Víctimas Del Amor - Hesse
Víctimas Del Amor - Hesse
Víctimas Del Amor - Hesse
Herman Hesse
Sobre la mujer que yo amé no es preciso que sepa nada. Quizá era
extraordinariamente hermosa, quizá simplemente guapa. Tal vez era un
genio, tal vez no. ¡Qué más da, Dios mío! Ella fue el abismo en el que
ineludiblemente me precipité; fue la mano de Dios que se asió un día a
mi humilde existencia. Y a partir de entonces, esta humilde existencia
pasó a ser grande y regia. Entiéndalo, de repente ya no llevé la vida de
un hombre de posición, sino la de un dios y la de un niño, delirante y
disparatada; era fuego y ardor.
Entonces habría podido ser feliz. Ella me quería. Tal vez durante
algún tiempo fui feliz.
Me tomó a mí, sí. Eso significa que se fue a Suiza y que permitió
que la siguiera. A la mañana siguiente solicite un período de vacaciones.
En vez de una respuesta, obtuve mi detención. Falsificación de
documentos, malversación de dinero público. No diga nada, no hace falta.
Ya lo sé. Pero ¿sabe usted que también en mi deshonra y en mi condena
y en el hecho de quedarme sin camisa por amor, en todo eso, ardía
todavía la pasión? ¿Qué todo eso no era sino el precio del amor? ¿Entiende
usted eso, como joven enamorado que es?