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ALTO
Analistas adelantan que la crisis por la epidemia del coronavirus tendrá impactos
negativos en la economía boliviana que se traducirán en una caída del crecimiento,
menores ingresos por exportación e impuestos.
Este efecto es a nivel mundial debido a la interrelación que existe entre las economías.
Por ejemplo, la caída en la producción y el consumo en China ocasiona menor demanda
por bienes y servicios del resto del mundo, incidiendo en los precios de las comoditas
como el petróleo, precisó
Según Muriel, por el lado externo las exportaciones disminuirán porque los precios de
algunas materias primas (como petróleo, ciertos minerales y soya) cayeron y porque la
demanda mundial se está contrayendo. Esto implica que la producción y los ingresos
internos caerán.
Por otra parte, las medidas internas adoptadas en los países: el cierre de fronteras, las
restricciones al transporte público y privado, restricciones a eventos masivos, reducción
de jornada laboral generarán menor producción, consumo y, por lo tanto, una caída en
los ingresos de las familias, del sector privado y del sector público.
Para Juan Antonio Morales, expresidente del Banco Central de Bolivia, la epidemia
tendrá un impacto negativo tanto para las economías de países industrializados como de
los países emergentes y en desarrollo.
De acuerdo con Morales, no solamente los shocks externos afectan al país sino también
las medidas (correctas por otra parte) de contención de la propagación de la epidemia.
El expresidente del BCB también considera que los efectos fiscales de esta crisis serán
considerables, mayores gastos y menores ingresos a los presupuestados. Por ejemplo
menciona que intervenciones de salud pública serán muy costosas para el erario público
pero no se las puede eludir, ni retacear los recursos. Los gastos en salud desviarán los
recursos presupuestados para otros gastos, incluyendo las inversiones públicas.
Por otra parte, la cuarentena tiene también altos costos para el sector privado, formal e
informal, que implicará menores recaudaciones del IVA por menor actividad económica
El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, señaló
que Bolivia no es una isla y en un mundo cada vez más integrado y lo que ocurra con la
economía en China tendrá repercusiones de forma directa o indirecta en el país
“Debemos lamentar la elevada dependencia que tiene el país de dos sectores que
representan el 80% de las exportaciones minerales y gas natural. Eso nos hace
extremadamente vulnerables de las variaciones de los precios en el mercado externo. El
gas está indexado a la cotización del petróleo”, precisó.
Según el ejecutivo del IBCE, en enero la cotización del crudo estaba en 65 dólares y
ahora está por los 20 dólares y eso representará un duro revés para los ingresos del país
en tres meses por el gas natural. Por el lado de las importaciones habrá una reducción
del gasto en las compras de diésel y gasolina que el año pasado representaron unos
1.500 millones de dólares, pero habrá menores ingresos.
Con las restricciones, los países se tornarán más proteccionistas con medidas no
arancelarias y devaluación de sus monedas, lo cual afectará a Bolivia que según el
Gobierno no tocará el tipo de cambio. Recordó que China es la fábrica del planeta y la
paralización que ha tenido tendrá fuerte impacto en el mundo.
El Banco Mundial proyectó una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia de
5,9% para la gestión 2020, en el informe “Perspectivas Económicas Mundiales”, que
fue publicado hoy.
"La fuerte caída de los precios mundiales de los productos básicos ha afectado a gran
parte de la región, en especial a los productores de petróleo y gas", señala el organismo
internacional.
En abril de este año, el Banco Mundial proyectó una retracción del 3,4% en la actividad
económica en Bolivia; sin embargo, la pandemia de la Covid-19 ha provocado el
cambio negativo en la proyección.
A nivel región, el Banco Mundial proyecta una contracción de la actividad económica
en América Latina de un 7,2%. Asimismo, señala que "los recientes avances de la
región en cuanto al alivio de la pobreza y de la desigualdad podrían estar en riesgo".
"Los riesgos que enfrentan las perspectivas para la región son claramente desfavorables.
Un agravamiento del brote (de la Covid-19) generaría presión sobre los sistemas de
salud y sería devastador para los países cuya capacidad de atención médica es limitada.
Los brotes del virus en las grandes economías de la región podrían tener un efecto
derrame, y una segunda ola de la pandemia en las economías avanzadas tendría
repercusiones negativas en la región", indica el documento.
La economía del país crecerá un 3,9 por ciento este año, según la última
previsión del Banco Mundial (BM), un punto porcentual menos de lo que
había estimado en junio. América Latina y el Caribe no registrarán
crecimiento alguno, pero recuperarán vuelo de manera leve en 2020 y
2021
El Producto Interno Bruto (PIB) del país continuará creciendo por debajo del 4
por ciento en este y los próximos dos años, según el Banco Mundial (BM). El
organismo bajó su previsión para este año y lo situó en 3,9% (en junio la había
fijado en 4%) y proyectó un crecimiento del 3,6% para 2020 y del 3,4% para
2021.
