Mediastino Monografia

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MEDIASTINO

ALUMNA:
 HUARANGA JIMENEZ YELI
DEDICATORIA

Dedico este trabajo a mis docentes de anatomia por ser nuestros guías en el
camino que estamos emprendiendo también a nuestros padres que nos brindan su
apoyo incondicional para poder ser profesionales exitosos
INDICE

I. INTRODUCCIÓN

II. DEFINICIÓN

III. ANATOMÍA DEL MEDIASTINO (LOCALIZACIÓN, LÍMITES)

IV. EPIDEMIOLOGÍA

V. ETIOLOGÍA

VI. FISIOPATOLOGÍA

VII. CLASIFICACIÓN DE TUMORES DEL MEDIASTINO

VIII. SINTOMATOLOGÍA

IX. EVALUACIÓN CLÍNICA

X. DIAGNÓSTICO

XI. TRATAMIENTO

XII. CONCLUSIÓN

XIII. BIBLIOGRAFÍA
I. INTRODUCCIÓN

El mediastino, ubicado en la región central del tórax, es el espacio limitado por


delante por el esternón, lateralmente por las dos pleuras mediastínicas y por el
cuerpo de las vértebras dorsales por detrás; salvo los pulmones, contiene a todos
los órganos torácicos. Se halla comunicado ampliamente con el cuello y el hueco
supraclavicular a través de la abertura superior del tórax y está cerrado por debajo
por el diafragma, que lo separa del abdomen. La predilección que tienen los
distintos tipos de tumores por asentar en regiones específicas del mediastino
justifica su división en compartimentos. Si bien esta división es arbitraria, porque
no tiene estrictos fundamentos embriológicos o anatómicos, tiene gran valor
clínico quirúrgico.
Los tumores constituyen uno de los factores patológicos más frecuentes del
mediastino. Dentro del término tumores del mediastino se agrupan una serie de
lesiones, quísticas y tumorales, que se originan en diferentes tejidos y órganos
mediastinales o extramediastinales (es el caso de las metástasis). La única
relación que tienen entre ellas es que comparten una misma región anatómica.
Cada grupo tumoral tiene predilección para ubicarse en una zona específica del
mediastino. De allí surge la importancia de dividir el mediastino en
compartimentos.
Los tumores mediastínicos más frecuentes son los timomas, los linfomas, los
bocios intratorácicos, los neurofibromas y los teratomas. Estas causas
comprenden el 75% de los tumores del mediastino.
Las manifestaciones clínicas de los tumores se deben especialmente a la
compresión que ejercen durante su crecimiento sobre los órganos y formaciones
contenidas en el mediastino. Dichas manifestaciones, por una parte, son el
resultado del trastorno mecánico que determina el tumor sobre el órgano u
órganos vecinos y, por otra, resultan de la necrosis, infección, hemorragia,
invasión o ruptura a nivel del mismo órgano comprometido por la compresión.
Aproximadamente un tercio de los tumores del mediastino son asintomáticos. Si
bien la presencia de síntomas no es sinónimo de tumor maligno, está comprobado
que las lesiones malignas son más frecuentemente sintomáticas.
El estudio radiológico convencional (radiografía posteroanterior y lateral del tórax),
la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM), que tiene la
doble ventaja de no emplear radiación ni requerir contraste, suelen ser suficientes
para localizar el tumor en algunos de los compartimentos mediastínicos y estudiar
su relación con órganos colindantes. En ocasiones deben emplearse otros medios
diagnósticos, que variarán según la localización tumoral y la sospecha diagnóstica
(broncoscopía, mediastinoscopía, mediastinostomía, punción percutánea, etc.). La
utilización de la TAC como guía de la punción percutánea, unido al uso de
técnicas inmunohistoquímicas, estableció un método simple y preciso de
diagnóstico histopatológico. La ayuda que pueden aportar los análisis habituales
de laboratorio (sangre, líquido pleural, esputo, etc.) permitirá en ocasiones la
orientación del caso.
El tratamiento es fundamentalmente quirúrgico y consiste en intentar la extirpación
completa del tumor y de eventuales adenopatías satélites. En los últimos años la
incorporación de la videotoracoscopía ha modificado la vía de acceso en muchos
tumores mediastinales, sobre todo los benignos y quísticos. En los malignos debe
procederse a un estudio de extensión y valorar la indicación quirúrgica, que a
menudo debe ir seguida de otras medidas terapéuticas (radio y quimioterapia). En
el caso de las metástasis ganglionares en el mediastino de tumores malignos
originados fuera de él (por ejemplo en el cáncer de pulmón), la terapéutica nunca
podrá ser quirúrgica y dependerá del tratamiento de la lesión primaria, que casi
siempre consistirá en poliquimioterapia y radioterapia. Las edades extremas y
otras enfermedades fatales paralelas al proceso tumoral podrían también constituir
una contraindicación para la cirugía.

