#3 Ethan en Dorado

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Amy Lane Ethan en Dorado

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~1~


Amy Lane Ethan en Dorado

Amy Lane

Ethan en Dorado

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~2~


Amy Lane Ethan en Dorado

Nota a los lectores


Nuestras traducciones están hechas para quienes disfrutan
del placer de la lectura. Adoramos muchos autores pero
lamentablemente no podemos acceder a ellos porque no son
traducidos en nuestro idioma.

No pretendemos ser o sustituir el original, ni desvalorizar el


trabajo de los autores, ni el de ninguna editorial. Apreciamos
la creatividad y el tiempo que les llevó desarrollar una historia
para fascinarnos y por eso queremos que más personas las
conozcan y disfruten de ellas.

Ningún colaborador del foro recibe una retribución por este


libro más que un Gracias y se prohíbe a todos los miembros el
uso de este con fines lucrativos.

Queremos seguir comprando libros en papel porque nada


reemplaza el olor, la textura y la emoción de abrir un libro
nuevo así que encomiamos a todos a seguir comprando a esos
autores que tanto amamos.

¡A disfrutar de la lectura!


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No modifiques el formato ni el título en español.
Por favor, respeta nuestro trabajo y cuídanos así podremos hacerte
llegar muchos más.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~3~


Amy Lane Ethan en Dorado

Sinopsis
Ethan Costa aprendió desde muy joven que no existe el amor
incondicional y que es mejor conformarse con lo que se puede obtener en
lugar de esperar que el mundo te dé lo que necesitas. Como modelo
pornográfico de Johnnies, Ethan obtiene exactamente lo que quiere:
camaradería y contacto físico a cambio, y está perfectamente satisfecho
con eso. Está seguro de ello.

Jonah Stevens ha pasado la mayor parte de su vida adulta ayudando


a cuidar a su hermana y tratando de evitar que su atribulada familia se
deshilache en los bordes. Ha tenido muy poco tiempo para trabajar en su
confianza o en su cuerpo. Cuando conoce a Ethan, no ve al chico dañado
o a la desvergonzada zorra estrella del porno. Ve a un hombre divertido,
sexy y seguro de sí mismo que, contra todo pronóstico, parece gustar de
él pese a su vida ordinaria, pero difícil.

Sintiendo un espíritu afín y un interés común, Ethan piensa que


una amistad platónica con Jonah no violará sus reglas de juego limpio
en cuanto al sexo y el tacto, pero Jonah tiene ideas diferentes. Ethan está
bastante seguro que su elección de trabajo le ha quitado toda esperanza
de una relación real, pero Jonah quiere todo el paquete: el hombre sexy,
el chico vulnerable, el compañero encantador que trabaja tan duro para
hacer felices a otras personas. Jonah quiere probar que debajo del daño
que Ethan ha vivido toda su vida, sigue siendo todo brillante con la
promesa y la capacidad de amar.

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Para aquellos que aún encuentran su camino hacia


el amor a pesar de las "estúpidas cosas humanas" que
se interponen, y para Mate, que parece amarme a pesar
de ser una de esas cosas.

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Parte I

Pasos de bebé para el éxito


de una estrella del porno

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Paso 1
Encontrar un mentor
apropiado
La madre de Evan Costa era italiana y su padre era medio italiano,
mitad pan blanco y mitad regular, y Evan era el más joven de cinco. Para
cuando nació, las peleas familiares sobre el nombre del niño ya eran muy
viejas. Sus hermanas se llamaban Allegra, Belladonna, Carmina y
Daniela. Cuando Evan salió (o eso le gustaba decir a su padre), todos los
italianos tuvieron que conformarse con su segundo nombre, Fernando,
porque realmente no había muchos nombres italianos que les gustaran
que empezaran con una E.

Por supuesto, la leyenda familiar decía que esa fue la última vez
que alguno de sus padres se puso de acuerdo en algo, pero Evan
recordaba que no siempre fue así.

Evan, en particular, recordaba la última vez que su madre lo


abrazó. Específicamente, recordaba lo que pasó antes que ella lo abrazara
por última vez. Parecía bastante inocente.

Tenía cinco años, iba en su bicicleta por la entrada. La nueva


bicicleta tenía el tamaño exacto para él, un robusto niño de jardín de
infantes, y tenía a su monstruo favorito en ella: Godzilla. Las serpentinas
del manubrio eran verdes y plateadas, y tenía una de esas pequeñas
cosas con pinzas que le hacían hacer bap-bap-bap-bap con cada presión
de los pedales, y le encantaba. Iba cada vez más rápido, dando vueltas
por el círculo del pequeño barrio y saludando al hombre de la casa que
estaba detrás de la suya con cada círculo. En su tercera vuelta a la

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manzana, la bicicleta se tambaleó abruptamente, la parte trasera se


volteó, y Evan se encontró con las palmas de las manos, las rodillas y la
barbilla despellejadas.

El vecino al que había saludado vino corriendo, riendo un poco sin


aliento y comprobando si estaba bien.

Evan controló su labio tembloroso y se puso de rodillas y manos.

—Estoy bien —dijo, su voz se tambaleaba tanto como su barbilla—


. Estoy bien. Sólo fue el bambú.

El vecino, un soltero de mediana edad perfectamente agradable que


bebía demasiada cerveza y mantenía su frente y su patio trasero como
un lugar de exhibición, parpadeó al principio.

—¿Bambú? Hombrecito, le diste a una roca. No veo ningún bambú,


todos aquí tienen demasiado sentido común para plantarlo.

A Evan le dolían las manos y las rodillas y su barbilla gritaba


sangre, y no podía contener las lágrimas o recordar su promesa de
guardar silencio.

—Pero el ayudante dijo que eso es lo que hace el bambú. Te jode


por detrás.

El pobre hombre. Tiró la cabeza hacia atrás al escuchar al niño de


cinco años jurar, y Evan recogió su bicicleta, completamente
desmoralizado.

—Chico, ¿dónde has oído esa palabra?

Todo el cuerpo de Evan comenzó a temblar.

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—Sé lo que significa —gimió—. ¡Es lo que dice el ayudante del


profesor antes que saque su bambú!

—Oh, Jesús —murmuró el tipo—. Esto está completamente por


encima de mi nivel de pago. Vamos, chico. Vamos a buscar a tu mamá, y
luego podemos decirle sobre el bambú del ayudante del profesor. —Sus
manos revolotearon cerca del hombro de Evan entonces, y esperaba un
abrazo o un apretón de hombro tranquilizador, pero entonces el tipo
debió repensarlo, porque echó las manos hacia atrás y levantó la bicicleta
sobre su hombro. Ni siquiera tomó la mano de Evan cuando doblaron la
esquina y subieron la colina en el pequeño y dulce suburbio de Folsom.

La madre de Evan ya había empezado a buscarlo, de hecho, corría


en su dirección, y Evan estaba muy, muy contento de verla. Corrió a sus
brazos y se permitió llorar, contento porque eso era lo que las madres
hacían, ¿no? Se llevaban lo malo. Nunca nada se sintió tan bien como un
abrazo de madre, ¿verdad?

Ese abrazo, cruzado en sus brazos, oliendo su sudor en su bonita


camisa de poliéster y el pesado polvo con olor a rosas que llevaba, podía
cerrar los ojos y sentir eso, sentir el calor del brillante sol de junio, sentir
su suavidad, su amor. Ella se levantó y puso su mano en su espalda, y
el hombre dejó su bicicleta y luego la detuvo con un toque en el hombro.

—Uhm, Carolina, ¿puedo hablar contigo un minuto?

La madre de Evan lo envió a la casa con Allie, que en realidad era


una buena niñera. Le restregó las heridas, lo cual no fue divertido, pero
para cuando su madre entró, sus ojos chorreando un feo maquillaje
negro, y alcanzó el teléfono, Evan estaba en su segundo tazón gigante de
helado.

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Tuvo que terminar en la sala, porque su madre, con su voz histérica


y chillona, los envió a Allie y a él a ver dibujos animados mientras llamaba
al padre de Evan al trabajo, y luego a la policía.

Y esa fue la última vez que Evan fue abrazado por su madre.

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Paso 2
Arreglar el daño que el
primer tipo causó
—Evan, estoy seguro que estás exagerando.

Evan estaba acurrucado, doce años, flaco y patético, en la esquina


del sofá.

—Lo recuerdo —dijo tercamente, hurgando en la rodilla de sus


vaqueros. Le gustaba cómo se sentían bajo la punta de sus dedos, y le
gustaba tocar las cosas—. ¿Cómo es que todos están tan seguros que
recuerdo bien lo del ayudante del profesor pero nadie cree que recuerdo
que mi madre no me abrazó ayer, ni el día anterior, ni los siete años
anteriores?

Su psiquiatra, el mismo al que le enviaron cuando tenía cinco años,


se pellizcó el puente de su nariz y suspiró. Había sido un hombre joven
cuando Evan tenía cinco años, y por un tiempo, había oído el orgullo de
su voz cuando hablaban. Después de todo, con su ayuda, obtuvieron
todos los detalles que necesitaban, ¿verdad? Encerraron al pederasta, y
escribieron sobre Evan, de forma anónima, por supuesto, en los
periódicos. Había sido tan valiente, ¿verdad? Por supuesto, no se había
sentido valiente. Sólo tenía que decirle al juez quién era el tipo con ese
bambú chorreante.

Ahora lo llamaba imbécil.

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Pero claro, así empezaba a llamar a su psiquiatra a sus espaldas.

—Evan, te he oído decirlo antes, y la cosa es que he conocido a tu


madre. Parece una persona encantadora. Pone su mano en tu hombro, y
parece un gesto natural de afecto...

—Un gesto natural de control —dijo Evan, porque eso era cierto. A
los cinco años, pensó que esa mano en su hombro era un apoyo. A los
doce, empezaba a sentir que... lo llevaba de un lugar a otro. Aquí, Evan...
vamos a una nueva escuela, con un nuevo comienzo. Toma, Evan, sé que
tienes amigos en tu antigua escuela, pero esta otra escuela se sentirá
como un nuevo comienzo. Sólo no les digas, como la última vez. No es
algo de lo que hablemos. Toma, Evan, ve a hablar con tu psiquiatra otra
vez. Si hablas con tu psiquiatra, no tendrás que mencionarlo en casa.
Toma, Evan, ve a tu habitación y deja de preguntarle a tu hermana sobre
su novio. Evan, si haces exactamente lo que digo, exactamente cuando lo
digo, sólo necesitarás ver a tu psiquiatra una vez, y no te haré ir tres
veces, porque realmente, ya deberías haber superado esto.

Ya lo había superado.

Lo que no había superado era la reacción de su familia, que nunca


había parecido curarse.

—No ves —dijo un poco desesperado, rascándose el algodón de sus


vaqueros hasta que el hilo se deshilachó. Le gustaba hacer eso: los
vaqueros eran suaves bajo sus dedos y los hilos tenían un tacto
individual hasta que empezaban a florecer como flores de algodón—. No
lo ves. Es como... como si hubiera crecido en ese entonces. Como si
tuviera cinco años y creciera, y nunca más tuvieran que abrazarme, y
nunca más tuvieran que oírme llorar. Todo mejorará cuando hables con
tu psiquiatra, Evan. Sí, hablemos con el psiquiatra y él hará que todo
mejore. Y tú hiciste algo de esto muy bien, Dr. Stottemeyer, realmente lo

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hiciste. Podría... no sé, escribir un libro de texto sobre por qué no soy
malo porque un imbécil se masturbó conmigo cuando era pequeño. Yo...
yo podría ser un consejero, porque leí toda esa mierda que me diste, y
es... ¡es un gran consejo! No soy malo, era un desviado, sé que no debo
transferir sus cosas desviadas a mi propia vida... soy bueno. Pero mis
padres no hacen nada más que discutir, y nadie pone su brazo alrededor
de mi hombro.

Se le escapó eso. Miserablemente, subió sus rodillas al pecho y las


abrazó, frotando ese punto de nuevo, porque eso era lo más cercano que
podía tener al contacto humano en estos días.

Sus hermanas lo abrazaban a veces, pero, Dios, él siempre se iba


por la borda, cubriéndolas con sus brazos torpes, tratando de
acurrucarse en ellas, y normalmente se quejaban y lo empujaban,
diciendo algo como:

—Evan, ¡suéltame! ¡Me estás asustando!

Y luego su madre decía:

—Evan, no seas inapropiado con tus hermanas.

Y su padre decía:

—Carol, deja al niño en paz, por el amor de Dios. ¡Sólo quiere un


abrazo!

Y Allie o Belladonna o Mina o Danni se quejaban y golpeaban sus


cabezas contra la mesa y le miraban fijamente.

—Jesús, pequeño psicópata, ¿tienes que complicar las cosas?

Y su madre decía:

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—No sé qué quieres que haga. El Dr. Stottemeyer dice que está
bien.

—¿Así que le dejas el niño al psiquiatra? ¡Jesús, Carolina, no me


extraña que necesite un abrazo!

— ¡Abrázalo!

— Claro, ¿así que puedes denunciarme a la policía?

Porque después del juicio, dos de los profesores de Evan se habían


metido en problemas por abrazarlo cuando él quería, y ninguno de ellos
había hecho nada malo.

—Nadie lo está tocando —su madre se quebraba, y luego la pelea


continuaba, todos los niños corrían a sus habitaciones, y comían comida
para llevar sobre una mesa fría esa noche.

El Dr. Stottemeyer no era un completo imbécil.

—Mira, Evan... lo siento. He intentado que tu madre venga y hable


conmigo, e incluso he sugerido un consejero matrimonial, pero... —
Sacudió la cabeza.

—Sí, lo sé —murmuró Evan a sus florecientes rodillas blancas—.


Todo ha sido culpa de Evan porque dejó que el ayudante del profesor se
le echara encima.

—No. —Incluso cuando era joven, el Dr. Stottemeyer había


invertido totalmente todo en eso del suéter con cuello redondo, y fue una
de las cosas que le hizo no parecer joven nunca más. Su pelo rizado y
oscuro sólo tenía unas pocas hebras plateadas, pero lo llevaba suave y
apacible sobre su frente, y sus ojos eran grandes y marrones y casi
líquidos. A Evan le gustaba ese aspecto, en realidad. Se veía confiable. Se

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veía cálido. Pero por más cálido que se veía, era un completo profesional.
Ni un solo abrazo, ni uno, no en siete años.

—¿No? —Evan quería levantarse y caminar, pero no era realmente


un caminante. Era más bien un sedentario. Podía asentarse durante
largos períodos de tiempo, normalmente con Lisa, la gata de la familia,
en su regazo. (Sus hermanas le habían puesto nombre. Él la habría
llamado Ninja, o Catzilla, o algo totalmente genial como eso.) Pero a Lisa
no le importaba que la abrazaran, la tocaran o la acariciaran, de hecho,
se desplomaba sobre él y le devolvía el favor. Y su pelo era tan suave.

Así que se acomodó más en la esquina del sofá y abrazó sus rodillas
con más fuerza y vio como el Dr. Stottemeyer se levantaba y caminaba.

—No fue tu culpa que el ayudante abusara...

—No hubo heridas, Doc, ¿recuerdas? Sin moretones. Sólo me llevó


detrás del tabique y nos bajamos los pantalones. La gente olvida que el
tipo tenía poco más de veinte años... ...y que también había sido atractivo.
No hubo ninguna advertencia, ningún oye va a hacer algo desagradable.

—Sí, pero se aprovechó de tu confianza. ¡Ya hemos hablado de esto!

—Vale, lo entiendo. Se aprovechó de mi confianza, pero esta es la


cuestión. Yo... yo también quiero masturbarme ahora. Quiero
masturbarme todo el tiempo. ¿Qué me hace diferente del estúpido tipo
del patio de recreo?

El Dr. Stottemeyer suspiró y se frotó la cara.

—¿Haces que alguien más se una? —preguntó, y Evan se encogió


de hombros. Su rodilla estaba completamente expuesta ahora, así que
levantó la otra rodilla y empezó a ocuparse de los hilos.

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—¿Lo harían?

—Bueno, a tu edad, a veces. Pero lo que buscamos aquí es


consentimiento. ¿Sabes lo que eso significa?

—Significa que todo el mundo está a bordo.

—Sí. Sí, así es. Es la única forma en que el sexo es bueno o bueno
para ti, Evan. Si todo el mundo está de acuerdo.

—¿Lo mismo vale para los abrazos?— preguntó Evan con tristeza,
y Stottemeyer suspiró.

—Sí. Excepto que con los abrazos todo el mundo tiene miedo de
cruzar la línea. Creo que eso es lo que pasa en casa. Te tocaron de mala
manera una vez, cuando eras un niño. Pero ahora todo el mundo tiene
miedo que cada toque sea un mal toque.

—Bueno, ¿por qué no puedes decirles que no lo es?

El Dr. Stottemeyer se pasó las manos por el pelo en el primer signo


de exasperación que Evan había visto en él en toda su vida.

—Porque a menos que ella entre aquí y diga que es mi paciente, no


es mi lugar —murmuró. Respiró hondo y se contuvo, y luego dirigió su
atención específicamente hacia Evan.

—Evan, mira, no puedo hacer que tu familia te abrace. Todo lo que


puedo decirte es que te mereces todos los buenos toques que puedas
soportar. No puedo asegurar que nadie te toque mal. Pero puedo decirte
que no te lo mereces cuando ellos lo hacen. No voy a decirte que no te
masturbes, porque mientras lo hagas en privado, es una de las alegrías
de ser humano. Te diré que no va a sustituir a un abrazo, y no sé qué

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hacer con eso. —El Dr. Stottemeyer unió sus manos detrás de su cabeza
y suspiró, dejando a Evan con una aguda sensación de frustración.

—Bueno, ¿hay algo que puedas decirme que pueda


verdaderamente controlar? ¿Además de masturbarme, claro?

El Dr. Stottemeyer se volvió hacia él, esos ojos marrones líquidos


repentinamente rebosantes de simpatía.

—Tienes doce años, ¿verdad, Evan?

—Sí.

—Puedo decirte que tu grupo de pares está a punto de cambiar.

—¿Y qué?

—Eso significa que estás llegando a la edad en que a las chicas les
gusta abrazar.

—¿No los chicos? —Evan estaba un poco decepcionado por eso, y


el Dr. Stottemeyer debe haber captado esa nota en su voz.

—¿Te gustaría que los chicos te abrazaran?

Evan se encogió de hombros.

—Yo sólo... no lo sé. Me gusta la forma en que los chicos se ven.

Stottemeyer hizo un suave gruñido como si estuviera asimilando


algo.

—Bueno, algunos chicos querrán abrazarte, pero en estos tiempos,


debes asegurarte que no te golpearán en la cabeza por intentarlo. Elige a
tus amigos, ¿vale?

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—Entonces... ¿elijo amigos que abracen? —Pésimo. Consejo. Por


siempre.

—Sí —dijo Stottemeyer, pero sus labios estaban fruncidos, como si


supiera que no era la cosa más inteligente que un psiquiatra haya dicho—
. Elige a tus amigos.

Bueno, ¿por qué no? Mamá y papá no lo hacían por él, ¿verdad?

—¿Tienes alguna sugerencia de cómo hacerlo?

Stottemeyer se encogió de hombros.

—¿Todavía te gustan los comics?

Porque los cómics y Godzilla estaban todavía en la lista de las dos


cosas más importantes de Evan que nunca lo decepcionaron.

—Sí.

—¿Tienes un club de animación en tu escuela secundaria?

Evan parpadeó.

—Sí.

—¿Esta gente es amable?

Se puso nervioso. Esa gente era el tipo de gente con la que no


querías involucrarte a menos que te gustara tu pelo peinado en espiral.

—No son muy populares —dijo.

Stottemeyer hizo una mueca.

—Amigo, esa es la gente que más necesita abrazos.

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Amy Lane Ethan en Dorado

Fue como si Evan viera una luz brillante delante de él,


resplandeciendo sobre el grupo de supergeeks que pasaban sus
almuerzos escondiéndose de los niños más grandes pero que siempre
parecían cubrirse las espaldas.

—Es bueno que sean las vacaciones de verano —dijo


prácticamente, y Stottemeyer le dio una sonrisa aturdida. Dios, era
bonito. No bonito bonito, porque su nariz era un poco grande y sus labios
estaban un poco llenos, pero Evan se dio cuenta que había estado
tratando que este hombre le sonriera desde que era un niño traumatizado
de cinco años.

—¿Por qué?

Evan apisonó la atracción, porque probablemente asustaría a todo


el mundo. No importaba de todos modos. Finalmente, finalmente, tenía
un plan para abordar la única cosa que le había estado molestando desde
que su madre le había espantado en la sala de estar después que él
volcara su bicicleta y se rascara las rodillas.

—Porque si voy a pasar el rato con esa gente, necesito hacer un


poco de ejercicio. Vamos a necesitar mucha protección.

Stottemeyer se encogió de hombros y sus ojos midieron a Evan de


arriba a abajo. Evan sabía que no iba a ser muy alto, pero aún peor,
probablemente pesaba cuarenta y cinco kilos empapado antes de hacer
caca.

—No podría hacer daño —dijo prácticamente—. La actividad física


es una salida muy positiva para muchos problemas. Pídele a tu profesor
de gimnasia algún consejo sobre cómo aumentar el volumen.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 19 ~


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Evan asintió, le gustaba este plan. Se ejercitaría, se pondría guapo


y saldría con gente a la que le gustaba Godzilla. Hasta ahora, la propuesta
era de ganar-ganar.

—Entonces —dijo su madre mientras salía de la pequeña oficina


del centro de salud mental—: ¿Cómo te fue?

—Genial —dijo Evan, sonriendo ampliamente—. ¡Voy a hacer


ejercicio!—

—Genial, Ev —dijo, su larga cara italiana se iluminó con un


entusiasmo genuino—. ¡Eso suena saludable!

Él sonrió, y ella le puso la mano en el hombro y lo condujo hasta el


coche.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 20 ~


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Paso 3
Haz un poco de destrucción
por tu cuenta
—Ev, ¿vamos a SacAnime1?

Evan levantó la vista de su tarea de inglés, sonriendo mientras


Curtis se deslizaba frente a él en la mesa del almuerzo. A su lado, Brittany
le dio un codazo rápido, y él se inclinó hacia ella. Había perdonado
completamente a Stottemeyer por no conseguir lo de los abrazos cuando
tenía doce años, porque los tres años transcurridos desde entonces
habían sido excepcionales en el departamento de abrazos. Curtis era un
poco distante porque era un chico, pero Brittany, Ryane, Jessie, Margot,
y todas las chicas del club de anime eran como un centro de abrazos. Por
supuesto, ayudó el hecho de que Evan había ganado treinta kilos y se
había amontonado como un machote en los últimos tres años. Se imaginó
que tenía un estirón más hasta que cumpliera los quince, y entonces todo
se centraría en su pecho y sus brazos, y sería una superestrella.

Podía manejar eso.

¿Quién necesitaba ser un deportista o un jugador de fútbol o del


consejo estudiantil? Evan finalmente tenía gente que lo abrazaba, no se
necesitaban almohadillas ni equipo. De hecho, la idea de algo violento,
como el fútbol o la velocidad y los golpes en la cancha de baloncesto, lo
mareaba un poco. La lucha libre parecía estar bien, pero luego estaban
esas cosas estandarizadas. Ahí estabas, llevando algo tan ajustado que

1SacAnime es una convención semestral de anime de tres días que se celebra en Cal
Expo en Sacramento, California. La convención son las convenciones hermanas del
Sacramento Comic, Toy and Anime Show y Bak-Anime.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 21 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

podías saber si un tipo estaba circuncidado o no. ¿Y si tenía una erección


en una? Le gustaba tener erecciones, pero Dios, todo el mundo le vería
revolcándose con otro tipo, llevando una erección. Todo el mundo sabría
que los tipos le daban una, ¿verdad? Dios, ya era bastante malo que las
chicas lo hicieran a veces, pero los chicos... Era una erección andante.

Así que se sentía cómodo haciendo ejercicio después de la escuela


y pasando el rato con el club de anime. Las chicas se ponían sobre su
espalda como suéteres, y él vivía para los almuerzos, para antes de la
escuela, para esos momentos de salir después, cuando sentía que podía
respirar.

Curtis lo miraba ahora con grandes ojos marrón oscuro, como si


esperara que Evan lo decepcionara.

—Todavía no has respondido a mi pregunta sobre SacAnime,


hombre. ¿Vas a ir o no?

Evan hizo una mueca.

—Bien, le pregunté a mi madre, y no me deja ir sin un


acompañante...

—Eres un poco grande para un acompañante —dijo Brittany junto


a su codo, y él hizo una mueca antes de pasar su mano sobre el papel.
El papel tenía una textura, suave y blanca, y le gustaba sentirlo mientras
pensaba en una respuesta a su pregunta. Necesitaba tiempo para pensar
en una excusa porque ella tenía razón. Si alguien iba a agarrarlo por el
brazo y masturbarse sobre él ahora, tendría que estar de acuerdo.

Empezaba a pensar que mientras le gustara la persona y tuviera


algo que decir, no sería una mala manera de hacerlo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 22 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Pero cuanto más leía manga con las chicas, más seguro estaba de
que había más cosas que podía hacer que masturbarse.

—Sí —dijo, tratando de sacar sus pensamientos errantes sobre el


sexo—. Lo hago, pero, ya sabes, madres.

—Mi madre puede llevarnos —dijo Brittany con entusiasmo. Era


una chica regordeta, con gafas sobre una nariz respingona, que llevaba
su diadema de Naruto a la escuela y se gastaba todo su dinero en pintura
acrílica para hacer malas pinturas de los personajes de Bleach2. Evan la
amaba, porque pensaba que todas las historias eran reales. Tampoco le
dijo cuán a menudo flexionaba sus músculos en desarrollo para evitar
que la gente la golpeara. No le importaba. Ella lo abrazaba todo el tiempo.
Él haría cualquier cosa por una persona que le diera un toque
incondicional.

—¿Todos nosotros? —preguntó Curtis, emocionándose también—.


Porque eso sería genial. ¡Podríamos reunirnos todos en tu casa e ir en
grupo!

Brittany cambió su mirada hacia Evan, algo caída y bajo sus


pestañas.

—No lo sé, Curtis. El coche de mi madre es muy pequeño...

Ryane apareció en la mesa entonces, así que Brittany dejó de


hablar. Evan estaba agradecido porque les evitó a todos lo que estaba a
punto de convertirse en un momento realmente incómodo.

—¡Buenas noticias! —burbujeó, lo cual fue gracioso, porque Ry


nunca burbujeaba. Ry se había teñido el pelo negro y lo había cortado

22Bleach es una serie de manga y anime escrita e ilustrada por Tite Kubo. La serie
narra las aventuras de Ichigo Kurosaki, un joven adolescente de quince años de edad
que accidentalmente absorbe los poderes de una shinigami —personificación japonesa
del Dios de la muerte— llamada Rukia Kuchiki.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 23 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

con tijeras de cocina y tenía maquillaje blanco sobre sus cicatrices de


acné. Si burbujeaba así, significaba que era algo increíble.

—¿Tu mamá puede llevarnos a todos a SacAnime? —preguntó


Evan con cierto alivio, y Ry lo miró con exasperación.

—¿Quién lo dijo? Se suponía que era para mi cumpleaños, incluso


pagará tu billete. Iremos todo el fin de semana, pero tienes que pagar la
comida.

Evan se iluminó.

—Excelente... ¿ella también va a estar allí?

Ry asintió, pareciendo un poco disgustada.

—Sí. Pensarías que podría lidiar con que yo sea lo suficientemente


mayor para ir por mi cuenta, ¿verdad? Quiero decir, voy a cumplir quince
años.

Curtis asintió sobriamente.

—Está bien —dijo en voz baja—. Nunca se sabe dónde están los
locos, ¿verdad?

Le envió a Evan una mirada furtiva, pero Evan asintió como si no


hubiera corrientes subterráneas allí. No era estúpido. Sabía que todos
sus amigos tenían mierda en sus cabezas y que no estaba al tanto de
todo, o incluso de todo lo que le pertenecía. Pero después de diez años de
terapia, tenía una idea muy clara de lo que su psiquiatra llamaba límites.
Había aprendido a aplastar despiadadamente su curiosidad por la gente
que le rodeaba. Si querían decírselo, lo harían, pero no estaba
entusiasmado con derramar sus tripas a alguien que no tuviera que
hacerlo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 24 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí. No... mi madre va a llevar a Allie a una prueba de su vestido


de novia. No puede traernos, así que es bueno que tu madre sea toda una
profesional. ¿Y realmente podremos ir a los tres días? —Evan se iluminó,
porque el primer día...

Ry asintió, su cara se iluminó.

—¡Podemos hacer el concurso de disfraces! —dijo—. ¡Y es en seis


semanas! ¿Quiénes vamos a ser? Vamos, chicos... ¡escuchemos las ideas!

—¡Bleach! —dijo Brittany y sus ojos descoloridos brillaron de


excitación.

—No —dijo Evan antes de recordar que debía tener cuidado con no
lastimar a Brittany—. Todo el mundo va a estar haciendo Bleach.
Necesitamos algo... no lo sé. Más vanguardista.

—¡One Piece3! —dijo Curtis emocionado.

—¡Ulgh! —murmuró Ry—. ¡Demasiado oscuro!

—¿ Vampire Knight4? —dijo Curtis. Su sonrisa se volvió un poco


soñadora—. Me encantaría ser...

—¡Zero! —todos terminaron por él—. ¡Y no! —añadió Evan.

—¿Por qué no? —Curtis parecía que iba a llorar.

—Porque es uno de esos que todo el mundo va a hacer, no quieres


hacer algo...

3 One Piece es un manga escrito e ilustrado por y actual mente es el manga más
comprado en el mundo Eiichirō Oda. C
4 Vampire Knight (lit. Caballero vampiro) es un manga shōjo escrita por Matsuri Hino.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 25 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Más adulto? —sugirió Ry mientras sus ojos brillaran—. ¿Qué tal


One-Punch5?

—¿One-Punch? —Evan no había oído hablar de ello.

Ry se encogió de hombros y miró a su alrededor como si fueran a


ser escuchados. Como si alguien escuchara su mesa. Se burlan de ellos,
sí. Lanzaban comida, hasta que Evan le dio un codazo a ese jugador de
fútbol en la cara, sí. Pero no los escuchaban.

—¡One-Punch! —resopló Brittany —. No hay personajes femeninos


en One Punch.

Ry hizo una mueca.

—Sigo olvidándome de eso. Si... si vamos a hacer todo tipo de cosas,


podríamos hacer un Starfighter y terminar con esto.

Brittany prácticamente brilló.

—¡Starfighter6! Eso sería increíble. —Luego miró a Evan y Curtis,


su emoción desvaneciéndose—. Sí, pero a ustedes no les gustaría eso,
¿verdad? —Su cara estaba sonrojada—. Es algo explícito, ¿sabes?
Podríamos hacer Full Metal Alchemist7 que no está mal.

5 One-Punch Man es una serie de anime japonesa basada en el webcómic creado por
One y su posterior adaptación de manga ilustrada por Yusuke Murata. Ambientada en
City Z, la historia se centra en Saitama, un superhéroe que se ha aburrido a medida
que se ha vuelto tan poderoso que todas sus batallas terminan en un solo golpe.
6 Starfighter, de la artista HamletMachine empezó a publicar online en 2008 de forma

serializada y sigue actualizándose diez años después. El cómic cuenta la historia de


Caín y Abel, dos soldados de La Alianza (un grupo militar espacial que lucha contra
una raza alienígena conocida como Colteron) que mantienen una tormentosa relación,
mientras a su alrededor se desarrolla una trama de secretos, rivalidades y celos por
parte de algunos compañeros y superiores.
7 Fullmetal Alchemist es una serie de manga escrita e ilustrada por Hiromu Arakawa.

Su primera adaptación al anime fue dirigida por Seiji Mizushima y la segunda por
Yasuhiro Irie. El mundo de Fullmetal Alchemist tiene un estilo steampunk, similar al
de después de la Revolución Industrial europea.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 26 ~


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Evan y Curtis se miraron el uno al otro. Habría decenas de Full


Metal Alchemist en la convención, Evan había elegido tres sólo mirando
las imágenes de las noticias de la de septiembre.

—¿Starfighter? —preguntó Curtis.

—¡Si! —La voz de Ry bajó—. Es yaoi8… ustedes tendrían que estar


de acuerdo con eso.

Evan ladeó la cabeza, intrigado.

—Entonces, ¿Yaoi? ¿Es manga9? ¿Podríamos conseguirlo en la


biblioteca?

—Aún mejor —dijo Ry, asintiendo—. Es un webcomic. Puedes


conseguirlo en el ordenador, aquí.

Evan se rió.

—Son tan estúpidos —dijo con aversión. Era cierto que el


cortafuegos10 de la escuela no reconocía ninguno de los sitios de manga.
No distinguían el shojo11 de Bishonen12, lo que significaba que buscar
entre las cosas prohibidas en su tiempo de inactividad era pan comido.

8 Yaoi, también conocido como Boys' Love o BL, es un término japonés utilizado para
denotar la representación artística, erótica, sexual o romántica de relaciones centradas
entre dos individuos de sexo masculino.
9 Manga es la palabra japonesa para designar las historietas en general. Fuera de Japón,

se utiliza tanto para referirse a las historietas de origen japonés como al estilo de dibujo
utilizado en estas.
10 En informática, un cortafuegos es la parte de un sistema informático o una red

informática que está diseñada para bloquear el acceso no autorizado, permitiendo al


mismo tiempo comunicaciones autorizadas.
11 El shōjo es la categoría del manga y anime dirigida especialmente al público femenino

adolescente. El nombre proviene de la romanización del japonés 少女, literalmente «niña


joven».
12 Bishōnen (美少年 lit. Niño hermoso?), transliterado como bishounen, es un concepto

estético japonés utilizado para describir al hombre hermoso, joven e ideal, cuya belleza
y atractivo trasciende el límite de género u orientación sexual.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 27 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí, pero si vamos a hacer un webcomic yaoi, tal vez podríamos


hacer Justicia Joven. Son superhéroes. Y hay chicas. Pero —suspiró—
los disfraces son más fáciles con Starfighter. Olvídate de Justicia Joven.
—Siempre era sorprendente cuando Brittany se ponía pragmática—. De
cualquier manera, ¿están de acuerdo con Yaoi?

—¿Podemos encontrarlo en línea? —preguntó Evan, esquivando la


pregunta sobre Yaoi. La verdad era que se moría por leer algo de yaoi. El
bishonen que le dieron fue muy dulce, pero también quería ver a los
chicos besándose.

—Sí, no hay problema —dijo Ry, asintiendo a ambos—. Y no todos


los chicos son gays. Si hacemos Starfighter, podríamos hacer a las chicas
navegantes y a los chicos pilotos…

—¿Qué pasa con Jessie y Margot? —preguntó Evan, le gustaba la


idea de eso. Era simétrico. Se había sentido superado por las chicas toda
su vida. Le gustaba la idea de lo simétrico.

Brittany y Ryane se miraron y se encogieron de hombros, y fue


Ryane quien habló.

—Margot es muy alta, puede ser piloto y Jessie puede ser su


navegante. Si podemos averiguar cómo hacer los trajes de vuelo...

—Somos buenos. ¿Tendremos que hacer una escena?

Ryane y Brittany estallaron en risa, y luego ambos miraron a Curtis


con atención.

—No, pero puede que ambos tengan que teñirse el pelo. Si eres
Caín y Curtis es Praxis...

—Espera —preguntó Brittany— ¿quién de nosotros va a ser Abel?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 28 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

— Yo lo hago —dijo Ryane, encogiéndose de hombros—. Me tiño el


pelo todo el tiempo. Podría hacer la raya amarilla, no te preocupes.

Brittany suspiró y empujó su pesado pelo rubio-marrón. El color


era precioso, de hecho, era lo único realmente bonito de ella. Evan no la
culpaba por no querer meterse con él.

—Entonces, ¿nosotros y la botella de tinte? —preguntó Evan, y Ry


asintió con firmeza.

—¡Claro! Pero tienes que parecer duro, Ev. ¿Crees que puedes
hacerlo? —Y luego todos se rieron, porque Evan era su ejecutor, y lo
sabían. Evan se rió con ellos y chocó los cinco con ella, y Brittany hizo
una mueca de dolor, pero ella también parecía apaciguada.

—Genial —dijo Evan, sintiéndose complacido—. Ahora sólo tengo


que leerlo.

—¿Starfighter o Justicia Joven? —preguntó Curtis con curiosidad,


y Evan se encogió de hombros.

—¿Por qué no ambos? Nos queda como una semana en la


biblioteca, y debo decirte que hice el proyecto la semana pasada.

Y esa era otra cosa de la que no tenía que preocuparse con este
grupo. Las buenas notas no eran una marca de nada más que buenas
notas. No eran estatus, no se vendían, sólo eran buenas notas.

—Impresionante —dijo Curtis, su cara estrecha, de nariz delgada y


mentón de aguja relajándose en sus habituales líneas sardónicas—. Me
dará algo que hacer cuando finja trabajar.

Ry lo miró con irritación.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 29 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Creo que deberías hacer tu trabajo primero —le sermoneó, y


Curtis puso los ojos en blanco.

—¿Por qué, mamá, no puedo ir a la convención de anime si no hago


mi trabajo?

—No —dijo Ry, inhalando—. No, no lo harás. Hablo en serio, Curtis.


¡Pon tu trasero en marcha!

Curtis se encogió de hombros y mostró una completa y total


indiferencia, pero Evan lo vio cuando sacó sus propios deberes y empezó
a trabajar para terminar sus matemáticas antes que la campana
repicara.

***

Más tarde, al día siguiente, no estaban tan relajados.

—Deja de mirarla o vendrá por aquí —siseó Evan, con los ojos
saliendo de su cabeza.

Oh, Dios. Oh, Jesús. Explícito. ¿Explícito?

Era... bueno, la obra de arte era hermosa, pero el... el...

Sexo.

—Eso —dijo Curtis en voz alta— no es una relación saludable.

Ambos miraron con enormes ojos un panel en el que Abel, el uke,


abrió sus piernas y suplicó, rogó, que Caín, el seme13, tomase su culo.

13 Los dos participantes en una relación yaoi (y a veces también en el género yuri) son
llamados seme (攻め?), el individuo que acostumbra a tomar el rol activo o dominante,
y uke (受け?), el individuo que suele desempeñar el papel pasivo o sumiso; esta palabra
es usada en la jerga gay japonesa para designar al compañero receptivo en el sexo anal.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 30 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Él como que rogó por ello —dijo Evan, sin pestañear—. ¿Ella va
a venir?

—Ella ¿qué? Los dos son chicos. Oh sí... espera. ¡Mierda! ¡Sí!

Evan golpeó rápidamente la pestaña de su navegador y de repente


estaba investigando la etimología de palabras como 'pasquín' mientras
que la Sra. Cuthbert, su joven y muy confiada profesora de inglés, se
acercaba por detrás de ellos para comprobar y asegurarse que no estaban
haciendo exactamente lo que habían estado haciendo.

—Puedo leer la parte superior de las pestañas, ya sabes —dijo ella


secamente, y Evan hizo una mueca.

—Uhm...

—Yo también leo Starfighter —dijo, su voz decididamente seca, y


Curtis fue quien lo arruinó.

—¡No lo haces! ¡Es demasiado sucio!

La Sra. Cuthbert asintió.

—Sí —dijo—. Sí, lo hago. ¡Por eso no lo leo aquí, idiotas! ¡Ahora
busquen su porno en su tiempo libre y ocúpense de su proyecto en el
mío!

Y con eso, se volvió bruscamente sobre sus talones y se alejó.

Evan y Curtis la vieron irse con grandes ojos.

—Bueno —murmuró Curtis, golpeándolo con un hombro hasta que


cerró el navegador—. Ya la escuchaste. Tenemos que leer esto en mi casa.

Evan deslizó sus ojos hacia los lados, sin perder la forma en que
los ojos de Curtis se movían a izquierda y derecha. Curtis tenía pelo

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 31 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

oscuro como él, y grandes ojos marrones también, pero ahí era donde el
parecido terminaba. Curtis era tan delgado que sus profesores le pasaban
comida a escondidas, y nadie le regañaba por comer en clase. Además de
la nariz afilada y el mentón puntiagudo, tenía unos pómulos
imposiblemente altos. Cuando Evan pensaba en los niños vulcanos,
pensaba que Curtis sería uno bueno. Pero Evan se había acostumbrado
al gordinflón, al acné, a la falta de belleza. Su familia había sido
bendecida con buenos genes, pero sus amigos... Lo abrazaban. Era todo
lo que pedía, y eran buenos en ello.

No fue la apariencia lo que hizo que Evan dudara. Fue la...

La mirada de Curtis volvió a recorrer la habitación y extendió su


mano tentativamente sobre el hombro de Evan.

—Tengo un perro —dijo como una ofrenda, estaba peleando sucio,


y lo sabía—. Y mi mamá hace buenas compras. Ella tiene bocadillos.
Nosotros sólo... ya sabes. Leeremos. Haremos los deberes.

Su sonrisa estaba tan rota de nervios que Evan no pudo rechazarlo.

—Sí —dijo—. No hay problema. ¿Quieres hacerlo hoy?

Curtis tragó y se encogió de hombros como si no fuera gran cosa.

—Mañana, tal vez. Mi habitación es una especie de desastre.

Evan sonrió tranquilamente.

—Está bien, de todas formas olvidé que tengo que hacer algo
después de la escuela.

Lo cual era una forma muy vaga de decir que necesitaba llamar a
su psiquiatra.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 32 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

El Dr. Stottemeyer sólo había mejorado con la edad. En algún


momento, se cortó el pelo y dejó de usar chalecos. Evan había notado que
la foto de su esposa e hijos había desaparecido para ser reemplazada por
una foto de sus hijos y un tipo que no se parecía en nada a ninguno de
ellos. Evan no era estúpido. No era curioso, pero tampoco estúpido, así
que aunque no había hecho la pregunta lógica: Oye, Doc, ¿finalmente
acogiste a tu milésimo adolescente confundido y te diste cuenta que eras
gay? asumió que era la verdad.

Esa era la razón por la que iba a tomar su vida en sus manos y
acudir al doctor ahora.

Su madre nunca lo entendería.

Por supuesto, como su padre finalmente se había mudado de la


casa a un apartamento de mierda en Roseville, que era todo lo que podía
permitirse mientras mantenía a su ex-esposa y a sus hijos con estilo, su
madre era la única persona con la que tenía que hablar, y él estaba un
poco enfadado por ello. Jesús, papá ni siquiera le había preguntado si
quería mudarse con él, lo que Evan habría hecho incluso si el
apartamento fuera tan pequeño que tenía que dormir en el sofá, y eso
realmente lo enojó. No es que su madre hubiera dejado suficiente relación
para que hablara con su padre, pero sí, estaba enojado. Lo
suficientemente molesto como para defenderse por una vez y jugar la
carta del divorcio para poder seguir visitando al Dr. Stottemeyer, quien
había sido parte de su vida después de diez años, y que Evan sintió que
podría ser un tío o algo así. De hecho, pensar en él como un pariente
imaginario fue probablemente lo único que evitó que se enamorara de él
de verdad, porque a medida que crecía, empezaba a pensar que el Dr.
Stottemeyer era muy atractivo.

Pero no necesitaba un tío bueno ahora mismo. Necesitaba un


psiquiatra, porque había algunas cosas que necesitaba resolver.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 33 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

El Dr. Stottemeyer pudo verlo antes de las cinco, lo que fue genial
porque había podido ejercitarse primero. Belladonna fue la hermana que
sacó la pajita más corta para el camino de la escuela a la oficina del
psiquiatra en Roseville. Conducía un pequeño Ford POS blanco con un
interior negro que apestaba a humo y se sentía barato. Solía preguntarse
cuántos tipos había metido su hermana en el coche, y luego paraba
porque el número le deprimía.

—¿No te estás haciendo un poco viejo para esto? —preguntó,


lanzando su pelo negro liso y blandiendo su cigarrillo como un arma.

—¿No te estás haciendo un poco vieja para fingir que es Trisha la


que fuma en tu coche todo el tiempo? —preguntó Evan irritado.

Belladonna lo miró con desprecio. Tenía veintidós años, no estaba


ni cerca de salir de la universidad, y tenía una colección de antiguos
novios que parecía una reunión de ese viejo programa Cops14.

—Diviértete viendo al psiquiatra, pequeño psicópata —dijo


Belladonna, golpeando su ceniza fuera de la ventana del coche—. Volveré
en una hora y media.

—Asegúrate que deje un billete de veinte en el tocador —respondió


Evan.

Ella entrecerró los ojos hacia él.

—¡Que sean tres horas, si tienes la maldita suerte!

—Mamá está preparando la cena esta noche. Si no estamos en casa


a las siete, te echará a patadas. —Sonrió con suficiencia. Dios,
Belladonna lo molestaba. Allie era la madre, Mina era la buena

14Esta serie documental muestra la valentía de la policía para realizar su trabajo ante
cualquier situación que exponga sus vidas al peligro. Lleva 33 temporadas.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 34 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

estudiante, Danni era la princesa, y Belladonna era la perra que más se


esforzaba por llamar la atención.

Y Ev era el monstruo con el pene.

—Dios, ¿tienes que ser tan imbécil? —gruñó Belladonna,


arrastrando su cigarro—. Toda la vida se trata de Evan, Evan el pequeño,
Evan el chico, Evan la víctima... Jesús, ¿no puedes ser jodidamente
normal?

—Donna, si pudiera ser jodidamente normal, ¿me dejarías en la


puta oficina de un psiquiatra? Dios mío. ¿Qué tal si me engancho a la
metanfetamina y robo todo el dinero de mamá para mi hábito. ¿Sería
menos irritante entonces?

Brittany le había dado un pequeño tchotchke15 para que lo


enganchara a su mochila. Era rosa e impreciso y parte de él era goma
lisa, se suponía que debía parecerse a un lémur o algo así, y mientras
Evan discutía con su hermana, lo giró hasta que la maldita cosa se cayó
del gancho.

—Maldita sea —murmuró—. Estate aquí o no. Si no estás aquí,


llamaré a alguien más para que te lleve.

Se dio la vuelta y entró en el complejo para su cita, ignorando el


sonido del cuerno de ella mientras se iba. Por una vez sería bueno que
su familia no fuera tan molesta.

Para cuando lo llamaron de la sala de espera donde la pequeña


cooperativa de psiquiatras ponía a sus pacientes, había logrado convertir

15 Un tchotchke es una pequeña chuchería o un artículo diverso. La palabra ha sido


utilizada durante mucho tiempo por judíos estadounidenses y en el discurso regional
de la ciudad de Nueva York y en otros lugares. Es de origen eslavo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 35 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

el juguete en pelusa y goma sucia, y nunca se había alegrado tanto de


ver al Dr. Tío Stottemeyer en su vida.

Después que Evan arruinó su enésimo par de jeans mientras


estaba sentado en el sofá, el Dr. Tío Stottemeyer comenzó a sacar el osito
de peluche que usaba con sus pacientes más jóvenes y se lo dio. Evan
estuvo agradecido. Peinó el pelaje de ese animalito y apretó su pequeño
y blando cuerpo hasta que se deshizo, y Stottemeyer le consiguió uno
nuevo. Estaba en su cuarto oso de peluche, pero este parecía que podría
durar un tiempo.

—Entonces, Evan, ¿cuál es el...?

—Creo que soy bi. O, bueno, probablemente más gay que bi, pero
seré bi por ahora, porque las chicas merecen una oportunidad. Y estoy a
punto de perder mi virginidad. Y quiero asegurarme que eso no es malo.

—Creo que vamos a necesitar un oso de peluche completamente


diferente.

Evan le entrecerró los ojos.

—Si intentas darme uno con nardos, voy a decir que es una
mierda.

Stottemeyer se rió y le hizo señas para que empezara.

Cuando Evan terminó de hablar, Stottemeyer se inclinó hacia


adelante, agarrando sus manos, y Evan se agarró a ese pobre osito de
peluche a su pecho como si lo estuviera salvando de la gente mala.

—Bien. Hasta ahora, todo bien. Viste algo de porno artístico, te


excitó, tu amigo dijo, '¡Hagamos esto!' y estás a bordo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 36 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Stottemeyer se había relajado mucho más desde que se había


vuelto gay. Evan lo aprobó.

—Más o menos.

—Así que lo malo es...

—No creo que mis padres estén de acuerdo con eso.

Stottemeyer murmuró en su garganta.

—Podrías tener razón en eso —dijo a regañadientes, y Evan sabía


sin duda que le habían dicho algo.

—Por eso tengo que mantenerte como psiquiatra, ¿no? —Evan trató
de tomar su gran y musculoso cuerpo y desaparecer en la esquina del
sofá, escondiéndose detrás del maldito oso de peluche.

Stottemeyer se encogió de hombros.

—Les dije que no había nada malo en que te gustaran los chicos,
pero tu madre...

—Ella cree que el estúpido ayudante del profesor me hizo así. Dios,
odio a mis padres.

—Eso no es justo.

Evan lo miró con desprecio.

—Jodidamente justo. Tengo este dulce chico que podría seguir


siendo mi amigo, y está pensando en hacer algo de esa mierda genial que
vimos en ese webcomic, ¿y sabes qué? Mi vida es de repente todo sobre
lo que pasó cuando tenía cinco años. ¿Sabes lo que tengo que decir a
eso?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 37 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Tengo el presentimiento que me lo vas a decir.

—A la mierda —murmuró Evan, abrazando al osito de peluche más


cerca—. A la mierda con eso. Estático. Estático y atascado. El movimiento
llamaba la atención de todos. Esconderse funcionaba mejor, como si
fuera un ratón que quiere vivir al ataque de una serpiente.

—Evan, no digo que tener sexo sea algo malo, hay formas
perfectamente normales de explorar tu sexualidad. Pero, ¿realmente
crees que tener sexo para molestar a tus padres es el camino a seguir?

Evan lo miró con ira, queriendo esconderse bajo una montaña de


osos de peluche.

—Ni siquiera estaba pensando en ellos antes que esto sucediera. —


Su ceño se intensificó—. No voy a pensar en ellos ahora, tampoco. De
hecho, mis padres pueden olvidar que son algo en lo que pienso por el
resto de mi vida.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 38 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 4
Retroceso
El Dr. Stottemeyer le advirtió que usara lubricante y condones.
Evan los compró en la farmacia a la salida.

Belladonna estaba probablemente en su tercer cigarrillo cuando


abrió la puerta del coche, pero no le gritó por ser una puta de la nicotina
como lo haría normalmente. En cambio, estuvo muy callado durante la
mayor parte del camino a casa.

Ella le echó una mirada molesta a mitad de camino.

—Entonces, ¿qué tan mala fue tu sesión de psiquiatría?

Incluso gruñía, lo que era lo más parecido a su padre.

—¿Cuánto de toda esa mierda que haces: fumar, beber, el


constante paseo de la vergüenza, es para decirle a mamá y papá que te
jodieron la vida?

Belladonna respiró profundamente y luego tosió. Le dio el Red Bull


en el portavasos y esperó, y ella lo recompensó desviándose de la
carretera hacia el primer estacionamiento que encontró, uno frente a un
7-Eleven.

—Jesús, Ev…

—Mira, sólo estoy preguntando. ¿Haces eso... es por eso?

Ella tomó un trago de Red Bull, y él estaba bastante seguro que


deseaba que fuera algo más fuerte.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 39 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Te dijo eso tu psiquiatra? —preguntó amargamente cuando


pudo decir una palabra.

Él sacudió la cabeza.

—No. Lo descubrí yo mismo.

—Bueno, eres muy inteligente, Ev, pero tal vez te guardes esa
mierda que averiguaste para ti mismo, ¿de acuerdo?

Evan suspiró.

—Estoy tratando de decir... —Y entonces lo impactó. Sabía desde


hacía cinco minutos que sus padres estaban jodidos. Lo había sabido por
lo menos durante diez años—. No importa. No te hagas daño por culpa
de ellos, ¿vale?

Ella lo miró de reojo.

—Eso es... eso es algo dulce, Ev. Quiero decir, no lo escribas con
sangre ni nada, pero... gracias.

Evan se encogió de hombros.

—No te preocupes por mí —murmuró—. Sólo soy el idiota con el


psiquiatra.

Belladonna se rió, aunque eso no fue gracioso, y lo llevó a casa.

Esa noche, todos se sentaron a cenar en la elegante mesa lacada


con las sillas que tenían esos ornamentados diseños troquelados en el
centro de los respaldos. A su madre le gustaba la elegancia, hasta el color
ébano de la mesa y los azulejos blancos tipo hospital, con servilletas de
color rojo sangre para acentuar. Colores militares, sí, pero su madre
siempre había dirigido todo el asunto de la cena como un general, desde

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 40 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

cuándo empezar la ensalada hasta cuánto tiempo dejar que la lasaña se


asiente antes de servir, hasta si la leche o el jugo sería la bebida más
responsable para los menores de la casa. Evan la miró críticamente,
tratando de decidir cuándo se convertiría en el enemigo.

Ella no parecía el enemigo. Llevaba un suéter y una falda de lana


elástica con medias de lana en el frío de enero, y seguía siendo bonita.
Tenía una barbilla fuerte, pómulos altos y una nariz atrevida, así como
los clásicos ojos marrones oscuros. Su pelo había empezado siendo
moreno, y se lo había teñido del mismo color. Nada de jugar con el rubio
o el rojo o con los reflejos para la madre de Evan. No. Iba a ser esa mujer
italiana de huesos fuertes y audaces hasta que se hiciera tan vieja que
olvidara el tinte que usaba.

—Así que, mamá —dijo, ultracasual—. Hay un GSA en la escuela.


Muchos de los chicos del anime están en ella, pensé en unirme. —En
realidad, esto no era una parte de la verdad. Muchos de los chicos del
anime hacían doble turno en ambos clubes.

Su madre arrugó su larga nariz.

—¿Qué es un GSA?

—Es como, una Alianza Gay Heterosexual. Es para evitar que los
niños gays sean acosados. —Evan flexionó sus músculos, satisfecho
porque su cuerpo se estaba tensando por el entrenamiento—. Me imagino
que soy un buen guardián para eso, ¿verdad?

—Sabes, Evan, no sé si quieres tener algo que ver con esa gente —
dijo su madre con cuidado, y Evan miró a sus hermanas para ver qué
pensaban. Interesante. Allie miraba a su madre como si no estuviera de
acuerdo pero no quería decir nada, Belladonna la miraba como si no
estuviera de acuerdo pero se aburría de estar enfadada, Mina la miraba

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 41 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

como si las palabras de mamá fueran de la propia Virgen, y Danni estaba


ocupada enviando mensajes de texto en su pequeño smartphone
enjoyado e ignorando todo el jodido asunto.

—¿Qué gente? Son mis amigos, mamá.

—Ev, no es buena idea salir con gente que te recuerde a ese


hombre.

Evan cerró los ojos, los abrió y dijo muy despacio:

—Los gays no son abusadores de niños, mamá. Los abusadores de


niños son abusadores de niños. Son dos cosas distintas.

—Evan, no le hables así a tu madre...

Y por un momento, la injusticia lo derribó.

—¡Mamá, he estado hablando de esto con un profesional durante


diez años! ¿No crees que sé...?

—¡Basta! Soy tu madre y sé lo que es mejor para ti, tienes que dejar
de molestarme, ¡y quiero decir ahora!

Evan respiró profundamente y se puso de pie.

—No estoy comiendo queso ahora mismo —dijo, mirando la lasaña


y anhelándola. Era cierto, había dejado el queso como parte de su dieta
para reducir el cuatro por ciento de grasa corporal y así poder obtener
abdominales de seis, pero sobre todo no creía que pudiera seguir mirando
la comida de su madre y no enfermarse.

—Evan, vuelve aquí, ya has oído lo que he dicho...

—Sí, lo he oído. Voy a ir a la casa de un amigo mañana después de


la escuela. ¡Nos vemos mañana por la noche!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 42 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Y con eso se dio vuelta y se fue a su cuarto, por una vez agradecido
de ser el único chico, porque significaba que podía cerrar su puerta,
encender su computadora, y estudiar la maldita mierda de cómo hacer lo
que esos tipos hacían en el Starfighter.

Esa noche escuchó ese tono agudo en la voz de su madre que sólo
usaba cuando intentaba arrancarle los tímpanos a su padre a treinta
kilómetros de distancia. Mientras estaba sentado frente a la
computadora, preguntándose si la verga de Caín era realmente tan
grande y si la suya estaba a la altura (había sacado una regla y se había
puesto duro, pensó que veinte centímetros no era nada para estornudar
cuando tenías quince años), su teléfono sonó junto a la computadora.

Le dio a Ignorar.

Pensó que su padre no tendría nada mejor que decirle que su


madre, y realmente no quería oírlo.

***

La casa de Curtis era... bueno, bonita. Su madre tenía cortinas


floreadas y usaba colores más suaves, incluyendo una mesa de cocina
menos severa. Tenían tres gatos y dos perros, y Curtis incluso tenía una
pequeña rata blanca corriendo alrededor de una jaula en su habitación.

Evan quería acariciarlos a todos. De hecho, durante una hora, todo


lo que hicieron fue una mierda sobre el manga, el tipo de no-yaoi,
mientras que Evan abusó de todos los animales de una manera no
sexual. Acarició al perro hasta que estuvo jadeando a sus pies, y encontró
el punto dulce detrás de las orejas de todos los gatos, y simplemente... se
congració con los animales hasta que se desmayaron y babearon sobre
él.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 43 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Después de la primera hora, Curtis miró el caos de los animales


felices y se rió.

—Realmente te gustan —dijo en voz baja, y Evan asintió.

—Me gusta tocarlos —le dijo a Curtis, absolutamente en serio—. A


ellos... a ellos no les importan los abrazos, ¿sabes?

Curtis asintió, pero miraba a Evan con una fascinación hambrienta


que empezaba a hacer que se retorciera en sus pantalones. Pensó en el
sexo como manos sobre su piel, un toque en su polla, corriéndose. Estaba
claro que Curtis pensaba en ello como algo más.

—¿Viste... viste el resto de Starfighter? —preguntó, su voz temblaba


un poco.

Evan sabía que se había ruborizado.

—Uhm, sí. Lo vi. Lo leí todo.

—Uhm, ¿quieres leerlo de nuevo?

—Uhm, sí —dijo, sabiendo a dónde iba esto. Eso estaba bien. Se


estaba excitando sólo de pensarlo.

Curtis tenía un escritorio, un portátil y una pequeña silla, y Evan


se sentó allí y luego abrió las piernas para que Curtis se sentara entre
ellas. Por un momento fue incómodo, y luego Evan pensó: Oye, es un
amigo, como una de las chicas, y está bien. Apoyó su barbilla en el hombro
de Curtis y dejó que Curtis volviera a donde lo habían dejado el día
anterior.

Justo donde Abel se estaba metiendo el dedo en su propio culo.

Curtis aspiró un poco de aire.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 44 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Alguna vez has hecho eso? —preguntó, y Evan sacudió la


cabeza.

—No —dijo en voz baja. Lo había pensado la noche anterior y pensó


que le gustaría intentarlo—. Estaba esperando mi próxima ducha larga.
¿Tú?

Curtis asintió.

—Sí. Lo he hecho. Es... —Su voz bajó—. No duele cuando dejas que
se ponga todo suave y resbaladizo. ¡Sería extraordinario si alguien más
lo hiciera!

Su voz sonaba con excitación, y Evan pensó: ¡Esto es todo! Y


entonces se dio cuenta que no podía hacer nada sexy sin tocarse de mejor
manera primero.

Envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Curtis un poco más


apretados y frotó su mejilla en la definida columna vertebral. Su camiseta
era de algodón suavemente lavado, una camiseta que enumeraba diez
razones por las que Kirk era más rudo que Picard, y Evan inhaló el olor
a suavizante de telas y a sudor amargo. Se dio cuenta que las axilas de
Curtis y los costados de su camiseta estaban empapados.

—No te pongas nervioso —dijo suavemente—. No tenemos que


hacer nada que no queramos hacer.

—Lo quiero —dijo Curtis bruscamente, y luego respiró con un


suspiro. Evan pensó que disfrutaría mucho de esto. Cerró los ojos y subió
las manos por la parte delantera de la camiseta de Curtis, atiborrándose
de la suavidad de la piel bajo las palmas de sus manos. Estaba húmedo,
y por un minuto fue desagradable, pero luego Curtis dio un agudo grito
y comenzó a moler y a golpear la entrepierna de Evan.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 45 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

La polla de Evan se endureció inmediatamente y de forma dolorosa.

Agarró a Curtis con más fuerza y, sin ceremonia, le metió la mano


en los pantalones y le agarró la erección, que estaba caliente contra su
mano.

Curtis se relajó contra su espalda y se puso en marcha, y por un


momento... por un momento, estuvo muy bien. El culo de Curtis contra
su entrepierna, su polla en la mano. Evan tenía sus brazos alrededor de
otro cuerpo humano, y todo el tacto, toda la piel, era tan condenadamente
bueno...

Y de repente Curtis estaba cayendo al suelo y retrocediendo,


escabulléndose como un cangrejo, hasta que su espalda estaba contra la
pared y presionaba sus palmas como si estuviera tratando de escapar.

Evan se puso de pie, sorprendido, y dio un paso adelante.

—Curtis…

—¡No me toques! —respiró, y Evan pudo ver el pulso palpitando en


su garganta.

—Vale —murmuró, un poco perdido—. Vale. Voy a sentarme aquí,


a los pies de la cama, ¿vale? Acariciaré a los gatos, si está bien. Podemos
hacerlo hasta que tu madre llegue a casa.

Porque la verdad era que estaba aterrorizado. Curtis parecía muy


asustado, ¿y qué iba a hacer? ¿Llamar a su madre y decirle que había lo
asustado metiéndole la mano en los pantalones? Su madre supondría
que se había convertido en su peor pesadilla, que era un abusador y un
agresor, y que el estúpido ayudante del profesor lo había hecho así.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 46 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Así que hizo lo que mejor sabía hacer. Se asentó, se hizo fuerte, un
ente flojo y tranquilo a los pies de la cama. Los gatos eran buenos, sin
embargo, vinieron y se sentaron en su regazo, y él los acarició con alivio.
Sintió un movimiento en la pared detrás de él, pero no miró hacia arriba
cuando Curtis se materializó junto a sus rodillas y se sentó, con las
piernas cruzadas, acariciando a los gatos.

—Lo siento —dijo roncamente.

—Dije que no teníamos que hacer nada —dijo Evan, tratando de no


gruñir. Todavía le dolía la polla.

—Sí. Lo sé. Pero yo... me acobardé. Lo siento.

Evan sacó la cabeza de su culo y miró a Curtis a los ojos.

—Curtis, ¿quieres siquiera esto? Quiero decir, no te quiero... no de


esa manera. Si estás esperando al tipo perfecto...

—No. —Curtis sacudió su cabeza, algunos de sus cabellos cayeron


sudorosos en sus ojos—. No es eso.

Era invierno, y la casa no era tan cálida, y Evan sacó la cabeza un


poco más e hizo la pregunta obvia.

—Hombre, ¿qué te pasa?

—¡Nada! —Curtis se quebró, y el gato que tenía bajo su mano se


dio vuelta y lo golpeó con irritación antes de acecharlo—. ¡Estoy bien! ¡No
soy una especie de monstruo!

Evan echó la cabeza hacia atrás.

—No creí que lo fueras —dijo, con su voz áspera—. Pensé que
éramos... ya sabes. Iguales.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 47 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Curtis puso su cara en sus manos.

—Nadie es igual a mí —dijo roncamente.

Se veía tan desconsolado. Evan se acercó para darle una palmadita


en la espalda y Curtis saltó, enviando a los gatos a silbar en seis
direcciones diferentes, y Evan retiró su mano.

—¡Lo siento! ¡Lo siento!

—¡No me toques!

—¡Curtis… no voy a hacerte daño!

—Claro, tú dices eso, ¡pero eso es lo que él dijo también! ¡Y lo hizo!


¡Dolió! ¡Y ahora soy un monstruo y lo deseo!

Evan dejó caer su mano y cerró su boca y trató de pensar.

—Curtis, ¿tú fuiste...? —Y de repente, todas las palabras de su


psiquiatra volvieron, pero ninguna de ellas sonaba bien. No podía decir
'abusado' o 'agredido' o 'violado', porque esas palabras hacían que Evan
sintiera que todas esas cosas eran ciertas, y no quería que fueran ciertas
para su amigo.

—¿Fui qué? ¿Lo tomé del tipo que mamá contrató para hacer el
paisajismo? Sí. Entonces, ¡qué carajo! Ibas a hacérmelo también, así que
no te pongas en plan superior e importante...

—Curtis, lo que íbamos a hacer... ¡sólo es bueno si tú también lo


quieres! ¡No puede ser malo para ninguno de los dos!

Curtis arrastró un terrible aliento, uno que sonaba más como un


sollozo, y Evan tomó uno también.

—Yo…. —Curtis tragó—. Lo siento. Lo siento. Es que... no soy gay.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 48 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Evan levantó las cejas lo más alto posible y sacudió la cabeza.

—Bien. Vale, bien. No eres gay. Mi error. Mi error. Me voy a ir.


Puedo caminar desde aquí. No necesito que me lleven.

Se puso de pie, odiándolos mucho a ambos, agarró su mochila y se


fue por la casa.

—¡Espera! —Curtis sonaba como si fuera a llorar, que fue lo único


que detuvo a Evan cuando llegó a la puerta. Se dio la vuelta y se sintió
horrible, horrible e indefenso, porque la delgada cara de Curtis estaba
arrugada y manchada, y su pelo se le pegaba a la cabeza con el sudor.
Sus ojos estaban rojos e hinchados, y Evan sabía, sabía, que este chico
necesitaba un abrazo más que cualquier otro en la historia, pero que no
podía dárselo.

—¿Qué? —preguntó, con una voz suave.

Curtis lo miró con ojos asustados y suplicantes.

—No se lo dirás a nadie, ¿verdad?

Evan se rió amargamente.

—Decirles que hice un movimiento sobre ti y te asustó... No, Curtis,


esto no va a pasar por debajo de las cosas que quiero en Facebook.

—¡Evan, lo siento! Yo sólo... ¡Se supone que es un secreto!

Evan hizo una mueca.

—Sólo si es malo —dijo, diez años en el sofá del psiquiatra


ayudándole en eso.

Curtis se acobardó.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 49 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—No quise decir... quiero decir, no fuiste...

—¿Un abusador? Genial. Es bueno saberlo. Ahora si me


disculpas...

—Espera... todavía pasarás el rato con nosotros en el almuerzo,


¿verdad?

Evan hizo una mueca.

—¡Si no te pones raro!

La inclinación de cabeza de Curtis fue tan ansiosa, que fue casi


como un cachorro.

—No. Lo juro. Seré bueno. Será como se supone que debe ser.
¿Vale?

Evan tragó, y el nudo en su garganta fue amargo y duro.

—Sí —dijo—. Claro. Lo que sea.

Salió volando de allí. La decepción detrás de sus ojos y en su pecho


ardía tan caliente y dolorosa, que ni siquiera podía pensar en llamar a
Stottemeyer. Tío, toda esta mierda podría esperar.

***

Al almuerzo del día siguiente, Curtis pareció haber reunido sus


asuntos. Se reía de las chicas y hablaba animadamente de sus trajes, y
durante un par de días, Evan se relajó y vio a Curtis intentar
decididamente seducir las bragas de Brittany.

Literalmente.

Y eso lo perturbó.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 50 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

También perturbó a Ryane.

—¡Dios mío! —murmuró después que Curtis agarrara la mano de


Brittany durante el almuerzo y la arrastrara a la sala de arte para ver el
nuevo anime que se exhibía allí—. ¿A quién cree que está engañando?

—¿Engañar? —preguntó Evan con cautela.

—Jesús, Ev... es tan gay, que hace que el chico de Glee parezca
hetero. ¿Por qué está tratando de enfrentarlo de esa manera?

Evan pensó por un momento.

—No se siente cómodo con lo que es —dijo con indecisión—. Cree


que puede cambiarlo con...

—¿Por qué? —Ry se quebró—. ¿Jugando con la pobre Brittany?


Está tan desesperada por un novio, cualquier novio, que le dejará tocarla
sólo para probar que puede conseguir uno!

Evan recordó la obvia excitación de Curtis al ver las fotos de


Starfighter. Demonios, cuando hablaban de sus disfraces, era como si el
tipo se hubiera olvidado por completo de esa tarde. Fingía, casi
convincentemente, que él no sabía que estaba aterrorizado, hasta la
médula, por las imágenes de esa historia. Curtis quería ser Abel... podría
haber ido como Praxis, pero quería ser Abel. Quería ser el sumiso, el tipo
de abajo, excepto que Curtis quería tener las pelotas para suplicar por
todas esas cosas que ambos veían en la pantalla.

El cuerpo blando y pastoso de Brittany no entraba en ninguna de


esas fantasías.

—No creo que esté jugando —dijo Evan—. Él... él realmente nos
ama.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 51 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí, bueno, ¿está tan asustado de salir?

—¡No es fácil! —Evan se quebró—. ¿Crees que voy a salir antes que
tenga un trabajo y pueda pagar el alquiler? ¡Jesús, estaré en terapia por
el resto de mi puta vida!

Ry dejó de recoger la ensalada de la cafetería y lo miró, aturdido.

—Uhm, Ev? ¿Hay algo que quieras decirme?

Evan casi se quejó.

—No —gruñó, recogiendo su hamburguesa y luego la dejó. Comida


de la cafetería de la escuela. Qué asco—. Nada. Nada que quiera decirle
a nadie. Jesús.

Se sentó allí por un momento, la hamburguesa mala se apretó tan


fuerte entre sus dedos que estaba abollado el pan, cuando sintió un
escalofrío de movimiento en el dorso de su mano.

—Está bien, Ev —dijo Ryane, y su voz sonó áspera. Levantó la vista


y vio que con su otra mano estaba arreglando cuidadosamente su
maquillaje, raspándose la humedad bajo sus ojos antes de tener la
oportunidad de correr el grueso delineador por todas partes.

—¿Qué está bien?— preguntó, sintiéndose torpe. Dios. Sólo quería


que lo abrazaran.

—Quiero decir, lo he tenido mal durante las últimas semanas. Es


que... no sabía...

—¿Que yo era bi? —dijo para darle esperanza. Él tampoco se había


dado cuenta de ella. Es más fácil, pensó mientras tragaba. Era más fácil
decir que era bi.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 52 ~


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—¿Bi? —Se animó—. Entonces, ¿ Curtis y tú…?

Sacudió la cabeza y le dio la mano.

—No funciona —le dijo, y su sonrisa fue tan dulce, y por un


momento, pudo fingir que era bi como Curtis fingía ser heterosexual. Su
grupo tenía simetría de nuevo, y tenían paz, y pensó que entre el grupo y
Ry, iba a recibir montones y montones de abrazos.

***

Fue a su casa a trabajar en los trajes. Sus padres fumaban, lo que


era una mierda porque el olor estaba por todas partes, pero su madre
donaba toda la tela y su máquina de coser... y su tiempo.

Así que ambos cortaron patrones y luego cortaron tela y cortaron


tela y cortaron tela y luego prendieron con alfileres por hectáreas y yardas
y le dieron los resultados a la mamá de Ryane, Candy. Candy tenía una
cara ancha con pómulos bajos y ojos estrechos, y si no la veías sonreír a
su hija y darle indicaciones claras y alentadoras, le tendrías miedo como
un rechazado de un show de amas de casa de mierda blanca. Daba
especialmente miedo cuando empujaba los monos elásticos a través de
la máquina de coser, entrecerrando los ojos por el humo del cigarrillo que
colgaba de su boca. Evan había aprendido a mirar más allá de eso:
siempre tenía leche o refrescos en el refrigerador, y comida también,
aunque Evan no podía comer con todo el humo.

Evan iba a casa y se duchaba y tiraba su ropa en el cesto y luego


bajaba las escaleras y comía las sobras del refrigerador, y le decía a su
madre que estaba en la casa de su novia.

Le dijo a su psiquiatra la verdad.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 53 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Entonces —dijo Stottemeyer, teniendo dificultades con eso—


¿eres bisexual?

Evan hizo una mueca y mantuvo su mano a nivel, y luego la


bamboleó.

—Uhm, ¿algo así?

—¿Por qué?

—Porque de esta manera mi madre no causará ningún problema y


mis amigos no perderán la cabeza, y Ry no tiene que sentirse tan sola.

Stottemeyer gruñó.

—Esa no es una buena razón para salir con alguien, Evan. ¿Qué
se siente cuando la besas?

Evan lo pensó, de verdad.

—Como si estuviera besando a mi hermana, excepto que no me dan


ganas de vomitar.

—¿Crees que puedes conseguir una erección cuando haces eso?

Evan lo había intentado la noche anterior. Habían estado de pie


fuera de su casa, y él se agachó y la besó, haciendo todas esas cosas que
sabía que debía hacer. Separó sus labios con su lengua, enmarcó su cara
con sus manos, cerró los ojos y probó.

Y pensó en Caín y Abel y Starfighter, y el culo de Abel extendiéndose


mucho, goteando con la llegada de Caín, y su estómago cubierto con la
suya propia.

Y ¡síp! ¡Erección!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 54 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Él se molió contra ella, y su suave suspiro y risa le hizo saber que


ella también lo aprobaba. Hasta ahora, la situación se veía como una
situación en la que todos ganaban. Ry planeaba ir a la universidad,
ambos habían hablado de cómo su grupo de compañeros se separaría en
dos años cuando todos se graduaran, y él podría pasar el instituto con
una novia y una familia que no era más sabia.

Y podría tener sexo.

—Sí —le dijo al Dr. Stottemeyer de manera directa—. Ya lo he


hecho.

—¿En qué estabas pensando en ese momento?

Evan miró al oso de peluche que empezaba a arrugar de los nervios


en su regazo.

—Starfighter.

—Genial, Evan. ¿Crees que ella se sentiría halagada?

—Oye, tú eres el que dijo que buscara amigos, ¿de acuerdo? ¡Los
encontré! No esperaba que esta otra mierda lo complicara, ¿vale? Hubiera
sido perfectamente gay y me hubiera masturbado en mi habitación, pero
Curtis tuvo que enviarme todas esas señales extrañas y...

—¿Cómo está Curtis? —Si Evan dudaba que Stottemeyer fuera


profesional, en el buen sentido, la preocupación en su voz habría curado
cualquier duda.

—Se está cortando —dijo, deprimido. Curtis podía esconderlo de


las chicas, pero Evan iba al gimnasio con él. Corría a los baños para
cambiarse, pero había visto las pequeñas rayas simétricas de sangre en
las mangas de su camiseta.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 55 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

El Dr. Stottemeyer aspiró aire a través de sus dientes.


Normalmente se paseaba durante las sesiones de Evan, y ahora se dirigió
a su escritorio y volvió con una tarjeta. Evan tomó la tarjeta y la puso en
su bolsillo.

—¿Así que meto esto en su mochila? —dijo, mirando a su


psiquiatra para que lo guiara.

Stottemeyer se encogió de hombros infelizmente.

—Sí, claro. O cuéntale sobre mí. O... no sé, envuélvelo en algodón


y tráemelo para que lo arregle y lo mejore.

A Evan le dolía el pecho y tuvo que tragar.

—Jesús, Doc, apenas puede ayudarme y vengo aquí de buena gana.

Stottemeyer suspiró y cayó en el sofá a los pies de Evan.

—Sí, Evan, pero te preocupas. Me preocupo. Curtis no está en un


buen lugar. Quiero decir, Ryane y tú, no veo que eso termine bien, pero
Curtis... Sólo hazle saber que hablaré con él, ¿de acuerdo?

Evan le dio una palmadita en el brazo para tranquilizarlo.

—Sí, Doc. Lo prometo.

Stottemeyer giró la cabeza y sonrió cálidamente. La habitación


estaba oscura porque las sombras a través de la ventana se habían
alargado con la noche y las luces no se habían encendido, pero por
extraño que parezca, aunque Stottemeyer era probablemente gay y
definitivamente un bombón, Evan no se sentía romántico. Se sentía...
íntimo, pero no romántico.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 56 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Eres un buen chico —dijo él en voz baja—. Eres un gran chico.


Tengo fe, ¿sabes? ¿Que resolverás estas cosas por ti mismo? Pero hemos
estado hablando durante muchos años... Odio ver a tus amigos sufriendo
también.

Evan suspiró. A él tampoco le gustaba.

Pero no se podía negar que había dolor.

***

La semana antes de SacAnime, Evan y Ry se quedaran solos en su


casa durante tres horas. Ryane tenía condones y una cerradura en su
puerta, y para cuando sus padres llegaron a casa, Evan y Ry se habían
duchado y ninguno de ellos era ya virgen.

Se rieron mucho y experimentaron. ¿Se siente bien esto? ¿Qué tal


esto? ¡Ouch! ¿Qué estás haciendo con tu brazo? Bien, ponlo como... esa
cosa, con tu lengua, en mi... uhm, partes de dama... sí, bien. Vale, déjame
hacer lo mismo. ¡Maldita sea, Ev, esa cosa es enorme! Creo que eso... ooh,
sí. Como... como... ¡síííí!

Y cuando terminó, Ry envolvió a Evan con sus brazos y piernas y


lo abrazó por todas partes, con los miembros desnudos, el cuerpo
desnudo, todo entrelazado, y su piel lo bebió como las flores bebían el sol
y los italianos bebían vino.

Besó su cuello, sus mejillas y sus hombros, porque si besaba sólo


las partes desnudas, era algo amistoso, una cosa de piel a piel, y no había
ninguna mentira en ello, era todo alegría.

Se besaron en el porche antes de irse, e hicieron planes para


reunirse por la mañana. Margot y Jessie iban por su cuenta, pero Curtis,
Brittany y Evan se vestían en la casa de Ry.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 57 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Evan volvió a casa sintiéndose muy bien consigo mismo, con su


plan, con la vida en general. Estaba conmovido, y no se le ocurría nada
malo en ello.

Curtis lo estaba esperando en su porche.

Estaba caminando, sudando en el frío de principios de marzo, y


Evan podía ver la sangre de sus últimos cortes filtrándose a través de su
sudadera.

—¿Te la has follado? —preguntó, con la voz alta y ronca mientras


Evan se acercaba.

Evan le hizo callar frenéticamente.

—¡Jesús, Curtis, mi madre está en casa! ¿Qué te he hecho?

Curtis se acercó a él, y Evan vio sus ojos salir disparados, sus
pupilas contraídas en la oscuridad del atardecer. No olía bien, e incluso
sintió un sólido golpe de miedo por su amigo.

—Nada —lloriqueó Curtis—. No me has hecho nada, y yo te


quería... ¡Te quería tanto!

Evan tragó y extendió la mano para poner una mano en el hombro


de su amigo.

—Curtis, ¿qué pasa...?

—¡No me toques! —gritó Curtis, y Evan retrocedió rápidamente.

—Bien —dijo, sus ojos grandes. Se sintió estúpido—. Curtis, tengo


a alguien a quien quiero que llames, ¿vale?

Nunca se había deshecho de la tarjeta de Stottemeyer, de hecho, le


había hecho un agujero en el cerebro. En las últimas semanas, Curtis y

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 58 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Brittany habían estado hablando de corazones y flores y de la relación


tan americana entre música y teatro, y Evan sabía lo que Curtis quería y
lo que temía, y la forma en que lo miraba había hecho saltar todas las
alarmas bajo su piel tan sensible. Buscó a tientas el bolsillo de su mochila
y sacó la tarjeta. A estas alturas ya tenía más de una.

—¿Quién es este? —preguntó Curtis, con la voz entrecortada—. Oh,


Dios mío, ¿es un loquero?

—Sí, lo he estado viendo desde que era un niño —le dijo Evan
seriamente—. Curtis... no suenas bien. Te estás... te estás lastimando, y
estás metido en algo, y...

—Estoy bien —dijo Curtis, y por un momento Evan pensó que iba
a tirar la tarjeta. Pero no lo hizo. La metió en su bolsillo y caminó
frenéticamente por el porche.

Evan se encogió dentro de sí mismo, odiando toda esa actividad,


odiando esa ansiedad. Estaba bien, estaba centrado, estaba contento...
Oh, mierda, ¿no podría la gente calmarse y dejarlo en paz?

—No te ves bien —murmuró Evan, pero tampoco quería la


confrontación. Había terminado con la confrontación. La agresión pasiva
era totalmente el camino a seguir. Le había tendido una trampa a Curtis
con el psiquiatra y había terminado.

—Bueno, estoy enojado. ¿Realmente te acostaste con ella?

—¿Te acostaste con Brittany?

Curtis se detuvo en seco y se frotó el estómago incómodamente.

—Yo... no quiero tocar a Brittany.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 59 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Y no quieres tocarme —dijo Evan, amargado—. Lo entiendo. No


quieres tocar a ninguno de nosotros, así que es maravilloso. ¿Por qué no
nos tocas y no te metes en mis asuntos?

Curtis tenía un cuello largo y delgado, y su arco al bajar la cabeza


al pecho fue muy vulnerable. Evan tuvo otro golpe de miedo.

—Yo…. —Curtis tragó aire—. Estoy tan confundido. —El rostro que
le dio a Evan estaba arrugado, manchado y con lágrimas—. No quiero
tocar a nadie. ¿Y si soy malo? ¿Y si soy igual que él?

Evan cerró los ojos.

—No lo eres —susurró—. Ser gay no hace que te guste quien te


haya jodido así.

—¡No soy gay! —gritó Curtis, y luego se dio vuelta y corrió. Bajó con
un trueno por el porche y se adentró en las sombras plateadas.

Evan se hundió en el porche, sosteniendo su mochila como un oso


de peluche y temblando. Le dio a Curtis una hora para que llegara y luego
trató de llamarlo a casa. Y luego lo intentó de nuevo.

Al día siguiente, Curtis seguía sin contestar, ni siquiera cuando


Brittany le llamó frenéticamente desde la casa de Ry, rogándole que
contestara porque iban a tener que irse sin él.

Lo hicieron... se fueron sin él, e hicieron su número sin Praxis, y


ganaron una mención de honor en el concurso de disfraces. Salieron del
escenario exultantes y pasaron las siguientes tres horas corriendo por el
piso de las máquinas expendedoras, gastando toda su mesada, viendo a
los ganadores de los videos musicales de anime, y tratando de localizar a
sus artistas favoritos para que firmaran. La multitud era feroz por el

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Amy Lane Ethan en Dorado

pequeño hotel, y se detuvieron mucho para posar para las fotos. Si no


fuera porque Praxis estaba desaparecido, se lo habrían pasado en grande.

Se turnaron para intentar llamarlo, a su móvil o a su casa, para


ver qué había pasado. Estaban más allá de la fase de enfado y se
preocuparon cuando finalmente Evan, que llamaba desde el baño de
hombres, hizo que alguien lo recogiera.

— ¿Habla Evan? —dijo una voz de mujer vacilante, y Evan dio un


suspiro de alivio.

—Sí, ¿es la madre de Curtis? Dios, estoy tan feliz de conseguirte.


Hombre, hemos estado preocupados por Curtis todo el día, ¿está bien?

—No —dijo suavemente, con la voz rota—. Lo siento. Él... trató de


hacerse daño hoy, y... bueno, creo que va a tener que estar en el hospital
por un tiempo.

Evan se apoyó en la puerta del baño, deseando que se le cayeran


los pantalones porque le hubiera gustado sentarse, sentarse y quedarse
estático, tranquilo, quieto, y el único lugar para hacerlo era el baño.

—Oh Dios —murmuró, manchas nadando delante de sus ojos—.


Dios. Dios. ¿Se va a poner bien?

—Bueno, no lo sabemos —dijo, y estaba claro que no iba a durar


mucho en el teléfono—. Sólo tenemos que rezar a Dios para que algo de
este mal lo deje, ¿verdad?

—No es malvado —dijo Evan automáticamente—. ¿Podré... habrá


un momento en el que pueda hablar con él?

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Amy Lane Ethan en Dorado

—Tal vez en unas semanas —murmuró—. Yo... no puedo... lo


siento, Evan. Sólo tenía que responder para que tú y tus amigos dejaran
de llamar... Tengo que irme.

Y colgó bruscamente, dejando a Evan en el baño de hombres,


deseando fervientemente a su psiquiatra.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 62 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 5
Negar la responsabilidad
En los meses siguientes, escuchó una letanía de razones por las
que no era su culpa.

—No es tu culpa, cariño —dijo su madre—. Esas personas, son


abusadas cuando son pequeñas y eso las convierte. Se esforzaba por no
ser así...

—¿De qué manera, mamá? ¿Gay? Porque lo era antes que lo violara
el chico del césped.

—No te hagas el listo conmigo, maldita sea. Esa gente tiene algo
malo, y yo tenía razón. Necesitas alejarte de ellos porque son malos para
los demás.

—Jódete, mamá. ¿Puedo irme a la cama sin mi cena ahora? Y no


hagas que papá llame. Me importa una mierda.

Y esa era su madre. Así fue también como no aprendió a conducir


hasta los diecisiete años, porque esa actitud no le daba a un tipo muchas
ofertas para instructores. Tuvo suerte que Belladonna decidió que él era
su nuevo miembro favorito de la familia, o habría estado viajando en el
autobús la mayor parte de su vida.

***

—No es tu culpa, Evan —dijo Ry dolorosamente por milésima vez.


Sus padres se habían ido otra vez, y ella estaba sentada en su regazo con
las manos bajo su camisa—. Sé que le dijo a su madre que le rompiste el
corazón, pero no pudiste controlar lo que hizo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 63 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Evan se estremeció, dividido entre querer que ella lo tocara, sólo


que lo tocara porque necesitaba eso, necesitaba el consuelo por todas
partes, y odiarse a sí mismo por necesitarlo tanto que la estaba usando.

—Es mi culpa —murmuró, porque su cuerpo se calmaba. Ella le


quitó la camisa y él le puso las manos debajo de las suyas, porque incluso
palmear sus pequeños pechos apretados le tranquilizaba. Tenía que
pensar en otras cosas para excitarse, pero el piel a piel... Dios, era todo.
Se quitó la camisa, para poder apretarlos y besarlo—. Cómo es tu culpa?
—preguntó ella, y él tuvo que dejar de hablar para poder pensar en
Starfighter y conseguir que se le levantara.

—¿Tengo que decirlo?

—No es mi culpa —repetía Evan tontamente por milésima vez—.


Está en una institución mental.

—Ya lo sé. Me diste el nombre del lugar y lo comprobé.

***

El Dr. Stottemeyer lo observaba de manera neutral, y Evan sintió


una conexión con alguien por primera vez desde que fue al baño en la
convención de anime.

—¿Cómo es? —preguntó—. ¿Cómo está?

Stottemeyer se encogió de hombros.

—Abuso de drogas, automutilación, intento de suicidio, traumas


infantiles... no se ve bien, Evan. Pero todo eso, comenzó mucho antes de
que lo conocieras...

—Pero sí, yo fui el detonante, ¿no? Íbamos a tener sexo y eso lo


asustó, y...

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 64 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Y si no fueras tú y tu pequeña pandilla de cinco en la


secundaria...

—Seis. Éramos seis con Curtis.

—Sí, Ev, pero ¿en serio? Sólo había cinco. Curtis se alejó de todos
mucho antes que decidieran mirar porno anime...

—¡No es porno! —argumentó Evan, porque esto, al menos, lo sabía


con seguridad—. Es hermoso —murmuró.

Stottemeyer asintió en señal de concesión.

—Sí, lo es. Debería ser hermoso. El sexo también es hermoso. Se


volvió... se volvió retorcido para Curtis de alguna manera. Quiero decir,
¿qué ha sido para nosotros, Ev? ¿Once años? Once años para
asegurarnos que el sexo y todo lo demás en tu vida va a estar bien. Curtis
nunca tuvo ayuda, nunca tuvo a nadie con quien hablar. Se le retorció,
y podría haberte pasado a ti si también hubieras estado solo.

Evan abrazó a ese maldito oso de peluche y se preguntó por qué,


por mucho músculo que se pusiera, siempre se sentía de doce años y
escuálido e indefenso en este rincón del maldito sofá de tweed rojo.

—Es tan simple cuando alguien me toca —confesó—. Es sólo...


chica o chico, es mucho más limpio cuando hay contacto.

—Sí, Evan. La gente ha tratado de conseguir eso desde el comienzo


de los tiempos.

***

—Lo siento —dijo Curtis, con un aspecto de unos ochenta kilos, tal
vez, y pálido como el interior de un hongo. Evan había tomado dos
autobuses urbanos a un vecindario que su madre se apartaba de la ruta

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 65 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

para evitar, porque no ponían estos lugares en buenos vecindarios, por


muy caros que fueran.

—No es tu culpa —murmuró Evan, aunque odiaba que la gente le


dijera eso.

—Mentira —ladró Curtis, sonando amargado. Estaban sentados en


un banco del parque mirando al pequeño patio trasero de las
instalaciones. Tenían una vista de un patio de hormigón con un montón
de plantas, un número casi claustrofóbico de plantas, apiñadas en los
bordes exteriores—. Es totalmente mi culpa. Te engañé y traté a Brittany
como una mierda, y todo porque no podía decir 'soy gay' y 'fui abusado'
y que no significaran la misma maldita cosa.

Evan lo miró fijamente.

—Tu psiquiatra debe estar rockeando —dijo con admiración—. ¡Me


llevó años decirlo!

Curtis resopló.

—Mi psiquiatra es tu psiquiatra, Ev. Supongo que te preocupaste


tanto por mí que conseguí uno de los mejores psiquiatras del valle.

Ev gruñó.

—Vivimos al pie de las colinas.

—Sí, bueno, ya no lo hago. Aparentemente mamá no me quiere de


vuelta si mejorar significa volverse gay. Recibo el tratamiento, pero no
recibo el hogar. Es un trato duro.

Evan cerró los ojos y trató de recordar a la madre de Curtis. Él no


podía... nunca la había visto, nunca había sido presentado, y esa
sensación de extrañeza, de estar separado de las cosas que importaban,

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 66 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

se hizo más fuerte, más intensa, como ese chicle de fruta que hacía
explotar el azúcar en su boca.

—Sólo quería ver si estabas bien —dijo Evan, queriendo


simplemente volver. El cuerpo de Ry era simple. No era el tipo de cuerpo
que él quería, pero era simple.

—No estoy bien —dijo Curtis en voz baja. Se miró las manos, las
vendas que aún estaban alrededor de sus muñecas, ambas—. Puede que
lo esté, algún día. Y me alegro que hayas venido.

Evan suspiró y se encorvó. Su madre no le dejaba usar el coche ni


practicar con Belladonna ahora mismo... y aún no se había recuperado
del momento ¡jódete! de sus vidas.

—No creo que pueda volver pronto. Esto tomó como dos horas,
¿sabes?

Curtis asintió y crujió los nudillos de una de sus manos, un nudillo


a la vez.

— Lo sé. Pero, ¿podrías escribirme? ¿Como cartas de verdad? No


tenemos ordenadores ni Internet, pero cartas de verdad, ¿podrías
hacerlo? Se vuelve aburrido aquí. Nos dejarán tener libros también. Tío,
me muero por un manga.

Y por un momento, su delgada cara blanca se levantó un poco, y


sus ojos se agudizaron, y Evan asintió.

—Buscaremos en las tiendas de libros usados —dijo, feliz de tener


algo que hacer—. ¿Puedo...? —Un tema difícil—. A Brittany le gustaría
ayudar.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 67 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Brittany también pensaba que era su culpa. Había perdido peso


rápidamente y sus notas habían bajado, y era propensa a llorar en medio
de la clase.

Curtis asintió y cerró los ojos.

—No le digas que soy gay —dijo, retorciendo sus labios—. Porque
eso sería la gota que colmaría el vaso. Tío, nada une más a dos frikis que
estar más jodido que todos los demás en el planeta, ¿sabes?

Evan suspiró, pensando en esos momentos con Ry. No se sentían


jodidos. Se sentían preciosos. Ella podría haber sido la persona
equivocada, pero era amable, y era una amiga, y no podía hacer que eso
se sintiera mal ni lo intentaba.

—Tal vez —dijo en voz baja— la haría sentir mejor si supiera... Si


supiera que la amas, ¿pero no de esa manera?

Curtis sacudió la cabeza.

—Hombre, Evan. Eres tan dulce, ¿lo sabes? Eres totalmente abierto
y seguro de que todo tipo de mierda puede ser arreglada. No se puede.
¿Brittany? Lo que ella pasó con su padrastro hizo que mi vida pareciera
un picnic. La gente se dice mierda, verdadera mierda, cuando están
desnudos. No... no la empujes, ¿vale? Si llega al punto en que está bien,
no la hagas sufrir más.

Evan miró a su amigo, pensó en su estúpida y ciega incursión en


el sexo, el amor y el tacto, y de repente supo por qué su psiquiatra estaba
tan preocupado.

