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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN, TURISMO Y PSICOLOGÍA

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

INTELIGENCIA EMOCIONAL Y ESTILOS DE AFRONTAMIENTO AL


ESTRÉS EN ESTUDIANTES DE UNA UNIVERSIDAD PRIVADA

PRESENTADA POR
MANUEL ALEXANDER LUNAHUANA ROSALES

ASESORA
CARMEN ROZAS PONCE DE LEÓN

TESIS
PARA OPTAR EL TÍTULO PROFESIONAL DE LICENCIADO EN
PSICOLOGÍA

LIMA – PERÚ

2018
Reconocimiento - No comercial - Sin obra derivada
CC BY-NC-ND
El autor sólo permite que se pueda descargar esta obra y compartirla con otras personas, siempre que se
reconozca su autoría, pero no se puede cambiar de ninguna manera ni se puede utilizar comercialmente.

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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN, TURISMO Y DE

PSICOLOGÍA

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

INTELIGENCIA EMOCIONAL Y ESTILOS DE AFRONTAMIENTO AL


ESTRÉS EN ESTUDIANTES DE UNA UNIVERSIDAD PRIVADA

TESIS PARA OPTAR

EL TÍTULO PROFESIONAL DE LICENCIADO EN PSICOLOGÍA

PRESENTADO POR:
MANUEL ALEXANDER LUNAHUANA ROSALES

ASESOR:
MG. CARMEN ROZAS PONCE DE LEÓN

LIMA - PERÚ

2018

i
Dedicado a Dios y a todos

mis seres queridos que de

alguna u otra manera me

motivan a seguir creciendo.

ii
AGRADECIMIENTO

A mis padres y hermana por motivarme constantemente con este proyecto y

brindarme su constante apoyo y comprensión en todos los objetivos que me

establezco.

A mi querida Dani que perseveró conmigo en este objetivo alcanzado y a todas

las personas que conocí durante mi periodo universitario que estuvieron

involucrados en mi proceso de crecimiento.

A la Universidad San Martin de Porres, mi alma mater, por brindarme la

oportunidad de conocer cada vez más mi vocación y acogerme dentro de todo mi

proceso de estudios.

A la Mg. Carmen Rozas por asesorarme en el transcurso de la evolución de este

trabajo con sus conocimientos y mostrarme siempre una actitud positiva para

poder mejorar. De igual forma, al Mg. Cesar Merino por generar en mi un

frecuente deseo de aportar al crecimiento de la psicología peruana y brindarme

sus conocimientos en el ámbito de la investigación científica.

INDICE

iii
PORTADA

DEDICATORIA .................................................................................................. ii

AGRADECIMIENTO .......................................................................................... iii

ÍNDICE .............................................................................................................. iv

INDICE DE TABLAS ......................................................................................... vi

RESUMEN ........................................................................................................ vii

INTRODUCCIÓN .............................................................................................. 9

CAPÍTULO I: MARCO TEÓRICO ...................................................................... 14

1.1 Antecedentes de la Investigación .......................................................... 14

1.2 Bases teóricas ......................................................................................... 18

1.2.1 Inteligencia Emocional ..................................................................... 18

1.2.2 Afrontamiento al Estrés .................................................................... 32

1.3 Definición de términos básicos ............................................................... 36

CAPÍTULO II: HIPÓTESIS Y VARIABLES ........................................................ 37

2.1 Formulación de hipótesis principal y derivadas .................................. 37

2.2 Variables y definición operacional ......................................................... 38

CAPÍTULO III: METODOLOGÍA ....................................................................... 40

3.1 Diseño metodológico .............................................................................. 40

3.2 Diseño muestral ....................................................................................... 40

3.3 Técnicas de recolección de datos ......................................................... 41

3.4 Técnicas estadísticas para el procesamiento de la información ........ 45

3.5 Aspectos Éticos ........................................................................................ 47

CAPÍTULO IV: RESULTADOS .......................................................................... 48

iv
CAPÍTULO V: DISCUSIÓN ............................................................................... 63

CONCLUSIONES .............................................................................................. 70

RECOMENDACIONES ..................................................................................... 72

REFERENCIAS ................................................................................................. 74

v
INDICE DE TABLAS

Tabla 1. Operacionalización de variables .................................................... 39

Tabla 2. Confiabilidad del WLEIS ............................................................... 49

Tabla 3. Confiabilidad del CSQ ................................................................... 49

Tabla 4. Descripción de los puntajes obtenidos .......................................... 50

Tabla 5. Puntaje de la Inteligencia emocional total .................................... 51

Tabla 6. Porcentajes de las dimensiones del WLEIS .................................. 52

Tabla 7. Porcentajes de las dimensiones del CSQ ..................................... 53

Tabla 8. Diferencia de inteligencia emocional según sexo ......................... 54

Tabla 9. Diferencia de dimensiones del WLEIS según sexo ....................... 55

Tabla 10. Diferencia de dimensiones del CSQ según sexo ........................ 56

Tabla 11. Diferencias de la inteligencia emocional según la ocupación ..... 56

Tabla 12. Diferencias de las dimensiones del WLEIS según la ocupación

actual ........................................................................................................... 58

Tabla 13. Diferencias de las dimensiones del CSQ según la ocupación

actual ........................................................................................................... 58

Tabla 14. Correlaciones entre inteligencia emocional y afrontamiento al

estrés ........................................................................................................... 60

vi
RESUMEN

La presente investigación tuvo como objetivo determinar la relación entre la

inteligencia emocional y los estilos de afrontamiento al estrés, en una población

peruana de estudiantes universitarios. El estudio se aborda en base a una

metodología cuantitativa y un diseño no experimental, de tipo descriptivo

correlacional. La muestra estuvo conformada por 160 estudiantes de ambos

sexos de una universidad privada, a quienes se les aplicó la Escala de

Inteligencia Emocional de Wong - Law (2002) y el Cuestionario de Estilos de

Afrontamiento CSQ elaborado por Rogers, Jarvis y Najarian (1993). Los

resultados de la investigación muestran una correlación significativa positiva entre

la inteligencia emocional y el estilo de afrontamiento racional y correlación

significativa e inversa entre la inteligencia emocional y el estilo de afrontamiento

emocional.

Palabras Clave: Inteligencia emocional, Afrontamiento, Estrés.

vii
ABSTRACT

This research had as main objective to determine the relationship between

emotional intelligence and stress coping styles in a Peruvian university student

population. The study is based on quantitative methodoogy with a non-

experimental design of a descriptive correlational kind . The sample was formed

for 160 male and female students of a private university, who were applied the

Scale of Emotional Intelligence Wong - Law (2002) and the Coping Styles

Questionnaire CSQ developed by Rogers, Jarvis and Najarian (1993) . The results

of the research shows positive significant correlation between emotional

intelligence and the style of rational coping and significant inverse correlation

between emotional intelligence and the style of emotional coping.

Keywords: Emotional intelligence, coping, stress.

viii
INTRODUCCIÓN

Diversos investigadores a nivel internacional han estudiado y demostrado que

existen periodos en la vida universitaria en que los niveles de ansiedad y estrés

se elevan (Piemontesi, et al, 2012; Barraza, 2012; Martin, 2007).Dentro del

contexto latinoamericano Mazo, Londoño y Gutiérrez (2013), encuentran que el

segundo año de estudios es percibido como más estresantes, probablemente

debido a que finalizan los cursos básicos y ello aumenta la demanda educativa.

Incluso investigadores como (Barraza, 2009) han encontrado que el estrés dentro

de la vida universitaria influye sobre la generación de burnout académico, un

constructo que desde hace pocos años, al menos a nivel nacional, se venía

estudiando solo en las organizaciones debido al agotamiento emocional que

genera la carga de trabajo en algunos sectores.

En esa misma línea, Piccaso et al. (2012) y Gutiérrez, Londoño y Mazo(2009)

indicaron hace algunos años en sus trabajos en estudiantes universitarios que se

estaban presentando niveles considerables de burnout académico, hecho que

genera nuevas interrogantes dentro de la búsqueda de formas más eficaces de

enfrentar la vida universitaria.

Teniendo presente que en las bases científicas se está registrando una mayor

cantidad de fundamentos empíricos sobre los niveles de estrés e incluso burnout

dentro de las universidades, es claro que también debemos preguntarnos cuáles

9
son las medidas que los universitarios plantean para generar una posible solución

a los estresores con los que se encuentran.

La extensa literatura nos menciona que el afrontamiento al estrés es una de

las variables que juega un papel claramente importante en el manejo de las

situaciones estresantes. Tiempo antes de volverse conocido como constructo

psicológico, el afrontamiento desde la perspectiva médica de Lipowski (1970)

hace referencia a la respuesta cognitiva y motora que generamos con el afán de

conservar nuestra integridad tanto física como mental o al reintegremos ante una

situación adversa. Desde un enfoque más psicológico, es común que el

afrontamiento sea definido dándose a entender como un proceso de adaptación

ante estímulos estresantes; siguiendo esta afirmación Monat y Lazarus (1991)

describen el afrontamiento como "los esfuerzos de un individuo para dominar las

demandas (condiciones de daño, amenaza o desafío) que son valoradas o

percibidas como excedentes o demandantes a sus recursos" (p. 5).

Dentro de los trabajos de afrontamiento más reconocidos se encuentran los

de Folkman y Lazarus (1985) quienes explican que las personas utilizan

diferentes estrategias de afrontamiento dependiendo del conflicto con el que se

encuentren y estas pueden caracterizarse por ser beneficiosas o disfuncionales.

De acuerdo a Lazarus y Folkman (1986) esta respuesta de afrontamiento en

interacción con el medio involucra un proceso de evaluación cognitiva, que en una

gran medida busca prevenir, evitar o modular el malestar emocional que la

situación estresante pueda provocar (Perlin y Schooler, 1978). Asimismo,desde

las primeras investigaciones que se hicieron con esta variable se pudo evidenciar

un factor centrado en el problema y otra en la emoción, ambos involucrados en el

10
proceso de hacer frente a las situaciones (Lazarus y Folkman, 1986; Carver,

Scheier y Weintraub, 1989). Por lo tanto, es destacable reconocer que el proceso

de afrontamiento puede estar mediado por la evaluación de las emociones.

Ello nos lleva a extrapolar que dentro de la vida universitaria frecuentemente

nos encontramos con personas que aunque parezcan esforzarse mucho y dedicar

varias horas para estudiar no siempre alcanzan los objetivos que esperan y una

gran cantidad de ellos no llegan a superar los primeros ciclos de estudios. Es allí

donde observamos que muchas de esas personas también presentan indicadores

de no tener un buen control emocional o en ocasiones sufren en demasía por

consecuencias emocionales generadas por sus relaciones interpersonales.

Haciendo referencia a lo antes mencionado, importantes investigadores proponen

la existencia de un considerable vínculo entre la inteligencia emocional (IE) y el

afrontamiento al estrés (Folkman y Moskowitz, 2004; Shah y Thingujam, 2008;

Limonero, Fernandez-Castro, Tomás-Sábado y Aradilla, 2009). Debido a ello se

han generado varias explicaciones de la posible relación entre la IE y el

afrontamiento al estrés, siendo la de Epstein (1998) una de las más claras, al

mencionar que los individuos emocionalmente inteligentes cuentan con

estructuras cognitivas más constructivas que les permiten ser capaces de

identificar con mayor precisión el impacto que tienen sus pensamientos sobre sus

emociones. Consecuentemente, estas personas serían mucho más hábiles para

reconocer estrategias de afrontamiento adecuadas y utilizarlas con mayor

frecuencia.

La IE en los últimos años ha sido y sigue siendo foco de importantes estudios

psicológicos en todo el mundo, ya que ha demostrado su vínculo con diversos

objetos de estudio de la psicología positiva. Dentro de la importancia de la IE, se

11
ha encontrado una fuerte relación con aspectos como satisfacción con la vida

(Mikkelsen, 2009; Kong, Zhao y You, 2012), mejor salud mental (Martínez,

Piqueras y Ramos 2010; Fernández-Berrocal, Alcaide, Extremera y Pizarro, 2006;

Ahumada, 2011) y práctica de la atención plena (Breso, Rubio y Adriani, 2013;

Sanchez y Araya-Vargas, 2013). Denota de esta manera ser la IE una capacidad

que puede estar guardando relación con el hecho de poder adaptarse de manera

adecuada a situaciones estresantes y que puedan exigir un esfuerzo en el uso de

los recursos personales.

