Causas y Consecuencias DL Alcohol en Los Adolescentes

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CAUSAS Y CONSECUENCIAS DL ALCOHOL EN LOS ADOLESCENTES

Causas
El alcoholismo es un tipo de droga dependencia. Hay dos tipos de dependencia en esta adicción: la física y la psicológica. La
dependencia física se revela por sí misma, cuando se interrumpe la ingesta de alcohol, con síntomas muy claros como la
tolerancia, cada vez mayor, al alcohol y enfermedades asociadas a su consumo. El efecto directo del alcohol en el  sistema
nervioso es la depresión, como resultado de la disminución de la actividad, la ansiedad, tensión e inhibiciones. Incluso un
pequeño nivel de alcohol dentro del cuerpo enlentece las reacciones. La concentración y el juicio empiezan a empeorar. En
cantidades excesivas, el alcohol produce una intoxicación y envenenamiento.
El alcohol también afecta a otros sistemas corporales. Puede aparecer una irritación del tracto gastrointestinal con erosiones
en las paredes del estómago debidas a las náuseas y vómitos. Las vitaminas no se absorben bien, y esto ocasiona
deficiencias nutricionales en los alcohólicos de larga evolución. También ocasiona problemas en el hígado (cirrosis hepática).
El sistema cardiovascular se ve afectado por cardiopatías. También puede aparecer una alteración sexual causando una
disfunción en la erección del pene en el hombre y una desaparición de la menstruación en la mujer. El consumo de alcohol
durante el embarazo puede causar problemas en el desarrollo del feto, produciendo el llamado síndrome fetal del alcohol.
El desarrollo de la dependencia del alcohol puede ocurrir entre los 5 y 25 años siguiendo una progresión. Primero se
desarrolla la tolerancia alcohol. Esto ocurre en personas que son capaces de consumir una gran cantidad de alcohol antes de
que se noten los efectos adversos. Después de la tolerancia aparecerán los lapsus de memoria. Más tarde aparece la falta
del control de beber, y la persona afectada no puede permanecer sin beber, lo necesita para desarrollar su vida diaria.
El problema más serio de los bebedores son las complicaciones físicas y mentales. Algunas personas son capaces de
conseguir un control sobre su dependencia en las fases tempranas antes de la total pérdida del control. No hay una causa
definida del alcoholismo, pero hay factores que pueden jugar un papel en su desarrollo. Es más probable el
desencadenamiento de un alcoholismo en las personas con algún familiar alcohólico que en otras que no lo tienen. No se
conoce la razón, que puede encontrarse en anomalías genéticas o bioquímicas.
Causas del consumo de alcohol en los jóvenes:
La mayoría de los jóvenes toman bebidas alcohólicas
 Para sentirse bien y divertirse.  Para estar más a gusto en reuniones.
 Para descansar y olvidar el estrés.  Para ser parte del grupo.
 Para escapar de los problemas.  Para emborracharse
 Porque les gusta el sabor de las bebidas
alcohólicas
Efectos del alcoholismo: Podemos considerar que existen dos tipos de intoxicación debida al consumo de alcohol cada una
con características diferentes; Intoxicación Aguda e Intoxicación Crónica.
a. Intoxicación Aguda: Es la ocasionada por la ingestión masiva de alcohol. La absorción de este alcohol por el organismo
esta determinada por:
 La graduación: concentración de alcohol en la bebida.  El peso del sujeto: menos peso, más absorción.
 La composición química de las bebidas: puede favorecer  El sexo: las mujeres son más sensibles.
la absorción del alcohol
 La habituación: estados avanzados de alcoholismo
 La presencia de comida en el estomago reducen la tolerancia al alcohol.
Una vez absorbido el alcohol, es metabolizado en una compleja serie de reacciones. Los efectos, según la cantidad, pasan
por:
1. Frase prodrómica: (0,25 gr/L-0,3 gr./L) Cuando el individuo percibe un cambio en su estado mental. Determinados
test psicomotores y aptitud revelan alteraciones que afectan la percepción de los sentidos y una disminución de los reflejos.
2. Excitación: (0,3 gr. / 1,5 gr/L) Perdida de la inhibición y perdida del autocontrol con parálisis progresiva de los procesos
mentales más complejos. Este es el primer estado que puede comportar cambios de personalidad.
3. Incoordinación: (1,5 gr/L-3 gr/L): Temblor, confusión mental, incoordinación motriz: generalmente, la persona acaba
durmiéndose.
4. Coma y muerte (+3 gr/l)
b. Intoxicación crónica:
Provocada por intoxicaciones agudas repetidas o excesivas y continuadas consumo de alcohol. La enfermedad dependerá
del hábito de beber de cada individuo. El beber consistentemente y en forma sostenida puede con el transcurso del tiempo
causar síntomas de supresión durante los períodos de no tomar y un sentido de dependencia, pero esta dependencia física
no es la única causa del alcoholismo. Estudios sobre las personas con enfermedades crónicas quiénes han tomado
medicamentos para el dolor durante mucho tiempo han encontrado que una vez que estas personas resisten el proceso de
retiro físico, a menudo pierden todo deseo para los medicamentos que habían estado tomando. Para desarrollar alcoholismo,
otros factores generalmente juegan un rol, incluyendo la biología y la genética, la cultura y la psicología. (12)
El alcohol y la química cerebral
El deseo para el alcohol durante la abstinencia, el dolor de la supresión y la tasa alta de recaídas se deben a la adaptación y
dependencia del cerebro a los cambios en su química causados por el uso de largo plazo del alcohol. El alcohol actúa como
un depresivo en el sistema nervioso central y causa relajación y euforia. En el cerebro, un grupo pequeño de mensajeros
químicos, conocidos como neurotransmisores, es responsable de los cambios en el comportamiento después de beber
alcohol. (12)
Factores genéticos y el alcohol
En las personas con alcoholismo severo, los investigadores han ubicado un gen que afecta la función de una estructura de
nervio-célula conocida como receptor de dopamina D2 (DRD2), el cual, a su vez, influye la actividad de dopamina. Este gen
también se encuentra en las personas con el trastorno de déficit de atención, quienes tienen un mayor riesgo para el
alcoholismo, y es también presente en las personas con el síndrome de Tourette y autismo(11). La asociación de este gen
con estos problemas neurológicos conduce a algunos expertos a creer que el gen receptor de dopamina D2 no es una causa
primaria del alcoholismo, pero que las personas con este gen tienen mayor probabilidad de beber para tratar los síntomas
psicológicos y conductuales de sus trastornos neurológicos. Además, un estudio principal no encontró alguna conexión en lo
absoluto entre el gen DRD2 y el alcoholismo. Se necesita más trabajo en esta área. (12)
El alcohol, la depresión y la ansiedad.
Algunas personas beben para aliviar la ansiedad o la depresión, y teorías se han propuesto sobre el hecho de que una
tendencia hereditaria para la depresión o la ansiedad pueden hacer a personas más propensas al alcoholismo. Estudios han
indicado, sin embargo, que cuando los niños de padres alcohólicos son criados por padres no alcohólicos, sus riesgos para el
alcoholismo permanecen altos pero oportunidades para la depresión o la ansiedad no son mayores que las de la población
general. En efecto, la ansiedad y la depresión mismas son causadas por el alcoholismo y pueden ser reducidas después de la
supresión del alcohol. La depresión y la ansiedad también pueden desempeñar una función principal en el desarrollo de
alcoholismo en los ancianos y en otros quienes son sujetos a cambios de vida no deseados, como la jubilación, la pérdida de
un cónyuge o amigo(a) y los problemas médicos. (12)
El alcohol y los efectos físicos
El alcohol no está expuesto a ningún proceso de digestión por lo que en su mayoría pasa primero al intestino delgado para
después ser absorbido por el torrente sanguíneo. Sólo una pequeña parte llega directamente a la sangre a través de las
paredes estomacales. En la sangre el alcohol es metabolizado (descompuesto para ser eliminado o aprovechado por el
organismo) mediante el proceso de oxidación. Es decir, se fusiona con el oxígeno y se descompone de modo que sus
elementos básicos abandonan el cuerpo de forma de bióxido de carbono y agua. El primer lugar de oxidación es el hígado, el
cual descompone aproximadamente el 50% del alcohol ingerido en una hora. El resto permanece en el torrente sanguíneo
hasta ser eliminado lentamente. (12)
El alcohol y los efectos psicológicos
El alcohol afecta en primer lugar al Sistema Nervioso Central (ver anexo # 5) y su ingerencia excesiva y prolongada puede
provocar daño cerebral. Popularmente se cree que el alcohol incrementa la excitación, pero en realidad deprime muchos
centros cerebrales. La sensación de excitación se debe precisamente a que al deprimirse algunos centros cerebrales se
reducen las tensiones y las inhibiciones y la persona experimenta sensaciones expandidas de sociabilidad o euforia. Por eso
se dice, que el alcohol "anestesia la censura interna". Sin embargo, si la concentración de alcohol excede ciertos niveles en la
sangre interfiere con los procesos mentales superiores de modo que la percepción visual es distorsionada, la coordinación
motora, el balance, el lenguaje y la visión sufren también fuertes deterioros. Fuertes cantidades de alcohol reducen el dolor y
molestias corporales e inducen al sueño. Pero su uso continuo irrita las paredes estomacales llegando incluso a desarrollarse
úlceras. Adicionalmente tiende a acumularse grasa en el hígado, interfiriendo con su funcionamiento. En alcohólicos crónicos
se provocan graves trastornos cerebrales, hepáticos (cirrosis) y cardiovasculares (aumenta la presión sanguínea y con ello el
riesgo de un infarto). Está demostrado que el alcohol incrementa el nivel de los triglicéridos (grasa no saturada o vegetal en
las arterias) y con ello también el riesgo de un infarto. Finalmente, como es ampliamente conocido, el alcohol provoca
adicción física y dependencia psicológica. (12)

