Estrategias de Marketing Ecológico
Estrategias de Marketing Ecológico
Estrategias de Marketing Ecológico
posicionamiento y evaluación
El primer elemento de la estrategia de marketing ecológico comprende todo el
desarrollo de los productos ecológicos, tanto en sus aspectos técnicos como en
los de comunicación, imagen, precio, etc. El desarrollo de ecoproductos presenta
algunas diferencias respecto a los productos habituales, ya que debemos
considerar la ampliación de la responsabilidad social de los agentes en la relación
de intercambio, ya que se incluye el entorno natural; este cambio representa una
serie de condicionantes, tales como:
Las limitaciones que esto supone son compensadas por una diferenciación del
producto que debe ser desarrollada. Para ello las posibles estrategias básicas son:
Identificar las partes interesadas: debemos identificar quién tiene algo que
perder o ganar, por ejemplo, los grupos ecologistas, los grupos con
intereses públicos, los accionistas, los empleados de la empresa, los
proveedores, la distribución, etc.
Comunicar con los interesados, identificar los objetivos comunes: debemos
identificar qué es lo que las partes tienen como objetivos y buscar los
beneficios que pueden ser compartidos por todos. El mensaje debe ser muy
claro y comprensible para todas las partes.
Desarrollar, controlar y evaluar el programa de asociación: las actividades
del programa deben ser realizadas, seguidas y analizadas en términos de
sostenibilidad y responsabilidad social, informando al menos anualmente de
su progreso a la organización y a los interesados de forma que lo apoyen.
Una vez fijados los objetivos para un proyecto de partenariado, tiene lugar la
planificación e implementación del plan y debiéndose informar de los resultados a
las partes asociadas y a los afectados. Es importante, en este momento, controlar
cómo percibe el público este esfuerzo. Si la comunicación es genuina y sincera, el
proyecto será visto como tal, pero en caso contrario la percepción será de un
«lavado verde» de la implicación medioambiental de la empresa.
Los objetivos de la colaboración pueden ser muy variados, por ejemplo, aquellos
que afectan directamente a los productos de la empresa, las acciones directas
sobre el medio ambiente o la salud de las personas, ayudas a la investigación
medioambiental, ayudas a la formación ecológica académica de los estudiantes,
mejora de la formación e información general de los ciudadanos, etc.
Para identificar, explicar y clarificar los argumentos ecológicos a emplear por los
parteners, será necesario realizar el siguiente proceso:
Claridad.
Verificación independiente.
Comunicación de las consecuciones y valores e a organización
Las empresas van adoptando los códigos de envases ecológicos para sus
productos, empleando papel reciclado, sin tintas que impidan su posterior
reutilización. Incluso productos de elevado precio, como perfumes, incorporan
papeles reciclados y modifican sus materiales para adaptarse a la tendencia de
respeto con el medio ambiente. Productos de menor precio, como los útiles de
escritorio o cocina, también se incorporan a esta tendencia, creándose tiendas
especializadas que combinan el comportamiento ecológico con la alimentación
saludable y el empleo de medicina naturista como preventivo de enfermedades.
Pagar por contaminar
«El que contamina paga». Ésta es una afirmación que se ha repetido por los
políticos en los últimos años como justificación para cobrar a las empresas los
cánones por el depurado de las aguas o el vertido de residuos líquidos a los
colectores urbanos o rurales para un tratamiento posterior. Sin embargo, los
grupos ecologistas se oponen a esta medida, ya que argumentan que así se
justifica seguir contaminando sin reducir los niveles de emisión o modificar las
tecnologías o el diseño de los productos existentes.
forbes.com.mx/el-que-contamina-paga-justicia-ambiental-en-mexico/#:~:text=En
%20materia%20de%20daño%20ambiental,haya%20habido%20intención%20de
%20causarlo.
En México, desde hace muchas décadas, existe un principio de derecho civil que
obliga a quien causa un daño a un tercero a responder por él, aunque no haya
tenido la intención de causarlo. A este principio se le conoce como el de
“Responsabilidad Objetiva” o “Teoría del Riesgo”.
En materia de daño ambiental existe un principio similar; se trata del principio de
“El que Contamina, Paga”. Este se traduce en la obligación de responder por un
daño causado al medio ambiente, aunque no haya habido intención de causarlo.
Muchos países del mundo han hecho valer este principio, pues existe una
legislación clara que permite a los ciudadanos acudir a tribunales en busca de
justicia ambiental. En
Mexico, sin embargo, hasta 2011 no existía un marco jurídico adecuado para que
las personas afectadas por un acto, hecho u omisión que ocasionara daño
ambiental, pudieran acudir a los tribunales para que el daño fuera restaurado o
cuando menos compensado. Esto cambió a partir de 2012, con la introducción de
las acciones colectivas en materia ambiental y, a partir del mes de julio de 2013,
con la entrada en vigor de la Ley de Responsabilidad Ambiental.
Acciones Colectivas
Acción difusa: Se ejerce para tutelar los derechos e intereses difusos y tiene por
objeto reclamar judicialmente del demandado la reparación del daño causado a la
colectividad. Los habitantes de una ciudad cuya cuenca de aire ha sido
contaminada por causa de un tercero pueden entablar una acción difusa.
Esta Ley regula la responsabilidad ambiental que nace de los daños ocasionados
al ambiente, así como la reparación y compensación de dichos daños, cuando sea
exigible a través de procesos judiciales federales. También regula mecanismos
alternativos de solución de controversias, procedimientos administrativos y los que
correspondan a la comisión de delitos ambientales.
En este sentido, es muy importante que antes de que se lleve a cabo una obra o
actividad industrial se obtenga la autorización de impacto ambiental y que en ella
se detallen con claridad todos los procesos, actividades, obras y acciones que
provocarán o puedan provocar efectos negativos sobre el medio ambiente.
También debe especificar qué medidas de mitigación se habrán de adoptar con el
fin de que toda esta información quede plasmada en la autorización de impacto
ambiental correspondiente y poder acreditar que la actividad autorizada no se
estaría causando un daño ambiental.
Es no sólo recomendable sino necesario, que las empresas cuenten con órganos,
unidades o departamentos de gestión ambiental debidamente integrados con
personal capacitado en materia de cumplimiento ambiental. Ya no basta con
designar al gerente de recursos humanos o al contralor como encargado del área
ambiental, sino que hay que darle la debida importancia a este tema.
Lo que queda claro es que hoy, más que nunca, es importante que las empresas
públicas y privadas que realizan actividades en México con incidencia ambiental,
es decir, las que generan emisiones a la atmósfera, aguas residuales, materiales o
residuos peligrosos o que realizan actividades extractivas, de deforestación o de
cambios de uso de suelo forestal y que pueden provocar daños al medio
ambiente, se preocupen por llevar a cabo estudios de riesgo para identificar
aquellas áreas en las que su desempeño ambiental es deficiente y adoptar todas
las acciones que sean necesarias para corregir dichas deficiencias.
Ejemplo IKEA
IKEA se creo en Smaland, en el sur de Suecia. Aquí la gente no malgasta jamás
sus recursos. Y hoy, ésta es la principal característica de IKEA, ciertamente en
línea con nuestros esfuerzos por salvar nuestro entorno.
IKEA tiene como visión fundamental la creación de un mejor día a día para todo el
mundo. Una visión importante que requiere un trabajo considerable. Ante todo,
presupone un compromiso con el medio ambiente honesto y definido.
Trabajamos en esto