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Asignatura:

ÉTICA PROFESIONAL.

Nombre del tema:


MAPA MENTAL LA TEORIA ETICA DE ARISTOTELES.

Presenta:
Edward Andrés Buitrago Álvarez ID: 736785
Vannesa Valentina Gómez Sánchez ID 670580

Docente:

Hugo Hernando Díaz Raga

NRC: 7134

Colombia_ Cuidad Neiva. OCTUBRE, 03 de 2021


INTRODUCCIÓN

La teoría moral expuesta por Humé pasa por consideraciones que van desde la noción
de razón (definición y funciones) hasta un estudio detallado de las pasiones (pasiones
simples y complejas). se hace evidente cuando observamos que en estas obras uno de los
propósitos centrales de Humé es criticar las teorías racionalistas de la moral, que concedían
un predominio absoluto de la razón.

El propósito del siguiente ensayo es exponer los puntos fundamentales de la teoría de


las pasiones y en qué consiste la relación entre las pasiones y la razón en la Ética de Humé.
La noción de razón en la Teoría Humeana de las Pasiones.

Es importante para el estudio de la ética humeana, en la misma medida y por las


mismas razones que pueda serlo el libro II del trato de la naturaleza humana. Esta
relevancia tiene una explicación básica: la tesis central de la ética de Humé, que aparece
formulada en el libro II del tratado, es que la razón está subordinada, en el plano práctico, a
las pasiones. Esta relación no puede entenderse en absoluto si no conocemos previamente
los conceptos de pasión y de razón sostenidos por Humé.

Aunque en la disertación y en el tratado Humé estudia detalladamente determinadas


pasiones, en este ensayo no nos va a interesar esa cuestión, sino más bien, el problema
general de la naturaleza de las pasiones y de la razón, y del lugar que ocupan en el
comportamiento moral. Estos dos problemas tienen que ser adecuadamente analizados y
resueltos para comprender la tesis crucial de la Ética de Humé.

La tesis es: La razón, en un sentido estricto, significando el discernimiento de la


verdad y la falsedad, no puede nunca por sí misma ser un motivo para la voluntad, y no
puede tener influencia alguna sino en cuanto afecte a alguna pasión o afección. En otras
palabras, la razón es incapaz de motivar nuestra conducta. Esta facultad no puede “producir
una acción o dar origen a una volición, por lo que se deduce que esta misma facultad es tan
incapaz de impedir la volición como de disputarle la preferencia a una pasión o acción”.

Las dos características principales de dicho concepto consisten en su diversidad de


significados y la subsiguiente ambigüedad en su utilización. En el “Estudio Preliminar” de
la disertación, José Luis Tasset destaca los siguientes sentidos del término razón:
a. En primer lugar, Humé emplea el término razón como principio o
facultad que se ejerce de dos modos: primero, comparando ideas y segundo,
realizando inferencias sobre cuestiones de hecho.
b. En segundo lugar, Humé utiliza el término razón como
determinación de la verdad o la falsedad. Sin embargo, Humé emplea dicha palabra
de manera más frecuente en el sentido de actividades relacionadas con esa
determinación de la verdad y no como la determinación misma.
c. En tercer lugar, Humé habla de la razón como razonamiento
abstracto o demostrativo. En otras palabras, después de decir en el primer sentido
que el entendimiento o la razón se ejerce de dos formas o por dos operaciones,
Humé señala que una de ellas es juzgar por demostración, es decir, por
consideración de las relaciones abstractas entre ideas.
d. En cuarto lugar, Humé considera la razón como razonamiento
probable o como razonamiento factual. Si volvemos al primer sentido observaremos
que la segunda manera de ejercer el entendimiento es juzgar por probabilidad, es
decir refiriéndose a aquellas relaciones de los objetos de las que sólo nos informa la
experiencia. Teniendo en cuenta lo anterior, la razón sería aquí la facultad de inferir
sobre cuestiones de hecho.
e. En quinto lugar, Humé considera la razón como un instinto, como
una tendencia innata hacia la inferencia, hacia el tránsito psicológico de una
percepción a otra. Aquí es importante señalar que Humé sólo habla de la razón
como instinto inferencial en una ocasión y podemos considerar que en ese caso
exagera un poco, al convertir el razonamiento inferencial, a pesar de ser el más
importante de todos, en la única clase de razonamiento. Desde este aspecto, el
término razón habría que interpretarlo como un intento de destacar la importancia
de las inferencias causales en cuanto usos de la razón, aunque también habría que
añadir que su estructura, como mostró el propio Humé, no es completamente
racional.