Consecuencia del alcoholismo


Cerca de 200,000 defunciones al año pueden ser completamente o parcialmente atribuidas al beber. El alcoholismo puede
matar en muchas maneras diferentes. En total, reduce la esperanza de vida por 10 a 12 años. Entre más temprano una
persona empieza a beber grandes cantidades de alcohol en gran medida, mayores serán sus perspectivas de desarrollar
enfermedades graves más adelante. (12)
La sobredosis
El alcohol es una droga y personas pueden morir de la sobredosis. Esto es un peligro específico para los adolescentes que
pueden querer impresionar a sus amigos con su capacidad para beber alcohol pero que todavía no pueden medir los efectos.
(12)
Accidentes y violencia.
El alcohol juega una función mayor en más de la mitad de todas las muertes automovilísticas. Menos de dos bebidas pueden
deteriorar la capacidad para conducir. El alcohol también aumenta el riesgo para las lesiones accidentales resultando de
muchas otras causas (12)
Problemas médicos
El alcoholismo puede dañar el cuerpo en tantas maneras, que es imposible tratar estos problemas plenamente en un informe
corto. Lo siguiente son sólo algunos de los trastornos causados por el consumo crónico del alcohol:
• Cardiopatía. Aunque el consumo moderado del alcohol parece reducir el riesgo de los ataques cardíacos al mejorar los
niveles de colesterol, dosis más grandes de alcohol pueden desencadenar latidos del corazón irregulares y aumentar la
presión arterial hasta en personas sin una historia de cardiopatía. Esta confirmado que personas que consumían más de tres
bebidas alcohólicas al día tenían una presión arterial muy alta, con los bebedores más empedernidos teniendo presiones
arteriales aún mayor; las personas que tomaban se iban de borrachera en borrachera tenían presiones arteriales mayores
que las personas que bebió regularmente. Un estimado 11% de todos los casos de hipertensión son causados por una
ingesta alcohólica excesiva. El abuso crónico del alcohol también puede lesionar el músculo del corazón que conduce a la
insuficiencia cardíaca; las mujeres son particularmente vulnerables a este trastorno.
• El cáncer. El alcohol quizás no cause cáncer, pero probablemente puede realzar los efectos carcinogénicos de otras
sustancias, como el humo de cigarrillos. Cerca de 75% de cánceres del esófago (ver anexo # 6) y 50% de cánceres de la
boca, la garganta y la laringe se atribuyen al alcoholismo. El alcoholismo también se asocia con un mayor riesgo para los
cánceres color rectal. El tabaquismo combinado con el beber realza los riesgos para todos estos cánceres
extraordinariamente. El riesgo para el cáncer hepático aumenta en los alcohólicos y hasta el beber moderadamente (tres a
nueve bebidas a la semana) puede aumentar las perspectivas del desarrollo del cáncer de mama en las mujeres.
• Trastornos mentales y neurológicos. El uso habitual del alcohol deprime el sistema nervioso central, produciendo depresión
clínica, confusión y, en los casos graves, psicosis y trastornos mentales. El alcohol también puede causar problemas
neurológicos más leves, incluyendo insomnio y cefalea (dolores de cabeza) (especialmente después de beber vino rojo).
Excepto en los casos graves, el daño neurológico no es permanente y la abstinencia casi siempre conduce a la recuperación
de la función mental normal.
• Problemas gastrointestinales (del tubo digestivo). El hígado en particular es puesto en peligro por el alcohol. Aquí, el alcohol
se convierte en una sustancia aún más tóxica, acetaldehído, que puede causar daño sustancial, incluyendo cirrosis en 10%
de personas con alcoholismo. El daño hepático es más común y se desarrolla más rápidamente en las mujeres que en los
hombres con historias similares del abuso de alcohol. Dentro del tracto gastrointestinal, el alcohol puede contribuir a la causa
de úlceras y de pancreatitis, una grave infección del páncreas. En una escalamenor, puede causar diarrea y hemorroides.
• Trastornos de la piel, musculares y óseos. El alcoholismo severo se asocia con la osteoporosis, la emaciación de los
músculos con hinchazones y dolor, las heridas de la piel y comezón. Además, parece que las mujeres dependientes del
alcohol confrontan un mayor riesgo para el daño a los músculos, incluyendo músculos del corazón, por los efectos tóxicos del
alcohol.
• Las infecciones. El alcohol suprime el sistema inmunitario y las personas con alcoholismo son propensas a las infecciones,
en particular a la neumonía.
• Problemas sexuales. El alcoholismo aumenta los niveles de la hormona femenina estrógeno y reduce los niveles de la
hormona masculina testosterona, factores que contribuyen a la impotencia en los hombres.
• La diabetes. El alcohol puede causar hipoglicemia, una disminución en el azúcar sanguíneo, que es especialmente
peligrosa para las personas con diabetes que están tomando insulina. Las personas que están intoxicadas quizás no puedan
reconocer los síntomas de la hipoglicemia, una enfermedad particularmente peligrosa.