II. DEFINICIÓN

Es un tumor que se forma en la


cavidad que separa los pulmones y
que contiene el corazón, los grandes
vasos, la tráquea, el timo y los tejidos
conectivos. El mediastino es la parte
del tórax entre el esternón y la
columna vertebral que contiene el
esófago, la tráquea, el corazón y
otras estructuras importantes. El
mediastino se divide en tres
secciones:

 Anterior (frente)
 Media
 Posterior (atrás)
La ubicación de este tipo de tumores dentro del mediastino varía de acuerdo con
la edad del paciente. En los niños, dichos tumores son más comunes en el
mediastino posterior y son con frecuencia de origen neurogénico y usualmente
benignos. Por el contrario, la mayoría de estos tumores en los adultos se
desarrollan en el mediastino anterior y son usualmente linfomas o timomas
malignos (cancerosos) que se presentan más comúnmente en personas entre los
30 y los 50 años de edad.

III. ANATOMÍA

Es el espacio extra pleural que existe entre ambos pulmones. Sus límites son el
istmo cervical por arriba, el diafragma por abajo, la columna y arcos costales por
atrás y el esternón por delante. Engloba por tanto normalmente:

• Corazón y grandes vasos

• Hilios pulmonares

• Timo

• Tráquea

• Esófago

DIVISION ANATOMICA DEL MEDIASTINO

El mediastino anterior: la región posterior al esternón y anterior al corazón y a los


vasos braquiocefálicos. Se extiende desde el ingreso al mediastino al diafragma y
contiene el timo, grasa y ganglios linfáticos

El mediastino medio: el espacio que contiene el corazón y pericardio e incluye


aorta ascendente y transversal, la vena cava, las arterias y venas pulmonares
principales, tráquea, bronquios y linfo nódulos.

El compartimento mediastinal posterior es bordeado anteriormente por el corazón


y la tráquea y se extiende posteriormente hasta el margen torácico vertebral
incluyendo las goteras paravertebrales. Contiene la aorta descendente, el esófago,
vena ácigos, ganglios autonómicos y nervios, el conducto torácico, ganglios y
grasa.

IV. EPIDEMIOLOGÍA

Se realizaron 844 procedimientos de cirugía torácica, de los cuales a 65 (7.7%)


pacientes se les diagnosticó masa mediastino. El 60% (39) correspondieron al
sexo masculino y 40% (26) al sexo femenino. La edad tuvo una distribución
bimodal, encontrando mayoría de casos en las décadas de 21 a 30 años (20%) y
de 51 a 60 (26%).

En relación con la presentación clínica, el síntoma predominante fue tos, como


motivo de consulta único o acompañado de dolor y/o disnea, y un alto porcentaje
fue hallazgo incidental en estudios por sintomatología pulmonar.