La estimación del BM para este año está lejos de lo previsto por el Gobierno.
En febrero, fijó como meta un crecimiento del 4,5 por ciento, algo que, al
parecer, no será posible.
En junio, el organismo había previsto un crecimiento del 4 por ciento.
Pese a ello, el Gobierno destacó que el país volverá a terminar primero en el
ranking de crecimiento económico del BM.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Económica para América
Latina (CEPAL), por otro lado, estimaron que el crecimiento del PIB alcanzará
un 4 por ciento este año.
La economía del país comenzó a desacelerarse en 2014, cuando el PIB creció
un 5,4%, un 1,4% menos que en 2013. El año pasado, el PIB creció un 4,2%,
casi igual que en 2017.
En la región, Argentina volverá a arrojar números rojos este año (-3,1%) y
Brasil solo alcanzará un crecimiento del 0,9%. México, por su lado, crecerá un
modesto 0,6%, lo que significa que América Latina y el Caribe volvieron a la
senda del “lento crecimiento”, según el BM.
En promedio, la región crecerá un cero por ciento este año. Sin embargo,
registrará una leve recuperación en 2020, cuando el crecimiento será de un
1,8%. En 2021, alcanzará un 2,5%.
Bolivia: El PIB crecerá menos del 4% en 2019 y 2021
El Producto Interno Bruto (PIB) del país crecerá por debajo del 4 por ciento en
este y en los próximos dos años, según datos del Banco Mundial (BM).
En junio, en su informe “Perspectivas económicas mundiales: Más tensiones,
menos inversiones”, el organismo financiero había estimado que el PIB iba a
crecer un 4 por ciento este año.
La semana pasada, en otro informe –“¿La integración comercial como un
camino al desarrollo?”–, sin embargo, rebajó esa previsión: estimó que el PIB
crecerá un 3,9 por ciento.
El BM mantuvo, por otro lado, sus proyecciones tanto para 2020 como para
2021. Según el organismo, el PIB crecerá un 3,6% en 2020 y un 3,4% en 2021.
El Gobierno había fijado como uno de sus objetivos que el PIB alcance un
crecimiento del 4,5 por ciento en 2019, según el “programa fiscal-financiero
2019” que firmó en febrero con el Banco Central de Bolivia (BCB).
Otros organismos, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (FMI), por otra parte, también
estimaron que el PIB crecerá un 4 por ciento este año. El FMI, sin embargo,
anunció que hoy comunicará sus nuevas previsiones.
Pese a las últimas previsiones del BM, el Gobierno celebró que el país volverá
a liderar las tasas de crecimiento en 2019 en la región.
“El organismo internacional prevé que, nuevamente, Bolivia será el líder en
crecimiento económico”, remarcó el Ministerio de Economía, en un boletín de
prensa.
Además, terminará como “el país con el mayor desempeño (económico) –
incluso por encima” de las economías más grandes, que presentan tasas de
crecimiento por debajo del 3 por ciento– por séptima vez en el periodo 2006-
2019, agregó.
Como sea, el crecimiento del PIB del país continuará a la baja, de acuerdo con
las proyecciones del BM.
El PIB creció un 6,8 por ciento en 2013, el máximo alcanzado en el periodo
2006-2018, y después vino la desaceleración. La tasa de crecimiento de PIB se
situó en 4,2% el año pasado, similar al de 2017.
La tasa de crecimiento más baja tuvo lugar en 2009, cuando se registró un 3,3
por ciento.
América Latina y el Caribe, estancadas
El crecimiento será del cero por ciento este año en América Latina y el Caribe.
En 2020 y 2021, sin embargo, llegará la recuperación, aunque con un
crecimiento relativamente moderado, según las previsiones y proyecciones del
Banco Mundial (BM).
Argentina seguirá arrastrando su mala racha. Cerrará este año con un -3,1%.
El año pasado lo hizo con un -2,1%. En 2020, acabará con un -1,2%. La
recuperación llegará en 2021, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) del país
alcance un crecimiento del 1,4%, según las proyecciones del BM.
El PIB de Brasil, por otro lado, crecerá solo un 0,9% este año. En 2016 registró
un -3,3% y un 1,1% en 2017 y 2018. El BM proyectó un 2% para 2020 y un
2,5% para 2021.
México, entretanto, continúa sumergida en la desaceleración. El PIB del país
crecerá solo un 0,6% este año, lejos del 2% del año pasado y del 2,1% y del
2,9% del 2017 y 2016, respectivamente.
En promedio, la región dejará un crecimiento del cero por ciento este año, pero
un 1,8% y un 2,5% en 2020 y 2021, según las proyecciones del BM.
