Guia Mamiferos Digital Baja
Guia Mamiferos Digital Baja
Guia Mamiferos Digital Baja
RASTROS
OCULTOS
de chingaza
Guía de mamíferos del
Parque Nacional Natural Chingaza
Angela Parra-Romero
José F. González-Maya
Editores
Los
RASTROS
OCULTOS
de chingaza
Guía de mamíferos del
Parque Nacional Natural Chingaza
Angela Parra-Romero
José F. González-Maya
Editores
PARQUES NACIONALES
NATURALES DE COLOMBIA
Los rastros ocultos de Chingaza - Guía de Mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza /
Angela Parra-Romero & José F. González-Maya, editores – Bogotá: Parques Nacionales Natura-
les de Colombia (Parque Nacional Natural Chingaza, Dirección Territorial Orinoquía), Proyecto
de Conservación de Aguas y Tierras – ProCAT Colombia, 2020.
200 p.: il. Col.; 28 cm
Incluye bibliografía y tablas
ISBN 978-958-8426-62-4
1. ecosistemas de montaña - páramos - colombia. 2. mamíferos - colombia. 3. áreas protegidas- colombia.
4. conservación de los recursos naturales.
ISBN 978-958-8426-62-4
Primera edición, 2020
Impreso en Bogotá, D.C., Colombia
Documento preparado por Parques Nacionales Naturales de Colombia (Parque Nacional Natural Chingaza,
Dirección Territorial Orinoquía) y Fundación Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras – ProCAT Colombia,
en el marco del Convenio de Asociación No. 003 de 2016.
Las denominaciones empleadas y la presentación del material en esta publicación no implican la expresión de
opinión o juicio alguno por parte de Parques Nacionales Naturales de Colombia (Parque Nacional Natural Chin-
gaza, Dirección Territorial Orinoquía) o Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras: ProCAT Colombia ni de las
instituciones participantes. Asimismo, las opiniones expresadas en esta publicación no representan necesaria-
mente las decisiones o políticas de las instituciones participantes, ni la citación de nombres, estadísticas o proce-
sos comerciales. Todos los aportes y opiniones expresadas son de entera responsabilidad de los autores corres-
pondientes. Los documentos que componen este libro han sido editados con previa aprobación de sus autores.
PARQUES NACIONALES NATURALES DE COLOMBIA
Julia Miranda Londoño
Directora General
Nubia Lucía Wilches Quintana
Subdirectora Administrativa y Financiera
Edna Carolina Jarro Fajardo
Subdirectora de Gestión y Manejo de Áreas Protegidas
Luis Alfonso Cano Ramírez
Jefe del Grupo de Comunicación y Educación Ambiental
Edgar Olaya Ospina
Director Territorial Orinoquía
Juan Carlos Clavijo Flóres
Jefe Parque Nacional Natural Chingaza
José F. González-Maya
Director científico
Edgar Mauricio González
Director Administrativo
Diego A. Zárrate-Charry
Coordinador de Investigación
pablo r. stevenson
Universidad de los Andes
robert marquez
Andean Bear Conservation Alliance (ABCA)
Cleveland Metroparks Zoo
sergio solari
Universidad de Antioquia
AGRADECIMIENTOS
Queremos agradecer a todas las personas e instituciones que hicieron posible el de-
sarrollo de esta guía. En especial, a cada uno de los guardaparques que han dedicado
su tiempo a la conservación de Chingaza, quienes, con su trabajo, han logrado que las
comunidades, los investigadores y la sociedad en general valoren la importancia de
esta área protegida y, en particular, de las especies y ecosistemas que se resguardan
en sus montañas.
Al equipo de investigadores del Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras (Pro-
CAT), por su apoyo constante en el proceso, sus directrices y su convicción con la con-
servación de las especies amenazadas y los ecosistemas estratégicos. A los autores,
que, desde su quehacer, aportaron su conocimiento y quisieron resaltar la magia de
los mamíferos de Chingaza.
A la academia, a instituciones como la Pontificia Universidad Javeriana, la Uni-
versidad Nacional de Colombia, la Universidad Distrital José Francisco José de Caldas,
la Universidad de los Andes, la Universidad Militar, la Universidad de la Salle y la Uni-
versidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (UDCA). Todas ellas están conformadas
por profesores y estudiantes soñadores que han desarrollado investigaciones que no
sólo aportan al conocimiento de la historia natural de las especies, sino que, además,
contribuyen a la toma de decisiones sobre el manejo del área protegida.
A cada una de las organizaciones no gubernamentales, como la Fundación Natura,
ProCAT Colombia, Andean Bear Conservation Alliance, Wildlife Conservation Society,
The Nature Conservancy y la fundación La Laja-Chingaza, así como al Instituto de In-
vestigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, que han aportado sus
conocimientos a la elaboración e implementación de programas y planes de conserva-
ción transcendentales para Chingaza.
Agradecemos también a cada uno de los habitantes del territorio de Chingaza,
que nos compartieron sin reservas sus conocimientos y experiencias con los mamí-
feros. Entre ellos, a Luis Barreto y familia, José Beltrán, Juan de Dios Hortúa, Julia Cu-
billos, el “Cholo” Hortúa, Augusto Roldán, Fredy Parra, Oscar Raigozo, Elias Raigozo,
Germán Parra, Fredy Avellaneda, Julián Zamora y la familia Romero, guardianes todos
ellos del tesoro de la RNSC La Laja. Asimismo, agradecemos a la línea de educación y
comunicación ambiental del área protegida, especialmente a Marcela Cáceres, Liliana
Almanza Romero, Daniela Gómez y Martha Sarmiento, quienes, desde su labor, con-
solidaron los relatos de las comunidades de San Juanito, El Calvario, Medina, Guas-
ca, Choachí, Calera, Junín, Gachalá, Restrepo y Cumaral. A cada uno de los jefes que
han apoyado la investigación y el monitoreo de la mastofauna como insumo para la
toma de decisiones sobre la conservación de los ecosistemas del Parque, en especial a
Robinson Galindo quien promovió las publicaciones y divulgación de la información
para acercar el conocimiento del territorio Chingaza a sus pobladores y visitantes.
A cada uno de los científicos e investigadores que nos colaboraron, con su expe-
riencia, a revisar las fichas de caracterización de los mamíferos: Diego J. Lizcano, Diego
A. Zárrate-Charry, Andrés Arias-Alzate, Héctor E. Ramírez-Chaves, Álvaro Botero-Bo-
tero, I. Mauricio Vela-Vargas, Jairo Pérez-Torres, Karin Osbahr, Cesar Rojano, Pablo R.
Stevenson, Robert Márquez y Sergio Solari.
Igualmente, a cada uno de los fotógrafos que nos facilitaron las imágenes que se
encargarán de cautivar al lector en este recorrido tras las huellas de los mamíferos de
Chingaza: Álvaro Javier Velásquez Suárez, Angela Parra-Romero, Arley Muñoz, Cami-
lo Botero, Carolina Hortua-Romero, Cristian Castro Morales, Daira Ximena Villagran,
Daniela Martinez-Medina, Daniel A. Porras, Daniel Restrepo Marín, David Hernández,
Fernando Trujillo, Gabriel Eisenband, Gerardo Ceballos, Inga Geipel, Jackson Sepúl-
veda, Jhon Harold Castaño Salazar, Joao Marcos Rosa, Jorge Brito, Juan Camilo Mar-
tín-Reyes, Julián Mejía, Marco Tschapka, Miguel Rodríguez, Nathaly Calvo Roa, San-
tiago Carvalho, Sebastian Di Doménico y Juan Carlos Vindas.
Asimismo, los autores extendemos nuestro agradecimiento a Santiago Forero
Avellaneda quien ilustró 12 especies de mamíferos de acuerdo con las fotografías
de Joao Marcos Rosa (Odocoileus goudotii, Myrmecophaga tridactyla), Julián Zamora
(Tremarctos ornatus), Jackson Sepúlveda (Sylvilagus apollinari) Claudiomac (Leopardus
pardalis), Jhon Castaño Salazar (Histiotus montanus), Fernando Trujillo (Dasypus no-
vemcinctus), Gabriel Eisenband (Didelphis pernigra), David E. Hernández-Rodríguez
(Cryptotis thomasi), Angela Parra-Romero (Lagothrix lagothricha lugens), Daniel Porras
(Thomasomys laniger) y Rodrigo Conte (Eira barbara). Así como a Aura Zúñiga quien con
todo cariño se encargó de plasmar artísticamente las ideas de los autores y lo volvió
un regalo para Chingaza y sus comunidades.
Finalmente, a la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Bogotá, D. C.
(EAAB ESP), por aportar los recursos para la impresión de la presente guía.
10
CONTENIDO
Introducción................................................................................................................. 20
Fichas especies............................................................................................................. 39
Orden Artiodactyla................................................................................................ 39
Orden Carnivora.................................................................................................... 47
Orden Chiroptera................................................................................................... 79
Orden Cingulata.................................................................................................... 97
11
Orden Pilosa.................................................................................................................. 117
Mamíferos de Chingaza:
listado de especies confirmadas en el Área Protegida............................................. 172
Glosario......................................................................................................................... 178
Bibliografía................................................................................................................... 180
Autores.......................................................................................................................... 197
12
PRESENTACIÓN
Parques Nacionales Naturales de Colombia
13
mamíferos típicos de los ecosistemas de montaña. Entre ellos, el emblemático oso
andino, el sigiloso puma y el veloz venado de cola blanca, así como especies proce-
dentes del piedemonte llanero, como el llamativo mono churuco y el asombroso oso
hormiguero. Estos han llamado la atención, no sólo de investigadores comprometi-
dos con la conservación de este grupo, sino, además, de los pobladores locales, que
han incorporado a sus tradiciones, historias y creencias las particularidades que nos
brindan los mamíferos.
Con orgullo les presento esta guía. Ella recopila información de la historia natu-
ral, distribución, amenazas y relaciones culturales de 50 especies de mamíferos que
habitan los ecosistemas de Chingaza, algunas de ellas fáciles de observar y otras más
cautelosas al caminar. El perfil o caracterización de cada especie viene acompañado
de fotografías que resaltan su belleza y su singular modo de vida, así como de un lista-
do de especies registradas en el área protegida y un singular mapa que le permitirá al
lector identificar las áreas donde transitan estas particulares criaturas.
Al dejar sus rastros por los caminos del páramo y el bosque, nos invitan a seguirlos
y a aprender de ellos, de su hábitat y de las relaciones que las comunidades locales de
Chingaza han forjado con ellos cada vez que han tenido la oportunidad de encontrár-
selos.
Esta guía, además, rinde homenaje a aquellos investigadores y guardaparques
que han dedicado su vida a estudiar las especies de mamíferos que habitan en las
montañas de Chingaza y su piedemonte y a dar a conocer las acciones que debemos
tomar para conservarlas con el apoyo permanente de las comunidades.
Dejo en sus manos un mapa que los acercará al hogar de uno de los grupos bioló-
gicos más carismáticos y fascinantes que habitan en el Parque Nacional Natural Chin-
gaza, imprescindible área protegida para el bienestar de los colombianos.
14
PRESENTACIÓN
ProCAT Colombia
15
Chingaza. Pero, además, es un trabajo que busca contribuir a su conocimiento, estu-
dio y, sobre todo, protección, para que sigan habitando esas tierras maravillosas por
muchísimos años más.
Para la fundación Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras: ProCAT Colombia,
es un orgullo haber sido parte de este esfuerzo. Además, reconocemos la inmensa la-
bor que realiza Parques Nacionales Naturales para asegurar nuestro patrimonio na-
tural. Consideramos que es nuestro deber y responsabilidad, pero sobre todo un gran
honor, colaborar con esta institución y contribuir así al conocimiento y conservación
de la magnífica biodiversidad que está presente en nuestras áreas protegidas.
Esperamos que este libro sea de su entero gusto y lo invitamos a atender el lla-
mado silencioso de nuestros mamíferos y, en general, de toda nuestra biodiversidad.
Esperamos que siga, descubra y aprecie los rastros ocultos de Chingaza, esa riqueza
invaluable de la que realmente podemos sentirnos orgullosos como colombianos.
16
PRESENTACIÓN ACADÉMICA
17
llegué en compañía de varios de mis entrañables colegas y amigos, encabezados por
José F. González Maya, “J”, a impartir el octavo Curso Latinoamericano de Biología de
la Conservación. Durante los 12 días que pasamos impartiendo el curso en Chingaza,
logramos avistar muchos mamíferos y otras especies de animales y plantas. En algunos
casos, fue relativamente fácil identificarlos, lo que no debería resultar sorprendente, ya
que somos expertos en el tema. Sin embargo, identificar otras especies resultó difícil
incluso para nosotros. Esto hizo evidente que la información de los mamíferos del Par-
que Nacional y de zonas aledañas era poca y de difícil acceso, pues estaba publicada en
revistas científicas y, principalmente, en reportes técnicos.
Por esa razón, cuando recibí un ejemplar del libro Los rastros ocultos de Chingaza, me
quedé gratamente asombrado. Los editores, Angela y José, han logrado una obra de
enorme calidad científica, pero escrita en un lenguaje accesible para el público general.
El libro consta de fichas de caracterización de 50 especies que fueron escritas y revisa-
das por más de 20 especialistas de 16 instituciones científicas y académicas. Además,
está bellamente ilustrado por más de 50 fotografías de las maravillosas especies icó-
nicas del Parque.
Entre la información más útil del libro se encuentran los consejos sobre sitios y
buenas prácticas para poder observar las especies, la lista más actualizada y completa
de los mamíferos del Parque y, sobre todo, los detalles de ecología, distribución, histo-
ria natural y hasta datos curiosos de cada una de las especies. Esto hace que la obra no
solo sea informativa, sino completa y funcional.
El libro les permitirá a los visitantes del Parque aprender más sobre la notable ri-
queza de mamíferos silvestres del Parque Nacional Natural Chingaza, famoso por su
población de osos de anteojos, pero también de otras especies, como el venado cola
blanca, el puma, el cusumbo de montaña, el murciélago orejudo marrón y el mono
churuco. Por eso mismo, les permitirá apreciar aún más la importancia de mantener
espacios naturales en donde se privilegie la conservación de la fauna y flora silvestres.
Lograr una obra así no es tarea fácil. Sin embargo, los coordinadores, coautores y
revisores científicos del libro deben estar muy satisfechos por el resultado. Para mí, es
un honor presentarlo y aprovecho la oportunidad para felicitar a todos los que contri-
buyeron a su realización. El tiempo mostrará la bondad de su obra.
En una época en la que enfrentamos una crisis ambiental sin precedentes en la
historia de la humanidad, ojear este libro me proporciona bienestar y esperanza. Es
un esfuerzo para parar y revertir la pérdida de la diversidad biológica de nuestro plane-
ta, tan bella e intrigante y tan amenazada por nuestras actividades. Ojalá que muchos
otros lugares del planeta pudieran contar con obras como esta, que alegran al alma y
el espíritu.
18
Oso andino - oso de anteojos
Tremarctos ornatus
INTRODUCCIÓN
El conocimiento de la naturaleza como herramienta
de conservación apoyada en la ciudadanía:
el rol de la Guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
Diego Andrés Zárrate Charry
20
parte de las riquezas naturales de los países, pero en muchas ocasiones se ven como
espacios aislados o como zonas problemáticas que impiden el desarrollo.
Pero todo esto es una tendencia cambiante y, poco a poco, el reconocimiento del
aporte de los ecosistemas y los esfuerzos de conservación que se desarrollan en zonas
públicas y privadas han venido en aumento (Bonney et al., 2014). Cada día más y más
ciudadanos se unen a los esfuerzos para mantener las riquezas naturales y proteger
los relictos de ecosistemas que existen en los países y que se mantienen en las zonas
cercanas a las ciudades o dentro de ellas. Esto, en gran medida, se da como resultado
del mayor contacto de los ciudadanos con estos espacios, ya sea realizando activida-
des recreativas, ya sea sumándose a los procesos investigativos de lo que se llama ac-
tualmente ciencia ciudadana (Bonney et al., 2009).
El movimiento de ciencia ciudadana permite una mayor conexión entre los ciu-
dadanos y los entornos naturales, al tiempo que incrementa su entendimiento de los
ecosistemas y de los procesos científicos. Esto, a su vez, cambia su percepción y les
permite conocer las dinámicas y problemáticas que los procesos de conservación pue-
den tener, especialmente en países como Colombia (Bonney et al., 2009; Villaseñor et
al., 2016).
21
Figura 1. Ubicación de el PNN Chingaza y sus principales ecosistemas.
22
Los mamíferos como grupo faunístico clave en este proceso
Los mamíferos han sido considerados a lo largo de los años como un grupo clave para
el mantenimiento de los ecosistemas naturales (Ripple et al., 2015; Solari et al., 2013).
Sus diversas funciones como reguladores de otras especies, polinizadores, dispersores
de semillas y modificadores de los entornos naturales los hacen parte indispensable
del buen funcionamiento de los ecosistemas y del mantenimiento de servicios eco-
sistémicos críticos, como lo es la provisión de agua (Beschta y Ripple, 2006; Ripple et
al., 2016).
Además, por su belleza y carisma son usados en diversos ejercicios como herra-
mientas de conservación, siendo las especies más utilizadas como imagen de campa-
ñas educativas y de concientización ambiental. Asimismo, han sido motores de mer-
cado turístico, al ser especies de gran tamaño que la mayoría de personas quiere ver o
conocer en su medio natural.
Se estima que cerca de 101 especies de las 528 de Colombia hacen del PNN Chin-
gaza su hogar. Su diversidad de ecosistemas y rango altitudinal ofrece condiciones
únicas, lo que hace que varias especies endémicas estén protegidas dentro de sus lí-
mites. De hecho, dentro de este, aún se conservan áreas de hábitat de al menos diez
especies que presentan algún grado de amenaza, según la Unión Internacional para
la Conservación de la Naturaleza. El Parque es, además, hogar de una de las especies
más emblemáticas del país: el Oso de Andino, insignia del Sistema de Parques Nacio-
nales Naturales de Colombia.