Ante ello, es importante también destacar que este complejo proceso de

hacer frente a las situaciones estresantes da lugar a las afirmaciones de Goleman

(1995) concernientes a que nuestras emociones muchas veces delimitan la

capacidad para utilizar nuestros recursos mentales innatos y ello determina

nuestro desempeño en la vida. "Es así que la inteligencia emocional es una

aptitud superior, una capacidad que afecta profundamente a todas las otras

habilidades"(Goleman, 1995, p.88).

En ese sentido, cabe la oportunidad de preguntarnos si en nuestro contexto

universitario actual la inteligencia emocional se relaciona con el afrontamiento al

estrés, especialmente haciendo énfasis en los estilos de afrontamiento

adaptativos. En razón a ello, se encuentra aún un gran vacío en el estudio de la

relación que pueda existir entre estos conceptos.

La presente tesis pretende realizar un análisis con la finalidad de describir,

detallar y ofrecer una nueva orientación enfocada en conocer la relación que

puede manifestarse entre la inteligencia emocional y los estilos de afrontamiento

al estrés de una muestra de 160 estudiantes universitarios. De tal forma, la tesis

presenta una estructura de 5 capitulo en los que se detalla: 1) el marco teórico

12
que brinda un alcance detallado del sustento de las variables estudiadas y sus

antecedentes; 2) hipótesis y variables que especificaran cuales son las

expectativas que se establecen de la relación de las variables; 3) metodología de

la investigación donde se detallan los datos técnicos y procedimiento de la tesis;

4) los resultados en donde se expone de manera cuantitativa el análisis del

estudio y sus propiedades; 5) y por último la discusión en donde se expresa de

manera critica la contrastación de los resultados con las bases e investigaciones

antecedentes.

13
CAPITULO I MARCO TEÓRICO

1.1 Antecedentes de la investigación

Se procuró realizar la búsqueda de fuentes en un contexto internacional y

nacional, encontrando en las primeras una mayor similitud en relación a las

variables psicológicas de estudio y a la población tomada en esta investigación.

Por otro lado, en el ámbito nacional se encontraron investigaciones que se toman

como antecedentes; sin embargo, estas son escasas y se realizaron los estudios

de las variables en poblaciones distintas al del presente trabajo, teniendo como

muestra en su mayoría a escolares de primaria y también a colaboradores de

entidades privadas específicas.

En relación al ámbito internacional, recientemente Kim y Han (2015),

estuvieron a cargo de un estudio en 219 alumnos de una universidad de Korea del

Sur. En dicho estudio se buscó conocer la relación entre la IE (Wong y Law,

2002) y las estrategias de afrontamiento al estrés, encontrando indicadores

importantes, los cuales se caracterizan por mostrar una asociación positiva entre

el modelo de IE planteado y las estrategias de afrontamiento de solución de

problemas y búsqueda de soporte social. Además, las investigadoras plantean

que el incremento de sentimientos de control y competencias emocionales

14
cooperan en la adopción de estrategias de afrontamiento más activas y efectivas

al momento de encontrarse con situaciones de altos niveles de estrés.

Así mismo, Martínez, Piqueras e Inglés (2011) realizaron una revisión de 42

estudios orientados a la relación de la inteligencia emocional y la capacidad de

afrontamiento, encontrando que niveles altos de IE se asocian con estrategias de

afrontamiento basadas en la resolución de problemas, mientras que niveles bajos

de IE se asocian a estrategias basadas en la evitación y la superstición.

Asimismo, encontraron datos importantes relacionados a que las mujeres prestan

mayor atención a las emociones y ello está asociado con un estilo de

afrontamiento rumiativo centrado en las propias emociones, mientras que los

varones tienen una mayor capacidad de regular sus emociones ante situaciones

estresantes.

En la ciudad de Pune en India, al otro lado del mundo, Shah y Thingujam

(2008) realizaron un estudio en 197 estudiantes universitarios, buscando conocer

la relación entre la inteligencia emocional percibida y los estilos de afrontamiento.

Estos investigadores realizaron su estudio utilizando como base el modelo teórico

de la IE de Salovey y Mayer (1990), encontrando relaciones significativas entre

los componentes de la IE como la evaluación de las emociones propias y la

evaluación de las emociones de otros con el afrontamiento centrado en el

problema. Además se encontró que el factor de Regulación de las emociones

propias conduce a una relación negativa con el estilo evitativo de afrontamiento.

Por otro lado, en Perú el estudio de la IE y el afrontamiento se ha realizado con

mayor frecuencia de manera individual por cada uno de las variables. Se han

encontrado escasas investigaciones en donde se haya analizado la relación entre

15
estas dos variables y ninguna de ellas en donde se haya analizado estas

variables en una muestra de estudiantes universitarios.

Recientemente, en la ciudad de Lima Castro, Gómez, Lindo y Vega (2017)

realizaron una tesis de maestría en donde analizaron la relación de los estilos de

afrontamiento al estrés y la IE en una muestra de 150 mujeres ejecutivas. Dentro

del estudio se encontraron aspectos interesantes de la muestra, resaltando que el

93% de las mujeres ejecutivas denotaban un nivel alto de IE; además, el 67% de

las mujeres presentaban un estilo de afrontamiento enfocado al problema y el

33% de ellas optaba por un afrontamiento enfocado a la emoción. Asimismo, los

investigadores encontraron que la IE se relacionaba de manera positiva con los

estilos de afrontamiento enfocado al problema (r = 0.24) y enfocado a la emoción

(r = 0.25) respectivamente.

De esta forma, se encontró que las ejecutivas que optaban con mayor

frecuencia por un estilo de afrontamiento enfocado en el problema tienden a

gestionar sus reacciones emocionales con mayor facilidad, mantener relaciones

interpersonales más eficaces y presentan facilidad para adaptarse a nuevas

situaciones. En cambio, las ejecutivas que optan con mayor frecuencia por un

estilo de afrontamiento enfocado en la emoción tienden a controlar mejor el estrés

y presentan una mayor capacidad de autoapreciación de sus puntos fuertes y

oportunidades de mejora.

De igual forma, Echevarria (2012) planteó analizar la relación entre las

estrategias de afrontamiento al estrés y la IE en niños víctimas de desastres. La

muestra del estudio estuvo conformada por niños de ambos sexos de entre 7 a 12

años que hayan sido víctimas de desastres naturales en las ciudades de Chincha,

Ica y Pisco. De esta forma, se encontró en el análisis de los datos que existía una

16
asociación estadísticamente significativa entre las estrategias de afrontamiento

centradas en el problema y el nivel de IE (r =0.36); asimismo, se evidenció una

asociación con las estrategias de afrontamiento centradas en la emoción

(r=0.41). De esta forma, el estudio plantea que los estilos de afrontamiento

centrados en el problema y centrado en la emoción guardan un vínculo estrecho

con la IE; sin embargo, este estudio no respalda lo encontrado por las

investigaciones de Augusto-Landa, Lopez-Zafra y Pulido-Martos (2011) quienes

describen que las investigaciones plantean una constante negativa entre la IE y

un afrontamiento centrado en las emociones.

En otro campo de la psicología, Pozo (2010) elaboró una investigación para

alcanzar el grado de licenciado en Psicología, tomando como problema central la

búsqueda de la relación entre los componentes de la IE y los estilos de

afrontamiento al estrés en trabajadores de una empresa del sistema privado de

pensiones de Lima. En el estudio se encontró una relación positiva y significativa

entre los componentes intrapersonal y estado de ánimo con el componente de

afrontamiento de valoración positiva. Además, los otros componentes de la

inteligencia emocional según el modelo utilizado que son interpersonal,

adaptabilidad y manejodel estrés correlacionaron de manera positiva pero en un

grado bajo. Esto de acuerdo a los autores indica que los trabajadores que se

caracterizan por ser poco impulsivos, tienden a realizar escasos esfuerzos por

cambiar la situación exigente o estresante.

En este proceso de búsqueda de bases como referencias para la

investigación se evidencia que la gran mayoría de información sobre estos

constructo se realizan frecuentemente a nivel internacional y se precisa que es

17
necesario abarcar con mucho más detalle el estudio de estas variables en nuevas

poblaciones.

1.2 Bases teóricas

Dentro de la investigación se contempla como variables principales de estudio

a la inteligencia emocional y a los estilos de afrontamiento al estrés, los cuales

serán abordados de manera específica y detallando los aspectos más relevantes

que se encuentran relacionados con el problema a investigar.

1.2.1 Inteligencia Emocional

Desde hace ya algunos años el término “Inteligencia Emocional” ha iniciado a

tomar una gran relevancia en el ambiente psicológico, primordialmente debido a

que ya no se toma solo al intelecto o también conocido como factor “g” como

elemento principal en el desarrollo y desempeño satisfactorio en el ámbito

académico, laboral, social, entre otros. En la actualidad, se le otorga mayor

relevancia a la gestión de las emociones y a cómo dicha gestión puede colaborar

satisfactoriamente en la solución de problemas en diferentes situaciones y

contextos.

Con referencia a la literatura puede decirse que el concepto de IE proviene de

la búsqueda de nuevas alternativas y constructos medibles, los cuales en adición

a el ya conocido CI, tuvieran el potencial de servir como predictores del buen

funcionamiento a nivel laboral, académico y social (Villanueva, 2008). En

investigaciones se puso de manifiesto esta necesidad, debido a que se encontró

18
falta de valor y objetividad cuando se realizaba la comparación de sujetos que

tenían niveles de CI parejos, pero que al momento de evaluarlos frente a

situaciones de exigencia no llegaban a resolver los problemas adecuadamente y

ello manifestaba un vacío aun por estudiar (Dulewics y Higgs, 2000).

Es allí donde el concepto de IE apareció como el idóneo para llenar los

espacios aun por investigar, sin embargo para el contexto psicológico era aún

difícil de enmarcar juntos los conceptos de inteligencia y emoción, ya que como

contemplaban Salovey y Mayer (1990), hasta ese entonces la concepción

dominante era la occidental, la cual enmarcaba a las emociones como la parte

primitiva y salvaje de nuestro aparato psíquico y era difícilmente relacionada con

la inteligencia puesto que debía controlarse con la razón.

Es importante pues entonces conocer que el término de IE fue y sigue siendo

controversial por la unión de dos conceptos que por mucho tiempo parecían

antagónicos y hasta la actualidad no hay un consenso claro que nos brinde un

concepto general de lo que podemos llegar a medir. No obstante desde mediados

del siglo pasado se han formado conceptos que nos pueden ayudar a entender

mucho mejor este constructo y además diversos autores los definen de acuerdo a

sus expectativas de medición.

De acuerdo a Pérez, Petrides y Furnham, (2005) el término de "Inteligencia

Emocional" tuvo como una de sus aproximaciones más cercanas los escritos

propuestos por Gardner (1983), quien nos habla acerca de la inteligencia

intrapersonal y la inteligencia interpersonal dentro de su teoría de las inteligencias

múltiples. Según Gardner (1995), la inteligencia interpersonal es un tipo de

inteligencia que nos permite el mejor entendimiento de las motivaciones, las

posibles intenciones y el deseo de los que nos rodean, permitiéndonos tener un

19
desempeño más eficaz al contacto con otras personas. Así mismo, la inteligencia

intrapersonal hace referencia a la capacidad para poder comprender nuestro

mundo interior y utilizar este autoconocimiento de manera eficaz en la regulación

de nuestras vidas.

Más adelante, Salovey y Mayer (1990) utilizaron como una de sus influencias

la concepción de la inteligencia personal utilizada por Gardner, añadiendo al

léxico la denominación de la IE. Estos autores en su primer trabajo formal con el

concepto de IE la definieron como la capacidad de monitorear los sentimientos y

emociones propios y de otros, de poder discriminar entre ellos y utilizar esta

información para guiar el pensamiento y la acción (Salovey y Mayer, 1990).Para

poder obtener un mayor entendimiento de lo que estaban planteando dichos

autores realizaron una conceptualización de la IE en donde remarcaron tres

aspectos importantes del constructo, los cuales de forma general se describen

como 1) la evaluación y expresión de las emociones, 2) la regulación de las

emociones y 3) la utilización de las emociones.

Posteriormente, este término obtuvo mayor relevancia luego de la publicación

de Goleman (1995), con su libro Inteligencia Emocional. Cuando emerge este

nuevo concepto tuvo poca acogida e impacto en la comunicad científica mundial;

sin embargo, Daniel Goleman (psicólogo y periodista) obtuvo la atención de la

comunidad al tener una gran acogida con su publicación, la cual tocaba temas

más cotidianos relacionados al uso de la IE. Desde la visión de Goleman (1995),

el constructo puede ser entendido de manera sencilla como una mezcla de

aspectos motivacionales y de personalidad.