• La malnutrición y el síndrome de Wernicke-Korsakoff. Una pinta de whisky proporciona cerca de la mitad de las calorías
diarias que necesita un adulto, pero no tiene valor nutritivo. Además de reemplazar los alimentos, el alcohol también puede
dificultar la absorción de las proteínas, las vitaminas y otros nutrientes. La malnutrición puede causar muchos problemas en
las personas con alcoholismo, pero la carencia de la vitamina Btiamina es un riesgo específico. Puede dar lugar a una grave
enfermedad, el síndrome de Wernicke-Korsakoff, el cual puede causar daño cerebral permanente y la muerte. 40% de las
personas con este síndrome mueren durante el tratamiento del alcoholismo. Los síntomas son el tambaleo severo, la
confusión y la pérdida de la memoria. Otro problema nutricional grave es la carencia de la vitamina B ácido fólico, la cual
puede causaranemia severa.
• Síndrome de dificultad respiratoria agudo. El síndrome de dificultad respiratoria agudo (ARDS, acute respiratory distress
syndrome) es a veces una forma mortal de la insuficiencia del pulmón que puede ser causada por varias afecciones médicas
(incluyendo la cirugía del baipás del corazón y del pulmón, una infección severa, el trauma, las transfusiones de sangre, la
neumonía y otras infecciones del pulmón). Un estudio reciente indica que los pacientes de terapia intensiva con unos
antecedentes del abuso de alcohol tienen un riesgo significativamente mayor para el desarrollo de ARDS durante la
hospitalización.
• Interacciones de medicamentos. Los efectos de muchos medicamentos son fortalecidos por el alcohol, mientras que otros
son inhibidos. De importancia especial es su efecto de refuerzo sobre los medicamentos que también deprimen el sistema
nervioso central, incluyendo medicamentos de antiansiedad, sedativos, antidepresivos y anti psicóticos. El alcohol interactúa
con muchos medicamentos usados por diabéticos. Dificulta los medicamentos que previenen las crisis convulsivas y con
aquellos usados para prevenir la coagulación de la sangre. Aumenta el riesgo para la hemorragia del tubo gastrointestinal en
las personas que toman aspirina u otros medicamentos inflamatorios sin esteroides. En otras palabras, tomando casi
cualquier medicación debe excluir el beber alcohol.
• Embarazo y desarrollo infantil. Hasta las cantidades moderadas de alcohol pueden tener efectos dañinos sobre el feto en
desarrollo, incluyendo bajo peso al nacer y un mayor riesgo para el aborto espontáneo. Las cantidades altas pueden causar
síndrome alcohólico fetal, que puede dar lugar al daño cerebral y tanto al retardo mental como al del crecimiento. Un estudio
reciente indica un riesgo significativamente mayor para la leucemia en los lactantes de mujeres que beben cualquier tipo de
alcohol durante el embarazo.
• Problemas para las personas mayores. Conforme envejecen las personas el cuerpo metaboliza el alcohol de manera
diferente. Toma menos bebidas para intoxicarse, y los órganos pueden ser dañados por cantidades más pequeñas de
alcohol. Las personas con cirrosis alcohólica, tienen una tasa de mortalidad; para las personas mayores de 60 años de es de
50% comparado con sólo 7% para los jóvenes.
• Efectos psicológicos sobre los niños. Casi siete millones de niños viven en hogares con al menos un padre alcohólico. El
alcoholismo aumenta el riesgopara el comportamiento y el abuso violentos. Los niños de padres alcohólicos tienden
responder peor que otros académicamente, tener una incidencia mayor de depresión, ansiedad, estrés y tener autoestima
inferior que otros niños
Prevención al alcoholismo
Una de las medidas preventivas en contra del alcoholismo es la de establecer campañas
para poder proporcionar información por medio de folletos, trípticos, en forma oral, entre otros, con el fin de empezar a hacer
consciente a la población de la problemática, tratando de tocar puntos esenciales, tales como:
¿Qué es el alcoholismo?, ¿En qué consiste?, ¿Por qué se da?, ¿Cuáles son los efectos que produce la ingestión excesiva de
alcohol? lugares a donde se puede acudir a solicitar información, ayuda, entre otros. Otra medida de prevención es la de
implantar programas dentro y fuera de las instituciones educativas con el fin de empezar a sembrar la semilla en las futuras
generaciones y buscar nuevas soluciones.
Éstas son sólo algunas posibles alternativas con las cuales se podrían tomar cartas en el asunto y de así poder frenar y
contrarrestar la información deformante, sensacionalista, especulativa, manipuladora, llena de prejuicios que por lo regular
caracterizan a los medios de información y comunicación masiva y de esta manera reducir la ignorancia. Con nuestra
participación y la de todos ya sea informándonos, cambiando nuestra forma de pensar y teniendo un cambio de actitudes,
entre otras, podemos enseñar, orientar y encausar a nuestros hijos y a las generaciones jóvenes a tomar consciencia,
determinaciones, actitudes, entre otros., y así darles herramientas con las cuales puedan confrontar la problemática.