23
ECOSISTEMAS DEL
Parque Nacional Natural Chingaza
David E. Hernández-Rodríguez
Recorrer los ecosistemas de Chingaza implica una vasta travesía desde las inmensas
cumbres andinas, y sus bosques de niebla, hasta los caudalosos y pendientes ríos
del piedemonte. Debido a su ubicación privilegiada sobre la vertiente oriental de la
cordillera Oriental, recibe una abundante cantidad de lluvias que mantienen sus exu-
berantes y frondosos bosques, siempre cubiertos por mantos de nubes que les dan
su nombre: bosques de niebla. Esta particularidad convierte a este territorio en una
verdadera fuente de agua, en donde llueve casi permanentemente y es imposible ca-
minar sin encontrar una quebrada, un riachuelo o un río.
En las cumbres más altas de las montañas andinas, donde el gélido frío y el im-
placable viento no permite que crezcan los bosques, mora uno de los ecosistemas más
particulares y maravillosos: el páramo. Por entre las crestas rocosas, y las innumerables
lagunas originadas por los glaciares que antiguamente las cubrían, se abre paso una
vegetación completamente adaptada a las condiciones agrestes e inhóspitas que allí
ocurren. Pajonales, chuscales y frailejonales, entremezclados y ocasionalmente salpica-
dos por uno que otro arbusto retorcido, constituyen el páramo, un ecosistema único que
está distribuido prácticamente desde el límite superior de los bosques hasta el Cerro de
San Luis, pico más alto del área protegida (a 4050 m s. n. m.), ubicado en el municipio de
Fómeque (Cundinamarca). Los frailejones, unas de las especies más representativas y
abundantes, se alzan en casi todos los rincones del páramo, por lo que su silueta, a veces
alta y otras veces baja, siempre está dibujada entre la neblina constante.
A esta altura no es fácil ver animales, pero, si se tiene paciencia, se podrán apreciar
una gran variedad de especies. En el transcurso del día, se pueden ver los venados cola
blanca, pastando en los valles, así como curíes y roedores que allí tienen sus madri-
gueras. También es posible, con algo de suerte, apreciar al oso andino, muy temprano
en la mañana o al atardecer, alimentándose de puyas y deambulando por entre los
frailejones y chuscales. Aprovechando la protección que brinda la noche, se pueden
observar conejos y borugos mientras buscan alimento, refugiándose en la chaparra
vegetación de pumas y ocelotes que acechan tras sus rastros.
24
David E. Hernández-Rodríguez
David E. Hernández-Rodríguez
25
Sin embargo, un poco más abajo, aproximadamente a los 1800 m de elevación,
donde los ríos son mucho más torrentosos y encañonados, la confluencia de múltiples
condiciones (como la humedad, la pendiente, la temperatura y los suelos) hace que
los bosques sean cada vez más altos y diversos. Este es ahora el bosque subandino.
Aquí, dominan árboles enormes, como los pategallos, floramarillos, cominos y cedros,
que, debido a la explotación maderera, se vieron diezmados en otros tiempos. Estos
bosques pueden tener una altura de más de 35 metros y los árboles, un diámetro ma-
yor a 1 metro. Brindan así un hogar perfecto para que monos churucos y maiceros vi-
van entre sus ramas. Es tal la riqueza de estos bosques que puede observarse una gran
cantidad de picures, borugos y zaínos alimentándose de todos los frutos que ofrece.
Por esto, no es de extrañar que el majestuoso puma recorra estos bosques al asecho de
todas las presas que allí habitan.
David E. Hernández-Rodríguez
Gracias a los ecosistemas que conserva, el PNN Chingaza es hogar de una enorme di-
versidad de mamíferos, que ven en este lugar una de sus últimas oportunidades de
permanecer y sobrevivir en el tiempo. Y, gracias a ellos, los colombianos nos vemos
beneficiados mediante las diversas interacciones que ocurren en este afortunado te-
rritorio.
Citación sugerida: Hernández-Rodríguez, D. (2019). Ecosistemas del Parque Nacional Natural Chingaza. En A.
Parra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional
Natural Chingaza (pp. 24-26). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
26 26
CÓMO USAR ESTA GUÍA
27
Chingaza han desarrollado con la especie. En algunos casos, se realiza una aclaración
taxonómica de la especie.
A continuación, se describen cada uno de los aspectos que el lector debe conside-
rar al leer e interpretar cada ficha de caracterización.
©Daniel A. Porras
VU I VU
3 4 5
2 Tremarctos ornatus 18 6
15
Spectacled bear
9
12
28
Historia natural. Es una de las ocho especies de osos que habitan en el mundo. Se
distribuye sobre la cordillera de los Andes de Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y
Bolivia, desde los 200 hasta los 5000 m de elevación. Se considera un animal genera-
13 lista y oportunista, dado que puede alimentarse de una alta diversidad de alimentos
cuando están disponibles, entre ellos frutos, el cogollo de las plantas y animales sil-
vestres o domésticos.
Mano Pata
~ 6 cm
~ 20 cm
17 ~ 12 cm
~ 7.5 cm
18
Heces Comedero
29
1 Fotografías
Estas ayudan al lector a identificar la especie. Se encuentran acompañadas del nom-
bre de la persona que registró la imagen.
3 Categorías de amenaza
Ilustra el grado de amenaza internacional según la Lista Roja de Especies Amenaza-
das de la UICN. Las categorías descritas son las siguientes:
EN en peligro (endangered)
VU vulnerable (vulnerable)
I II III
30
Además, el hecho de que las especies están registradas en la Resolución 1912 de 2017
del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y en el Libro rojo de los mamíferos de
Colombia (Rodríguez-Mahecha et al., 2006) se señala así:
NE no evaluado
4 Código QR
5 Horas de actividad
0 A partir de los registros obtenidos por fototrampeo, se presenta
21 3
p.m. a.m.
un diagrama en forma de reloj que evidencia las horas de mayor
18 6
15
actividad de algunos mamíferos medianos y grandes del área
9
12 protegida.
6 Taxonomía
Se presenta la clasificación científica de la especie, resumida en reino, filo, clase, or-
den, familia, género, especie y el nombre del autor que la describió. Se basa en la infor-
mación consolidada por Wilson y Reeder (2005), Solari et al., (2013) y Ramírez-Chaves
et al. (2016).
7 Hábito
Sintetiza una parte de la historia natural de la especie que hace referencia a los ele-
mentos donde la especie desarrolla sus necesidades y actividades principales. La es-
pecie puede ser:
31
Arborícola: Desarrolla actividades principalmente en los árboles.
8 Comportamiento
Se describen los períodos de actividad y reposo de la especie, las cuales pueden cate-
gorizarse así:
9 Dieta
Referencia la fuente principal de alimentos que la especie consume habitualmente,
que puede ser complementada con otros elementos alimenticios. La dieta consumida
esencialmente puede ser:
Carnívora Insectívora
Herbívora Omnívora
10 Presiones
Se ilustra si la especie se encuentra amenazada por pérdida y transformación de hábi-
tat, cacería o por ambos factores.
32
Pérdida y transformación
Cacería
de hábitat
Atropellamiento
11 Técnica de estudio
Describe las técnicas que son usadas para el estudio e identificación de las especies.
Puede hacer referencia a rastros, redes de niebla, trampas de captura, cámaras tram-
pa o avistamientos directos. Para algunas especies, pueden usarse varias técnicas de
estudio al tiempo.
Trampas
Observación Rastros
de captura
12 Descripción de la especie
Comprende aspectos útiles para identificar la especie, al igual que las medidas des-
critas del mamífero, a partir de la información registrada en diferentes fuentes biblio-
gráficas de origen nacional, internacional y la consolidada durante la evaluación de
los expertos de la UICN.
13 Historia natural
Resume brevemente información sobre aspectos de distribución, comportamiento,
dieta y características reproductivas de la especie, basada en información registrada
en diversas fuentes bibliográficas.
14 Dato curiOso
Describe aspectos únicos o característicos de la especie en ámbitos de comportamien-
to, reproducción o distribución.
15 En Chingaza
Consolida la información registrada en el área protegida y su área con función amor-
tiguadora de acuerdo con actividades lideradas por el equipo de Parques Nacionales
Naturales o investigadores asociados.
33
16 Relaciones culturales
Se detallan a partir de las entrevistas realizadas a diferentes pobladores del área con
función amortiguadora del PNN Chingaza, con el apoyo de la línea de educación y
comunicación del área protegida.
Distribución UICN
Registros de presencia
de la especie
18 Rastros
Para las especies de mamíferos medianos y grandes, se ilustran los principales rastros
que contribuyen a determinar su presencia (como huellas, heces o comederos).
Mano Pata
~ 6 cm
~ 20 cm
~ 12 cm
~ 7.5 cm
Bibliografía
Por cada especie caracterizada en la ficha, en la sección de bibliografía se ofrecen las
referencias empleadas.
Citación sugerida: Parra-Romero, A. (2019). Cómo usar esta guía. En A. Parra-Romero y J. F. González-Maya
(Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 27-34). Bogotá:
Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
34
©Julián Mejia
GUÍA PARA
Identificar mamíferos
L.O.
L.A.
C.C.
L.P.
Convenciones:
C.C. Longitud cabeza-cuerpo L.C.
L.O. Longitud de la oreja
L.P. Longitud de la pata
L.A. Longitud del antebrazo
L.C. Longitud de la cola
36
2º dedo Pulgar Trago Oreja
3º dedo Propatagio
Membrana
4º dedo
5º dedo
Pata
Calcáneo
Cola
Orejas
Nariz Cola
Vibrisas
37
Venado de cola blanca
Odocoileus goudotii
Orden
ARTIODACTYLA
39
©Arley Muñoz
VU
LC
VENADO SOCHE 21
0
3
Mazama rufina 18 6
15 9
Dwarf Red Brocket 12
40
Historia natural. Es una de las siete especies de venado que habitan en Colombia,
siendo una de las de menor tamaño: llega a pesar entre 10-15 kg. Habita los ecosiste-
mas de bosque andino y páramo desde los 1000 hasta los 4000 m de elevación, donde
consume más de 40 especies de plantas, que incluyen pastos, hojas tiernas, frutos e
incluso hongos. La variedad de plantas que consume le permiten explorar distintos
tipos de hábitat.
Dato CuriOSO. Es una especie solitaria que ha sido solo registrada en pareja, proba-
blemente, durante el periodo de reproducción. La gestación dura 7-9 meses y da cría
a un solo individuo, que nace con el pelaje largo y manchas blancas, que le son útiles
para camuflarse en la vegetación. Se puede diferenciar hembras de machos debido a
que los machos posen astas simples (que no se ramifican).
Relaciones culturales. Es uno de los animales más rápidos del páramo. Algunas per-
sonas lo llaman “cansaperros”, debido a que, en las jornadas de cacería que se solían
practicar, no se dejaba alcanzar por los depredadores caninos. Algunos pobladores
manifiestan que existen dos especies de venados colorados.
Heces: 7 cm
41
David E. Hernández-Rodríguez
VU
LC VU
Medidas: : C.C. 113-226 cm, L.C. 13-14 cm, L.P. 35-38, L.O. 11-13 cm.
Peso: 30-50 kg.
Identificación: Es un venado de tamaño grande, de color pardo claro a gris, pelaje cor-
to, denso y grueso. La cabeza presenta un color similar al resto del cuerpo, excepto en
el hocico, en donde presenta unas manchas blancas, al igual que en la zona alrededor
de los ojos, los cuales son grandes, negros y de largas pestañas. Las orejas presentan
pelaje denso de color blanco, en el interior, y de color gris, en el exterior. Son grandes,
alargadas y se pueden mover. El pelaje del vientre es blanco. La cola presenta una to-
nalidad gris, en el exterior, y blanca, en la parte ventral. Los machos presentan una cor-
namenta con varias puntas, a diferencia de la hembra, que no tiene esta característica.
42
una especie diferente que se distribuye en los ecosistemas altoandinos de Colombia y
Venezuela. Prefiere los bosques abiertos y de galería, matorrales, páramos y pajona-
les altoandinos.
Dato CuriOSO. El venado de cola blanca, cuando se siente amenazado, levanta su cola
en señal de alerta, para informar al resto del grupo que hay un peligro cerca. El ran-
go de acción de un venado de cola blanca varía entre 59 y 520 ha, dependiendo de la
edad del venado, el sexo, la densidad, las interacciones sociales y las características del
hábitat. El venado macho, a diferencia de la hembra, posee una cornamenta que se
ramifica y que le es útil como herramienta de defensa.
Relaciones culturales. Al ser una de las especies más visibles en el área protegida,
tanto locales como foráneos recorren los caminos de Chingaza con el propósito de
tomarle una foto a esta carismática especie. Entre las comunidades, permanece el
recuerdo de las jornadas de cacería que personas de la vida política de Bogotá reali-
zaban en el páramo en busca de ejemplares de la especie, a pesar de que su carne no
era muy apetecida. Ciertos pobladores mantienen partes de los venados como trofeo,
decoración o incluso algunos usan las patas de los venados para sostener artículos de
uso diario, como canastos, sombreros y lazos.
Heces: 14 cm
Mano Pata
~ 5.5 cm
~ 5 cm
~ 4 cm ~ 4 cm
43
©Álvaro Javier Velásquez Suárez
VU
LC II
PECARÍ DE COLLAR 21
0
3
Pecari tajacu 18 6
15 9
Collared peccary 12
Medidas: C.C. 80-98 cm, L.C. 2,5-4,5 cm, L.P. 17-20 cm, L.O. 7-9 cm
Peso: 17-35 kg.
44
Historia natural. Habita en una gran variedad de hábitats, que incluyen desiertos,
bosques secos y bosques andinos que se distribuyen desde el sur de Estados Unidos
hasta Argentina. En Colombia, habita desde los 0 hasta 2800 m de elevación, en don-
de se alimenta de una gran variedad de elementos, que incluyen semillas, tubérculos,
raíces, frutos, insectos y otros pequeños animales que varían de acuerdo con el hábitat
donde se encuentre.
Relaciones culturales. Los saínos han sido animales muy apetecidos por su carne y
su piel, la cual era quemada para ahuyentar al ganado que entraba a los cultivos a
comerse las cosechas. Algunas personas daban uso al cráneo y los dientes para colgar
elementos de uso diario, como ropa o elementos de ganadería.
Mano
~ 4 cm
y pata
~ 3.5 cm
45
Ocelote
Leopardus pardalis
Orden
CARNIVORA
Dentro de este grupo de mamíferos, se encuentran más de 305 especies a nivel mun-
dial. Los carnívoros se distribuyen en todos los continentes, excepto la Antártida, y en
casi todos los ecosistemas (desde los desiertos hasta las nieves perpetuas). A pesar de
que el término carnívoro hace referencia al consumo de carne, los miembros del orden
Carnivora tienen gran diversidad de dietas: desde el consumo estricto de carne, como
los felinos, hasta la omnivoría y el carroñeo, como los cánidos y úrsidos.
Además, presentan una gran diversidad de tamaños, pues varían desde los 150 g
(Mustela frenata) hasta más de 400 kg (Ursus maritimus). La principal característica de
los carnívoros es la presencia de cúspides cortantes en la maxila y mandíbula (que les
permiten desgarrar carne) y la presencia del segundo premolar (denominado diente
carnasial), el cual se modifica en especies que han ampliado sus hábitos alimenticios.
Todos tienen su cuerpo cubierto de pelo y poseen manos y pies provistos de garras
(que les son útiles para correr, trepar y cazar).
En general, son especies solitarias y territoriales, por lo cual emiten sonidos y
olores particulares. Sin embargo, algunos son gregarios y han desarrollado prácticas
de comunicación complejas en el momento de cazar. Otro rasgo interesante de este
grupo es que los padres tienen comportamientos de cuidados con sus crías, o cuidado
parental, lo que les permite transferirles conocimientos útiles para la obtención de
comida y el cuidado propio. El papel ecológico de los carnívoros es esencial, dado que
mantienen el control poblacional de otras especies, por lo que su presencia es indica-
dor del buen estado de salud de los ecosistemas.
En Colombia, se tienen registros de 34 especies de carnívoros, distribuidas en 7 fa-
milias. Y, aunque ninguna es endémica del país, varias de ellas se encuentran en alguna
categoría de amenaza, debido a la pérdida y fragmentación de hábitat y a eventos de
cacería, generalmente por retaliación frente al consumo de animales domésticos. En el
PNN Chingaza, se tienen registros de 16 especies de carnívoros, agrupadas en 6 familias:
Canidae, Felidae, Mephitidae, Mustelidae, Procyonidae y Ursidae; siendo, luego de los
roedores y murciélagos, el grupo con mayor número de especies en el área protegida.
47
©Fernando Trujillo
VU
LC II NT
VU
PUMA
Puma concolor
Puma
Medidas: L.T. 86-154 cm; L.C. 63- 96 cm, L.P. 23-29 cm, L.O. 8,3-10,2 cm
Peso: 29-120 kg.
48
Historia natural. Es el segundo felino más grande de Colombia, luego del jaguar. Se
estima que necesita entre 33 y 60 km2 para reproducirse, alimentarse y refugiarse. Esta
especie solitaria basa su dieta principalmente en el consumo de carne, prefiriendo la
ingesta de animales como borugos, curíes o venados.
Dato CuriOSO. En el territorio de un macho pueden habitar mínimo dos hembras,
siendo el único que puede copular con ellas. El periodo de gestación de las hembras
es de 82 a 96 días y el tamaño de la camada puede variar entre 1 y 6 cachorros, con
un promedio de 2 cachorros. Los cachorros nacen con ojos de color azul y pelaje con
manchas negras que les ayudan a camuflarse en la vegetación, las cuales desaparecen
luego de las 12 a las 14 semanas de nacidos. Las crías permanecen al lado de la madre
hasta aproximadamente los dos años de vida.
