Protocolo de Manejo Paralisis Facial Periferica Adquirida
Protocolo de Manejo Paralisis Facial Periferica Adquirida
Protocolo de Manejo Paralisis Facial Periferica Adquirida
1. AUTOR
2. REVISORES
3. DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERESES
4. JUSTIFICACIÓN
5. ALCANCE Y PROPÓSITO
6. OBJETIVO GENERAL
7. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
8. ANTECEDENTES LOCALES DEL COMPORTAMIENTO DE LA
ENFERMEDAD
9. NOMBRE DE LA ENFERMEDAD
10. EPIDEMIOLOGÍA
11. DEFINICIÓN
12. CRITERIOS DIAGNÓSTICOS
13. HALLAZGOS DE LABORATORIO
14. TRATAMIENTO
15. CRITERIOS DE REFERENCIA
16. EVOLUCIÓN Y PRONÓSTICO
17. RECOMENDACIONES PARA EL PACIENTE/FAMILIA
18. MEDIDAS PREVENTIVAS Y DE CONTROL
19. SEGUIMIENTO Y PRONÓSTICO
20. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
HOSPITAL DEL NIÑO DOCTOR JOSÉ RENÁN ESQUIVEL
CÓDIGO: PR-19-18 Página 2 de 22
Servicio de Fisiatría
Título Protocolo de Manejo de la Parálisis facial periférica
adquirida
Edición: Junio 2020
Elaborado: Dra. Ericka Batista, Especialista en medicina física y
rehabilitación
Revisión N°: 0
Aprobado: : Dr. Francisco Lagrutta Jefe de Departamento de Revisado: Dra. Julieta Pérez de Mayo
Docencia servicio de Fisiatría
1. AUTOR:
Dra. Ericka Batista, Médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación
2. REVISORES
Dra. Julieta Pérez de Mayo, Médico especialista en Medicina Física y
Rehabilitación, Oficina de Calidad y Seguridad del Paciente.
4. JUSTIFICACIÓN:
Una parálisis facial periférica es un síndrome clínico de múltiples causas
(congénita, infecciosa, neoplásica, traumática o idiopática), sin embargo, a pesar
de extensas investigaciones, su etiología no es clara y aproximadamente la mitad
de los casos califican para parálisis facial de causa desconocida.
En 1830, Sir Charles Bell describió por primera vez la debilidad facial unilateral
secundaria a la disfunción del nervio facial. Su descripción de la parálisis facial
idiopática adquirida se denomina a menudo parálisis de Bell (2), a pesar de que
los términos "parálisis de Bell" y "parálisis facial idiopática" no pueden
considerarse sinónimos (3,4), la mayoría de los pacientes con parálisis facial
periférica están etiquetados como parálisis de Bell porque no existe un método
establecido o ampliamente disponible para confirmar el virus del herpes simple
como mecanismo en la práctica clínica, tomando en cuenta que los estudios han
demostrado que al ser un virus neurotrópico puede reactivarse, multiplicarse y
propagarse causando inflamación y disfunción siendo la causa más probable de la
parálisis de Bell en muchos casos de adultos y algunos casos pediátricos (10).
5. ALCANCE Y PROPÓSITO:
Alcance:
La población de este protocolo son todos los pacientes pediátricos con Parálisis
Facial periférica adquirida que se encuentren en las salas de hospitalización o
referidos de la consulta externa del Hospital del Niño “Dr. José Renán Esquivel”,
que son atendidos por otros colegas pediatras o especialistas en Neurología,
Neurocirugía, Otorrinolaringología, Maxilofacial, Foniatría o por personal técnico
de salud en las áreas de Fonoaudiología y/o Fisioterapia.
Propósito:
Elaborar una guía de manejo de la Parálisis Facial Periférica adquirida que permita
hacer una evaluación detallada y objetiva de los pacientes pediátricos que
presenten este diagnóstico en el Hospital del Niño “Dr. José Renán Esquivel” y
que pueda orientar a los médicos generales y/o pediatras para el abordaje
oportuno enfocado en la prevención de secuelas y funcionalidad.
6. OBJETIVO GENERAL:
Establecer un protocolo de manejo de la Parálisis Facial Periférica adquirida para
los pacientes pediátricos del Hospital del Niño “Dr. José Renán Esquivel” que
permita una intervención oportuna para prevenir secuelas y garantizar la máxima
funcionalidad.
7. OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
9. NOMBRE DE LA ENFERMEDAD:
Código CIE-10:
• G51.0 - Parálisis de Bell
• G51.8 - Otros trastornos del nervio facial
• G51.9 - Trastorno del nervio facial, no especificado
10. EPIDEMIOLOGÍA:
La causa más común de parálisis del nervio facial de aparición aguda en los niños
ha sido la otitis media aguda, sin embargo, la enfermedad de Lyme puede ser una
causa más común en áreas endémicas que la otitis media (8). Las paperas
pueden ser una causa infecciosa frecuente en los países del tercer mundo donde
es endémica, ya que la parotiditis produce una neuropatía de compresión distal
localizada (9).
La activación del virus del herpes simple (VHS) se acepta como la causa probable
de la parálisis de Bell en algunos casos pediátricos (10,11) y en la mayoría de los
casos de adultos. En un estudio prospectivo de casos y controles de niños que
HOSPITAL DEL NIÑO DOCTOR JOSÉ RENÁN ESQUIVEL
CÓDIGO: PR-19-18 Página 5 de 22
Servicio de Fisiatría
Título Protocolo de Manejo de la Parálisis facial periférica
adquirida
Edición: Junio 2020
Elaborado: Dra. Ericka Batista, Especialista en medicina física y
rehabilitación
Revisión N°: 0
Aprobado: : Dr. Francisco Lagrutta Jefe de Departamento de Revisado: Dra. Julieta Pérez de Mayo
Docencia servicio de Fisiatría
presentan parálisis aguda unilateral del nervio facial, una reacción en cadena de
polimerasa (PCR) positiva para HSV-1 fue significativamente más común en niños
afectados (10 de 47) en comparación con los controles (4 de 45) (10). Del mismo
modo, un ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas positivo (ELISA) para HSV-
1 fue significativamente más frecuente en niños afectados (33 de 42) en
comparación con los controles (16 de 41).
DEFINICIÓN:
La parálisis facial es definida como un trastorno neuromuscular secundario a la
lesión de sus componentes motor, vegetativo y/o sensitivo sensorial, del séptimo
par craneal o nervio facial, provocando diferentes grados de alteraciones en el
movimiento de los músculos de la cara, la secreción de las glándulas salivales y
lacrimales; así como en las percepciones asociadas al gusto (1).
La parálisis de Bell es la denominación que se utiliza habitualmente para describir
una parálisis facial periférica aguda de causa desconocida, sin embargo, la
activación del virus del herpes simple y la multiplicación de un virus neurotrópico
reactivado que conduce a la inflamación, desmielinización, y la disfunción es la
causa probable de la parálisis de Bell en muchos adultos y algunos casos
pediátricos (10).
Las posibles causas de la parálisis del nervio facial son muchas y pueden ser
congénitas, infecciosas, neoplásicas, traumáticas o idiopáticas (tabla 1) (12, 13).
Aproximadamente la mitad de todos los casos califican para la etiqueta "parálisis
de Bell, " definido previamente como una parálisis nerviosa facial aguda de causa
desconocida.
HOSPITAL DEL NIÑO DOCTOR JOSÉ RENÁN ESQUIVEL
CÓDIGO: PR-19-18 Página 7 de 22
Servicio de Fisiatría
Título Protocolo de Manejo de la Parálisis facial periférica
adquirida
Edición: Junio 2020
Elaborado: Dra. Ericka Batista, Especialista en medicina física y
rehabilitación
Revisión N°: 0
Aprobado: : Dr. Francisco Lagrutta Jefe de Departamento de Revisado: Dra. Julieta Pérez de Mayo
Docencia servicio de Fisiatría
Parálisis del nervio facial congénito: puede ser el resultado de defectos del
desarrollo o de etiología traumática (tabla 1). El peso al nacer superior a 3500
gramos, parto asistido por fórceps y la prematuridad son factores de riesgo
asociados con la parálisis facial traumática. La presencia de dismorfia
multisistémica y anormalidades múltiples del nervio craneal tienden a favorecer las
anomalías del desarrollo, aunque la parálisis facial aislada puede ser de origen del
desarrollo.