Más adelante investigadores como Bar-On (1997), Cooper y Sawaf (1997),

Shapiro (1997) y Wong y Law (2002) publicaron aproximaciones al concepto de lo

20
más diversas, propusieron diversos factores que conforman la IE y elaboraron

herramientas para que estos conceptos puedan ser fácilmente medibles. No

obstante, Extremera y Fernández-Berrocal (2004) detallan que lamentablemente

desde los nuevos alcances que se han realizado se han creado diversas

afirmaciones sobre la influencia positiva de la IE, que aún no han podido ser

comprobadas de manera empírica y lo cual enlentece de cierta manera el

sostenimiento del constructo.

Consecuentemente a las diversas investigaciones que se iban realizando en

el contexto psicológico con el concepto de IE, los primeros autores que

propusieron el termino se fueron dando cuenta que se tenía que dar mayor

énfasis al aspecto cognitivo del concepto. Debido a ello, la primera acepción

realizada en 1990 fue reformulada remarcando que el énfasis en la regulación

emocional era limitante en algunas ocasiones, por ello se le prestaba poca

atención a la relación entre los sentimientos y el pensamiento.

En consonancia a esas insuficiencias en la antigua propuesta, los autores

establecieron la siguiente definición: “La IE se puede entender como la habilidad

para percibir con precisión, valorar y expresar emociones, relaciona también la

habilidad para acceder ygenerar sentimientos que faciliten el pensamiento,

también la habilidad para entender emoción y conocimiento emocional y la

habilidad para regular emociones que promuevan el crecimiento emocional e

intelectual” (Mayer y Salovey, 1997).

21
Modelos de Inteligencia Emocional

En la actualidad, nos encontramos con el debate sobre cuál de las posturas

teóricas de la IE debería tener mayor relevancia en el medio científico y en el uso

cotidiano de las investigaciones. A lo largo del tiempo, han surgido distintos

aportes por parte de los autores que han incrementado y enriquecido el constructo

de IE, atendiendo a las distintas habilidades que se han podido encontrar dentro

de ella.

Estas distintas habilidades y nuevos descubrimientos fueron alineadas por

Mayer, Salovey y Caruso (2000) y posteriormente reforzada por Pérez, Pétrides y

Furham, (2005), quienes agruparon las diferentes propuestas teóricas formuladas

por los distintos autores en dos modelos teóricos. El primer modelo describe a la

IE como habilidad, es decir que basa su desarrollo en el procesamiento de la

información emocional y las capacidades que se involucran con dicho

procesamiento, es una inteligencia genuina. (Mayer y Salovey, 1997). Por otro

lado, se presenta un modelo más integrativo, en donde se combinan las

habilidades emocionales con dimensiones de personalidad como asertividad,

optimismo, etc. (Bar-On, 2000; Goleman, 2001), y este por su diversificación es

denominado modelo mixto.

Para algunos investigadores ambos modelos deben tomarse en cuenta en

los estudios y hasta pueden ser complementarios (Ciarrochi,Chan y Caputi, 2000).

No obstante, para algunos autores del modelo de habilidad la IE debería

estudiarse separada de los rasgos estables de personalidad, ya que ello nos

llevaría a discriminar y analizar el grado en que influyen en la conducta y

desempeño general de las personas.(Mayer et al., 2004)

22
Modelo Mixto

El modelo mixto en la actualidad nacional es el más utilizado, este modelo

contempla una visión amplia a cerca de la IE. Refiere y centra su teoría

especialmente en rasgos de comportamiento estable y variables de personalidad,

competencias socio emocionales y aspectos motivacionales. (Mayer, Caruso y

Salovey, 1999; Goleman, 1995; Bar-On, 1997). Este modelo es representado

frecuentemente por dos autores principales Goleman (1995) y Bar-On (1997)

quienes en sus teorías de la IE combinan aspectos de personalidad con

habilidades emocionales.

Modelo de Goleman

Goleman, incluye en su definición de IE aspectos importantes derivados de la

primera definición de Salovey y Mayer (1990), además establece que su

concepción de IE va dirigido a ser un concepto más amplio que el de ellos y

precisa que el concepto de resiliencia del ego es un concepto que se asemeja a lo

que él desea construir ya que incluye competencias emocionales y sociales.

(Goleman, 1995).

Goleman (1995) propone una conceptualización más amplia al considerar a la

IE como una combinación de atributos muy ligados a la personalidad distinta del

CI, y que normalmente está relacionada con competencias ligadas al logro

académico y profesional. Básicamente Goleman divide a la IE en dos tipos de

competencias: competencias personales y competencias sociales.

23
Competencias Personales

- Conocimiento de las propias emociones: la capacidad de reconocer los

propios sentimientos, este es uno de los puntos más importantes de la IE.

Las personas que tienen un foco más acertado en sus propias emociones

suelen gestionar mejor sus comportamientos.

- Capacidad para controlar las emociones: la capacidad de controlar los

sentimientos y adecuarlos a las situaciones pertinentes. Se manifiesta en la

toma de conciencia de las propias emociones para regular nuestras

relaciones interpersonales.

- Capacidad de motivarse a sí mismo: la capacidad de poder llevar el

autocontrol emocional para demorar ciertas gratificaciones y dominar en

cierto grado la impulsividad, lo que permite impulsar acciones más

productivas y positivas.

Competencias sociales

- Reconocimiento de las emociones ajenas: la capacidad de sintonizar con

nuestro ambiente interpersonal a través de la empatía. Esta capacidad

trabaja la fineza para reconocer las reacciones emocionales y señales

que pueden indicar lo que los demás necesitan y no siempre verbalizan.

- Control de las relaciones: la capacidad de modular las emociones con el fin

de establecer adecuadas relaciones con los demás, además esta es una

de las bases para ser un buen líder y propiciar el éxito social.

24
El modelo de Goleman (1998) engloba habilidades muy distintas y

complementarias a las de la inteligencia académica. El gran logro del aporte de

Goleman (1998) radica en el desarrollo de un modelo de IE basado en

competencias emocionales, un modelo que se perfila como una teoría del

rendimiento. Esto ha conllevado a que también la psicología organizacional vea

en este modelo algunas de las claves esenciales para el liderazgo eficaz.

Modelo de Bar- On

Bar-On (1997) plantea a la IE definida como “el conjunto de capacidades,

competencias y habilidades no cognitivas que influyen en la habilidad de uno

mismo para afrontar con éxito las demandas y presiones del entorno” (p. 3). Este

investigador, realizó probablemente uno de los primeros intentos en la medición

de la IE en términos de una medida de bienestar psicológico. En 1985 planteo su

tesis formulando el término de Cociente Emocional CE, por semejanza al término

de Coeficiente Intelectual CI, intentando describir un enfoque de medición de la

competencia social y emocional.

A partir de sus investigaciones en un inicio Bar-On ubica el concepto de

inteligencia desde el enfoque de la personalidad, operacionalizando su teoría en

el instrumento de evaluación: Emotional Quotient Inventory (EQ-i). Más adelante,

al encontrarse con una amplitud en su modelo Bar-On (2006) considera replantear

su definición y la plantea en términos de inteligencia social y emocional como “La

inteligencia social y emocional es una serie multidimensional de habilidades

emocionales, personales y sociales ligadas entre sí que influyen en nuestra

25
desempeño emocional de una forma activa y eficaz para cubrir las demandas y

presiones del ambiente”.

El trabajo teórico de Bar-On le permitió plantear un modelo, el cual vincula la

inteligencia emocional con rasgos de comportamiento estables y variables de la

personalidad, como por ejemplo, la empatía, la asertividad, el optimismo, la

impulsividad, etc.

A grandes rasgos este Bar-On (2000) plantea un modelo donde se distinguen

5 grandes componentes: habilidades intrapersonales, habilidades interpersonales,

adaptabilidad, manejo de estrés y estado de ánimo:

- Habilidad intrapersonal: busca evaluar en sí mismo evalúa el sí mismo,

el yo interior. Es formado por la autoconsciencia emocional, la asertividad,

la independencia emocional, la auto-consideración y la autorrealización.

- Habilidad interpersonal: busca medir abarca las habilidades y el

desempeño con en relaciones con los demás. Es integrado por la empatía,

la responsabilidad social y relación interpersonal.

- Habilidad de adaptabilidad: busca medir que tan exitosa es la persona

para adecuarse a las exigencias del entorno y enfrentando de manera

adecuada las situaciones de presión. Se vincula a las capacidades de

examen de la realidad, flexibilidad y solución de problemas.

26
- Manejo del estrés: busca medir la capacidad para soportar de manera

adecuada situaciones adversas y postergar impulsos. Se conforma por la

capacidad de tolerar las presiones y por la de control de impulsos.

- Estado de ánimo: busca medir la capacidad para disfrutar de la vida y la

perspectiva personal que uno tiene de su futuro. Comprende los aspectos

relativos al optimismo y la felicidad.

En tanto a esta, diversificación, se puede observar que el modelo teórico de

Bar-On combina la posibilidad de discriminar la IE como una habilidad

cognitiva(cuando se refiere al aspecto intrapersonal) con otras características

independientes de la habilidad cognitiva, como es el caso de la felicidad y el

optimismo, por ejemplo (Mayer, Salovey y Caruso, 2000).

Finalmente, Bar-On (2006) actualiza su marco teórico abreviándolos y divide

la inteligencia emocional en tres dimensiones:

- Intrapersonal: refiere a la capacidad que tiene la persona de ser

consciente de uno mismo, es decir, para comprender las propias fortalezas

y debilidades y la capacidad de generar y expresar pensamientos y

sentimientos de forma asertiva.

- Interpersonal: refiere la capacidad de la persona para entender sus

propias necesidades, así como las emociones de los que lo rodean. Esta

27
competencia facilita el poder establecer y mantener relaciones

constructivas y satisfactorias

- Manejo del cambio: refiere la capacidad para realizar el manejo eficaz,

realista y flexible de la transformación personal, social y ambiental, así

como la toma de decisiones y la resolución de conflictos.

Modelo de Habilidad

Este modelo se basa en la capacidad para procesar información afectiva

(Zeidner, Matthews y Roberts, 2001) la cual involucra una serie de habilidades

relacionadas con el procesamiento emocional de la información (Fernández-

Berrocal, Salovey, Vera, Ramos y Extremera, 2002). Además, como Fernández-

Berrocal et al. (2002) mencionan el modelo enfatiza que esta inteligencia no

debería ser comprendida como un rasgo de personalidad, aunque puede existir

cierta interacción entre ambas

La literatura plantea el modelo como un conjunto de habilidades que abarcan

desde los procesos psicológicos más básicos (percepción de las emociones)

hasta los más complejos (regulación de las emociones). De esta manera se

estaría hablando de un modelo jerárquico en el que es imprescindible desarrollar

las habilidades más básicas para llegar a las más complejas.

A manera de síntesis, los modelos de habilidad se basan específicamente

en el contexto emocional de la información y el estudio de las habilidades

relacionadas con dicho proceso.

28
Modelo de Salovey y Mayer

A partir de los primeros alcances que brindan Salovey y Mayer, la IE es

concebida como una inteligencia genuina, enfocada en el uso adaptativo de las

emociones, con el fin de que la persona pueda solucionar problemas y adaptarse

de forma eficaz al medio que le rodea (Mayer y Salovey, 1993).

A consecuencia de sus primeras investigaciones los autores llegaron a

reformular su primera definición, logrando entender a la IE como: “la habilidad

para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y las de los

demás promoviendo un crecimiento emocional e intelectual” (Mayer et al.,

1997).De esta definición se desprenden cuatro habilidades dentro de la IE:

Percepción, evaluación y expresión de las emociones.

Esta habilidad hace referencia a la exactitud con la que los individuos

pueden identificar en uno mismo los correlatos fisiológicos y cognitivos que

las emociones comportan. Asimismo, las emociones pueden ser

reconocidas en otras personas y objetos En esta rama se incluye, además,

la capacidad para expresar las emociones de una manera adecuada.

Facilitación del pensamiento

Esta habilidad hace referencia a cómo las emociones actúan sobre nuestro

pensamiento y nuestra forma de procesar la información. Las emociones

29
van a determinar y mejorar el pensamiento porque dirigen la atención de

los individuos hacia la información importante. Las variaciones emocionales

nos van a permitir adoptar diferentes puntos de vista y múltiples

perspectivas de los problemas.

Comprensión emocional.

