Comunicación, Expresión y Lenguaje Comunicación, Expresión y Lenguaje

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2 Comunicación oral y escrita

Comunicación, expresión y lenguaje


El hombre es una criatura que se comunica, así lo afirma H. Dalziel Duncan (citado en Ferrer,
1994:21) cuando señala que, por su naturaleza y para satisfacer sus necesidades, el hombre ha
debido comunicarse con sus semejantes utilizando señales, movimientos o signos, pues nadie
puede existir en un grupo o una sociedad sin alguna forma de comunicación.

Comunicación
Comunicar es llegar a compartir algo de nosotros mismos. Es decir, es una cualidad racional y
emocional específica del hombre que surge de la necesidad de ponerse en contacto con los de-
más, cuando intercambia ideas que adquieren sentido o significación de acuerdo con experiencias
previas comunes. Varios autores1 definen este fenómeno llamado comunicación. Según Ferrer
(1994:25), consiste en

la creación de significados compartidos a través de procesos simbólicos.

Lo anterior significa que (como afirma Wilbur Schramm,2 1972:17), aunque las personas ten-
gan marcos de referencia distintos —porque piensen, vivan y hablen en forma diferente—, en el
momento de establecer comunicación tienen un propósito de entendimiento, es decir, pretenden
lograr algo en común por medio del mensaje que intentan compartir.

A A C B B

Los diversos modos en que los seres humanos intercambiamos ideas, desde la señal, el gesto
o la imagen, hasta la palabra hablada o escrita —todos los signos, símbolos y medios por los cua-
les transmitimos significados y valores a otros seres humanos—, constituyen lo que llamamos
formas de expresión (Paoli, 1985:67).

Expresión
La palabra expresión proviene del término latino expressus que
significa “exprimido”, “salido”.
Para transmitir una expresión basta con manifestarla, se dé
o no la recepción por parte de otra persona. En cambio, el con-
cepto de comunicación proviene del prefijo latino cum = con
y munus = común, de donde se deriva communis, que quiere
decir “comunidad” o “estado en común” (Fernández Collado y
L. Dahnke [1986:3]).
Al revisar los conceptos de expresión y comunicación, la
diferencia básica que observamos es la siguiente: para expre-
sar basta con manifestar algo de nosotros mismos; en cambio,

1
Cooley, Bryson, Mann, Oliver, Langer, Johnson, Monteigne, R. Wriglat, Simons, Berenstein e I. A. Richards, entre
otros.
2
Para Wilbur Schramm, uno de los principios básicos de la teoría general de la comunicación es que los signos pueden
tener solamente el significado que la experiencia del individuo permita leer en ellos, ya que sólo es posible interpretar
un mensaje dependiendo de los signos que conocemos y de los significados que hemos aprendido a atribuirles; esto es
lo que constituye el “marco de referencia”, y es en función de él como los individuos pueden llegar a compartir algún
significado.
La comunicación oral 3

para comunicar necesitamos tener la intención de compartir


“Expresar” es simplemente “sacar”; es “manifestar los
ese algo con otros; entonces, la comunicación no supone sólo pensamientos y las impresiones de nuestra realidad
expresar ideas o sentimientos y transmitirlos a otros, el ver- por medio de la palabra, gestos o actitudes”; “es la
dadero sentido de la comunicación está en nuestra intención representación, a través de símbolos e imágenes, de
de enviar mensajes para provocar una respuesta en los demás, una manifestación de nuestra propia individualidad,
pues dicha respuesta es la que nos permitirá saber que fuimos y puede estar dirigida o no a otro sujeto”.
comprendidos por los demás. (E. Ander-Egg y J. Aguilar, 1985:17.)
Con base en las definiciones citadas, hay comunicación
cuando en una expresión que corresponde a la realidad de
un sujeto hay intercambio de ideas con otro u otros; cuan-
do existe la intención psicológica de unión; cuando dos o más
individuos logran pensar y sentir en tal forma que las ideas
de unos se vuelven bienes compartidos de los otros, se hacen
comunes.