Esta confusión podría hacernos pensar que se da un conflicto entre la razón y las
pasiones en la dirección de la conducta humana. Pero cuando se descubre que esa razón,
que supuestamente nos afecta de modo emocionalmente tranquilo es, en realidad, una
pasión apacible, se desvanece la posibilidad del conflicto, Humé considera que sólo una
pasión puede oponerse a otra pasión. A una idea se le contrapone otra idea, a un juicio otro
juicio, a una demostración otra demostración, etc. Pero a una pasión no se le puede oponer
un razonamiento por no ser ella misma una idea o un conjunto de ideas.

La noción de pasión en la ética humeana.

Humé considera que la pasión es “una violenta y sensible emoción de la mente


producida cuando se presenta un bien o un mal, o cualquier objeto que por la constitución
original de nuestras facultades sea apropiado para excitar un apetito”. Si comenzamos por
relacionar las pasiones con el resto de la teoría humeana del conocimiento, debemos tener
en cuenta que, en las primeras líneas del tratado de la naturaleza humana, Humé nos da
algunas claves para entenderlas. En su investigación comienza considerando que todas las
percepciones se originan de la experiencia sensible. Las percepciones pueden ser
impresiones o ideas.

Aquí Humé nos advierte que las pasiones forman parte de las impresiones, tal como
hacen su primera aparición en el alma y su forma de aparecer en el alma es natural y
simple. Humé clasifica las impresiones y considera que ellas pueden ser de dos clases:
impresiones de sensación o impresiones de sensación surgen por causas desconocidas.
Mientras que las impresiones de reflexión nacen de impresiones o ideas anteriores.
Teniendo en cuenta esta clasificación. Humé considera las pasiones son impresiones de
reflexión y, a su vez, son impresiones simples que no pueden estar constituidas por
elementos más simples y básicos que ellas.

Home entiende por pasiones directas aquellas que surgen de modo inmediato y
simples a partir de placer o del dolor, o de la percepción de cosas o eventos que son
agradables o desagradables. Las principales pasiones directas son el deseo y la aversión, la
alegría y la tristeza, la esperanza y el temor, la desesperación y la confianza. Por su
parte,las pasiones indirectas no proceden simplemente los sentimientos provocados por una
experiencia de dolor o de placer, sino esto necesita añadirse "una doble relación de
impresiones e ideas". Este complejo concepto se aclara un poco, analizando en concreto las
pasiones indirectas básicas como el orgullo, la humildad, el amor y el odio.
La relación entre las pasiones y la razón en la ética de Humé

Como se ha dicho anteriormente, ha existido una creencia de que, en la mayoría de


las ocasiones, las acciones humanas correctas están dominadas por la razón y que las
pasiones son elementos que tienden a alterar dichas acciones y que, por tanto, deben ser
negadas o sometidas por la razón. La filosofía de Humé es un intento de mostrar que las
pasiones son un elemento positivo dentro de las acciones y ellas son las que pueden
dominar la razón. Sin embargo, es importante señalar que, aunque Humé recupera la
importancia de las pasiones, no las exalta de modo absoluto negando la razón, sino que
intenta establecer una articulación entra ambas en el ámbito de la acción.