—¿Qué hay de ti? ¿Vas a dejar de sufrir alguna vez?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 68 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Curtis sacudió la cabeza y por primera vez perdió esa cínica y


amarga compostura que debe haberle sostenido durante toda la visita.

—Eso espero, Ev —dijo mientras una lágrima se desviaba alrededor


de una mancha en su pálido rostro marcado por el acné—. Tío, me alegro
de estar vivo... más o menos. Me gustaría estar contento de verdad.

Evan extendió su mano, con la palma hacia arriba.

—Puedes sostenerla si quieres. —Miró alrededor del pequeño asilo.


Había gente fumando en cadena, gente meciéndose en sus albornoces en
el porche, gente escribiendo en diarios con trazos de pluma reticentes—.
A nadie aquí le importará.

Curtis puso su mano, con la palma hacia abajo, sobre la de Evan,


y entrelazaron las manos al sol. Las palmas se juntaron. Los dedos de
Curtis estaban helados. Evan apretó su agarre, y la mano de Curtis
estremeció, y por un momento, se sintió como si pudiera ser arreglado,
lo que fuera.

Pero ese momento no fue suficiente. Evan debería haberlo sabido.


Él era sólo una persona. Él mismo estaba dañado. Sus amigos tenían
problemas que eran más grandes que él. Curtis le dijo que se necesitaron
dos paramédicos y un montón de sangre para detener la hemorragia.

¿Cómo tenía una oportunidad cuando no sabía lo graves que eran


las heridas de los demás?

***

El fin de semana siguiente, Ry y él llevaron a Brittany de compras


a la tienda de libros usados. Seleccionaron manga, reuniendo dos series
completas de más de veinte libros cada una. Una de las series era yaoi, y
Brittany no dijo una palabra mientras lo compraban.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 69 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Evan y Ry se miraron a los ojos y se callaron. Si ella quería hablar,


lo haría, ¿verdad?

Esa noche se turnaron para escribir una carta a Curtis, y después


de dirigirla y sellarla y ponerla en el buzón, vieron películas y comieron
palomitas y galletas hasta que se durmieron en la sala de Ry, todos
acurrucados en el sofá como cachorros.

A la mañana siguiente la madre de Ry hizo panqueques, y como no


fumó mientras estaba volteando cosas en la parrilla, sabían bastante
bien. Jugaron afuera en la piscina para niños en el pequeño patio trasero,
y Ry hizo que Evan se flexionara para ellas y que hicieran poses de
fisicoculturismo y malos acentos de Guido16 hasta que se revolcaron
riéndose.

Ese lunes en la escuela, Brittany no estaba allí.

Ry miró a Evan sobre la mesa durante el almuerzo, y ambos


ignoraron a Margot y Jessie hablando de Full Metal Alchemist.

—¿Deberíamos llamar? —preguntó ella después de un minuto, y


Evan se encogió de hombros. Ninguno de los dos quería ser el que hiciera
esa llamada, ¿verdad?

Ry llamó a Brittany. Ella sonaba irritada y fuera de sí, y Evan


estaba tan aliviado que estuviera bien, que su humor no parecía
importar.

Brittany estaba allí al día siguiente, pero se había cortado el pelo y


se lo había decolorado, mostrando la nueva delgadez de su rostro y sus

16Slag que hace referencia al programa de televisión Jersey Shore donde se mostraba
a ocho personas conviviendo en una casa. El programa debutó envuelto en una gran
controversia sobre el uso de la palabra Guido/Guidette, por la imagen del estereotipo
de italo-estadounidense y el escrutinio de los locales, ya que los miembros del
programa no residían en la zona.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 70 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

ojos grises y muy abiertos. Pasó por delante de la mesa del club de anime
y se sentó en la mesa del club de español. Sólo estaban un poco más
arriba en la jerarquía, pero Evan y Ry podían oírla reír desde el otro lado
de la cafetería.

—¿Qué le pasa? —murmuró Margot, quitándose su grueso y rizado


pelo negro de la cara.

—¡Alguien quiere tener sexo! —se quebró Jessie, y Evan echó la


cabeza hacia atrás y se encontró con los ojos de Ryane.

Sí. Eso era todo, ¿no? Eso era exactamente todo.

Oh, maldita sea, Curtis. Maldito seas.

—¿Deberíamos decir algo? —preguntó con dudas, y Evan pensó


que tal vez sí. Pero Brittany no devolvió sus llamadas, y no se sentó con
ellos en el almuerzo. No les habló en clase, y ya no vino al club de anime.

Apenas venía a la escuela.

Los rumores que circulaban sobre ella eran sobre fiestas horribles,
cuartos traseros, drogas, fotos en Facebook.

Evan y Ryane escribieron cartas a Curtis y asistieron al club de


anime y, cuando los padres de Ry no estaban en casa, follaban como
conejos.

Y pretendían que Brittany nunca había sido su amiga.

Al final de su último año, estaban completamente inmersos en


cosas como vestidos de graduación y requisitos finales. Evan y su madre
habían llegado al punto de relajación, y Evan tenía su licencia de
conducir, lo cual era bueno, porque Ryane y él podían tener aún más
sexo en ese momento.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 71 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Incluso Ry tuvo que admitir que sólo eran amigos con beneficios.

—¿Crees que voy a encontrar a otro tipo que esté dispuesto a


caerme encima permanentemente? —preguntó una noche de primavera
caliente cuando estaban estacionados junto al lago.

Evan se encogió de hombros y sonrió.

—No veo por qué no.

Ry se acurrucó de nuevo en su pecho, que era la mejor parte del


sexo hasta donde él podía ver, y ahora ella se dio vuelta y lo miró a los
ojos.

—¿Crees que encontrarás a un tipo que esté dispuesto a caer sobre


ti durante horas y horas? —preguntó seriamente.

Evan intentó una sonrisa juguetona.

—Tendré que hacerlo —le aseguró—. Te vas a ir a la universidad,


¿y adónde más me voy a dirigir?

Se acurrucó más a fondo.

—Donde quieras —murmuró ella, y él sencillamente la tomó. Ella


había dejado crecer su cabello en los últimos dos años, y era marrón
claro, pero a él no le importaba el marrón claro. Sus ojos eran estrechos
como los de su madre, y sus pómulos no eran altos y clásicos de princesa.
Pero ella había sido su compañera de folleteo y su amiga, y le escribían a
Curtis una carta cada semana, y a veces incluso les devolvía una. Ella
era buena gente.

Cuando volvieron a casa, Belladonna se reunió con él en el porche


después de dejar a Ryane. Aparentemente la madre de Brittany aún tenía
toda la información de contacto de su hija. Pensó que Evan y Ryane

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 72 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

necesitarían saber que Brittany había muerto de una sobredosis en el


dormitorio de un tipo.

Curtis no fue al funeral. Trató de ahorcarse el día que escuchó las


noticias. Fracasó, pero esa fue la primera vez que Evan se dio cuenta que
Curtis, que parecía estar mejorando, podría estar quebrado por el resto
de su vida.

Y que algunas personas, como Brittany, siempre podrían estar


rotas.

Y que tal vez Evan se engañaba a sí mismo al pensar que alguna


vez se arreglaría.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 73 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 6
Comprometerse
No pudo ver más al Dr. Stottemeyer. El seguro médico de sus
padres sólo cubría al psiquiatra hasta los dieciocho años, lo que era una
pena, porque se llevaban muy bien.

Y cuando se le ocurrió la idea, realmente quería la opinión del Dr.


Tío Stottemeyer.

Después de encontrar Starfighter, y luego Teahouse, y luego


YouPorn.com, buscar exclusivamente porno gay no era algo complicado.
Johnnies se le había adelantado porque tenía su base en Sacramento
cuando nada tenía su base en Sacramento, y aunque (según las
biografías y las entrevistas) muchos de los chicos habían volado a
Sacramento o a Florida, él siempre tuvo la lejana esperanza que uno de
ellos pudiera conducir hasta las colinas de El Dorado y que se
encontraran en la gasolinera.

Y entonces podrían, bueno, tener un encuentro detrás de la


gasolinera, porque de eso se trataba la fantasía, ¿no?

Pero Ry se fue a la universidad cerca del final del verano, y en los


primeros tres meses que se quedó solo en la escuela secundaria... bueno,
él la extrañó más que a nada.

Se despertaba por la noche con escalofríos, extrañándola.

Tuvo pesadillas en las que flotaba en la estratósfera, su piel


desnuda y expuesta y siendo absorbido por el vacío del espacio,
echándola de menos.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 74 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

No podía concentrarse en sus estudios, no podía quedarse quieto,


cuando toda su vida había estado quieto, porque la echaba de menos.

Todavía no se sentía atraído por las chicas de Internet, y no había


tenido un abrazo en meses. No era estúpido. Había tomado clases de
psicología básica, sus años de formación habían sido una clase de
psicología básica. Conocía la palabra 'hambre de piel17' y ahora la creía,
la creía con toda su alma.

Necesitaba ser tocado.

Así que ahí estaba, viendo el avance gratuito porque no podía pagar
una suscripción, y tocándose a sí mismo, cuando vio la pequeña solicitud
en línea.

Presentar una auto-inscripción y llenar el cuestionario.

Dar el sí a una entrevista cuando te llamen.

La imagen mostraba a Evan frente al espejo, sosteniendo su gruesa


polla de veintidós centímetros y medio, ahora que había crecido. Sonreía,
porque se imaginaba una escena pornográfica en la que lo tocaban y
abrazaban... Siempre había caricias y abrazos, porque les gustaba que
los heterosexuales se sintieran cómodos, y había ternura al final.

¿Fantasía?

Sí. Y qué.

Estaría viviendo una fantasía.

17'Hambre de piel’ es el término de uso común para lo que en la ciencia se conoce como
privación del afecto, que está asociado a una serie de daños psicológicos e incluso físicos
para la salud.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 75 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Al día siguiente de presentar su aplicación, un tipo llamado Dex se


puso en contacto con él.

Evan condujo el coche de su madre a un bonito edificio de oficinas


en Sacramento tres días después, que fue lo más pronto que pudo
conseguir su prueba de HIV del médico. Estaba recién duchado de arriba
a abajo y por todas partes, porque aunque Dex (que sonaba muy joven
por teléfono) le dijo que era un trabajo individual, Evan tenía la
esperanza. Eso era todo. Él sólo tenía la esperanza.

Cuando entró, había un joven de rostro dulce con pelo rubio y ojos
azules y una sonrisa malvada atendiendo los teléfonos, y Evan casi tuvo
un colapso ahí mismo.

—¿Dex? —dijo, reconociendo finalmente la cara y el nombre de


algunos de sus videos favoritos—. ¿Puedo filmar una escena contigo?

Casi se patea a sí mismo cuando lo dijo. Puso bi en su solicitud,


¿pero eso de ahí? Fue la cosa más gay que jamás había dicho.

Dex no parecía ofendido. Su sonrisa se amplió.

—¿Te gustaría eso?

Evan asintió.

—¡Bueno, sí! ¿Podemos hacer eso? Te he visto en acción, eres


como... ¡fenomenal!

Dex se ruborizó. En realidad se ruborizó.

—Es realmente increíble que digas eso. Normalmente no hacemos


la primera escena con dos tipos…

Evan sabía que su cara se caía.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 76 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—…pero —continuó Dex, guiñando el ojo— si todo va bien y sientes


que quieres un amigo, probablemente podamos arreglarlo sin problemas.

El cuerpo entero de Evan se iluminó.

—Aunque primero algunas cosas. —Dex miró a su alrededor y


suspiró—. Dios, necesitamos una recepcionista. John está filmando una
escena y odio hablar contigo aquí, pero estamos esperando la entrega de
la ropa de cama, y necesito firmar. Ven por aquí, ¿sí? —Señaló el
mostrador incorporado de la secretaria donde estaba sentado. Había otra
silla de oficina junto a la que estaba sentado, y Evan tomó esa. Ambos
llevaban pantalones cortos cargo, camisetas y sandalias con calcetines.
Por alguna razón, esto hizo que Evan se pusiera casi histérico. Él era real.
Un chico de verdad. Como él. ¡Eso era increíble!

—Dispara —dijo Evan, sentado y sonriendo—. Soy todo tuyo.

Dex levantó las cejas y se rió y procedió a, bueno, sólo hablar. Habló
sobre el ejercicio, la dieta y lo que se necesitaba para poder desnudarse
frente a la cámara.

—No todos los chicos pueden salir en cámara —advirtió—. Quiero


decir, puedes ser un dios en la cama, pero si tu colega es tímido ante la
cámara, necesitas encontrar otro trabajo, ¿verdad?

Evan asintió sobriamente. No pensó que lo de la cámara fuera a ser


un problema.

—Mi antigua novia solía tomarme fotos cuando me corría para ver
hasta dónde podía llegar —dijo, pensando en Ry y en su increíble y sucia
mente. Dios, él esperaba que ella estuviera recibiendo toda la atención
que podía soportar en la universidad. Ella dijo algo sobre querer besar a
su compañera de cuarto en su última carta. Él le dijo que fuera a por ello,
que probar en la universidad no podía ser algo malo, ¿verdad?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 77 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Dex se rió, el sonido rebotó en las paredes de la oficina, y Evan


sonrió un poco más.

—Jesús, chico, tienes talento natural, ¡y ni siquiera te he visto


follar! Así que, vale. Estás bastante seguro que puedes salir en cámara,
y sabemos que has tenido sexo. ¿Has tenido sexo con un chico antes?

Evan sintió que su expresión se aquietaba, y de repente su cuerpo,


que había estado rebotando excitadamente en la silla, se quedó quieto
también, mientras su mente dentro de él zumbaba infatigablemente.

Tragó con fuerza e intentó centrarse.

—Lo intenté una vez —dijo, respirando con fuerza y recordándose


a sí mismo que Dex no sabía nada en absoluto sobre Curtis y Brittany y
todo el doloroso lío—. Eso lo asustó un poco.

Hubo un milagro entonces, un toque humano en su mano, y Evan


miró hacia esos ojos azules parpadeantes y se relajó. Volvió a sonreír, y
esa sensación de diversión que había sentido cuando entró por primera
vez volvió.

—Eso no será un problema aquí —dijo Dex, dándole una palmadita


en la mano otra vez—. Sí, a algunos tipos no les gusta y no vuelven, pero
hasta ahora, nadie se ha asustado en la cama. En algunos lugares no te
dejan ligar después de hora para evitar que eso suceda, pero… —Dex se
encogió de hombros y parecía un poco avergonzado—… en cierto modo
me gusta que los chicos se citen. Es como... no sé, una gran familia
desnuda. Eso es una mierda. De todos modos, podemos cambiar esa
regla si se interpone en el camino, pero hasta ahora, todo bien.

—¿Los chicos tendrán un problema? —preguntó Evan,


repentinamente aprensivo—. ¿Se están encariñando?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 78 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Dex frunció los labios y pensó en ello.

—No —dijo después de considerarlo—. Y cuando se encariñan,


normalmente pasan a otra cosa. —Se encogió de hombros, su propia
expresión se volvió hacia adentro—. Es natural, ¿verdad? ¿Quieres pasar
a otra cosa? Quiero decir, joder es genial por un tiempo, pero
eventualmente, puede que quieras encontrar otro trabajo.

Evan sacudió la cabeza.

—No puedo imaginarme que alguna vez quiera otro trabajo.

Dex hizo una mueca.

—Sólo recuerda que este trabajo puede interponerse en el camino


de muchas cosas, ¿de acuerdo? Si estás trabajando a través de la escuela,
recuerda que en algunos lugares verán una 'estrella porno' en tu
currículum y te echarán a patadas por la puerta.

Evan no había pensado en eso.

—¿Qué clase de trabajos? —preguntó, sintiéndose estúpido, y Dex


dio un resoplido de diversión.

—¡No sé… maestros de preescolar!

—Bueno, eso no es justo —argumentó Evan—. Quiero decir, ¡sólo


porque tengas sexo con chicos no te convierte en un pederasta!

Dex asintió.

—Te escucho. Pero el resto del mundo no, y eso es algo con lo que
tendremos que vivir, ¿de acuerdo?

Evan respiró profundamente. Sí. Vale. Él lo sabía. No era estúpido.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 79 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Vale —dijo, comprometido—. ¿Algo más?

—Bueno, aquí está el papeleo. Dijiste que te harías tu propia


prueba de HIV. Para que conste, te hacemos la prueba tres días antes de
cada rodaje, y firmas un contrato diciendo que no te vas a correr, en
realidad, pero especialmente con otra persona, en esos tres días, ¿vale?
Así que te harás muchas pruebas. Si haces algo con alguien hoy, será
solo o, bueno, sin intercambio de fluidos, ¿de acuerdo? Nada de chupar
y tragar, nada de penetración, sólo las manos sobre la piel, ¿de acuerdo?

Evan asintió y luego tembló.

—¿Tú crees? ¿Crees que podríamos hacer eso?

Dex se encogió de hombros.

—No veo por qué no. Si no es conmigo, entonces...

La puerta se abrió, y Dex sonrió con genuina felicidad al ver a


alguien, y Evan tuvo otro fangasmo.

—¡Kane! Hombre, justo el tipo que esperaba ver. ¿Quieres hacer


una pequeña sesión de fotos? Tengo un nuevo tipo aquí que podría querer
un amigo en la parte del final feliz. ¿Te apuntas?

Kane era más bajo que Dex, musculoso como el infierno, con pelo
oscuro, una perilla delgada y una nariz atrevida. Mientras que la sonrisa
de Dex era juguetonamente malvada, la de Kane era simplemente
malvada.

Evan sintió el mismo atractivo sexual en sus entrañas y se encogió


de hombros.

—Tío, no los echaría a ninguno de los dos de la cama.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 80 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Kane se rió.

—¡Oh, me gusta! ¿Cómo te llamas?

Dex levantó una mano para prevenirlo.

—Espera. No nos lo digas. Los nuevos formularios informáticos te


dan algo de anonimato. Necesitamos conseguirte un nombre. —Miró a
Evan entonces y se mordió el labio—. Te ves como un libro abierto, tiene
que ser algo cercano. ¿Qué está cerca de lo que tienes?

—Ethan —dijo Evan rápidamente—. Me confundían con este chico


Ethan en la escuela secundaria todo el tiempo.

Kane hizo una mueca.

—Tío, odiaba que los profesores hicieran eso. Pero no sacaba


buenas notas... si tenía suerte, ese chico sacaba mejores notas que yo, y
ya sabes, todo ayuda.

Ev... Ethan se rió de eso, y el resto de la tarde, rellenando el papeleo


y hablando con Dex, que parecía ser la mayor parte de la entrevista, fue
rápido y fácil. Después de eso, trasladaron la acción a una oficina, una
que estaba equipada para parecer un dormitorio, con cortinas alrededor
de una ventana diseñada para parecer residencial en lugar de clase
empresarial. Cuando Ethan se encontró frente a la cámara, acostado en
la cama y respondiendo a las preguntas de Dex, fue lo más fácil del
mundo: bajarse los pantalones cortos y la ropa interior y envolverse la
polla con los dedos. Cerró los ojos y cuando los abrió, Kane estaba
desnudo a su lado, acariciando a su monstruo por él.

Gruñó larga y placenteramente, sin una pizca de autoconciencia.


Oh, Dios mío, alguien le estaba sujetando la polla con una mano fuerte y

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 81 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

de piel suave. Ethan levantó las caderas y empezó a pedirle a Kane las
otras cosas que quería.

—Pon tu mano en mi pecho —murmuró, queriendo sentirlo—.


Mmm... —Porque, maldita sea. Las sensaciones eran gloriosas. Kane tuvo
que cambiar de posición, con una rodilla entre las piernas abiertas de
Ethan y la otra rodilla del otro lado. De esa manera podía sentarse un
poco y acariciar la polla de Ethan, y Ethan... maldición.

—Oh Dios... eso es, sólo que... ¿puedes hacerlo más fuerte? Más
rápido está bien, pero más duro es... ¡oh, sí! Eso es perfecto. Oh, Dios,
sigue... sigue acariciando... ¡sí! —Fue muy rápido. Las manos de Kane
sobre su cuerpo, y eso fue todo lo que se necesitó. El frío ardiente del
orgasmo lo arrastró desde los dedos de los pies hasta las bolas y el pecho,
y él estaba... — ¡Oh, Dios mío, voy a correrme!

Lo anunció, y luego el orgasmo lo golpeó, y una cosa curiosa


sucedió. Su cerebro se desprendió de su cuerpo, y Evan en su cabeza se
encontraba perfecto, flotando, feliz, y Ethan en su cuerpo gritaba de
alegría, sus brazos sobresaliendo de sus costados y todo su cuerpo
sufriendo espasmos.

Abrió los ojos, jadeó un poco y miró a la cara de Kane. Los ojos de
Kane estaban cerrados, y Ethan miró hacia abajo para ver a Kane
acariciándose la polla y las pelotas de Ethan. Un orgasmo secundario se
acumuló en su ingle, algo más pequeño pero con potencial. Ese tiro
potencial se produjo cuando el calor de Kane llegó a salpicar la piel de
Ethan.

—¡Voy a jodidamente.... whoof!

Y luego estaba temblando por todas partes mientras Kane le


frotaba los brazos y le besaba la cara y el cuello.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 82 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Jesús —dijo cuando los escalofríos del orgasmo de Ethan se


desvanecieron un poco—. Jesús. ¿Realmente llegaste sólo porque yo me
lancé sobre ti?

Oh, tío, las manos de Kane estaban calientes, y su cuerpo estaba


tan bien y duro encima del de Ethan. Ethan levantó sus piernas y las
envolvió alrededor de las estrechas caderas de Kane, arrastrándolo cerca,
y Kane captó la indirecta, cayendo sobre él y envolviéndolo en un cálido,
sin ataduras, sólo tuvimos sexo e impresionante abrazo.

Eventualmente Kane rodó de él, y Ethan miró hacia arriba y vio a


Dex con la cámara delante de su cara.

—¿Cómo lo hice? —preguntó Ethan, tan resplandeciente por el


toque humano que quiso acariciarse de nuevo y montar la ola.

Dex gruñó y la luz roja de la cámara se apagó. Luego miró a Ethan


desde la pantalla.

—Ethan, tú y tu maldito gigante Schwantzstucker18 nos van a


generar mucho dinero. ¿Tienes algún problema con eso?

Ethan agitó la cabeza y sonrió.

—No mientras los chicos guapos sigan tocando mi cuerpo —dijo, y


era la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad.

18La palabra pseudo-alemana usada en la película de Mel Brooks " Young Frankenstein"
para describir la enormidad del pene de la criatura creada por el Dr. Frankenstein .

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 83 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Parte II

El descubrimiento de que las


vírgenes son aburridas

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Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 1
Descubrir el nuevo tipo no
es para ti
—Dios —dijo Regina con sentimiento. A los veintiún años, Regina
tenía tres años de matrimonio en su haber, y pasaba mucho tiempo
buscando chicos lo suficientemente guapos como para hacer que se
arrepintiera de haberse casado tan joven. Sin embargo, su marido no era
tan inteligente, aunque era atractivo de ver. Por el sonido de su voz, sin
embargo, su búsqueda había llegado a su fin.

Jonah levantó la vista de su sándwich de ensalada de atún a los


dos tipos que estaban parados junto a la pared de la sala de descanso en
la oficina del gerente. Él tragó.

—Y todos sus ángeles —afirmó—. Jesús. Zeus. Apolo. Joder.

Los chicos eran... maldición.

Lo hermoso ni siquiera lo cubría. Los dos estaban vestidos


casualmente, con ropa muy cara. Sudaderas con cremallera de PacSun
y no de Target. Dr. Martens y no especiales de Payless. Cabello cortado
profesionalmente, con un estilo experto.

Y eso era sólo un asunto cosmético. Tenían la misma altura, ambos


con pelo y ojos marrones, pero la similitud terminaba ahí. El ligeramente
más alto tenía brazos más largos, piernas más largas, un poco más
delgadas, aunque tenía músculos que Jonah podía ver a través de su
sudadera, y eso no era difícil. Su cara era de huesos largos, su boca era
firme, y había arrugas en las esquinas de sus ojos que podían provenir

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 85 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

tanto de fruncir el ceño como de sonreír. Todavía tenía los restos de un


problema de pecas de la infancia en sus mejillas, pero su piel estaba clara
y pálida. Había algo frágil en la boca y en la forma en que fruncía el ceño.
Jonah no podía poner su dedo en él, pero el tipo parecía que iba a tumbar
a alguien o se pondría a llorar.

El tipo a su lado parecía que venía directo de la costa de Jersey,


sin el bronceado. Era un poco más bajo que el tipo con pecas, pero sus
labios estaban más llenos y sus pómulos un poco más anchos. Tenía
cejas esculpidas, pero eran lo suficientemente oscuras como para que
Jonah pensara que podría estar luchando con una uniceja, y los ojos
estaban lo suficientemente hundidos bajo su frente como para hacerle
parecer melancólico y un poco misterioso. Tenía un pequeño
hundimiento en su barbilla, pero eso no era todo. En un momento dado
dio un codazo a su compañero y sonrió, y Jonah resistió el impulso de
golpear su cabeza contra la mesa y gimotear.

Además de estar construido como un tren de carga, Dios, se podían


ver los músculos del cuello del tipo, y sus pantalones estaban apretados
alrededor de un conjunto de caderas imposiblemente estrechas, tenía
una sonrisa que derretiría el corazón helado de la perra más fría del
invierno.

—Es como si fueran enviados aquí para castigarme —murmuró, y


Reggie levantó las cejas.

—¿No es tu vida un castigo suficiente?

—Gracias, Reg. Muchas gracias.

—Sólo estoy diciendo. Eres un virgen que vive con su madre...

—¡Por elección!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 86 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¡Sí, y qué maldita elección! —estalló Reggie.

Jonah le devolvió la mirada angustiada y ella hizo una mueca.


Tenía el pelo rubio y fino recogido en un moño tan apretado que se le veía
el cuero cabelludo a los lados, y ojos verdes, y ahora mismo, esos ojos
verdes estaban llenos de simpatía.

—Lo siento, cariño, pero no puedo creer que no hayas perdido la


cabeza a estas alturas. ¡No pienses en ellos como un castigo porque no
puedes tenerlos, piensa en ellos como una recompensa porque puedes
mirarlos!

Jonah lanzó su mirada hacia donde estaban parados. El más alto,


el más lúgubre, dio un codazo a su compañero con un intento de sonrisa,
y el más bajo italiano con los bíceps que sobresalían de las mangas de su
sudadera respondió con otro gesto de asombro, y luego, de repente, se
inclinó hacia delante y abrazó al tipo. No era un abrazo de amante, sino
de amigo, con el puño en el extremo, pero pareció centrar al otro tipo.
Freddy, su jefe, llamó:

—Tommy Halloran —y el tipo que acababa de recibir el abrazo se


giró para irse.

Jersey Shore19 dijo:

—¡Ve por ellos, Tango! —y Tommy Halloran se giró y asintió.

19 Slag que hace referencia al programa de televisión del mismo nombre donde se
mostraba a ocho personas conviviendo en una casa. El programa debutó envuelto en
una gran controversia sobre el uso de la palabra Guido/Guidette, por la imagen del
estereotipo de italo-estadounidense y el escrutinio de los locales, ya que los miembros
del programa no residían en la zona.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 87 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jersey Shore rebotó en sus pies por unos segundos antes de llamar
la atención de Jonah mientras se sentaba en la mesa de la sala de
descanso y sonreía.

—Oye, ¿puedo sentarme?

Jonah parpadeó y su mandíbula cayó, dejándolo como una


zarigüeya drogada, estaba seguro.

Regina lo salvó.

—Oh sí… ven a sentarte. Dios mío, ¿tú y tu amigovio?

Jersey sacudió la cabeza.

—¿Tommy? No. Solíamos trabajar juntos. Tiene novio.

—¿Está aplicando aquí? —preguntó Jonah, con una voz chillona.


Oh, Jesús. ¿Iba a trabajar junto a ese tipo? Apenas podía mirarlo sin
tragarse la lengua.

Pero Jersey no parecía darse cuenta de eso, ni le importaba.

—Sí —dijo, asintiendo seriamente—. Él como que ama a los


animales. Está pensando en volver a la escuela para ser veterinario, pero
pensamos que esta sería una forma de trabajar con ellos primero.

Jonah asintió.

—Sí, me encantan también, pero no puedo llevar ninguno a casa.

—¿Alergias? —Jersey estaba asintiendo simpáticamente.

Jonah se encogió de hombros.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 88 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Mi hermana pequeña —dijo, pensando que esa sería la


abreviatura para ello.

Hubo una mueca en la mesa, y el aire pareció quedarse estático y


quieto.

—Sí —dijo Jersey, como si algo alrededor de todos ellos no se


hubiera congelado—. Mi hermana mayor se mudó a la casa con su bebé.
Se está llenando de gente con todos nosotros.

—¿Cuántos son? —preguntó Jonah, agradecido de no tener que


hablar de su propia vida hogareña.

—¿Hermanas? Cuatro. También están todas en casa. Mamá... —


Agitó la cabeza y puso una mueca—. Mi madre es algo más. Es como,
Allie se mudó, se casó, tuvo un bebé, todo estaba bien. Entonces, un día,
mamá y Allie llegan a casa de un viaje de compras, y Dev duerme en el
sofá con el bebé en el pecho...

—Aw —dijo Regina, y Jersey asintió.

—Lo pensarías, ¿verdad? Pero de repente mamá empieza a echarle


en cara que no cuida de Felicia, y pone a Allie en medio de la pelea, y
Allie toma el papel de mamá porque, no sé, perdió la cabeza, y ahora ella
y su marido están separados. Y no es sólo Allie. Hizo lo mismo con
Belladonna y su único novio bueno y Mina y sus compañeros de cuarto,
y Danni decidió que se quedaría y esperaría hasta que pudiera mudarse
demasiado lejos para que mamá lo arruinara.

—Vaya —dijo Jonah, dividido entre la risa y el asombro—. Eso es


mucha información personal para arrojarla sobre una persona. ¿Estás
seguro que no quieres que te devuelva algo de eso?

Jersey sacudió la cabeza.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 89 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—No, chico, si me ayudas a ir al baño por la mañana, ¡puedes tener


todo lo que quieras!

Regina pensó que era lo más divertido que había escuchado. Jersey
le sonrió, le guiñó el ojo y la dejó reír, y Jonah trató de no hiperventilar
su sándwich de atún.

—Debe ser agradable —dijo cuando Regina recuperó el aliento—.


Quiero decir, toda esa gente en la casa.

Esa curiosa quietud barrió la mesa otra vez, y Jersey se encogió de


hombros.

—Entonces, cuéntame sobre las criaturas. ¿Tienen gatos? Hombre,


tenemos un gato en casa y me salvó la vida. Los gatos no quieren nada
de ti, ¿no? ¡Me encanta un buen gato!

—No los vendemos —dijo Jonah— pero tenemos el centro de


adopción. La gente de rescate de animales trabaja en él, así que siempre
hay algunos gatos allí. Si quieres puedo mostrártelo.

Los descoloridos ojos verdes de Regina se hicieron enormes, y trató


de no hacer muecas. Ni siquiera era realmente un acercamiento... sólo
estaba siendo amable, ¿verdad?

Jersey parecía inclinado a aceptarlo también, pero se detuvo y


tomó un respiro, dirigiendo su mirada a la oficina cerrada.

—Mejor espero a Tango —dijo, frunciendo los labios—. Necesita


saber que le cubrimos las espaldas.

Y antes que Jonah pudiera preguntar quiénes eran nosotros o por


qué Tommy o Tango o quien necesitaba el apoyo extra, el teléfono de
Jersey sonó. Lo sacó de su bolsillo para disculparse, se levantó y se dirigió

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 90 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

al rincón más alejado de la sala de personal para hablar. Por supuesto,


Jonah y Regina podían oír cada palabra.

—Sí, Dex. Sí, Dex. Lo tenemos controlado. Está haciendo una


entrevista ahora. Sí. Esta fue una buena idea. No sé, ¿cómo crees que le
va? Sí, tienes razón. Lo siento. Él... quiero decir, Tango no suele estar tan
tranquilo, ¿verdad? Sí. Lo sé. Me quedaré con él esta noche. ¿Puedes tú
o Kane, mañana?

Jersey aspiró un aliento fuerte.

—Bueno, eso apesta. Sí. Te escucho. Bien. Conseguiremos a


alguien más... Jean es una buena persona. Sí, Kelsey sería perfecto. Oh
espera, tienes razón. Déjame llamar a Donnie. Lo olvidé, ¿sabes? Sí,
gracias, Dex. Te mantendré informado. De acuerdo. Gracias, tío.

La conversación terminó, y Jersey consiguió otro número.

—Oye, Donnie... Soy Ethan, ya sabes, de donde Chance... ¿Chase


trabaja? Sí, ¿cómo está? —Hubo un suspiro—. Sí. Genial. ¿Qué dice el
psiquiatra? Sí, escucha al psiquiatra... esos tipos son inteligentes. Bien.
Bueno, estamos intentando no dejar a Tommy demasiado solo. No
estábamos seguros si quisieras participar en esto, ¿lo harás? Porque me
iba a quedar con él esta noche, pero... vale, ¿lo harás mañana? ¿Y Kevin
también? Y tu hermana, maldita sea. Vale... Íbamos a cuidar de él, pero...
—Cayó a un silencio herido—. ¡Bueno, sí, pero también es nuestro amigo!

Ethan no se movía, apenas respiraba, y Jonah se interesó de


repente en los problemas de alguien más que en los suyos propios.

—No, no. No te disculpes. No pasa nada. Sé lo que piensas de


nosotros...

Una repentina explosión penitente de algo resonó en el teléfono.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 91 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Tío, no te preocupes por eso, ¿vale? Sólo queremos las mismas


cosas. Creo que sería genial que pasaras la noche con Tango mañana,
pero tienes que prometer que no lo matarás, ¿de acuerdo? Sí, creo que
tienes razón. Tal vez Kevin sería una mejor apuesta. Ni siquiera Tango
podría estar enojado con Kevin.

Después de algunas bromas más, Jersey... espera, Ethan... se


despidió, y Jonah se quedó con un montón de preguntas y un interés
profano en este perfecto desconocido.

Ethan guardó el teléfono en su chaqueta de cuero, sonrió


alegremente y se acercó para sentarse. Uno de los juguetes para perros
estaba sobre la mesa, el cartón que se usaba para colgarlo para exhibirlo
se había desintegrado, y lo recogió, tirando de la cuerda trenzada entre
sus dedos, trazando el camino de cada hebra del giro y acariciando
ligeramente el peluche azul que cubría la cabeza de perro del trenzado.
Simplemente acarició la cosa por un minuto y luego miró hacia arriba,
dándose cuenta que tenía una audiencia, y sacó una sonrisa de la nada.

—Esta cosa es genial —dijo en el silencio—. Me gusta. ¿Qué hace?

—La mayoría de las veces es masticada por los perros —dijo Regina,
poniendo los ojos en blanco—. Jonah, amigo, mi descanso ha terminado.
Te veré en diez minutos.

Jonah la miró fijamente mientras ella se alejaba, sobre todo porque


su descanso era el que había terminado, y a Regina le quedaban diez
minutos más.

Ethan no pareció darse cuenta.

—Es una pena —dijo, casi para sí mismo—. Quiero decir, ¿no
deberías tener un mejor propósito que ser masticado?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 92 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Estaba hablando con el pequeño cabeza de perro, y Jonah se


encontró sonriendo.

—Bueno, le da al perro mucha alegría —dijo, y para su decepción,


Ethan no le devolvió la sonrisa.

—Creo que eso es probablemente cierto —dijo pensativo—. Pero es


un precio de mierda a pagar, ¿sabes? —Tenía dedos romos con uñas bien
pulidas, y seguía acariciando ese maldito juguete, apretando la cabeza
hasta que tocaba la pequeña cosa chirriante que había dentro, pero sin
apretarla lo suficiente como para chirriar.

Jonah luchó contra la tentación de poner su mano sobre esos


dedos suaves y curiosos. No conocía a este dios; ni siquiera estaba en la
misma estratosfera.

—Entonces, Tommy… ¿estás preocupado por él? —planteó Jonah


con delicadeza.

Ethan lo miró de reojo.

—¿Tommy? Tommy se va a poner bien —dijo con un toque a sus


labios carnosos—. ¿Su novio? —Ethan sacudió la cabeza y acarició al
perrito un poco más.

—¿Qué ha pasado? —preguntó Jonah.

Ethan respiró hondo.

—Es una larga historia —dijo en voz baja y luego miró de reojo a
Jonah, sonriendo ligeramente—. Pareces un buen chico. ¿Cómo te
llamas?

—Jonah. Jonah Stevens. —Extendió su mano—. Encantado de


conocerte.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 93 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan le sonrió como si no estuviera acostumbrado a este tipo de


presentaciones. Tomó la mano de Jonah y le dijo:

—Ethan, encantado de conocerte.

Y luego estaban rozando las palmas de las manos. La de Ethan era


cálida y firme, y sacudía fuerte, como le enseñaron en la escuela de
negocios, y Jonah confió en ese agarre implícitamente. Era como si ese
toque no pudiera mentirle, y estaba agradecido.

—¿Cuántos años tienes, Ethan? —preguntó en un impulso, viendo


como esas fuertes cejas negras se encontraban en el centro.

—Veinte, ¿por qué?

—Porque tengo veintidós años, ¿por qué me llamaste niño?

La sonrisa de Ethan era incorregible, la sonrisa malvada de un


duende travieso. Se agarró fuerte a la mano de Jonah y, con el dedo de
la otra mano, le tocó la punta de la nariz como un adulto lo haría con un
niño.

—Porque no pareces muy crecidito —dijo, guiñando el ojo, y luego


le soltó la mano—. Entonces, ¿estás haciendo algo más mientras trabajas
en PetSmart? Tommy empezará las clases en primavera si... si Chase está
bien. ¿Y tú qué harás? —Torció y destorció el juguete trenzado mientras
hablaba.

Jonah lo cogió y se sintió estúpido, porque era como la quinta vez


que Ethan dirigía sus preguntas lejos de cualquier cosa personal. Pero
bueno, no le preguntaban sobre su vida personal tan a menudo, así que
se dejó manipular.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 94 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Mi hermana pequeña está enferma —dijo—. Quiero decir, es algo


crónico, pero es constante. Viajes constantes a los médicos, manejo
constante de sus medicinas, ayudarla a hacer ejercicio, sólo... sólo algo
constante. Así que mi madre trabaja para el seguro médico, y yo trabajo
para todo lo demás, y entre nosotros, evitamos que Melly se desmorone.

Ethan abrió bien los ojos.

—Eso es muy duro —dijo, obviamente sincero.

Jonah asintió.

—Ves, pero tenemos suerte. Los niños con fibrosis quística no


solían vivir más allá de los seis o siete años, pero Melly tiene dieciséis y
puede vivir hasta los treinta si tenemos cuidado.

Ethan gruñó.

—Así que te pasas la vida viviendo para tu hermana —dijo, pero


como si tratara de entender esa idea, no como si se estuviera burlando
de ella.

Aún así, Jonah sintió el calor en su cara.

—No tan glamoroso como lo que haces, estoy seguro —dijo con
rigidez y se puso de pie con los codos y las rodillas haciendo una
aparición completa mientras golpeaba la mesa y casi tiraba su refresco.
Su descanso estaba casi terminado de todos modos.

Ethan se sacudió y miró hacia arriba.

—Sólo estoy pensando —dijo honestamente—. No te... no te


ofendas o lo que sea. Sólo... se necesita a alguien especial, ¿sabes? Para
hacer ese tipo de sacrificios por alguien más? —Sacudió la cabeza—. No...
no lo tengo en mí. Eres una buena persona, Jonah.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 95 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Sonrió y le recordó a Jonah a uno de esos chicos con los que solía
andar en el instituto, un friki de los cómics como él, que se perdía tanto
en las historias que el simple hecho de contarle que el almuerzo había
terminado era como despertar a un durmiente de un sueño.

Era incorruptible, esa sonrisa, como la de Gatsby20. Jonah vio


esperanza allí, y ni siquiera sabía qué hacer con ella.

—Estoy... estoy bastante seguro que cualquier otro lo haría —dijo,


deshecho por la sonrisa y el cumplido y por la inesperada conversación
con el dios italiano durante su descanso.

Ethan sacudió la cabeza.

—Soy un hedonista —dijo con orgullo, como si acabara de aprender


la palabra y hubiera aceptado todo lo que significaba—. Soy todo sobre
mí. —Sostuvo la cabeza de lado, retándolo a contradecirlo porque podía
tomarlo por la barbilla.

Podría haberlo hecho, pero había algo vulnerable en ese desafío, y


Jonah sabía que era vulnerable.

—Estoy seguro que eso también es divertido —dijo suavemente, y


en ese momento Tommy salió de la puerta.

—Ethan…hombre, ¡conseguí el maldito trabajo!

La cara de Ethan se dividió en una enorme sonrisa parecida a la


del sol, y se puso de pie con una gracia fluida para alguien con los
músculos más anchos que el banco de descanso.

20Jay Gatsby es el personaje principal de la novela de 1925 F. Scott Fitzgerald The Great
Gatsby. Gatsby es millonario y propietario de una lujosa mansión donde a menudo
organiza fiestas extravagantes, y el narrador de la novela, Nick Carraway, lo describe
como un "regalo extraordinario para la esperanza"

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 96 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Es increíble, Tango, ¿quieres ir a celebrarlo?

Tommy (¿Tango?) de repente se veía cauteloso.

—Sí, uhm, ¿qué tipo de celebración tienes en mente? —Tenía una


especie de acento de la Costa Este, algo que Jonah sólo había oído en las
películas, y a pesar de su cara intensamente bonita y sus ojos marrones
brillantes, Jonah tuvo la sensación que este tipo no tenía miedo de una
pelea.

—En algún lugar bueno. Carne asada y ensalada, ¿eh? —Y allí, en


la voz del hombre que acababa de profesar que sólo vivía para sí mismo,
estaba el sonido de alguien patéticamente ansioso por complacer. Un
amigo tratando de animar a otro. Ethan asintió, con sus suaves y cálidos
ojos marrones abiertos hasta que atrapó la mirada de Tommy.

Tommy sonrió, se relajó un poco y volvió a asentir.

—Sí. Sí, eso suena bien. Vamos a comer a un restaurante...

—Y luego veremos algunas películas en tu casa —dijo Ethan, como


si Jonah no le hubiera oído hacer planes con los amigos de Tommy para
asegurarse que no se quedara solo.

—Sí, vale, pero primero, ya sabes... —Miró a Ethan suplicante, y


Ethan dio su consentimiento sin tonterías a lo que le estaba pidiendo.

—Sí. Sí, por supuesto. ¿Ya le han dejado salir de la sala de


recuperación?

—No... apenas puede caminar. Y tiene otros dos días en


observación. Pero... —Tommy tragó convulsivamente y su mandíbula se
tambaleó.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 97 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan gruñó, como si terminar esa frase no fuera absolutamente


necesario.

—¡Claro! No hay problemas, ninguno en absoluto. Es un hecho,


hombre. Si quieres estar ahí para él, nosotros estaremos aquí para ti,
¿verdad?

Tommy sonrió, y Ethan puso un brazo de compañerismo alrededor


de sus hombros y comenzó a salir de la sala de descanso. Se detuvo en
el último minuto y se dio vuelta y lanzó el juguete para perros en un arco
perezoso. Jonah atrapó el juguete automáticamente, al igual que atrapó
la sonrisa arrogante de Ethan sobre su hombro.

—¡Hablamos después.... Bonita charla!

Jonah asintió y los observó ir desconcertado, sosteniendo con


nostalgia un juguete para perro. Un hedonista, ¿verdad? ¿Alguien que
sólo estaba interesado en sí mismo?

Sí. Sí, claro. Un hedonista.

***

A Jonah en realidad le gustaba su trabajo. No requería mucha


inteligencia, lo que era una pena, porque le había ido bien en la escuela,
pero la gente venía con sus animales, y eso era divertido. También podía
levantar las bolsas de comida y las cosas de los estantes, así que era una
especie de entrenamiento. Sabía que sus brazos y su torso podían ser
delgados, pero tenía algunos músculos ahí, y estaba orgulloso de ello. Y,
por supuesto, cuando se deprimía, o cuando los clientes le daban mierda
o el Gran Danés de alguien hacía una cagada gigante del tamaño de una
pala en el pasillo tres, siempre estaban los peces tropicales.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 98 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Después de salir, se dirigió a las peceras y miró felizmente. Los


tetras21 eran quizás sus favoritos, sólo por el color, pero él adoraba a un
simple y mediocre pececillo. Tenían encanto, cuando no se comían a sus
crías.

—¡Oye, Jonah!

Miró a su lado para ver a Regina mirando a los pececillos también.

—¿Sí?

—Tenemos algunas nuevas betas22. ¿Quieres echar un vistazo?

Jonah se iluminó un poco. Tenía cuatro hexágonos dobles de peces,


y guardaba un pez en cada cubículo. Había perdido un pez la semana
anterior, pero se habían quedado sin betas para llenarlo. Le gustaba su
simetría, los ocho peces, uno en cada pequeño cubículo autónomo, todos
ellos encajaban juntos como un complejo de apartamentos para peces.

Se sentía ordenado, y aunque no podía tener un gato o un perro o


incluso una rata o una serpiente, podía tener tantos peces como pudiera
cuidar. Y a diferencia de los peces tropicales o los de agua salada, los
betas eran notoriamente fáciles de cuidar. Todo lo que tenías que hacer
era poner una tapa en sus cuencos para evitar que saltaran a la muerte,
y estaban bien. Necesitaba tantas cosas en su vida como fuese posible
que no fueran delicadas, que fueran autosuficientes.

21 Tetra es el nombre común de muchas especies pequeñas de peces de agua dulce, muy
utilizados en los acuarios que comprenden a las familias Alestiidae, Characidae y
Lebiasinidae.
22 El pez luchador de Siam o simplemente pez luchador también conocido como pez

betta, es una especie de pez de agua dulce de la familia de los osphronemidae en el


orden de los perciformes. Es nativo del Sudeste Asiático mayormente en Tailandia y
Camboya.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 99 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Había demasiadas cosas que no podía controlar y que lo


necesitaban.

El PetSmart se encontraba en el centro de la zona de Arden-Arcade,


en la Avenida Watt, que no era una gran parte de la ciudad pero tampoco
era una mierda. Lo mejor de todo era que sólo se necesitaban dos
autobuses para llevarlo al complejo que compartía con su madre y su
hermana pequeña en Northrop.

De nuevo, no era la mejor parte de la ciudad, pero había peores. La


habitación de tres plazas estaba en la parte superior de las escaleras, y
para cuando había tomado los dos autobuses y caminado las dos cuadras
que se necesitaban para llegar a los autobuses, cada paso se sentía como
otro peso de tres kilos de plomo añadido a su espalda. Si no hubiera
estado agarrando su nueva beta en su pequeño vaso semisellado, se
habría arrastrado hasta el último escalón sólo para reírse. Dios. Hay
mucho que hacer.

—¿Jonah? —Su madre se asomó por la puerta, pareciendo tan


cansada como él. A veces se teñía su pelo rubio grisáceo de marrón
oscuro, pero no lo suficiente, y el color se había desvanecido por lo que
era un marrón tímido, y siempre se le escapaban mechones de su
práctica cola de caballo antes de salir por la puerta para su turno. Su
cara delgada y larga estaba marcada, y sus ojos grises estaban opacos
como el avellano. Tenía unos cuarenta años, pero parecía mayor, sobre
todo porque su padre se había ido, y Jonah no podía culparlo.

Era un trabajo duro.

—Hola, mamá. ¿Ella está lista? Pensé que tendría unos minutos
para preparar mi pez antes de llevarla al gimnasio.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 100 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Laura Stevens dio un paso fuera de la puerta y la cerró en silencio


detrás de ella.

—Creo que vamos a tener que hacer un recorrido por Urgencias y


un tratamiento respiratorio en su lugar —dijo, con la voz baja. Ya estaba
usando uniformes y sus zapatos de suela blanda para su turno como
enfermera en Kaiser.

Jonah se quejó.

—¿En serio? Pero mamá...

—Se saltó la educación física la semana pasada, Jonah... ¿qué


quieres que te diga?

—¿Por qué haría eso? Maldita sea, ella lo sabe.

—¡Porque es difícil! Porque tiene que detenerse y lanzar saliva


después de cada vuelta y porque le duele el cuerpo. Y sí, antes que
preguntes, ella metió a escondidas una galleta de chocolate gigante
durante el almuerzo. Y sí, tuvimos la charla sobre la dieta otra vez. Y
ahora necesita la insulina y el tratamiento respiratorio y el TP forzado
durante una semana, y no, no vale la pena, y ella lo sabe. ¡Así que no le
grites! —El temperamento de su madre crepitó, y Jonah la miró fijamente.

Durante todo el viaje a casa había estado pensando en la orgullosa


afirmación de Ethan de que era un hedonista. Había sonado encantador,
vivir sólo para sí mismo, echar un polvo cuando quisiera (o en absoluto)
y salir a cenar y al cine y quedarse en casa de un amigo. Podía ver que la
vida de Ethan no era así, incluso después de diez minutos de conocerlo,
pero ¿en serio? ¿Dos autobuses y dos manzanas y los malditos peces
medio muertos y agua en mal estado a cada paso?

Dios.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 101 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¡Sólo sería bueno, por una vez, que quisiera vivir tanto como
nosotros! —dijo.

El suave sonido del golpe le alcanzó antes del aguijón de la palma


de su mano en su mejilla.

—Jonah Isaac Stevens, ¡retira lo dicho!

La miró fijamente, a la defensiva y avergonzado.

—No —murmuró—. La llevaré al maldito doctor. ¿No es suficiente?


Ahora discúlpame, tengo otro maldito pez que matar.

Pasó junto a ella para abrir la puerta, dejándola, con los hombros
encorvados y miserable, de pie fuera en el porche de madera que daba al
aparcamiento de mierda. Su hermana estaba sentada en el sofá, pálida y
sudorosa. Cada aliento que arrastraba a sus pulmones crepitaba con la
flema.

—No lo digas —murmuró—. Lo siento, ¿vale?

Parte de su ira se desangró por la columna vertebral.

—Maldición, Melly...

—Hace frío —dijo, su cara demacrada y delgada por la miseria bajo


su pelo ondulado de color arena—. Y me duelen las articulaciones, y sólo
quería una galleta caliente y un rinconcito para leer. ¿Es eso tan
condenadamente malo?

Jonah soltó una risa medio exasperada.

—No sé, Mel, todo lo que quiero es una cena y una paja, ¡y eso
tampoco va a pasar!

Amelia hizo una mueca.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 102 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¡Qué asco!

—Bueno, no me hagas enojar —refunfuñó.

Su hermana pequeña sonrió penitentemente.

—Lo siento, Jonah, sé que estabas deseando mirar a los chicos del
gimnasio.

Jonah suspiró.

—Sí, sí, bueno, mis probabilidades con ellos serían mejores si


alguna vez hiciera ejercicio. Dame quince, estaremos listos para irnos.

Ella sonrió cansada, y él luchó contra las ganas de golpearla en el


brazo (porque se habría magullado horriblemente, para empezar) y
hacerla levantarse e ir a dar la vuelta a la manzana. Maldita sea. Maldita
sea. No era una enfermedad fácil de manejar. Había inyecciones de
insulina y tratamientos respiratorios y una gama cada vez más amplia de
antibióticos para mantener alejada la amenaza constante de infecciones
pulmonares, pero sería mejor, mucho más fácil, si sólo Amelia se
mantuviera activa.

Pero la actividad nunca había sido el estilo de Melly. Muchos niños


con enfermedades crónicas eran inquietos, ansiosos por salir de la jaula
en la que la enfermedad los encerraba, pero no Amelia. Ella había estado
agradecida por las veces que no había necesitado moverse, contenta de
sentarse y leer o ver la televisión, perdida en las maravillas de los mundos
sin dolor. Esa quietud sólo había aumentado a medida que crecía,
obligarla a hacer ejercicio era doloroso y problemático.

Su padre era el que más lo había soportado. Ella había sido su


favorita, casi desde el nacimiento, y él había trabajado muy duro al
principio, estudiando, encontrando regímenes de actividad aceptables,

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 103 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

monitoreando todo, desde sus respiraciones por minuto hasta la sal en


su piel para asegurarse que se mantenía adelante de las secreciones que
se acumulaban en sus pulmones y órganos. Pero Melly... Melly luchó
contra él. Luchó contra ellos, a cada paso. Cuando era más joven, se
quejaba, se enfurruñaba, se escabullía.

Ahora que iba al instituto, faltaba a las clases y comía cosas que
no estaban en la dieta prescrita y se quejaba tanto de ir al gimnasio que
sacarla de casa era una batalla constante.

Con razón su madre se veía vieja. Con razón su padre se fue,


llorando, diciendo que los apoyaría de cualquier manera, pero no podía
sentarse ahí, viendo día a día como su querida hija intentaba morir por
su propia apatía. Pasaba por allí cada semana, hacía la cena, hablaba
con Amelia, le preguntaba a Jonah cómo le iba y le llevaba comida a su
mujer.

Y fingía que la salud de su hija no estaba equilibrada en un punto


de apoyo muy fino, y que él no había abandonado la apuesta.

Pero la cosa era que Melly nunca se enfadaba con ellos. No estaba
resentida por haberla obligado a vivir, sólo intentaba salir de eso.

Jonah se sintió mejor después de haber establecido su nuevo pez.


Actualmente estaba revisando toda la lista de personajes de Battlestar
Gallactica, y esta iba a ser Racetrack. Una ducha rápida, unos vaqueros
limpios y muy lavados, y un peine en su rizado pelo rubio y arenoso, y ya
estaba listo.

—Vamos, Melly —dijo Jonah, saliendo de su dormitorio.

Amelia levantó la vista de uno de sus programas de televisión


favoritos y suspiró.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 104 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—No hay forma de salir de esta —resopló.

Jonah sacudió la cabeza, toda su irritación salió a borbotones.

—No. Me temo que no. —Pensó en manos de dedos romos jugando


con un juguete de perro trenzado—. O del nudo —dijo, sonriendo para sí
mismo.

Amelia puede que no supiera por qué sonreía, pero sí lo conocía.

—Tal vez haya algunos doctores o enfermeros guapos a los que


puedas mirar a hurtadillas —dijo, aceptando su ayuda para ponerse de
pie.

Él sonrió.

—¿Por qué no? Acabamos de contratar a un dios hoy en PetSmart.


¡Ha traído a un amigo!

Su sonrisa de regreso fue dulce.

—No olvides tu libro, Jo, te aburres.

Jonah estaba muy por delante de ella, y agarró Un trabajo muy


sucio de Christopher Moore23 del estante contra la pared antes de salir
por la puerta.

—Lo tengo —dijo.

Laura seguía afuera mientras él abría la puerta, y Jonah observó


como ella se limpiaba los ojos con el dorso de la mano y luego se daba

23 Un trabajo muy sucio es la novena novela de Christopher Moore, publicada en 2006


en su edición original. Reflejando las tendencias del autor hacia la Ficción Absurdista,
el contenido de la novela procede de su propia experiencia en tratar con las necesidades
de familiares y amigos en estados próximos a la muerte.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 105 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

vuelta para ponerles buena cara a ambos. Le apretó el hombro y entró


para darle un rápido beso en la mejilla.

—Adiós, mamá. Nos vemos por la mañana.

—Avísame si hay alguna complicación —dijo, aunque eso era obvio.

Jonah asintió y se detuvo para que ella pudiera besar a Amelia en


la mejilla, y luego bajaron las escaleras.

—¿Qué tan enojada está? —preguntó Amelia.

Jonah se encogió de hombros.

—No se enfada contigo. Lo guarda todo para mí.

—Yo...

—Sí, Melly. Ya lo sé. Disculpada. No te preocupes. —Jonah pensó


en Ethan otra vez, y esa mirada orgullosa y vulnerable en su cara.
Hedonista. Sí. Eso es lo que quería hacer con su vida. Olvidar el título de
negocios que no iba a conseguir, olvidar al novio que no iba a recogerlo
de debajo de montones de bolsas de comida para perros, tirar toda esa
mierda por encima de su hombro y por el puente.

Iba a ser un hedonista.

Tan pronto como llevara a su hermana a casa, lavara los platos,


limpiara el polvo, pasara la aspiradora, lavara la ropa y se cayera en la
cama, soñando con mamadas de jóvenes dioses italianos.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 106 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 2
Aprender cosas sobre los
camellos, las pajitas y
romper espaldas
Debería haberlo sabido.

No era virgen, no tenía educación sexual. No era como si no tuviera


ningún historial de enfermedades y crisis mentales. Debería haber sabido
hacia dónde se dirigía Chase Summers en el momento en que Chance se
vino abajo durante un rodaje, temblando tanto con el orgasmo, con un
hambre de piel sincera como Cristo, que ni siquiera pudo decir su propio
nombre.

Ethan debería haber advertido a alguien.

Pero Chase (todo el mundo sabía su verdadero nombre, Tango era


bastante libre de tirarlo por ahí, y Dex, que debería haberlo sabido, era
casi peor) parecía tan engreído, tan unido. Y esa vez en la cama... Dios,
había estado en llamas. Ethan había atesorado ese tiempo, porque Chase
había sido tan agresivo, tan manoseador, que por una vez se sintió como
si le hubieran cuidado a él y no al revés. Y en la última toma, había estado
abajo con él y chupándole la polla a Kane, y había respondido, gritando
con lujuria. No fue hasta la última toma, cuando Dex apagó la cámara y
Kane simplemente lo sostuvo mientras convulsionaba en la cama, que
Ethan supo que algo andaba mal.

E incluso entonces, nunca había adivinado ni en un millón de


años...

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 107 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Curtis le había dado señales... ahora lo sabía. Señales


inconfundibles. Si Chase le hubiera dado las mismas señales...

Pero Chase no lo había hecho, ¿verdad? No le había dado a nadie


esas señales, ni siquiera a Tango, ni a Dex, demonios, ni siquiera a
Donnie, que había sido llamado para salir de la cama y venir a llevarlo al
hospital porque no quería una ambulancia. O tal vez había dado esas
señales, pero Donnie, Tango y Dex estaban perdidos, tan perdidos como
Ethan había estado con Curtis, tan perdidos como lo estaría cualquier
amigo al enfrentarse a lo peor que una persona puede hacerse a sí misma.

Así que Ethan había estado preocupado, pero no lo suficiente.


Tango había estado bastante preocupado, pero no sabía de qué se
preocupaba. Y Dex se preocupaba por todos, incluido Ethan, así que Dex
no contaba.

Y aún así, Ethan pensó en ese cuerpo, hermoso, de largas


extremidades, precioso y poderoso, y en lo indefenso que estaba Chase
en la cama, con la cabeza en el regazo de Kane, ya que Dex había llamado
a Tango y le había suplicado que viniera a ayudar a su amigo.

Le dolía, esa imagen en su cabeza. Chase había estado tan desnudo


como cualquier ser humano, jamás, y todo lo que habían sido capaces de
hacer era cubrirlo con una manta y sostenerlo hasta que les dijera que
pararan.

Ethan quería ser capaz de hacer más que eso. Maldición, después
de dos años en el porno, siendo intrépido, tomando lo que quería del
mundo y devolviendo un precio justo, ¿no debería ser lo suficientemente
fuerte para tomar mejores medidas?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 108 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Así que se quedó en casa de Tango y durmió en el sofá, y cuando


se dio cuenta que esos sonidos sospechosos en el dormitorio eran
sollozos, se levantó de una vez y fue al dormitorio y se acostó a su lado.

—Nada de sexo —murmuró Tango, y Ethan le tiró junto a su pecho.

—No podría tener una erección ahora mismo si me dieras una


píldora azul —dijo con sinceridad, llenándose los brazos con un Tango
muy débil y muy triste—. Te mantengo a salvo para Chase.

Fue una señal de lo devastado que estaba que Tango no le


respondiera en la cara por eso. Era una de las personas más
autosuficientes que Ethan había conocido.

Y, amante o no, era maravilloso despertar con Tango cálido y


cómodo en sus brazos, incluso si olía a los cigarrillos que había escondido
antes de entrar a la cama. Lo que no era tan maravilloso era despertarse
con el tono de llamada de su madre, la balada consagrada de la Malvada
Bruja del Oeste.

Salió de la cama de Tango y trotó hasta donde había dejado sus


jeans en la sala, pensando que si iba a ser gay, quería que un decorador
fuera parte de eso, porque Tango lo tenía todo concebido. Todo el
dormitorio en granate y oro parecía el sueño húmedo de un diseñador.
Ethan todavía decoraba con esos carteles gratis que se metían en los
libros de manga cuando los compraba en lugar de sacarlos de la
biblioteca. No se había dado cuenta la noche anterior, sentado en el sofá
de Tango y comiendo su pizza, pero se dio cuenta ahora. Se dio cuenta
que era la primera vez que pasaba la noche en casa de alguien. Lástima
que no había tenido sexo, pero ser capaz de consolar a un amigo casi
había sido mejor.

Lo que no significaba que supiera qué decirle a su madre.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 109 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Hola?

—¿Evan? Evan, ¿dónde diablos estás?

—En casa de un amigo, mamá. Me necesitaba anoche.

—¿No tienes clase...?

—Sí. Tomaré prestada algo de su mierda. —¿Cuál era la parodia de


hoy? Oh sí, English Comp and Trig, dos ofertas más del Folsom Lake
College porque no podía decidir qué mierda quería ser.

—No jures, Evan. ¿No podías haber vuelto a casa?

—Mamá, dije que necesitaba un amigo, ¿vale? ¡Jesús, cuándo se


volvió ilegal ofrecer un hombro para llorar!

Hombre, dos años. Tenía suficiente dinero, lo hacía. Tenía un


coche, uno bonito, y podía tomar clases donde quisiera. Sac City, ARC...
había mil razones para mudarse de la casa de su madre, y sólo una para
quedarse.

Pero no podía recordar por qué esa razón importaba ya.

—¡Evan! ¡Retira lo dicho! ¿Y qué clase de niño llora en el hombro


de su amigo? ¡Dímelo tú!

—Un tipo cuyo novio casi se suicida —siseó Ethan en el teléfono—


. Ahora muestra un poco de maldito respeto, ¿vale? ¡Estos tipos son
amigos míos!

Y con eso, se imaginó que su deber de informar a su familia de su


paradero había sido cumplido. Suspiró y volvió a poner el teléfono en el
bolsillo de sus vaqueros, y miró hacia arriba para ver a Tango frotándose
los ojos con una mano mientras cogía un viejo gato marrón con la otra.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 110 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Quién era? Jesús, Ethan, nunca te he oído hablar así a nadie.

Ethan suspiró, sintiéndose como un canalla.

—Sí, bueno, eso es porque nunca conociste a mi madre.

Los ojos marrones brillantes de Tango se hicieron muy grandes.

—¿Esa era tu madre?

Ethan dejó caer sus vaqueros en el sofá. A la mierda. Estaba seguro


que a Tango le importaba un carajo que estuviera en bóxer, así como no
iba a conseguir erección alrededor de él fuera del trabajo.

—Sí, era ella. —Suspiró y se frotó las manos en el pelo, sintiendo


el producto que usaba para mantenerlo peinado y bonito descamándose
y convirtiéndose en viscoso—. No es una persona agradable.

Tango gruñó.

—¿Qué tal tu padre?

Ethan se encogió de hombros.

—Dejó de intentar hablarme cuando me gradué del instituto. Se


separaron cuando era un niño, se puso feo. Hubiera ido con él si me lo
hubiera pedido, pero no lo hizo, y finalmente sólo quise salir de esto.

Tango sacudió la cabeza y se dirigió a la cocina, donde echó algo


de comida para el gato en un bol en el suelo. Ethan lo había visto la noche
anterior. Tenía su propio tapete y todo.

—¿Sí? Ya sabes, es la cosa más horrible. Cuando era niño, solía


pensar que tener un padre sería, no sé. Jodidamente increíble, supongo.
Pero... —Sacudió la cabeza—. El padre de Chase debería haber sido
castrado.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 111 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan aspiró aire a través de sus dientes.

—No —dijo un poco entumecido—. Mi padre no es tan malo. Él es...


es sólo... —Y a la mierda, ¿verdad? Chase estaba en el hospital porque
dejó que sus demonios sacaran lo mejor de él. Ethan no quería ir de la
misma manera.

—Verás, cuando era un niño, me... ya sabes, abusaron de mí. Un


imbécil me llevó detrás de las gradas y abusó de mí, y yo lo delaté, ¿y
sabes qué? Mi vida se fue a la mierda. Mi madre empezó a pensar que
cualquiera que me tocara era un mal toque y todo lo que mi padre decía
era un complot secreto para dejar que los cabrones me atraparan. Y en
todo caso, ella se volvió más loca por eso. Mis hermanas no pueden
casarse, no pueden salir, no pueden tener citas, cualquier hombre que
escojan se aprovechará de ellas y violará a sus bebés.

—¡Tío, eso es asqueroso! —Tango parecía horrorizado, y Ethan no


lo culpó. Le había ocultado esta parte de la historia a ese dulce chico de
PetSmart. ¿Cómo se llamaba el chico? ¿Jonah? Dulce niño. Pelo rizado,
como la arena. Sus grandes ojos grises gritaban inocencia, y Ethan no
quería cagarse en eso. Él los había mirado como si fueran dioses. ¿Por
qué diablos no? ¿Qué era lo peor que podía pasar, que se enamorara un
poco? No era como si Ethan fuera a aceptar la oferta implícita en la
mirada de adoración al héroe del chico. Tango ciertamente no lo haría.

—Sí. —Ethan estuvo de acuerdo con él—. Rompió el matrimonio de


mi hermana mayor, y fue una mierda. De todos modos, ya sabes... es una
cagada. Si me mudo, hará miserable la vida de todos, y si salgo, no me
dejará hablar con mis hermanas o ver a mi sobrina, y eso también
apestaría.

Él realmente amaba al bebé de Allie, y no de la manera


espeluznante que su madre temía. Sólo le gustaba lo simple que era

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 112 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

sostenerla, dejar que el bebé se acomodara en el codo, y sólo mirarla.


Algún día, ella podría crecer y ser amargada y demente como su abuela,
pero ahora mismo, simplemente cavaba y proporcionaba calor y
entretenimiento. Él podía abrazarla y ella le devolvía el abrazo, sin
inseguridades, sin miedos, y el pensamiento de que él se aprovecharía de
eso le hacía enfermar.

Sin mentir, Felicia era una razón para volver a casa.

Tommy lo miraba como si le hubiera brotado otra cabeza.

—Hombre, Ethan... eso es... ¡eso es jodidamente retorcido!

Ethan se encogió de hombros porque, bueno, había estado


averiguando eso durante gran parte de su vida.

—Sí. Pero... —Se encogió de hombros otra vez.

—¿Pero es tu madre?

—Sí, excepto que ya no se trata de ella. Es como... como si mis


hermanas y yo fuéramos, no sé, prisioneros de guerra. No queremos que
sólo uno de nosotros salga. Todos queremos salir. Nos cubrimos
mutuamente, si uno de nosotros va a salir, no llamamos a mamá. Nos
llamamos unos a otros. Y eso suena como si todo estuviera bien, pero mi
hermana menor, la que es como dos años mayor que yo... Se suponía que
iba a ir a la universidad, pero mamá retiró sus fondos en el último
minuto. Así que se pasó cuatro años trabajando como una loca, ¿verdad?
Y luego se fue a la comunidad de Folsom Lake, y... —Sacudió la cabeza.
Danni se parecía mucho a Belladonna en estos días, excepto que con más
maquillaje en los ojos, más chicos por noche y más drogas. Ethan conocía
las señales, pero cada vez que intentaba hablar con ella sobre eso, sobre
Brittany y sobre la ayuda, ella se burlaba en su cara y le cerraba la boca—
. Y ahora se está yendo a lo más profundo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 113 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Tango empezó a sacar leche y, para sorpresa de Ethan, mezcla de


panqueques y fresas del refrigerador. ¡Desayuno completo, Tango!

—Hombre, eso apesta. Mi mamá... —Su voz bajó, y Ethan recordó


que su madre había fallecido el año anterior—. Sabes, no sé qué habría
hecho ella con el asunto de los gays. Quiero decir, sé lo que habría hecho
con la cosa del porno...

—¿Qué? —preguntó Ethan, muy curioso.

—Me habría golpeado en la nuca con una cuchara y me habría


dicho: '¡Jesús te salve, muchacho, el buen Dios no te hizo bonito para
esa mierda!'— Le sonrió a Ethan, sólo un poco de tristeza en una sonrisa
que era en su mayoría dientes puntiagudos—. Dijo eso cada vez que me
sorprendió teniendo sexo con chicas, y hay más veces de las que quiero
contar. Pero... —Tragó convulsivamente y le dio la espalda mientras
trabajaba, aunque sus palabras fueron sorprendentemente claras—. Pero
Chase me ayudó a empacar todas sus cosas el año pasado. Fotos y
recortes de periódico, esa mujer guardó todas las tarjetas de Navidad y
postales que le envié desde California, y le envié como dos al mes, y dijo
que no podía imaginar que alguien que pasó todo ese tiempo amándome
cuando era niño lo dejara por el asunto de los gays. Sólo estuvo en la
habitación con ella un par de veces antes que muriera, pero estaba
absolutamente seguro de ello, y ¿sabes? Voy a creerle. Él sabe lo que se
siente al no ser amado. Voy a tomar eso como el regalo de Dios que era.

La garganta de Ethan se apretó de repente. Tragó con fuerza contra


ella.

—Yo también lo creo —dijo—. Hombre, uno de nosotros debería


conocer el verdadero amor incondicional, ¿verdad?

Tommy se giró y lo miró con curiosidad.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 114 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿De verdad crees que tu madre dejaría de quererte si lo supiera?

Ethan pensó en ello, pensó en el completo control, el constante


temor de que se convirtiera en un pederasta, en una de esas personas,
en la persona que, según su madre, había arruinado su pequeña vida
perfecta.

—Creo que ella se alegraría —dijo seriamente—. Creo que estaría


agradecida de no tener que amarme más. Tomaría cualquier excusa para
dejar de amarme. Podría dejar de culparse a sí misma por haberla jodido.
Todo sería culpa mía.

Con mucho cuidado Tommy puso la cesta de fresas en el fregadero


y se secó las manos.

—Oye, Ethan, ¿vas a ducharte?

—Sí.

— Ven aquí primero.

Ethan sabía hacia dónde se dirigía, y tras esa confesión, estaba


casi crudo y suspirando por ello.

Se acercó al abrazo de Tommy como un viajero bajo la lluvia se


acerca a una estación de autobuses. No era su casa, pero eso no
significaba que no estuviera agradecido de estar fuera del frío.

Ese abrazo, y un panqueque de fresa, lo ayudaron a pasar el día.


Sacaba B en sus clases, porque eso era lo que se obtenía cuando no lo
intentabas realmente, y después atiborrarse de un café con leche extra
entre clases, era bueno para su entrenamiento después. En un día
normal, habría conducido hasta Sacramento para usar el gimnasio que
usaban los otros modelos de Johnnies, le gustaba cuando hacían

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 115 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

ejercicio juntos, pero Chase y Tommy no estarían allí, y estaba seguro


que pasaría al menos una semana antes que volviera a sentirse normal.

Y normal o no, Ethan estaba programado para el día siguiente para


una sesión de fotos. Pasó por el Rx de camino a casa y compró un paquete
de cuatro enemas desechables. Los necesitaría después del café, eso
seguro. La parte difícil era levantarse temprano para poder ocuparse de
esa mierda en uno de los dos baños de la casa antes que sus hermanas
se despertaran.

La única privacidad que tenía era su pequeño Lincoln MKZ Híbrido,


que había amañado, pintura roja con rayas negras, etc. Sí, sabía que el
híbrido lo convertía en un autogeek, pero no le importaba. Era un
autogeek caro, y le duraría más allá del porno, esperaba.

Guardaba los enemas, los condones y las revistas de Stroke Male


Magazine en el maletero de su coche. Hizo el estúpido truco del CSI con
el pelo pegado a la puerta justo después de su primera entrevista con
Dex, y por supuesto, su madre entró en su habitación. Después de eso,
protegió su ordenador con una triple contraseña y, tras sus dos primeras
pruebas, compró el coche. Guardó todo lo que no quería que su madre
supiera en el coche, y Dex tenía la llave extra.

Así que llegó a casa, hambriento pero teniendo que esperar por la
cena. El garaje estaba abierto, lo que significaba que no podía bloquear
la entrada, lo que significaba que tenía que aparcar al otro lado de la calle
frente a la casa del vecino, pero eso estaba bien. Lo hacía mucho.

Allie estaba de pie frente a la estufa con el bebé sobre su hombro.


Intentaba cocinar espaguetis y cazuela de brócoli al mismo tiempo.

Ethan se acercó a ella tan pronto como entró por la puerta.

—Aquí, déjame tenerla.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 116 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Felicia, que a los nueve meses podía sentarse y montar su cadera


como una profesional, se reía y hacía ruidos burbujeantes tan pronto
como la consiguió. Tenía el pelo oscuro y los grandes ojos marrones de
su hermana y los delicados rasgos de Devon, y básicamente Ethan
pensaba que era el bebé más hermoso del planeta.

Se lo dijo mientras le hacía burbujas en la barriga, solo para oír su


chillido.

—Gracias, Ev. —Allie respiró aliviada—. Danni va a... —


Encontraron miradas—. Danni no vendrá, pero le diremos a mamá que
está durmiendo en su cuarto. Donna y Mina estarán aquí, están de
compras con mamá.

Ethan gruñó.

—Sí. Bueno, es una ventaja.

Allie sacudió la cabeza y miró hacia abajo a su cocina.

—Es... ya sabes, Devon me dejó un mensaje hoy. No lo escuché


completo porque mamá lo borró antes que pudiera bajar las escaleras.

—¿Ha estado tratando de llamarte al móvil? —Por un momento,


Ethan tuvo un destello de esperanza.

—Mamá me hizo conseguir otro número, ¿recuerdas?

—Sí, ¿por qué fue eso? No importa. —Su hermana se veía tan
triste—. Sabes, si te escabulles y vas a verlo, no lo contaré.

—¡Tengo treinta malditos años, Evan! Maldita sea... ¿por qué no


puedo decirle que se vaya al infierno? —Allie empujó la palma de su mano
hacia arriba de su mejilla. No había usado maquillaje en un mes, y su tez
era horrible.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 117 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Equilibró a Felicia en una cadera y le envolvió un brazo alrededor


de los hombros, y ambos se estremecieron al contacto.

—Uno de nosotros tiene que salir, Al —dijo en voz baja—. Tú eres


la mayor. Te toca a ti.

Sacudió la cabeza.

—Lo tengo fácil comparado contigo —dijo en voz baja—. Todos lo


sabemos.

Respiró hondo. ¿Debería sentirse así en casa? ¿Debería sentirse


como un peso en el pecho y otro en los hombros? A veces el ejercicio se
sentía como un preludio, como si hubiera hecho todas esas sentadillas y
presiones para poder pasar por su propia puerta y ser capaz de
mantenerse erguido.

—Sí, pero... pero tengo una salida.

Allie lo miró de reojo.

—¿Por qué no la tomas?

—Porque... quiero decir... si le digo que se vaya a la mi… —miró a


Felicia, a quien parecía no importarle un comino lo que decía— ...erda, y
tú sigues siendo su pequeña niña. Si le digo lo que he estado haciendo,
ninguno de ustedes me volverá a hablar. Jamás. —Hizo una mueca y
miró de nuevo al bebé, que volvió a sonreír—. Y tú —dijo suavemente—
crecerás odiándome, y eso apestaría.

Miró a Allie y vio la aprensión en su cara.

—Ev... no es… Dios, no es ilegal, ¿verdad?

Suspiró.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 118 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Es mucho más legal que lo que Danni se mete en la nariz —dijo
con dureza.

Allie retrocedió.

—Dios, no sabemos...

—Lo hacemos, ¡maldita sea! —Oh, Dios. Después de esa


conversación con Tango esa mañana, de repente quería... ansiaba que
todos los secretos fueran expuestos en el aire, quemados a la luz del sol.
Había oído la historia de Chase Summers desangrándose por una herida
autoinfligida, diciéndole a su novia: ¡La verdad nos hará libres!

Maldición. No entendía a la familia, esta bonita, bonita casa en


Folsom con los muebles de cuero y la nueva alfombra, un conjunto
diferente cada dos años, y los niños adultos que deberían haber huido
hace mucho tiempo, atrapados, como arañas bajo una roca.

—No sabemos... —Pero Allie se alejó, porque la piel de Danni estaba


empeorando, y era amarilla, y su nariz estaba perpetuamente roja, y
ambos sabían que estaba alterada de alguna manera cada vez que
hablaban.

—Lo sabemos —dijo Ethan—. Lo hacemos. Vi a una amiga hacer


esto, ¿recuerdas? La vi convertirse en una extra de película de terror justo
después de dejar de ser mi amiga.

Allie sacudió la cabeza y miró sin ver la comida que intentaba evitar
que se quemara.

—¿Qué va a pasar si me voy? —preguntó.

Ethan suspiró.

—Tendrás tu vida —le dijo, abrazándola más cerca.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 119 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Allie sacudió la cabeza.

—Demasiado tarde para mí —murmuró—. ¿Crees que Dev va a


aceptarme de nuevo ahora? Prácticamente lo acusé de ser un... —Ella
miró nerviosamente a Ethan, y de repente él odiaba su propio nombre
con pasión.

—Abusador de niños. Sí, bueno, dile que es la preocupación de


mamá, no la tuya.

—¿Crees que eso es lo único que nos preocupa? —preguntó, con


los ojos apretados y ansiosos.

—¡Estoy bien! —dijo él. Dejó caer su brazo y salió de la cocina—.


Voy a estar en la sala de estar, con la ropa puesta, jugando con la única
persona del planeta a la que no le importa una mierda lo que me pasó
cuando tenía cinco años.

—Evan...

—Ni siquiera digas mi maldito nombre.

Los bloques y juguetes de Felicia estaban en la sala, y también una


botella de jugo casi llena. Se sentó en el suelo con ella y sostuvo sus
bloques y la ayudó a caminar y la abrazó y le hizo burbujas en el cuello.
Sabía que Allie se aburría de esta parte, pero para él... Era la mejor
diversión de la historia. Los bloques tenían satén en un lado y papel
arrugado en otro y pelusa en otro, y él los sostenía entre sus manos y
miraba como ella hacía lo mismo, sus ojos se iluminaban cuando sentía
las diferentes texturas bajo sus tiernas palmas.

Apenas miró hacia arriba cuando la puerta se abrió, y escuchó a


Belladonna y Mina discutiendo sobre si las botas que Belladonna
aparentemente acababa de comprar serían o no un buen accesorio para

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 120 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

el traje que Mina compró. Ni siquiera levantó la vista cuando su madre


entró y dejó todas sus bolsas en la silla a su lado. Apenas miró de reojo
para ver los nombres de las tiendas en las bolsas.

—Te compré algo de ropa —dijo ella, llamando su atención—. Ve a


probártelas para saber si tengo que devolverlas mañana.

—No —dijo en voz baja, sonriendo animadamente a Felicia—. No


he usado tu ropa en dos años.

—Sí, lo sé. Gran trabajo en el estudio de modelos, ayudando con


las sesiones de fotos. Genial, Evan, pero ¿a dónde va ese dinero?

En la cuenta bancaria. No sabía en qué gastarlo.

—Se va a los ahorros —dijo— para poder irme a la mierda de aquí.

Ella le dio un golpe en la nuca y él la ignoró.

—No digas palabrotas alrededor del bebé.

—Bien. —En cambio, le sonrió al bebé y la levantó para que moviera


su pequeño cuerpo en el aire, lo que la hizo reír.

—Dios, Evan, eso es tan antihigiénico, ¿su madre no tiene


suficiente de qué preocuparse?

—Sí, mamá... ¿no sería genial si tuviera un marido que la ayudara


con eso?

—Bueno, su marido no era adecuado...

—Yo tampoco —dijo Ethan, mirándola por primera vez desde que
entró. Estaba bien vestida, como siempre. Era invierno, así que llevaba
pantalones de lana negra y un cuello de tortuga negro con un hermoso y
brillante pañuelo de seda alrededor del cuello. Su pelo, teñido de negro,

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 121 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

estaba recogido de su cara en un moño implacable, y su maquillaje era


oscuro, ahumado y grueso. Estaba tratando de ocultar su edad. La
amargura, la ira y el odio ciego habían tallado líneas alrededor de su boca
y endurecido sus ojos. Ethan odiaba mirarla ahora. En algún momento
del pasado, antes que volcara su bicicleta en un día de primavera, solía
pensar que era hermosa.

—Estás bien... o lo estarías si eligieras a tus amigos con más


cuidado.

Ethan estaba seguro de que sus propios rasgos no eran nada de lo


que quería mostrar ante la cámara en ese momento.

—Quiero a esos chicos como hermanos —dijo, y aunque no añadió:


¡Y tengo la película para demostrar que los quiero más que eso! El
pensamiento se le quedó grabado en el cerebro, como un plomo en un
hilo de pescar—. Y te odio por insinuar que no valen mi tiempo.

Su madre se estremeció y Ethan asintió. Se puso de pie y cogió al


bebé en sus brazos. Se estaba durmiendo, y pensó que necesitaba algo
de comida antes de acostarla.

—Evan, estoy seguro que no quieres decir eso —dijo su madre,


luchando con sus palabras.

Estaba tan cansado. Dios, era un milagro que no necesitara el


enema de ocho paquetes en vez del de cuatro, este lugar lo oprimía como
nada.

Era agotador, siempre queriendo llorar, pero el bebé le daba


fuerzas.

Se sentó en la cocina con una cazuela de puré de brócoli y unos


espaguetis triturados, intentando que una juguetona Felicia se metiera

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 122 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

más en la boca que en su babero de felpa rosa, cuando el golpe en la


puerta los asustó a todos.

Evan miró por la ventana de la cocina lentamente, como si se


moviera en cámara lenta en una película de terror, y vio el rojo y azul
brillante de una luz de policía afuera.

Su primer pensamiento fue ¡Oh, Dios mío, Danni!

Pero cuando la tropa de oficiales del Servicio de Protección Infantil


y trabajadores sociales y policías irrumpieron en la casa, resultó ser
mucho peor.

—¿Sí, Sra. Carolina Costa? —El joven de la puerta llevaba vaqueros


y un suéter muy parecido a los viejos suéteres de cuello del Dr.
Stottemeyer.

—Di Sorigno —dijo la madre de Ethan con calma—. Lo cambié


después del divorcio.

—Pero no legalmente —dijo el hombre, manteniendo sus ojos a


nivel. Tenía el pelo prematuramente fino y los ojos azul claro, y una
barbilla y una nariz que se habría visto muy bien en un malvado duende
de invierno—. Tengo aquí una orden para llevar a la niña Felicia Grisham
a la custodia de su padre.

—¿Mamá? —Allie estaba en la cocina cuando sonó el golpe, y


todavía tenía los guantes de cocina puestos después de sacar la
cacerola—. Mamá, ¿qué hiciste?

—No tiene motivos —dijo la madre de Evan—. ¡Estaba haciendo


amenazas infundadas!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 123 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—No es tan jodidamente infundado, ¡la policía está en nuestra


puerta! ¿Qué dijo?

—¿No lo sabe?

La mirada perdida de Allie en la puerta no les dijo nada que no


supieran ya. La voz de Devon les era familiar a todos.

—¿Devon? —Su voz tembló—. Devon, ¿cómo pudiste hacer esto?

Devon Grisham era un hombre perfectamente promedio con una


nariz ligeramente puntiaguda y un mentón cuadrado y pelo corto que se
volvía rubio al sol, pero no había nada de promedio en la angustia de sus
ojos mientras miraba a su hermana. Ethan, a pesar que controlaba su
fuerza, podría haberle dado un alegre revés a su madre, sentir su mejilla
partida bajo su puño, y sólo el hecho que Felicia se aferrara a él con
miedo le impidió hacer precisamente eso. Estas dos personas... se
preocupaban la una por la otra, justo aquí.

—No me diste opción, Al —dijo, con la voz quebrada—. No me


dejaste verla, seguiste incumpliendo el calendario que el abogado
estableció...

—¿Calendario? —Allie miró a su madre traicionada, y cuando vio a


la trabajadora social alcanzando al bebé en los brazos de Ethan, saltó
delante de ellos, con grandes guantes de cocina a cuadros y todo—. Lo
siento por el calendario, Devon... ¿Cuál es el motivo? Mi mamá es una
perra...

—¡Allegra!

—...pero ¿cómo los trajo a todos aquí? Yo debería... ¿No tuve


ninguna maldita advertencia? ¿Cómo consigues que todos estos

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 124 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

extraños...? Dios mío, ¿están registrando la casa? ¿Qué demonios están


buscando?

—Drogas —dijo Devon— y porno gay.

Desde la parte de atrás de la casa, en dirección al dormitorio de


Danni, y gracias a Dios no al de Ethan, que estaba arriba, oyeron el
sonido de la caza exitosa.

—¿Drogas?— murmuró Carolina Costa—. ¿Drogas? ¿Quién en esta


casa tiene...?

—¡Ya sabes quién! —gruñó Allie venenosamente, y luego se volvió


hacia Ethan—. ¿Ev? Dijiste que no es...

—No es ilegal —dijo entumecido—. No lo es.

Los ojos de Allie se veían como si le hubiera disparado, y se dejó


empujar por la trabajadora social, que extendió sus brazos por el bebé.

Ethan se aferró a ella como ella se aferró a él.

—No es ilegal —dijo, con la voz quebrada—. Todas las casas de


América tienen porno. No es ilegal filmar, no es ilegal tener...

—No —dijo el joven, y en realidad le ahorró una mirada de lástima


a Ethan, que se aferró a su sobrina con lo último de su cordura—. No es
así. Pero junto con las drogas y todas las citas de abogados perdidas, fue
un caso bastante bueno para que el Sr. Grisham asumiera la custodia
hasta que el tribunal de familia determine cuál es el mejor lugar para este
niño.

—¿Evan? —Allie tenía la mano sobre su boca y estaba llorando


incontrolablemente—. Evan, no dejes que... oh Dios... ¡no dejes que se
lleven a mi bebé!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 125 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Y fue como si sus palabras fueran lo que arrancó a Felicia, y ella


apareció mágicamente, llorando, en los brazos de la trabajadora social.
La trabajadora social le pasó el bebé a Devon, y el esposo de Allie los miró
a ambos disculpándose.

—Lo siento —dijo, abrazando a su hija con fuerza, como si fuera


preciosa—. Allie, tu madre no me dejó otra opción. Evan... hombre, lo
siento. Lo siento. Un colega mío te delató y eso fue todo. Tenía mi forma
de ver a mi bebé.

Siguieron las preguntas de la policía, que rastreó a Danni por el


GPS de su teléfono para acusarla de drogas, y de la trabajadora social,
que los necesitaba para firmar papeles y conseguir la ropa y las mejores
posesiones del bebé, y mientras tanto, Devon puso al bebé en la parte
trasera de su camioneta y los miró a todos con ojos atormentados. Ethan
recordó el día de su boda, cuando se sintió como si una verdadera brisa,
llena de seres vivos, hubiera soplado a través de la familia, y como si tal
vez no se pudrieran todos bajo su roca después de todo.

Finalmente la policía se fue, y Allie se derrumbó, llorando, en la


mesa de la cocina frente a la comida congelada, con Mina y Belladonna a
su lado, abrazándola para que se sintiera cómoda. Bueno, eso era algo
que probablemente no le permitiría hacer nunca más. Dolía verlo, pero
sólo había un lugar más para seguir sus ojos si no miraba a sus apenadas
hermanas.

Así que lo hizo.

Dolorosamente, con la ira ardiendo en cada músculo y la furia


quemándose en sus ojos, Evan Costa miró hacia arriba y se enfrentó a
su madre.

—¿Porno, Evan?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 126 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Ethan —dijo reflexivamente—. Todo Internet me conoce como


Ethan. Y no cualquier porno, mamá. Ya has oído al tipo.

—¿Porno gay?

Buscó su coche al otro lado de la calle y vio, con cierto alivio, que
había permanecido intacto. Su ordenador estaba triplemente bloqueado,
pero no lo habían abierto, lo cual fue un descuido por su parte. Pero no
importaba. Las cosas incriminatorias, sus talones de cheques, sus fotos
publicitarias del torso que firmaba en las convenciones, todo lo que lo
conectaba con los Johnnies, todo estaba en el coche.

—Sí, mamá. Porno gay. Porque soy gay. Entonces, ¿puedo irme ya?

—¿Ir a tu habitación? —Sonaba en blanco, con un shock y


entumecida, pero eso estaba bien. Tenía suficiente furia para todos ellos.

—No, mamá. Irme de esta maldita casa. ¿Puedo irme ya? ¿Ya he
hecho suficiente? Le quitaron el bebé a Allie...

—¡No fue tu culpa! —dijo Belladonna.

—¡Cállate, Belladonna, no sabes de qué estás hablando! —Carolina


había gruñido a su hija más caprichosa muchas veces antes, pero esta
vez parecía la peor.

Ethan casi se ahogó en su propio odio entonces, pero no lo hizo.


Probablemente fue la cosa más valiente que había hecho, pero se las
arregló para mantener la cabeza despejada para esto.

—No le digas que se calle, mamá. Ella no hizo nada malo. Allie no
hizo nada malo. Devon no hizo nada malo. Yo soy el que hizo el porno.
Les haré un favor a todos. Me iré, carajo. Tendrás que lidiar con Danni,
pero no tengo nada para ti allí. Me iré. Será genial para ti, mamá. No

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 127 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

tendrás que preocuparte por mí. Me he convertido en tu peor pesadilla.


Te mueres por descartarme desde que tenía cinco años. Dejaste de
amarme entonces, ¿y ahora? Finalmente te estoy dando una razón para
que me dejes ir. Soy una estrella del porno, mamá. Soy gay. Soy todo lo
que más odias. Dime que me vaya.

—No fue tu culpa, Ev —dijo Allie ahora, con su voz gruesa—. Fue
mía. Dejé que me manipulara... le oculté nuestro bebé a su padre...

—Puñalada por la espalda, hijo de puta. —La boca de Carolina se


retorció, y por una vez, no se veía perfecta y hermosa, se veía como Ethan
la había imaginado desde que tenía quince años.

—¡Cállate, mamá! —gritó Ethan. Dios. Dios, no pudo soportarlo—.


Así que odias a los hombres... son jodidamente malvados. Y odias a los
maricas y odias el sexo... genial. Ódiame a mí. ¡Ódiame!

—Eres mi hijo...

—¡Soy una abominación! ¡Soy una de esas personas! ¡Lo has dicho
toda mi vida, mamá! Ya pensaste que me iba a convertir en un abusador
de niños, bueno, aquí estoy. Soy la prueba, correcto...

—¡Basta, Evan! —Belladonna y Allie estaban sollozando, y él las


miró y sintió que las lágrimas se desvanecían por primera vez.

—Ustedes... ustedes fueron tan buenas conmigo —dijo, su


garganta se hinchaba y hacía que las palabras se volvieran gruesas y
miserables—. Las amo, pero tienen que salir de aquí. No desaparezcan
como yo. No como Danni. Sólo váyanse. Déjenla y dejen su casa
perfecta... —Entonces se sorprendió a sí mismo, porque recordaba
cuando era un niño, y pensaba que era realmente perfecto, y su madre
era hermosa y sus hermanas siempre le preparaban la cena o le curaban

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 128 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

sus heridas y las mejoraban—. No quise que se llevaran a Felicia —dijo,


con la voz quebrada de verdad—. Lo siento mucho...

—No les hables —gruñó Carolina.

Ethan miró hacia arriba, vio los fríos ojos de su madre y supo que
lo había asimilado. Todo.

—No eres nuestra familia, no eres mi hijo, ¡sal de mi casa!

—¡Ma! —Esto de las tres chicas, y él deseaba poder decirles,


decirles cuánto significaba eso, que como buenos prisioneros de guerra,
no se habían vuelto contra él.

—No —dijo, limpiándose la cara—. Esto es bueno. Esto hará que el


juez le dé a Allie la custodia compartida.

—Pero Evan... —Belladonna se puso de pie, pero su madre saltó


delante de la mesa como un jugador de fútbol bloqueando un placaje.

—¡Fuera!

—Claro que sí —dijo, sabiendo que estaba llorando, llorando


brutalmente feo ahora, y sin poder detenerlo—. Sólo recuerda dar las
gracias a Dios esta noche, ¿de acuerdo? Porque has querido una razón
para odiarme durante años, y ahora la tienes.

Giró sobre sus talones y salió de la cocina, pero sus ojos estaban
borrosos y su visión era algo temblorosa, y casi no pudo reconocer a
Belladonna cuando entró en su habitación con maletas para ayudarle a
empacar.

