Hormonas
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colesterol
Glándula suprarrenal
Las glándulas suprarrenales son pequeñas glándulas
triangulares, localizadas en la parte superior de ambos
riñones. Cada glándula suprarrenal consta de dos
partes, la región externa llamada corteza suprarrenal y
la interna llamada médula suprarrenal.
Mineralcorticoides.
Se conocen al menos tres mineralcorticoides pero es
la aldosterona la que representa más del 95% de esta
actividad. El control de la secreción de aldosterona
implica varios mecanismos que opera
simultáneamente. El primero es el mecanismo renina-
angiotensina. Una disminución de la presión arterial
debida a una deshidratación aguda, hiponatremia o
hemorragia estimula a las células del riñón para que
segreguen una enzima llamada renina en la sangre. La
renina cataliza la conversión de una proteína
plasmática circulante que se produce en el hígado, el
angiotensinógeno, a angiotensina I. Cuando la sangre
fluye a través de los capilares de los pulmones, una
enzima allí presente, la enzima convertidora de la
angiotensina (ECA), convierte la angiotensina I en
angiotensina II. Esta última es una hormona que se fija
a los receptores de angiotensina II presentes en la
corteza suprarrenal, estimulando las células de la zona
glomerular para que produzcan y segreguen
aldosterona. En los riñones, la aldosterona estimula la
resorción de sodio y de agua, aumentando el volumen
del fluido extracelular y restableciendo la presión
arterial normal. La angiotensina II es, al mismo tiempo,
un potente vasoconstrictor, lo que también ayuda a
restablecer la presión arterial.
El segundo mecanismo en el que interviene la
aldosterona es la regulación del K+. Si la
concentración de K+ extracelular aumenta, se produce
un aumento de la secreción de aldosterona lo que
induce a los riñones a eliminar K+. Por el contrario,
una reducción del K+ en los líquidos extracelulares
produce el efecto contrario.
Glucocorticoides.
Gonadocorticoides.
Síndrome adrenogenital.
Algunos tumores de la corteza suprarrenal pueden
secretar grandes cantidades de andrógenos,
provocando efectos masculinizantes de todo el cuerpo.
Si esto ocurre en una mujer, se produce virilización,
caracterizada por crecimiento de la barba, cambios del
tono de la voz, aparición de calvicie en caso de que la
constitución genética, distribución del vello corporal y
pubiano de aspecto masculino, crecimiento del clítoris
y depósito de proteínas en la piel y, sobre todo, en los
músculos, desarrollando características masculinas
típicas.
En el hombre se produce los mismos cambios que en
la mujer, sumados a un desarrollo rápido de los
órganos sexuales masculinos y aparición precoz del
apetito sexual.
ENFERMEDAD DE LA MÉDULA SUPRARRENAL.
Feocromocitoma.
Los tumores que afectan a las células cromafinas o
feocromocitomas, ocasionan una hipersecreción de
catecolaminas por la médula suprarrenal que se
traduce en hipertensión, jaquecas, hiperglucemias y
taquicardia.
Aproximadamente en un 80% de los casos, los
feocromocitomas se encuentran en la médula
suprarrenal, pero también se localizan en otros tejidos
derivados de la cresta neural. Los localizados en la
médula suprarrenal aparecen por igual en ambos
sexos.