Una forma bien reconocida de parálisis facial congénita es el síndrome de
Moebius, que suele ir acompañado de una alteración de la abducción ocular.
Además, se han identificado dos loci para parálisis facial aislada de origen del
desarrollo, designado paresia facial congénita hereditaria 1 y 2 en cromosomas
3q21-22 y 10q 21.3-22.1 respectivamente. Otros síndromes también se asocian
con las parálisis faciales, incluyendo los trastornos de la secuencia de
malformación del arco branquial (tabla 1). Hay cierta superposición con los
síndromes de paresia facial congénita hereditaria (14, 15, 16, 17).
Debido a la complejidad de las PFP congénitas y que requieren un manejo más
amplio, se abordarán en otro protocolo y en este nos enfocaremos en la PFP
adquirida específicamente.
parálisis facial aguda pediátrica en hasta el 37 por ciento de los casos (23). La
mayoría de estos casos se caracterizan por parálisis facial periférica aguda en
ausencia de erupción, mientras que algunos son notables por la presencia de
lesiones típicas de zóster en el canal auditivo y auricular, llamado el síndrome de
Ramsay Hunt (a continuación).
Síndrome de Ramsay Hunt: es causado por la reactivación del virus de la
varicela-zóster (herpes zóster oticus); el virus se encuentra inactivo en el ganglión
sensorial después de la infección primaria. Se caracteriza por parálisis facial
asociada con una erupción vesicular dolorosa dentro del canal auditivo externo y
la disfunción vestibulococlear.
La enfermedad de Lyme: como se mencionó anteriormente, se ha convertido en
la causa más común de parálisis nerviosa facial aguda entre los niños en las
zonas endémicas de esta infección (8). La parálisis del nervio facial es la
neuropatía craneal más común asociada con Meningitis por Lyme. La afectación
puede ser unilateral o bilateral y por lo general dura menos de dos meses. El
mecanismo por el cual la enfermedad de Lyme causa parálisis del nervio facial
puede estar relacionado con la invasión directa del nervio por Borrelia burgdorferi.
Esta posibilidad es sugerida por estudios retrospectivos que demuestran que casi
todos los niños que presentaron neuroborreliosis por picadura de garrapata en la
región de la cabeza y el cuello desarrollaron parálisis del nervio facial ipsilateral,
pero muchos no tienen otros síntomas, ni un historial de mordeduras de garrapata
o eritema migrans. La hinchazón indolora y el eritema de la cara que precede a la
parálisis facial son rasgos distintivos que pueden estar presentes y ayudan a
confirmar el diagnóstico clínico (24, 25, 26, 27).
Infección por VIH: la infección por VIH raramente causa parálisis facial. Si lo
hace, el inicio es en el momento de la seroconversión, cuando una linfocitosis CSF
generalmente está presente. En las etapas posteriores, cuando la inmunidad
celular disminuye, la parálisis facial es causada típicamente por otra infección
como el zóster, la poliradiculopatía desmielinizante crónica o la Linfomatosis
meníngea (28, 29).
Otras causas: incluyen el citomegalovirus, el virus de Epstein-Barr, el adenovirus,
el virus de la rubéola, las paperas, la gripe B y el Coxsackievirus (29), aunque se
han implicado de manera menos concluyente.
Se debe sospechar el colesteatoma si el inicio de la parálisis facial es gradual.
El síndrome de melkersson-rosenthal se caracteriza por parálisis facial, hinchazón
facial episódica, y una lengua fisurada, típicamente comenzando en la
adolescencia pero con episodios recurrentes de parálisis facial.
El inicio agudo o subagudo de la parálisis bilateral del nervio facial puede deberse
a numerosos otros trastornos, como la neuroborreliosis (ver "la enfermedad de
Lyme" más arriba), las paperas y el síndrome de Guillain-Barré.
La hipertensión sistémica grave se ha relacionado con la parálisis de los nervios
faciales primarios unilaterales en niños y adolescentes, y raramente en adultos.