Consecuencias en niños y jóvenes de padres alcohólicos


Los psiquiatras de niños y adolescentes saben que los niños y jóvenes tienen un riesgo mayor para desarrollar problemas
emocionales que los hijos(as) de padres que no son alcohólicos. El alcoholismo corre en familias, y los niños de padres
alcohólicos tienen cuatro veces mayor probabilidad de ser alcohólicos que otros niños.
Un niño de este tipo de familia puede tener varios problemas:
 Sentimientos de culpa: El niño(a) puede sentirse que es el causante del uso de alcohol por parte de su padre o
madre.
 Angustia o ansiedad: Puede sentirse continuamente preocupado por la situación del hogar. Puede temer que el padre
(madre) alcohólico(a) se enferme, se lesione o surjan peleas o violencia entre sus padres.
 Vergüenza: Los padres pueden dar el mensaje de que hay un secreto terrible en el hogar. Un niño(a) avergonzado(a)
no invita a sus amigos a la casa y teme pedir ayuda a alguien.
 Incapacidad para mantener relaciones interpersonales: Debido a su decepción por el alcoholismo de su padre
(madre) muchas veces desconfía de los demás.
 Confusión: Muchas veces la conducta de los padres (madre) Alcohólica cambia repentinamente de cariñoso a
irritable, independientemente de la conducta del niño(a). La rutina familiar diaria, tan importante para organizar su vida,
queda alterada al cambiar constantemente los horarios de sueño, comida y otras actividades.
 Enojo: El niño puede sentir enojo contra el padre (madre) bebedor y molestia con el progenitor no alcohólico por no
prestarle apoyo y protección
 Depresión: El niño se siente solo y desesperado en su empeño por cambiar la situación.
Aunque el niño trata de mantener en secreto el alcoholismo de sus padres, los maestros, familiares y otros adultos se dan
cuenta de que algo anda mal. Los psiquiatras de niños y adolescentes sugieren que la siguiente conducta en los niños puede
ser indicativa de problemas de alcohol en el hogar: pobre aprovechamiento académico, fuga del hogar o de la escuela, pocos
o ningunos amigos, se aísla de sus compañeros de clases, conducta delincuente como robo, vandalismo, violencia, quejas
físicas frecuentes, como dolor de estómago o cabeza. Abuso de droga o alcohol, agresión dirigida hacia otros niños. Algunos
niños de padres alcohólicos tienden a asumir el rol de "padres responsables" en la familia y entre los amigos. Tienden a
manejar el alcoholismo de sus padres actuando de forma controlada, dedicándose a sus estudios con intensidad, alcanzando
un aprovechamiento superior durante sus años escolares, mientras se aíslan emocionalmente de sus padres y compañeros.
Sus problemas emocionales saldrán a la luz cuando lleguen a la adultez. (12)
Consecuencias del alcoholismo en la juventud (punto de vista eclesiástico)
Una de las peores plagas que ha azotado a la humanidad es el uso excesivo del alcohol.
¡Cuántas familias han sido destruidas y deshechas por el licor! Profesionales con un futuro maravilloso han desperdiciado su
vida por el alcoholismo. Muchos jóvenes también están desgraciando su vida por efectos de beber alcohol
desenfrenadamente. En la calle se pueden ver muchas personas cuyas vidas han sido arruinadas por su adicción al licor. El
problema es terrible. Ustedes seguramente conocen a alguien con este tipo de problema, porque en casi todas
las familias, desgraciadamente, hay alguien con problema de alcoholismo. En las familias donde existe un alcohólico, sea el
papá, la mamá o un hijo, se sufre y se derraman muchas lágrimas.
Duele mucho que el alcohol, que puede decirse que es la peor droga, se promueva tanto en los medios de
comunicación social y que se estimule tanto a las personas para que tomen licor. También es lamentable que en cualquier
ocasión se utilice el licor: cuando se pone la primera piedra de un edificio, cuando se bautiza a un niño, cuando alguien se
casa y aún cuando alguien muere. Cualquier circunstancia se aprovecha para servir licor. Hay que tener mucho cuidado con
el alcohol, porque es una droga terrible e impresionante que está envenenando a muchísima gente. Cuando se hace
la autopsia a un alcohólico, los médicos se asombran de lo que encuentran, sobre todo en el hígado y el cerebro. El consumo
desenfrenado de alcohol, en cualquiera de sus formas, tiene efectos devastadores en el organismo y perjudica también  la
personalidad del alcohólico.
Es importante que los jóvenes piensen y analicen para que se den cuenta que están creciendo en un mundo donde el alcohol
está causando daños cada vez más graves. Vivimos en una sociedad a la que podríamos llamar «alcoholocracia», es decir,
una sociedad que vive del alcohol. La persona que se aprecia a sí misma y a los demás se cuida del alcohol porque sabe que
no le hace ningún bien. Más bien destruye familias y empresas; hace daño a la sociedad y al país. La juventud tiene que
defenderse de la terrible plaga del alcohol que azota a la sociedad. Pero, ¿qué hacer? Contesten con sinceridad a la
pregunta, ¿Tengo yo problemas de alcoholismo? Tomen consciencia de que el licor representa un peligro muy grave.
Ayuden a convencer a sus amigos, que pueden tener ese problema, de que el licor es muy dañino. Es ridículo y absurdo
pensar que en una fiesta el que tiene un vaso de licor en la mano es el más hombre. Eso no es señal de virilidad, ni de ser
más hombre, ni más adulto. Por el contrario, indica que hay un tonto más que se está intoxicando y puede ser candidato al
alcoholismo.
Jóvenes, ustedes tienen en sus manos su futuro y el de su patria. Unan fuerzas y hagan campañas públicas contra el
consumo de alcohol. Apoyen y recomienden a Alcohólicos Anónimos, el organismo mundialmente reconocido que ofrece una
opción a los alcohólicos para controlar su enfermedad. Alcohólicos Anónimos, y sus miles de capítulos afiliados en todo el
mundo, es una institución maravillosa que ha ayudado a mucha gente a dejar el licor.
¿Cuáles son las consecuencias del consumo de alcohol en menores de 18 años ?
Consumir alcohol en la infancia y en la adolescencia es nocivo, independientemente de la cantidad o la frecuencia con que se
haga. Principalmente porque el alcohol genera daños en su organismo, los expone a mayores riesgos y es ilegal.
Durante las últimas décadas la evidencia científica ha permitido entender por qué es diferente que un adulto se tome un trago
de vez en cuando, a que un niño o joven lo haga. Algunos de esos nuevos conocimientos que muestran la inconveniencia del
consumo en menores de 18 años son:

 Iniciar el consumo de alcohol antes de los 18 años aumenta la probabilidad del continuarlo en la adultez, así como la
de recurrir a otras drogas como la marihuana o la cocaína. En Colombia se ha encontrado que quienes inician el
consumo de alcohol a los 14 años o antes, tienen un riesgo 4 veces mayor de presentar consumo problemático de
alcohol y 10 veces más de utilizar otras sustancias, en comparación con los que empiezan a beber después de los 21
años
 El consumo de alcohol en menores de 18 años puede influir de manera negativa en el desarrollo del cerebro
 Debido a que el consumo de alcohol a corto plazo afecta la memoria y el aprendizaje; los adolescentes bebedores
tienden a obtener los más bajos resultados en su rendimiento escolar
La imagen muestra la maduración del cerebro entre
los 4 y 21 años de edad. Las partes azules indican
qué áreas se encuentran completamente
desarrolladas, mientras que las rojas, verdes o
amarillas todavía no lo están.

Como podemos apreciar, el cerebro termina su


maduración hacia los 21 años; la corteza pre-frontal
es la última en desarrollarse. Esta área se encarga
de tareas como el control de impulsos, el raciocinio,
el juicio, entre otras.

Con esta imagen podemos ver por qué no es lo


mismo que un adulto se tome un trago de vez en
cuando, a que un niño o un joven lo haga, pues el
cerebro de estos últimos todavía no se ha
desarrollado y por lo tanto no puede asimilar el
alcohol de la misma manera que un adulto.
Los adolescentes que toman alcohol de forma
abusiva tienen un hipocampo (órgano del cerebro
encargado de la memoria) 10% más pequeño en
comparación con jóvenes que no toman nunca, lo
cual se evidencia en dificultades para aprender y
almacenar nueva información.

 Tomado de: Bellis MD, Clark DB, Beers SR.


Hippocampal volume in adolescent-onset alcohol
use disorders. Am J Psychiatry. 2000; (157)

Esta imagen muestra la actividad cerebral durante


un ejercicio de memoria en un joven de 15 años
que no consume alcohol, comparada con la
actividad cerebral de otro que sí lo hace.

Puede verse como el cerebro del joven que no toma


(el de la izquierda) tiene muchas más partes del
cerebro activadas mientras recuerda cosas.