La tercera rama del modelo hace referencia a la capacidad para

comprender emociones y utilizar el conocimiento emocional. Incluye la

capacidad para etiquetar las emociones (significante) y relacionarlas con su

significado. Encierra también la habilidad para comprender emociones

complejas, así como aquellas que se producen de modo simultáneo.

Regulación de las emociones.

Se trata del proceso emocional de mayor complejidad y abarca la

capacidad para estar abierto a las emociones, tanto positivas como

negativas. Además, hace referencia a la habilidad para manejar las

emociones en uno mismo y en los demás moderando las emociones

negativas y aumentando las positivas sin reprimir o exagerar la información

que ellas conllevan.

Los autores mencionados anteriormente, son los que presentan las teorías

más desarrolladas a nivel internacional y en los que se basan la mayoría de las

escalas de medidas de la IE. Sin embargo, durante la década del noventa también

se desarrollaron otras ideas. Una de las que destaca por su sólido marco teórico y

la cual fue influenciada por Salovey y Mayer es la que proponen Davies, Stankov

30
y Roberts (1998). Estos autores realizaron un resumen cualitativo de la literatura

de la IE hasta esos momentos y establecieron un modelo de 4 dimensiones con

ciertas similitudes al de Mayer y Salovey (1997). Las 4 dimensiones desarrolladas

por Davies et al. (1998) son las siguientes:

- Valoración y expresión de la emoción de uno mismo: denota la

capacidad de la persona para comprender sus emociones y poder

expresarlas de forma natural. Las personas que tienen buena habilidad en

esta área sentirán y reconocerán sus emociones mejor que la mayoría de

las personas.

- Valoración y reconocimiento de las emociones en otros: denota la

capacidad de un persona para percibir y comprender las emociones de las

personas a su alrededor. Las personas que tienen una alto grado de esta

habilidad serán muy sensibles a las emociones de los demás y podrán

predecir las respuestas emocionales con cierta facilidad.

- Regulación de las propias emociones: denota la capacidad de una

persona para regular sus emociones, lo que le permite una recuperación

más rápida de la angustia psicológica. Una persona con alta habilidad en

esta área podría regresar rápidamente a los estados psicológicos normales

después de estar molesto o eufórico; además, esta persona también

tendría un mejor control de su temperamento.

31
- Uso de la emoción para facilitar el desempeño: denota la capacidad de

una persona para hacer uso de sus emociones dirigiéndolas hacia

actividades constructivas y de mejora personal. Una persona que es

altamente capaz en esta dimensión podría alentarse a sí mismo a hacerlo

mejor continuamente; es decir, podrían dirigir sus emociones en

direcciones positivas y productivas.

De acuerdo a Law, Wong y Saw (2004) la propuesta de Davies et al. (1998),

es una de las definiciones de IE más completas, ya que esta considera las

propuestas de Mayer y Salovey (1997) y también considera el resumen de las

cuatro áreas que proponen Ciarrochi et al. (2000), lo cual permite a los

investigadores enfocarse en la naturaleza y características de la IE.

1.2.2 Afrontamiento al Estrés

A partir del modelo teórico del estrés que proponen Lazarus y Folkman

(1984), se sostiene que la manifestación del estrés no viene a consecuencia

directa del estímulo experimentado, sino por la valoración cognitiva que el

individuo realiza de este. En un inicio el individuo valora las consecuencias que el

estímulo tiene para él (valoración primaria) y en un segundo momento se evalúa

si el estímulo es percibido como amenazante, para intentar hacer frente o evitar

las posibles consecuencias negativas de este con los recursos con los que se

cuenten (valoración secundaria). En esta línea, la valoración secundaria vendría a

conformar el proceso psicológico de afrontamiento, cuando se perciben estímulos

o situaciones amenazantes.

32
Los principales teóricos y precursores en este constructo son Lazarus y

Folkman (1986) quienes definieron al afrontamiento como... "aquellos esfuerzos

cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para

manejar las demandas específicas, externas e internas, que son percibidas como

desbordantes a los recursos del individuo" (pag. 164). Bajo este enfoque los

procesos de afrontamiento han sido típicamente clasificados como orientados a lo

racional y orientados a lo emocional; posteriormente, a partir de ello se generaron

diversas estrategias específicas de afrontamiento (Guarino, Sojo y Bethelmy,

2007).

Para Fernández Abascal (1997), los estilos de afrontamiento se refieren a

predisposiciones personales para hacer frente a las situaciones estresantes y son

los responsables de las preferencias individuales en el uso de unos u otros tipos

de estrategias de afrontamiento, así como de su estabilidad temporal y

situacional. A su vez, las estrategias de afrontamiento serían los procesos que se

utilizan en cada contexto y pueden ser cambiantes dependiendo de las

situaciones desencadenantes.

Además, Brannon y Feist (2001) detallan tres aspectos importantes en este

constructo, primero, se trata de un proceso que cambia dependiendo de si el

sujeto ha experimentado resultados exitosos o no cuando se enfrentó a una

situación estresante; segundo, no sólo es una respuesta automática o fisiológica,

si no también aprendida por la experiencia; y tercero, requiere de un esfuerzo

para manejar la situación y restablecer la homeostasis o adaptarse a la situación.

En este sentido, los estilos de afrontamiento se pueden considerar como

disposiciones generales que llevan a la persona a pensar y actuar de forma más o

33
menos estable ante diferentes situaciones, mientras que las estrategias de

afrontamiento se establecerían en función de la situación.

Estilos de Afrontamiento

De acuerdo a Lazarus y Folkman (1986) se señala que existen dos formas

primordiales de afrontamiento al estrés, las cuales son en primer lugar la de

orientación dirigida a la resolución de problemas y la segunda orientada a la

emoción.

El afrontamiento dirigido al problema se caracteriza porque generalmente se

orienta a definir el problema, tiende a buscar alternativas de solución y dichas

alternativas son analizadas en base a sus posibles consecuencias negativas o

positivas. Además dentro de este estilo de afrontamiento se distinguen dos grupos

principales de estrategias. El primer grupo hace referencia al entorno y tiende a

buscar la realización de cambios en el ambiente, en los posibles impedimentos,

los procedimientos, etc. Así mismo el segundo grupo que hace referencia al

sujeto, se orienta a modificaciones relacionadas con la motivación o

pensamientos e intervienen las aspiraciones, adopción de nuevos aprendizajes y

procedimientos nuevos.

En el caso del afrontamiento orientado a la emoción, se emplea cuando el

evento estresante es percibido como un estímulo no modificable o que la situación

será permanente en el tiempo. Para disminuir los cambios emocionales negativos

producidos por la situación se emplean estrategias específicas como ignorar el

estresor, la atención selectiva a determinados estímulos de la situación, atención

34
solo hacia estímulos que sean distintos al estresor, la reevaluación de la situación

de forma positiva para disminuir la activación emocional o la búsqueda de apoyo

emocional que puedan proporcionar otras personas.

Estos dos grandes e importantes grupos fueron el inicio de la clasificación de

los estilos afrontamiento y en su momento fueron la base para la construcción de

distintos instrumentos que intentaron ofrecer una mayor visión sobre este

constructo (Carver et al, 1989; Folkman y Lazarus, 1980). No obstante, Endler y

Parker (1990) sugirieron que existía una tercera dimensión básica como estilo de

afrontamiento, llamada evitación. Este nuevo estilo de afrontamiento se relaciona

con los esfuerzos por evitar una situación estresante en particular por la búsqueda

de apoyo social o mediante la participación en otra tarea en lugar de la tarea en

cuestión a afrontar.

En adición a ello, Roger, Jarvis y Najarian (1993) realizaron una revisión

psicométrica de las pruebas de afrontamiento que habían sido estudiadas hasta

ese momento y encontraron que presentaba indicadores de solapamiento teórico

entre sus factores, lo que hacía dudosa su utilización. A vista que hasta ese

momento no se encontraba con instrumentos realmente validos Roger et al.

(1993) buscaron refinar la medición de la variable afrontamiento construyendo el

Cuestionario de Estilos de Afrontamiento (CSQ).

La construcción de este cuestionario reafirma los tres factores de

afrontamiento ya mencionados en otras pruebas (racional, emocional, evitación).

Sin embargo, lo que hace aún más enriquecedor su aporte es que en el análisis

factorial, se encontró un grupo estable de ítems que se relacionaban a

sentimientos de desapego a situaciones de estrés, grupo que fue denominado

dimensión de desapego. Los mismos autores definieron esta escala como la

35
sensación de ser independiente del evento y de la emoción asociada con este;

esta concepción emergió de los resultados brindados por la realización de un

programa basado en el control emocional (Roger, 1993).

1.3 Definición de términos básicos

Inteligencia Emocional

La IE se puede definir en base a las 4 siguientes dimensiones: Valoración y

expresión de las emociones propias, Valoración y reconocimiento de las

emociones en otros, Regulación de las propias emociones, y Uso de la emoción

para facilitar el desempeño. (Wong, Law y Wong, 2004)

Estilos de afrontamiento al estrés

Fernández-Abascal (1997), los estilos de afrontamiento se refiere a

predisposiciones personales para hacer frente a las situaciones estresantes y son

los responsables de las preferencias individuales en el uso de unos u otros tipos

de estrategias de afrontamiento, así como de su estabilidad temporal y situacional

36
CAPÍTULO II HIPÓTESIS Y VARIABLES

2.1 Formulación de la hipótesis principal y derivadas

A partir de la revisión de los estudios empíricos descritos en los primeros

capítulos del presente estudio, se da prueba del estado actual de la investigación

dentro del campo de la Inteligencia Emocional y el Afrontamiento al Estrés. De

acuerdo a los estudios revisados, la Inteligencia Emocional cumple un papel

determinante en el control de las emociones y en el bienestar de las personas

(Fernández-Berrocal y Ruiz, 2008). Es por ello, que de acuerdo a los resultados

encontrados en anteriores estudios se pueden establecer las siguientes hipótesis:

Hipótesis General

Existe relación entre la Inteligencia Emocional y los estilos de Afrontamiento

al Estrés en los estudiantes del III y IV ciclo de una universidad privada de Lima

Metropolitana.

Hipótesis Específicas

- El nivel alto de la Inteligencia Emocional se relaciona con los estilos de

afrontamiento adaptativos.

37
- El nivel bajo de Inteligencia Emocional se relaciona con los estilos de

afrontamiento desadaptativos.

- El nivel de Inteligencia Emocional de las mujeres es más alto en

comparación con el nivel de los varones.

- El nivel de Inteligencia Emocional de los sujetos que estudian y trabajan es

más alto que de los que solo estudian.

- El nivel de los estilos de Afrontamiento al Estrés adaptativos de los sujetos

que estudian y trabajan es más alto que de los que solo estudian.

2.2 Variables y definiciones operacionales

Dentro del marco del estudio se detallan dos variables que para una mejor

medición se definen operativamente de la siguiente forma:

Inteligencia Emocional

Se obtiene mediante el análisis de las puntuaciones obtenidas en las

dimensiones de valoración y expresión de las emociones propias, valoración y

reconocimiento de las emociones en otros, regulación de las propias emociones, y

uso de la emoción para facilitar el desempeño, las cuales son evaluadas a través

del WLEIS (Escala de Inteligencia Emocional de Wong y Law - Wong y Law,

2002).

38
Estilos de Afrontamiento al estrés

Se obtiene mediante el análisis de las puntuaciones obtenidas en las

dimensiones de afrontamiento racional, emocional, evitativo y desapego, las

cuales son evaluadas a través del CSQ (Cuestionario de Estilos de Afrontamiento

- Roger, Jarvis y Najarian, 1993).

Tabla 1.

Operacionalización de variables

Variable Dimensiones Ítems Instrumento


Estilos de Afrontamiento al

Valoración y expresión de las


1,2,3,4
emociones propias

Valoración y reconocimiento Escala de


5,6,7,8 Inteligencia
Estés

de las emociones e otros


Emocional de
Regulación de las emociones Wong y Law -
9,10,11,12 WLEIS
propias

Uso de la emoción para


13,14,15,16
facilitar el desempeño
1, 4, 5, 6, 8,
Afrontamiento emocional 12, 26, 30,
31, 33, 37
Inteligencia emocional

2, 3, 7, 9,
20, 22, 24,
Afrontamiento racional
28, 32, 39, Cuestionario de
40 Estilos de
10, 11, 13, Afrontamiento -
14, 15, 16, CSQ
Afrontamiento por desapego 17, 19, 25,
29, 35, 36,
38
18, 21, 23,
Afrontamiento evitativo
27, 34

39
CAPÍTULO III METODOLOGÍA

3.1 Diseño metodológico

El presente estudio utiliza un diseño de investigación no experimental de tipo

transaccional correlacional, el cual nos permite en un solo momento recoger la

información y datos acerca de las variables estudiadas en la muestra. Esto con

el propósito principal de identificar la intensidad de la relación entre las variables a

investigar (Hernández, Fernández y Baptista, 2006).