En Chingaza. Durante los años noventa, la presencia del puma en los ecosistemas de
alta montaña de Chingaza era escasa. Sin embargo, desde el 2016, la presencia de la
especie ha sido más frecuente en el área protegida. Las cámaras trampa han registra-
do diferentes individuos, que incluyen hembras y machos. Además hay presencia de
rastros, como heces y huellas, en senderos como el de Las Plantas del Camino, que
recorre el valle del río de la Playa, Golillas, Monterredondo y Palacio. Hacia el sector
oriental, es frecuente en los municipios de San Juanito, Gachalá y Medina, donde se
ha registrado una hembra con cría por medio del fototrampeo.
Relaciones culturales. Se le conoce como el león de montaña. Algunos incluso lo
describen con melena. Su presencia, para gran parte de los pobladores del páramo,
es desconocida, aunque algunos (los más antiguos) recuerdan los ataques al ganado.
Mientras que otros se sorprenden con la posibilidad de encontrar sus rastros. Para el
sector del piedemonte, sus encuentros son más frecuentes, en especial en áreas próxi-
mas al ganado, donde, en ocasiones, hay consumo de reses por parte del puma.
Mano Pata
~ 8 cm
~ 7 cm
~ 7 cm ~ 7 cm
49
©Fernando Trujillo
VU
LC II
YAGUAROUNDÍ
Herpailurus yagouaroundi
Jaguarundi
Medidas: C.C. 50,6-64,5 cm, L.C. 32- 60,9 cm, L.P. 12-15,6 cm, L.O. 2,5-4 cm.
Peso: 4,5-9 kg.
50
también en áreas transformadas, sean estas pasturas abiertas o zonas con vegetación
secundaria. Su dieta incluye una variedad de mamíferos pequeños (como roedores),
aves, reptiles, anfibios y peces. Tiene un valor medio de rango de hogar de 11,98 km2 y
se estima que puede tener una distancia media de dispersión, con base en este valor
medio de rango de hogar, de 20,16 km.
Dato CuriOSO. Es una especie solitaria que alcanza la adultez a los dos o tres años.
La hembra, luego de un periodo de gestación de dos meses y medio, puede dar entre
una y cuatro crías, las cuales abandonan el nido luego de 28 días de nacidos. Pueden
comunicarse por medio de vocalizaciones de corto alcance para situaciones de cortejo
o cuidado parental.
En Chingaza. Durante la década de los noventa, era una especie de avistamientos fre-
cuentes, especialmente en los sectores de Piedras Gordas, Monterredondo, río de La
Playa y cañón del Guatiquía, donde una hembra fue observada jugando con sus crías.
Actualmente, es una especie de difícil avistamiento dentro del área protegida.
Relaciones culturales. Es una especie sigilosa que, en ocasiones, era confundida con
la taira. Sin embargo, algunos de los pobladores del páramo de Chingaza relatan en-
cuentros ocasionales de esta especie mientras perseguía el ganado que se encontraba
en la zona.
Mano
~ 3.5 cm
~ 4 cm
Pata
~ 4 cm
51
©Jhon Harold Castaño Salazar
VU
LC I VU
Historia natural. Se distribuye desde México hasta Brasil y Uruguay. En Colombia, ha-
bita principalmente en los ecosistemas altoandinos de los tres ramales de la cordillera
52
de los Andes, aunque existen reportes para la Amazonía y las Guayanas. Se encuentra
principalmente entre los 1000 y los 3000 m s. n. m., aunque se ha observado a más
de 4500 m s. n. m. Habita principalmente bosques densos montanos, pero puede en-
contrase también en páramos y bosques abiertos, aunque tiene baja tolerancia a la
perturbación humana. Se alimenta principalmente de animales que pesen menos de
100 g. Se ha reportado un periodo de gestación de 75 días, luego de los cuales la hem-
bra puede tener una o dos crías. Tiene un valor medio de rango de hogar de 4,5 km2 y
se estima que puede tener una distancia media de dispersión, con base en este valor
medio de rango de hogar, de 14,8 km.
En Chingaza. Es una especie de hábitos elusivos y poco frecuente de avistar. En las cá-
maras trampa siente curiosidad por el flash que destellan los equipos de fototrampeo.
Relaciones culturales. Aunque no son frecuentes los encuentros entre el tigrillo y las
comunidades, en ocasiones se han presentado eventos de consumo de aves de corral,
lo que ha provocado su caza.
Pata
~ 2-2.5 cm
53
©Cristian Castro Morales
VU
LC I
OCELOTE
Leopardus pardalis
Ocelot
Medidas: C.C. 70-90 cm, L.C. 32-41 cm, L.P. 14-17 cm, L.O. 5-6,5 cm.
Peso: 11-14,5 kg.
54
que es más comúnmente avistada y puede encontrarse en zonas con algún grado de
intervención. La mayor cantidad de registros de la especie se encuentran debajo de los
2000 m s. n. m., pero se ha registrado por encima de los 4000 m s. n. m. Si bien pue-
de estar activo en el día, es una especie generalmente nocturna que persigue y caza
mamíferos pequeños y medianos (como ratones y guartinajas, entre otros). Tiene un
valor medio de rango de hogar de 8 km2 y se estima que puede tener una distancia
media de dispersión, con base en este valor medio de rango de hogar, de 21 km. En el
territorio de un macho pueden vivir, en promedio, dos hembras, que únicamente se
reproducen con él. Y, luego de un periodo de gestación de 80 días, la hembra puede
tener uno o dos cachorros, generalmente cada dos años.
Dato CuriOSO. De los tres tigrillos manchados que habitan Colombia, el ocelote es el
de mayor tamaño, al llegar a pesar de 7 a 16 kg, siendo los machos más grandes que las
hembras. Puede llegar a ser una especie abundante en ausencia de depredadores más
grandes, como el jaguar o el puma.
Relaciones culturales. Aunque su belleza impacta a las personas que tienen la posibi-
lidad de registrarlo, en el área de influencia de Chingaza se ha tenido reportes del con-
sumo de aves de corral por parte de esta especie, siendo la especie que más se registra
en situaciones de conflicto con especies domésticas pequeñas. Esta situación resulta
generalmente en la captura o caza por parte de las comunidades locales.
Mano Pata
~4.5 cm
~ 4 cm
~ 5 cm
~ 4 cm
55
© Juan Carlos Vindas
NT
VU
LC I
MARGAY
Leopardus wiedii
Margay
Medidas: C.C. 50-72 cm, L.C. 30-52 cm, L.P. 10,7-13,7 cm, L.O. 4,5-6 cm
Peso: 2,3-5 kg.
56
Historia natural. Habita en los diversos ecosistemas de bosque que se distribuyen
desde México hasta el norte de Argentina. Generalmente, se encuentra hasta los 1500
m s. n. m., pero lo han reportado sobre los 2800 m s. n. m. Se encuentra principal-
mente en bosques, aunque puede ser visto en coberturas transformadas, siempre y
cuando haya algo de árboles. Tiene un valor medio de rango de hogar de 5,8 km2 y
se estima que puede tener una distancia media de dispersión, con base en este valor
medio de rango de hogar, de 16,9 km. Su dieta se basa principalmente en mamíferos o
aves arbóreas. Es una especie solitaria que se diferencia de los demás tigrillos porque
su cola es más larga, de modo que alcanza el suelo y se encorva hacia arriba. En cuanto
a su reproducción, las hembras de margay alcanzan la madurez sexual a los dos años.
El periodo de gestación oscila entre 81 y 84 días, después del cual la hembra engendra
una cría que comienza a dejar la madriguera después de cinco meses.
Dato CuriOSO. Tiene una adaptación única que le permite cazar en los árboles. Cuan-
do está sobre el tronco de un árbol, puede rotar sus patas hasta 180 grados sobre el
eje longitudinal. Esto le da mucha flexibilidad en el momento de cazar en los árboles.
En Chingaza. Es una especie difícil de observar, debido a sus hábitos arbóreos. Sin em-
bargo, ha sido registrada en cámaras trampa hacia el sector oriental del Parque, en el
municipio de Medina.
Mano
~ 4cm
~ 3 cm
Pata
~ 3 cm
57
©Camilo Botero
VU
LC II
Medidas: C.C. 57-77,5cm, L.C. 22-41 cm, L.O. 6,6-8 cm, L.P. 13,-16,5 cm
Peso: 4-8 kg.
Historia natural. Habita los ecosistemas que se encuentran desde la zona costera
hasta las zonas que sobrepasan los 3000 m de elevación, incluidos desiertos, bosques
tropicales y montanos, páramos e incluso zonas intervenidas, como praderas de Pa-
namá, Colombia, Ecuador, Bolivia, Brasil y Argentina. Se le considera una especie ge-
58
neralista y omnívora: consume desde pequeños vertebrados, invertebrados, huevos y
carroña hasta vegetales, frutos y semillas, gracias a los cambios en la morfología de
su mandíbula. Las extremidades son cortas y robustas, lo que le permite a la especie
forrajear desde áreas con cobertura vegetal densa hasta en áreas con poca o nula ve-
getación.
Dato CuriOSO. Aunque se describa al zorro perruno como una especie solitaria, man-
tiene una sola pareja a lo largo de su vida (monógamo). El periodo de gestación es de
52 a 60 días y el tamaño de las camadas varía entre 3 y 5 crías. El nombre genérico, Cer-
docyon, proviene de las palabras griegas kerdo, que significa ‘zorro’, y cyon, que significa
‘perro’, debido a los caracteres de perro y zorro del animal. En cuanto al nombre de la
especie (thous), este viene del griego thoos, que significa ‘chacal’.
En Chingaza. En los años noventa, era una especie de fácil avistamiento, especialmen-
te en los sectores de Siecha y Piedras Gordas. Sin embargo, dentro del área protegida,
su presencia ha disminuido y solo se encuentran registros ocasionales de la especie en
la Laguna de Chingaza y la cabaña de Siecha.
Relaciones culturales. Los zorros siempre han encantado por su belleza y comporta-
miento sigiloso en las áreas del páramo, por lo que su ausencia ha sido advertida por
los pobladores de Chingaza y se relaciona con el aumento de perros errantes o ferales
dentro del área protegida. Aunque no es muy común escuchar relatos, ciertas perso-
nas atribuyen propiedades de fortaleza a la grasa del zorro, con la cual untaban a los
pollos “finos” para mejorar su destreza durante las peleas, mientras que otros zorros
fueron cazados por su gusto hacia las aves de corral.
Pata
~ 4.5 cm
~ 3.5 cm
Pata
~ 4.5 cm
59
©Joao Marcos Rosa
VU
LC
Medidas: C.C. 33,2-50 cm, L.C. 16,6-31 cm, L.P. 7-12 cm, L.O. 2,6-3,5 cm.
Peso: 1,4-3,4 kg.
60
Historia natural. El mapuro se distribuye desde México hasta Perú. Allí, habita en
bosques, pastizales y herbazales, en áreas abiertas e incluso en zonas de cultivo. En
Colombia, ha sido registrado desde el nivel del mar hasta zonas mayores a los 4000
m s. n. m., a lo largo de la cordillera de los Andes, el Caribe y la Orinoquía. Consume
principalmente insectos, lagartijas y aves. Tiene un valor medio de rango de hogar de
menos de 1 km2 y se estima que puede tener una distancia media de dispersión, con
base en este valor medio de rango de hogar, de 6,2 km.
Dato CuriOSO. Es una especie solitaria que puede cavar sus madrigueras o usar ca-
vidades en el suelo para tener, luego de un periodo de gestación de 60 días, de una a
cuatro crías.
En Chingaza. Es común encontrarlo en las áreas intermedias entre los bosques y zo-
nas intervenidas por actividades agrícolas en el área de amortiguación del Parque.
Aunque los registros de distribución de la especie no coinciden para el área protegida,
para los pobladores de Chingaza es una especie común. Sin embargo, solo se cuenta
con un registro de cámaras trampa en el municipio de Medina, por lo que se plantea
aumentar los esfuerzos de muestreo para confirmar la información registrada por la
comunidad.
Relaciones culturales. Las habitantes de Chingaza relatan que el mapuro rocía su ori-
na sobre los ojos de los perros como mecanismo de defensa, con la cual los deja ciegos
por varias semanas y con un hedor que dura hasta dos meses.
Pata
~ 3 cm
61
©Sebastian Di Doménico
VU
LC III
TAIRA O ULAMA
Eira barbara
Tayra
Medidas: L.T. 55,9-71,2 cm, L.C. 33,4-46,0 cm; L.P. 9-12,3 cm, L.O. 3-4,2 cm
Peso: 3-7 kg.
Historia natural. Es uno de los mamíferos carnívoros con más amplia distribución
(desde México hasta el norte de Argentina). Habita bosques secos, tropicales y altoan-
dinos, bosques de galería y áreas intervenidas. Se puede encontrar desde el nivel del
62
mar hasta más de los 4000 m s. n. m. Tiene un valor medio de rango de hogar de 8 km2
y se estima que puede tener una distancia media de dispersión, con base en este valor
medio de rango de hogar, de 19,8 km. Pueden tener de 1 a 3 crías, luego de un periodo
de gestación de dos meses. Hasta cuando alcanzan la edad de 6 o 7 meses, los juve-
niles acompañan a su madre en las jornadas de cacería. La taira, también conocida
como ulamá, transita por los árboles y el suelo en busca de mamíferos, aves y reptiles
que pueden hasta doblar su tamaño.
Dato CuriOSO. La taira utiliza su cola como balancín para trepar a los árboles y, gene-
ralmente, desciende de ellos con la cabeza mirando al suelo.
Relaciones culturales. Es poco conocida entre los habitantes del territorio Chinga-
za. Algunos la confunden con un felino. Durante los recorridos por el páramo, varios
pobladores manifestaron no haberla observado directamente. Sin embargo, hacia el
sector del piedemonte, algunos individuos fueron cazados por su gusto por las aves
de corral y los plátanos.
Mano
~ 5.5 cm
~ 7 cm
Pata
~ 5.5 cm
63
©Fernando Trujillo
VU
LC III
GRISÓN O HURÓN
Galictis vittata
Greater grison
Medidas: C.C. 46,5-55,2 cm, L.C. 13,5-19,5 cm, L.P. 7,5-9,7 cm, L.O. 2-3 cm
Peso: 1,5-3,5 kg.
Identificación: El hurón es una especie de tamaño mediano que tiene un cuerpo es-
belto, cuello largo, extremidades y cola corta. La cabeza es pequeña y aplanada, con
orejas cortas, redondas y de color crema o blanco. Los ojos son café oscuro o negro,
con reflejos azules en la noche. El pelaje de la cabeza, cuerpo y cola es gris, como el
de las canas, debido a que los pelos de guarda son negros con puntas blancas. En la
frente, posee una línea en forma de diadema de color blanco que continúa hasta los
hombros. Presenta una marcada diferencia entre el pelaje del dorso y el del vientre, el
cual es más oscuro. Las patas de color oscuro poseen cinco dedos que están unidos por
membranas interdigitales y provistas de garras cortas y fuertes de color azul perlado.
64
Historia natural. El hurón habita principalmente en elevaciones desde el nivel del
mar hasta los 1500 m de elevación, aunque su rango óptimo oscila alrededor de los
500 m s. n. m., desde el oriente de México hasta Brasil. Esto es consistente con lo re-
portado para Colombia, en donde habita desde los 0 hasta los 1220 m s. n. m., en las
regiones Andina, Caribe y Orinoquía, en bosques primarios, secundarios y áreas inter-
venidas, que incluyen plantaciones. Se alimenta de aves, roedores, herpetos y peces
que caza aprovechando su habilidad para nadar.
Dato CuriOSO. Es una especie que caza generalmente sola, pero puede llegar a hacer-
lo también en grupo, realizando movimientos en forma de zigzag que le dan mayor
habilidad para capturar su presa. Utilizan los orificios de rocas o en el suelo como ma-
drigueras, donde crían, luego de un periodo de gestación de 40 días, de una a cuatro
crías.
Relaciones culturales. Es una especie conocida por los habitantes del sector oriental
del Parque, que se sorprenden por la peculiaridad de su pelaje, lo que lo convierte en
un animal llamativo cuando se tiene la oportunidad de observarlo.
Heces: entre 5 y 10 cm
Entre 1 y 2 cm
Mano Pata
~ 4.5 cm
~5.5 cm
~ 4.5 cm ~ 3 cm
65
©Fernando Trujillo
NT
VU
LC I VU
Medidas: C.C. 890-1200 cm, L.C. 370-840 cm, L.P. 94-144 cm, L.O. 18-22 cm
Peso: 5-15 kg.
Historia natural. Son animales que habitan en los ecosistemas acuáticos (ríos, lagos,
lagunas, canales de agua, embalses, entre otros) desde México hasta Argentina, des-
de el nivel del mar hasta los 3100 m s. n. m. Los ecosistemas acuáticos deben cumplir
66
con presencia abundante de peces y riberas con alta cobertura vegetal. En Colombia,
además de habitar todas las regiones biogeográficas, se cuenta con el registro altitu-
dinal más alto (3110 metros) para la especie, en el páramo de Mamapacha (Boyacá).
En las zonas andinas, son depredadores tope de los ecosistemas acuáticos, al estar
completamente adaptados a la actividad acuática. Se alimentan principalmente de
peces, aunque los crustáceos y otros artrópodos pueden hacer parte de su dieta.
Dato CuriOSO. Las nutrias son solitarias, excepto cuando la hembra está con sus crías,
que pueden ser una o dos, con las cuales forma grupos familiares. Generalmente, los
machos son entre un 20 y un 25 % más grandes que las hembras. Aunque son anima-
les generalmente diurnos, en lugares con actividades humanas constantes, cambian
sus hábitos a nocturnos.
Mano
~ 6 cm
~ 8 cm
Pata
~ 8 cm
67
©Miguel Rodríguez
VU
LC
COMADREJA
Mustela frenata
Long-tailed
Medidas: C.C. 18-32 cm, L.C. 11,5-20,7 cm, L.P. 3,5-5,5 cm, L.O. 1-2 cm.
Peso: 80-340 kg.
68
los individuos se caracterizan por tener un pelaje mucho más café, el cual no cambia a
lo largo del año. Se alimenta de mamíferos, como roedores, conejos y musarañas, así
como de algunas aves y sus nidos, a los cuales caza activamente, dado que requiere
consumir hasta el 40 % de su peso diario. Zorros, halcones, águilas y búhos son sus
principales predadores.