Ella le ayudó a sacar sus cosas, su ropa, su ordenador, y cuando


abrió la puerta del coche, metió la mano en el maletero para coger la pila
de fotos promocionales que guardaba. Ahí estaba, con un aspecto

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 129 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

adecuadamente sombrío y flexionándose para la cámara frente a un


fondo azul celeste. Sacó la foto y la miró, sonriendo un poco.

—¿Eres tú? —dijo roncamente—. Ev... te ves bien.

Tragó, y por un momento casi le gritó que volviera a la casa. Pero


no pudo. No era tan duro como eso. Esas cosas que le dijo a su madre...
se sentía como otra persona.

—Sí, ¿verdad? —dijo. Su sonrisa se tambaleó sobre su eje, pero en


ese momento antes de salir de su vida, pudo finalmente mostrarle algo
de lo que estaba orgulloso.

Ella asintió y se mordió el labio.

—Podrías haber modelado en cualquier sitio, ¿por qué el porno?

Tragó entonces, y su cuerpo tembló, porque esa cosa terrible que


había estado reteniendo estaba a punto de soltarse.

—Dios, Donna —murmuró. Le debía esto. Le debía honestidad. Lo


hacía—. Realmente quería que me tocaran.

Ella hizo un pequeño sonido de impotencia y envolvió sus brazos


alrededor de sus hombros, y él se agachó en su duro y desesperado
abrazo.

—Todavía eres mi hermano pequeño —dijo ella contra su mejilla—


. Y nunca pensé que fueras un psicópata.

Era en Folsom a mediados de octubre, y su chaqueta estaba en el


coche y la de ella en la casa. Aún así, ella lo abrazó hasta que se
estremeció, empezó a temblar, de la misma manera que él lo hacía
cuando su piel se extendía, rogando por más porque había estado en el

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 130 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

vacío por tanto tiempo. Ella sintió el temblor y retrocedió, limpiándose los
ojos con los dedos para que no se le corriera el rímel.

—Dile a Allie que lo siento —dijo. Aunque lo había dicho una y otra
vez, no había manera que pudiera decirlo lo suficiente.

—Escúchame —dijo ella, cruzando los brazos y mirándolo, sin que


lo supiera, muy parecido a su mamá—. Esto no fue culpa tuya, Evan.
Esto... esto se veía venir desde hace mucho tiempo. Esta explosión tomó
nitro y C-4 y un mechero y la maldita mamá para empacar esa mierda y
encenderla y pretender que no tenía una maldita cosa que hacer al
respecto. —Su voz se tambaleaba, por todo el puto lugar, pero él tenía
que sonreír a la metáfora. Ella era muy buena con esos. Vio la sonrisa y
asintió como si hubiera dicho algo—. Envíame un mensaje de texto, ¿sí?
Hazme saber dónde estás. Dame tu dirección cuando desembarques.
Jesús, Ev, envíanos una maldita tarjeta de Navidad...

Y ese era aparentemente su límite, porque puso su mano sobre su


boca y se dio la vuelta y corrió de vuelta a la casa.

La vio irse y se quedó de pie un momento, mirando a la ventana del


lugar donde había crecido. Una gran y bonita casa de dos pisos en el
Empire Ranch. Parecía un buen lugar. Su madre estaba en la ventana,
mirando fijamente a Belladonna mientras volvía a entrar, sollozando.
Ethan la miró a los ojos y lo vio, la cosa que sabía que había estado allí
desde que tenía cinco años y la obligó a darse cuenta que no podía
mantenerlo a salvo, no podía mantener a ninguno de ellos a salvo, contra
un mundo que no podía ordenar según sus especificaciones.

Un odio despiadado, que ardía en su único hijo.

—Adiós, mamá —se ahogó, y luego se metió en el coche y condujo


a ciegas de vuelta a casa de Tommy.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 131 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 3
Pequeña charla
Tommy Halloran todavía parecía un dios, incluso con su uniforme
de polo verde y pantalones marrones. Todavía se veía a sí mismo como
un luchador, toda su fuerza en sus hombros y su pecho, y todavía miraba
al mundo como si se atreviera a meterse con él.

Y Jonah le envidiaba muchísimo.

¿Y el hecho que Ethan lo dejara en ese dulce sedán de lujo? Dios,


era como si esta gente viviera una vida que ni siquiera podía soñar.

Jonah estaba recogiendo carros en el aparcamiento cuando Ethan


dejó a Tommy, y estaba lo suficientemente cerca para escuchar su
conversación pero escondido por el saliente del carro cuando Ethan
aparcó el coche, se bajó y se estiró. Podía ver a los dos dioses a través de
los huecos en el plástico del saliente. Por un minuto pensó que debía
empujar los carros y hacerles saber que estaba allí, pero entonces no
podría escuchar su conversación, y ese era el punto.

—¿Retorcido? —preguntó Tommy, sonriendo irónicamente, y


Ethan hizo una mueca.

—Tío, te agradezco el sofá otra vez...

—Pero no es tan jodidamente cómodo. Lo sé. Especialmente


después de trabajar. Entonces, ¿qué haces mientras entro y me aburro
de los videos de orientación?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 132 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Bueno, Dex me consiguió una línea de apartamentos de mierda,


amueblados, así que tal vez pueda buscar un lugar mejor después de
Navidad.

Tommy asintió.

—Bueno… yo... —Y esa actitud combativa se desvaneció por un


minuto—. Sabes que me encanta tenerte, pero...

—Chase vuelve a casa —dijo Ethan seriamente, asintiendo—. No


puedes meterme ahí arriba, tío. Tienes un plato lleno.

—Sí, y Donnie y sus amigos siguen viniendo, y viendo que son, ya


sabes...

—¿Familia? —proveyó Ethan, poniendo su cara al débil sol como si


tratara de absorberlo aunque no hubiera mucho.

—Sí. Lo más cerca que ha estado, de todos modos, además de


nosotros.

Ethan asintió, parpadeando con ojos soñolientos.

—Sí, te escucho. Aprecio el...

—No te preocupes, Ethan. Cuando quieras. Tío, tú y todo el mundo,


me ayudan a superar todo esto...

Ethan se encogió de hombros.

—Lo mismo digo.

Jonah se estremeció cuando dijo eso. Sonaba tan sombrío.

—Así que Dex se reunirá conmigo y vendrá a visitarme. Quédate


fuera todo el tiempo que necesites, ¿vale?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 133 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan asintió.

—Con un poco de suerte, puedo estar fuera de tu vista mañana. Lo


siento...

Y Tommy, que había cruzado el estacionamiento, dio un giro de


180 grados en el espacio personal de Ethan y lo abrazó. Fue casi... casi
obediente, como si hubiera olvidado que esto era algo que Ethan
necesitaba.

—No lo sientas —dijo Tommy, alejándose—. Apestan, todos ellos...

—¡No mis hermanas!

Tommy sacudió la cabeza.

—Todos apestan. Saliste, recuérdalo, ¿sí? Tú eres el jodidamente


fuerte. Saliste.

Y luego se dio vuelta y dejó a Jonah en la línea de carros y no había


forma de moverse sin ser visto. Con fervor, empezó a esperar que Ethan
se fuera. Vamos, hombre, deja de estirarte y de posar como una estrella
de rock y sube al auto y...

Y deja de hacer contacto visual a través de la tapa del saliente. Todo


el cuerpo de Jonah se inundó de adrenalina cuando se dio cuenta que
había sido atrapado, y empezó a juntar carros a todo volumen para fingir
que no acababa de ver un momento privado entre amigos.

La risa de Ethan le hizo saber que no había tenido éxito.

—No te preocupes, no fue nada privado —dijo.

Jonah se puso detrás de los carros y se salió de la línea de ellos.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 134 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Tampoco parecía público —dijo Jonah con franqueza—. Supongo


que tienes que mudarte.

Ethan se encogió de hombros.

—Salir del armario... no es para los débiles.

Jonah se detuvo un momento y pensó en eso honestamente.

—No lo sé. A mis padres les pareció bien, de verdad. Se lo dije en


la escuela secundaria. Para entonces mi hermana pequeña había sido
diagnosticada, y ellos estaban como, '¡Jesús, estás jodidamente sano!'

El dios-hombre italiano parecía renuentemente impresionado.

—Bueno, no sé qué pensaría mi padre al respecto. La mayoría de


las veces era sólo mi madre, pero sabía que me echaría. —Se estremeció—
. No sabía lo feo que se pondría, pero creo que siempre lo he sabido. Mis
padres... ninguno de los dos... Simplemente no están equipados para
esto.

Jonah pensó en su padre y en esas visitas semanales. ¿Qué tan


difícil debe ser sentir que tuviste que irte y aún así regresar?

—¿Tal vez si le dieras a tu padre una oportunidad? —preguntó con


dudas—. Si tu madre es la única voz que estás escuchando ahora mismo,
ya sabes, quizás...

Ethan miró hacia otro lado.

—Sí, bueno, no me gustó mucho darle una oportunidad antes. No


sería justo rogarle ahora, ¿sabes? No. Creo que en este momento, voy a
tener que dar por perdidos a mis padres y fingir que no tengo ninguno.
—Tragó y sonrió, casi simultáneamente—. Pero es bueno escuchar que

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 135 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

tus padres estaban de acuerdo con esto. Me hace pensar que hay algo
bueno en el mundo después de todo, ¿sabes?

Jonah sonrió vacilantemente y empujó a los carros delante de él.


Se atascaron, y él gruñó, corriendo a lo largo de la línea de ellos para
asegurarse que las cestas no se engancharan. Para su sorpresa, Ethan
corrió hacia el otro lado, agarró la que estaba atascada y le dio un tirón.
Con un estruendo, los carros se pusieron en fila, y Jonah asintió en
agradecimiento antes de ponerse detrás de ellos y empujarlo de nuevo.
Cristo, eran jodidamente pesados, y él se quedó sin aliento cuando Ethan
lo empujó a un lado.

—Aquí... ¿puedo intentarlo? ¡Siempre quise hacer esto!

Sus hombros y pecho se flexionaron, y luego sus caderas y culo,


Jonah lo sabía porque miraba, y los carros clamaban delante de él como
si estuvieran pidiendo ser empujados. Jonah tuvo que trotar para seguir
el ritmo del grandote que empujaba los carros por el estacionamiento.

—Hombre, más despacio —jadeó Jonah—. ¡Si no tienes cuidado, te


toparás con alguien o romperás las puertas! —Por un segundo, sintió
verdadero pánico de que iban demasiado rápido, pero Ethan, a pesar de
todo, tampoco era estúpido. Bajó la velocidad, inclinando el carro que
empujaba lo suficiente para hacer que los demás se detuvieran.

Se volvió hacia Jonah con una amplia sonrisa.

—Hombre, eso es lo mejor. Qué emoción! ¿Haces eso todos los días?

Jonah se rió a través de su aliento quebrado.

—¡No suele ser tan rápido! —dijo—. ¡Jesús, la forma en que debes
estar!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 136 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan le dio una dulce sonrisa, de las que dejan saber que lo tomó
como un sincero cumplido y que estaba orgulloso de ello.

—Sí, bueno, hago mucho ejercicio.

—Debe ser agradable tener tiempo. —Lo cual fue un poco injusto.
Jonah tenía la oportunidad de hacer ejercicio cuando llevaba a su
hermana a sus clases de bajo impacto, pero para entonces ya estaba muy
cansado.

—Me encanta hacer ejercicio —dijo Ethan sinceramente—. Quiero


decir, al principio lo hice porque, bueno, estaba con chicos que recibían
una paliza la mayor parte del tiempo. ¿Pero ahora? Hombre, ¿sólo... sólo
tener tanto poder sobre tu cuerpo? No tiene precio. El mundo entero
puede estar cayendo a la mierda, pero esa única cosa que tengo control
sobre... Esa mierda es mía.

Jonah ladeó la cabeza, pensando en ello.

—Eso es realmente genial, en realidad. —¿No sería genial tener


poder sobre algo, incluso si sólo fueran los grupos de músculos de su
espalda?— Tendré que intentarlo, ¿verdad?

Ethan asintió, sus ojos marrones grandes y redondos llenos de


seriedad.

—Pero asegúrate de darte al menos seis semanas, ¿sí? Porque para


entonces podrás ver los resultados. Y dietas, no comas carbohidratos
porque esa mierda se convertirá en grasa. Proteína y fibra hasta el final.

Jonah asintió como si no hubiera escuchado las conferencias de


nutrición ad infinitum llevando a su hermana a sus clases y ayudando a
su madre a cocinar. Aún así, fue agradable tener a Ethan dándole

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 137 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

consejos. Se sentía como si estuvieran teniendo una conversación real. Y


hablando de...

—¿Con quién saliste? —preguntó, y Ethan pareció tener que


recordar el pasado para saber a qué se refería.

—¿Te refieres a quién estaba recibiendo una paliza? El club de


anime del instituto.

Jonah recuperó el aliento. Estaban de pie fuera en el gris día de


otoño, en medio del casi vacío aparcamiento, y de repente fue como si el
puto santo grial brillara sobre el dios-hombre italiano, iluminándolo
como el Elegido.

—¿Te gusta el anime?

La sonrisa de Ethan se hizo aún más amplia.

—Y el manga y el yaoi y casi toda la animación desde siempre…

—Hayao Miyazaki…

—¡Era un maldito genio!

—El mejor webcomic de la historia...

—¡Es Starfighter! —dijo Ethan con firmeza, y Jonah lanzó un


gemido como si estuviera mortalmente herido.

—¡No! ¡Son los Young Protectors24, sin duda alguna!

24 The Young Protectors (en curso), del escritor y editor Alex Woolfson, es una historia
ilustrada. Esta serie trata sobre un superhéroe gay adolescente en el closet (un miembro
del equipo titular) que se encuentra en una relación conflictiva con un supervillano gay
de mediana edad.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 138 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

La mirada de repulsión que cruzó la cara de Ethan no fue nada


juguetona.

—Oh no —dijo en serio—. No, no puedo soportar esa mierda... esa


cosa de viejo y joven no es mi especialidad.

Jonah suspiró.

—Quiero decir, es mayormente fantasía, ¿verdad? El joven quiere


que le guíen en cómo ser... no sé. ¿Un hombre gay grande y fuerte?

Ethan agitó la cabeza y tembló.

—No. Verás, todo se trata del poder, y el joven no lo tiene. Cuando


no tienes el poder, es un abuso. No. —Jonah pudo ver el enorme esfuerzo
que le costó a Ethan cambiar de tema—. No. Prefiero Artifice25. Ese era
sobre el equilibrio de poder y el auto-descubrimiento. Realmente me
encantaba esa.

Jonah se encogió de hombros.

—¿Podemos estar de acuerdo en no estar de acuerdo? —preguntó


tímidamente. Todavía no quería abandonar esa fantasía, esa fantasía del
Príncipe Encantador, en la que alguien podría venir y quitarle la carga de
los hombros—. Todavía amo a los Young Protectors.

Ethan se encogió de hombros como si no fuera gran cosa.

—¡Sí, por supuesto! Es agradable encontrar a alguien que ama esta


mierda como yo. Quiero decir, la mayoría de los chicos con los que
trabajo, son muy listos, y los arrastré a SacAnime en agosto...

25Artifice del escritor y editor Alex Woolfson e ilustrada por Winona Nelson, es la historia
de un asesino androide que se enamora del joven que sus dueños le asignan para matar.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 139 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Pero a menos que hayan conocido a los artistas y los


coleccionistas...

—¿Verdad? Debes tener el amor. —Asintió—. Pero tío, me encanta


esa mierda. Es como, la gente, excepto que más intenso. Las telenovelas,
pero el arte es más bonito, y acostarse con alguien es algo importante,
¿sabes?

—Sí —dijo Jonah con reverencia—. Tío, Ponyo26 volverá a la ciudad


la semana que viene al Tower. A mi hermana le encanta esa película.
Ahora yo, soy todo acerca de Howl's Moving Castle27 o la princesa
Mononoke28, pero no Melly. Le dije que la llevaría...

—¿Puedo ir contigo? —preguntó Ethan, completamente genuino—


. Me encantaría ver esa. Me lo perdí la última vez que vino a la ciudad, y
me encantaría escuchar la narración de Liam Neeson.

Jonah se rió un poco y notó un auto que entraba regularmente en


el estacionamiento. No cambiaría esta conversación por todos los trabajos
de porquería del mundo, pero tenía que cambiar las cosas de lugar.

—Me voy a tener que ir en un segundo —se disculpó—. Pero sí... le


diré a Tommy cuando empiece el show, y podremos hablar de conseguir
entradas. Me encantaría ir con alguien que no se fije en el lindo bebé que
corre sobre las olas, ¿verdad?

26 Película. Durante una excursión prohibida para ver el mundo de la superficie, una
princesa pez de colores conoce a un niño llamado Sosuke, quien le pone el nombre de
Ponyo. Ponyo quiere volverse un humano, y mientras crece su amistad, ella se vuelve
más humana. El padre de Ponyo la regresa al reino del océano, pero el deseo de Ponyo
es tan poderoso que ella se libera, y en el proceso, derrama una colección de elixires
mágicos que ponen en peligro la aldea de Sosuke.
27 Howl no Ugoku Shiro (conocida en España como El castillo ambulante y en

Hispanoamérica como El increíble castillo vagabundo) es una película de animación


japonesa creada por Studio Ghibli, producida por Toshio Suzuki y dirigida por Hayao
Miyazaki.
28 La princesa Mononoke es una película de animación japonesa escrita y dirigida por

Hayao Miyazaki, estrenada en 1997.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 140 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan sonrió, dorado y puro. Extendió una mano amiga, y Jonah


la tomó, sin esperar que se dieran un choque de pechos en tan poco
tiempo de conocerse.

—Amigo, te tomo la palabra. Me encantaría ir.

—Bueno, ve tú y yo empezaré a hacer ejercicio, ¿es un trato?

De nuevo, esa cálida y dorada sonrisa.

—Eso es totalmente un trato. ¡Nos vemos por ahí!

—Oh, oye, ¿qué haces hoy?

Ethan dio un paso atrás, y ese calor radiante desapareció.

—Busco un hotel de larga estancia o algo así para poder encontrar


un apartamento de mierda y así poder encontrar un lugar real para vivir.

Jonah hizo una mueca. Maldita sea, qué imbécil, metiendo la pata
así. Sabía que durante su pequeña conversación, Ethan se había olvidado
por completo de la peor parte de su día.

—Bueno, hay apartamentos de mierda en Howe y Hurley, y algunos


más en Northrop. Lo sé, vivimos en un complejo de mierda cerca.

Ethan parpadeó.

—¿Por qué vives en un complejo de mierda?

Jonah se encogió de hombros y se preparó para empujar los carros


de vuelta a la tienda.

—Porque está cerca del hospital y podemos pagarlo después de


todas las facturas.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 141 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

La cara de Ethan, normalmente feliz, se despejó rápidamente.

—¿Para tu hermana? Eso es difícil.

—Sí, bueno, eso es la familia.

—No siempre se hace lo que uno quiere, ¿verdad? —Ethan se


apartó del camino del cliente entrante, y Jonah decidió que realmente
tenía que moverse.

—Así que conseguiré tres entradas para Ponyo, ¿vale?

—Sí. Dile a Tommy cuándo. Si no te veo antes, te veré allí, ¡lo


prometo!

En ese momento Ethan se sacudió, buscó en su bolsillo y sacó su


teléfono. Lo miró, frunció el ceño, y luego volvió a sonar. Y luego otra vez.
Y una vez más.

—Oh, por el amor de Dios. ¿En serio?

—¿Qué? —Porque tanta acción telefónica no podría ser buena.

—Yo... ni siquiera puedo... oye, Jonah, ¿podrías hacerme un favor?

—Sí, no hay problema.

—¿Podrías decirle a Tommy que surgió alguna mierda y que no voy


a poder dejar de molestarlo por una noche más? —Ethan suspiró, con el
labio inferior totalmente salido y los ojos caídos en las esquinas—.
Hombre, lo mejor de ser echado era no tener que volver.

Jonah lo miró con preocupación.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 142 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Quién te hace volver29? —preguntó, preguntándose si la


referencia al Padrino era exagerada.

Ethan sonrió débilmente, luego extendió la mano y le dio una


palmada en la mejilla, y Jonah contuvo la respiración. Hasta ese
momento, no se había dado cuenta de lo cerca que estaban, lo íntimos
que eran, como confidentes.

—Nadie de quien preocuparse —le dijo Ethan con un guiño—.


Como dije: dile a Tommy cuando tengas las entradas. Mientras sea una
función nocturna, ¡definitivamente puedo ir!

Le dio un masaje con los dedos al cuero cabelludo de Jonah, como


si le fuera imposible despedirse de alguien sin tocarlo. Luego cuadró sus
hombros y se dirigió a su coche. Tenía el teléfono fuera y estaba enviando
mensajes de texto, vio su expresión cuando se subió al pequeño sedán
elegante. Sus ojos estaban entrecerrados y su boca estaba apretada y
sombría.

Jonah tuvo un momento para preguntarse cuánto de lo que vio en


la cara de Ethan escondía algo más grande antes de ponerse a trabajar y
hacer que los carros se metieran dentro.

***

Los videos de orientación de Tommy sólo duraron un par de horas,


y Jonah fue a pasar el mensaje entonces, mientras esperaba afuera a su
amigo. El día se había iluminado un poco, pero los restos de una niebla
gris todavía persistían en el cielo.

29¿Quién dijo que cada vez que intento salir me vuelven a meter? Esta frase la dice
Michael Corleone, interpretado por Al Pacino, en la película El Padrino: Parte III, dirigida
por Francis Ford Coppola (1990).

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 143 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Así que —dijo Jonah tímidamente, porque el duro caminar de


Tommy y su acento agudo lo intimidaban un poco—. Yo, uhm, algo surgió
y Ethan quería que te dijera que no iba a poder encontrar un apartamento
hoy. No estaba muy contento con eso, no creo que le guste ser un gorrón.

Tommy hizo una mueca.

—No es ser un aprovechado cuando estás siendo un amigo —


murmuró—. Pero gracias, chico. Voy a abastecerme de comida.

—Entonces, uhm… —Jonah sintió el calor de su cara blanca y


pegajosa—. ¿De dónde se conocen Ethan y tú...? Quiero decir, ¿cómo se
conocieron?

Tommy lo miró por un momento, esos ojos marrones brillantes y


despiadados.

—Trabajamos para la misma empresa de modelos: pies, tobillos,


manos, ese tipo de cosas.

Jonah no se sorprendió, pero aún así le golpeó en el estómago, lo


lejos que estaban estos dos tipos de su liga.

—¿Por qué no las caras? Los dos son muy guapos.

La boca de Tommy se movió en silencio, como si fuera un cumplido


con el que estaba acostumbrado a tratar y no quería decirle a Jonah que
no era para tanto.

—Gracias, es muy dulce.

—Entonces, ¿por qué lo dejaste?

Tommy sacudió su cabeza de lado, obviamente para no tener que


ver los ojos de Jonah.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 144 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Has oído hablar de la bulimia?

Jonah asintió, sintiéndose apropiadamente un poco enfermo.

—Bueno, también lo hace mi psiquiatra. Probablemente sería una


buena idea si no tuviera mi cuerpo en exhibición tanto tiempo, ¿verdad?

—Oh —dijo, y wow, habla de tu completa carencia—. Pero tú eres...


no lo sé. ¡Eres tan hermoso!

Tommy sonrió un poco.

—Si crees que soy bonito, deberías ver a mi novio. O, demonios,


Dex, cuando venga a recogerme. Pero mira, ese es el problema. Podrías
ser el maldito Apolo, pero cuando todo el mundo te mire el culo, todo lo
que verá será tu culo, ¿verdad?

—Sí. Pero tengo que decirte ahora mismo, pensar en tu trasero me


hace desear ejercitarme para que mi trasero se vea un poco mejor.

Tommy le guiñó un ojo.

—Hacer ejercicio nunca le hizo daño a nadie. Es cuando se añade


la ipecacuana30 y los laxantes que hay que ir a buscar un trabajo en otro
lugar.

Jonah asintió de nuevo, queriendo hablar un poco más pero


deseando tener algo más, algo mejor que añadir a la conversación.

Entonces Tommy lo miró de nuevo, evaluando, y dijo la cosa que le


alegró el día.

30 Carapichea ipecacuanha, conocida como ipecacuana, es una planta de la familia de


las rubiáceas cuya raíz se utiliza para hacer jarabe de ipecacuana, un emético muy
efectivo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 145 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Además, eres un poco delgado, pero no estás mal. Tienes unos


rasgos muy bonitos. Creo que sólo necesitas salir más. Tío, necesitaba
salir del ojo público, pero puede que tengas que profundizar un poco.

Y no pudo detener la sonrisa que se apoderó de su rostro.

—Bueno, Ethan y yo vamos al cine con mi hermanita —dijo,


tratando de no temblar como un schnauzer hiperactivo. Por supuesto,
había salido para hablar con Tommy con su uniforme de trabajo, así que
también podría haber sido el frío del día.

Tommy no parecía tan emocionado como él.

—¿Sí? ¿Tú y Ethan? ¿Una cita? —Lo dijo con cautela, como si eso
pudiera ser algo malo, y la emoción de Jonah se desinfló.

—No... creo que sólo es un amigo.

—Sí, bueno, eso es probablemente lo mejor. Ethan, tiene cosas que


arreglar, ¿sabes?

—Bueno, sí. Salí para decirte que tenía aún más mierda que
ordenar, ¿recuerdas?

Tommy se rió un poco, como si aprobara la boca de Jonah.

—Sí, te escucho. Yo sólo... —Su boca presionó en las esquinas, y


sus ojos también lo hicieron. Por un momento, todo sobre Tommy fue
triste—. Vale, esta es la cuestión, Jonah. Pareces un chico dulce, y Ethan
no iría a ninguna parte si no le gustaras. Pero... ya sabes, no te pongas
demasiado ansioso con mis amigos, ¿vale? Van a parecer jodidamente
increíbles, y lo son. Son todos jodidamente increíbles. Y hermosos, y
construidos, y sumamente sexys. Y gays, porque eso parece ser lo tuyo.
Pero parte de la razón por la que estamos juntos es que todos tenemos

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 146 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

cosas que arreglar. Y no es una mierda común y corriente, tampoco. Es


como yo y el vómito. Dex y yo vamos a cenar. Probablemente Dex elija
comida sana, porque sabe que eso es lo que hago. Si fuera yo y cualquier
otra persona con la que trabajara, harían lo mismo, porque me vigilaban
en el hospital y estaban jodidamente preocupados. Pero tú, tú no viste
eso... sólo pensaste que yo era bonito. Bueno, todos nosotros estamos así
de jodidos. Y podrías pensar que cualquier asunto que hagas con uno de
mis amigos es sólo, no sé, pizza, pero podría ser lo que los jodiera de por
vida.

Jonah trató de controlar el dolor que le oprimía el pecho.

—No, lo entiendo. Ya sabes, como, la gente bonita, los problemas


de la gente bonita...

—¡No! Jesús, chico, no te asustes así. Me refiero a los problemas


de la gente jodida, ¿vale? Quiero decir, voy a salir a comer y luego voy a
visitar a mi novio en el maldito hospital porque así de mala es la vida
ahora mismo. ¿Cuántos problemas quieres? Porque si quieres los
nuestros, será mejor que tengas un puto plato grande, ¿vale?

Oh. Bien... Jonah podría lidiar con esto.

—Todo el mundo tiene problemas —dijo con dignidad—. Sólo tienes


que aprender a lidiar con ellos, eso es todo.

—Bien, entonces, no digas que no te lo advertí. Gracias por el


mensaje.

—No hay problema.

Luego dio un paso para volver a entrar en la tienda cuando un gran


Lincoln Navigator negro se acercó lo suficiente al bordillo para que el calor
fuera reconfortante, y Tommy arrugó su nariz.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 147 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

La puerta del pasajero se abrió y Jonah vio dentro al hombre más


bello y angelical que jamás había visto, rubio, con grandes ojos azules y
una exuberante boca de muñeca Kewpie31.

Tommy le estaba dando una ración de mierda antes de entrar en el


Navigator.

—Jesús, ¿no es este el coche de Psycho? ¿Qué diablos haces


conduciendo el coche de Psycho?

—No lo sé —respondió el rubio con cara de ángel—. Es un misterio.


¿Quién es ese?

—Dex, este es Jonah. Jonah, Dex. Jonah y Ethan van a ir al cine


la semana que viene.

Dex frunció el ceño.

—Oo-kay —dijo, como si fuera algo en su plato ahora también—.


Encantado de conocerte, Jonah. Probablemente diré un verdadero hola
más tarde. Mete tu trasero en el auto, Tommy, tenemos cosas que hacer.

Tommy se subió al Navigator y Jonah hizo un saludo a medias


mientras se alejaba. Volvió a entrar en la tienda con mucho menos
entusiasmo que cuando habló con Tommy por primera vez. Sabía que el
mundo era un lugar más grande que él y sus problemas, pero ¿no sería
bueno que el mundo dejara de restregarle esa mierda?

***

31Los muñecos Kewpie se originaron de un libro de historietas y tira cómica de periódico


en Nueva York creados en 1909 por Rose O'Neill. Los muñecos querubín o hadas se
popularizaron como muñecos de papel y juguetes con una expresión facial traviesa y
angelical.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 148 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Al día siguiente fue el primer turno de Tommy, y Jonah se horrorizó


al saber que, con dos años de universidad en su haber y algunas
referencias laborales de su último trabajo, Tommy sería su manager.

Vio al tipo entrar con la pequeña etiqueta con el nombre del gerente
y balbuceó por un segundo, mirando a Freddy con la traición en sus ojos.

—Pero... pero... ¿pero no podrías haberme preguntado? ¡Maldita


sea, Freddy, estoy tratando de ahorrar para la universidad aquí!

Freddy le frunció el ceño y se pasó la mano por su pelo rubio


peinado con agua. En realidad era una buena idea, Freddy tenía un pico
de viuda que se hacía más profundo cada mes. Deshacerse de ese
perpetuo peinado mojado lo hacía parecer sexy en vez de calvo y triste.

—Vale, genial. ¿Me lo dijiste, Jonah? Tengo a alguien con algunas


cualificaciones solicitando la gestión y tú, sin cualificaciones y, por lo que
puedo ver, sin ambición alguna. ¿A quién voy a ascender?

Jonah hizo una mueca.

—Sí —murmuró, avergonzado de repente—. Debería haber dicho


algo. Supongo que pensé que me verías trabajando duro y...

—Y pensar que te ibas a ir a la universidad después que te


entrenáramos —dijo Freddy.

Jonah gruñó. Por un lado, tenía razón. Por el otro, tres años de su
vida le habían dado algo, ¿verdad? ¿Incluso si sólo era un entrenamiento?

—Sí, claro —murmuró—. Qué manera de cubrir las espaldas de tus


empleados, Freddy. Me voy a ir a la cama ya que trabajar hasta el
cansancio me da problemas, ¿de acuerdo?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 149 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Excepto que Tommy no le dio realmente la oportunidad de


holgazanear. Tan pronto como Jonah despejó la sala de descanso y la
oficina del gerente, Tommy estaba allí con un brazo tenso alrededor de
sus hombros.

—Oye, Jonah, dos cosas, ¿vale?

Jonah lo miró fijamente, tratando de no odiarlo por algo que


obviamente no era su culpa.

—Dispara.

—La primera es que voy a necesitar tu ayuda. Me dieron el puesto


de gerente, lo cual es genial porque de otra manera no puedo pagar mis
cuentas y estoy de vuelta en el barro, pero no conozco esta tienda y tú sí.
Le pregunté a Freddy si podía darle a alguien un bono por mostrarme
cómo funciona, y Pokémon, ¡te elijo a ti32!

Jonah se rió un poco, porque el chiste de animación de los geeks


le facilitó mucho las cosas.

—¿Qué es lo otro?

Tommy metió la mano en su bolsillo y sacó un pequeño sobre.

—Ethan me dijo que te diera esto. Su vida se volvió muy extraña,


pero aún quiere ir a ver esa película, así que compró los boletos en caso
que no pueda ir. Dijo que pidió... que las cambies por otras si eso no
funciona.

Jonah miró los boletos y sonrió tímidamente.

32 Pocket Monsters Kimi ni Kimeta! conocida en Estados Unidos como I Choose You! (Yo
te elijo), ¡Yo te elijo! (Hispanoamérica), ¡Te elijo a ti! (España), es la vigésima película de
Pokémon y la primera de la serie Sol y Luna, así como un reboot de la primera serie de
Pokémon, que conmemora el vigésimo aniversario de la franquicia.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 150 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Eso es muy bonito —dijo y luego miró a Tommy para


confirmarlo—. Eso estuvo muy bien, ¿verdad?

Tommy hizo una mueca.

—Sí, chico... fue genial. Necesita salir y hacer algo divertido.

Jonah levantó la vista de los boletos por un momento y vio la


vacilación en su cara.

—¿Qué pasa?

—No es asunto mío decirlo.

Y eso fue todo. Jonah llevó a Tommy a través de los reptiles, y los
peces, y el lugar de los gatos que ayudaban a cuidar. Le mostró dónde
estaban los suministros de limpieza, y los carros de mano, y le dio el tour
de cincuenta dólares, y Tommy prestó atención, hizo buenas preguntas,
y en general fue respetuoso todo el tiempo. Jonah se dio cuenta a mitad
del tour que había perdido su amargura: se alegró que Tommy no fuera
un estúpido o un imbécil o un imbécil estúpido. Era un tipo listo, y
conocía los animales e incluso las marcas. Cuando le dijo a Jonah que
había trabajado en una tienda de mascotas en Boston durante tres años,
Jonah se sorprendió y avergonzó aún más. Dios, de todas las personas,
debería saber que no recibes limosnas gratis, ¿verdad?

Y eso se hizo más evidente cuando ambos vieron al amigo angelical


de Tommy entrar por la puerta. Parecía cansado y recién duchado y...
frágil de alguna manera.

—¡Dex! Jesús, ¿ya es la hora?

—Sí, lo siento, Tommy. Tenemos que darnos prisa si vas a verlo


esta noche. Estaba muy hecho polvo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 151 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Tommy hizo una mueca.

—Sí, bueno, únete al club.

—Fui allí y me ejercité esta mañana. Él... —Dex miró fijamente a


Jonah—. ¿Tu turno ha terminado?

Tommy asintió.

—Muchas gracias, Jonah. Iré por ahí contigo mañana otra vez, haré
que Freddy lo añada a tu cheque.

Jonah sabía reconocer una despida cuando la oía, y se dio la vuelta


y se fue. Antes de hacerlo, escuchó las palabras 'sólo comenzó a sollozar'
y 'tuvieron que sedarlo'. Su última mirada de Tommy mostró su cara
enrojecida y su mandíbula trabada mientras intentaba no llorar.

Jodido, dijo. Sí. Jonah estaba empezando a conocer la sensación.

Pero eso no le impidió llevar una muda de ropa al gimnasio cuando


fue con su hermana esa noche. Pidió su única sesión de entrenamiento
personal para establecer un régimen de ejercicios, y se puso a sí mismo
a su ritmo.

Cuando terminó, le dolían los brazos, le dolía el pecho, le dolía el


culo.

Pero Ethan tenía razón... se sentía más en control de su vida de lo


que había tenido en un tiempo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 152 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 4
Dejar el hábito
Danni se veía como el infierno. Su cara estaba delgada, amarillenta
y con líneas, sus temblorosos dedos estaban manchados de nicotina, y
sus dientes se estaban poniendo amarillos. Sacó una calada de su
cigarrillo y se burló mientras expulsaba humo por el lado de su boca. Era
dos años mayor que Ethan y parecía tener cuarenta.

—Jesús, Evan, no podías darme un puto toque, ¿verdad? ¿Tenías


que decírselo a toda la maldita familia? ¿Tienes suficiente tiempo entre
prostituir tu culo gay y follarte a tus amigos para hacer una puta
intervención? Vete al puto infierno, ¿vale? —Estaba en su segundo
cigarrillo de la reunión, y eso era lo primero que había dicho. Ethan y las
otras chicas se sentaron alrededor de la horrible mesa de formica con
topes de goma en todas las esquinas y dijeron cosas como: Danni, ¿estás
bien? ¿Cómo te están tratando? El centro no tiene mala pinta. En serio,
podría ser peor. ¿Son buenos los médicos?

Y hasta ese momento, Danni no había dicho ni una palabra. Pero


aparentemente había soportado más que suficiente preocupación solícita
en la horrible sala de visitas y decidió cortar la mierda.

A Ethan le gustaba algo de esa mierda. Mantenía las cosas de forma


civilizada. Ahora se encogió e intentó desesperadamente salir de su
propia piel.

—Tenías drogas en la casa, Danni, el bebé estaba en la casa, y tu


asqueroso hábito también estaba allí.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 153 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

No quería mirar a Belladonna, Mina o Allie, todas ellas en la sala


de visitas del ala de rehabilitación de la institución de salud mental. Dex
había encontrado el lugar para él, y le había pasado la información a sus
hermanas. Lo que no esperaba mientras hablaba con Jonah fue el texto
de la propia Danni, pidiéndole que le pasara drogas a escondidas.

Puede que le echaran de la institución, pero aún así se sentía


responsable de los reclusos que quedaban. Pasó los últimos tres días
lidiando con la mierda legal y sus hermanas y tratando de conseguir un
análisis de sangre obligatorio para asegurarse que Danni no había
encontrado alguna manera de esnifar limpiador de drenaje o algo sólo
para mantenerse drogada.

No lo había hecho... pero eso era seguramente el motivo por el que


resoplaba amargura en su lugar.

La tranquilizadora mano de Belladonna en su hombro le hizo


querer arrastrarse a sus brazos. Los últimos días en el sofá de Tommy
habían sido una revelación de lo mucho que daba por sentado. Sí, su
madre era una persona muy difícil, y básicamente había destrozado sus
vidas, pero él y sus hermanas vivieron juntos esa mierda. Y ahora él ya
no era parte de eso. Ni el Dr. Tío Stottemeyer, ni Allie y el bebé, ni
Belladonna dándole mierda, ni Mina necesitando aliento y compartiendo
su música con él, ni siquiera Danni, antes de las drogas, siendo vanidosa
y ensimismada y jugando con chicle a todas horas porque una canción
en particular la hacía sentir bien.

Nadie más que los chicos de Johnnies, a los que quería mucho,
pero también les tenía miedo. Sus problemas eran tan grandes como los
suyos, y no quería darles nada más de qué preocuparse. Había sido
Tommy, aterrorizado por alguien que le importaba y que estaba atrapado
en una institución de salud mental. Había sido Chase, tan necesitado y
tan desamparado y dependiente del amor y la bondad de la gente que le

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 154 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

rodeaba para salir adelante. También había sido Dex, tratando de cuidar
de su pequeña e improvisada familia y haciendo que sus esfuerzos
resultaran espantosa, horriblemente equivocados. Y era Kane,
preocupado por el bebé de su hermana y esperando que esa cosa que
todos hacían, esa cosa con sus cuerpos que los llenaba de diferentes
maneras, no fuera a destruir sus posibilidades de tener esa confianza
perfecta dirigida a él.

Él había sentido todo eso, y apestaba, y no quería añadir los


problemas del pobre Evan Costa a su gran y supurante carga de ropa
sucia, porque había tenido ayuda, maldita sea. Había tenido al Dr. Tío
Stottemeyer durante trece años, y eso lo colocaba trece años por encima
del resto de sus amigos, y necesitaba soportar ese peso. Aceptaría sus
abrazos, porque esos alimentaban su alma, y cualquier ayuda que
pudieran darle, pero había llegado a su límite hablando de ello. Pensó
que podía hablar de cualquier cosa con cualquiera, Kane, Tommy, Dex...
no guardes tus demonios, ¿cierto? Pero ya había terminado con eso. Le
dolía el corazón, y la mezcla de lástima y resentimiento y autodesprecio
que corría por sus venas probablemente se volvería negra al exponerse al
aire. ¿Quién quería saber algo de esa mierda de todos modos?

Lo que significaba que iba a tener un combate con Danni y sus


hermanas en solitario. El único que sabía que había cambiado sus planes
era ese dulce chico de PetSmart.

A Ethan le estaba empezando a gustar ese chico.

Era guapo, con ojos grises redondos, pelo rizado, una fuerza
sorprendente para una mandíbula delgada. Ethan pensó que si trabajaba
para Johnnies, probablemente empezaría a teñirse el pelo para que fuera
realmente rubio, y definitivamente empezaría a hacer ejercicio, pero eso
no era lo que Ethan estaba mirando. Estaba viendo la inocente curiosidad

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 155 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

y el tranquilo sentido del humor y la pura y asombrosa normalidad del


tipo.

Él era todo lo que Ethan quería mientras crecía.

Pero ni siquiera la vida de Jonah era perfecta, y Ethan necesitaba


recordarlo, porque oye, hola, su vida ahora mismo... había dado la vuelta
al lado de la curva de la mierda.

—¿Y qué? —Danni se quebró, desviando su atención de esa cara


bastante ingenua en su memoria.

Ethan se dirigió al miserable presente.

—¿Y qué? Danni, Allie casi pierde el bebé.

—Bueno, la chica está mejor en otro lugar, ¿has pensado en eso?

Ethan tomó aire, porque eso dolía, y detrás de él, Allie hizo el último
intento.

—Sí —dijo suavemente—. Sí. De hecho, Devon y yo estamos de


acuerdo. De hecho, eso es algo de lo que queríamos hablar contigo y con
Evan.

Así fue como Ethan descubrió que su familia se mudaba a Portland.


Sin él.

—Lo siento —dijo Allie, su cara se marcó con líneas sólidas. Ella
estaba llorando, de hecho, desde que empezó a hablar, y mientras Ethan
se levantaba e intentaba absorber toda la idea, buscó en su bolsillo una
pequeña cosa de Kleenex de viaje que había traído, más o menos para
todos ellos. Ella lo tomó de su mano y luego soltó un pequeño sollozo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 156 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Se quedó suspendido por un segundo, agarrando el respaldo de la


silla de aluminio.

—¿Todos ustedes se mudan a Portland? —resonó en vano, sólo


para asegurarse que lo había escuchado bien.

Allie se sonó la nariz y asintió.

—Devon nos quiere de vuelta, quiere a su familia. Pero le dije que


no podía dejar a Belladonna y Mina…

—¿Qué hay de mí? —preguntó Danni. La amargada y endurecida


perra se había ido, y la hermana perdida de Ethan se quedó en su lugar—
. ¿Se van a mudar todos a Portland sin mí?

Allie sacudió la cabeza.

—Puedes venir. Dev encontró un centro de rehabilitación allí. Es


un lugar muy bonito, Danni, lo buscamos. Es como, rehabilitación de
celebridades, ¿verdad? Él pagará la cuenta y todo, sólo... —Se alejó y miró
a Danni infelizmente.

—Pasará un tiempo antes que pueda vivir contigo —dijo Danni de


forma sombría—. Si es que lo hago.

Allie asintió.

—¿Es eso demasiado?

Danni sacudió la cabeza y se acercó a Ethan con una mano


temblorosa.

—Dame un pañuelo, Ev —dijo, y sonó tan natural, tan... tan


hermana de Ethan, que le habría comprado una habitación entera llena
de ellos sólo para oírla ser normal. Le dio un pañuelo en su lugar, y

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 157 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

cuando ella lo cogió, le agarró los dedos con su mano temblorosa y le


apretó. Él se retorció, preguntándose cuándo sería su turno con el
pañuelo. Estaba llegando, estaba seguro.

—Podrías ser alguien nuevo —dijo Ethan, pensando que esto era
algo que ella necesitaría—. Nadie allí tendría que saber de las drogas, o
de mamá, o de ti en la secundaria —cuando ella casi tenía un futuro—.
Podrías ser como una Daniela completamente nueva.

Danni levantó las cejas y luego miró hacia abajo a sus dedos
amarillos, a sus manos temblorosas. Volvió a mirar hacia arriba,
encontrándose con los ojos de Ethan con algo como la honestidad. La
frágil máscara había desaparecido, y los vestigios de la juventud, e
incluso de la belleza, brillaban con la esperanza.

—Lo haré —dijo Danni en el Kleenex. Se había teñido el pelo de


rubio sobre negro, pero tenía unos cinco centímetros de raíces marrones
en la base. Ethan quería quitarle ese pelo triste, partido y quebradizo de
la cara, pero seguía teniendo miedo. Miedo de que lo rechazaran, miedo
que además de dejarlo, lo despacharan con su desprecio—. Lo haré —
repitió Danni—. Yo... diablos... me sacará de aquí. Me alejará de mamá.
Es todo lo que quería. No quiero estar sola, pero Dios, tampoco quiero
estar con ella.

—Me voy —dijo Mina. Se encogió de hombros, su corta y práctica


capa de pelo apenas se movía—. No es como si tuviera una mente propia
de todos modos. —Mina siempre se había esforzado por complacer a
Carolina y había tenido tanto miedo de hacer lo incorrecto y había
recibido la menor atención de cualquiera de ellas.

—Encontrarás una —dijo Ethan, atrapando sus ojos, de color


marrón cálido; todos tenían los ojos más bonitos, y sonriendo—. Una vez
que te alejes de ella, te encontrarás a ti misma. Lo harás.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 158 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí, bueno, no voy a ir —dijo Belladonna. Ella se había parado


junto a Allie sosteniendo su mano mientras Allie explicaba que Devon
quería recuperar su familia, y que la aceptaría de nuevo si sólo podían
alejarse de la única persona que había dañado tanto su relación en
primer lugar.

—Belladonna, ¿por qué? —preguntó Ethan, sorprendido. Oh, Dios.


De todos ellos, de todos, ella era la que más se había irritado, la que más
se había quejado, la que más necesitaba salir de debajo del zapato de
tacones de Carolina Costa—. ¡Tienes la oportunidad de irte!

Belladonna sacudió la cabeza y extendió la mano. Con resignación,


Ethan le dio un pañuelo.

—No puedo —dijo, limpiándose con cuidado el delineador de ojos


que le hacía brillar las pestañas—. No puedo, Ev... porque... porque no
puedes... no estás...

Ethan cerró los ojos. Él lo sabía. Lo supo tan pronto como Allie
empezó a llorar.

—No puedo ir —dijo, ni sorprendido o herido o incluso resignado.

—No es su culpa —dijo Belladonna, pasando una mano por su pelo


largo y oscuro. Miró a Allie como si estuviera dando la absolución—. No
lo es, cariño. No es tu culpa. Hasta Devon se siente mal. —Miró a Ethan
de nuevo y se encogió de hombros—. Pero el juez... parecía que Danni
podía rehabilitarse, ¿verdad? Pero no tú. La única forma en que Allie,
todos nosotros, podíamos estar con el bebé de nuevo era si tú... —Trató
de sonreír y en su lugar se royó el resto de su lápiz labial.

—Si me mantuviera alejado —dijo Ethan, aún vacío—. No pasa


nada. —Asintió a todos ellos, sus compañeros prisioneros de guerra—.
Está bien. Tengo una vida aquí. Quiero decir, un trabajo, amigos. El

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 159 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

amigo que me consiguió este lugar, me ayudará a encontrar un


apartamento de lujo. Estaré bien.

Mientras los miraba a todos, tuvo una repentina sensación de déjà


vu, justo después de la declaración. Había cumplido los siete años, y
había entrado y visto la película de él hablando con el Dr. Tío Stottemeyer,
y había verificado que sí, un tal Lawrence Gerard lo había llevado detrás
de un tabique de balonmano del patio de su jardín de infancia y se había
expuesto y masturbado y llegado al clímax en el trasero expuesto del
pequeño Evan. Había estado viendo a un psiquiatra, incluso más allá de
cuando sentía que lo necesitaba, su madre le había hecho ver al
psiquiatra, hasta que ella fue la razón por la que siguió viendo al
psiquiatra y al Dr. Tío Stottemeyer no le importó, y el psiquiatra le
aseguró que no era malo.

Y su madre seguía diciéndole que el hombre malo tenía que ser


castigado.

Y sus hermanas le decían que se fuera; ¿no había causado ya


suficientes problemas?

Y su madre le había guiado fuera de la habitación donde había


prestado declaración y al pasillo, donde sus hermanas, vestidas con sus
mejores galas, miraban desde sus libros y videojuegos hacia donde él
estaba.

Por primera vez desde que algo de esto sucedió, recordó que lo
amaban. Allie le sonrió y Belladonna vino a abrazarle y Danni le cogió la
mano y le preguntó si quería un refresco. Por una vez, en ese momento,
estaba bien que los necesitara.

Él las miró ahora, suplicándole perdón con sus ojos, y se dio cuenta
que estaba bien que las necesitara. Pero al igual que la última vez, este

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 160 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

minuto aquí, en esta fría habitación de bloques de cemento, iba a ser la


última vez en un tiempo que conseguiría lo que necesitaba.

Belladonna sacudió la cabeza y empezó a llorar más fuerte. Ethan


extendió sus brazos provisionalmente, y ella se zambulló en ellos. La
abrazó, y su frágil cáscara de caramelo pareció desmoronarse, dejando
en su lugar una piel suave, oscura y devastada.

—No quiero volver a dejarte —dijo ella con fuerza—. Es como si


tuvieras cinco años y te dejáramos en el psiquiatra y en los juzgados y
ahí es donde se supone que debes ir. Y lo hiciste. Te fuiste a otro lugar y
así es como creciste. Y ahora... ahora te dejamos de nuevo, y ya has
crecido, y no nos tienes a nosotros. No tienes a nadie... —Ella se
derrumbó entonces, llorando sobre su pecho mientras él la acunaba y se
dio cuenta de lo diminuta que era, de lo baja que era, con su metro
sesenta, de lo frágil y de lo anchos que se habían vuelto sus hombros y
de cómo él tenía que acogerla ahora, cuando ella no había podido
acogerlo, ni siquiera pensó en intentarlo.

—Estaré bien —dijo una y otra vez—. Estoy bien, Donna. Tienes
que irte. Tienes que irte. Todos ustedes tienen que irse. Me fui. Ella ya no
puede atraparme. —Y de repente Belladonna no era la única que estaba
ahí en el abrazo. Allie y Mina estaban a ambos lados de él, sus cuerpos
temblando contra el suyo. Con un sonido a la vez patético y perdido,
Danni se levantó y corrió alrededor de la mesa con las esquinas
redondeadas con los tapones de goma y se unió al abrazo también. Y
lloraron, todos ellos, por la familia que nunca habían tenido y por lo que
estaban perdiendo sin darse cuenta, hasta ahora, de lo mucho que todos
lo necesitaban.

El abrazo tenía que terminar. Un asistente vino a recoger a Danni,


y ella se fue voluntariamente, así que el asistente tuvo que recuperar sus

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 161 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

cigarrillos y su encendedor. Todos se pararon un minuto, y Allie rompió


el silencio.

—Dios. Dios. Esto apesta. Esto apesta. —Ella miró a Ethan y


alcanzó su mano—. ¿Quieres salir a almorzar, al menos, Ev? Puedo darte
la información de dónde vamos a estar, podemos hablar. Quiero decir...
—Ella se rió a medias—. ¡Ni siquiera sé dónde te hospedas!

Ethan hizo una mueca.

—Me estoy quedando en la casa de un amigo y me gustaría al


menos llegar a comer.

—¿Ni siquiera el almuerzo? —La decepción de Belladonna irradiaba


de su cuerpo, y Ethan también le agarró la mano.

—Tengo un amigo aquí —dijo en voz baja—. En otra ala. Él...


intentó suicidarse hace un par de semanas. Estaba como, catatónico
hace dos días... su novio casi pierde su trabajo, casi pierde la maldita
cabeza. Ahora que está despierto, quiero visitarlo. Nos necesita.

Belladonna simplemente sacudió la cabeza.

—Ev... Ev, ¿son gente del trabajo? ¿Tus amigos de los que sigues
hablando? Porque, ya sabes, eso es trabajo...

Ethan se dio cuenta que estaba entrecerrando los ojos, su


mandíbula se trabó con rabia.

—No puedes decir nada sobre mis amigos —dijo, con la voz dura—
. No tienes ni idea, ¿vale? Sí, salí de mamá, pero lo hice solo, y tuve que
convertirme en otra persona para hacerlo. Estos tipos... eran parte de
ello. Estuvieron ahí para mí cuando ninguno de ustedes sabía que
necesitaba a alguien. ¿Me escuchan? ¿Está claro?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 162 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Belladonna asintió e intentó limpiarse la cara con el pañuelo que


se estaba desintegrando en su mano. Ethan metió la mano en su bolsillo
y sacó el paquete vacío, y se rió cohibidamente.

—Está bien, Ev —dijo, dejándolo y limpiándose la cara en su propio


hombro—. No puedes cuidar de todos nosotros. Tienes que cuidarte a ti
mismo.

—Sí —dijo, dando un paso atrás y soltando las manos—. Sí. Lo


haré. —Les sonrió, la misma sonrisa que había tenido cuando era niño,
la que había intentado darles cuando lo del monstruo aterrador se volvió
demasiado intenso—. Estaré bien.

Quería un abrazo de nuevo, ese momento en el que su piel estaba


rodeada por todos lados por gente que lo amaba. Lo deseaba tanto. Pero
sus hermanas seguían llorando, y era hora de salir de esta horrible,
horrible habitación, y necesitaba decir adiós.

—Tienen mi número —dijo, asintiendo—. Envíenme un mensaje de


texto con la información. Envíenme un correo electrónico. Manténganme
informado. Estaré bien.

Se giró y abrió la puerta, y luego la mantuvo abierta para que


salieran uno por uno.

Se quedó allí por un momento y les observó, sus hombros y


posturas corporales uniéndolos más que sus oscuros ojos y su diminuta
altura, mientras giraban al final del pasillo. Luego bajó hasta el final y se
volvió hacia el otro lado, buscando el ala de salud mental, que, según él,
era mucho más agradable.

***

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 163 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan rodó dos escenas con Chase Summers, y pensó que el tipo
era el más guapo de todos los modelos Johnnies, junto a Dex. Su cuerpo
había sido tonificado y estirado, y a Ethan le gustaba eso, lo admitiría,
pero eso no era todo. Todo el paquete habían sido sus ojos, azules,
anillados de negro e intensos como el infierno, ardiendo bajo una ceja
reservada.

En este momento, esos ojos tenían sombra, su cuerpo estaba


perdiendo volumen rápidamente, y sus pómulos parecían haber partido
su piel. Estaba sentado a los pies de su cama y miraba sin ver nada hacia
la cabecera. Un pequeño televisor estaba colocado encima de la cómoda,
y el Quinto Elemento sonaba en la unidad de DVD adjunta.

—Hola, Chase —dijo Ethan, aliviado cuando Chase levantó la vista


con una breve sonrisa y reconoció su presencia. Aparentemente había
pasado dos días durmiendo mientras Tommy había estado volviéndose
jodidamente loco, una sonrisa y una mirada, eso era una mejora.

—Hola, Ethan. ¡Has venido!

—Bueno, sí. No se puede dejar a un amigo colgado, ¿verdad?

Otra vez, esa sonrisa débil.

—No soy muy buena compañía —murmuró, pero Ethan pudo verlo.

—No te preocupes. Es sólo que... —Y, oh Dios, iba a pedirle un favor


a un paciente mental. Pero con suerte sería como el sexo, ¿verdad? Y el
favor les ayudaría a ambos—. ¿Puedo sentarme a tu lado?

Chase enderezó sus hombros.

—Sí, claro. Dios, no me importaría un abrazo.

Todo el cuerpo de Ethan se estremeció.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 164 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí, ¿sabes? A mi tampoco. ¡Me vendría bien un maldito abrazo


ahora mismo como no te lo creerías!

Tal vez si Chase hubiera tenido un poco menos de dolor, habría


preguntado por el de Ethan, pero no lo hizo, y eso estuvo bien.

—Así que acércate y comparte la almohada, tío. ¡Me encanta esta


película!

—Sí. Nunca envejece. La he visto mil veces.

Película de confort.

El brazo de Chase alrededor de sus hombros se sentía cómodo y


correcto. Ese largo y delgado cuadro de piel y huesos se estremeció contra
el de Ethan, y Ethan cerró los ojos y bebió al contacto con el cuerpo. Era
extraño como algo que ambos necesitaban tanto no le costaba demasiado
a ninguno de los dos.

Chase se durmió sobre él, y Ethan se quedó dormido. Dios, no


estaba cómodo en el sofá de Tommy. Necesitaba encontrar un lugar,
especialmente ahora que las cosas con sus hermanas se habían resuelto.

Su corazón cayó un poco cuando se sentó y se frotó los ojos. Puso


a Chase suavemente abajo y metió la almohada que había estado a sus
espaldas bajo la cabeza de Chase. El pelo le había crecido, y se podía ver
que era rubio oscuro bajo el color del estilista. Ethan alisó el pelo de la
frente alta y dejó caer un beso allí, luego se paró y se estiró.

Casi gritó como una niña cuando se dio vuelta y vio a un hombre
calvo, de cincuenta años, parado en la puerta. El tipo llevaba una
chaqueta marrón muy fea con una camiseta debajo que estaba tintada
con una corbata y decía algo sobre los Grateful Dead, y cuando vio la
expresión de sorpresa de Ethan, se llevó un dedo a los labios.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 165 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan asintió y se giró para apagar el televisor, y luego siguió al


tipo hasta afuera.

—Hola. Soy el psiquiatra de Chase, el Dr. Stevenson, y tú eres... —


El hombre mayor sonrió con esperanza, y Ethan le devolvió la sonrisa.
Era bueno con los adultos.

—Ethan, soy amigo de Chase.

El doctor Stevenson... sí, Ethan había oído hablar de él... asintió.

—Sí, te ha mencionado. Eres un amigo.

Ethan sonrió, complacido.

—Sí. Sí, lo estoy.

—Tú y Chase trabajan juntos, ¿no?

Uh-oh.

—Sí. Uhm....

—No, no, sé lo que haces. No te preocupes. Sólo me pregunto cuál


es tu verdadero nombre.

Ethan tragó.

—Evan. Pero no muchos de los chicos lo saben.

El doctor asintió.

—Evan... pareces agradable, no lo sé. Tierno, supongo. Con Chase,


quiero decir.

Evan... Ethan tragó.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 166 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Tenía un amigo muy parecido a él en el instituto.

—¿Tenías? —Para ser un hombre mayor, sabía cómo ser delicado


y con tacto.

—Sigue siendo un amigo —aclaró Ethan, sonriendo


reflexivamente—. Pero, bueno, está viviendo en un lugar como este. —Él
tragó—. Probablemente para siempre. —También tenía novio, uno con tal
bipolaridad dramática que necesitaba observación diaria, incluso con
medicación. Aparentemente, en algún lugar entre la depresión de Curtis
y los cambios de humor de Jimmy, encontraban frágiles momentos de
felicidad. Ethan rezaba por esos momentos a veces, porque
probablemente eran la única razón por la que Curtis no había encontrado
la forma de suicidarse en una habitación a prueba de suicidio perpetuo.

Stevenson asintió de nuevo, y Ethan se preguntó si alguna vez se


cansaba de hacer eso.

—Bien, Evan. Siento oír eso. Pero parece que has tenido alguna
experiencia en el manejo de enfermedades mentales, ¿no?

Oh, Dios.

—Sí, yo... ¿sabes? Ya he hablado de esto, ¿vale?

El doctor Stevenson cerró los ojos y refunfuñó algo que sonaba


como Oh, por Dios, y luego abrió los ojos y sacudió la cabeza.

—Mira, chico. No te preocupes. Sólo estaba aliviado que Chase


tuviera otro amigo que estuviera en esto a largo plazo. Pero no olvides
que si estoy en su seguro médico, también estoy en el tuyo, si alguna vez
necesitas hablar, ¿de acuerdo?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 167 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Oh. Sí. Bien. Es muy amable de tu parte ofrecerte, pero ahora


mismo no tengo ningún problema, ¿vale? ¡Oye, Tommy! ¡Mira, ahí está
Tommy! Voy a ir a saludar a Tommy, ¿vale?

El suspiro del buen doctor persiguió a Ethan por el corredor


mientras huía. A Ethan no le importó, sin embargo, y no miró atrás. De
ninguna manera estaba buscando un reemplazo para el Dr. Tío
Stottemeyer, eso era lo último que necesitaba.

—¡Jesús, Ethan! —Tommy se rió—. ¿Podrías huir del psiquiatra


más rápido? No es un mal tipo.

Ethan resistió la tentación de enviar una mirada detrás de él.

—Sí, pero los psiquiatras y yo... hay una historia. De todas formas,
está dormido, pero probablemente necesite un buen abrazo, ¿vale?

Tommy asintió, luciendo serio, y Ethan odiaba arruinar más su día,


pero no tenía opción.

—Y tengo otro par de días en tu sofá. Lo siento, tío, tenía que


arreglar las cosas con mi familia antes de empezar a buscar un sitio,
¿vale?

Tommy sacudió la cabeza y le puso un brazo casual alrededor de


los hombros. Ethan se estremeció y cayó en su piel, así de fácil.

—No te preocupes, hombre. Me estás ayudando mucho, en


realidad, ¿vale? Y Dex dijo que podía ayudarte a encontrar un lugar
amueblado para empezar, así que no tienes que conseguir todo de una
vez, ¿vale?

Ethan asintió y dejó que Tommy tomara un poco más de su peso.

—Gracias, Tango. Dios. Odio esto, ¿sabes?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 168 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Tommy besó su sien.

—Sí, lo sé. Te gusta tener toda tu mierda junta. También a Chase.


No siempre consigues lo que quieres. Pero oye... sabes lo que puedes
hacer, ¿verdad?

—¿Qué?

—Ayúdame a planear una fiesta de bienvenida para él en una


semana o dos, ¿vale?

Ethan sonrió.

—Sí. Sí. Eso suena genial. ¿Cuándo va a volver a casa?

El suspiro de Tommy sacudió su pequeño cuerpo sólido como una


roca junto al de Ethan.

—En cuatro semanas, si se encuentra bien. Él está... —Era el turno


de Ethan de dejar caer un beso en la sien de Tommy—. Es frágil —dijo
Tommy, su voz era tan suave que casi no la registraba.

—Sí. Me di cuenta.

Lo sabía, pensó mientras se aferraban por un segundo. Sabía cómo


sostener a sus hombres, cómo darles fuerza. Por eso eran sus hombres.

—Oye —preguntó Ethan, cuando se separaron— ¿le diste a Jonah


las entradas?

—Sí... ¿Por qué hiciste eso? ¿Comprarlas?

Ethan se encogió de hombros y se esforzó mucho por ser casual.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 169 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—No lo sé. Está arrastrando a su hermana a ver esta película. No


quería que me esperara ni nada. Y, ya sabes. Quería poder ir si tenía la
oportunidad.

Tommy le entrecerró los ojos como si no tuviera sentido.

—Ethan, le dije que éramos modelos de pies y manos.

Ethan sonrió.

—Esa es buena. Lo recordaré.

—No, imbécil. Este chico... te mira y lo tiene mal. Tío, ¡tienes que
decirle lo que haces!

Ethan tragó, pensó en sus hermanas, que estaban a punto de


empezar una vida sin él.

—Sólo... ya sabes. Ahora no, ¿vale? Quiero decir, ahora mismo, es


solo un amigo. Quiero decir... los tenemos, ¿verdad? Sólo amigos.

La cara de Tommy se tensó y gruñó como si Ethan le hubiera dado


un codazo en las costillas.

—Aw, joder. Sí.

—¿Por qué te molesta eso?

—Porque significa que tengo que ser más amable con su mejor
amigo ya que son bebés gays, por eso.

Ethan ni siquiera tuvo que preguntar. Sólo había un él en el mundo


de Tommy, y ese era Chase, y Chase tenía un mejor amigo desde que era
un bebé gay.

—¿Donnie?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 170 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Tommy sacudió la cabeza.

—Sí. Maldito Donnie.

—Me gusta Donnie. Es agradable.

—Sí. Es un maldito príncipe. Toda su vida entregada en bandeja,


jodidamente bien ajustada como un puto reloj. Y Chase cree que es
normal. —La voz de Tommy bajó, y las fisuras de las últimas semanas,
de preocuparse por el único hombre, que según Ethan, le había gustado
mucho, empezaron a aparecer, y Ethan pudo ver al hombre exhausto y
asustado dentro del amante fiel.

—Es normal —dijo Ethan suavemente, inclinándose hacia él,


dándole más calor—. Somos nosotros los que somos fenómenos.

Tommy lo miró con fijeza y se secó los ojos con la mano.

—¿Pero no lo ves? No somos fenómenos. Chase no es un fenómeno.


Somos buenos chicos. Nos cuidamos los unos a los otros. Pero cuando
se compara con el todopoderoso santo Donnie, ¿cómo se supone que se
ve a sí mismo, me respondes eso?

Ethan tragó, pensó en toda la terapia que había tenido, en todo lo


que probablemente aún necesitaba, y en sus hermanas, Danni en
particular, que necesitaban hacer justo lo que él tenía, e inventar nuevas
personas para ser.

—Como un trabajo en progreso —dijo con dignidad.

Tommy tenía una gran sonrisa, con largos caninos y ojos


maniáticamente alegres. Le dedicó esa sonrisa a Ethan, y de repente
Ethan sintió que todo su dolor valía la pena. Podía consolar a su amigo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 171 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Se abrazaron de nuevo, y Tommy giró por el pasillo beige, y Ethan


se fue. Se detuvo en la tienda en el camino de regreso a casa de Tommy
y consiguió un montón de cosas saludables para que Tommy comiera.
Cuando llegó a la casa, llamó a Dex y le pidió ayuda de nuevo. Esta vez
fue inteligente, hizo lo que Tommy dijo. Un apartamento amueblado. Sí.
Eso es lo que él haría. No una habitación de hotel. Un apartamento
amueblado. Era una buena idea.

Dex llamó, revisó su teléfono por si había mensajes y se encontró


con un gran cero.

Y ahí fue cuando se dio cuenta.

Ya había hablado con sus chicos Johnnies, no lo llamarían para


dejarle un mensaje.

Y ya no tenía familia.

***

El apartamento era... sencillo. Estaba en el centro, no muy lejos


de los Johnnies, y no en una gran zona. Ethan básicamente cambió el
auto por algo menos llamativo, un pequeño Honda híbrido que no estaría
tan en riesgo en el nuevo vecindario. No fue hasta que sacó sus cosas del
maletero para transferirlas al nuevo auto, parado en el viento y el sol
brillante del concesionario de Roseville, que se dio cuenta de lo mucho
que le había gustado ese maldito MKZ rojo brillante, súper rápido y
superecológico.

Le echó una mirada a la maldita cosa y se negó a llorar, pero Digger


se puso rápidamente de humor.

Digger era una institución de Johnnies. Probablemente había


follado y sido follado por todos los tipos que habían estado en los

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 172 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Johnnies, al menos dos veces. Tenía un cuerpo como el de un dios, tan


apretado, tan compacto y tan musculoso que era como un gorila de dos
metros y medio. Tenía pelo rubio que llegaba a un pico de viuda escaso,
y experimentaba constantemente con tintes y cortes para maximizar su
pelo y minimizar su cráneo. Por el momento, se afeitaba hasta la barba
rubia.

En sus propias palabras, probablemente se estaba haciendo


demasiado viejo para esta mierda del porno, pero tenía un pene de 17
centímetros, una educación secundaria y ninguna pista de qué hacer con
su vida. Tenía veintinueve años y probablemente era el mayor de los
Johnnies, además de John, el dueño del lugar.

Ethan y él habían filmado una escena ese día, y él no sabía qué


hacer.

Ethan estaba agradecido por la compañía. Digger no era brillante,


como él mismo reconocía, y no era ingenioso, pero era sólido.

—Realmente amas este auto —dijo en voz baja.

Ethan trató de encogerse de hombros.

—¿No quieren todos los chicos un coche deportivo?

Digger se inclinó sobre su hombro y hundió su barbilla en el


hombro de Ethan.

—Sí. La mayoría de los chicos lo hacen. Y luego crecen.

Ethan giró la cabeza y sonrió. Digger era un alboroto en la cama,


muy ruidoso; jugaba a perseguir y atrapar porque le encantaba cuando
Ethan lo atrapaba y luego lo clavaba en el suelo.

—¿Vas a crecer pronto?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 173 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Digger resopló.

—¿Yo? No. Me tiraré a chicos guapos por dinero hasta que pierda
los dientes... ¡y eso es otra habilidad!

Ethan se rió del chiste totalmente asqueroso y le dio a Digger un


montón de sermones. Terminaron de transferir el material y volvieron al
concesionario para sellar el trato.

Y entonces Digger casualmente le preguntó a Ethan si quería volver


a su casa y sellar otro trato de nuevo.

—¿Estás listo para eso? —preguntó Ethan, riéndose, y Digger se


encogió de hombros, no pareciendo en absoluto avergonzado.
Literalmente habían follado durante horas, y aquí estaba él, pidiendo
más.

—¡Eh, llegaste como tres veces! Sólo vine una vez, me lo debes,
¡maldito afortunado!

Ethan se rió, no se avergonzó tampoco. Fue uno de sus mejores


trucos en el cine, Dex lo llamaba pony acabador en el sitio web. Ethan
era bueno por lo menos para dos tiros cada vez.

—Ojalá pudiera —dijo con sincero pesar—. Pero es mi noche para


quedarme con Tommy. Anoche Kevin se quedó a dormir y yo dormí en el
suelo...

—¿El suelo? —Digger tenía grandes ojos azules, y parecían casi sin
culpa mientras miraba a Ethan con horror—. Dios, ¿por qué no en la
cama con Tommy? ¡Jesús, estabas en tu período de abstinencia y todo
eso!

Ethan se encogió de hombros y puso una mueca.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 174 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí, bueno, Kevin es un civil, ¿sabes? No queríamos forzar su


cerebro, lo último que Tommy haría es engañar a Chase, ¿verdad?

Digger suspiró, y por un momento, se vio tan honestamente solo


que Ethan se sintió muy mal.

—Sabes, no habría ninguna follada, pero a Tommy probablemente


no le importaría que vinieras y te quedaras viendo una película o algo así.
¿Quieres?

—Me servirá sin problema —admitió Digger. Sus ojos estaban


ensombrecidos cuando miró a Ethan—. Es sólo... ya sabes. Es difícil
encontrar un compañero de cama que no esté en la industria, ¿verdad?
¿A qué te dedicas? imitó con el tono alto de una mujer. Bueno, cariño, me
acuesto con otros tipos. Bueno, ¿eso no te hace gay? No necesariamente…
¿Quieres averiguarlo? Eww, no, ¡estás enfermo! Este tipo de aquí quiere
hacer un gangbang con su equipo de softball, eso es mucho más saludable.
Te invitaríamos, pero, ya sabes, no quieren que les mires el culo. Los
asusta.

Ethan gimió.

—Oh, Dios. Eso debe apestar de una manera realmente apestosa.


¡Lo siento, tío! Solía tener lo contrario, ¿vale?

—¿Las chicas que prefieren quedarse mirando cómo lo hacen tú y


tu amigo? Sí, ya he tenido de esas. Y a veces eso está bien, ¿verdad? Pero
es... bueno, ¿sabes?

—No eres realmente gay. —Ethan asintió en simpatía.

—Y ahí tienes. Es más fácil tirarse a tipos que saben, ¿verdad? A


todos ustedes no les importa si soy gay o no, sólo...

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 175 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sólo tocarte y hacerte sentir bien —dijo Ethan, y la buena


voluntad de las malas historias se desvaneció.

Compartieron una mirada entonces, una de comprensión, de la


simple necesidad de contacto humano y los niveles de depravación que
sufrirían para robarlo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 176 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 5
Hacerse adicto
—¿Con quién nos reunimos una vez más? —preguntó Amelia por,
como, la quincuagésima vez.

—Un tipo que conocí en el trabajo. Es un amigo del nuevo gerente.

—Quién te gusta. —Ella lo miraba sospechosamente, y él no podía


culparla. Simultáneamente se había quejado de Tommy y se había
sentido mal por él en los últimos cuatro días.

—Es un buen gerente —dijo Jonah después de unos momentos—.


Es que... creo que está muy herido ahora mismo. —Le había llevado un
tiempo armar las cosas, pero ese tipo angelical había venido un par de
veces más, y cada vez que lo hacía, Tommy parecía convertirse en el
hermano pequeño favorito de Dex. Jonah había escuchado algunas
conversaciones más, y se dio cuenta que todas las referencias silenciosas
al novio de Tommy y su enfermedad eran en realidad referencias a la
enfermedad mental, y Jonah no estaba seguro de qué pensar al respecto.
Y entonces escuchó ya no es un suicida y estaba seguro que Tommy, que
estaba comenzando una nueva vida y cuidando a alguien que no podía
cuidarse a sí mismo, merecía cualquier oportunidad que Jonah pudiera
darle.

Y eso incluía asentir y decir: ¡Sí, claro! incluso cuando Tommy era
más rudo que discreto.

Maldición, Jonah, ¿podrías traer la maldita comida para peces? No


sé quién se olvidó de apilarla, pero quiero darles una paliza con un cuatro
por cuatro.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 177 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

¡Sí, claro!

A la mierda, me importa un carajo cuando tenemos programado


limpiar las jaulas de los gatos, ¡ahora huelen! Consigue a alguien que...
no, maldita sea, tú no lo harás, eres la única razón por la que no mato a
todos en la maldita tienda!

¡Sí, claro!

Y finalmente, esta noche, en realidad…

Maldita sea, Jonah, Ethan se va a poner muy triste si no sacas tu


culo de aquí y te preparas para tu cita...

¡No es una cita!

Sí, claro. Lo que sea. Lárgate de aquí. Yo terminaré la media.

Sí, dijo Jonah, dándose cuenta finalmente que la rudeza de Tommy,


su intensidad maníaca y su uso excesivo de la palabra con M no lo hacían
en realidad una mala persona. Sólo lo hacía gruñón. Claro, Tommy.
Gracias.

Has sido un buen ayudante esta semana, chico. Y Ethan necesita


una buena noche de salida, aunque sea una no-cita. Saca tu culo de aquí,
¿vale?

Sí. Seguro.

Jonah sonrió tentativamente, y la sonrisa de Tommy fue realmente


notable. Dientes puntiagudos, ojos marrones brillantes, sin importar la
sombra, y mejillas duras. El corazón de Jonah latió un poco más rápido,
pero no se quedó en esa sonrisa.

Realmente quería ver a Ethan de nuevo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 178 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Para empezar, había hecho ejercicio tres veces en la semana desde


la última vez que hablaron e hizo la cita (no una cita de cita, sólo una
cita) para ver la película. Jonah estaba algo orgulloso de su
entrenamiento y aún más orgulloso del inesperado efecto secundario.

Amelia también se estaba entusiasmando.

La primera vez que él llevó ropa de entrenamiento al gimnasio, ella


había sido su habitual hermana pequeña mocosa.

—¡No, Jonah, no creo que hagan pesas en incrementos de dos


libras! —Pero se dio cuenta que al final de su entrenamiento, cuando fue
a buscarla a su entrenador personal, el único pagado parcialmente por
el seguro médico, ella estaba realmente poniendo un poco de esfuerzo en
su tiempo en la cinta de correr.

Su entrenadora, una pequeña mujer con el pelo teñido de rojo que


probablemente tenía cincuenta años pero parecía tener treinta y cinco,
estaba extasiada.

—¡Oh, Dios mío! ¡Quién eres y qué has hecho con Amelia!

Amelia jadeaba demasiado para responder, pero Jonah no


necesitaba que lo hiciera. Ella estaba trabajando, realmente trabajando,
sólo porque él se había interesado.

Le dolían la espalda y los hombros, y necesitaba tomar un Advil


para el dolor de los muslos, pero al ver a su hermana mostrar interés en
su propia salud...

Lo haría de nuevo, y lo haría más fuerte y más grande, sólo para


hacerla hacer ejercicio como ella quería.

Así que lo hizo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 179 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Y quería decírselo a Ethan, gracias, porque la última vez que fue al


gimnasio, Amelia había estado esperando a que saliera del trabajo, y lo
había adelantado en las escaleras. Su madre estaba dormida en el sofá,
libre, por una vez, de la preocupación y la aplastante responsabilidad de
hacer que otra persona se ocupe de sí misma, y Jonah quería llorar.
¿Había sido esto todo lo que ella había necesitado? ¿Cuándo dejaron de
jugar con Amelia y comenzaron a hacer de su tratamiento su carga?

No parecía justo que todo lo que ella quisiera era su compañía.

Pero claro, Jonah había programado su entrenamiento para


enfriarse en la cinta de correr a su lado, y ella lo había desafiado a una
carrera.

Había ganado... y había acabado tosiendo durante unos buenos


diez minutos después. ¿Pero la mirada en su cara sonrojada mientras
cacareaba triunfante? A Jonah de repente no le importaba su cuerpo
flaco o lo pronto que se convertiría en Jonah Isaac Stevens, dios del sexo
y no virgen. Sólo quería ver a su hermana pequeña sana.

Así que fue maravilloso, y tenía que agradecerle a Ethan, y ahora...


¡oh, Dios mío! Aquí estaba, caminando a través de la niebla alrededor del
Teatro Tower, mascando chicle y sonriendo tan ampliamente que era
como si sus dientes realmente brillaran.

—Oye —dijo, de manera casual—. ¿Tienes las entradas?

Jonah asintió y se dio una palmadita en el bolsillo trasero.

—Sí, pero aún no están sentados. Deberíamos entrar, sin embargo.


—Echó una mirada nerviosa a Amelia, que lo miraba tímidamente.
Estaba prácticamente momificada contra la niebla, pero aún así no era
una gran noche para salir.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 180 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan asintió fervientemente, y señaló como si el histórico edificio


antiguo con su blanco estuco fálico marqués fuera de su propiedad.

Hicieron cola para beber y comer palomitas de maíz, y Ethan


mantuvo un ritmo constante.

—¿Cómo te trata Tommy?

—Sí, me llevó un tiempo darme cuenta que en realidad era un buen


tipo. Si sólo escuchas su voz cuando habla, suena como si te fuera a
comer. Todo el maldito tiempo.

Ethan se rió de corazón y dijo:

—Necesito decirle eso a Chase, no que te crea. Creo que Chase saca
lo amable de Tommy.

Jonah rebotó en sus dedos del pie por un segundo y se estremeció.

—¡Ese debe ser un buen tipo!

—Sí. Chase es un guardián. Si puede superar esta mala racha, creo


que estará bien. Así que Tommy suena como un ogro, pero ¿realmente es
un príncipe? ¿Es eso lo que intentas decir?

Jonah se rió.

—Sí, eso es exactamente lo que estoy tratando de... —Hizo un gesto


de dolor. Dios, tenía el más irritante tirón de músculo justo en la parte
superior del muslo— …decir —terminó tarde.

—¿Qué pasa? Unas palomitas de maíz grandes —ordenó en el


mismo momento—. ¿Les gusta la mantequilla o esa sal especial?

—¡Mantequilla! —estalló Amelia, y Jonah hizo una mueca.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 181 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Oh, Dios. Sí, mantequilla. ¿Trajiste tus enzimas?

Había estado escuchando su conversación con interés, y ahora sus


hombros se desplomaron.

—Sí —dijo en voz baja—. Pero sólo una inyección de insulina. Así
que, ya sabes, nada de refrescos o caramelos.

—Me parece justo —dijo Jonah, tratando de hacer las cuentas en


su cabeza y fallando. Sólo debía tener esperanza.

—Los dulces no son una gran fuente de nutrición de todos modos


—dijo Ethan, tomándose ambos muy en serio—. Cosas que hacen doble
tarea: espinacas, ¿verdad? Porque son proteínas y vegetales. O la soja,
porque es proteína y te ayuda a hacer caca, porque cualquier cosa que te
ayude a hacer caca, es algo bueno, ¿verdad?

Amelia se rió, y Jonah quiso besar al tipo. Dios, ella estaba tan feliz
y esta película se suponía que era un regalo. Él quería tanto que ella no
recordara que había montones de mierda que no podía hacer.

—¿Así que nada de refrescos? —preguntó Ethan, y Jonah sacudió


la cabeza y sacó dos aguas vitaminadas de la nevera.

—Excelente, tráeme una también.

Y Jonah lo miró. Había una falsa nota de brillo en su voz, y


mientras la mano de Jonah se cerraba en las botellas de plástico
enfriadas, pensó: Realmente quería esa soda. Lo hizo por nosotros.

—Bien, mientras esperamos en la fila aquí, ¿alguien va a decirme


qué hizo Jonah para lastimarse?

Jonah hizo una mueca de vergüenza y Amelia hizo puñetazos


triunfantes.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 182 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí, traté de ejercitarme demasiado —murmuró.

—¡Y perdiste! —ella cacareó y luego empezó a toser. Sin siquiera


romper el paso, Jonah la empujó en el hombro para poder golpearla en
la espalda. Ella hizo una señal después de unos segundos, y él le dio un
pequeño empujón. Se fue al baño para deshacerse de la flema que se
había acumulado mientras estaban de pie en el frío.

—¿Está resfriada? —preguntó Ethan, mirando como ella se detuvo


y se aferró al marco de la puerta y tosió.

—Algo así como uno perpetuo —explicó Jonah—. Acumula líquidos


y flemas muy rápidamente, tan rápido que es difícil de digerir. Así que
siempre está comiendo, comiendo constantemente, pero la enfermedad
también le dio diabetes, así que si come, digamos, una galleta de
chocolate...

—Insulina —murmuró Ethan, y Jonah suspiró.

—Sí. Es como... como si un pequeño cromosoma causara un


desastre en el cuerpo. Y mantenerla activa ha sido una mierda, ¿correcto?

La pareja que estaba frente a ellos, cuarenta y tantos, vestidos


completamente con fibras naturales, ambos con pelo largo y canoso,
cogieron sus ositos de goma y siguieron adelante. Ethan sacó su cartera
e hizo un gesto con las palomitas de maíz y el agua tan suavemente, que
Jonah ni siquiera se dio cuenta que lo había hecho.

—¿Sí? —dijo mientras le daba al dependiente un billete de veinte—


. ¿No le gusta hacer ejercicio?

—No lo hacía —dijo Jonah—. Pero, ya sabes, me hablaste de hacer


ejercicio, y pensé: '¡Oye! ¡auto ocupación! Podría conseguirme algo de
eso!' y así me agregué a la membresía. Es raro, las últimas tres veces que

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 183 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

ella ha estado, sólo verme sudando en el suelo también, eso ha hecho


algo por ella, ¿sabes?

Ethan cogió su cambio y le guiñó un ojo a la chica que estaba


detrás de la caja. Esto no era un Regal o un Cinemark, ella llevaba un
par de vaqueros negros y una camiseta con Yugi y Sasuke dándose un
dulce primer beso con una leyenda que decía: ¡Sé un amante, no un
luchador!

—¡Bonita camiseta! —dijo él, y ella se sonrojó, sonrió y murmuró


gracias al agradable dios italiano, pero Ethan no pareció darse cuenta.
En su lugar, sólo recogió las palomitas y dos de las aguas, dejando que
él se llevara la última.

—¿En serio? —La cara de Ethan se iluminó cuando recogió el hilo


de la conversación—. ¿Así que has estado yendo al gimnasio y eso la ha
ayudado? ¡Eso es impresionante! Quiero decir... eso es... ya sabes, es algo
genial cuando algo en lo que crees ayuda a la gente, ¿no?

Había tal maravilla en su voz que Jonah tuvo que reírse.

—Sí, exactamente. Así que pensé en darte las gracias...

—Y no me digas que te diste un tirón en el trasero tratando de


vencer a tu hermanita —suministró Ethan, y luego caminó hacia la pared
cerca del baño y se acomodó pacientemente para esperar. Podían oír el
ataque de tos de Amelia disminuyendo en el interior, pero Jonah sabía
que le tomaría un par de minutos enjuagarse la cara y arreglarse el
maquillaje y salir como si nunca hubiera pasado.

—Sí —confesó Jonah, sintiéndose tonto—. Bueno, ella hace


ejercicio todos los días.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 184 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Y tienes un trabajo activo... debes tener cuidado. —Ethan asintió


como si no fuera gran cosa, y el orgullo de Jonah, que había estado dolido
mucho más que su trasero, se curó en casi un milisegundo. Y entonces
Ethan como que le voló la cabeza—. Pero tendrás que dejarme intentar
masajearlo más tarde. Puedo acompañarte a tu coche, y no tiene que
parecer que te estoy manoseando en público, pero ya sabes, te ejercitas
un poco, le coges el truco a las cosas que se ponen duras, a las que te
gusta que te froten, cómo hacer que todo se sienta bien...

Ni siquiera pudo comprender cómo debía ser su expresión. Sabía


que sus ojos eran grandes, y su visión estaba desenfocada y, bueno, sí,
su boca estaba abierta, pero debe haber sido muy grave, porque Ethan
de repente dejó de hablar de masajes pornográficos de culo y se encontró
con unos ojos impactados y horrorizados.

—Yo, uhm —dijo Ethan, justo cuando Jonah dijo—: Probablemente


no lo dijiste en serio.

Ethan empezó a reírse, que era probablemente el sonido menos


guay que Jonah había escuchado, y puso su mano delante de sus ojos
como un niño pequeño. Después de un momento incómodo, recuperó el
aliento y se asomó a través de sus dedos.

Fue entonces cuando Jonah se dio cuenta que seguía mirando a


Ethan con la boca ligeramente abierta y una imagen de cosas rígidas que
le gustaba frotar palpitando en neón detrás de sus ojos.

Ethan hizo una mueca y dejó caer su mano.

—Si te dijera que debo saber que no debo decir cosas como esas,
¿me perdonarías?

—Nada que perdonar —dijo Jonah, con la boca seca.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 185 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan sacudió la cabeza y murmuró algo en voz baja.

—Jonah, yo sólo... realmente quiero un amigo ahora mismo, ¿está


bien?

La palabra pasó por el cerebro de Jonah y se hundió en su


estómago.

—Amigo... oh sí. Lo entiendo. Como... ya sabes, la respuesta a si


esto es una cita o no. No es una cita porque sólo somos amigos y... —
Salió del océano verbal y se quedó en la orilla un momento, y luego Ethan
se le unió allí.

—No es que yo no... uhm, saldría contigo, ¿verdad? Porque eres


muy guapo, yo sólo... oh, Dios. —Jonah vio con asombro como la piel de
Ethan, de color oliva, se puso de color rosa—. Estoy en un mal momento
para tener un novio —le dijo Ethan, y luego respiró hondo como si sacar
eso fuera la mayor parte de la batalla—. Y no me quieres de todas formas.
Soy un tipo de conexiones, un tipo de una sola vez. Yo... trabajé muy
duro para ser ese chico. Tú... tú eres...

—¿Un virgen? —La voz de Jonah se quebró en medio de la palabra


odiada.

—Santo Cristo misericordioso dándole a Pedro una mamada.

—Jesús —respiró Jonah.

—¿Llegó a tiempo? —dijo Amelia, saliendo del baño de damas con


una sincronización impecable—. ¡Dios, Ethan, esa fue la mejor blasfemia
de la historia!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 186 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Estamos listos para sentarnos? —dijo Ethan brillantemente—.


Creo que estamos listos para sentarnos. ¿Podemos ir todos a sentarnos?
Eso sería genial. Creo que deberíamos, uhm...

—Sentarnos —suministró Jonah en seco, y Ethan asintió con


mucho entusiasmo.

—¡Es una idea fantástica!

***

La incomodidad se desvaneció antes que empezara la película, y los


tres hablaron animadamente sobre Hayao Miyazaki y su contribución a
la narración de historias.

—Sí —se quejó Amelia— pero mucho de ello es triste. El final de


Arietty fue simplemente horrible.

—¡Eso ni siquiera era Miyazaki! —señaló Ethan—. Ese era


Yonebayashi, su padawan. —Ethan había terminado su agua de un solo
trago, prácticamente, y ahora estaba enrollando la botella entre sus
manos y cortando el envoltorio con su uña del pulgar.

—¿En serio? —dijo Jonah que a través de un bocado de palomitas


de maíz—. ¡No sabía que Yonebayashi trabajaba con Miyazaki, eso tiene
mucho sentido!

—Bueno… —Ethan parecía avergonzado— …sé que trabajaron


juntos en películas. Fue un animador clave para Ponyo y La Princesa
Mononoke y un montón de otros. Creo que trabajan para el Estudio
Ghibli. —Suspiró—. Lo que realmente necesito encontrar es un trabajo
que me pague por saber estas cosas. Pero la mayor parte de eso viene
con, no sé, blogs y reportajes y mierda, y no soy tan buen escritor,

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 187 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

¿sabes? Soy como... un estudiante de B, no de A... no parece tan


importante cuando estoy en la escuela.

—¿Tomaste clases? —preguntó Jonah, curioso. Le encantaría ir a


la escuela, pero también le encantaría no trabajar 38 horas a la semana
en PetSmart.

—Sí. He sido un poco perezoso al respecto, en realidad. Tomo unas


nueve unidades por semestre, si puedo conseguirlas...

—Sí, pero tú también eres modelo.

Los ojos de Ethan se abrieron de par en par y Jonah vio cómo su


garganta se convulsionaba mientras tragaba.

—Modelo… sí. Modelado de manos... olvidé que Tommy te lo dijo.


—Sostuvo la botella despojada, y luego la dejó de nuevo. Mantuvo el
envoltorio entre sus dedos y comenzó a triturarlo sistemáticamente—.
Sólo tengo alrededor de dos tomas al mes. Pero, ya sabes. Gran parte de
mi tiempo lo dedico a hacer ejercicio y a mantenerme bonito, supongo,
para poder seguir modelando.

Jonah lo oyó entonces la pausa antes de modelar pero no supo qué


decir o cómo comentar o incluso qué pregunta hacer.

Pero era la segunda vez que lo escuchaba y juró que lo recordaría,


el sonido de Ethan mintiendo.

La película se proyectó y durante dos horas Jonah estuvo


completamente inmerso en la historia de Ponyo, la princesa de los peces
de colores, y su deseo de convertirse en humano. Hacia la mitad de la
película, cuando la marea subió y la isla de Sosuke estaba a punto de
sumergirse, Jonah escuchó jadeos a ambos lados de él. Miró a su

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 188 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

izquierda y vio a Amelia, con su mano en la boca, sus ojos relucientes y


brillantes mientras echaba raíces en Ponyo.

A su derecha vio a Ethan haciendo lo mismo. Sonrió un poco en la


oscuridad, pudo ver por qué Amelia se identificaría con Ponyo. Dios, si
alguien quería ser una chica humana y no nadar por el mundo con agua
en sus pulmones, esa iba a ser Melly. Pero Ethan, para él, tenía que ser
pura empatía.

Jonah extendió la mano para tocar su mano, para ser un amigo y


recordarle que era sólo una película y que al final todo iría bien. Ethan le
agarró la mano y se aferró, con la cara quieta hacia la pantalla y la otra
mano sobre la boca, hasta que la parte que daba miedo se había ido.
Cuando se soltó, Jonah movió su mano en silencio y miró su cara.

Había sido completamente inconsciente, ese agarre de su mano. El


Sr. Soy un chico de una noche había necesitado tanto consuelo en una
película infantil que había sostenido una mano en la oscuridad sin darse
cuenta.

Hizo que Jonah quisiera llorar.

O, para ser sincero, tal vez fueron sólo los músculos de su trasero
y la parte interna del muslo. Tower era un viejo teatro, y los muelles de
las sillas estaban casi todos rotos. Cuando la película terminó, se levantó
de la silla y se echó hacia atrás en los brazos de Ethan.

Ethan le cogió y le puso de pie con soltura, y Jonah le sonrió con


gratitud, esperando que no pudiera oír el rugido del león de su corazón
en sus oídos. El corazón retumbante y el sudor de las palmas no
mejoraron cuando salieron y Ethan le dijo:

—Mete a tu hermana en el coche y te lo frotaré un poco, ¿vale?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 189 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah debe haber hecho un sonido, algo, porque Ethan chocó su


hombro y murmuró:

—No vayas allí, por favor. —Antes de darse la vuelta y agarrar su


botella vacía y el recipiente de palomitas de maíz vacío. Había guardado
cuidadosamente los trozos de envoltorio plateado y los pequeños rollos
de pegamento que sostenían la etiqueta en primer lugar dentro de la
botella.

—Sí, está bien, ¡pero tú eres el que va a tener que frotar mi trasero!

Ethan se rió esta vez, no una risa, una risa a bocajarro, y Jonah se
dividió entre el deseo de morir para dejar de desear tanto y la esperanza
que al menos le frotaran el culo primero.

Era una noche fría, pero no demasiado fría, pero Jonah encendió
el pequeño Corolla de su madre y puso el calentador a toda marcha.

—¡Jonah! —Amelia se quejó.

Jonah sacudió la cabeza. El ataque de tos en el baño lo había


asustado.

—Ha habido niebla todo el día... necesitas el calor.

—Grandioso. La vida en un sauna —refunfuñó.

Suspiró. Unos pocos entrenamientos no hacían una actitud


fantástica. Cerró la puerta y se volvió hacia Ethan, que lo miraba con
comprensión.

—Ella como que se está resistiendo al sistema, ¿no es así?