3.2 Diseño muestral

La muestra del presente estudio estuvo constituida en un inicio por 168

estudiantes, varones y mujeres de una universidad privada de Lima, que cursaban

el tercer y cuarto ciclo de estudios y cuyas edades se encontraban entre los 20 y

30 años. Los participantes del estudio fueron seleccionados a través de un

muestreo no probabilístico accidental, ya que la elección fue de manera informal,

priorizando a las personas que tuvieron la voluntad de participar en el estudio

(Hernández, Fernández & Baptista, 2006).

40
De los 168 estudiantes, 160 cumplieron con los criterios de inclusión

establecidos para el estudio:

- Haber nacido en Perú.

- Tener entre 20 y 30 años de edad.

- Estar cursando el tercer y cuarto ciclo de estudios universitarios.

- Contestar todos los ítems del WLEIS y CSQ.

Dentro de este primer número se descartaron a 8 personas debido a que los

protocolos de sus pruebas no habían sido llenados completamente, lo cual

colocaba un número real de 160 participantes.

3.3 Técnicas de recolección de datos

El día pactado con los distintos profesores se aplicaron los tests a los

estudiantes de tercer y cuarto ciclo que decidieron voluntariamente participar en

el estudio. Se fue consciente de que era necesario minimizar en lo posible el

riesgo de variables intervinientes y por esta razón se vigiló que las consignas

siempre fueran estándar y explicadas de la misma forma por el investigador.

Asimismo, se utilizaron dos distintas herramientas de evaluación, cada una

respectivamente para cada variable a ser medida, las cuales se detallan a

continuación:

41
Inteligencia Emocional

Se midió este constructo a través del WLEIS (Wong and Law Emotional

Intelligence Escale). Wong y Law (2004) fundamentan que utilizaron la definición

de Davies et al. (1988), quienes postularon que la IE podía ser conceptualizada

en base a 4 dimensiones distintas, entre las cuales tenemos a: valoración y

expresión de las emociones en uno mismo (SEA), valoración y reconocimiento de

las emociones en otros (OEA), regulación de la emoción en uno mismo (ROE) y

uso de la emoción para facilitar el desempeño.

Ficha Técnica

Nombre Original : Escala de Inteligencia Emocional de Wong y Law - WLEIS

Autores : Chi-Sun Wong y Kenneth S. Law

Año : 2002

Procedencia : Hong Kong - China

Aplicación : Mayores de 18 años

Duración : 10-20 minutos

Administración : Individual y colectiva

Esta escala es una medida de autoinforme, compuesta por 4 factores y 16

ítems, 4 ítems por cada factor. Usa un formato de respuesta ordinal de 7 puntos

(desde 1 = completamente en desacuerdo hasta 7 = completamente de acuerdo).

Los 4 subescalas o factores son: valoración y expresión de las emociones

propias, valoración y reconocimiento de las emociones en otros, regulación de las

propias emociones y uso de la emoción para facilitar el desempeño.

42
El ordenamiento de los ítems se realizó de manera no aleatoria y consecutiva

para cada uno de los 4 factores. Con respecto a las instrucciones establecidas en

el cuestionario se refiere lo siguiente: "A continuación encontrará algunas

afirmaciones sobre sus emociones y sentimientos. Lea atentamente cada frase y

señale con una “X” su grado de acuerdo con cada una de las afirmaciones. No

hay respuestas correctas o incorrectas, ni buenas o malas. No emplee mucho

tiempo en cada respuesta".

Los autores en el estudio original (Wong & Law, 2002) refieren que los

índices de consistencia interna van desde .83 hasta .90. En España (Vila & Pérez

– Gonzales, 2007), reportan un estudio en adolescentes y adultos jóvenes de 14 a

21 años con adecuados índices de confiabilidad. La estructura interna fue

analizada recientemente en Perú por Merino, Lunahuaná y Pradhan (2016), en un

estudio en el cual se halló que la estructura de cuatro dimensiones es aceptable

en adultos jóvenes. En el presente estudio, la consistencia interna para las

dimensiones fueron SEA (0.86), OEA (0.86), UEO (0.88) y ROE (0.90) y fueron

similares al estudio de Merino et al. (2016) y pueden considerarse también altas y

satisfactorias.

Estilos de afrontamiento al estrés

Se utilizó el CSQ (Coping Style Questionnaire) elaborado por Roger, Jarvis y

Najarian (1993). De acuerdo a lo postulado por Fernández Abascal (1997), los

estilos de afrontamiento se refieren a predisposiciones personales que nos sirven

para hacer frente a las situaciones y se hacen cargo de las preferencias para el

uso de unos u otros tipos de estrategias de afrontamiento, así como de su

43
estabilidad temporal y contextual. Tomando de base estos conceptos, Roger et al.

(1993) elaboraron un cuestionario de estilos de afrontamiento, el cual en su forma

original presentaba 60 ítems y que más adelante, en base a un análisis factorial

realizado por Roger (1995) fue reducido a un cuestionario de 41 ítems. Dentro de

este último cuestionario se distinguieron 4 dimensiones: afrontamiento emocional,

afrontamiento racional, afrontamiento por desapego y afrontamiento evitativo.

Ficha Técnica

Nombre Original : Cuestionario de Estilos de Afrontamiento - CSQ

Autores : Roger, D., Jarvis, G. y Najarian, B.

Año : 1993

Procedencia : Inglaterra

Aplicación : Mayores de 18 años

Duración : 15-25 minutos

Administración : Individual y colectiva

Esta escala es una medida compuesta por 4 factores y 40 ítems, La primera

dimensión consta de 11 ítems, la segunda dimensión también de 11 ítems, la

tercera dimensión está conformada por 13 ítems y por último la cuarta escala

tiene 5 ítems. Usa un formato de respuesta inverso de 4 puntos (4 = siempre; 3 =

frecuentemente; 2 = Algunas veces y 1 = nunca). Los 4 subescalas o factores

son: afrontamiento racional, afrontamiento emocional, afrontamiento por

desapego y afrontamiento evitativo.

44
El ordenamiento de los ítems se realizó de manera aleatoria y no consecutiva

para cada uno de los 4 factores. Con respecto a las instrucciones establecidas en

el cuestionario se refiere lo siguiente: " Aunque la gente pueda reaccionar en

diferentes formas ante diversas situaciones, todos tenemos la tendencia a

manejar de una manera característica las situaciones que nos molestan.

¿Cómo describirías la manera en la cual tu típicamente reaccionas ante el

estrés? Encierra en un círculo Siempre (S), Frecuentemente (F), Algunas veces

(A) o Nunca (N), según corresponda para cada afirmación”.

Dentro del estudio que realizó Roger (1995) se encontraron los siguientes

índices de confiabilidad: afrontamiento emocional/desapego (alfa = 0.88),

afrontamiento racional (alfa = 0.82) y afrontamiento por evitación (alfa = 0.69). Por

su parte, en el estudio a nivel hispano que realizaron Guarino, Sojo y Bethelmy

(2007) se encontraron índices de consistencia interna bastante aceptables los

cuales fueron: Afrontamiento emocional (EMO) = 0,78; Afrontamiento racional

(RAC) = 0,78; Afrontamiento por desapego (DES) = 0,73; teniendo la consistencia

más baja el factor de Afrontamiento evitativo (EVI) = 0,65. Con respecto al

presente estudio se hallaron los siguientes índices de confiabilidad para cada

dimensión, (EMO = 0.77); (RAC = 0.79); (DES = 0.58) y ( EVI = 0.54).

3.4 Técnicas estadísticas para el procesamiento de la información

Una vez concluida la etapa de recolección de datos, se procedió a efectuar el

análisis estadístico a través del paquete estadístico SPSS 22.0 (Statistical

Package for the Social Sciences). El análisis de los datos se basó en pruebas

45
descriptivas y pruebas inferenciales. A continuación se detalla las pruebas

estadísticas utilizadas en el estudio.

Se realizaron pruebas descriptivas en los datos sociodemográficos así como

en los instrumentos que informan sobre la inteligencia emocional y los estilos de

afrontamiento al estrés.

Los análisis estadísticos descriptivos e inferenciales realizados consistieron

en análisis de:

- Distribución de frecuencias: obtención de frecuencias sobre los datos

sociodemográficos, puntuaciones en inteligencia emocional y estilos de

afrontamiento

- Medidas de dispersión: desviación típica y la varianza correspondiente a

información relativa a datos sociodemográficos, inteligencia emocional y estilos de

afrontamiento.

- Medidas de forma: coeficiente de alfa de cronbach se analizó en los

cuestionarios de inteligencia emocional y estilos de afrontamiento al estrés para

conocer su consistencia interna.

- Tablas de correlación y contingencia: efectuadas para observar la existencia de

asociaciones significativas entre las variables estudiadas. Aquí se estudiaron

correlaciones de Pearson.

46
3.5 Aspectos Éticos

Dentro del marco ético de la investigación se tomaron en cuenta varios

aspectos para que este se pueda llevar a cabo. Es primera instancia, se priorizo

que los estudiantes evaluados fueran informados del estudio que se estaba

realizando y además de poder obtener su consentimiento a través de un

documento que ellos mismos firmaron antes de iniciar la evaluación.

Además, se le brindo información acerca de la confidencialidad de sus datos

y de los resultados, explicando que la evaluación era totalmente anónima. De

igual forma, se comunicó que la universidad a la cual ellos pertenecían no tendría

acceso a la información individual de sus resultados.

Por último, se informó que las evaluaciones escritas serian eliminadas luego

de pasar la información a la base de datos y que los resultados generales serian

presentados en un estudio de tesis que podrían revisar.

47
CAPÍTULO IV RESULTADOS

En la presente sección se podrecerá a presentar los resultados de la

investigación de acuerdo a los objetivos establecidos, entre los cuales el

determinar la relación entre la inteligencia emocional y los estilos de

afrontamiento al estrés de los estudiantes universitarios pertenecientes a una

universidad privada de Lima, es el de mayor relevancia.

De esta manera, se reportarán los niveles de confiabilidad de las pruebas

utilizadas, posteriormente se procederá a detallar los estadísticos descriptivos de

la muestra investigada y por último, se presentarán los resultados de la relación

entre la inteligencia emocional y los estilos de afrontamiento al estrés, haciendo

énfasis en las relaciones que se establecerán entre sus dimensiones.

En las tablas 1 y 2 siguiendo con los objetivos del estudio se muestran los

índices de confiabilidad de las dos pruebas utilizadas. Por un lado, en la Tabla 1

se muestran los índices del WLEIS (Wong and Law Emotional Intelligence Escale)

y en la segunda Tabla 2 se muestran los índices del CSQ (Coping Style

Questionnaire).

48
De igual forma se describen el número de sujetos que respondieron a los

instrumentos aplicados, el número de ítems de cada prueba y de cada dimensión

respectivamente.

Tabla 1

Confiabilidad del WLEIS

Escala N # ítems α

WLEIS TOTAL 160 16 .90


SEA 160 4 .86
OEA 160 4 .86
UOE 160 4 .88
ROE 160 4 .90
Nota: SEA = valoración y expresión de las emociones propias; OEA
= valoración y reconocimiento de las emociones en otros; UOE=
uso de la emoción para facilitar el desempeño; ROE = regulación de
las propias emociones
Tabla 2

Confiabilidad del CSQ

Escala N # ítems α

EMO 160 11 .77

RAC 160 11 .79

DES 160 13 .58

EVI 160 5 .54

Nota: EMO = afrontamiento emocional; RAC= afrontamiento


racional; DES = afrontamiento por desapego; EVI = afrontamiento
evitativo.

Como se observa en las tablas 1 y 2, los puntajes de la escala total del

WLEIS, sus dimensiones y las escalas del CSQ, a excepción de las dimensiones

49
afrontamiento por desapego y afrontamiento evitativo, presentan coeficientes alfa

superiores a 0.70. Esto de acuerdo a Cronbach (1951), indica que la confiabilidad

obtenida de las herramientas utilizadas es bastante aceptable.

Con respecto, a las dimensiones de afrontamiento por desapego y

afrontamiento evitativo (α = .58 y α = .54) obtienen coeficientes alfa aceptables;

sin embargo, solo estas dos escalas no pueden ser generalizables para otros

estudios.