El mediastino anterior fue el compartimento más afectado con 41 casos (63%), el


mediastino medio con 10 (15%) y el mediastino posterior con 14 (22%). Entre las
patologías más frecuentes encontramos: tumores de células germinales con 10
casos (15.38%) predominando los teratomas, linfomas en 9 (13.84%),
Schwannoma en 8 (12.30%), tumores del timo en 7 (10.76%) y carcinoma
neuroendocrino en 3 (4.61%). Las modalidades terapéuticas efectuadas implicaron
principalmente: toracotomía exploratoria posterolateral con resección de las masas
en 33 pacientes (50.76%), mediastinostomía en 10 (15.38%), videotoracoscopia
(VATS) en 7 (10.76%) y biopsia ganglionar en 5 (7.69%). Al analizar los resultados
de acuerdo con la división anatómica por compartimentos encontramos el
mediastino anterior con 41 pacientes; los diagnósticos más frecuentes fueron:
linfoma en 8 (19.51%), teratoma 7 (17.03%) y timoma 6 (14.63%). Los
procedimientos realizados fueron: toracotomía exploratoria en 14 pacientes
(34.14%), seguida de mediastinostomía en 10 (24.39%) y la VATS en 6 (14.63%).
De los 10 pacientes con patología del mediastino medio, el quiste pericárdico fue
encontrado en 2 (20%) y la toracotomía exploratoria fue el procedimiento
mayormente realizado (50%). Finalmente en el mediastino posterior, el
Schwannoma fue el tumor más frecuente en 8 pacientes (57.14%). Se incluyó una
paciente con pólipo gigante fibrovascular del esófago. La toracotomía exploratoria
fue el procedimiento quirúrgico empleado en el 100% de los casos.

V. ETIOLOGÍA

De todas las afecciones mediastínicas, los tumores representan un número


importante, éstos pueden localizarse en uno u otro comportamiento mediastinal
según el tejido que lo origine, aunque no se descarta la posibilidad de que una
masa o un tumor pueda nacer en un compartimiento pero por efecto de su
crecimiento, relaciones anatómicas, peso o gravedad termine alojándose en un
sitio diferente al que le dio origen. Se clasifican según su localización.
1. Mediastino anterior: Quistes: Timo. Pleural. Paratiroides Sólidos: Timoma.
Germinales. Tiroides
2. Mediastino medio: Quistes: Pericardio. Broncógeno. Linfático Sólidos: Linfoma.
Feocromocitoma
3. Mediastino posterior: Quistes: Gastroentéricos Sólidos: Sarcoma. Tumores
neurogénicos. Linfomas
Para facilitar su estudio, es habitual excluir los tumores de la tráquea y grandes
bronquios, las enfermedades del corazón, los aneurismas arteriales y los tumores
del esófago

VI. FISIOPATOLOGÍA

Se establece un proceso infeccioso en la cabeza o a nivel del cuello y


posteriormente se disemina hacia el mediastino usando los planos faciales del
cuello.
Los planos que permiten que la infección entre el mediastino son:
- Espacio carotideo y traqueal
- Espacio prevertebral
- Espacio del peligro (espacio retrofaríngeo)
- La vía más común de diseminación es el espacio retro faríngeo

VII. CLASIFICACIÓN DE TUMORES DEL MEDIASTINO

Las clasificaciones de los tumores mediastinales son:

a) Tumores del tiroides (sub-esternales).


b) Tumores del timo (hiperplasias, etc.)
c) Tumores del tejido nervioso:
- Neuro-fibroma.
- Simpático-blastoma.
- Rumores en reloj de arena.
d) Lipomas, condromas, mixomas.
e) Tumores de tráquea y esófago.
f) Tumores de los ganglios linfáticos:
- Inflamatorios agudos.
- Tuberculosis, absceso frío.
- Enfermedad de Hodking.
- Leucemia, aleucemia.
- Linfosarcoma.
- Metástasis.
g) Tumores quísticos y dermoides (teratomas, quistes branquiales).
h) Aneurismas de aorta y corazón.
i) Tumores del corazón.
j) Tumores, quistes y divertículos del pericardio.

VIII. SINTOMATOLOGÍA

Casi la mitad de los tumores mediastinales no presentan síntomas ya que la gran


mayoría son asintomáticos y se detectan en una radiografía del tórax que se
realiza por otra razón. Los síntomas que se presentan realmente se deben a
presión (compresión) de las estructuras locales y pueden incluir
 Tos
 Dificultad respiratoria
 Dolor torácico
 Fiebre
 Escalofríos
 Sudoraciones nocturnas
 Tos con sangre (hemoptisis)
 Ronquera
 Astenia
 Anorexia y adelgazamiento
 Miastenia permanente o paroxística
 Taquicardia
IX. EVALUACIÓN CLÍNICA
El objetivo de la evaluación clínica en pacientes con masas mediastinicas es un
diagnostico histológico preciso, de modo que se puede realizar un tratamiento
optimo

