Num. 3. Ficha de Trabajo (Como Enseñar A Pensar)
Num. 3. Ficha de Trabajo (Como Enseñar A Pensar)
Num. 3. Ficha de Trabajo (Como Enseñar A Pensar)
Oaxaca
CLAVE: 20DNL0002Q
Adecuación curricular.
Tercer semestre.
Grupo “C”.
Tema:
Presenta:
Se ha dicho que por espacio de cientos de miles de años la finalidad primaria del ser humano fue sobrevivir, y cabe suponer que casi todos los
pensamientos del hombre primitivo servían a ese fin. Pero pronto llegó la hora en que el hombre no sólo quiso vivir sino, además, vivir mejor. El
hombre se transformó en un ser social y en ese proceso provocó problemas sociales que, a su vez, requerían solución y una vez más el cerebro
pensante del hombre enfrentó nuevos desafíos, pues no tienen fin ni lo tendrán los problemas de la humanidad. Así, la necesidad de destacar la
importancia de enseñar a los niños a pensar jamás resultó tan apremiante como en la actualidad.
La importancia del pensar y del pensamiento es teórica y verbalmente reconocida. Ansiamos que nuestros niños sean capaces de pensar por sí
mismos, de autodirigirse, de meditar y reflexionar; no queremos que sean precipitados en sus juicios. Ante situaciones nuevas para ellos, confiamos en
que sepan aplicar los conocimientos adquiridos, y tenemos la expectativa de que puedan penetrar en las intenciones de la propaganda que los hace su
blanco. Pensar es una mallera de aprender, de investigar el mundo de las cosas; si el pensamiento tiene alguna finalidad, entonces los hechos así
descubiertos podrán servir para lograrla. Estamos, pues, ante un aprendizaje que encierra un propósito: una persona está en proceso de maduración
cuando determinado propósito disciplina todas sus actividades.
Subestimar el pensar puede estar relacionado asimismo con ideas de poder y autoridad. ¡Si a los niños se les permite pensar, y más aún, si se les
alienta en tal sentido, tal vez piensen cosas que no deben ...! Si objetan, si critican, terminarán por cuestionar el "poder" que pertenece legítimamente a
quienes poseen - ¿o detentan? - la autoridad. En suma, parece que se prefiere estimular la docilidad, la sumisión y la ciega obediencia y también que
nuestros diarios esfuerzos por crear una sociedad auténticamente libre, no son todo lo celosos y dinámicos que sería deseable. Implica finalmente que
sentimos miedo de enfrentar las consecuencias del pensar.
Las operaciones del pensamiento:
Comparar: cuenta entonces con la oportunidad de observar diferencias y similitudes por la vía de los hechos o la contemplación. Examina dos
o más objetos, ideas o procesos procurando observar cuáles son sus interrelaciones. Busca puntos de coincidencia o de no coincidencia.
Resumir: es guiar al estudiante para que establezca de modo breve o condensado, la sustancia de los presentado y replantee la esencia del
asunto, de la idea o ideas centrales. Concisión sin omisión de puntos importantes.
Observar: observar y observación encierran la idea de vigilar, reparar, notar, percibir. Observar es orientar al estudiante para que descubra
cosas, para que desarrolle la admiración y reaccione ante lo que le presenta el mundo, la realidad o lo estudiado.
Clasificar: es orientar al estudiante para que distribuya cosas, agrupe conforme a ciertos principios, ponga en orden la existencia, contribuya a
dar significado a la experiencia, analice, sintetice y aplique categorías.
Interpretar: es conducir al estudiante a procesos mediante los cuales extraiga ciertos significados de sus experiencias. Requiere que
califique, aporte pruebas, transmita convicción, explique sus significados y demuestre la comprensión que ha desarrollado.
Formular críticas: es crear experiencias que le permitan al estudiante emitir juicios, analizar, evaluar según principios y normas implícitas o
explícitas en las aseveraciones. Implica señalar con argumentos puntos positivos, negativos o interesantes.
Búsqueda de suposiciones: un supuesto o una suposición es, por definición, algo que se da por sentado y existente. Damos por supuesto,
verbigracia, que algo es probablemente cierto o probablemente falso.
Imaginar: es contribuir con los estudiantes para que se formen idea de algo no presente, a que perciban mentalmente algo no enteramente
experimentado. Implica permitirles crear, forjar libremente imágenes mentales, dejar atrás lo prosaico y cultivar lo nuevo y diferente.
Reunir y organizar datos: consiste en darle la oportunidad al estudiante de hacer trabajos independientes, generados por la curiosidad y
alimentado por sus propias preguntas e investigaciones.
Formular hipótesis: es permitirle al estudiante enuncia propuestas, posibles soluciones a problemas planteados. Implica suponer sobre las
soluciones, los estados de las cosas, relativas a fuentes de datos, o acerca del tiempo para hacer trabajos, o sobre la disponibilidad de
recursos, o sobre los valores en juego.
Aplicar hechos y principios a nuevas situaciones: implica los desafíos que afronta el estudiante para hacer útil ciertos principios, reglas,
generalizaciones o leyes. Para resolver situaciones aplicando conceptos y generalizaciones o transferir aplicaciones de un contexto a otro.
Tomar decisiones: es impeler al estudiante para que a más de aplicar hechos y principios atienda a los valores para decidir. Las situaciones
planteadas deben permitirle la construcción, vivencia y consecuencia de las decisiones personales y colectivas.
Diseñar proyectos o hacer investigaciones: un proyecto implica trazar un plan para lograr su mejor ejecución, los niños, por primera vez,
advierten con claridad la importancia de contar con un plan. Si hay que responder a ciertas preguntas, habrá que reunir cierta clase de datos.