(Tomado de la edición de Octubre del 2002 de Brain


Briefings. La investigación original es de Susan Tapert

Además de lo anotado anteriormente, como el alcohol llega a todo el cuerpo a través de la sangre, cuando el adolescente
toma y además abusa del alcohol, es decir, cuando bebe en una cantidad y frecuencia que es dañina para el organismo, el
consumo puede hacerlo vulnerable a otros riesgos que afecten su salud y bienestar, como por ejemplo:
 Alteraciones en el desarrollo y crecimiento de los huesos
 Mayor predisposición a enfermedades respiratorias
 Mayor susceptibilidad a contraer infecciones
 Trastornos del sistema endocrino: disminución de la producción de la hormona del crecimiento (GH) encargada no
sólo del crecimiento y el desarrollo sino también de los procesos de diferenciación sexual y maduración en la pubertad
 Retardo en la maduración de los caracteres sexuales secundarios (características fisiológicas que permiten
distinguir al hombre y a la mujer, diferentes del aparato reproductor, como por ejemplo, la barba y la voz)
 Trastornos cardiovasculares: alteraciones del ritmo cardiaco, hipertensión arterial y miocardiopatía dilatada por
consumo crónico (afección a partir de la cual el corazón se debilita y se dilata y no puede bombear suficiente sangre al
resto del cuerpo)
 Trastornos gástricos: irritaciones en la pared intestinal que aumentan la probabilidad de desarrollar gastritis,
vómito y alteraciones del tránsito intestinal
 Cáncer: la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer afirma que hay suficiente evidencia en humanos
para concluir que el consumo de alcohol causa cáncer de cavidad oral, faringe, laringe, esófago, colon, recto, hígado y
mama en la mujer. Cabe recordar que el consumo masivo de alcohol en adultos también está asociado con esta
enfermedad; sin embargo, mientras a más temprana edad empiece una persona a tomar alcohol, mayor riesgo
tendrá.

También se encuentran otros tipos de riesgos o daños asociados al consumo de alcohol durante la infancia y la
adolescencia:

 Mayor probabilidad de desarrollar problemas del estado del ánimo, como depresión o ansiedad
 Aumento en la probabilidad de realizar conductas sexuales de riesgo que pueden llevarlos a contraer
enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados
 Mayor probabilidad de ser víctima de delitos como violación, robo y agresión
 Se ha visto que el inicio del consumo a temprana edad aumenta las probabilidades de ser víctimas o estar
vinculados con crímenes violentos
 Dificultades académicas (ausentismo, deserción escolar, dificultades en el aprendizaje, entre otros)
 Es importante que ahora que dispone de esta nueva información, empiece a tenerla en cuenta para tomar nuevas
y mejores decisiones.

Modificado por última vez en miércoles, 02 Diciembre 2015 21:32


El alcohol daña el cerebro adolescente
La mitad de los jóvenes que empiezan a beber antes de los 14 años desarrollará dependencia

Los adolescentes han bebido alcohol durante siglos, pero el que hasta ahora había sido un debate social y moral podría no
tardar en centrarse en la neurobiología. Los costes de un consumo elevado a una edad temprana parecen ir mucho más allá
del tiempo que roba el alcohol a los deberes, el riesgo de peleas o accidentes y las dificultades que añade al crecimiento.
Cada vez más investigaciones indican que el alcohol provoca más daños al cerebro en desarrollo de los adolescentes de lo
que se solía creer, y les causa unas lesiones significativamente mayores que al cerebro de los adultos.

Los jóvenes aguantan más bebiendo y también dañan más sus funciones cognitivas

Una zona afectada es el hipocampo, que resulta crucial para la memoria y el aprendizaje

Aunque son preliminares, los hallazgos han echado por tierra la suposición de que la gente puede beber mucho durante años
sin sufrir lesiones neurológicas significativas. Y la investigación incluso apunta a que un gran consumo de alcohol a una edad
temprana podría socavar precisamente las capacidades neurológicas necesarias para protegerse del alcoholismo.

Los nuevos descubrimientos pueden ayudar a explicar por qué las personas que empiezan a beber a una edad temprana
corren un enorme riesgo de convertirse en alcohólicas. Según los resultados de un sondeo realizado en Estados Unidos entre
43.093 adultos y publicado el 3 de julio en Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, un 47% de las personas que
comienzan a beber alcohol antes de los 14 años desarrollan una dependencia en algún momento de su vida, en comparación
con un 9% de aquellos que esperan como mínimo hasta los 21 años. La correlación se mantiene incluso cuando se tienen en
cuenta los riesgos genéticos de alcoholismo.

La prueba más alarmante de daño físico proviene de experimentos de laboratorio con cerebros de ratas adolescentes
sometidos a grandes cantidades de alcohol. Esos estudios observaron importantes daños celulares en el cerebro anterior y el
hipocampo. Y, aunque no está claro hasta qué punto pueden aplicarse directamente esos hallazgos al ser humano, existen
ciertas pruebas que indican que los alcohólicos jóvenes pueden sufrir déficit análogos. Por ejemplo, los estudios realizados
durante los últimos ocho años por investigadores de San Diego descubrieron que los adolescentes alcohólicos obtienen
malos resultados en pruebas de memoria verbal y no verbal, concentración y ejercicio de las habilidades espaciales, como las
necesarias para leer un mapa o montar una estantería.

"Ahora no cabe duda de ello: el consumo excesivo de alcohol en la adolescencia entraña consecuencias cognitivas a largo
plazo", afirma Aaron White, catedrático adjunto de investigación del departamento psiquiátrico de la Universidad de Duke y
coautor de un estudio reciente sobre consumo extremo de alcohol en campus universitarios. "Evidentemente, hace cinco o 10
años no sabíamos que el alcohol afectaba al cerebro adolescente de forma distinta", señala White, que también ha
participado en la investigación de Duke sobre los efectos del alcohol en ratas adolescentes. "Ahora existe una sensación de
urgencia. La situación es la misma que cuando todo el mundo se dio cuenta de lo malo que era que las mujeres embarazadas
tomaran alcohol".

Una de las dos zonas cerebrales que se sabe que se ven afectadas es el hipocampo, una estructura crucial para el
aprendizaje y la memoria. En 1995, el grupo del neuropsicólogo Scott Swartzwelder del Duke y el Veterans Affairs Medical
Center de Durham, al que pertenece White, observó que las ratas que se encontraban bajo los efectos del alcohol tenían
muchos más problemas que las ratas adultas achispadas cuando se les pedía repetidamente que localizaran una plataforma
sumergida en una bañera de agua turbia y que nadaran hasta ella.

Swartzwelder afirma que es probable que en adolescentes humanos unos mecanismos neuronales análogos expliquen las
lipotimias, una pérdida de memoria para los acontecimientos que se producen durante una noche de gran consumo de
alcohol sin pérdida del conocimiento.

