El Nacimiento de Venus de Sandro Botticelli
El Nacimiento de Venus de Sandro Botticelli
El Nacimiento de Venus de Sandro Botticelli
El nacimiento de Venus se inscribe en la sensibilidad propia del Renacimiento, tiempo en que se renovó la
representación de los mitos de la Antigüedad Clásica, en los cuales los renacentistas encontraban verdades
escondidas sobre la naturaleza humana. Esto significó una verdadera defensa del humanismo antropocéntrico
frente al teocentrismo del pasado.
Botticelli recibió de Lorenzo Pierfrancesco de Médicis el encargo de representar la historia del nacimiento de esta
diosa pagana, deidad que encuentra sus equivalentes en la diosa egipcia Isis o Iemanjá en Umbanda, entre otras.
Venus,
Céfiro,
Cloris
y la alegoría de las Horas.
Venus protagoniza el centro del cuadro, posando desnuda sobre una concha que la ha traído hasta la orilla. Su
cuerpo yace formando una línea sinusoidal. Un cuello algo desproporcionado sostiene la cabeza que se inclina
hacia la izquierda, mientras la cadera se dirige a la derecha.
La larga y abundante melena flota en el aire. Su extensión le permite usarla para esconder delicadamente sus
"vergüenzas", mientras una de sus manos se apoya en su pecho.
A la izquierda del lienzo se encuentran dos personajes agrupados en pareja. Se trata de Céfiro, el dios del viento,
y de su mujer Cloris, diosa de las flores, que deja caer algunas sobre la escena. Ambos dioses son representados
con alas, flotando en el aire, ataviados con mantos que cubren sus partes íntimas.
Céfiro sopla sobre Venus y la lleva hasta una costa segura donde la espera una mujer. Se trata de una alusión
alegórica a las Horas, las tres diosas de las estaciones. Esta mujer, ubicada a la derecha del lienzo, porta un
vestido blanco estampado con flores, lista para abrigar a Venus con un manto también florido sobre un fondo
rosa.
La composición anatómica
Los cuerpos se representan con algunas incorrecciones deliberadas, puesto que el propósito de Botticelli era
construir una composición equilibrada y armoniosa.
Con ello, el artista logra, en efecto, crear un modelo de belleza que acompañará a la humanidad hasta nuestros
días. El Nacimiento de Venus de Botticelli es, de alguna forma, el nacimiento de una idea de feminidad dentro del
arte renacentista.
El paisaje de fondo no ha sido trabajado al detalle. De hecho, el tratamiento de la espuma del mar y el brillo del
agua quiebra la ilusión de profundidad espacial, mejor lograda en el paisaje boscoso que se muestra a la derecha
del lienzo.
Interesado apenas en brindar un contexto a la escena, este aparente descuido pictórico obliga al espectador a
centrar su mirada sobre los personajes.
La concha marina
Dentro de la iconografía del arte, la concha marina sobre la que Venus se sostiene en el lienzo es un símbolo de la
fertilidad femenina. En el caso de este cuadro, como algo muy propio del Renacimiento, la concha es también el
símbolo del renacer personal que trae consigo la virtud.
Una investigación breve del contexto en que se creó esta pintura (cuándo, dónde, por quién, para qué/ para
quién, así como una interpretación del tema de la pintura). Incluye bibliografía en APA.
Botticelli recibió de Lorenzo Pierfrancesco de Médicis el encargo de representar la historia del nacimiento de esta
diosa pagana en 1485. Dimensiones: 172.5 x 278.5 cm
La diosa pagana Venus (o Afrodita, para los griegos) ha sido el símbolo, desde tiempos inmemoriales, de la
fertilidad y el erotismo en la mitología grecorromana. Se trata de un personaje caracterizado por el erotismo
arrasador sobre y por los otros, y por ser una mujer con voz de mando, firmeza e inteligencia.
El cuadro El nacimiento de Venus fue famoso porque, desafiando las costumbres de su tiempo, legitimó la
representación del desnudo femenino de cuerpo completo en el arte. Esto no era muy común en el pasado,
aunque ya se había hecho en algunas piezas con fines moralizantes. De hecho, no era común ni siquiera en el arte
grecorromano, donde era el hombre quien se representaba completamente desnudo y, en caso de que se tratase
de una mujer, normalmente solo se descubría su torso.
La composición representa con mayor precisión el desembarco en la isla de Chipre de la diosa del amor y la
belleza, nacida de la espuma del mar e impulsada por los vientos Céfiro y, quizás, Aura. La diosa está sobre la
válvula de una concha, pura y perfecta como una perla. Una joven la recibe, identificada a veces con una de las
Gracias o con la Hora de la Primavera, que le entrega un manto salpicado de flores; rosas llevadas por los vientos
también se refieren a la temporada de primavera. El tema de la pintura, que celebra a Venus como símbolo del
amor y la belleza, fue quizás sugerido por el poeta Agnolo Poliziano.
A diferencia de la "Primavera", pintada sobre madera, el "Nacimiento de Venus" se realizó sobre lienzo, soporte
no infrecuente en el siglo XV para pinturas decorativas destinadas a casas señoriales.
Botticelli se inspira en las estatuas clásicas por la actitud modesta de Venus, que cubre la desnudez con su larga
cabellera rubia, cuyos reflejos de luz se obtienen mediante la aplicación de oro; También la pareja de Vientos que
vuelan abrazados es una cita de una obra antigua, una joya helenística propiedad de Lorenzo el Magnífico.
Un comentario acerca de cuáles son las características de dicha pintura que la colocan dentro de la corriente
renacentista, a partir de lo visto en clase. El análisis en esta sección debe ser detallado y completo, considerando
todas las características que vimos en clase, que sean pertinentes a la pintura en cuestión. Consideren cuestiones
como temática, composición, técnica, etcétera y justifiquen cada uno de esos elementos que encontraron. Esta es
la parte más importante de la evaluación.