Codificar: es acrecentar la responsabilidad del estudiante con respecto a su propio pensamiento a través de sus trabajos escritos. Implica
hacerle caer en la cuenta de generalidades, dualidades, calificativos, valoraciones, atribuciones innecesarias.
Marcar con letras del "código" diferentes escritos: familiarizados los alumnos con algunos símbolos del "código", se les solicita que
marquen así algún escrito elegido por el maestro: un editorial, una selección de una revista infantil. Se les indica entonces que busquen las
expresiones extremas y radicales, las afirmaciones de valores, las atribuciones e imputaciones.
El pensamiento se asocia íntimamente con el hombre total. No se limita sólo a la esfera del conocimiento; abarca también la imaginación, incluye
el pensar con algún propósito y fomenta la expresión de valores, actitudes, sentimientos, creencias y aspiraciones. Si avalamos la significación que
tiene el pensamiento en el crecimiento y preservación de una sociedad libre, y si reconocemos hasta qué punto las experiencias que nos enseñan a
pensar contribuyen a la maduración. El pensamiento es la actividad y creación de la mente; dícese de todo aquello que es traído a existencia
mediante la actividad del intelecto. El término es comúnmente utilizado como forma genérica que define todos los productos que la mente puede
generar incluyendo las actividades racionales del intelecto o las abstracciones de la imaginación; todo aquello que sea de naturaleza mental es
considerado pensamiento, bien sean estos abstractos, racionales, creativos, artísticos, etc. Se considera pensamiento también la coordinación del
trabajo creativo de múltiples individuos con una perspectiva unificada en el contexto de una institución.
Conducta y pensamiento:
El carácter incompleto del pensamiento se ve reflejado por ciertas conductas, tales como la impulsividad, la excesiva dependencia del profesor, la
incapacidad para concentrarse y captar significados, la rigidez y la falta de flexibilidad, la extrema falta de confianza, etc., que tenderían a disminuir si
se brindan suficientes ocasiones para participar en los diversos procesos que implica el acto de pensar. Teniendo en cuenta que la capacidad de pensar
está en todo ser humano normal, lo que el docente debe hacer para con sus alumnos es brindar oportunidades para pensar y examinar los resultados de
esa actividad. Los docentes no deben asumir la responsabilidad de cambiar la conducta de los alumnos sino la responsabilidad de proporcionarles
oportunidades para que los alumnos modifiquen su conducta. Igualmente, la buena enseñanza no debe medirse solamente por las modificaciones
producidas en la conducta del alumno. Si los alumnos no cambian no indica que no se han brindado experiencias positivas, sino simplemente que no
cambian. Si el ambiente escolar es rico en oportunidades para pensar correctamente, es probable que la mayoría de los alumnos adquieran la capacidad
de modificar su propia conducta. Los docentes deben buscar cambios autodirigidos por los propios alumnos y, éstos asumen su propia responsabilidad.
Es necesario proporcionar experiencias que lo capaciten para tomar decisiones en lo que atañe a su conducta.
Impulsividad: muchos maestros creen que esta conducta se vincula estrechamente con el pensamiento. Dicen que esos niños impulsivos
tendrían que cesar de pensar y tomarse un tiempo para considerar mejor el problema y sus alternativas.
Dependencia excesiva del maestro: si esto ocurre una y otra vez, el docente suele prevenirle que en esta vida existen sobradas ocasiones de
pensar en que el niño no tendrá ningún maestro que le preste ayuda y que le convendría aprender a pensar desde ahora con su propia cabeza.
Aquí también se vincula esta dependencia a la falta de experiencia y práctica en pensar por sí mismo.
Incapacidad para concentrarse: un error inconsciente puede arruinar un trabajo que se perfilaba como excelente. Nótese que relacionan la
conducta directamente con el pensamiento. Aquí lo que se necesita es un programa de estudios que destaque la necesidad de pensar bien.
Dificultades para captar el significado de las cosas: no parecen percibir el significado de sus propias experiencias; tienen poco sentido de las
grandes ideas. Se dice que son superficiales, no reflexivos; que pensar no es para sus cabezas; que eso es demasiado profundo para sus mentes.
Conducta dogmática, asertiva: muchas de sus expresiones son del tipo todo o nada. Carece de sensibilidad para captar los matices de la
expresión, las tonalidades del significado. Suele ser igualmente asertivo y categórico en proposiciones que carecen de pruebas reales.
Conducta rígida, inflexible: son niños fuertemente necesitados de enfrentar nuevas situaciones que los hagan pensar. Los maestros relacionan
su conducta con su forma de pensar y tienen plena conciencia de la necesidad de proporcionarles múltiples actividades que les enseñen a
pensar.
Falta de confianza extrema en el propio pensamiento: pertenecen a este grupo los niños que jamás se atreven a responder a preguntas que
encierran la necesidad de pensar. Si en el aula se suscita un debate, es habitual en ellos llegarse hasta el maestro y confesarle que querían decir
algo pero que no sabían si era correcto, o que no sabían si los otros niños los atacarían con críticas despiadadas.
Resistencia a pensar: la mayoría de los maestros conocen casos de niños que parecen no querer pensar. Quieren que el maestro les bosqueje
lo que deben hacer y entonces sí lo hacen. Detestan los trabajos, proyectos, discusiones e investigaciones independientes. Son los
"aprendelecciones" de nuestra sociedad escolar. No quieren tener la menor duda sobre las tareas escolares.