HOSPITAL DEL NIÑO DOCTOR JOSÉ RENÁN ESQUIVEL
CÓDIGO: PR-19-18 Página 9 de 22
Servicio de Fisiatría
Título Protocolo de Manejo de la Parálisis facial periférica
adquirida
Edición: Junio 2020
Elaborado: Dra. Ericka Batista, Especialista en medicina física y
rehabilitación
Revisión N°: 0
Aprobado: : Dr. Francisco Lagrutta Jefe de Departamento de Revisado: Dra. Julieta Pérez de Mayo
Docencia servicio de Fisiatría
Examen físico:
El movimiento facial se evalúa observando la respuesta a los comandos para
cerrar los ojos, elevar la ceja, fruncir el ceño, mostrar los dientes, fruncir los labios
y tensar los tejidos blandos del cuello.
El examen también incluye un examen físico general y un examen neurológico.
Buscar presencia de las vesículas (que indican zoster) y para las lesiones masivas
dentro de la glándula parótida.
La prueba del sabor también es útil para localizar las lesiones del nervio facial.
La presencia de una parálisis ipsilateral del nervio abducens (es decir, del nervio
craneal VI) sugiere la posibilidad de una lesión del tronco encefálico como la
causa de la parálisis facial, ya que el núcleo de este par craneal se encuentra muy
cerca de las fibras del tronco cerebral que salen como nervio facial.
Lesiones periféricas frente a las centrales: la ausencia de compromiso de los
músculos de la frente sugiere una lesión central (neurona motora superior) debido
a la inervación bilateral en esta área. Sin embargo, este hallazgo no excluye un
sitio periférico de patología en todos los casos.
La activación central del nervio facial es de origen volitivo y automático o
emocional, y el nervio facial es la vía final común. Por lo tanto, la disociación del
movimiento de la cara a comandos de movimiento espontáneo, como en la
sonrisa, indica una lesión de la neurona motora superior (central). La falta de
disociación indica una lesión de la neurona motora inferior (periférica).
HOSPITAL DEL NIÑO DOCTOR JOSÉ RENÁN ESQUIVEL
CÓDIGO: PR-19-18 Página 10 de 22
Servicio de Fisiatría
Título Protocolo de Manejo de la Parálisis facial periférica
adquirida
Edición: Junio 2020
Elaborado: Dra. Ericka Batista, Especialista en medicina física y
rehabilitación
Revisión N°: 0
Aprobado: : Dr. Francisco Lagrutta Jefe de Departamento de Revisado: Dra. Julieta Pérez de Mayo
Docencia servicio de Fisiatría
• Se presenta una afectación difusa de todas las ramas distales del nervio
facial.
• El inicio es agudo, durante un día o dos; el curso es progresivo, alcanzando
la máxima debilidad clínica/parálisis dentro de tres semanas o menos desde
el primer día de debilidad visible; recuperación de algún grado de función
por lo general se produce dentro de los seis meses.
Reflejo del parpadeo (estimulación del nervio supra orbital): en los primeros
días después de iniciar los síntomas puede confirmar el origen periférico de la
debilidad y evaluar el grado de bloqueo de la conducción axonal (30).
Estudio de conducción nerviosa (VCN): por lo general se obtiene en pacientes
con lesiones completas con fines pronósticos.
Se miden las amplitudes motoras del Nervio Facial bilateralmente (CMAP), las
cuales, alcanzan su nivel mínimo entre 7 y 14 días después de la aparición de la
debilidad en la mayoría de los pacientes. En aproximadamente 10 días después
de la aparición de los síntomas, la amplitud de la CMAP en el lado paralizado en
comparación con la del lado normal produce una estimación del grado de pérdida
axonal (30).
La amplitud del lado paralizado se compara con la del lado normal y se expresa
como un porcentaje. Se presume que este porcentaje corresponde al número de
neuronas motoras supervivientes (30). Por lo tanto, un valor de CMAP del 10 por
ciento de la normalidad corresponde con una degeneración o pérdida de 90 por
ciento de los axones motores en ese lado. En individuos normales, una diferencia
de 5 a 20 por ciento entre los dos lados puede existir.
La electromiografía con electrodo de aguja: puede proporcionar la
confirmación de la denervación muscular y el grado de daño axonal después de 20
a 30 días del inicio de los síntomas. En pacientes con pérdida axonal, la
electromiografía con aguja aproximadamente tres meses después de la aparición
puede utilizarse para evaluar la reinervación subclínica del nervio facial.