Lenguaje
El medio por el que nos comunicamos los seres humanos se
llama lenguaje, el cual se puede definir como “un conjunto
de signos estructurados que dan a entender una cosa” (Mo-
rris, 1985:37). En sus orígenes, el hombre se comunicaba
con lenguajes no verbales, mediante su cuerpo y sus órga-
nos sensoriales: la voz, el gesto, los movimientos, los ojos.
Cada forma, sonido o identificación humana constituían una
señal que identificaba a un hombre con otro, relacionaban una cosa con otra, iban de un te-
rritorio a otro; por eso el lenguaje es la “facultad propia del hombre para la expresión de sus
ideas” (Blake y Haroldsen, 1980:7) y se considera “el vehículo primario para la comunicación”
(Ferrer, 1994:25).
El lenguaje nace como el más trascendental de los inventos que ha desarrollado el hombre
para comprender su mundo, y desempeña una función central en las sociedades civilizadas, pues
influye tanto en su nivel de desarrollo y progreso como en el del conocimiento. Al igual que la
comunicación, el lenguaje tiene una naturaleza social, pues los humanos tenemos facultad de
hacernos entender por otros medios (sonidos, mímica, dibujos, etcétera, aunque ningún lenguaje
funcionaría si no existiera la interacción humana, como dice Rafael Seco (citado en Fernández de
la Torrente, 1990:7):

El lenguaje es el gran instrumento de comunicación de que dispone la humanidad, íntimamen-


te ligado a la civilización, hasta tal punto que se ha llegado a discutir si fue el lenguaje el que
nació de la sociedad, o fue la sociedad de la que nació del lenguaje.

Funciones del lenguaje


Bühler (citado en El lenguaje de J. Roca Ponds, 1973:13) distingue tres funciones trascendentales
del lenguaje, que acompañan a las intenciones básicas del hombre cuando quiere comunicarse
con otros:3
1. La función representativa: es aquella por la cual el lenguaje llega a transmitir un conte-
nido. Requiere un sistema de signos representativos de sucesos o cosas. Es propia sola-
mente del hombre, que es capaz de simbolizar con ideas su realidad.

3
Bühler (citado en El lenguaje de J. Roca Ponds, p. 13) habla sobre estas funciones con un sentido biológico o genético
del lenguaje, que son trasladadas a la actividad psíquica del hombre y en especial a su facultad de hablar.
4 Comunicación oral y escrita

2. La función expresiva: es la que manifiesta el estado psíquico del hablante. A diferencia


de la anterior, esta función también puede encontrarse en las expresiones de ciertos ani-
males; por ejemplo, las aves cuyo canto no es un llamado a las aves vecinas, sino una ex-
presión de su estado afectivo. En la comunicación del hombre dicha función se manifiesta
con singular claridad y es notoria, sobre todo, en el lenguaje de los niños.
3. La función apelativa o de llamada: por medio de ésta se actúa sobre el oyente para di-
rigir o atraer su atención. Puede compararse con las señales de tránsito de las grandes
ciudades o, por ejemplo, con el ladrido del perro que ahuyenta. El lenguaje es, en primer
término, una llamada al oyente.

El lenguaje verbal
“Es el atributo que distingue notablemente al hombre” (Blake y Haroldsen, 1980:7) y pertenece
a la gente, a los grupos, a los países. Con el lenguaje verbal las ideas se traducen en palabras. Las
palabras tienen que ver con los cambios de pensamiento y con la evolución de nuestros pueblos
en todas sus actividades; tales cambios influyen en los distintos modos de decir o nombrar las
cosas; surge así otro término ligado a la expresión, al lenguaje y a la comunicación humana: la
lengua (Ferrer, 1994:23-25).