Tabla 3

Descripción de los puntajes obtenidos

Percentiles

M D.E. Mínimo Máximo 25 50 75


Wleistotal 84.09 12.62 46 112 78 85.5 93
SEA 21.75 3.82 8 28 19 22.5 24
OEA 22.18 3.90 11 28 20 23 25
UOE 20.99 4.52 7 28 18 22 24
ROE 19.17 4.36 4 28 17 19 22

EMO 19.41 4.11 12 32 17 19 22


RAC 30.60 4.82 22 43 26 31 34
DES 28.10 4.08 19 38 25 28 31
EVI 10.92 2.52 5 17 9 11 12

Correspondiendo a la tabla 3 se reporta el promedio de puntaje obtenido en

cada una de las escalas, el puntaje mínimo y máximo que se alcanzó en la

aplicación de las pruebas, además de los puntajes respectivos que se obtuvieron

correspondientes a los percentiles. Con respecto al CSQ (Rogers et al., 1993), no

50
se obtiene un puntaje total sobre el cuestionario, en su lugar se trabaja solo con

las 4 dimensiones del cuestionario independientemente.

Tabla 4

Puntaje de la Inteligencia emocional total

Categoría Puntaje Estándar N %

Bajo 46-77 37 23%

Medio 78-93 86 54%

Alto 94-112 37 23%

Total 160 100%

En la tabla 4 se puede observar la distribución de los participantes dentro de

las 3 categorías establecidas en la prueba de inteligencia emocional. Dentro de la

categoría del nivel bajo de inteligencia emocional encontramos un total de 23% de

la muestra general de la investigación. Así mismo, se encontró un 54%

correspondiente a los participantes que se encuentran con un nivel medio de

inteligencia emocional. Por último, se observa también un 23% de participantes

dentro de la categoría de alto nivel de inteligencia emocional.

De acuerdo a la tabla 5 encontramos las 4 dimensiones que conforman la

prueba de inteligencia emocional y las categorías en que se pueden ubicar a los

participantes dentro de ellas. En cada una estas dimensiones se puede observar

51
que más del 50% de la muestra se encuentra dentro del nivel medio de

inteligencia emocional.

Tabla 5

Porcentajes de las dimensiones del WLEIS

Escalas Categoría % de la muestra


Bajo 15%
Valoración de las propias emociones Medio 64%
(SEA) Alto 21%
Bajo 23%
Valoración de las emociones de otros Medio 57%
(OEA) Alto 20%
Bajo 23%
Uso de las propias emociones Medio 54%
(UOE) Alto 23%
Bajo 23%
Regulación de emociones Medio 55%
(ROE) Alto 22%

Así mismo, se puede observar que dentro del nivel alto de las 4 dimensiones

destaca la dimensión uso de las propias emociones la cual se encuentra con un

23%. Adicionalmente, a diferencia de las otras 3 dimensiones, la dimensión de

valoración de las propias emociones obtiene el porcentaje más bajo (15%) dentro

de la categoría bajo de inteligencia emocional.

52
Tabla 6

Porcentajes de las dimensiones del CSQ

Escalas Categoría % de la muestra


Bajo 23 %
Afrontamiento emocional Medio 54 %
(EMO) Alto 23 %
Bajo 16 %
Afrontamiento racional Medio 64 %
(RAC) Alto 20 %
Bajo 21 %
Afrontamiento por Medio 57 %
desapego (DES) Alto 22 %
Bajo 14 %
Afrontamiento evitativo Medio 62 %
(EVI) Alto 24 %

Con respecto a los estadísticos acerca de los estilos de afrontamiento en la

tabla 6, se puede detallar que dentro de la categoría nivel medio para cada una de

las dimensiones se encuentran por encima de un 54% de la muestra en general.

Así mismo, se observa que dentro de los estilos de afrontamiento, el

afrontamiento evitativo obtuvo el menor porcentaje (14%) en relación a la

categoría nivel bajo. Además, fue éste mismo estilo de afrontamiento el que

obtuvo el mayor porcentaje de participantes dentro de la categoría de nivel alto

con 24%.

Siguiendo con los objetivos, se precedió a realizar la comparación de los

niveles de inteligencia emocional entre el sexo femenino y el masculino.

53
Encontrándose que las mujeres obtuvieron un puntaje en la media de 84.91y una

D.E. de 12.30 (véase tabla 7), mientras que en el caso de los varones el puntaje

de la media que obtuvieron fue de 81.64 y su D.E 13.52.

Tabla 7

Diferencia de inteligencia emocional según sexo

Estadísticas de grupo
Desviación Significancia
Sexo N Media estándar (bilateral)
Femenino 120 84,91 12,304
Wleistotal .265
Masculino 40 81,64 13,521

Posteriormente, se analizó las medias de los dos grupos utilizándose la

prueba T para pruebas independientes, en donde se obtuvo una significancia

bilateral de .265, siendo ésta mayor al criterio de significancia de 0.05. Por lo que

se concluye que no hay diferencias significativas entre los niveles de inteligencia

emocional de mujeres y varones. Sin embargo, si es claro que en un marco

general el sexo femenino logra tener niveles más elevados de inteligencia

emocional.

De acuerdo a la variable sexo, se buscó determinar la existencia de

diferencias en relaciones a las dimensiones de la inteligencia emocional que

establece el WLEIS. En la tabla 8 se muestra las diferencias que existen entre las

medias de ambos sexos. Se puede observar que las áreas valoración de las

propias emociones, uso de las propias emociones y regulación de emociones no

54
presentan mayor significancia en relación a la comparación de sus respuestas,

debido a que sus índices de significancia son mayores a 0.05.

Tabla 8

Diferencia de dimensiones del WLEIS según sexo

Sexo
Mujeres Varones
Escala M D.E. M D.E. t Sig.
SEA 21.81 3.53 21.56 4.67 .285 .776
OEA 22.85 3.55 20.16 4.26 3.118 .002
UOE 21.23 4.64 20.28 4.14 .906 .367
ROE 19.01 4.52 19.64 3.90 -.620 .537

Sin embargo, cabe resaltar que con respecto al área de valoración de las

emociones de otros se encontró en las mujeres una media de 22.85 y en los

varones una media de 20.16, teniendo un nivel de significancia de 0.02.

Consecuentemente, podemos afirmar que existe una diferencia significativa entre

mujeres y varones, teniendo las mujeres un nivel más alto en el área de

valoración de las emociones de otros.

Con respecto a las diferencias según el sexo entre los estilos de

afrontamiento que forman parte del CSQ la tabla 9 se presentan sus

características. Podemos observar que los puntajes de las medias de los 4 estilos

de afrontamiento no se diferencian entre mujeres y varones por más de 1.60. El

afrontamiento emocional, el afrontamiento racional, el afrontamiento por desapego

y el afrontamiento evitativo respectivamente obtienen puntajes de significancia en

la prueba t mayores a 0.05, por lo que no se encuentran diferencias significativas

en relación a los estilos de afrontamiento entre varones y mujeres.

55
Tabla 9

Diferencia de dimensiones del CSQ según sexo

Sexo
Mujeres Varones
Escala M D.E. M D.E. t Sig.
EMO 19.65 4.34 18.68 3.28 1.025 .308
RAC 30.33 4.86 31.40 4.67 - .958 .340
DES 27.69 4.05 29.32 3.99 - 1.74 .085
EVI 11.12 2.56 10.32 2.34 1.380 .171

De igual forma como con la variable sexo, se observa en la tabla 10 que se

procedió a determinar las diferencias entre los puntajes obtenidos por los

participantes tomando de referencia la variable ocupación actual. De acuerdo a

ello se encontró que las personas que trabajan puntuaron una media de 83.00 y

en cambio las personas que trabajan y estudian a la vez puntuaron con una media

de 86.63. De acuerdo al índice de significancia (.189) no existe una diferencia

significativa entre ambos grupos, sin embargo si hay una leve diferenciación de

3.63 puntos entre estos dos.

Tabla 10

Diferencias de la inteligencia emocional según la ocupación

Estadísticas de grupo
Ocupación Desviación Significancia
actual N Media estándar (bilateral)
Estudia 112 83.00 13.43

Wleistotal Trabaja y .189


48 86.63 10.28
estudia
(Ambos)

56
Con respecto a la comparación de acuerdo a la ocupación actual de los

participantes y las áreas como valoración de las propias emociones, valoración de

las emociones de otros, uso de las propias emociones y regulación de emociones,

se ha realizado la comparación de las medias de cada grupo. Como se observa

en la tabla 11, no se aprecian grandes diferencias con relación a las medias

obtenidas en las 4 dimensiones.

Así mismo, se detalla (véase tabla 11) que los índices de significancia

obtenidos en base a las comparación de medias (SEA= .222; OEA= .153; UOE=

.147; ROE= .808 ) sobrepasan el índice esperado de 0.05. Es decir, las

diferencias que existen entre los participantes que estudian y los participantes que

estudian y trabajan a la vez no son estadísticamente significativas, aunque si

hallan leves márgenes de diferencia.

Esto nos lleva a negar la hipótesis establecida, la cual proponía que la

inteligencia emocional de los estudiantes universitarios de entre 20 a 30 años que

estudian y trabajan será mayor a la inteligencia emocional de los estudiantes que

solo estudian. Adicionalmente, cabe resaltar que aunque las diferencias no sean

muy significativas en la comparación de ambos grupos, se observa que en las 4

dimensiones que conforman el WLEIS los participantes que estudian y trabajan

han obtenido un puntaje más alto que los participantes que solo estudian.

57
Tabla 11

Diferencias de las dimensiones del WLEIS según la ocupación actual

Ocupación actual
Estudio Ambos
Escala M D.E. M D.E. t Sig.
SEA 21.44 4.13 22.47 2.90 -1.23 .222
OEA 21.81 3.93 23.03 3.74 -1.44 .153
UOE 20.64 4.59 21.80 4.32 -1.17 .147
ROE 19.10 4.52 19.33 4.04 -.244 .808

De la misma manera se procede a realizar la comparación de los estilos de

afrontamiento con la variable ocupación actual. A simple vista se puede observar

en la tabla 12 algunas leves diferencias en los puntajes obtenidos por las

participantes.

En relación al afrontamiento emocional y al afrontamiento evitativo los

participantes que registraron que solo estudiaban reportan media más elevadas.

Por otro lado, los participantes que reportaron que estudian y trabajan, tienen

medias más altas en relación al afrontamiento racional y al afrontamiento por

desapego.

Tabla 12

Diferencias de las dimensiones del CSQ según la ocupación actual

Ocupación actual
Estudio Ambos
Escala M D.E. M D.E. t Sig.
EMO 19.60 4.16 18.97 4.02 .704 .483
RAC 30.00 4.71 32.00 4.85 -1.927 .057
DES 27.73 4.40 28.97 3.12 -1.396 .166
EVI 11.14 2.43 10.40 2.68 1.356 .178

58
Con respecto a las diferencias según la ocupación actual y los estilos de

afrontamiento que forman parte del CSQ (véase tabla 12) se presentan los

puntajes e índices obtenidos por los participantes. Respectivamente para cada

estilo de afrontamiento se obtuvieron índices de significancia más altos del 0.05,

demostrando que las diferencias no son estadísticamente significativas entre

ambos grupos.

Consecuentemente a estos resultados se debe negar la hipótesis que en un

principio se propuso, la cual planteaba que los niveles de estilos de afrontamiento

adaptativo de los estudiantes universitarios de 20 a 30 años que estudian y

trabajan serán mayores a los de los estudiantes que solo estudian.

Ello debido a que los estilos adaptativos que en este caso se especifican

como el afrontamiento racional y el afrontamiento por desapego, no muestran

diferencias significativas entre los dos grupos comparados. Además, también se

encuentra que en relación a los estilos desadaptativos que en este caso serían el

afrontamiento emocional y el afrontamiento evitativo tampoco se encuentras

diferencias significativas entre los dos grupos antes mencionados.

En la tabla 13 se puede observar la matriz de correlaciones entre las

dimensiones de la inteligencia emocional y los estilos de afrontamiento al estrés.

Como se presenta en la tabla la mayor parte de las dimensiones se relaciona en

la dirección que se esperaba; sin embargo es importante poder resaltar y

mencionar algunas observaciones relevantes dentro de las relaciones

establecidas.