Estudios por imágenes: es necesario si los signos físicos son atípicos (es decir,
implican nervios craneales cercanos), si la otitis media crónica, la mastoiditis
aguda, el trauma óseo temporal o una neoplasia se sospecha que es la etiología,
si la progresión es lenta y se extiende más allá de tres semanas, o si no se ha
producido ninguna mejoría a los seis meses (12) y técnica inicial de toma de
imágenes de elección para las parálisis del nervio facial es discutible.
● Un grupo recomienda la tomografía computarizada de alta resolución (TC) en los
planos axial y coronal para pacientes con una masa demostrable
otoscópicamente. Las fracturas del hueso temporal también se ven mejor con la
exploración por TC.
●La Resonancia magnética nuclear (RMN) es el mejor estudio para evaluar el
nervio facial en su porción en la parótida para evaluar inflamación, edema o
neoplasia.
HOSPITAL DEL NIÑO DOCTOR JOSÉ RENÁN ESQUIVEL
CÓDIGO: PR-19-18 Página 12 de 22
Servicio de Fisiatría
Título Protocolo de Manejo de la Parálisis facial periférica
adquirida
Edición: Junio 2020
Elaborado: Dra. Ericka Batista, Especialista en medicina física y
rehabilitación
Revisión N°: 0
Aprobado: : Dr. Francisco Lagrutta Jefe de Departamento de Revisado: Dra. Julieta Pérez de Mayo
Docencia servicio de Fisiatría
que los estudios de electro diagnóstico muestran una reducción ≥ 90 por ciento del
potencial de acción muscular compuesta (33). Otro estudio sugirió que la
descompresión del nervio facial impedía más episodios de parálisis facial, pero no
promueve la recuperación del nervio facial (34).
En el 2001 la Academia Americana de Neurología determinó que el tratamiento
quirúrgico de la parálisis del nervio facial no podría recomendarse debido a las
preocupaciones sobre el sesgo inherente de estos estudios y la posible
complicación de la pérdida auditiva (35).
Las técnicas de cirugía plástica o de reconstrucción se pueden considerar en
niños con parálisis del nervio facial congénita o adquirida permanentemente.
Estas técnicas no restauran completamente la función fisiológica normal, aunque
pueden ayudar al niño psicológicamente. Los procedimientos quirúrgicos se
dividen en procedimientos estáticos que proporcionan simetría de la boca en
reposo y técnicas de reanimación que permiten la expresión facial.
Cuidado ocular: se requiere un cuidado ocular adecuado para ayudar a evitar las
abrasiones corneales si el paciente con parálisis facial no puede cerrar el ojo. Este
cuidado generalmente implica la administración de lágrimas artificiales durante el
día con ungüento oftálmico y parches por la noche.
No existen estudios en la población pediátrica con PFP y terapia física, por tal, no
hay consenso en cuanto al inicio de la terapia en niños con PFP, ni en cuanto al
medio físico que debe utilizarse, tampoco existe consenso si debe incluir electro
estimulación de los puntos motores del Nervio facial, por tal, cada caso debe ser
evaluado antes de ingresar a un programa de terapia física.
La edad del paciente directamente proporcional a la comprensión y realización de
las indicaciones dadas por el terapista se convierten en otro sesgo al momento de
la intervención fisioterapéutica.
Tampoco existe consenso en cuanto a la utilización de cinta propioceptiva
(kinesiotaping) en niños, ni en adultos con PFP, por tal deben ser previamente
evaluados antes de ingresar a un programa rehabilitador con cinta propioceptiva.
Los datos limitados sugieren que las medidas electrofisiológicas de la función del
nervio facial son más fiables que la House-Brackmann para estimar el pronóstico
en casos con lesión nerviosa facial más grave (37).
Los estudios de conducción nerviosa del motor han demostrado ser útiles para
determinar el pronóstico de la parálisis facial idiopática. Un Grupo observó que el
84 por ciento de los pacientes con respuestas de amplitud de CMAP superiores al
30 por ciento de la normalidad tenían una recuperación completa de la función
facial (38). Una respuesta de CMAP inferior al 10 por ciento sugiere un pronóstico
deficiente y una consideración quirúrgica (39).