—¿Reconoces las señales?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 190 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—He sido infectado, he sufrido a través de él, he sido portador —


confirmó Ethan con una despreocupación envidiable. Si no hubiera sido
capaz de señalar esa cosa mentirosa en su voz, creería honestamente que
este pensamiento no le molestaba al tipo con la cara de dios romano y la
sonrisa afable.

—Ooh, esto va a ser difícil. Mira, con el riesgo de que nos disparen
ahora, necesito que te des la vuelta y pongas las manos sobre el coche,
exactamente como si fuera a cachearte, ¿vale?

—¿En serio?

—En serio —dijo Ethan, sin sonreír ni un poco.

—Sabes que todo el mundo va a pensar que estás abusando de mí,


¿verdad? —dijo Jonah con un guiño, pero Ethan no le devolvió el
coqueteo.

—Ser abusado requiere un desequilibrio de poder y un sentido de


humillación. Nunca te haría eso, Jonah, ¿vale? ¿Quieres esto?

Vaya, de todas las veces que el tipo se pone serio.

—Sí, claro, espera un segundo.

Jonah se dio la vuelta y se aseguró que su entrepierna estuviera


por debajo de la línea de la ventana, porque estaba bastante seguro que
iban a pasar cosas que él estaba muy seguro que nunca quería que su
hermana pequeña viera.

Ethan se agachó, y Jonah sintió grandes manos rodeando su


pantorrilla a través de sus jeans. Dios... eran duras e insistentes y se
clavaron en ese músculo dolorido hasta que Jonah dejó salir un pequeño
gemido. Ni siquiera sabía que esa parte de él estaba tensa hasta que

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 191 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

sintió el calor de las manos de Ethan empapando su piel y sus indignados


tendones.

—Eso es... oh, Dios. Es realmente maravilloso —confesó.

Ethan gruñó.

—Cielos, no tienes mucha masa, pero lo que tienes está apretado.


Tómatelo con calma cuando empieces, ¿vale, Jonah? Quiero decir, es
genial que quieras hacer ejercicio, pero no te hagas daño.

Esas magníficas manos se movieron hasta el músculo que


comenzaba justo encima de sus rodillas, y Jonah tuvo que trabajar para
mantenerse de pie. Se aplastó contra el coche hasta que el metal frío
comenzó a filtrarse en todos los puntos al sur, e incluso entonces, eso fue
más una excitación que un disuasivo.

—Dios mío... —se quejó Jonah, tratando de mantenerlo suave. Las


manos de Ethan eran mágicas, y allí, justo en el interior de su muslo,
corriendo hacia sus glúteos, eso era perfecto.

—¿Qué pasa? —preguntó Ethan, haciendo una pausa.

—¡No te detengas! —suplicó Jonah—. Maldición, esa cosa me ha


estado matando.

Ethan se rió, y su cara estaba lo suficientemente cerca del culo


como para sentir el aliento en la parte superior de su muslo.

—Sí, me he esforzado en eso. Puede arruinarte el día, de acuerdo.

—Sin mencionar tu jodida, probablemente —murmuró Jonah.

La risa de Ethan le aseguró que sí, que podían bromear sobre eso,
aunque admitió que era un ligue y nada más.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 192 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí, eso también. Vale, voy a llegar a un punto, hazme saber si te


hago sentir incómodo, ¿vale?

—No… —Oh, Dios, Ethan puso su otra mano contra el problema en


el muslo de Jonah. Él cerró los ojos.

Ethan usó sus nudillos para escarbar en su trasero, y todo el


cuerpo de Jonah se relajó del dolor al mismo tiempo que le cosquilleaba
la piel, y su polla se despertó pensando: ¡Santa mierda! ¡Mano de Hombre-
Dios, justo al sur! ¿Me has oído, soldado? Dije mano de Hombre-Dios, justo
al... al... justo...

Ethan se atrincheró con su nudillo de nuevo y Jonah movió sus


caderas...

Y la mano de Ethan le rozó la polla a través de sus vaqueros.

Jonah gimió y se desplomó contra el coche, y Ethan rebotó como si


tuviera resortes.

—Oh, Dios, lo siento, no quise hacerlo, tú...

Se volvió, con los ojos casi en blanco cuando se dio cuenta que el
persistente e irritante calambre en su trasero había desaparecido.

—Oye, está bien. —Ofreció una sonrisa reconfortante—. No te


preocupes por eso. Yo como que... me meneé. No lo hiciste a propósito.

Ethan estaba a un metro de él, con los brazos cruzados a la luz de


la lámpara de sodio del aparcamiento.

Jonah dio un paso adelante y Ethan dio un paso atrás, con las
manos extendidas.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 193 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—No lo hice —dijo, manos fuera—. Es que... no quiero que pienses


nunca que me estoy aprovechando de ti, ¿vale? Yo sólo...

—Jesús, Ethan, si sigues caminando hacia atrás, vas a terminar


en la calle. Quédate quieto, ¿vale? —Jonah dio un par de pasos hacia él,
aliviado cuando se mantuvo firme, la mandíbula sobresaliendo
desafiante, los ojos brillando a la defensiva desde debajo de una ceja casi
pesada.

—Este no es un momento de unión —dijo Ethan, y Jonah se acercó


lo suficiente para tocar su cara suavemente.

—Por supuesto que no —dijo, manteniendo su voz suave—. Este es


un amigo tranquilizando a un amigo que no hizo nada malo. ¿Puedes
vivir con eso?

Ethan respiró profundamente.

—Sí. Lo siento. No quise decir que no...

Jonah lo besó.

Se veía tan asustado, tan triste, y lo había visto temblar. Jonah...


bueno, cielos, había una buena manera de mostrarle que su toque no
había sido indeseado, ¿verdad?

Ethan abrió la boca sorprendido, y Jonah se aprovechó y presionó,


y luego Ethan... oh, Dios. El maldito Ethan envolvió los brazos como
cañones alrededor de los delgados hombros de Jonah y lo apretó. Jonah
estaba rodeado de un cuerpo duro, calor animal y una sutil y oscura
loción para después de afeitarse que no podía enmascarar el olor de su
piel. Y sabía a... maldición. Como agua vitaminada, por un lado, pero
debajo de eso sabía a calor y a especias y a ser humano. Un buen y
decente ser humano, estaba seguro de ello.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 194 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Y entonces gimió, flaqueando un poco, abrumado por el calor y la


hermosa corporalidad del hombre, y Ethan se echó hacia atrás y respiró
con dificultad mientras Jonah apoyaba su cabeza en el hombro de Ethan
y trataba de recordar su propio nombre.

—Tu hermana pequeña está en el coche —dijo Ethan al final,


lógicamente—. Y tienes que irte.

Eso fue un impulso. Jonah tuvo que admitirlo. Esa fue una razón
suficiente para dar un paso atrás y tratar de recordar quién era y por qué
estaban allí.

—Hay una tienda de cómics en Auburn —dijo, luchando por


pensar—. ¿Alguna vez has estado allí?

Ethan agitó la cabeza.

—No, no conozco la ciudad tan bien. Mi familia vivía en Folsom. Yo


sólo vine a trabajar.

Jonah parpadeó. Sabía que Ethan había sido expulsado, pero...

—¿Tu familia se mudó?

—Mis hermanas. Van a ir a Portland a finales de mes.

—¿Qué pasa con tu mamá...?

—Puede morir fría y sola y me importa un carajo. Jonah, no quieres


entrar en mi vida, ¿vale? Pero sí, me encantaría encontrarte en la tienda
de cómics. Eso sería genial. ¿Cómo es tu horario de trabajo?

—Te enviaré un mensaje de texto —dijo Jonah, con la cabeza un


poco liviana—. Tal vez en tres días. Puedo tomar un autobús...

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 195 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Vendré a buscarte después del trabajo si quieres —ofreció


Ethan—. ¿Este es el coche de tu madre?

—Sí. Ocasión especial. —Jonah miró alrededor del


estacionamiento—. Pero no veo tu Mazda por aquí. ¿Dónde...?

Ethan hizo sonar su mando a distancia, y un coche antiguo, un


híbrido, pintado de dorado, sonó, y lanzó una mirada avergonzada.

—De todas formas era más bien vanidad —dijo suavemente—.


Esperaré ese texto.

Y luego caminó decididamente hacia su auto, dejándole que


retrocediera y esperara que Amelia aún lo dejara entrar en el suyo.

Lo hizo, pero no sin silbidos fuertes y aplausos.

—Jesús, Jonah , eso fue increíble. Si hubieras ido tras Connor


comosellame en el instituto, no te habrías quedado con tu tarjeta V33.

Jonah hizo una mueca. Sí. Había algo así como demasiado.

—Connor comosellame me habría delatado y luego me habría dado


una paliza —le dijo, lo cual no era más que la verdad—. Ethan... bueno,
es gay, para empezar.

—¿Y para terminar?

—Él es... no lo sé. Sólo... —Jonah agitó la cabeza—. Hay algo como
roto en él.

—¿Así que pensaste en arreglarlo con un beso mágico?

33 Tarjeta de virginidad.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 196 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah suspiró.

—Sí, bueno, no ha funcionado para todos los tipos con los que dice
haberse acostado. Probablemente tenga razón. Probablemente debería
retirarme.

Amelia le sonrió, y él hizo una mueca y retrocedió el coche para


llevarlos a casa.

—¿Qué? —preguntó, irritado.

—¿Cómo besa?

Jonah suspiró y se permitió disfrutar de esa parte.

—Exactamente como parece que él besaría. ¡Como un maldito dios!

Maldición. Toda su vida, él, su madre, su padre... todos vivían para


hacerla reír. Atesoró su risa mientras conducían a casa en la oscuridad,
pero al mismo tiempo, anhelaba con nostalgia un beso más.

***

La tienda de cómics resultó ser una gran chupadora de tiempo,


pero demasiado cara para el gusto de Jonah. Vagaron por los pasillos,
miraron las obras de arte y hablaron al azar sobre Marvel vs. DC.

—Ojalá vendieran manga o yaoi —suspiró, mirando el último


número de Batman. ¡Dios, el Caballero de la Oscuridad estaba realmente
oscuro! Mirando de reojo, chocó los hombros con Ethan. Era un
experimento. Ethan le devolvió el golpe, y él tomó nota mental de ello.

—Hay una tienda de libros usados en Roseville que tiene montones


de ellos —dijo Ethan—. Tal vez podamos ir el jueves.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 197 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿No mañana? —Jonah se inclinó hacia él, aparentemente para


poner el cómic en el estante, y no se sorprendió cuando Ethan se inclinó
hacia su espacio. Interesante.

—No, mañana voy a ir de compras con los chicos del trabajo. Chase
volverá del hospital en dos semanas, y Tommy quiere hacerle una fiesta
de bienvenida. Es importante. —Ethan cogió un cómic que aún estaba en
el envoltorio. El resplandor del celofán oscureció los brillantes púrpuras
y rojos, así como el título, y Ethan deslizó la punta de sus dedos por la
superficie. Se arrugó bajo sus dedos en un punto y lo hizo de nuevo,
sonriendo inconscientemente cuando golpeó ese punto una y otra vez.

—Bien. Bueno, estoy libre el viernes, ¿podemos ir el viernes?

Ethan pensó por un segundo y continuó arrugando el celofán.


Jonah puso su mano sobre las suyas, sólo para calmarlas, y Ethan se
detuvo y sonrió, pareciendo un poco avergonzado.

—Sí —dijo—. Después de mi entrenamiento. Oye, ¿quieres que


hagamos ejercicio juntos? ¡Eso sería genial!

Jonah hizo una mueca.

—Sí, uhm. No.

—¿No? —Ethan volvió a poner el cómic en su sitio, tocando ese


punto con nostalgia, y se alejó—. ¿Por qué no? Hago ejercicio con mis
chicos del trabajo, son realmente increíbles, y...

—Y todos son modelos, Ethan —explicó Jonah pacientemente—. Y


yo no lo soy. Tengo piernas flacas, un pecho hundido y un estómago
blando. Tal vez no pueda ponerme en la misma habitación con todos tus
amigos guapos, ¿vale?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 198 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan lo miró fijamente por un segundo y luego se ruborizó.

—Uhm, sí —dijo, pareciendo excepcionalmente incómodo—. Sí. Te


recogeré para el almuerzo, entonces. —Se alejó un paso, y luego tres, y
luego se movió hacia el otro pasillo.

Jonah dejó escapar un suspiro. Dios, era tan difícil de leer a veces.
Pero si tenía que adivinar, diría que había herido los sentimientos del
tipo, y esa no había sido su intención en absoluto.

Lo mencionó en el coche mientras Ethan lo llevaba a casa.

—Yo... no quería parecer un imbécil —dijo, preguntándose si este


tema podría ser más incómodo—. Yo... quiero decir, todos se ven tan bien
como tú. Tommy, Dex, ese chico Kane que está obsesionado con las
malditas serpientes. Yo sólo... ya sabes. Quiero decir, preferiría ir a mi
gimnasio e intentar no avergonzarme allí.

Ethan gruñó.

—Debes pensar que todos somos bastante superficiales, Jonah.


Ojalá lo fuéramos. Quiero decir, desearía que los cuerpos bonitos fueran
lo único que importara. Eso haría la mierda más fácil.

Jonah lo había observado cuando sus amigos iban. Se colgaba


sobre sus hombros, les daba abrazos, y generalmente se apilaba encima
de ellos como un cachorro. Pero con él, cada toque era un vals cuidadoso.
Jonah tocaba, Ethan devolvía el toque, pero no antes. Era como si
mantuviera una distancia respetuosa o algo así. Jonah había estado
practicando, entrando en el espacio de Ethan, viendo si podía conseguir
que se quedara. Vale, entonces serían amigos. Jonah quería ser uno de
los amigos a los que se aferraba, uno de los amigos a los que abrazaba
por la espalda y que le clavaba la barbilla en un hombro tierno. Jonah

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 199 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

quería ser un amigo cariñoso, y pensó que tal vez el cuerpo bonito era el
boleto de entrada al club.

O lo había sido.

—No —mintió Jonah, sintiéndose estúpido e inexperto y como si


hubiera hecho demasiadas suposiciones—. Bien, sólo quiero saber qué
se necesita para estar en tu club.

—¿Mi club?

—Sí. El club 'Ethan toca a todo el mundo excepto a Jonah'.

Ethan se acercó a un semáforo y puso una mueca.

—Los conozco desde hace tiempo —dijo—. Nosotros... trabajamos


en un trabajo en el que tus límites físicos se comprometen muy
fácilmente, así que simplemente no los tenemos. No... quiero decir,
especialmente después de la otra noche, no quiero que te hagas una idea
equivocada.

—Oh Dios mío, el gran Ethan… oye, ¿cuál es tu apellido? De todas


formas, Ethan, sin apellido, ¡me ha tocado! ¡Puede que tenga sexo!

Sí, Jonah sabía que estaba siendo defensivo y mezquino. No,


parecía no poder controlarlo.

—Costa —murmuró Ethan—. Ethan Costa. Y si no quieres pasar el


rato, lo entiendo...

—No dije eso. —Dios, Ethan se había convertido en un verdadero


punto brillante. Era divertido y cálido, y amaba todo lo que él amaba, y
por primera vez en su vida, sintió que esas cosas no lo hacían un
perdedor insufrible. Si no seguía intentando que le gustara el teatro
musical, sería el amigo perfecto, e incluso eso lo hacía perfecto, porque

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 200 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

significaba que tenía conocimientos que él no tenía, y Jonah vivía


consciente que todo su mundo se había reducido de todos los lugares a
los que había soñado ir de niño, a PetSmart, al apartamento de su madre
y a Sacramento, que no era una parte especialmente grande del mundo.

—¿Y luego qué?

Jonah suprimió un suspiro. Dios. No había nada que pudiera decir


aquí. Era como hacer la rumba a través de un campo de minas.

—Yo sólo... no lo sé. Quiero saber qué tienen tus amigos que yo no
tenga... ¿Cómo llegas a estar en el círculo íntimo de los amigos de Ethan
que recibe el gran abrazo? Porque en serio, ¡quiero participar en algo de
eso!

Ethan se rió entonces, y fue un sonido amargo y doloroso.

—Sí, tienes razón. Todos necesitamos algo de eso. Veré lo que


puedo hacer.

Pero dejó a Jonah sin apenas un apretón de manos, y el pecho de


Jonah le dolió miserablemente durante los dos días siguientes.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 201 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 6
Mantenerse alejado de las
cosas peligrosas
Ethan le hizo una mueca a Dex pidiéndole disculpas. No había otra
forma de decir que lamentaba haberle causado horas de trabajo extra
porque quería sentir las sacudidas del teléfono.

Lo dijo otra vez.

—Lo siento.

Dex se pellizcó el puente de su nariz y respiró profundamente,


luego miró alrededor del vestíbulo de los Johnnies a Tommy, Donnie y
Kane. Habían estado jodiendo en el vestíbulo cuando Ethan había
presionado accidentalmente el botón de radio en el teléfono...por lo que
todos los reportajes y sus gritos de ¡Joder, apaga eso! se habían
convertido en dos videos pornográficos. Dex iba a tener que editarlo.

Mierda. Ethan ni siquiera quería mirarlo. Dex hizo una mueca a


todos ellos y gruñó algo sobre los monos que tiran caca, y Kelsey puso su
mano en el hombro de Ethan, y él pudo mirar hacia otro lado.

—No estará enojado mucho tiempo —murmuró Kelsey—. Estaba


teniendo una especie de día, ¿sabes?

Ethan miró a Kelsey, su recepcionista de mejillas de manzana, toda


una chica americana. La habían contratado unos meses después que al
propio Ethan; aunque solía hacer cosas como perder las llaves del coche

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 202 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

en la oficina y joder el sistema de sonido cuando no debía, le gustaba


disculparse con galletas, y siempre sacaba los cheques de pago a tiempo.

Y nunca, nunca, nunca hacía sentir incómodo a ninguno de los


chicos con el hecho de que iban a estar desnudos y teniendo sexo una
vez que pasaban por la oficina.

—Tú también pareces que lo estabas —dijo Ethan en voz baja, y


ella hizo una mueca e introdujo cuidadosamente bajo sus ojos una de
esas toallitas que Belladonna usaba cuando intentaba no manchar su
maquillaje.

Lo cual era gracioso porque Kelsey no usaba ninguno.

—Sí —suspiró—. Es... Dios. Sabes, Ethan, a veces la vida te lanza


una bola curva, ¿verdad? —Se detuvo y cambió de tema antes que él
tuviera tiempo de responder. La mitad de las veces que le había pedido
un favor a Dex, más espacios en la agenda, ayuda para encontrar un
apartamento, cambiar sus carnets de emergencia, Kelsey había estado
en la habitación. El día después de salir de casa, había entrado a hablar
con Dex en la oficina de atrás, y cuando salió, Kelsey había corrido al 7-
Eleven de enfrente a por galletas para que se sintiera mejor—. Por
supuesto que lo sabes —dijo en voz baja. Sonrió entonces, cansada pero
no derrotada, y él se levantó para devolverle la silla de la oficina. Le ofreció
un abrazo mientras estaba de pie, y ella lo tomó sobre él, y él le besó la
parte superior de la cabeza y dejó que se acurrucara.

—¿Es esto una ventaja? —le preguntó—. ¿Puedes trabajar con


todos los gays y mientras tanto recibes abrazos gratis?

—Mm... —murmuró contra su pecho—. Debería ser... deberían


ponerlo en el anuncio de reclutamiento.

Ethan se retiró y la miró.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 203 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Hay un anuncio de reclutamiento?

Kelsey retrocedió y se encogió de hombros.

—Lo habrá si Dex alguna vez necesita contratar a otra de mis


compañeras.

Ethan frunció el ceño, porque no le gustaba pensar en el lugar sin


Kelsey, y luego vio que sus chicos se iban sin él. Pasó por delante de Dex
dándole a Kane lo que parecía un toque amistoso, y luego saludó a Kelsey
mientras seguía a Tommy por la puerta. Se fueron a planear la fiesta de
bienvenida de Chase. Diablos, esa era la razón por la que se encontraron
en Johnnies en primer lugar.

***

—¿Y cuál es el plan? —dijo Tommy que a su lado.

Ethan raspó la etiqueta de los platos de papel pastel con su uña


del pulgar.

—La tienda de Hallmark era mejor —dijo Ethan críticamente—.


Target es sólo... no lo sé. Más pegajoso.

—Sí… Hallmark tiene más clase. Tenemos que sentarnos,


almorzar, y hacer un esquema para la próxima comida...

—¡Jesús, Tango, eso fue casi organizado!

Tango hizo una mueca. Antes de Chase, había sido más artístico
que organizado. Dex convocó a la gente para ayudar a Tommy a pintar
su casa, y cuando resultó ser todos esos colores locos, Tango descubrió
cómo tenían sentido.

—Sí, bueno, voy a vivir con el Sr. Planea tu vida, ya es hora.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 204 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

La sonrisa de Ethan fue amable. Chase parecía estar mejor la


última vez que lo visitó, de una forma que Curtis nunca había estado.
Había una serenidad en él, una fuerza tal vez, que provenía de saber que
podías quebrarte y saber que no debías dejarte hacer eso de nuevo. Cada
vez que había visitado a Curtis en los últimos años, Curtis siempre estaba
buscando, mirando más allá de las puertas de la institución al lugar que
podría liberarlo. Tal vez Chase había encontrado la libertad con Tommy,
eso sería algo realmente maravilloso.

—Bien, entonces nos sentamos, comemos, planeamos un poco


más..

—Esquivaste totalmente la pregunta, imbécil. ¿Cuál es el asunto


entre Jonah y tú?

—¿Jonah y yo? —Se dio cuenta que estaba fingiendo sorpresa—.


Nada. Nada. Vimos una película y fuimos a la tienda de cómics. Es un
buen chico...

—¡Es mayor que tú!

—Es virgen —dijo Ethan seriamente, y justo ahí en Target, Tommy


le dio un golpe en la parte posterior de la cabeza.

—¡Tú también, imbécil! —Y luego se dio la vuelta y se fue,


murmurando sobre encontrar a Donnie y salir de allí antes que Kane
comenzara a balancearse de las lámparas.

Ethan lo vio irse, alisándose el pelo y entrecerrando los ojos en una


completa confusión.

—¿Qué demonios significa eso? —murmuró, y Kane se acercó a él,


con las manos llenas de muñecos de hilo de diferentes colores con rasgos
pegados hechos de fieltro—. ¿Y qué demonios son esas?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 205 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—No lo sé —dijo Kane, y le dio uno a Ethan—. Pero son muy


suaves. ¿Qué significa qué?

Ethan tomó uno de los muñecos de hilo, una monstruosidad de


ojos en púrpura, negro y verde, y comenzó a frotarlo entre sus dedos. Era
suave. Dios, era suave; era colorido; podía sentir los golpes individuales
del fieltro en el hilo—. Toma —dijo, —dame el resto de esos. Sígueme a la
ropa de cama, necesito sábanas y un edredón.

Kane era como él… incómodo con la vida de los demás. No preguntó
por qué Ethan necesitaba esas cosas, sólo lo siguió. Pero la cosa que
Tommy dijo… eso le preocupaba.

—¿Qué quiso decir Tommy cuando dijo que..?

—Dijo que yo era virgen.

Kane se detuvo en medio de Target y comenzó a reírse.

Ethan se dio la vuelta, alarmado por su cara roja y la forma en que


no parecía ser capaz de recuperar el aliento, pero Kane le hizo señas para
que lo dejara, y Ethan se alejó disgustado. Finalmente encontró ropa de
cama, y estaba de luto por las sábanas de Star Wars, que se veían bien
pero tenían un número de hilos de mierda y mucho poliéster, por lo que
se sentían como una mierda, cuando Kane se acercó a él.

—Sí, son geniales, pero estas... —Sostenía un conjunto de tamaño


queen con un edredón negro y muchas formas brillantes y asimétricas en
colores sólidos que bailaban en la parte superior.

Ethan sonrió apreciativamente.

—¡Precioso! Aquí, ¿tienen...? sí. Sábanas, fundas de almohada, ¡la


enchilada entera! —Desabrochó la bolsa y acarició el número de hilos,

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 206 ~


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sonriendo a la textura—. Impresionante. Gracias, Kane. Toma. Yo


también me llevo estos. —Empujó el puñado de muñecos de hilo hacia
Kane y agarró el juego de edredones—. Iremos a comprar esto ahora para
que Tommy no tenga que esperar.

—Sí, el tipo no tiene nada de paciencia. Y esa cosa de virgen... —


Kane agitó la cabeza—. Quiero decir, amigo, los he jodido a ambos y me
lo han devuelto a cambio. ¿En qué demonios estaba pensando?

Ethan se encogió de hombros. Todavía estaba perdido.

—He estado saliendo con este chico de la tienda de mascotas. Él...


quiero decir que es literalmente virgen. Y Tommy me preguntaba qué
estaba haciendo, y yo dije que era virgen, y Tommy dijo 'Tú también', y
entonces me diste muñecos de hilo. Ahora ya sabes la historia.

—Huh. —Llegaron a la caja registradora y pusieron las cosas de


Ethan en el mostrador para que la chica aburrida las revisara. Kane
acarició una muñeca de hilo con forma de rana—. Eso es raro. Me
pregunto si quiso decir algo más con eso.

—¿Cómo qué?

—Como, no sé. Tienes gente que nunca ha montado en montañas


rusas, y son vírgenes de las montañas rusas, ¿verdad?

Ethan lo miró con dudas.

—Estoy bastante seguro que este chico se ha subido a una


montaña rusa.

—Sí, pero ¿lo has hecho?

—¡Sí, he montado en una montaña rusa! Mira, ¿podemos dejarlo?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 207 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Dejar qué? —Donnie se acercó a la izquierda de Ethan, su pelo


rubio brillante era tan molesto que la chica miró hacia arriba para verlo.
Estaba bebiendo un café, y Ethan miró hacia el Starbucks adjunto y
pensó que tal vez ahí es donde Donnie había estado esperando.

—Tommy cree que podemos devolverle a Ethan su tarjeta V —dijo


Kane seriamente, y Donnie escupió su café por todo Ethan.

Ethan miró a Kane, que se estaba volviendo loco, y a Donnie, que


tenía una servilleta en la mano e intentaba limpiarlo, y dijo:

—Esta es oficialmente la conversación más tonta que he tenido


nunca. Salgamos de aquí y vayamos a comer.

Kane había dejado de reírse cuando llegaron al Hard Rock para


almorzar, y para el caso, también lo hizo Tommy.

No fue hasta que se asentaron y Ethan se dirigió al baño para tratar


de sacar el café de Donnie de su chaqueta de cuero que Tommy se excusó
también y trató de explicar.

—Aquí —murmuró, limpiando la mancha de café con un pañuelo


húmedo—. Jesús, ¿no podías haber esperado a hablar conmigo en vez de
intentar hablar con todo el maldito mundo?

Ethan se paró y jugó con la cremallera de su chaqueta.

—Fue algo inesperado, ¿sabes?

Tommy gruñó y se alejó.

—Mira, ¿alguna vez te has acostado con alguien que realmente te


importa, en privado?

—¡Eh, es mejor de lo que pensaba!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 208 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Responde a la pregunta, Ethan.

Ethan apartó la mirada del hombro ligeramente más limpio de su


chaqueta y se dirigió a los brillantes ojos oscuros de Tommy.

—No —admitió, esperando que Ryane lo perdonara.

—Bueno, entonces, eso es lo único que no has hecho en la cama, y


es probablemente lo más importante. Así que este chico, este virgen, con
el que crees que sólo estás pasando el rato, cree que eres un dios, y te
estás... no sé, encariñando. Y qué va a pasar cuando descubra que eres
un dios, eres un dios del porno, y él es todo, 'Ooh! Dios del porno, ¡fóllame
ahora!' y tú eres todo, 'Pero soy Ethan y me gustas!'

La dolorosa revelación de Jonah de por qué no querría entrenar con


Ethan y sus amigos aún le roía el pecho.

—No tiene tanta autoestima —dijo, su estómago se agitó


amargamente.

Tommy gruñó.

—Me di cuenta de eso. Lo juro, durante mi primera semana, pensó


que lo iba a morder. De todos modos, muy bien. ¿Y si las cosas van bien
y no guarda el dinero de su cumpleaños para que se lo folle Ethan, el dios
del porno, cuál es su otra opción?

Ethan se enderezó y miró a Tommy indefenso. El baño era uno de


esos pequeños lugares oscuros con el borde pintado como un granate, y
daba la ilusión de ser más pequeño de lo que era. Parecía que Tommy era
la única persona del planeta a la que Ethan podía aferrarse, y Tommy
suspiró y extendió sus brazos y dejó que Ethan hiciera eso.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 209 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Tal vez me equivoque —suspiró mientras Ethan se aferraba a su


comodidad—. Esperemos que lo haga, ¿de acuerdo?

Ethan asintió y lo abrazó más fuerte, y pensó que tal vez podría
irse con algo de esperanza.

***

Después de unas cuantas paradas más, los intrépidos


organizadores de la fiesta terminaron en la casa de Dex, de la que Kane
tenía una llave. Era un lugar agradable, con mucha madera caliente,
muebles cómodos, un gran televisor y una alfombra. Kane parecía
conocer el lugar y les dijo que se quedaría allí para devolverle la llave a
Dex, lo que fue muy amable.

Había algo, sin embargo. Cuando todos se fueron, Donnie primero,


Ethan después, Ethan se dio la vuelta y vio a Kane poner la pizza que
habían pedido en un pequeño plato y ordenar la cocina, y Ethan pensó
que se veía increíblemente doméstico. Como Kane era un psicópata
musculoso con una sonrisa malvada y un remiendo de alma, doméstico
debería haber sido un poco exagerado, pero no lo fue.

Escuchó a Tommy diciéndole que a menos que tuviera sexo con la


persona que quería, en privado, entonces todavía era virgen, y se dio
cuenta: Kane era un dominador sexual en el set de porno, y un amor y
un tonto fuera de él. Pero aquí, en la cocina de Dex, y antes, cuando todos
se encontraron en Johnnies antes de irse, Kane parecía... inocente. Hubo
un momento en Johnnies en el que Dex se acercó a Kane y le hizo un
gesto en el pelo, y por ese segundo casi fue... Casi fue uno de esos gestos
dulces que se ven en las películas, en los que el interés amoroso mayor
toca la mejilla de la chica con un nudillo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 210 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan recuperó el aliento y cerró la puerta y pensó que tal vez Dex
y Kane, que entre los dos probablemente se habían tirado a toda una
ciudad llena de tíos, habían recuperado sus tarjetas V. Y que tal vez, con
Jonah, él también podría.

Era una idea ridícula.

No, Dex y Kane... en realidad parecía que encajaban. Pero que


Jonah fuera lo suficientemente fuerte... o se preocupara por él lo
suficiente... para ver a través de una cosa así…

Ethan tendría que contentarse con ir a leer cómics con el tipo y


dejar las cosas soñadas para sus hermanas, que se convertirían en
personas totalmente nuevas.

Ya lo había hecho una vez. No creía que tuvieras una segunda


oportunidad de tener segundas oportunidades.

***

Viajó con Tommy y dejó su coche en el garaje.

Tommy era, en ese momento, la única persona que sabía dónde


estaba su nuevo apartamento amueblado, lo que era agradable porque
era un lugar un poco sombrío.

Se sentaron fuera del edificio de apartamentos de aspecto genérico


en el centro, y Tommy sacudió la cabeza.

—No tienes que hacer esto, sabes.

—Claro que sí —dijo Ethan de manera uniforme—. Donnie y tú van


a reunirse en su casa después de visitar a Chase. Donnie necesita dormir
en el sofá.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 211 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Podría despejar el cuarto de pesas y conseguir una cama —dijo


Tommy incondicionalmente, pero Ethan escuchó la reticencia en su voz.
Sí. Después de un año de estar en una relación mientras Chase vivía con
su novia, lo quería para él solo.

—No —dijo Ethan, tratando de no pensar en el sofá de vinilo barato


y el colchón abultado y la alfombra beige—. Está bien. Tendré mi ropa,
puedo cagar en el baño todo el tiempo que quiera, será genial.

—Me gusta el edredón que tienes —dijo Tommy, sonriendo


débilmente.

Ethan asintió, tratando de trabajar con algo de entusiasmo.

—Yo también... tiene el arco iris, ¡será genial! Una vez que
encuentre un lugar real para vivir, encontraré otras cosas.

—No sé, esas feas muñecas de hilo, tienen carácter.

La sonrisa de Ethan estaba llena de dientes y ojos ardientes.

—Gracias —dijo, su voz era gruesa—. Toma. Déjame sacar mis


cosas de la parte de atrás del coche.

Saltó, y Tommy abrió las puertas y puso el freno de mano. Para


cuando Ethan sacó su bolsa de la parte de atrás, Tommy estaba de pie
frente al auto, listo con los brazos abiertos. Ethan lo abrazó como si le
estuviera salvando la vida. En cierto modo, lo había hecho. Era todo lo
que Ethan iba a tener hasta que visitara a Chase a la mañana siguiente.

Tommy lo besó en la mejilla y le dio una palmadita en la espalda, y


Ethan le dijo:

—Nos vemos en un rato. Hazme saber qué más tenemos que hacer
para la fiesta, ¿vale?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 212 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí, claro. ¿Cuándo es tu próxima escena?

Dex le había dado dos al mes. Para empezar, la lista estaba vacía
sin Chase y Tommy. Por otra parte, bueno, Ethan le había dicho, con una
pequeña y dolorosa voz, que necesitaba el dinero. Era la única mentira
que le había dicho a Dex, que había sido jefe, mentor y hermano mayor,
todo en uno. La verdad tenía menos que ver con el dinero y más con lo
que él sabía que iba a pasar cuando bajara por el sombrío y nebuloso
camino de hormigón.

Su apartamento estaba en el piso de abajo. Si hubiera sabido algo


sobre apartamentos, habría pedido un piso superior, porque había oído
a los chicos de la fraternidad de arriba dando fiestas las últimas tres
noches. Había pensado en subir a conocer gente, pero luego lo pensó de
nuevo: Muy bien. Un encuentro al azar. Sí, claro, tenía sexo por dinero,
pero al menos conocía a esa gente, trabajaba con ellos, pasaba el rato y
tomaba café. La idea de subir y conocer a un extraño y luego dejar que lo
tocaran... Se estremeció. Era repelente. Necesitaba que lo tocaran, pero
tenía que ser un toque cálido. Dex nunca le dejaría tocar a un tipo que le
hiciera sentir frío y explotado. Ethan había pedido específicamente nunca
trabajar en una escena con Scott, Scott era el ex-novio de Dex, y Dex lo
había hecho así.

No.

Ethan obtendría su sexo en Johnnies, donde estaba a salvo, y su


geek de Jonah, que dejaría de mirarlo como si fuera un dios
eventualmente, y después de Navidad, encontraría otro lugar.

Sacudió la llave en la cerradura barata y la puerta se abrió. La


pared bloqueaba su derecha, la sala de estar y la cocineta estaban a su
izquierda, y el dormitorio estaba justo enfrente. Sobre el colchón vacío
estaba el saco de dormir que le había prestado Tommy, junto con la

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 213 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

almohada que había comprado en la farmacia cuando venía de casa de


Tommy, con toda su ropa en el maletero del maldito híbrido.

El sofá de cuero marrón barato tenía rasgaduras que habían sido


pegadas con cinta adhesiva, y el asiento del amor34 a cuadros verdes y
marrones olía a pie de atleta. Las paredes blancas y duras hacían que el
apartamento pareciera más pequeño y más estéril que la oficina de un
médico, y él cerró la puerta y prácticamente corrió al dormitorio para
hacer la cama con su nuevo edredón y sus sábanas. Cuando terminó,
colocó las feas muñecas de punto, con sus colores chillones y llamativos,
y respiró hondo.

Sí. Eso resultó. Pasó los siguientes diez minutos sacando la ropa
de su maleta y poniéndola en la cómoda de aglomerado barato y
volviéndola a sacar cuando vio un bicho. Compraría algunas trampas
para insectos y algunos revestimientos para la cómoda mañana. Todo
estaría bien.

Rescató su ordenador y sus DVDs, y el apartamento tenía Wi-Fi, y


se compró una botella de dos litros de Coca-Cola y una bolsa grande de
M&M's con cacahuetes del supermercado esa mañana. Cuando terminó
de redecorar, se puso la parte de abajo del pijama y su camiseta favorita
y se puso el edredón en el regazo. Luego se sentó en su cama frente a su
computadora y vio Teen Wolf, temporada dos, en Netflix hasta las dos de
la mañana, cuando el refresco se acabó, había orinado por última vez, y
absoluta y positivamente no podía mantener sus ojos abiertos por un
minuto más.

Cuando terminó de limpiar la cama y cerró la computadora, se


acurrucó bajo las mantas por unos quince minutos, esperando que el frío

34 Sillón de dos cuerpos.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 214 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

del departamento desapareciera tan pronto como su cuerpo calentara las


sábanas.

Cuando se quedó dormido, seguía esperando.

***

Al día siguiente, después de haber ido a entrenar y visitar a Chase,


se detuvo y compró algunos artículos de limpieza y trampas para insectos
y algunos carteles y cosas para sus paredes. Se preguntó qué había hecho
su madre con todas sus cosas, y pensó que debería enviar un mensaje a
sus hermanas con su nueva dirección.

Belladonna fue la única que respondió.

Gracias, Ev. Es bueno saber que encontraste el camino.


Mudaremos a Danni en dos semanas, pero el resto de nosotros tiene
todas sus cosas aquí.

¿Mamá te dejó ir?

Un día trasladamos todas nuestras cosas mientras ella no


estaba. No ha contactado con ninguno desde entonces.

¿Crees que lo hará?

No podemos permitirnos preocuparnos, no por un tiempo.

Evan pensó que probablemente tenía razón. ¿La idea de hablar con
su madre ahora, cuando se sentía como una mierda de todos modos? No.
Pasarían meses u años antes que pudiera intentar arreglar ese agujero.

Lo entiendo. ¿Me puedes dar tu dirección?

Hubo una pausa muy larga.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 215 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Allie dice que no. Los servicios sociales están encima de


nosotros como un bicho feo.

Está bien. Gracias. Hablaremos más tarde.

Ev, sabes que te queremos, ¿verdad?

Adiós.

Él medio esperaba que ella explotara su teléfono entonces, pero no


lo hizo. Fue él y este apartamento de mierda y el resto de la segunda
temporada. Eso estuvo bien. Cuando terminara con Teen Wolf, tenía
Warehouse 13, Alphas, Eureka, Cowboy Bebop, Juego de Tronos y
Bleach.

Y luego estaba el teatro musical.

Estaría bien hasta su próxima escena, ¿verdad? Y tenía a Jonah


mañana. Eso sería bueno. Recogería a Jonah a la mañana siguiente.
Podrían ir a almorzar. Trataría de ser más natural a su alrededor, tal vez
abrazarlo, ¿bien?

Se deslizó en la cama y abrazó a sus muñecas de hilo, la cara de


Jonah bailando detrás de sus ojos. Jonah tenía labios suaves y llenos,
ojos grises gigantes y cabello rubio arenoso. Su piel se veía tan suave, y
su cabello era rizado y probablemente suave, y a pesar de las quejas de
Jonah sobre su cuerpo, Ethan pensaba que era delgado y atractivo.
Quería sentir los pequeños músculos definidos bajo su suave piel, y
quería ver cómo era su estómago mientras estaba tumbado de espaldas.
¿Acaso tendría una hendidura bajo las costillas? ¿Tendría pecas?
¿Pequeños lunares planos? ¿Esas marcas de bronceado que tanto le
gustaban? ¿Tendría los pezones rosados o ese sorprendente color
ciruela? ¿Sería el pelo de su ingle de color arena, como el pelo de su
cabeza, o sería de color marrón más oscuro? ¿Tendría definición en sus

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 216 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

muslos, o serían suaves y flexibles mientras Ethan se deslizaba entre


ellos y le lamía desde el ano hasta la punta de su (¿largo? ¿corto? ¿gordo?
¿fino? ¿torcido?) pene?

¿Qué clase de ruidos haría mientras lo bordeaba, lo estiraba y lo


lubricaba y luego se hundía en su cuerpo y empezaba a acariciarlo?
¿Dolería? Ethan podía hacer que no doliera, era bueno en eso. Podía
apaciguarlo y besarlo, tragando sus sonidos y asegurándose que cada
gemido era porque Jonah lo quería, sería maravilloso con él, veneraría a
Ethan por darle el toque, la gentileza, la espalda arqueada, el gemido de
placer, la sensación y el escalofrío, el empuje y la venida...

Ethan amortiguó su sonido contra la palma de su mano mientras


se acariciaba la polla con la otra, familiarizado con lo que le llevaría al
espasmo y al clímax pero desconocido con la vergüenza, el bochorno, la
mortificación que siguió.

Se limpió en el baño y trajo una de sus toallas de entrenamiento


para limpiar la mancha húmeda de sus nuevas sábanas. No sabía qué
pensar, cómo sentirse, acerca de llegar en una fantasía cuando esa
fantasía era demasiado inocente para saber lo malo que era que Ethan lo
quisiera en absoluto.

***

Trató de jugar limpio cuando recogió a Jonah de su apartamento.


Se estacionó en el frente y subió las escaleras, tratando de no parecer la
peor pesadilla de una madre.

Qué alivio cuando Amelia abrió la puerta en su lugar, su cara


pálida, dos puntos de color sobresaliendo en sus mejillas y su diminuto
cuerpo envuelto de pies a cabeza en un grueso pijama y una sudadera

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 217 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

demasiado grande, zapatillas, e incluso un sombrero sobre su pelo rubio


arenoso.

Ethan la miró sorprendido al principio, y luego tuvo su primer


momento de preocupación en casi dos semanas por alguien que no fuera
él.

—¡Estás enferma! —dijo, sintiéndose horrible.

—¡Y estás de pie en la puerta! —respondió ella, pero estaba


sonriendo. Ethan entró rápidamente, y ella cerró la puerta tras él y luego
caminó hasta el sofá contra la pared del fondo y se envolvió en la manta
de flores brillantes del rincón.

Miró alrededor por un momento. La pequeña habitación estaba


bastante poco decorada: cortinas florales y unos pocos cuadros en la
pared de lo que Ethan pensaba que eran pinturas de mujeres que
presentaban flores brillantes y artistas impresionistas. Una pequeña
mesa estaba junto a la pequeña y oscura cocina, y Ethan pensó que tal
vez la mejor parte era que no había nada que limpiar. Su propia madre
vendría a casa y haría un inventario de lo que la chica de la limpieza
había hecho mal, y luego se aseguraría que todos los niños supieran qué
decirle que tenía que arreglar. La televisión estaba encendida, el DVR
estaba en pausa. Melly estaba obviamente en medio de algo.

—¿Qué estás viendo? —preguntó él mientras ella tomaba el control


remoto.

—Juego de Tronos. No lo estaba viendo, y luego todos se volvieron


locos por 'La Boda Roja' y me pasé todo el verano poniéndome al día. Ella
le sonrió, sus ojos bailando, y él le devolvió la sonrisa.

—Vaya, no tenía ni idea que estuvieras tan sedienta de sangre. ¡Es


increíble!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 218 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Lo has visto?

—Está en mi lista. La empezaré tan pronto como termine con


Cowboy Bebop.

Amelia suspiró y bajó el control remoto.

—Bueno, diablos, no puedo arruinarte el final. Tendremos que


esperar hasta que mi estúpido hermano termine. ¡Jonah! Saca tu culo.
¡Ethan está aquí! —Sus gritos fueron divertidos hasta que empezó a toser.
Estaba tosiendo cuando se acercó al pequeño nebulizador blanco que
estaba a su lado y lo encendió. El vapor flotó hacia arriba, espeso y con
suerte limpiador, y Ethan miró alrededor buscando un Kleenex. Amelia
cogió un pequeño cuenco que tenía a su lado y escupió en él cuando
terminó de toser, y luego suspiró y se puso de pie. Miró con disculpa a
Ethan y luego bajó por el pasillo a lo que presumiblemente era el baño,
donde probablemente se deshizo del tazón.

Ethan hizo una mueca. Pobre chica.

Luego escuchó la voz de Jonah en el pasillo.

—¡Ameeeeeelia!

—No empieces —dijo roncamente—. ¿Cuándo llegará mamá con los


antibióticos?

Su pregunta fue respondida cuando se abrió la puerta principal.


Ethan se puso de pie apresuradamente cuando una mujer de mediana
edad, delgada y cansada, irrumpió por la puerta principal y la cerró
detrás de ella. Le dio a Ethan una mirada hostil y despectiva y llamó:

—¿Melly? ¿Adónde fuiste?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 219 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Al baño —refunfuñó Amelia, saliendo del pasillo. Ethan tiró de


su manta para que ella pudiera caer en el sofá, y luego la cubrió y se
sentó de nuevo a su lado—. ¿Tienes las medicinas?

—Sí, Melly… ¿Jonah te ayudó con tu tratamiento de respiración?

—Sí. Si hubieses vomitado al menos medio pulmón, estarías


orgullosa.

La madre de Jonah puso los ojos en blanco y se apresuró a entrar


en la cocina, y Ethan pudo oír el chorro de agua.

—Siento que estés enferma —dijo en voz baja—. Espero que no


haya sido porque salimos la semana pasada.

Amelia sacudió la cabeza.

—Tengo mierda constante en mis pulmones —dijo—. Las


infecciones pulmonares son parte del juego. La verdadera diversión son
los antibióticos rotativos. Si tengo suerte, los que trajo mamá
funcionarán. Si no tengo suerte, volveré al hospital mientras me meten
la artillería pesada en las venas. —Suspiró e intentó una sonrisa para
Ethan—. Esperemos que haya suerte —dijo ella con entusiasmo.

Ethan asintió.

—¡Esperaré por ti!

Se rió un poco.

—¿Por qué llegas tarde? Jonah se sintió aliviado porque tuvo que
quedarse en casa conmigo hasta que mamá llegara, pero no dijo por qué.

Ethan lanzó su mirada al pasillo, pero Jonah, lo que sea que estaba
haciendo, no aparecía por arte de magia.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 220 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Estaba abandonando el Folsom Community College —dijo,


tratando de ser tan casual como ella lo había sido con respecto a su
salud.

—Oh, no, ¿por qué? Gracias, mamá.

Ethan levantó la vista y sonrió débilmente a la madre de Jonah,


que lo miraba con una especie de curiosidad cansada mientras le daba a
Amelia una tableta y un vaso de agua.

—¿Dejaste la escuela? —preguntó, preocupada.

—Bueno, sí. Tuve que mudarme, y tengo mi apartamento aquí


cerca de mi trabajo… —oh mierda, no menciones el trabajo— …así que
tendré que volver a tomar las clases aquí el próximo semestre. —No le
había ido mal, y estaba algo avergonzado por eso. Tal vez nada le dio más
aprecio por la universidad que darse cuenta que podría haber ido a una
y apenas estar patinando.

—Qué lástima —dijo la madre de Jonah, cayendo en el sillón frente


a Amelia—. ¿Por qué tuviste que mudarte?

Ethan se levantó abruptamente.

—Larga historia. ¿Jonah? ¿Jonah? ¿Ya estás listo?

—¡Sí! ¡Lo siento, Ethan! —Jonah sacó la cabeza del pasillo y le


sonrió, avergonzado—. Fui un idiota y derribé uno de mis hexágonos de
betas... ¡He estado limpiando el desastre y asegurándome que mi pez está
bien!

Ethan dejó caer de sus hombros una gran pesa de cuarenta kilos,
sólo por ver a Jonah y saber que no lo dejaba solo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 221 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Estás listo? ¿Necesitas ayuda? —¡Oh, por favor, Dios, Jonah, no


me dejes aquí sola con tu madre por otro nanosegundo!

—No, no, ya lo tengo. —Jonah salió vestido como Ethan, jeans y


una sudadera con capucha, sólo dos tipos yendo a la tienda de cómics, y
Ethan dio gracias a un dios misericordioso—. Lamento haberlos hecho
esperar.

Jonah se acercó a su madre y le besó la mejilla, y ella le sonrió y


no le dijo que se veía descuidado o le gritó por hacer esperar a Ethan o
algo así.

—Tengo la olla Crock-Pot conectada, y hay atún y lechuga en la


nevera, con un buen tipo de hummus. Melly comió, pero compré fruta
anoche, así que puede comer eso y algo de queso si tiene hambre antes
que los frijoles estén listos.

La madre de Jonah asintió, parecía tan cansada que Ethan pensó


que probablemente se quedaría dormida en el sillón. En su imaginación
más salvaje, no podía imaginar a su propia madre dándole un beso en la
mejilla y un agradecimiento y luego quedándose dormida en el sillón.

No podía imaginarla siendo amable con el desconocido en su sala


de estar sin darle el tercer grado.

—¿A qué hora llegarás a casa? —preguntó, y Ethan se dio cuenta


que con Amelia enferma, no era realmente una pregunta intrusiva.

—No lo sé, mamá... ¿decidiremos por el camino? —Jonah miró


interrogativamente a Ethan, y Ethan se dio cuenta que no había pensado
en eso. ¡Esto no es una cita, maldita sea!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 222 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Yo, uhm, estaba pensando probablemente a las nueve o diez si


vemos una película o comemos algo. Envíale un mensaje y lo traeré a
casa si lo necesitas.

Vio la sonrisa de la madre de Jonah florecer lentamente en su cara.

—Gracias... eso es bueno. Odio hacer tu día de esta manera, Jonah,


pero...

—Sí, mamá. No te preocupes. —Jonah miró a su hermana, que


saludó irónicamente.

—No se preocupen por mí, sólo estoy esperando que se vayan para
poder ver mi programa.

—No te hagas la listilla, Melly, ¿vale? —suplicó Jonah.

Amelia puso los ojos en blanco.

—Ve a jugar y ten tu no-cita. Tengo que hacer de hongo de sofá. Es


un arte, no una ciencia.

—Y no te olvides de correr en la cinta de correr, ¡incluso durante


diez minutos! —dijo Jonah emocionado, y Amelia suspiró y tosió, y su
madre se levantó de la silla y le hizo señas para que se fuera.

—¡Vete! —se rió, ya que todos estaban cansados, y Ethan lo empujó


suavemente a través de la puerta, pensando que daría su huevo izquierdo
por ser amado de esa manera.

—Podemos volver pronto —dijo, manteniendo su brazo alrededor


de los hombros de Jonah de forma casual.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 223 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah se inclinó hacia él y se dio cuenta que había roto la regla, la


regla de no tocar que había establecido para ellos desde el principio, y
decidió que apestaba como ser humano, pero no iba a retirar el brazo.

Jonah sonrió, tan dulcemente, tan confiado, y Ethan lo apretó un


poco más.

—Gracias —dijo Jonah cuando llegaron al final de las escaleras.

—¿Por qué?

—Por venir a buscarme. Por el abrazo sin miedo.

Ethan no tenía nada que ofrecer ante eso.

—¿Quieres comida? —dijo—. Me muero de hambre, hice ejercicio y


no comí. Vamos a comer algo y luego podemos ir a Roseville o a estos dos
lugares que encontré junto a mi apartamento. ¿Por qué camino quieres
ir?

—El centro de la ciudad es mucho más genial que Roseville —dijo


Jonah. Roseville se había convertido en una comunidad de dormitorios
de Sacramento, y aunque el casco antiguo tenía cierto encanto, gran
parte era centros comerciales de striptease y suburbios.

—Estoy totalmente de acuerdo con eso —dijo Ethan


fervientemente—. Y después de las tiendas de comics, ¡podemos ver si
hay alguna película, cenar algo, y hacer un día!

Jonah asintió, mirando a Ethan como si fuera el Príncipe


Encantador, salvándolo de su día de trabajo en esa habitación sencilla
con gente que lo amaba. Ethan se sintió como un fraude total, porque
sabía la verdad: mejor una habitación sencilla con gente que lo amaba que
una casa lujosa en Folsom sin ningún tipo de amor. Y mejor cualquiera de

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 224 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

esas opciones a lo que tenía al ir a 'casa', y eso era desde su corazón a


Dios.

Se detuvieron en Chevy's por papas fritas ilimitadas y una ensalada


primero, y Jonah pasó la mayor parte de la conversación hablando de
trabajo, incluyendo a Tommy.

—Es como si nunca hubiera escuchado esas pequeñas palabras


sociales, ¿sabes? 'Jonah. Obtener comida para gatos. Ahora'. Después del
trabajo es el mejor tipo del mundo, pero cuando la mierda se pone en
marcha, me sorprende que no termine con una lata de comida para gatos
en la cabeza.

Ethan se carcajeó pensando en Tommy desnudo, acuclillado sobre


su polla en la clásica posición de pasivo, diciendo: ¡Carajo, carajo! ¡Me
encanta! Ethan lo había agarrado de las caderas y había bombeado, y la
felicidad en la cara de Tommy no había disminuido ni un poco su
dominio. El resto del rodaje fue una lección de cómo ser dominado desde
abajo, y fue uno de los más vendidos de Ethan y Tommy.

Pero realmente no podía contar esa historia, lo que era una lástima.
Su afecto por Tommy como amigo y compañero de trabajo no tenía nada
que ver con el tipo de calor que empezaba con extenderse por su pecho
cada vez que veía cómo las cejas de Jonah se arqueaban y sus ojos se
abrían, lo que ocurría cuando se emocionaba por algo: Como lo sexy que
era la voz de Billy Crudup en la Princesa Mononoke. O si Caín era un buen
o un mal tipo en Starfighter. O sus planes de comprar un auto con sus
ahorros dolorosamente acumulados.

—Un auto es bueno en esta ciudad —admitió Ethan—. Todo está


esparcido.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 225 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah estaba asintiendo vigorosamente cuando su teléfono sonó.


Revisó el texto y sonrió mientras el camarero les servía a ambos fajitas.

—¿Qué pasa? —preguntó Ethan, poniendo su servilleta en su


regazo y esperando pacientemente.

—Melly dijo que hizo que mamá llamara a papá para que mamá
pudiera dormir un poco y yo pudiera tener un día. Así que no tenemos
que preocuparnos de que nos llamen temprano.

—Eso fue lindo de su parte... de tu padre también. Así que, ellos...


—Ethan se encogió de hombros—. ¿Hablan y todo eso?

Jonah se encogió de hombros.

—Es... quiero decir, creo que es temporal. Siguen advirtiéndonos


que no pensemos así, pero aún se aman. Se nota.

—¿Entonces por qué la ruptura?

El suspiro del chico hizo que Ethan se estremeciera.

—Melly —dijo en voz baja—. Era... todavía lo es, pero estaba


volviendo loco a papá. Ella no hacía ejercicio, y él gritaba y hacía cosas
estúpidas que realmente dañaban su salud para vengarse de él, y él... —
Jonah empezó a preparar su fajita, pero de manera superficial, como si
no tuviera hambre—. No pudo hacerlo más. Le dijo a mi madre que la
estaba empeorando y que si no conseguía algo de espacio nos odiaríamos
todos. Él... —Jonah dejó la fajita, y Ethan se aseguró que esperaba
mientras Jonah lo miraba a los ojos—. Estaba llorando cuando lo dijo. Se
suponía que no debía escuchar, pero estaba en el baño pequeño, y las
paredes son como papel. Pero de todos modos, no pudo. Se mudó con un
compañero de trabajo en febrero pasado, y han estado fingiendo que no
se aman desde entonces.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 226 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Un sobrio silencio se estableció entre ellos, y Ethan se esforzó por


hacer algo... ¿Poner una mano en su rodilla o en su mejilla, tal vez? Algo
para hacer que Jonah se sintiera mejor.

—Come —ordenó Ethan bruscamente, y para su alivio, Jonah cogió


la fajita y le dio un mordisco—. Así que viene a ayudar... ¿tu hermana ha
mejorado desde entonces?

Jonah se encogió de hombros y tragó su mordisco.

—Ha mejorado en no pelear con nosotros. Creo que espera que si


se endereza lo suficiente, papá volverá a casa. A veces yo también lo creo.

—¿Y luego qué pasa?

Jonah se encogió de hombros y dio un mordisco a su fajita para


ocultar una sonrisa melancólica. No enmascaró el brillo de sus ojos.
Tragó y se lanzó a un discurso que sonaba como si lo hubiera ensayado
en su cabeza.

—Y entonces tendremos un poco más de dinero, y podré conseguir


un coche, e ir a la universidad, y no preocuparme por mi madre, o mi
padre, que parece mayor cada día, y Melly... —Hizo una pausa y tomó un
trago de su soda—. Bueno, Melly no mejora realmente. Es algo genético,
y eventualmente va a necesitar un trasplante de pulmón, y sus riñones
van a querer cerrarse, y...

Ethan sintió que su corazón se rompía un poco. Estaba claro, muy


claro, que la hermana pequeña de Jonah se había convertido en todo su
mundo, y el mundo entero para su familia también.

No pudo evitarlo. Extendió la mano y cubrió la de Jonah y se dijo


a sí mismo que lo haría por cualquiera, y lo haría. Por Dex, Tommy,
Chase, Kane, Digger. Pero se había acostado con ellos, y su cuerpo

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 227 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

conocía el de ellos y su comodidad, incluso en el plató de porno, pero


tocar a Jonah así era...

Diferente.

Apretó su estómago y sus muslos, tratando de suprimir el


repentino y violento rizo del deseo. Este no era el lugar, o el momento, o
la persona...

Jonah le sonrió, una sonrisa clara y completa sin sombras ni


secretos en sus ojos.

—Quiero decir, tengo toda mi vida, ¿verdad? Pero para Amelia,


puede que no sea tanto tiempo.

Ethan apretó su mano y la soltó, y luego se sentó ante sus fajitas,


con cuidado de no mirar esa sonrisa incorruptible.

—Tienes una familia muy agradable —dijo, comiendo


constantemente y manteniendo los ojos en su plato—. No tienes nada de
lo que avergonzarte, siendo tan dedicado.

—¿Ethan?

Ethan agitó la cabeza y llenó otra fajita.

—Sólo, ya sabes. Como dijiste. Aprovecha tu tiempo con la gente


que te quiere así. Quiero decir, tienes una fecha límite, ¿verdad? Pero no
todos piensan en eso, que no tienes todo el tiempo con tu familia para
hacerlo bien.

Jonah no puso su mano en la mano de Ethan, porque Ethan


mantenía sus manos ocupadas con su comida.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 228 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

La puso en la rodilla en su lugar, y Ethan le echó un vistazo. Todo


su cuerpo empezó a gritar toque/sexo/orgasmo y su mente se sumió en
la miseria de saber que de cualquiera, él no era la persona que debería
querer estas cosas de Jonah.

—¿Tienes algún lugar donde ir para el Día de Acción de Gracias?


—preguntó Jonah.

Ethan tragó porque podía responder a esta pregunta.

—Bueno, Chase volverá a casa en unos días, y Tommy dice que si


le va bien con su fiesta de bienvenida, entonces podremos tener el Día de
Acción de Gracias allí. Es un lugar bonito, y bastante grande. Y estoy
seguro que si no lo hacemos allí, lo haremos en casa de Dex, porque ha
tenido fiestas de Año Nuevo allí, nada grande, sólo algunas cervezas,
algunos juegos de mesa, viendo caer la bola. Pero uno de ellos lo recogerá,
así que estoy cubierto.

—Oh. —La cara de Jonah se cayó—. Iba a pedirte que vinieras a la


nuestra, ya sabes. Así… ya sabes… no tenías que hacer esto solo.

Ethan pensó en lo fácil que era con sus amigos del trabajo: todos
sabían lo que hacían para ganarse la vida. Lo habían superado. Podían
hacer todos los chistes verdes que quisieran, y todos lo sabían por las
charlas. Podían colgarse del cuello o de los hombros de los demás, y si
alguien se sentía incómodo, decían: ¡Suéltame, idiota! pero a nadie le
importaba una mierda si eras gay o si eras heterosexual: sólo se tocaban.
Y no había juicio, ni miedo al juicio. Si un tipo traía a su novia, ella sabía
lo que hacía para ganarse la vida.

Y pensaba en una comida como esta, o en el Día de Acción de


Gracias con los padres de Jonah, y en todas las cosas que no podía decir
en la superficie de su cerebro.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 229 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Qué amable —dijo, sonriendo para que Jonah supiera que era
sincero—. Pero no soy el tipo de hombre que quieres que tus padres
conozcan. Me siento culpable por hablar con tu hermana pequeña, como
si fuera a ensuciarla de alguna manera. Tal vez, ya sabes, sólo hablemos
de las tiendas de comics y de cuando estoy con Tommy.

Jonah hizo una mueca, pero no quitó su mano de la rodilla de


Ethan inmediatamente.

—Bien, así que sigues hablando de lo puta que eres —dijo. Le dio
una palmadita a la rodilla de Ethan y volvió a sus fajitas—. Pero nunca
me das un número. Quiero decir, ¿cuántas mamadas equivalen a un
puto? ¿Cuántos tipos tienes que tirarte? Quiero decir, ¿un trabajo de
mano es un manoseo, eso cuenta? En serio... ¿qué te hace más
promiscuo que el chico que conocí en el décimo grado que tiraba trenes
en el baño35?

Él no lo hacía por dinero.

—Mira, dejémoslo —dijo Ethan, recordando ese sabor a auto-odio


que tuvo después que Curtis intentara suicidarse—. ¿Te he contado lo de
la fiesta sorpresa de Chase? Elegimos las tortugas, claro, como tema,
porque Tommy trajo la tortuga a casa, y dijo que la idea de hacerlo animó
a Chase. De todas formas, hay mil cosas que hay que recordar, como que
tenemos un pastel con una tortuga y tazas con tortugas, nunca hice
fiestas para nadie. Tío, no sé cómo lo hacen esas madres de lugares como
Chuck E. Cheese. Hay miles de detalles estúpidos y todos están
preocupados por la comida o no y...

—¿Tu mamá nunca te hizo una fiesta de cumpleaños como esa? —


preguntó Jonah, riéndose—. Quiero decir, incluso después de Melly, mis

35Acto sexual donde una persona practica un oral mientras recibe sexo estilo perrito
de otra.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 230 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

padres se aseguraron que tuviera una fiesta que fuera todo para mí.
Íbamos a todo tipo de lugares... ese era mi día.

—Uhm, no desde que tenía cinco años. Después de eso, tuvimos


una fiesta tranquila en la casa, sólo para la familia. —Un pequeño pastel
de helado, uno o dos regalos que mamá había aprobado. Vagamente,
recordaba su quinta fiesta de cumpleaños con toda su clase, pero eso
había sido una vez, antes de lo malo, y odiaba recordar esa época porque
le enojaba más que mencionaran al estúpido empleado de la escuela y su
pene abusivo.

—¿Por qué? —preguntó Jonah, terminando su segunda fajita—.


¿Qué pasó cuando tenías cinco años?

—¿Has terminado? He terminado. Realmente quiero algo dulce...


oye, tienen una fábrica de caramelos cerca de ese lugar de historietas en
Old Town. ¿Quieres ir allí para el postre?

Las cejas de Jonah se levantaron, sus ojos se abrieron, y su boca,


un suave y rosado pequeño arco de boca, no lleno pero maduro, se
comprimió en un arco.

—Uhm, tengo otra fajita para hacerme.

Ethan asintió y se metió la mitad de su última fajita en la boca de


un solo bocado.

—Bno, ya trmne —dijo con la boca llena, sin siquiera hacer una
mueca cuando crujió un pimiento picante.

Jonah asintió y comprimió esa dulce boca rosada.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 231 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí —dijo antes de dar otro lento y deliberado mordisco a su


fajita—. Claro. Podemos ir allí cuando terminemos en la tienda de cómics,
Ethan. Nada está grabado en piedra.

Ethan sonrió y asintió y terminó con las otras tres degluciones


necesarias para conseguir esa mordida. Su siguiente mordisco fue más
pequeño pero igual de rápido, y se preguntó qué tan rápido tendría que
hablar cuando terminara para evitar preguntas como esa.

—No engañas a nadie, sabes —dijo Jonah con calma antes de


tomar un sorbo de su soda.

Ethan hizo una pausa después de tragar. Dios, esta era una buena
fajita, especiada y con sabor a vino. Odiaba tener que tomarla así.

—¿Sobre qué? —preguntó y se metió el resto de la cosa en la boca.


Se limpió la cara mientras masticaba y se preparó para levantarse y salir
corriendo al baño, mejor aún para tener una excusa para cambiar el tema
de las putas chupavergas.

—Tú, tratando de asustarme con lo zorra que eres y lo feliz que eres
con tu familia. No es ciencia de cohetes, Ethan. Sólo porque lleve mi
propia familia en la manga, no significa que no pueda ver que intentas
esconder grandes partes de ti mismo bajo la fajita.

Oh, Dios.

—Sí, ¿por qué empezar a esconderse ahora cuando todo el puto


mundo ya lo ha visto? —murmuró. Se levantó y se limpió los dedos en la
servilleta, luego sacó su tarjeta y la puso sobre la mesa—. Oye, ¿podrías
darle esto al tipo cuando vuelva? Tengo que mear.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 232 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah no se veía como debería. No se veía resignado, ni molesto,


ni desanimado. Sólo entrecerró los ojos como si Ethan fuera un desafío y
él no estaba acostumbrado a enfrentar desafíos.

Ethan no podía ser un desafío. Llegó al baño y se enjuagó la cara,


tratando de recordar lo que estaba haciendo aquí. Quería un amigo. Un
amigo al que le gustaran los cómics y el anime. Esa era su meta. Su
misión. Tenía todos los amigos para follar, todo el sexo que pudiera
querer. Tenía un lindo y estrecho círculo de personas que lo tocaban
cuando él lo necesitaba...

Pero nadie que le sonriera como Jonah.

Dios. Era tan imbécil. Si no fuera por el hecho que estaría develando
a Tommy en el trabajo, iría allí ahora mismo y le diría a Jonah la honesta
verdad de Dios, y tal vez le firmaría un volante y todo eso. Pero una cosa
era asustar a un chico, y otra muy distinta es que el jefe del chico se
enterara, y sería una forma muy mala de pagar a Tommy por todas las
noches que pasó en su sofá. Y una mierda para Chase también, porque
Chase contaba con que Tommy tuviera un trabajo de adulto y demostrara
que podían hacerlo.

Así que esto iba a tener que ser así. Terminaría este día y lo
convertiría en uno bueno, porque Dios, si alguien se merecía un gran día
fuera, era Jonah, y luego se olvidaría del número del chico.

Volvió a salir y se esforzó por hablar de cualquier otra cosa: Spider-


Man, Superman, Hulk, demonios, cualquier otra cosa, mientras firmaba
el recibo de crédito y tomaba un último trago de su refresco.

Y lo derramó en su regazo.

—Joder —dijo entumecido, mirando la humedad que se extendía


por todos sus vaqueros.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 233 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah tenía la palma de la mano en la boca y miraba a Ethan en


estado de shock.

—Joder.

El camarero salió con unos cinco paños para limpiar a Ethan y,


bueno, tantearlo, lo cual funcionó hasta que Jonah le dijo: —¡Dame eso!
—y le quitó los paños.

Los dos vieron como el camarero, alto y fibroso, pero con pelo
marrón rizado y sonriente, de cara larga, sonreía sin arrepentirse y dio
un paso atrás para dejar que se hiciera cargo.

De repente, Jonah estaba justo ahí, en el espacio de Ethan, y esa


cosa, esa especie de erección que se había estado formando en sus
pantalones con los lentos y seductores movimientos arriba y abajo del
camarero, estaba definitivamente sucediendo con los cortos golpes sin
sentido de Jonah.

—Aquí —dijo Ethan, con la garganta seca—. Yo lo cojo. Vamos a


tener que pasar por mi casa y cambiarnos. Está de camino. No tardará
mucho.

Se puso de pie, y antes que pudiera llegar, sintió a Jonah detrás de


él, limpiando un poco de la soda en su trasero. Se quedó sin aliento, e
intentó no ser demasiado brusco al agarrar el paño. Miró al camarero con
una mueca y le dijo:

—Nos llevaremos esto. Espero que esté bien.

El camarero asintió con entusiasmo.

—Promete que volverás mientras trabajo, Ethan, y por supuesto


usa esos pantalones.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 234 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan lo sintió, el calor le subió del pecho a las mejillas, y le dio


una débil sonrisa.

—Uhm, haré lo mejor que pueda —murmuró y luego se fue del


restaurante.

Jonah trotó tras él, lanzando miradas detrás de ellos.

—¿Acaso lo conocemos?

Ethan se encogió de hombros y miró al frente, viendo su auto en el


estacionamiento y dirigiéndose hacia él como un rayo láser.

—No... debe haber visto mi recibo de crédito. —Dios, eso salió bien.
Por un segundo, mientras subían al auto, pensó en escribir una larga e
involucrada nota de agradecimiento a Chase y Tommy, a Tommy, por
tratar de advertirle sobre lo horrible que sería esto, y a Chase por no ir
por la otra muñeca después de vivir así por un año con su novia. Ethan
no podría haberlo hecho. Después de ver los dos intentos de Curtis, sabía
todos los detalles, no habría sido capaz de coser sus venas con una
máquina de acolchar y medio fardo de seda cruda. Nunca en su vida
había deseado tanto salir de una conversación o un momento o una
conexión personal, y al mismo tiempo, todo lo que quería era aplastar a
Jonah en sus brazos y rogarle que no se fuera.

Se movía en una miseria de silencio incómodo y pantalones


mojados en el camino de regreso a su apartamento cuando Jonah dijo:

—¿Es cierto que Hulk es tu favorito?

Ethan gruñó.

—¿Dije eso? Sí, debo haberlo dicho, así que supongo que sí. Es mi
favorito.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 235 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Umm —dijo Jonah, reflexionando, y Ethan se arriesgó a echarle


un vistazo. Jonah estaba mirando al frente, pero apretó los labios como
si estuviera pensando y sus ojos se deslizaron hacia Ethan.

—Umm, ¿qué?

—Umm, mi antigua profesora de inglés tenía algo con los


superhéroes. Ella solía decir que había arquetipos heroicos en todas
partes, en la televisión, en las películas, en los videojuegos, y
especialmente en los superhéroes de los cómics. Ella tenía... bueno, lo
llamaba el Panteón de los Arquetipos Heroicos de Superhéroes, y cada
superhéroe era un tipo específico de héroe.

Parte de la incomodidad se deslizó mientras el tema fluía sobre el


cuerpo de Ethan como agua caliente.

—Eso es algo genial. Entonces, ¿qué tipo era Hulk?

—Bueno, Hulk era el superhéroe trágico. Verás, porque los


superhéroes trágicos... como sea, son un montón de cosas. Nacen con
todos estos dones, pero tienen un defecto trágico. Y saben cuál es su
defecto, pero no pueden arreglarlo por sí mismos, ¿verdad?

Ethan pensó en eso, royendo su labio inferior.

—Sí, lo sé. Así como, ya sabes, los héroes de Shakespeare...

—¡Sí! —Y Jonah sonaba muy emocionado de que recordara eso,


pero en serio, las obras de Shakespeare eran lo siguiente mejor que los
comics, ¿verdad? Y aparentemente había una razón para ello, lo cual era
genial—. Así que, como Hamlet, o Macbeth o el Rey Lear…

—Dios, espero que sea más Hamlet —dijo Ethan con sentimiento—
. ¡Porque Macbeth, ese tipo era un verdadero cabrón!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 236 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah asintió.

—Sí, yo también preferiría tener el defecto de Hamlet, pero si miras


a Hulk, tiene un defecto...

—Su debilidad física...

—¡Correcto! Y se obsesiona con eso, y lo arregla, pero ahora tiene


un nuevo defecto del que preocuparse...

—¡Su temperamento!

—¡Correcto! ¡Ves, lo entiendes! Y su temperamento suelta su gran


y espantoso defecto trágico, y se desata sobre la ciudad y hace muchos
daños a la propiedad, pero no puede arreglarlo, aunque sabe lo que es…

—¡Es como si estuviera destinado a tener este defecto!

—¿Ves? —La emoción de Jonah bañó la piel de Ethan en lugar de


la incomodidad, y Ethan quiso revolcarse en ella como un cachorro—. Así
que ese defecto va a derribarlo. Ahora, en Los Vengadores, se las arregla
para dominar su defecto, reconoce este defecto en sí mismo y se convierte
en otro tipo de héroe, pero en su forma original, era...

—Era Hamlet, que no podía actuar, y cuando Hamlet actuó, todo


salió jodidamente mal. ¡Vaya! ¡Es increíble! —Y de repente Ethan cabalgó
muy alto, justo con Jonah, y la ola de culpa y de pérdida que sintió al
dejar su clase de inglés se estrelló justo encima de su cabeza—. Me
encantaba el inglés —dijo, casi para sí mismo—. Fue una especie de
mierda dejarlo ir.

Y el silencio incómodo cayó de nuevo con toda la mierda que no


pudo decir.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 237 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Entonces, ¿por qué Hulk? —preguntó Jonah después de un


minuto—. ¿Qué te atrae?

Ethan se tomó un respiro y trató de pensar en la mierda que no le


dolería.

—Porque siempre está tratando de hacerlo mejor, pero incluso


cuando lo ha perdido y no puede hacerlo mejor, no lastima a nadie que
quiera.

—Oh —dijo Jonah, su voz palpitaba con algo que Ethan no quería
oír—. Eso está bien, Ethan... eso dice cosas muy buenas de ti.

Ethan tragó, porque el cumplido significaba algo para él.

—Gracias. ¿Quién es tu superhéroe favorito?

Jonah se encogió de hombros.

—Yo soy del Hombre Araña. Un clásico héroe romántico, una


agenda heroica y personal. Quiero salvar al mundo y a la tía May y a mi
novio. Eso es algo común.

Ethan resopló.

—Eso es condenadamente noble. Necesito salir de tu vida para que


puedas tener un novio.

Jonah suspiró y miró por la ventana.

—Sí, Ethan. Yo soy el que es noble. ¿Este es tu complejo de


apartamentos? —Porque Ethan estaba parando en un raro espacio en la
calle frente al complejo cerca de su apartamento, en lugar de en la parte
de atrás donde estaba el estacionamiento.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 238 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí. Es, uhm... —Mierda. Podía hacer que Jonah se sentara al


frente, pero, bueno, no era un gran vecindario—. Sí. Ven rápido. Es un
basurero. No nos quedaremos mucho tiempo.

Era sumamente consciente de la hierba desarrapada y los arbustos


irregulares que componían el terreno, y de los sonidos de los bebés
gritones, contó tres, que pedían su siesta o que no habían sido cambiados
después de su cagada de la tarde. Sí, la casa de Jonah estaba en el mismo
tipo de vecindario, pero sus padres tenían facturas médicas y una familia.
Él sólo tenía este apartamento de mierda mientras hacía una importante
reorganización de su vida y trataba de averiguar dónde quería vivir
realmente.

Tuvo que luchar con la puerta deformada por la humedad, y


finalmente sólo la empujó con su hombro para que cediera. Llegó a su
apartamento con Jonah pisándole los talones, y lo primero que vio fue la
pila de volantes de Johnnies en la esquina de su dormitorio. Con un
gruñido, se quitó la chaqueta para dejarla caer casualmente sobre ellos
mientras se dirigía a su dormitorio.

Y entonces tuvo un dilema. Porque podía cerrar la puerta y dejar


que Jonah deambulara por el apartamento y recogiera su chaqueta y allí
estaba, atrapado en una comedia, o podía dejar la puerta abierta y
reforzar la maldita intimidad que ninguna cantidad de momentos
incómodos había disipado. Joder. Esto era una mala idea.

—Si cierras la puerta, sabré que tienes algo que esconder —dijo
Jonah suavemente, y Ethan lo miró y frotó el lugar ácido en su abdomen
donde la fajita se burlaba de él.

—Entre tú y el camarero, probablemente ya sabes que estoy


circuncidado —murmuró.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 239 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

La cara de Jonah se puso floja y hambrienta.

—Gracias —dijo—. Ahora tengo algo con lo que soñar. Puedes


transformarte, y eso será el colmo de mi día.

Ethan se rió un poco, asegurando que no era el único que pensaba


que la situación era absurda. La estrella porno, con miedo a desnudarse.
Con un suspiro, rebuscó en los cajones que había forrado el día anterior
y sacó ropa nueva. Los vaqueros eran viejos, gastados, suaves, y le
encantaban porque podía frotar sus dedos sobre las rodillas y sentir el
vaquero deshilachado, casi fibra por fibra.

—No hay problema —dijo y luego fingió que era un rodaje, se volvió
hacia la cama y se desnudó. Se estaba poniendo los calzoncillos, de
espaldas a la puerta abierta, cuando se dio cuenta del silencio absoluto.
Se giró entonces, con los calzoncillos justo hasta los muslos, y vio que
Jonah le miraba con aprecio, con la boca abierta y la lengua entre los
labios.

—Yo... —dijo Ethan, sabiendo que todo su cuerpo se estaba


enrojeciendo. Lo había visto en una película: vergüenza, sexo, y rubor,
continentes gigantescos de piel rosa que marcaban su cuerpo como un
globo. Vio que los ojos de Jonah se le clavaban en el pecho y le llegaban
a la ingle, y de repente la semierección que había estado llevando desde
que Jonah intentó limpiarlo con toallas se convirtió en una completa y
su polla palpitaba y rebotaba—. Uhm —dijo, dejando salir un aliento
tembloroso y subiéndose los pantalones—. Esto es realmente tonto. Es
una tontería, y ahora me doy la vuelta, y tú... tú también tienes que darte
la vuelta.

—¿Como las chicas vírgenes en una pijamada? —preguntó Jonah.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 240 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan sabía que intentaba ser amable, pero su voz estaba sin
aliento y gutural, y su tienda se infló un poco más.

—Uhm, Jonah, lo siento. Yo… ya sabes, aquí, mis pantalones.


Necesito ponerme los pantalones. Los pantalones son una buena manera
de evitar que esto suceda... ¿qué estás haciendo?

—Estoy... wow. ¿Puedo tocar eso? —Jonah había dejado su


chaqueta y se había movido justo en el espacio personal de Ethan.

—¿Mi polla? —chirrió Ethan.

Jonah miró hacia arriba, con los ojos grises y luminosos abiertos y
bailando.

—No, sólo tu estómago. ¿Te depilas?

—Sí, eh, yo… ya sabes, riesgo laboral.

Las puntas de los dedos de Jonah patinaron a lo largo de la parte


baja del abdomen de Ethan, apenas rozando sus calzoncillos.

—Me gustan los senderos felices —murmuró Jonah, y levantó su


sudadera para mostrar una suave franja de pelo color arena que caía
desde su ombligo hasta la cintura de sus vaqueros.

—Sí, bueno, el mío se parece más a un bosque feliz —admitió


Ethan, y luego la mano sobre su estómago se aplanó, frotando en círculos
concéntricos a través de las crestas del abdomen—. Mira, Jonah...

Jonah dejó caer su propia sudadera y llevó esa mano a la boca de


Ethan.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 241 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí. No eres lo suficientemente bueno. Te has acostado con mil


tipos. Deberías alejarte de mí. Está bien. Pero dime la verdad... ¿Estoy
haciendo esto mal? ¿Se siente bien?

Quitó la mano de la boca de Ethan y, usando ambas manos, le


amasó el pecho.

El sonido que Ethan hizo desafió la descripción. Fue un gemido y


un aliento y un suspiro, y cerró los ojos y presionó las manos traidoras
de Jonah contra su pecho para impedir que se movieran.

—Se siente muy bien, Jonah. Mira... Yo... yo... quiero decir, soy
como un jodido pony, ¿vale? Podrías hacer que me corra solo con eso.
Pero... quiero decir, ¡eso no me convierte en alguien que quieras tocar!

Jonah sonrió luminosamente.

—¿En serio? —preguntó—. ¿Podrías llegar solo con eso? —Puso su


nariz en el hueco del cuello de Ethan, y Ethan se estremeció lo suficiente
como para que sus músculos se apretaran—. Es increíble.

Ethan respiró profundamente y dio un gran paso atrás. Soltó las


manos de Jonah y cruzó los brazos frente a su pecho.

—No soy una atracción de feria —dijo un poco desesperado.

Jonah sacudió la cabeza, mirando a Ethan con la cabeza inclinada


hacia el suelo y sus gigantescos ojos grises de príncipe querubín de
Disney mirándole casi tímidamente desde debajo de una frente baja.

—No, Ethan. Eres un hombre magnífico, y por alguna razón,


quieres pasar tiempo conmigo. Y te gusta que te toque. Y obviamente
estás... no sé... dañado de alguna manera, pero sigues tratando de ser

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 242 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

muy amable conmigo. No sé qué pensabas que iba a pasar, pero lo que
pasa es que quiero conocerte mejor.

Ethan se quejó un poco, porque Jonah estaba allí, y se moría por


tocarlo.

—Soy un imbécil —susurró—. Sólo... sólo quería un poco de


compañía, ¿sabes?

—Bueno, sí, ¿no es así como suceden los romances? —Jonah


avanzó sobre él.

Ethan cerró los ojos y suspiró. Piel. Dios, estaba tan hambriento de
la piel de Jonah.

—¿No tuvimos esta discusión en el coche? —dijo—. Si yo soy


Hulk… oh… —Jonah estaba pasando manos reverentes a lo largo de la
parte posterior de su tríceps, y su piel era tan tierna, que era como los
besos de mariposa en su polla. Sólo ese toque le hizo inclinarse hacia el
calor que provenía del cuerpo de Jonah. En cambio, lanzó su cabeza
contra la pared e intentó terminar su trama—. Mi defecto te derribará —
murmuró, y Jonah besó su cuello, a lo largo de sus hombros, su pecho,
cada toque de sus labios haciendo que Ethan se agarrara con más fuerza
a las manos que le sujetaban los brazos.

—Mmm... —Y cualquiera que sea el pensamiento, se perdió cuando


Jonah cerró la boca sobre el pezón de Ethan y tiró.

—OhDiosmío —murmuró Ethan. Enredó sus manos en ese pelo


rizado y exuberante y acercó a Jonah, y Jonah siguió amamantando,
jugando con el pequeño nudo con su lengua y coqueteando con el fino
borde de sus dientes—. ¡OhDiosmío!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 243 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Realmente arrastró a Jonah entonces, porque su polla palpitaba y


su bóxer estaba mojado. Jonah besó el cuerpo de Ethan lentamente,
usando la lengua, y cuando le bajó el bóxer, todo lo que pudo hacer fue
anudar sus dedos en ese pelo rizado, agarrarse y gimotear.

Jonah envolvió su mano alrededor de Ethan como un chupapollas


nato, y Ethan ni siquiera pudo prescindir de una célula cerebral para
pensar en el profesionalismo de los vírgenes masturbadores.

—Gungh... Jonah, ni siquiera... —Mierda. Se examinaba antes y


después de cada sesión fílmica. Sabía que estaba libre de enfermedades,
pero Jonah no tenía por qué poner esa cosa en su...— Oh, Dios.

Jonah tuvo cuidado con sus dientes, casi demasiado cuidado,


porque Ethan estaba acostumbrado a las mamadas descuidadas y de
boca abierta con un borde de rugosidad. Ese cuidado exquisito, esos
labios suaves, el torpe cosquilleo de la lengua... casi se burlaba de él.
Pero el apretón de Jonah... sabía lo que estaba haciendo.

—Oh, Dios —respiró Ethan, cerrando los ojos. Sus manos


temblaban. Quería pellizcarse los pezones, porque todavía le
cosquilleaban de la boca de Jonah, pero sus manos temblaban, y el
agarre en el pelo de Jonah era todo lo que tenía.

Jonah se echó hacia atrás y Ethan miró hacia abajo.

—¿Bueno? —preguntó Jonah con esperanza, y Ethan asintió y se


inclinó para envolver sus manos alrededor de los brazos de Jonah.

—Deberías levantarte —susurró—. Se siente muy bien, Jonah...


pero yo...

Jonah entrecerró los ojos, abrió la boca y le chupó la polla. Era lo


suficientemente grande y ancha como para estirar los labios, y Ethan le

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 244 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

acarició el pelo hacia atrás, escuchándolo tratar de respirar a su


alrededor. Se sentía tan bien, y Jonah... Dios, quería hacer esto, y Ethan
quería ser tocado. Cerró los ojos de nuevo, se apoyó contra la pared, y
sintió la alegría de ello, sin dedos ásperos en sus bolas, sin escupidas a
tientas en su culo, sólo la dulce boca de Jonah y su mano firme y el hecho
que era él, y le gustaba, y pensaba que valía algo, y lo estaba tocando.

—¡Jonah! —suplicó Ethan—. Dios, Jonah, voy a llegar, cariño,


tienes que...

Jonah se lanzó hacia adelante, llevando a Ethan hasta el fondo de


su garganta, y chupó fuerte. Ethan rugió, sollozó, y derramó la amarga y
necesitada venida por la garganta de Jonah.

Escuchó a Jonah tragar deliberadamente, el sonido casi tan


caliente como la sensación de su garganta trabajando, y esta vez Ethan
se las arregló para levantarlo. Inclinó su boca sobre la de Jonah, cerrando
los ojos para no ver la mirada en sus ojos, para no saber si era adorable
o decepcionante o peor. Lo besó, le puso un brazo alrededor de los
hombros y le bajó los pantalones con la otra. Dios, él conocía esta...
reciprocidad. Todos en el set tenían que llegar; era su deber. Jonah hizo
un gemido indefenso y feliz, y Ethan mantuvo los ojos cerrados mientras
llegaba a su raíz y lo acariciaba. Conocía el sabor de su propia venida,
pero sólo había probado a Jonah una vez, y el amargo almizcle de su
propio semen era extraño, abrumador, en su boca.

Jonah gimoteó de nuevo, y Ethan recordó su habilidad, sus trucos,


los ardides de estrella porno: acariciar el frenillo, patinar el pulgar por el
glande resbaladizo, burlarse de la raja con el borde de su dedo. Jonah
hizo un sonido inquieto, y Ethan lo consideró como un amante más
sincero, lo que era impresionante. Se acercó más, le agarró la polla con
más fuerza, la acarició, firme, constante. El cuerpo de Jonah se tensó en

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 245 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

su brazo y su atención se desvaneció de su beso mientras se agarraba,


se sacudía, gemía, y....

Ethan se estremeció cuando el derrame de calor cubrió su mano.


Falló el tiro de aproximación, falló en poder ver, falló en tener la llegada
de Jonah en su cara, en su boca, incluso en su trasero. Dejó que Jonah
se apartara del beso y enterrara su cara temblorosa en su cuello mientras
Ethan le sacaba la mano de los pantalones. Como un niño que se
escabulle con un puñado de caramelos, envolvió sus labios alrededor de
la telaraña entre su pulgar e índice y chupó la crema de su mano.

Cuando abrió los ojos, Jonah lo miraba, inclinándose hacia atrás


para poder concentrarse.

—¿Cómo sabe? —preguntó tímidamente.

Ethan se estremeció y suspiró y le besó la frente.

—Dulce —susurró—. Demasiado dulce para mí.

La visión de Jonah pareció enfocarse, y su mirada hacia Ethan


tenía sombras en ella. Ethan se odiaba a sí mismo por ponerlas ahí.

—Aquí —dijo suavemente, ayudando a Jonah a sentarse en la


cama—. Tenemos que limpiarte.

Primero se levantó la ropa interior, porque su mierda estaba


cayendo, mojada y semierecta en el aire frío del apartamento. Luego fue
al baño, cogió un trapo y volvió y se sentó junto a Jonah. Enrolló un brazo
alrededor de sus hombros y limpió muy suavemente su boca, de donde
se había escapado un poco de semen. Jonah lo miró, con los ojos muy
abiertos, y sonrió un poco.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 246 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Has tragado muy bien —dijo Ethan suavemente, queriendo


hacerle un cumplido pero sintiéndose estúpido. Felicitarlo por los trucos
sexuales... se sentía... barato. O, bueno, profesional—. Tú, ya sabes, eso
estuvo bien. Toma, uhm, quítate los pantalones y te, uhm, limpiaré.

Jonah se levantó y se bajó la bragueta. No llevaba cinturón, pero


los vaqueros estaban ajustados a su culo, así que no necesitaba hacerlo.
Se bajó los pantalones y los calzoncillos y se volvió hacia Ethan casi
desafiante. Ethan lo miró... él también estaba semierecto, brillando con
su corrida. No era enorme, tal vez de quince centímetros, pero era grueso
y perfectamente recto, con una cabeza ancha.

Ethan cerró los ojos, bajó el paño y abrió la boca. Chupando muy
despacio, se metió toda la polla de Jonah en la boca hasta que sus labios
descansaron en la base y el vello color arena de Jonah le hizo cosquillas
en la nariz. Igual de deliberadamente, se retiró, limpiando todos los restos
del orgasmo y tragando a medida que avanzaba. Cuando llegó a la punta,
las manos de Jonah se agarraron a su pelo, y su respiración se hizo
rápida. Ethan pensó que probablemente podrían pasar todo el día aquí
teniendo sexo, abrazándose. Tenía tanto que enseñarle a este chico,
tantas cosas que podían hacer, y podía ver esos ojos grises iluminarse
cuando hacían cada una.

Miró a Jonah, a la mirada abierta y sin culpa de sus ojos, y se


acobardó.

—Eres realmente hermoso —dijo suavemente, subiendo los


pantalones de Jonah sobre su recién nacida erección—. Eres realmente
hermoso, y podría tocarte para siempre, pero no eres para mí.

—Pero...

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 247 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan sacudió la cabeza y miró a los pies de Jonah. Todavía llevaba


zapatos de tenis.

—Lo siento, Jonah. Te prometí historietas y postre y una película.


Necesito mantener esa promesa, y luego necesito llevarte a casa.

Jonah peinó sus manos a través del cabello de Ethan, y Ethan se


apoyó en su estómago.

—¿Por qué estás haciendo esto?

—Porque no tengo tatuado 'puta' en el culo, pero debería. Necesito


una mejor manera de asustarte. —Entonces miró hacia arriba, a la cara
desconcertada de Jonah, y lo intentó de nuevo—. A veces tomas
decisiones, y las tomas por las mejores razones, digamos que necesitas
comida, y nadie te alimenta, así que la robas. Y no cambiabas esa elección
porque necesitabas algo... lo precisabas, y temblabas al necesitarlo, pero
tienes que renunciar a cosas, cosas realmente buenas, para tomar esa
decisión. No puedes trabajar en la ciudad donde robaste la comida
porque no te contratan, y no puedes comer más en buenos restaurantes
porque robaste la comida y no mereces estar allí. Así que puedes vivir,
porque tienes comida, pero la robaste, y eso es todo lo que hay. Así que
ahora contigo, es como robar la comida de nuevo. Es muy buena comida,
quizás la mejor que he probado, pero es robar la comida, porque no es
honesto, y voy a tener que ser feliz con un poco nada más.

Jonah siguió acariciando su pelo hacia atrás. Ethan pensó que tal
vez tendría que arreglarlo en el espejo, y eso estaba bien porque era algo
en lo que pensar además de lo mucho que le gustaba, lo mucho que
quería tocarlo, sólo besarlo, todo, envolver sus brazos alrededor del
delgado cuerpo de Jonah y mantenerlo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 248 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Ethan, estás llorando —dijo Jonah en voz baja. Limpió sus


lágrimas con los pulgares, y de repente la piel le picó.

Ethan se levantó bruscamente.

—Tengo que conseguir ropa interior nueva —dijo, y luego, dándole


la espalda a Jonah, se dirigió a su cajón e hizo justo eso.

Cumplió su promesa. Se vistieron con un silencio incómodo y se


aseguró que Jonah estuviera en la puerta antes de recoger su chaqueta
del suelo. Después de eso llevó a la fábrica de caramelos en Old Town y
a la tienda de cómics cercana. Cuando salieron de la fábrica de
caramelos, ambos se metieron chocolate y malvaviscos en la boca con
terrible urgencia, habiendo recuperado algo de su comodidad. Ethan se
volvió hacia Jonah, con las mejillas llenas de chocolate, y cruzó los ojos
como un niño de tercer grado, y Jonah se puso la mano delante de la
boca para no reírse, y eso marcó la pauta para el resto del día. Se
quedaron en la tienda de cómics, chocando los hombros, mirando los
nuevos números. Encontraron un montón de manga en la parte de atrás,
y Ethan compró una serie entera de bishonen sólo para Amelia, para que
pudiera verlos con Jonah.

Le entregó a Jonah la bolsa cuando subieron al coche, y condujo


hasta el cine, hablando con entusiasmo sobre Tom Hardy y cómo llegó a
la corriente principal después de hacer porno gay, y cómo el tipo debería
'confesar y admitir que lo hizo y le gustó, incluso si no era gay.

Jonah gruñó.

—Pero, ¿cómo harías eso, conseguir una erección, llegar, si


estuvieras con un chico y no fueras gay?