“La región de América Latina y el Caribe ha vuelto a la senda del crecimiento
lento que caracterizó los años anteriores al auge de los productos primarios.
Este desempeño decepcionante se debe, en parte, a las tres economías más
grandes de la región: Argentina está sumida en otra crisis económica, Brasil
acaba de salir de una recesión y México padece una desaceleración
económica”, resume el BM en su informe semestral “¿La integración comercial
como un camino al desarrollo?”, donde sugiere que “los acuerdos (comerciales
preferenciales) con economías más avanzadas ofrecen la oportunidad de
aumentar el grado de complejidad económica de los países en desarrollo”.
“Es poco probable que Bolivia vuelva a crecer a ritmos elevados”
*Gabriel Espinoza
(Economista liberal y coautor del libro “Un siglo de economía en Bolivia”)
Las proyecciones del BM, del FMI, del BID y otros organismos internacionales
se basan en datos oficiales. Las diferencias entre estas proyecciones y las del
BCB y el propio Ministerio de Economía pasan por el tipo de modelo que se
utilizan. En el caso del BM, toman muy en cuenta el factor externo, lo que es
coherente, dado que hoy Bolivia depende, en gran medida, de los recursos que
vienen de las exportaciones, ya sean de gas, de minerales o de soya. Un 90%
de nuestras exportaciones están concentradas en esos tres sectores (…). Por
eso, el modelo que aplica el BM difiere un poco del modelo que aplica el BCB.
Y, evidentemente, (el BM) le da menos peso al impulso que da la inversión
pública, por ejemplo.
Ahora, ¿por qué el BM ha decidido reducir la tasa de crecimiento?
Básicamente, por dos elementos: primero, tiene que ver con la estabilización,
en niveles más bajos de los esperados, de los precios de las materias primas
(…). Pero lo más importante es el hecho de que el BM observa problemas en el
modelo de crecimiento. Es decir, este crecimiento impulsado por la inversión
pública, que, a su vez, está disminuyendo las reservas (internacionales) –el
BCB debe prestarle plata a las empresas públicas, y, ante la caída de las
reservas, empezamos a prestarnos plata para que estas dejen de caer–. Es
poco sostenible a largo plazo, dado que las condiciones de la economía
mundial no son las mejores. Hace unos días, la presidenta del FMI mostraba
datos –‘El 90% de las economías del mundo están en desaceleración’–.
Entonces, es poco probable pensar que Bolivia vuelva a crecer a ritmos altos,
sobre todo viendo que el límite de endeudamiento El Ministro (de Economía)
solo toma en cuenta la deuda externa, pero la interna es elevada y, en
conjunto, ya están por encima del 50% del PIB.
El criterio de usar la inversión pública para generar crecimiento, por otro lado,
parte de la idea de que esta impulsa la inversión privada, ya sea mejorando la
infraestructura, el acceso a los servicios públicos, etcétera. En ese sentido, la
inversión pública es buena, pero el Gobierno la está usando para (crear o
potenciar las) empresas públicas, que compiten con el sector privado (Ame tex,
Boa, Entel, las empresas de cemento, que van a quitarle mercado a Francesa,
por ejemplo…). Es decir, que no sabemos cuáles serán los resultados a
mediano y largo plazo. Y, en segundo lugar, tienen un efecto contrario a lo
esperado. El Gobierno está buscando invertir en lugares que le van a generar
rentas, pero que van a tener muy poco impacto en la productividad del sector
privado. Vas a tener un Estado, con gran cantidad de rentas –por ejemplo, el
litio, la exportación de energía eléctrica…–, pero un sector privado muy débil,
con gobiernos subnacionales que van a depender de la distribución de las
rentas que haga el Gobierno. Es un modelo de crecimiento peligroso, porque
está vinculado al control político de los recursos.
BM: El crecimiento global será del 2,6%
Según las previsiones del Banco Mundial, "el crecimiento económico mundial
se reducirá al 2,6% en 2019, un porcentaje más bajo de lo previsto, antes de
aumentar levemente al 2,7% en 2020", según el informe que arrojó el
organismo en junio.
"Se espera que el crecimiento en las economías emergentes y en desarrollo se
estabilice el próximo año, a medida que algunos países dejen atrás períodos de
tensión financiera. Sin embargo, el impulso económico continuará siendo
débil", agregó el BM.
Por otro lado, anticipó un menor crecimiento de las economías avanzadas en
su conjunto, "particularmente en la zona euro, debido a la disminución de las
exportaciones y la inversión".
El crecimiento en Asia oriental y el Pacífico disminuirá del 6,3% en 2018 al
5,9% en 2019 y 2020. En Europa y Asia central, se estabilizará y aumentará del
1,6% este año —el nivel más bajo en cuatro años— al 2,7% en 2020.