Toren Volkmann, de 26 años, es un estudiante de la Universidad de San Diego que a los 14 años empezó a beber
copiosamente casi todos los fines de semana, y a los 24 años ingresó voluntariamente en una clínica para someterse a un
programa de tratamiento del alcohol. "Para mí era algo habitual padecer una lipotimia al menos una o dos veces cada fin de
semana cuando estaba terminando el instituto, y por supuesto en la universidad; no le daba ninguna importancia", dice
Volkmann, coautor, junto con su madre, Chris, de From binge to blackout [De la borrachera a la lipotimia]

. Otras investigaciones han descubierto que, aunque las ratas adolescentes alcohólicas se vuelven más sensibles a la
discapacidad de la memoria, sus células del hipocampo responden menos que las de los ejemplares adultos al
neurotransmisor ácido gamma-amino-butírico (GABA, siglas en inglés), que ayuda a inducir tranquilidad y somnolencia. Este
mecanismo celular puede ayudar a explicar la observación que realizaba Jack London en John Barleycorn: las memorias
alcohólicas de que cuando era un adolescente podía seguir bebiendo mucho tiempo después de que sus compañeros adultos
se hubieran quedado dormidos.

"Sin duda, algo cambia en el cerebro cuando está expuesto al alcohol de forma temprana", dice Swartzwelder en una
entrevista. "Es un arma de doble filo y ambos filos son malos. Los adolescentes pueden beber 
os adolescentes han bebido alcohol durante siglos, pero el que hasta ahora había sido un debate social y moral podría no
tardar en centrarse en la neurobiología. Los costes de un consumo elevado a una edad temprana parecen ir mucho más allá
del tiempo que roba el alcohol a los deberes, el riesgo de peleas o accidentes y las dificultades que añade al crecimiento.
Cada vez más investigaciones indican que el alcohol provoca más daños al cerebro en desarrollo de los adolescentes de lo
que se solía creer, y les causa unas lesiones significativamente mayores que al cerebro de los adultos.

TRASTORNOS EN LA MOTIVACIÓN

Además de en el hipocampo, el alcohol también parece provocar daños graves en las zonas frontales del cerebro
adolescente, que son cruciales para controlar los impulsos y reflexionar sobre las consecuencias de las acciones, unas
capacidades de las que carecen muchos adictos y alcohólicos de todas las edades.

En 2000, Fulton Crews, un neurofarmacólogo de la Universidad de Carolina del Norte, sometió a ratas adolescentes y adultas
al equivalente a una borrachera de cuatro días y luego les practicó una autopsia, seccionando el cerebro anterior y rociándolo
con una solución de plata para identificar neuronas muertas. Todas las ratas presentaron algunas células muertas en el
cerebro anterior, pero el daño fue como mínimo el doble de grave en el cerebro anterior de las ratas adolescentes, y se
produjo en algunas zonas que quedaron totalmente intactas en los ejemplares adultos.

"El alcohol provoca un trastorno en algunas zonas del cerebro esenciales para el autocontrol, la motivación y la fijación de
metas", afirma Crews, y puede agravar vulnerabilidades genéticas y psicológicas ya existentes.

"El consumo temprano de alcohol afecta a un cerebro sensible de un modo que fomenta la progresión hacia la adicción",
añade.

"Supongamos que usted ha sido detenido por conducir borracho y ha pasado varios días en la cárcel", comenta Crews.
"Usted diría: 'No pienso volver a ir a toda velocidad ni conducir bebido', porque tiene la capacidad de sopesar las
consecuencias y la importancia de una conducta. Eso es exactamente lo que los adictos no hacen".

*
Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de febrero de 2007

REDACCIÓN / LA VOZ 24/06/2019 16:15 H


Cada borrachera en la adolescencia es un billete directo a una lotería en la que todos los premios son desgracias. La
reflexión parte de Fernando Cadaveira, director del grupo de Investigación en Neurociencia Cognitiva y Afectiva (NECEA) de
la Universidade de Santiago y que lleva diez años estudiando los efectos del alcohol en el cerebro de los jóvenes. Y
Cadaveira conoce muy bien cuáles son los premios de esta terrorífica lotería: problemas de atención y memoria; dificultad
para el aprendizaje; fracaso escolar; mayor riesgo de dependencia del alcohol en la edad adulta y de caer en otro tipo de
adicciones, desde las drogas hasta el juego; mayor probabilidad de sufrir un accidente de tráfico o de un embarazo no
deseado y una mayor propensión a padecer enfermedades en la edad adulta. Sin hablar de que un coma etílico a una edad
temprana puede ser una causa directa de muerte, como le ocurrió a la niña madrileña de 12 años que participó en
un botellón.
«Cada borrachera en la adolescencia deja huella, tanto a corto como medio y largo plazo. No es ninguna broma, porque en
una época de la vida en la que aún existe una gran plasticidad neuronal hace perder neuronas y sus conexiones», constata
Arturo González Quintela, catedrático de Medicina Interna de la USC e internista en el hospital de Santiago. Y cuanto más
joven sea el chaval, mayor es el daño y más secuelas quedan para el futuro, ya que continúa formándose en un proceso que
continúa hasta los 21 años.

