Historia de La Farmacia
Historia de La Farmacia
Historia de La Farmacia
FAR 68O
La Edad Media Y Cultura Bizantina.
El arte bizantino se desarrolló en la ciudad de Bizancio entre los siglos IV y VI, y luego de la
caída de Constantinopla se plasmó en el arte de los íconos y en la arquitectura con influencia
religiosa de los Balcanes y Rusia. Fue Cristo el tema central del arte pictórico y arquitectónico
bizantino. Fueron destacadas sus obras arquitectónicas, con proliferación de cúpulas, de
influencia asiática, siendo representativa la basílica de San Marcos de Venecia del siglo XI y la
de Santa Sofía de Kiev, en Rusia. También se destacaron las iglesias en forma de cruz griega,
con gran uso de arcos. A fines del imperio predominó el uso del ladrillo.
La pintura estuvo regulada por la iglesia, siendo los pintores sometidos a ayuno y a
ceremoniales. La iconografía religiosa estaba totalmente reglada. Eran imágenes estáticas. Los
retratos debían ser idénticos, inmutables.
Luego del siglo IX, con los monarcas macedónicos, se inició el período medio, con estilo único
y refinado, y rasgos lineales.
Famoso químico y físico que realizó innumerables aportes a las ciencias naturales. Su principal
legado es la invención de la pasteurización, proceso que permite la conservación sin
descomposición a una gran cantidad de productos alimenticios.
Además, sus proposiciones de que las enfermedades podían ser trasmitidas entre organismos
vivos microscópicos eran avanzadas para su época y promovieron el uso de la esterilización del
material médico
Finalmente, y después de dejar tras de sí un legado que sigue vigente a día de hoy pese a lo
polémico y controvertido de su figura, Paracelso falleció en el año 1541 en Salzburgo, Austria,
donde llevaba viviendo poco más de un año.
La identidad de la farmacia
La identidad corporativa es la suma de características, creencias y valores con la que una
empresa, en este caso una Farmacia, se identifica y se diferencia de la competencia. Es, en
definitiva, su personalidad, lo que la hace única y diferente a todas las demás. A la hora de crear
la Identidad Corporativa de tu farmacia, debes partir de una misión y visión definidas. A partir
de ellas decidirás qué valores quieres resaltar en tu imagen de marca, para luego, dejar que la
inspiración y creatividad de los diseñadores gráficos trabajen.
La caída del imperio y, por lo tanto, de sus redes de comercio, planteó la necesidad de
abrir otros caminos para establecer el comercio, lo cual llevó a las expediciones que se
realizaron hacia África (Portugal en primer lugar) y América (España bajo el liderazgo
de Cristóbal Colón), que terminan con la dominación de Europa sobre estos continentes.
Durante estas nuevas travesías se hallaron riquezas desconocidas lo que llevó a una
expansión cultural y económica de Europa.
La riqueza cultural del imperio bizantino los llevó a la conservación de textos y
manuales que más tarde desatarían el Renacimiento.
Redactaron leyes que se consideran en la actualidad como las bases del Derecho Civil.
Los bizantinos amaban la buena salud; no olvidemos que por sus ascendentes eran greco-
romanos.
Esto hizo que sus médicos, sobre todo los buenos, gozaran de gran prestigio social: tuvieron
exenciones fiscales, y estuvieron apoyados por los emperadores, que construyeron grandes
centros hospitalarios para ellos como el Civitas Medica de Cesarea. Sin embargo, en la práctica
médica, aparecieron, junto a la medicina técnica greca-romana ya tan ampliamente desarrollada,
antiguos ritos mágicos. Se usaron amuletos, libaciones, y conjuros mágicos, tomados del
antiguo culto al dios egipcio Toth, a quien llamaban Hennes Trimegisto, y sobre todo alcanzó
una gran importancia la incubatio o costumbre de llevar a pasar las noches a los enfermos, a un
templo dedicado a la diosa egipcia Isis, porque, según la creencia popular, era tal su poder
curativo, que al dormir en él, el enfermo sanaba. Esta costumbre acabó tan implantada, que
cuando las autoridades cristianas, intentando apartar a la gente de todo lo que fueran costumbres
paganas, quisieron prohibirla, se encontraron con tal oposición popular, que idearon cristianizar
la incubatio, llevando a ese templo reliquias de San Ciro y San Juan, para hacer que las
curaciones se hicieran por la mediación de estos santos ante Jesucristo y no por la magia de Isis.