Mano
~ 2 cm
~ 2 cm
Pata
~ 2 cm
69
©Camilo Botero
NT
VU
LC
CUSUMBO DE MONTAÑA 21
0
3
Nasuella olivacea 18 6
15 9
Western Mountain Coati 12
Medidas: C.C. 36-39cm, L.C. 20-24 cm. L.P. 4,7-6,7 cm, L.O. 2,4-3,3 cm.
Peso: 1000-1500 g.
70
Historia natural. Habita los ecosistemas andinos de Colombia, Ecuador y Perú, desde
los 1800 hasta los 4600 m s. n. m. Se considera, al igual que el guache (Nasua nasua),
una especie oportunista. Cuando está joven, se alimenta generalmente de artrópodos
y frutos, como bayas. En una fase adulta, amplía su dieta con el consumo de vertebra-
dos e, incluso, de carroña.
Dato CuriOSO. Los machos adultos usualmente son solitarios, excepto en las tem-
poradas de reproducción. No obstante, las hembras los exilian para evitar comporta-
mientos de canibalismo hacia los recién nacidos o los juveniles.
En Chingaza. A pesar de los hábitos solitarios de los machos, también es posible ob-
servarla en grupos de dos o tres individuos, que generalmente están compuestos por
madre y sus crías. Sin embargo, en la Reserva Biológica Carpanta, que colinda con el
área protegida, se han registrado grupos de más de 50 individuos.
71
©Daniel Restrepo Marín
VU
LC III
CUSUMBO O GUACHE
Nasua nasua
South American Coati
Medidas: C.C. 50,0-56,0 cm, L.C. 42,4-46,4 cm, L.P. 9,2-9,4 cm,
L.O. 3,8-4,2 cm Peso: 3.2-4.4 kg.
Historia natural. Su distribución abarca las áreas entre los 0 y los 3600 m de ele-
vación de los ecosistemas boscosos, desde Venezuela y Colombia hasta Argentina.
72
Come principalmente insectos, frutos y otros invertebrados que encuentra en el suelo
cavando agujeros con sus garras, llamados osaderos. En ocasiones, pueden consumir
carroña. Pasan la noche en lugares elevados sobre árboles, donde establecen sus dor-
mideros.
Dato CuriOSO. Pueden tener de dos a siete crías y, aunque los machos son solitarios,
las hembras y juveniles pueden andar en grupos de hasta 30 individuos, conocidos co-
múnmente como tropas. El nombre Nasua proviene del latín, que significa ‘nariz’, y se
le dio por la particular forma que tiene en esta especie. Sus principales depredadores
son el puma y el jaguar.
Mano
~ 9.3 cm
Pata
73
©Sebastian Di Doménico - Reserva El Dorado
VU
LC III
PERRO DE MONTE
Potos flavus
Kinkajou
Medidas: C.C. 46.5-76.0 cm, L.C. 42.0-57.0 cm, L.P. 8.0-12.7 cm, L.O. 3.0-5.5 cm
Peso: 2-3.2kg.
74
Historia natural. Se encuentra en un rango altitudinal desde los 0 hasta los 2500 m
de elevación en los ecosistemas neotropicales que se distribuyen desde México has-
ta Bolivia. Su dieta se basa principalmente en el consumo de invertebrados, frutas,
retoños, flores y néctar que alcanza con su extensa lengua. Son depredados por aves
grandes de rapiña, como el águila crestada (Spizaetus isidori).
Dato CuriOSO. Son solitarios, pero algunas veces se les puede encontrar agrupados
en un mismo árbol en épocas de fructificación. Durante el día, se retiran a dormir a
madrigueras y agujeros oscuros en los árboles, donde se desplazan hábilmente gra-
cias a su cola prensil, que usan como una quinta pata. Tiene ojos muy grandes que les
permiten moverse en la noche sin ninguna dificultad. Luego de un periodo de gesta-
ción de 98 a 120 días, pueden tener de una a dos crías.
En Chingaza. Por ser una especie nocturna, es difícil de registrar. Sin embargo, en re-
corridos nocturnos, ha sido posible observarla alimentándose de árboles en el bosque
subandino, en el municipio de Medina, entre los 800 y los 1300 m s. n. m.
Mano
~ 4.5 cm
~ 6.5 cm
Pata
~ 4 cm
75
©Daniel A. Porras
VU
LC I VU
OSO ANDINO 21
0
3
Tremarctos ornatus 18 6
15 9
Spectacled bear 12
Medidas: L.T. 112-220 cm, L.C. 7- 11 cm, L.P. 19,5-24,5 cm, L.O. 9,3-11,5 cm
Peso: 140-175 kg
Historia natural. Es una de las ocho especies de osos que habitan en el mundo. Se
distribuye sobre la cordillera de los Andes de Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y
Bolivia, desde los 200 hasta los 5000 m de elevación. Se considera un animal genera-
76
lista y oportunista, dado que puede alimentarse de una alta diversidad de alimentos
cuando están disponibles, entre ellos frutos, el cogollo de las plantas y animales sil-
vestres o domésticos.
Mano Pata
~ 6 cm
~ 20 cm
~ 12 cm
~ 7.5 cm
Heces Comedero
77
Murciélago orejudo marrón
Histiotus montanus
Orden
CHIROPTERA
79
©Juan Camilo Martin Reyes
VU
LC
Medidas: C.C. 4-5.5 cm, L.C. 2.8-3.9 cm, L.P. 0.6-1.1 cm, L.O. 1-1.4 cm
Peso: 3-8 g
Historia natural. Es una especie gregaria que puede conformar grupos grandes, cons-
tituidos principalmente por hembras y juveniles, con algunos machos. Estos grupos
perchan, desde los 50 m de elevación, en árboles, cuevas y rocas, aunque también en
80
viviendas cercanas a áreas de bosque, sabanas y matorrales que se distribuyen desde
México hasta el norte de Argentina. En Colombia, se ha registrado en todas las regio-
nes biogeográficas, desde el nivel del mar hasta los 2800 m s. n. m. Se alimenta princi-
palmente de insectos que captura al vuelo (como polillas).
Dato CuriOSO. Su nombre científico proviene de los términos griegos myo, que sig-
nifica ‘ratón’, y otus, que significa ‘oreja’, por la semejanza de sus orejas con las de un
ratón. El epíteto nigricans está relacionado con su color negruzco. Sus depredadores
son zarigüeyas, felinos y otros murciélagos.
Relaciones culturales. Es una especie poco conocida por los habitantes de la zona.
Pero, al ser insectívoro, contribuye a la regulación de poblaciones de insectos que pue-
den afectar los cultivos. Por otra parte, puede ser portador del virus de la rabia, aunque
su transmisión a humanos es poco probable.
81
©Santiago Carvalho
VU
LC
82
Historia natural. Es un murciélago insectívoro que habita los bosques andinos y pá-
ramos de los Andes, desde los 2500 m s. n. m. a los 3600 m s. n. m. Allí, forma colonias
de 20 a 70 individuos. También se ha registrado en las cavidades de construcciones,
casas y paredes rocosas. Sus alas anchas le permiten hacer vuelos lentos a baja altura,
donde maniobra para comer insectos (como polillas, zancudos y moscas).
83
©Carolina Hortua
VU
LC
Medidas: C.C. 6,54-7 cm, L.C. 0 mm, L.P. 0,81 sin uña, L.O. 1,48 cm. A.B. 4,6 cm
Peso: 15 g
Historia natural. Se distribuye desde México hasta Brasil (incluidos Guayanas y Su-
rinam), en un rango altitudinal desde los 400 hasta los 2500 m de elevación. Sin em-
bargo, en Colombia, se ha reportado desde los 400 hasta los 3200 m de elevación. Es
84
un murciélago de tamaño mediano, que se alimenta de insectos y se considera necta-
rívoro facultativo a lo largo de su distribución. También se ha reportado que consume
frutas y polen.
En Chingaza. Existen reportes de la especie en los sectores del río de La Playa y la La-
guna de Chingaza. En los alrededores del Parque, se ha registrado en la vereda Río
Negro (vía a Fómeque), en Carpanta y en la RNSC La Laja.
Relaciones culturales. Se ha descrito que es una especie que es tolerante a los distur-
bios antrópicos. Aunque no es una especie que las comunidades identifiquen, se cree
que puede ser vulnerable a eventos de quemas en las cuevas, dado que comparten
sitios de perchas con el murciélago hematófago Desmodus rotundus, o que pueden ser
cazados al perchar en áreas próximas a viviendas o zonas de cultivos.
©Carolina Hortua
85
©Marco Tschapka
VU
LC
Medidas: C.C. 4,75-13,5 cm, L.C. 0 cm, L.P. 0,11-1,8 cm, L.O. 1,86-2,3 cm,
L.A. 6,2-6,6 cm. Peso: 43-58,5 g.
86
Historia natural. Es una especie que habita en los ecosistemas de tierras bajas de Ve-
nezuela, Colombia, Bolivia y Brasil, en un rango desde los 200 hasta los 1660 m de
elevación. En Colombia, la especie ha sido reportada para las regiones de la Orino-
quía y la Amazonía, generalmente hasta los 1000 m de elevación. Su dieta se basa en
el consumo de frutas en forma de baya (Ficus spp.) o de piperáceas, aunque también
puede consumir insectos, flores y el néctar de algunas flores del dosel (aunque man-
tiene generalmente en los estratos medios y bajos del bosque).
Relaciones culturales. A pesar de su gran tamaño, no es una especie que sea recono-
cida por las comunidades. Sin embargo, puede ser registrada en viviendas abandona-
das o, incluso, debajo de puentes.
©Marco Tschapka
87
©Nathaly Calvo Roa
VU
LC
Medidas: C.C. 8-9,5 cm, L.C. 1,2 cm, L.P. 1,06-1,28 cm,
L.O. 1,12-1,44 cm, L.A. 3,68-4,02 cm Peso: 11-19 g.
88
Historia natural. Es una especie que habita una gran variedad de ecosistemas, desde
el oriente de Panamá hasta el suroriente de Brasil, y muestra mayor preferencia por
zonas intervenidas. En Colombia, se reporta un gradiente altitudinal para la especie
entre los 265 y los 2760 m de elevación. Se encuentra en todas las regiones biogeo-
gráficas del país, donde consume diversos frutos, aunque los del género Piper son sus
favoritos.
Dato CuriOSO. Es una especie gregaria que puede perchar en los estratos bajos de los
bosques, en cavidades de árboles o, incluso, en casas abandonadas. En estos espacios,
se ha observado que las hembras usan con más constancia sus áreas de refugio que
los machos y que, incluso, ellas son más activas. Luego de descansar por más del 50 %
del día, invierten su tiempo en acicalarse y socializar.
©Marco Tschapka
89
©Inga Geipel
LC
Medidas: C.C. 5,54-8,3 cm, L.C. 1-1,4 cm, L.P. 0,8-0,85 cm,
L.O. 1,7-2 cm, L.A. 3,37-4 cm Peso: 10-13,47 g.
90
asentamientos humanos que se distribuyen desde México hasta el norte de Argen-
tina, incluidos Brasil y las Guayanas. En Colombia, se encuentra reportado en las re-
giones Caribe y Andina. Allí, ha sido observada perchando en agujeros de los árboles,
cuevas o en áreas cercanas a asentamientos humanos, en grupos de 4 a 6 individuos.
Muestra mayor preferencia por el consumo de coleópteros (escarabajos), lepidópte-
ros (mariposas y polillas), aunque también puede consumir moscas, arañas, libélulas
y cigarras.
Relaciones culturales. Esta especie es poco reconocida por las comunidades que ha-
bitan la zona. Sin embargo, es posible que haya sido observada perchando en áreas
cercanas a casas, cultivos o potreros y contribuyendo a controlar los insectos que pue-
den afectar cultivos.
©Inga Geipel
91
©Jhon Harold Castaño Salazar
VU
LC
92
Historia natural. Es un murciélago que habita en altitudes de 0 a 1500 m de ele-
vación, en bosques que generen ambientes húmedos, desde México hasta Ecuador.
En Colombia, se encuentra desde el nivel del mar hasta los 1900 m de elevación, en
las regiones Andina, Orinoquía y Pacífica, en donde se alimenta principalmente de
frutos de los géneros Ficus, Cecropia y Acnistus, aunque también puede consumir in-
sectos, como mariposas o polillas.
Dato CuriOSO. Esta especie puede vivir en grupos de hasta 20 individuos, depen-
diendo de la disponibilidad de alimento y del tamaño del refugio. Pueden perchar
en cuevas, orificios o copas de árboles, que incluyen plantas de plátano o de palmas.
Relaciones culturales. Al igual que las otras especies de murciélagos descritas, las
comunidades relacionan su presencia con las mordeduras ocasionales que el quiróp-
tero hematófago Desmodus rotundus le hace al ganado. Sin embargo, este murciéla-
go contribuye a la dispersión de semillas y a controlar algunos insectos que pueden
afectar los cultivos.
93
©Jhon Harold Castaño Salazar
LC
MURCIÉLAGO OREJIAMARILLO
Vampyressa thyone
Northern Little Yellow-eared Bat
94
Historia natural. Habita en ambientes húmedos, como bosques de galerías o zonas
poco intervenidas, desde México hasta el norte de Brasil. En Colombia, se encuentra
desde el nivel del mar hasta los 1900 m de elevación. Allí, construye perchas en hojas
amplias de palmeras, plátanos y heliconias, donde se refugia de sus depredadores.
Dato CuriOSO. Esta especie construye “carpas”, al masticar las hojas de los árboles
hasta crear una superficie en forma de tienda de acampar en donde pueden vivir de
uno a cinco individuos. Estos son bastante activos durante las dos primeras horas del
atardecer.
Relaciones culturales. Al ser frugívora y estar adaptada a vivir en áreas en buen esta-
do de conservación, esta especie contribuye a la dispersión de semillas.
95
Armadillo de nueve bandas
Dasypus novemcinctus
Orden
CINGULATA
En este grupo se encuentran los armadillos, que se caracterizan por presentar una ar-
madura, conformada por placas óseas, que cubre la cabeza, el dorso y, en ocasiones,
la cola. Esta armadura tiene unos pliegues en el centro del cuerpo que les permiten
curvarse en caso de ser necesario. De igual forma, sus manos y patas presentan fuertes
garras, que les facilitan la obtención de alimento (principalmente insectos que viven
en el suelo o en los troncos de los árboles).
En Colombia, este grupo de mamíferos placentarios está conformado por 6 es-
pecies: el armadillo cola de trapo (Cabassous centralis; Miller, 1899), el armadillo de
cola desnuda meridional (Cabassous unicinctus; Linnaeus, 1758), el armadillo espuelón
(Dasypus pastasae Thomas, 1901), el armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus;
Linnaeus, 1758), el cachicamo sabanero (Dasypus sabanicola; Mondolfi, 1968) y el ocarro
(Priodontes maximus; Kerr, 1792), distribuidas en 3 géneros y 1 sola familia, la cual es
una de las más antiguas de los mamíferos neotropicales.
En el PNN Chingaza, se ha reportado únicamente la presencia del jerre jerre, ca-
chicamo carrizalero, gurre o armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus), el cual
era cazado por algunos pobladores del territorio Chingaza para alimentación, por
atributos medicinales o para uso ornamental.
97
©Cristian Castro Morales
LC
Medidas: C.C. 60-108 cm, L.C. 28,5-45 cm, L.P. 3,3-12 cm, L.O. 3,05-5,6 cm
Peso: 1600-6550 g
98
nocturnos y ocasionalmente diurnos. Se encuentra en distintos ecosistemas, como
bosques, matorrales, sabanas y, principalmente, donde la vegetación sea densa. Pue-
de llegar a encontrarse desde los 0 hasta más de los 3000 m s. n. m. y se alimenta de
invertebrados, hongos, raíces y frutos.
Mano
~ 4.5 cm
Pata
~ 4 cm
~ 4.5 cm
Citación sugerida: Paredes, C., González-Maya, J. F. y Rojano, C. (2020). Dasypus novemcinctus. En A. Parra-Ro-
mero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural
Chingaza (pp. 98-99). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
99
Zarigüeya andina orejiblanca
Didelphis pernigra
100
Orden
DIDELPHIMORPHIA
En este orden de mamíferos se agrupan las comúnmente conocidas como faras, chu-
chas o zarigüeyas, las cuales se caracterizan por el nacimiento temprano de sus crías,
que se terminan de desarrollar en la región abdominal de la hembra (en un marsupio,
algún pliegue de la piel o expuestas sobre la región abdominal, debido a que los pezo-
nes se encuentran en esta zona).
Físicamente, varían en tamaño: algunas especies son similares a un ratón de cam-
po y otras son igual de grandes a un gato doméstico. Pero, en general, tienen un rostro
alargado, una cola larga y prensil y un dedo oponible en la pata trasera que les facilita
trepar y obtener alimento. Otra característica propia de la familia es que la hembra
presenta dos úteros independientes, mientras que el macho posee un pene bífido que
no posee báculo (hueso interno).
Las zarigüeyas habitan ecosistemas andinos y de tierras bajas. Allí, consumen una
gran variedad de pequeños vertebrados, invertebrados y partes de plantas, por lo que
contribuyen al control de algunos insectos y a la dispersión de semillas. Sin embargo,
también son cazadas porque, en ocasiones, consumen aves de corral o porque algu-
nos pobladores mantienen creencias supersticiosas sobre ellas.
En Colombia, se encuentra una familia compuesta de 38 especies, de las cuales
3 son endémicas: Gracilinanus sp., Marmosops handleyi (Pine, 1981) y Marmosops caucae
(Thomas, 1900). En el PNN Chingaza, existen registros de 5 especies: 2 del género Di-
delphis (D. marsupialis y D. pernigra), 2 del género Marmosa (Marmosa sp. y M. robinsoni)
y la Monodelphis adusta.
101
©Gabriel Eisenband
LC
Medidas: C.C. 30,2-44,4 cm; L.C. 29-43 cm; L.P. 4,5-7 cm; L.O. 4,1-6 cm
Peso: 500- 2000 g.