Los efectos del alcohol en el organismo


«Aunque beber en exceso es malo en todas las edades, los niños y adolescentes son especialmente vulnerables porque son
organismos que aún están en crecimiento, y no solo de talla, sino que se encuentran en pleno proceso de maduración de sus
órganos. Y el alcohol produce un daño tóxico que no solo supone un riesgo para la salud biológica de los niños, sino también
para su desarrollo emocional», destaca también la pediatra Rosaura Leis, del Clínico de Santiago.
«La edad de inicio en el consumo es clave, cuanto más temprana, peor, porque afecta a un cerebro que aún está en
maduración», coincide Fernando Cadaveira. Este catedrático de Psicobiología y su equipo han realizado numerosos
estudios, que son referentes en España, para comprobar cómo el alcohol afecta al desarrollo cerebral de adolescentes y
universitarios. Parte de lo que a nivel científico se denomina como consumo intensivo, que consiste en beber una media de
cinco unidades de alcohol -cuatro en las mujeres y seis en los hombres- que pueden consistir en cinco cañas o en dos
combinados y medio en sesiones de dos o tres horas. Basta con que esta acción se produzca una vez cada quince días para
que aparezcan los daños en zonas como la corteza prefrontal, que se encarga entre otras tareas del control de impulsos, el
raciocinio o el juicio, o el hipocampo, asociado principalmente con la formación de nuevas memorias. 
Pérdida de control
Los estudios han permitido constatar una correlación entre el consumo intensivo de alcohol y un bajo rendimiento en la
memoria de trabajo, imprescindible para guiar nuestra conducta en funciones cotidianas como mantener una conversación,
disponer la información y herramientas para resolver algo e integrar las percepciones instantáneas producidas a corto plazo
con el recuerdo de experiencias pasadas.
También se produce una alteración en la zona cerebral que controla la conducta. «Tienes menos control para evitar
comportamientos de riesgo», explica, lo que en la práctica supone, por ejemplo, una mayor probabilidad de hacerse
dependiente del alcohol en la edad adulta o de caer en otro tipo de adicciones. Otro déficit se refiere a la formación de nuevas
memorias, un proceso que se ve disminuido y que resulta clave para el aprendizaje. «Todos estos problemas -concluye
Cadaveira- ocurren en una época de tu vida en la que estás dilucidando qué tipo de adulto vas a ser. Posiblemente no
puedas estudiar la carrera que querrías, abandones los estudios o tampoco puedas coger el trabajo que te gustaría porque
tienes un currículo flojo o no estés a la altura No son consecuencias estrictamente cerebrales, pero sí están asociadas a la
mayor vulnerabilidad que produce el alcohol».
Las chicas, más vulnerables a los efectos de la bebida
El consumo intensivo de alcohol, que es la forma que se produce entre los menores que participan en el botellón, supone un
perjuicio general, pero las que se llevan la peor parte son las chicas. Está comprobado, tanto en estudios experimentales en
animales como en humanos, que las mayores afecciones, tanto a corto como medio y largo plazo, se producen entre las
mujeres.
Es la causa del 4 % de las muertes a nivel mundial
En el fondo, en una sociedad demasiado tolerante con el alcohol tampoco se es realmente consciente de los problemas que
origina para la salud de la población y para el sistema sanitario en general. Es la reflexión del internista Arturo González, que
recuerda que el 4 % de las muertes que se producen en el mundo tienen su origen en el consumo abusivo de esta sustancia.
«Es tóxico en muchas partes del organismo, casi cualquier órgano del cuerpo se ve afectado», señala. Es la causa más
frecuente de cirrosis hepática, muy por encima de la hepatitis C y de la obesidad, que a su vez es la principal causa
de trasplantes de hígado; deteriora el páncreas, está relacionada con las enfermedades cardíacas y de la sangre, con
patologías neurológicas y mentales y con distintos tipos de cáncer como el de hígado, páncreas, cabeza y cuello, laringe o
digestivos. Aunque la lista de las afecciones que provoca para la salud es mucho más extensa. «Y tampoco nos podemos
olvidar de los problemas laborales, sociales o personales derivados del alcoholismo, que destruye a la persona en todos los
ámbitos», concluye Quintela.
La adolescencia no es solo un periodo crucial en términos de maduración cognitiva, emocional y social sino que coincide
con el despertar del consumo de alcohol para muchos de ellos y, con frecuencia, este consumo suele arrancar con fuerza
sin tener en consideración las secuelas a largo plazo.
 
Beber alcohol en exceso durante la etapa de la adolescencia puede tener consecuencias muy negativas para el
desarrollo del cerebro, según explica el último estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke (EE.UU.) y que
recoge la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research.
 
Las conclusiones del estudio detallan que tomar alcohol en demasía provoca daños en la zona del cerebro que controla
la memoria de larga duración y el aprendizaje, lo que afecta al crecimiento de un cerebro que aún necesita desarrollarse
plenamente. “A los ojos de la ley, una vez que los jóvenes alcanzan la edad de 18 años ya se consideran adultos, pero el
cerebro sigue madurando y perfeccionando hasta más de los 20 años”, explica Mary-Louise Risher, coautora del estudio.
 
Para llegar a esta conclusión, los investigadores realizaron un experimento con ratas jóvenes a las que expusieron a
ciertos niveles de alcohol durante 16 días, con un tiempo similar a la adolescencia humana. Tras esto, no recibieron
más alcohol, lo que permitió a las ratas madurar hasta la edad adulta durante 24-29 días. Durante la investigación, los
expertos midieron un mecanismo celular conocido como potenciación a largo plazo (LTP) en el hipocampo, una de las bases
moleculares de la memoria.
 
Así, una actividad sináptica alta es la mejor señal de que el aprendizaje está siendo eficiente, de ahí que el LTP sea
más alto en personas más jóvenes porque tienden a adquirir grandes cantidades de información en la memoria; mucho más
que cuando nos acercamos a la edad adulta.
 
Los resultados del estudio revelaron un cambio estructural en las células nerviosas del hipocampo junto a un LTP
hiperactivo; además las espinas dendríticas, donde se producen la mayoría de sinapsis de las neuronas, aparecían como si
estuvieran inmaduras, desgarbadas y largas (las maduras son cortas y con aspecto similar a una seta). Respecto al LTP
hiperactivo no es algo positivo a pesar de lo que pudiera parecer: “un animal que produce demasiado LTP finalmente dejará
de aprender, ya que para aprender a ser eficiente, el cerebro necesita un delicado equilibrio de excitación e inhibición y
demasiado de cualquiera de ellas hace que los circuitos cerebrales no funcionan de manera óptima”, aclara Scott
Swartzwelder, coautor del estudio.
 
“Es muy posible que el alcohol altere el proceso de maduración de los circuitos cerebrales, lo que puede afectar a
la función cognitiva más adelante”, sentencia Risher.

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