La evaluación preorperatoria de un paciente con una masa mediastinica debe


conseguir los siguientes objetivos

1. Diferenciar una masa mediastinica primaria de masa de otras causas que


tienen aspecto radiológico similar.
2. Reconocer manifestaciones sistémicas asociadas que pueden afectar a la
evolución perioperatoria del paciente.
3. Evaluar la posible compresión por la masa del árbol traqueo bronquial, de la
arteria pulmonar o la vena cava superior.
4. Asegurarse si la masa se extiende a columna vertebral.
5. Determinar si la masa es un tumor de células germinales no seminomatoso.
6. Evaluar la probabilidad de resecabilidad.
7. Identificar factores significativos de comorbilidad médica y optimizar la
situación médica general
La evaluación preorperatoria Identifica el 97% de todos los tumores de
mediastino, la proyección lateral es la más importante
La evaluación serológica positiva indica
tumor de células germinales no
seminomatosos

Consideraciones diagnosticas:

Historia clínica
Signos y síntomas
Estudios de imagen
Pruebas serológicas
Pruebas diagnósticas invasivas

X. DIAGNÓSTICO

El objetivo de la evaluación diagnostica en pacientes con masas mediastinicas es


un diagnostico histológico preciso, de modo que se pueda realizar un tratamiento
óptimo.

La intervención diagnostica inicial debe ser una anamnesis y exploración física


cuidadosas y estudio analítico.

- La radiografía de tórax posteroanterior y lateral, además proporcionan


información importante relativa a la localización anatómica y el tamaño del
tumor. Por ejemplo:

Ensanchamiento

- En los pacientes con una masa mediastinica se debe hacer de manera


sistemática de una TC con contraste. Esta permite determinar la
localización, el tamaño, la forma, la densidad y la composición de la masa,
la posible calcificación y características de los bordes, existencia de
adenopatías y hallazgos asociados.

- La rotura de los planos grasos por el tumor; la irregularidad de los bordes


pleural, vascular o pericárdico y la infiltración del musculo o del periostio
son útiles para diferenciar la compresión de la invasión por el tumor

- La RM puede ser más útil que la TC en ciertas masas mediastínicas


posteriores para evaluar la afectación del canal medular

- La RM es superior a la TC en el diagnóstico de diversos quistes bronco


génicos (bolsa membranosa que se forma anormalmente en los tejidos del
cuerpo y que contiene una sustancia líquida o semisólida de distinta
naturaleza)

- TAC torácico que sirve para evaluar la localización, extensión y relación de


la lesión.
- PAAF (punción aspiración con aguja fina) guiado por TAC. Que nos permite
la alta sensibilidad y especificidad en diferenciación de tumores primarios y
metástasicos
- La tomografía es un complemento en la evaluación de masas
mediastinicas. Especialmente para determinar el potencial maligno e
invasión tumoral