102
Historia natural. Es una de las especies de zarigüeya que habita en los Andes sura-
mericanos. Es un mamífero común que se puede encontrar desde los 2000 hasta los
3900 m s. n. m. Es principalmente nocturna y consume invertebrados, frutos, semillas,
hojas y pequeños vertebrados. Es considerada una especie generalista que puede ser
encontrada en bosques secundarios, áreas intervenidas, páramos e incluso zonas de-
sérticas.
Dato CuriOSO. La zarigüeya andina de orejas blancas muestra ojos de color rojizo
cuando es alumbrada en horas de la noche. Y, cuando se siente atacada, puede liberar
olores desagradables. Suele cargar a sus crías en el dorso en busca de nuevos refugios.
El término Didelphis significa ‘dos úteros’, mientras que el término pernigra significa
“negro por completo”.
Relaciones culturales. Es una especie poco apreciada por las comunidades locales,
debido a sus hábitos carroñeros, y es cazada como medio de control o por miedo, al
desconocer su gran importancia como controladora de especies de roedores o reptiles
que pueden consumir ciertos cultivos.
Mano
~ 4 cm
~ 4 cm
Pata
~ 6.5 cm
Citación sugerida: Paredes, C., González-Maya, J. F. y Solari, S. (2020). Didelphis pernigra. En A. Parra-Romero y
J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
(pp. 102-103). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
103
©Cristian Castro Morales
LC
ZARIGUEYA COMÚN
Didelphis marsupialis
Brazilian Common Opossum
Medidas: L.T. 32,4-50 cm, L.C. 33,6-58 cm, L.P. 5,1-7 cm, L.O. 4,6-6,9 cm
Peso: 500-2000 g.
Historia natural. La zarigüeya común se distribuye desde México hasta la gran cuen-
ca del Amazonas, en Brasil, donde habita principalmente ecosistemas de climas cáli-
dos y tierras bajas. En Colombia, se encuentra principalmente entre los 0 y los 2500
104
m de elevación, en ecosistemas andinos y de piedemonte. Allí, se alimenta de lo que
encuentra en su camino, por lo que es considerada un omnívoro oportunista. Contri-
buye considerablemente a la dispersión de semillas e, incluso, a la polinización de al-
gunas bombacáceas. Además, se puede considerar como un potencial controlador de
roedores.
Heces: 5 cm
1 cm
Mano Pata
~5-7 cm
~4.5 cm
~ 2.5-4 cm ~ 3.5-4 cm
Citación sugerida: Paredes, C., González-Maya, J. F. y Solari, S. (2020). Didelphis marsupialis. En A. Parra-Romero
y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
(pp. 104-105). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
105
©Daniela Martinez Medina
LC
Medidas: C.C. 9,8-15,5 cm, L.C. 14,5-20 cm, L.P. 1,8-2,6 cm, L.O. 2-2,8 cm
Peso: 1600-6550 g
106
y pequeños vertebrados. Es un mamífero pequeño que puede llegar a pesar aproxima-
damente 50 g y no superar los 20 cm de longitud. A partir de estudios desarrollados
en Venezuela, se ha establecido que las hembras adquieren masa corporal tres veces
más rápido que los machos.
Dato CuriOSO. La chuchita ratona de anteojos es un mamífero con una larga y distin-
tiva cola prensil que usa para sostenerse de los arbustos que frecuenta o para trans-
portar hojas y ramas para construir sus nidos, que tienen forma de cajón.
Citación sugerida: Paredes, C., González-Maya, J. F. y Solari, S. (2020). Marmosa robinsoni. En A. Parra-Romero y
J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
(pp. 106-107). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
107
Musaraña de thomas
Cryptotis thomasi
Orden
EULIPOTYPHLA
Este grupo está conformado por las musarañas, que habitan los ecosistemas de bos-
ques y selvas altoandinas y de páramo. Se caracterizan por ser pequeñas, tener el ros-
tro alargado, ojos minúsculos, orejas poco evidentes y cola corta, que pareciera ser útil
como órgano sensorial.
Sus dientes presentan una forma única, denominada unicúspida. Además, los
incisivos superiores tienen forma de gancho y los inferiores, de bastón, de modo que
resultan muy útiles para capturar insectos, que son su principal fuente de alimento. En
este sentido, son potenciales controladores de insectos e invertebrados que pueden
afectar las plantas de bosques nublados y del páramo.
Colombia es el país de Suramérica con mayor riqueza de musarañas. Este orden
está compuesto por una sola familia (Soricidae), la cual agrupa 7 especies, de las cua-
les 5 son endémicas: Cryptotis brachyonyx (Woodman, 2003), Cryptotis colombianus
(Woodman y Timm, 1993), Cryptotis medellinius (Thomas, 1921), Cryptotis squamipes
(Allen, 1912) y Cryptotis thomasi (Merriam, 1897). Esta última está presente únicamente
en la cordillera Oriental y habita los ecosistemas del PNN Chingaza.
109
David E. Hernández-Rodríguez
LC
MUSARAÑA DE THOMAS
Cryptotis thomasi
Thomas' Small-eared Shrew
Identificación: Las musarañas son animales pequeños, de color oscuro (marrón, gris
o negro) y cuerpo cilíndrico. Su cabeza y rostro es alargado, con ojos pequeños y orejas
cortas y peludas. Su cola es corta y del mismo color que el cuerpo. Las manos y patas
son cortas y anchas y poseen cinco dedos.
110
en la dieta de algunos mamíferos carnívoros y aves. Además, son muy susceptibles a
las alteraciones de los ecosistemas de alta montaña debidas a transformaciones por
actividades antrópicas o por el cambio climático.
En Chingaza. Es una de las musarañas que más se puede encontrar dentro del Par-
que. Por medio de trampas, se facilita su captura y su estudio. El sector de Carpanta
es uno de los sitios donde mayor número de individuos se han registrado, con una
densidad de 7 individuos por hectárea en temporada seca, según López-Arévalo y
Montenegro-Díaz (1993). Se proyecta hacer más muestreos en otras zonas del Parque
para determinar su distribución real.
Relaciones culturales. Suele confundirse con roedores y es llamada ratón ciego, debi-
do a que sus ojos están reducidos. Ha sido registrada cerca de cuerpos de agua, como
lagunas y quebradas.
©David E. Hernández-Rodríguez
111
Conejo de páramo
Sylvilagus apollinaris
Orden
LAGOMORPHA
En este orden se encuentran los conejos. Estos constituyen el grupo hermano de los
roedores, de los que se diferencian por rasgos como la presencia de cuatro incisivos
superiores, donde un par es de menor tamaño que el otro, no tiene bordes cortantes y
se ubica detrás del par más grande.
Además, todas las especies de lagomorfos son terrestres y tienen las patas trase-
ras más grandes que las delanteras, adaptadas para saltar. Su dieta es estrictamente
herbívora y deben masticar constantemente alimentos fibrosos que ayuden a desgas-
tar los dientes, pues son de crecimiento continuo.
En Colombia, hasta hace poco, se consideraba que solo habitaban dos especies,
pertenecientes a la familia Leporidae: el conejo castellano (Sylvilagus floridanus; Allen,
1890), que habita desde Norteamérica hasta Venezuela y parte de Colombia, y el co-
nejo de páramo (Sylvilagus brasiliensis; Linnaeus, 1758), que habita Centro y Suramé-
rica. Revisiones recientes han sugerido la presencia de más especies en el territorio
colombiano. En el PNN Chingaza, la especie que habita los ecosistemas altoandinos
de la zona es Sylvilagus apollinaris (Thomas, 1920).
113
©Jackson Sepulveda
CONEJO DE PÁRAMO
Sylvilagus apollinaris
Forest rabbit
Medidas: C.C. 26,8-40 cm, L.C. 1-3,5 cm, L.P. 6,3-9,2 cm, L.O. 3,9-6,1 cm
Peso: 680-1200 g.
114
dinos, secos y húmedos, en un rango de los 100 a los 3800 m s. n. m., en donde se
alimenta de hojas, ramas y, en ocasiones, de cortezas. Son solitarios y se refugian du-
rante el día en madrigueras bajo la vegetación (incluso puede llegar a aprovechar las
madrigueras de otros animales o grietas en el suelo).
Dato CuriOSO. Es avistado generalmente en horas de la noche y se dice que puede ser
atraído por la sal. El término Sylvilagus significa ‘una liebre del bosque’. Es una especie
que continúa siendo evaluada taxonómicamente, por lo que aún no se ha determina-
do su estado de conservación.
Mano
~ 4cm
~ 3 cm
Pata
~ 2.8 cm
115
Oso hormiguero
Myrmecophaga tridactyla
Orden
PILOSA
117
©César Rojano
LC
OSO MIELERO
Tamandua tetradactyla
Southern Tamandua, Collared Anteater
Medidas: C.C. 34-88 cm, L.C. 30-67,5 cm, L.P. 8-11 cm, L.O. 3,5-5,1 cm.
Peso: 7-9 kg.
118
Historia natural. Habita desde el nivel del mar hasta los 1900 m de elevación, en bos-
ques secos, esteros y sabanas e incluso en bosques intervenidos, desde Colombia y
Venezuela hasta Argentina. Aunque es generalmente nocturno, también es posible
observarlo durante el día forrajeando. En Colombia, se alimenta principalmente de
termitas y hormigas arborícolas y, en ocasiones, de abejas e incluso de su miel, para lo
cual usa sus garras y su pegajosa lengua a fin de atrapar así a los insectos.
Dato CuriOSO. El oso mielero es un animal solitario que puede descansar en las ra-
mas de los árboles o en el suelo. La temporada de reproducción ocurre anualmente.
Luego de un periodo de gestación de 130 a 150 días, tiene una sola cría que la hembra
generalmente carga hasta los seis meses. El término Tamandua significa ‘trampa de
hormigas’ o ‘recogedor de hormigas’, en lengua nativa brasileña, y tetradactyla signifi-
ca ‘cuatro dedos’, que hace referencia a sus patas anteriores.
Relaciones culturales. Al igual que en el caso del oso hormiguero, existen historias
sobre encuentros agresivos entre el oso mielero y los perros, ante lo cual el oso usa su
larga lengua para defenderse del ataque ocasional de los cánidos.
Mano
~ 2 cm
~ 4 cm
Pata
~ 2 cm
119
©Joao Marcos Rosa
VU II VU
OSO HORMIGUERO
Myrmecophaga tridactyla
Giant Anteater
Identificación: Es una especie de gran tamaño, cuerpo cilíndrico, cabeza alargada, pe-
laje negro o café oscuro en la mayoría del cuerpo y unas bandas triangulares de color
negro que se extienden desde la oreja y garganta hasta los hombros y la espalda y que
terminan hacia la mitad del cuerpo. El pelaje se hace más largo hacia la cola, la cual es
similar a la longitud del cuerpo, y termina en forma de penacho. El hocico es tubular,
la nariz, negra, y la lengua, larga (hasta 60 cm) y con saliva pegajosa. Las orejas son
pequeñas y redondas.
120
hasta Argentina. En Colombia, se distribuye en el Caribe, en las cuencas de los ríos
Magdalena y Cauca y en los valles interandinos, así como en la Orinoquía y la Amazo-
nía, con densidades variables en cada sitio. Aunque es generalmente nocturna, tam-
bién es posible observarla durante el día consumiendo hormigas, preferiblemente
obreras, termitas y, en ocasiones, abejas, para lo cual usa sus garras en forma de gan-
cho, que le facilitan la entrada a su pegajosa lengua de aproximadamente 2 metros
de longitud para atrapar los aproximadamente 30.000 insectos que consume al día.
Dato CuriOSO. Es una especie de hábitos terrestres, generalmente solitaria, sin un di-
morfismo sexual evidente y que puede llegar a vivir hasta 15 años en vida silvestre. Se
cree que la hembra madura sexualmente desde los dos años, cuando alcanza aproxima-
damente 30 kg. Engendra anualmente una cría, luego de seis meses de gestación, a la
que carga en su lomo entre seis y nueve meses, hasta que puede volver a tener otra cría.
Mano
Pata
Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Rojano, C. (2020). Myrmecophaga tridactyla. En A. Parra-Ro-
mero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural
Chingaza (pp. 120-121). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
121
Mono churuco
Lagothrix lagothricha lugens
Orden
PRIMATES
Los primates habitan todas las zonas tropicales del planeta, incluidas África continen-
tal, Madagascar, el Sudeste asiático y el neotrópico. En este grupo, se encuentran los
lémures, los simios y los monos, que se caracterizan por poseer extremidades plantí-
gradas con cinco dedos, que pueden ser prensiles, y un pulgar oponible, que facilita el
agarre de diferentes elementos.
Asimismo, presentan un gran desarrollo de la corteza cerebral en comparación
con el tamaño del cuerpo. Mientras que su sentido del olfato ha perdido potencia,
la posición frontal de los ojos ha contribuido a que tengan visión estereoscópica, es
decir, a que puedan integrar las imágenes de ambos ojos en una sola imagen tridi-
mensional.
Son de hábitos principalmente arbóreos. Sin embargo, algunos grupos se han
adaptado a condiciones terrestres, como sabanas y colinas rocosas. Su alimentación
está basada principalmente en el consumo de frutos, hojas, insectos e incluso peque-
ños vertebrados. Los primates pueden influir en dinámicas ecosistémicas de las zonas
donde habitan, al ser dispersores de semillas y controladores de invertebrados y ser
presa de depredadores de mayor tamaño (como el águila arpía, Harpia harpyja).
Aunque existen primates primordialmente solitarios (p. e., lémures nocturnos y
orangutanes), los primates son mamíferos mayormente de hábitos gregarios, con una
gran variedad de comportamientos sociales que incluyen la monogamia, el harem, la
poliandria y la poliginia, entre otros.
En Colombia, se ha reportado la presencia de 38 especies, 10 de ellas endémicas,
las cuales se encuentran agrupadas en 3 familias: Atelidae, Pithecidae y Cebidae. En
el PNN Chingaza, se ha registrado la presencia de 4 especies de primates distribuidas
en 2 familias: Atelidae (mono churuco: Lagothrix lagothricha lugens) y Cebidae (mono
ardilla: Saimiri cassiquiarensis; mono maicero: Sapajus apella; mono nocturno: Aotus
brumbacki).
123
©David E. Hernández Rodríguez
NE
124
húmedos de Suramérica, hasta los 1500 m s. n. m., desde Venezuela y Brasil hasta
Ecuador y Perú. Se alimentan de insectos, pequeños vertebrados y frutos maduros,
que encuentran principalmente en estratos de 3 a 20 metros, aunque a veces pueden
descender por algún alimento caído. Se ha registrado que las hembras consumen más
insectos que los machos.
Dato CuriOSO. Son animales ruidosos y se sienten atraídos por la presencia humana.
Patrullan el bosque en grupos numerosos y emiten chillidos muy agudos y caracte-
rísticos de la especie. Forman grupos de solo machos y solo hembras y crías, según
la época de reproducción, y los machos acumulan grasa corporal para parecer más
grandes en épocas de apareamiento.
En Chingaza. Esta especie se puede observar con relativa facilidad en la franja oriental
del Parque, por debajo de los 1500 m s. n. m. Se les observa colgados en grupos de 20
a 50 o más individuos. Son muy activos en la búsqueda de insectos y frutos maduros.
Relaciones culturales. Es uno de los primates más carismáticos del Parque y su tole-
rancia a la presencia humana lo hace fácil de observar y fotografiar. Fue cazado por
su carne y su piel y algunos pobladores lo utilizaban como mascota. Sin embargo, las
comunidades son más conscientes sobre la importancia de la permanencia del mono
ardilla en su hábitat natural.
Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Stevenson, P. R. (2020). Saimiri cassiquiarensis. En A. Pa-
rra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Na-
tural Chingaza (pp. 124-125). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
125
©Joao Marcos Rosa
LC
Identificación: Los monos maiceros son una especie de tamaño mediano que se re-
conoce por su coloración característica en la cabeza, la cual asemeja un gorro de co-
lor negro o café oscuro con patillas. El pelo de la coronilla forma pequeños mechones
sobre las orejas. El pelaje del rostro puede variar de café a rosado, aunque tiende a
ser más oscuro en las hembras. Los hombros y brazos son más pálidos que el lomo,
mientras que sus piernas, manos y cola presentan un pelaje más oscuro que el del res-
to del cuerpo. La cola presenta un tamaño similar al del cuerpo y es prensil (aunque no
pueden soportar todo el peso del cuerpo con la cola). Se presenta dimorfismo sexual,
dado que los machos son un 34 % más grandes que las hembras en peso corporal.
126
Historia natural. Se pueden encontrar desde Colombia hasta Argentina, en bosques
húmedos hasta los 2700 m s. n. m. Se alimentan de frutos maduros, semillas de pal-
mas, pequeños vertebrados, artrópodos y, ocasionalmente, néctar. Pueden conformar
grupos de 8 a 19 individuos compuestos de un macho adulto, varias hembras y juveni-
les, aunque esto varía de acuerdo con el hábitat.
Dato CuriOSO. Se ha documentado que utilizan los estratos medios bajos del bosque,
donde invierten la mayor parte de su tiempo alimentándose, corriendo, escalando y
saltando, con muy poco tiempo de descanso. En épocas de abundancia de recursos,
es frecuente verlos mezclados con grupos de monos ardilla. Se cree que juntos evitan
depredadores, pero hay un costo de competencia cuando forman grupos mixtos.
Relaciones culturales. Los pobladores locales mencionan que a estos primates les
gusta romper las ramas para alcanzar el alimento y golpear las nueces contra los árbo-
les para poder abrirlas, con lo cual producen un sonido característico e inconfundible.
Era cazado por comerse los cultivos de maíz y algunas personas les atribuyen propie-
dades medicinales para combatir la anemia o las deficiencias de hierro, creencias que
no han sido confirmadas científicamente.