Lengua
Es la manera en que un grupo o una sociedad utilizan el len-
guaje verbal acorde a su región, forma de vivir y comportarse.
Como explica Ferdinand de Saussure, el habla es el uso,
el instrumento individual, y la lengua la estructura, el tejido
gramatical, el pensamiento organizado de un pueblo o una
sociedad; la lengua es la que une a las personas y, en gran
medida, hace a una nación (Ferrer, 1994:29).
Es así como expresión, lenguaje, lengua y habla se funden
en el concepto de comunicación; el lenguaje es “el sistema
de signos articulados que denota un significado y sirve como
vehículo para la interacción”. La lengua es “la red compleja,
cambiante, de adaptaciones diversas, según el modo de vivir
de cada pueblo” (Edward Sapir, citado por Ferrer, 1994: 20-30).
El habla y la expresión son de uso individual. De aquí la frase
La lengua es el habla de las mayorías; es el reflejo popular: Quien no habla con los demás y como los demás,
del acontecer cotidiano y del decir coloquial de la corre el riesgo de no ser entendido.
gente.
(Ferrer, 1994:23-25.)

LENGUAJE LENGUA

Vehículo para Modos de decir


la comunicación HABLA o nombrar
de ideas uso las cosas
individual
COMUNICACIÓN

Interacción e intercambio
de ideas con otros
La comunicación oral 5

Naturaleza social de la comunicación


La comunicación es un fenómeno social en constante dinamismo y alteración,
porque está sujeta a los cambios de pensamiento del hombre, a las modifica-
ciones del lenguaje a través del tiempo y a los efectos que la misma dinámica
del proceso va provocando en los individuos o grupos que interactúan.
En un valioso estudio sobre el tema, Ray L. Birdwhistell escribió: “La
comunicación, para mí tanto ayer como hoy, es la estructura dinámica que
sostiene el orden y la creatividad en el seno de la interacción social” (citado
en Ferrer, 1994:29).
Fernández Sotelo (1990:14) hace referencia a la naturaleza social de
la comunicación, describiendo cuatro características que la definen: 1. se
integra con personas; 2. es transaccional; 3. es dinámica; 4. influye recípro-
camente.
1. Se integra con miembros o personas que tienen la posibilidad de
relacionarse y conocerse. Esto implica que necesita existir la po-
sibilidad de reunión, para que la comunicación se vuelva realidad,
manifestándose en sentido plural. Es el otro quien nos dará un sen-
tido, y solamente compartiendo se puede buscar ese momento de unión para lograr el fin
común y ponerle significado a las expectativas y respuestas de ambos.
2. Es transaccional por la interacción de personas que pueden comunicarse entre sí y logran
entenderse, pues sin el intercambio de ideas no lograríamos compartir experiencias per-
sonales, ni habría conceptos como humanidad, fraternidad, cooperación, etcétera; tam-
poco existiría la ciencia y viviríamos en un mundo en donde la vida no tendría sentido.
El enfoque transaccional condiciona, en gran medida, la forma de sentir del hombre en
relación con el mundo que le rodea y con el ambiente en el que se tiene que comunicar.
3. Es dinámica porque la comunicación fluye en forma continua, en un dinamismo de fuer-
zas en cambio constante que no pueden considerarse elementos inmutables o fijos en el
tiempo y el espacio. La comunicación permite vislumbrar una cantidad de particulari-
dades que interactúan de manera siempre dinámica,
variable e irrepetible, afectando en diversas formas a
los participantes del proceso.
4. Afecta recíprocamente; si ya quedó claro el carácter
personal, transaccional y dinámico de la comunica-
ción, no será difícil entender que el hombre no está
solo, que hay otros seres conviviendo con él y, como
por instinto tiene conciencia de sí mismo, de igual
modo debe tener algún propósito respecto de los de-
más para ser. El sentido de la existencia humana tiene
su base primordial en el encuentro con los demás y su
efecto. Los hombres, por el hecho de necesitarse, en-
contrarse y comunicarse, estarán conscientes de que
toda relación humana implica una influencia recípro-
ca y efectos mutuos.