En esta etapa del Imperio Bizantino, se dio un gran impulso a la cultura: se organizaron centros
de formación intelectual en Grecia, Asia Menor, Oriente Próximo, y Egipto, donde se
Impartieron las enseñanzas incluidas más adelante en el Trivium y en el Cuatrivium medieval.
Existieron médicos hombres y mujeres, paganos y cristianos. No existía titulación oficial.
Tampoco existieron médicos realmente brillantes; la medicina que se practicaba era la galénica,
aunque hubo médicos cristianos que la rechazaron completamente, por provenir de un pagano y
porque vieron un gran problema en encajar la idea de Galeno de racionalizar todo lo relacionado
con la Physis y la idea cristiana de la omnipresencia de Dios.
A partir del siglo III el cristianismo, instalado ya como religión oficial, se va a oponer
frontalmente al enfoque pagano de la medicina galénica, lo que llevará a una decadencia de las
ciencias médicas, dentro de la decadencia generalizada que se va a presentar.
Oribasio fue un médico griego del siglo IV, muy importante en su época, que escribió una
enciclopedia y una relación de los principales médicos anteriores a él, y será a través de sus
textos como conocerán la medicina galénica los futuros médicos árabes. Aecio de Amida
(nacido en la región del Tigris, durante el siglo VI) como médico practicó las supersticiones de
la época, usando en su práctica médica hechizos y amuletos; y como farmacólogo, basándose en
los textos de Oribasio, conoció a Galeno, ordenando e incluso en algunos aspectos corrigiendo
su clasificación farmacológica. También nos habló de drogas de procedencia índica como el
alcanfor.
Otra fuente de información para éstos futuros médicos árabes va a ser a través de los seguidores
de Nestorio, cuando este obispo cristiano, condenado por hereje en el Concilio de Efeso
(sostenía la existencia de dos personas en Cristo, una de naturaleza divina y otra humana), en el
año 431, sea desterrado junto a sus seguidores entre los que se encontraban personas de gran
altura intelectual, al Alto Egipto.
Universidades destacadas.
Productos de la Alta Edad Media, las universidades proporcionaron a los estudiantes educación
artística liberal básica y la oportunidad de continuar estudiando leyes, medicina o teología. Los
cursos se enseñaban en latín, principalmente por maestros que leían de libros. No había
exámenes en los cursos individuales, pero los estudiantes tenían que pasar un examen oral
completo para obtener un grado.
La educación en la Alta Edad Media descansaba, sobre todo, en el clero, es decir, en los monjes.
Aunque las escuelas monásticas fueron centros de aprendizaje desde el siglo IX, fueron
rebasadas en el curso del siglo XI por las escuelas catedralicias, organizadas por el clero secular
(monástico). Las escuelas catedralicias se extendieron con rapidez en el siglo XI.
Había veinte en el año 900, pero para el año 1000, su número había crecido cuando menos hasta
doscientas, ya que cada ciudad catedralicia se sentía obligada a establecer una. Las más famosas
fueron las de Chartres, Reims, París, Laon y Soissons, todas ubicadas en Francia que era, en
verdad, el centro intelectual de Europa en el siglo XII. Aunque el propósito principal de la
escuela catedralicia era educar a los sacerdotes para ser hombres de Dios más letrados, también
atrajeron a otros individuos que deseaban contar con alguna educación, pero no querían
ordenarse sacerdotes. Muchos administradores universitarios tuvieron títulos como los de
canciller, preboste y decano, originalmente utilizados para los funcionarios de los capítulos de la
catedral.
La primera universidad europea apareció en Bolonia, Italia (a menos que uno esté de acuerdo de
conceder esta distinción a la primera escuela de medicina, establecida con anterioridad en
Salerno Italia). La fundación de la Universidad de Bolonia coincidió con la renovación del
interés por el derecho romano sobre todo por el redescubrimiento del Código de Derecho Civil
de Justiniano (véase la opción Renacimiento del derecho romano) En el siglo XII un gran
maestro, como lrnerio (1088-1125) podía atraer a estudiantes de toda Europa. La mayoría de
ellos eran seglares, a menudo individuos de edad que desempeñaban funciones de
administradores de los reyes y príncipes, y estaban deseosos de aprender más sobre derecho
para aplicar sus conocimientos en sus profesiones.