©Fernando Trujillo
Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Stevenson, P. R. (2020). Sapajus apella. En A. Parra-Romero
y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
(pp. 126-127). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
127
Angela Parra-Romero
CR VU
MONO CHURUCO
Lagothrix lagothricha lugens
Colombian woolly monkey
Identificación: Es uno de los primates más grandes de Colombia. Tiene una aparien-
cia grande y robusta siendo los machos más grandes que las hembras. El pelaje varía
de color marrón a gris oscuro y es bastante uniforme en todo el cuerpo. La cabeza es
redonda, el rostro aplanado y las orejas son poco visibles. Todas sus extremidades son
musculosas y robustas. La cola es prensil y es más ancha en la base que en la punta,
por lo cual se comporta como una quinta extremidad. Las plantas de manos y pies son
desnudas y de color oscuro.
128
más de un metro de longitud. Consume principalmente frutas (85 %) y, en menor pro-
porción, hojas tiernas, flores, néctar y frutos inmaduros (15 %). Ocasionalmente, cap-
tura pequeños vertebrados, como ranas y culebras arbóreas. Habita desde las tierras
bajas hasta los 3000 m s. n. m. Puede formar grupos de 10 a 40 individuos, dependien-
do de la temporada climática del año. La hembra alcanza la madurez sexual desde los
5 o 6 años y tiene intervalos de reproducción de hasta 3 años, donde nace una cría por
parto, siendo este un factor que incrementa su riesgo de extinción.
Dato CuriOSO. Esta especie es muy importante para el bosque, ya que se encarga de
dispersar semillas de una gran cantidad de árboles a grandes distancias, muchas de
las cuales, por su tamaño, solo pueden ser accedidas por los monos churucos.
Citación sugerida: Parra-Romero, A., Hernández, D. y Stevenson, P. R. (2020). Lagothrix lagothricha lugens. En A.
Parra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional
Natural Chingaza (pp. 128-129). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
129
Álvaro Javier Velásquez
VU VU
Historia natural. Es una especie nocturna, endémica de Colombia, que es muy críp-
tica y poco estudiada. Habita bosques maduros y de galería. Es posible observarla en
el día identificando sus dormideros, los cuales suelen ser huecos en los troncos de los
árboles o lugares enmarañados. Se alimenta de frutos de árboles, como caimos y ya-
130
rumos, y ocasionalmente artrópodos en todos los estratos del bosque. Su actividad
aumenta durante las noches de luna llena. Los individuos se comunican a partir de
secreciones olfativas, como la orina, o de sustancias glandulares, para alertar sobre
situaciones de peligro, sobre el reconocimiento sexual o sobre la agresión entre ma-
chos.
Dato CuriOSO. Es una especie monógama, por lo que, una vez que dos individuos for-
man pareja, se mantienen juntos durante toda la vida. Por esto, es normal encontrar-
los siempre en parejas y con sus crías. El término Aotus significa ‘sin orejas’, debido a
que, por su denso pelaje, pareciera que carece de ellas.
Relaciones culturales. Los ruidos que producía en la vegetación alertaban a las perso-
nas de su presencia, que salían en su caza para aprovechar su carne y piel. Sin embar-
go, actualmente las comunidades son más conscientes de la importancia de proteger
a la especie y su hábitat.
©Fernando Trujillo
131
Ratón montañero
Thomasomys laniger
Orden
RODENTIA
Los roedores son el segundo grupo de mamíferos más diverso del país, con 10 familias
que agrupan 132 especies registradas hasta el momento. De estas, 31 son endémicas y
se encuentran en constante estudio, debido a la complejidad que existe para su iden-
tificación y clasificación.
Se caracterizan principalmente por ser placentarios, por poseer un par de incisivos
que nunca dejan de crecer, por no tener los caninos y por presentar un espacio entre
los incisivos y los molares denominado diastema. Este tipo de dentadura les facilita
la ingesta de diferentes formas de vegetación, como semillas, frutos, hojas, tallos, raí-
ces e incluso invertebrados o peces. Presentan diferentes tamaños: desde los que no
superan los 10 cm de longitud total (como el ratón colombiano del bosque: Chilomys
instans) hasta los que superan el metro de longitud (como el chigüiro: Hydrochoerus
hydrochaeris).
Habitan en una gran variedad de ecosistemas y pisos térmicos, donde contribu-
yen a la dispersión de semillas y, en ocasiones, a la polinización de diversas especies
de plantas. De igual forma, son el principal alimento de diversos depredadores (ma-
míferos, aves, reptiles), siendo muchas veces los únicos responsables de la presencia
de estos en diversas localidades. En algunas ocasiones, también pueden ser vectores
de enfermedades. La relación con las comunidades humanas varía de acuerdo con la
especie y la región donde se distribuyan. En algunos casos, pueden llegar a ser pla-
gas de cultivos. En otros, servir de sustento alimentario a los pobladores. Es necesario
aumentar la investigación sobre las especies de este grupo, pues aún existe mucho
desconocimiento sobre su importancia ecológica.
En el PNN Chingaza, se tienen registros directos de 24 especies, distribuidas en 8
familias: Cricetidae (16 especies), Cuniculidae (2 especies), Echimyidae (1 especie), Ca-
viidae (1 especie), Dasyproctidae (1 especie), Dinomyidae (1 especie), Erethizontidae
(1 especie) y Sciuridae (1 especie), siendo la lapa (Cuniculus paca) y el borugo (Cuniculus
taczanowskii) los roedores más cazados en los ecosistemas del área protegida.
133
©Angela Parra-Romero
LC
CURÍ
Cavia aperea
Brazilian Guinea Pig
Medidas: Machos: L.C. 20-25 cm, L.P. 4,5-5 cm, L.O. 2-2,2
Hembras: L.C. 19,1-20 cm, L.P. 4,8- 5, L.O. 1,6-2,1
Peso: Machos: 191 g. Hembras: 115-172.5 g.
134
reportado que, en cualquier temporada del año, la hembra tiene dos crías, cuyo pe-
riodo de gestación es de aproximadamente 61 días y el de lactancia, de hasta 15 días.
Dato CuriOSO. Es una especie que usa caminos hechos por el constante tránsito de
otros mamíferos o de ellos mismos, siendo fácil encontrar su rastro (huellas o heces).
El género Cavia se origina de la palabra “savia” en portugués, que proviene de la lengua
indígena brasileña “tupi” donde usaban la palabra sawiya o sabúia para denominar “la
familia de la rata
Relaciones culturales. Es uno de los animales más conocidos por los pobladores lo-
cales, puesto que fueron cazados y consumidos durante décadas por su carne, aunque
no era uno de los alimentos más apetecidos por las comunidades de Chingaza.
Mano
~ 4 cm
Pata
~ 4 cm
Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Pérez-Torres, J. (2020). Cavia aperea. En A. Parra-Romero y
J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
(pp. 134-135). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
135
©Jorge Brito
LC
136
Historia natural. Se distribuye desde el occidente de Venezuela, pasando por el norte
de la cordillera de los Andes, en Colombia, hasta el norte de Perú. Habita bosques sub-
tropicales, templados y altoandinos, en alturas que oscilan entre los 1100 a los 3700
m s. n. m. A su vez, se encuentra en la parte baja del páramo. Es una especie insectí-
vora de hábitos nocturnos, aunque puede alimentarse también de partes de plantas
y otros invertebrados. Es de hábitos semifosoriales, es decir, se desplaza a través de
la vegetación rasante por medio de túneles o pequeños corredores y encuentra sus
refugios en la vegetación que se acumula en la base de las plantas del páramo y los
bosques, generalmente cerca de cuerpos de agua.
En Chingaza. Es una de las especies más elusivas en Chingaza. Fue registrada por
López-Arévalo y Montenegro-Díaz (1993) en Carpanta, entre los 2600 y los 3050 m
de elevación, y por Pérez-Torres (1997), en el sector del río Frío. Se proyecta hacer más
muestreos en otras zonas del Parque para determinar su distribución real.
Relaciones culturales. Es conocido como ratón de campo entre los habitantes del
Parque, pero es muy difícil de ver debido a su tamaño y su coloración críptica.
©Jorge Brito
137
©Daniel A. Porras
LC
138
Historia natural. Se distribuye a lo largo del norte de Venezuela y a través de Colom-
bia, Ecuador y Perú. En Colombia, se encuentra en las tres cordilleras, desde los 1500
a los 4000 m s. n. m., y habita áreas rocosas, áreas abiertas con vegetación arbustiva,
principalmente bosques de niebla, páramos, bosques subtropicales y bosques ar-
bustivos, incluso se han obtenido registros en áreas transformadas. Son roedores de
hábitos nocturnos y principalmente terrestres, así como de hábitos omnívoros, que
prefieren los ambientes húmedos.
Dato CuriOSO. Es una de las especies de roedores más pequeñas de Colombia. Es bue-
na trepadora y casi siempre se la encuentra refugiada entre la densa vegetación, entre
rocas y raíces. El término Microryzomys significa ‘pequeño ratón’, al igual que minutus,
que hace énfasis en su diminuto tamaño.
En Chingaza. Es una especie de hábitos elusivos y poco frecuente de avistar, por lo que
sus registros se han obtenido mediante el uso de trampas de captura. Ha sido registra-
da por López-Arévalo y Montenegro-Díaz (1993) en la reserva Carpanta y, en 2019, en la
vereda Tendidos de río Negro, en Gachalá. Se proyecta hacer más muestreos en otras
zonas del Parque para determinar su distribución real.
Relaciones culturales. Se le llama ratón de campo, pero es poco conocido entre los
habitantes de la zona.
©Miguel Rodríguez
Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Pérez-Torres, J. (2020). Microryzomys minutus. En A. Pa-
rra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Na-
tural Chingaza (pp. 138-139). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
139
©Daira Ximena Villagran
LC
140
con disturbios o cultivos. Se alimenta de insectos y otros invertebrados, así como de
materia vegetal del suelo. En el rango de su distribución, se encuentra en áreas pro-
tegidas como el PNN Chingaza y el PNN Sumapaz, por lo que los expertos presumen
que su población se encuentra estable.
Dato CuriOSO. Es una especie solitaria y difícil de ver de manera directa. Presenta
adaptaciones morfológicas semifosoriales que le permiten recorrer la vegetación
propia del ecosistema de páramo, como son los pajonales y musgos. El nombre
Neomicroxus hace referencia a “nuevo”, debido a que las especies clasificadas en este
grupo conforman un nuevo género. Anteriormente, se encontraba dentro del género
Akodon.
En Chingaza. Es una especie que se puede encontrar en distintos sectores del Parque,
puesto que tiene una alta tolerancia a los disturbios. Fue registrada en Carpanta, en el
área de páramo, sobre los 3000 m s. n. m. y, en el sector de Siete Cuerales, a 2500 m s.
n. m por López-Arévalo y Montenegro-Díaz (1993). Se proyecta hacer más muestreos
en otras zonas del Parque para determinar su distribución real.
Relaciones culturales. Los pobladores locales lo conocen como uno de los muchos
roedores que habitan el Parque y mencionan que se encuentra entre la hojarasca de
los frailejones en horas de la noche.
Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Pérez-Torres, J. (2020). Neomicroxus bogotensis. En A. Pa-
rra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Na-
tural Chingaza (pp. 140-141). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
141
©Daniel A. Porras
LC
RATÓN MONTAÑERO
Thomasomys laniger
Butcher Oldfield Mouse
142
quedades debajo de los arbustos para ubicar sus refugios. Se asocia principalmente
a las zonas de bosque andino. Mediante una investigación realizada en el Valle del
Frailejón, se estimó una expectativa de vida de 30 meses y se observó que, entre los 15
y los 16 meses de edad, los machos se convertían en adultos, mientras que las hembras
maduraban antes (de 13 a 14 meses), para alcanzar un promedio de vida de entre 19
y 20 meses.
Dato CuriOSO. Se encuentran más activos entre las 18:30 h y las 5:30 h, cuando reco-
rren la vegetación en búsqueda de alimento. Las madrigueras que utilizan para dor-
mir están conformadas por arbustos con oquedades poco profundas que se encuen-
tran cubiertas de vegetación.
©Daniel A. Porras
Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Pérez-Torres, J. (2020). Thomasomys laniger. En A. Parra-Ro-
mero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural
Chingaza (pp. 142-143). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
143
©Miguel Rodríguez
LC
144
Historia natural. Es una especie que se distribuye en la cordillera Oriental de los An-
des, en Colombia. Se puede encontrar entre arbustos y pastizales entre los 2550 y los
3000 m s. n. m. Es una especie terrestre solitaria y endémica de las zonas frías y de
páramo. Se alimenta principalmente de hojas tiernas y hierbas, pero se considera om-
nívora. Se puede encontrar en zonas de frailejonales en el páramo.
Dato CuriOSO. Es una especie endémica que solo habita en los departamentos de Bo-
yacá y Cundinamarca (en Colombia). El nombre del género (Thomasomys) hace honor
al científico británico Michael Rogers Thomas (1858-1929), que describió más de 2200
especies.
Relaciones culturales. Debido a las investigaciones realizadas dentro del área prote-
gida, algunos pobladores locales han podido distinguir a esta especie por sus particu-
lares pelos blancos de las patas.
©Miguel Rodríguez
Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Pérez-Torres, J. (2020). Thomasomys niveipes. En A. Pa-
rra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Na-
tural Chingaza (pp. 144-145). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
145
©Julián Mejia
LC III
LAPA
Cuniculus paca
Agouti
Medidas: L.T. 70-80 cm; L.P. 10,7-13 cm; L.O. 4,3-5,6 cm.
Peso: 500-1300 g.
Identificación: Se caracteriza por tener un pelaje corto y grueso, de color castaño roji-
zo, y entre tres y cuatro líneas de manchas blancas alargadas en los flancos. El rostro,
pecho y la parte ventral son de color blanco. La cabeza es de gran tamaño, con orejas
cortas y largas, y vibrisas de colores negro y blanco. En los machos, la quijada es un
poco más ensanchada que en las hembras. La cola es pequeña, se encuentra escondi-
da en el pelaje y no tiene pelos. Los dedos de las patas tienen cinco dedos, mientras
que las de las manos tienen cuatro.
146
territorio. Se encuentra desde los 0 hasta más allá de los 2000 m s. n. m. Es una espe-
cie de hábitos nocturnos y principalmente frugívora, aunque con frecuencia consume
hojas, flores, semillas y tubérculos. Generalmente, se encuentra asociada a cuerpos
de agua.
Relaciones culturales. Es una especie que es cazada para el consumo humano, puesto
que su carne es muy apetecida por las comunidades locales de toda la zona. Algunos
pobladores le atribuían valores medicinales: usaban la bilis para sacar espinas y cu-
rar la ceguera de los perros, cuando eran orinados por los zorrillos o mordidos por las
hormigas. Algunos, incluso, le concedían poderes para alejar las energías negativas.
Mano
~ 3.5 cm
~ 4 cm
Pata
~ 4 cm
Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Pérez-Torres, J. (2020). Cuniculus paca. En A. Parra-Romero
y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
(pp. 146-147). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
147
©Carolina Hortúa
NT
BORUGO DE PÁRAMO 21
0
3
Cuniculus taczanowskii 18 6
15 9
Mountain paca 12
Medidas: L.T. 51 cm, L.P. 8,2 cm, L.C. 1 cm, L.O. 3,5 cm
Peso: 4-10 kg.
Identificación: Es un roedor grande de cola muy corta, cuerpo robusto y pelaje denso
(mayor de 10 mm) que le ayuda a protegerse de las bajas temperaturas. Es de cabeza
grande, ojos grandes y orejas desnudas y pequeñas. Posee vibrisas de color blanco y
negro. El color del pelaje varía de rojizo a gris y presenta cuatro hileras de manchas
blancas a los lados. Sus patas son cortas. Las patas posteriores tienen cinco dedos y
las anteriores, cuatro.
148
la capacidad de diferenciar entre los estados de generación de los frutos que consu-
me, lo que le permite seleccionar sus alimentos. Tiene, asimismo, gran habilidad para
cavar y se desplaza utilizando sus dedos, lo que le confiere mayor velocidad. Puede
reproducirse en cualquier época del año y las hembras, generalmente, maduran a
los nueve meses de edad, mientras que los machos maduran a los diez meses. Puede
también construir madrigueras de hasta dos metros de profundidad. Es una especie
que sirve de alimento para otras especies de mamíferos depredadores más grandes.
Dato CuriOSO. El borugo es un animal solitario, excepto cuando está con sus crías.
Prefiere desplazarse en la noche para evitar a sus depredadores. Generalmente, busca
oquedades naturales en las paredes de las montañas para ubicar sus refugios. Tam-
bién puede alojarse en espacios huecos que se forman en el bosque cuando caen los
árboles.
Mano
~ 3.5 cm
~ 4.5 cm
Pata
~ 3.5 cm
149
©Fernando Trujillo
LC
GUATÍN
Dasyprocta fuliginosa
Black Agouti
Medidas: C.C. 41-66 cm, L.C. 1-3 cm, L.P. 12-14 cm, L.O. 3,6-4,7 cm
Peso: 200-500 g.
150
pero consume plántulas y pequeños animales como complemento a su dieta. En al-
gunas localidades, se puede establecer bien en sitios modificados por las personas,
aprovechando los cultivos para alimentarse. Es una especie diurna, aunque si hay
demasiada actividad humana, puede volverse crepuscular. Generalmente, nacen dos
crías por camada, aunque se han registrado hasta tres o cuatro. A medida que las crías
van creciendo, la agresión entre ellas aumenta por la competencia por el alimento
hasta que finalmente dejan el grupo familiar.
Dato CuriOSO. Utiliza troncos huecos o espacios debajo de árboles caídos para ubicar
sus refugios, los cuales acondiciona con todo tipo de material vegetal que encuentra
disponible, incluso puede usar su propio pelaje para acomodar mejor el refugio. La
madriguera puede ser compartida por hembra y macho. Contribuye a la dispersión de
semillas y a la regeneración natural de los bosques donde habita.
Relaciones culturales. El guatín ha sido consumido por buena parte de los poblado-
res y habitantes del Parque durante décadas, los cuales han aprendido a reconocer sus
caminos y madrigueras. En ocasiones, los cazaban porque se podían volver plaga en
los cultivos de yuca.