XI. TRATAMIENTO
El tratamiento de los tumores y masas mediastinales es siempre quirúrgico,
excepto en casos comprobados de linfoma, algunos tumores germinales y
metastásicos quimio y radiosensibles, así como masas inflamatorias que
responden a tratamiento médico (nodos linfáticos de sarcoidosis, tuberculosis,
micosis). En especial, los linfomas y los tumores germinales seminomatosos son
tributarios de quimio y radioterapia; la cirugía se emplea de primera intención en el
teratoma y seminomas pequeños localizados, y en el manejo de masa residual a
quimio y radioterapia en los no seminomatosos, si los marcadores tumorales son
negativos. Para algunos, quistes gastroentéricos, pericárdicos y bronquiales, bocio
eutiroideo mediastinal y duplicación gastroentérica, que no comprimen estructuras
vitales se pueden observar periódicamente y resecarlos sólo cuando se hacen
sintomáticos o compresivos; nosotros los resecamos sistemáticamente. Entre
otros procedimientos, hemos realizado 88 resecciones simples y 15 complejas de
tumores y masas mediastinales (Tabla II). Durante la inducción anestésica con
pérdida de la ventilación espontánea y antes de intubar la tráquea se debe ser
muy cauto, pues grandes masas mediastinales pueden comprimir vías aéreas de
consistencia blanda como las de los niños o las malácicas del adulto y producir
asfixia. El abordaje puede ser por cuello, esternón o tórax, tomando en cuenta el
sitio de nacimiento del tumor y los vasos nutricios, su localización y relaciones,
etcétera; la resección puede ser por demás sencilla, casi a manera de enucleación
o muy compleja por haber, desde adherencias firmes hasta invasión de vías
aéreas y parénquima pulmonar, vasos arteriales y venosos de mediano y gran
calibre o esófago, por lo que el cirujano siempre debe estar preparado para
ampliar sus incisiones o combinar diversos tipos de ellas y emplear equipo de
autotransfusión, pró- tesis vasculares, parches de pericardio, pleura y músculos
intercostales, diafragma, epiplón, etcétera. La mediastinostomía posterior, para
abordar las canaladuras vertebrales posteriores y la porción dorsal o posterior del
compartimento visceral, se emplea excepcionalmente en lugar de una toracotomía
posterolateral, posterior limitada o de accesos por toracoscopia; por ejemplo, para
drenar perforaciones contenidas del esófago y otros abscesos mediastinales
posteriores o, tomar biopsia de nodos linfáticos subcarinales posteriores,
paraesofágicos o paravertebrales. Durante los últimos años, diversos tipos de
procedimientos diagnósticos y terapéuticos de tumores y masas mediastinales se
llevan a cabo por accesos mínimos con asistencia de cámaras de video; estas
técnicas videotoracoscópicas y la experiencia quirúrgica han progresado hasta
permitir su aplicación en una gran variedad de patologías del mediastino, como
biopsia de nodos linfáticos, resección de tumores germinales no invasores,
paratiroides ectópico, timomas muy localizados, quistes de pericárdicos, tímicos,
esofágicos y broncogénicos, resección de tumores neurogénicos y drenaje de
abscesos o mediastinitis descendente necrotizante; uno de los factores limitantes
en esta cirugía de accesos mínimos es el tamaño del tejido o masa por extraer.
XII. CONCLUSIÓN
El mediastino es una región que puede ser asiento de diversas formaciones
tumorales, sólido o quístico, benigno o maligno, primitivo o secundario, verdaderas
neoplasias o pseudotumores, por lo tanto plantea problemas en el diagnóstico
diferencial. En la actualidad se disponen de muchos métodos complementarios de
diagnóstico que ayudan a la distinción de los mismos, sobre todo hay que recalcar
la utilidad de los métodos de estudio por imagen. La utilización de uno o varios
métodos de estudios dependerá del tipo de lesión y de los datos clínico-
radiológicos. La radiografía de tórax es importante como escrutinio general, pero
puede presentar falsas negativas por lo que la tomografía constituye el método de
imagen más útil para determinar la presencia de estas neoplasias y orientar hacia
el diagnóstico. El análisis acucioso de las características clínicas de los pacientes
aunado a las características de imagen y algunos marcadores tumorales debe
orientar el diagnóstico clínico de estos pacientes. 30 Los métodos de invasión
mínima son útiles para evitar operaciones mayores en casos seleccionados. En
nuestra serie los tumores más frecuentes fueron las neoplasias malignas.

XII. BIBLIOGRAFÍA
1.https://es.slideshare.net/cnxv3/tumores-del-mediastino
2.https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1ncer_de_mediastino
3.http://www.binasss.sa.cr/revistas/rmcc/rmedica/v20n354/art3.pdf
4.Teves J, Pared J, Martínez D, Meza. D. PATOLOGIA DEL MEDIASTINO Y
SINDROME MEDIASTINAL. Revista de Posgrado de la VIa Cátedra de Medicina.
2006 Mayo;(26-29).
5.Medlineplus. [Online].; 2015 [cited 2016 Noviembre 9. Available from:
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001086.htm
6. Gómez F. Masas mediastinales: Experiencia del Instituto Nacional de Ciencias
Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. Tesis recepcional. UNAM. 2000.

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