19. SEGUIMIENTO/CONTROLES:
• Debe acudir a la primera consulta con Medicina Física y Rehabilitación en los
primeros 3 días de inicio de los síntomas para realizar la evaluación inicial,
establecer la clasificación de severidad, iniciar tratamiento farmacológico
oportuno y valorar la realización de estudios de electrodiagnóstico u otros que
se necesiten.
• Posterior a la primera evaluación, se reevaluará al paciente a los 15 días post
lesión, luego a los 21 días, a los 30 días post inicio del cuadro y luego a los 3,
6, 9 y 12 meses de inicio del cuadro.
• Debe acudir 2 a 3 veces por semana a Terapia Física previa evaluación por
Medicina Física y Rehabilitación.
• En caso de que el paciente viva en alguna provincia, se referirá al programa de
rehabilitación física del área.
• Si el paciente fue referido por algún colega de la especialidad, para tratamiento
con medicamentos o alguna otra terapéutica que no cuenten en el lugar de
origen, se deriva a su área de procedencia una vez culmine el tratamiento en el
lugar de destino.
HOSPITAL DEL NIÑO DOCTOR JOSÉ RENÁN ESQUIVEL
CÓDIGO: PR-19-18 Página 17 de 22
Servicio de Fisiatría
Título Protocolo de Manejo de la Parálisis facial periférica
adquirida
Edición: Junio 2020
Elaborado: Dra. Ericka Batista, Especialista en medicina física y
rehabilitación
Revisión N°: 0
Aprobado: : Dr. Francisco Lagrutta Jefe de Departamento de Revisado: Dra. Julieta Pérez de Mayo
Docencia servicio de Fisiatría
20. BIBLIOGRAFÍA:
1. Movérare T, Lohmander A, Hultcrantz M, Sjögreen L. Peripheral facial
palsy: Speech, communication and oral motor function. European Annals of
Otorhinolaryngology, Head and Neck Diseases.
2. Roob G, Fazekas F, Hartung HP. Peripheral facial palsy: etiology, diagnosis
and treatment. Eur Neurol 1999; 41:3.
3. Jackson CG, von Doersten PG. The facial nerve. Current trends in
diagnosis, treatment, and rehabilitation. Med Clin North Am 1999; 83:179.
4. James DG. All that palsies is not Bell's. J R Soc Med 1996; 89:184.
5. De Diego JI, Prim MP, Gvil’ J. Etiopatogenia de la parálisis facial periférica
idiopática o de Bell. Rev Neurol 2001; 32(11): 1055-9.
6. Hilsinger RL Jr, Adour KK, Doty HE. Idiopathic facial paralysis, pregnancy,
and the menstrual cycle. Ann Otol Rhinol Laryngol 1975; 84:433.
7. León A, Bruzzone R, Scavone C, Delfino A. Parálisis facial periférica aguda
idiopática en niños. Arch. Pediatr. Urug. [Internet]. 2006 [citado 2020
Mayo 12] ; 77( 1 ): 8-12. Disponible en:
http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-
12492006000100003&lng=es
8. Cook SP, Macartney KK, Rose CD, et al. Lyme disease and seventh nerve
paralysis in children. Am J Otolaryngol 1997; 18:320.
9. Folayan MO, Arobieke RI, Eziyi E, et al. Facial nerve palsy: analysis of
cases reported in children in a suburban hospital in Nigeria. Niger J Clin
Pract 2014; 17:23.
10. Khine H, Mayers M, Avner JR, et al. Association between herpes simplex
virus-1 infection and idiopathic unilateral facial paralysis in children and
adolescents. Pediatr Infect Dis J 2008; 27:468.
11. Kanerva M, Nissinen J, Moilanen K, et al. Microbiologic findings in acute
facial palsy in children. Otol Neurotol 2013; 34:e82.
12. Shargorodsky J, Lin HW, Gopen Q. Facial nerve palsy in the pediatric
population. Clin Pediatr (Phila) 2010; 49:411.
13. Karalok ZS, Taskin BD, Ozturk Z, et al. Childhood peripheral facial palsy.
Childs Nerv Syst 2018; 34:911.
14. Kremer H, Kuyt LP, van den Helm B, et al. Localization of a gene for Möbius
syndrome to chromosome 3q by linkage analysis in a Dutch family. Hum
Mol Genet 1996; 5:1367.