De acuerdo con tales características de su naturaleza social y los conceptos relacionados que
hemos tratado, la comunicación humana implica:
• compartir con otras personas
• lograr significados comunes
• ejercer una influencia recíproca
• vivir en comunión
• tener una interacción continua
6 Comunicación oral y escrita

El proceso de la comunicación
No hay una fórmula que determine que la comunicación ocurre siempre igual entre las personas.
Las situaciones sociales que vivimos a diario y los acontecimientos o hechos van cambiando, al
igual que el pensamiento y la vida de la gente. La interacción humana va transcurriendo día con
día, con resultados que afectan los pensamientos y las conductas personales a la vez que provo-
can nuevas interacciones, por lo que es posible pensar en la comunicación como en un proceso
de fases sucesivas en el tiempo, debido a que está siempre en continuo cambio. La dinámica de
la comunicación, al igual que un proceso, se define como “conjunto de las fases sucesivas de un
fenómeno en el tiempo” (Diccionario enciclopédico, 1996:1311).
Para comprender mejor y estudiar cómo ocurre esta dinámica, cuáles elementos la componen y
cómo es la relación entre ellos, es necesario “detener” el proceso de comunicación y observarlo cui-
dadosamente; identificar sus componentes, analizar sus relaciones, pero manteniéndolo detenido o
estático en el tiempo, como si tomáramos una fotografía en donde todos y cada uno de los elementos
registrados han quedado fijos por un instante; no hay que olvidar que lo captado es sólo un instante
o momento de la dinámica completa de todo el proceso de comunicación (cfr. Berlo, 1980:20-27).
Para analizar cada uno de los componentes, sus interrelaciones y la influencia entre ellos, los
estudiosos de la comunicación han representado la dinámica de este proceso en algunos modelos.

Modelos de comunicación
El término modelo proviene del latín modulus, que significa molde; “es aquello que se imita, es
la reproducción de un objeto o una realidad” (Diccionario Santillana, 1995:961). Los modelos
de comunicación sirven para representar la relación y dinámica entre los componentes del proceso
comunicativo. Algunos muestran más que otros; sin embargo, en todos ellos se destacan tres ele-
mentos indispensables para que se produzca la comunicación: 1. emisor, 2. mensaje y 3. receptor.
Estos elementos se representan en un modelo unidireccional que se considera básico en los
estudios de la comunicación (Paoli, 1985:28).

EMISOR
el que envía

MENSAJE
lo que se comunica

RECEPTOR
el que recibe

De los modelos básicos, uno de los más utilizados ha sido el desarrollado por el matemático
Claude Shannon (1947) y difundido por Warren Weaver (1948) para demostrar la comunicación
electrónica (citados en Berlo, 1980:23-24). Este modelo, denominado Shannon-Weaver, incluye
los siguientes componentes:

Transmisor Señal Receptor

Fuente Destino
La comunicación oral 7

Schannon y Weaver4 descubrieron la utilidad del modelo para describir la comunicación hu-
mana de la siguiente manera:

Fuente Transmisor Señal


el origen el que envía el mensaje

Receptor
el que recibe

Destino
capta o entiende

A partir de este modelo, otros estudiosos comienzan a representar el proceso de comunica-


ción de una forma más compleja, entre ellos Schramm, Westley y McLean, Fearing y Johnson
(citados en Berlo, 1980:24), quienes introducen la noción de circularidad con base en la res-
puesta o retroalimentación5 que implicaba el modelo. También se añaden tres elementos: la
codificación, o construcción de ideas del emisor para expresar un mensaje; la decodificación o
interpretación del mensaje por parte del que escucha, y el ruido, que se refiere a los obstáculos
que pueden presentarse en el proceso y que impiden su efectividad. Con el modelo circular se
pone énfasis en que toda acción comunicativa y el modo de efectuarla producen un efecto en el
receptor, quien llegará a reaccionar de alguna forma provocando, a la vez, una nueva interacción
comunicativa.

