Lo de Trujillo

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6

Nacimiento

Rafael Leónidas Trujillo Molina nació en San Cristóbal, 24 de octubre de 1891 y murió en-Santo
Domingo, 30 de mayo de 1961) fue un dictador dominicano, que gobernó la República Dominicana
desde 1930 hasta su asesinato en 1961.

Ejerció la presidencia como generalísimo del ejército de 1930 a 1938 y de 1942 a 1952 y gobernó de
forma indirecta de 1938 a 1942 y de 1952 a 1961, valiéndose de presidentes títeres

Banda la 42

Con este simbólico nombre,  La 42,  se identificaba la pandilla de  vándalos


reclutados por Trujillo  con licencia para amenazar, atropellar e incluso matar
a todo aquel que se opusiera a las pretensiones del futuro dictador.
Dependía directamente de Trujillo y solo de él recibía órdenes. Ningún
funcionario, civil o militar,  por alta que fuere su investidura,  podía intervenir
en las acciones del grupo de forajidos.
El grupo de sicarios lo comandaba Miguel Angel Paulino, señor de horca y
cuchillo, que gozaba del aprecio y el respaldo del jefe del Ejército y próximo
Presidente de  la República.
El comercio capitalino sufrió lo indecible de manos del cuerpo paramilitar,
cuyos miembros comían, vestían y tomaban mercancías y bebidas sin hacer
efectivo el pago de las mismas; por el contrario, exigían  soborno para la
protección de las propiedades, siempre y cuando los dueños no despertaran
sospecha de rechazo a Trujillo.
La misión de la pandilla era esencialmente política, de represión brutal contra
los opositores a las pretensiones de su  mentor y jefe. Las armas las
suministraba el Ejército, y la plana mayor, con Paulino al frente, se movilizaba
en  vehículos  desprovistos de identificación, pero ostentando en su frente y
en la parte posterior del automóvil chapas  mal dibujadas, con el temible
inscripción  “La 42”.
Días antes de las elecciones del 16 de  mayo de 1930 la Alianza Nacional
Progresista  había denunciado ante la Corte de Primera Instancia  de El
Seibo la ilegalidad del nombramiento de un miembro de una mesa electoral
de la localidad.
El caso fue llevado en apelación  ante la Corte de Apelación de Santo
Domingo, que debía fallar   48 horas después. Momentos antes del fallo el
local del tribunal  fue invadido violentamente por elementos fuertemente
armados, pertenecientes a  la banda.
La pandilla amenazó de muerte a los jueces si el fallo era contrario a los
intereses de Trujillo.  
La lectura de la sentencia fue aplazada, pero el grupo de sicarios
aparentemente no había completado la tarea que se le había encomendado.
Volvieron en la noche y tumbaron la puerta del juzgado, saquearon y
destruyeron todos los ajuares tratando de localizar  el expediente del caso.
Mientras sucedía esto, Trujillo y el presidente interino,  Jacinto Peynado, 
presenciaban alegremente desde una de las casas de la vecindad la obra de 
los sujetos.
El 18 de mayo, la casa del presidente de la Corte de Apelación fue saqueada
tratando de localizarlo, pero el funcionario logró escapar por el techo de la
vivienda. Mientras se trataba de apresar al magistrado,  Francisco A.
Hernández, otros socios de la banda, acompañados de efectivos del Ejército, 
arrestaban en su residencia de la calle El Conde  a don Federico Velásquez,
candidato presidencial de la Alianza y exvice del Presidente Vásquez. Ante el
incremento de las persecuciones,  otros  jueces de la Corte, y el líder
horacista, Pelegrín  Castillo, se refugiaron en la residencia del licenciado Julio
Ortega Frier, en el sector de Gazcue, luego  de la negativa de la Legación
Americana de recibirlos en su sede.
Otro  de los jueces, el respetado  Carlos Gatón Richiez,  tuvo que disfrazarse
de mujer para burlar la  vigilancia de la pandilla trujillista.
Ante la imposibilidad de escapar  la persecución, desamparados y en
constante peligro de muerte; amenazados y atropellados y vejados sus
esposas e hijos, los  magistrados  decidieron entregar toda la documentación
del caso al Procurador General de la República. licenciado Ramón O.
Lovatón. Además de  Hernández y Gatón Richez, la Corte de alzada la
integraban los magistrados  Marino Emilio Cáceres, Esteban S. Mesa, y G.
Soñé Nolasco, quienes a pesar de los  vejámenes resistieron los dicterios de
Trujillo y sus hombres.
El nombre de La 42 procedía de la Compañía de Infantería de la marina 
norteamericana que desembarcó en suelo  patrio en    1916, cuyos miembros
atropellaron salvajemente a los dominicanos que se opusieron a la
ocupación.
Con frecuencia el grupo de delincuentes organizaba jocheos y comilonas a
los que  asistían Trujillo, el Presidente Peynado y el licenciado Rafael Estrella
Ureña, así como altos funcionarios públicos, acompañados de mujeres 
seleccionadas que bailaban y cantaban hasta altas horas de la noche. El
cuartel general de la pandilla estaba en la  casa del Padre Andrickson,
conocida después de los ‘60 como ensanche Cucaracha, en la calle  Jacinto
de la Concha, después de la México, de    Villa Francisca, donde ahora
funciona la Pastoral Juvenil. 82 años se cumplen ahora, en mayo, ¡de la
aparición de este sicariato político!…   

Hermanas Mirabal
El 25 de noviembre de 1960, los cuerpos de las tres hermanas Mirabal se
encontraron en el fondo de un acantilado en la costa de la República
Dominicana. Aquel acontecimiento, que fue vendido a la prensa como un trágico
accidente por Trujillo, el dictador dominicano que dio la orden de acabar con ellas,
contribuyó a despertar la conciencia entre la población, que culminó, seis meses después,
con el asesinato del caudillo.