Ethan se encogió de hombros.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 249 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Muchos chicos lo hacen... creo que su piel es supersensible. Si


lo piensas, los chicos gays están con chicas todo el tiempo. Tienen hijos
y sus esposas nunca notan la diferencia. Quiero decir, mi primer amiga
sexual fue una chica, y salió del armario el año pasado, pero, bueno,
estábamos un poco solos, y era mejor entre nosotros que con nadie en
absoluto.

—Espera, ¿así que tenías una novia? —preguntó Jonah, fijando su


mirada ávidamente en la cara de Ethan.

Ethan se movió incómodo en su asiento, deseando el asiento


esculpido del coche realmente caro.

—Sí. Era muy agradable. Se fue a la universidad, y, ya sabes, se


jacta que tiene a Barbie con una lengua de dieciocho centímetros en su
brazo, pero sí.

—Pero... pero ¿por qué no un chico?

Ethan echó a correr sus ojos, sintiéndose cazado. Pero, demonios.


Estaba a punto de dejar a Jonah no solo como un romance sino como un
amigo, y le debía una dolorosa verdad, aunque no fuera la dolorosa
verdad, la grande que haría que lo odiara más de lo que él se odiaba a sí
mismo en ese momento.

—Yo, bueno, tenía esperanza con uno.. Leímos Starfighter e íbamos


a... no sé… intentar, esa mierda que hacían en el cómic, pero, ya sabes,
con lubricante y mucho más tiempo. De todos modos, él realmente se
puso nervioso. Y cuando terminó de desvariar, salió a tomar aire con una
novia en su brazo. Y Ryane, ella me consoló, supongo, porque le dolía, y
luego, cuando pensamos, 'Vale, esto dolió, pero estamos todos bien',
resultó que no estaba bien, ni siquiera un poco, e intentó suicidarse.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 250 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah jadeó, pero Ethan no podía dejarlo ahí, porque el final de


Brittany podía ser fácilmente olvidado.

—Su novia... nunca fue la misma. Tuvo una sobredosis en un


cuarto trasero mientras el equipo de baloncesto la acosaba o algo así.
Es... quiero decir, no utilizas a la gente. Curtis lo intentó por segunda vez
y casi lo logra. No tienes que usar a la gente a menos que sepan que están
siendo usados, ¿bien? Si necesitas algo como, no sé, sexo, o aceptación
o lo que sea, tienes que ocuparte de esa mierda tú mismo, y no herir a
nadie para hacerlo. Es como... es como el karma o la forma de ser un
maldito ser humano perfectamente decente, ¿sabes?

—Sí —dijo Jonah, y tenía ese tono que el Dr. Tío Stottemeyer solía
tener cuando sabía algo pero Ethan era demasiado joven para entender
que acababa de revelar algo realmente personal—. Lo entiendo, Ethan.
Lo entiendo. No te preocupes. Lo entiendo.

—¿Qué es lo que entiendes? —dijo Ethan que no quería arriesgarse


a mirarlo en el tráfico.

—Entiendo que me vas a dejar después de la película. No te


preocupes por eso. Sostén mi mano en la oscuridad y fingiremos que no
sé qué diablos estás haciendo, ¿de acuerdo?

Ethan gruñó.

—Dices eso y creo que no entiendes realmente de qué trataba esa


historia.

—Dices eso y creo que no entiendes que no voy a dejar que me dejes
tan fácilmente.

—Jonah, no hay 'perdido', ¿vale? Tuvimos... —¿Un buen momento?


¿Una mamada, una paja y una limpieza? ¿Buena conversación? — …fue

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 251 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

un, ¿cómo se llama? Un interludio. Tuvimos un momento muy agradable,


y esto va a... —Perseguirme. Iba a perseguirlo por mucho más tiempo del
que tardaba en lavar la ropa interior—. Fue agradable. Voy a recordarlo.
Pero eso tiene que ser el final, ¿vale?

—Sí, Ethan, me lo dijiste. Así que puedes ir a tirarte a tipos que no


te importan y tener tatuado 'puta' en el culo.

—Me preocupo por ellos —murmuró Ethan—. No de la manera...


—¡Que me preocupo por ti!— No de esa manera. Pero son amigos.

—¿Así que ni siquiera puedo ser tu amigo?

—¡No quiero usarte! —dijo, y quiso acurrucarse como un bicho de


las gramíneas hasta que el mundo entero lo echara a la hierba y se
olvidara de él y pudiera volver a ser un descerebrado, una criatura de sus
impulsos y nada más.

—Sí, Ethan. Eso es lo que hacen las putas: te apartan para no


hacerte daño.

—Oh, hombre... sólo... sólo detente —suplicó.

Jonah lo hizo, así de fácil. Se sentaron en el coche y escucharon a


Kodaline quejarse de Todo lo que quiero36 y si Ethan no estuviera tratando
de esquivar el tráfico de Sacramento por el puente sobre la calle, donde
la gente intenta matarte, habría apagado esa mierda. Dios. Empezaba a
identificarse cada vez más con Curtis y Chase, porque a veces la vida sólo
dolía de esa manera, ¿bien?

Así que Ethan estaba seguro que eso era todo, era un bicho, solo,
pero después de aparcar el coche en el Regal, Jonah giró su delgado
cuerpo alrededor del coche y lo alcanzó mientras Ethan caminaba a

36 https://www.youtube.com/watch?v=Pig1g0HykeM

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 252 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

zancadas hacia la entrada. Buscó a tientas su mano, y Ethan... Dios, no


podía dejar pasar esa mierda. Así que, sí. La película. Palomitas de maíz,
caramelos, refrescos.

Y luego llevó a Jonah a casa.

Jonah se sentó en el coche un momento, la gran bolsa de libros de


manga que Ethan había comprado para Amelia estaba en su regazo.

—Tengo tu número de teléfono, ya sabes.

—Por favor, no —dijo Ethan en voz baja—. Por favor. Esto es difícil.
Yo... pensé que podría tener un amigo...

—Soy tu amigo.

—Pero, ¿no lo ves? No después de lo que acabamos de hacer. No


estoy en el lugar donde puedo tener un novio de verdad, Jonah. No lo
estoy. Y haciendo esto... —Pensó en Tommy, enfermo y en el hospital
porque Chase lo mantuvo cuerdo—. Estoy tratando de ser un buen tipo
aquí —dijo, pero su garganta estaba hinchada y no salió bien. ¿Tres citas?
¿Era eso lo que habían sido? Pero le gustaba Jonah, y quería tanto para
él, y su hermana pequeña, y su tranquila y sufrida familia—. Mira, dile a
Amelia que le mando saludos, ¿vale? No le digas que soy un idiota. Yo….
—Pensó en Danni y Belladonna y en lo fácil que había sido para ellas
alejarse de él—. Tenía hermanas. Su opinión importa.

Jonah gruñó.

—Voy a acecharte por teléfono hasta que cedas —dijo con


determinación.

—Cambiaré mi número.

—Lo conseguiré de Tommy.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 253 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Por favor...

—Mira —dijo Jonah en voz baja— ni siquiera voy a tener esta


discusión esta noche. Fue un día realmente decente. Me hicieron mi
primera paja, me hicieron mi primera mamada... fue un momento
precioso en mi diario, y lo voy a mantener así. Pero no me voy a rendir
contigo, ¿vale? —Y con eso, se inclinó hacia adelante y probablemente
hubiera besado la mejilla de Ethan, pero Ethan giró la cabeza para decirle
que se detuviera. Sus labios se encontraron, y la boca de Ethan estaba
abierta de todos modos, y la lengua de Jonah se deslizó hacia adentro.
Ethan cerró los ojos y lo dejó y se dijo a sí mismo que era una despedida.

Qué dulce. Sabía dulce, y era difícil recordar que había tenido su
polla en la boca esa tarde, porque sabía a chocolate y palomitas de maíz
y casi a sol y a cachorros y piruletas, y cuando se alejó, sintió que estaba
renunciando a esas cosas para siempre, amén.

—Te llamaré mañana —dijo Jonah alegremente.

La sonrisa de Ethan fue débil y lo sabía.

—No responderé.

—Tendrás que hacerlo eventualmente.

—Por favor, no lo hagas más difícil —susurró.

—Debería ser fácil —dijo Jonah, y por primera vez, su voz se quebró
un poco—. Tú y yo... estamos... congeniando. No me siento tan bien con
nadie como me siento hablando contigo. Y tus manos temblaron en mi
pelo, Ethan. Por todo el sexo que sin duda has tenido, mírame a los ojos
y dime que eso pasa todos los malditos días.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 254 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan miró por la ventana y se sintió estúpido y sin carácter,


porque ni siquiera podía mentir así.

—Saluda a tu familia —raspó, y empujó las palmas de sus manos


contra sus ojos para no tener que ver a Jonah alejarse.

Sin embargo, escuchó el portazo. Esa fue una maldita declaración,


si es que alguna vez la escuchó, y mantuvo los ojos cerrados hasta que
escuchó los pies de Jonah en las escaleras...

A la mañana siguiente, ni siquiera podía recordar qué película


vieron, o cuántas calorías tuvo que trabajar, o si había algo en los trailers
que quería ver. Pero recordó la sensación de la mano de Jonah agarrando
la suya, y que no importaba el sudor de su palma o lo tenso que estuviera,
Jonah no lo había soltado.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 255 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 7
Tirar el maldito manual
Su padre fue el único que se levantó cuando Jonah llegó a casa.

A pesar que a veces parecía que Seth Stevens los abandonaba, era
difícil guardarle rencor, especialmente cuando venía los fines de semana
y dejaba dormir a su madre, se aseguraba que tuvieran comida y jugaban
a Nintendo. Jonah tenía recuerdos de una infancia mayormente feliz.
¿Quién quería que eso desapareciera, a pesar del dolor que le
acompañaba?

Así que cuando llegó a casa y su padre estaba despierto, sentado


en el sillón reclinable y leyendo en voz baja desde una tableta, Jonah fue
capaz de olvidar esa horrible y enorme mezcla de frustración y dolor en
el pecho y sonreírle.

—¿Buen libro? —preguntó, quitándose la sudadera casi antes que


la puerta se cerrara detrás de él. Mantenían el apartamento caliente, para
Amelia, pero a él no le importaba el frío. Noviembre, diciembre, enero...
esos eran sus meses favoritos del año.

—Jack Reacher... siempre deja a la chica. Imbécil. De todos modos,


¿cómo fue la —él se sonrojó— no cita? ¿Fue eso lo que dijo tu madre? No
estabas en una cita, pero era una cita de verdad, así que no debía
preguntarte por una cita. —Sacudió la cabeza—. Lo que sea. ¿Te lo
pasaste bien?

Jonah se rió. Ese era el superpoder de su padre. Era algo común:


ligeramente construido como Jonah, pelo color arena y ojos grises que
trasmitió a sus hijos, pero era muy bueno haciendo sonreír a la gente.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 256 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah pensó que esa podría haber sido la razón por la que su relación
con Amelia lo rompió. Quería hacerla sonreír, y la hacía llorar.

—Lo fue —dijo Jonah en voz baja. Después de quitarse los zapatos,
se movió a la esquina del sofá más cercana al sillón y se acurrucó,
apoyando la barbilla en la cima del codo. Puso la bolsa llena de manga a
su lado—. Y considerándolo todo, creo que vamos a llamarlo una cita.

Su padre hizo una mueca.

—¿Quiero saber detalles?

Jonah se rió a medias.

—No todos, no. Pero... —Dios, su padre siempre ha sido tan fácil
de hablar. Este sería un muy buen momento para que eso no fallara.

—¿Pero qué? —Seth cerró por completo su tableta y se arrodilló


para que él y Jonah pudieran mirarse y hablar. Seth tenía una cerveza
abierta en la mesa del extremo entre ellos, tan caliente que toda la
condensación se había evaporado, y Jonah la tomó y se la tragó. No les
gustaba el alcohol, pero veintidós deberían tener sus ventajas, ¿no?

—Papá, soy virgen a los veintidós años.

Su padre se rió.

—Vaya. Eso es algo jodidamente asombroso, ¿lo sabías?

—Sí. Pero mira, Ethan no... no lo es.

Las cejas de Seth eran más oscuras que su pelo rizado, y las levantó
ahora, invitando a la confianza, y Jonah estaba agradecido.

—¿Cuánto 'no'?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 257 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Tengo la sensación que ha hecho algunas... algunas cosas malas.


Cosas que, ya sabes, no le dices a los padres y a las hermanas pequeñas.

Seth hizo un poco de O con su boca y royó su labio inferior


pensativamente.

—¿Quiere que hagas esto?

Jonah tomó otro trago de cerveza y sacudió la cabeza.

—Ni siquiera un poco. ¿Esa cosa que lo convirtió en una cita? Se


sintió mal por eso. Pero me mira como... como un niño codicioso que tiene
una cesta de Pascua, ¿bien? Y cuando intenta alejarse, parece, no sé. No
es natural. Quiero decir, no voy a guardar tus sentimientos, papá. Quería
ser su maldito conejo de chocolate hoy, pero en realidad, se metió un par
de gominolas y dijo: Esto no está bien, y se fue. Quiero decir, creo que
estaba hambriento de conejo de chocolate, pero se fue. ¿Quién hace eso?

Seth extendió su suave mano de contador, tomó su cerveza de


vuelta, y luego la terminó. Cuando acabó, se golpeó los labios
pensativamente y se puso de pie.

—Voy a por otra. ¿Quieres una?

Jonah asintió.

—Eso suena increíble, papá. Gracias.

—Bien. —La voz de Seth se desvaneció en el refrigerador por un


momento, y Jonah escuchó el estruendo de las botellas de un pack de
seis. No bebían mucho, pero cuando lo hacían, era del bueno, con las
botellas marrones inclinadas y el nombre de una cervecería de la que
nadie había oído hablar.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 258 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Otra cosa que los padres no siempre dicen —le dijo Jonah cuando
apareció con la cerveza.

Seth frunció los labios.

—Bueno, cuando tu hijo gay quiere hablar de su vida sexual, creo


que eso consigue otra cerveza.

Jonah se rió y recordó cuando había salido. Había sido un


estudiante de primer año en la escuela secundaria, y había sido su
cumpleaños. Su madre le había preguntado juguetonamente si tenía
alguna chica guapa que le gustara en la escuela, y él respondió: Hay un
chico en mi clase que me gusta, pero está en el equipo de natación y
probablemente me golpeara si le coqueteo.

Mamá había jadeado, papá había levantado las cejas, y luego


ambos habían compartido una larga y significativa mirada sobre la
cabeza de Jonah.

—Sí —dijo papá— probablemente sea mejor que esperes a que te


coquetee.

Y eso fue todo. Toda la familia sabía de su enamoramiento con


Connor Watson, y nadie, ni una sola vez, dijo que debería haber sido
diferente.

—Bueno, date el gusto. Lo digo en serio —dijo Jonah, manteniendo


la cara seria—. Mientras puedas responder a mi pregunta.

Su padre abrió la tapa de la cerveza y le entregó el abridor.

—¿Quién se aleja de un conejo de chocolate? Bueno, eso es un


enigma. ¿Pero sabes quién debería estar agradecido por no ser comido?

Jonah suspiró.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 259 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿El conejo?

—No hay dos maneras de hacerlo —dijo Seth y tomó de un tirón.

Jonah abrió la tapa de su propia cerveza y trazó la condensación


en el costado por un momento.

—Pero a riesgo de hacerte escupir tu cerveza, ¿qué pasa si este


conejo en particular ha esperado veintidós años para ser comido? Quiero
decir, ser comido se supone que es un gran problema para, ya sabes, los
conejos de chocolate. Este conejo se muere por...

—Sí, sí, sí —dijo su padre después de tragar apresuradamente—.


Te escucho. Eso es mucho esperar, bueno, la experiencia de ser comido,
te lo concedo. Pero el tipo que se aleja del conejo, si quiere tanto el conejo
como dices, tal vez piensa que la experiencia sería mejor con otra
persona. Tal vez piense que ha tenido tantos conejos que no podría
apreciar este en particular.

Jonah bajó su cerveza de un golpe.

—Eso es una mierda —dijo, su frustración burbujeando a la


superficie de nuevo—. Necesita este conejo. Todos esos otros conejos eran
sólo cuerpos de conejo, este conejo significa algo para él, y el hecho que
sea tan estúpido como para alejarse de mí, de este conejo, joder, ¡sólo me
cabrea!

Seth suspiró.

—Vale, Jonah, tenemos que dejar de hablar de conejos. Para


empezar, nunca volveré a mirar una cesta de Pascua. Por otra, esto
significa algo para ti. No es un conejo de chocolate, es un amante
potencial, y eso es importante, y sé que lo sabes, así que hemos
terminado con los conejos. ¿Por qué se aleja de ti?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 260 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah miró sus manos miserablemente, recordando la sensación


de la fría y sudorosa palma de Ethan en las suyas.

—Porque cree que soy demasiado bueno para él y no quiere


tocarme cuando ha estado tocando a otros cinco mil tipos por razones
diferentes a la única razón por la que debería querer tocar a alguien. —
Miró hacia arriba y se encontró con los ojos de su padre por un segundo,
y luego sintió la quemadura detrás de los suyos y miró hacia otro lado—
. Y porque toda su familia lo dejó porque se enteraron que era gay, y
probablemente de esta otra cosa de la que no habla, y él... está solo. Tiene
este lote de amigos gays fabulosamente hermosos que están siete tipos
de jodidos, y tiene este apartamento que huele a moho y a pis de gato
con... —Respiró profundamente e intentó con todas sus fuerzas superar
esto—. Compró como, nuevas impresiones, de Michaels y mierda, para
poner en las paredes, y sólo se ven como una sonrisa falsa. Y tiene este
edredón con estos colores que te sacudirá los ojos, y se ve tan nuevo, y
puedes decir que está tratando de poner una buena cara en esto, pero,
Dios, papá, se ve tan solitario.

Jonah había visto a Ethan empujando sus palmas en sus ojos


mientras se alejaba, y ahora estaba haciendo lo mismo, pero Ethan no
tenía a nadie que le diera palmaditas en la espalda y le dijera que estaba
bien. Pero eso fue lo que hizo su padre, que de repente estaba junto a él
en el sofá con un brazo alrededor de los hombros. Jonah se estremeció
contra él, deseando que Ethan pudiera tener esto sólo por un momento,
esta sensación de que alguien estaría allí para atraparlo.

***

Dos semanas más tarde, todavía estaba tratando de atrapar al tipo


por medio de un mensaje de texto.

Soy yo otra vez.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 261 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

¡Maldita sea! ¡Pensé que habías renunciado!

¡Ja! ¡Tienes que responder!

Jonah, por favor.

No.

Dios, estás siendo terco.

También soy sarcástico, y mi madre me dice que soy pasivo-


agresivo.

¿Eso crees?

No soy perfecto.

Genial. Ve a buscar a alguien que no sea perfecto.

Ese serías tú, imbécil.

Tengo cosas que hacer.

Sí, esquívame.

¿Ethan?

¿Ethan?

¿Ethan?

¿Ethan?

Podría hacer esto para siempre.

¿Qué estás haciendo ahora?

Tomando un enema para poder ir a follarme a otra persona.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 262 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Qué asco. ¿En serio?

Deja de mandarme mensajes. Prefiero hacerme el enema.

Piensa en mí.

Estoy empezando a odiarte.

Al menos estás pensando en mí.

Si realmente te importara, dejarías de hacer esto.

Si realmente te importara, me dejarías decidir.

Me tengo que ir. Por favor, sólo detente.

Pensarás en mí. Lo sé.

Eso no va a ser algo bueno. Adiós.

Jonah probablemente hubiera seguido con los textos todo el día,


incluso dos semanas después de su 'cita' pero no era estúpido. Lo sintió.
El dolor. Lo mucho que Ethan no quería que supiera lo que estaba
haciendo. Lo mucho que Ethan anhelaba su contacto. Él lo esperaba, de
todos modos. Dios, era tan difícil de decir, ¿no? Pero Ethan no cambió su
número de teléfono. Y no le dijo a Tommy que le advirtiera.

—Toma, Jonah... haré el inventario de este lado, tú has el de ese


lado. Podemos terminar en diez minutos, puedes irte a casa temprano.

Jonah tomó el portapapeles y ambos comenzaron, uno al lado del


otro, en el pasillo de perros gigantes en la parte de atrás de la tienda.
Tommy estaba al lado de la comida para perros y Jonah al lado de las
camas para perros y las cajas plegables, y mientras hablaban, hacían
pausas para poder terminar un recuento e introducirlo en la tabla.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 263 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Eso es asombroso... ¿por qué nos vamos a casa temprano?


Almohadillas de lana roja, siete.

La sonrisa de Tommy era casi tímida.

—Porque voy a ir a buscar a Chase y llevarlo a casa. Tenemos... —


La sonrisa se desvaneció—. Tres profundo, cinco arriba, Alpo37. Tenemos
mucho trabajo que hacer, ¿verdad? Pero él está mucho mejor, y
podríamos tener una oportunidad para algo realmente asombroso. Y de
todos modos, él puede volver a casa. No puedo esperar. Tres profundo,
cinco arriba, cuatro arriba, Purina38.

—¿No estás teniendo, como, una fiesta y todo eso? —Jonah hizo el
siguiente recuento en su cabeza.

Tommy asintió.

—Sí. Por eso quiero que salgamos temprano. Y tengo un amigo que
viene a buscar el recibo del pastel también.

—Sí, ¿quién?

Tommy se detuvo un minuto e hizo dos conteos en silencio,


entrando en ellos con rápidos empujes del lápiz. Luego envió a Jonah una
mirada aguda.

—Kane. ¿Por qué?

—Oh. —Contar, contar, introducir-oh mierda, ¿estaba esa caja


abierta? No, tenía la cinta encima que mostraba que era una devolución—
. No hay razón. Simplemente no me importaría ver a Ethan de nuevo.

37 Alpo es una marca estadounidense de alimentos para perros comercializados y


fabricados por la subsidiaria Nestlé Purina PetCare de Nestlé.
38 Nestlé Purina Petcare Company es la división de alimentos para mascotas de Nestlé.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 264 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Sí? —Tommy sacudió la cabeza—. Sabes, tal vez no deberías


encariñarte demasiado con ninguno de mis amigos, chico. Estamos un
poco jodidos. Probablemente lo hayas notado.

Jonah miró su perfil, esa barbilla feroz, sostenida en ángulo, y


pensó en la melancolía cuando se había emocionado por su novio.

—Me di cuenta —dijo en voz baja—. Pero aún así todos han sido
amables conmigo. Todos están jodidos. No todos son amables.

Tommy puso los ojos en blanco.

—Necesitas mejores amigos —murmuró, pero se estaban alejando


demasiado para hablar mucho, lo que funcionó, porque evitó que Jonah
señalara lo obvio: su vida hogareña era tan intensa, que sus únicos
amigos eran del trabajo. Jonah revisó su inventario, porque quería
preguntarle a Tommy más sobre Ethan, y así fue como estuvo allí cuando
el amigo de Tommy pasó a buscar el recibo del pastel.

Jonah había visto a Kane antes, y siempre había pensado que tenía
la complexión de Ethan, pero era un poco más bajo, y más gorila que
hombre. Tenía una ceja más baja y, a veces, este tipo de aspecto simple
y pacífico que Jonah había visto en primates más grandes. Pero eso no
significaba que no le gustara hablar.

—De acuerdo, Tango...

—Tommy, psicópata, ¿podrías recordar eso?

—No. —La sílaba salió de plano, sin compromiso—. Dos años hace
que te conozco como Tango. Eso no se va a ir así como así. No es como
Dexter, donde siento su otro nombre. Va a ser un proceso.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 265 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí, sí —dijo Tommy, sin siquiera parecer sorprendido—. ¿Crees


que podrías recordar el nombre de mi novio, al menos?

Jonah pudo verlos a ambos hablando a través de la esquina de la


cubierta, y Kane asintió pensativo.

—Sí, Chase nunca se pareció a Chance de todas formas.

—Grandioso. ¿Pero yo soy Tango? Eso es muy raro.

Kane se encogió de hombros.

—Te conocía desde hace más tiempo. Pero estás haciendo un gran
escándalo al respecto. Ahora lo recordaré. Entonces, Tommy, ¿quieres
que vaya a buscar tu pastel ahora?

—Sí, Carlos. ¿Crees que puedes volver antes que me vaya?

Kane arrugó su nariz.

—Sabes, creo que es mejor que nadie me llame así excepto Dex.

—Lo que sea. ¡Ahora vete!

Kane fue, y Jonah llevó el inventario a Tommy, quien lo firmó y le


sonrió.

—Entonces, ¿tienes algo que hacer esta noche?

—No —dijo Jonah, su mente nadando con todos esos nombres para
tan poca gente—. En su mayoría sólo navegar por Internet.

—Bueno, disfrútalo.

—Sí, lo haré. ¿Y Tommy?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 266 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Tommy levantó la vista, y Jonah le dio la misma sonrisa que le


daría a cualquier amigo.

—Felicitaciones. Me alegro mucho que tu novio esté mejorando.

La sonrisa de Tommy tenía todos sus dientes, incluyendo los


caninos súper afilados que probablemente daban miedo cuando estaba
enojado, y sus ojos oscuros prácticamente crepitaban de alegría.

—Gracias, Jonah. Es muy amable de tu parte. Yo también lo estoy.

Jonah fue a la sala de descanso y luego a buscar su abrigo. Regina


estaba allí, tomando un café antes de trabajar en el turno de noche.

—Hola, Regina —dijo Jonah pensativo, queriendo que alguien le


aclarara eso, principalmente.

—Sí, ¿qué pasa?

—¿Qué clase de trabajo te da dos nombres?

—¿Qué quieres decir?

—No lo sé. Algunos te llaman Reggie y otros te llaman Gina?

Por un minuto, la cara y la boca plana de Reggie se quedaron en


blanco.

—No lo sé. Los escritores no tienen... ¿qué se dice?

—¿Seudónimos? Sí. Lo hacen.

—Y los actores, ¿verdad? Tienen, ya sabes, como nombres


escénicos.

No había pensado en eso. Una actuación legítima.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 267 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí, ellos también lo hacen.

Y entonces los ojos de Regina se arrugaron.

—Y luego los nombres pornográficos, pero todo el mundo sabe que


eso es, ¿qué? Como el nombre de tu primera mascota y la calle en la que
creciste. Así que, como, ¿cuál es tu nombre porno?

—Betta Fish Marconi —dijo Jonah con cara seria, sólo para ver reír
a Regina.

—Sí, no querría hacerlo. Sería Fluffy Fulton, ¿te parece?

—Sí —dijo Jonah, sonriendo por fuera pero calculando por


dentro—. Creo que serías fantástica, Fluffy.

Regina se rió un poco más, enfatizando que por todo lo que había
estado casada tres años, era aún más joven que Jonah el Virgen que le
guiñó un ojo y se dio la vuelta y se fue, y luego se fue a casa a buscar
porno.

Era bastante fácil de encontrar, en realidad, pero comprar la


membresía de un mes, eso dolió. Jonah tuvo que recurrir a su fondo para
el automóvil para eso, y como la mayoría de su dinero iba a su familia,
bueno, no había mucho.

Pero los resultados valieron la pena.

—Johnnies —leyó en el eslogan de la página web—. Donde todos


los chicos pueden ir a casa contigo. Qué lindo. Veamos. Tango, ahí
estás... Dios mío, Tommy, mira el tamaño de tu maldito pene. ¡Es como
otro tú! Maldita sea. Sólo... maldición. —El novio de Tommy era hermoso,
como una estatua o una estrella de cine o algo así, rubio y de piernas
relajadas y de ojos perezosos y engreídos. Incluso sus fotos, en las que

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 268 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

estaba sin camisa, gritaban sexo con piernas. Y, oh sí, mira. La elección
número uno de los Johnnies—. Hola, Ethan.

Pero no podía mantener su voz ligera y frívola. Ya no.

Una cosa fue cuando vio a su jefe en la pantalla, sus fotos revelando
a un sexy y sucio cabrón. Jonah había visto porno barato, y descubrió
que podía soportar ver a su jefe desnudo con algún valor de producción.
No le sirvió de nada: Tommy era guapo, y él era guapo desnudo, y sí, los
hombres calientes desnudos ponían cachondo a un virgen, pero no le
hacían nada en el pecho. Tommy y Chase/Tango y Chance… estaban
fuera. Esto era algo que habían hecho en su pasado, y obviamente habían
hecho las paces con ello.

Pero Ethan.

Dios.

Jonah se puso los auriculares y pulsó en la primera película de


Ethan, en la que una voz sin rostro le entrevistó y consiguió correrse en
cámara por primera vez.

La fecha decía que fue hace poco más de dos años, y Ethan no
parecía mucho más joven. Pero la mirada en su rostro.

La voz sin rostro al otro lado de la cámara le hizo preguntas


mientras se quitaba la ropa muy casualmente.

—Así que, Ethan, entiendo que no es la primera vez que tratas de


correrte en cámara.

Ethan sonrió y dobló su camisa. Esa sonrisa arrogante y juvenil


atravesó el lente, ¿no?

—Sí, vas a sacar eso a relucir, ¿verdad?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 269 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Bueno, fue una buena historia.

—Vale, entonces, bueno, mi antigua novia, solía intentar tomarme


fotos cuando me corría. Me sacó una en la que me golpeé la barbilla.

Jonah hizo una mueca, se preguntó si la persona del otro lado de


la cámara sabía toda la historia, y luego lo dudó.

—Eso es muy gracioso. ¿Qué crees que pensaría de lo que estás


haciendo aquí?

Ethan hizo una pausa antes de responder.

—Creo que se alegrará por mí —dijo, y una pequeña sonrisa sonó


en sus labios llenos, sus cálidos ojos marrones se arrugaron en las
esquinas. Jonah pensó: Está diciendo la verdad y entonces Ethan se
acostó en la cama y empezó a acariciarse debajo de sus pantalones
cortos.

—Entonces, Ethan, ¿tienes un gran regalo para nosotros? —


preguntó el tipo del otro lado de la cámara, y Ethan se bajó los
pantalones. Jonah lo había visto antes, pero al verlo ahora, pensó que la
cámara realmente hacía que las cosas parecieran más grandes. No era
tanto que Ethan fuera pequeño en persona, porque Jonah se había
quedado atónito cuando esa cosa salió de sus pantalones. Era más que
aquí, en este contexto, esa cosa entre sus piernas de repente se convirtió
en lo único que le importaba a la cámara. El tipo divertido y estrafalario
que hablaba de los héroes de los cómics y compraba manga para su
hermana seguía tumbado en la cama, pero lo único que se veía era un
gran par de manos acariciando una polla de tamaño escandaloso.

Y entonces apareció otra polla en la imagen, y no fue hasta que


Ethan empezó a dar indicaciones al dueño de la polla que Jonah incluso
lo reconoció como el tipo que había estado en su tienda esa tarde.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 270 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah miró, hipnotizado, repelido, como el chico de sus sueños


tuvo sexo ruidoso y áspero con el tipo que tenía dificultades para seguir
las instrucciones para ir a buscar la torta. La cosa, Jonah pensó
desconsoladamente, no parecía alguien explotado. Parecía que le
encantaba. Parecía que...

Lo necesitaba.¡

De repente Ethan gritó: ¡Mierda... mierda, voy a corrermeeeeeee! Y


Jonah, que había estado yendo a apagarlo y cuidando de su propia culpa,
sacudiéndose hasta su propio clímax, vio algo horrible suceder.

Vio las manos de Ethan echarse hacia atrás y su cuerpo temblar y


sus ojos ponerse en blanco. Estaba temblando, y era vulnerable, y
necesitaba esto. No era una broma, y no era juego, y no estaba haciendo
dinero. Mientras sus extremidades convulsionaban alrededor del enorme
cuerpo de gorila de Kane, todo lo que Jonah podía ver era la
desesperación y la apestosa necesidad.

Necesitaba ese toque. No se estaba corriendo, estaba alimentando


su alma.

Clic, clic, clic, clic, clic, clic, clic, clic, clic...

Un trozo tras otro cayó en su cabeza. Aún faltaban grandes piezas,


pero pudo empezar a ver la forma de la clave.

¿Y si necesitas algo, digamos comida...?

Oh, Dios, Ethan. ¿Ese toque era como la comida? Jonah miró,
todavía horrorizado, todavía fascinado, como el gran chico gorila que no
parecía tan brillante mostró una ternura inesperada, besando la frente
de Ethan, sus ojos, sus mejillas, apaciguando y aliviando al convulsivo y

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 271 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

necesitado chico que acababa de mostrar su garganta a un mundo


sediento de sangre.

Jonah apagó la película cuando se desvaneció a negro, y se sentó


a mirar la pantalla con sus múltiples imágenes que mostraban
fotogramas de las películas de Ethan.

Y entonces se dio cuenta de la última, y encontró un gruñido en su


garganta.

No. Oh, demonios. ¿En serio?

Sí. Estaba fechado el día anterior, cuando habían tenido su


desagradable charla sobre los enemas. Había dicho la verdad, Ethan,
bastardo. Dios.

Pero eso no era lo peor. Lo peor fue la cruda y roja marca tatuada
recientemente en la parte baja de la espalda y la mejilla izquierda de
Ethan.

Jonah no hablaba chino, y seguro que no podía leerlo, pero estaba


condenado si no sabía lo que significaba ese símbolo.

Lo miró fijamente, con los ojos secos, enfadado, herido y enfermo,


hasta que no pudo soportarlo más.

Se levantó y cerró el navegador de su ordenador por si Melly quería


usarlo para ver una película en su habitación o algo así, y luego, para
asegurarse, fue y borró todo su historial de navegación, presets y todo.

Luego salió a la sala, donde su madre y su hermana estaban viendo


Juego de Tronos. Amelia se veía mejor, pero Jonah aún así pidió permiso,
porque tenían un coche entre ellos, y algunas cosas sólo estaban
arraigadas.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 272 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Mamá, tengo que salir un rato, ¿está bien?

—Sí, claro, Jonah. ¿Adónde vas?

—Tengo que ver a un amigo por algo. Me va a llevar un tiempo.

—Suena terrible —dijo Melly secamente—. Espero que sea legal.

—Lo es en el estado de California si tienes más de dieciocho años


—dijo Jonah con gravedad, y luego tomó las llaves del mostrador y corrió.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 273 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 8
¿Cuál es el ideograma para
puta?
Su apartamento no se veía mejor después de la primera semana
sin Jonah, y el maldito chico seguía enviándole mensajes de texto, sólo
para que supiera lo que se estaba perdiendo. ¿Y él? debe haber sido una
especie de jodido loco. Se acostaba en la cama por la noche y repasaba
sus mensajes telefónicos, releyendo todas las tonterías que Jonah le
enviaba durante el día. Fotos de algunos de los animales que entraban
en la tienda de mascotas, fotos de Amelia saludándolo desde la cinta de
correr, memes, chistes estúpidos, y las inevitables demandas de ¡habla
conmigo! Y cuando llegaba al final, Jonah decía algo como Buenas noches,
Ethan. Espero que me eches de menos, porque al menos podría ser una
voz en la oscuridad. Y era tan jodidamente romántico, y tan dulce, y tan
esperanzador, y Ethan lo odiaba, absolutamente lo odiaba, porque quería
creerlo y no era verdad.

Chase al menos tuvo las agallas de romper con Tommy cuando


pensó que era lo mejor.

Ethan seguía recordándose a sí mismo eso. Cuando Chase no pudo


dejar a su novia y Tommy se había lastimado porque el dolor era
demasiado, Chase dejó a Tommy en su lugar.

Ethan no podía dejar el porno.

Tuvo una escena el día antes de la fiesta de bienvenida de Chase,


y cada noche, después de apagar su teléfono, se acostaba en la oscuridad
y se pasaba las manos por la piel en ese espacio vacío, temblando bajo

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 274 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

su propio toque. A menudo, cuando no podía mantenerlo alejado, veía la


cara de Jonah, a veces sólo hablando, a veces mirándolo de reojo, cuando
esos ojos grises se iluminaban con una idea.

A veces, cuando era más débil, recordaba el momento en que Jonah


estaba medio desnudo, con los ojos cerrados, mientras él probaba el
semen de su polla.

Esos momentos eran los peores. Se despertaba temblando, a veces


con la plenitud de su propia polla en la mano, su cuerpo se acalambraba
por la necesidad de ser tocado.

Y luego revisaba su teléfono para ver si Jonah ya había enviado un


mensaje de texto. No respondía si podía evitarlo, pero sólo... sólo
necesitaba ver.

La única otra vez que podía recordar que sentía ese hormigueo en
su cuerpo, el que le invadía cuando veía el nombre de Jonah en el cuadro
de texto, era justo antes de rodar una escena. Algunos días era lo único
que lo sacaba de la cama.

El día que rodó los fotogramas de la escena con Bobby, estaba tan
desesperado por ser tocado, que casi lloró cuando se tocaron antes del
rodaje.

Se encorvó en el sofá del plató, con la mano en los pantalones, y


soñó con el interludio con Jonah, esperando que el fotógrafo quisiera
muchas tomas fáciles, del tipo en el que se paraban y tocaban torsos
desnudos o manos separadas en la piel desnuda del culo del otro.

—Eh —dijo el chico de al lado, y Ethan se giró y le sonrió. Era un


chico nuevo. Ethan sabía que Dex lo había domado como su primer
activo, y ahora Ethan se convirtió en su primer pasivo. Tenía una cara
larga y dulce, con un pelo castaño muy rizado, ojos verdes y labios

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 275 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

carnosos. En cierto modo, le recordaba un poco a Jonah, porque se veía


tan joven y tan dulce, pero a diferencia de él, llevaba su cuerpo de
nadador como si tuviera un lugar en el mundo y estaba seguro de dónde
debía estar.

Ethan extrañaba un poco la incertidumbre de Jonah. Había


aprendido a enmascarar la suya usando su cuerpo para pavonearse y
llevando sus hombros como si fuera a despejar cualquier puerta que no
le quedara bien, ¿pero el retraimiento tentativo de Jonah? ¿El ligero
agachamiento de su cabeza, la forma tímida en que miraba por debajo de
sus cejas? Esa era la forma en que Ethan se sentía en el interior.
Probablemente por eso se había sentido tan atraído por él en primer
lugar.

Pero eso estaba bien ahora mismo. Bobby sólo tenía que insinuar
que era como Jonah, y el pene de Ethan se sentó y cantó para llamar la
atención. Este fotógrafo en particular no hizo los momentos suaves y
románticos, donde el estado de ánimo era todo acerca del tacto y la
insinuación y el calor. Este fotógrafo quería que la polla erecta de Bobby
estuviera justo en la apertura de Ethan pero sin penetrar mientras Bobby
le ponía la mano en la espalda y metía su cara en el colchón. Este
fotógrafo quería a Ethan de espaldas, apoyado en almohadas, con la boca
abierta mientras Bobby le metía su polla de veinte centímetros en la
garganta.

Ethan era un profesional, sin embargo. Llegó al punto en que


mantener su erección y su cuerpo en la posición correcta durante
minutos era una cuestión de orgullo, si no otra cosa. Para cuando
terminaron, ambos estaban llenos de sudor y les temblaban los músculos
por sostenerse torpemente. Cuando el fotógrafo llamó a cortar, se
desplomaron en la cama, Ethan se aplastó sobre su estómago bajo el peso
de Bobby.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 276 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

No estaba seguro de cuál de ellos comenzó a reírse, pero sólo sentía


gratitud porque ambos sucumbieron, cuerpos temblando uno encima del
otro, carcajadas de corazón saliendo de sus estómagos, piel desnuda en
contacto, pero nada sexual. Movió un poco los hombros, tratando de
respirar, y Bobby rodó de él, ambos todavía riéndose después de su
completa fusión.

—Dios —dijo Ethan con sentimiento—. Eso fue horrible. ¿Quieres


ir a tomar una cerveza después de esto?

Bobby se rió de buena manera y le dio una palmadita en la mejilla


a Ethan.

—¿Podemos hacer que sea un refresco? Sólo tengo diecinueve años.

Ethan asintió felizmente, porque una cuba gigante de bondad


azucarada carbonatada sonaba maravillosa en ese momento. Y porque
Bobby no parecía avergonzado de tocar, pero no podían tener sexo esa
noche, porque al día siguiente tenían que filmar una escena.

—Impresionante. ¡Pero sin cena!

Bobby asintió vigorosamente, porque ¿quién querría cogerse a un


tipo por la mañana si tuviera un burrito gigante para cenar, verdad? Tal
como Dex dijo en su gran discurso sobre la fibra, esa mierda (o la falta
de ella) era sólo cortesía.

Se ducharon, hablando genialmente sobre la depilación, sobre las


películas que salían, y sobre lo ridículo que había sido ese último rodaje,
y luego fueron a un restaurante y pidieron verduras crudas, sin salsa,
que repartieron sobre refrescos gigantes, que la camarera rellenó ad
infinitum.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 277 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Bobby era divertido, fácil de hablar con él, emocionado por su


primera escena, contento con todos los chicos de Johnnies, y Ethan
disfrutó de la conversación. Le recordó todas las razones por las que
había amado a los Johnnies para empezar, y por las que había estado
haciendo el trabajo durante dos años, sin arrepentirse.

Y luego Bobby le contó sobre su novia, que vivía en uno de esos


pueblitos de California en el Norte, y cómo ella no tenía idea de lo que él
estaba haciendo.

—¿Te sientes culpable? —preguntó Ethan mientras toda la ola de


culpa caía sobre su propia cabeza, casi aplastándolo.

Bobby se encogió de hombros.

—Sí y no, ¿sabes? Quiero decir, me pongo al teléfono con ella, y ella
es todo dinero esto y dinero aquello, y lo emocionada que está que me
gane la vida por nosotros. Quiero decir, traté de trabajar en la
construcción y algunos tipos son geniales en eso, ¿verdad? ¿Pero yo?
Prácticamente me mutilé a mí mismo después de una semana. El jefe no
me despidió, sino que me rogó que me fuera antes que me cancelaran el
seguro. Así que quiere venir aquí cuando se gradúe del instituto, ¿y cómo
se supone que voy a conseguir un apartamento? Ahora tengo un trabajo
de camarero, pero no soy muy bueno en eso. Me pondré mejor, pero
mientras tanto...

—La comida es buena —dijo Ethan, pensando que también había


olvidado eso. La comida era genial, y ahora que ya no vivía en casa, al
menos tenía una forma de pagar la suya. Pero Jonah no esperaba que
Ethan pagara sus cuentas. Todo lo que Jonah esperaba era... era tacto.
Honestidad. No hace falta decir que no se había puesto a pensar en eso
último. Demonios, si hubiera sido honesto aunque fuera un poquito,
habría admitido que hasta el toque era una mentira, porque quería

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 278 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

mucho más de Jonah, y sólo un poco de eso era sexual. Tomó un sorbo
de su refresco, reflexionando, deseando desesperadamente claridad,
tranquilidad, fe, para Jonah, y entonces su bolsillo zumbó. Era un idiota
y lo revisó de todas formas.

Acabó de hacer ejercicio. Tienes razón...

me hace sentir más en control de las cosas. Cuán

en control te sientes ahora mismo?

Él tragó y respondió:

No he tenido el control desde que tenía cinco años

Luego miró a su compañero, que había estado enviando mensajes


de texto a su novia durante toda la conversación, y que se lo iba a follar
crudo por la mañana.

—Oye, Bobby —dijo, haciendo el compromiso en ese momento. La


idea había estado nadando en su cerebro como un pez tóxico durante
casi dos semanas—. ¿Quieres venir conmigo a hacerte un tatuaje?

Buscó el símbolo en el coche mientras Bobby lo conducía.


Originalmente lo quería cerca, justo al lado de su agujero, para que nadie
que se acercara a esa parte de su cuerpo tuviera dudas de cuán usado,
cuán barato, cuán puta era realmente. Si hubiera podido, también se lo
habría tatuado en la polla, pero cuando pensó en eso, se dio cuenta de
por qué tenía que mover el símbolo hasta la parte más pequeña de su
espalda.

Las putas buenas y trabajadoras no tenían tiempo de curarse de sus


tatuajes de puta.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 279 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Bobby fue muy amable con él al día siguiente, consideró totalmente


no tocar la tinta fresca, y Ethan estaba agradecido. Cuando llegó el
momento de follar de verdad, Bobby se acostó con los hombros apoyados
en el cabecero, con la polla sobresaliendo de la ingle, y Ethan la chupó
con fuerza hasta que Bobby se retorció contra el edredón y le suplicó.

Ethan diría que después se puso tan caliente que olvidó el


lubricante, pero él lo sabía. Apenas escupió y Bobby le hizo un rápido
masaje en el aro durante los juegos preliminares, se sentó a horcajadas
sobre el monstruo y se empaló, y el dolor le bañó el cuerpo con tanta
fuerza que su visión se volvió negra por un momento. No dejó de moverse,
sin embargo, ni siquiera perdió su erección. Sólo siguió rebotando
lentamente, oh muy lentamente, mientras cada vena de la polla de Bobby
le frotaba el recto como si fuera papel de lija. El borde crudo del dolor
mantuvo esa pequeña aguja de tatuaje en su mente perforando toda su
piel hasta que incluso sus poros le dolían, y mientras rebotaba arriba y
abajo y se follaba a Bobby hasta que sus ojos volvieron a rodar en su
cabeza, lo escuchó, la nueva letanía, la que iba a mantener su culo de
puta en el negocio durante años: ¿Quieres que te toque, imbécil?
¿Necesitas que te toquen, maldita puta? Bueno, ¡toca esto! ¡Toca esto!
Siente este tacto dentro de ti y ámalo, imbécil, porque es el único tacto que
vas a recibir.

Llegó tres veces en esa escena. Una dosis fue tan dura, que aterrizó
justo en la boca abierta de Bobby.

Al final, Bobby le dio la vuelta y se lo cogió por detrás, y luego llegó


sobre su culo, con el semen quemándole en la nueva herida. Él también
acogió eso, frotó el semen con fuerza en su piel e ignoró el escozor en sus
ojos.

El dolor. Era el mejor toque que iba a recibir.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 280 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

La escena terminó, hablaron en las duchas y Dex lo llamó aparte.

—Ethan, ¿qué pasa con el tatuaje? Hoy fuiste un hombre salvaje.


¿Está pasando algo?

Ethan sacudió la cabeza, sintiéndose como una mierda,


sintiéndose usado y degradado por primera vez en dos años.

—Hombre —dijo, sin estar seguro de por dónde empezar con


Jonah— sólo echo de menos a mi familia.

Dex ya sabía que lo habían echado, pero ahora Ethan le dijo con
vacilación que sus hermanas dejarían el estado para que Allie pudiera
seguir viendo a su bebé. Dex lo alcanzó, lo que no significó más que un
consuelo, y luego lo llevó a un duro y cálido abrazo, del tipo por el que
Ethan se había metido en este negocio.

Ethan se acurrucó allí durante casi diez minutos, aceptando


descaradamente el amor incondicional de Dex y odiándose a sí mismo
por no ser más fuerte.

—Es tan jodido —susurró—. Todo está tan jodido.

La noche siguiente en la fiesta de Chase, vio a Chase y Tommy


juntos y se relajó para ellos... parecía que Chase podría lograrlo, y Ethan
quería animarlo. Alguien iba a lograrlo. Alguien iba a tener un final feliz.

Kane se acercó a donde estaba sentado, y se puso a su lado,


envolviendo a Ethan en un abrazo de oso, y Ethan lo envolvió.

Esto, pensó, tratando de derramar lo suficiente de sus problemas


sobre los hombros de Kane, este era su hogar. Por eso no podía empezar
a servir mesas para salir con Jonah. Necesitaba esto. Necesitaba el toque
de Bobby, necesitaba el de Dex, y ahora necesitaba el de Kane. Necesitaba

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 281 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

este toque, necesitaba este amor, necesitaba que fuera así, tanto si otros
amantes iban y venían como si no.

Ethan necesitaba un amor confiable, no un gran amor. Estaba


seguro de ello.

***

Después de la fiesta, cuando condujo hasta su edificio de mierda,


Jonah estaba sentado fuera, en cuclillas, en la entrada.

—¿Jonah? —dijo con incertidumbre, porque mientras Ethan se


acercaba, la cara de Jonah se veía sombría, herida y enojada, y no sabía
cómo lidiar con esta versión de él. Antes que pudiera manejar a este
Jonah, él abrió la boca y dijo una palabra.

—Johnnies.

Ethan suspiró.

—Sí. Johnnies. Entra, puedes gritarme sin despertar a los vecinos.

Sin decir una palabra, Jonah se levantó y lo siguió a su


apartamento de mierda con las luces amarillas desnudas y el olor raro.

—No puedes contarle a nadie lo de Tommy —dijo en cuanto se cerró


la puerta, y Jonah soltó algo que sonó como un gruñido.

—¡Me importa un bledo Tommy! —dijo—. ¿Cómo pudiste?

Ethan muy deliberadamente se quitó su chaqueta de cuero y la


dejó en el sofá, luego dejó sus llaves en la mesa y se dio vuelta, mirando
a Jonah con cautela.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 282 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Es una pregunta capciosa? —preguntó de forma incómoda—.


Porque he estado cogiendo con tipos en cámara por dinero durante dos
años, es bastante fácil. Entras, te pones duro, pasan cosas...

Jonah dio dos pasos hacia él y se paró justo en su espacio.

—El tatuaje, imbécil. ¿Cómo pudiste hacer eso? ¿Crees que no sé


para quién era?

Ethan se estremeció.

—Para mí —dijo crudamente—. Fue para recordarme que esa cosa


se alquila por el megabyte y no puedo regalarla.

La mano de Jonah le cruzó la cara con fuerza suficiente para


empujarle el rostro de lado, y tropezó hacia atrás.

Ethan lo miró fijamente, con los ojos bien abiertos, sosteniendo su


mano en el moretón punzante que se elevaba en su pómulo, y mirando
fijamente al dulce niño que nunca había sospechado que tenía tanta
fuerza en él.

—¡Vete a la mierda! —jadeó Jonah, las mejillas coloreadas y su


pecho agitado—. ¡No quiero tu culo, o tu polla, o tu lengua, o ninguna de
esas gilipolleces que vi en la puta pantalla!

—Claro que sí —le dijo Ethan, tratando de mantener su voz firme—


. Querías al príncipe apuesto, al tipo con experiencia, ¿no? Querías al
tipo que pudiera venir a rescatarte de tu virginidad, y yo tengo las partes
correctas, era perfecto.

Jonah cerró los ojos y puso su mano sobre su estómago como si


tratara de no vomitar la cena.

—Si eras tan perfecto, ¿por qué te fuiste?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 283 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Porque necesito retroceder —dijo Ethan. Dejó caer su mano de


su mejilla y se dirigió a la mesa para poder apoyarse en ella y darle la
espalda a Jonah, porque enfrentarse a él daba demasiado miedo—.
Necesito más de lo que tú puedes dar, Jonah...

—¡Pruébame! —gruñó Jonah, y Ethan no pudo mirarlo.

—Mira, tío, hay una razón por la que elegí el porno, ¿vale? Hay...

Los brazos de Jonah por sobre sus hombros, sosteniéndolo cuando


aún temblaba por la bofetada en su cara, descarriló cada pensamiento
racional, cada palabra en su defensa, cada forma de explicar su propia
necesidad. Tembló lo suficiente como para juntar los dientes y redondeó
su espalda, enroscando los hombros en su pecho. Por primera vez en
mucho tiempo, se sintió seguro, cuidado y cálido.

—Necesitas que te toquen —le susurró Jonah al oído, cepillando el


lóbulo suavemente con los labios, y la polla de Ethan creció
inmediatamente y se erizó eléctricamente, y se odió a sí mismo por ello.

Se arrancó del abrazo de Jonah, temblando más con la pérdida de


su calidez, y se giró, empujándolo con fuerza por el centro de su pecho.
Jonah retrocedió tropezando, se topó con la mesa de café y aterrizó
torpemente en el suelo.

Ethan lo miró fijamente, horrorizado. Jonah le miró fijamente,


estrechando los ojos, y le dio una sonrisa salvaje.

—No —dijo Ethan, la palabra cayendo entre ellos como una bola
plana.

—¿Por qué no? —preguntó Jonah, empujándose del suelo, con esa
sonrisa feroz y penosa retorciéndole la boca—. Dejas que la gente que te
importa un bledo...

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 284 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¡Esos tipos son mis amigos! —gruñó Ethan, protegiendo


furiosamente a los tipos que lo habían tocado, que lo habían abrazado
durante los últimos dos años—. Ellos me cuidan...

—¡Los he visto! —regresó Jonah, todavía enojado—. Los he visto


cuidando de ti, te ríes después y haces bromas y te abrazan y piensas
que todo está bien. Se siente como el amor, ¿no es así, Ethan?

—Lo es —dijo Ethan, vulnerable y expuesto. Durante dos años


había tenido su cuerpo en exhibición, y había estado orgulloso de él, y se
veía bien haciéndolo, pero nunca se había sentido tan desnudo, ni
siquiera en una película—. No es... no, ya sabes, amoroso...

—¡No es lo que necesitas! —discutió Jonah, su voz temblaba—.


Es... Dios, Ethan, ¿no quieres que tus toques sean especiales?

—¿Especial? —La voz de Ethan se quebró—. ¿Quién es especial?


Vale, de todos los tíos del puto mundo, yo no soy especial. Necesitaba
algo y salí a buscarlo, ¿y sabes para qué me califica eso? Una mierda, eso
es para lo que me califica. No consigo al tipo bueno, Jonah. No me vuelvo
especial. Tengo a mis chicos, y puede que ellos no me tengan, pero me
dan lo que necesito.

—¿Por qué no? —exigió Jonah—. Eres un buen tipo...

—Sí, Jonah, soy tan bueno que casi le quitan el bebé a mi hermana,
¿bien? La drogadicta la dejan entrar en la casa, pero al adicto al sexo...

—No eres un adicto, Ethan. Si fueras un adicto, me habrías follado


hasta dejarme seco cuando estaba jadeando por ello.

Ethan no podía mirarlo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 285 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Bueno, como quieras llamarlo. Yo lo necesito, y tú no quieres a


un tipo que lo necesita así, así que no soy tu tipo. Yo…. —Su voz se
quebró—. Realmente quería que fuéramos amigos —dijo, con la garganta
tan gruesa que apenas podía hablar—. Sólo quería... estar contigo, pero,
ya sabes, no...

Jonah se precipitó, su cuerpo escuálido de repente en el espacio de


Ethan, y Ethan retrocedió contra la mesa, empujándola hacia atrás con
sus muslos, tratando de evadir las manos de Jonah.

—Dime que no me quieres para el sexo —murmuró Jonah,


poniendo su mano en el bíceps de Ethan. Sus dedos apenas abarcaban
la mitad delantera del brazo, y eso hizo que Ethan se diera cuenta de lo
frágil que era, este chico que seguía diciendo que era mayor, que seguía
intentando decir que podía soportarlo.

No puede, Ethan pensó con desesperación. No podría soportar los


restos de su vida, era pedirle demasiado.

—No me interesa —mintió Ethan, pero su voz se tambaleó cuando


Jonah le pasó la mano por el estómago—. ¡Basta! —Rompió una octava
de nuevo al agarrarlo de la mano, y los ojos de Jonah se volvieron
brillantes.

—¡No quiero molestarte, Ethan, sólo quiero que me hables!

—No puedes abusar de mí —dijo Ethan—. Tengo todo el poder. —


Dios, trece años con el Dr. Tío Stottemeyer deberían haberle enseñado
algo, ¿no?

—¡Pero no lo haces! —Jonah se quebró—. Mírate... eres un


desastre. Hablas de cómo te vas a aprovechar de mí, ¡pero ni siquiera
puedes decirme que no! Necesitas que te toquen, lo necesitas tanto que
te venderás por ello, pero no lo pedirás, y no lo aceptarás cuando te lo

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 286 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

ofrezcan, y no tengo ni idea, ni siquiera un puto asomo de idea, de por


qué crees que no lo mereces. Vamos, Ethan, ¡háblame!

Ethan cerró los ojos y presionó los talones de sus manos contra
ellos.

—Vete —murmuró—. No quiero hablar contigo. Estoy cansado de


hablar. Trece años de terapia, y tengo este nudo en el pecho, y la única
cosa que realmente necesito, que realmente preciso del universo me tiene
tan jodido que estoy tratando de mantener a los vírgenes fuera de mi
cama. Solo vete. Por favor, Jonah...

La boca de Jonah cayó suavemente sobre la suya, suave y tierna y


todas las cosas que Ethan soñó con el sexo y la dulzura cuando él mismo
era virgen.

Era tan dulce que no lo soportaba, tenía que aplastarlo, tenía que
eliminarlo, porque era el único poder que tenía y la única forma en que
sabía cómo funcionaba el mundo. Puso sus manos a ambos lados de las
mejillas de Jonah. El simple cosquilleo de la sombra nocturna en sus
palmas lo inflamó aún más, y arrasó, saqueó, se metió en su boca,
aplastó sus labios contra los suyos y sintió los dientes de Jonah
mordiéndolo. Dominó, empujando a Jonah hacia atrás, dejando la mesa,
forzándolo contra la pared de la cocina, donde le metió las manos en los
pantalones, agarró dos puñados de culo y apretó.

Jonah metió su propia mano en la parte delantera de los vaqueros


ajustados de Ethan y agarró su propio puñado y apretó.

Debería haber sido lo suficientemente duro como para herir, pero


Ethan era imprudente, estaba enojado y ya tenía dolor. Su erección se
engrosó, palpitó y comenzó a gotear en cuestión de momentos.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 287 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

El apretón de Jonah se convirtió en un ataque. Ethan gimió dentro


de su boca y cerró los ojos lo suficiente para ver las estrellas. Sus manos
se apretaron convulsivamente, y Jonah las juntó, atrapando su mano en
los pantalones de Ethan y aumentando la presión hasta el siguiente
punto de dolor.

Jonah se alejó lo suficiente como para jadear:

—Si esto se supone que me asusta, lo estás haciendo mal —y lo


unió con un apretón y otro toque.

Ethan enterró su cara en el cuello de Jonah y gimió.

—Dios, Jonah... no quieres hacer esto...

—Entonces háblame...

Ethan aplastó su boca de nuevo, y el frenético y acariciante agarre


de Jonah se hizo más fuerte y rápido. Ethan lo sintió, la familiar ola de
orgasmo aniquilador, la impotencia, el escalofrío, y por un momento entró
en pánico porque no era su lugar seguro, no era una persona que lo
conociera, que lo cuidara, y medio sollozó en el pelo de Jonah.

—Oh Dios, oh Dios, voy a... voy a... voy a... joder...

Jonah envolvió un brazo alrededor de sus hombros y siguió


acariciando y, peor aún, empezó a susurrar.

—Vamos, Ethan. Vamos, ¿vas a hacerlo? ¿Vas a hacerlo?

Oh no, empezó en sus muslos, sus pelotas, su agujero, y su todavía


dolorido culo. Apretó los músculos de su estómago, hizo un nudo en su
pecho, se detuvo en su garganta y le hizo temblar la columna vertebral.
Jadeó y sollozó y se arrojó en el puño de Jonah, agradecido cuando éste
le abrazó fuerte por los hombros y le acarició la oreja.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 288 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sh... sh... está bien... se acabó...

—Oh, ya quisieras —raspó Ethan y lo besó fuerte otra vez. Se tragó


el jadeo de sorpresa de Jonah y, con un fuerte empujón, bajó los vaqueros
de Jonah de sus caderas. Se arrodilló y le chupó la polla hasta el fondo
de la garganta, haciendo su boca descuidada y resbaladiza, mejor para
meterle esa cosa en el culo, donde pertenecía.

Jonah gimió, agarrando su pelo y tirando, tirando hasta que picó,


y Ethan siguió chupando, siguió bromeando, siguió acariciando. Se le
pagaba para hacer esto, sabía cómo sostener los testículos en una mano
y deslizar el dedo hacia atrás a lo largo de la mácula de Jonah y sondear
su entrada, haciendo que éste se desesperara, volviéndolo loco.

—¡Ethan, maldita sea! ¡Ethan, levántate! ¡Ethan, no quiero llegar


en tu boca!

Ethan se puso de pie, empujando sus calzoncillos sucios y


pateando sus mocasines de cuero en un movimiento practicado.

—¡Entonces cógeme, virgen!

El apartamento era tan pequeño, que tomó dos pasos antes de


inclinarse sobre el frente del sofá, con el culo al aire. Miró
desafiantemente detrás de él y se extendió, sin siquiera hacer un gesto
de dolor al exponer su agujero, crudo y rojo de la escena que había
filmado el día anterior.

—Es todo para lo que sirvo.

Se anticipó al cuerpo de Jonah, duro y agresivo, pegado contra el


suyo... era lo que había pedido: sexo puro y duro, reduciendo esta frágil
atracción, este dulce interludio, a la función básica del cuerpo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 289 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

No estaba preparado para que Jonah le envolviera el brazo


alrededor de las costillas y le extendiera la mano al cuello, forzando su
cabeza hacia arriba.

—No así —susurró Jonah, su voz tensa hasta hacerse añicos.

Ethan soltó un fuerte gemido y lo empujó hacia atrás. Jonah estaba


duro y mojado, alojado en el pliegue de su culo, la propia saliva de Ethan
picando contra su entrada.

—Me querías —suplicó Ethan—. Me querías. Dijiste… dijiste que


me querías, ¡este es el yo que obtienes!

El frío en su espalda lo sorprendió, pero no más que las manos en


sus axilas, arrastrándolo hacia arriba. Se puso de pie tambaleándose y
Jonah le subió los pantalones y los calzoncillos. Se retorcieron y
anudaron, cinturón, pretina, todo, y Ethan los tanteó, sintiéndose
estúpido, humillado e indefenso. No podía darse vuelta y mirar a Jonah,
no podía enfrentar lo que había tratado de hacer que hiciera el chico.
Escuchó los sonidos de Jonah arreglándose la ropa, y pensó que tal vez
no tenía que lidiar con él. Tal vez había tenido éxito y podría irse, y su
disfuncional mundo de cristal podría reanudar su curso.

Desenredó la tela vaquera del cinturón de los calzoncillos de


algodón elásticos, y dio un paso hacia su habitación, pero la mano de
Jonah en el hombro lo detuvo.

—Valgo más —murmuró Jonah, y Ethan oyó lágrimas en su voz.

—Sí, lo vales.

—Tú también.

—No me envíes más mensajes de texto.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 290 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Dilo.

—Por favor, Jonah, no puedo hacer esto contigo.

—¡Dilo!

En respuesta, Ethan tomó la mano en su hombro y la sostuvo en


su mejilla y luego besó su palma. Su cara estaba mojada, y sabía que
Jonah lo sentía, pero no tenía las palabras que necesitaba, y esperaba
que eso bastara.

—Ethan...

—Evan. Evan Costa. Es bueno que alguien lo sepa. —Tuvo que


mirar por encima del hombro, y su mortificación no disminuyó ni un poco
cuando vio que los ojos de Jonah estaban rojos y su cara también estaba
mojada—. Tienes que olvidarme, ¿de acuerdo, Jonah? Sólo...

—Me pondré en contacto contigo —dijo Jonah, con la respiración


temblorosa—. Cuídate, Evan.

—Jonah…

El beso en su mejilla lo sorprendió.

—No más palabras. No lo soporto. No esta noche.

Y luego se dio vuelta y se fue. Ethan se tambaleó hasta su cama,


quitándose los vaqueros y apagando las luces mientras Jonah se iba. No
quería dormir tanto como quería seguridad, y se arrastró con su suéter,
su camiseta y su ropa interior, se cubrió la cabeza con las sábanas y se
acurrucó allí hasta que el sueño misericordioso lo llevó.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 291 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Parte III

Empezar de nuevo con un


nuevo manual

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 292 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 1
Muros y caída de muros
Me desperté esta mañana preocupado por ti. ¿Cómo estás?

No quiero hablar de ello.

Yo estoy bien, gracias. Pero tengo que hablar con mi jefe y


creo que está enfadado conmigo. Gracias por eso.

No he dicho nada.

Me gustaría que le dijeras algo a alguien.

¿Evan?

¿Evan?

¿Evan?

Bien, de acuerdo. Que tengas un buen día.

Tommy arrastró a Jonah para ayudarle a apilar comida para


perros, y Jonah tuvo que admitir que trabajar con grupos musculares
específicos y cosas así le ayudó mucho. Sus músculos se flexionaron, y
fue capaz de levantar con sus brazos, hombros y muslos, y no con su
espalda. La comida para perros de trineo nunca se había sentido tan
fortalecedora.

—Entonces —dijo Tommy, levantando la bolsa de cincuenta kilos


como si fueran tres de harina— ¿qué carajo le hiciste a mi amigo?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 293 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Ethan? —preguntó Jonah, tratando de parecer descarado. Si


Ethan no hablaba, él tampoco.

—No, imbécil, el otro amigo que se emborracha todas las noches


sólo para dormir.

—¡Ni siquiera tiene veintiuno! —protestó Jonah y luego se sintió


estúpido. De todas las cosas de las que hay que preocuparse, Dios.

—No, pero está construido como un gorila y vive en una zona de


mierda de la ciudad, así que ¿quién no le va a vender? Y tenemos que
sacarlo de la cama para que haga ejercicio por la mañana. Si no fuera
por el puto Chase, no sé si habría salido de la cama, punto. Así que repito,
¿qué carajo hiciste?

Jonah tuvo que dejar de acarrear comida para perros, porque la


imagen de Ethan bebiendo solo en su puto apartamento amueblado
rompió un patrón de cristales rotos justo sobre su pecho... joder. Ya está.
Justo en el punto de mira. Por un minuto, fue difícil respirar.

Se concentró, mirando el techo abovedado del almacén, y se


preguntó si su voz resonaría en los suelos de baldosas y el techo de
hormigón como la de todos los demás. ¿Cuánta gente escucharía la
historia de la vida de Ethan si le contara a Tommy todas sus
preocupaciones ahora?

—Está destrozado —dijo Jonah, casi para sí mismo, y Tommy lanzó


otra bolsa amarilla y azul de treinta kilos más alta que su cabeza.

Tommy esperó a que el sonido de las croquetas en el papel


quebradizo disminuyera y luego se volvió hacia él, con los hombros
cuadrados y los puños en los costados.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 294 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Qué diablos se supone que significa eso? —le preguntó—. ¿Te


di un amigo perfectamente bueno y lo rompiste?

Jonah ni siquiera podía reírse.

—¿No lo sientes? —preguntó, necesitando genuinamente saber—.


Necesita a alguien. Él... él piensa que ustedes serán su familia, y eso es
todo lo que necesita, pero... pero necesita más, ¿pueden sentirlo?

—¿Nosotros? —dijo Tommy que era neutral.

Jonah estaba demasiado preocupado por Ethan para pensar


siquiera en… uh-oh.

—No se lo diré a nadie —dijo, en voz baja—. No... no es asunto mío.


Pero... —Se detuvo, sonrió y se sonrojó y decidió que era mejor ser
honesto—. Tú, uhm, follas como un dios, pero eso es sólo, ya sabes, una
observación.

La carcajada de Tommy no sonaba ni un poco avergonzada.

—Una que mucha gente ha hecho en el pasado —dijo


majestuosamente—. Pero gracias. Me imagino que si pruebo que no tengo
todo el cerebro en la polla, muy pronto la gente no dará una mierda, pero
sí, es un poco pronto para la gran revelación, ¿sabes?

—O un poco tarde —dijo Jonah secamente. Tommy se giró para


empezar a apilar comida para perros de nuevo, y Jonah dijo, lentamente,
porque el recuerdo era doloroso—: Estaba tan preocupado que te
expusiera aquí. Estaba seguro que no volvería a hablarle, pero lo primero
que dijo fue que trataba de protegerte.

Tommy dejó la comida de perro y se puso de pie, con los hombros


caídos, sobre la pila.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 295 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Lo acariciamos —murmuró como si se odiara a sí mismo por


decirlo.

—¿Como un perro? ¡Es horrible!

—¡No, imbécil, como un amigo! —Tommy se paró y agarró la bolsa


de comida para perros. Jonah había notado que no era muy bueno para
quedarse quieto—. Nosotros... él necesita ser sostenido. Lo necesita.
Necesita buenos toques. Hombre, nunca he visto a alguien que necesite
tanto ser tocado. Quiero decir... con Chase, realmente todo era sobre el
sexo, y podías verlo en la pantalla, eso es lo que lo ponía caliente. ¿Pero
Ethan? Es como... todo tacto. Se excita con el dolor, pero... —Tommy se
estremeció—. Hay una especie de acuerdo en el set, ¿sabes? Le decimos
a los nuevos, creo que Kane me lo dijo, que no lo empujen demasiado
lejos. No... no le hagas daño. Simplemente no le hagas daño. —Con eso,
se dio la vuelta y tiró la bolsa de comida de perro en la pila y luego volvió
a comprobar para asegurarse que se quedaría.

El corazón de Jonah estaba desdibujándose como un colibrí en su


pecho, e intentó levantar la siguiente bolsa y la dejó caer.

—Lo lastimé —dijo con disculpas—. Él me hizo daño a mí también.

Le sudaban las manos, y tuvo que darse la vuelta y sentarse en el


montón de comida para perros. Tommy aparentemente olvidó que era un
gerente y se sentó a su lado, y luego hizo una cosa de amigo real y puso
un brazo alrededor de sus hombros.

—¿Qué hizo?

—Trató de alejarme. Como si estuviera demasiado sucio para que


lo tocara.

Tommy gruñó.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 296 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Eres muy dulce para toda esta mierda.

—Se tatuó 'puta' en el culo —dijo Jonah. Su voz chirriaba, pequeña


como un ratón, y no le importaba, porque necesitaba decirle esto a
alguien. Toda su vida, si hubiera querido hablar con alguien, sus padres
o incluso su hermana, habían estado allí. No decírselo a Tommy, no
parecía posible.

—Oolf... —Jonah lo miró para ver a Tommy frotándose el


estómago—. Está bien. Eso es oficial. No más dejar a ese tipo solo por la
noche.

Jonah lo miró de reojo.

—¿Qué quieres decir?

—Quiero decir que después que Chase hizo lo suyo con la cuchilla
de afeitar, no pasé una noche solo. Dex lo organizó, creo, porque Dex sólo
hace eso. Pero no te preocupes. Nos ocuparemos de él.

—Genial —dijo Jonah, poniéndose de pie y caminando hacia el final


del pasillo. El lugar no estaba abierto todavía, pero una mujer con
tacones altos y vaqueros ajustados estaba llevando su bulldog de color
marrón y blanco a la oficina del veterinario. Jonah pensó con nostalgia
en la escuela y en cómo había querido ser veterinario cuando era niño, y
luego simplemente tener un negocio que tratara con animales. Tal vez
todavía podría, pensó, tratando de distraerse. No funcionó—. Genial —
dijo de nuevo, un poco más suave—. Maravilloso. Entonces no sé para
qué me hablas. Chicos, lo tienen cubierto.

—Jesús, no seas tan virgen —dijo Tommy.

—Cállate. —Un delgado velo rojo cayó frente a la visión de Jonah—


. Cállate. Estoy tan harto de que mi experiencia sexual o la falta de ella

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 297 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

tenga alguna relación con esto. No me importa si me he follado a un tipo


o a mil, no hablo de su culo, hablo de su corazón, ¡y su corazón duele! —
Jonah golpeó con el pie la pila de bolsas de comida para perros, se
sorprendió cuando la presión de la bolsa cedió. Hubo un estallido de
papel estresado y un ruido anormalmente fuerte de comida para perros
en el suelo, sacó el pie de la bolsa y luego la miró con sorpresa.

—Vaya —dijo Tommy, aparentemente también aturdido—. Esas


bolsas no están hechas para nada.

—No. —Se puso en cuclillas y se limpió los ojos ardiendo con la


palma de la mano—. No. Se supone que tienen que contener comida para
perros. No cuentan con que los malditos estúpidos las pateen en el punto
débil. —Se limpió los ojos de nuevo y se puso de pie, y luego pateó un
poco de la comida para perros a modo de ejemplo—. Iré a buscar una
maldita escoba —dijo, con voz gruesa, y el brazo de Tommy alrededor de
su hombro lo sorprendió. Dios, Tommy era musculoso, pero Jonah no lo
quería. Quería a Ethan y esa sonrisa juguetona, y la forma en que se
movía con cualquier cosa bajo los dedos pero se quedaba quieto en
cualquier otro lugar, y la forma en que podía relacionar cualquier cosa
con una película, y la forma de mierda en que mentía.

—¿Qué tiene de malo que cuidemos de él? —preguntó Tommy, con


la voz baja.

Jonah quería golpearse a sí mismo por subestimar a Tommy. ¿Qué?


¿Pensó que porque el tipo era puro musculo y trabajaba en el porno, sería
estúpido?

—Ustedes lo cuidan tan bien, que él no quiere que lo haga —dijo


Jonah en voz baja, viendo cómo la última croqueta caía al suelo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 298 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sólo porque nos lo hayamos follado no significa que sea nuestro


—dijo Tommy, igual de bajo—. No vas a salvarlo del porno con tu mágico
pene virginal, Jonah, no lo harás. Pero sólo porque todos hayamos estado
desnudos con Ethan no significa que seamos el toque que necesita,
tampoco. Lo que sea que le haya hecho necesitar tanto, es complicado.
Quizás ayudarle también sea complicado.

—Bueno, mejor tú que yo —dijo Jonah, deshaciéndose del abrazo


y tratando de sonar como si no le hubiera destrozado decirlo—. Apenas
responde a mis mensajes de texto.

—¿Jonah?

Jonah se detuvo y se las arregló para mirar los ojos de Tommy.

—¿Qué?

—No dejes de enviar mensajes, ¿de acuerdo? Por favor... La noche


en que Chase... quiero decir, esa noche, estaba destrozado. Y todos los
chicos del trabajo, estaban allí. Dex intentó que todos diéramos sangre y
no pudo, y lloró como un bebé, y Ethan se desmoronó, pero estaban todos
en la sala de espera, y evitaron que me volviera loco. Pero nada de eso
habría importado, nada de eso, ¿me oyes?, si mi puto novio no hubiera
dejado de cortarse la puta muñeca y hubiera decidido vivir en su lugar.
Así que sigue enviándole mensajes de texto. Sí, somos personal de apoyo,
eso es genial. Bien por nosotros. Pero si tú y él, son especiales, entonces
eso es especial. Chase y yo nunca rodamos una escena juntos, ¿me
entiendes? Pero supe que lo quería desde el momento en que lo vi. A veces
el sexo no tiene nada que ver con eso. A veces sólo se interpone en el
camino.

Jonah tragó. Bueno, si alguien lo sabría, tal vez fuera Tommy.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 299 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí —dijo, no exactamente esperanzado, pero menos abatido—. Iré


a buscar una escoba.

Acabo de hablar con tu amigo Tommy.

¿Sí?

Cómprale a Chase y a él algo bonito para Navidad, ¿vale?

¿Como qué?

Tal vez un tú que no tenga resaca. Están preocupados.

Jodido Jesús.

Yo también estoy preocupado.

¿Evan?

¿Evan?

Mierda, Evan, me asustas cuando te vas así. Por favor, sólo


hazme saber que estás ahí. Tienes demasiados amigos que han
intentado hacerse daño, ¿no ves cómo me preocuparía? Así que voy
a divagar hasta que me digas que me vaya a la mierda.

Por favor, Evan. ¿Sólo di que estás bien?

Dejaré el trabajo e iré allí si no me contestas.

Jesús, chico, no seas dramático.

No seas un imbécil y abandones un grupo como ese.

Me estoy duchando. Deja de molestarme.

Envíame un mensaje de texto en una hora.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 300 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Lo que sea.

Jonah dio un suspiro de alivio en el armario de los materiales y


cogió la escoba, el recogedor y el cubo de basura. Bien. Pudo hacer que
Ethan le devolviera el mensaje. Eso era algo. Eso era poder. Tal vez
Tommy tenía razón. Tal vez significaban algo el uno para el otro. Tal vez
ese era un lugar para empezar.

***

Esa noche, al volver del gimnasio, Amelia le dio otro camino.

—Oye, Jonah... ¿has visto a Ethan últimamente?

Jonah la miró de reojo y trató de averiguar cuánto sabía.

—Uhm, no.

—No desde que tuvieron esa horrible pelea, ¿verdad?

Oh, Dios.

—¿Cómo supiste que tuvimos una pelea horrible?

Ella tosió, lo cual hacía mucho después de hacer ejercicio, por lo


que tuvo que esperar un poco. Finalmente ella jadeó un poco de aire y
dijo:

—Veamos, sales de la casa y estás todo molesto, y vuelves tarde y


no nos miras. Y tus ojos estaban todos rojos. Te metiste en una pelea con
tu novio.

—Nunca fue mío —dijo Jonah, y las palabras duelen.

—Mentira —murmuró Amelia—. Dios, vi la forma en que te mira.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 301 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Ya sabes, la gente finge esa mierda todo el tiempo —murmuró


Jonah—. Me detengo por un agua vitaminada. ¿Quieres una?

—No, quiero un refresco, pero tomaré un agua con vitaminas de


dieta, ¡gracias!

—Dios, eres un dolor en el culo.

Ella le sonrió sin arrepentirse y él corrió a la gasolinera distraído.


El tipo detrás del mostrador era alto, de pelo rubio, delgado, y sonrió a la
camiseta de Jonah.

—¿Te gusta esa? —preguntó.

Jonah miró su camiseta de Bleach.

—Sí, pero me están empezando a gustar las más oscuras, ¿sabes?

—¿Starfighter? —preguntó el tipo con esperanza, y Jonah se dio


cuenta aturdido que le estaban coqueteando.

—Sí —dijo, sonriendo, como si ocurriera todos los días—. Es uno


de los favoritos de mi novio.

La decepción fue palpable.

—Bueno, ya sabes. Si alguna vez tienes que ir a una convención


solo, házmelo saber. —El tipo sonrió con nostalgia, y Jonah le devolvió la
sonrisa, siendo amable. Pensó que querría que alguien fuera amable con
él si alguna vez no le interesaba, y mientras tomaba sus dos aguas
vitaminadas y su cambio de vuelta, fue cuando se dio cuenta.

—Mierda —murmuró, saltando en el Toyota familiar.

Amelia había estado durmiendo contra la ventana, y se despertó


asustada.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 302 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Qué? ¿Qué pasa? —preguntó, y luego tuvo que toser un poco


más. Jonah sacó la bolsa para que ella pudiera tirar sus pañuelos, y
pensó mucho en responder a su pregunta.

—Si un tipo quisiera dejarte suavemente, entonces lo haría,


¿verdad? —Él lo sabía—. Quiero decir, te sonreiría y sabrías que está
bien. Pero... si realmente te quisiera pero no quiere quererte, ahí es
cuando la mierda se complica, ¿verdad?

Amelia abrió los ojos y asintió.

—Sí. ¿Por qué?

Jonah agitó la cabeza.

—No lo sé. Porque todo el asunto es jodidamente confuso, por eso.

Amelia tomó un trago de su agua.

—¿Qué es tan confuso, en serio? A él le gustas, a ti te gusta, cobras


tu tarjeta V...

—No se trata de sexo —dijo Jonah y se dio cuenta que era tanto la
completa verdad como una total mentira—. Está bien —dijo en voz baja—
. Se trata totalmente de sexo. Todo es sobre el sexo, y todo el sexo que ha
tenido en público y nada del sexo que ha tenido en privado.

Amelia parpadeó.

—¿Porno?

—Dios, hiciste ese salto más rápido que yo.

—Bueno, ¿lo has visto? Quiero decir... ¡podría estar colgado como
un loro, y aún así sería bueno para el porno!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 303 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah gruñó, maniobrando el coche a través de la fría niebla de


noviembre. El Día de Acción de Gracias era dentro de una semana, y era
después de las diez. Las calles parecían espeluznantes y apagadas, y el
coche estaba impregnado de la cómoda intimidad de hablar con una de
tus personas favoritas en la oscuridad.

—No está, uhm, colgado como un loro —confesó Jonah.

Amelia se volvió hacia él, impresionada.

—¡Jonah!

—No lo hicimos, ya sabes. No quiere... No lo sé. Dañar mi virtud o


algo así. Es una especie de mierda.

—¡Dios mío! —exclamó Amelia, sonando tan adolescente que Jonah


sintió una oleada de afecto por ella—. ¿Qué pasa con eso? Tío, me rompí
el culo para que Dylan Kripke se acostara conmigo el año pasado, y la
mitad de las veces fue 'No, no quiero contaminarte con mis gérmenes
sexuales!' y la mitad de las veces fue 'No, eres toda frágil y no quiero
hacerte daño!' y Jesús, una vez que tuvimos sexo, fue estúpido y patético!

—¡Melly! —jadeó Jonah, desgarrado entre el horror y la admiración.


Dios, ella podía ser muy terca.

—Se puso mejor —murmuró—. De hecho, si no hubiera estado tan


enferma este año, habríamos tenido más.

—¿Tienes novio? —preguntó, sólo para asegurarse.

—Bueno, sí —dijo ella, sonando dolida—. Quiero decir, a él le


gustaría serlo ahora. Pero primero teníamos que superar lo de la virgen,
y luego mamá y papá estaban haciendo su estúpido baile, y este año...

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 304 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ella se alejó sombríamente. Sí. Había estado muy enferma desde


agosto. Ni siquiera la actividad extra del mes pasado ayudó a que la
mierda se asentara en sus pulmones. La última infección no había
desaparecido por completo, pero había vuelto a la cinta de correr
sorprendentemente rápido, y Jonah finalmente entendió por qué.

—No lo hemos conocido —dijo Jonah en voz baja—. Sería bueno


conocerlo.

—Sí, bueno, entonces yo haría lo que tú hiciste con Ethan.


Presentarlo a la familia, hacer que todo el mundo se emocione de que voy
a tener una buena relación, y luego ¡puf! —Agitó los dedos—. No más
novio. No más familia feliz. Todo se ha ido.

Oh, ouch.

—Bueno, ya sabes, las cosas pueden ser una mierda entre Ethan y
yo, pero creo que realmente le gustaría saber de ti. —Jonah buscó en su
bolsillo y le dio a Amelia su teléfono—. Aquí está su número clavado en
la parte delantera.

Miró la foto y jadeó.

—¡Dios mío! No estabas bromeando, ¡es su foto porno!

—Bueno, tenía una foto de su cabeza, de todos modos. —Jonah lo


había descargado de la red, ya que le había gustado la foto. Era el
confiado, arrogante y divertido chico con la sonrisa tonta que había
entrado en PetSmart al principio, y Jonah sabía que era tan parte del
Ethan que conocía como el chico perdido y enfadado que había
desnudado su culo tatuado y pidió al mundo que lo viera.

—Está bien. —Amelia guardó silencio por un momento mientras


copiaba el número en su propio teléfono—. Lo tengo. ¿Qué hago ahora?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 305 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sólo envíale un mensaje de texto. Tiene todo el rollo de 'No quiero


contaminar tu cuerpo puro con mis piojos sexuales', pero le gustas, y no
creo que te aleje.

—¡Ooh! Eso es retorcido. ¡Me gusta! —Le sonrió, con los ojos a
media asta. Se detuvieron en un interminable semáforo, y se dio cuenta
que podía ver el rubor de su cara en el coche.

—Maldición, Melly, ¿te estás enfermando otra vez? —Dios. No otra


infección. No tan pronto.

—Sí, probablemente, pero creo que puedo enviar un mensaje de


texto antes que lleguemos a casa y mamá empiece a sentir pánico.

—¡Amelia!

—Cállate, Jonah. ¡Él dice hola!

—¿Sí? —Oh, Dios. Progreso. Progreso al fin. Él tenía razón. Si Ethan


no se hubiera interesado, habría sonreído y dejado a Jonah sin nada.
Estaba interesado. Ahora Jonah necesitaba averiguar qué hacer con esa
información.

Oye, Jonah.

¿Sí?

¿Cómo está tu hermana?

En el hospital. Tiene el respirador funcionando. Nada de


mensajes de texto.

Lo siento. ¿Puedo visitarla?

Sí, a ella le gustaría. Tendrás que ponerte el uniforme estéril.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 306 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Sí, está bien. Mañana por la tarde.

Habitación 215, Unidad de Cuidados Respiratorios. Te veré


allí.

Te lo dije para que pudieras evitarme.

No. Acabo de decirle a Melly que vas a venir. No puedes


escapar de mí.

Ni siquiera en mis sueños.

Jonah miró el texto, con la boca abierta, y luego miró a su


hermana, que estaba luchando por respirar. Sus padres y él habían
pasado el día de Acción de Gracias en la cafetería del hospital comiendo
pavo procesado, relleno insípido y papas batidas porque esta vez la
infección pulmonar de Amelia no respondía a ninguno de los antibióticos
orales, y había necesitado tratamientos intravenosos y oxígeno y lo que
parecía un ejército de enfermeras golpeando su espalda para ayudarla a
deshacerse de la mierda en sus pulmones. Sus padres se habían ido a
casa juntos, brazo en brazo, luchando con el agotamiento y la tristeza, y
había elegido pasar la noche para que no tuviera que estar sola en el Día
de Acción de Gracias.

—Melly, no puedes ni moverte, ¿y has estado enviando mensajes


de texto a Ethan?

Amelia sonrió alegremente.

—No tengo nada que... hacer... que sentarme sobre mi... culo —se
las arregló para atravesar la tienda de oxígeno, y él quiso besarle la mejilla
o algo así. En cambio, frotó el dedo en un lado de la tienda. Ethan había
estado respondiendo a sus textos de forma concisa y educada la semana
pasada, y eso había sido frustrante pero mejor. Desde que se asustó,

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 307 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan no lo había dejado colgado, y eso era algo. Tommy dijo que después
de tres noches en que uno de sus amigos lo disuadió de tomar demasiada
cerveza por las noches, Ethan perdió los estribos, tiró todo el alcohol que
le quedaba por el desagüe e hizo que todos se fueran a casa. Según
Tommy, estaba despierto y listo para hacer ejercicio, aunque no era
exactamente brillante.

—Era el tipo más amable del mundo, y te las arreglaste para


quebrarlo. Ni siquiera sé por qué me molesto —refunfuñó Tommy. Jonah
se sintió mal durante todo un minuto, pero luego recordó que el tipo más
amable del mundo probablemente no había sido particularmente feliz,
incluso cuando estaba siendo amable.

Pero ahora pedía venir a ver a su hermana enferma, lo que era


bastante asombroso. O lo sería si ella no estuviera actualmente ocupada
en asustarlos a todos, de todos modos.

Había estado en el hospital durante tres días, y conseguir que su


cuerpo ligero respondiera al tratamiento había sido muy difícil esta vez.
Jonah había estado allí para asistir a la reunión de la fatalidad con sus
padres y el siempre paciente doctor. Todos estaban preparados para ello.
Más o menos. Debían estar preparados para ello. Aún así, las palabras:
lista de trasplantes y si no consigue uno, puede que no pase el año, los
sorprendió dolorosamente. Jonah había estado luchando con eso toda la
semana, y apestaba. Sus padres, Dios. Su padre había dormido en casa
toda la maldita semana, y ver a su padre sosteniendo la mano de su
madre de manera casual, como si no hubiera dolor y no hubiera
recriminación entre ellos, fue suficiente para hacer que Jonah llorara y
se enfureciera al mismo tiempo. ¡No podrían haber hecho esto cuando ella
estaba feliz! se enfrentó con el repentino y recién adulto conocimiento de
que a veces las cosas que pasaban entre dos personas eran tan privadas

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 308 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

y tan dolorosas que el resto del mundo sólo necesitaba reservarse el juicio
y negarse a hacer comentarios.

Pero eso dejó a Jonah a la deriva, sentado al lado de la cama de su


hermana en Acción de Gracias. El texto de Ethan fue tal vez lo único que
le impidió enroscarse en una pequeña bola y llorar.

Se quedó dormido, y cuando su teléfono volvió a sonar, se desplomó


y lo dejó caer, y luego pasó una eternidad sacándolo de debajo de la cama.

Tommy dijo que mañana tienes libre. Dijo que le avises


cuándo volver a ponerte en la agenda.

Oh, Jesús... ¡Trabajo!

Dale las gracias. Dile que siento haberme olvidado de llamar


y preguntar.

Sí, dice que no te preocupes. Espera que tu hermana esté bien.

No estaba seguro de lo que pasó entonces. Ethan era tan bueno


cubriendo sus lugares vulnerables... tal vez Jonah no tenía tanta
práctica.

Se está muriendo. Quiero pensar que mejorará, pero no lo


hará. Está en una lista para un trasplante de pulmón, es una lista
de dos años. El doctor dice que tiene un año, pero no creo que tenga
tanto tiempo.

Miró fijamente el texto a ciegas, pensando que no podía


retractarse. No podía. Pero necesitaba decirlo, y Ethan, en ese momento,
estaba escuchando.

Lo siento mucho, Jonah. ¿Dónde estás ahora?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 309 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

En el Kaiser. ¿Dónde estás tú?

Acabo de dejar la casa de Chase y Tommy. Tuvieron un lindo


día de Acción de Gracias.

¿Sí? ¿Buena comida?

Sí, muy buena. Tommy cree que puede cocinar. No puede.

Pero la gente es buena. Y Dex y Kane trajeron pasteles, y ellos


PUEDEN cocinar.

Jonah parpadeó, viendo los nombres y reuniendo a la gente en su


cabeza.

¿Dex y Kane? No sabía que eran una pareja.

Nadie más lo sabe tampoco. Dada la forma en que Kane


coqueteaba con la hermana de Donnie, no sé si Kane lo sabe. Pero
lo saben. Yo lo sé. Son buenos juntos.

¿Cómo funciona eso? ¿Dos tipos en el porno?

Hubo una pausa. Una larga. Jonah no pensó que Ethan lo había
abandonado de nuevo, pero tal vez fue un momento de reflexión, y Jonah
podía respetar eso.

Empezó a dormirse de nuevo cuando oyó pasos detrás de él. Ni


siquiera miró, porque las enfermeras venían cada media hora a revisar
los gases en la sangre de Amelia y sus signos vitales, así que no se dio
vuelta hasta que una mano caliente cayó sobre su hombro.

Allí, detrás de los escudos estériles de la sala limpia, los cálidos


ojos marrones de Ethan se arrugaban con ansiedad.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 310 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Hola. —Jonah se enderezó en su silla e hizo un gesto al que


estaba a su lado—. Dios mío —dijo, tratando de mantener la voz baja—.
Se suponía que vendrías mañana.

—Sí. Yo... bueno, era mejor que el apartamento, ¿verdad?

Jonah miró alrededor de la habitación del hospital. Habían traído


los peluches de Melly y su póster favorito de Lobo Adolescente. Tenían
una especie de kit para cuando estuviera hospitalizada, cosas que
pudiera mirar para mantener el ánimo. Tenían el póster laminado para
que las esquinas soportaran la reubicación.

—¿En serio? —preguntó mientras Ethan se hundía en la silla.


Jonah odiaba los descartables de papel ahora mismo. Quería ver a Ethan.
Sus ojos se veían cansados y rojos, con bolsas debajo, pero eso era
suficiente para saber que no estaba bien. Ethan se inclinó hacia adelante,
sus manos enguantadas se juntaron sobre el espacio entre sus rodillas,
y Jonah las alcanzó y las enroscó—. ¿Esto es realmente mejor?

Ethan le echó una mirada de atormentada.

—Sí, Jonah. Sí. Yo también te echo de menos, ¿vale? Fueron tres


citas estúpidas, pero me gustó mucho estar cerca de ti, y eres divertido e
inteligente y amable. Nunca se trató de que fueras una buena persona o
que tu familia no fuera buena. —Miró a Amelia, y su cara se suavizó—.
Se trataba que yo fuera lo suficientemente bueno para ti. —Le echó otra
mirada—. ¿Tenías que decirle que estaba en el porno?

Jonah abrió la boca, recordando su conversación. Era la última que


había tenido con ella y que no había estado cargada de preocupación.

—Sí —dijo, pensando en descubrir que tenía un novio, y que no


moriría virgen, y pensando en su terquedad y su humor—. Lo hice. Ella
cree que eres genial.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 311 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Eso dice algo muy triste del mundo —murmuró Ethan.

Jonah apretó sus manos.

—Tal vez sólo dice que está cambiando.

Ethan resopló.

—Lo gay no es nuevo. El sexo no es nuevo. Demonios, el porno no


es nuevo. Pero las niñas pequeñas que lo hacen con el pulgar hacia
arriba, eso es nuevo.

—Sí, bueno, tal vez ella es más inteligente que nosotros. Quiero ver
tu cara. Quiero tocarte. —Jonah se echó atrás, sorprendido por lo que
había dicho más que nada—. Me siento engañado, sólo sentado aquí y
mirándote todo cubierto.

Ethan le parpadeó.

—¿No dijiste que eras pasivo-agresivo? ¿No es eso lo contrario de


pasivo-agresivo?

—Bueno, estoy cansado y malhumorado. Creo que eso me hace


más asertivo-agresivo. Además, no sé qué decirte sobre que Melly sepa lo
del porno. A ella no le importa una mierda. No lo ve de la misma manera
que yo, aunque, no la dejaré ver tus escenas.

Ethan gruñó.