MENSAJE
Canal
Canal

codificación decodificación

EMISOR
RECEPTOR

RECEPTOR
EMISOR
decodificación
codificación

Canal
Canal
MENSAJE
Ruido RETROALIMENTACIÓN Ruido
(Feedback)

4
Schannon y Weaver. The mathematical theory of communication, University of Illinois, Urbana, 1949 (citado
por Schramm, 1971:23).
5
Traducción del término en inglés feedback, acuñado para expresar el sentido de respuesta en la transacción del proceso
de comunicación. El feedback, o mensaje de retorno, puede partir no sólo del que lo recibe. El mensaje mismo puede
ser fuente de retroalimentación; por ejemplo, un escritor, al corregir su obra, encuentra elementos para, según su
criterio, decir mejor las cosas (Paoli, 1985:30-31).
8 Comunicación oral y escrita

Los modelos circulares más actuales han completado el enfoque de intercambio y de in-
fluencia recíproca entre los participantes del proceso —por lo que se han dado en llamar tran-
saccionales— y destacan los siguientes elementos:
• La interdependencia entre fuente y receptor para compartir sus marcos de referencia:6
cultura, socialización, conocimientos, habilidades, actitudes, creencias y valores.
• La influencia de los diferentes medios o canales por los cuales se envían los mensajes
constantemente.
• La retroalimentación, que favorece la interacción y tiene como propósito lograr la fideli-
dad del mensaje, a través de la comprensión del mensaje verbal y no verbal.
• Los posibles ruidos que pudieran presentarse en cualquiera de los elementos para obs-
taculizar o bloquear la comunicación.
• La utilización de un código (el lenguaje o idioma utilizado), un contenido (las ideas que
se van a transmitir) y un tratamiento (las diversas formas aprendidas para comunicar)
que determinan si el mensaje puede ser comprendido o no por el receptor.
• La influencia del contexto social o el ambiente físico y psicológico en donde se realiza la
comunicación.

MODELO TRANSACCIONAL
CONTEXTO
(ruido) Canal o medio (ruido)
Canal o medio M
MENSAJEE Canal o medio

Contenido
Código
EMISOR RECEPTOR
Tratamiento
(ruido)

(ruido) ETROA
ALIMENT TACIÓ
RETROALIMENTACIÓN (ruido)
Canal o medio (ruido) Canal o medio
CONTEXTO

Todos los elementos que se presentan son variables. En la realidad, los mensajes siempre
viajan a través de diversos canales y medios, de manera que se juntan, se relacionan y cambian, de
acuerdo con la socialización o el “marco de referencia” de las personas, quienes atribuyen signi-
ficados a las palabras, las señales o los símbolos, según el contexto o la situación social en que se
encuentren en el momento de comunicarse.
En tal dinámica no se puede decir que los elementos vayan uno después de otro, ni que éstos sean
independientes. En el proceso comunicativo todos intervienen a la vez en una interacción constante
e irrepetible en el tiempo; todos influyen y llegan a afectar el significado del mensaje o la identifica-
ción entre emisor y receptor. Por eso, todos los componentes son importantes para el conocimiento
de la comunicación y ninguno debe excluirse en el análisis de este proceso humano e intangible.

Los componentes de la comunicación


Para examinar cada elemento del modelo transaccional, vamos a tomar como referencia a David
K. Berlo, quien en su libro El proceso de la comunicación (1980:24-25) hace referencia a todos y
cada uno de ellos:
1. La fuente (codificador). Es el origen del mensaje; puede ser cualquier persona, grupo o
institución, que genere un mensaje para transmitirlo.