Claridad taxonómica. Debido a la ubicación del PNN Chingaza, en una zona donde
convergen ecosistemas andinos y orinocenses, no se descarta la posibilidad de que en
los ecosistemas del área protegida también se encuentre el guatín centroamericano
(Dasyprocta punctata), por lo que son necesarios más estudios al respecto.
Mano
~ 3.5 cm
~ 4 cm
Pata
~ 4 cm
Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Pérez-Torres, J. (2020). Dasyprocta fuliginosa. En A. Pa-
rra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Na-
tural Chingaza (pp. 150-151). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
151
©Karin Osbahr
LC VU
Medidas: : C.C. 73-79 cm, L.C. 14,5-17,4 cm, L.P. 11,4-12,3 cm, L.O. 2-2,5 cm
Peso: 8- 11 kg.
152
Historia natural. Se distribuye en las tres cordilleras de Colombia y llega a Venezue-
la, Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil. Habita desde los 250 hasta los 3500 m s. n. m en
bosques húmedos, especialmente en zonas escarpadas. Se alimenta de hojas, tallos
y rizomas, que manipula con las manos, y se caracteriza por alimentarse en posición
sentada. Vive en grupos familiares. Los adultos y las crías son ágiles trepando.
Dato CuriOSO. Son mamíferos que buscan madrigueras para refugiarse y, en sus co-
mederos, se pueden ver las marcas de los incisivos. Aunque se trata de un roedor, su
gestación es de 223 a 283 días, con una o dos crías por parto al año. Las crías son pre-
coces.
En Chingaza. Durante los años noventa, fue registrada en los sectores de Piedras Gor-
das y Palacio. Sin embargo, no se tienen otros registros de la especie en el área prote-
gida, por lo que su presencia es dudosa para esta región.
Pata
~ 6 cm
Citación sugerida: Paredes C., González-Maya, J. F. y Osbahr, K. (2020). Dinomys branickii. En A. Parra-Romero y
J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza
(pp. 152-153). Bogotá: Parques Nacionales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
153
©Fernando Trujillo
LC
PUERCOESPÍN BICOLOR
Coendou prehensilis
Brazilian Porcupine
Medidas: L.T. 44,4-56 cm, L.C. 33-57,8 cm, L.P. 8-9,5 cm. L.O. 4-6,1cm
Peso: 3900 g.
154
Historia natural. Se distribuye desde Colombia hasta Argentina, incluida Bolivia,
Brasil y Venezuela. En el país, se encuentra en la región Amazónica, Andina, Caribe y
Orinoquía. Habita bosques húmedos y secos hasta los 2500 m s. n. m. Es una especie
arborícola, solitaria y rara vez se encuentra en el suelo, por lo que sus rastros son di-
fíciles de observar. Se alimenta de las hojas, los frutos y la corteza de los árboles que
frecuenta. Cuando se encuentran varios individuos de la misma especie, generalmen-
te se muerden y defienden utilizando sus espinas.
Dato CuriOSO. El nombre del género (Coendou) proviene de la lengua nativa brasileña
y hace referencia al animal mismo, mientras que prehensilis significa ‘apto para atra-
par’ en latín, por su cola prensil. Generalmente, la hembra alcanza la madurez sexual
a los nueve meses y puede llegar a reproducirse por más de doce años.
Mano
~ 2.5 cm
~ 5.5 cm
Pata
~ 3.5 cm
155
©Julián Mejía
LC
ARDILLA ROJA
Syntheosciurus granatensis
Red-tailed squirrel
Medidas: L.T. 18,8-28,5 cm, L.C. 14- 28 cm, L.P. 4-6,5 cm; L.O. 1,6-3,6 cm
Peso: 212-538 g
156
Historia natural. Se encuentra desde Costa Rica hasta Ecuador y Venezuela. En Co-
lombia, habita en las regiones Andina, Caribe y Pacífica. Habita bosques primarios,
secundarios y zonas intervenidas que se encuentran desde los 0 hasta los 3000 m s.
n. m. Se alimenta de frutos y semillas, especialmente de palmas, gaques (Clusia spp.),
treshojas (Billia colombiana) y lulo (Solanum spp.). Su reproducción está asociada a la
oferta de alimento y, generalmente, el periodo de gestación oscila entre las 15 y 16 se-
manas, al término del cual nacen de dos a tres crías.
Dato CuriOSO. La ardilla roja encuentra en los árboles no solo refugio para ella, sino
también para su alimento, pues en los orificios de algunas cortezas almacena semi-
llas que usa en caso de que escasee la comida. Recientemente fue clasificada dentro
del género Syntheosciurus, previamente asignada a Notosciurus, que significa ‘ardilla
combinada’, mientras que granatensis se refiere a la Nueva Granada, en alusión a que
el espécimen usado para su descripción fue colectado en Cartagena (Colombia).
En Chingaza. En el Parque, se la puede observar, a distintas horas del día, en los bor-
des de los bosques de los senderos Sua Sie y la Arboleda. Además, ha sido registrada
en Carpanta y en Laguna de Chingaza, así como en el área de función amortiguadora
(en Fómeque, Choachí, San Juanito, Gachalá y Medina).
Relaciones culturales. Fascina a los pobladores de Chingaza por su rapidez. Sin em-
bargo, era cazada por el agrado que manifestaba hacia los cultivos de mazorca y cacao
y, en ocasiones, se aprovechaba su carne. Incluso hay historias sobre los intentos de
domesticarlas para tenerlas de mascotas.
Mano
~ 4cm
~5 cm
Pata
~ 2.5 cm
157
¿CÓMO Y DÓNDE
AVISTAR MAMÍFEROS
EN EL PARQUE NACIONAL NATURAL CHINGAZA?
Luis G. Linares-Romero, Angela Parra-Romero, José F. González-Maya
158
• Sus fotografías son valiosas, y más cuando se trata de especies poco observadas.
Puede compartir sus registros con las autoridades del área protegida. Son de gran
utilidad para campañas educativas y de investigación.
• Respete la señalización y aproveche el material disponible a lo largo del Parque y
sus senderos de visitación.
• Si observa animales heridos en los recorridos, informe a los guías. Ellos se pondrán
en contacto con los guardaparques.
Citación sugerida: Linares-Romero, L. G., Parra-Romero, A. y González-Maya, J. F. (2020). Cómo y dónde avistar
mamíferos en el Parque Nacional Natural Chingaza. En A. Parra-Romero y J. F. González-Maya (Eds.), Los rastros
ocultos de Chingaza: guía de mamíferos del Parque Nacional Natural Chingaza (pp. 158-159). Bogotá: Parques Nacio-
nales Naturales de Colombia y ProCAT Colombia.
159
1
Embalse 3
San Rafael
5
4
8
7
6
9
11
10
Embalse
del Guavio
23
13
22
12 14
21
20
18
16 15
17 19
1 8
Cerdocyon Anoura
thous geoffroyi
2 9
Sylvilagus Thomasomys
apollinaris laniger
3 10
Eira Mazama
barbara rufina
4 11
Odocoileus Tremarctos
goudotii ornatus
5 12
Nasuella Dasypus
olivacea novemcinctus
6 13
Cuniculus Puma
taczanowskii concolor
7 14
Didelphis Didelphis
pernigra marsupialis
15 22
Cavia Nasua
aperea nasua
16 23
Cuniculus Lagothrix
paca lagothricha
lugens
17
Artibeus
obscurus
18
Lontra
longicaudis
19
Aoutus
brumbacki
20
Pecari
tajacu
21
Myrmecophaga
tridactyla
Lista de especies
Indicar acá si se ha
Especie Nombre común Página
registrado en otro lugar
Mazama rufina Venado soche 40
Odocoileus goudotii Venado de cola blanca 42
Pecari tajacu Saino 44
Cerdocyon thous Zorro gris 58
Herpailurus
Jaguarundi 50
yagouaroundi
Leopardus pardalis Ocelote 54
Leopardus tigrinus Tigrillo 52
Leopardus wiedii Margay 56
Puma concolor Puma 48
Conepatus
Mapuro 60
semistriatus
Eira barbara Ulama o taira 62
Galictis vittata Grisón o hurón 64
Lontra longicaudis Nutria de rio 66
Mustela frenata Comadreja 68
Nasua nasua Cusumbo 72
Nasuella olivacea Cusumbo solo 70
Potos flavus Perro de monte 74
Tremarctos ornatus Oso andino 76
Murcielaguito
Anoura geoffroyi 84
lengüilargo montano
Murciélago frutero
Artibeus obscurus 86
oscuro
Murciélago sedoso de
Carollia brevicauda 88
cola corta
Murciélago orejón
Micronycteris microtis 90
brasileño
164
Indicar acá si se ha
Especie Nombre común Página
registrado en otro lugar
Murciélago de nariz
Platyrrhinus helleri 92
ancha de Heller
Murciélago
Vampyressa thyone 94
orejiamarillo
Murciélago orejudo
Histiotus montanus 82
marrón
Murciélago peludo
Myotis nigricans 80
oscuro
Dasypus Armadillo de nueve
98
novemcinctus bandas
Didelphis pernigra Zarigueya andina 102
Didelphis marsupialis Zarigueya común 104
Chuchita ratona de
Marmosa robinsoni 106
anteojos
Cryptotis thomasi Musaraña de Thomas 110
Sylvilagus apollinaris Conejo de páramo 114
Myrmecophaga
Oso hormiguero 120
tridactyla
Tamandua
Tamandua 118
tetradactyla
Lagothrix lagothricha Mono churuco 128
Saimiri
Mono ardilla común 124
cassiquiarensis
Aotus brumbacki Mono nocturno 130
Sapajus apella Mono maicero 126
Cavia aperea Curí 134
Ratón colombiano de
Chilomys instans 136
bosque
Microryzomys Ratón arrocero
138
minutus diminuto
Neomicroxus Ratón de campo
140
bogotensis bogotano
Thomasomys laniger Ratón montañero 142
Ratón montañero
Thomasomys niveipes 144
patiblanco
Cuniculus paca Lapa 146
Cuniculus
Borugo 148
taczanowskii
Dasyprocta fuliginosa Ñeque o picure 150
Dinomys branickii Pacarana o guagua 152
Coendou prehensilis Puerco espín 154
Syntheosciurus
Ardilla común 156
granatensis
165
MEMORIAS DE LA
mastozoología en Chingaza
Angela Parra-Romero, José F. González-Maya
Historia
Los registros de investigaciones en el PNN Chingaza evidencian que estas comen-
zaron poco tiempo antes de que fuera declarado Parque Nacional Natural en 1977,
cuando tenía un área aproximada de 50.000 ha distribuidas en los municipios de
Fómeque, La Calera, Guasca, Junín, Gachalá, El Calvario y Restrepo. En el caso de los
investigadores interesados en la mastofauna del área protegida, se registra a Jeffrey P.
Jorgenson y el proyecto “Fauna de los páramos y bosques del Parque Nacional Natural
Chingaza”. Esta fue la primera investigación realizada en el área protegida, en 1980,
con el aval del extinto Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del
Ambiente (Inderena).
Años después, en 1987, la Pontificia Universidad Javeriana organizó un proyecto
de ecología y sistemática con una duración de 10 años, algo inusual para la época. El
proyecto fue liderado por Henry Yesid Bernal, Jhon Donato, Jaime Correa y Julio Mario
Hoyos, quienes, interesados en describir la biodiversidad del PNN Chingaza, convo-
caron a un grupo de estudiantes interesados en desarrollar los inventarios de flora y
fauna del área protegida. De este modo, a partir de salidas exploratorias dentro del
área protegida, desarrolladas como parte de la asignatura de Mastozoología, que dic-
taba el profesor Jaime Correa, se elaboraron los primeros inventarios de mamíferos
de Chingaza.
En las salidas de campo, los investigadores eran recibidos en la cabaña de Piedras
Gordas, la cual, según recuerda Jairo Pérez-Torres, uno de los estudiantes de Masto-
zoología, era similar a un “chalet suizo”, en donde eran recibidos por José Falcónides
Guzmán y el señor Rosas, personal del Inderena.
Al ingresar al Parque, se hospedaban en diferentes lugares dentro de carpas de
montaña, debido a que no se contaba con la infraestructura adecuada para hospedar
166
gente. Durante los campamentos, que localizaban en los sectores de Piedras Gordas,
Monterredondo y La Playa, se repartían las trampas Sherman, que ubicaban de manera
aleatoria. Además, en horas de la noche, hacían recorridos en una camioneta en búsque-
da de conejos, borugos y cualquier otro curioso animal que quedara encandilado por las
luces del vehículo.
Desde ese entonces, Pérez-Torres sintió una fascinación por Chingaza y, en especial,
por el Valle de los Frailejones. Allí, en 1990, se dispuso a evaluar la “Distribución, abun-
dancia y estructura demográfica de la población de Thomasomys laniger” como trabajo
de grado, el cual tuvo una duración de 12 meses y le permitió caminar y habitar las mon-
tañas de Chingaza con el propósito de entender la dinámica de las poblaciones de los
roedores que habitan las turberas y zonas de frailejones.
Paralelamente, Alberto Cadena, profesor de la Universidad Nacional de Colombia,
por medio de un convenio con la Fundación Natura, les facilitó a los entonces estudian-
tes de biología Olga Montenegro y Hugo López-Arévalo desarrollar su trabajo de gra-
do en la Reserva Biológica Carpanta, que, para la fecha (1989), aún no hacía parte del
PNN Chingaza. Su investigación estuvo enfocada en evaluar la variación en el tamaño
poblacional de mamíferos no voladores. Era un tema novedoso que les permitió no
solo acercarse a esa “diversidad oculta”, como la denomina Montenegro (configurada,
por ejemplo, por los roedores, los marsupiales y las musarañas), sino que, además, les
permitió realizar una publicación, junto con otros investigadores, en la revista Journal of
Mammalogy, sobre la cariología, morfología y ecología de Thomasomys laniger y T. niveipes
en Colombia (Gómez-Laverde et al., 1997).
Adicionalmente, el trabajo desarrollado en Carpanta, mediante convenio entre
The Nature Conservancy y la Fundación Natura, denominado “Parques en Peligro” y
apoyado por USAID, permitió fortalecer el área protegida, crear y mejorar la infraes-
tructura existente, establecer jornadas de capacitación, comprar equipos y contratar
más personal, entre ellos los guardaparques locales Alirio García, Eriberto Raigozo,
Arnulfo Pérez y Elias Raigozo. Además de lo anterior, en 1998, hizo posible que 30.000
ha del municipio de Medina entraran a formar parte del PNN Chingaza.
Durante la época de los noventa, a pesar de que eventos de orden público comen-
zaron a presentarse en algunos municipios de Chingaza, el área protegida, que en oca-
siones fue usada como sector de tránsito para diferentes grupos armados, se mantuvo
como un refugio de conocimiento. Por lo tanto, a pesar de algunos percances, fue po-
sible, gracias al trabajo articulado de diversas instituciones, consolidar la primera in-
formación sobre los grupos de artiodáctilos, carnívoros y perisodáctilos (Correa, 1992),
sobre roedores, musarañas, marsupiales (Pérez-Torres, 1992; López-Arévalo y Monte-
negro-Díaz, 1993; Valbuena-López, 1995), sobre aspectos ecológicos del venado de cola
blanco, como la dieta (Ramos-Báez, 1995; Mosquera y Mora, 2000), el comportamiento
(Álvarez y Salazar, 1997) y el estado de salud (Cárdenas y Cristancho, 1998), así como so-
bre el uso de hábitat del borugo de montaña (Núñez-Prieto, 1996).
En esta historia, los avances en el conocimiento de la mastofauna del territorio
Chingaza también se deben a la persistencia de las familias que reconocieron la rique-
za biológica que ellos heredaron y de la cual son responsables. En este sentido, las Re-
servas Naturales de la Sociedad Civil son parte imprescindible en este proceso, pues la
conservación privada es la clave para salvaguardar el hábitat de miles de especies que
son vitales para el bienestar humano. Ejemplo de ello es la Reserva Natural de la So-
ciedad Civil La Laja, que se constituyó en 2004 como la primera área protegida de ca-
rácter privado establecida en el territorio Chingaza. Así, pasó de ser una hacienda con
167
usos campesinos tradicionales a ser un espacio en donde confluye la investigación,
la educación ambiental, el turismo de naturaleza y algunas actividades productivas.
Esta iniciativa ha sido apoyada desde el año 2010 por el Grupo de Mastozoología de
la Universidad Javeriana, cuyo trabajo ha permitido consolidar el listado de mamíferos
de la Reserva. Este grupo, además, le ha abierto el camino a instituciones educativas de
Bogotá, como el Colegio Rochester y el Gimnasio La Fontana, que han forjado y fortale-
cido la idea de monitoreo participativo, mediante el cual se involucran a actores locales,
a la comunidad educativa de Bogotá y a los guardaparques de Parques Nacionales.
Desde la década de los años 2000, no sólo se han integrado nuevas universida-
des, sino que, adicionalmente, se ha ampliado la diversidad de temas estudiados en
el PNN Chingaza. Así, se han estudiado aspectos ecológicos del cusumbo de montaña
(Arias-Mutis y Rodríguez, 2006), la distribución del curí (Arias-Mutis y Rodríguez, 2006),
generalidades del conflicto oso andino-gente (Poveda, 1999; Jiménez, 2011; Parra-Ro-
mero, 2011; Flórez, 2012; Torres-Suancha, 2017; Villaneda, 2019), translocaciones de
roedores Thomasomys spp. (Bueno, 2008), uso de recursos del zorro perruno (Martínez,
2000) y caracterización de dieta de perros ferales (Gómez-Salgado, 2008). Asimismo, se
ha profundizado en distintos elementos sobre el venado de cola blanca, como su esta-
do poblacional (López-Arevalo, 2002; Leguízamo, 2006; Arias-Mutis y Rodríguez, 2006;
Mateus-Gutiérrez y Sánchez, 2008), densidad (Cárdenas, 2003; Arias-Mutis y Rodríguez,
2006), salud (Fundación Makú, 2004), dieta (Arias-Mutis y Rodríguez, 2006) y compor-
tamiento (Aconcha-Abril, 2007).