59
Tabla 13

Correlaciones entre inteligencia emocional y afrontamiento al estrés

SEA OEA UOE ROE EMOr RACr DESr EVIr


SEA 1
OEA ,373** 1
UOE ,433** ,443** 1
ROE ,477** ,337** ,533** 1
EMOr -,305** -,154 -,391** -,274** 1
RACr ,293** ,370** ,501** ,565** -,211* 1
DESr ,059 ,055 ,132 ,225* ,075 ,456** 1
EVIr -,045 ,172 ,166 ,184 ,248* ,198* ,342** 1
Wleistotal ,738** ,697** ,810** ,785** -,375** ,578** ,160 ,162
*p<0.05; **p< 0.001

n = 160

En un inicio, debemos mencionar las correlaciones establecidas entre la

variable inteligencia emocional y los estilos adaptativos de afrontamiento. Luego

se describirá la correlación de las dimensiones de la variables inteligencia

emocional y los estilos desadaptativos del afrontamiento.

La inteligencia emocional, como fue postulado en nuestra hipótesis general,

se correlaciono positivamente con los estilos de afrontamiento adaptativos, los

cuales son el afrontamiento racional y el afrontamiento por desapego. En el caso

de la inteligencia emocional con el afrontamiento racional se encontró una

correlación positiva y altamente significativa (r = .578) y en el caso de la

inteligencia emocional y el afrontamiento por desapego se encontró una relación

positiva (r = .162). Estos resultados nos llevan a aceptar la hipótesis general de

nuestra investigación.

60
En la relación establecida entre la inteligencia emocional y el estilo de

afrontamiento emocional se encontró una relación negativa y significativa ( r = -

.37). En este caso también es aceptada nuestra hipótesis que establece que la

inteligencia emocional de los universitarios de entre 20 y 30 años pertenecientes a

una universidad privada se relacionará negativamente con el estilo de

afrontamiento emocional.

Estableciendo la relación de la inteligencia emocional y el estilo de

afrontamiento evitativo, se encontró un relación positiva entre ambas variables (r =

.16). De acuerdo a este resultado se debe negar la hipótesis planteada en primera

instancia, la cual establece que la inteligencia emocional de los universitarios de

entre 20 y 30 años pertenecientes a una universidad privada se relacionará

negativamente con el afrontamiento evitativo.

En relación a los estilos de afrontamiento desadaptativos, el afrontamiento

emocional correlaciono negativamente con todas las dimensiones de la

inteligencia emocional (SEA r = -.30; OEA r = -.15; UOE r = -.39 y ROE r = -.27).

Así mismo, el afrontamiento evitativo correlacionó negativamente (r = -.04) con la

valoración de las propias emociones y de manera muy baja pero positiva con las

otras tres dimensiones de la inteligencia emocional (OEA r = .17; UOE r = .16 y

ROE r = .18).

Por otro lado, tomando en cuenta los estilos de afrontamiento de corte

adaptativo tenemos al afrontamiento racional, el cual correlacionó de manera

positiva con la valoración de las propias emociones (SEA r = .29), con la

valoración de las emociones de otros (OEA r = .37), con el uso de las emociones

(UOE r = .50) y con la regulación de las emociones (ROE r = .56).

61
Consecutivamente en relación a los estilos de afrontamiento adaptativos

tenemos al afrontamiento por desapego, el cual correlacionó de manera positiva

con todas las dimensiones de la inteligencia emocional medida, sin embargo lo

hizo con un índice de correlación muy baja (SEA r = .05.; OEA r = .05; UOE r =

.13 y ROE r = .22). En este caso podemos aceptar la hipótesis establecida

anteriormente, la cual expresa que la regulación de las propias emociones de

universitarios de entre 20 y 30 años pertenecientes a una universidad privada se

relacionará positivamente con el afrontamiento por desapego.

Finalmente, podemos determinar que de acuerdo a los índices de correlación

establecidos entre las variables de inteligencia emocional y los estilos de

afrontamiento, la hipótesis general que postula que la inteligencia emocional de

los universitarios de entre 20 y 30 años pertenecientes a una universidad privada

se relacionará con los estilos de afrontamiento al estrés es aceptada.

62
CAPÍTULO V DISCUSIÓN

El presente trabajo de investigación que busca determinar como objetivo

principal la relación entre la inteligencia emocional y los estilos de afrontamiento al

estrés en estudiantes universitarios de una universidad privada, obtuvo resultados

que nos permiten describir que existe un grado de relación (p< 0.05) entre las

variables antes mencionadas en los estudiantes universitarios de ambos sexos.

Respecto al objetivo principal de la investigación se encontraron relaciones

significativas entre la inteligencia emocional y los estilos adaptativos de

afrontamiento al estrés, en coincidencia con otras investigaciones ya antes

realizadas que buscaron medir relaciones similares entre las mismas variables

(Noorbakhsh et al. , 2010; Augusto-Landa et al., 2011 y Echeverria, 2012).

Ello coincide con el análisis detallado que realizaron Martínez, Piqueras e

Inglés (2011), que básicamente buscó analizar un número de 42 estudios

orientados a la relación entre la inteligencia emocional y la capacidad de

afrontamiento. Ante lo cual se concluyó que niveles altos de inteligencia

emocional se asocian con estrategias de afrontamiento basadas en la resolución

de problemas; mientras que niveles bajos de inteligencia emocional se asocian a

estrategias de evitación y superstición (emocional).

Dentro de los primeros alcances del presente estudio, se encontró relación

positiva y significativa entre la inteligencia emocional y el afrontamiento racional.

Este indicador es uno de los más importantes dentro del estudio, ya que enmarca

al principal estilo de afrontamiento encontrado en distintos modelos teóricos y

demuestra que existe un indicador alto de asociación con niveles altos de

63
inteligencia emocional. Recientemente Kim y Han (2015) realizaron un estudio en

una muestra de estudiantes universitarios, utilizando el mismo instrumento de

medición para la inteligencia emocional (Wong y Law, 2002), que se utilizó en la

presente tesis y la asociaron a estrategias de afrontamiento. Es interesante, al

contrastar los resultados que las investigadoras encontraron indicadores

importantes entre el modelo de inteligencia emocional y las estrategias de

afrontamiento de solución de problemas y búsqueda de soporte social, las cuales

también se detallan como estrategias adaptativas. Es importante destacar

entonces, que el modelo de inteligencia emocional estaría funcionando

adecuadamente, ya que ofrece resultados bastante similares al momento de ser

utilizado en relación con estilos de afrontamiento y también estrategias de

afrontamiento.

Los estudiantes que reportan un mayor índice de inteligencia emocional

tienden a emplear con mayor frecuencia un afrontamiento racional, el cual

involucra buscar alternativas de soluciones cuando se presentan situaciones

percibidas como estresantes. Es decir las personas que han desarrollado niveles

altos en las áreas de valoración de las propias emociones, valoración de las

emociones de otros, regulación emocional y utilización de las emociones para

facilitar el desempeño, tienden a mantener creencias más sólidas acerca de que

es posible modificar o suprimir el estrés, buscando alternativas activas para

poder resolver el problema (Lazaras y Folkman, 1986).

Esto lleva a establecer que dentro del estudio las personas que presentan

niveles de inteligencia emocional alto, intentan afrontar los problemas buscando

realizar cambios en el ambiente en que se encuentren o se orientarán a realizar

modificaciones en su motivación, pensamiento y procedimientos de aprendizaje.

64
En consonancia con ello, Aradilla y Sábado (2006) sostienen que el presentar un

nivel alto de inteligencia emocional no solo facilita el proceso de asimilación de la

situación demandante, sino que propicia una mayor comprensión y aceptación de

situaciones que generan estrés continuo.

De igual forma, se encontró una relación positiva entre la inteligencia

emocional y el afrontamiento por desapego, el cual es el segundo estilo

adaptativo de afrontamiento con el que cuenta el instrumento utilizado. Aunque no

se haya encontrado una relación altamente significativa, se puede describir una

relación positiva entre ambas variables, resultado que era el esperado y que junto

a la relación con el afrontamiento racional permiten aceptar la hipótesis general

establecida. De acuerdo a esta segunda relación se puede sostener que las

personas que tienen un nivel alto de inteligencia emocional tienden de la misma

forma a manifestar un estilo de afrontamiento por desapego.

De acuerdo a ello podemos mencionar que los estudiantes del estudio que

registraron niveles adecuados de inteligencia emocional suelen afrontar los

problemas o situaciones estresantes apartando los sentimientos del hecho,

intentando marcar una opinión más objetiva del hecho en cuestión. Cabe

mencionar que dependiendo de si los estudiantes perciben que la situación es

modificable o no es modificable, pondrán en práctica soluciones realistas y ello

facilitaría procesos de adaptación y aceptación a la situación respectivamente.

Estos resultados concuerdan con parte del estudio realizado por Guarino, Sojo y

Bethelmy (2007), quienes obtuvieron una relación positiva y significativa entre el

estilo de afrontamiento por desapego y la escala de manejo emocional del

Inventario de inteligencia emocional de Sojo y Steinkopf (Sojo y Guarino, 2006).

65
Dicha escala está relacionada con la capacidad del individuo para colocar en

perspectiva sus emociones y las de otros, pensar de manera lógica en base a

esta información y actuar en coherencia a ello.

En lo concerniente a la relación entre la inteligencia emocional y el estilo de

afrontamiento emocional se encontró, que existe una relación significativa y

negativa. Esto quiere decir que se ha encontrado que los estudiantes de la

presente investigación que presentan niveles bajos de inteligencia emocional

tienden a afrontar situaciones estresantes sin aceptar la peor parte del hecho, lo

que les ocasionaría más dificultades para resolver adecuadamente la situación.

Ello encaja correctamente con la constante que plantean Augusto-Landa, Lopez-

Zafra y Pulido-Martos (2011) al mencionar que existe una asociación frecuente y

negativa entre a inteligencia emocional y el afrontamiento centrado en las

emociones. Asimismo, coincide con lo planteado por Davis et al. (1998), quienes

refieren que una dimensión de la inteligencia emocional es el uso de la emoción

para facilitar el desempeño. Esta dimensión concierne la orientación de las

emociones hacia la realización de acciones productivas; además las personas con

un alto nivel en esta dimensión usan sus emociones para automotivarse y rendir

mejor. Por consiguiente, los estudiantes que tengan bajos niveles de inteligencia

emocional, tendrán dificultades para orientar sus emociones hacia soluciones

efectivas y por consiguiente, como ocurre en este caso, los estudiantes actúan

desadaptativamente como si lo sucedido no importara aunque pueda ello

provocar malestar emocional (Roger, Jarvis y Najarian, 1993).

Con respecto, a la inteligencia emocional y su relación con el estilo

desadaptativo de afrontamiento evitativo, se halló una relación positiva,

contrariamente a la hipótesis establecida en el estudio. De acuerdo a lo planteado

66
y por ser un estilo de afrontamiento desadaptativo se esperaba que la inteligencia

emocional total se relacionara de manera negativa con esta dimensión. Puesto

que las personas que tienden a afrontar los problemas de manera evitativa,

suelen desligar su pensamiento del problema realizando actividades alternativas y

Davis et al. (1998) nos propone que las personas con alto nivel emocional

orientan sus emociones hacia la realización de actividades productivas. Cabe

mencionar que el índice de correlación entre estas dos variables no es muy alto y

este resultado podría estar influenciado por el bajo número de ítems (5) que

presenta esta escala.

De acuerdo, al objetivo establecido en la investigación también se plantea

describir si existen diferencias significativas entre los niveles de inteligencia

emocional entre varones y mujeres. Siguiendo con los resultados obtenidos se

puede establecer que entre los varones y mujeres de este estudio no existen

diferencias significativas de acuerdo a sus niveles de inteligencia emocional. Esto

concuerda con los resultados obtenidos por Ugarriza (2001), quien utilizando el

análisis de varianza Anova para establecer las diferencias en los puntajes del

BarOn - Ice en ambos sexos, apreció que no habían diferencias entre los niveles

del cociente emocional de los varones y mujeres de Lima metropolitana.

Asimismo cabe mencionar que no se encontraron diferencias significativas

entre el uso de estilos de afrontamiento adaptativos o desadaptativos de acuerdo

al sexo de los participantes en la investigación. Esto se contrasta con la

investigación realizada por Martínez, Piqueras e Inglés (2011) quienes

establecen que las mujeres prestan más atención a las emociones y ello está

asociado a un afrontamiento emocional y por el contrario los varones tienen

67
mayores niveles de autorregulación emocional por lo que tienen a afrontar los

problemas de acuerdo al estilo racional.

En torno a la investigación realizada se puede establecer que una de las

limitaciones que se encontró es su homogeneidad de acuerdo al sexo, debido a

que hubo un número mayor de mujeres que de varones dentro de la muestra

utilizada. Se utilizó una muestra conformada por 160 personas, dentro de las

cuales se presentó una diferencia entre el número de mujeres (n = 120) y el

número de varones (n = 40), lo que puede haber influenciado en cierto grado los

resultados que se obtuvieron.