6
Wilbur Schramm menciona que “uno de los principios básicos de la teoría general de la comunicación [es] que los
signos pueden tener solamente el significado que la experiencia del individuo le permita leer en ellos”, ya que sólo
podremos interpretar un mensaje dependiendo de los signos que conocemos y de los significados que hemos apren-
dido a atribuirles. Para Schramm esto constituye un “marco de referencia” (citado en Paoli, 1985:28).
La comunicación oral 9

2. El emisor también codifica.7 Es la persona que emite o envía el mensaje. Fuente y emisor
se consideran un solo elemento cuando la persona que idea y crea el mensaje es la misma
que lo transmite.
3. El receptor (decodificador). Es la persona o el grupo de personas a quien o a quienes se
dirige el mensaje. Es el destinatario o la audiencia objetivo de la comunicación y todo
aquel que capte el mensaje. Al igual que el emisor, el receptor cuenta con capacidades
para decodificar8 el mensaje y responder a la comunicación; entre ellas están:
a) Habilidades comunicativas: implican oír, procesar información, leer, escribir, hablar,
etcétera.
b) Conocimientos: sobre el tema, la gente, la situación o sobre sí mismo.
c) Actitudes: para juzgar a la fuente y al emisor, el tema, la situación.
d) Sistema social: grupo al que se pertenece; región o país en donde han vivido emisor y
receptor.
4. El mensaje. Es el contenido expresado y transmitido por el emisor al receptor, el cual está
integrado por tres elementos:
a) El código: es el sistema estructurado de signos, como son los lenguajes español, inglés,
chino, alemán, francés, etcétera, o bien, otros tipos de lenguajes como el de la música.
b) El contenido: son las ideas que constituyen el mensaje; es lo que se comunica.
c) El tratamiento: es la elección de un “estilo” o modo de decir las cosas, con el objetivo
de facilitar la comprensión del mensaje, debido a la probabilidad de que, si el lenguaje
es inapropiado, el contenido de ideas puede no tener significado para el receptor.
5. El canal. Es el medio o vehículo por el cual se envía y viaja el mensaje. Una carta es un medio
escrito que viaja a través de un sistema de correo, fax o de una persona; un libro, el cine, la
televisión, el periódico, una revista, la computadora son medios que transmiten mensajes.
Los mismos sentidos físicos son canales que transportan información al cerebro. La voz es
un medio que usamos para enviar mensajes que viajan por el aire hasta llegar a los oídos del
receptor, etcétera. Podemos usar un gran número de canales o tipos de medios, aunque no
hay que olvidar que cuanto más directo sea el canal utilizado, y más sentidos se estimulen,
mayor impacto producirá el mensaje en el destinatario.
6. La retroalimentación. Es el elemento clave que pro-
picia la interacción o transacción entre el emisor y
el receptor, ya que ambas partes se aseguran de que el
mensaje fue recibido y compartido. Se da gran canti-
dad de retroalimentación no verbal cuando las perso-
nas se hablan cara a cara, en forma directa e inmedia-
ta; llega a haber retroalimentación posterior al acto
comunicativo, es decir, en forma mediata y a través de
diversos medios, como puede ser algún mensaje por
carta, por teléfono, fax, correo electrónico, etcétera.
También el mensaje mismo es fuente de retroalimen-
tación, fenómeno que ocurre cuando una persona está
escribiendo y, después de leer su texto, corrige errores
para mejorar el lenguaje o su comunicación.
7. El ruido. Son barreras u obstáculos que se presentan
en cualquier momento del proceso y provocan malos entendidos, confusiones, desinterés;
incluso, impiden que el mensaje llegue a su destino. Los ruidos más comunes que alteran
la situación comunicativa se clasifican de acuerdo con el elemento del proceso de comu-
nicación al que afecten en forma directa; tenemos varios tipos:
a) Ruido psicológico: se presenta en el emisor y el receptor. Es un estado anímico mental
o emocional producido por la situación que se vive; por ejemplo, tensión, tristeza,
angustia, enojo, apatía, etcétera.

7
Codificar: Formular un mensaje siguiendo las reglas de un código.
8
Decodificar: Interpretar o traducir la información que se recibe a través de un lenguaje. (Definiciones del Diccionario
enciclopédico Océano, 1996.)

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