Debido a la creciente demanda de investigaciones dentro del área protegida, el
PNN Chingaza se convierte en un espacio ideal para que diferentes académicos y cien-
tíficos resuelvan las diversas preguntas de investigación que se plantean para la conser-
vación de ecosistemas estratégicos y especies amenazadas.
En este sentido, en 2007, dos biólogos venezolanos, Isaac Goldstein y Robert Már-
quez, asociados a la Wildlife Conservation Society, plantearon la necesidad de que Par-
ques Nacionales Naturales diseñara una estrategia de monitoreo que permitiera cono-
cer el estado de conservación de las poblaciones de uno de los emblemas de la entidad:
el oso andino. Durante tres años, con apoyo de personal del área protegida, se hizo una
búsqueda sistemática de rastros de presencia de la especie, para conocer las áreas con
presencia y determinar, mediante la instalación de más de 80 cámaras trampa para
2010, que un número aproximado de 16 individuos identificados habitaban el Parque.
Con este novedoso instrumento, no sólo se conoció información relacionada con el
oso andino, como su comportamiento, sino que, además, se confirmó la presencia de
mamíferos que no son tan visibles, debido a sus hábitos elusivos, como el venado soche,
la taira y felinos como el tigrillo y el ocelote. De esta manera, gracias al trabajo realiza-
do en el PNN Chingaza, se consolida el programa de monitoreo del oso andino para el
Sistema de Parques Nacionales Naturales y se les brinda a los guardaparques una for-
mación sin precedentes. Esto ha permitido constituir al área protegida como un eje de
investigación para la especie y ha abierto la posibilidad de involucrar aspectos de ecolo-
gía espacial (Vela-Vargas, 2017; Ortiz, 2019), densidad (Márquez, 2017; Ramírez, 2017),
genética de la conservación (Pulido-Santacruz, 2017), dieta (Ardila, 2019; Álvarez-Córdo-
va et al., en prensa) y salud (Quintero, 2019) del oso andino en el Parque.
Actualmente, la investigación en Chingaza ha permitido involucrar a los guardapar-
ques del área protegida como autores principales o asociados. Y, desde el año 2017, se
han desarrollado proyectos prioritarios para su manejo. Estos involucran trabajos en
el sector del piedemonte enfocados en la evaluación de la población de primates (en
168
el municipio de Medina), la caracterización de los patrones de cacería en el sector occi-
dental del Parque e inventarios de biodiversidad en zonas poco exploradas dentro del
área protegida. Además, múltiples instituciones e investigadores, entre ellas, organiza-
ciones no gubernamentales y universidades, desarrollan diversas investigaciones sobre
los mamíferos del Parque, las cuales contribuyen al conocimiento de este importante
grupo en el país.
Así como reconocemos que son muchos los avances hechos alrededor del conoci-
miento de la mastofauna del PNN Chingaza, así mismo somos conscientes de que tam-
bién son bastantes los retos que tiene el área protegida en materia de conservación de
este grupo tan diverso y de relaciones tan variables con las comunidades locales.
Esperamos que las diferentes figuras de conservación del territorio Chingaza se con-
viertan en espacios ideales para que la sociedad en general se apropie de la biodiversi-
dad que nos enriquece, a partir de actividades que les permitan caminar las montañas
y laderas donde habitan el cusumbo, los ratones de campo y los murciélagos orejones.
Asimismo, deseamos que los vacíos de información expuestos en esta guía motiven a
diferentes estudiantes e investigadores a hacer parte de la historia de Chingaza, para
que, con sus resultados y análisis, nos permitan seguir construyendo herramientas que
se conviertan en oportunidades para mejorar la calidad de vida de las comunidades de
Chingaza y, a la vez, para que las especies y ecosistemas que se resguardan en este terri-
torio puedan prevalecer en el tiempo.
Personajes
Damos un profundo reconocimiento a quienes, con su trabajo, experiencia y dedica-
ción, permitieron consolidar la historia de la mastozoología en Chingaza y quienes,
actualmente, son voceros de la conservación de uno de sus grupos biológicos más ca-
rismáticos y emblemáticos.
169
Eriberto Raigozo
Funcionario del PNN Chingaza: 11 años de trabajo con Par-
ques Nacionales.
Sabedor local de Choachí, vereda El Rosario.
Reconocido por su dedicación y aporte a las diferentes inves-
tigaciones de la mastofauna.
Elias Raigozo
Contratista del .PNN Chingaza: 23 años de trabajo con Par-
ques Nacionales
Sabedor local de Choachí, vereda El Rosario.
Reconocido por su dedicación y aporte a las investigaciones
con oso andino.
Arnulfo Pérez
Funcionario del PNN Chingaza: 20 años de trabajo con Par-
ques Nacionales.
Sabedor local de San Juanito.
Reconocido por su dedicación y aporte a las investigaciones
con oso andino.
Adriana Cifuentes
Contratista del PNN Chingaza: 16 años de trabajo con Par-
ques Nacionales
Sabedora local de Guasca.
Reconocida por su dedicación y aporte a las investigaciones
de mamíferos del Parque, y en especial con el oso andino.
Andrés Melchor
Contratista del PNN Chingaza: 3 años de trabajo con Parques
Nacionales.
Sabedor local de San Juanito.
Reconocido por su dedicación y aporte a las investigaciones
con oso andino.
170
Oscar Raigozo
Contratista del PNN Chingaza: 10 años de trabajo con Par-
ques Nacionales
Sabedor local de Choachí, vereda La Caja.
Reconocido por su dedicación y aporte a las investigaciones
con oso andino y mamíferos asociados.
Julián Zamora
Contratista del PNN Chingaza: 4 años de trabajo con Parques
Nacionales.
Sabedor local de La Calera, vereda Mundo Nuevo.
Reconocido por su dedicación y aporte a las investigaciones
con oso andino.
Augusto Roldán
Contratista del PNN Chingaza: 5 años de trabajo con Parques
Nacionales.
Sabedor local de Medina, vereda Periquito.
Reconocido por su dedicación y aporte a las investigaciones
con los mamíferos del piedemonte.
Fredy Parra
Sabedor local de Medina, vereda Periquito.
Reconocido por su dedicación y aporte a las investigaciones
con los mamíferos del piedemonte.
José Beltrán
Sabedor local de Fómeque, vereda Salitre.
Reconocido por su dedicación y aporte a las investigaciones
con los mamíferos del bosque altandino y páramo.
171
MAMÍFEROS DE CHINGAZA
LISTADO DE ESPECIES CONFIRMADAS
EN EL ÁREA PROTEGIDA
José F. González-Maya, Angela Parra-Romero,
Angela P. Hurtado-Moreno, Héctor E. Ramírez-Chaves y Jairo Pérez-Torres
172
da y actualizada de acuerdo con la taxonomía más reciente y aceptada para el país
(Solari et al., 2013, Ramírez-Chaves y Suárez-Castro, 2014, Ramírez-Chaves et al., 2016,
Ramírez-Chaves et al., 2019) y se mantuvieron solo las especies confirmadas y válidas
taxonómicamente. Una vez obtenida la lista final, se actualizó la información con el
tipo de evidencia de respaldo, la categoría de amenaza según la Lista Roja de Especies
Amenazadas de la UICN (2018) y se identificaron las especies endémicas.
173
En total, se registran confirmadas 101 especies de mamíferos en el PNN Chinga-
za, de las cuales 73 especies fueron registradas por colectas; 20 por fotos de cámaras
trampa; 22 obtenidas de la literatura; y 42 mediante observaciones directas. Se tienen
registros de 11 órdenes y 29 familias, los cuales abarcan casi todos los órdenes de ma-
míferos terrestres registrados en el país (Ramírez-Chaves et al., 2016, Ramírez-Chaves
et al., 2019). El orden de mayor riqueza es Chiroptera, con 44 especies, mientras que
Cingulata, Eulipotyphla, Lagomorpha y Paucituberculata solo están representados
por una especie (Figura 2). Del total de especies, 7 se consideran endémicas para el
país, entre ellas, una musaraña (Cryptotis thomasi) y 6 especies de roedores (Akodon
affinis, Rhipidomys fulviventer, Thomasomys laniger, Thomasomys niveipes, Thomasomys
princeps y Olallamys albicaudus).
Por otra parte, de acuerdo con la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN
(2018), 82 especies se encuentran en la categoría de preocupación menor (least con-
cern: LC); 5, en la de casi amenazada (near threatened: NT); 4, en la de datos insuficien-
tes (data deficient: DD); 5, en vulnerables (VU) una, en la de peligro crítico (critically
endangered: CR); y 5 no han sido evaluadas (NE). Los órdenes con mayor número de
especies (2) en algún grado de amenaza son Carnivora y Primates (Figura 2).
Artiodactyla
Carnivora
Chiroptera
Cingulata
Didelphimorphia
Eulipotyphla
Lagomorpha
Paucituberculata
Pilosa
Primates
Rodentia
5 10 15 20 25 30 35 40 45
174
Tabla 1. Listado de los mamíferos presentes, confirmados y potenciales,
en el Parque Nacional Natural Chingaza, según tipo de evidencia.
175
Orden Familia Especie Evidencia Cat. UICN
Lonchophylla robusta C LC
Mesophylla macconnelli C LC
Micronycteris megalotis C LC
Micronycteris microtis CO LC
Phyllostomus discolor C LC
Phyllostomus hastatus C LC
Platyrrhinus albericoi C LC
Platyrrhinus dorsalis CO LC
Platyrrhinus helleri C LC
Phyllostomidae
Platyrrhinus infuscus CO LC
Platyrrhinus ismaeli C NT
Chiroptera Sturnira bidens CL LC
Sturnira bogotensis CL LC
Sturnira erythromos CL LC
Sturnira parvidens CO LC
Sturnira tildae C LC
Uroderma bilobatum C LC
Vampyressa thyone C LC
Histiotus montanus L LC
Lasiurus blossevillii C LC
Vespertilionidae Myotis nigricans CO LC
Myotis oxyotus CL LC
Myotis riparius CO LC
Dassypodidae Dasypus novemcinctus CFO LC
Didelphis marsupialis FO LC
Didelphis pernigra CFO LC
Didelphidae Marmosa murina C LC
Marmosa robinsoni O LC
Cingulata Monodelphis adusta C LC
Soricidae Cryptotis thomasi CO LC
Leporidae Sylvilagus apolinari CO NE
Caenolestidae Caenolestes fuliginosus CL LC
Myrmecophaga tridactyla FO VU
Myrmecophagidae
Tamandua tetradactyla L LC
Aotidae Aotus brumbacki L VU
Atelidae Lagothrix lagothricha lugens CO CR
Primates
Saimiri cassiquiarensis O NE
Cebidae
Sapajus apella FO LC
Caviidae Cavia aperea CO LC
Akodon affinis L LC
Chilomys instans CL LC
Rodentia
Cricetidae Microryzomys minutus C LC
Neacomys spinosus C LC
Neacomys tenuipes C LC
176
Orden Familia Especie Evidencia Cat. UICN
Nectomys magdalenae O NE
Neomicroxus bogotensis C LC
Nephelomys childi O NE
Oligoryzomys delicatus C LC
Oligoryzomys griseolus C LC
Cricetidae Rhipidomys fulviventer C LC
Rhipidomys latimanus C LC
Thomasomys aureus CL LC
Thomasomys laniger CL LC
Rodentia Thomasomys niveipes CL LC
Thomasomys princeps L DD
Cuniculus paca F LC
Cuniculidae
Cuniculus taczanowskii CFO NT
Dasyproctidae Dasyprocta fuliginosa FO LC
Dinomyidae Dinomys branickii LO LC
Echimyidae Olallamys albicaudus CL DD
Erethizontidae Coendou prehensilis P LC
Sciuridae Syntheosciurus granatensis CFO LC
177
GLOSARIO
178
Piedemonte. Hace referencia al área donde nace una montaña, así como a la llanura
formada al pie de un macizo montañoso por los conos de aluviones.
Placenta. Durante la gestación, órgano intermediario entre la madre y el feto que se
adhiere a la superficie interior del útero y del que nace el cordón umbilical.
Poliandria: En la época reproductiva una hembra copula con varios machos. Condición
de la flor que tiene muchos estambres.
Poliginia: Régimen social de algunos animales en que el macho reúne un harén de
hembras, como ocurre, p. ej., con los gallos, faisanes y otras aves, o entre los ciervos.
Condición de la flor que tiene muchos pistilos.
Rinario: Extremidad de la nariz de la mayoría de los mamíferos cuando esta
desprovisto de pelos y cubierta de un tegumento fino y húmedo.
Trago. Estructura cartilaginosa del oído externo derivada del primer arco branquial.
Uropatagio. Membrana entre las extremidades posteriores, incluye una parte o la
totalidad de la cola.
Vibrisas. Pelos rígidos más o menos largos que actúan como receptores táctiles,
propios de gran número de mamíferos y que aparecen, aislados o formando grupos,
en distintas partes de la cabeza y de los miembros, especialmente sobre los labios.
Taira o ulama
Eira barbara
179
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196
AUTORES
Angela Parra-Romero
Nacida en Bogotá, bióloga de la Pontificia Universidad
Javeriana, con especialización en Derecho del Medio
Ambiente de la Universidad Externado de Colombia.
Ha trabajado en procesos de educación ambiental
con el Jardín Botánico de Bogotá, en la gestión de pro-
yectos de investigación con la Fundación La Laja Chin-
gaza y, desde el 2014, se encuentra vinculada al PNN
Chingaza liderando los procesos de monitoreo, inves-
tigación y manejo de los mamíferos del Parque, con
énfasis en el oso andino, que es su especie favorita por
los retos de conservación que implica. Actualmente es
la profesional de vida silvestre de Parques Nacionales.
José F. González-Maya
Es colombiano y costarricense, países en los que ha
vivido la mayor parte de su vida. Es biólogo de la Uni-
versidad Latina de Costa Rica, Magister Scientae en
Conservación del Centro Agronómico Tropical de In-
vestigación y Enseñanza (CATIE) y doctor en Ciencias
por la UNAM. Actualmente, es director científico de
ProCAT Colombia y ProCAT Internacional y Co-Chair
del Grupo de Especialistas en Pequeños Carnívoros
de la Comisión para la Supervivencia de Especies de
la Unión Mundial para la Conservación de la Natura-
leza (UICN). Sus intereses abarcan principalmente la
ecología y conservación de biodiversidad y la interfaz
entre investigación científica y la planificación de con-
servación, la política pública y la toma de decisiones.
197
David E. Hernández Rodríguez
Oriundo de la capital, es biólogo egresado de la
Universidad Nacional de Colombia y estudiante de
maestría de la Universidad Distrital Francisco José de
Caldas. Aunque su principal interés se ha centrado
en la botánica, ha gestionado y participado en varios
proyectos a fin de abarcar la enorme biodiversidad
de los ecosistemas andinos del PNN Chingaza y de
esta manera asegurar su preservación. La labor que
ha desempeñado durante los cinco años que lleva
vinculado al área protegida se ha concentrado en
las zonas más remotas y desconocidas del Parque, lo
que ha aportado a un conocimiento más completo
de su biodiversidad.
Diego A. Zárrate-Charry
Es biólogo marino de la Universidad Jorge Tadeo Lo-
zano y doctor en Ecosistemas Forestales y Sociedad de
la Universidad Estatal de Oregón (EE. UU.). Su trabajo
se ha enfocado en planificación para conservación en
varias zonas de Colombia y países latinoamericanos,
como Ecuador, Costa Rica y Perú. Su interés de investi-
gación es el desarrollo de estrategias de conservación
de especies y ecosistemas que incluyan y reconozcan
las realidades sociales y económicas regionales en los
países tropicales. Es coordinador científico de la Fun-
dación ProCAT Colombia, consultor de organizaciones
ambientales, y se encuentra liderando proyectos re-
gionales para la conservación del jaguar y otras espe-
cies de mamíferos en el Caribe colombiano.
Héctor E. Ramírez-Chaves
Nació en San Juan de Pasto, Nariño, y es biólogo egre-
sado de la Universidad del Cauca. Actualmente, es
profesor adscrito al Departamento de Ciencias Bio-
lógicas de la Universidad de Caldas y se desempeña
como curador de vertebrados del Centro de Museos,
Museo de Historia Natural, de la Universidad de Cal-
das. Como docente, ha impartido cursos de zoología
de vertebrados y mastozoología. Su interés principal
es el estudio de diversos aspectos de la evolución, sis-
temática, biogeografía y conservación de los mamífe-
ros, especialmente de Colombia.
198
Camilo Paredes-Casas
Nació en Bogotá. Es estudiante de biología de la Uni-
versidad Central. Actualmente, se desempeña como
pasante investigador de la fundación ProCAT Colom-
bia, donde ha participado como coautor en distintas
investigaciones. Como estudiante, ha sido miembro
del Grupo de Investigación en Ecología Comporta-
mental de la Universidad Nacional de Colombia,
sede Bogotá. Su interés principal es el estudio de
mamíferos y reptiles y la planificación de estrategias
que contribuyan a la conservación de los ecosiste-
mas tropicales.
Angela P. Hurtado-Moreno
Es bióloga colombiana egresada de la Pontificia Uni-
versidad Javeriana. Actualmente, cursa la Maestría en
Gestión de Áreas Protegidas y Desarrollo Ecorregional
de la Universidad para la Cooperación Internacional
de Costa Rica. Sus intereses principales son la ecolo-
gía del paisaje y la conservación de la biodiversidad
como herramientas para la planificación territorial.
Cuenta con amplia experiencia en el sector público,
en las líneas de gestión y control ambiental, y realiza
diversas investigaciones en colaboración con ProCAT
Colombia.
199
Los rastros ocultos de Chingaza es el resultado del trabajo coordinado
entre múltiples instituciones y el equipo del Parque Nacional Natural
Chingaza, basado en décadas de trabajo de innumerables investigadores,
instituciones y funcionarios. Este libro en específico es producto del
trabajo de diversos aliados en el marco del trabajo conjunto entre
Parques Nacionales Naturales y la fundación Proyecto de
Conservación de Aguas y Tierras: ProCAT Colombia.
ISBN 978-958-8426-62-4
PARQUES NACIONALES
NATURALES DE COLOMBIA