—Dios. No quiero hablar de trabajo ahora mismo. Mi trabajo, de


todas formas. Sólo quería... —Hizo un gesto hacia la pequeña habitación
del hospital y a la hermana moribunda y dormida de Jonah.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 312 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Querías qué? —preguntó Jonah, sabiendo que quería que lo


sostuvieran, protegido contra ese enorme pecho, con esos brazos de
tronco de árbol.

Sus manos aún se agarraban, cubiertas con guantes de nitrilo


púrpura. Ethan giró su mano, con la palma hacia arriba. Y Jonah juntó
sus dedos y los apretó.

—No quería que estuvieras solo —dijo Ethan después de un


momento de mirar sus manos.

—Yo tampoco quiero que estés solo.

—Sí. Sí. Está bien.

—Nunca respondiste a mi pregunta.

—¿Cómo funciona esa relación en el porno?

—Esa es la única.

Ethan suspiró y soltó su mano, luego se levantó y juntó sus sillas.


Se sentó de nuevo, y Jonah esperó pacientemente mientras se ajustaba
y extendía su brazo.

—No tengo ni idea —dijo en voz baja. Jonah se inclinó sobre la dura
barandilla de madera de las sillas... era incómodo, pero aún así podía
acurrucarse en el pecho de Ethan para ese abrazo que realmente,
realmente, realmente quería—. Tendremos que mirar y ver.

—Tomaremos notas —dijo Jonah con esperanza.

Ethan suspiró por encima de él, y luego tocó su boca de papel


enmascarado en la parte superior de la cabeza de Jonah.

—Sí. Muy bien.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 313 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—No puedes dejarme fuera otra vez.

—No pude dejarte fuera la primera.

—Vas a tener que hablar conmigo.

—No.

—Vas a tener que saber que seguiré intentando que me hables.

—Cállate, Jonah. Te ves como la mierda. Tal vez intente dormir.

—Sí —suspiró Jonah, sabiendo que tenía razón, aunque no pudiera


ver mucho con el uniforme protector—. Sí. Bien. Avísame cuando tengas
que irte.

—No tengo otro lugar donde estar ahora mismo —dijo Ethan en voz
baja.

Jonah cerró los ojos. El respirador de Amelia se silenció en el fondo,


y el pecho de Ethan se levantó y cayó contra su oreja, y aunque no
durmió, estuvo lo suficientemente cerca de descansar para contar.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 314 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 2
Escombros
Ethan se despertó con un calambre en el costado y Jonah todavía
en sus brazos. Luchó por orientarse. La noche en que Chase intentó
suicidarse, Ethan se durmió sobre Kane y se despertó así, y no fue hasta
que se dio cuenta que su brazo estaba entumecido que supo que esta vez
él había sido el que consolaba a alguien, y que era su trabajo mantener
la calma.

—Tú... pareces... confundido...

Ajustó su posición y la de Jonah sobre él y miró el reloj. Las tres


de la mañana. Dios.

—Sí —murmuró, haciendo una mueca tímida a Amelia. Habían


desmontado la tienda de oxígeno en algún momento de la noche, y él
estaba agradecido. Era más fácil hablarle de esta manera—. Estoy
confundido. ¿Cómo he llegado hasta aquí?

—Estoy... asumiendo... que... tú... condujiste.

Mantuvo su risa ligera para no despertar a Jonah.

—No es exactamente lo que estaba preguntando, pero, sí. Yo


conduje.

—Mi hermano... debe... estar... emocionado.

—Está demasiado preocupado por ti para estar emocionado.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 315 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Estoy... preocupada... por... él. —Se detuvo un momento y


respiró con dificultad—. Él... va... a necesitarte... cuando yo... me haya
ido.

El estómago de Ethan se enfrió.

—Él... no vas a ir a ninguna parte. Trasplante, ¿verdad? Diablos,


¡envolveré mi coche alrededor de un árbol para ti ahora mismo!

Fue algo atroz, sobre todo teniendo en cuenta lo mal que se sintió
después de aquella horrible noche en la que Jonah visitó su apartamento.
Más de una vez tuvo que recordarse a sí mismo los restos que Chase y
Curtis dejaron a su paso, y más de una vez tuvo que pensar
específicamente en la mirada de Tommy cuando se asustó mucho en el
hospital esa noche.

No quería que Jonah se viera de esa manera.

Pero Amelia, muriendo a los diecisiete años, todavía no sabía que


ese tipo de dolor existía. Puso los ojos en blanco y sacudió la cabeza.

—Nunca te perdonará —dijo de un tirón, y luego pasó unos


minutos, con el pecho agitado, tratando de ponerse al día.

—No sé si puedo hacer esto —dijo en voz baja. Ella lo miró,


jadeando por más aire, con los ojos grandes, así que él pensó que ella
probablemente estaría dispuesta a escuchar—. No soy... no soy fuerte
como tú.

Cerró los ojos y tragó.

—Demasiadas palabras —resopló—. No hay suficiente aliento. —


Un monitor se apagó entonces, y una enfermera entró, y para cuando se

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 316 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

fue, Amelia estaba dormida con tubos de oxígeno en su nariz, y Jonah se


había despertado.

Con un meneo y un bostezo, se levantó y se estiró. Ofreció su mano


a Ethan, que la tomó y se puso de pie con fuerza.

—Vamos —dijo, con su voz áspera— podemos llamar a mamá y


papá y tomar un descanso, ducharnos, ese tipo de cosas.

Ethan trabajó sus brazos sobre su cabeza para aliviar los


calambres de la maldita silla y percibió el olor de su cuerpo a través de
su chaqueta y su mortaja de papel y todo.

—Dios, tengo que volver al apartamento y limpiarme. Huelo a culo.

Jonah hizo una mueca.

—Sí, bueno, a la inversa. —Miró a su hermana dormida y le dio un


tirón a la mano de Ethan—. Vamos.

El hospital estaba tranquilo. Jonah llamó a sus padres después


que desecharon sus cosas y dejaron la UCR. Ethan comenzó a ir hacia el
estacionamiento y a su propio auto, y Jonah no lo detuvo. La
conversación unilateral consistió en que Jonah le dio una actualización
de salud y terminó con:

—Sí. Ustedes tienen el auto, así que yo me iré a casa con Ethan.
Podemos ir por unos McFood, tomar una ducha, y ustedes pueden
llamarme cuando sepan algo.

Ethan giró la cabeza hacia un lado, sus ojos grandes, y Jonah le


miró mientras se guardaba el teléfono.

—Relájate, grandullón —dijo, sonando exhausto—. Mi virtud está


a salvo contigo, ¿vale?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 317 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí —dijo Ethan en voz baja—. Sí. Bien. Me vendría bien una
siesta.

Que fue lo que hicieron. Primero pararon en un autoservicio para


tomar un café de mierda y unos panecillos de salchicha de mierda, y
luego Ethan los llevó a su apartamento de mierda y dejó que Jonah se
duchara primero. Buscó en sus cajones y encontró pantalón, bóxer y una
camiseta, aunque sabía que todo sería dos tallas más grande.

Jonah salió envuelto en una de sus tres toallas, y Ethan hizo un


gesto hacia la cama y se deslizó a su lado para tomar su propia ducha, y
se las arregló para no pensar en el sexo en absoluto.

Ayudó el hecho que los chicos lo habían dejado colgarse


desvergonzadamente de ellos el día anterior. El día de Acción de Gracias
en casa de Tommy y Chase había resultado ser muy divertido. Mucha
gente, videojuegos, y sí, Dex y Kane hicieron un pastel increíble. Ethan
estaba bastante seguro que se habían ido enfadados el uno con el otro,
pero tenía fe en ellos. Tenía que hacerlo. Chase y Tommy estarían bien,
Dex y Kane estarían bien, y su familia, la que había estado forjando
mientras su verdadera familia se había desmoronado, sería estable, y
podría hacer de eso su corazón.

Mientras dejaba que el agua caliente lo cubriera, pensó en Jonah,


frágil y solo en su apartamento vacío, y pensó en ese chico poniendo su
fe en una relación con él de todas las personas, y su estómago se enfrió
de nuevo.

De repente, tenía muchas ganas de hablar con el Dr. Tío


Stottemeyer, y justo cuando se dijo a sí mismo que no iba a poder hacerlo,
recordó al Dr. Stevenson y cómo se había pasado toda la fiesta de
bienvenida de Chase evitando al tipo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 318 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Dios... Jonah estaba fuera en su dormitorio. Tal vez era hora de


dejar de evitar al maldito psiquiatra y tener su corazón despejado para
una relación real. Jesús, por el bien de Jonah, ¿bien?

Tal vez.

Ethan salió de la ducha y Jonah estaba en su cama, ya dormido,


por lo que parecía. Ethan se puso una camiseta, bóxer y pantalones, y se
dijo que era el equivalente a un camisón victoriano, luego se deslizó en la
cama detrás de Jonah y envolvió su brazo alrededor de su pecho.

Todo su cuerpo tembló, y lo aplastó un poco más fuerte,


protegiéndolo con sus hombros y arropándolo fuertemente contra su
propio cuerpo, era una maravilla que el otro hombre pudiera respirar.

Jonah tomó una de sus manos y la besó, y Ethan le pasó el pulgar


por la mejilla.

—¿Ethan?

—¿Sí?

—¿Qué pasó cuando tenías cinco años?

Oh, mierda.

—¿Qué te hace pensar que paso algo?

—Porque lo has dicho dos veces. Dijiste trece años de terapia, y


como no vas ahora, asumo que paró cuando tenías dieciocho años. Y
dijiste que no te sentías en control...

Ethan lo recordó y suspiró.

—Sí. Lo recuerdo. Dios, Jonah. ¿Tenemos que...?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 319 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

El agarre de Jonah en su mano se apretó.

—¿Por favor?

—¿No estás cansado?

—Estoy cansado de que esto se interponga entre nosotros.

Ethan suspiró en su nuca.

—Cuando tenía cinco años —dijo en voz baja— estaba dando la


vuelta a la manzana con mi bicicleta. Mi mamá me esperaba en casa, y
era hermosa y me sonreía, y me abrazaba todo el tiempo. Y luego destrocé
mi bicicleta, y un vecino amable salió para llevarme a casa, porque hay
gente realmente decente en el mundo. Estaba sangrando y llorando, y le
dije a este vecino que no debía llorar porque el ayudante del profesor me
gritaría. —La garganta de Ethan se apretó absurdamente. Vaya. Le había
dicho esto a Tommy sin apenas un suspiro—. El ayudante del profesor
me dijo que no llorara cuando me bajó los pantalones, me puso su cosa
dura y me mojó todo el cuerpo. —Había olvidado ese detalle. Pensó que
era pis.

Jonah jadeó, y Ethan odió hacerle daño, con todas sus


preocupaciones y su dulce familia y su perfecta visión de la vida, así que
trató de tranquilizarlo.

—Ves, eso suena horrible, y no fue divertido, pero tuve un


psiquiatra y fue realmente increíble, y debería haber estado bien. Quiero
decir, probablemente podría haber dejado el psiquiatra y pasar un buen
rato follando a lo largo del instituto, excepto que esta jodida cosa rara le
pasó a mi madre.

—¿Tu madre?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 320 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Ella sólo dejó de tocarme. Quiero decir... fue... fue patológico,


casi, la forma en que ella evitó tocarme. Y no dejaba que papá me
abrazara, ni a ninguna de las chicas, y eso rompió la familia, y no dejaba
que las chicas se perdieran de vista, y eso las volvía locas, y mientras
tanto, yo sólo... ¿Cómo se llaman esas cosas? ¿Cosas de privación
sensorial? Me sentí como... como si mi cuerpo estuviera a la deriva en el
espacio y nadie me tocara. —Su voz se hizo alta, quebradiza, y sus brazos
se agitaron alrededor de los hombros de Jonah, y se retiró por un minuto
y se dio cuenta que le dolía la garganta y el pecho, todo por mantener
estas cosas bajo control cuando antes no había sido un problema—. ¿Qué
me pasa? —preguntó, principalmente a sí mismo—. Le dije esto a Tommy,
y apenas pestañeé. Dios, debo estar jodidamente cansado. Jodidamente
fuera de mi mente. De todos modos, eso fue todo. Mi psiquiatra me dijo
que me uniera al club de anime, porque, ya sabes cómo eran las chicas
en el instituto...

—Amigos centralizados —dijo Jonah, asintiendo. Tomó la mano de


Ethan y besó el centro de la palma—. Fue genial. Las chicas te abrazaban
porque estaban a salvo, los chicos no te golpeaban porque sus novias los
odiarían, fue un buen movimiento.

Ethan se rió, pensando que esto era divertido.

—Sí, excepto que empecé a hacer ejercicio tan pronto como hicimos
ese plan, ¿recuerdas? De todos modos, y luego toda esa mierda pasó con
Curtis y Brittany, y mis hermanas... Dios. —Él arrastró otro aliento y
pensó que podría saber, sólo un poco, cómo se sentía Amelia en este
momento, porque ningún aliento se sentía como suficiente—. Dios, mis
hermanas se jodieron por todo esto. Yo era el que había sido
jodidamente... abusado y esa mierda. Ellas eran las que tenían que lidiar
con mamá enloqueciendo toda su vida. De todos modos... todo explotó
justo cuando te conocí. Yo estaba en el porno gay, Danni se drogaba, y

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 321 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

mi hermana mayor, Allie, no había hecho ninguna de sus citas con el


abogado porque mamá seguía borrando los mensajes. Así que la fiscalía
irrumpió, se llevó a su bebé, y de repente toda mi familia lo supo. Y mamá
finalmente me dejó ir, ¿sabes? Probablemente fue el mejor día de su
maldita vida.

Se detuvo un segundo y se dio cuenta que la respiración de Jonah


era irregular y su cuerpo temblaba, y se sintió como una mierda.

—Jesús, Jonah, ¿estás llorando? Tío, no llores por mí, ¿vale? La


mayoría de esto son noticias viejas. Hombre, ¿la mierda con el tipo malo?
Eso se acabó hace años. Y mi madre, ya sabes, si ves a un psiquiatra
durante trece años, empiezas a averiguar cómo es la verdadera locura.
Es ella, ¿correcto? Así que, ya sabes.

—¿Incluso dijeron hola para el día de Acción de Gracias? —


preguntó Jonah, y Ethan hizo un sonido del que no estaba muy orgulloso.

—Envié un mensaje a Belladonna —dijo, recordando que lo había


hecho justo después del mensaje de Amelia sobre estar en el hospital.

—¿Y?

—Ella dijo: 'Feliz Día de Acción de Gracias, E. Me tengo que ir'. Y


mi padre me envió casi el mismo mensaje, sin el 'Me tengo que ir' así que
eso fue, ya sabes, completamente normal. —No le había enviado un
mensaje a su madre, y ella no le había enviado un mensaje a él, y él pensó
que estaba aliviado por eso. Tal vez algún día, años en el futuro, habría
una reunión con lágrimas en los ojos o algo así, pero ahora mismo... Se
sintió aliviado de haber escapado con la mayor parte de su cordura
intacta.

Las lágrimas de Jonah cayeron con fuerza en el dorso de su mano,


y de repente se puso gruñón.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 322 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Maldita sea, te dije que no lloraras por mí. Todo este tiempo, tío,
quería gustarte, pero soy patético, y ahora sientes lástima por mí, y eso
apesta. Por eso no quería ir al maldito psiquiatra para nada de esto. —
Empezó a tirar de sus brazos alrededor de los hombros de Jonah, pero
Jonah lo detuvo.

—No te atrevas —murmuró. Su voz sonaba gruesa, y Ethan se


esforzó por no levantarse y hacer un agujero en su propia maldita pared.

—Maldita sea...

—Cállate —susurró Jonah—. Sólo cállate. Estoy tan jodidamente


feliz que me lo hayas dicho. Porque Ethan, eso es horrible. Pero si puedes
contarme toda esa mierda horrible y sigo aquí, tal vez no vuelvas a
intentar apartarme.

—No tengo respuesta para eso —dijo Ethan bruscamente—. Creo


que ambos estamos deshechos. Son como las seis de la mañana...
probablemente deberíamos dormir un poco.

Jonah asintió, y Ethan cerró los ojos y pensó en lo dulce que era
su cuerpo allí mismo, alineado y suave contra su línea dura.

—¿Ethan? —susurró Jonah.

Ethan besó la nuca bajo el pelo rizado y arenoso.

—¿Sí?

—Mi hermanita no va a morir virgen.

Ethan medio se rió.

—Eso es... eso es algo bueno, ¿verdad?

—Sí. Pero yo todavía podría hacerlo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 323 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan sólo pudo reírse en silencio, abrazándolo y bebiéndoselo.

***

Despertó un par de horas más tarde, Jonah todavía se acurrucaba


en sus brazos como un polluelo. Ethan acarició distraídamente su bíceps
debajo de la camiseta, pensando que realmente se había vuelto más
definido en las últimas semanas. Parte de su grasa de bebé se estaba
derritiendo, y eso dejaba un músculo delgado y fibroso. Jonah tuvo un
pequeño escalofrío bajo su mano, y Ethan extendió sus dedos, jugando
con eso. Oh, Dios. Dios. Se sentía tan bien.

Mi hermana pequeña no morirá virgen.

Las palabras aparecieron en su cabeza, y acarició el cuello y el


hombro de Jonah, pensando en ellas.

Jonah se movió un poco, reaccionando mientras dormía, y Ethan


recordó, de todas las cosas, la forma en que Ry había hecho eso también.
Ethan quería a este chico... lo quería tanto. Y probablemente no era el
chico adecuado para él... Dios, definitivamente no era el chico adecuado.
Pero hablar de la escuela, de Ry, le había recordado que tampoco habían
sido el uno para el otro, pero que los momentos que pasaron juntos no
los abandonaría por nada. El hecho que su familia se haya alejado, eso
había retorcido algo en él. Todo ese tiempo en la silla del psiquiatra
aprendiendo que el sexo no tenía por qué ser malo, y dos años en el porno,
aprendiendo que el sexo podía ser genial, y había echado una mirada a
Jonah y olvidado todo eso. Todo lo que había sido capaz de pensar era
que era demasiado inocente para un putero.

Pero aquí estaba de todos modos, en la cama de Ethan, blando y


necesitado y tan condenadamente triste. ¿No había aprendido todavía
que el luto por la vida perfecta sólo te hace joder aún más las cosas? ¿No

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 324 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

fue eso lo que le pasó a su madre? Su vida perfecta había sido destrozada,
y de repente ella odiaba las cosas que la habían destrozado, incluyendo
a Ethan.

Ethan no era el tipo perfecto para él, pero Jonah no parecía querer
al tipo perfecto. Y ahora mismo, lo necesitaba.

Se acercó al cuello de Jonah y empezó a besar el cálido hueco de


su hombro.

Jonah suspiró y se estiró y se puso de espaldas, inclinando su


barbilla y dándole a Ethan un mejor acceso.

—Mm... —gimió, y Ethan sintió el lánguido roce de su mano en el


pelo—. ¿Qué es esto?

Ethan volvió a besarle la oreja.

—No soy perfecto —dijo en voz baja, hablando en voz alta de


nuevo—. Y tú vas a seguir adelante. Pero puedo hacer esto realmente
bueno para ti si me das algo de tiempo.

Jonah gruñó y rodó hacia su lado, enfrentando a Ethan y


forzándolo a enfrentarlo.

—Reglas —dijo, mirando a Ethan con firmeza, nada de la


somnolienta sensualidad que había sentido bajo su piel saliendo a la
superficie ahora.

—¿Reglas? —Ethan puso una mano en la cadera de Jonah y lo


mantuvo quieto mientras movía su ingle contra la de él.

Jonah gimió y apretó su bíceps.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 325 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Dios, apestas, déjame pensar aquí. Sí, eso es lo que estaba


diciendo... ahhh... —Porque Ethan había empezado a besar su garganta
de nuevo y se abría paso por el pecho a través de la delgada camiseta de
gran tamaño—. Para un segundo —murmuró, y Ethan, al oír para se
congeló y miró a Jonah, sintiendo un poco de miedo—. Novio —dijo Jonah
en un suspiro—. No amigo de cogidas, ni compañero de una sola noche.
Esa es mi línea.

¡Oh, hombre!

—¡Pero Jonah, tus padres! —Ethan enterró su nariz en el pecho de


Jonah, y Jonah le tiró del pelo para que mirara hacia arriba.

—Sí —dijo suavemente—. Vamos a decírselo.

Ethan suspiró, y la erección mañanera que había palpitado tan


insistentemente en sus pantalones se marchitó y murió.

—¿Podemos seguir siendo amigos si no lo hacemos? —preguntó, y


no pudo mirar la cara de Jonah, porque este era el tipo de daño que había
estado tratando de evitar.

—¿Si no se lo decimos o no tenemos sexo?

Ethan suspiró y se levantó de la cama.

—Sólo seremos amigos. Tienes razón. Es una idea horrible. Lo


siento. Sabes, deberíamos vestirnos e ir a ver a tu hermana, tal vez salir
a almorzar después. Yo...

Jonah lo abrazó por detrás, y el toque le hizo caer lo suficiente como


para dejar de balbucear.

—Algún día —dijo en la parte de atrás de su cabeza— sucederá.


Pero no voy a ser el tuyo y listo. No me vas a descartar así.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 326 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah lo abrazó por detrás, y el toque le hizo dejar de balbucear.

—Algún día —dijo en la parte de atrás de su cabeza, —sucederá.


Pero no voy a ser el tuyo y listo. No me vas a descartar así.

—No sería así —murmuró Ethan.

Jonah apretó sus manos alrededor de su cintura, y Ethan acarició


las venas de la parte posterior de la de arriba. La piel era suave bajo la
punta de sus dedos.

—Entonces, ¿cómo?

—Fue como si me acordara, ¿sabes? cómo era el sexo cuando era


nuevo, y bueno, y te hacía sentir bien. Yo sólo... quería darte eso.

Jonah se rió un poco, y Ethan sintió su mejilla contra la curva del


músculo de su hombro.

—¿Qué? —preguntó, moviendo sus dedos para acariciar los pelos


rubios de la parte posterior del brazo de Jonah—. ¿Qué es lo gracioso?

—Tú. Pensando que no eres un buen tipo. Eres el mejor tipo,


Ethan. Voy a esperar un poco más por ti, ¿de acuerdo? Tal vez no hasta
que salgas del porno, pero, ya sabes. Voy a esperar al novio, porque te
mereces al novio, y a la familia, y a la gente que te quiere.

—Tengo gente —dijo, y escuchó el orgullo en su voz.

—Sí —Jonah suspiró—. Algún día, voy a ser tu persona más


importante. Tu primera persona. La única que quieres en tu cama.

Ethan suspiró y extendió sus dedos, acariciando más del brazo de


Jonah.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 327 ~


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—No se trata de sexo —dijo después de un momento, porque esto


era importante—. Es... necesito que me toquen.

—¿No puedes ser tocado sin el sexo?

La garganta de Ethan se apretó hasta que fue difícil de tragar.

—No puedo confiar en ello —dijo, sabiendo que era verdad tan
pronto como lo dijo—. Yo... ya sabes. Dos años, y mis hermanas me
abrazaban a veces, pero... el porno era todo lo que tenía.

Jonah respiró suavemente en su oído.

—Me parece justo —dijo, y no se movió ni se desplazó ni nada. Sólo


se quedó terrible, terriblemente quieto—. Entonces comienzas a confiar
en mí, y eventualmente hablas con mis padres, y en algún lugar, cuando
sea correcto, habrá sexo... ya sabes. Será como un noviazgo a la antigua,
¿vale?

Ethan sonrió un poco, pensando en camisones victorianos.

—Si te pones un vestido, me voy —dijo, pensando que Jonah se


vería lindo con un vestido, con todos los miembros largos y los músculos
suaves.

—Entendido. —Jonah besó su espalda de nuevo y se quedó allí,


con los brazos alrededor de su cintura. Ethan sintió que se estremecía,
se relajó y entró en el abrazo de Jonah, lo que hizo que se asustara—.
Ducha —murmuró, pero Jonah apretó sus brazos alrededor de sus
hombros.

—Esto —dijo en voz baja.

—Dios, eres terco. ¿Cómo es que no pusiste toda esta energía en


perder tu virginidad a los quince años?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 328 ~


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Jonah se rió, pero no se movió, y Ethan empezó a relajarse en ese


abrazo como no recordaba haberse relajado en la cama.

—Era tímido —dijo en voz baja—. Si hubiera sido tan valiente como
Melly, créeme, lo habría hecho. Y luego, después de un tiempo, empecé a
darme cuenta que ser tímido era una especie de ventaja. Vi a un montón
de mis amigos cometer muchos errores dolorosos. Y luego, cuando tuve
la edad suficiente para hablar con alguien, fui parte del equipo de apoyo
de Amelia, así que pude evitar todo eso.

—Lo que tú digas. —Ethan finalmente tuvo el coraje y los medios


para alejarse de él—. Saldré en un momento.

Ethan entró en el baño y cerró la puerta.

La voz de Jonah llamándolo mientras se sentaba en el orinal fue


tan sorpresiva como cualquier otra cosa.

—¿Ves?— dijo—. No quieres tener sexo de todos modos. Ambos


tenemos que hacerlo, y entiendo que es algo que quieres quitarte de en
medio anticipadamente.

Los músculos del estómago de Ethan se congelaron en el medio del


reflejo.

—Sabes —dijo un poco desesperado— si me hablas a través de la


puerta, voy a ponerme tenso y esto puede llevar un tiempo.

—Sí, pero eso es lo que estoy preguntando. ¿Cómo es que no tienes


que hacer eso en medio de una escena porno? Quiero decir, ya sabes, tu
polla es como... Jesús, y esos tíos son como abiertos de par en par. ¿Por
qué no sale todo enseguida?

—¿Jonah?

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—¿Sí?

—¿Toda tu familia se habla cuando estás en el baño?

—Sí. ¿No lo hace todo el mundo?

—Hice ruidos de pedos bajo mi axila en la mesa de la cena cuando


tenía nueve años. Comí en mi habitación durante un mes.

—Oh. —Y entonces Ethan pudo escuchar como se encendía la


bombilla—. Te estoy haciendo sentir muy incómodo, ¿verdad?

—Si no te vas ahora mismo puede que nunca vuelva a cagar.

—¡Yendo! —En unos minutos, Ethan escuchó el nuevo televisor


que había instalado en la sala de estar, y dio gracias a Dios. Todavía le
llevó otros cinco minutos antes de poder ponerse a trabajar, pero antes
de acomodarse y relajarse, tuvo un momento para reflexionar sobre el
hecho de que había muchas cosas que tenía que aprender sobre el hecho
de estar con otro hombre. Tal vez Tommy tenía razón. Tal vez quedaba
algo de virgen en él después de todo.

***

Estaban en el coche de vuelta al hospital cuando Ethan sacó el


tema, literalmente de su culo.

—Dos cosas —dijo seriamente—. Enemas y fibra. Apenas comemos


un par de días antes, evacuamos el santo infierno de nosotros mismos
antes de una escena, y luego enjuagamos todo lo que se pueda.

Jonah había estado mirando de mal humor el día nublado, y ahora


se quedó boquiabierto, su boca abriéndose y cerrándose lentamente,
como en uno de esos programas de ciencia que hacen un primer plano
de un pez muy grande.

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Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Eso es lo que tienes que hacer cuando tienes sexo con el


trasero? —preguntó incrédulo—. Porque he escuchado que los chicos me
dicen que tienen mucho sexo y que eso es mucha preparación y...

Ethan suspiró, sintiéndose estúpido por tener que hablar de ello.

—No, eso es lo que tienes que hacer para tener sexo pornográfico.
Tienes que limpiar toda la caca para que sea bonito.

—Entonces, uhm, ¿sexo regular, digamos?

Ethan pensó en los contactos que había tenido con los Johnnies y
cómo habían sido muy concienzudos entonces también, pero mucho más
relajado sobre las simples cosas humanas que podrían salir mal.

—Bueno, también intentas estar preparado entonces, pero, ya


sabes, los cuerpos son cuerpos. A veces lo lubricas, te arriesgas y tratas
de ser bueno con una toalla mientras esperas lo mejor.

—Entonces, ¿sexo matutino? —dijo Jonah tentativamente.

Ethan se encogió de hombros.

—Puede ser desordenado. Pero, ya sabes, sé honesto. Amigo, me


comí un burrito enorme anoche, ¡quizás no haya tocado fondo antes del
desayuno!

Jonah estalló en risas y Ethan sintió el calor de su cara.

—Nadie te dice esa mierda —dijo Jonah seriamente.

—Bueno, ya sabes. Le quita la ilusión de ver el porno, ¿verdad?


Todo el mundo quiere imaginar ese momento cuando es perfecto, sólo
besos y sexo caliente y nada de cosas estúpidas de gente real en el medio.

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—Las cosas de la gente real se complican —dijo Jonah, de repente


serio. Ethan pensó en visitar a Amelia, conocer a los padres de Jonah
incluso como un amigo, y estar a su lado en general y no sentir la libertad
de tocarlo, tocar su cara, envolver sus brazos alrededor de sus ligeros
hombros.

—Sí. Me lo dijiste.

La visita a Amelia fue bastante rápida. Se durmió casi tan pronto


como llegaron, para empezar. Ethan saludó tímida y educadamente a la
madre de Jonah y le dio la mano a su padre, y luego le dijo a Jonah que
lo vería más tarde, y así lo hizo.

Fueron juntos a visitar a Amelia, vieron una película e incluso


fueron juntos a hacer las compras de Navidad. Al final de las citas, Ethan
dejaba a Jonah en casa de sus padres o en su trabajo o en el hospital con
un beso casi casto en los labios, unos cuantos toques en la mandíbula y
luego, por insistencia de Jonah, un abrazo corporal de contacto total.

Era muy dulce, muy lindo, muy Sweet Valley High39.

Ethan comenzó a soñar con él desnudo, presionado en sus brazos,


dentro de él, envuelto en su cuerpo, como todas las fotos pornográficas
prometían, sin preocupaciones por estúpidas cosas humanas, sólo la
sensación de sus cuerpos juntos, de toda su piel siendo tocada.

El martes después de Acción de Gracias, tuvo una bendita


distracción.

Dex lo llamó y le preguntó si podía cuidar la casa, lo cual era


maravilloso, incluso si eso significaba cuidar de todos los animales
chiflados de Kane. Además, Ethan, Tommy, Chase y Kelsey se encargaron

39Sweet Valley High (conocida en España como Las gemelas de Sweet Valley y en
Latinoamérica como Mellizas y rivales) es una serie televisiva estadounidense.

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de las mejoras que Dex había planeado para albergar a esos animales
locos. Era un proyecto emocionante, y pudo salir con sus amigos, y eso
solo valía el precio de sentarse en una habitación llena de tortugas y
grillos y ratones y otros reptiles variados, incluyendo una serpiente
gigante llamada Tomas que tenía la reputación de escaparse y tratar de
hacerse amigo de las pelotas de Dex.

Incluso Kelsey, que resultó estar embarazada de su ex-psicópata,


estaba un poco emocionada de poder ayudar. Cada vez que Ethan venía
a Johnnies a hablar con Dex sobre todo el asunto, su pequeña sonrisa
de mejillas de manzana hacía su aparición, y parte del cansancio se
aliviaba de sus ojos, y eso también lo hacía sentir bien.

Así que pasó mucho tiempo a escondidas a espaldas de Kane,


recibiendo instrucciones y hablando con los obreros que iban a entrar y
romper la casa de Dex y luego arreglarla mientras su dueño estaba fuera
visitando a sus padres en Montana.

Y por esta única cosa, Ethan fue de repente un experto en


viviendas.

—Oye, Ethan —llamó Dex mientras ambos bombeaban hierro en el


gimnasio. Dex era un tipo fornido, alto, delgado, probablemente
construido un poco como Jonah, excepto que Dex había estado en el
negocio por mucho tiempo y su cuerpo estaba afilado como una hoja de
afeitar. Ahora mismo estaba haciendo estiramientos con pesas que
probablemente pesaban tanto como Jonah, y no sudaba.

—¿Sí? —Ethan estaba haciendo flexiones de bíceps, que siempre


había sido uno de sus ejercicios favoritos porque sentía que podía ver la
mejora en su cuerpo.

—Así que tu familia... no te habla, ¿verdad?

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Ethan gruñó.

—Correcto.

—Entonces... ¿cómo se siente? —Dex tenía la boca llena tipo


Muñeca Kewpie40, y estaba mordiendo su labio inferior. Le hacía parecer
muy besable, y Ethan pensó con cariño en todas las veces que había
hecho exactamente eso. Entonces se dio cuenta que cambiaría todas esas
veces por una noche con Jonah, y casi se le escapó su peso.

Entonces se puso a pensar en la pregunta.

—Apesta —dijo entre repeticiones—. Pero, ya sabes. —Pensó en lo


que Jonah había dicho, esa horrible noche en la que Ethan agitó su culo
en el aire y le rogó la forma más cutre de afecto—. Me merezco algo mejor
—dijo simplemente.

Dex bajó su peso, lo miró por encima del hombro y sonrió.

—Sí, lo mereces. Todos lo merecemos.

Ethan le devolvió la sonrisa tímidamente.

—Sí. Verdad. Lo hacemos.

Esa noche fue a buscar a Jonah para llevarlo a cenar. Los padres
de Jonah habían pedido pizza, suficiente para siete, y terminó sentado
en la habitación delantera del pequeño apartamento, rompiendo
servilletas con los dedos, disparando su mierda, comiendo un jodido
especial de Mountain Mike's Meat Lover's41, y disfrutando al máximo su
vida. El padre de Jonah era divertido, y aunque su madre no contaba

40 Los muñecos Kewpie se originaron de un libro de historietas y tira cómica de periódico


en Nueva York creados en 1909 por Rose O'Neill. Los muñecos de querubín o de hadas
se popularizaron como muñecos de papel y juguetes con una expresión facial traviesa y
angelical.
41 Cadena de comida rápida americana.

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tantos chistes, tendía a sonreírle cariñosamente. Los vio a ambos


bostezar demasiadas veces, y les agradeció por la pizza, y luego se excusó
para irse.

Jonah lo acompañó a la salida, y se quedaron junto al auto de


Ethan en la fría y clara noche.

—Gracias —dijo Jonah en voz baja.

—¿Qué he hecho? —preguntó. Casualmente, enganchó un dedo en


las trabillas del cinturón de Jonah y lo acercó para que estuvieran
parados ingle con ingle, apreciando el calor corporal. Los ojos de Jonah
eran incoloros en la oscuridad, y su pelo se encrespaba en el aire frío y
húmedo. Su boca, sin embargo, se veía especialmente llena, y Ethan
recordó cómo había estado dispuesto a cambiar todos sus besos con Dex
por una noche con Jonah. Realmente no podía... no podía. Y tal vez todos
esos besos con los chicos que le gustaban pero que no amaba le habían
ayudado a ser alguien que realmente podría amar...

Dejó de pensar en eso ahí mismo. Jonah lo miraba como si hubiera


rescatado huérfanos o algo así, y estaba muy cerca. Ethan no iba a
arriesgar eso por la gran palabra aterradora.

—¿Qué hice? —repitió.

Jonah parpadeó como si hubiera estado soñando despierto con


otras palabras inapropiadas también.

—Hablaste con mis padres —dijo en voz baja—. Quiero decir, no


hubo ninguna palabra de 'novio', pero fuiste amable con ellos. Con Amelia
de vuelta en el hospital tan cerca de la Navidad... —Se alejó y Ethan hizo
una mueca. Un día... Ella había estado en casa un día antes que le
subiera la fiebre de nuevo y regresara.

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—Sí. Me di cuenta, no hay árbol.

—¿Tienes uno en tu casa?

—No, pero me quedaré en casa de Dex. Probablemente conseguiré


uno pequeño para allí. ¿Quieres ayudar?

Jonah sonrió.

—Sí. ¿Puedo ver todos los bichos de Kane?

Ethan se encogió de hombros.

—Claro, después que se vayan. Te llevaría ahora, pero Dex es como,


si tuviera gatitos. Trata de organizar nuestros horarios y ponernos al día
para que podamos irnos de vacaciones hasta el día después de Año
Nuevo. Es realmente genial e increíble, ¿sabes? Lo hace todos los años
para poder ir a visitar a su familia y fingir ser heterosexual, lo cual creo
que es una verdadera lástima para él, pero trata de hacerlo agradable
para todos los demás.

—Bueno, no es que grabes videos todos los meses, ¿verdad? —


preguntó Jonah.

Ethan hizo una mueca. De hecho, había filmado uno dos días
antes.

—¿Ethan? —preguntó Jonah, y Ethan se dio cuenta que su otra


vida no se detenía porque Jonah no se sintiera cómodo con ella. Era como
ir al baño. El hecho de no mencionarlo públicamente no significaba que
no sucediera y quedara eliminado.

—Oh —murmuró Jonah, algo de ese brillo saliendo de sus ojos.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 336 ~


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—No sé qué preferirías que hiciera —dijo Ethan con sinceridad—.


Te lo diré o fingiré que no sucede.

—Te vas a casa con quien sea que te hayas cogido? —preguntó
Jonah, con una voz áspera.

Ethan agitó la cabeza.

—¿Chester? No. Lo llevaron de vuelta a Milwaukee y a su novia


embarazada. No tiene ningún interés en mí. —De hecho, el tipo no podía
seguir el ritmo a menos que tomara la Espada de Plata y Dios sabe qué
más antes de un rodaje. Ethan se sentía mal por él, era un tipo muy
agradable, y realmente necesitaba el dinero, pero no tenía ningún interés
en los tipos. Había sido atraído por el nuevo proyecto de John de hacer
porno heterosexual, y se había quedado por el dinero extra haciendo gay
por dinero. Se veía bien en cámara, pero Ethan nunca había tenido que
trabajar tan duro para que un tipo mantuviera su erección.

Jonah suspiró.

—Entonces dime, ¿vale? Si no puedo manejarlo, no debería estar


dándote largas.

Ethan de repente necesitó su boca, necesitó sus besos, y rozó los


labios de Jonah con los suyos suavemente, y una vez más, y un poco más
fuerte, cada toque más insistente, cada momento más suave. Entonces
Jonah abrió la boca, jadeó y lo arrastró hacia adentro. Sus labios eran
suaves, mullidos, y Ethan quería pasar el tiempo solamente frotándolos
con la lengua, pero Jonah no lo permitió. Gimió, profundizó el beso, y
Ethan le metió la lengua dentro. Caliente y húmedo, salado por la pizza,
lúpulo por la cerveza... Ethan podría haber vivido en ese beso para
siempre.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 337 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan no llevaba guantes, así que sus manos estaban frías en la


carne caliente del trasero de Jonah cuando las metió bajo los vaqueros.
Jonah hizo un pequeño y sexy gemido, y se aseguró de tocar a Ethan,
deslizando sus palmas bajo su chaqueta contra su camiseta, cubriendo
su pecho, su estómago, sus bíceps, sus hombros, la parte de atrás de su
cuello. Como siempre hacía cuando se besaban, Ethan empezó a temblar,
esa última exigencia física de tocar se acumuló dentro de él. Tenía miedo
que le quitaran ese toque, pero Jonah fue bueno con él, sabía que no
debía parar, sabía que debía deslizar sus manos bajo la camiseta de
Ethan y acariciar su espalda, sus costillas, su estómago.

Los temblores de Ethan empeoraron cuanto más profundo era el


beso, y mantuvo a Jonah quieto y lo molió, frotándose en la calle en el
tipo de barrio de bajos ingresos que probablemente no era grande en
igualdad, pero a Jonah parecía no importarle una mierda, y Ethan estaba
siendo tocado. Lo había anhelado, sentado a su lado, con los muslos
tocándose. Había hablado con el padre de Jonah, se había reído de sus
chistes, sonreído a la madre de Jonah, y todo el tiempo, había estado
pensando en tocar, tocar, tocar, tocar, tocar, y ahora, ohmiDios...
ohmiDios... Las manos de Jonah sobre él, su piel picando, ondulando, la
carne de gallina formándose bajo las palmas...

Se retiró del beso y enterró su cara en el hueco bajo la mandíbula


de Jonah, su polla tan hinchada en sus vaqueros que le dolía. Estaba
temblando, estremecido, ciego, su nariz enterrada en el cuello de Jonah
con ese dulce olor a lavanda y sudor, y la piel bajo sus manos, y....

—Voy a... voy a...

Su orgasmo lo hizo estallar de adentro hacia afuera, su polla


adolorida y saltando en sus pantalones, sus brazos convulsionando, su
aliento jadeando tan fuerte en el oído de Jonah, que podía oír a sus
propios gimoteos que resonaban en él contra la piel de Jonah. Estaba

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 338 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

indefenso, envuelto en la oscuridad, dependiente de este chico para que


le protegiera, le evitara los ojos extraños, los golpes y las pequeñas
heridas para las que no estaba preparado, mientras su cuerpo se
apoderaba de su mente y volaba.

Volvió en sí, tragando aire, con los ojos ardiendo en lágrimas no


deseadas. Jonah estaba acariciando su pelo, susurrando sh, sh, sh en su
oído, y tuvo que levantarse y rechinar los dientes hasta que le dolió la
mandíbula. Si hubiera estado filmando una escena, habría sabido que
esta parte sería la primera vez que llegara, y su compañero se acercaría,
lo acorralaría más, lo cogería con más fuerza, o se agacharía y lo tomaría
más a fondo.

Pero no era una escena, era la vida real, y él ni siquiera estaba en


la cama de un amigo. Estaba en la calle y tenía que arreglárselas solo, y
Jonah parecía preocupado, y...

Consiguió una sonrisa arrogante. Se tambaleaba en los bordes,


pero aún así lo conseguiría.

—Lo siento —dijo, apoyándose en el coche. —Parecía que no podía


arreglar su visión. Los ojos luminosos de Jonah, su boca hinchada y
besada, el espacio más allá de su pelo despeinado... La mirada de Ethan
seguía saltando de una cosa a otra, y tenía que cerrar los ojos o se
marearía—. Lo siento. Demasiado... no era mi intención.

Las manos de Jonah, suaves en sus mejillas, lo detuvieron.

—Está bien —dijo, con su voz gruesa—. Voy a estar tocándome


durante una semana, pero está bien.

Ethan tragó y limpió bajo los ojos de Jonah con el pulgar. Las
lágrimas húmedas y saladas se enfriaron en su piel cuando terminó.

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Amy Lane Ethan en Dorado

—Si está bien, ¿qué es esto?

Jonah sacudió la cabeza y se agarró el labio inferior con los dientes.


Ethan también pasó su pulgar sobre eso, y una pequeña sonrisa se dibujó
en la boca de Jonah mientras lamía el agua salada.

—¿Todavía sigues en la casa de Dex?

—No. Tienen tres días más, y los dejaré follar como lemmings antes
que suban al avión. ¿Por qué?

—Porque —dijo Jonah en voz baja—. No deberías estar solo.

—Estaré en el hospital mañana después de hacer ejercicio —dijo, y


Jonah sacudió la cabeza como si ambos supieran que no era eso de lo
que estaba hablando—. ¿Jonah?

—¿Sí?

—Yo... no creo que nunca haya sido así —dijo, tratando de ponerlo
en palabras sin usar la grande y aterradora—. No estoy seguro de
haberme sentido... quiero decir, soy fácil, pero no me vengo en los
pantalones por cualquiera, ¿correcto?

Podía ver la garganta de Jonah moverse al tragar.

—Eso es muy romántico, Ethan. Te deseo. Te quiero mucho. Quiero


acostarme contigo de la peor manera posible. Pero estoy pensando en que
alguien más te haga esto cuando estás desnudo, y eso me destroza. Ni
siquiera estoy celoso, vale, estoy muy celoso, pero sobre todo... —Jonah
enmarcó la cara de Ethan en sus manos y lo besó suavemente en la
boca—. Mayormente —respiró— sólo tengo miedo por ti. No sé si alguien
en el mundo te va a cubrir las espaldas como yo lo haría. Y hasta que lo
supere, creo que esto es lo más lejos que llegaremos.

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Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Quieres decir... romper? —La voz de Ethan se quebró, se


desmoronó al final, y Jonah sacudió su cabeza con vehemencia.

—No, Dios, no. Acabas de empezar a devolverme los mensajes de


texto. Sólo quiero decir, ya sabes, ir todo el camino.

Burbujas de histeria se rompieron de la garganta de Ethan, y sonó


como una risa pero peor.

—Bien —dijo, y se sintió tembloroso por todas partes, como si


hubiera estado enfermo durante una semana—. Bien. Porque, ya sabes,
si así somos nosotros con la ropa puesta, creo... tengo miedo. Sin ropa.
Eso sería aterrador.

—Nunca te ha asustado antes —murmuró Jonah, con una esquina


de su boca levantada, como si captara la ironía y no lo apreciara.

—Te lo dije —dijo Ethan, tratando de no enfadarse— eres especial.

—Tú también —le dijo Jonah y luego le besó la boca de nuevo, lenta
y profundamente, antes de alejarse—. Hasta mañana.

Ethan asintió y se subió a su coche, esperando a que Jonah


desapareciera por las escaleras de su apartamento antes de encenderlo.
Y luego esperó unos minutos más, hasta que sus rodillas no se sintieran
temblorosas, flotando y poco colaborativas, y su pecho no le doliera
debido a las respiraciones irregulares.

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Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 3
Cavando agujeros
Jonah subió las escaleras, sin saber si reír o llorar. Dios, Ethan era
un buen hombre. No sólo Oye, es un buen tipo sino Puedo contar con este
buen tipo para ser lo que sea y quien sea que necesite, porque es así de
sólido y cumple con la gente que le importa.

Era el mejor.

Si tan sólo no se estuviera cogiendo a otros tipos por dinero.

El pensamiento siempre lo golpeaba de la nada, lo hacía reír medio


histéricamente y luego peleaba con las lágrimas. Solía ver esas películas
en las que el tipo estaba enamorado de la prostituta y ella se preocupaba
por él pero seguía trabajando por el dinero, por la vida, por el orgullo, o
simplemente porque no confiaba en el tipo, y esas películas solían
cabrearlo. ¿Cómo podía el tipo amarla cuando ella lo engañaba de esa
manera? ¿Cómo podía decir que lo amaba cuando se acostaba con un
millón de personas?

Pero él lo sabía ahora. Lo que Ethan hacía frente a una cámara no


era engañar. De hecho, no tenía nada que ver con lo que sentía por él. Y
las partes de Ethan que Jonah podía ver cuando no estaba desnudo eran
casi tan vulnerables y desnudas como el cuerpo de Ethan cuando lo
estaba. Jonah se encontró resentido con el pecho y las axilas desnudas
y enceradas de Ethan, su área púbica completamente desnuda, Dios, ni
siquiera tenía vello básico de mamífero para protegerlo.

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Amy Lane Ethan en Dorado

Al igual que esos tipos en las películas, Jonah se dio cuenta que
todo el sexo del mundo no podía proteger a Ethan de las cosas que lo
lastimaban. El truco era hacer que Ethan se diera cuenta de eso.

Jonah abrió la puerta del apartamento, y sus padres miraron desde


su lugar acurrucados en el sofá y se rieron a carcajadas.

—¿Qué? —preguntó Jonah, sintiéndose en blanco y estúpido.

—Entonces, ¿cómo fue tu charla con Ethan? —preguntó su padre,


riéndose valientemente. Tenía dos días de rastrojos en sus mejillas,
algunos de ellos plateados en la luz de la lámpara. Mamá y él parecían
exhaustos y unidos, como niños aferrándose el uno al otro en una balsa
salvavidas, y se dio cuenta que no podía resentir su risa aunque pareciera
ser el objeto de ella.

Amelia estaba asustándolos a todos.

—Fue.... —Jonah tragó y se sonrojó—. Uhm. ¿Por qué lo


preguntas?

Se rieron de nuevo, y su madre apoyó su cabeza en el hombro de


su padre.

—Ve a mirarte al espejo, cariño —dijo suavemente.

Él cerró los ojos.

—Oh, Dios.

Fue peor de lo que pensaba.

Su cabello estaba despeinado porque Ethan había pasado sus


manos por él, y su camisa estaba arrugada alrededor de sus caderas, y
eso era bastante malo. Pero sus labios estaban hinchados y su cuello

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 343 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

estaba abrasado, y allí, justo debajo de su mandíbula, tenía un gran


chupón donde Ethan se había amamantado en su cuello probablemente
sin darse cuenta.

—Oh, Dios —gimió desde el pequeño baño del pasillo. Se acomodó


la camisa y se lavó la cara, y luego volvió a salir para sentarse frente al
televisor con sus padres.

Su madre se encontró con él en el pasillo, con la cara relajada y


sonriente.

—Es un chico encantador —dijo ella en voz baja—. Se rió de los


chistes de su padre y comió pizza como si no estuviera contando cada
caloría, y te mira como si fueras un superhéroe. Nos alegramos mucho
por ti.

Jonah quería dejarla ser feliz. Lo quería con todas las fibras de su
ser, pero su sonrisa debió ser más tensa de lo que pensaba.

—¿Qué pasa?

Jonah hizo una mueca.

—Él es... mamá. Él... ya sabes. Hace cosas que no aprobarías.

La sonrisa de Laura se desvaneció.

—¿Quiero saberlo?

Jonah agitó la cabeza.

—Me preocupo. Es... vulnerable.

—Tú también.

—No como él.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 344 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Puso sus manos detrás de ella en la parte baja de su espalda y se


apoyó contra la pared como si estuviera preparándose para una charla.

—¿Sí? ¿Cuál es la diferencia?

Jonah sonrió, y de repente tuvo una forma de desviar su pregunta


y dejarla ir a la cama con algo de brillo. Dios sabía que a todos les vendría
bien un poco de brillo feliz cuando Amelia no estuviera en la casa para
ayudarles.

—Porque sé que soy amado —dijo suavemente, besando su


mejilla—. Y también Amelia. No ha tenido eso en un tiempo. Yo gano.

Su madre sonrió y luego lo sorprendió con un abrazo, duro y cálido,


y unos cuantos respiros llorosos cerca de su oreja.

—Eres amado —dijo suavemente, y luego se limpió la cara con el


dorso de la mano—. No importa qué más o cómo termine nuestra familia,
tienes que saber que te queremos, ¿vale?

Él sabía de qué estaba hablando. Había sido lo que no quería


decirle a Ethan, especialmente con todo el tiempo que Ethan había
pasado con Amelia en las últimas dos semanas.

—Lo sé —dijo más o menos. Y entonces, antes de perder este


momento, este raro momento de estar en sintonía con su madre, le
preguntó—: Mamá, si Amelia tuviera un novio, ¿sería éste el momento
para que él la visitara?

Dejaron a Amelia esa tarde en una tienda de oxígeno, con los


pulmones húmedos, un goteo de morfina para aliviar el dolor de no poder
respirar.

—¡Oh, Dios... nunca me lo dijo!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 345 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí. Bueno, ella pensaba que era invencible, ¿verdad? —Otros


chicos conducían borrachos; Amelia se saltaba el gimnasio. No parecía
ser equivalente, ¿verdad?— Bueno, ya sabes. Ella me lo dijo.

Su madre asintió y se limpió la cara con el dorso de la mano.

—Creo que eso sería bueno. ¿Puedes conseguirlo?

—Sí —dijo con confianza, aunque en realidad no estaba tan seguro


en absoluto—. No te preocupes. Trabajaré en ello esta noche.

Su madre le besó la mejilla de nuevo, y él se fue a su habitación,


sin querer enfrentarse a las preguntas de su padre. No esta noche,
cuando casi todo estaba hecho de preocupación, y tan poco de esperanza.

Pero mientras se sentaba a buscar el correo electrónico de todos


los profesores que sabía que su hermana había tenido en el instituto
Encina, seguía recordando la total confianza de Ethan en sus brazos.

Vale. Algunas cosas estaban hechas de esperanza. Pero no está


cosa. Esta cosa que estaba haciendo, estaba hecha de rendición.

Lo hizo de todas formas. Al menos cuando te rendías, tenías tiempo


para despedirte de la gente que amabas.

***

Puso su alarma a las seis de la mañana siguiente, por si alguno de


sus e-mails daba frutos. A las siete y cuarto estaba en su tercera taza de
café, su cuarto video de Ethan, y su segunda erección. No estaba seguro
de por qué se torturaba viendo sus videos mientras le daba refrescar a
su correo electrónico, pero parecía alimentar algo dentro de él. Tal vez era
la forma en que veía el cuerpo de Ethan repetidamente dejándolo

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 346 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

vulnerable e indefenso, y la forma en que los chicos en cada escena


parecían cuidarlo, tal como Tommy había insinuado que lo harían.

Tal vez era la intrépida sexualidad de Ethan, y Jesús, era


impresionante de ver, porque exigía, rogaba, vocalizaba, tocaba,
absolutamente todo lo que le agradaba nombrar, rogar o acariciar. Sin
miedo. Era algo que Jonah había admirado toda su vida.

Así que esas eran dos razones por las que seguía viendo a Ethan
durante el resto de su suscripción de un mes, pero al pulsar refrescar
por quincuagésima séptima vez, tuvo que admitir que no eran la razón
principal por la que lo hacía.

La razón principal, y no se avergonzaba de esto al menos, era que


ni una sola vez Ethan escondió su cara o pidió refugio en ninguno de los
videos que había visto.

Pero cuando estaba con él, lo hacía.

Bien. Jonah no era el único, y no estaba en la cama de Ethan


todavía, pero estaba perfectamente claro que tenía un derecho sobre su
alma que ni siquiera sus amigos más cercanos de Johnnies tenían, y
estaba orgulloso y sin vergüenza de explotar el infierno sagrado hasta que
Ethan fuera todo suyo.

Así que Jonah pulsó refrescar en su e-mail y estaba a punto de


volver a su película porno cuando apareció un nuevo mensaje, y en su
lugar la puso en pausa. (Esta película presentaba a Ethan y Dex, y Jonah
estaba un poco avergonzado de lo mucho que le gustaba Dex. La forma
en que besaba a Ethan en cámara era lenta y dura y apasionada y sexy,
y si no hubiera estado besando a su novio, Jonah estaba seguro que eso
habría hecho que se le rizaran los dedos de los pies. Estaba tomando
notas.)

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 347 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

La película pasó a un segundo plano por la respuesta que recibió


de la profesora de inglés de Amelia, dándole el número de teléfono de un
tal Dylan Kripke y pidiéndole que le asegurara que Amelia estaría bien.

Le agradeció la información, pero no la tranquilizó. Los doctores


habían dejado de tranquilizarlo a él y a sus padres hace una semana.

Su móvil estaba frío en sus manos mientras marcaba el número


del chico.

—¿Hola? Uhm, ¿puedo hablar con Dylan Kripke, por favor?

La voz al otro lado de la línea era femenina, de mediana edad, y


quebradiza.

—¿Puedo preguntar quién llama?

—Sí, uhm, soy Jonah Stevens. Tiene a mi hermana en la clase de


inglés...

—¿El hermano gay?

Oh.

—Uhm, sí.

—Mi hijo no es gay —dijo ella.

—¡Y no estoy saliendo con él! —Jonah se echó atrás, irritado—.


¡Pero es un amigo de mi hermana!

—La enferma. —Y había mucho juicio en eso.

—Fibrosis quística. Ella nació con eso. ¿Puedo hablar con Dylan,
por favor?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 348 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Lo siento, realmente no creo que Dylan...

—Dame un respiro, mamá... ¡Estoy harto! ¿Esto es por Amelia?

El chico que hablaba por teléfono sonaba irritado y sediento de


noticias. Jonah también estaba dispuesto a darlo por perdido, basándose
en su madre. No debería haberlo hecho. De repente pensó en Ethan y en
lo que debe haber sido crecer en esa casa, y de pronto quiso ser amigo de
Dylan Kripke.

—Sí —dijo, y su voz fue tan suave que había muchas cosas que no
tuvo que decir.

—¿Se va a poner bien? —La voz de Dylan se quebró y Jonah no


pudo responder a eso de frente.

—¿Te gustaría visitarla? —preguntó en su lugar—. Será... difícil.


Apenas puede hablar. Pero creo que le gustaría verte.

—Sí. ¿Cuándo?

Oh, diablos. Este chico todavía estaba en el instituto.

—Iba a salir a la una en punto...

—¿Puedes recogerme en la escuela? Tomaré el descanso...

—¡Dylan! —La voz de su madre crepitaba en el fondo, y entonces


Dylan demostró que era lo suficientemente fuerte para lo que Jonah le
acababa de pedir.

—¡Se está muriendo, mamá! —Dylan se quebró—. Se está


muriendo, y su hermano quiere que vaya a despedirme. —La siguiente
vez que habló, fue al teléfono—: Estaré allí a las doce y media —dijo—.
Justo en el almuerzo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 349 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Tengo más de dieciocho años, puedo firmar tu salida —dijo


Jonah.

Dylan gruñó en agradecimiento.

—Te lo agradezco. Ven a la oficina. Allí estaré.

—Me conocerás —dijo Jonah en voz baja—. Me parezco a ella.

—Maravilloso. —El sarcasmo le hizo saber que el chico estaba al


límite de su capacidad por esta mañana, y entonces se fue.

Sin pensarlo, Jonah alcanzó el número de Ethan casi


inmediatamente.

—¿Quies? —Y adivina quién acaba de despertar.

—¿Ethan?

—¿Jonah?

La voz de Jonah se desmoronó y no pudo contenerla.

—¿Podrías venir cuando tengas la oportunidad? Recogeremos al


novio de mi hermana a las doce y media para llevarlo a visitar a Melly, ya
sabes, en caso de que... —¡Se está muriendo, mamá! Sí. Dylan era lo
suficientemente valiente para decirlo, pero no conocía a Amelia desde
hace diecisiete años. Dolía más con cada minuto extra que conocías a
alguien. Acababa de saberlo—. De todas formas...

—Sí. Déjame ducharme. Apestar como un pozo... no es sexy.


Estaré allí pronto.

Jonah se rió un poco cuando golpeó Terminar la llamada. Deja que


Ethan mencione la peste, era la persona más práctica sobre las funciones
corporales que Jonah había conocido, incluyendo el tiempo privado de la

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 350 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

mañana. El hecho de saber que iba a ir a verlo, hizo que el resto de lo que
iba a hacer este día fuera mucho más fácil de manejar.

Sus padres se habían ido y él se había duchado cuando Ethan


llegó, recién duchado también, con café y croissants en sus manos. Le
dio la comida, agarró su café y se dejó caer en el sofá, buscando el control
remoto. Prendió en Supernatural, probablemente porque lo ponía como
siete mil veces cada día y los chicos eran calientes, y luego movió un
pierna a lo largo de la parte de atrás del sofá.

Luego dio una palmadita en el espacio entre sus muslos.

—Ven aquí —dijo casualmente.

Jonah tomó su café y fue obedientemente. Ethan lo empujó hacia


atrás contra ese pecho de granito montañoso y él se quedó allí, sorbiendo
café y mirando fijamente la pantalla de televisión. Ethan le pasó sus
grandes y capaces manos por todo el pecho, el cuello, las costillas, los
abdominales, las caderas y todos los puntos intermedios no mencionados
por el grupo muscular.

Jonah se fundió con él, y sólo... sólo lo dejó.

Fue increíble. Puso su café en el suelo junto al sofá y levantó el


pecho, poniendo su cabeza junto a la barbilla de Ethan. Ethan hizo
sonidos de yummy-nom-nom levantó su sudadera y le metió una mano
por debajo para mantener ese suave y poco exigente movimiento. Jonah
quería ronronear como un gran gato doméstico deshuesado cuando
Ethan le rozó el pezón.

En cambio, gimió suavemente.

Y Ethan siguió acariciándolo, con largas caricias de sus suaves


palmas contra la suave piel de las costillas, el estómago y los pectorales.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 351 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Hacer ejercicio está dando sus frutos —murmuró Ethan en su


oído, y luego le mordisqueó la oreja un suave ataque a su piel, perpetrado
por los dientes y la lengua. Jonah gimió y levantó las caderas sin ayuda
mientras su polla se despertaba, llena de sangre, y se estiró sin prisa y
con fuerza bajo la solapa de sus vaqueros.

De repente, no bastaba con un lento y fácil barrido de piel sobre


piel, e hizo un indefenso sonido de súplica, perdido en la lánguida
exploración de las manos de Ethan sobre su cuerpo.

La siguiente incursión de Ethan en la tierna piel de su abdomen se


precipitó bajo la cintura de los vaqueros, haciendo cosquillas en su alegre
rastro de color arena y prometiendo un toque sólido antes de retroceder.

Jonah expulsó su aliento esperanzado en el nombre de su


atormentador.

—¡Ethan!

—Sh... ¿qué quieres?

Jonah se estremeció por el aliento de Ethan en su oído otra vez, y


la forma en que dejó que sus labios y su lengua se burlaran allí.

—Quiero que me pongas las manos encima —dijo, sintiéndose


valiente, pero Ethan le pellizcó el pezón juguetonamente, demostrando
que realmente se había acobardado.

—¿No soy yo quien te está tocando? —Ethan se rió.

En respuesta, Jonah se agachó, desabrochó sus vaqueros y los


empujó por encima de sus caderas junto con sus calzoncillos.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 352 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Su polla estaba sobre su estómago, lisa, pálida y recta, y ahora


mismo era el centro de su existencia. Sin hermanas, sin padres, sin el
trabajo de Ethan en el porno, solo tócame, tócame, tócame.

—¡Toca eso, maldita sea! —exigió, y Ethan le lanzó una triple


afrenta: se rió en su sensible orejas, tiró de su tierno pezón, y
¡graciasaDios! se agachó y agarró su polla firmemente de la base y
empezó a acariciar la mitad inferior con un bombeo inflexible que tanto
necesitaba—. Oh Dios... Ethan... eres... oh por favor... más...

—Lo que realmente quiero hacer —murmuró Ethan, cambiando de


oreja y dejando que el otro lóbulo de la oreja se enfríe en el aire— es
chuparla. Tienes un sabor increíble, ¿lo sabías? Y tu tamaño es...

—Pequeño —confesó Jonah, pero Ethan paso justo por encima de


él.

—Perfecto. Puedo tragar, y tu corona está justo ahí en la parte de


atrás de mi garganta, y está llena, y he soñado con que llegues, así puedo
saborearla, sentir lo caliente que está, tenerla dentro de mí...

—Gungh... ¡toca la cabeza, por favor, Ethan!

—De acuerdo, pero ¿qué pasa con tus pezones? —Ethan se burló,
tirando de lo que había ignorado.

Jonah se retorció, porque no estaban mintiendo sobre cómo el


pezón conectaba la ingle como una cuerda de guitarra, y cómo el cerebro
se excitaba también. El aliento de Ethan en su oreja era otra capa del
hormigueo en su piel, y por un minuto, perdió la pista de lo que le estaba
diciendo.

—Mmm... nung... ¡polla!— suplicó.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 353 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan rió suavemente.

—Juega con tus pezones, cariño —instó.

Jonah metió sus manos bajo los brazos de Ethan y pellizcó sus
propios pezones, más fuerte de lo que Ethan había hecho, cada giro entre
sus dedos y pulgares rozando el dolor.

—¿Cómo se siente? —preguntó. En respuesta, Jonah gimió y


empujó sus caderas, deslizando su polla en el puño de Ethan.

Ethan se detuvo un segundo y los ajustó para que Jonah se sentara


más alto, lo que hizo que las manos de Ethan bajaran y dejara sus labios
libres para recorrer la parte posterior del cuello y los hombros. Luego bajó
con ambas manos y reanudó el duro y lento golpe a su polla, pero esta
vez, cuando llegó a la punta, frotó el pulgar en la cabeza. Jonah gimió de
nuevo. Ethan usó su otra mano para acariciarle las bolas y hacerlas rodar
suavemente, y el gemido fue demasiado suave para el sonido que hizo
Jonah.

—Dios, Ethan, más duro... más duro... oh, Dios, más rápido, por
favor, por favor, por favor... ¡oh joder!

Ethan ya no estaba siendo sutil. Su puño estaba borroso sobre la


polla de Jonah, y Jonah tuvo que cerrar los ojos, porque sólo con mirarlo
hizo que su cerebro sufriera un cortocircuito, hizo que las estrellas
salpicaran su visión, hizo...

—¡Oh, Dios, Ethan, voy a acabar de una puta vez!

Cerró los ojos pero sintió que le salpicaba el estómago, sus


pectorales desnudos, e incluso escuchó el golpeteo en su sudadera,
donde estaba encima de sus costillas. Gimió desde los dedos de los pies,
y eso lo limpió, despojándolo de la preocupación y el dolor hasta el

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 354 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

interior, desde su ingle, y su estómago, y su doloroso y preocupado pecho.


Se estremeció con fuerza, gimiendo un poco, y aceptó los enormes brazos
y hombros de Ethan cubriendo su pequeño cuerpo, protegiéndolo,
manteniéndolo a salvo.

Su aliento era lo más ruidoso del apartamento, duro y áspero,


cubría el sonido del televisor mientras la gente imposiblemente guapa
luchaba con grandes cosas espantosas que podían matarte y los
demonios más espantosos en sus propios corazones.

Jonah sabía cómo se sentían.

—Aquí —murmuró Ethan en su pelo—. Iré a buscarte un paño. Te


limpiaremos un poco, ¿de acuerdo?

—¿Pero qué hay de ti? —murmuró Jonah, tan repleto que no estaba
seguro de poder concentrarse en nada más que en el estupor que quería
apoderarse de él y clavarlo flácido en el sofá.

—Esto era todo sobre ti —le dijo Ethan con un suave beso en la
mejilla—. Quería darte algo bueno. Es mi único truco.

Jonah puso sus brazos detrás de su cabeza y miró fijamente a


Ethan cuando volvió del baño. Era extrañamente erótico estar ahí
tumbado, dejando que se secara en su piel, y para cuando Ethan volvió
con la toalla caliente y empezó a restregarle el pecho y el estómago y las
pequeñas manchas de su sudadera, ya estaba a más de media asta.
Ethan corrió el paño caliente sobre su pezón y Jonah se arqueó y suspiró,
despertando un poco. Ethan estaba arrodillado a su lado, y mirándolo,
sonriendo tímidamente.

—Es hora de la mamada —dijo, y Jonah vio cómo Ethan abría la


boca, giraba la cabeza y se tragaba la polla de un sorbo húmedo y
caliente.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 355 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Quería mantener los ojos abiertos; era hermoso verlo. Ethan cerró
los ojos y bajó la cabeza, luego sostuvo sus labios en la base mientras
su garganta trabajaba.

—Ohhh... —Jonah acarició el pelo negro liso de Ethan hacia atrás,


y le echó una mirada a esos ojos marrones chocolateados—. Eres tan
hermoso. —Jonah respiró—. Yo…. —Perdió el hilo de su pensamiento
mientras Ethan se echaba atrás y arremolinaba su lengua alrededor de
la corona mientras aún acariciaba su base con un puño apretado.

No hubo palabras entonces, y tampoco miradas. Jonah no tuvo


más remedio que cerrar los ojos, inclinar la cabeza hacia atrás, y dejar
que los golpes, las lamidas y los remolinos se deslizaran por su cuerpo.
Apretó su mano en el pelo de Ethan, y le dio la ilusión de control cuando
se sintió tan fuera de control casi toda su vida, como si las cosas le
estuvieran sucediendo a él en vez de hacer que sucedieran. Instó a Ethan
a que lo agarrara con más fuerza, a que le apretara más el anillo con
forma de O de su boca, y por un momento, se sintió poderoso, el rey de
la oscuridad iluminada detrás de sus ojos, y entonces, oh, Dios...

—Ethan, ¿qué estás...?

La otra mano de Ethan se deslizó entre sus mejillas, y Jonah


levantó sus rodillas, todavía atadas por sus jeans, para dejarlo entrar.
Mucha saliva se acumuló en su ingle, goteando por su hendidura, y
Ethan arrastró las puntas de sus dedos a través de eso y luego los frotó
justo ahí, en su entrada, justo...

—¡Dios!

Se arqueó del sofá, y Ethan no falló un golpe o un pequeño empujón


o un lametazo mientras Jonah derramaba semen, rápido, urgente,
hirviendo, en la boca de su amante.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 356 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Permaneció tendido en el sofá, con los ojos cerrados, durante un


minuto, disfrutando de la oscuridad. Cuando abrió los ojos, Ethan se
estaba limpiando las manos en la toalla, y Jonah recordó su discusión
sobre cómo el sexo era humano.

Es curioso que pensara que cuando la cara de Ethan, con los labios
llenos de concentración, los ojos con párpados pesados, el pelo liso sin
producción y cayendo sobre sus ojos, era lo más parecido a un ángel que
había visto jamás. Jonah levantó una mano a la mejilla de Ethan y le
acarició con el pulgar.

—Gracias —dijo suavemente.

Ethan levantó una ceja irónica.

—Como dije, es lo único que traigo a la mesa.

El pecho de Jonah dio un repentino y vicioso latido.

—No —dijo en voz baja—. No lo hagas común. Sé que tienes


experiencia y yo no tengo nada, pero hasta yo sé cuándo alguien está
siendo tierno.

Ethan cerró los ojos y giró la cabeza, tomando la mano de Jonah


en la suya y besando la palma.

—Te duele por dentro —dijo contra los dedos de Jonah—. Es lo


único que me hace sentir mejor cuando me duele por dentro.

—Ven aquí —dijo Jonah, y Ethan no se enfrentó a él mientras


Jonah le daba un suave y completo beso.

Ethan se inclinó hacia atrás y le besó la frente, y luego se levantó.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 357 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Vístete —dijo, alborotando suavemente el pelo de Jonah—. Si


vamos a buscar al novio de tu hermana, quiero almorzar antes de irnos.

Jonah se sentó y se vistió, no porque se les estuviera acabando el


tiempo, sino porque sabía lo que Ethan estaba haciendo. Las emociones
brotaban, intensas y dolorosas, entre sus corazones cuando sus cuerpos
se tocaban. Dios, ¿quién no querría un poco de espacio de eso?

***

Dylan lo esperaba en la oficina, un chico de aspecto normal con


ojos color avellana y pelo arenoso y lo que probablemente eran hoyuelos
cuando sonreía. No sonrió cuando vio a Jonah acercarse, pero le dio la
mano como si tratara de ser un hombre. El secretario de registro ni
siquiera pestañeó cuando Jonah mintió sobre ser su primo, y Jonah se
alegró de haber hecho esperar a Ethan en el coche, porque se imaginó
que nada gritaría comprobar a un niño con fines nefastos como un gorila
en vaqueros de diseño.

—Mi novio está fuera en el coche —le dijo Jonah en voz baja—.
Espero que eso no te moleste.

Dylan se quedó en blanco por un segundo mientras caminaban por


el pavimento agrietado del estacionamiento.

—¿Por qué iba a...? Oh, sí. —Puso los ojos en blanco—. Ignora a mi
madre. Es una militante anti-gay y toda esa basura, pero no me creo esa
mierda. Ya sabes. La gente mayor.

Jonah pensó que su padre nunca más comería conejos de


chocolate de Pascua.

—Amelia y yo fuimos afortunados —dijo, sintiéndolo—. Pero Ethan


no lo fue, así que, ya sabes. Es un juego de dados.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 358 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Dylan suspiró.

—Sí. Lo es. Se acercaron al coche de Ethan, y éste abrió las


cerraduras y apagó la radio. Estaba escuchando a Usher a todo volumen,
y Jonah no estaba seguro de si era por comodidad o para advertir a todos
que era un malote y que lo dejaran en paz.

Sin embargo, le sonrió a Dylan, le dio la mano y condujeron tensos


hacia el hospital.

Cuando llegaron, Ethan esperó en el pasillo, ya que tres personas


en la habitación de Amelia eran demasiadas. Jonah le tomó la mano
antes de entrar en la sala blanca para ponerse los protectores de papel,
y Ethan le guiñó un ojo, luego se sentó en una de las sillas del pasillo,
apoyando un pie en su rodilla y sacando su teléfono.

—Estaré aquí cuando me necesites —dijo amablemente, pero


Jonah vio sus ojos, cálidos y marrones, que le seguían cuando entró en
la habitación. Esa mirada lo llevó durante los siguientes minutos
mientras llevaba a Dylan a un recorrido por lo que iba a ver.

—Ha perdido mucho peso —dijo seriamente— porque tiene


demasiada mierda en su sistema digestivo para absorber su comida. Ha
sido alimentada por vía intravenosa durante la última semana. Sus dedos
han comenzado a hincharse y a sacudirse... es algo espeluznante, pero
no dejes que te asuste, ¿de acuerdo? Creo que le gusta mucho que le
tomemos la mano, pero con cuidado porque le duele todo. No puedo
garantizar que sea capaz de hablar, probablemente cerrará los ojos en
algún momento cuando estés hablando, pero eso no significa que no
pueda oírte...

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 359 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Jonah? —La voz del chico se tambaleó, y Jonah detuvo su


letanía y lo miró. Jesús, era joven. Tan joven como Amelia, sólo unos años
más joven que Ethan, e igual de vulnerable.

—¿Sí?

—¿Voy a ver a tu hermana de nuevo?

Jonah cerró los ojos.

—Yo... ella no responde al tratamiento —repitió, porque eso era lo


que el doctor les decía—. Van a seguir intentando cosas, pero...

—¿Crees que va a mejorar?

Jonah cerró los ojos.

—No —dijo en voz baja—. No. Creo... dicen que la mayoría de las
personas son luchadores, ¿verdad?

—No tu hermana —dijo Dylan con una total carencia de


prejuicios—. Quiero decir, es terca cuando quiere su camino, pero en
realidad, no fue hecha para tener que luchar contra nada. Por eso es tan
maravillosa. Ella sólo... acepta las cosas por lo que son.

—Sí —dijo Jonah. Sus propios ojos estaban llorando, y no estaba


seguro de cómo Dylan se mantenía unido—. No es una luchadora. No lo
es, y si lo fuera, probablemente sería demasiado tarde.

Dylan asintió.

—Quiero estar enfadado con ella por eso —dijo, con su voz llena de
lágrimas y dolor—. Pero no puedo estarlo. Sería como estar enfadado con
ella por haber nacido en primer lugar.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 360 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Dios. Este chico sabía muchas cosas importantes de la vida, ¿no?


Jonah debería tomar algunas malditas notas.

—Exactamente —raspó.

—Bien, entonces. —Dylan aseguró la capa y la máscara—. ¿Puedo


hablar con ella a solas cuando termines, entonces? Quiero que sepa que
la quiero por lo que es.

—Sí —dijo Jonah, asegurando su propia máscara—. Sí. Está bien.


Yo... quiero decir, no va a suceder hoy o incluso mañana.

Dylan se encontró con sus ojos sobre sus máscaras.

—¿Está sufriendo?

Y Jonah no podía mentir.

—Sí. No puede respirar. Es como cuando estás bajo el agua y todo


arde.

—Dios, eso apesta. —Dylan dominó su voz y luego afirmó sus


hombros, se volvió hacia la entrada de su habitación, y le hizo un gesto
a Jonah para que procediera.

Amelia se despertó cuando vio a Dylan, y sonrió.

Eso fue suficiente para Jonah, de verdad.

—Te he traído un amigo, Melly. Voy a dejar que pases un tiempo a


solas con él. Estaré afuera.

—¿Está... Ethan... aquí? —preguntó ella con tristeza, y él sonrió.

—Sí. Ha sido una roca.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 361 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Dale... a él... amor, ¿sí?

Jonah asintió, sonrió y acarició el dorso de la mano.

—Esa es la idea —dijo en voz baja—. Te quiero, Melly. Volveré


mañana.

—Te amo... a ti.

Y mantuvo esa sonrisa pegada y se giró, haciendo un gesto para


que Dylan se sentara en la silla junto a la cama.

—No demasiado tiempo —dijo en voz baja—. No puede estar


despierta más de quince minutos.

Luego volvió a salir por la puerta y se quitó los papeles de la sala


blanca, y volvió a la silla junto a Ethan para sentarse. Le apoyó la cabeza
en el hombro y suspiró.

Ethan lo movió lo suficiente para envolver ese gigantesco brazo


duro como una roca alrededor de sus hombros, y luego reposicionó su
cabeza.

—En una escala del uno al diez, ¿calificarías esto como un quince
en mierdoso? —preguntó Ethan.

La risa asustada de Jonah llevaba consigo el chisporroteo de las


lágrimas.

—Lo calificaría como un treinta —dijo con sentimiento, y Ethan


asintió, y luego metió su barbilla en el pelo de Jonah.

—Hazme un favor, ¿vale?

—Lo que sea —le dijo Jonah, pensando en Ethan abrazándolo,


haciéndole el amor, sin pedir nada más que hacerle feliz.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 362 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Llámame cuando me necesites. O cuando quieras. O cuando


creas que podrías necesitarme. O cuando te sientas solo. O cuando estés
triste. O cuando quieras que alguien te haga reír, o te traiga café, o que
vea una película, o...

Jonah se giró en la silla y puso su mano sobre la boca de Ethan.

—Sí —dijo en voz baja—. Sí. Por favor, sé parte de esto. Por favor,
ayúdame a superar esto. Te necesito, Ethan. Si puedes hacer esto por
mí...

Ethan lo besó, lo cual fue bueno, porque estaba a punto de


prometerle el matrimonio y su alma y su futuro a un tipo que alquilaba
su trasero por un video de veinte minutos. Pero el beso lo derritió, se
apoderó de él, y permitió que lo encerrara en los enormes hombros de
Ethan y en su corazón gigante y en todas las cosas que podía ser fuera
de la vida que vivía ahora.

Demasiado tarde, pensó en medio del beso. Demasiado tarde, estoy


comprometido, soy suyo. El resto del mundo puede tener su trasero en
los videos, pero tengo esta parte de él aquí.

***

Años más tarde, todavía no sería capaz de explicar lo que pasó en


la semana siguiente. Era consciente que no trabajaba. Sus padres habían
vuelto a la casa, y el dinero no era tan malo, así que le tomó la palabra a
Tommy, se tomó el tiempo libre, hizo las compras, hizo la cena y pasó el
tiempo con Amelia durante el día cuando sus padres no pudieron. Así
que tal vez eso fue todo. Pasaba el tiempo con Amelia, o haciendo cosas
domésticas de las que no se avergonzaba en absoluto. Pasaba las noches
con sus padres, viendo la televisión, leyendo, todos ellos fingiendo que no
habían ido a visitarla y la veían empeorar cada día.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 363 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Parte de cada día, sin embargo, no importaba cuán perdido en la


niebla estaba, se las arreglaba para estar con Ethan. Sería una cosa
pequeña... Ethan lo saludaba en la puerta con un café antes de hacer los
recados. Ethan lo llevaba a almorzar antes de visitar a Amelia. Una vez,
fue Ethan quien limpió los hexágonos de los betas mientras Jonah
limpiaba el resto de la casa, aspirando y quitando el polvo incluido.

No volvieron a hacer el amor, y Jonah lo echó de menos, empezó a


anhelar la sensación de piel sobre piel del cuerpo de Ethan alrededor y
en su interior.

Ese sentimiento de conexión, de ser parte del corazón de otro ser


humano, empezaba a ver cómo Ethan podía atesorar eso por encima de
su dignidad, de su autoestima, por encima de todo lo que le habían
enseñado sobre un código moral.

Jonah pensó que haría cualquier cosa por ese sentimiento ahora
mismo. Cualquier cosa. Todo.

Pero incluso eso desaparecía cuando estaba solo en la habitación


del hospital con Amelia. Su mundo entero se convirtió en la ralladura del
respirador y el pitido de sus signos vitales y su inútil e infructuosa
conversación con ella.

Dos días antes de Navidad, Ethan llegó a la casa de sus padres con
una bolsa llena de adornos navideños y algunas galletas compradas en
la tienda y un pequeño árbol.

Jonah lo miró todo y se dio cuenta que tenía que aceptar ese regalo
y decorar. Era imperativo. Porque sus padres todavía tenían un niño, y
ese niño todavía necesitaba a mamá y papá, y la Navidad era el momento
en que estabas con tu mamá y tu papá.

De todas las personas, Ethan lo sabía.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 364 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Así que antes que Jonah fuera a visitar a Amelia, pusieron las
cosas, haciendo que se vieran tan lindas como podían con una bolsa de
adornos baratos y un árbol de un metro. Pensó que le haría sentir mejor,
especialmente cuando Ethan le enmarcó la cara con esas grandes manos
y le besó bajo el muérdago, y hasta que condujo al hospital, solo creyó
eso.

Pero Ethan tenía que volver a su trabajo de niñera con todos los
bichos que Jonah no había tenido la oportunidad de ver, así como los
obreros en el lugar, lo que era una mierda, según Ethan, así que Jonah
le dijo que lo vería mañana, que era Nochebuena.

—Puedo ir con... —El bolsillo de Ethan sonó en medio de la frase,


lo que significaba que Chase o Tommy o Kelsey (a quien Jonah no había
conocido todavía pero de quien había oído hablar mucho) estaba al
teléfono, tratando de no desvariar sobre las renovaciones que se estaban
haciendo en la casa de Dex y sobre las grandes cajas de reptiles que todos
trataban como más preciosos y valiosos que los conejitos que cagaban
platino.

—No —dijo Jonah, sonriendo un poco—. Ve a ocuparte de las


criaturas y de la casa, y yo iré a visitar a Amelia. Te llamaré esta noche,
tal vez podamos cenar o algo así.

Ethan asintió, sus grandes cejas italianas intentando unir la


pequeña arruga entre ellas.

—Lo que sea, ¿vale? Cualquier cosa que necesites.

Tú. Eres todo lo que necesito. Cualquier parte de ti que pueda


conseguir.

—Te lo haré saber.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 365 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Pero más tarde esa noche, mientras Sacramento esperaba que una
cálida lluvia de invierno lavara la pena, Jonah se sentó en la habitación
del hospital de su hermana y escuchó los sonidos familiares y miró su
rostro pálido y demacrado a través de la tienda de oxígeno y la máscara
mientras luchaba por respirar, y algo se rompió dentro de él.

—Melly, lo entendemos —dijo en el silencio puntuado por el


respirador—. Lo entendemos. No quieres pelear. Ahora lo entendemos,
¿vale? Ya has terminado. Está bien. No nos enfadaremos contigo por
rendirte. Duele, cariño. Todos sabemos que duele. Pero te queremos, y
queríamos mantenerte aquí, y lo sentimos. Sentimos haberte mantenido
aquí con tanto dolor y tanta lucha. Nunca estuviste destinada a ser una
luchadora. Incluso cuando eras un bebé, eras una acurrucadora. Sin
gritos, sin chillidos, sin ataques. Sólo arropada por nosotros y
dejándonos amarte. Quiero decir, ¿puedes culparnos por querer que te
quedes? Pero ya puedes irte. Puedes irte. No hay problema. Te seguiremos
queriendo, aunque no luches. Nada nos impedirá amarte, y puedes dejar
de sufrir.

No hubo ningún cambio en la habitación, el respirador, los signos


vitales, pero de repente Jonah ya no podía estar en esa habitación. Se
levantó abruptamente, abrió el costado de la carpa y besó su mejilla
húmeda y salada.

—Te amo, Melly. Tengo que irme, cariño. Está bien si te vas cuando
me vaya. No te lo reprocharé.

Y luego se fue, sacudiendo los protectores de papel y dejándolos en


la sala blanca. Por suerte para los dioses del transporte que implicaba
que su padre llevara a su madre, hoy tenía el coche, y dio un portazo y
se sentó allí un momento, mirando ciegamente a través del parabrisas,
antes de sacar su teléfono.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 366 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Te necesito. ¿Dónde estás?

En casa de Dex.

Envíame la dirección.

Era, afortunadamente, uno de esos lugares que eran fáciles de


encontrar en la red de Sacramento. Se detuvo frente a la casita con
fachada de ladrillo y tuvo un repentino y doloroso deseo que Ethan y él
tuvieran una casa, una casa de verdad, no un apartamento, que pudiera
llamar hogar como este.

La puerta se abrió y Ethan salió corriendo hacia el coche en


chándal y camiseta y con los pies descalzos.

—¿Qué pasa? —dijo mientras Jonah abría la puerta de su coche.

—Te vas a enfermar —dijo Jonah con voz ronca—. Tienes que ir...
—No podía hablar, y Ethan de repente se quedó ahí, mirándolo fijamente,
comprobando su cara para asegurarse que estaba bien.

—¿Tu hermana está...?

Jonah agitó la cabeza.

—No. Todavía no. Sólo estoy débil. Ethan, no podía hacerlo más.
Lo siento. No pude hacerlo más. Y necesito sentirme humano. Dios,
necesito sentirme humano, y tocado, y...

Los labios de Ethan en los suyos fueron calor y luz y refugio de una
lluvia entumecedora, calor a miembros congelados, rico estofado en un
estómago contraído. Jonah lo devoró, abrió la boca y permitió a Ethan
verter su alma en el interior. Ethan le enmarcó la cara con ambas manos,
y su piel era cálida y acogedora. Jonah se deslizó ansiosamente en su

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 367 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

círculo de gentileza, deseando poder vivir bajo la piel de Ethan, dando


vueltas alrededor de los fuertes latidos de su invencible corazón.

Se echó hacia atrás y tragó aliento, y luego se ahogó:

—Dentro. Dentro. Te necesito a ti, todo, dentro.

Ethan no lo cuestionó, por lo que Jonah siempre estaría


sumamente agradecido. Nada de: ¿Estás seguro? Nada de: Déjame
protegerte de ti mismo. Se dio la vuelta, le agarró la mano y lo metió en la
casa.

Más tarde, Jonah echaría un vistazo, vería las criaturas y el


acogedor espacio hogareño que obviamente pertenecía a dos personas
haciendo una vida. En este momento fue arrastrado al dormitorio, que
tenía una maleta de lona maltratada encima de la cómoda de roble, una
cama grande con estructura de roble y sábanas blancas con pequeños
botes azules.

Jonah se detuvo y miró las sábanas.

—¿Barcos? —preguntó, perplejo.

Ethan acarició la tela, moviendo su dedo con tal reverencia que


Jonah hizo lo mismo, y notó lo suave que era. Sábanas caras.

—Es Kane —admitió Ethan—. Creo que ha estado comprando con


Dex, y Dex tiene todo el gusto y Kane tiene todo el... ¿cuál es esa palabra?

Jonah tragó, pensando en los peluches y el póster brillante y la


colcha especial que traían para su hermana cada vez que entraba en el
hospital.

—Capricho —dijo, y su garganta estaba tan apretada que casi no


podía correr la voz—. Capricho.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 368 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí —dijo Ethan, y ese dedo acarició inquietamente la parte


posterior de la mano de Jonah—. Capricho. —Jonah escuchó a su
garganta trabajar y miró hacia arriba. La atención de Ethan se fijó en sus
manos, y Jonah levantó la suya para que se enroscaran—. ¿Soy tu
capricho, Jonah?

Jonah se encontró con sus ojos entonces y vio que lo haría de todos
modos, dejarse usar, dejarse ser un juguete, si tan sólo eso hiciera que
se sintiera mejor.

—Eres mi salvavidas, Ethan. Eres lo único que me va a ayudar a


superarlo. La luz al final del túnel. Mi recompensa por no esconderme en
un rincón y llorar como... como... —Como un niño de cinco años que
acaba de perder a la hermanita que le pusieron en sus brazos y le dijeron
que la amara con mucho, mucho cuidado.

—Ven aquí —dijo Ethan, tirando de su mano. Jonah pudo sentir


cada golpe de músculo cuando Ethan envolvió sus brazos en su espalda.
No era cómodo, necesariamente, pero era seguro. Dios, estaba a salvo en
los brazos de Ethan.

—¿Ethan?

—¿Sí?

—Nada me va a hacer daño aquí.

Ethan le besó la frente, la sien, la mejilla y la mandíbula. Jonah


inclinó su cabeza, y Ethan expuso sus dientes superiores y los pasó
delicadamente por su mandíbula, por la tierna carne de la yugular
expuesta, siguiendo los suaves mordiscos con el suave toque de una
exquisita lengua.

Jonah se estremeció, se derritió y se permitió necesitar.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 369 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan metió sus manos bajo la camiseta de Jonah, ahuecando la


cintura con sus grandes y amplias manos de dedos cuadrados, y esa
necesidad se triplicó, se estrechó hasta convertirse en un puño y le dio
un golpe en la tripa.

—Piel —jadeó—. La tuya también.

Para su horror, Ethan se alejó y le lanzó una mirada de


mortificación absoluta.

—No quieres verme desnudo... Quiero decir, el mundo entero me


ha visto desnudo. No es un gran... ah...

Jonah entró en ese lugar de vergüenza y pasó su mano por debajo


de la camiseta de Ethan.

—En este momento, Ethan, sólo estamos tú y yo. Y tú eres nuevo


para mí. Todo esto es nuevo.

Ethan asintió y sonrió, luego se acercó al dobladillo de su camiseta


gris y la levantó. Jonah no pudo evitar mirar, tenía que ver cada músculo
ondulando sobre su caja torácica, en su estómago, sólo con un simple
movimiento.

Un baño de deseo lo empapó, desde sus labios hinchados por el


beso hasta la parte superior de sus muslos pesados y adoloridos, e
incluso hasta los dedos de los pies, enroscados en sus zapatos.

—Tú —dijo, tratando de forzar a sus pulmones a trabajar más allá


del peso de su excitación— eres tan jodidamente hermoso.

El rubor de Ethan viajó en manchas a través de su piel dorada,


sobre su abdomen, sus costillas, a través de sus pectorales y su cuello, y

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 370 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

finalmente parcheando su cara en sus mejillas. Jonah lo había visto


hacer eso en una película, pero verlo en persona...

Recuperó el aliento y se acercó.

—Eres increíblemente sexy —murmuró en el oído de Ethan—. Y


podrías tener a cualquier tipo del planeta. ¿Realmente me quieres?

Ethan se inclinó más cerca, y Jonah sintió el calor de su pecho


desnudo y sus labios empañando los verticilos de su propio oído.

—Más de lo que quiero respirar. Más de lo que quiero que mi


corazón lata. Más de lo que quiero ver el mañana. Así de mucho te deseo.

Las manos de Ethan descansaban en sus caderas, y Jonah las


recogió y las guió por debajo de su camiseta, sobre su pecho, con sus
pequeños pezones fríos clavándose en las palmas.

—Todo tuyo. Sólo tuyo. Tócame.

Ethan separó sus dedos, los flexionó contra la piel de Jonah, y


Jonah suspiró. Dios, el toque humano. Su piel temblaba, suplicando por
las manos de Ethan en todo su cuerpo, y no iba a luchar contra esa
necesidad, no ahora, no cuando Ethan lo necesitaba a él. Ethan agarró
el dobladillo de la camiseta y se la subió por la cabeza, la dejó caer en el
suelo de la casa de este desconocido, y luego tomó el cuello desnudo de
Jonah y bajó la cabeza para mordisquear la clavícula y la mandíbula y
justo debajo de las orejas. Jonah pasó sus manos por la suave piel de
Ethan, deslizándose por las montañas de músculo y los valles definidos,
amasando sus dorsales y tríceps mientras lo acercaba. Se besaron, pecho
a pecho, durante un largo y glorioso tiempo, hasta que Jonah ya no pudo
estar de pie, no pudo contener el empuje de su ingle, la necesidad
desenfrenada que convirtió sus muslos en agua y el órgano ultrasensible
de su piel en un gran nervio palpitante.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 371 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan ayudó a bajarlo a la cama y, en un agresivo barrido, le


arrancó los pantalones y los calzoncillos, quitándole los tenis mientras él
tiraba de todo lo demás.

Jonah yacía allí, sorprendido, desnudo, su polla goteando,


presemen en su abdomen solamente por la caricia del aire fresco.

—Ya vuelvo —dijo Ethan, agachando la cabeza y ruborizándose—.


Estúpidas cosas humanas. —De repente levantó la cabeza y el dominador
sexual que Jonah había visto en la película regresó. Agarró su mano y la
colocó sobre su polla desnuda, envolviendo los dedos a propósito—.
Aguanta ese pensamiento —dijo seriamente, y entonces, el bastardo, se
tragó la corona de Jonah para dar un rápido sorbo y chupar antes de
desaparecer.

—Oh, Dios, ¿Ethan? —La polla de Jonah palpitaba, y la envolvió


con su mano, apretando y acariciando hacia arriba porque se sentía bien,
¡maldita sea!

—¿Estás acariciando?

—S... S... Sí…

—¡No te vengas!

Jonah soltó su polla con esfuerzo, abriendo las piernas y dejando


que cayera sobre su estómago. Su cuerpo se enfrió por el aire exterior, y
para un chico que se había masturbado bajo las mantas de su dormitorio
toda su vida, el aire circulante que rozaba sus pezones, la cabeza de su
polla, la hendidura de su culo, era increíblemente erótico.

Todo requería más atención, todo, y él estaba tan fuertemente


encordado que casi cualquier presión… ¡Dios! Con mucho cuidado, pasó
un solo dedo desde el valle entre sus peludas pelotas hasta la pequeña

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 372 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

cuerda de frenillo y por encima de su corona. Su polla se sacudió y


escupió, y tomó esa capa y frotó su dedo alrededor, sacando la urgencia
temblorosa tensando su cuerpo como un resorte en espiral.

