conservación de biodiversidad y la interfaz
entre investigación científica y la planificación de con-
servación, la política pública y la toma de decisiones.

197
David E. Hernández Rodríguez
Oriundo de la capital, es biólogo egresado de la
Universidad Nacional de Colombia y estudiante de
maestría de la Universidad Distrital Francisco José de
Caldas. Aunque su principal interés se ha centrado
en la botánica, ha gestionado y participado en varios
proyectos a fin de abarcar la enorme biodiversidad
de los ecosistemas andinos del PNN Chingaza y de
esta manera asegurar su preservación. La labor que
ha desempeñado durante los cinco años que lleva
vinculado al área protegida se ha concentrado en
las zonas más remotas y desconocidas del Parque, lo
que ha aportado a un conocimiento más completo
de su biodiversidad.

Diego A. Zárrate-Charry
Es biólogo marino de la Universidad Jorge Tadeo Lo-
zano y doctor en Ecosistemas Forestales y Sociedad de
la Universidad Estatal de Oregón (EE. UU.). Su trabajo
se ha enfocado en planificación para conservación en
varias zonas de Colombia y países latinoamericanos,
como Ecuador, Costa Rica y Perú. Su interés de investi-
gación es el desarrollo de estrategias de conservación
de especies y ecosistemas que incluyan y reconozcan
las realidades sociales y económicas regionales en los
países tropicales. Es coordinador científico de la Fun-
dación ProCAT Colombia, consultor de organizaciones
ambientales, y se encuentra liderando proyectos re-
gionales para la conservación del jaguar y otras espe-
cies de mamíferos en el Caribe colombiano.

Héctor E. Ramírez-Chaves
Nació en San Juan de Pasto, Nariño, y es biólogo egre-
sado de la Universidad del Cauca. Actualmente, es
profesor adscrito al Departamento de Ciencias Bio-
lógicas de la Universidad de Caldas y se desempeña
como curador de vertebrados del Centro de Museos,
Museo de Historia Natural, de la Universidad de Cal-
das. Como docente, ha impartido cursos de zoología
de vertebrados y mastozoología. Su interés principal
es el estudio de diversos aspectos de la evolución, sis-
temática, biogeografía y conservación de los mamífe-
ros, especialmente de Colombia.

198
Camilo Paredes-Casas
Nació en Bogotá. Es estudiante de biología de la Uni-
versidad Central. Actualmente, se desempeña como
pasante investigador de la fundación ProCAT Colom-
bia, donde ha participado como coautor en distintas
investigaciones. Como estudiante, ha sido miembro
del Grupo de Investigación en Ecología Comporta-
mental de la Universidad Nacional de Colombia,
sede Bogotá. Su interés principal es el estudio de
mamíferos y reptiles y la planificación de estrategias
que contribuyan a la conservación de los ecosiste-
mas tropicales.

Angela P. Hurtado-Moreno
Es bióloga colombiana egresada de la Pontificia Uni-
versidad Javeriana. Actualmente, cursa la Maestría en
Gestión de Áreas Protegidas y Desarrollo Ecorregional
de la Universidad para la Cooperación Internacional
de Costa Rica. Sus intereses principales son la ecolo-
gía del paisaje y la conservación de la biodiversidad
como herramientas para la planificación territorial.
Cuenta con amplia experiencia en el sector público,
en las líneas de gestión y control ambiental, y realiza
diversas investigaciones en colaboración con ProCAT
Colombia.

Luis Guillermo Linares-Romero


Nació en Bogotá, y es biólogo egresado de la Uni-
versidad Javeriana. Actualmente es coordinador del
programa de aves del PNN Chingaza, institución a
la cual está vinculado hace 8 años, promoviendo el
monitoreo comunitario de especies amenazadas y
endémicas. Paralelamente, es coordinador de Investi-
gación Participativa de la Fundación La Laja Chingaza,
en donde lidera proyectos como el de fototrampeo
participativo del oso andino y procesos de educación
ambiental con diferentes comunidades locales y re-
gionales. Fue el autor principal de La Guía de Aves del
PNN Chingaza, publicación pionera que ha incentiva-
do al área protegida a realizar nuevas guías de campo,
lideradas por el equipo profesional del Parque.

199
Los rastros ocultos de Chingaza es el resultado del trabajo coordinado
entre múltiples instituciones y el equipo del Parque Nacional Natural
Chingaza, basado en décadas de trabajo de innumerables investigadores,
instituciones y funcionarios. Este libro en específico es producto del
trabajo de diversos aliados en el marco del trabajo conjunto entre
Parques Nacionales Naturales y la fundación Proyecto de
Conservación de Aguas y Tierras: ProCAT Colombia.

En este volumen, se describen cincuenta especies notables del área


protegida, ofreciendo información sobre su historia natural, datos
curiosos, distribución, amenazas, entre otros. Asimismo, se presenta la
lista actualizada de especies registradas en el área protegida,
una guía de buenas prácticas para la observación de mamíferos y
una reseña histórica de la historia de la mastozoología en Chingaza.
Esta obra es una contribución al conocimiento, conservación y manejo
de la mastofauna como insumo para el manejo del singular y
fundamental Parque Nacional Natural Chingaza.

ISBN 978-958-8426-62-4

PARQUES NACIONALES
NATURALES DE COLOMBIA

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