Adicionalmente otra limitación que se puede establecer dentro de la

investigación, es el que no se pudo determinar relaciones con otras variables

sociodemográfica como el nivel socioeconómico, el estado civil o el lugar de

procedencia.

Es importante mencionar que de acuerdo a los niveles de confiabilidad

obtenidos en el estudio, la realización de la investigación puede ser generalizada

a distintas universidades, teniendo en cuenta la edad de la muestra a evaluar.

Finalmente, un aspecto que busca brindar como aporte ésta investigación es

que sus resultados puedan servir como una base para proceder a construir una

curricula académica más consistente y que en adición al aporte académico y

humano que pueda ofrecer generalmente la universidad, también se pueda

orientar a los alumnos en su crecimiento emocional. Se tiene una clara convicción

de acuerdo a los resultados de esta investigación y a la bibliografía revisada que

los estudiantes mantendrán un mejor afrontamiento en el tiempo al contar con

competencia emocionales que se muestren cada vez más desarrolladas. Ello

68
aportaría un mejor resultado en general en las condiciones educativas y la entidad

académica también podría mostrarse como un referente dentro del campo de

gestión emocional.

69
CONCLUSIONES

 Los estudiantes que presenten niveles altos de inteligencia emocional

adoptan estilos de afrontamiento que tienden a ser adaptativos, enfocándose

principalmente en la búsqueda de solución de problemas y facilitando la

asimilación y aceptación. Por otro lado, los estudiantes con niveles bajos de

inteligencia emocional, tienden a utilizar predominantemente estilos de

afrontamiento desadaptativos como lo son el emocional o evitativo.

 Todas las dimensiones de la inteligencia emocional favorecen a afrontar de

manera adaptativa a las demandas del medio, propiciando la utilización de

estilos de afrontamiento adaptativos.

 Mientras menor sea el nivel de inteligencia emocional, es más probable

observar un afrontamiento centrado en la emoción y desadaptativo, con lo

cual la posibilidad de superar una situación demándante sería más

complicada y exigente de los recursos del individuo.

 En tanto a la discriminación entre los niveles de inteligencia emocional

dependiendo del sexo, no se encuentra una diferencia significativa a nivel de

la variable. Sin embargo, es importante destacar que en la dimensión de

evaluación de las emociones de otros se observa una diferencia importante a

favor de las mujeres.

70
 No se encuentran diferencias significativas con respecto al nivel de

inteligencia emocional entre los sujetos que estudian y trabajan al mismo

tiempo en comparación con los que solo estudian. Sin embargo, los que

estudian y trabajan muestran en todas las dimensiones niveles ligeramente

más altos.

 No se encuentran diferencias significativas con respecto al uso de estilos de

afrontamiento adaptativos entre los sujetos que estudian y trabajan al mismo

tiempo en comparación con los que solo estudian.

71
RECOMENDACIONES

 Se recomienda a la institución integrar dentro de su currícula de los dos

primeros semestres un programa o curso que concierna la orientación en la

temática de gestión de emociones. Ello brindaría un soporte adicional a los

estudiantes con respecto a las estrategias que podrían utilizar a futuro ante

situaciones muy demandantes. Será importante también tomar medidas de

prevención como ésta, con el objetivo de poder investigar a un mediano plazo

el grado de repercusión que traería este tipo de intervención.

 Conocer los niveles de inteligencia emocional y los estilos y estrategias de

afrontamiento de los profesores de los participantes, debido a que ellos son

uno de los principales modelos de los estudiantes y de acuerdo a ello se

podrían implementar programas de gestión emocional en base a las

necesidades obtenidas.

 Realizar nuevas investigaciones para comparar los resultados de esta

investigación que utilizó una medida de inteligencia emocional de autoinforme

con alguna otra prueba de inteligencia emocional que mida la capacidad. De

esta manera se podría hacer una investigación con resultados más variados y

en donde se puedan realizar contrastaciones más específicas.

 Replicar la investigación utilizando los mismos instrumentos de evaluación en

ámbitos como el de la psicología organizacional y clínica, para así poder tener

72
un alcance mayor a cerca de las posibles repercusiones que tiene la

inteligencia emocional en el afrontamiento a problemas de la vida cotidiana.

73
REFERENCIAS

Ahumada, F. (2011). La relación entre inteligencia emocional y salud mental. III

Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología

XVIII Jornadas de Investigación. Congreso llevado a cabo en el Séptimo

Encuentro de Investigadores en Psicología del Mercosur Facultad de

Psicología - Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. Recuperado de

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(Tesis de maestría). Universidad San Ignacio de Loyola, Perú.

Augusto-Landa, J., López-Zafra, E. y Pulido-Martos, M. (2011). Inteligencia

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de enseñanza primaria: propuesta de un modelo explicativo con ecuaciones

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10.1174/021347411797361310

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87
ANEXOS

88
ANEXO A

Código: _________

CONSENTIMIENTO INFORMADO

El propósito de esta ficha de consentimiento es dar a los participantes de esta


investigación una clara explicación de la naturaleza de la misma, así como de su
rol en ella como participante.
La participación en este estudio es estrictamente voluntaria. La información que
se recoja será confidencial y no se usará para ningún otro propósito. Sus
respuestas a los cuestionarios serán codificadas usando un número de
identificación y por lo tanto, serán anónimas. Una vez transcritas las respuestas,
las pruebas se destruirán.
Si tiene alguna duda, puede hacer preguntas en cualquier momento durante su
participación en ella. Igualmente, puede retirarse en cualquier momento sin que
eso lo perjudique en ninguna forma.
Desde ya le agradecemos su participación.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Nombre del Participante Firma del Participante

89
ANEXO B

ENCUESTA PERSONAL
I. DATOS PERSONALES

Edad : ______ Fecha de evaluación: ___/____/____ Lugar de nacimiento: _________

1. Sexo: Femenino Masculino


2. Estado civil

Soltero(a) Casado(a) Viudo(a) Divorciado(a)

Separado(a) Conviviente Madre soltera Padre soltero

3. Nivel educativo

Primaria incompleta Primaria completa Secundaria incompleta

Secundaria completa Técnico incompleta Técnico completa

Universitaria incompleta Universitaria completa

4. Lugar de residencia (Distrito)


5. Religión

Católico Otra: ________________________

6. ¿Con quiénes vive en casa?

Mamá Papá Hermanos Pareja

Hijos Otros: ___________________________

7. Actividad laboral y manutención

Dependiente asalariado Dependiente por jornal Independiente

Ama de casa Desempleado(a)

8. Ocupación actual
Trabajo Estudio Ambos

9. Siento que tengo buenas cualidades:


 Muy en desacuerdo
 En desacuerdo
 Entre uno y otro
 De acuerdo
 Muy de acuerdo

10. Me gusta como soy:


 Muy en desacuerdo
 En desacuerdo
 Entre uno y otro
 De acuerdo
 Muy de acuerdo

11. En general usted diría que su salud es:

Pobre Aceptable Buena Muy buena Excelente

90
ANEXO C

WLEIS1

INSTRUCCIONES: A continuación encontrará algunas afirmaciones sobre sus emociones y


sentimientos. Lea atentamente cada frase y señale con una “X” su grado de acuerdo con cada una
de las afirmaciones.
No hay respuestas correctas o incorrectas, ni buenas o malas. No emplee mucho tiempo en cada
respuesta.
1 2 3 4 5 6 7
Completam Completam
ente en ente de
Desacuerd Acuerdo
o (C.A.)
(C.D.)

1. Normalmente, soy muy consciente de por qué tengo unos sentimientos 1 2 3 4 5 6 7


u otros
2. Comprendo bien mis propios sentimientos. 1 2 3 4 5 6 7
3. Ciertamente, entiendo mis emociones y lo que siento. 1 2 3 4 5 6 7

4. Siempre sé si estoy o no estoy contento. 1 2 3 4 5 6 7


5. Siempre reconozco las emociones de mis amigos por la manera en 1 2 3 4 5 6 7
que se comportan.
6. Soy un/a buen observador/a de las emociones de los demás. 1 2 3 4 5 6 7

7. Soy sensible a los sentimientos y emociones de los demás. 1 2 3 4 5 6 7


8. Comprendo bastante bien las emociones de las personas de mi 1 2 3 4 5 6 7
alrededor .
9. Habitualmente me fijo objetivos y luego intento hacer lo mejor que 1 2 3 4 5 6 7
puedo para alcanzarlos.
10. Siempre me digo a mí mismo/a que soy una persona competente. 1 2 3 4 5 6 7

11. Me resulta fácil motivarme a mí mismo/a para hacer las cosas. 1 2 3 4 5 6 7


12. Siempre me animo a mí mismo/a a intentar hacer las cosas lo mejor 1 2 3 4 5 6 7
que puedo.
13. Soy capaz de controlar mi temperamento y manejar las dificultades 1 2 3 4 5 6 7
razonadamente.
14. Controlo bastante bien mis propias emociones. 1 2 3 4 5 6 7
15. Siempre puedo calmarme con rapidez cuando estoy muy enfadado. 1 2 3 4 5 6 7
16. Tengo un buen dominio de mis propias emociones. 1 2 3 4 5 6 7

1
Wong &Law (2002); Adaptación española de J.C. Pérez-González (2004). Facultad de Educación, UNED;
[email protected]

91
CSQ

Instrucciones: Aunque la gente pueda reaccionar en diferentes formas ante diversas


situaciones, todos tenemos la tendencia a manejar de una manera característica las
situaciones que nos molestan. Cómo describirías la manera en la cual tu
típicamente reaccionas ante el estrés? Encierra en un círculo Siempre (S), Frecuentemente
(F), Algunas veces (A) o Nunca (N), según corresponda para cada afirmación siguiente:

1. Me siento abrumado(a) y a merced de la situación S F A N

2. Elaboro un plan para manejar lo que ha ocurrido S F A N

3. Veo la situación por lo que realmente es y nada más S F A N

4. Me siento deprimido(a) o abatido(a) S F A N

5. Siento que nadie me entiende S F A N

6. Siento que estoy solo(a) o aislado(a) S F A N

7. Tomo acciones para cambiar las cosas S F A N

8. Me siento impotente – no hay nada que pueda hacer al respecto S F A N

9. Trato de encontrar más información para ayudarme a tomar decisiones S F A N


acerca de lo ocurrido

10. Me reservo las cosas para mi mismo(a) y no dejo que otros sepan lo S F A N
mal que están

11. Me siento independiente (ajeno/a) de las circunstancias S F A N

12. Me paralizo y espero que todo pase S F A N

13. Trasmito mis frustraciones a la gente más cercana a mi S F A N

14. Resuelvo la situación sin sentirme identificado(a) con ella. S F A N

15. Respondo neutralmente al problema S F A N

16. Pretendo que nada pasa, aunque la gente pregunte S F A N

17. Mantengo las cosas dentro de una proporción – nada es realmente tan S F A N
importante

18. Creo que el tiempo de alguna manera resolverá las cosas S F A N

19. Me siento mentalmente aliviado(a) acerca de todo el asunto S F A N

20. Trato de mantener mi sentido del humor – me río de mí mismo o de la S F A N


situación

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21. Me mantengo pensando en lo ocurrido con la esperanza de que S F A N
pasará

22. Creo que puedo enfrentar las cosas con el mínimo de agitación S F A N

23. Sueño despierto con que las cosas mejorarán en el futuro S F A N

24. Trato de encontrar una manera lógica de explicar el problema S F A N

25. Decido que no tiene caso molestarme y continúo adelante S F A N

26. Me siento sin valor y poco importante S F A N

27. Confío en la suerte- las cosas de alguna manera mejorarán S F A N

28. Uso mi experiencia pasada para tratar de manejar la situación S F A N

29. Trato de olvidar todo lo que ha ocurrido S F A N

30. Me irrito o me pongo bravo(a) S F A N

31. Le doy a la situación toda mi atención S F A N

32. Hago las cosas una a la vez S F A N

33. Me critico o me culpo a mí mismo(a) S F A N

34. Rezo para que las cosas cambien S F A N

35. Pienso y hablo del problema como si no tuviera que ver conmigo S F A N

36. Hablo de lo ocurrido lo menos posible S F A N

37. Me preparo para el peor desenlace posible S F A N

38. Busco comprensión por parte de la gente S F A N

39. Veo lo ocurrido como un reto a ser superado S F A N

40. Soy realista en mi aproximación a la situación S F A N

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