Ethan volvió con una toalla verde brillante y se detuvo en la puerta.

Jonah se encontró con sus ojos casi por accidente.

—¿Qué? —jadeó.

Ethan sacudió la cabeza, una dulce sonrisa jugando con sus labios
llenos.

—Eres realmente sexy. Podría mirarte ahí hasta que te vinieras,


pero... Dios, quiero tocarte.

Jonah se agarró la polla, poseído por la idea de presumir.


Lentamente, la acarició, no invirtiendo en la sensación, sino más bien
encendiendo los ojos de Ethan en su cuerpo completamente exhibido.

—Entonces tócame —dijo, dejando que el enganche en su aliento y


la necesidad palpitante a través de su pecho y su polla se muestren en
las palabras.

Ethan se acercó a la cama, se puso de pie entre sus muslos


extendidos, y bajó, paño en mano, y luego procedió a convertir la limpieza
básica del baño en un juego erótico previo.

El paño era cálido y sensual, áspero y húmedo; la incomodidad


inicial de Jonah al ser lavado como un niño se desvaneció cuando Ethan
restregó suavemente la parte interior de sus muslos, en la tierna franja
de piel detrás de sus testículos, y luego se sumergió en la hendidura de
su trasero y pasó un tiempo alrededor de su esfínter. Ethan sondeó con
un dedo a través de la tela, y Jonah empujó sus talones contra el colchón

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 373 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

y se arqueó de la cama como reacción. Él sacudió su polla, la soltó, y se


revolvió en las sábanas buscando una base, porque estaba volando...

La mano de Ethan, dura e insistente, contra su abdomen lo empujó


contra la cama.

—Sensible —dijo, sonriendo. Jonah encontró el ancla, el refugio,


en sus ojos—. Bien. Esto va a ser... —Respiró hondo como si se estuviera
conteniendo, y luego dejó caer el paño en la mesita de noche, se quitó los
pantalones y se tiró en la cama de costado. Jonah se recuperó lo
suficiente como para rodar de lado y pasar sus dedos y palmas sobre toda
esa piel expuesta.

Ethan agarró una mano mientras Jonah pasaba rozando por


debajo de su abdomen, cerró los ojos, respiró y finalmente habló.

—Vale, esto es más de esa estúpida mierda humana, pero es


importante, ¿vale?

Jonah dejó de acariciar y trató de concentrarse, pero eso no le


impidió unir sus dedos con los de Ethan.

—Soy todo oídos.

Ethan se rió suavemente y besó sus dedos entrelazados.

—Eres todo ojos, Dios, mírate. De todos modos, esta es la cuestión.


Sé que no has hecho esto antes, y sé lo de tu familia y que si tuvieras un
resfriado, tendrías que ser hipervigilante, así que sé que no tienes HIV.
Pero yo... tú no sabes una mierda. Te diré esto: me hago la prueba antes
y después de cada puta escena, y los únicos tipos con los que me he
enrollado que no estaban en una escena eran de Johnnies, por esa misma
razón, y usamos condones, porque estábamos siendo inteligentes. Tengo
un millón de papeles que anuncian que estoy libre de enfermedades en

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 374 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

el puto mundo, y no tengo problema en seguir a pelo contigo porque lo


sé, ¿pero tú...? No sabes una mierda, así que te lo digo ahora mismo. Si
haces esto con alguien que no sea yo, será mejor que uses un condón,
Jonah, porque quiero que estés a salvo.

Estúpidas cosas humanas... no se andaba con rodeos. Jonah


asintió y su erección se suavizó un poco, porque ahora estaba activando
su gran cerebro.

—¿Ethan?

—¿Sí?

—No quiero hacer esto con nadie más que contigo.

Ethan asintió y besó sus manos entrelazadas de nuevo.

—Yo tampoco. No quiero que vuelvas a tocar a nadie más nunca.


Pero...

Jonah sacudió la cabeza y apretó los dedos de Ethan.

—Sin peros. Ahora no. Ahora mismo, somos las únicas dos
personas en esta cama, y así es como va a ser.

Ethan asintió, ojos marrones enormes y brillantes.

—Así es como me gustaría que fuera. Vamos a fingir.

—Lo intentaremos —dijo Jonah, porque había visto a sus padres


fingir que no estaban enamorados durante un año, y eso dolió.

—Lo intentaremos hasta que rompamos —prometió Ethan, y de


repente Jonah tuvo que besarle, tuvo que consolarle, porque aún tenía
esperanzas. Sus padres se habían doblegado, pero no se habían roto, y
su hermana, al final, vivió una vida con sus elecciones y las tomó sin

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 375 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

arrepentirse. Jonah lo besó con la boca abierta y el corazón lleno e intentó


decirle con su cuerpo desnudo que a veces no había que romper. A veces
ser humano era lo suficientemente fuerte.

Ethan respiró a través de él y luego se hizo cargo del beso, dándose


la vuelta, dando a Jonah refugio del frío en la habitación y la repentina
tristeza entre ellos. Jonah cerró los ojos y simplemente... se fue. Abrió su
piel, su corazón, a cada toque, cada caricia, cada terminación nerviosa
ardiente, cada chisporroteo en su piel. Ethan palpó su pecho y pellizcó
sus pezones, y Jonah jadeó. Ethan le mordisqueó el cuello y murmuró:

—Así es, haz ruido. Los ruidos son sexys. —Luego cerró la boca
sobre un pezón y lo amamantó.

Jonah jadeó un poco más y gimió, apretando sus dedos en el pelo


de Ethan y urgiéndole a seguir adelante.

Su erección regresó con toda su fuerza, y la golpeó contra la cadera


de Ethan. Ethan se metió entre ellos y los agarró a los dos juntos, luego
empezó a ondular los músculos de su centro, su espalda, su trasero, y
Jonah puso sus manos en el trasero de Ethan y se agarró.

—Oh, Dios —murmuró—. Tu piel es tan suave... y tan dura... y...


oh, hombre... Ethan...

Puesto que Ethan cerró los ojos, Jonah lo vio cuando ocurrió, la
completa vulnerabilidad, la terrible cosa que ocurría cuando Ethan
volaba. Enterró su cara en el cuello de Jonah y gimió desde la boca del
estómago, y sus pollas se deslizaron de un lado a otro en la escalada de
su venida.

Jonah jadeó y le mordió el hombro, vencido por la carnalidad


satinada de su piel patinando de un lado a otro en el fluido de Ethan, y
pronto la suya se añadió al desastre.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 376 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Lo siento —jadeó, desarticulado, desincronizado—. Lo siento, no


quise hacerlo, demasiado pronto...

Los músculos de los hombros de Ethan temblaban, pero eso no lo


hacía parecer débil mientras soltaba sus pollas y se empujaba a sí mismo
para sujetar a Jonah en su lugar con una mirada que habría derretido el
peltre.

—No hemos terminado —gruñó—. Espera, Jonah, eso fue sólo el


comienzo del viaje.

Se bajó hasta la polla todavía erguida de Jonah, y Jonah tembló


por la pérdida de su calor corporal, y entonces...

—Ahh.... —Dios, la boca de Ethan... hacía cosas imposibles con su


lengua y sus dientes, y luego abrió su garganta y...— ¡Ethan! —La
sensación de ser tragado, engullido por todos, y Jonah anudó sus dedos
en su pelo y tiró, porque iba a venirse otra vez—. No tan pronto —
suplicó—. ¡Más despacio!

Ethan se acercó y le besó, su boca resbaladiza y salada con el sabor


de su derrame, y Jonah hundió su lengua en el interior, queriendo todo
eso, todo de ellos, queriendo tanto su sabor que no le importó el choque
de dientes o la forma en que las mordeduras de amor de Ethan le picaron
el cuello y la mandíbula.

Ambos estaban duros de nuevo, frotándose contra los pliegues de


los muslos del otro, y Jonah estaba cerca de nuevo, tan cerca...

—¡No! —protestó cuando Ethan se alejó, pero Ethan puso esa mano
de mando en su estómago de nuevo y metió la mano debajo de la
almohada. Volvió con un recipiente de lubricante en forma fálica, y Jonah
jadeó y abrió las rodillas. Él quería esto, y cuando Ethan levantó dos

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 377 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

dedos y deslizó uno de ellos en su esfínter, Jonah sabía lo suficiente para


soportar y aceptar la quemadura.

—Dios... ¿qué estás...? —Porque Ethan no sólo deslizaba su dedo


hacia adentro y hacia afuera, sino que empujaba el borde de Jonah,
esparciendo lubricante, agregando presión...

—Estirando —murmuró Ethan, su frente arrugada en la


concentración.

—¡Estiramiento!

La risa de Ethan sonó tensa cuando añadió otro dedo, y luego, en


lugar de tijeretear los dos juntos, empezó a... a tocar el violín, y luego
encontró ese punto mágico del que hablaba la investigación de Jonah en
el ordenador, y no parecía tan especial. Sólo era un poco más sensible,
eso era todo. Ethan presionó un poco más fuerte, y Jonah siseó y abrió
las piernas y arqueó la espalda, y entonces Ethan torció los dedos y...

—¡Oh, Dios mío!

Ethan se rió ásperamente, y alcanzó a través del cuerpo de Jonah


por la tela que había dejado caer en la mesa. Jonah seguía respirando y
contando las estrellas detrás de sus ojos y preguntándose cómo había
logrado no venirse.

—¿Estirando? —preguntó débilmente.

Ethan se limpió los dedos antes de meterlos en el pelo de Jonah y


tirar de él para darle un beso, y otro, hasta que Jonah se perdió en él y
se olvidó de las estúpidas cosas humanas. Otra bocanada de aire silbó
entre ellos mientras Ethan buscaba a tientas la botella de lubricante de
nuevo, y entonces su polla se balanceó allí, justo en su entrada, y estaba
empujando... tan... tan... lentamente...

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 378 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Una gota de sudor cayó de la frente de Ethan a la mejilla de Jonah.


Él abrió los ojos y vio la tensión, el exquisito cuidado, todo para hacer
esto bueno, para mantener el estiramiento ardiente sólo eso, soportable.
Sosteniéndose sobre brazos muy musculosos, y temblando, mordiéndose
el labio lo suficientemente fuerte como para volverlo blanco, el dolor era
manejable, pero la preocupación de Ethan, ¡eso dolía!

—¡Ethan! —jadeó, justo cuando la cabeza de su polla entró.

El alivio en la cara de Ethan ayudó a Jonah a espirar, y Ethan


empezó a deslizarse dentro de él, despacio, despacio, despacio, hasta que
Jonah envolvió sus piernas alrededor de los muslos de Ethan y susurró:

—Hasta el final.

Ethan lo hizo, y Jonah gritó, porque Ethan era enorme, y le dolía,


pero era más que eso.

Porque tenía otro ser humano dentro de él, y por un minuto el


miedo que le causó, de arruinarlo, fue suficiente para robarle el aliento,
para detener su pecho. Él envolvió sus brazos y piernas con más fuerza
y se dejó llevar.

—¡Augh, Dios, oh, Dios… no, no te vayas! —respiró al final, de


repente con mucho más miedo de perderlo.

—Jonah, tengo que hacerlo, hombre, déjame moverme. —Ethan


retrocedió un poco más rápido, y Jonah pudo respirar de nuevo, y
entonces Ethan se lanzó hacia adelante y toda la respiración se detuvo y
las estrellas explotaron detrás de los ojos de Jonah, ya que esa cosa que
él no pensaba que era tan sensible detonó en lo profundo de su cuerpo.

Jonah gritó de nuevo, y Ethan bombeó dentro y fuera, y otra vez, y


otra vez. Jonah escuchó sus propios gruñidos y gritos y súplicas por más,

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 379 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

más, más rápido, más fuerte, y sonaban surrealistas, como se sentía el


cuerpo de Ethan, y tuvo que cerrar los ojos, tuvo que apagar su
intensidad, apagar lo real y ahogarse en el placer del ahora. Y ahora su
polla se frotaba entre sus cuerpos, y ahora Ethan se lo follaba con fuerza
y ternura y cualquier cosa que Jonah pudiera haber soñado, y ahora su
culo se abría y le dolía y necesitaba, y ahora... oh, Dios, ahora... ahora...

—Oh Dios, Ethan, voy a... ¡Voy a... mierda!

Ethan se levantó, y Jonah tuvo suficiente espacio para agarrar su


polla y sacudirla febrilmente mientras Ethan le golpeaba hasta que las
mejillas de su culo se entumecieron.

—Ah… —Y durante el orgasmo, Jonah no pudo hablar, no pudo


respirar, ya que cada músculo de su cuerpo se apretó, se tensó hasta el
dolor, y luego se soltó de golpe en un clímax tan repentino, tan duro, que
fue una exquisita agonía.

Ethan todavía estaba dentro de él, empujando, mientras Jonah


respiraba con fuerza, y mientras su cuerpo se relajaba alrededor de la
polla de Ethan, Ethan se corrió con un rugido que ardió en los oídos de
Jonah durante horas. Jonah sintió que se estremecía dentro de su culo,
sintió el estallido, deslizándose por su cuerpo y su polla dio un pequeño
y furioso golpe en su mano.

—Muévete —gruñó Ethan, y Jonah movió su mano lo suficiente


como para atrapar a Ethan mientras se desplomaba sobre él, y de repente
no pudieron besarse lo suficiente, mejillas, barbillas, narices,
mandíbulas, y cuando sus bocas finalmente se juntaron, Jonah abrió la
suya y dio la bienvenida a Ethan dentro.

Ethan tomó el beso, y cuando parecía que podría calentarse de


nuevo, se retiró un poco.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 380 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Estaba temblando.

La mano de Jonah también temblaba al acariciar el hombro


sudoroso de Ethan, y se sintió un poco lloroso.

—Maldición —murmuró.

Ethan sacudió la cabeza.

—Maldición —repitió después de Jonah—. Eso fue... Dios. Eso fue


especial. Gracias.

Jonah se fijó en la cara de Ethan, vio esos ojos marrones tan


abiertos y tan inocentes como los de un niño. Se detuvo un segundo para
limpiar su mano en las sábanas antes de llevarla a la mejilla de Ethan.
Estúpidas cosas humanas.

—Gracias —susurró, y le ardían los ojos. La humedad se deslizó


por las esquinas, y por un minuto se sintió como un nenaza, llorando en
la cama porque le habían reventado la cereza, pero Ethan no le dejó hacer
eso.

Besó las lágrimas, las mejillas y la frente, y luego se dio la vuelta


sobre su espalda y lo arrastró con él y lo sostuvo. Sólo lo sostuvo. Jonah
puso su cabeza en el hombro de Ethan y permitió que su alma liberada
volviera a flotar y se uniera a su cuerpo sucio y feliz con Ethan en la
cama.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 381 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 4
Enamorándose
Ethan quería retenerlo allí para siempre.

Jonah se durmió en su pecho, con la boca abierta, un pequeño


charco de baba formándose en el pliegue del hombro. Estúpidas cosas
humanas. Ethan yacía allí y acariciaba su rizado pelo arenoso, separando
cada hebra y catalogando: oscura y gruesa, rubia y lisa, morena y fina,
con cada golpe de sus dedos.

Tan esperanzador. Tenía tan ridículas cantidades de esperanza en


él, aunque sabía que había dejado el reloj de la muerte de su hermana
por un bendito alivio.

Bueno, él podría dárselo, ¿verdad?

Cuidadosamente, sacó a Jonah de su pecho y levantó las mantas


sobre sus estrechos hombros. Resistió el impulso de pasar la palma de
su mano por su delgada espalda desde su cuello hasta la suave curva de
su suave trasero. Jonah tenía las piernas más cortas y el cuerpo más
largo, y eso lo hacía fluido a la vista, como si pudiera nadar por el aire
con ese entusiasmo friki y ese humor sorprendente. Su piel era suave y
pálida, con unos lunares planos en su espalda. Muchos de los Johnnies
estaban bronceados y tatuados, y esa piel pálida era... dulce. Ethan
quería tener la libertad de tocarla, saber que era real bajo sus palmas.

Pero eran las ocho, y apostaba a que Jonah no había comido desde
que se había ido por la mañana. No estaba seguro de qué lo había alejado
del hospital, pero sabía que lo necesitaba. Ethan nunca había sido
necesitado antes. Quería hacerlo bien.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 382 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Se puso bóxer y un chándal y luego fue a ver la cocina. Una cosa


que podría decir de Dex: ese chico sabía cómo comer de forma saludable.
Desafortunadamente, Ethan tenía antojo de carbohidratos, así que se
abasteció de masa de pizza congelada y queso rallado y salsa para pastas
para poder cocinar, pero preparó algo que no lo dejaría con hambre de
nuevo. También tomó pavo con pepperoni, así que eso también era
bueno. Dex tenía bandejas de galletas, y en realidad, no había ninguna
regla que dijera que la pizza tenía que ser redonda.

Cuarenta y cinco minutos más tarde, la pizza apenas le quedaban


diez minutos y comenzó la ensalada. Acababa de sacar la bolsita de
mezcla de la nevera y estaba añadiendo queso rallado y pasas, cuando
Jonah salió de la habitación con sus vaqueros y la camiseta gigante de
Ethan, la roja con el ratón Mickey.

Ethan parpadeó.

—Revisaste mis maletas.

Jonah sonrió sin arrepentirse.

—Sí. Voy a robar esto. Para siempre.

—Ookay...

Jonah se sentó en la pequeña isla en medio de la cocina y se apoyó


en sus codos.

—No, en serio. Me la quedo. Pase lo que pase, esta es la camiseta


del chico que fue el primero que —se ruborizó— …que me hizo el amor.
Todo mío.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 383 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan sonrió y se ruborizó también. Sacó sus manos de la ensalada


y agarró un trapo para limpiarlas. Luego se dio la vuelta y besó a Jonah
en la mejilla.

—Amante —dijo, manteniendo su voz ligera—. Soy el tipo que te


amó primero.

Pero Jonah no le dejaría escapar ni una pizca. Tomó la mano de


Ethan y la besó y luego lamió el pequeño trozo de queso del dorso.

Luego arrugó la nariz y sacó la lengua.

—¿Pusiste queso en esa ensalada?

—Sí, es bueno. Estamos haciendo aderezo italiano, el queso


funciona.

—Y pasas de uva.

—Yo también te amo.

—¿Por las pasas? —Ethan todavía sentía un hormigueo por esa


dulce caricia. Eso no era algo que hicieras con un amigo o una conexión.
Un puñetazo en el brazo, tal vez, pero no un beso. Algo tan simple.

—No. Dijiste que me amabas. ¿Pensaste que iba a dejar pasar eso?

La boca de Ethan se estrujó en las esquinas, pero se dio cuenta


que no llegaba a sus ojos.

—No —dijo suavemente—. Lo dije en serio. No estoy seguro de si es


lo mejor para ti, pero, ya sabes. Si fuera realmente brillante, no estaría
aquí...

Jonah se paró lentamente, y Ethan se concentró en la ensalada y


el aderezo y las pinzas y trató de no hacer el juego de palabras sucio,

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 384 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

porque eso los pondría de vuelta en la cama, y realmente quería hacerle


la cena al tipo.

—¿No estarías dónde? ¿En la casa de Dex? ¿Conmigo?

Ethan le echó un vistazo a su cara y vio que estaba herido.

—No, Jonah. Un tipo listo estaría contigo. Un estúpido no sabría


qué hacer con eso.

Los ojos de Jonah se abrieron y empezó a acariciar la cerámica


blanca de la encimera de Dex.

—Eres un tipo listo, Evan. Lo averiguarás.

Ethan sonrió, complacido.

—Sí. Me olvidé de eso. Ya sabes quién soy.

Jonah se movió detrás de él, presionó ese ligero cuerpo contra su


columna, la camiseta en disputa raspando la espalda desnuda de Ethan.
Ethan sintió la suavidad de un beso caído contra el arco de su cuello.

—Amo lo que eres.

Ethan se limpió las manos en la tela de nuevo, se dio la vuelta y


metió las manos en los bolsillos traseros de los vaqueros de Jonah.

—¿Qué te hizo enojar? —preguntó, sin querer hablar de por qué no


funcionarían—. ¿Por qué? Viniste aquí, y estabas tan triste...

Jonah agitó la cabeza.

—Yo sólo... ¿sabes? Pasamos toda la vida de Melly tratando de


acosarla para que fuera una luchadora. No lo es. Ella es... —Cerró los
ojos, y cuando los abrió, estaban rojos y desbordados, pero siguió

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 385 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

hablando, porque era así de valiente—. Mi hermana nunca será una


luchadora. Puede que se haya convertido en una si hubiera tenido
suficiente tiempo, pero no lo hace, y eso es lo que es. —Su voz tembló y
se quebró, pero siguió hablando como si fuera la forma en que los seres
humanos funcionaban, con sus corazones en las manos y todo su dolor
allí para que la gente lo viera—. Pero no voy a amarla menos, y no voy a...
—Tomó un respiro, y Ethan levantó las manos a la mandíbula y el cuello
de Jonah, que estaban apretados y trabajando mientras hablaba por
encima de ello— ...extrañarla menos por lo que es. Yo... —Su pecho se
estrelló contra el de Ethan, y Ethan le acarició la sien, porque esto era
difícil, muy difícil, pero necesitaba decirlo, y ¿quién más iba a escuchar?
— No voy a amarla menos por lo que es —dijo Jonah finalmente con un
sollozo—. Ni siquiera puedo intentar...

Ethan lo acunó mientras sollozaba en sus brazos, y se sintió


miserable, porque no podía arreglarlo, pero podía estar allí, y eso tendría
que ser suficiente.

El cronómetro de la pizza sonó detrás de él, y Ethan le dio un


abrazo extra fuerte.

—Tengo que cogerlo —murmuró—. Es la cena.

Apagó el horno y jugueteó con el guante de cocina, sacó la pizza y


la puso de nuevo en la estufa para que se enfriara. Luego se volvió hacia
Jonah, que agitaba las manos en sus ojos, y sonreía tímidamente.

—¿Quieres, uh, hacer la cosa de los abrazos un poco más? Siempre


soy bueno para eso, gratis, tantos como necesites.

Jonah se rió de verdad, aunque todavía estaba llorando un poco.

—No —dijo, lloriqueando. Ethan alcanzó esa pequeña barra que


sostenía las toallas de papel en la cocina de Dex y arrancó una hoja, que

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 386 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

entregó a Jonah, quien la tomó y se sonó la nariz y luego sonrió un poco


más.

—Eres increíble —dijo Jonah, y sonó tambaleante pero sincero—.


Muéstrame los animales, me muero por verlos.

Ethan, Tommy, Chase, e incluso Kelsey, que cada día estaba más
preñada, habían trabajado a doble jornada sacando a todos los animales
y volviéndolos a meter para que los trabajadores pudieran instalar dos
terrarios gigantes de doble panel para la mayor de las criaturas al final
de la habitación de invitados. Tomas, la serpiente, rey consiguió su propio
hábitat, y colgaba en espirales doradas y negras sobre su árbol trepador.
Cuando Ethan encendió la luz, la serpiente extendió su cuerpo y golpeó
con su cabeza el cristal de su gigantesco recinto desde el suelo hasta el
techo. Cuando no pasó nada, sacó una lengua y volvió a su espiral
haciendo lo que parecía un mohín.

—¡Oh, Dios mío! —Jonah corrió hacia el lado del terrario y se paró
a centímetros de distancia, mirando la cosa monstruosa—. ¡Es enorme!

—Más de un metro —dijo Ethan, asintiendo—. Y hombre, es astuta.


Antes que pusieran los recintos, que por cierto apestaban porque la casa
estaba abierta y teníamos que mantener a los chicos vivos con un
calefactor de aceite en la sala, él seguía saliendo. Supongo que le gusta
Dex, y juro que seguía buscándolo en la casa. Tío, me estaba volviendo
loco. La lagartija de Kane murió, y Dex...

—¡Oh, Dios mío! Me acuerdo de eso. Casi se vuelve loco, llegando y


buscando una maldita tortuga!

—¿Verdad? Y supongo que Kane estaba jodido por culpa de ese


pequeño lagarto, y Dex estaba... hombre, estaba estresado, pero de todos
modos, casi lloró. Él estaba como, '¡Por el amor de Dios, hombre,

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 387 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

asegúrate que esa maldita serpiente no salga!'. De todos modos, esa


serpiente ha estado revisando el recinto en busca de debilidades, ¿vale?
Y un lado de ella sale al exterior, pero está helando ahí fuera, así que
sigue golpeando el cristal para ver si puede pasar. —Ethan se
estremeció—. Hombre, si me despierto y está metida en mis pelotas, juro
que voy a perder la cabeza.

Jonah se rió un poco, y su voz se aclaró, así que Ethan pensó que
esto era algo bueno. Esto era algo curativo, algo que le quitaba la mente
de la tristeza.

—¿Sí? ¿Quién es su compañero de cuarto aquí?

Ethan miró el otro recinto y se estremeció.

—Esa es la Sra. Quincy, pero deberían haberla llamado Carolina


en honor a mi madre, porque esa perra me odia a muerte, no estoy
bromeando.

Jonah lo miró de reojo.

—Ya lo has dicho antes —dijo.

Ethan se encogió de hombros. Sí, no lo había ocultado.

—Ella simplemente estaba retorcida por dentro —dijo Ethan en un


silencio interrumpido por el crujido de los ratones alimentándose y el
chirrido de los grillos—. Es como tú dijiste. Tienes que amar a la gente
por lo que son y no por lo que crees que deberían ser. Ella no pudo
amarme sucio...

—No estás sucio —dijo Jonah, mirándolo rápidamente, y Ethan se


encogió de hombros otra vez.

—No estoy limpio...

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 388 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Lo que hicimos no fue sucio. —Jonah lo miraba obstinadamente.

Ethan se movió, sin saber qué decir.

—Lo que hicimos fue especial —le dijo al final, con una voz suave—
. Contigo, creo que siempre será especial.

Jonah agitó la cabeza.

—No me estás escuchando —dijo después de un minuto, su voz era


gruesa—. Sólo estoy diciendo...

—Demasiado, y tu corazón está demasiado lleno, y vas a llorar de


nuevo. —Ethan se acercó a él y le puso una mano en el hombro—. Mira,
¿ves? ¿Ves a la Sra. Quincy? Ella realmente odia a la gente. Te lo digo,
dejo caer su fruta y su mierda ahí y corro como el demonio... ...y tengo
miedo a que me pongan un arete de iguana si miro demasiado cerca.

—Está siseando —dijo Jonah en voz baja, aparentemente bien


distraído.

—Te lo dije. Igual que mi madre. Es extraño. De todos modos, aquí


están las tortugas...

Jonah se volvió hacia los terrarios y dio un chillido horrorizado.

—¿Todas esas tortugas? ¡Oh, Dios mío! Ethan, no pueden


mantenerlas ahí, estos tipos van a crecer y van a salir y...

—Sí, sí, mira, si ves en el patio trasero, hay lugares marcados con
estacas... Sí. Ahí es donde Dex y Kane van a cavar pozos. Dex hizo que
los obreros marcaran los lugares donde no había agua o electricidad o
líneas de alcantarillado, y van a hacer algunos lugares para tortugas en
la sombra, con lados de ladrillo y fondos de tierra rellenos y algunas
cuencas forradas de hormigón para el verano. No son estúpidos, quiero

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 389 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

decir, Kane puede parecer un gorila y todo eso, pero juro que usó las
palabras exoesqueleto y caparazón en la misma frase. Tiene problemas
con la herpetología y la entomología, aunque creo que es porque no cree
que realmente haya trabajos que pueda conseguir estudiándolos.

Jonah se rió a medias.

—¿Él va a estudiarlos?

—Sí... Dex y él volverán a la escuela el próximo semestre. Dex ya


dirige la trastienda, pero Kane quiere salirse del porno, supongo, así que
va a intentar algo diferente.

Ethan no tuvo que mirar para ver la mirada hambrienta que Jonah
le puso.

—¿Qué estudiarías? —preguntó en voz baja.

Ethan se encogió de hombros.

—Sabes, la sobrina de Kane, Frances, vino la semana pasada, y


pude conocerla un minuto, y me acordé del bebé de mi hermana,
realmente la amé. —De repente, Ethan tuvo un horrible pánico que le
hizo temblar el pecho—. ¡No en el mal sentido! —estalló aterrorizado,
horrorizado que Jonah pensara lo mismo de él que su madre—. Yo sólo...
quiero decir, a los bebés les gustan los abrazos, ¿verdad? Y no son sexys,
es sólo que les gusta... les gusta que los abracen, y, ya sabes, eso es algo
bueno. Deberían gustarles algo así. Trece años en el psiquiatra me dijeron
que hay buenos toques, y son consensuados y ambas partes se benefician
y pueden ser totalmente platónicos y neutrales y...

—Sí... Ethan, oye. Está bien. Quieres trabajar con los niños para
que puedan abrazarte. Quieres ser capaz de amar incondicionalmente,
creo que eso es genial. Mi padre me abrazaba todo el puto tiempo cuando

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 390 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

era un niño. No era algo grande. Mi mamá también. Está bien. ¡Los
abrazos son buenos! ¡Desnudarse con los niños es malo, pero estoy
seguro que no es a donde quieres llegar con esto!

Ethan se estremeció.

—No —dijo roncamente—. Pero no es como si alguien me fuera a


dar la oportunidad de probar eso, ¿y por qué deberían hacerlo? Soy... soy
un riesgo. Todo el mundo lo sabe.

—¿Por el porno?

—Y el abuso y el porno y el gay y el... ya sabes. Yo tampoco me


contrataría.

Jonah se inclinó hacia él.

—Qué pena, porque eres la persona más amable y menos probable


de ser un delincuente sexual en el planeta.

Ethan sonrió, y aunque las palabras feas estaban ahí fuera, por
primera vez en mucho tiempo, no se acobardó como si estuvieran forjadas
en el cerebro sólo para él.

—Después que me echaron de la casa de mi madre... Dios. Yo


sólo... ya sabes. Era como si fuera la peor pesadilla de todos. Incluyendo
la mía propia. Y es tan aterrador. La sobrina de Kane se sentó en mi
regazo y se durmió, y todo lo que podía pensar era en cómo protegerla de
gente como Lawrence Gerard…

—¿Quién es ese? —preguntó Jonah, claramente perdido, y Ethan


se detuvo.

—Uhm, el tipo. El tipo malo. El que, ya sabes...

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 391 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Abusó de ti?

De repente, el olor a pizza en la casa le hizo más mal al estómago


que al hambre.

—Sí. Ese es el tipo...

—Nunca has dicho su nombre antes.

—No me gusta que sea real. Tío, me ha jodido la vida. No quiero


que gente como él pueda joder la vida de otros niños. Bien... ¿quieres ir
a comer? La pizza está lista...

—Ethan —comenzó Jonah, pero Ethan se mantuvo de espaldas y


comenzó a liderar la salida de la sala de los reptiles.

—Quiero decir, ha estado lista, pero me muero de hambre, porque,


bueno, siempre me muero de hambre, porque hago ejercicio para
aumentar el volumen, ¿vale? Pero hice la ensalada para ser saludable...

—Ethan... ¡Evan! —Jonah se quebró, y allí estaba siendo fuerte de


nuevo, lo cual era genial, porque ahora la voz de Ethan estaba
tambaleándose.

—¿Qué? —Ethan se volvió hacia él, no estaba seguro de dónde


mirar.

—Lo dije en serio. Todo. Quiero decir, sé que trabajaste muy duro
para hacer tu cuerpo perfecto, pero sé las partes de ti que no lo son, y
eso está bien.

Se sentía como un muñeco cabeza de chorlito, asentía mucho.

—¿Quieres ir a ver esa pizza?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 392 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan escuchó a Jonah suspirar, pero tampoco supo cómo


responder. Algunas cosas no necesitaban ser dichas de nuevo.

Sin embargo, se comieron la pizza, y eso fue bueno. En medio de la


cena, el teléfono de Ethan empezó a volverse loco en el cargador de la
encimera, y lo revisó, pareciendo sorprendido.

—¡Oye, Kelsey llegó a casa de su madre, eso es bueno!

—¿Por qué te lo dijo? —preguntó Jonah con la boca llena. Ese era
el chico de Ethan.

—Porque queremos asegurarnos que está a salvo. De todos modos,


ella está en su casa, pero Dex y Kane están volviendo...

—¿Ahora mismo?

—No... no creen que estarán aquí hasta el día de Navidad o más


tarde. —Mandó un mensaje de texto durante un minuto y luego frunció
el ceño al contestar—. Oh.

—Oh, ¿qué? —Jonah lo miró con esos ojos grises iluminados, y


Ethan no quiso decírselo.

—El padre de Dex, Kane dijo que se enteró de ellos y se asustó. Fue
feo. —Suspiró y envió un mensaje de texto rápidamente, y luego miró
detrás de él al pequeño árbol de Navidad que había comprado ese día
después que Jonah había ido a visitar a su hermana—. Bueno, no estaré
solo para Navidad —dijo con resignación.

—Iba a...

Ethan sacudió la cabeza y dejó el teléfono.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 393 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—No. Jonah, si tus padres alguna vez te necesitan más de lo que


te van a necesitar esta Navidad, no quiero pensar en el porqué. —Fue a
sentarse junto a él y Jonah apoyó su cabeza en su hombro en un gesto
de bondad. Ethan dejó caer un beso en su increíble cabello y luego se
volvió hacia su pizza—. Come —ordenó, y Jonah acarició su hombro
desnudo antes de volver a la comida.

Se lavaron juntos antes de sentarse en el sofá a ver la televisión.

—Oh, oye... ¡El Quinto Elemento está en marcha otra vez! —Porque,
¿a quién no le gustó esa película?

—¡Oh, Dios, gracias! ¡Algo más que espectáculos navideños! —


Jonah se acurrucó justo en la V de sus muslos, y Ethan pensó que debía
tener un plano de cómo parecer una pareja feliz en su cabeza. Ethan no
recordaba haber visto a nadie hacer esto fuera de las películas, pero
cuando se relajó en los cómodos muebles de pana de Dex con Jonah en
sus brazos, pensó que el plano que tenía Jonah debía ser exacto, porque
le parecía perfecto.

Se perdieron en la película, murmurando citas y comentarios,


porque ¿quién no había visto esta película hasta que se la sabía de
memoria, verdad? Y luego, cerca del final, cuando Bruce Willis y Chris
Tucker y el Quinto Elemento estaban todos en el templo, el cuerpo de
Jonah se sacudió, y puso su mano en el bolsillo.

Ethan apretó sus brazos alrededor de los hombros de Jonah.

—Espera —murmuró—. Durante cinco minutos más, nuestras


vidas son de oro, y no tienes que preocuparte por nada.

Entonces Jonah se relajó contra él, y Ethan lo mantuvo arropado


y envuelto contra su cuerpo, pensando que todas esas horas de

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 394 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

culturismo habían valido la pena si conseguían mantener a Jonah a salvo


sólo por un latido más.

La película tenía que terminar, sin embargo, y cuando Jonah se


agitó, Ethan lo soltó. Jonah metió la mano en su bolsillo y sacó su
teléfono, y por un momento, Ethan soportó el cansancio acumulado.

—Se está muriendo —murmuró Jonah—. Puede que no sobreviva


a la noche.

Ethan tragó, pensando en la chica divertida y estrafalaria que


había amado a Ponyo y aún no había terminado Juego de Tronos.

—¿Me quieres allí? —preguntó.

Jonah lo pensó.

—Sí —se ahogó— pero no. Ella es... ya sabes. Nuestra. Mamá,
papá, mía. Tenemos otra familia, pero ella es...

—Tuya —murmuró Ethan—. Te escucho. Avísame cuando me


necesites, ¿de acuerdo? Estaré allí. Día, noche, Navidad, cualquier
momento...

Jonah se giró en sus brazos y tomó el alma de Ethan con un beso.

—Lo prometo —dijo.

Se puso los zapatos y luego deslizó su sudadera sobre la camiseta


de Mickey Mouse de Ethan, y Ethan pensó que no podría volver a usarla
después de eso.

Ethan lo abrazó antes que saliera por la puerta, enterrando su cara


en el cuello de Jonah y respirándolo.

—No nos duchamos —murmuró.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 395 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Huelo mal? —Había risas en la voz de Jonah, pero no parecía


importarle.

—Hueles como yo. Piénsalo así, ¿vale? Como si estuviera encima


de ti. Yo te cuidaré.

Jonah asintió, y no parecía preocupado, o como si dudara. Ethan


lo besó, largo, lento y desesperado, sus dientes chocando, la lengua de
Jonah compitiendo por el espacio. Cuando se separaron, Ethan estaba
medio duro, y pensó que Jonah estaba cerca, pero ambos sabían que eso
no era lo que se suponía que estaban haciendo en ese momento.

—Llamaré —prometió Jonah. Entonces, seriamente—: Te amo.


Recuérdalo, ¿vale?

Ethan tomó la delgada mano de Jonah en la suya y la levantó hasta


sus labios, luego besó los nudillos como un caballero de brillante
armadura.

—No puedo olvidarlo. Yo también te amo.

Y luego se fue, y Ethan se quedó sin camiseta y solo en la entrada


de Dex. Sacó su teléfono del bolsillo y buscó otro mensaje de texto de
Kane, había dicho que estarían en casa en algún momento después del
día de Navidad, lo que por un lado era bueno porque los trabajadores
todavía tenían algo de trabajo que hacer en los recintos de reptiles desde
fuera, y por otro lado...

Navidad. Solo. Esperando un texto.

Volvió a la casa y puso las sobras de pizza en el refrigerador, y luego


puso la ensalada en un recipiente Tupperware también, y volvió a ver un
poco de televisión antes de acostarse. Durmió desnudo en la cama de
Dex, sin cambiar las sábanas, y soñó que Jonah estaba a su lado.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 396 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 5
Tácticas de retraso
¿Cuándo moría una persona? ¿Entre latidos? ¿Entre las
respiraciones? ¿Tan pronto como la morfina hizo efecto y nunca más
estuvieron conscientes?

El texto de sus padres simplemente decía Ven a despedirte, así


que aquí estaba.

Todos se sentaron en la pequeña habitación blanca con el maldito


tanque de oxígeno y observaron a la persona que solía ser su hermana
trabajar una respiración tras otra... y desearon que esas respiraciones
dolorosas y tortuosas se detuvieran.

De repente su padre empezó a hablar.

—Así que sabíamos que tendría fibrosis quística antes de nacer. Lo


sabes, ¿verdad?

Jonah parpadeó el sueño de sus ojos, inundado de la certeza de


que sus padres debían saber que había ido a tener sexo porque aún podía
aspirar el olor del sexo y de Ethan alrededor de su piel, y trató de
concentrarse en lo que su padre estaba balbuceando en la última hora
de Amelia.

—Lo sabía —dijo con un bostezo—. Lo busqué. Hicimos lo del mapa


cromosómico en el instituto. Lo usan como ejemplo.

—Sí. —Seth se acercó y agarró la mano de Laura, y ella apoyó su


cabeza en su hombro. Fue como si hubiera cedido el control, las riendas
que había sujetado tan fuerte el año pasado, durante las últimas dos

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 397 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

semanas. Jonah tuvo un repentino momento de compasión por su padre.


Tal vez por eso se había ido, porque sostener esas riendas era agotador,
y lo había hecho durante los veintisiete años anteriores—. Así que tienen
proyecciones, y sabíamos que era una posibilidad, pero saliste limpio, así
que lo intentamos de nuevo. Y esta vez, vimos que la fibrosis era positiva,
y hablamos de ello. Y vimos que la esperanza de vida había aumentado y
que había cosas que podías hacer en casa y.... —Se quedó sin aliento y
pasó las manos por su pelo gris rizado. Jonah se inclinó lo suficiente para
que sus hombros se tocaran, y Seth envolvió su brazo alrededor de Jonah
como si fuera un niño pequeño en el cine. Durante todo el tiempo,
ninguno de ellos dejó de ver la forma pálida y arrugada de Amelia, o de
escuchar el húmedo silbido de sus pulmones luchando por bombear.

—Y decidiste tenerla —dijo Jonah, porque, bueno, joder. Aquí


estaban, ¿verdad?

Seth asintió y le besó la cabeza, y el gesto fue tan natural que Jonah
lo recordaría más tarde, y recordaría que Ethan no había tenido esto en
mucho tiempo.

—Ves —dijo Seth, su voz se ahogó— todo se reduce al dolor. Ella


era una persona real en nuestras mentes entonces, y no queríamos
perderla, eso dolería. Así que... decidimos tenerla para no tener que vivir
con ese dolor. Pero aquí estamos, y la estamos perdiendo de todos modos,
sólo que ahora duele más. Pero... pero no sé si podría volver y cambiar el
dolor, ¿sabes? Porque hay diecisiete años en el medio, diecisiete años en
los que tuvimos felicidad y esta persona a la que amamos en nuestras
vidas, y... tal vez si lo hubiéramos hecho entonces, no habría sabido que
era diferente, pero sucedió ahora y lo hago....

Jonah asintió, sintiendo las manos de papá en su cabello.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 398 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Me alegro de que la hayamos conocido —dijo en voz baja, y luego


se sacó las lágrimas de los ojos y miró a la cama.

El pecho de Amelia había dejado de moverse, y el latido plano del


corazón gemía débilmente en el fondo.

***

Esperó hasta la mañana para enviarle un mensaje de texto a


Ethan, porque le tomó mucho tiempo a él y a sus padres salir del hospital.
Su madre y su padre habían llamado a parientes y viejos amigos mientras
tanto. Fueron a casa y se cayeron en la cama, exhaustos, y para cuando
se despertaron, estaban inundados de visitantes que llevaban comida.

Jonah pensó en Ethan haciéndole pizza casera y ensalada, y quiso


llorar. Quería que volviera ese momento, con o sin cocina de
desconocidos, y quería que Ethan estuviera allí. Revisó su teléfono
cuando hubo una interrupción entre la compañía incómoda en el
pequeño apartamento.

Lo siento. ¿Quieres que vaya?

Dios... no. Son todos parientes. Están nerviosos y tienen


buenas intenciones.

Sí. No hay lugar para mí.

Lo harías muy bien, pero no quiero someterte a esta mierda.

¿Cómo te va con eso?

Estoy exhausto y te necesito.

¿Cuándo es el funeral?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 399 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

El 28 de diciembre, en ese lugar en Greenback con la fuente


en Orangevale.

Es un lugar muy bonito. ¿A qué hora?

A las dos de la tarde.

Allí estaré.

¿De verdad?

Te lo juro.

Gracias.

Te amo.

Yo también te amo.

Jonah cerró la sesión y se sentó un minuto a mirar su teléfono. Su


padre se dejó caer a su lado, comiendo algo que realmente olía bien en
un pequeño plato. La prima de su padre lo había dejado, lo cual había
sido amable de su parte, pero ella había hablado sin parar durante dos
horas, lo cual era una de las razones por las que no quería que Ethan
viniera. Ethan estaba harto de los inconvenientes familiares.

—¿Hablando con tu novio? —preguntó su padre en voz baja.

Jonah miró el teléfono.

—Sí.

—¿Finalmente decidiste qué hacer con él?

—¿Recuerdas lo que dijiste sobre postergar el dolor?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 400 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Su padre envejeció allí mismo entre bocados de pollo, patatas y


brócoli.

—Sí —dijo roncamente.

—¿Sabes que a veces, incluso si estás posponiendo el dolor, al


menos llegas a conocer a la persona mientras esperas que se vaya?

—¡Yo estaba allí, Jonah, fue anoche! —La voz de Seth se puso
aguda, pero Jonah lo ignoró porque en serio, ¿quién no se enfadaría?

—Sí. —Jonah miró a su padre a los ojos y dijo lo siguiente con pleno
conocimiento de que el trabajo de Ethan iba a salir a la luz, y no había
una maldita cosa que pudiera hacer al respecto—. Vale la pena conocerlo,
papá. Incluso si hay dolor después, vale la pena conocerlo ahora.

Seth suspiró y cerró los ojos inyectados en sangre antes de tomar


otro bocado de una cacerola con un olor increíble, totalmente engordante,
unida por lazos familiares.

—Bueno, supongo que debería haberlo visto venir —dijo en voz


baja, y luego sonrió un poco, y fue la primera vez que Jonah vio algo
parecido a una sonrisa en su cara desde que entró en el hospital después
de salir de la casa de Ethan—. ¿Crees que volverá a venir a por pizza y
cerveza?

Jonah asintió, pensando que sus padres eran bastante


impresionantes.

—Deberías preguntarle en el funeral.

—Sí. Lo haré.

—Tal vez pueda pasar la noche entonces... necesitarás a alguien.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 401 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah se inclinó y besó la mejilla de su padre.

—¿Papá?

Seth lo miró, con la boca llena, con cada arruga de su cara dos
veces más profunda que hace un mes.

—¿Sí?

—Ethan no tenía familia como nosotros. Se perdió muchas cosas.


—Jonah no tenía ganas de hablar más, así que fue a buscar una cazuela
y una cerveza para él. Cerveza. Montones y montones de cerveza. Trajo
una para su padre. Su madre salió de una ducha (Dios, sí, él debería
ducharse) y tomó una cerveza para ella. Ella no había comido todavía, así
que sólo le llevó una, pero no era que fueran a ir a bailar en las mesas o
algo así. En vez de eso, se emborracharon juntos tranquilamente antes
de tropezar con la cama y desmayarse. Cuando se despertaron, había
más parientes, porque, por supuesto, era el día de Navidad.

Feliz Navidad, Ethan.

Feliz Navidad. Dex y Kane llegaron aquí anoche.

¿Temprano?

Nos sorprendió mucho a todos. ¡Podría haberme estado


masturbando!

Los hombros de Jonah se sacudieron, y se dio cuenta que su cara


se sentía estirada por la sonrisa.

¡Creo que lo han visto antes!

Bueno, sí, no habría sido una gran sorpresa.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 402 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah se movió inquieto en el sofá. Su trasero todavía le dolía un


poco, dos días después.

Confía en mí, Ethan. Esa cosa siempre es una gran sorpresa.

Te tengo un regalo, sabes. Olvidé dártelo la otra noche.

Jonah miró el texto con curiosidad. Los adornos navideños de


Ethan en el apartamento familiar eran las únicas cosas que evitaron que
pareciera indeciblemente aburrido. Jonah esperaba que Amelia se
despertara y dijera Feliz Navidad porque siempre había sido la primera
bajo el árbol, y que Dios los ayudara a todos si no tenía los libros que
había pedido. Era la única vez que cocinaba, porque se le permitía comer
sus comidas favoritas, aunque luego sufriera por ellas, y él tenía este
único recuerdo de ella, doce años, pelo rubio despeinado, ojos grises, en
pijama con arco iris rosado, caminando descalza por la cocina y haciendo
tortitas de puré de manzana antes que nadie más se levantara. Ella había
sido tan feliz...

¿Jonah? ¿Jonah?

Tengo que decirle a su novio que ella falleció.

Oh, Dios. Aquí, dame su número de teléfono. Puedo hacerlo.

Y de repente Jonah estaba llorando. Dos días, habían luchado


contra las lágrimas y trabajado con ellas, pero nunca se habían rendido
ante las lágrimas. Era una cosa tan simple.

Enviando ahora. Gracias. Me tengo que ir, pero gracias.

Te amo.

Oh, Dios. Yo también te amo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 403 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

El sofá se hundió y su madre estaba allí, y ella no tenía el control


más que él.

—Debería hacer panqueques —dijo, con la cara mojada, bañada,


los labios temblorosos y la voz gruesa y rota.

—Con puré de manzana. Mami, a ella le gustaban con puré de


manzana y chispas de chocolate y...

Se desmoronaron y su padre se les unió, arrodillándose delante de


ellos. Sus cuerpos se sacudieron y lloraron feo, sollozos fuertes entre
grandes tragos de aire con bufidos a través de sus senos nasales sólo
para poder llorar un poco más. Jonah no podía dejar de llorar más de lo
que podía dejar de sufrir, o de respirar, y por un momento, en los brazos
de sus padres, llegó a ser un niño pequeño, y a llorar a su hermana con
todo su corazón.

Más tarde miraría el coleccionable de Starfighter y pensaría que el


verdadero regalo de Navidad de Ethan para él era este momento, cuando
su familia podría llorar juntos limpiamente, por la muy real, muy
imperfecta chica que habían amado.

***

Jonah había estado en un par de funerales antes, y los odiaba. Su


abuelo, por ejemplo, había sido un tipo bastante impresionante. Le
encantaban los chistes de pedos y las películas de los ochenta, donde
siempre había (en sus palabras):

—¡Un plano de tetas completamente innecesario sólo para viejos


como yo!

Cuando Jonah salió del armario con su abuelo en el instituto, el


viejo le dijo:

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 404 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Así que te gusta la polla? Bueno, ya tienes una. Es muy útil.


¿Significa que ya no verás el partido de béisbol conmigo?

—No, abuelo... pero significa que podría estar mirando sus culos.

—¿Quién no lo hace? Sus pantalones están condenadamente


apretados.

Y eso fue todo.

Así que había sido un hombre realmente increíble, pero para su


funeral... Un tipo al que Jonah nunca había conocido se levantó y habló
de Dios y Jesús y de cómo el abuelo había conocido el camino al cielo.

El abuelo había conocido el camino al refrigerador para una cerveza


y el camino al Raley Field42 para un juego de pelota, y había sabido cómo
jurar como un marinero cuando el puto hombre falló su puta jugada
porque el chupavergas nunca podía salirse con la suya en las grandes
ligas. (En cierto modo, Tommy le recordaba mucho al abuelo, lo que
podría explicar por qué había aceptado al tipo).

Al abuelo no le había importado un carajo el camino hacia Dios. Si


Dios no quería sentarse en el sofá y beber una cerveza y ver un partido
de fútbol, el abuelo no tenía tiempo para ese tipo de gilipollas.

Así que Jonah tenía un montón de imágenes confusas en su cabeza


sobre el abuelo en su viejo sofá verde con un Michelob Light, y el tipo
grande con el halo sosteniendo una de las suyas, viendo a los Gigantes
patear traseros por una vez... pero no estaba tan entusiasmado con
cualquiera que siempre terminaba hablando de Dios y Jesús en el podio

42Sutter Health Park es el estadio de béisbol del equipo Sacramento Cats Minor League
Baseball de la Pacific Coast League.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 405 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

cuando alguien que no conocía había fallecido, sin importar lo santas que
fueran las intenciones de la persona.

Les rogó a sus padres que no hicieran que una de esas personas
hablara en el funeral.

—Tenemos que hacerlo, Jonah —le dijo su madre, con su cara


pálida y su pelo rubio y canoso revoloteando alrededor de su cara—. No
vamos a la iglesia, pero toda mi familia lo hace, y algunos de los de papá...
creo que necesitamos tener un pastor o algo así allí.

—Pero Melly... ¡no encontró el camino hacia Jesús! —protestó


Jonah—. ¡Ella... ella cree que el cielo está pavimentado con libros!

—Bueno, tal vez lo esté —dijo mamá, limpiándose la nariz con el


dorso de la mano. Jonah le dio un pañuelo de papel, que ella siempre
parecía olvidar—. Es un día, Jonah. Es un día que todo el resto del
mundo puede ver. Estamos viviendo el verdadero dolor aquí, deja que el
estúpido mundo tenga su único y pésimo día.

—Sí, bien —dijo Jonah, por una vez no fue capaz de discutir con
su madre. Ella tenía razón. Un día. A la larga, ¿qué tenía que ver un día
con esto?

Sus padres y él se sentaron en el banco de la iglesia mientras el


pastor hablaba, y nada de eso tuvo que ver con Amelia. ¿El camino de la
rectitud? Amelia no había querido la rectitud. Quería que la dejaran en
paz. La imaginaba acurrucada en el sofá con un libro mientras el abuelo
Pete bebía una cerveza y le gritaba al televisor, y de vez en cuando le
ofrecía un poco de mezcla de frutos secos.

Ese era el camino de Melly hacia la rectitud.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 406 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Y los himnos deberían haber sido Death Cab for Cutie43 o The
Postal Service44 o Heather Dale o Dar Williams45 o Mumford & Sons46 o
algo que su hermana hubiera escuchado y dicho en algún momento: ¡Eh,
eso es genial! porque ni una sola vez habría oído Más cerca, Dios mío, de
ti y pensó que eso era lo que llevaba a su corazón.

El pastor preguntó a la audiencia si alguien quería decir unas


palabras, y Jonah cerró los ojos y dijo su primera oración. Por favor, Dios,
por favor, si escucho a una persona más decir que está en un lugar mejor
ahora mismo, gritaré y saldré corriendo de aquí y haré papilla algo con mis
putas manos desnudas.

Estaba tan inmerso en su propia cabeza que apenas escuchó lo que


la primera persona estaba diciendo.

Espera. Cantando.

—Sólo soy un pobre chico, aunque mi historia rara vez se cuenta...

Oh, Dios. Jonah se levantó y recordó que juró que estaría allí, y allí
estaba. Tenía una buena voz, pero no para cantar. Eso no le impidió
intentar, sin embargo, vadear a través de The Boxer47 con todo ese nervio
arrogante que Jonah había visto en él desde el principio.

La congregación de la pequeña capilla estaba conmocionada, y


Jonah no los culpó. Sus familias... no hacían cosas como esta. No
cantaban mal sólo porque era algo que el difunto había amado.

43 Death Cab for Cutie es una banda de indie pop, indie rock estadounidense formada
en Bellingham, Washington en 1997.
44 The Postal Service fue un proyecto musical de la llamada escena indietrónica

formado por el cantante Ben Gibbard y el productor Jimmy Tamborello.


45 Dorothy Snowden "Dar" Williams es una cantante y compositora de folk pop

estadounidense de Mount Kisco, Nueva York.


46 Mumford & Sons es un grupo británico de folk rock, formado por Marcus Mumford,

Ben Lovett, Winston Marshall y Ted Dwane.


47 https://youtu.be/l3LFML_pxlY

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 407 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Se detuvo a respirar en el coro, y Jonah lo amó tanto en ese


momento que no tuvo otra opción.

—¡Lie la lie!— cantó a todo pulmón, y vio la sonrisa agradecida de


Ethan—. Lie la lie lie lie la lie…

—¡Lie la lie! —Y oh, Dios. Ese era Dylan en la parte de atrás de la


iglesia, con una camisa abotonada y pantalones arrugados y parecía un
niño que había tomado tres autobuses sólo para llegar a Orangevale.

Jonah cerró los ojos y dejó que Ethan dirigiera el final de la canción
mientras The Boxer terminaba, dejando sólo un recuerdo en su lugar.

Y sus padres se ponían de pie y cantaban hasta el final. Cerró los


ojos entonces, mientras los sonidos finales de las voces se desvanecían
de la capilla, y silenciosamente desafió a cualquiera a subir y desordenar
ese momento limpio de la gente que había conocido a su hermana con el
cortés ruido blanco de lo que se suponía que la gente debía sentir.

Nadie lo hizo.

Estaba lloviendo afuera, así que el número de personas que


deseaban bienestar había disminuido mientras Jonah, con sus padres a
su lado, llevaba el cajoncito de cenizas afuera a la pequeña bóveda de
enfrente.

Jonah sólo podía estar agradecido. Ethan lo siguió, y también


Dylan, que se agarraba de la mano de los dos mejores amigos de Amelia
de la escuela.

Se imaginó que eso también era bueno, y cuando enterraron las


cenizas en su pequeña ranura, no se sintió obligado a que otra alma
siguiera de pie y fuera fuerte. Ethan se unió a él en el pequeño pasillo,

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 408 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

sus buenos zapatos de vestir resonaban vacíos mientras salían en


silencio.

Salieron bajo la lluvia y Ethan se detuvo a buscar un paraguas.


Puso un brazo sólido y pesado alrededor del hombro de Jonah, y Jonah
le sonrió agradecido.

—Nos perdimos —dijo seriamente—. ¡Solo... quiero decir, al buscar


mi maldito traje!

Ethan se encogió de hombros.

—Compré uno —dijo disculpándose, y los ojos de Jonah se abrieron


de par en par al darse cuenta de que Ethan parecía un rey de la mafia
con un traje de lana negra perfectamente rayado.

Jonah comenzó a reírse.

—Jesús, Ethan... eso es como... como...

—¡El maldito Padrino! —dijo Dylan, que se acercó a ellos en la


lluvia, y Jonah le sonrió agradecido.

—Muchas gracias por venir —dijo, y se encontró destrozado por el


abrazo de un adolescente, todo codos, hombros y rodillas, y respondió
con toda la fuerza que pudo.

—Gracias por no dejar que se ponga feo —murmuró Dylan,


mirando a Ethan—. Si tuviera que escuchar una maldita vez más...

—¿Verdad? —preguntó Ethan, y Jonah de repente lo amó...


demonios, los amó a ambos... con casi toda su alma—. Lo siento, Jonah,
sé que eso es lo que hace la gente, pero no era tu hermana.

Jonah asintió.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 409 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Gracias —dijo, su voz se ahogaba—. Dios, gracias a ambos por


cantar. Tío, si se me hubiera ocurrido una maldita cosa, habría...

Ethan se encogió de hombros.

—Sí. Bueno, ya sabes. —Como si no fuera gran cosa.

Jonah le agarró la mano y se la llevó a los labios, y de repente, las


únicas dos personas en el mundo eran ellos.

Y entonces sus padres invadieron su espacio.

—Dylan —dijo su madre con un afecto genuino. Lo había visitado


una vez más antes que Amelia falleciera, y Jonah se alegró por eso
también, sin importar lo duro que tuvo que ser para el chico—. ¡Y Ethan!
—No sonaba ni un poco menos afectuosa, y de repente Jonah entendió
el término contando tus bendiciones. Estaba triste, y estaba herido, pero
estaba bendecido. Trataría de no olvidarlo nunca.

—Oye —dijo Seth, con aspecto triste y cansado, pero con una
sonrisa en los labios suficiente para hacer de padre—. ¿Alguien se muere
de hambre? Tenemos medio millón de guisos en el apartamento, pero en
serio. Quiero un filete. ¿Alguien más quiere un maldito filete?

—¡Diablos, sí! —Jonah estalló al mismo tiempo que su madre dijo:

—Oh, Seth, ¿podríamos?

Así fue como la familia de Jonah, Dylan y Ethan incluidos,


terminaron cenando un filete a las tres de la tarde después del funeral de
su hermana.

Hablaron sobre los libros favoritos de Amelia, su música favorita,


sus programas de televisión favoritos, y cómo podía sentarse y leer
durante horas y las cosas divertidas que le decía a sus profesores.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 410 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ni una sola vez hablaron de su camino a la rectitud, o al cielo.

Jonah estaba seguro que Melly no querría quedarse en el cielo


hasta que su familia llegara.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 411 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 6
Reinventarse a sí mismo en
cinco simples meses
Si no hubiera sido por el hecho de que sabía que Jonah estaba de
luto y con dolor, la mañana de Navidad habría sido jodidamente increíble.

Dex y Kane habían llegado a casa por la mañana y lo habían echado


de su cama y al sofá en Nochebuena, lo que sonaba mal pero era un
alivio. Ethan ya no estaba solo en la casa (o, bueno, no es que lo hubiera
estado antes, con todas las criaturas recién estacionadas en la habitación
de invitados), y estaban muy contentos de tener que cambiar las sábanas
antes de irse a la cama. (Demonios, se había ido a dormir desnudo en
ellas otra vez, porque la virginidad de Jonah seguía ahí como un
suavizante de telas perfumado. No podía culparlos por pensar que un
cambio era imperativo).

Así que Ethan se despertó la mañana de Navidad con Kane


enloquecido por los recintos de animales, saltando como un niño
pequeño, mientras Dex hacía panqueques en la cocina.

Fue increíble. Incluso cuando era un niño, su madre insistía en


que todos se levantaran y se vistieran antes de abrir los regalos. Como
adultos, lo hacían después del desayuno. Kane corriendo a la sala de los
reptiles y gritando como un loco fue realmente asombroso en su máxima
expresión.

Y entonces Dex... oh, Dios.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 412 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan había estado ahí, viéndolos mirarse como una pareja, una
familia, y Dex lo había empujado a un abrazo.

Necesitaba ese abrazo.

Sus mensajes con Jonah habían dolido más allá del dolor, porque
aquí había alguien que había tenido la familia que Ethan no tenía, pero
que se había roto irreparablemente, por causas ajenas a su voluntad.
Ethan había necesitado saber que las familias podían ser arregladas, o
reformadas, o hechas con los materiales disponibles, porque...

Bueno, porque en Nochebuena había enviado un mensaje a sus


hermanas y no había recibido nada a cambio. Y le envió un mensaje a su
padre y no obtuvo nada a cambio. Y ni siquiera quería intentar enviarle
un mensaje a su madre, porque eso era peor que no tener familia.

Así que estuvo allí cuando Dex abrió su regalo y vio que eran
anillos, y que la pareja que había visto meses atrás era auténtica. Y Dex
lo vio sentado afuera y le dijo: Oye, ayuda a Kane a mudar a algunos de
los bichos y podrás mudarte de tu horrible departamento y venir con
nosotros.

Y, ¡tada! La familia.

Ethan no había querido decirle eso a Jonah. No cuando Jonah


estaba contemplando una mañana de Navidad sin su hermana.

Amelia iba a dejar un hueco.

Ethan no podía negar eso. Sólo la conocía desde hacía un par de


meses, pero la amaba. Era estrafalaria y sarcástica y divertida y amable.
Le había encantado esa cosa de Ponyo, el pez fuera del agua, que se había
enamorado de un chico e intentaba destruir el mundo para estar con él.
En cierto modo, le recordaba a Belladonna, porque hacía exactamente lo

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 413 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

contrario de lo que la gente le decía, sólo porque se lo decían, pero en el


fondo, sólo conseguía que admitieran que la querían como era. La única
diferencia era que Belladonna amaba el teatro musical y Amelia había
amado el pop en su lugar, así que no estaba tan interesada.

Ethan de repente quería más que nada que Amelia tuviera tiempo
para interesarse por el teatro musical.

La noche de Navidad, cuando Jonah había necesitado abandonar


el convoy de mensajes, Ethan estaba sentado en la esquina del sofá de
Tommy y Chase, viendo un campeonato de videojuegos épicos entre
Digger y Bobby. Bobby pasó la mañana con su novia y luego regresó de
Truckee sólo para cenar con Chase y Tommy, y Ethan pensó con tristeza
en esa relación. No veía cosas buenas allí, pero no le correspondía decir
nada. Bobby perdió el juego y Kane fue el siguiente, y Bobby fue a
sentarse junto a Ethan, con una cerveza en su mano menor de edad.

—¿Pasaste una buena Navidad? —preguntó.

Ethan sonrió ligeramente.

—Sí. Estuvo bien. Dex y Kane llegaron a casa temprano. Nuestra


mañana fue muy agradable.

Bobby miró de reojo.

—¡Sí, apuesto a que sí!

Ethan le frunció el ceño, molesto.

—¡Oh, Dios mío, no! ¡No! ¡Soy su compañero de cuarto! ¡Jesús!

—Lo siento. —Por un momento, el chico estudió su cerveza—. Es


sólo que... no sé. Volví a casa, tuve sexo con mi novia, y... fue sólo que
me faltaba algo, supongo. ¿No es extraño? Nunca pensé que me faltaría

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 414 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

algo, pero... —Se encogió de hombros y tomó un sorbo de su cerveza—.


Lo raro es que pensé que si hacía porno gay, no la estaría engañando
tanto.

Ethan suspiró.

—Chico, tengo un novio y no me acostaré contigo. Pero si extiendo


mi brazo, ¿quieres acurrucarte para abrazarte?

Los ojos de Bobby estaban limpios y brillantes.

—Dios. Sí. Sí. —Se acurrucó de nuevo en el pecho de Ethan, y


Ethan le puso un brazo sobre el hombro. Bobby era mucho más
voluminoso que Jonah y mucho más audaz con su espacio corporal. Por
un repentino y desorientador momento, sintió una terrible sensación de
culpa. Era un abrazo. Eso es todo lo que es. No he prometido dejar el
negocio. Los abrazos siguen siendo simples, y siguen siendo buenos.
Bobby no se dio cuenta, y Ethan volvió a prestar atención a un chico que
necesitaba una oreja.

—Regresé temprano, le mentí, le dije que trabajaba mañana sólo


para... era tan complicado. Sólo... su toque me hizo encogerme.

Ethan rodeó el hombro de Bobby con su otro brazo y le dejó caer


un beso en el pelo, pensando que era como un chico pequeño que acaba
de pillar a sus padres metiendo un dólar bajo la almohada y quitándole
el diente. El mundo no era para nada como lo había planeado, y tenía
que lidiar con la magia y el poder y la confusión de todo lo que había
conocido antes.

—¿Bobby?

—¿Sí?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 415 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Alguna vez pensaste en hablar con Chase?

Bobby sacudió la cabeza.

—No. Tío, esa mierda... quiero decir... me duele hablar...

Ethan recordó al hombrecito de barba gris con el pelo fino tirado


en la cola de caballo gris, y el chaleco más feo del mundo hecho a mano.

—Sabes, tenemos cobertura médica para el psiquiatra de Chase.


No es un mal tipo. ¿Quieres hablar con él?

—¿Un loquero?

Ethan medio se rió.

—No golpees, hombre. No habría pasado el instituto sin mi


psiquiatra.

Bobby logró un extravagante y medio sardónico levantamiento de


ceja. Su larga cara de bebé no era apropiada para el cinismo, en realidad,
pero esa ceja, eso lo hizo.

—Y aún así terminaste en el porno.

Ethan se rió a medias.

—¡Oye, yo le echo la culpa de esa mierda a mi madre!

Bobby se rió con él, y se calmaron y vieron a Kane destruir a Digger


en la última versión de Call of Duty.

—Tío, ese tipo es un maníaco —dijo Bobby, viendo a Kane saltar y


aullar cuando ganó.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 416 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí. Es la persona más amable que conozco —dijo Ethan,


pensando que eso podría incluir incluso a Jonah, que tenía una
sorprendente racha de sarcasmo y dureza.

Bobby se giró en sus brazos, con aspecto triste y asustado.

—Ethan, tío, no quiero estar solo esta noche.

Ethan se frotó el pelo de su cara y le besó la frente.

—Chico, la hermana pequeña de mi novio acaba de morir. Si yo


fuera parte de su familia, estaría allí sollozando con ellos, pero no me
permití serlo por el porno. Ahora, voy a tratar de arreglar eso, porque
maldición, desearía poder estar ahí, pero si hay algo que he aprendido,
es esto: nada jode más las cosas que el sexo. Nada. Si quieres venir a
casa de Dex, dormir en el sofá, ser parte de la familia, eso es algo bueno.
Se acabó, esta noche no. ¿Es eso justo?

—Eso es muy maduro —dijo Bobby, y esta vez, no había duda de


la amargura. Pero no se movió, y cuando Dex le dio un golpecito en la
muñeca y miró a Kane y Ethan, Bobby asintió y los siguió a casa.

Al día siguiente, se mudó del costoso lugar que había estado


ahorrando para su chica al apartamento de Ethan. Luego llamó a su
novia y rompió con ella. Ethan sólo estaba allí para la conversación
telefónica. Cuando Bobby colgó, miró a Ethan con ojos sombríos y una
sólida determinación.

—Estaré ahí para ti si puedo —dijo Ethan en voz baja—. Bueno, ya


sabes. Hoy no, tengo que ver a alguien.

Bobby hizo una mueca.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 417 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Has sido realmente humano. ¿Estás seguro que no quieres nada


de eso en el apartamento?

La ropa de Ethan estaba en la casa de Dex, y también su


ordenador. Sus libros estaban en el maletero de su coche, ¿y los carteles?
Bobby podría quedarse con ellos.

—Me llevaré las cosas de la cama —dijo Ethan muy serio—. Las
sábanas y las cosas. Las feas muñecas de hilo. Puedes quedarte con la
TV en préstamo hasta que encuentre un lugar. Los artículos de limpieza,
la comida, la cortina de la ducha... Todo tuyo. Puede que aún no haya
encontrado un lugar permanente, pero de repente, con lo que planeaba
ser para Jonah, tenía la esperanza de conseguirlo. Tenía una idea de qué
tipo de hogar quería. Puede que estuvieran jugando a las casitas la otra
noche, pero eso no significaba que no fuera importante.

Ethan sabía lo que era el hogar ahora. Se daría cuenta de cómo


hacer uno para él mismo.

Quería ayudar a Bobby a mudarse, a resolver estas cosas también,


pero tenía una promesa que cumplir, especialmente si iba a ir al servicio
de Amelia mañana. Al final, le dio a Bobby la llave del apartamento y un
abrazo de oso monstruoso y se largó. Tenía algo más que hacer.

La institución mental no había cambiado mucho en los últimos


cinco años. A Curtis se le permitía fumar ahora, lo cual hacía libremente,
pero no delante de Ethan, ya que aún lo enfermaba.

—¡Dios mío! —dijo Ryane, saltando arriba y abajo cuando lo vio.


Estaba vestida con jeans ajustados y botas altas hasta el muslo, y la
única razón por la que no se moría de hipotermia bajo la lluvia helada
era que llevaba un abrigo de piel de conejo. Y ella todavía podía trepar su
cuerpo de caderas anchas a través del triste patio del fumador mientras

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 418 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan caminaba desde el minúsculo estacionamiento. Con un pequeño


salto, se lanzó a los brazos de Ethan, rodeando sus caderas con sus
piernas y saludándolo con un beso de lengua, que él devolvió con
entusiasmo, con aliento de fumador y todo.

Era su saludo habitual, y su novio y su porno no lo habían


cambiado ni un ápice. No pensó que Jonah se lo recriminaría, se habían
mantenido juntos en algunos momentos difíciles, y esto era lo que tenían.

—¡Dios mío! —Sonrió, alejándose del beso pero sin dejar de


caminar con Ryane envuelta a su alrededor como una pitón—. ¿Cuántos
conejitos tuviste que matar para conseguir ese maldito abrigo?

—¡Ninguno! —cacareó—. ¡Jamie y yo lo encontramos en una tienda


de ropa vintage, pero se desprende como un mono con la maldita sarna!

—¡En toda mi vaca muerta! —se lamentó, porque entre Ryane y


Donnie, su abrigo de cuero no iba a ser nunca el mismo.

—No gimotees, estrella del porno —dijo ella y le dio otro beso, y él
la bajó para que pudieran subir las escaleras hasta el porche de la
institución, donde Curtis les esperaba, envuelto en jerseys contra el frío
de la lluvia.

—¿Cómo estás? —le preguntó a Curtis después de un fuerte abrazo


sobre el esqueleto de Curtis—. ¿Dónde está Jimmy?

Curtis se encogió de hombros, y su mirada marrón se lanzó bajo


un flequillo de pelo y acné. Era obvio que estaba tratando de no lucir
devastado.

—Está atado. Le pasa todas las festividades. Él sólo... sólo presiona


contra sus medicinas y termina necesitando ser forzado a calmarse.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 419 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan hizo una mueca y fue por otro abrazo, que Curtis devolvió
con entusiasmo.

—Todo irá bien —le aseguró Curtis cuando se separaron—.


Siempre pinta sus mejores cosas antes de derrumbarse. Vende como
loco. Nos mantendrá con Prozac por otros cinco años.

Curtis había estado asistiendo a clases de computación en la


institución, y tenía un trabajo editando una pequeña revista. No era
suficiente para que le cancelaran la Seguridad Social, pero les daba a
Jimmy y a él calderilla, que no todo el mundo tenía.

Se sentaron en un pequeño banco bajo el porche y miraron la lluvia


y arrojaron su mierda. Ry y Jamie se querían mudar juntas mientras
terminaban la escuela, Curtis pensó que podría obtener un título en
humanidades en un par de años, y Ethan...

Ethan fue el último.

—Así que —dijo lentamente, moviendo los dedos y viendo cómo la


lluvia se llevaba las plántulas del arriate debajo del toldo. Había
demasiado concreto aquí, la lluvia siempre lo hacía, pero los pacientes
seguían plantando cosas, porque a veces la lluvia se detenía, y luego el
sol llegaba para matar las cosas—. ¿Qué es lo primero que quieres oír?
¿Ser echado de la casa o enamorarse?

—¡Ser echado! —exclamó Curtis, frunciendo sus labios hasta la


punta de la nariz.

—¡Enamorarse! —protestó Ry, golpeando a Curtis en el muslo.

Ethan le sonrió, amando la forma en que su cabello marrón se


rizaba ahora que no le ponía ningún producto. Nunca sería hermosa, pero
cuando sonreía, su rostro se iluminaba, y Ethan pensó que prefería

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 420 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

mirarla a ella que a sus hermanas o a su madre o a cualquiera de sus


compañeras de Johnnies cualquier día. Por supuesto que le había
hablado del porno ese primer año. Le pasó los dedos por el pelo y le besó
la mejilla.

Curtis puso los ojos en blanco.

—Vale, bien. Pero, ¿podemos al menos preguntar...?

—Porno —dijo Ethan, encogiéndose de hombros—. Quiero decir,


imagínate, ¿cierto? Sólo desearía que no le hubieran quitado el bebé a
Allie.

Y luego les dijo. Les habría dicho de todos modos, pero de alguna
manera, la aceptación de Tommy y el amor de Jonah facilitaron la
confesión.

—Vaya —dijo Ryane, apretando su mano—. Eso es duro. Ahora


escuchemos lo bueno.

Ethan hizo una mueca, y su voz se volvió áspera, y aunque pudo


contarles lo de la expulsión y hacer que pareciera que estaba bien, ¿el
enamoramiento?

—No está en el negocio —dijo Ethan en voz baja—. Y, ya sabes, me


sentí muy mal conmigo mismo por estar en el negocio, y él no lo entendió
al principio, y... —Se encogió de hombros. Veía a Curtis y a Ry dos veces
al año.

—Difícil. —Ry dijo en voz baja.

El tatuaje apenas había dejado de picar.

—Era como un planeta inexplorado de dolor —dijo Ethan, sin poder


sonreír o bromear sobre ello en absoluto—. Pero él tiene sus propios

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 421 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

planetas, ¿sabes? Todos los tenemos. Curtis vive en el suyo, tú visitas el


tuyo a veces.

—Jamie viene conmigo —le dijo Ry, uniendo sus dedos.

—Sí... y ya sabes. Jimmy vive aquí. —Curtis lo dijo con los ojos en
blanco, pero Ethan sabía... sabía perfectamente que la razón por la que
Curtis no había hecho el último intento de suicidio era porque Jimmy
vivía en su planeta del dolor, y puede que estuvieran locos, pero al menos
no estaban solos.

—Sí. —Ethan estuvo de acuerdo—. Así que mañana iré al funeral


de su hermana. Y voy a vestirme como un ser humano, ¿correcto? Y
actuar como... no sé, un buen chico. Y voy a poner mi brazo alrededor de
él delante de sus padres, porque ellos están bien con los gays y piensan
que soy un amigo, y si me preguntan a qué me dedico, se lo diré.

—Eso es muy maduro de tu parte —le dijo Ry, apoyando su cabeza


en su hombro.

—Sí. —Ethan estuvo de acuerdo—. Pero no es un título


universitario en algo que no sea sexología.

Se rieron, y la conversación continuó hasta que no pudieron


soportar más el frío y Curtis necesitó su medicación y algún tiempo de
descanso de otras personas. Ethan y Ry compartieron una especie de
beso de viejos amigos antes de volver a sus coches, y él le dio la dirección
de Dex y Kane para que pudiera enviar su tarjeta de cumpleaños allí.

—¿Vas a estar aquí mucho tiempo? —le preguntó.

Ethan se volvió pensativo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 422 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—No —dijo—. No tengo un plan todavía, pero creo que puedo tener
uno si lo pienso.

Ella sonrió y le dio una palmadita en la mejilla.

—Sabes, siempre fuiste el más inteligente. Apuesto a que la gente


olvida eso. Ahora estás construido como un refrigerador, pero necesitas
recordarlo. Siempre fuiste el más inteligente. Tenías buenas notas.
Tenías planes. No pierdas eso por el trabajo o la familia. Es importante
recordar.

Le sonrió.

—Yo estaba en segundo lugar —dijo, pero ella no le devolvió la


sonrisa.

—Evan, cariño, no estoy bromeando. Puedes hacer lo que quieras...

—Mientras no se enteren de lo del porno —dijo sobriamente,


recordando esa primera conversación con Dex.

—Bueno, entonces, tal vez sólo tienes que hacerlo con gente que
entienda sobre el porno —le respondió, y entonces ambos temblaron,
porque se estaban empapando, y se despidieron.

Bueno, mierda. La única gente que entendía sobre el maldito porno


estaba en el maldito porno, pensó sin ninguna ironía. Pero eso no
importaba ahora. Lo que importaba era ir a casa de Dex y Kane y secarse,
y luego encontrar una buena tienda que le consiguiera un traje.

***

Era demasiado elegante y demasiado exagerado, él lo sabía. Pero


resultó que el único lugar que tenía algo que le quedaba bien era una
tienda de Big & Tall, y esos lugares no hacían trajes baratos. Así que fue

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 423 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

con la lana negra y la camisa burdeos con el pequeño pañuelo en el


bolsillo, casi como un esmoquin. Tuvo que comprar zapatos nuevos para
acompañarlo, y cuando le ofrecieron el paraguas de cortesía, es mejor
que creas que lo aceptó. La lluvia no había cesado.

—¿Vas a ir a un baile de graduación? —preguntó la amable señora


del mostrador mientras colgaba el traje y ponía la bolsa de plástico con
el logo de la tienda sobre los hombros. Ella era de mediana edad, gordita,
y había elogiado su cuerpo de manera escalofriante mientras trataba de
encontrarle un traje que le quedara bien.

—Un funeral —respondió con tristeza.

Ella le dio una palmadita en la mano.

—Lo siento, querido. ¿Alguien cercano?

—La hermana de mi novio —le dijo distraídamente.

No parecía sorprendida en lo más mínimo.

—Bueno, mis condolencias a la familia —dijo ella, soltando su


mano y entregándole sus paquetes. Era la hora de cierre de la tienda, y
la lluvia y la oscuridad lavaban el K Street Mall, dándole un glamour que
Ethan nunca asoció realmente con Sacramento a la luz del día.

—Gracias —dijo sobriamente antes de salir a esa noche llorosa—.


Es una familia muy agradable.

—Bueno, apreciarán que estés allí —le aseguró.

No sabía si podría explicar por qué necesitaba oír a un completo


desconocido decir eso, pero sabía que le había dado su mejor sonrisa
antes de abrir la puerta.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 424 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

***

Dex le ayudó a vestirse al día siguiente, con la corbata y el pañuelo


y asegurándose que sus pliegues fueran perfectos. Kane se quedó en el
baño, ofreciendo comentarios.

—Entonces, ¿por qué hacemos esa cosa con su pelo? Ya sabes, esa
cosa que dice: ¿No tengo ningún producto y soy muy aburrido?

Dex lo golpeó en un lado de la cabeza y Kane sonrió sin el menor


arrepentimiento.

—Lo hacemos porque intenta parecer un miembro respetable de la


familia y no de la maldita mafia —dijo Dex. Hizo una mueca a Ethan—.
Lo siento, tío, pero en serio... esto es un puto traje.

Ethan se miró a sí mismo y a sus puños relucientes y suspiró.

—Iba a ser un adulto —confesó.

Kane fue el que lo dijo.

—Bueno, lo que conseguiste está relacionado, pero está bien,


¿verdad? Porque, ya sabes, mejor un asesino a sueldo que una estrella
del porno.

Maldición. Esta cosa tenía botones plateados en los puños.

—Bueno, espero que prefieran a la estrella porno, porque eso es lo


que les diré si preguntan.

Ambos hombres miraron a Ethan con silencioso horror.

—¿En serio? —preguntó Dex, sus ojos azul ángel se abrieron con
sorpresa—. Quiero decir... ¿en el funeral y todo eso?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 425 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Vale, no había nada más que pudiera hacer para parecer limpio y
ordenado, pero no como un mafioso.

—Bueno, no sólo lo anunciaré en el funeral, tienen mejores cosas


de las que preocuparse, ¿verdad? Pero le dije a Jonah que estaría allí, y
le dije que estaría... no sé, como, saliendo con él.

—¿Pero cómo va a funcionar eso, tú y él? —preguntó Dex en voz


baja, y Ethan pudo decir que era la misma mirada que Tommy le había
dado. No querían que sufriera.

—Bueno —respondió lentamente— supongo que será un problema


a la vez, ¿no? ¿Así que el primer problema? Aparecer en el funeral. Si me
voy en diez minutos, lo lograré. Segundo problema, qué decir si
preguntan. Si soy discreto, no se rían, puedo hacerlo, entonces puede
que no me pregunten durante un rato.

—Ethan —dijo Dex en voz baja— ¿alguna vez has pensado... No


quieres hacer algo diferente?

—El primer problema —dijo Ethan con firmeza— es aparecer en el


funeral. Tengo que ir a buscar mi cartera.

—Sí, no estabas bromeando sobre su inteligencia. —Ethan oyó


decir a Kane mientras se alejaba—. Puede esquivar una pregunta como
un profesional.

—¿Sabes quién más era bueno en eso? —Dex se quebró,


obviamente molesto—. Chase. Chase solía ser jodidamente genial
esquivando preguntas.

—¡No soy un suicida! —gritó Ethan mientras cogía las llaves del
dormitorio.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 426 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Oh, gracias a Dios —le gritó Dex—. ¡Porque odiaría tener que
rehacer el maldito baño!

Ethan metió la cabeza y sonrió.

—No se preocupen por mí, chicos. Soy inteligente. Puedo resolver


esta mierda, lo juro.

—¡Sal de aquí o llegarás tarde! —ordenó Dex, y luego Kane intervino


y los convirtió en la mejor pareja del planeta.

—Y sé muy amable con Jonah, ¿de acuerdo? Va a estar muy triste.

—Lo haré —dijo Ethan, y luego se aventuró en el final gris de


diciembre y en el funeral de una niña.

***

No pudo haber dicho, más tarde, lo que le hizo elegir The Boxer.
Es sólo que el pastor, estaba hablando de una chica que Ethan no sentía
que conocía, y todo lo que podía pensar eran las palabras de Jonah sobre
cómo Amelia no había sido una luchadora. A Belladonna le había
encantado el teatro musical, pero a Carmina le encantaba Mumford &
Sons, y había tocado su versión de la canción durante un mes entero el
año anterior.

Era sobre un tipo que tampoco era un luchador.

Así que se sentía como un mensaje de una hermana perdida a otra,


sobre perdonar a la gente por no luchar, perdonarles por ser humanos.
Ethan perdonó a sus hermanas por irse, porque hacías lo que tenías que
hacer para sobrevivir. Perdonó a la hermana de Jonah por irse, porque
había estado alimentando su alma en lugar de su cuerpo, y fue una
decisión difícil de tomar.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 427 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Más tarde se daría cuenta que la mayoría de la gente normal estaría


un poco ansiosa por cantar mal delante de un grupo de extraños, pero
por entonces, para él, eso no era realmente lo peor que había hecho
delante de un millón de personas que no conocía, ¿verdad? La mirada de
gratitud que Jonah le dio cuando se levantó con ese traje de hombre
hecho y cantó desafinado en una capilla llena de gente valió la pena. Por
un minuto fue su héroe, y pensó que en ese momento, haría cualquier
cosa para que esa mirada se mantuviera.

***

Después de la cena de filete en Black Angus, que el padre de Jonah


probablemente no podía permitirse, hablaron hasta que Dylan miró su
reloj con disculpas.

—Lo siento —dijo—. Yo... es tarde. Le dije a mi madre que estaría


en casa a las siete.

Los padres de Jonah se levantaron y se ofrecieron a llevarlo a casa,


y Ethan levantó la vista y dijo:

—Llevaré a Jonah a casa, si está bien.

La madre de Jonah se agachó y le besó la mejilla.

—Está bien. Gracias, Ethan. Estamos muy agradecidos de que


hayas podido venir hoy.

El padre de Jonah le ofreció una mano, y Ethan se levantó para


estrecharla. Laura y Dylan estaban a medio camino de la puerta, y Seth
miró para asegurarse que no les oían.

—Confiamos en ti para que cuides de nuestro hijo —dijo


seriamente.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 428 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan se sonrojó. No estaba seguro de lo que Seth Stevens sabía


de él, pero era, tal vez, más de lo que había planeado.

—Haré lo mejor que pueda —dijo honestamente—. Yo... bueno, mi


mejor esfuerzo puede no ser perfecto o lo suficientemente bueno, pero es
todo lo que puedo prometer.

Seth asintió y levantó las cejas como si no estuviera seguro de qué


hacer con esa respuesta.

—Supongo que es todo lo que puedo pedir —dijo. Volvió a


estrecharle la mano y se dio la vuelta para irse, y Ethan se sentó a la
mesa.

—¿Quieres el postre? —preguntó de repente. Jonah estaba pálido


y parecía que no había dormido en tres días, y Ethan quería hacer algo,
cualquier cosa, para mejorar su vida. El azúcar y los carbohidratos vacíos
siempre eran un buen lugar para empezar—. Quiero el postre. Algo
enorme y apilado con chocolate y dulce de leche y...

—Dios, sí —estalló Jonah, y luego se vio débilmente sorprendido—


. Podría comerme un brownie sundae de caramelo entero por mi cuenta.

Ethan le guiñó el ojo.

—Bueno, ya sabes, no me importaría ayudar.

—Entonces —preguntó Jonah después que ordenaron— ¿cómo


estuvo tu Navidad?

—No estuvo mal. —Ethan todavía tenía su tenedor de ensalada, y


acarició los brillantes dientes de metal, sintiendo donde los bordes
empezaban a biselarse—. Me hicieron una propuesta, que fue, bueno,
halagadora, pero él durmió en el sofá de la casa de Dex. Se va a mudar a

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 429 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

mi antiguo apartamento, y yo voy a dormir en el cuarto de invitados de


Dex.

—¿Con los animales? —preguntó Jonah. Ethan no podía decir si


estaba horrorizado o celoso.

—Bueno, movimos algunos de ellos para poder meter la cama.

—Oh —dijo Jonah en voz baja.

Ethan le agarró la mano a través de la mesa.

—No es permanente —dijo en voz baja—. Pero quiero encontrar un


buen lugar, un lugar al que pueda llevarte, un lugar al que no te importe
mudarte cuando estés listo. Y mientras tanto, mientras busco, tengo
gente para volver a casa. —Su voz quedó atrapada—. He echado de menos
eso. Gente a la que volver a casa.

Jonah giró su mano en la de Ethan y la sostuvo, y luego dio una


palmadita con su otra mano en la parte superior.

—Lo sé. Y tienes razón. Mis padres no están listos para que me
mude ahora mismo. Eso sería...

—Cruel —dijo Ethan en voz baja—. Y no somos, ninguno de los


dos, mezquinos como eso. Así que me imagino que encontraremos un
lugar, y entonces ambos podremos inscribirnos en la escuela.

—¿Yo también?

Ethan escuchó la sorpresa en su voz y sonrió un poco. Su cabello


había sido peinado con agua, pero como el cabello de su padre cuando
se fue, los rizos de Jonah estaban empezando a salir.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 430 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿No quieres ser... no sé, algo más? —preguntó—. Quiero decir,


probablemente seguirías trabajando en PetSmart o en ese pequeño sitio
veterinario de allí, pero podrías manejar toda la tienda o hacer los libros
en la parte de atrás. Algo que podrías decir que hiciste.

La boca de Jonah se estrujó. Y entonces su barbilla se tambaleó, y


Ethan acercó su silla, golpeándola contra la mesa, para poder poner su
brazo alrededor de sus hombros.

—Ahora tendré tiempo —dijo Jonah—. Maldita sea... tendré...

—Shh... —Ethan odiaba que estuvieran en este restaurante, y la


gente probablemente se quedara boquiabierta viendo a los maricas
besándose, pero empezaba a darse cuenta de los beneficios de más de
dos años de porno. Simplemente no le importaba.

Jonah apoyó su cabeza en el hombro de Ethan por un minuto.

—Así que vamos a dejar de lado el dolor y a disfrutar el uno del otro
—dijo, como si lo hubiera sabido antes que Ethan lo dijera.

—Más o menos.

La camarera llegó entonces y, usando la discreción por la que


Ethan juró darle una propina, les puso un enorme helado de chocolate
con dulce de leche, con dos cucharas, y luego desapareció sin decir una
palabra.

—Así que —dijo Ethan, enderezándose y dándole a Jonah una


cuchara— es una especie de festival de carbohidratos. Vamos a
disfrutarlo ahora, y a trabajar mañana, y tratar de no resentir el trabajo
extra.

Jonah tomó la cuchara y sonrió.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 431 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sabes, Ethan, para un tipo que tuvo que trabajar duro para hacer
una estrategia con la pizza, es un buen plan.

Ethan sonrió y dio un gran mordisco, luego cerró los ojos porque
nunca sabías cuánto necesitabas el chocolate hasta que te llenaba de
bondad derretida y pegajosa.

—Es el traje —dijo con los ojos todavía cerrados—. Me da poderes


de adulto.

Jonah se rió entonces, y Ethan levantó la vista para verle dar un


mordisco, y sonrió. No dijeron mucho después de eso, pero mordisco a
mordisco, terminaron el sundae.

Cuando Ethan dejó a Jonah en casa de sus padres por la noche,


tenían planes de reunirse al día siguiente para trabajar en esa mierda.

Y mientras Ethan aún tenía el motor en marcha pero había


aparcado el coche, Jonah se inclinó hacia delante y le besó, con helado
de chocolate y todo.

—Gracias, Evan —dijo en voz baja. El uso del nombre real de Ethan
fue deliberado, Ethan se dio cuenta—. Sabía que te amaba, pero hoy
fuiste un verdadero campeón.

Ethan cerró los ojos y lo besó de nuevo, sólo para sentir lo suave
que eran los labios rosados de Jonah y para probar el persistente
chocolate y el helado. Y así no vería los luminosos ojos grises que aún
anhelaban ese último algo de lo que ninguno de ellos decía nada.

—Bueno —dijo Ethan cuando el beso terminó— te mereces un


hombre de verdad. Te mereces lo mejor que tengo, y más.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 432 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

La mano de Jonah encontró su mejilla en la oscuridad, y Ethan


saboreó el toque.

—Dile a Tommy que volveré en una semana —dijo Jonah en voz


baja—. Si no estás haciendo nada, puedes llevarme al trabajo.

Ethan abrió los ojos y sonrió.

—¿Ves? Pequeños bocados. Como comerse el helado.

—Prefiero comerte —dijo Jonah con franqueza—. ¿Alguna idea de


cuándo podemos tener sexo de nuevo, ya que vamos a hacer esto como
pareja?

Ethan besó la palma de su mano.

—Vamos a tener que tocar eso de oído —dijo a regañadientes—. Te


haré saber cuándo Dex y Kane salgan, ¿de acuerdo?

Jonah lo miró, con los labios fruncidos y las cejas juntas.

—Sabes, podríamos tener sexo en mi habitación cuando mis padres


no estén allí.

Ethan sintió un repentino ataque de pánico en su estómago y


sacudió la cabeza.

—¡Hombre, y yo que pensaba que lo estábamos haciendo tan bien!

Jonah se rió suavemente, con tristeza, y frotó los labios de Ethan


con su pulgar.

—Tal vez algún día. Pero esto es un comienzo. Avísame sobre las
clases para el ARC, haré ese viaje.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 433 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

El pánico de Ethan se calmó, y después de otro beso, Jonah subió


corriendo las escaleras y se fue.

Ethan lo vio irse, pensando lo mismo que había pensado cuando


llegó el helado, cuando abrió la boca para firmar: Ry tenía razón. Era
inteligente, y también lo era Jonah. Podrían hacer esto.

Podrían hacer esto.

***

—No puedo hacer esto —jadeó Ethan, enterrando su cara junto a


la de Jonah en la almohada.

La habitación de Jonah era pequeña, un oasis de la infancia que


había dejado atrás en la casa en la que había nacido, con sábanas a
rayas, viejos carteles de coches de carreras en las paredes, e incluso una
pequeña estantería de trofeos de fútbol al lado de un león de peluche de
un partido de los Kings de hace mucho tiempo.

—¿Qué pasa? —preguntó Jonah, empujando su erección contra


Ethan a través de sus jeans.

—Jonah ... ¡tus padres están por todas partes en esta habitación!
—se quejó—. ¡Oh, Dios mío, el león rosa con pompones! —Acababa de
verlo—. ¡También tu hermana! —Lo que parecía muy cruel decir ahora
que ella había fallecido, y él trató de corregirse—. Quiero decir, ya sabes,
es tu familia, y... —Le puso un rostro agonizante—. ¡Jonah, te juro por
Dios que por primera vez en toda mi vida, mi erección se ha ido!

La mandíbula de Jonah cayó, y se apresuró a sentarse en su cama


de tamaño gemelo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 434 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Evan... Evan, por primera vez en un mes, no vamos a hacer esto


en un coche, ¿y tu erección se ha ido?