La teoría de la acción moral de Hume gira en torno a la cuestión del papel de las
pasiones y de la razón en el ámbito de la conducta humana. La formulación esencial de
dicha teoría se encuentra en un conocido pasaje del tratado en que Humé habla de la
“inactividad de la razón” Este mismo problema es planteado en la Disertación con similar
radicalidad. Veamos a continuación dicho pasaje:

Parece evidente que la razón, en un sentido estricto, significando el discernimiento de


la verdad y de la falsedad, no puede nunca por sí misma ser un motivo para la voluntad, y
no puede tener influencia alguna sino en cuanto afecte a alguna pasión o afección. Las
relaciones abstractas de ideas son objeto de curiosidad, no de una volición y las cuestiones
de hecho, como no son ni buenas ni malas, ni provocan deseo ni aversión, son totalmente
indiferentes, y ya sean conocidas o desconocidas, ya aprehendidas erróneamente o
correctamente, no pueden ser consideradas como motivos para la acción.

Desde un principio, Humé pone de manifiesto que la razón no es una facultad o


actividad de tipo práctico, es decir, directamente determinante de la conducta humana,
puesto que ésta se encarga exclusivamente de comparar ideas, establecer cuestiones de
hecho y hacer inferencias sobre ellas. . En otras palabras, la razón sólo podría establecer la
existencia de objetos, determinar las relaciones de hecho entre ellos y las relaciones entre
sus ideas. La única posibilidad Humé a la razón es a través de las pasiones, es decir, de
manera indirecta y subordinándola a ellas. Pero, desde una perspectiva práctica.
La intención de Humé es diferenciar dos ámbitos en la acción y dos niveles del
análisis de ésta. Por un lado, tenemos el ámbito de los fines que rigen la acción, y desde ese
ámbito podemos criticar y evaluar una acción desde un punto de vista moral, es decir,
podemos criticar la acción de un sujeto analizando las preferencias y elecciones
normativamente incorrectas. Pero, por otro lado, tenemos el ámbito de los medios que
conducen a los fines anteriores, es decir, podemos criticar la acción de un sujeto que actúa
basándose en una creencia errónea respecto a un asunto de hecho.

Humé establece que en el plano práctico la razón sólo puede llegar a determinar la
mera existencia de los fines de la acción y la adecuación de ciertos medios para llegar a
ellos. Pero la razón no puede fundamentar el orden de los fines, ya que en ese caso
estaríamos hablando de la deseabilidad moral y última de tales fines y de las acciones que
llevan a ellos. Para Humé, los fines de la acción están en el orden del deseo y no son
reductibles a razones. La mera conveniencia racional de algo no es motivo suficiente para
perseguirlo, sino que tenemos que abrigar un deseo que nos predisponga hacia ello o hacia
aquello que está tras de él y que es lo que conduce al fin. El placer o la aversión en un
sentido primario serían las causas de la elección de un objeto, puesto que las cualidades de
éste producen estos sentimientos. En síntesis, el estudio de las pasiones y cómo
fundamentan las acciones es lo único que nos permite explicar por qué actuamos como lo
hacemos.

La película de la decisión más fácil trata de una chica que tiene problemas con su
aceptación juvenil, porque tenía problemas de cáncer que esto hacía que los otros chicos
con los cuales quería tener una relación se alejará, hasta que una noche llegó una chico q le
ayudó a aceptarse a sí misma, sin perjuicio y la apoyo en su enfermedad, este le demostró el
amor que sentía por ella llegando al punto de estar con ella en sus últimos días, abrazándola
y haciéndola feliz cada minuto a su lado, ya por último esta enfermedad empezó a destruirla
a dejarla muchas veces inconsciente y débil.
En conclusión vemos q nuestras vidas son unos momentos, que dependiendo como la
aprovechemos y de que cada vez busquemos estar siempre más felices que vivamos el
momento como si fuera el último de tu vida, que disfrutemos del vivir y siempre de la
mejor compañía, buscando siempre estar felices sin perjudicar a nadie, esta película nos
deja un mensaje enorme con respecto al vivir la vida y que sin importar el problema o el
pasado de tu vida hay que vivir el presente siempre pensando en un futuro.

“Nuestra vida es una serie de momentos, cada uno es un viaje hacia el final, dejalos ir
a todos. Momentos que se juntan en uno solo”. (la decisión más difícil, 2009)

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