15. Verzijl HT, van der Zwaag B, Lammens M, et al. The neuropathology of
hereditary congenital facial palsy vs Möbius syndrome. Neurology 2005;
64:649.
16. Verzijl HT, van den Helm B, Veldman B, et al. A second gene for autosomal
dominant Möbius syndrome is localized to chromosome 10q, in a Dutch
family. Am J Hum Genet 1999; 65:752.
HOSPITAL DEL NIÑO DOCTOR JOSÉ RENÁN ESQUIVEL
CÓDIGO: PR-19-18 Página 18 de 22
Servicio de Fisiatría
Título Protocolo de Manejo de la Parálisis facial periférica
adquirida
Edición: Junio 2020
Elaborado: Dra. Ericka Batista, Especialista en medicina física y
rehabilitación
Revisión N°: 0
Aprobado: : Dr. Francisco Lagrutta Jefe de Departamento de Revisado: Dra. Julieta Pérez de Mayo
Docencia servicio de Fisiatría
35. Grogan PM, Gronseth GS. Practice parameter: Steroids, acyclovir, and
surgery for Bell's palsy (an evidence-based review): report of the Quality
Standards Subcommittee of the American Academy of Neurology.
Neurology 2001; 56:830.
36. Teixeira LJ, Valbuza JS, Prado GF. Physical therapy for Bell's palsy
(idiopathic facial paralysis). Cochrane Database Syst Rev 2011;
:CD006283.
37. House JW, Brackmann DE. Facial nerve grading system. Otolaryngol Head
Neck Surg 1985; 93:146.
38. Huang B, Zhou ZL, Wang LL, et al. Electrical response grading versus
House-Brackmann scale for evaluation of facial nerve injury after Bell's
palsy: a comparative study. J Integr Med 2014; 12:367.
39. May M, Klein SR, Taylor FH. Indications for surgery for Bell's palsy. Am J
Otol 1984; 5:503.
40. Hughes GB. Practical management of Bell's palsy. Otolaryngol Head Neck
Surg 1990; 102:658.
41. Jabor MA, Gianoli G. Management of Bell's palsy. J La State Med Soc 1996;
148:279.
42. Hashisaki GT. Medical management of Bell's palsy. Compr Ther 1997;
23:715.
43. Eidlitz-Markus T, Gilai A, Mimouni M, Shuper A. Recurrent facial nerve palsy
in paediatric patients. Eur J Pediatr 2001; 160:659.
HOSPITAL DEL NIÑO DOCTOR JOSÉ RENÁN ESQUIVEL
CÓDIGO: PR-19-18 Página 20 de 22
Servicio de Fisiatría
Título Protocolo de Manejo de la Parálisis facial periférica
adquirida
Edición: Junio 2020
Elaborado: Dra. Ericka Batista, Especialista en medicina física y
rehabilitación
Revisión N°: 0
Aprobado: : Dr. Francisco Lagrutta Jefe de Departamento de Revisado: Dra. Julieta Pérez de Mayo
Docencia servicio de Fisiatría
ANEXOS
Figura 1
HOSPITAL DEL NIÑO DOCTOR JOSÉ RENÁN ESQUIVEL
CÓDIGO: PR-19-18 Página 21 de 22
Servicio de Fisiatría
Título Protocolo de Manejo de la Parálisis facial periférica
adquirida
Edición: Junio 2020
Elaborado: Dra. Ericka Batista, Especialista en medicina física y
rehabilitación
Revisión N°: 0
Aprobado: : Dr. Francisco Lagrutta Jefe de Departamento de Revisado: Dra. Julieta Pérez de Mayo
Docencia servicio de Fisiatría
Tabla 1
HOSPITAL DEL NIÑO DOCTOR JOSÉ RENÁN ESQUIVEL
CÓDIGO: PR-19-18 Página 22 de 22
Servicio de Fisiatría
Título Protocolo de Manejo de la Parálisis facial periférica
adquirida
Edición: Junio 2020
Elaborado: Dra. Ericka Batista, Especialista en medicina física y
rehabilitación
Revisión N°: 0
Aprobado: : Dr. Francisco Lagrutta Jefe de Departamento de Revisado: Dra. Julieta Pérez de Mayo
Docencia servicio de Fisiatría
Tabla 2