Patria, Minerva y María Teresa, así se llamaban las hermanas, nacieron y crecieron en
el seno de una familia rural acomodada en el paraje de Ojo de Agua, en Salcedo, el
municipio más importante de la provincia que se rebautizó más tarde, y en honor a ellas,
con el nombre de Hermanas Mirabal.

Estas mujeres, dedicaron gran parte de su corta vida a luchar por la libertad política de su
país, oponiéndose firmemente a una de las tiranías más opresoras y duras que tenía
Latinoamérica: la de Rafael Leónidas Trujillo, conocido también como «El Jefe», «El
Generalísimo», «El Chivo» o «El Chapita», por su afición desmedida por las
condecoraciones.
El mismo hombre, protagonista de uno de los más acusados cultos a la personalidad del
siglo XX, que arrebató casi toda la fortuna a su familia cuando llegó al poder. Convencidas
«Las Mariposas» –así era conocidas entre sus compañeros de lucha– de que Trujillo llevaría
al país a un auténtico caos, decidieron formar el grupo de oposición «Agrupación
Política 14 de Junio».
A causa de su persistente actividad rebelde, fueron encarceladas y torturadas en no pocas
ocasiones, a pesar de los cual decidieron continuar luchando con el único objetivo de acabar
con la dictadura.

Las hermanas Mirabal habían comentado a sus maridos, en una visita a la cárcel donde se
encontraban recluidos, los rumores que circulaban en Salcedo sobre la posibilidad que
sufrieran un «accidente», como se denominaba entonces a la manera que utilizaba el
régimen de ordenar la desaparición de un opositor importante, con la supuesta intención de
ocultar el crimen.
Las mujeres fueron ahorcadas y luego apaleadas para que, al ser lanzadas dentro del vehículo
por un precipicio, se interpretara que habían fallecido en un accidente automovilístico.
Acciones tomadas por Trujillo.
Una de las acciones tomadas por Trujillo fue la masacre de perejil, en la cual se estima que murieron
alrededor de 15,000 y 20,000 habitantes de nacionalidad haitiana los cuales vivían en la frontera de
ambos países.

Otra acción tomada por él fue la de dejar que Jacinto Bienvenido Peynado, uno de sus hombres de
confianza, fuera el presidente del país (en el periodo entre 1938 y 1942), debido a las quejas de otros
países sobre su dictadura. De esta manera gobernaba el país desde las sombras. En 1942 Trujillo volvió
a presentarse en las elecciones de 1942 la cual volvió a ganar así dando inicio a su segundo mandato.

Otra medida fue, la primera medida tomada por el presidente Trujillo en relación con la ciudad de San
Pedro de Macorís la cual fue comunicarle a su ayuntamiento, a través de un telefonema del Secretario
de Estado de Interior y Policía, Jacinto B. Peynado, su deseo de que no se proceda a la designación de
empleados municipales mientras no se comunique a esta Corporación aviso de que se ha concertado
entre los directores de partidos la forma de distribuir los referidos cargos conforme al pacto orgánico de
la Confederación y con propósito de asegurar del mejor modo la eficiencia de los servicios municipales
en esta Común.
Presidentes títeres de Trujillo 

En el gobierno de Trujillo, hubo varios presidentes títeres, como Jacinto Peynado, Manuel de


Troncoso, Héctor Trujillo y Joaquín Balaguer, estos precintes seguían la línea de Trujillo,
exponiendo al pueblo a la una dictadura cubierta con un manto de una tal llamada democracia. 
El primer presidente títere como ya mencionado fue Jacinto Peynado; se desempeñó
como Secretario de Interior y Policía, y la guerra en el gobierno subsiguiente del
General Trujillo. Se convirtió en secretario de la presidencia en 1932, y fue elegido
vicepresidente de Trujillo en 1934. Peynado fue la mano derecha de Trujillo elegido candidato
en las elecciones celebradas en 1938. 
Asumió la presidencia el 16 de agosto de 1938, aunque en gran medida Trujillo siguió
controlando el país. Peynado mantuvo en el cargo hasta su muerte en Ciudad
Trujillo (Actualmente Santo Domingo), República Dominicana, el 7 de marzo de 1940.
El segundo presidente fue Manuel de Troncoso, fue un muy buen colaborador de Trujillo, y fue
rector de la universidad de Santo Domingo, y un escritor, accedió nominalmente a la
presidencia (1940-1942) tras la muerte del presidente títere Jacinto Peynado, pasando en 1943
a presidir el senado.
El otro presidente títere fue su propio hermano Héctor Trujillo, fue un presidente de la
Republica dominicana por dos ocasiones, la primera como Presidente Interino desde el 1 de
marzo de 1951 al 1 de octubre de 1951. y como Presidente de la República desde el 16 de
agosto de 1952 hasta el 3 de agosto de 1960. Fue hermano del ex-presidente del país Rafael
Leónidas Trujillo Molina, uno de los tíranos de mayor relevancia, no solo en el país, sino
también de toda América Latina.
El ultimo presidente títere fue Joaquín Balaguer, fue un abogado, escritor, y político dominicano
que gobernó la en los periodos 1960-1962, 1966-1978 y 1986-1996. Su personalidad
enigmática y llena de secretismo heredado de la Era de Trujillo, así como su afán de
perpetuarse en el poder por medio de dudosas elecciones y mediante el empleo de terrorismo
de Estado, le ganó el mote de caudillo. Su régimen causó millares de muertes y desapariciones
forzadas. Fomentó el desarrollo de la infraestructura urbana del país mediante la construcción,
avenidas y edificaciones; el Faro a Colón es uno de los monumentos más relevantes
construidos en su gobierno.

También podría gustarte