Tantum Devolutum Quantum Appellatum 320019

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TANTUM DEVOLUTUM QUANTUM APPELLATUM, incongruencia omisiva y

el art. 265.I del Código Procesal Civil.


Auto Supremo: 430/2019
Fecha: 30 de abril de 2019
En mérito al principio de congruencia, toda resolución debe reunir la
coherencia procesal necesaria, que en el caso de la apelación, encuentra su
fuente normativa en el art. 265.I del Código Procesal Civil, que se sintetiza en
el aforismo “tantum devolutum quantum appellatum”, que significa es devuelto
cuanto se apela, con esto se establece el límite formal de la apelación en la
medida de los agravios propuestos en la impugnación, en otras palabras, la
función jurisdiccional del órgano de revisión en doble instancia se ve
contenido a lo formulado en la apelación por el impugnante.
En este antecedente, el Tribunal de Casación a momento de realizar el análisis
sobre los reclamos de incongruencia omisiva en que habría incurrido el
Tribunal de Alzada respecto a los puntos acusados en apelación, se debe tener
presente que al ser un aspecto que acusa un vicio de forma como es la
incongruencia omisiva que afecta la estructura de la resolución, el análisis
debe limitarse a contrastar en el contenido de la resolución la existencia o no
de dicha omisión, razonamiento compartido por el Tribunal Constitucional
Plurinacional que en la Sentencia Constitucional Plurinacional Nº 1083/2014
de 10 de junio, ha interpretado los alcances del recurso de casación en la
forma en relación a la falta de respuesta a los puntos de agravio del recurso de
apelación, conforme desarrolla: “…En ese contexto, cabe recalcar que, la Sala
Civil del Tribunal Supremo de Justicia, ante el planteamiento de un recurso de
casación en la forma, debe limitar sus consideraciones a las causales
establecidas en el art. 254 del CPC. En el presente caso, al estar extrañada la
falta de respuesta a los puntos de agravio identificados en el recurso de
apelación, el Tribunal de casación debe limitar su consideración
únicamente para establecer si hubo o no respuesta a los reclamos del
recurrente, lo contrario implicaría ingresar a cuestiones que atingen a
la impugnación en el fondo; así, los Magistrados demandados, luego de
efectuar un examen de los antecedentes del legajo procesal, concluyeron que el
Tribunal de apelación, otorgó la respuesta extrañada, inclusive extrayendo citas
textuales que ellos consideraron como respuestas a la apelación contra la
Sentencia; por lo tanto, el Auto Supremo Nº 434/2013, no incurre en
incongruencia omisiva ni carece de la debida motivación, ya que la labor del
Tribunal de casación estaba restringida a efectuar el control para determinar si
hubo o no respuesta a los reclamos del recurrente y, fue ésa la misión que
cumplieron los Magistrados demandados; por lo tanto, cumple con el debido
proceso” (las negrillas y subrayado son nuestras).
En este sentido, este Supremo Tribunal de Justicia a través de sus diversos
fallos (Autos Supremos N° 651/2014 y N° 254/2016) ha orientado que la
congruencia de las resoluciones judiciales orienta su comprensión desde dos
acepciones; primero, relativo a la congruencia externa, la cual se debe
entender como el principio rector de toda determinación judicial, que exige la
plena correspondencia o coincidencia entre el planteamiento de las partes
(demanda, respuesta e impugnación y resolución) y lo resuelto por las
autoridades judiciales, en definitiva, es una prohibición para el juzgador
considerar aspectos ajenos a la controversia, limitando su consideración a
cuestionamientos únicamente deducidos por las partes; y, segundo, la
congruencia interna, referido a que, si la resolución es comprendida como una
unidad congruente, en ella se debe cuidar un hilo conductor que le dote de
orden y racionalidad, desde la parte considerativa de los hechos, la
identificación de los agravios, la valoración de los mismos, la interpretación de
las normas y los efectos de la parte dispositiva; es decir, se pretenden evitar
que, en una misma resolución no existan consideraciones contradictorias
entre sí o con el punto de la misma decisión.
La Jurisprudencia Constitucional ha desarrollado asimismo el principio de
congruencia en la Sentencia Constitucional Nº 0486/2010-R de 5 de julio,
donde ha razonado que: "El principio de congruencia, responde a la pretensión
jurídica o la expresión de agravios formulada por las partes; la falta de relación
entre lo solicitado y lo resuelto, contradice el principio procesal de congruencia;
la Resolución de primera y/o segunda instancia, debe responder a la petición
de las partes y de la expresión de agravios, constituyendo la pretensión jurídica
de primera y/o segunda instancia…". Razonamiento que es reiterado por el
Tribunal Constitucional Plurinacional, a través de las Sentencias
Constitucionales Plurinacionales Nº 0255/2014 y Nº 0704/2014. De donde se
deduce que, en segunda instancia, pueden darse casos de incongruencia
“ultra petita”, que se produce al otorgar más de lo pedido; extra petita, al
extender el pronunciamiento a cuestiones no sometidas a la decisión del
Tribunal; y cuando omite decidir cuestiones que son materia de expresión de
agravios por el apelante (citra petita).
Es en este entendido que a través del Auto Supremo Nº 254/2014 se ha
orientado que: “La inobservancia de estas reglas conllevan incongruencia, que
a decir de la doctrina se diferencian en: Incongruencia positiva, que es aquella
en la que el juzgador extiende su decisión más allá de los límites del problema
judicial que le fue sometido a su consideración; e Incongruencia negativa,
cuando el juzgador omite el debido pronunciamiento sobre alguno de los
términos del problema judicial. En ésta última, encontramos la denominada
“citra petita”, que resulta de la omisión de alguna de las pretensiones
deducidas en proceso…
Es de importancia considerar que el principio de congruencia procesal, si bien
pondera el derecho al debido proceso, sin embargo “no es absoluto”, en la
medida de la afectación de otros derechos, garantías y principios
fundamentales que emergen en procura de brindar la tutela judicial efectiva a
las partes.
En el recurso de casación en la forma y en relación al principio de congruencia,
la trascendencia y la afectación del agravio debe gravitar indefectiblemente
para suponer la nulidad de obrados, previendo siempre la garantía al debido
proceso, a la defensa y a la justicia pronta, oportuna y sin dilaciones que
sustenta el art. 115 de la Constitución Política del Estado.
De donde se tiene que el Juez no puede simple y llanamente aplicar la nulidad,
que es restrictiva, sino que debe ponderar la omisión frente a los otros principios
y derecho constitucionales fundamentales para llegar a una decisión judicial
que esté acorde con la nueva dogmática de la nulidad que se afianzó con la
Constitución Política del Estado Plurinacional en su art. 115 y los art. 16 y 17
de la Ley N° 025, pues sólo será posible la nulidad si existe afectación del
derecho a la defensa.”.

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