—¡Lo siento! —Ethan no estaba seguro de si estaba listo para este


tipo de mortificación. Al menos cuando estaba haciendo una escena, todo
el mundo sabía que tenía una erección—. Es sólo... ¡Jonah, este es el
cuarto de un niño pequeño! Me siento como... —Y no podía decirlo,
porque sabía que para algunos sería una perversión inofensiva, pero no
para él. Para él era la diferencia entre el poder y la falta de poder, entre
ser un adulto follando y ser un monstruo haciendo cosas malas, y no
podía. Miró a Jonah suplicantemente—. Dex y Kane están en la escuela
hoy, van a estar en la clase de cocina esta noche, ¿podemos hacerlo en
mi habitación?

Jonah hizo una mueca de frustración y se arrojó de nuevo a la


cama.

—Así que, uhm, ¿vamos a dejar una casa perfectamente vacía y


conducir a través de la ciudad a donde el lagarto puede vernos tener
sexo?

Ethan se volcó miserablemente a su lado.

—Sí —murmuró, cerrando los ojos para bloquear lo que parecía


una foto de fútbol tomada cuando Jonah estaba en la secundaria—. Tío,
si quiero volver a follar, tengo que salir de esta habitación.

El aliento de Jonah en su cuello era tierno, y también lo fue el beso


que colocó allí, sobre el cuello de Ethan, en una mancha de piel desnuda.

—Sí, claro —dijo en voz baja—. Vamos. Nos llevaremos tu coche.


Puedes dejarme en la mañana.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 435 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan se dio vuelta un poco, buscando en sus ojos burlas o


irritación y no encontró ninguna.

—Tus padres no...

—¿No notarán que me estoy acostando contigo? Ev, hemos estado


besándonos delante del apartamento durante un mes. Creo que lo han
descubierto.

Ethan se cubrió la cara con las manos y gimió.

—Un mes. Dios. ¿De verdad ha pasado un mes?

Y ahora la voz de Jonah expresaba un poco de la frustración que


debía sentir.

—Un mes desde que hicimos todo el asunto de 'vamos a joder a


Jonah a escondidas'? Sí. A menos que sea sexo pornográfico, has estado
viviendo un mes con trabajos manuales y mamadas, y tengo que admirar
tu tolerancia.

Ethan se dio vuelta de nuevo y gimió sobre la almohada de Jonah.


Olía como si fuera él, como el adulto Jonah, y eso estaba poniendo
nervioso a Ethan en la habitación de un niño.

—Siento lo del sexo porno —murmuró por lo que debe haber sido
la centésima vez.

—Deberías sentirlo —dijo Jonah rápidamente, pero no sin humor.

Sí. Una vez Dex y Kane tenían clase, Jonah tenía un día libre y Ethan
había pegado una sábana frente a las jaulas de los bichos. Iban a tener
sexo. Y entonces, mientras Ethan le hacía una mamada a Jonah, con el
dedo en la entrada de Jonah, Ethan recordó qué día era.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 436 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Dos días antes de su siguiente escena, cuando había una ventana


obligatoria de tres.

Ethan subió la apuesta de la mamada, y del dedo estirándolo, y


después que Jonah se vino por toda su cara y pecho desnudo, mientras
aún estaba deslumbrado y jadeante y en medio de ¿Qué? ¿Por qué lo
hiciste? Pensé que íbamos a... Ethan se las arregló para murmurar algo
sobre tener que trabajar el miércoles.

Afortunadamente Ethan había conducido, o Jonah habría salido de


allí antes que el semen se secara.

Para cuando Ethan se duchó (solo y helado) y se vistió (¡también solo


y helado!), Jonah se las arregló para asaltar el refrigerador y denunció a
viva voz el hecho de que Dex no comía nada que no fuera saludable.

—¡Jesús, joder, Cristo! Se ha follado a miles de tíos, ¿y la nutrición


es donde él traza la línea de la virtud?

Y de repente Ethan era el que estaba enfadado. Salió del baño,


descalzo, sin camisa, y con sus vaqueros medio abotonados, gruñendo:

—¡Si no puedes mostrar respeto a Dex, tienes que salir de su casa!

—¡Me encantaría salir de su casa! —Jonah gruñó de vuelta, en


medio de verter un vaso de leche descremada en la impecable encimera
blanca de Dex—. ¡Pero tú condujiste!

Y aunque estaba de espaldas a Ethan, su voz se tambaleó de


repente, y Ethan lo vio limpiarse el dorso de la mano bajo los ojos.

—Aw, hombre —murmuró, sentándose abruptamente en la isla—.


Joder. Lo siento. —Por un segundo su labio inferior tembló—. Iba a comprar
galletas.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 437 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah dejó el galón de leche y se volvió hacia Ethan con la cara


despejada, los ojos rojos, las huellas de lágrimas y todo.

—¿Galletas? —preguntó en blanco.

Ethan asintió, pensando en los planes que tenía cuando fue a


recoger a Jonah.

—Sí. Antes de traerte del trabajo, iba a comprar galletas. Ya sabes.


Así que tendríamos algo para comer después. Pero yo... —Se encontró con
los ojos de Jonah miserablemente, y Jonah se limpió la cara en la manga
de su camiseta.

—Te olvidaste —Jonah terminó por él.

Ethan miró hacia otro lado.

—Sí —murmuró, recordando ese glorioso momento justo antes de


llevarlo al olvido, cuando las manos de Jonah estaban metidas en su pelo
y la polla palpitaba en su boca, y por ese momento eran ellos dos y sus
cuerpos, y nada más en el mundo—. Lo olvidé.

Jonah suspiró y dejó la leche en el mostrador, moviéndose para


pararse justo frente a Ethan. Jugó con su pelo mientras se secaba, y dejó
caer un beso en la parte superior de la cabeza inclinada. Ethan lo tomó
como una señal y apoyó su cabeza contra el estómago de Jonah,
envolviendo sus brazos alrededor de ese cuerpo delgado y suave, y oliendo
su piel y su sexo una y otra vez a través del olor limpio de suavizante de
telas y PetSmart en su ropa.

—Yo también lo olvidé —susurró Jonah.

—Yo no... —Ethan lo miró, sin desear hacerlo llorar—. No lo hago


porque quiera a otra persona.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 438 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí, lo sé —dijo Jonah, pero su voz sonaba hueca, como si fuera a


través de una habitación vacía—. Lo haces porque tienes miedo de no estar
con nadie, así que mantienes tus opciones abiertas con alguien.

Ethan sacudió la cabeza, negándolo.

—Empiezo a temblar —dijo después de un momento—. Es como...


como, ¿alguna vez has tenido que hacer caca y te han parado de verdad?

Jonah lo miró fijamente.

—¡No desde mi enema de esta mañana!

Ethan hizo una mueca.

—Vale, pero ya sabes lo que quiero decir, como que no puedes


quedarte quieto y hay algo que tienes que hacer pero no puedes averiguar
qué es y estás temblando y tu estómago tiene calambres y...

—Sh... sh...

Ethan se calmó, temblando y luego se relajó en el abrazo de Jonah.

—Así era para mí antes de los Johnnies. Y yo... no quiero volver a


sentirme así nunca más y...

Jonah le hizo callar un poco más, y Ethan se calmó.

—¿Evan?

—¿Sí?

—¿Por qué no saliste en una cita o algo así? ¿Por qué elegiste el
porno?

Ethan lo pensó cuidadosamente.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 439 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Porque estaba bastante seguro que el porno era un punto fuerte —


dijo después de un minuto—. Hombre, trabajé tan duro siendo un buen
chico y poniéndolo todo bien en mi corazón para que mi familia pudiera
amarme, y no estaba consiguiendo nada. El sexo con Ryane no era... no
sé, estremecedor, pero era consistente. Era algo que, si trabajaba duro y
hacía un buen trabajo, era recompensado. Me imaginé que... ya sabes... —
Miró a Jonah, suplicándole que lo entendiera un poco, pero sobre todo
suplicándole que no se acabara.

Jonah asintió e hizo una mueca, sus ojos volvieron a brillar.

—¿Ev?

—¿Sí?

—Esa fue una mamada que destrozó la tierra. ¿Crees que tal vez, si
tenemos la oportunidad de hacer unas cuantas de esas a la semana,
valdría la pena dejar el porno?

Ethan asintió, manteniendo su cara enterrada en el diafragma de


Jonah.

—Tendremos que ver —dijo con dificultad—. Yo no... —Volvió la cara


y frotó su mejilla contra el estómago de Jonah, reacio a decir lo que
realmente le dolería.

Jonah lo dijo por él.

—Tienes miedo de confiar en ello —dijo en voz baja—. Lo entiendo.


Me parece muy obvio, ¿sabes? Pero nadie me ha negado su amor como si
fuera un grifo de cocina.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 440 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Y entonces las lágrimas de Ethan se derramaron y perdió sus


palabras, agarrándose a Jonah como si fuera a volar de sus brazos,
dejándolo solo y temblando hasta que llegara a rodar su siguiente escena.

Entre ese momento en la cocina de Dex (al que siguió un viaje a la


panadería para comer pastel, ¡maldita sea, porque ambos se lo habían
ganado!) y éste en el dormitorio de Jonah, la oportunidad simplemente
no había estado ahí. Habían hecho ejercicio juntos, lo que estaba
matando a Ethan lentamente, porque Jonah llevaba estas ropas de
ejercicio grandes y colgantes que aleteaban alrededor de su delgado
cuerpo y dejaban a Ethan con una impresión de líneas delgadas, piel
suave y una polla que caía inocentemente debajo de sus pantalones de
baloncesto. Salieron a comer juntos y se besaron después que lo recogiera
del trabajo, pero no tuvieron otra oportunidad de hacer el amor. Ethan
empezaba a sentirse estreñido de nuevo, aunque, gracias a Dex y su bien
surtido refrigerador, su sistema digestivo estaba completamente en
marcha.

Y la habitación de rayas azules de Jonah lo estaba deteniendo a lo


grande.

Jonah empezó a reírse y luego rodó de la cama.

—Dios, Evan... serías un novio casi perfecto, si sólo me cogieras sin


sentido de vez en cuando.

Ethan estaba a punto de decir: —¡Lo sé! ¡Ya lo sé! ¡Lo siento! —
Cuando la puerta principal del apartamento de Jonah se abrió de golpe.

—¿Jonah? —La madre de Jonah llamó—: ¿ Cariño? ¿Estás en


casa?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 441 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah y Ethan se encontraron con ojos de pánico y Ethan rodó de


la cama, agradecido de que ninguno de ellos había llegado al punto de
quitarse la ropa.

—¡Sí, mamá!— Jonah dijo con su voz ronca—. Ya nos íbamos...


necesito conseguir algo de ropa para mañana.

La puerta de Jonah se abrió, y Laura Stevens metió la cabeza. Se


veía cansada y triste pero parecía que iba a estar bien.

—Oh, cariño, ¿estás seguro? Compré una buena cerveza y una


pizza. Podrían quedarse aquí y podríamos jugar.

Ethan sacudió la cabeza con pesar y parte de eso fue real.

—Es muy amable de su parte, Sra. Stevens, pero le prometí a


Jonah un pastel de cereza en el Café Rick. Odiaría romper una promesa.

Laura asintió comprensivamente, su pelo rubio y canoso se deslizó


fuera de su clip, todos los rastros de tinte completamente desgastados.

—Bien, chicos, siempre y cuando sepan que son bienvenidos. —


Sonrió suavemente y luego se retiró, y Ethan y Jonah compartieron un
momento de total alivio.

—¿Evan?

—¿Sí?

—¡Mejor que no estés jodiendo con ese pastel!

***

Se detuvieron en Rick's en la calle K, porque estaba cerca y era


impresionante, y sí, compraron suficientes carbohidratos malos para
alimentar un ejército.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 442 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Y entonces Ethan volvió a apuntar la sábana delante de las jaulas


de los animales y se giró hacia Jonah a la luz de lo que prometía ser una
noche nebulosa.

—¿Estamos aquí solos? —preguntó Jonah, sólo para asegurarse.

Ethan sonrió.

—Revisé el calendario, no llegarán a casa hasta las diez. Van a


llevarle galletas a la sobrina de Kane después de la clase de cocina.

—Y tu próxima escena no es hasta...

Su sonrisa se volvió tímida, y estudió la alfombra de color crema


debajo de la cama. Cuando Ethan tuviera su propia casa, iba a tener
alfombras de pared a pared, e iba a ser verde o azul o arco iris o burdeos
o algo más que blanco.

—Dos semanas —dijo, pensando que en dos semanas tendrían que


enfrentar este problema de nuevo, pero mientras tanto, tenía a Jonah
para él solo.

—¿Ethan?

Ethan levantó la vista para ver a Jonah sonriéndole, la luz


refractada de detrás de la sábana convirtiendo su pelo en un halo de
rizos.

—¿Sí?

Jonah dio dos pasos rápidos y saltó a los brazos de Ethan,


envolviendo sus piernas alrededor de su cintura.

—¡Fóllame completamente!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 443 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan sonrió, sostuvo la cabeza de Jonah en su lugar con la mano,


y lo besó, caliente, con la boca abierta y sin miedo.

Lentamente, porque se ejercitaba para poder hacerlo despacio, bajó


a Jonah a la cama y al colorido edredón que había salvado de su primer
viaje fuera de casa. Jonah fue de buena gana, besándose continuamente,
e insinuó sus manos bajo la sudadera de Ethan para frotar su pecho
mientras lo hacían.

Ethan se estremeció porque el toque era tan íntimo y dulce, y lo


quería en toda su piel. Se enderezó y se quitó la camiseta por encima de
la cabeza, se desenganchó el cinturón, se bajó los pantalones, se quitó
los zapatos y ¡bam! estaba desnudo.

Jonah lo miró fijamente con los ojos muy abiertos y parecía


ligeramente sorprendido.

—¿Qué? —preguntó Ethan. Su ingle palpitaba débilmente, y se


envolvió la mano alrededor de su polla y se acarició, disfrutando de la
forma en que el presemen salió de su rendija e hizo que el golpe se
deslizara un poco más.

Jonah se sacudió y empezó a bajarse los pantalones y a quitarse


su propia camiseta.

—Nunca he visto a un tipo desnudarse tan rápido —confesó.

Ethan se acarició una vez más, luego se soltó y sonrió.

—¡Claro! ¡Cuanto más rápido te quites la ropa, más rápido llegarás


a las cosas buenas!

Jonah entrecerró los ojos, y esa fue la única advertencia de Ethan.


Se quitó la ropa a patadas, se sacó los tenis de una posición sentada en

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 444 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

la cama y tiró su camiseta a un lado sin dudarlo. Se bajó los vaqueros


por la cadera con los calzoncillos y se acostó en la cama, desnudo y
excitado, miró a Ethan, y se agarró su propia polla e hizo justo lo que
Ethan estaba haciendo: acariciar lentamente desde las pelotas hasta la
cima, cerrando los ojos, y soltando el pequeño gemido más pornográfico
cuando llegó al final.

—¡No puedes hacer eso! —protestó Ethan, meneándose entre las


rodillas de Jonah y luego empujándolas para que se abrieran, dejándolo
expuesto y desnudo y rosado y glorioso.

Jonah se acarició de nuevo con una mano y se pellizcó los pezones


de color del pétalo de una rosa al mismo tiempo.

—¿Quién lo dice? —gruñó, con su voz baja y gutural y tan sexy.

Ethan le agarró la mano y se la clavó en la cama, y luego se tragó


la polla de Jonah en la parte posterior de su garganta. Le encantaba que
no tuviera una polla del tamaño de un monstruo. Encajaba
perfectamente en la parte de atrás de su garganta, y las cosas que podía
hacer cuando estaba allí...

—¡Dios, Ethan! —gritó Jonah, anudando ambas manos en su


cabello.

Ethan trabajó su garganta, disfrutando de la amargura salada del


presemen de Jonah, y luego echó la cabeza hacia atrás y sonrió.

—Mío —dijo posesivamente—. Todo mío. —Bajó la cabeza de nuevo


y tragó hasta que le dolieron los dedos de Jonah en el pelo.

—¡Agh! ¡Dios! ¡Bien, Evan, tuyo! ¡Todo tuyo! Pero no quiero


correrme en tu boca esta vez.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 445 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Bien —murmuró Ethan, alcanzando sobre la cama y debajo de


su almohada para el lubricante. Mientras tenía a Jonah así extendido,
estiró la lengua y le dio al pequeño fruncido, todavía apretado y rosado,
otro rápido golpe con la lengua—. Esto también es mío.

Jonah emitió un sonido que no era del todo humano y luego


comenzó a parlotear en concordancia.

—Bien, Ev, mi trasero también. Todo, todo tuyo, ¡dios mío! —


porque Ethan levantó dos dedos en el tiempo que tardó en balbucear y
los metió dentro para estirarlo.

—Mío —dijo Ethan simplemente, disfrutando de la forma en que


Jonah se levantó de la cama. Dios, él había querido esto, lo había
anhelado. Cada obstáculo en su camino lo había asustado, había temido
que fueran señales de que no volverían a hacer esto, pero Jonah no había
dejado que eso sucediera.

Y ahora Ethan no se cansaba de él. Quería pasar horas lamiéndole


la polla y las pelotas con la punta de la lengua, hasta que Jonah chillara
y se viniera sin apenas ser tocado. Quería ir despacio, dolorosamente
despacio, hasta que Jonah se arqueara y se elevara y se viniera tan
condenadamente fuerte que casi le arrancara la polla.

Ethan quería todos los toques, todos los besos, todas las
sensaciones, pero su piel estaba ondeando en carne de gallina con la
necesidad de estar dentro de Jonah, y su polla ya estaba llorando lo
suficiente como para prácticamente lubricar su propia entrada.

Iba a tener que ser duro y rápido y brutal, y tal vez, cuando eso
terminara, podrían volver a ser lentos.

—Voltéate —dijo, pero los ojos vidriosos de Jonah y su boca floja y


besable le dijeron que las palabras no estaban funcionando. Se levantó y

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 446 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

volteó a Jonah hacia su estómago y luego lo levantó físicamente hasta


sus manos y rodillas. Se detuvo un segundo para alisar sus manos sobre
las caderas, esa espalda blanca como la leche, los planos ligeramente
peludos de sus nalgas y muslos, y para burlarse del equipo colgante con
una caricia lenta y suave.

Jonah siseó y movió su culo en el aire y suplicó sin palabras, y


Ethan rió, sintiéndose libre. Se agachó y aspiró un poco de la carne de
Jonah en su boca, con fuerza, disfrutando de la forma en que se agitaba
y hacía sonidos que eran en su mayoría vocales antes de asentarse en
sus rodillas y posicionarse.

—¿Listo? —preguntó, temblando de necesidad, y estaba


agradecido, tan agradecido, cuando Jonah enterró su cara en las sábanas
negras y gimió—: ¡Por favor! —desde el fondo de su pequeño y apretado
estómago.

Ethan empezó a empujar, lentamente, estirando a medida que


avanzaba, pero Jonah no estaba teniendo nada de eso.

—Practiqué —siseó, lanzándose hacia atrás, y Ethan jadeó


mientras el cuerpo de Jonah lo tragaba en la humedad y el calor.

Ethan gimió y se echó a la espalda de Jonah, besando la suave piel


de sus hombros y murmurando en su oído:

—¿Practicaste? ¿Con qué?

—Compré un tapón y me estiré —gimió Jonah—. ¡Quería estar


listoooo!

Porque Ethan se echó hacia atrás y golpeó con fuerza, sintiendo el


sólido chorro férreo de la posesividad apretar sus músculos y arder en él
para probar algo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 447 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¡Mío! —dijo desesperadamente, y Jonah dio un satisfactorio y


crudo gruñido.

—¡Tuyo!

—Mío. ¡Todo mío! —Oh Dios, valió la pena esperar, fue tan
necesario, el dulce cuerpo de Jonah cediendo el paso. Ethan iba a
golpearlo y a follarlo y él iba a volver a hacerlo y a amarlo.

—¡Dios, sí! —jadeó Jonah—. ¡Sí, justo así!

Y Ethan lo hizo de nuevo, martilló su punto dulce, lo clavó jadeando


en el colchón, y todo el universo de Ethan, toda su piel, se consumió por
la única parte de él que estaba siendo tragada por el cuerpo de Jonah y
lo maravilloso, lo asombroso que se sentía.

—¿Vas a venirte? —preguntó Ethan, poniendo la palma de su mano


en la pequeña espalda de Jonah y haciendo un ángulo en su culo...
justo... bien—. Dios, ¿vas a venirte?

—¡Augh! Evan, Dios, déjame... —Jonah se tambaleó por un minuto,


y soltó un agudo tono cuando la mano encontró la polla y comenzó a
masturbarse.

Ethan gruñó, con un hormigueo en todo el cuerpo y en los dedos


de los pies, mientras rogaba a los dioses que lo controlaran. Sólo quería
esperar a que... oh, Dios... no... todavía no...

—¡Maldita sea! —La ingle de Ethan palpitó fuerte, dolorosamente,


y sus bolas se apretaron bajo su cuerpo y su trasero se flexionó y...—
¡Maldita sea! —Su orgasmo lo golpeó duro, y todo su cuerpo se agitó y se
soltó mientras su visión se volvió negra y sus bolas trataron de voltearse
al revés en un intento de marcar a Jonah con todo su cuerpo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 448 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¡Whoa, mi Dios! —gimió Jonah, y apretó tan fuerte sobre la polla


de Ethan que si Ethan no se hubiera venido, probablemente le habría
dolido mucho. Ethan se sacudió y se estremeció un poco más dentro de
él, y Jonah gimió tan bajo, que pudo sentir las cosquillas en su corona.

—¿Qué... Dios mío? —jadeó Ethan cuando Jonah se desplomó


sobre las sábanas.

—Creo que empecé con 'wow' —murmuró Jonah—. Se hizo más


grande. Como tu polla en mi culo.

Ethan se rió y se levantó lo suficiente como para besar los pálidos


hombros de Jonah y lamer algo del sudor de su piel.

—No hay nada creciendo allí —murmuró—. Tengo las estadísticas


para probarlo. —Suspiró entonces y rodó por la espalda de Jonah,
extendiendo su brazo. Jonah aceptó la oferta, apoyando su mejilla en el
hombro de Ethan mientras el sudor y la humedad se enfriaban en sus
cuerpos.

—Lo siento —dijo Ethan de repente en el perezoso silencio.

—¿Por qué? —Jonah giró ligeramente la cabeza y lamió el pezón de


Ethan. Ethan se estremeció, todo su cuerpo se sacudió cuando la sangre
que se había detenido comenzó a correr bajo su piel de nuevo.

—Yo llegué primero. —Esto realmente lo dejó alucinado. Había


estado desnudo en una película muchas veces, pero esto... Esto era
humillante.

—¿Eso es malo? —Jonah sonaba medio distraído, y lamió el pezón


de Ethan de nuevo y trazó un dedo casual en sus costillas. Ethan tarareó
y sus músculos comenzaron a modelarse, tensos, preparándose para un
mayor estímulo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 449 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Es... es la regla. Primero llega el de abajo —murmuró Ethan.


Jonah frotó la punta de sus dedos sobre el abdomen sin pelo de Ethan.
Ethan se estremeció, y sus muslos se abrieron un poco.

—¿La regla? —Jonah lamió su pezón una vez más y luego lo


amamantó en su boca y tiró.

Ethan gimió, y no tuvo que mirar para saber que su polla empezaba
a endurecerse, tirando contra la pegajosidad de la venida.

—El de arriba se viene último. —Ethan respiró—. ¿Tienes idea de


lo que me estás haciendo? —preguntó un poco desesperado.

—He visto tu porno —dijo Jonah.

Ethan estaba abrupta, dolorosa y penosamente duro otra vez.

—¿Sí?

Jonah se dio vuelta lentamente, confiando en que no lastimaría a


Ethan con su ligero peso. En su camino, apoyó su propia polla
endurecida contra el muslo de Ethan, y Ethan gimió.

—¿Cómo lo hago? —preguntó sin aliento.

Jonah se colocó entre los muslos de Ethan y comenzó a plantar


tiernos y mordisqueantes besitos con lengua sobre las costillas y el
estómago de Ethan. Ethan gimió y extendió sus muslos más
ampliamente, repentinamente con necesidad.

Jonah miró hacia arriba y lo inmovilizó con esos amplios ojos


grises.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 450 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Vulnerable —dijo en voz baja—. No es de extrañar que


normalmente te pongan encima y te hagan llegar último. Alguien tiene
que cuidarte cuando te vienes.

Con eso, dejó los besitos juguetones, tomó la toalla para limpiarla
y se dedicó a chuparle la polla a Ethan.

Ethan todavía estaba sensibilizado, y esa presión contra su corona,


su eje, y la mano de Jonah le hizo pasar de refractario a orgásmico en
unos dos segundos. Jonah se movió, y Ethan sintió que sus dedos hacían
rodar suavemente sus bolas, y jadeó, las estrellas ensuciaron su visión
mientras todo su cuerpo se convertía en un nervio abierto y acariciable.

—¡Guau... guau... guau-mi-Dios!

Hipersensible, así de rápido. Sus manos salieron volando de sus


costados, y cada músculo de su cuerpo se enrolló como una cuerda de
arco y luego fue arrastrado y vibró con el estallido interno de un clímax
monstruoso.

Jonah se rió a medias alrededor de su polla, el sonido se amortiguó,


y el calor y la humedad bañaron su piel mientras luchaba por tragar. No
dejó de apretar el puño ni de acariciarle las bolas, y la visión de Ethan se
volvió negra otra vez:

—¡Oh, Dios, voy a aca... joder!

Casi lloró porque su cuerpo no estaba amarrado, se soltó de su


control, volando con el orgasmo y la sensación. Apenas se dio cuenta
cuando Jonah desapareció, corriendo desnudo por el pasillo hacia el
baño. Se quedó en el borde, y había uno más... uno más... oh, mierda.
Se envolvió la polla con sus propios dedos y la apretó, luego la tiró
mientras los sonidos de Jonah enjuagándose y escupiendo llenaban la
casita.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 451 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¡Ah-ah! —Y luego, con ese diminuto post-clímax, empezó a


temblar, como cuando se había pasado de la raya, cuando su cuerpo
estaba sobreestimulado, como Dex y John habían tenido mucho cuidado
de no dejarle nunca sin alguien que le calmara.

Jonah estaba abruptamente allí, tirando de él a su lado y besando


su cara, calmándolo, apartándole la mano y besándole el pecho.

—Ts-ts-ts...

Ethan tragó un poco más de aire, y esta vez, Jonah se mantuvo a


la altura de él, sus ojos muy serios mientras Ethan se recuperaba.

—Lo siento —dijo, todo serio.

Ethan sonrió con cansancio.

—No lo sientas, fue genial.

—¡No, siento haberme ido para correr y escupir!

Ethan se rió un poco, aún nublado por la completa inmersión


física. La primera vez que llegó así en cámara, había estado superando a
Dex, y Dex, que tenía una forma de distanciarse de la mayoría de los tipos
con los que rodaba al final de una escena, se había quedado unos
minutos y lo convenció de que bajara, esperando hasta que estuviera
lúcido. Debería decírselo, pensó Ethan, no estaba seguro de que pudiera
encontrar palabras. Debería decirle que le pregunte a Dex.

—Lleva un tiempo aprender a tragar —dijo Ethan, sintiéndose a la


deriva—. Es como... como el vino, excepto que, ya sabes, nunca te dan
una copa de semen con la cena.

—¡Oh, Dios! —Jonah se rió, pero se quedó allí, acariciando el pelo


de Ethan desde su frente—. Evan, eso es realmente asqueroso.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 452 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Lo siento. Estoy deshecho.

—Sí, lo sé. —Dejó caer un beso en la frente de Ethan—. Realmente


te saca cuando haces eso. Quiero decir, sabía que eras vulnerable, pero
esto… es bueno que tus chicos te cubran las espaldas.

—Sí —dijo Ethan—. No es bueno cuando tienes todo el toque al


mismo tiempo. Chase... le pasaron cosas malas a Chase. Piensas que un
chico está bien, y entonces él está desconectado, así que lo dejas.

—Un poco como tú —murmuró Jonah—. Toma, voy a subirte las


sábanas e ir a buscarnos un poco de pastel y un poco de leche, ¿de
acuerdo? ¿Tienes alguna regla sobre comer en la cama?

—¿No dejes que Dex me atrape? —Ethan sonrió con tristeza, pero
sabía que Dex no se enojaría realmente, porque Dex no se enojaba por
eso—. Pero Dex no se enfada de verdad. No quiere que la serpiente salga,
pero está bien. No le importa si Kane me abraza, y Kane deja que Dex me
abrace, y se acuestan juntos, pero me están abrazando. Me gustan los
abrazos. Pero no es como lo que acabamos de hacer. Es especial.

—¿Sí? —murmuró Jonah, rebuscando en la cómoda que Dex le


había dado a Ethan y sacando un par de pantalones—. ¿Por qué es
especial?

Ethan casi quedó sorprendido por su estupor.

—¡Porque eres tú! —protestó.

Jonah se dio la vuelta y se puso los pantalones sobre su cuerpo


desnudo. Luego se acercó de nuevo a la cama y salpicó la cara de Ethan
con besos.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 453 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sabes, Evan —dijo en voz baja— voy a tomar lo que pueda. Algún
día me gustaría ser el único tipo con el que te acuestas, pero ¿sabes qué?
Esos tipos te mantuvieron a salvo cuando ni siquiera te conocía. Pueden
abrazarte por siempre y para siempre, y no voy a decir ni una palabra.

Bien. Bien. Ethan no iba a renunciar a eso.

Jonah desapareció, y Ethan entró y salió del sueño hasta que volvió
con un plato lleno de pastel de cereza de Rick´s y un vaso de leche.

Sonrió y se levantó, sentándose contra el cabecero de la cama que


había preparado con Kane la mañana de Navidad.

—Gracias —dijo suavemente, dando un mordisco al pastel


mientras Jonah se metía en la cama con cuidado con el vaso de leche.

—En cualquier momento. Das mucho miedo cuando haces eso, ¿lo
sabías?

Ethan dejó el tenedor y levantó su mano hasta la cara de Jonah


para acariciar un pómulo casi pecoso con su pulgar.

—Lo siento. Ves, por eso es mejor cuando yo estoy arriba. Si llego
una vez, es el final, y...

—No —dijo Jonah, y capturó el pulgar de Ethan en su boca, lo


chupó suavemente y lo dejó ir con un pop—. No me asusta que lo hagas,
me asusta que... Dios. Cuando dices que tus chicos te cubren las
espaldas, no estás bromeando. Yo sólo... ¿por qué sucede?

Ethan se encogió de hombros y tomó otro bocado de pastel, de


repente se sintió incómodo con el tiempo de preguntas y respuestas.

—No lo sé. Dex dice que soy hipersensible... dice que por eso
necesito tanto ser acariciado. Mi piel se pone demasiado hambrienta, y

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 454 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

ahora cada vez que alguien me toca, me... pone en marcha. —Dio otro
mordisco a la tarta, disfrutando de la escamosidad de la corteza, la
viscosidad del relleno y la ligera masticación de cada cereza—. Dijo que
para las películas estaría muy bien, pero no dejaba de decirme que
tuviera cuidado con mi vida personal. Es una de las razones por las que
sólo me enganché con tipos del set, ¿sabes?

Jonah asintió sobriamente y luego abrió la boca para el siguiente


bocado de pastel. Ethan se lo dio de comer y sonrió.

—Ven aquí —dijo en voz baja—. Tienes una mancha en la boca.

Jonah se inclinó hacia adelante, aún sonriendo, y Ethan lamió la


gota roja clara de la esquina de su boca.

Jonah se quedó allí por un minuto.

—Te amo —dijo en voz baja.

—Yo también te amo.

—Bien. Me alegro que hayamos hecho esto. Valió la pena la espera.

Ethan asintió y luego se retiró para otro bocado de pastel. Se


ducharon juntos, y Ethan le hizo una paja caliente y jabonosa por haber
sido tan paciente, y luego se secaron y se vistieron con vaqueros y
camisetas y fueron a ver algo en la televisión que no fuera Bailando con
las estrellas o un programa de ciencia sobre serpientes o insectos.

Y durante un minuto y medio, fueron felices, y luego el teléfono de


Ethan empezó a volverse loco.

Tuvo que desalojar a Jonah para sacarlo de su bolsillo, y luego


prácticamente dejó caer a Jonah al suelo en un esfuerzo por levantarse e
ir a buscar sus zapatos al dormitorio.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 455 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Joder —gruñó—. Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda,


mierda, mierda...

—Ethan... ¿qué demonios?

—¡Dios! —Se arrojó sobre la cama y empezó a tirar de sus zapatos


y sus calcetines. Estaba buscando frenéticamente su sudadera con
capucha cuando Jonah se la tiró a la cara. Levantó la vista y puso una
mueca porque, bueno, mierda—. Nuestra recepcionista, Kelsey, ¿bien?

Jonah parpadeó.

—¿La embarazada?

—Sí, bueno, el padre del bebé es el ex-novio de Dex, y es un


psicópata total. Algo lo hizo enojar y vino a su casa y rompió todas sus
ventanas y esa mierda. Dex me quiere allí para limpiar, tengo que sacar
el contrachapado del garaje e ir allí mientras él se ocupa de la policía.

—¡Oh, mierda! —Los ojos de Jonah crecieron como lunas, y Ethan


no lo culpó. Esto estaba muy por encima de su nivel.

—Mira, ella vive más o menos cerca de ti. Te llevaré primero, ¿de
acuerdo? Esto va a ser feo, y va a haber policías y todo eso de los
Johnnies... no querrás tratar con policías cuando salga el porno. Una vez
me pusieron una multa de tráfico en Florida en una sesión de fotos. Son
unos completos y totales imbéciles, créeme. Vamos a sacarte de la línea
de fuego e iremos a por ella, ¿vale?

Jonah lo miró fijamente.

—Está bien.

—Aquí. —Ethan se inclinó sobre la cama y encontró la sudadera


de Jonah. La tiró y Jonah la cogió casi en automático, y entonces Ethan

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 456 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

se detuvo y trató de pensar en alguna forma en la que esto haría enojar


a Jonah—. Tú... quiero decir, no me culpas por esto, ¿verdad?

Jonah se agitó y se puso la sudadera, y luego fue a buscar sus


zapatos y calcetines.

—No —dijo después de un momento. Se enderezó y miró a Ethan


con la cabeza inclinada, casi como si fuera la primera vez que lo viera—.
De hecho —dijo pensativo— creo que esto va en la categoría de 'mi novio
es un héroe' en la lista de los buenos novios.

Ethan le entrecerró los ojos.

—Eso es una locura. Estamos ayudando a un amigo. Jesús, te


avisaré cuando saque a alguien de un edificio en llamas o algo así.

Jonah sacudió la cabeza y se vistió y ayudó a Ethan a cargar su


maletero y el interior de su coche con madera contrachapada.

—Me dijo que trajera la camioneta —murmuró Ethan— pero


supongo que se olvidó de que no cambiamos de coche hoy como habíamos
planeado.

No importaba. Ethan dejó a Jonah en su apartamento con un


rápido y duro beso y un suave toque de frente.

—Por favor, dime que podemos hacer esto de nuevo —respiró.

Jonah asintió.

—Mientras me sigas queriendo, querré hacer esto —prometió, y


Ethan sonrió.

—¡Te quiero tanto ahora mismo! Ahora entra, rápido, y sorprende


a tus padres teniendo sexo!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 457 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Jonah se quejó.

—Oh, Dios. Te odio. ¡Ve a ser un maldito héroe! —Y con eso se bajó
del coche y trotó por las escaleras.

***

Ethan llegó a la casa de Kelsey y se las arregló para esquivar a los


policías para poder entrar. Cristo, qué jodido desastre... también cogió
los guantes de trabajo del garaje de Dex, y empezó a embolsar el cristal
para ponerlo en la camioneta, pero entonces Dex recibió otro mensaje, y
nunca tuvo la oportunidad.

Dex salió de la casa de Kelsey como si su cabeza estuviera en


llamas y su pene se estuviera prendiendo, dejando a Kelsey y Ethan
mirándose en completo shock.

—Oh, mierda —murmuró Kelsey—. Espero que Kane esté bien.

Ethan asintió, con miedo repentino. No era el único que dependía


de Dex, y Dex no funcionaba tan bien sin Kane... todos lo habían visto.
Tommy y Chase iban a ser papás en la primavera gracias a la ex-novia
de Chase, y Ethan sabía con certeza que Tommy no podía hacerlo sin
Dex, y Dex no funcionaba sin Kane.

—Jesús —respiró Ethan, tratando de no entrar en pánico—. Jesús.


Vale, Kelse... somos tú y yo. Te diré algo. Vístete y haz las maletas, y yo
terminaré aquí, ¿vale? —Miró el desastre, que era más grande que
cualquiera de ellos, y sacó su teléfono—. Voy a pedir refuerzos.

Digger y Bobby aparecieron en media hora. Tommy y Chase


llegaron diez minutos después. Ethan casi había barrido todos los
cristales de los sofás para entonces, pero el apartamento estaba
congelado. Había dejado a Kelsey en su habitación con el edredón y una

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 458 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

taza de té caliente, y ella se había cambiado de su bata y camisón por


unos suéteres sueltos y había empacado una bolsa de ropa para llevarla
con ella para pasar la noche en casa de Dex. Ethan había echado un
vistazo a la casita poco amueblada, sin embargo. No parecía más
habitada que su propio y horrible apartamento, y pensó que tal vez Kelsey
y él iban a ser compañeros de habitación por un tiempo.

Pero eso estaba bien. La pequeña recepcionista era dispersa pero


amable. Un día, justo después que Allie dejara a su esposo, Kelsey le trajo
Oreos y un juguete para Felicia. Él la amaba desde entonces.

Esta noche, después que los chicos llegaron y comenzaron a


aspirar todos los muebles para sacar cualquier resto de vidrio, Ethan
volvió a ver cómo estaba y encontró que ella había envuelto sus brazos
alrededor de sus rodillas, pero apenas. Su barriga ya era lo
suficientemente grande como para hacerlo más difícil.

—¿Cómo estás, Kelse?

Ella sacudió la cabeza, mirando a lo lejos, y luego afiló su visión a


su cara.

—Quiero dormir en cualquier lugar menos aquí —confesó, y su voz


se tambaleó.

Ethan le apartó el pelo oscuro de una cara que le recordaba un


poco a la de Ryane, excepto que sus ojos marrones eran más grandes y
redondos, y su mandíbula era un poco más larga, lo que hacía que su
cara fuera más estrecha y casi bonita.

—Podemos hacer eso. Dex me autorizó a ser tu taxi, déjame


asegurarme que tu ventana esté parcheada y podemos sacarte de aquí.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 459 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Los chicos estaban avanzando en la sala de estar, y Bobby miró a


su alrededor con aprecio.

—Oye, el tipo para el que solía hacer la construcción tiene un


vidriero que puede entrar y arreglar esto —dijo, y Ethan dio un suspiro
de alivio.

—Bien... dile que llame a Dex mañana. Él está pagando la cuenta.


¿Se han ido todos los policías?

Los chicos miraron por la ventana, lo cual no podrían hacer cuando


las tablas estuvieran levantadas, y la última de las patrullas se disipó en
la noche nebulosa.

—Impresionante —dijo Ethan con alivio. Ese tipo le había hecho


pasar un mal rato hasta que Dex enloqueció con Kane, y luego demostró
ser sorprendentemente útil.

—Voy a llevar a Kelsey de vuelta a casa de Dex, está helando aquí,


y se va a poner muy nerviosa si no la cuidamos, ¿vale?

Chase fue el que le dio una palmada en la espalda.

—Sí, ve a cuidarla, nosotros terminaremos aquí. Bobby trajo su


camioneta.

Bobby se acercó a ellos, una bolsa negra de Hefty48 en sus manos


con pedacitos de vidrio. Scott había ido todo sobre el gran ventanal que
daba a la sala de estar, Jesús, qué desastre.

—Oye... Ethan, ¿qué vamos a hacer con las ventanas? —preguntó


Digger.

48 Marca de bolsas americana.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 460 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Bobby le respondió.

—Necesitamos madera contrachapada hasta que llegue el vidriero,


¿tenemos alguna?

—Traje un poco del garaje —dijo Ethan, pero miraba el agujero de


la sala y pensaba que no era suficiente.

—Vamos a necesitar más que eso —confirmó Tommy, haciendo una


mueca—. ¡Pensé que Dex y tú iban a intercambiar coches mientras él
estaba en la escuela!

Ethan se encogió de hombros.

—Sí, bueno, se olvidó. Demándalo. Quería ir a la clase de cocina.


—Todos se detuvieron y se estremecieron, y casi como si fueran
coreografiados, revisaron sus teléfonos—. Si alguien quiere seguirme a
casa esta noche, hay más en el garaje —terminó Ethan débilmente,
esperando noticias de Dex.

—Jesús —respiró Chase— realmente espero que Kane esté bien.


¿Qué dijo Dex?

Esa preocupación no desaparecía.

—Más que nada 'No, Carlos, no entres ahí'… estaba hablándole a


su teléfono.

Eso provocó una sonrisa reacia de todos, y luego Tommy se sacudió


como si lo hubieran mordido.

Sacó su teléfono y todos se acurrucaron a su alrededor, y por un


momento terrible, Ethan recordó la noche en que Chase estuvo en el
hospital y lo unidos que estaban, y lo mucho que le importaban los tipos
con los que trabajaba.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 461 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Kane está en el hospital —dijo Tommy firmemente—. Su cuñado


trató de romperle el cráneo. Dex dice que estaba consciente cuando la
ambulancia se lo llevó, pero hay que darle medicinas y puntos y pruebas
cerebrales y mierda... —Tommy respiró profundamente y soltó un sonido
como un gruñido—. Y Dex tiene que hacer que revisen a la sobrina de
Kane porque el cabrón también la golpeó.

—Maldito Jesús —Ethan respiró, y el resto de los chicos soltaron


un pequeño gemido colectivo—. Vale. Está bien. Alguno que venga a
buscar el contrachapado cuando tenga la oportunidad. Mientras tanto,
déjenme llevar a Kelsey a casa, y así podré estar ahí para Dex cuando
llegue.

Tommy y Chase le dieron una palmada en la espalda y se pusieron


en marcha. En quince minutos Kelsey estaba en el auto de Ethan,
mirando afuera a la niebla blanca mientras él los conducía
cuidadosamente a casa.

—Dios, realmente no quiero volver allí —murmuró.

Ethan dejó una mano del volante por un segundo para palmearle
la rodilla.

—Lo arreglaremos —dijo, pero no podía culparla.

—No es eso. —Ella suspiró—. Tío, no quiero un novio, no ahora,


con el bebé viniendo y arreglando mi propia mierda, pero...

—No es una familia —dijo Ethan con tristeza, coincidiendo con


ella—. Sí. Lo mejor de vivir con Dex y Kane este último mes fue sentirse
como en familia. —Suspiró, reconociendo su propio egoísmo—. La peor
cosa...

—Eres una especie de tercera rueda —ella le proveyó, y él asintió.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 462 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí. Han sido muy humanos al respecto. Yo sólo... quiero decir, no


quiero vivir solo, ¿sabes? Pero tampoco quiero vivir con un compañero de
casa aleatorio.

—Quieres vivir con la familia —dijo Kelsey con nostalgia, y se


notaba que ella también lo quería.

—Sí. Creo que mi novio también lo hará, cuando nos mudemos.


Quiero decir... —Él tragó. Era difícil pensar en Jonah en casa sin
Amelia—. Extraña mucho a su hermana.

Kelsey se cruzó de brazos y suspiró.

—Así que, novio, ¿eh? ¿Qué piensa él sobre el trabajo?

Ethan se encogió de hombros y giró a la izquierda en la calle de


Dex.

—A veces lo odia. A veces lo ignora. A veces... —Pensó en Jonah


horas antes, cuando le dijo que esos tipos lo mantenían a salvo cuando
ni siquiera lo conocía—. A veces creo que realmente entiende, por qué
necesito a los Johnnies.

Kelsey gruñó.

—Sí, pero ya sabes, Ethan... todos los tipos que hacen que
funcione, el porno es lo primero que se va. Es como... no sé. Crecer o algo
así. Dejar la escuela atrás.

—Hm. —Ethan estacionó frente al patio de Dex, así la entrada


estaba abierta para Bobby cuando viniera a buscar el contrachapado, y
luego corrió para dejar salir a Kelsey. Ella aceptó su mano fuera del
coche, y él enganchó su bolso y su bolsa de viaje para que no tuviera que
cargarlos ella misma.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 463 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Maldición —dijo con admiración—. Eres rápido desenfundando,


alguien te enseñó bien.

Ethan se encogió de hombros.

—Cuatro hermanas. Mi madre me enseñó lo básico.

La mueca de Kelsey podría haber indicado cualquier cosa, desde


Agradécele por mí hasta Sé que tu madre fue una pieza de trabajo y lo
siento. Lo que realmente dijo le sorprendió.

—Sabes, en cierto modo, es bueno saberlo —dijo en voz baja


después que la ayudara a entrar.

—¿Quieres un helado? —le preguntó, dejando sus cosas en el sofá


por el momento—. ¿Pastel? ¿Un vaso de leche?

Se rió un poco.

—La leche y el pastel suenan excepcionales. ¿No quieres saber por


qué es bueno que conozcas una cosa sobre tu madre, a la que detesto,
ya que la recuerdas porque estuve allí después que saliste de casa y
estabas destrozado?

Ethan suspiró y se puso a trabajar en la cocina con un poco de


pastel de cereza de Rick´s y un gran vaso de leche, que le preparó en la
isla en medio de la cocina.

—Claro —concedió después de un minuto. Esquivar el punto


nunca pareció funcionar de todos modos—. ¿Por qué es algo bueno?

Kelsey se acomodó en el pequeño taburete y dio un mordisco a la


tarta.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 464 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¡OmiDis… Ethan! Si nos alojamos juntos aquí, ¿puedes traerme


pastel todos los días?

—¿Por qué no? —Se encogió de hombros—. Me trajiste Oreos


cuando pasó lo del sistema de sonido en el trabajo. —Fue durante su
primera escena abajo, la de Tommy. Dios, estaba nervioso, y de repente
sus sonidos sexuales y los de Tommy se habían transmitido por todo el
complejo de oficinas de los Johnnies.

—Sí —dijo Kelsey después de un trago de leche—. Después que


arruiné lo del sistema de sonido. Pero está bien. Tomaré el pastel y me
callaré sobre eso. De todos modos, la razón por la que es bueno que tu
madre te enseñara a ser amable con las mujeres es porque ser amable
con las mujeres es algo bueno. Quiero decir, estoy muerta de miedo,
¿sabes? —No tenía que señalar su estómago hinchado para que él
supiera que estaba pensando en su bebé—. Hice una pésima elección de
relaciones y viviré con eso por el resto de mi vida. ¿Y si soy pésima en
eso? ¿Qué pasa si digo la cosa equivocada en el momento equivocado y
realmente jodo a este niño? Pero mira, tu madre... la jodió. Tío, lo que te
pasó cuando te fuiste de casa, fue una mierda muy mala. Pero aún así,
ella creó a este tipo realmente increíble. Quiero decir, si puedes crecer
decentemente con una familia como esa, tal vez esté bien si cometo
algunos pequeños errores. Creo que si soy buena con el amor aquí, puede
que no joda tanto a este chico.

Ethan la miró con un poco de asombro.

—Vaya. No sé qué es más aterrador, la idea que me creas adulto o


la idea que me creas decente.

Kelsey le guiñó un ojo.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 465 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sigue sobornándome con pastel y esa calificación podría ir de


'decente' a 'sobresaliente'.

—Sí, pero admites que lo de 'adulto' fue un error.

Dio otro mordisco al pastel.

—No admito tal cosa —dijo después de tragar y lamer una pequeña
mancha de cereza sobre su labio—. Puede que no seas totalmente adulto,
pero no creo que nadie se sienta así. Le digo a mi madre que estoy
embarazada, y lo primero que dice no es '¿Te has quedado embarazada y
no estás casada?' o '¿Tienes un bebé de una estrella del porno?', es 'No
tengo edad para ser abuela'. Soy mayor que Tommy y definitivamente
mayor que Chase. Las chicas más jóvenes que yo tienen bebés todo el
tiempo. Creo que nadie se siente preparado, ¿sabes? Es como, cuanto
más sabes de la vida, menos te emociona pensar que estás listo para ir
solo.

—Sí —dijo Ethan, reflexionando—. Es como si por eso nos


emparejamos, encontramos una pareja, incluso si no sabemos si es para
siempre y sólo esperamos.

—¿Así no tenemos que seguir solos?

—Así tenemos alguien con quien crecer.

Ella hizo una pausa, lo que fue bueno porque había alcanzado la
cerámica, y él no quería que comiera hasta la mesa.

—Así que puedo crecer con el bebé... eso podría ser divertido. Me
gustan los bebés.

— A mí también —dijo, y por primera vez en mucho tiempo, no lo


calificó de manera espeluznante—. Yo solía cuidar a mi sobrina todo el

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 466 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

tiempo, desde que tenía seis semanas de edad. Soy bastante bueno
también. Ayudaré.

Kelsey sonrió.

—Impresionante. En serio... es increíble. Te tomo la palabra, ¿vale?


Voy a necesitar esa ayuda.

La idea los animó a ambos, y él comió un bocado rápido de pastel


antes de excusarse para ir a cambiar las sábanas.

—¿Cambiar las sábanas? —preguntó Kelsey, llevando el plato y el


vaso al lavabo para lavarlos—. ¿Esa cama tuvo mucha acción?

—Lo hizo hoy —dijo Ethan con tristeza.

Ella hizo una mueca.

—Oh, Dios... ¿estabas... Quiero decir, cuando Dex te llamó,


¿estabas...?

—No. —Buscó en el pequeño armario de la ropa blanca,


encontrando un juego extra. Dex tendía a buscar sábanas blancas con
puntos o rayas o algo así, y realmente anhelaba un conjunto brillante de
algo en oro o púrpura—. Estábamos acurrucados en el sofá en ese
momento, pero esperaba que pudiera pasar la noche. —Su boca se
estrujó—. Sabes, es algo muy adulto.

Ella se rió a medias.

—Sí. Así es. ¿Estás listo para ser tan adulto?

Agarró sus sábanas y entró para hacer la cama adecuada para un


amigo platónico.

—Si voy a intentarlo, me gustaría que fuera con él.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 467 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Me parece justo —dijo, pero lo dijo en un bostezo, así que se


apresuró a preparar la cama.

Se arrastró hasta la cama mientras él apagaba todas las luces y


comprobaba la seguridad de todas las criaturas. Mientras lo hacía,
escuchó sonidos del garaje, sacó la cabeza y saludó a Bobby y a Digger,
que estaban pescando la madera contrachapada para meterla en la
camioneta de Bobby. Ellos saludaron, pero obviamente no entraron, así
que regresó al detalle de los reptiles. Se alegró que Kane les diera de
comer por la mañana, porque esa tarea apestaría ahora mismo, cuando
estaba cansado y Kelsey se asustaría. Cuando terminó, revisó su teléfono
en el cargador y encontró un mensaje de texto de Dex que decía algo
acerca de quedarse un rato con Kane, y se sintió mejor acerca del gorila
favorito de todos. Luego se arrastró junto a Kelsey y dejó que se
acurrucara contra su pecho. Ella no era Jonah, pero al igual que Ryane,
era alguien que le importaba. Él estaba condenadamente contento que el
sexo no estuviera en la mesa.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 468 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Paso 7
Todavía arreglando tu vida
en cinco fáciles meses
Había una niña dormida con el labio partido y un ojo morado en la
cabina extendida del gran camión azul brillante que conducía Ethan.

Jonah terminó de bajar las escaleras de su apartamento, se acercó


al lado del conductor y esperó a que bajara la ventanilla. Ethan se veía
como un guapo y musculoso felino vomitado, en realidad. Sus ojos
estaban rojos y tenía círculos debajo, su pelo colgaba sin fuerzas sobre
su frente, e incluso su chaqueta de cuero se veía desaliñada.

—¿Así que el bebé...? —preguntó Jonah, un poco alarmado.

Ethan sonrió cansado.

—Sí, fue la cosa más maldita. Me acosté con una mujer


embarazada y me desperté con un niño.

Jonah se rió porque Ethan se esforzó por contar un chiste, y luego


le dio un toque en la mejilla.

—Te ves como una mierda. ¿Qué demonios ha pasado?

—Esta es la sobrina de Kane —dijo Ethan en voz baja, mirando


hacia atrás para asegurarse que seguía dormida—. Supongo que su
padre empezó a golpearla a ella y a su madre anoche, y Kane intervino, y
había coches de policía y ambulancias, y ahora Kane está en el hospital
y Dex y Kane son papás.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 469 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sabes, para un montón de gays, todo esto de ser padre está


pasando mucho —dijo Jonah, sobre todo porque el resto de la historia le
horrorizó—. Jesús, pobre chica. ¿Se va a poner bien?

Ethan asintió.

—Sí. Dex hizo que la revisaran anoche. Pero esta mañana es una
especie de desastre. Por eso llamé, voy a necesitar tu ayuda.

Jonah miró a la niña y supo a dónde iba esto.

—¿Canguro?

—¿Estás dispuesto a hacerlo?

Jonah dejó caer un beso en su frente. Su novio, el héroe.

—Sí, pero muévete. Yo conduciré. ¿Quieres ir a un autoservicio en


el camino?

—Absolutamente. Yo invito.

Con un pequeño y complicado salto, Ethan saltó sobre la consola


central y se acomodó en el asiento del pasajero. Jonah se deslizó y se dio
una palmadita en la rodilla.

—Jesús, Ethan, te ves destrozado.

—Sí, bueno, Kelsey y yo caímos en la habitación de invitados, eso


no te molesta, ¿verdad? —Ethan se puso nervioso como si esto se le
hubiera ocurrido de repente.

Jonah hizo una pausa.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 470 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sabes, nunca lo hubiera pensado si no hubieras dicho algo. No.


No, aparentemente, ahora entiendo la diferencia entre el contacto
humano y una relación, y tú estás libre de culpa.

—Excelente —murmuró Ethan—. No estoy seguro que pudiera


tener esa discusión ahora mismo.

Jonah le dio una palmadita en la rodilla de nuevo y fue a un


AutoMac y empezó a hacer preguntas sobre Kane.

—Podría haber sido peor —dijo Ethan— pero va a estar en el


hospital un par de días. Dex llegó a casa alrededor de las cinco de la
mañana y durmió una o dos horas, y luego Kelsey y él entraron para
asegurarse que los Johnnies pudieran correr sin ellos por unos días.

—Espera... ¿John no dirige a los Johnnies? Eso es lo que dice la


página web de la compañía.

Ethan soltó un pequeño gemido.

—Bueno, sí. Normalmente lo hace. Pero, bueno, y no puedes decirle


esto a nadie, porque la única razón que sé es que comparto habitación
con Dex, pero John está en rehabilitación ahora mismo. Dex le dijo a
todos los demás que tuvo una muerte en la familia, pero... bueno, creo
que fue peor que eso. De todos modos, Dex está dirigiendo el lugar ahora,
y hace un buen trabajo, pero tuvo que darle a alguien las llaves, y Kelsey
va a hacer que uno de los chicos haga de recepcionista por un par de
días. Así que, de todas formas, tiene que asegurarse que la compañía se
mantenga bien, pero...

Ethan miró detrás de él a la niña, que aún estaba profundamente


dormida, y luego volvió su atención hacia Jonah.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 471 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Mira, la madre de Frances fue a pagar la fianza de su marido


anoche. Dex se la llevó, simplemente se la llevó, y le dijo: 'Si eliges a
Héctor después de haber llevado a tu hermano al hospital, no tendrás el
bebé, no tendrás apoyo, no tendrás nada'. Verás, la casa a la que vamos
es en realidad la de Kane.

—Estoy tan confundido.

Pero para cuando consiguieron comida y llegaron a la casa, Jonah


entendió... entendió mucho. Entendió que los compañeros de cuarto de
Ethan eran más que un niño bonito y un gorila. El niño bonito tenía un
negocio y aparentemente era lo suficientemente listo como para obtener
la custodia de un niño usando un teléfono móvil mientras estaba de pie
junto a la cama de su amante. El gorila tenía una casa y era el único
apoyo para su hermana y su hija y, de hecho, había ayudado a la niña
en su tratamiento para la leucemia.

Y ambos habían necesitado la ayuda de Ethan, y Ethan lo había


logrado.

—Dios, eso es complicado —murmuró mientras llegaban a la casa


de dos pisos en uno de los nuevos desarrollos de Natomas—. ¿Así que
estamos aquí básicamente para desalojar a la hermana de Kane?

Ethan asintió y de repente pareció duro y adulto.

—Sí. Necesito que te quedes en el coche con Frances... los chicos y


yo haremos el trabajo pesado.

—Por supuesto —dijo Jonah secamente. Chase y Tommy ya


estaban en el césped con un marco de cama y un colchón, y un rubio con
un corte rapado y un chico con cara de bebé que había estado en uno de
los últimos videos de Ethan estaba en el césped con una cómoda llena de
ropa.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 472 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan le besó la mejilla distraídamente y salió de la camioneta.

—¡Chicos! —llamó—. Oye... las cosas en el cuarto de la chica.


Necesito algo de esa mierda conmigo, ¿vale? Deja la cuna y el cambiador,
y todo lo demás va en la parte de atrás del camión.

Jonah encendió la radio y escuchó a One Direction pacientemente


mientras Ethan y los otros chicos de Johnnies movían las cosas. Sólo
hizo falta una canción (vale, y la mitad de Shut Up and Drive de Rihanna)
para que Jonah se diera cuenta de la importancia de lo que estaban
haciendo.

Las cosas de la mujer, la cómoda, la ropa, la cama, no se movían a


ningún lado. Las estaban colocando en el césped.

Por un momento terrible, quiso detenerlos.

Estaban desalojando a la hermana de Kane. La estaban echando


de su casa. La madre de la niña... la estaban echando de la vida de su
hija. Ethan era un buen tipo, era un héroe. ¿Cómo podían los buenos
tipos hacer esto? ¿Qué clase de imbéciles desalojaban a una mujer y la
separaban de su hija?

Todas sus ideas preconcebidas sobre los Johnnies volvieron en una


sola idea, dejándolo frío y repelido por la gente con la que estaba y por lo
que hacía, y por un momento, apenas podía respirar.

Y luego hubo un suave golpeteo en la ventana y una voz tranquila


y feliz detrás de él.

—¡To Dex!

Jonah bajó la ventana y miró a los ojos del compañero de cuarto


de Ethan.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 473 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Hizo que Ethan pareciera bien descansado y listo para sus fotos.

El pelo rubio de Dex colgaba fibroso y desordenado, y sus ojos


inyectados de sangre tenían bolsas debajo. Llevaba una sudadera vieja y
unos vaqueros con agujeros que no estaban a la moda, y parecía que se
mantenía unido con el último hilo de lo que era.

Pero aún así, se las arregló para conseguir una sonrisa para la niña
en la parte de atrás del coche.

—¿Cómo estás, conejito? —preguntó amablemente—. ¿Estás lista


para venir conmigo a la casa del tío Kane?

Frances asintió.

—¿Mamá.. estará allí?

La expresión de Dex se torció, y por un momento, sus ojos se


desbordaron.

—Conejito, no lo creo. Te queremos y no queremos que te hagan


daño.

Y Jonah miró detrás de él y vio a la chica con la cara magullada y


el labio partido y se dio cuenta, realmente se dio cuenta, que a veces lo
feo no era una elección de la persona. A veces sólo había que proteger a
los inocentes y esperar lo mejor.

—Oye, Jonah —le dijo Dex directamente, y Jonah sacudió su


atención a los amigos que necesitaban su ayuda.

—¿Sí? ¿Qué necesitas?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 474 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Aquí... voy a buscarla, ¿podrías traer su silla de bebé? Vamos a


ponerla en la parte de atrás del coche de Ethan para que pueda llevarla
a casa.

—Sí, ¿no estabas arreglando las cosas en el trabajo? —Jonah


recordó algo así.

Dex le dio una sonrisa torcida.

—Sí, bueno, resulta que Kelsey no es una jodida violeta


desfalleciente... sus palabras, por cierto... y puede mantener el fuerte por
hoy. Esperaba llevar a Frances a casa para poder dormir una siesta y
luego ir a visitar a Kane esta tarde.

—¿Cómo está él?

—To Kane está en el hospital —le dijo Frances con gravedad, y


Jonah asintió—. Se ha puesto muy enfermo aquí. —Usó sus manos para
indicar su cabeza, y Jonah tragó un poco de nuevo. Sí. Esto no era culpa
de Dex, ni tampoco de Kane. Esto fue algo de lo que tuvieron que sacar a
la niña. Dios, a veces era un imbécil criticón.

Dex sacó a la niña y dijo:

—Voy a hablar con Ethan —y Jonah luchó con el asiento del coche.
Parecía simple, pero la hebilla se enganchó en todo tipo de mierda en la
parrilla de plástico en la parte trasera del asiento, y Jonah la miró
fijamente, pensando que tenía que haber una manera más fácil. Cuando
finalmente se soltó, vio que el coche de Ethan no estaba cerrado, así que
fue a luchar con el asiento en la parte de atrás, jurando una tormenta
mientras manipulaba el asiento.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 475 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Y ahí es donde estaba cuando la mujer del todoterreno negro pasó


literalmente junto a él y se subió al césped, y luego saltó del coche y
empezó a gritar.

Jonah levantó la vista, congelado, como observador de un drama


en el que no tenía nada que ver.

Dex echó un vistazo a la mujer, e incluso Jonah pudo ver que había
llegado al límite. Ella le gritó en español, y la cara de Dex se endureció.

—Olvídalo, Fabiola, tuviste tu oportunidad. Escogiste a Héctor


antes que a tu hermano, y no la recuperarás. —Todavía tenía a Frances
en sus brazos, y el bebé empezó a llorar. Dex le dio la espalda a la madre
que gritaba y protegió a la niña con su espalda musculosa. Sentía que
todos sus recursos se gastaron en esa única frase, y todo lo que podía
hacer era refugiar a la bebé y recibir los golpes. Ni siquiera sabía cómo
huir.

No tenía que hacerlo. Ethan, Tommy y Chase se interpusieron entre


la espalda protectora de Dex y Fabiola, y Ethan habló primero.

—¡No, no, no recuperarás al bebé! —gritó. Jonah se sacudió,


porque siempre supo que la voz de Ethan era profunda, pero nunca se
había dado cuenta de lo duro que trabajaba para no dejar que su voz se
impusiera. Ese sonido resonó en las suelas de los zapatos de Jonah... Se
sorprendió que todo el vecindario no asomara la cabeza al oír al gigante
gritarle a la pequeña mujer hispana que parecía engañosamente
inocente.

—¿Quién eres? —gritó la mujer—. Ese es mi bebé, no quise decir


que se la quedara para siempre, sólo hasta que fuera a la policía a buscar
a mi marido.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 476 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¡Qué lástima! —se quebró Ethan—. Escogiste a tu marido por


encima de tu bebé, y por encima de tu hermano, y no puedes hacer eso,
Fabiola. No importa si eres la madre, si eliges el odio o el miedo y no eliges
a tu hijo, pierdes a tu hijo. ¡Mírala! ¡Mira su cara! ¿Has visto su cara? Tío,
mi madre me odiaba, pero nunca dejó que mi cara se viera así. No puedes
elegir al tipo que la lastimó... no puedes. Tienes poder, cariño, pero si no
lo usas para cuidar a tu hijo, no lo usas lo suficientemente bien. —Ethan
también estaba cansado, igual que Dex, y su voz temblaba—. No lo estás
usando bien. Si eliges lo que lastima a tu hijo en vez de lo que lo hace
sentir bien, lo estás arruinando. ¿Me oyes? ¡Lo estás jodiendo! Y tienes
que ir a otro lugar y tal vez no ser la madre de este niño hasta que puedas
arreglar eso, porque señora, he tenido a la madre con todo el odio y todo
el puto miedo, y te digo, mejor ninguna madre en absoluto que una madre
que toma esa decisión.

Jonah lo escuchó. ¿Todos los demás lo oyeron? El palpitar, la ira,


la necesidad de amor que fue tan profundo que saturó su piel... ¿lo
oyeron? Jonah se limpió la cara en el hombro de su chaqueta y abrochó
el asiento del coche como si nunca hubiera sido un problema, y luego se
acercó a su novio para estar ahí para él, tanto si era su problema como
si no.

Cuando llegó allí, Fabiola estaba llorando.

—Es mi marido —sollozó—. ¿Cómo lo dejas pasar?

—¿Prefieres dejar ir a tu hijo? —preguntó Ethan—. ¿Prefieres dejar


ir a tu hermano? Señora, esa no es nuestra mierda para arreglar. Ve a
arreglarlo tú misma, porque tenemos bebés que cuidar, y no necesitamos
esa enfermedad alrededor de ellos.

Jonah vio un movimiento y se dio cuenta que Dex se apoyaba en la


espalda de Ethan. Ethan se giró e instintivamente lo rodeó con un brazo,

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 477 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

y comenzó a caminar alrededor del desastre en el césped. Tommy, Chase


y los otros dos chicos hicieron una pared, y mientras Fabiola veía a Dex
moverse por la acera hacia el coche de Ethan, se deslizaron entre Dex y
ella, y la pequeña niña llorosa en los brazos protectores de Dex.

—¿Fabiola? —dijo Tommy, su voz era tan ruda y áspera como


siempre.

—¿Quién eres? —preguntó ella, y Tommy mostró un canino afilado


en un gruñido.

—No importa, carajo. Soy el tipo que está moviendo tu mierda al


césped, ese es quien soy. Mucho de esto es ropa. Como obviamente vas a
elegir a tu marido en vez de a tu hija porque aparentemente eres mucho
más tonta que tu hermano, quizás quieras coger tu ropa mientras estés
aquí. Hay niebla hoy, pero podría llover esta noche, y toda esta mierda se
va a estropear si no la quitas del puto césped.

Fabiola jadeó y sacó su teléfono. Con el teléfono en una mano,


empezó a recoger su ropa de la cómoda y del marco de la cama con la
otra, y le habló en español a la persona que estaba al otro lado de la línea.
Mientras hacía esto, Dex alejó a su hija.

Jonah se apartó con cuidado de su camino, y cuando Ethan se


acercó por detrás de él, le gritó a su jefe:

—Oye, Tommy, ¿qué tenemos que conseguir? ¡Una pequeña


instrucción aquí!

Tommy lo miró y asintió con gratitud.

—Vayan con Ethan y consigan las cosas de los niños, necesitan


mucha mierda, y creo que Dex sólo se llevó un poco a casa anoche.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 478 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¿Cómo sabes que necesitan mucha mierda? —preguntó Chase,


pero sonaba como si estuviera bromeando.

—¿Crees que no he estado leyendo? Jesús, puede que esté muy


emocionado con esto de ser padre, pero no soy estúpido.

—Te enrollaste conmigo, ¿verdad? —preguntó Chase, pero al pasar


junto a Jonah, le guiñó un ojo, y Jonah pensó en las cosas maravillosas
que su sonrisa le hacía a sus delgados rasgos. Había visto el porno de
Chase, lo había visto, de hecho, con Ethan, y su cuerpo estaba
construido, y tenía la misma sonrisa engreída, de no dar una mierda, que
Ethan había usado la primera vez que Jonah lo vio. Era casi como ver a
una nueva persona ahora, pero ésta era real e imperfecta y feliz.

La casa era realmente impresionante. Ethan chocó su hombro y lo


llevó a través de una habitación delantera con un gran techo abovedado
a la habitación de un niño en la planta baja. Todas las puertas estaban
abiertas, y Jonah podía ver un gran dormitorio más allá del cuarto de los
niños, y lo que parecía ser un baño contiguo a ese.

—¿También hay una suite en el piso de arriba? —preguntó Jonah,


impresionado.

Ethan asintió.

—Sí. Es una locura. Recuerdo cuando Kane compró este lugar,


estaba muy emocionado porque tenía dinero por hacer escenas, y le
ayudamos a mudarse, y tenía... bueno, no mucho. Era como él y los
animales de la planta baja. De todos modos, dejó que Fabiola se mudara
en octubre, y ella le dijo que no podía vivir aquí por lo gay, y...

—Espera un momento... ¿su hermana lo echó de su propia casa?


—Jonah sacudió la cabeza—. Tío... ¿no conocen a gente agradable?

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 479 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

Ethan pensó en ello.

—Nos conocemos. Te conocemos a ti. De todas formas. —Ethan


miró a su alrededor—. Mira, Kelsey y yo estuvimos hablando de ello esta
mañana. Pensamos que ella tendrá su parto en junio, y la ex-novia de
Chase en mayo, y Kane y Dex tienen a Frances ahora, y van a necesitar
cuidado de niños. Y, ya sabes. Quiero decir, sé que probablemente te da
escalofríos, quiero decir, sabes lo que hago para vivir, pero te juro que no
soy así, y... —Ethan observó el cuarto de la niña con la cuna y el
cambiador con nostalgia.

Jonah pensó que tal vez Frances había crecido, pero si iba a haber
más niños, entonces sería necesario.

—Soy muy bueno con los niños —dijo Ethan, con una voz débil—.
No importa. Pensaremos en alguien más. Mantendremos esto así para
que Kelsey tenga...

Jonah se volvió hacia él y le besó la mejilla.

—Deberías haberte visto —dijo en voz baja—. Defendiendo a Dex y


a ese bebé. Tenías razón. Si vas a ser padre, tienes que elegir a ese chico.
Por encima del marido o del resto de la familia si son abusivos. Sobre los
miedos de la madre —dijo Jonah, con la voz baja—. Sobre sus prejuicios.
Puedes hacerlo, Ethan. Puedes proteger a estos niños. Sabes cómo era
cuando nadie te protegía. Puedes asegurarte que los hijos de tus amigos
estén bien. Creo que eso es algo realmente bueno.

Ethan le sonrió tímidamente.

—¿Crees que eso es algo bueno?

Jonah se puso de puntillas y le besó la mejilla.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 480 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Creo que tal vez sea lo mejor. Creo que es lo que se suponía que
tenías que hacer. Sé que no pudimos inscribirnos en la escuela este
semestre, pero creo que tal vez deberías solicitar clases de desarrollo y
psicología infantil, y tal vez eso es lo que deberías hacer. Creo que este
lugar... Es un muy buen comienzo.

Ethan le sonrió tímidamente, y el corazón de Jonah de repente


estaba tan apretado en su pecho que no podía respirar. Esa tímida
sonrisa, en los ojos de un hombre que había estado desnudo para miles
de personas... Dios. Esa sonrisa era sólo para él. Nadie más veía esa
sonrisa en los ojos de Evan Costa.

—Pasará un tiempo antes que lleguen todos los bebés —dijo Ethan
en voz baja—. Y estoy en la agenda para unos dos meses más.

Jonah asintió.

—Te escucho —dijo en voz baja, pensando que si pudiera ver un


final, podría vivir con cualquier cosa sólo para ser el único al que Ethan
le sonriera en la cama, alguna vez.

—Quiero decir, tal vez me quede más tiempo, probar las aguas, ya
sabes...

Jonah podía oír la vibración de la voz de Ethan, la súplica de


comprensión.

—Puedo esperarte —dijo con un suave beso—. Puedo esperarte.

—Siempre... siempre querré aferrarme a ellos —estalló Ethan—.


Quiero decir...

Y Jonah realmente entendió eso.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 481 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Siempre. Siempre querrán tocarte, lo entiendo. Pero está bien.


Cuando estés listo para que me mude, me lo haces saber. Mis padres me
necesitan por un poco más de tiempo. Pero tan pronto como me necesites,
Evan, seré tu único hombre.

Evan sonrió y asintió, sus ojos brillantes. Jonah pensó que esto era
probablemente toda la emoción que cualquiera de ellos necesitaba en este
día.

—¿Qué tal si ahora mismo, movemos esta mierda al camión?

Ethan sonrió, y el ambiente entre ellos se rompió, lo cual fue un


alivio.

—Eso —dijo seriamente— es algo que puedo hacer.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 482 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

El paso final para una vida


en progreso
El cuerpo de Jonah era muy sensible. Se sentó encima de Ethan,
su nueva posición favorita, su esfínter caliente y apretado alrededor de la
polla de Ethan, su cuerpo ondulando mientras lo trabajaba dentro y fuera
y arriba y abajo y profundo y superficial en un sutil, lento y enloquecedor
ritmo que tenía a Ethan a una gota de sudor de perder la cabeza,
agarrando las caderas de Jonah y golpeando un infierno amoroso fuera
de él.

Pero no podía, porque Jonah había atado sus manos a su nueva


cabecera de bronce con un calcetín limpio. Incluso si podía partir a ese
cabrón por la mitad con la necesidad de golpear a Jonah hasta que
gritara, Jonah se divertía tanto burlándose que no tenía corazón para
hacerlo.

—Ahhhh... —siseó Jonah, deslizándose hacia abajo, abajo, abajo,


extendiendo sus recién depiladas mejillas del culo y acercándose aún
más a la base de la polla de Ethan. Cuando hizo eso y luego inclinó su
pelvis de tal manera...— ¡Si! —gritó Jonah—. ¡Dios, sí! ¡Agárrame, Ev, por
favor!

—¡Uhm, atado aquí! —Ethan medio rió, y luego arqueó sus caderas,
flexionando su estómago hasta donde podía llegar, levantó su cuello de
la almohada, sacó su lengua, y se encontró con los ojos de Jonah
desafiante.

Jonah gimió y se movió, se movió, se movió, hasta que la gigantesca


corona de Ethan estaba justo ahí en la entrada y la polla de Jonah

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 483 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

estaba... Ethan golpeó el extremo de su lengua en la rendija y probó la


amarga sal de su goteante placer.

—¡Oh, Dios! —se quejó Jonah, empujando hacia atrás para montar
a Ethan duro y perdiendo la lengua de Ethan en su polla.

—¿Quieres que te acaricie? —Ethan se burló—. Entonces


desátame.

—¡Uh! —Jonah echó la cabeza hacia atrás. Un rayo de sol


primaveral le dio en toda la cara, volviendo su pelo dorado y mostrando
las tenues pecas de sus mejillas. Dios, era precioso.

Ethan le dio un tirón al calcetín y flexionó sus caderas para


deslizarse del culo de Jonah.

—¿Qué? No te oigo.

—¿Puedes lamerme de nuevo? —suplicó Jonah, patinando en la


cama, arqueando su cuerpo, y sosteniendo una mano para mantener a
Ethan alojado en su agujero.

Ethan volvió a hacer lo mismo, esta vez inclinando su espalda lo


suficiente para poder abrir la boca y tomar la punta de la corona de Jonah
por dentro y lamer la cabeza hasta que Jonah soltó un poco más y gimió,
deslizándose de nuevo sobre la polla de Ethan.

—Voy a acabar con eso solo —dijo Jonah jadeando—. ¡Dios, qué
caliente!

— Vamos, vente —exclamó Ethan, con la voz baja y las caderas


flexionadas—. Vente. Me tiras semen por todo el estómago, el pecho y la
cara, y seguiré follándote. Partiré este puto calcetín por la mitad, te daré
la vuelta y te clavaré al puto...

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 484 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¡Augh! —gimió Jonah, arrojando su cuerpo de nuevo sobre la


polla de Ethan y haciendo exactamente lo que le ordenó. Salpicó a través
de los abdominales de Ethan y su pecho e incluso le dio en la barbilla, y
Ethan gruñó y se arrancó las manos del maldito calcetín.

Luego agarró las caderas de Jonah y los volteó en la cama,


cumpliendo su amenaza mientras se follaba a Jonah con fuerza. Jonah
imploró, suplicó, vocal y desvergonzado y alegre y Dios, todo lo que un
hombre debe ser cuando está en la cama con alguien a quien ama.

Ethan gruñó y empujó una vez más y colapsó sobre Jonah,


vertiéndose en su cuerpo una y otra vez y otra vez. El culo de Jonah se
apretó en un espasmo más y Ethan llegó al clímax, se encorvó y, cuando
Jonah gimió en su oreja, se lanzó y rugió de nuevo.

Su venida goteó entre las mejillas del culo de Jonah, su polla se


deslizó en su propia venida, y aún así, sus ojos volvieron a girar en su
cabeza y Jonah se aferró a su pecho y le susurró cosas dulces y privadas
hasta que terminó.

Finalmente, pudo rodar a su lado y salir de Jonah, y Jonah se giró


para mirarlo, alcanzando el paño que estaba debajo de la almohada para
poder limpiar el pecho de Ethan.

—Dios —dijo en voz baja, como siempre hacía cuando


terminaban—. ¿Estás seguro que quieres que me mude? ¡Podríamos
matarnos el uno al otro, fácilmente!

—Será mejor que te mudes —amenazó Ethan—. Voy a ser como el


Mr. Nanny49 aquí, voy a necesitar a alguien que me diga que he
sobrevivido por las tardes.

49Un hombre separado y adicto al trabajo (Austin Pendleton), contrata a una niñera un
tanto especial, un campeón de lucha libre llamado Sean (Hulk Hogan), para que cuide

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 485 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Kelsey lo hará —dijo Jonah, frotando las narices con él.

Ethan sonrió. Jonah y Kelsey se llevaban muy bien. Tal vez porque
Kelsey, tan dispersa como era, tenía un buen corazón. Tal vez era porque
Jonah y Ethan estaban acostumbrados a cuidar de mujeres fuertes. Tal
vez era porque Jonah, como Ethan, sabía cómo eran las hermanas, y
entendía cómo hacer que esa dinámica funcionara cuando todas las
probabilidades decían que no debía. Sea cual sea la razón, Kelsey y Jonah
aprendieron a ver las mismas películas (gracias a Dios que le gustaba la
ciencia ficción) y a hablar de televisión e incluso a leer algún que otro
libro de ciencia ficción, todo ello para que su proximidad fuera más fácil
de tratar.

Ethan estaba a un pelo de ser feliz.

En febrero había recibido una larga carta de Belladonna,


poniéndolo al día con las noticias. Se había disculpado por el silencio de
la radio, pidiéndole perdón.

Lo siento, hermanito. Sé que probablemente pensaste que te


odiábamos, pero estábamos tan ocupados lamiendo nuestras propias
heridas, aprendiendo a no odiarnos a nosotros mismos o a los demás, que
parecía que eras un recordatorio de lo mucho que habíamos fallado en todo.
Incluso en la vida. Ya lo hemos superado y lo sentimos. Sentimos
especialmente haberte dejado solo para resolver toda esa mierda que
resolvimos juntos.

Por supuesto que los perdonó. Ni siquiera podía culparlos, porque


Dios, ¿no había estado tan jodido? ¿No había sido la prueba de que
alguna mierda no se curaba de una sola vez con una jodida a tu madre
cuando te ibas? Había sido difícil para todos. Daniela probablemente

de sus hijos, dos pequeños revoltosos: Alex Jr. (Robert Hy Gorman) y Kate (Madeline
Zima), mientras él se va en un viaje de negocios.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 486 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

había estado a otro día, o semana, o mes de no salir con vida. Tuvieron
que perdonarse mutuamente, porque habían sido hermanos de armas. A
veces los hermanos (y hermanas) se rompían ante el enemigo. Si no
podías perdonar eso, te convertías en algo peor que la cosa contra la que
luchabas.

Así que eso era algo. Demonios, eso era mucho, como lo era la carta
de su padre, pidiéndoles que fueran a visitarlo alguna vez.

Él tenía familia. No estaba solo. Y la familia que había formado,


bueno, era incluso mejor que la familia que se había mantenido unida de
alguna manera por la voluntad y la desesperación.

Kelsey se estaba haciendo más grande y más intratable a cada


minuto, y Ethan y Jonah estaban disfrutando mucho ayudándola a
prepararse para el bebé. Tommy y Chase habían comprado Toys 'R' Us
en un esfuerzo por prepararse para su bebé. Tommy había terminado
llevando a la ex-novia de Chase a clases de Lamaze. Jonah dijo que quería
ser una mosca en la pared cuando eso ocurriera, pero Ethan se estaba
acostumbrando al hecho de que había algunas cosas en esta vida de las
que no querías testigos. Esperaba las historias de Tommy, muchas
gracias.

Ethan vigilaba a Frances cuatro días a la semana mientras Dex y


Kane iban a la escuela y Dex dirigía a los Johnnies. Sentía que era su
práctica para cuando todos los bebés llegaran allí... y Dios, había sido
genial.

Le recordó a su sobrina, Felicia, y lo feliz que estaba de ser


abrazada, y cómo había insistido tanto en que estaba lista para jugar.
Frances hacía lo mismo. Se acurrucaba en el regazo del tío Ethan durante
unos minutos cada hora. Y luego se bajaba y salía para ir a colorear, o

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 487 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

para jugar afuera en la estructura de juego que le había comprado, o para


hornear galletas en su horno de juego como sus To Dex y Kane.

Era testaruda, obstinada e independiente como su tío, y Ethan


amaba cada minuto que pasaba con ella. Jonah le dijo una vez que no es
de extrañar que le gustara estar en casa de Ethan durante el día... ella
dirigía el lugar.

Ethan respondió: Sí, está bien. Ella sabe sobre el poder, y sabe que
lo obtiene. Todos los niños deberían saberlo. Es importante.

Los ojos de Jonah se volvieron muy suaves cuando dijo eso. Ethan
no sabía por qué, pero le gustaba cuando Jonah lo miraba así. Se sentía
como lo que Jonah siempre decía, como si fuera una especie de héroe.

Pero hoy era domingo. Dex, Kane y Frances estaban en su propia


casa, aunque Dex tenía algún tipo de anuncio sobre cómo salvar los
trabajos de Jonah y Tommy. Su sucursal PetSmart amenazaba con
cerrar, y Jonah y Tommy habían estado estresados por semanas. Ethan
no estaba seguro de si el anuncio de Dex era hoy o algún otro día, pero
confiaba en Dex. Odiaría ser ese tipo al que todos se aferraban, sin
embargo, le hacía inmensamente feliz que Dex estuviera dispuesto a
hacer el trabajo.

Kelsey estaba arriba con un libro y un baño de burbujas y un nuevo


DVD romántico en el televisor de su habitación, aprovechando su tiempo
sin bebé para mimarse. Ethan esperaba que hubiera incluido un par de
tapones para los oídos en su día de ocio, porque Jonah hacía casi tanto
ruido en privado como Ethan en la pantalla.

Eso le recordó.

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Amy Lane Ethan en Dorado

—Entonces —dijo en el perezoso silencio mientras Jonah limpiaba


sus partes privadas con suaves golpes del paño húmedo— tuve un
pensamiento.

—¿Mientras te limpio la polla? ¡Ni siquiera tengo un pensamiento


cuando estoy tocando esa cosa!

Ethan se rió, y si no hubiera disparado su energía se habría


sonrojado.

—No. Me refiero a lo de que te mudes. Eso es algo muy adulto,


¿sabes? ¿Como ir a la escuela y tener un trabajo de verdad y alquilar una
casa y esa mierda?

Jonah lo miró, su ceja y su nariz juntas por un pequeño punto,


como si tratara de averiguar a dónde iba Ethan con esto.

—Sí, claro.

—Así que, estamos siendo adultos, o creciendo juntos, ¿verdad?

—Sí, claro.

—Así que tal vez, siendo adultos y todo eso, tal vez es hora de que
deje mi manta de seguridad.

Jonah parpadeó lentamente y sonrió de la misma manera.

—¿Lo dices en serio?

Ethan había rodado tres escenas entre ese día lluvioso de enero y
este brillante finales de abril. La última había sido hace seis semanas, y
le había pedido a Dex que retrasara la programación. Dex no había
pestañeado, pero le había dado a Ethan un rápido abrazo y le había dicho
que esperaría todo lo que quisiera.

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 489 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—Sí —dijo Ethan, sin pensar en la última escena, ni siquiera


recordando con quién la hizo—. Dex dijo que si necesitaba dinero, podía
entrar y sostener la luz o ayudar con la cámara o la edición o algo así.
Pero con lo que me paga por cuidar a Frances y el descanso que me da
por el alquiler y, ya sabes, con tu ayuda al mudarte...

Jonah lo besó fuerte y agradecido, y Ethan lo abrazó, pensando que


el abrazo de Jonah, piel a piel, tan a menudo como fuera posible, sería el
único abrazo que necesitarían.

Bueno, también los abrazos de sus amigos, que tampoco podían


parar.

Estaban en medio de ese abrazo cuando el teléfono de Ethan sonó,


y él lo habría ignorado por completo, porque era domingo, pero escuchó
el grito de alegría de Kelsey desde el dormitorio de arriba.

A su chillido le siguió el sonido de los pies, y de repente llamó a su


puerta.

—¡Ethan, maldita sea, comprueba tu teléfono! ¡Revisa tu teléfono!


¡Vamos, hombre, ponte la ropa y comprueba tu teléfono!

Ethan ya se había levantado y se había puesto un par de


calzoncillos y unos pantalones cortos para dormir. Le tiró a Jonah sus
propios pantalones y alcanzó su teléfono.

—¿Qué pasa? ¿Pasa algo malo? ¡Oh, Dios mío, Kelsey, qué es todo
ese maldito ruido!

Abrió la puerta y Kelsey saltó en su bata de baño, lo cual era muy


difícil para alguien de su tamaño.

—¡Oh, Dios mío, Ethan! ¡Es un niño!

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 490 ~


Amy Lane Ethan en Dorado

—¡Oye, Ethan! —dijo Jonah detrás de él—. Dex envió un mensaje


de texto. Tiene razón. Mercy tuvo el bebé. Es un niño. Es de ellos. ¡Tus
amigos pueden ser los papás!

Ethan gritó y recogió a Kelsey en un fuerte abrazo y luego la bajó


con delicadeza. Luego se volvió hacia Jonah y gritó y lo recogió también,
sólo porque podía.

—¡Oh, Dios mío! ¡Increíble! —dijo con cierto alivio.

—¡Sí, absolutamente! ¡Deberíamos ir al hospital, llevarles su regalo


y esa mierda! —Kelsey y Ethan habían elegido su regalo para el bebé la
semana anterior.

Ethan gritó de nuevo y bajó a Jonah, besándolo en la parte superior


de su cabeza mientras lo hacía.

—Sí. Pero vamos a conseguirles el desayuno primero. Y... —miró a


Jonah con timidez— …ya sabes. Dúchate.

Jonah le devolvió la sonrisa, y Kelsey abrazó a Ethan otra vez antes


de subir las escaleras. Ethan no podía dejar de sonreír, y se acercó a
Jonah para darle un largo, sensual y prometedor beso antes de dejarlo.

—¿Tenemos que irnos ahora? —jadeó Jonah, pareciendo un poco


aturdido y tan sexualmente rapaz como Ethan había sido acusado de ser.

—¡Sí! —Ethan se rió—. Siempre es un buen día para la familia.

Fin

Serie Tejiendo amor o Johnnies 3 ~ 491 ~


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Serie Johnnies
0.5 – Super Calcetín Man

El flechazo de Donnie hacia Alejandro, el


compañero de casa de su hermana, está
yendo más allá que un simple sueño
infantil, ¡y está volviendo loco a Donnie! Así
que cuando tiene la oportunidad de
quedarse a vigilar la casa de su hermana y
Yandro, Donnie no se siente solo. ¡Tiene
todas sus vívidas fantasías para hacerle
compañía! ¿Es posible que un golpe de
suerte (con algo de ayuda de un mágico
regalo hecho a mano) consiga que las
fantasías de Donnie se hagan realidad?

1 – Chase en las sombras

Chase Summers. La suerte le sonríe. Tiene una hermosa novia, buenos


amigos y un futuro prometedor.
Nadie conoce al verdadero Chase.
Chase Summers tiene una hoja de afeitar apoyada en la muñeca y el olor
del adiós de su amante aún en su piel. Hay
una puerta en su corazón que se abre a algo
tan aterrador que prefiere morir a abrirla, y
las mentiras que ha utilizado para
mantenerla cerrada están debilitándose
con cada caricia prohibida. Ha pasado toda
su vida intentando aclararse, y su decisión
de liberar su sexualidad en secreto sólo ha
servido para que su mente se destruya más
deprisa…
Chase tiene una oportunidad de conseguir
el amor verdadero y la salvación. Aunque
haya conocido a Tommy Halloran en el
mundo del porno gay, donde el número de
amantes no importa mientras que la toma
de la eyaculación sea buena, si quiere la
curación que el amor de Tommy le brinda,
necesitará tener el valor de pasar de las
sombras a la luz del sol. Eso puede ser
pedir demasiado a un hombre que se ha pasado la vida escondiendo su

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Amy Lane Ethan en Dorado

verdadero yo. Chase sabe muy bien que las únicas cosas que prosperan
en la oscuridad del corazón son los implacables demonios personales a
los que tanto les gusta vernos sangrar.

2 – La tristeza de Dex

Hace diez años David Worral tenía planes


para ir a la universidad y el potencial de un
bello futuro por delante. Pero después de un
trágico accidente, huye a California y se
reinventa como Dex, un artista adulto de
Johnnies. La vida de Dex se ha convertido
en un lío tremendo, pero las personas con
las que trabaja solo ven en él al hombre que
les hace creer que incluso las estrellas del
porno pueden tener vidas normales.
Cuando echan de casa a Kane, uno de sus
compañeros de trabajo, lo menos que puede
hacer es ofrecerle un sitio donde quedarse.
Puede que Kane sea un psicópata
hiperactivo y excesivamente musculoso, pero también es un buen tipo.
¿Qué puede tener de malo?
Pero nada es sencillo: ni el sexo, ni el amor, ni siquiera el gran corazón
que se instala en su habitación de invitados. Cuando empiezan a hablar
de pasados rotos y amigos destrozados, Dex se pregunta si la naturaleza
sincera de Kane puede hacer desaparecer la
tristeza que frenó su prometedor futuro.
Con Kane a su lado, quizás Dex vuelva a ser
el muchacho que una vez fue. Y si lo
consigue, podrá darle a Kane el hogar y la
familia que se merece.

2.5 – Extras de La tristeza


de Dex

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Amy Lane Ethan en Dorado

3 – Ethan en Dorado

Ethan Costa aprendió desde muy joven que


no existe el amor incondicional y que es
mejor conformarse con lo que se puede
obtener en lugar de esperar que el mundo
te dé lo que necesitas. Como modelo
pornográfico de Johnnies, Ethan obtiene
exactamente lo que quiere: camaradería y
contacto físico a cambio, y está
perfectamente satisfecho con eso. Está
seguro de ello.
Jonah Stevens ha pasado la mayor parte de
su vida adulta ayudando a cuidar a su
hermana y tratando de evitar que su
atribulada familia se deshilache en los
bordes. Ha tenido muy poco tiempo para
trabajar en su confianza o en su cuerpo. Cuando conoce a Ethan, no ve
al chico dañado o a la desvergonzada zorra estrella del porno. Ve a un
hombre divertido, sexy y seguro de sí mismo que, contra todo pronóstico,
parece gustar de él pese a su vida ordinaria, pero difícil.
Sintiendo un espíritu afín y un interés común, Ethan piensa que una
amistad platónica con Jonah no violará sus reglas de juego limpio en
cuanto al sexo y el tacto, pero Jonah tiene ideas diferentes. Ethan está
bastante seguro que su elección de trabajo le ha quitado toda esperanza
de una relación real, pero Jonah quiere todo el paquete: el hombre sexy,
el chico vulnerable, el compañero encantador que trabaja tan duro para
hacer felices a otras personas. Jonah quiere probar que debajo del daño
que Ethan ha vivido toda su vida, sigue siendo todo brillante con la
promesa y la capacidad de amar.

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Amy Lane Ethan en Dorado

Acerca de la autora
Amy Lane es madre de cuatro niños y escribe ocasionalmente un
libro. Cuando no está suplicando a sus estudiantes que se sienten de una
maldita vez o llevando a sus hijos al fútbol/clases de baile/karate, ¡oh
cielos!, puede ser localizada tomando siestas de emergencia, yendo de
compras o escondiéndose en el baño, tratando de leer sin ser
interrumpida. Jamás la encontrarás cocinando, limpiando o haciendo
tareas domésticas, pero se ha sabido que puede tejer un
gorro/manta/calcetines, debido a una emergencia o sin ningún motivo.
Escribe en la ducha, cuando se traslada de un lado a otro, mientras sus
estudiantes hacen ejercicios o mientras camina por el vecindario por la
noche, pretendiendo ejercitarse. Ha aprendido por necesidad a escribir
como el viento. Vive en una casa a punto de desmoronarse, infestada de
arañas, en un suburbio de mala calidad y depende de su amada pareja,
Mack, para mantenerla atada a la realidad… además de cargar la batería
de su móvil, cosa que es un plus. Lleva casada más de veinte años y aún
cree en el “amod vedadedo”, con un AMOD y un VEDADEDO en
mayúsculas y no le ve sentido a cambiarlo.

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